La muerte, sólo esperando su regreso...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Leonhart, 20 Enero 2009.

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  1.  
    Marigabi

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    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    KKKKKKKKKKKYYYYYYYYYYAAAAAAAAAA
    Kuroi-san te extrañe !!!!!
    que buena continuacion
    Oh Hinata-chan esta confundida (eso no es bueno)
    por quien se decidira????
    necesito saber T.T
    Y que quieria Naruto-kun???
    que intriga!!!!!
    como siempre me encanto la continuacion
    te quedo exelente
    eres la mejor!!!!
    espero la proxima
    cuidate mucho
    sayo...
     
  2.  
    Laile

    Laile Usuario común

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    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    ola kuroi sakura!!

    sabes pase por

    tu ff y me encanto,

    todos tu ff me gustan

    te quiero decir que tienes lectora fija xD

    hinata a esta confundida a quien eligira??

    espero la conti!!


    bye!!
     
  3.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

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    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    excelente continuacion de tu fic
    me gusto mucho tu trabajo, sigue asi
    que sera lo que hara Hinata-chan ahora, espero que se quede con Naruto
    ademas que pasara ahroa con nuestros heroes ahora
    muy bueno el trabajo que haces
    n.n
     
  4.  
    Leonhart

    Leonhart Usuario popular

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    La muerte, sólo esperando su regreso...
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    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    OMG...
    Ya hasta me habían cerrado el fic; qué irresponsable e____e
    Disculpen la tardanza, en serio .___. Beteos y escuela me tenían a full D:

    Buehh... sin más preámbulos, conti :)


    ---


    Capítulo 8: “Verdad”.
    Advertencias: OoC. Se justificará después.

    Ése mismo día por la tarde.

    —¡Sakura-chan! —nuevamente un estruendoso grito se escuchó por fuera de mi casa.
    —Naruto… —musité sin ninguna expresión en mi persona, saliendo de mi cuarto y bajando las escaleras para abrirle la puerta.

    Llegué al recibidor y proseguí a abrir. Aún me tenía pensativa lo que había pasado horas antes, con Hinata.

    —¡Hola! —bramó alegremente mientras sonreía muy feliz.
    —Hola —respondí de nuevo sin ninguna expresión.

    Le hice señas con la mano para indicarle que pasara a la sala, haciéndome caso entonces. Me senté en el sillón y él se sentó al lado mío. Me miró unos momentos y notó mi extraño porte que, a decir verdad, no indicaba nada: ni tristeza, ni preocupación, ni mucho menos alegría.

    —Sakura-chan… ¿Pasa algo? —preguntó mi amigo haciendo un curioso gesto y acercando su rostro al mío. Claro, sin llegar a estar a muy corta distancia.

    Quedé callada unos momentos y suspiré para consecuentemente negarme.

    —No es nada, Naruto.

    Nos hundimos en un silencio bastante incómodo, tal vez mi actitud no estaba del todo animada y la extrañez de Naruto estaba al máximo.
    Actitud inanimada + extrañez= Aburrimiento e incomodidad total.

    —Bueno y… ¿a qué has venido? —cuestioné para interrumpir el silencio y saber si había ido a lo que yo creía.
    —Ah… es que… —sus mejillas tomaron un tono ligeramente rosado y miraba el jugar de sus manos. Estaba completamente nervioso— Quería saber… si… si has hablado con Hinata de… ‘eso’.

    Eso’… ‘Eso’ era lo que me tenía tan inexpresiva, ‘eso’ era lo que horas antes me había sorprendido de más… pero muchísimo de más.

    —Ah… sí, he hablado con ella… —asentí también con la cabeza.

    Sus ojos se iluminaron de pronto y una enorme sonrisa apareció en su zorruno rostro; de seguro pensó que le diría todo de golpe.

    —¿Y?… ¡¿Y?! ¿Qué te dijo? —cuestionó hiperactivamente.

    Suspiré y acomodé mi barbilla sobre mi mano, posada sobre una de mis rodillas. Miré a Naruto muy fijo, se notaba que esperaba mi respuesta, no, más bien: la respuesta de Hinata, con bastantes ansias.

    —¿A eso habías venido en la mañana? —pregunté ‘cambiando el tema’ sin cambiarlo, pues todo llevaba cierta relación.
    —Bueno… a… algo así… —susurró el rubio rascándose la cabeza y riendo de manera traviesa— ¡Es que…!
    —No digas más —pedí interrumpiéndolo—. Ya, voy a decirte lo que me dijo…

    Y el chico asintió de nuevo con su porte hiperactivo.

    Me quedé pensativa unos momentos, no quería decirle toda la verdad a Naruto, pues sabía cómo reaccionaría y creo que no sería del todo bueno. Sí, mejor evitarle problemas a él, a Kiba y sobre todo a Hinata; que era casi la víctima del acecho de ambos shinobis.

    —Bien —comencé entrelazando mis dedos y acomodándolos sobre mis piernas—, digamos que Hinata está… impresionada. Sí, impresionada.
    —¿Impresionada? —preguntó el de ojos azules con extrañez— ¿Impresionada por qué?
    —Bueno, imagínate que de pronto te enteraras que dos personas cercanas a ti quieren… bueno, te ven de otra forma…
    —¡Sakura-chan! ¿Le has dicho que yo…?
    —Shh. ¡Silencio, baka! Déjame continuar.
    —Bien, bien… ¿y qué más?

    Suspiré por enésima vez y agaché la mirada durante unos momentos. No le diría todo. No le diría todo

    —Y… ¡pues ya! Ella no entendió lo que le quise decir —mentí. Sí, en esos momentos, debía mentir.
    —¿No entendió? ¡Explícate, Sakura-chan! —exigió con dos cataratas cayendo de sus ojos. Esa plática estaba que le comía los nervios.
    —Sí, pues no entendió del todo, uhm… No me dio ninguna respuesta.
    —¿Le dijiste también lo de Kiba? —cuestionó en tono de decepción y con aire nostálgico.
    —No… —¡nuevamente mentí! Me sentía la escoria más grande del mundo por mentirle a mi mejor amigo, pero… era por el bien de todos.
    —¡¿Entonces sólo le dijiste de mí?!
    —Algo así… bueno… digamos que sí, pero creo que ella no me entendió y por lo tanto no me dio ninguna respuesta. Aunque creo que tú podrías averiguarlo si tan sólo la trataras un poco más como… como la trata Kiba, ¿me entiendes?

    Ése comentario en específico terminó matándole sus nervios de acero.

    Quería aparentar tranquilidad, pero no le salía nada bien. En su mirada podía ver cómo era que había entrado en crisis emocional; creo que mi comentario no había sido del todo bueno. No lo había hecho con esa intención, simplemente esperaba que le sirviera de algo y ‘se pusiera las pilas’ si no, pronto le terminarían quitando a Hinata.

    —Sa… Sakura-chan… ¿estás diciéndome que…? ¡¿Que me comporte como Kiba?! ¡Como ése baka! ¡No, no! ¡Ni loco! ¡Yo nunca…!
    —Naruto…
    —¡Nunca lo haría! ¡Él es tan… tan… baka! ¡No pienso comportarme de esa forma…!
    —Naruto…
    —¡Además! ¡¿Qué demonios tiene de especial ‘portarse como Kiba’?! ¿Hacer el ridículo frente a toda la aldea? ¡Nunca!
    —¡Naruto!

    El rubio finalmente reaccionó y volteó a verme. Se notaba bastante ansioso, nervioso… ¡por Dios! Juro que nunca lo había visto así.

    —Nunca te has dado cuenta de los pequeños detalles que Kiba tiene con Hinata, ¿verdad? —cuestioné intentando explicarle.
    —¿Detalles? ¡No hay detalles, Sakura-chan! ¡Ellos…!
    —El que tú no quieras verlos no significa que no los haya —contradije en tono fuerte. Creo que me vi poco cortés…

    Sabía que no era del todo bueno ‘compararlo’ con Kiba, pero también sabía que esa era la única forma de hacerlo entender a la perfección.

    Seguramente diría una de esas frases características de él como: ‘¡Nadie le ganará a Naruto Uzumaki, dattebayo!’ o: ‘Le demostraré a todos que soy mucho mejor que Kiba, ¡en especial a Hinata!’ no sé, algo por el estilo.

    Naruto siempre intenta mejorar cada día y trabaja duro para no dejarse sobrepasar por nadie; opino que en el amor no es la excepción, prueba de aquello: lo ocurrido el día anterior. Con eso ya era suficiente, ¿no?

    Pero me sorprendió de manera extraordinaria darme cuenta que nada era como yo pensaba.

    —¡Ah! Sí, Sakura-chan… ahora dime: ¡¿de qué lado estás?! —comenzó a gritar el Uzumaki en mi rostro mientras notaba cómo comenzaba a exaltarse de manera extra normal— ¡Seguramente de el usuratonkachi de Kiba! ¡¿NO?! ¡Sí, era de esperarse! ¡Si ustedes se llevan tan bien…!

    Los gritos de Naruto opacaban el silencio de mi casa, antes muy notorio.
    Sabía que estaba bastante enojado, puesto que comenzó a mezclar sus emociones con la ira del kyuubi; prueba de ello era que la tintura de sus ojos, antes azul zafiro, ya comenzaba a volverse roja. Debía detenerlo, no sabía qué podía suceder si se enojaba más.

    —¡Y peor aún, yo de estúpido confío en ti! ¡Ja! ¡Creyendo que me ayudarías con Hinata… sí, qué estúpido soy! ¡No puedo competir contra Kiba, ¿verdad?! ¡Ni siquiera ‘mi mejor amiga’ me antepone con él! ¡Bueno, BUENO! ¡Entonces mandaré todo al carajo…! ¡Tú, Kiba y Hinata váyanse al carajo! ¡¿Me oíste?! ¡AL CARAJO!

    Dicho esto, se acercó a la puerta y la abrió para disponerse a salir de mi casa, encontrándose con una gran sorpresa.

    —¿Na… ruto…? —soltó la persona que estaba en la puerta con asombro. Yo me acerqué rápidamente encontrándome con que el mismísimo Kiba estaba fuera, apunto de tocar.

    Kiba miraba a Naruto con los ojos bien abiertos y sus extrañas pupilas parecían estar completamente contraídas. Denotaba asombro y miedo, pero algo en su porte indicaba que estaba bastante molesto.
    Yo, por mi parte, tenía miedo; mucho miedo.

    Jamás había visto a Naruto así, y nunca hubiera pensado que gritaría esas cosas. ¿Que nos mandara al carajo? Bien, analicemos:
    ¿A Kiba? Es más posible. ¿A mí? La paso… ¡¿Pero a Hinata?! ¿Qué mandara al carajo a Hinata? Ok, la situación estaba en su punto de ebullición. Debía calmar las cosas pronto. Pero… ¿cómo?

    —¿Acaso estás loco? Cálmate, hombre… —dijo Kiba intentando relajar su rostro y dirigiendo una mano para tocar el hombro del rubio, pensando que aquello lo calmaría un poco.
    —¡No me toques! —rugió éste aventando el brazo de Kiba y tomándolo por el cuello de inmediato.

    Ahí es cuando temí; temí aún más.
    Naruto estaba muy enojado y ya tenía los ojos completamente rojos. Las marcas de su cara se habían tornado lo doble de pronunciadas y unos colmillos comenzaban a asomarse de manera disimulada por debajo de su labio superior.

    —¡Naruto! —grité jalándole lo más que pude, pero su fuerza era impresionante y pronto me empujó casi tirándome al suelo.
    —Todo es tu culpa… ¡baka! —clamó el rubio apretando más el cuello de Kiba, quien prontamente y con un movimiento bastante hábil, logró que Naruto quedara en la situación en la que estaba él antes.
    —Puedo permitir que me mandes al carajo y que digas mil y un cosas de mí; ¡pero no permitiré por nada que ofendas a Hinata y a Sakura! ¡¿Me oíste, Uzumaki?! —gritó Kiba en el rostro de Naruto. Para que comenzara a llamarle por su apellido… bueno, las cosas ya estaban muy feas…
    —¡Teme! —rugió el de ahora ojos rojos levantando un puño frente a la cara de Kiba.

    Debía evitarlo. Sabía que un puñetazo de Naruto en esa situación sería bastante dañino, más aún para el pobre de Kiba que no traía ni siquiera a Akamaru para que le ayudara a defenderse. Éramos sólo él, Naruto y yo.

    Si yo no ayudaba a relajar a ése par —en especial al portador del kyuubi— nadie lo haría.
    Me acerqué al rubio con extremo cuidado y lo llamé de manera suave:

    —Naruto… Naruto por favor reacciona…

    Volteó prontamente en dirección a mí, fulminándome con la mirada. No bastó que me dijera de forma textual lo que pensaba; su mirada me lo decía todo:

    “Haruno, vete al carajo…”

    No puedo negarlo, me dolió. Me dolió más que cualquier otra cosa en el mundo.

    ¿Había cometido una estupidez en no decirle toda la verdad a Naruto? Respuesta completamente obvia: Claro que sí. Y ahora, no sabía cómo parar su ira y enojo, que no creía que llegara a tanto.

    Aún cuando él me miró de una manera tan… fea, no permitiría que continuara con el puño en alto; no podía permitir que Kiba ni el mismo Naruto salieran lastimados por desplantes neuronales míos. Simplemente no podía.

    Entonces… ¿qué debía hacer?

    ¿Golpear a Naruto para dejarlo inconsciente? Sabía que acumulando chakra en mi mano podría golpear igual de fuerte que él, pero no quería lastimarlo.

    Lastimado ya está —pensé en mis adentros mientras nuevamente me acercaba a él para llamarle— Naruto… —reiteré su nombre y ésta vez ni siquiera se tomó la molestia de mirarme.
    —No sé qué demonios habrá sucedido, ¡pero comprende cómo te estás portando, Naruto! —bramó el Inuzuka mientras le agitaba un poco, intentado que reaccionara.
    —¡Todo es tu culpa! ¡No tienes derecho a decir todas esas cosas, baka! —replicó el rubio tomando fuerza para pegarle el puñetazo a Kiba.
    —¡No! —grité mientras corría a detener la mano de mi amigo con la mayor fuerza posible— ¡Naruto, baka! ¡Reacciona! Tú no eres así… ¡reacciona! —pedía incansablemente casi con lágrimas en los ojos.

    El Uzumaki me miró con ira pero a la vez desconcierto. Entendía que estuviera enojado, pero no quería que llegase a los extremos de dejar a alguien en el hospital.
    La fuerza de su puño era extraordinaria, apenas podía parar lo que hubiera sido un estrepitoso golpe para Kiba. No aguantaría mucho deteniendo a Naruto, así que debía acabar con todo eso pronto.

    —Por favor… ya sé que en estos momentos me odias, Naruto, pero no quiero que nadie que no sea salga lastimado. Si tanta ira tienes, puedes descargarla contra mí; deja a Kiba y a Hinata fuera de esto, ¿sí? —mi tono de voz era entrecortado pero a la vez relajado. Tenía que hacer que me creyera porque simplemente estaba diciendo la pura verdad.

    En su rostro aumentó la duda y desconcierto, ¿creía que reaccionaría de otra manera?
    No lo sé.

    De un momento a otro, relajó el puño y fue bajándolo poco a poco, dando paso a que Kiba lo soltara del fuerte aprisionamiento en el que el rubio se hallaba.
    Yo solté su mano y, aunque Naruto continuaba con los ojos rojos, comenzó a alejarse de mí y Kiba de forma lenta, ya sin ningún rastro de ira mostrado anteriormente.

    Se tocó el rostro con las manos y dio la media vuelta para entonces, alejarse de mi casa en completo silencio.

    Kiba me miró.
    En su rostro se veía un sinfín de emociones mezcladas, pero la duda parecía prevalecer ante todo.

    —¿Qué demonios pasó? —cuestionó en tono serio y mirándome fijamente.

    No contesté; sólo me recargué contra la pared y me fui resbalando sobre ella hasta el suelo. Tapé mi cara con mis manos y sentía mi corazón latir a mil por hora.

    ¿Qué había hecho?

    —Lo siento, Kiba —musité con voz entrecortada.

    Él bajó junto conmigo y puso una de sus morenas manos sobre mi rodilla.

    —¡Hey! Tranquila —pidió con una sonrisa. Me extrañó mucho ver el cambio de actitud tan repentino del Inuzuka—. Te metí en un embrollo, ¿no?
    —No es eso… —negué descubriendo mi rostro— Fue todo culpa mía.

    El de las marcas carmesís se quedó mirándome un buen rato, suspiró y luego de ello, volteó la mirada.

    —Venía a preguntarte lo de Hinata, pero creo que no es buen momento; mucho menos con lo sucedido. Me imagino que el baka de Naruto se puso así por eso… ¿no?

    Pensé unos momentos y de pronto, reaccioné…
    ¿Qué le había pasado a Naruto?

    Antes especifiqué claramente que esperaba una de sus típicas respuestas de súper héroe, pero entonces… ¿era que ya no lo conocía? ¿Había cambiado tanto durante su entrenamiento?

    ¿Por qué de pronto se había puesto tan eufórico?

    —No lo entiendo —comenté haciéndole caso omiso a lo antes preguntado por Kiba.
    —¿Eh? —cuestionó él con aire de extrañez.
    —Es que…
    —¡Sakura! —se escuchó una voz bastante conocida que me interrumpió. Parecía provenir de unos cuantos metros hacia el lado oeste de mi casa.

    Kiba y yo volteamos a ver quién era y nos encontramos al vago de Shikamaru dirigiéndose hacia nosotros apresuradamente.

    —¿Shikamaru? —cuestioné extrañada.
    —Vengo casi corriendo desde la torre de la quinta —aseguró jadeando un poco. Tomó aire y recuperó el porte casi de inmediato—. Es problemático, pero quiere verte en su oficina; le urge, es un asunto muy importante.
    —¿Asunto importante? —preguntamos Kiba y yo al unísono.
    —Sí —asintió el chico de la coleta alta—. Tiene que ver con Orochimaru, Sasuke y… Naruto…


    ---

    Dios, Dios...
    Dirán: Kuroi... ¡qué loca estás! xD

    Pero todo tiene una razón, créanme ;D
    Muahaha... ¡que empiece la acción!


    Subiré más pronto para que no lo vuelvan a cerrar e_____e
    Gracias, Sam<33
     
  5.  
    Marigabi

    Marigabi Fantasma ocupado, muy ocupado~

    Virgo
    Miembro desde:
    15 Enero 2009
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    235
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    hola kuroi!!!
    te extrañe T.T
    si tal ves...
    pero ya veremos lo que nos repara el futuro
    nunca me espere que Naruto se pusiera asi
    y el asunto con Orochimaru, Sasuke y Naruto...
    me dejaste con la intriga!!!!!
    en fin espero la conti
    cuidate mucho
    sayo...
     
  6.  
    chica mala

    chica mala Guest

    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    vaya esta genial la trama me parese muy entretenida
    me pregunto si hinata se quedara con kiba o con naruto??
    se reencontraran sasuke y sakura???
    continua tu fic no lo avandones!!!! jajaja byebye
     
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