La muerte, sólo esperando su regreso...

La muerte, sólo esperando su regreso...

Hola!
Amm bueno, esta es la primera historia que escribo de Naruto, espero y les guste!^^

Capitulo 1: Recuerdos.

Aquí estoy otra vez, entrenando y pensando en el…
Todo esto es irónico. Creo que con todo lo sucedido, lo que menos debería de hacer es recordarlo.
Aunque hace ya 3 años que abandonó la aldea, aun así, no lo olvido; nada más no puedo…

- No puedes estar así toda la vida, debes seguir adelante, continúa entrenando, hazte más fuerte… Simplemente OLVIDALO. - Decía repetidamente en mi interior mientras entrenaba mi agilidad.

Lanzaba kunais al aire, corría para alcanzarlos y los atrapaba. De igual forma lo hacía con las shurikens, sólo que éstas las lanzaba y dejaba en los árboles encajadas, para finalmente llevármelas al finalizar mi entrenamiento.
Mi habilidad como ninja había mejorado muchísimo desde la última vez que lo vi.

Entrenaba como loca, como si fuera el último día de mi vida; soportaba el dolor, la frustración, la desesperación, incluso hasta la tristeza para poder verlo una vez más, para ir y traerlo de vuelta a la aldea, que todo estuviese como antes, como cuando éramos un equipo de tres; como si nada hubiera pasado…

-“Deben trabajar como equipo”, “Nunca dejen a un compañero morir”… - Recordaba las palabras de Kakashi-sensei el primer día de nuestro entrenamiento.

- Nunca te dejaré ir… Nunca te dejaré morir… - Dije con coraje y lágrimas en los ojos mientras lanzaba un kunai al aire, pero mientras caía, el kunai se volteó, dejando la filosa punta boca abajo, tuve que reaccionar rápidamente y hacerme para atrás para que el kunai no se me encajara en alguna parte del cuerpo; pero al momento de hacerme hacia atrás, tropecé con la raíz de un árbol y caí de espaldas, golpeando mi cabeza contra un árbol que estaba tras de mí.
Me levanté de inmediato y me recorrí un poco para atrás, pudiéndome recargar en el árbol y sobando mi cabeza.

- Auch… - Me quejé en voz baja – eso dolió.

Me quedé un rato recargada en el árbol tocando mi cabeza, después de eso, suspiré levemente y miré al cielo

- Sasuke-kun… - susurré con pequeñas lágrimas en mis ojos…

Pero de pronto, antes de que pudiera voltear nuevamente abajo, sentí un pequeño dolor en mi brazo izquierdo, seguido de un sonido al lado de mi oreja, igualmente, izquierda.
Voltee enseguida y vi una shuriken clavada en el árbol, alguien había acabado de lanzarla hacia mi. Tomé un kunai con seguridad y miré los alrededores; no sentía la presencia de nadie, era algo muy extraño.
De pronto, comencé a escuchar ruidos detrás de unos matorrales del lado izquierdo de donde yo me encontraba. Me quedé inmóvil para poder escuchar un poco más a fondo que era lo que se acercaba; si era solo un conejo, o en realidad era una persona.

- ¿Quién anda ahí? – pregunté con voz firme, pero no recibí respuesta.
Agaché la mirada un poco para revisar que no hubiera algún insecto o trampa y poder apoyar mi mano derecha y pararme, pero al subir la mirada para reincorporarme bien, vi a la persona que me había atacado frente a mí…

- ¿Sa.. Sakura-san? – preguntó con una voz tímida y bastante fina.
- ¡¿Hinata?! – respondí yo mas impresionada que ella.
La chica del clan Hyuuga miró mi brazo izquierdo realmente asustada.
- ¿¿Fu… fui yo?? – dijo llevándose las manos a la boca.
- ¿Tu lanzaste la shuriken? – Ella agachó la mirada y asintió tímidamente – Pues entonces, me temo que si – dije finalmente con una pequeña sonrisa y rascando mi cabeza.
- ¡Di… discúlpame! En verdad lo siento… no fue mi intención, yo…
- No te preocupes, no es nada – Dije sonriéndole aún mas – he pasado por cosas peores – y reí ligeramente.

Ella de igual forma sonrió también un poco y se sonrojó ligeramente.

- En serio… discúlpame, Sakura-san…
- Esta bien Hinata, no pasa nada.
- Pero… - se acercó a mí y miró de cerca la rasgada que me había hecho la shuriken en el brazo – ¡estas sangrando!
- No mucho – reí un poco y continué – en nada se me quitará.

Hinata solo me miró algo insegura, su rostro decía que se sentía completamente culpable por lo que había pasado; en realidad, tenía una cara como si hubiera matado a alguien o algo así, lucía muy inquieta y preocupada.

- Bueno… y… que… ¿Qué hacías? – dije finalmente para amenizar el ambiente, que se estaba tornando incómodo.
- E… estaba… entrenando… - Dijo ella, agachando la mirada.
- Mmm… ya veo – respondí buscando otro tema de conversación para que Hinata olvidara lo de mi brazo – y… ¿Kiba y Shino?
- Ah… Kiba-kun está con Akamaru, creo que fueron a entrenar una nueva técnica; y Shino-kun está en una misión especial.
- Haha, qué bien. – Hinata sólo sonrió
- Y… tú… ¿estás entrenando sola? – me preguntó
- Sí – respondí sonriendo.
- Na… Naruto-kun aun no vuelve, ¿verdad? – preguntó sonrojándose bastante.
- No, aún no regresa.
- Debe estar entrenando muy duro…
- Ten eso por seguro – le dije riendo un poco, la chica de ojos perla volvió a agachar la mirada y pude ver cómo se iba poniendo cada vez más roja.
- Hinata… ¿está todo bien?
- ¡S..Si! Disculpa – dijo mirando hacia otro lado y jugando con sus dedos índices.

Sabía perfectamente a qué se debía ese sonrojo de su parte, pero preferí no decirle nada; era muy obvio que simplemente quería ocultarlo, y yo no era quién para preguntarle y encarar la verdad de lo que ella sentía por Naruto.

- Naruto… ¿donde rayos estará? – me pregunté con la mirada perdida.

Recordé su boba sonrisa y la forma en el que el escandaloso rubio solía gritarme

- “¡¡Saakuuraa-chaaaan!!”

Reí dentro de mí, pero, al momento en que recordé a Naruto, recordé a Sasuke… Recordé aquella vez que le grité mis sentimientos, y lo último que él me dijo:

- “Sakura… Gracias”

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- ¿Sakura-san?… ¿Sakura san?... – Hinata intentaba traerme de vuelta al mundo pasando su mano frente a mi rostro… - Sakura-san… ¿estás bien?

Tuvieron que pasar alrededor de 30 segundos para que yo volviera en mí, y ya que lo hice, sentí mis ojos humedecidos y miré a Hinata frente a mí, con una cara de preocupación inimaginable.

- ¿Estas bien? – preguntó por segunda vez.
- S…si Hinata, no te preocupes. E..estoy bien… - dije riendo bobamente y limpiando mis lágrimas discretamente.

Hinata me miró nuevamente e hizo un gesto, luego agachó la mirada y suspiró.

- Bueno, ¿qué te parece si entrenamos juntas? – le pregunté intentando cambiar rápidamente de tema.
- No… ¿no hay problema?
- ¡Claro que no!, al fin y al cabo ya estamos aquí.
- S… si – dijo ella sonriendo, yo de igual forma lo hice y comenzamos a entrenar las dos juntas.

Comenzó a hacerse un poco tarde y ya estaba oscureciendo, así que decidimos dejar el entrenamiento hasta ahí y regresar a nuestras respectivas casas.
Pero antes de que nos fuéramos, Hinata se volvió y me miró.

- Sakura-san…
- Dime Hinata – le dije sonriendo
- Bueno… este… ¿quieres ir a cenar a mi casa?

La verdad me quedé algo sorprendida por su invitación, yo bien sabía que todo el clan Hyuuga había sido siempre muy reservado, y no tenían la costumbre de invitar a cualquiera a su casa. A decir verdad, el papá de Hinata me daba un poco de temor hasta cierto punto; pero no quería rechazar la oferta, puesto que sabía que Hinata era una persona bastante tímida y normalmente le costaría una costilla invitar a alguien a su casa.

- Pero… ¿no se molestarán tus padres si llego así como así? –pregunté algo nerviosa.
- No te preocupes, seguramente no estarán hasta tarde; y aunque lo estén, no pasa nada, no se molestarán. Además, tengo que hacer algo para compensar esa herida que te hice; no puedo dejarlo así – dijo muy segura y algo sonriente.
- E… está bien – respondí luego de pensarlo por unos segundos, en verdad no pude rechazar su oferta.

Al responderle eso, Hinata sonrió aún más y dijo:

- ¡Gracias!
- ¿Gracias? - pregunté desconcertada - ¿porqué?
- Bueno pues… la verdad es que nunca me he llevado tan bien con alguien, me da pena hablar, pero contigo es muy fácil – dijo sonriendo.
- Haha, no pues gracias a ti por la invitación.
- No hay de qué – dijo sonrojada.

Pasó un rato y nos pusimos en camino a casa de Hinata, íbamos platicando de muchas cosas, en realidad nunca me imaginé que Hinata fuera una persona tan buena; era la primera vez que le hablaba y, a decir verdad, nos habíamos llevado muy bien. Ahí me di cuenta de que debí de hablarle antes, desde que estudiábamos en la misma clase en la academia de Konoha, pero por haber pensado que “rara” (porque nunca hablaba con nadie en especial) nunca me animé (además que llegue a pensar incluso que le caía mal…). A decir verdad, nunca la había visto platicar con nadie, pero bueno…
Al cabo de casi media hora, llegamos a la casa de los Hyuuga. Era una casa muy grande, casi una mansión, y también, muy bonita.
Hinata abrió la puerta de su casa deslizándola hacia la izquierda y entró.

- Pasa – me dijo sonriendo levemente, yo entré algo insegura, pero ya no podía hacer nada; le había dicho a Hinata que iría y punto.
- ¡Estoy en casa! – exclamó con su vocecita ya conocida, pero al parecer no recibió respuesta.
- Creo que no hay nadie – le dije mirando todo a mi alrededor.
- Parece que si – respondió dándome la razón – bueno, ¿vamos al comedor?
- ¡Si! – respondí con una sonrisa.

La chica Hyuuga intentó prender la luz del recibidor, pero ésta no encendió.

- Creo que ya se fundió… o no hay luz – dijo mirando el foco…

Comenzamos a caminar a lo largo de un profundo pasillo, no parecía haber ninguna luz prendida, hasta que llegamos un poco antes de un gran patio que había en la parte de atrás, ahí parecía que había una persona.

- Creo que si hay alguien – dijo Hinata asomándose al patio – ¿¿Hola??

La persona estaba golpeando un árbol, pero al oír la voz de Hinata, se detuvo.
Estuvo inmóvil unos segundos y luego vimos como se encendió una luz de lo que parecían ser unas velas dentro de un recipiente de vidrio. El patio se iluminó un poco, dejando ver la silueta de la persona que se encontraba en el patio.

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Hehe bueno pues creo que hasta aqui le dejaré xD

Anteriormente, ya había escrito algunas historias, pero como les puse arriba, es la primera que escribo de Naruto; entonces pues... dare lo mejor de mi :D
Espero y les haya gustado el principio, yo se que tal vez no empieza muy emocionante, pero prometo que con el tiempo irá mejorando^^

Lei en las reglas que tenía que poner en el tema de qué parejas era, pero aún no tengo todas las parejas bien definidas :S
Lo que si les puedo asegurar es que es un SasuSaku^^

Mmm bueno, les agrade o no la pareja, muchas gracias por leerme, en serio GRACIAS(:



Sayoonara^^
​

 

Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

Konnichiwaa! (:
Gomen por la tardanza, pero no había tenido chance de terminar la continuación ^^"
Pero bueno, sin mas preámbulos haha xD

Gracias a todos por leer!


Capítulo 2: Nueva amistad…

Era un muchacho más alto que Hinata y yo, de cabello largo, al parecer negro y a lo que se veía, de tez blanca.

- Hinata-sama… - dijo con un tono increíblemente respetuoso.
- Ne… Neji-niisan… estoy en casa… - repitió la chica mirándolo un tanto sonriente.
- Me alegro, bienvenida – dijo Neji contestándole la sonrisa de una forma un poco más fría, pero sin llegar a ser cortante.

Luego de haber saludado a Hinata, el chico Hyuuga miró hacia donde yo me encontraba, parecía un tanto confundido y hasta cierto punto molesto por mi presencia. Su mirada era muy penetrante y estaba empezando a ponerme nerviosa…

- Bu… Buenas noches, Neji-san – Saludé intentando ocultar mi nerviosismo e incomodidad.
- Buenas noches, Sakura-san – respondió de manera sencilla, aunque un tanto cortante.
- He… he invitado a Sakura-san a cenar, lo que pasa es que… la herí sin querer y me pareció poco cortés dejar eso nada mas así como así, ¿no te molesta, Neji-niisan? – preguntó la ojiperla mirando fijamente a su primo.
- Para nada – respondió el chico luego de mirarme, buscando la herida.
- Bueno, entonces… voy a preparar la cena – dijo Hinata volviéndose y dando un par de pasos en dirección a la cocina.
- ¡Hinata-sama! – exclamó Neji dando un paso al frente.
- ¿Qué pasa? – volteó extrañada.
- No hay luz… parece que hubo un pequeño apagón y… bueno, la acompaño a la cocina, además, quiero ayudarla a preparar la cena – afirmó muy seguro.
- E… está bien – contestó su prima luego de una sonrisa.
- Yo… ¡yo también! – Exclamé antes de que Hinata y Neji se fueran – quiero ayudar… ¡Por favor! – e incliné un poco mi cuerpo, pidiéndoles que me dejaran ayudarles.
- Pero… Sakura-san… tú eres la invitada… no creo correcto que…
- Eso no es problema – interrumpí a Hinata con una sonrisa en mi rostro – quiero ayudarlos. Además, yo vería más incorrecto que simplemente me quedara a mirar cómo preparan la cena…

Neji y Hinata me miraron, ambos un tanto confundidos.

- Pero…
- Está bien, quiero ayudar – afirmé, nuevamente sonriente.
- Bueno, pero… ¿de veras? – preguntó Hinata insegura.
- ¡Claro! – respondí enérgicamente.

Me acerqué a ellos y los tres comenzamos a caminar nuevamente por el largo y profundo pasillo, en dirección a la cocina. Llegamos y Neji puso el recipiente con las velas en la mesita que había ahí.

- Y… ¿cómo le vamos a hacer si no hay luz? – preguntó la chica de cabello azul, un poco temerosa.

Hubo un silencio frio, más que estábamos pensando, pareciera que de pronto todo el sonido se hubiera desvanecido; y no fue hasta un par de minutos después, que Neji habló.

- Iré a ver que puedo hacer - Dicho esto, se volvió al pasillo y continuó – ya vuelvo…
- ¡Neji-niisan! – exclamó Hinata acercándose un poco a su primo, el cual, simplemente volteó a verla.
– T…toma… - y le estiró la mano con una vela en ella.
- Gracias – musitó el chico; y luego de esto, salió de la cocina, doblando hacia la izquierda y tomando el gran pasillo.

Hinata se asomó y sólo lo miró alejarse, luego retomó su lugar y me sonrió.

- Bueno y… ¿qué piensas hacer de cenar, Hinata? – pregunté
- Pues… pensaba hacer algo ligero, no sé, fideos y un poco de pescado… ¿qué piensas, Sakura-san?
- Pienso que es una excelente idea – respondí sonriendo - ¿te ayudo con el pescado? – pregunté ahora yo, adentrándome un poco más en la cocina.
- ¡S…si! – asintió la chica Hyuuga.

Ambas sonreímos y nos acercamos hacia la estufa, Hinata tomó una de las velas y con ella, alumbró un poco la alacena; de ella, sacó los fideos y luego tomó el pescado del refrigerador, sacó unas cuantas verduras y las puso en la repisa que se encontraba al lado de la estufa. Yo observaba cómo sacaba las cosas y le preguntaba que si no necesitaba ayuda, a lo que ella me respondía con una sonrisa:

- Estoy bien, Gracias…

Cuando finalmente sacó todos los ingredientes necesarios, tomé lo que sería para el pescado y lo aparté hacia mi lado, para poder empezar.

- ¿Si sabes cómo hacerlo? – me preguntó Hinata con su vocecita.
- Claro – respondí alegremente – tal vez no sea la mejor cocinera, pero creo que por lo menos, no cocino tan mal – y luego de decir eso, ambas reímos.

Aunque no había luz, no estaba del todo obscuro; además de que la luz de las velas nos alumbraba bastante bien. Pasaron unos 5 minutos y Neji aún no regresaba, Hinata ya comenzaba a ponerle los sazonadores a los fideos, que se encontraban cociéndose. Ambas estábamos preparando lo que nos tocaba para la cena en silencio, sólo se escuchaba el sonar de los diferentes utensilios de cocina que estábamos utilizando; hasta que de pronto, Hinata habló.

- Neji-niisan ya tardó… - dijo mirando fuera.
- Si… algo… - respondí con un pequeño gesto en mi rostro.

Me quedé pensando en preguntarle a Hinata si acaso ella sabía algo acerca de por qué Neji me miraba con cierto enojo; tal vez no sería muy correcto preguntarle pero…

- ¿Hi… Hinata? – dije algo nerviosa.
- ¿Qué pasa, Sakura-san?
- Puedo… ¿puedo preguntarte algo?
- ¡Claro! ¿Qué sucede? – dijo mirándome fijamente.
- Bueno, esque… quisiera saber si… tu amm… bueno, si tu…
- ¿Si yo? – preguntó, incitándome a continuar.
- Si tú… sabes algo de porqué Neji me mira tan… raro… - dije finalmente, luego de una pausa.
- Ah, es eso… - musitó agachando la mirada.
- Mmm… si – e hice lo mismo que ella.

Hubo un silencio casi sepulcral por unos cuantos segundos; ¿realmente lo que había preguntado era tan malo? Incluso podría decir que me sentí mal por ver la reacción de Hinata al hacer esa extraña y, al parecer, molesta pregunta.

- Amm… ¡Hinata! – exclamé subiendo la mirada y rascando un poco mi cabeza; la chica Hyuuga sólo volteó a verme, sin pronunciar palabra.
- O… ¡olvida mi pregunta! Fue sólo que… ¡sentí algo de curiosidad por preguntar! Digo, porque si era que le molestaba mi presencia, yo…
- No es eso… - me interrumpió la chica; dejé de mirar hacia abajo y la miré a ella.

Nuevamente, hubo un silencio bastante incómodo. Así pasaron un par de minutos, hasta que…

– Te equivocas – dijo finalmente Hinata; yo continuaba mirándola, sin entender lo que intentaba decirme.
- Me… equivoc… - y antes de que pudiera continuar hablando, ella asintió y nuevamente me miró.
- Neji-niisan no te odia…
- Pero… bueno, ¡no, no!; no es que pensara que me odie, sino que… siento que me mira con cierto…
- Odio – interrumpió de nuevo la ojiperla.

Esta vez, no pude negárselo; ciertamente, sentía que Neji me miraba con cierto “Odio”; pero a decir verdad, no sentía que me odiara. Complicado, ¿No?…
Sabía perfectamente que, aunque le dijera que no, ella sabría que estaba mintiendo; por lo tanto, me quedé en silencio, y eso, se interpretaba inmediatamente.

- Lo sé – Habló finalmente – de hecho, se me hacía raro que no me preguntaras nada.

Lo único que pude hacer, después de un tiempo de estar en silencio, fue preguntar:

- ¿Porqué?

Ella sonrió y agachó la mirada.

- Porque no eres la primera que piensa eso, para serte sincera; inclusive hasta yo lo he pensado; pero, digamos que tendría razones para odiarme a mi… Con eso del Souke y el Bunke… ¿No recuerdas hace ya tiempo en los exámenes chuunin? – yo sólo asentí – Pero… aún así, aunque haya pasado todo eso; Neji-niisan y yo, estamos aprendiendo a llevarnos mejor – Me miró y sonrió – así que, ¡no te preocupes, Sakura-san! No le caes mal ni nada por el estilo, simplemente, así es su forma de ser. Además, está muy extrañado; yo creo que es eso más bien.
- ¿Extrañado? ¿a qué te refieres, Hinata?

La chica de cabello azul me miró nuevamente y volvió a sonreír.

- Es que eres la primera persona que viene a mi casa como… una amiga, Sakura-san.

Al oír esto, me quedé casi atónita; ¿Qué acaso Hinata nunca había tenido amigos?

- ¿E… en verdad? – pregunté con los ojos bien abiertos.
- ¡Si! – Asintió alegremente – realmente, yo nunca he tenido un amigo con el que pueda platicar tan bien como lo hago contigo, Sakura-san. Siempre he sido muy tímida y me ha costado bastante socializar con la gente, pero… por alguna razón, cómo te lo dije anteriormente, se me hace muy fácil platicar contigo. Además de todo, eres la primera persona con la que platico y no me trata con indiferencia; siempre había sido lo contrario, sólo tú y… Naruto-kun me han tratado de esta forma.
- ¿P…pero y Shino? ¿Y Kiba?
- Con ellos es algo distinto, han sido mis compañeros de equipo desde que salimos de la academia, pero… por alguna razón no me complemento totalmente con ellos. Shino-kun… Shino-kun es bastante reservado, casi no habla… tal y como yo, y si ninguno de los dos habla; pues…
- Entiendo – le dije asintiendo
- Y Kiba-kun… él es todo lo contrario, es demasiado…
- ¿Abierto?
- Si…
- Pero… Naruto también es así, ¿qué no?

Al momento de decir eso, Hinata se puso como jitomate.

- E…e…eto… ¡h…hai! D…demo…
- Te entiendo, Hinata – dije sonriendo – es distinto…

Hinata sólo me miró y agachó la mirada, asintiendo.

- K…Kiba-kun y Shino-kun, son mis amigos, si, pero… no… no puedo tenerles la misma confianza que a una chica…
- En eso tienes razón –dije riendo un poco y rascando mi cabeza.
- Así que, eres la primera chica que es mi amiga, mi única amiga mujer digamos – y rió ligeramente, yo de igual forma lo hice y ella continuó – por eso es que tal vez Neji-niisan te mira tan raro.
- ¿Eh? – pregunté dejando de reír
- Si, Neji-niisan te mira raro porque esta… extrañado de que te haya traído.
- ¿Y… por eso el…?
- Además de que tiene una mirada bastante penetrante – dijo riendo un poco – de ahí en más, no es nada.
- ¡Waaah! ¡Me alegro! – dije estirando un poco mis brazos. Hinata sólo me miró y sonrió, habiéndose sonrojado levemente en sus mejillas.
- Hinata…
- ¿Qué pasa, Sakura-san?
- Si dices que soy la primera persona a la que invitas a tu casa, y tu primera amiga mujer, ¿por qué no hacemos algo?
- ¿Algo? ¿Cómo qué? – preguntó extrañada.
- ¡Bueeno! Las amigas se tienen confianza, ¿cierto?
- ¡S…sí!
- Pues si vamos a ser amigas de hoy en adelante, ¿¡porqué no dejas de llamarme “Sakura-san” y me dices sólo “Sakura” o “Sakura-chan”!? – le dije con una gran sonrisa en mi rostro.

Al decir esto, Hinata se quedó sin decir palabra, sus ojos estaban bien abiertos y no dejaba de mirarme; tuvieron que pasar unos cuantos segundos para que ella reaccionara, y luego de eso, sonrió penosamente.

- ¿En verdad?
- ¡Claro! – respondí aún con mi sonrisa.
- ¿Sakura… chan? – preguntó mirando al suelo y algo confundida.
- O sólo Sakura, ¡como se te haga mejor!
- E… eto… ¿Sakura…? ¿Está bien que te llame… Sakura?
- ¡Sí! – Respondí asintiendo felizmente.

Hinata parecía estar muy confundida, miraba al piso y jugaba un poco con sus dedos índices, después de un minuto, aproximadamente, alzó la mirada y dijo bastante segura.

- S… Sakura…
- ¿Si? – Pregunté mirándola nuevamente.
- A… Arigato…

Sonreí nuevamente y contesté.

- No hay de que, Hinata. Gracias a ti.

Ambas nos miramos y reímos ligeramente. Después continuamos haciendo la cena respectivamente a lo que nos tocaba.
Pasaron un par de minutos, y, casi mágicamente, la luz volvió; Hinata y yo miramos el foco y sonreímos, la chica de ojos perla se encargó de apagar las velas mientras yo continuaba preparando la cena.
Ya que casi hubimos terminado, se escucharon pasos fuera, en el pasillo; y unos segundos después, la figura de Neji apareció en escena.

- ¡Neji-niisan! – exclamó Hinata, mirando a su primo.
- Perdón por la tardanza, me costó bastante arreglar el problema de la luz – dijo el chico Hyuuga, entrando en la cocina pacíficamente – ¿aún puedo ayudar en algo?
- Pues… ya casi hemos terminado – aseguró su prima con una sonrisa – yo estoy bien, sólo falta que salgan los fideos; pero no se si Sakura-sa… eto… Sakura; si Sakura necesite ayuda…
- Ehh… no, estoy bien; igualmente ya terminé – dije riendo bobamente mientras una gotita caía por detrás de mi cuello.

Neji suspiró silenciosamente y nos miró a mí y a Hinata, al parecer estaba extrañado por que su prima me hubiera llamado sólo “Sakura” pero aparentó no estar interesado y únicamente preguntó

- Entonces… ¿no ayudo a nada?
- Estamos bien, Neji-niisan; ya acabamos.

Hinata sacó los fideos de la olla y los sirvió en 3 platos, yo sólo apagué la estufa y dejé el pescado en el sartén, para, después de los fideos; servirlo.

- ¿Puedo? – preguntó Neji, acercándose a los platos.
- ¡Sí! – respondió Hinata felizmente, ella hizo lo mismo que Neji y yo tomé el último plato.

Los tres nos acercamos a la mesa y nos sentamos, tomamos los palillos y dijimos al mismo tiempo.

- ¡Itadakimasu!

Comenzamos a comer pacíficamente, y después de un rato, surgió una plática muy amena; en la que sólo Hinata y yo participamos, pues Neji no pronunciaba ni una sola palabra.
No sé ni cómo, pero la plática llegó a tocar el tema de la partida de Naruto, que se había ido a entrenar con Jiraya-sama hacía ya tiempo.

- ¿Cuándo volverá Naruto-kun? – preguntó Hinata, algo sonrojada.
- No lo sé – respondí confundida
- Pero seguro que pronto – dijo Neji tomando un poco de té.

Hinata y yo lo miramos bastante sorprendidas, no había dicho nada durante toda la cena, pero de pronto; habló.

- Sakura-san… ¿puedo preguntarte algo? – cuestionó el chico Hyuuga mirándome con seguridad.
- C… claro Neji-san…
- ¿Ya tienen noticias acerca de Sasuke? – dijo tranquilamente.
- ¿P… perdón?
- N… Neji-niisan, no creo que sea prudente hablar de…
- Está bien, Hinata… - interrumpí, ella sólo agachó un poco la cabeza y yo finalmente respondí.
- Aún no, Neji-san.
- Me imaginaba – dijo asintiendo – aún no lo sabes.
- Sa… ¿saber qué? – pregunté temerosa.
- Pues…




Hehe, bueno, hasta aqui le dejo!^^
Espero y les guste y gracias a todos por leer!

Sayoonara^^

 

Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

Holaa! :D
Disculpen la tardanza! ^^"
Hontoni Gomenee!

Esque no había tenido chance de terminar continuación u___u pero waaa! ya la tengo :)
Como compensación, traigo capítulo más largo! ^^
Muchísimas gracias a todos los que me postearon! Enserio ARIGATO(:
Bueno, pues quiero dedicar el capítulo a mis nuevas amigas en Cz **u** que han sido bien a todo dar conmigo!! Angelprinces (Fer-chan^^) Yazminzithaa y Zinam GRACIAS! Y a los que me han agregado como amiga recientemente, GRACIAS! espero y podamos ser buenos amigos! ;D

Okey! luego de todo esto xD pongo continuación GRACIAS!

Capítulo 3: Noticias.

- Ne… Neji-niisan… - Interrumpió Hinata, el chico Hyuuga sólo volteó a verla, dejándome intrigada con ese “pues…”
- Creo que… ese no es un tema del que pudiéramos hablar tan a la ligera con Sakura… Ci… ¿cierto? – cuestionó la chica de cabello azul mirándome tímidamente.

Guardé silencio unos segundos; ¿Realmente “Sasuke” era un tema delicado para mí? ¿O lo que me incomodaba en realidad eran los recuerdos de nuestra infancia?
Pues fuera lo que fuera, como Kakashi-sensei había dicho alguna vez, “Sasuke” era una palabra tabú para mí y para Naruto.

- E… Está bien Hinata, si hay algo que Neji-san quiera decirme o preguntarme acerca de… “Él”, creo que no hay ningún problema, puede hacerlo.

Hinata sólo asintió levemente y volteó para con Neji, quién por segunda ocasión me miró.

- Bueno… ¿Qué era lo que querías decirme, Neji-san?

Nuevamente, hubo un pequeño silencio en el comedor, Hinata y yo mirábamos atentamente a Neji, quien había tomado otro sorbo de té antes de comenzar a hablar.

- Bien – comenzó – sólo preguntaba porque el día de hoy escuché a tu sensei hablando con alguien, no sé exactamente con quién; pero hablaban sobre Sasuke, al parecer ya tienen noticias de él; pero no estoy muy seguro, en realidad sólo escuche mientras pasaba por dónde ellos se encontraban, quedarse a escuchar pláticas ajenas es de mala educación; además de todo, yo no soy del tipo de gente que se la pasa espiando y recaudando información, sólo que te lo menciono para que tengas en cuenta esto y si aún te interesa, te informes de ello de inmediato. También creo que ya han avisado a Tsunade-sama sobre el asunto, por eso me extraña que tú no supieras nada…

Yo me quedé completamente atónita… ¿Noticias? ¿De Sasuke? ¿Desde cuándo?...

- Y… ¿Ya saben dónde est…?
- No lo sé – dijo Neji sin dejarme terminar – pero por lo menos ya hay noticias de él, y estoy seguro que, si son verdaderas; le avisarán cuanto antes a Jiraya-sama, que a su vez le dirá a Naruto y volverán a Konoha cuanto antes.
- Ne… Neji-niisan… - musitó su prima, impresionada por toda la información que el genio del clan Hyuuga había mencionado.

Nuevamente, hubo un silencio sepulcral. Yo estaba aún más sorprendida que Hinata. Después de tantos años, de toda la tristeza, desesperación; después de todo, al fin había tenido noticias de Sasuke…

- Tal vez… sólo tal vez… El podría volver – susurré cabizbaja y con varias lágrimas a punto de rodar por mis mejillas.
- Sakura… - dijo de igual forma mi nueva amiga; se acercó a mí y me miró fijamente – T… Tranquila…

Neji nos miró unos momentos y terminó de tomar su té.

- Yo me retiro… - Dijo levantándose y dando unos pasos para alcanzar la puerta y salir del comedor, pero antes de llegar por completo al pasillo, se detuvo y nos miró de reojo.
- Sakura-san… Disculpa si fue imprudente de mi parte al hablarte de ello; pero sólo creí que debías saberlo siendo algo tan importante. Es todo… - y dicho esto, salió del comedor.

Yo me quedé con la mirada agachada, sabía que las intenciones de Neji no habían sido malas, y le creía; creía que me lo había dicho sólo para que supiera lo que venía para mí, pero aún así… Aún así no podía evitar sentirme mal… Sé que era extraño, pero esa noticia me había sorprendido muchísimo.

- ¿S…Sakura? – me llamó Hinata.

Tuvieron que pasar un par de minutos para que yo finalmente la volteara a ver.

- Que… ¿Qué pasa?
- Se que es un poco tonto preguntarte esto, pero… ¿Estás bien?
- S… si – respondí luego de una gran pausa.
- ¿En verdad? – preguntó nuevamente, un tanto preocupada.
- Estoy bien, Hinata, no te preocupes; simplemente fue la impresión y… nada más.

La chica Hyuuga me ayudó a levantarme y me sonrió.

- Me alegro – dijo un poco más tranquila – Bueno, iré a mi cuarto por una medicina para tu brazo, ¿Quieres ir o me esperas aquí?
- Te… espero – respondí aún desconcertada por la noticia de hacía rato.
- Bueno, no tardo – y la ojiperla salió del comedor, dejándome sola y hundida en mis pensamientos.

- Sasuke-kun… hay noticias de Sasuke-kun – pensaba mientras miraba al suelo – tal vez… ya sabiendo dónde esta y encontrándolo, hablando con él… quiera volver. Cómo me gustaría que todo fuera como antes, que se olvide de su venganza, que vuelva a ser ese ninja de Konoha que… - suspiré y las lágrimas comenzaron a asomarse nuevamente por mis ojos – ¿Pero en qué rayos estoy pensando? Sé muy bien que Sasuke no se olvidará de su venganza así como así; el bien nos lo dijo, no descansaría hasta matar a su hermano. Itachi Uchiha… Ese hombre… No puedo creer como es que pudo hacerle eso a su clan. Y ahora, está arrastrando a Sasuke al mismo camino que él… Al camino de la maldad.

Sin poder contenerme, comencé a llorar en silencio; me dolía bastante el pensar que Sasuke estaba con Orochimaru, seguramente ya no sería el mismo de antes, seguramente sería una persona completamente diferente.

- Sasuke-kun… ¿Porqué? – Susurré con mucho dolor, sabía perfectamente que había dicho que lo “olvidaría”, pero al corazón no se le puede mandar.

- No puedes estar estancada todo el tiempo por Sasuke, Sakura – Pensaba en mi interior mientras secaba mis lágrimas – si Ino ya logró olvidarse de él… ¿Por qué tú no?

En esos momentos, sentía que sufría de una bipolaridad terrible, una parte de mí (Mi Inner XD) me decía que olvidara a Sasuke, sabía que eso era lo correcto, que así dejaría de sufrir y podría continuar mi vida como si nada; tal y como Ino lo había hecho; pero la otra parte me decía que simplemente no podía olvidarse del gran sentimiento que tenía por el chico del clan Uchiha (obviamente, el corazón era el responsable de lo mencionado).
Me sentía tal frágil, tan impotente, tan boba en esos momentos…
Habiendo pasado ya 3 años y yo aún con lo mismo, hasta me daba vergüenza el pensar en lo voluble y frágil que era, y Ino… ¡INO! Había conseguido olvidarlo más rápido y fácil que yo. Prometí que nunca dejaría que ella me ganara, pero… Agg, ¡¿Por qué?!

- ¡Ya Sakura! No pienses en ello; puede que Neji-san se haya equivocado o haya escuchado mal. Tal vez ni siquiera saben algo certero de Sasuke y tú ya llorando. ¡TIENES que ser fuerte, tonta! ¡TIENES QUE SER FUERTE!

Respiré profundamente y nuevamente limpié mis lágrimas con coraje, intenté calmarme, y poco antes de que lo lograra, llegó Hinata con un frasquito entre sus manos.

- Listo – dijo sonriendo, lo destapó y me miró - ¿Puedo?
- Si… - respondí ya más tranquila y dejando que la chica Hyuuga untara un poco de medicina en mi brazo.
- Ya está, con esto no te dolerá ni se te abrirá después.
- Gracias – respondí sonriéndole.
- No hay de qué, te la debía por ser tan descuidada; pero te prometo que no volverá a pasar – Yo reí ligeramente y dije
- La próxima vez que no tengas con quien entrenar, búscame ¿Ok?
- ¡Sí! – contestó asintiendo alegremente e igual, riendo un poco.
- Bueno, creo que me tengo que ir – dije luego de una sonrisa.
- Entiendo – respondió ella con voz suave – te acompaño a la puerta.
- Gracias.

Caminamos nuevamente por el gran pasillo de la mansión Hyuuga, hasta llegar a la puerta, en donde se encontraba Neji, al parecer entrando.

- Neji-niisan… - dijo Hinata, sorprendida de verlo ahí.
- Hinata-sama, Sakura-san… - nos miró fijamente y luego posó su mirada en mis ojos, me sentí algo intimidada por ello, así que agaché la mirada y reí nerviosamente.
- Yo… ya me retiro – dije mirando al suelo.
- Buenas noches – respondió luego de haber asentido. Justo cuando Neji iba a irse, tal vez a su habitación, exclamé:
- ¡Ne… Neji-san! – El mencionado chico volteó a verme y se quedó en silencio, esperando a que yo continuara – A… Arigato…- finalicé sonriéndole levemente y luego, agachando la mirada.
- Está bien, Sakura-san. Cuídate – y dicho esto, el genio Hyuuga se retiró, desapareciendo su silueta después de haberse adentrado varios metros en el inmenso pasillo.
- Espero y tengas las noticias que esperas, Sakura – Dijo Hinata para hacerme subir la mirada.
- Gra… Gracias Hinata – dije sonriendo ligeramente.
- No hay de qué, al contrario. Bueno, y sabes que cualquier cosa que necesites, aquí estaré ¿Sí? Puedes visitarme cuando quieras.
- Muy bien, lo tendré presente, amiga – dí unos cuantos pasos al frente para salir de la mansión Hyuuga, la chica del dicho clan iba tras de mí y me acompañó hasta fuera de la casa.
- Que te vaya bien, Sakura – se despidió.
- ¡Gracias! – me despedí de ella y comencé a caminar, pero al haber caminado unos cuantos metros, escuché que Hinata me gritó.
- ¡Sakura! – de inmediato volteé y ella ya venía tras de mí.
- ¿Qué sucede, Hinata? – pregunté extrañada.

Sin siquiera haber dicho una sola palabra, ni un gesto; La chica de cabellos azules me abrazó; fue algo bastante extraño e inesperado para mí, pero sabía que ella lo había hecho por algo, así que le contesté el abrazo y sonreí.
Momentos después, nos separamos y ella me dijo.

- Disculpa si fue algo muy precipitado, pero creo que lo necesitabas…

Me quedé completamente inmóvil, ¿Acaso se me notaba mucho?

- Ahh… e… eto… Arigato, Hinata – dije un poco apenada y confundida.
- Sé que debe ser difícil para ti lo que te dijo Neji-niisan, pero… bueno, sabes que estaré para lo que me necesites, amiga.
- Hinata… - musité bastante sorprendida, ella me sonrió y dijo.
- Bueno, no te quito más tu tiempo, matta nee! – y comenzó a alejarse nuevamente, de vuelta a su casa.

Lo único que pude hacer después de reaccionar, fue sonreír. Hinata era una persona bastante buena, realmente me alegraba que nos hubiéramos hecho amigas.
Comencé a caminar tranquilamente rumbo a mi casa, intentando no pensar en lo que me había enterado de Sasuke, pero realmente era casi imposible; el dejar de pensar el él, era como intentar sobrevivir en un desierto sin agua; sin exageraciones, era como yo lo consideraba.
Iba algo hundida en mis pensamientos, cuando de pronto, escuché que me llamaban

- ¡Sakura! ¡Hey, Sakura! – después de unos momentos, volteé hacia donde provenía la voz, y ví ahí a Chouji Akimichi.
- ¿Chouji? – pregunté extrañada y acercándome a él - ¿Qué sucede?
- ¡Fiuuu! ¡Por fin te encuentro! – dijo también acercándose y limpiándose unas cuantas gotas de sudor que tenía en la frente.
- Me… ¿Me buscabas?
- Si… es que, Ino… Ino te estaba buscando desde hace un buen rato y… me pidió a mí y a Shikamaru que si la ayudábamos a buscarte.
- ¿Ino? ¿Ino me está buscando? – él sólo asintió - ¿No sabes qué quería?
- No, pero era algo bastante urgente.
- Ahh… Mmm ¿Y no sabes dónde está?
- No lo sé, pero tal vez esté en la florería, si te apresuras puede que la alcances antes de que cierren.
- Ok Chouji, ¡Muchas gracias! – dije ya gritando, pues en cuanto me dijo lo de la florería salí corriendo en dirección a ella.
- ¡De nada! – gritó de igual forma el chico Akimichi.

Iba corriendo algo extrañada, ¿Qué rayos querría Ino de mí? ¿Acaso ya se había enterado de lo de Sasuke y pensaba decirme cosas sin sentido para que peleáramos como siempre?

- Espero que no sea eso… - dije en voz baja, pues ya me acercaba a la florería Yamanaka.

Dejé de correr y comencé a caminar, en tan sólo 1 minuto ya me encontraba frente a la florería ya mencionada, gracias al cielo, aún estaba abierta; así que entré penosamente y saludé.

- ¿Hola? Amm… buenas noches…

Pero al parecer, no había nadie; pasaron unos cuántos segundos y salió una chica rubia de ojos azules, sin duda, era Ino.

- ¡Sakura! ¡Frentona, hasta que te apareces!
- ¿Qué quieres, Ino? – pregunté molesta, apenas había llegado y ella ya empezaba con las ofensas…
- ¡Uuuy! Vienes de malas, ¿Verdad?, bueno no importa, creo que te vas a poner peor cuando te lo diga.
- Decirme… ¿Qué?
- Vamos afuera – dijo saliendo de la florería, yo fui tras ella, y ya en la calle, pregunté
- ¿Y Bien?
- ¡Fuuu! Pues te busqué toooda la tarde pero nada más no te encontré.
- Si Ino, eso lo sé, me lo dijo Chouji.
- ¡Ah! ¿Así que el te encontró? Le debo una… Amm bueno, a lo que voy… - yo la miré con una cara de “Por favor…” (Y mi Inner ya estaba empezando a impacientarse…)
- Bueno – comenzó – te estaba buscando porque el día de hoy hablé con Tsunade-sama, de hecho ella era la que te estaba buscando a ti; parecía muy molesta porque no te había encontrado y creo que realmente le urgía hablar contigo.
- ¿Tsu… Tsunade-sama? – Pregunté algo asustada, sabía que si ella me buscaba, y no lograba encontrarme, se ponía furiosa.
- Si…
- ¿Y no sabes… Qué quería?
- Hablar contigo, por supuesto – dijo en tono de obviedad.
- Pero… ¿De qué?
- No tengo idea, Sakura, pero me dijo que te buscara y te dijera que te quiere mañana antes que primera hora en su oficina.
- Demonios, antes que primera hora… - susurré agachando la mirada, apretando mis puños y mis ojos. Sabía que cuando Tsunade-sama decía “antes que primera hora” me terminaría yendo bastante mal.
- Sólo era eso – dijo Ino mirando hacia la entrada de su florería – bueno, tengo que irme, ya vamos a cerrar.
- Si Ino… Mmm… gracias.

La ojiazul me miró, asintió, sonrió y entró a la florería a ayudar a sus padres a cerrar.
Me quedé con la mirada agachada, estaba bastante asustada por lo que sucedería el día de mañana…

- Tsunade-sama me quiere antes que primera hora… Rayos, ¿Por qué hoy? – Pensé caminando de vuelta a mi casa – pero… ¿Qué querrá? Espero no sea nada malo, ¡Por favor! Que no sea nada malo…

Pasaron varios minutos y llegué a mi casa, abrí la puerta y entré.

- ¡Estoy en casa! – exclamé, pero al parecer no recibí respuesta, seguramente mi familia ya estaría durmiendo.

Subí a mi cuarto silenciosamente, entré y cerré la puerta. Si quería levantarme puntualmente el día siguiente, debía dormirme cuanto antes.
Comencé a desabrochar mis zapatos y me quité la cinta del cabello, retiré mis guantes y al momento de ponerlos en la cómoda, accidentalmente tiré un portarretratos; de inmediato lo levanté y ví que era la fotografía que nos habían tomado hacía ya casi 4 años. El vidrio del portarretratos se encontraba un poco roto, pero nada grave.
Suspiré y me quedé mirando la fotografía. Recordé el momento antes de que la tomaran y reí ligeramente.

*** Flash Back ***

- ¡Kakashi-sensei! ¡¿Por qué tengo que tomarme la foto con este idiota?! ¡Quiero estar sólo contigo y Sakura-chan!
- Ni creas que yo si quiero tomarme una foto contigo, teme… - Dijo un chico de cabello negro, mirando hacia otro lado.
- Agg… ¡¡¡Sasukee!!! – Gritó enfadado el rubio – Vamos, Sakura-chan, ¡Sólo nosotros con Kakashi-sensei!
- Kakashi-sensei… ¿Puede Naruto no salir en la foto? – dije en tono molesto.
- Saa… kura-chan… - Reprochó el ojiazul con una gotita cayendo por su nuca y mirando al suelo.
- Bien, equipo 7, pónganse en sus lugares porque el fotógrafo está empezando a desesperarse – informó el ya mencionado sensei.
- ¡¡Pero!! – Y antes de que el chico rubio pudiera seguir alegando, Kakashi-sensei lo tomó a el y al de cabello negro por la cabeza; intentando hacer que voltearan a la cámara.
- Par de enfadosos, dejen de alegar y sonrían – Dijo siguiendo sus propias indicaciones.


- ¡Naruto, Sasuke! ¿No pudieron salir tan siquiera volteando a la cámara? – pregunté molesta y ya con la foto en mis manos.
- Sakura-chan… ¡Sabes que es culpa de este teme! ¡Si no me hubiera distraído, hubiera salido en mi gran pose para fotografías importantes! – dijo el rubio mirando a otro lado y en tono indignado.
- No me culpes por tus estupideces, Naruto – respondió con arrogancia el de cabello negro, apretando un poco el paso y quedando delante de nosotros y justo al lado de nuestro sensei.
- ¡Temeee! ¡Ven acá, Sasukeee! – dijo el ojiazul, yendo detrás del otro chico a paso apresurado…

*** Fin Flash Back ***

- Cómo me gustaría que esto volviera… - sonreí, suspiré y dejé la foto del lado, me recosté en la cama y me tapé con las sábanas – pero sé que es mucho pedir.

Dicho esto, cerré los ojos, y momentos después, me quedé profundamente dormida.

Al día siguiente, desperté bastante temprano “antes que primera hora” exactamente.
Rápidamente me cambié, me puse mi cinta, mis zapatos y salí de mi casa.

- ¡Me voy! – Exclamé aún sabiendo que todos continuaban dormidos.

Me dirigí rápidamente a la oficina de la quinta, ya que hube llegado, entré y suspiré, estando frente a la gran puerta de madera. Toqué con un poco de miedo, pero no recibí respuesta. Esperé un par de minutos, y por segunda ocasión, toqué.
Esta vez me abrió Shizune, quién parecía estar algo confundida.

- Buenos días – la saludé.
- ¡Sakura! – exclamó aún más sorprendida.
- ¿Qué pasa, Shizune? – pregunté extrañada.
- Llegaste muy temprano – dijo rascando su cabeza levemente, yo de igual forma lo hice y pregunté:
- ¿Está Tsunade-sama?
- No… salió, pero en unos momentos vuelve, si quieres puedes regresar en unos… 10 minutos ya estará aquí.
- Okey, ahorita vuelvo.

Ella asintió y yo salí unos momentos a esperar a que Tsunade-sama volviera a su oficina. Pasaron alrededor de 12 minutos y volví frente a la enorme puerta, toqué y esta vez, recibí respuesta de la propia quinta.

- Pase…

Abrí la puerta con bastante temor, no sabía lo que me esperaba cuando la Hokage me viera, pero debía estar preparada para todo.

- Bu… Buenos Días, Tsunade-sama… - saludé agachando un poco mi cabeza, en señal de respeto.
-Ah, eres tú, Sakura, hola…

Subí la mirada y me quedé completamente boquiabierta, ¿Sólo me había dicho “Hola”? No habían salido volando papeles de su escritorio por algún golpe que diera en él, ¡No había salido volando yo!

- Ino me dijo que…
- Te estaba buscando – interrumpió la Hokage buscando algo detrás de su escritorio.
- Si – asentí – ¿Necesitaba algo? – pregunté, nuevamente con miedo.
- No te buscaba sólo para saludarte, Sakura – dijo aún buscando algo con insistencia, yo guardé silencio y ella continuó – Da gracias a Kami que no era nada relativamente “urgente” o que la aldea dependiera de ello, porque si no, ya estuviéramos todos muertos.
- Di… Disculpe – Y agaché la mirada, sabía que ella tenía razón.
- Sabes que siempre debes informarme dónde estás, Sakura, por si acaso te llego a necesitar o llega a pasar algo importante, como ahora es el caso – Y al parecer, finalmente encontró lo que necesitaba, lo puso en la mesa y me miró - Y bien… ¿Dónde estabas?
- Estuve… entrenando, maestra. Considero que aún me falta mucho por avanzar y…
- Bien, entiendo. Pero la próxima vez que entrenes, debes decirme dónde, ¿Sí?
- ¡Hai! – exclamé con la cabeza en alto.
- Okey… Por esta vez te la paso, simplemente quería hablar contigo de un asunto muy importante.
- Dígame, maestra – Dije nerviosa, puesto que estaba casi segura que me diría algo acerca de lo que Neji me había mencionado el día anterior, de Sasuke.

La quinta tomó lo que había encontrado entre sus manos, lo paró en el escritorio y me lo mostró.

- ¿Un libro? – pregunté extrañada.
- Así es, Sakura; pero no es cualquier libro – nuevamente lo puso en el escritorio y me hizo una señal para que me acercara, comenzó a hojearlo lentamente, como mostrándome su contenido.
- Este libro, ha pertenecido a varias generaciones de ninjas médicos, y ha sido escrito y complementado por los mejores que ha habido en todo Konoha, e incluso; en todo el país del fuego.
- Entonces… debe ser un libro bastante importante…
- Así es, contiene varias técnicas de curación bastante avanzadas; técnicas de curación que sólo unos pocos ninjas han logrado completar y perfeccionar, y que la mayoría sólo se saben aquí en la aldea – Dijo cerrando el libro y estirando sus manos hacia mí, acaso estaba… ¿Dándomelo?
- Quiero que lo leas, Sakura.
- Tsu… Tsunade-sama – musité completamente impresionada.
- Eres una kunoichi bastante aplicada en las artes médicas, y ahora que ya estás en un nivel considerablemente avanzado, creo que sería bueno que lo leyeras; podría servirte bastante.
- Pe… ¡Pero maestra!, ¡Aún me falta muchísimo para a llegar a un nivel tan alto como el suyo!
- Por eso, creo que es una buena opción que lo leas. No te subestimes, Sakura; eres un gran ninja médico, capaz de hacer infinidad de cosas, con una inteligencia sorprendente, estás a un muy buen nivel y la verdad no veo razón por la cuál no podrías leerlo. Así, puedes ser aún mejor de lo que eres, y podrás llegar a superarme muy pronto – La rubia me sonrió y yo continuaba sorprendida – Ahora, ¡Tómalo antes de que cambie de opinión! – dijo con su imponente voz ya conocida.
- ¡H… Hai! – Rápidamente me acerqué y tomé el libro de sus manos.
- Léelo, y si tienes alguna duda, o quieres saber más acerca de algún tema en específico; dímelo.
- ¡S… sí! Gracias, maestra…

La quinta asintió y sonrió ligeramente, luego suspiró y cambió su porte y su voz a unos mucho más serios.

- Ese era un tema a tratar contigo, ahora, sigue el otro – dijo recargando sus codos en el escritorio y entrelazando sus dedos.
- ¿E… El otro? – pregunté temerosa.
- Sakura… Ya tenemos noticias de Sasuke, y sabemos exactamente dónde se encuentra ahora…



Muuy largo! xD
Bueno, espero y les haya gustado, Gracias por leer! ;D

Sayoo!^^

 

Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

Holaa! :D
Disculpen que no he podido subir continuación, pero ya entré a la escuela y me está quitando bastante tiempo, por eso no he alcanzado a subir u___u
Además SAMANTA me hará el favor de betearme la historia, por lo que creo que tardaré como mínimo un par de días más. (Para que ella pueda revisarmelo y terminar la continuación como se debe)
Mil disculpas a todos ustedes y me alegra que les esté gustando el fic.
GRACIAS POR POSTEAR! ^^

Espero subir pronto :)
Sayoo!

 

Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

Holaa a todos! :D
Ya sé, me han de querer ahorcar por no subir continuación pronto, pero esque la escuelaa! T____T LA ODIO ¬¬
Bueno, como quiera... ¡Al fin! Terminé de escribir continuación (y esque está bastante BASTANTE larga xD)
Espero y les agrade ^^

Capítulo 4: Conversaciones.

Yo me quedé completamente atónita; lo que Neji había dicho era verdad. Ya había noticias certeras de Sasuke…

—Ahh… Sa… ¿Sasuke? —Tartamudeé.
—Así es Sakura; Sasuke —Aseguró la quinta Hokage mirándome fijamente.

Después de oír eso, quedé en completo silencio. Realmente. ¡Realmente había noticias de él! Pero, necesitaba saber de qué se trataba en realidad, así que salí de mis pensamientos y miré a la Hokage.

—Kakashi fué quien vino a mí con esta información. Sé que puede llegar a ser difícil para ti, Sakura, pero es algo que debes saber.
—Lo sé, Tsunade–sama… —Dije con la mirada en alto; la rubia me miró, y al ver mi rostro y mi mirada llena de decisión, dijo:
—Bien, te lo explicaré lo más sencillo posible —Asentí, ella suspiró y comenzó a hablar— Ayer. Kakashi vino a mi oficina, él había estado fuera de Konoha por un tiempo, debido a una misión que tenía que llevar a cabo en la villa de la niebla. Según me dijo, en el transcurso de la misión se encontró con un viejo amigo que anteriormente había residido en la aldea del Sonido, sabes que esa fue fundada por Orochimaru, ¿Cierto?
—Sí, pero… ¿Qué tan confiable puede ser un dato que viene de una persona de esa villa? —Cuestioné mirando a mi maestra fijamente.
—Al parecer se fue de su villa de hace tiempo, antes del ataque que tuvo nuestra aldea y se mudó a la villa de la Niebla; siendo un viejo amigo de Kakashi, me dijo que puede confiar en el plenamente, por lo tanto es un… noventa y cinco por ciento seguro de que la información sea verídica.
—Ya veo —Murmuré con interés— ¿Y cómo se enteró él?
—Según me contó Kakashi, el hermano de su amigo continuó viviendo en la aldea del sonido, y se hizo un “ayudante–subordinado” de Orochimaru. Sin embargo, debido a que nosotros íbamos tras él, comenzó a moverse de escondites; lo recuerdas, ¿No? —Asentí— Entonces, el subordinado se quedó en la aldea del sonido por si Orochimaru volvía. Pasaron los últimos tres años y ahora Kabuto Yakushi, volvió a la aldea del sonido a reclutar gente para cuidarle las espaldas a él y a Orochimaru. Esa persona fue elegida y conducida al reciente escondite de su “amo” pero por un acto de crueldad del mismo, mataron a la mayoría de la gente que llevaban. No sé ni cómo, pero ese tipo logró escapar y se dirigió a la aldea de la Niebla a ver a su hermano, al cual le contó todo y se quedó ahí a vivir con él ya alejado de Orochimaru y Kabuto.
— ¿Y Kakashi–sensei tuvo la oportunidad de hablar con el ex-subordinado?
—Creo que sí, pero esa ya es información anexa, la cual no tiene caso que sepas.
—Entiendo… —Dije agachando la mirada.
—Pero… el chiste es que ya sabemos dónde se encuentra Sasuke exactamente.
—Y… ¿Qué hará, Tsunade–sama?
—Pensaba enviar a un grupo de Anbu a que investigaran, puesto que, a lo que sabemos, Orochimaru no se quedará ahí más de semana y media. Ya que tengamos la información suficiente, tal vez envíe a un grupo de aquí de la aldea a traerlo de vuelta, pero hay que ver qué pasa; no puedo tomar decisiones precipitadas en un momento como éste.
—Tiene razón…
—Pero bueno, como quiera necesito que estés pendiente, Sakura. Si ya sabemos dónde se encuentra ese muchacho, no podemos dejarlo ir.
—Tsunade-sama… ¿Piensa enviarme a ir por él?
—No lo sé, ya veré con qué recursos cuento y la situación en la que se encuentre todo esto.

Yo asentí, una gran parte de mí quería ir a buscar a Sasuke y poder traerlo de vuelta, pero sabía perfectamente que no podía hacer algo como eso nada más porque se me pegó la gana. Tenía que seguir órdenes de la Hokage al pie de la letra.
Estuve otro buen rato en la oficina de Tsunade-sama; ella me explicó con un poco más de claridad la información que Kakashi-sensei había reunido, pero, aunque me la explicara cien veces, para mí no dejaba de ser confusa.
¿En verdad esa información era confiable? ¿Era cierta?
Pasaron unos cuantos minutos y salí de la oficina de la quinta Hokage, pues ella mencionó que tenía que continuar trabajando. Pero no sin antes de recordarme que me llevara el libro y lo leyera, y que cualquier duda; ella podría aclarármela.
Varias preguntas pasaban por mi cabeza, pero sabía que estar así no me serviría de nada.
Se me había ocurrido ir a casa de Kakashi–sensei para hablar con él, pedir y preguntar detalles; aunque era bastante temprano.

—Ha de estar dormido —Pensé, en realidad sabía que mi antiguo sensei era muy flojo.

Continué caminando por las calles de Konoha en dirección a la casa de Kakashi. Pasé por una tienda y me asomé a ver un reloj que ahí se encontraba. Eran las nueve y media de la mañana.

—Sí, es bastante temprano —Aseguré agachando la mirada.

¿Qué podía hacer? Si iba a mi casa, no tendría que ocuparme de nada. Además, posiblemente y teniendo suerte, Kakashi-sensei podría despertarse temprano e ir a la oficina de la Hokage, a recibir una nueva misión (si es que ella le asignaría otra).
En fin, no tenía nada qué perder; así que me dirigí a casa de mi sensei y me senté en una banca que había por ahí.

—Debe de pasar por aquí para ir con Tsunade-sama —Musité sentándome y mirando a mis alrededores.

No había nada que hacer más que esperar a que Kakashi pasara o, en su defecto, que se hiciera un poco más tarde para que yo pudiera dirigirme a su casa y asegurar que él se encontraba despierto.
No había nada que hacer, así que decidí comenzar a leer el libro que la Hokage me había prestado. Lo abrí con bastante curiosidad y pude observar que estaba escrito con diferentes caligrafías. Lo que Tsunade-sama me había dicho era que varios ninjas médicos lo habían escrito, y eso lo confirmaba. Comencé a leerlo desde el principio, la caligrafía era un poco pequeña, así que tenía bastante contenido en una sola hoja. El libro contenía métodos de curación que ya conocía, pues me los había enseñado mi maestra; pero había varios otros que ni tenía idea de que existieran.
Me piqué bastante leyendo, era bastante interesante. Leía y leía sin siquiera recordar el tiempo; a tal grado, que rápidamente llegué a las veinte hojas. Luego de un poco, paré de leer y comencé a hojearlo nuevamente, pero ahora de atrás para adelante. Hasta que me detuve. Uno de los métodos de curación que ahí se encontraban, me llamó bastante la atención.
Comencé a leerlo detenidamente y entre más lo hacía, más me sorprendida ¿Acaso lo ahí escrito era posible?

—Impresionante —Musité alzando la mirada y con los ojos bien abiertos, no tenía idea de que un jutsu médico como ese pudiera existir.

Cerré el libro y miré a mis alrededores, claramente pude ver que ya se había hecho algo tarde desde que había llegado a sentarme ahí. Si Kakashi había pasado en ese momento, yo ni cuenta me había dado; así que tomé el libro, me levanté y comencé a caminar hacia su casa.
En el camino, iba pensando en lo que acababa de leer. Era algo completamente impresionante. Pero sabía muy bien que si algo como eso podía hacerse, tenía que pagarse un gran precio por ello, tal vez fuera una técnica prohibida.

—Debo preguntarle a Tsunade-sama sobre eso —Pensé.

Momentos después, ya me encontraba frente a la casa del mencionado sensei. Llamé a la puerta un par de veces, estuve un momento ahí, pero nadie abrió.

—Demonios, falta que no esté —Susurré algo enfadada
— ¡Kakashi-sensei!— Exclamé tocando la puerta por segunda ocasión. Esta vez, pareció que tuve éxito, pues comenzaron a escucharse ruidos del otro lado de la puerta.

Esperé unos cuantos segundos y la puerta de abrió, dejando ver sólo la parte izquierda de la cara de Kakashi-sensei.

— ¿Sakura? —Preguntó extrañado y con voz adormilada.
—Kakashi-sensei… ¿Estaba dormido? —Cuestioné en tono de regaño.

El sensei se quedó callado unos momentos y talló su ojo.

—Estaba en estado de reposo —Aseguró abriendo un poco más la puerta— ¿Qué pasa?
—Quería hablar con usted… ¿Puedo? —Cuestioné pidiéndole entrar.
—Ah… Claro —Dijo finalmente, quitándose de la puerta y dejándome pasar.

Entré tranquilamente y miré al reloj que se encontraba sobre la mesa. ¡Eran las once cinco de la mañana! ¡Había estado leyendo el libro por casi dos horas! Pero lo más sorprendente era que Kakashi continuara dormido…

—Es bastante tarde para continuar durmiendo ¿No, Kakashi-sensei? —Pregunté en tono irónico.
—No estaba durmiendo… —Aseguró rascándose la cabeza y riendo levemente.
—Claro —Dije en tono sarcástico— ¿Qué no tiene misión hoy?
—No, hoy descanso. Estuve algo de tiempo fuera de la aldea por la anterior misión que me dio Tsunade-sama y… ¡Hoy descanso! —Exclamó en tono triunfal.
—Ya veo… —Musité asintiendo.
— ¿No quieres sentarte? —Cuestionó halando una silla y poniéndola frente a mí.
—Gracias —Me senté y él de igual forma, me miró fijamente y preguntó.
—Bien… ¿De qué querías hablar?
—Pues… Es acerca de lo que se enteró en su misión.
—Hmm… Acerca de Sasuke, ¿Cierto? —Yo lo miré sorprendida y asentí— Sabía que tarde o temprano me preguntarías algo, bien, te lo contaré… Bueno, primero que nada, necesito saber qué es lo que tú sabes —Dijo mirándome atentamente.

Suspiré. Se me complicaba bastante hablar del tema, pero si no le decía nada al sensei, obviamente no podría explicarme y brindarme más información.
Comencé a contarle todo lo que Tsunade-sama me había dicho (o según yo había entendido) y Kakashi-sensei me escuchaba atentamente. De vez en cuando asentía a lo que yo le decía o cuestionaba, según fuera el caso.
Terminé de hablar, contarle y explicarle todo lo que yo sabía y él suspiró.

—Pues sabes casi todo, Sakura. En realidad faltan muy pocos detalles que hay que contar, pero casi todos son con importancia casi nula, créeme —Aseguró el sensei.
—Kakashi-sensei, no importa si tiene el uno por ciento de importancia, necesito saberlo.
—Sí, entiendo… Si tiene que ver con Sasuke…
—Así es —Interrumpí sin dejarlo continuar.
—Okey... —Se estiró un poco y me miró— Entonces, te lo contaré todo.
—Por favor —Pedí observándolo atentamente.
—Bien, amm... pues acerca de lo de mi amigo, es cierto todo lo que te dijo Tsunade-sama. Nuestra amistad se forjó hace ya tiempo y él siempre ha sido una persona bastante amable y buena, por lo tanto, tengo la suficiente confianza y seguridad para decirte que lo que me dijo es verídico. Además, yo personalmente hablé con su hermano; el que te comentó la Hokage que había sido subordinado de Orochimaru —Asentí— Él me lo platicó todo de una forma bastante explícita. Me contó todo lo que les hicieron a sus demás subordinados y cómo fué que logró escapar.
—Y esa persona... ¿Logró conocer a Sasuke?
—No —Se negó el de cabello plateado— No llegó a conocerlo. Cuando Sasuke se fue de la villa, al parecer ya se encontraban en otro lado, así que el subordinado no tiene idea de cómo es Sasuke. No lo conoce en persona, pero sabe quién es.
— ¿O sea… cómo? —Pregunté confundida.
—Bien, pues a pesar de que no lo conoció de frente, Sasuke es bastante famoso entre los subordinados de Orochimaru. Es el que les arrebató la opción de alguno de ellos poder ser el nuevo cuerpo de su amo. Y además, independientemente de eso, escuchó varias veces a Kabuto hablar de él.
—Pero, ¿Nunca lo vió?
—No. Lo más “cerca” que estuvo de él, según comentó fue cuando Kabuto volvió a la aldea del sonido para llevarse con él a varios subordinados, no sé si algo se esto te comentó la Hokage.
—Sí, mencionó algo como eso —Asentí esperando saber más.
—Bueno, pues al parecer, Kabuto fue quien regresó, pero también Orochimaru. Por lo que consecuentemente regresó…
—Sasuke —Interrumpí.
—Así es —Asintió el del sharingan.
—Ya veo… ¿Y ahí fué cuando pudo estar “cerca” de él?
—Sí, así fue.
— Pero, no llego a comprender cómo es que no vió a Sasuke si iban por el mismo camino, con la misma gente… Eso es algo ilógico ¿No?
— Lo sé, también pienso como tú. De hecho, le pregunté que porqué nunca llegó a ver a Sasuke, si iban con la misma gente; justo como lo acabas de decir tú.
— ¿Y qué dijo?
—Dijo que Orochimaru y otra persona iban mucho más adelante. Se adelantaron seguramente porque iban hablando y nunca los esperaban. El que iba con todos los subordinados era Kabuto, pero… —Y guardó silencio. Sin decir más, se quedó agachado, como recordando algo.
— ¿Kakashi-sensei? —Pregunte intentando que volviera en sí.
— ¡Espera! —Exclamó subiendo la mirada y con una expresión triunfante.
— ¿Q… Qué pasa? —Pregunté asustada por la reacción el sensei.
—Ahora que lo recuerdo, mencionó algo acerca de un muchacho…
— ¿Un muchacho? —Cuestioné bastante extrañada, Kakashi me estaba confundiendo con sus extrañas reacciones.
—Sí, ¡Un muchacho!
—Ajá… ¿Y qué con el muchacho?
—Mencionó que en un momento, escuchó a Orochimaru hablar con alguien. Pero obviamente por educación y más que nada, por miedo a que su amo lo asesinara, no se asomó a ver con quién. Dijo que escuchó la voz de un chico, ¡Un muchacho! Después, se alejó un poco y se quedó sentado, recargado en un árbol. Miró hacia un lado y me dijo que vió la silueta de alguien, pero… No lo conocía… “Era un chico alto” Textualmente me lo dijo. Le pregunté si no pudo ver más pero se negó.
—Entonces… ¡Sí vió a Sasuke!
—Al parecer, sí.
— ¡¿Y porqué dijo que no, Kakashi-sensei?!
—Porque… no recordaba eso. Además, no le tomé mucha importancia. En el momento en el que me dijo no pensé que ese chico pudiera ser Sasuke.

Yo quería casi ahorcar a Kakashi-sensei. ¡¿Cómo era posible que pudiera pasar un detalle tan importante?! ¡Él mismo había dicho que era probable que Sasuke fuera con ellos!
Me acerqué a él amenazantemente. Estaba bastante enojada.

— ¡¡¡Kakashi-sensei!!! —Exclamé con ira.
— ¡T…Tranquila, Sakura! ¡Fue un error mío, Tranquila! —Exclamaba haciéndose para atrás.
— ¡¡¿Cómo pudiste?!!
—Es que… e… estee… ¡Tranquila!

No pude aguantar y le dí un fuerte golpe que le sacó un enorme chichón en la cabeza. ¡Tenía que descargar mi ira con algo!

—S…Sakura… Pegas… Bastante… Fuerte —Dijo haciendo pausas y levantándose del piso.
— ¡Hmp! ¡La próxima vez no dejes pasar detalles tan importantes como ése, Kakashi-sensei! —Dije indignada y mirando hacia otro lado— ¡Ah! ¡Y no me digas que no le dijiste nada de esto a Tsunade-sama! —Exclamé aún enfadada.

Parecía que a Kakashi le hubieran tirado un baldazo de agua fría encima. Se quedó helado y con los ojos bien abiertos, casi a punto de salirse de sus órbitas.

—N…no… —Dijo finalmente y al parecer, con bastante miedo.
—Bueno, pues entonces me voy para que puedas cambiarte e ir a hablar con ella. Ten por seguro que se pondrá más furiosa si nunca se lo dices —Hablé en tono burlón— ¡Gracias por la plática, Kakashi-sensei! ¡Nos vemos!

Salí de casa de Kakashi y él sólo se quedo parado, aún con los ojos bien abiertos.

—Me irá peor con Tsunade-sama… —Musitó antes de cerrar la puerta.

Ya estando fuera de la casa de mi sensei, me dirigí hacia el mercado, para comprar algo y desayunar.
Caminaba bastante pensativa, todo lo que había dicho Kakashi tenía mucha importancia, y en cierta forma sentía que nos íbamos acercando bastante a Sasuke.
Entonces, estando tan metida en mis pensamientos, recordé a mi escandaloso amigo rubio. Estoy segura de que él se alegraría bastante sabiendo que ya hay noticias acerca de Sasuke…

—Pff… Ese Naruto —Musité— ¿Dónde demonios estará?

Iba tan pero tan embobada, que de un momento a otro; sentí que choqué con alguien.

—Di… ¡Disculpe! —Exclamé bastante nerviosa e inclinándome un poco hacia delate, haciendo una pequeña reverencia.
— ¿Sakura? —Preguntó la persona con la que había chocado. Alcé la mirada; conocía bastante bien esa voz.
— ¡Ah, Hinata! —Dije con una sonrisa de oreja a oreja, ella de igual forma me sonrió y yo hablé nuevamente
—Discúlpame, ¡En serio! No me fijé por dónde iba, estaba pensando tanto que…
—Está bien —Interrumpió la de ojos perlados— No pasa nada

Yo rasqué mi cabeza y sonreí bobamente. Hinata rió un poco y luego me preguntó

—Y… ¿A dónde ibas, Sakura?
—Humm… iba al mercado a comer algo. He estado sin comer nada desde ayer que cené en tu casa.
— ¿En verdad? —Preguntó la de cabello azul asombrada. Yo asentí y continué
—Pensaba ir a desayunar algo por allá, ¿No vas?
—Pues… ¿No te molesta? —Cuestionó la chica Hyuuga jugando un poco con sus dedos índices.
— ¡Claro que no! —Exclamé muy sonriente, ella de igual forma sonrió y comenzamos a caminar en dirección al mercado.

Íbamos platicando amenamente, en realidad de temas sin trascendencia alguna. Hasta que, sin querer, Hinata tocó el tema de la cena de la noche anterior en su casa. Recordé: A ella no le había contado lo que Kakashi-sensei me había dicho. Era mi nueva amiga, así que se me hizo correcto el contarle todo.

—Hinata…
—Dime, Sakura —Respondió en tono alegre.
—Bueno pues… hoy hace un rato fui a hablar con Tsunade-sama y Kakashi-sensei acerca del tema de Sasuke… —Dije con la mirada agachada.

La de ojos perla me miró atentamente y, hasta cierto punto, con cierto aire de intriga en su mirada. Guardó silencio. Simplemente se limitó a mirarme sin decir una sola palabra, tal vez esperando a que yo le contara, o a que me repusiera un poco para poder contarle de lo que me había enterado.
Suspiré y miré al cielo. Entonces, fue cuando la de cabello azul habló…

—Y… ¿Era verdad lo que Neji-niisan mencionó?
—Así es —Asentí. Hinata me miró fijamente y yo continué— Todo lo que Neji-san dijo es verdad. Pero… ¿Quieres que te cuente todo?
—S… si no hay problema con eso… —Dijo mirándome algo apenada, yo me negué y comencé a contarle todo lo que ambos personajes ya mencionados, me habían contado.

Mientras le contaba, íbamos caminando en dirección al mercado, y ya estando ahí, pedí algo para comer. Mientras comía, le continuaba contando y ella me escuchaba atentamente, de vez en cuando asentía y me preguntaba ciertas cosas que no llegaba a comprender. Y antes de siquiera terminar de contarle, fuimos interrumpidos por alguien…

— ¡Hinata! —Exclamó la persona alegremente. La mencionada chica y yo, volteamos a ver de dónde provenía la voz y vimos ahí a un chico moreno de cabello castaño y aspecto perruno: Kiba Inuzuka.
—A…ah… Kiba-kun… Hola —Saludó Hinata un tanto desconcertada.
— ¡Hola Hinata! —Sonrió y me miró— Y hola, Sakura —Dijo en tono un poco menos enfusivo.
—Buenos días, Kiba —Saludé y continué comiendo.
—Que… ¿Qué pasa, Kiba-kun? —Preguntó Hinata en tono amable para que Kiba no sintiera que lo estaba corriendo.
— ¡Nada! —Sólo quería saludarte ¡Hace bastante tiempo que no te veía!
—Ehh… apenas dos días —Apuntó la chica un poco sonrojada.
— ¡Eso es mucho! ¿No crees? —Preguntó mirándola a los ojos, la chica Hyuuga desvió su mirada y se sonrojó aún más
—Hmm, bueno… Hinata, quería invitarte a comer dango, de hecho pensaba mandar a Akamaru a buscarte pero… ¡Te encontré! —Exclamó en tono triunfante— ¿Vamos? —Preguntó mirando fijamente a mi amiga.
—Pues… E… este… esque… Sakura y yo…
—Woo, woo, woo… ¡Esperen! ¿Interrumpí algo?
—No Kiba, no te preocupes —Dije negándome y habiendo terminado de comer— Hinata, si quieres ir con él está bien; terminaré de contarte después.
—E… ¿Está bien? —Preguntó la Hyuuga en tono tímido, yo asentí y entonces ella aceptó la invitación del chico Inuzuka.
— ¡Woohoo! ¡Bien, Gracias Hinata! Bueno entonces… ¿Vamos? —Preguntó hiperactivamente el castaño.
—Hoy vienes más alegre que de costumbre ¿Eh, Kiba? —Dije riendo ligeramente y levantándome para irme yo también.
—Hehe… Un poco —Respondió el moreno riendo bobamente y con una gotita cayendo por su nuca.
— ¡Bien! Pues yo me voy ¡Que les vaya muy bien! —Exclamé despidiéndome de ambos chicos.
— ¡Adiós, Sakura! ¡Y Gracias! —Exclamó el chico perro levantando un pulgar y entre cerrando un ojo, reí ligeramente y luego me despedí de Hinata, acordando con ella que le terminaría de contar lo de Sasuke después.
— ¡Hasta luego, Sakura! —Se despidió la de ojos perla.

Salí del mercado y comencé a caminar en dirección hacia mi casa. Pero recordé que tenía que pasar a la tienda de hierbas medicinales para poder continuar con unas pastillas de soldado que había dejado inconclusas. Me dirigí a dicha tienda, se encontraba más delante de mi casa y casi en la entrada de la aldea.
Llegué a ella, compré lo que necesitaba y salí con una bolsa un poco pesada.
Ya iba de regreso a mi casa, cuando de pronto oí una voz conocida, bastante conocida…

— ¡Ahh! ¡Qué bien se siente estar en Konoha de nuevo, dattebayo! ¿No, Ero-sennin?

Volteé enseguida, esa voz… Esas expresiones… No podía ser nadie más que…

— ¡¿Naruto?!

El chico pareció no oirme, pues ni se inmutó de mi presencia. Puso las manos sobre su nuca y miró al cielo.

— ¡Ahh! —Exclamó de alegría y suspiró bien fuerte— ¡Tranquila, villa de Konoha! ¡Tu héroe ha vuelto, dattebayo! ¡Uzumaki Naruto está de regreso!

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¿Qué les pareció? xD Ya más comprensible no?! xD
Haha pero bueno, pues quiero agradecer a SAMANTA por betearme mi fic :'D Ella es de las personas más amables con las que me he topado y me ayudó a mejorar muchísimo, así que quiero dedicarle este capítulo a ella.
También, quiero mencionar a Baldur-kun y Zinam
Baldur-kun, GRACIAS por ser tan amable y atento conmigo, el también me dió muchas opiniones acerca del fic :'D
Zinam, ella me ha presionado para subir conti, y yo también la presiono a ella **u** (haha no no te creas xD) es una persona bien amable y me hace comentarios tan bonitos (No le gusta el SasuSaku y me lee :'D **u**) GRACIAS, amiga!

Aunque sin duda alguna, quiero agradecer también a los que me han posteado y he platicado con ellos. GRACIAS por tomarse la molestia de leer mi fic y comentarlo, y si no comentan, de todas formas GRACIAS POR LEERLO :)

Cuídense y espero poder subir pronto xD
Sayoo! ^^