La muñeca de porcelana

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por RozenRose, 16 Diciembre 2012.

  1.  
    RozenRose

    RozenRose Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    1 Octubre 2012
    Mensajes:
    87
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La muñeca de porcelana
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1865
    • Capitulo 1
    6: 15 a.m. y aun no me he levantado.
    6: 30 ¿Acaso no funciona el despertador?
    -Mina ¡¿Cuándo te piensas levantar?! -Dijo mi madre gritando desde la cocina- ¡Mina! Levántate o se te hará tarde para ir a la escuela ¡Mina!
    Los chillidos de mi madre no me importaban solo me interesaba dormir y dormir y olvidarme de la escuela ya que la noche anterior estaba en una fiesta y vine muy tarde.
    De repente escucho la puerta de mi habitación abrirse.
    -¡Mina! -Gritó mi madre- Dios Santo ¿A qué hora se acostó esta muchacha?
    De pronto siento el agua fría de las mañanas en mi cuerpo, bueno casi siempre hago que mamá llegue a ciertos extremos.
    -¡Ya ok pero tienes que hacerme esto! -Dije casi gritándole.
    -Mira que hora es Mina.
    6: 40 a.m y entro a clases a las 7: 30 de la mañana ¡Que tiene de urgente!
    -Si es temprano que pasa.
    -Rápido vete a bañar de una vez.
    -Ok ok.
    Con mi madre no hay solución siempre es lo mismo la misma discusión, pero lo hace por mi bien, bien que jamás llegaré a entender después de los 20 años.

    Como es de costumbre después de bañarme y ponerme el uniforme tengo la mala costumbre de ponerme los zapatos en la mesa cuando mi madre y yo estamos desayunando.
    -¿A qué hora te acostaste anoche? -Pregunta mi madre.
    -A la madrugada.
    -¿Qué estabas haciendo?
    -Estaba en una fiesta.
    -Mina, no te había dado el permiso de ir a una fiesta, recibirás el doble de tus castigos. -Dijo ella muy enojada.
    -"Que mal" -Pensé yo.
    -Pasarás dos meses castigada, sin fiestas, ni Internet y tampoco tendrás tu celular.
    -¡Ya está bien! Perdóname ¿Si? No lo volveré a hacer nunca mas. -Le dije casi de rodillas.
    -Muy hábil, ni lo sueñes pequeña traviesa.
    -Me tengo que ir, ya llegó el autobús.
    -Que te vaya bien en la escuela hija.
    -Me esforzaré. -Mentí, como siempre lo hago.
    Mi nombre es Miranda Akaya pero todos me dicen Mina, soy una chica muy traviesa, a pesar de mi edad 16 años, soy una persona que le cuesta escuchar a los demás y siempre irrita a las otras personas, en primer lugar a los profesores y al director de mi centro. Por mi actitud mi madre siempre me dice que soy una "Vagoneta" y al buscar su significado en el diccionario me di cuenta de algo ¿Qué tengo que ver yo con un vagón de tren? Me da igual lo que los demás piensen o no de mi solo puedo decir que soy "feliz", pero algunos no saben el por que mi actitud tan rebelde y traviesa.
    Mi infancia fue muy dura ya que mi padre se divorció de mi madre por una mujer de 25 años, su nombre era Sarah, al saber de eso mi corazón se llenó de tanto rencor. Pero un día decidí ya no mas, no iba a mostrar lo que en verdad sentía. Ya me había acostumbrado a mi actitud rebelde y traviesa cuando en verdad mi corazón estaba lleno de tristeza.

    Una vez me enfurecí tanto con mi madre y con un acto de mi típica rebeldía me teñí el pelo de negro y mi madre se enojó tanto que me dejó todo un mes sin Internet ni ir a fiestas. Anteriormente mi pelo era castaño mis ojos eran dorados pero ahora soy una chica de pelo carbonizado de ojos pardos. Algo que si es seguro siempre odié a mi padre después de lo que hizo.
    Ahora soy la niña mala y desinteresada de la clase, lo cual perjudicó mis calificaciones, mi estilo de vida no me agrada pero es la única forma en la que puedo hacer que mi ira se desvanezca pues me harté de llorar.
    -Señorita Akaya, me puede explicar lo que dije sobre la teoría de Newton.

    ¡Creo que me atraparon!


    -Bueno... que se le hacía muy difícil ir al baño porque en su época ya que no existía el papel sanitario.
    Todos en mi clase se reían igual que yo, lo cual el profesor no le agradó para nada mi actitud.
    -Señorita Akaya, ¿Cree que mi clase es un chiste?
    -Bueno... si se podría decir que si. -Vaya, que valiente soy.
    ¡BAM!
    Nuevamente aquí frente al director, él me miraba fijamente con cara de decepción, no se que le pasaba ya que su rostro era totalmente diferente a la de aquellos días en la que lo sacaba de quicio.
    -Miranda ¿Crees que fue divertido humillar al profesor de esa manera en frente de los alumnos?
    Yo tenia una cara de tristeza mezclada con odio, sentía un ardor en mi pecho al igual que en mis ojos, tenia ganas de llorar pero yo misma me lo impedía.

    -Miranda, se que has pasado muchas cosas en tu infancia pero la rebeldía no te ayudará en nada, solo empeorarás las cosas. -El director me miraba con tristeza, él ya sabía todo que había pasado pues él y mi madre eran viejos amigos- Miranda, ¿Quieres llorar?
    Le dije que no, pero no pude evitar dejar salir una lágrima.
    -Parece que si...
    No pude evitarlo, me sentía muy deprimida no sabía que hacía, recordé todo lo que había echo el la fiesta de la noche pasada, no sabía que hacer, me sentía una patética muñeca de porcelana que había al piso y sus pedazos quedaron dispersos, como aquella vez cuando era niña, mi hermano mayor me había regalado una muñeca de porcelana y cuando mi padre nos dijo la noticia del divorcio y el por qué estaba tan enojada que sin querer había dejado caer la muñeca, sentía tristeza y furia ya que después de largos años nunca volví a ver a mi hermano, en ese momento de mi infancia sentí como si mi corazón hubiese se hubiese partido en dos, la muñeca no tenía arreglo ya que era lo único que me quedaba de mi hermano, traté de arreglarla pero los esfuerzos fueron en vano. Las piezas las había encerrado en mi puño y cuando lo abrí mi mano estaba cubierta de sangre.
    Aquella noche solo tenia 8 años, y después de 8 años más tarde estoy aquí, me sentí como aquella muñeca que se había roto en miles de pedazos.
    De tanto llorar y llorar sentí la mano del director en mi hombro tratando de decirme "tranquila". Dejé de llorar, pero algo en cambió mi y fue aquel el brillo falso en mi cara y en mis ojos había desaparecido la mirada traviesa que siempre solía tener. Pero al salir de la sala del director me sentía una extraña que tenía la nariz roja de tanto llorar, mis compañeros ya no me reconocían ni los profesores, había dado un cambio drástico.
    Esa misma tarde 6:00 p.m. fui a mi casa, ya que mañana no tenia que ir a la escuela no me preocupé a la hora que me iba a acostar. Al pasar las horas se me hizo extraño que mi madre no llegara del trabajo eran las diez de la noche, pero de tanto esperar a mi madre, sin darme cuenta me quedé dormida.
    A la mañana siguiente, me di cuenta que me había quedado dormida en el sofá y el televisor estaba encendido, subí a la habitación de mi madre pero todo estaba justamente igual como lo había dejado revisé en todas partes pero no estaba. En ese momento entré en pánico, busqué la agenda de mi mamá y empecé a llamar a todas sus amigas del trabajo pero me dijeron que después de las ocho de la noche no la volvieron a ver, luego llamé al hospital.
    -Hola, buenos días. -Dije yo amablemente pero a la vez preocupada- ¿Anoche no han recibido algún paciente mal herido o grave? No se... ¿Pero han recibido alguna persona en el hospital la noche anterior?
    -Mmm... bueno no estoy segura de eso Miranda.
    -Esta bien, gracias por todo Kimiko.
    La desesperación aumentaba cada vez que transcurrían los minutos ¿Qué le había pasado a mi madre? Estaba asustada, cualquier cosa le podría pasar. Unas horas después sonó el teléfono. "Espero que sea ella" Pensé con la esperanza de saber algo de ella.
    -¿Bueno? -Dije con desesperación.
    -Hola... Mina. -Respondió la misma mujer que mi había atendido anteriormente- Bueno, quiero decirte que ayer había llegado una mujer a media noche.
    -¿Quién es? -Pregunté intrigada.
    -No lo sé pero, ven al hospital.
    -De acuerdo iré en seguida.
    La mujer que me estaba hablando en el teléfono era Kimiko, la conocí cuando tenía 7 años cuando mi padre trabajaba allá, ella siempre me cuidaba cuando visitaba el hospital. Era una locura que al pasar todos estos años reconociera mi voz.
    Como anteriormente había dicho, llegué al hospital y me llevé una gran sorpresa cuando llegué allá.
    -¡Miranda! ¡Qué grande estás! La última vez que te vi eras una niña. -Dijo una mujer vestida de enfermera a punto de abrasarme.
    -¡Kimiko! -Dije dándole un gran abraso.
    -Hace 9 años que no visitabas el hospital.
    -Si pero no vine a hablar, quiero saber si la mujer que vino anoche era mi madre.
    -Claro, está por acá.
    Kimiko me llevó allá, y cuando vi el cuerpo me quedé totalmente estupefacta, había una sábana blanca que la cubría de pies a cabeza aquel cadáver, solo destaparon el rostro. Sin duda esa ella, mi madre estaba sin vida, su rostro estaba totalmente destrozado, quemaduras del lado derecho de su cara y su boca estaba llena de sangre también tenia una grave herida en la frente. Lo que mas deseaba era que esa mujer no fuera mi madre pero sin duda lo era, ¿Pero como pasó todo esto? Solamente deseaba que esto no fuese real pero lo era, ya mi mamá no estaba en este mundo.
    Retrocedí unos pasos antes de caer al piso de rodillas mientras que mis ojos se inundaban de lágrimas.
    -¡¡¡No!!!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Blood Dupre

    Blood Dupre Usuario VIP

    Tauro
    Miembro desde:
    27 Abril 2010
    Mensajes:
    878
    Pluma de
    Escritora
    Empezaremos por lo básico, cuando escribas la narración separa de los diálogos, así mismo separa también los diálogos unos de otros, ya que es cansado el hecho de tener todo junto y al leerlo sueles confundirte, ahora bien en los diálogos algunos están bien, otros no tanto

    Diálogo sin corregir:
    -Mina ¡¿Cuándo te piensas levantar?! -Dijo mi madre gritando desde la cocina- ¡Mina! Levántate o se te hará tarde para ir a la escuela ¡Mina!

    -Hola... Mina. -Respondió la misma mujer que mi había atendido anteriormente- Bueno, quiero decirte que ayer había llegado una mujer a media noche.

    Diálogo corregido y explicación:
    —Mina ¡¿cuándo te piensas levantar?! —Dijo mi madre gritando desde la cocina. —¡Mina! Levántate o se te hará tarde para ir a la escuela ¡Mina!

    -Hola... Mina —respondió la misma mujer que mi había atendido anteriormente. —Bueno, quiero decirte que ayer había llegado una mujer a media noche.

    Bueno, en primera se coloca guión largo, si tienes teclado alfa numérico se pone Alt+0151, en caso de no tenerlo puedes ponerlo desde la parte de símbolos o usar la herramienta reemplazar, es decir colocas dos guiones cortos, pones reemplazar, te dirá en primera porque símbolos vas a cambiarlo por un guión largo, ahí pones los dos guiones cortos y en remplazar pones el guion largo.

    Ahora bien el .— se pone siempre y cuando haya una acción realizada por el personaje pero sin el típico: mencionó, comentó, etc. O en caso de que siga el diálogo, en dado caso en unas partes lo hiciste bien y en otros no.

    Recuerda también que las preguntas se acentúan, en unas no lo hiciste ten más cuidado con ello. Otra cosa en cuanto a preguntas, si se escriben varias se separan por una coma y se coloca en minúscula, lo mismo ocurre si hay una coma antecediendo a la pregunta.

    En cuanto a redacción tienes muchas muletillas, ¿qué son muletilla?, son aquellas palabras que puedes repetir una y otra vez en varios párrafos, haciendo que el escrito pierda estética, por lo que es necesario que busques nuevas palabras o sinónimos para remplazarlas como aquí:

    Los chillidos de mi madre no me importaban solo me interesaba dormir y dormir y olvidarme de la escuela ya que la noche anterior estaba en una fiesta y vine muy tarde.

    Como ves repites la "y" muchas veces, siendo que algunas las podías omitir así:

    Los chillidos de mi madre no me importaban solo me interesaba dormir y dormir, en si sólo quería olvidarme de la escuela ya que la noche anterior estaba en una fiesta de la cual vine muy tarde.

    También tienes dedazos, algo común a la hora de escribir para evitarlos te recomiendo leer el escrito en voz alta, también funciona para la redacción.

    Ahora la trama, es una historia en si de una chica que paso por el divorcio de sus padres y que se siente como la frágil muñeca que dejo caer en un principio y que poco a poco se quiebra en pedazos, en dado caso le has colocado otro hecho más doloroso que es el que perdió a su madre, el único sustento que le quedaba después de la separación de sus padres, ahora bien ¿qué ocurrirá?, ¿acaso su padre aparecerá para llevársela?, espero ver como manejarás las cosas en el siguiente capítulo y que apliques lo poco o mucho que te he dicho.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso