Long-fic de Naruto - La misión que esperaba.

Tema en 'Fanfics de Naruto' iniciado por IbikiHatake, 9 Marzo 2014.

  1.  
    IbikiHatake

    IbikiHatake Iniciado

    Sagitario
    Miembro desde:
    9 Marzo 2014
    Mensajes:
    29
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La misión que esperaba.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    1160
    Capitulo 21: Rumores.

    Otra vez cuchicheaban a sus espaldas, creyó estar acostumbrado, siempre había dado de que hablar, primero con la muerte de su padre y de sus compañeros de equipo, de cómo había obtenido el sharingan, los murmullos constantes y miradas reprobatorias cuando paseaba por las calles con su libro en mano, no, nunca le habían afectado… hasta ahora.

    — ¿Te has enterado? — escuchó tras él.

    —Sí— el jōnin podía sentir las miradas de las dos mujeres que acababa de pasar— le ha dejado, justo dos días antes de la boda.

    —¡Oh pobre!— decía la que sostenía las bolsas de la compra— algo habrá hecho, la pobre pelirroja lo quería muchísimo, se le notaba y ahora ni lo mira— decía la otra mujer.

    Kakashi suspiró y continúo con su camino, la dependienta de una tienda se ruborizó al verlo y le saludó agitando la mano efusivamente — ¡¡¡kyaaa!!! ¿Lo has visto?—gritaba— me ha mirado, ahora está libre de nuevo y más guapo que nunca— tras escucharla el jōnin cerró el ojo visible y desapareció de la calle.

    OoOoOoOo

    Y ahí estaba, nuevamente frente al monumento que había visitado tantas veces, comenzó a llover y una sonrisa irónica apareció en su rostro, la lágrima que luchaba por salir de su ojo había quedado opacada por las gotas que caían sobre él.

    —Sabes— el jōnin metió ambas manos en los bolsillos y hablaba con la roca— hace unos días creí ver la luz al final del túnel— volvió a sonreír— si tan solo hubiera comprendido que eran las llamas del infierno entonces tal vez…

    —¡Kakashi! ¡Kakashi!— Gai corría a toda velocidad hacia él— he venido en cuanto me enteré— una gran cantidad de lagrimas surcaban el rostro de Gai, una cantidad tan grande que ni la lluvia las podía ocultar— yo… ¿Qué ha pasado?

    — Vamonos de aquí— Kakashi comenzó a caminar, Gai le siguió en silencio sin dejar de llorar, su amigo parecía moverse solo por inercia como si le hubiesen robado el alma y dejado solo el cascacarón.

    Entraron en el apartamento, Kakashi se sentó en el sofá y Gai cerró la puerta tras de sí— ¿Qué paso?— volvió a preguntar mientras se sentaba.

    —Hace unos días fui al cementerio de Konoha, estaba escondiéndome de Naruto Sakura y los demás— suspiró— ya sabes, por el tema de la boda— Gai comenzó a llorar más fuerte, él mismo había estado persiguiendo a la pareja para los asuntos de la boda después de todo el era padrino, Kakashi continuó— yo solo quería leer un rato, estaba sentado tras el monumento cuando escuché un ruido, cuando me gire pude ver a Nabiki—trago saliva tras pronunciar el nombre—sentada tras una lápida comiendo ramen—sonrió— cuando le pregunté qué hacía allí me dijo que estaba escondiéndose.—

    —Llevábamos varios días así, escondiéndonos, ella dijo que tenía la solución, así que fuimos a ver a Tsunade y le pidió que nos asignara una misión, —si la luz al final del túnel—por un momento creímos que nos habíamos librado de todos los preparativos pero…—

    —Si Neji me dijo que les asignaron un grupo a cada uno de ustedes— interrumpió Gai —

    —Si así fue, a Nabiki la pusieron a cargo de tu equipo y a mí me dieron a Hinata, Kiba y en ausencia de Shino… Naruto, pensé que era una mala broma de la Hokage porque lo que queríamos era alejarnos un rato de él, pero como Naruto también estaba acosándola acerca de lo que tenía que decir en nuestra ceremonia… en fin, que terminamos todos juntos rumbo a la misión y en el camino Naruto se encargó de ponernos al tanto de los manteles, invitaciones y demás— sonrió— en verdad se esforzó y todo para nada…—

    —¿De qué demonios hablas?— gritó Gai levantándose de su asiento— ¿Cómo que para nada?

    Kakashi continuó hablando, Gai se volvió a sentar, estaba muy preocupado a cada palabra podía ver como la mirada de su amigo se iba apagando— derrotamos a los enemigos fácilmente, eran muchos pero no eran fuertes,estábamos aún alejados de la aldea que había solicitado el trabajo, entonces ella me dijo que fuera a avisar que ya los teníamos, todos ellos se encontraban inconscientes y los estaban atando, yo me adelante a la aldea—se quedo callado, recordando—cuando escuché una explosión.

    Gai se mordía las uñas, el desenlace de esa historia no le gustaba, sabía que la boda se había cancelado, que Nabiki estaba feliz con Naruto, pero el pobre rubio estaba preocupado por su sensei y que Kakashi había golpeado a Yamato, habían pasado demasiadas cosas en su ausencia al menos eso se rumoreaba en la aldea y nada de aquello le gustaba.

    —Cuando llegué todos los genin estaban dentro de una barrera de chakra que Nabiki hizo para protegerlos, ellos estaban sanos y salvos pero ella… ella salió volando y cayó sobre una enorme roca— Kakashi cerró los ojos.

    Mierda— la escuchó decir y su alma volvió al cuerpo cuando la vio levantarse—awww— decía mientras se sobaba la cabeza, la mano se le lleno de sangre— ¿y mi máscara?—

    Kakashi apareció frente a ella —¿Nabiki estas bien?—

    —¿Cómo me has llamado?— la pelirroja le preguntó totalmente confundida y dando un paso hacia atrás .

    En ese momento llegó Naruto corriendo y gritando— ¡Mamaaaaaaaá!— y se abrazó a ella con los ojos llorosos, Nabiki abrazó al rubio y comenzó a llorar.

    — ¿Na-Naruto?—decía apretándolo fuertemente.

    —Fue cuando comprendí que ella no sabía que hacia ahí, ni porque yo estaba preocupado por ella o porque Naruto la abrazaba. —

    —¡¡¿Qué?!!— Preguntó Gai sorprendido, si no conociera lo suficientemente a Kakashi creería que era una mala broma.

    —Nabiki se ha olvidado de los últimos meses— dijo recargando la cabeza en el respaldo del sillón y viendo el techo de su apartamento— se ha olvidado de mí. —

    —Pero Tsunade ¿Qué ha dicho?—

    —Fue por el golpe, ella se ocupó de formar la barrera de chakra pero con la explosión se golpeó la cabeza contra la roca, Tsunade dice que la memoria puede volver o no, no se puede hacer nada, Nabiki creía que aún era ANBU y que Naruto no sabía de su existencia y cuando él la llamo mamá y la abrazó casi se desmaya. —

    Gai volvía a llorar, era peor de lo que se había imaginado— Kakashi lo siento mucho—

    —No lo hagas Gai— Kakashi suspiró— ella está viva y está feliz, nada más me importa.

    —Pero Kakashi…—

    —Lo siento Gai, pero tengo cosas que hacer— Kakashi se dirigió a la puerta.

    Gai se levantó y le siguió— No puedes rendirte, sabes que puedes contar conmigo para todo— dijo al salir.

    —Gracias Gai— Kakashi cerró y desapareció.

    OoOoOo

    Nabiki preparaba de cenar y Naruto esperaba en la mesa para que le sirvieran, fuera llovía, pero eso no le importó al ninja copia que veía la escena a través de la ventana sobre la rama de un árbol.
     
  2.  
    IbikiHatake

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    Escritora
    Título:
    La misión que esperaba.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    2056
    Capítulo 22: Día de la no boda.

    La pelirroja se levantó y fue directo a lavarse los dientes, sería un día largo, tenía otra cita en el hospital o ¿era el día siguiente? se acercó al calendario que colgaba en la pared, había olvidado arrancar las hojas de los días pasados, así que se puso a hacerlo y al llegar a ese día se sorprendió, un gran corazón cubría toda la hoja y en el centro se leía K+N=N (NA: Kakashi + Nabiki =Naruto es una suma, señalando que las dos personas que se aman se van a casar o a unir y el resultado de su amor es un hijo, en este caso Naruto.)— ¿pero qué mierda es esto? — dijo arrancando también esa hoja, no recordaba haber escrito eso, bueno en realidad aun no recordaba nada pero sabía que ella era incapaz de hacer una ridiculez como esa ¿verdad?

    Arrugo la hoja y la lanzó al bote de la basura, era imposible ella no estaba enamorada de nadie ¿o sí? dio un paso pero de inmediato regresó para sacar el papel del bote y lo alisó, suponía que la primera N era de Nabiki y la segunda N era de Naruto pero ¿Quién era K?

    Se escuchó la alarma del despertador, corrió a apagarla y dejo la hoja sobre la mesita, por un momento se olvido de la cita que tenía, que definitivo era ese día, así que se metió a bañar para irse al hospital.

    OoOoOo

    Kakashi estaba sentado a la orilla de su cama, si bien nunca había sido una persona animada, estos últimos días no tenía ganas de hacer nada, el día que regresaron de la misión Tsunade le dijo que él y Nabiki se tomarían unos días de descanso y que ella daría la orden de que nadie le hablara a Nabiki de la boda o de su relación con él para que no se llevará más sorpresas, así que de un momento a otro su relación con Nabiki había dejado de existir.

    Se levantó y su cuerpo se sentía más pesado de lo normal, no quería levantarse pero habían llamado a su puerta, sonrió amargamente, hace unos meses prefería no dormir para así evitar tener pesadillas y ahora quería dormir para soñar con la vida que tenía y le arrebataron.

    El jōnin abrió la puerta aún en camiseta de resaque, frente a él había una mujer que no conocía

    —¿si?— la mujer se ruborizó.

    —Bu..buenos días—

    —Buenos días, ¿le puedo ayudar en algo?—

    —Ah… sí, vengo a entregar esto— señalo dos cajas a su lado— tenia esta dirección—le la mostró un papel al jōnin con la dirección de la antigua casa Hatake— pero nadie abrió, así que pasé a la segunda dirección a dejarla.

    —Gracias— el jōnin se agachó a recoger las cajas—¿se le debe algo aún?— preguntó al ver que la mujer no tenía intenciones de marcharse.

    —N…no, eso era todo— dijo entrecortadamente sin quitarle ojo al jōnin, hasta que este cerró la puerta con un “gracias”.

    Al entrar abrió una de las cajas, dentro había cajas más pequeñas cada una con una nota que decía “Gracias por acompañarnos”, el jōnin la volvió a cerrar, se puso su sudadera y chaleco, volvió a cargar las cajas y salió rumbo a su antigua casa.

    Al llegar ya lo esperaban varios repartidores, los dejo pasar y comenzó a acomodar las cajas en el recibidor, el que iba a ser su hogar se había convertido en una bodega, tenia flores, manteles, las invitaciones que nunca se enviaron, creía que podía aguantar todo aquello con dignidad hasta que apareció Sakura.

    —¿Sensei?— el jōnin estaba recargado en el marco de la entrada y se giro al escucharla.

    —Hola Sakura— la pequeña cargaba una caja blanca con mucho cuidado, como si se pudiera romper.

    —Kakashi-sensei yo…mmm…lo siento—lo dijo aferrándose a la caja, no quería llorar pero era muy triste verlo de nuevo solo.

    —Estoy bien Sakura—le sonrió—todo se arreglará—llevaba todo el día repitiendo eso, tal vez si lo decía lo suficiente él mismo lo creería.

    —Tenga— la pequeña le dio la caja, él la tomo con una mano, era muy liviana—Prométame que no la abrirá.

    Al comprender cuál era el contenido, sintió que esta se hizo más pesada y la tomo con ambas manos — No lo haré, lo prometo.

    La kunoichi no dijo nada y permaneció en su sitio mirándolo — Estoy bien — le repitió, ella sonrió y se alejo. Con la caja en brazos entró a la casa, pensó dejarla en la sala con las demás cosas — Debe ser tu vestido— murmuró y se encaminó a la que sería su habitación, dejo la caja sobre la cama y se sentó a su lado, comenzó a pensar que a esa hora debería estar completamente vestido con algún ridículo traje y nervioso pero a la vez feliz, se la imaginó vestida de novia y sonriente y sus ojos comenzaron a picar.

    Se levantó y respiró profundamente, tenía ganas de romper algo, patear algo, sacar toda su maldita frustración, solo un nombre se le vino a la cabeza — Gai—

    Salió de la casa en busca de su amigo.

    OoOoOoOo

    Nabiki llevaba toda la mañana en el hospital— Será que Tsunade-sama ya puede atenderme—

    —Lo siento pero aún está en una operación— la pelirroja suspiró, creía innecesario esas revisiones, la rubia volvería a preguntar lo mismo y ella respondería igual, ya que no podía recordar nada diferente, si tan solo Naruto estuviera con ella todo eso sería más llevadero pero acababa de regresar de misión y ahora descansaba.

    Para cuando Tsunade pudo atenderla ya había empezado a obscurecer.

    OoOoOoO

    Kakashi encontró a su amigo en un bar, estaba sentado frente a la barra.

    —Oi Gai— el moreno giró el rostro, estaba totalmente ebrio.

    —Kakashiiii lo siento— lagrimas caían por su rostro — fue culpa mía.

    —¿De qué hablas Gai?— se sentó a su lado.

    — Como yo era el padrino— después de volver a hipar y derramar más lágrimas continuó— les dije a los muchachos que no los podíamos dejar solos, que teníamos que ayudar.

    —Eso no tiene nada de malo Gai—

    —Si, si, si lo tiene— decía mientras movía su vaso peligrosamente de un lado a otro— por eso ustedes se quisieron ir, huían de nosotros.

    — No Gai, el único culpable soy yo por no saber protegerla— el jōnin le arrebato el vaso a su amigo y se bebió el contenido de un trago.

    Los planes del jōnin habían vuelto a cambiar, había buscado a su amigo para pelear y ahora estaba bebiendo junto con él, hasta que de pronto Gai se levantó de su silla —¡¡¡¡Kakashi!!!!— el se giro a verlo — ¿Qué haces aquí?—

    —¿eh?— fue todo lo que alcanzó a decir, no entendía el comportamiento de su amigo.

    —¿Qué haces aquí?— repitió — Ve a por ella.

    — Gai, ella no me recuerda…— comenzó

    —Pues haz que te recuerde y si no lo hace vuélvela a conquistar— Kakashi se quedó pensando en las palabras de su amigo, se levantó decidido y salió del bar.

    —¡Ese es mi eterno rival!— gritó antes de volver a vaciar su vaso.

    Kakashi se dirigía al apartamento de Nabiki cuando la vio salir del hospital, iba a llamarla pero se lo pensó mejor “ será mejor que me bañe y cambie antes de ir con ella” cuando ya se iba algo lo detuvo.

    OoOoOo

    Al salir del hospital ya había anochecido “todo el maldito día metida aquí” comenzó a caminar rumbo a su apartamento cuando vio a un ninja que venía en sentido contrario entrecerró los ojos tratando de reconocerlo pues aún estaba muy lejos.

    —¿Kinoe?— sonrió — ¡Ehhhh Kinoe!— gritó mientras agitaba la mano.

    El ninja de pronto apareció a su lado — Llámame Yamato—

    —Ahh es verdad, no traes tu mascara— la pelirroja sonrió.

    —Tsunade-sama me contó lo sucedido ¿cómo te encuentras?—

    —Perfectamente— la pelirroja bostezo mientras estiraba los brazos.

    — ¿Y qué es lo último que recuerdas?— preguntó el ninja curioso.

    —Ahhh si me dieran un plato de ramen cada que me preguntan eso—

    Yamato soltó una carcajada — Veo que tu vicio por el ramen sigue intacto— Nabiki asintió— Esta bien esta noche corre por mi cuenta.

    — Era una broma Yamato, no tienes que hacerlo—

    —¿Vamos?— le preguntó el ninja y la pelirroja le siguió.

    En pocos minutos llegaron al Ichiraku y ordenaron — Bueno pues lo último que recuerdo es que llegue a mi casa después de esa misión que hicimos juntos— hizo una pausa mientras comía y el ninja la miraba con curiosidad.

    —¿Cuál? ¿Esa en la que no encontrábamos a la persona a la que íbamos a proteger?— la pelirroja negó con la cabeza, mientras seguía comiendo.

    —Mmmm ¿en la que no dejo de llover? — ella asintió y el sonrió al recordar.

    —De regreso hiciste esa cabaña ¿recuerdas? Era hermosa —dijo devolviéndole la sonrisa.

    — Como iba a olvidarlo, si me obligaste a hacer un comedor para sentarte a cenar—

    —Ahhh, pero fue más cómodo ¿a que si?—

    —¡Pero ya casi no tenia chakra, estuve a punto de morir con la ultima silla! — dijo riendo.

    —Ya, pero no te moriste—dijo riendo también

    —Mmm poco falto— comenzó a comer.

    —Yamato— ella susurró su nombre atrayendo su atención—¿esa fue nuestra última misión juntos?

    El ninja casi se atraganta, ella le veía suplicante, era la primera vez que la tenía tan cerca y sin mascara —ss…si, fue la última que tuvimos juntos—

    Ella suspiró—me alegro, ¿sabes?, no me gustaría haber olvidado ninguna de nuestras misiones, todas eran muy divertidas— al terminar de decirlo un fuerte ruido se oyó fuera del local, al salir un bote de basura estaba tirado.

    —Debió ser un gato— Yamato entró de nuevo al local para pagar la cuenta y ella lo esperó fuera.

    Caminaron juntos — Nabiki yo…— pero el ninja dejo de hablar al ver que ella se detuvo —¿Qué pasa?—

    —Nada, es solo que nunca me habías llamado así, creo que aún no me acostumbro—

    El dio un paso quedando frente a ella y la tomo por los hombros — si quieres puedo seguir llamándote Koneko—

    Un parpadeo, solo fue un parpadeo y el ninja que tenia al frente había desaparecido — ¡¿pero qué demonios?! — Yamato estaba estampado en el tronco de un árbol unos metros más adelante y otro ninja más alto lo tenía sujeto del chaleco. La pelirroja corrió hacia ellos.

    —¿Sem…pai?— Yamato se despegaba dolorosamente del tronco.

    — Ahhh Tenzou, pero si eres tú— Kakashi se rascaba la nuca.

    —Pues claro que soy yo— dijo sobándose la espalda.

    —Lo siento pero estaban en un sitio muy obscuro y pensé que era un tipo que estaba molestándote—dijo mirando a Nabiki.

    — Gracias pero yo estoy bien, ¿Yamato tu estas bien?—

    —Si— entrecerró los ojos mientras veía a Kakashi.

    —Lo siento— dijo nuevamente el jonin— mi vista ya no es lo que era— levantó la mano en forma de despedida y desapareció.

    —Si, claro— murmuró Yamato.

    —¿ Estas bien?— volvió a preguntar la pelirroja.

    —Si estoy bien, pero será mejor irnos antes de que Kakashi me vuelva a “confundir” con un criminal— lo dijo con el tono más sarcástico que tenía ya que la vista del jōnin estaba en perfecto estado y no lo grito pues también sabía que su oído estaba en perfectas condiciones.

    Nabiki rió ante el comentario— Owww ha salido de la nada y a una velocidad impresionante, uff de haberte querido matar ya te estaríamos enterrando— volvió a reír al ver la cara que puso Yamato.

    —Ganas no le faltaban, mi espalda puede dar testimonio de eso—se volvió a sobar— además así no cuenta, estaba distraído.—

    —Claro que cuenta— siguió la pelirroja, continuaron discutiendo hasta que llegaron al apartamento de Nabiki donde se despidieron.

    —Gracias Yamato—

    —A ti por acompañarme— se giró y despareció.

    Con una sonrisa en el rostro Nabiki cerró la puerta, aún oculto entre las sombras Kakashi apretaba los puños, “—¿Qué me pasa? Son celos, los malditos celos—” llevaba toda la noche tratando de controlarse pero verla reír de esa forma y las manos de Tenzou sobre ella fue demasiado para él.

    Al entrar a su recamara Nabiki vio la hoja arrugada del calendario “K+N=N” — acaso la “K” ¿era de…? El rostro de Kinoe vino a su mente.
     
  3.  
    IbikiHatake

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    Escritora
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    La misión que esperaba.
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    2236
    Capítulo 23: Matsumoto Tatewaki.

    Yin veía como la pelirroja iba de un lado a otro por la habitación, echando cosas a su mochila.

    — ¿Vas a salir de misión?—

    —Sí, hoy temprano Tsunade-sama me mando llamar —

    — ¿Entonces por qué estas molesta?— preguntó al ver como la pelirroja metía de mala gana una cobija a la mochila— normalmente estarías emocionada—

    —Pues porque Tsunade dice que aún no me puedo reincorporar normalmente a mis actividades, así que todas las misiones que haga las tengo que hacer bajo la supervisión de Kakashi—

    — ¿Y eso te molesta?—

    Nabiki se sentó a la orilla de su cama — a mí no, pero al parecer a Kakashi no le hizo gracia, cuando Tsunade le informó cual sería la misión y que la haría conmigo se puso pálido, lo hubieras visto—

    La pelirroja se giró para poder ver al gato pero este ya había desaparecido— Maldito Yin, de nuevo me dejaste hablando sola— se puso en pie y termino de alistarse.

    ***

    Yin apareció sobre el alfeizar de la ventana en el segundo piso, acercó su rostro al cristal y pudo ver al ninja copia recostado sobre su cama con los brazos tras la nuca, sacó sus garras y las arrastró sobre el vidrio haciéndose notar, Kakashi se puso en pie y le abrió.

    —Me he enterado— dijo el gato al entrar, Kakashi se volvió a dirigir a su cama y se dejo caer.

    —Sí, saldremos hoy al atardecer—

    —Nabiki dijo que no te veías contento por hacer esta misión y que no quieres ser su niñera—

    —¿Eso piensa?— dijo sentándose y perdiendo toda la pose relajada que tenía segundos antes— No es por ella, es solo que esa misión…—

    —Deberías aprovechar y pasar el mayor tiempo con ella—

    — Eso era lo que intentaba pero con Matsumoto no voy a poder hacerlo—

    —¿Quién es Matsumoto?—

    —Es la hija de un hombre muy rico y nuestra misión es escoltarla a su casa—

    — ¿Y cuál es el problema con eso?—

    —El problema es … — comenzó el jōnin, pero Yin ya no le escuchaba movía sus orejas en otra dirección y levantó su nariz.

    —Rápido, escúchame, Nabiki viene para acá, no le digas que he estado aquí, y no te preocupes tengo un plan— dijo el gato subiendo de un salto a la cama

    —¿Un plan para qué?— preguntó el jōnin acercando su rostro al del felino.

    —Para que vuelvas a tenerla entre tus brazos, tonto— tras un puff desapareció, en ese momento Kakashi pudo ver la figura de Nabiki en la ventana por la cual Yin había entrado minutos antes.

    —Lo siento, estaba tocando la puerta pero nadie abrió, después escuché voces y vine hacia aquí ¿estás solo?— preguntó viendo hacia el interior de la habitación.

    —Sí, estoy solo— dijo Kakashi acercándose —¿ha pasado algo?—

    —No, ¿puedo pasar?— Kakashi se hizo a un lado para que la pelirroja entrara traía puesta su capa de viaje color negra y a la espalda una mochila tan grande como ella— he venido aquí por ti—

    —¿Por mi?—

    —Si para ir a la misión—

    —Pero si aún falta mucho— dijo Kakashi dejándose caer en la cama.

    —¿Ya tienes listo el equipaje?—

    —Casi— dijo mirando a espaldas de la pelirroja, Nabiki se giro para ver en el suelo una mochila completamente vacía.

    —¿Estas de broma?, si ya casi es la hora acordada, Matsumoto nos estará esperando en la puerta de la aldea— dijo acercándose hasta donde el jōnin permanecía acostado— ¿Pretendías dejarnos esperando ahí por dos horas?—puso los brazos en jarra, mientras veía como el jōnin tenía los ojos cerrados y los brazos tras la nuca— Yo sé que no te agrada tener que hacer de mi niñera pero entre más rápido empecemos…—

    —Estar contigo no es lo que me molesta — dijo el jōnin — es por Matsumoto—

    — ¿Por qué?—

    —Ya lo veras cuando lleguemos— dijo el ninja poniéndose en pie y comenzando a llenar su mochila—

    Nabiki se quedo pensando en lo dicho por el jōnin, así que el problema no era ella, levantó la mirada, sobre la cama del jōnin había una pequeña repisa— Ohhh pero si es Naruto— dijo levantando la primer fotografía, que mostraba un pequeño rubio con su equipo, después de tocar con el dedo el rostro del menor la devolvió a su lugar y levantó la otra donde se veía al jōnin con su antiguo equipo, sonrió al ver el rostro de aburrimiento que Kakashi tenía en la foto— Mira ¡pero qué lindo eras!— dijo mientras regresaba la foto a su lugar.

    —¿Era? ¿Qué quieres decir con era?— Nabiki no pudo evitar soltar una carcajada al ver como el jōnin había dejado de meter cosas a la mochila para cuestionarla.

    —Mejor ya vámonos ¿estás listo?—

    —Ya… casi…— dijo mientras empujaba un saco de dormir dentro— ahora si—

    Nabiki salió por la ventana y el jōnin la siguió.

    ***

    Llegaron a tiempo a la puerta de la aldea, Kakashi dijo que Matsumoto aun no llegaba, ambos se recargaron en la muralla que rodeaba la aldea, pasaron casi 20 minutos en silencio uno al lado del otro y cuando Nabiki por fin se había decidido a hablar Kakashi dio unos pasos al frente y suspiró — y ahí viene— Nabiki dio unos pasos hasta situarse a lado del jōnin.

    —¡Kakashi mi amor!— Una hermosa morena se acercaba a ellos corriendo con los brazos abiertos. En un rápido movimiento Kakashi tomo por los hombros a la pelirroja y la puso frente de él como si de un escudo se tratara, Nabiki pronto se vio envuelta por los brazos de la recién llegada.


    — ¿Pero qué mierda? —preguntó la pelirroja con voz ahogada mientras era asfixiada entre los enormes pechos de la morena.


    —Adjjj ¿tu quién eres?— preguntó la morena al tiempo que la soltaba, poniendo una cara mezcla de asco y decepción al ver que no era Kakashi a quien abrazaba


    —Nabiki ella es Matsumoto— La pelirroja se quedo viendo a la morena, era más alta que ella, delgada, con unos senos enormes, su rostro era muy bonito, el sueño que cualquier hombre podría tener.


    —¿Eres familiar de Tsunade?— preguntó la pelirroja y Kakashi ahogo una risa tras la máscara.


    —No ¿por qué?—


    —Curiosidad— dijo la pelirroja sonriendo.


    — ¿Y tu quien eres?— preguntó la morena alzando la ceja.


    —Ella es Nabiki— intervino Kakashi — es mi compañera y los dos te escoltaremos a tu casa.

    — ¡¿Qué?!— gritó la morena— ni hablar yo pagué para fueras tu quien me escoltara, nadie más.


    — Lo siento Matsumoto pero si ella no va yo no puedo ir, así que tú decides—



    —Ashhh, está bien, yo solo quiero estar contigo cariño, no te enojes— dijo mientras se colgaba del brazo del jōnin.


    — ¿Dónde está tu transporte?— preguntó Kakashi.


    —No lo llevaré, he decidido que caminaré a tu lado—


    —Matsumoto nunca has caminado esa distancia, además el clima no es el mejor—


    —Lo siento Kakashi pero he ordenado que se llevaran mi transporte primero, ya sabes como una carnada por si me quieren secuestrar, pero en realidad yo estaré protegida por tus fuertes brazos— dijo mientras pasaba su mano descaradamente por el largo brazo del jōnin, Nabiki rodó los ojos.


    —Entonces vámonos, que esto será más largo de lo que creíamos — dijo el jōnin zafándose del agarre de la morena y avanzando hacia la puerta de la aldea.


    Ya habían pasado cuatro largas horas desde que salieron de Konoha, en ese tiempo Nabiki quien venía varios pasos por detrás se había enterado de todo lo ocurrido en los últimos dos años de vida de Matsumoto así como todas las virtudes que esta veía en Kakashi.


    Siguieron caminando en completa oscuridad hasta que el jōnin se detuvo — Acamparemos aquí —dijo mientras señalaba un claro que había a varios metros del camino.


    — ¡¿Qué?! — Nabiki avanzó hasta ponerse frente al ninja — pero si no hemos avanzado nada, puedo ver las luces de Konoha desde aquí—


    — ¡Ya basta! — Gritó Matsumoto — haremos lo que Kakashi diga — y comenzó a caminar hacia el lugar señalado, dejando a ambos ninjas detrás, Nabiki le dio la espalda a Kakashi para ver como la morena se internaba en el bosque.

    — ¿Quieres que arme la tienda de campaña o ella dormirá en tus brazos?— preguntó Nabiki con sorna pero no recibió ninguna respuesta — ¿Kakashi?— se giro para verlo —


    —Perdón— dijo él mientras se retiraba unos gruesos tapones de los oídos — ¿decías algo? —


    Nabiki dejo caer la mandíbula cuando vio como Kakashi se quitaba los tapones — ¿tú no…?, ¿entonces, solo yo venía escuchando a tu novia por todo el camino?—


    —Ella no es mi novia — aclaró mientras avanzaba rumbo al lugar señalado.


    — ¡¡ Al menos me hubieras dado un par!!— le gritó mientras lo seguía.


    Al llegar al claro Nabiki comenzó a armar la tienda mientras murmuraba, Kakashi se recargó en el tronco de un árbol viendo a la pelirroja trabajar, hasta sus oídos llego algo como: “¿Por qué no se me ocurrió a mi?... no es justo… maldito Kakashi…” pero en ese momento Matsumoto se paro frente a él impidiéndole continuar con su actividad de ver a la pelirroja despotricar contra él.


    — ¿Si? — preguntó ya que la morena no le decía nada.


    — ¿Vas a dormir conmigo? — preguntó coquetamente mientras abanicaba sus pestañas.


    — No — separándose incluso más de ella.


    Matsumoto comenzó a reírse — Ay tan tímido como siempre, entonces buenas noches cariño — la morena cerró los ojos y junto los labios en espera de un beso que nunca llego.


    —Voy a revisar los alrededores— le dijo Kakashi a Nabiki dejando detrás a Matusmoto aun con los ojos cerrados, cuando la morena los abrió el ninja ya había desparecido.


    Matusmoto bufó con evidente molestia y se metió en la tienda sin despedirse de Nabiki, en realidad a la pelirroja no le importó, lo menos que quería era seguir escuchando la voz de la morena.

    Nabiki se dejó caer en el suelo apoyando la espalda contra el tronco de un árbol, se cubrió la cabeza y rostro con la capucha de su capa y se dispuso a dormir.


    Unos minutos más tarde apareció Kakashi, lo primero que vio fue la pequeña figura de su pelirroja bajo el árbol, sonrió tras la máscara y se acerco a ella.

    —Nabiki ya empieza a hacer frio, ¿Por qué no entras a la tienda con Matusmoto?—

    La pelirroja levantó la cabeza y pudo ver como el jōnin se acomodaba de la misma forma que ella pero en el tronco de enfrente — ¿estás de broma? ¿Y escuchar nuevamente a Matsumoto decir en sueños lo maravilloso que eres? No, gracias—


    Kakashi sonrió — Yo no tengo la culpa de serlo— dijo mientras se cubría la cabeza y el rostro con la capucha.


    — Pero que creído te lo tienes — le reclamó, pero no pudo evitar quedarse viendo unos minutos más la figura del ninja, se alegraba de que alguien tan fuerte como él estuviera a cargo de su pequeño rubio, después de pensar en eso sacudió la cabeza, al parecer estar con Matusmoto le había hecho daño, que hacia ella pensando en Kakashi, se volvió a cubrir con la capucha y se dispuso a dormir.


    Kakashi despertó, acababa de sentir una fuerte presencia cerca de ellos, cuando se retiro la capucha pudo ver quién era, un gato estaba sentado sobre la rama justo encima de Nabiki, por un momento había pensado que estaban en peligro pero solo se trataba de Yin.

    Kakashi separó sus labios para preguntar al felino que hacia ahí, pero en ese momento un resplandor salió de las patas del gato haciendo crujir la rama — ¡Nabiki! — gritó el ninja al ver que la rama se dirigía a la cabeza de la pelirroja.

    Nabiki rodó por el suelo evitando la rama — ¿Qué demonios haces?— gritó mientras se retiraba la capucha de la cabeza, Yin entrecerró los ojos con evidente molestia por haber fallado y desapareció.

    — Quiero creer que Yin te ha atacado pensando que con otro golpe en la cabeza recuperaras la memoria —

    — Pues vaya solución encontró el imbécil, espera ¿le conoces?— dijo girándose para ver al jōnin.

    — Sí, también conozco a Yang y los cachorros—

    —¡¡¿Queeeeeeé?!!— Dijo mientras gateaba para ponerse al lado de Kakashi — ¿cómo que cachorros?—

    —¿No te lo han vuelto a decir? Tienen 4—

    — Ese Yin, ya me las pagará— comentó mientras cerraba un puño— ¿eso hace cuanto fue?—

    — Un poco antes de tu accidente, yo solo los vi una vez— confesó el jōnin.

    —¿Los vimos juntos?

    —Sí—

    —Ahhh ya los quiero ver— “los cargaré, besaré y abrazaré hasta que me canse” pensó emocionada.

    —En esa ocasión los besaste tanto que Yin dijo que sería la última vez que los verías— Nabiki soltó una carcajada.

    — Si eso suena a algo que yo haría, no me arrepiento de nada, lo volveré a hacer— dijo decidida y Kakashi sonrió —Oye Kakashi tú y yo ¿éramos amigos? Me refiero a no solo compañeros de misiones sino amigos de verdad—

    —Algo así—

    —Pues entonces volveremos a ser lo que éramos antes— la pelirroja sonrió, el jōnin le comenzaba a caer bien.

    —Eso espero— contestó el Kakashi mientras volvía a apoyar la cabeza en el tronco del árbol y Nabiki lo imitó.

    Más tarde el jōnin se volvió a despertar — Sabes que no voy a permitir que le hagas daño Yin— susurró para no despertar a la pelirroja.

    El aire le trajo la respuesta, una que no cualquiera podría escuchar — Eso ya lo veremos—
     
  4.  
    IbikiHatake

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    La misión que esperaba.
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    Capítulo 24: En tus brazos.

    Nabiki había despertado pero se negaba a abrir los ojos, estaba tan cómoda— mmmm—restregó el rostro en su almohada, “mi almohada huele delicioso”, volvió a restregarse “¿Almohada? ¿Cuál almohada? ¡Estas de misión!”, abrió los ojos asustada para encontrar que su deliciosa almohada era el hombro de uno de los hombres más respetados de Konoha.

    —Buenos días— dijo Kakashi sonriendo pero sin mirarla.

    Nabiki se separó inmediatamente de él — Lo siento— dijo al tiempo que se limpiaba la boca con la manga de su capa.

    —No pasa nada— contestó poniéndose en pie, mientras lo hacia la miraba fijamente — casi no has roncado—

    “Genial he babeado al ninja copia, ahora creerá…”—¡¿Queeeeeé?! ¡Yo no ronco!— Kakashi se rió por la reacción de la pelirroja, Nabiki no supo si lo había dicho en broma o en serio, debía ser broma, “yo no ronco”, se dijo con firmeza.

    En ese momento Matusmoto salió de la tienda completamente maquillada y peinada —Buenos días mi amor— le gritó a Kakashi — Hola tú— dijo mirando de arriba abajo a la pelirroja como si de un asqueroso bicho se tratara— Bonito look—

    Nabiki se paso la mano por la cabeza dándose cuenta que tenía el pelo alborotado y lleno de hojas, la capa que la cubría estaba llena de tierra, “será…” pensó la pelirroja mientras se ponía en pie para recoger la tienda.

    Desayunaron en silencio y al terminar emprendieron nuevamente el camino, Matusmoto comenzó a relatarle a Kakashi el sueño que había tenido, este solo asentía de vez en cuando pero Nabiki sonrió cuando vio que algo brillaba en el oído del ninja, de nuevo la iba ignorando, así que ella decidió adelantarse para no escuchar a la morena decir como en el sueño se había casado con un ninja extremadamente parecido a Kakashi.

    Kakashi no podía dejar de ver a Nabiki mientras caminaba delante de ellos, veía con celos como el viento jugaba con su cabello o como las gotas que comenzaban a caer resbalaban por su rostro, sintió una inmensa envidia de no poder ser él quien la tocara.

    Nabiki se sintió feliz cuando la lluvia comenzó a caer, frente a ella se encontraba una gran roca y un riachuelo descendía por ella como si fuera una cascada miniatura.

    Desde lo alto de esa roca Yin vio feliz como la pelirroja se acercaba al riachuelo la conocía lo bastante bien para saber que no dejaría pasar la oportunidad de meter la mano en el agua cristalina, siempre lo hacía. El gato ocultaba su presencia no quería ser descubierto, cuando la pelirroja se encontraba debajo activo una gran cantidad de papeles explosivos provocando una avalancha sobre la kunoichi.

    —Mierda— decía Nabiki mientras veía como las rocas caían sobre ella y hacia los sellos para crear una protección, pero no había terminado de realizarlos cuando sintió como la levantaban en brazos y la libraban del peligro

    Nabiki sintió de pronto como el aroma de Kakashi llenaba sus pulmones nuevamente mientras él con una mano la apretaba contra su pecho, nunca, ni una vez en su vida había sido una damisela que tuviese que ser rescatada, pero ahora en brazos del jōnin se sintió tan protegida e indefensa ante él, “pero que mierda estoy pensando”, ella no era indefensa, pero tenía que reconocer que el jōnin había sido muy rápido en llegar hasta ella y la había levantado con suma facilidad y en ese momento lo comenzó a ver como el hombre fuerte, varonil, caballeroso y ágil que Matusmoto tanto describía, la pelirroja aparto el rostro del pecho del jōnin y elevó la mirada solo para darse cuenta que el ninja la veía fijamente “demonios también es sexy” pensó casi con tristeza.

    Nabiki estaba completamente inmóvil, vio como el jōnin miraba fijamente sus labios y lo único que pudo hacer fue pasar saliva con dificultad ¿acaso iba a besarla? Su traicionero corazón se aceleró ¿ella quería que la besara?.

    —¡Kakashi! Menos mal que estas bien— Matsumoto llegó corriendo.

    La pelirroja sintió como salía del trance en el que se encontraba y se removió en los brazos del jōnin para que la bajara.

    De mala gana Kakashi liberó las piernas de la pelirroja permitiéndole ponerse en pie.

    —Kakashi gracias— le dijo casi en un susurro.

    —Sé que estarías bien aunque yo no hubiera intervenido, es solo que no he podido evitarlo—

    Matsumoto se cruzó de brazos, aquella escena no le gustaba nada, no quería compartir al jōnin ni con ella ni con nadie — Nos podemos ir ya —

    —Si claro— contestó Kakashi mientras se rascaba la nuca.

    Horas más tarde se detuvieron a comer en silencio, al terminar retomaron el camino pero ahora bajo una lluvia más intensa.

    Comenzaba a anochecer cuando llegaron a un acantilado — ohh ya falta poco para llegar— dijo la morena, un kilometro más adelante se encontraba su aldea.

    —Menos mal— dijo Nabiki mientras se volteaba para dar la cara a la morena, en ese momento se escuchó un puff, Kakashi pudo ver como a la altura del hombro de la pelirroja aparecía Yin, de las patas traseras del gato salía un destello azulado, con ambas patas empujo a la pelirroja al abismo.

    —Yiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnn— gritó la pelirroja mientras caía, no podía ver bien estaba completamente oscuro, comenzó a reunir chacra en las manos y pies para sujetarse a la roca, sintió con desesperación como sus manos y pies resbalaban, las rocas estaban demasiado húmedas, saco un kunai y paso su chacra a él, eso debería ser suficiente, lo clavaría y así podría detenerse.

    Kakashi sacó una cuerda, afianzó un extremo en una roca y amarró el otro a su cintura, Matsumoto abrió los ojos con horror cuando vio como el ninja se arrojaba de cabeza al abismo.

    El jōnin al ver que se acercaba a Nabiki se giro, ya no caía de cabeza, extendió el brazo y tomo a la pelirroja de la cintura justo cuando ella iba a clavar un kunai en la roca.

    Kakashi frenaba la caída con los pies, pero por la velocidad que llevaba su cuerpo dio vuelta y su espalda dio de lleno contra las rocas, pero eso no le importo pues tenía a salvo a la pelirroja, Nabiki por su parte al ver como Kakashi se estrellaba en la roca aprovechó para clavar el kunai y detenerse por completo.

    Kakashi sujetaba la cuerda con la mano derecha mientras con la izquierda abrazaba a la pelirroja por la cintura. Ella por su parte paso el brazo izquierdo por el cuello del jōnin y con sus piernas le rodeaba la cintura.

    Nabiki sujetaba tan fuertemente al jōnin por el cuello que sus mejillas topaban, Kakashi sentía en su oído la respiración agitada de la pelirroja, no importaba que estuviera mojado o colgado a miles de metros de altura del suelo, aquello era el maldito cielo.

    La pelirroja trato de controlar la respiración, su corazón bombeaba como loco, lo que le atormentaba es que no latía así por la caída o por haber estado a punto de morir, sino por el olor y la cercanía de Kakashi.

    Nabiki se separó del jōnin, sus rostros quedaron frente a frente con apenas centímetros de distancia —Gracias— le sonrió – otra vez—

    Kakashi no pudo más que asentir— Bien, voy a subir— continuó la pelirroja— te avisaré cuando llegue para que subas—

    Nabiki soltó el kunai y Kakashi se giro para apoyar los pies en la pared, tras hacerlo la kunoichi se sujetó a la cuerda y se separó completamente del cuerpo del jōnin.

    Mientras Nabiki trepaba se dio cuenta que había dejado de llover, comenzó a temblar, antes de caer ya estaba empapada pero no tenia frio y ahora que se había separado del jōnin su cuerpo parecía exigirle que volviera al confortable calor del cuerpo del ninja.

    Kakashi vio que la pelirroja había llegado a la cima —Listo— ella le gritó.

    — ¡Mi vida!— Matsumoto corrió al encuentro del ninja apartando de un empujón a Nabiki quien lo esperaba para ayudarle a subir – me has dado un susto de muerte, no vuelvas a hacer eso— decía mientras comenzaba a sollozar.


    Kakashi la apartó— No llores Matsumoto, Nabiki y yo estamos bien—se agachó para recoger su mochila — Vámonos—

    No habían avanzado ni cinco metros cuando la morena lanzó un grito, se sujetaba la pantorrilla — Me he hecho daño—sollozaba —se me ha hundido el pie en el lodo y el tobillo se me ha torcido—

    Nabiki se giró para verla, tanto el grito como las muecas de dolor que hacía se veían muy falsas.

    Kakashi se detuvo a su lado, miró por unos segundos a la morena y volvió a quitarse la mochila— Esta bien— dijo mientras extendía la mano hacia Matsumoto— te llevaré, además ya falta muy poco—

    Una enorme sonrisa apareció en el rostro de la morena, aceptó la mano que le ofrecían y de inmediato se subió a la espalda de Kakashi, Nabiki entrecerró los ojos al ver como Matsumoto pasaba los brazos alrededor del cuello del jōnin, ¿acaso tenia envidía de la morena? “No, claro que no, es solo que ella no me cae bien, eso es todo”.

    Kakashi iba a recoger su mochila pero Nabiki se adelantó, la cogió y se la puso al frente como si de una cangurera se tratara — Ya la llevo yo — dijo sonriendo — Creo que ya llevas suficiente peso encima—

    — ¡Oye!— reclamó Matsumoto.

    —Ahora podemos ir más rápido — dijo Kakashi.

    — ¿De verdad?— preguntó Nabiki emocionada, ya estaba harta de ir a paso de tortuga.

    El jōnin asintió, le gustaba ver a la pelirroja emocionada así que decidió continuar — Es más el que llegue ultimo tendrá que hacer la cena—

    — ¡Genial, dattebayo!— gritó Nabiki al tiempo que cogía una piedra del suelo —¿listo?—

    Cuando la roca tocó el suelo Matsumoto soltó un grito, esta vez de verdad, ambos ninja iban corriendo y saltando de rama en rama demasiado rápido para su gusto y se aferró como pudo al cuerpo del jōnin para no caerse.

    — ¡Sí!— gritó Nabiki al entrar un paso por delante de Kakashi a la aldea — ¡Mamá ha ganado! — la pelirroja levantaba ambos brazos en señal de victoria.

    Kakashi sonrió y comenzó a caminar rumbo a la casa de la morena, Matsumoto por su parte se sentía muy molesta, había ideado el plan de lastimarse con la intensión de pasar unos románticos momentos a la espalda del jōnin pero todo había sido un desastre, ahora solo tenía ganas de vomitar.

    — Hemos llegado— Dijo el jōnin bajando de su espalda a la morena.

    — Lo mejor será que pasen aquí la noche— dijo Matsumoto— parece que va a volver a llover y…—

    — Lo siento pero tenemos que regresar— dijo el jōnin — saluda a tu padre de mi parte— Kakashi levantó la mano en señal de despedida.

    — No, espera— gritó la morena desesperada — Kakashi yo… en realidad tu…— Matusmoto no había acabado de formar su frase cuando dos guardias salieron de la mansión.

    —Señorita Matsumoto que bueno que llego, será mejor que entre a cambiarse—

    — ¡No! ¡Kakashi yo te amo! cásate conmigo aquí no te faltara nada y podrás dejar de ser ninja y…—

    —Matsumoto, ya lo hemos hablado antes— mientras la morena era llevada al interior casi a rastras, no era la primera vez que los guardias tenían que hacer aquello.

    — Vaya Kakashi eres todo un rompe corazones— dijo Nabiki mientras abrazaba la mochila del jōnin sintiendo lastima por la morena.

    El ninja se paro frente a la pelirroja sin decir nada y extendió la mano, Nabiki se le quedó viendo, sin moverse, completamente nerviosa.

    — Mi mochila, por favor—

    —Ah sí, eso — dijo al tiempo que se quitaba la mochila para entregársela al jōnin, definitivamente pasar tanto tiempo con Matsumoto le había hecho daño.

    —Ahora vámonos que tengo una apuesta que pagar— dijo el ninja comenzando a andar rumbo a la puerta de la aldea.

    — ¡Es verdad!— dijo Nabiki sonriendo — ¿Qué me vas a cocinar?— el ninja no contestó solo comenzó a correr y la pelirroja le siguió en silencio.

    Llevaban unas 2 horas así cuando Kakashi desvió el camino— ¡He por ahí no es! – le gritó Nabiki

    Kakashi se giró a mirarla y sin decir palabra le indicó con un gesto de la cabeza que le siguiera, se internaron en el bosque, siguieron corriendo unos minutos más hasta que el jōnin se detuvo y bajo de la rama.

    Nabiki llegó hasta donde él estaba y pudo ver al frente un rio de cristalinas aguas, Kakashi ya reunía algunas ramas para hacer una fogata.

    —Wow que bonito lugar— dijo la pelirroja sentándose frente al montón de ramas, se quito la capa y la comenzó a exprimir, no pudo evitar reír al ver como Kakashi encendía la fogata con una técnica de fuego— dame tu capa— pidió la pelirroja, exprimió la capa del jōnin y extendió ambas frente al fuego, lo mejor sería que secaran sus ropas si no querían enfermarse.

    El jōnin caminó hasta el rio hizo unos sellos, era una técnica acuática, hizo que el agua saltara, el ninja tomó 6 shurikens de su bolsillo trasero y los lanzó, Nabiki se giró a verlo el agua ya volvía a la normalidad y Kakashi cruzaba el rio para recoger los peces que había atrapado con los shurikens.

    — ¿No crees que son demasiados?— preguntó la pelirroja cuando vio como 6 grandes peces ensartados en pequeñas ramas se asaban.

    Kakashi no pudo evitar sonreír, tal vez ella no lo recordaba pero él sabía perfectamente que Nabiki podía entrar en un concurso de comidas y quedar empatada con Chouji. — Creo que con eso será suficiente para los dos—

    Nabiki recargó la espalda en su mochila y puso los brazos tras la nuca, su ropa se había comenzado a secar, estaban en completo silencio, un silencio que le parecía realmente cómodo — ¿Falta mucho?— preguntó ansiosa al percibir el aroma.

    —No, ya están— Kakashi sacó un pez del fuego y se lo dio a la pelirroja

    Nabiki tomo el pez, lo enfrió un poco y después le dio un bocado — ¡Dios! ¿Hay algo que no sepas hacer bien?— Kakashi sonrió.

    —No, creo que no— dijo Kakashi fingiendo pensar en algo que pudiera salirle mal, mientras se sentaba sobre un tronco que Nabiki había acercado a la fogata

    La pelirroja devoraba con avidez su pez, sentía que el rostro se le manchaba con la comida, pero poco le importaba — ¿puedo comer otro?—

    Kakashi asintió mientras tomaba el propio, Nabiki se había levantado a tomar el otro pez pero se detuvo, Kakashi se había bajado la máscara y se llevaba el pez a la boca mostrando unos dientes blancos que se encajaban en la blanda carne, Nabiki no podía apartar la vista él “es tan...”

    —Mierda— Nabiki sujetó con fuerza su mano, la había dejado extendida sobre el fuego y mientras se quedaba como estúpida viendo al jōnin se había quemado.

    Kakashi dejo su comida a un lado y se acercó a ella, sin volver a ponerse la máscara —¿Estas bien?— preguntó mientras tomaba la mano de la pelirroja

    —¿eh? Ah sí, no es nada— decía sin dejar de ver el rostro del jōnin – Kakashi... tu...— dijo mientras le señalaba la cara— tu...máscara—

    —Ah sí, no puedo comer con ella— dijo mirándola fijamente

    —Pe... Pero aunque comas nunca te había visto el rostro—

    —No me gusta que me vean sin máscara, pero tú ya lo habías hecho así que pensé que no habría problema ¿hay algún problema?—

    —¿eh? No, no, ninguno— dijo apartando la mano del jōnin— ¿por qué te vi sin mascara la primera vez?—

    —Hicimos una apuesta— dijo el jōnin sacando un ungüento de su chaleco, volvió a tomar la mano de la pelirroja y comenzó a aplicarlo— y perdí—

    —¡Genial!, ¡Mamá ganó otra vez! – dijo Nabiki evitando verle el rostro o no podría decir algo coherente—

    —No— dijo él, esto llamó la atención de la pelirroja y lo miró —Papá se dejo ganar— el jōnin había dejado de moverse y la veía fijamente.

    Nabiki sintió que la saliva se le atoraba en la garganta y tragó con fuerza, el jōnin se había inclinado sobre ella y sintió como su mano nadaba dentro de la mano grande y fuerte de él , el maldito era muy imponente.

    —¿Y.. Y porque me dejaste ganar?—

    — Sabia que no te ibas a detener hasta que consiguieras lo que querías, eres muy persistente— dijo el jōnin soltándole la mano y volviéndose a subir la máscara.

    Nabiki sintió como el globo que se había inflado en su pecho se desinflaba “¿porque demonios se alejaba? ¿Por qué le soltaba la mano? ¿Por qué....” sus pensamientos fueron interrumpidos porque comenzaba a llover de nuevo.

    —Sera mejor armar la tienda— dijo el jōnin mientras tomaba la mochila de la pelirroja que era donde la guardaban —¿Nabiki estas bien?— preguntó el jōnin al ver que la pelirroja seguía en el mismo sitio.

    —Sí, ya voy— ambos terminaron de armar pronto la tienda, lo suficiente como para que sus ropas solo se hubiesen mojado un poco, al terminar Nabiki entro en la tienda a toda velocidad, pero Kakashi no la seguía, se asomó al exterior y vio como el jōnin se volvía a poner la capa encima y se iba debajo de un árbol.

    —¿Pero qué demonios haces ahí?—

    —La tienda es muy pequeña para los dos—

    —Kakashi metete de una buena vez—

    El jōnin tomo las mochilas y la capa de la pelirroja después se puso a gatas para entrar en la pequeña tienda.

    Nabiki le vio entrar, en realidad solo veía la silueta del jōnin pues estaban en completa obscuridad pues la fogata se había apagado con la lluvia.

    —En mi mochila hay una cobija – dijo la pelirroja

    —Yo traigo un saco de dormir— Kakashi abrió su propia mochila – puedes dormir en el—

    —No, duérmete tú en el —

    —Mejor lo abró y lo pongo en el piso de la tienda—

    —Bueno— Nabiki estiró la mano para tomar su mochila pero tocó la pierna del jōnin— lo siento, solo quiero mi mochila—

    Kakashi dejo lo que hacía para pasarle la mochila a la pelirroja quien comenzó a rebuscar en ella.

    —Oh, aquí esta la cobija— dijo para comenzar a extenderla sobre el saco de dormir pero con el codo golpeo el rostro del jonin—Upss—

    —Está bien— dijo el jōnin mientras tomaba su mochila para ponerla en una esquina de la tienda, cuando iba a tomar la otra mochila agarró el pie de la pelirroja.

    —Ehhh ese es mi pie—

    —Ya veo— dijo el jōnin – bueno en realidad no veo nada—

    Nabiki no pudo evitar reírse y gateó hasta acomodarse sobre el saco de dormir, apartó la cobija para después cubrirse con ella.

    Kakashi estaba sentado y decidió recargarse sobre las mochilas, lo mejor sería dormirse ahí

    —Eh Kakashi acá hay espacio— dijo la pelirroja quien se había hecho a un lado hasta tocar el plástico de la tienda dejando un espacio para que el jōnin pudiese acostarse.

    Kakashi había pasado noches incluso con nieve a la intemperie solo cubierto por su capa pero jamás perdería la oportunidad de estar cerca de ella. Al acostarse noto con decepción como sus cuerpos no se tocaban ¿como demonios era eso posible si la tienda era tan pequeña?

    —Buenas noches— dijo Nabiki, después cerró los ojos e intentó con todas sus fuerzas dormir

    —Buenas noches— Kakashi permanecía con su ojo abierto, sintió como Nabiki se cubría con la cobija y adoptaba una posición fetal.

    No sabía cuánto tiempo había pasado pero sintió el pequeño bulto que era Nabiki temblar, la temperatura había descendido con brusquedad

    —Ka..ka..—

    —¿mph?— Kakashi giró el rostro hacia la pelirroja

    —Ka...ka— repitió la pelirroja mientras los dientes le castañeaban

    —Sera mejor que me llames de otra forma mientras tiemblas— dijo el jōnin divertido.

    A Nabiki le causo gracia el comentario pero no se rio tenía demasiado frio —¿No ti ti tienes fri fri o?

    El jōnin solo traía su capa y no se había cubierto con la cobija – No—

    —Dede bimos traeer a Yama mato— dijo la pelirroja

    Si Kakashi hubiese tenido aunque fuera un poco de frio con aquel comentario se le hubiese pasado, sintió la sangre hervir.

    —¿Para qué?—

    —Pu pues haría una ca ca—

    Kakashi se echo a reír— ¿una qué?—

    Nabiki le dio un empujón al jōnin para que dejase de reírse – Ha haría una ca cabaña— dijo haciendo un enorme esfuerzo por no temblar mientras lo decía— y un fu fuego dentro y yo no te tendría fri frio—

    —Yo puedo arreglar eso — dijo el jōnin

    Nabiki se sorprendió, ¿de qué demonios hablaba? el no podía... pero su cerebro se termino de congelar cuando sintió los brazos del jōnin rodear su cuerpo

    —¿pe pe pero?—

    —Shhhh— dijo el jōnin pegando su pecho a la espalda de ella— vuelve a dormir— puso su brazo a modo de almohada para la pelirroja, se cubrió también con la cobija y después dejo su brazo sobre el de ella.

    Nabiki sintió como un calor se expandía por su cuerpo, si hubiera una luz en aquella maldita tienda se vería que su rostro estaba del color de su cabello, no paso ni un minuto cuando había dejado de temblar

    —Kakashi ya estoy bien— dijo la pelirroja unos momentos después, pero la respiración de Kakashi era acompasada —¿Kakashi?—

    El jōnin mantenía el ojo cerrado y su respiración constante, no era la primera vez que fingía dormir, pero era la primera vez que tenía miedo que lo descubrieran.

    Poco después la pelirroja sintió como el jōnin ponía su mano en la cintura apretándola mas contra él, el corazón de Nabiki comenzó a bombear frenéticamente, si seguía así, iba a despertar al jōnin con el ruido de su pulso—¡Maldito pervertido!— susurró

    Kakashi sonrió al escucharla pero no se movió, no habría poder humano que lo hiciera separarse de ella.

    Más tarde Kakashi sintió como el cuerpo de Nabiki se relajaba, su pulso se había normalizado, por fin se había dormido. La sintió removerse entre sus brazos quedando frente a él, la pelirroja paso el brazo por la espalda del jōnin aparentándolo contra ella.

    Nabiki sonrió al sentir como el pulso del jōnin se aceleraba.
     
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    La misión que esperaba.
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    Capitulo 25: Kakashi.

    No había podido dormir, en realidad no había querido, Nabiki no dejaba de moverse, de momentos lo pateaba y al otro lo tenía abrazado, hablando incoherencias pero lo mejor había sido cuando escuchó decir su nombre Kakashi.

    En ese momento cerró los ojos y apretó a la pelirroja contra su pecho sin importarle si se despertaba, y suspiró, suspiró aliviado al sentir que había una esperanza, una esperanza para él, para ellos.

    °°°°

    El jōnin estaba sentado frente a la fogata, de pronto se puso en pie y avanzó con decisión, ahora estaba en cuclillas a su lado, bajó su máscara mientras se acercaba lentamente a su rostro.

    —Kakashi— había dicho antes de que el jōnin la besara y la abrazara de forma apasionada.

    Nabiki volvió a suspirar, abrió de mala gana un ojo, vio el plástico de la casa de campaña y de pronto recordó donde estaba.

    °°°°

    Kakashi sintió cuando Nabiki se despertó, estaba recostada sobre su pecho, sintió como se tensaba, se levantó y sin mirarlo salió de la tienda.

    Comenzó a recoger las cosas, ambas mochilas estaban listas, salió y vio como la pelirroja estaba sentada al lado del rio arrojando piedras.

    —¿Te desperté?— preguntó cuando lo vio salir.

    —No, ya estaba despierto— el rostro de Nabiki se tiñó de rojo, Kakashi le dio la espalda y comenzó a desarmar la tienda.

    —¿Quieres almorzar?— preguntó el jōnin mientras trabajaba.

    —No, prefiero irme—

    Después de eso no volvieron a hablar, iban corriendo en silencio rumbo a la aldea, cuando Kakashi saltó a una rama podrida que se quebró bajo su peso, el jōnin no hizo nada por detener su caída, parecía desganado, quedo tirado en el piso con la rama quebrada debajo, Nabiki se acercó y le tendió la mano.

    Kakashi la tomó pero Nabiki no lo jaló, se quedo estática con la mano entre la suya.

    Una imagen vino a la cabeza de Nabiki era una mesa hecha añicos bajo Kakashi, ella sujetándole de la misma forma que ahora.

    —¿Pasa algo?— preguntó el jōnin desde el suelo.

    —No, nada— dijo para después ayudarlo a ponerse en pie —¿Por qué no detuviste tu caída?—

    —Da igual—

    Ambos habían dejado de correr por entre las ramas, iban andando como dos mortales comunes y corrientes. Nabiki pensando en él, y Kakashi pensando en ella.

    “Esa mesa, era mi mesa, era mi departamento ¿pero qué hacia él sobre mi mesa? ¿Sería otro sueño y no lo recuerdo?”

    —¿Kakashi?— el jōnin iba dos pasos delante de ella.

    —¿Mph?—

    — Tal vez te suene raro pero…¿Tu quebraste mi mesa?—

    Kakashi se detuvo en seco y Nabiki casi choca contra su espalda, por la reacción del jonin supo que no había sido un sueño.

    Kakashi se giró para mirarla, sentía que el corazón se le iba a salir por la garganta —¿Qué más recuerdas?—´

    —¿Entonces no fue un sueño?— Kakashi sin poder evitarlo avanzó hasta ella y la tomo por los brazos.

    —¿Qué más recuerdas?— preguntó ansioso.

    —Cuando te tome la mano vino a mí una imagen tú estabas sobre mi mesa quebrada y yo me reía y extendía mi mano para ayudarte a levantar—

    —¿Solo eso?— dijo el jōnin desilusionado soltando su agarre.

    —¿Qué más paso? ¿Qué hacías sobre mi mesa?— preguntó ella, tomándolo por el chaleco cuando el jōnin se alejaba.

    Kakashi sonrió de mala gana “¿Qué iba a decirle? Te besaba, te besaba con desesperación, porque te amaba, porque te amo, si claro para que saliera corriendo como lo había hecho en la tienda”

    —¿Kakashi?—

    —Nada— dijo el jōnin acercándose tanto al rostro de la pelirroja que sintió su aliento a pesar de la máscara, con esa acción había logrado que los músculos de Nabiki olvidaran como trabajar y ella le soltó— fue un accidente, quebré tu mesa y te compre una nueva— dijo retomando el camino y dejándola atrás—

    °°°°

    La pelirroja apenas se dio cuenta cuando llegaron a la aldea, era de noche y volvía a llover.

    —¿Quieres ir a cenar algo? Invito yo— dijo el jōnin.

    —No gracias, quiero ir a mi casa y bañarme, además Naruto ya debe haber vuelto—

    —Bueno vamos—

    —No es necesario que me acompañes Kakashi—

    —Sabes que iré de cualquier forma—

    Anduvieron en silencio hasta unos metros del apartamento de Nabiki –Creo que Naruto aún no vuelve— comentó el jōnin al ver las luces apagadas— La pelirroja no contestó siguió caminando con la cabeza gacha, Kakashi le cortó el camino.

    —¿Sucede algo?—

    —¿Eh? No— pero al ver que el jōnin no se movía decidió continuar— ¿Qué es lo que quieres que recuerde Kakashi?—

    La pregunta tomo por sorpresa al jōnin— No es eso Nabiki, solo pensé que habías recordado algo más—

    —Siento que Naruto y tú esperan que yo recuerde algo, pero no puedo, lo intento pero no puedo—

    Kakashi suspiró si dieran un premio por ser un imbécil desconsiderado seguro que se lo ganaba él, se rascó la nuca y decidido eliminó la distancia que los separaba y la sujeto de los hombros.

    —Nabiki yo no esperó que recuerdes nada, eres exactamente la misma persona que conocí, la misma persona de la…—

    — ¡Eeeee! Mira ya llegaron— Gritó Naruto señalándolos, él y Yamato se acercaban.

    Yamato se dio cuenta de inmediato que habían interrumpido algo importante pues Kakashi los asesinaba con la mirada y Nabiki no apartaba la vista del jōnin como esperando a que continuara, pero Kakashi la soltó.

    Llegaron hasta donde ellos estaban— ¡Cariño!— Nabiki se abalanzó sobre el rubio ¿Cómo ha ido todo?—

    —Genial, ha sido genial—dijo mientras se dejaba besar las mejillas por la pelirroja.

    —Vamos a entrar, estas empapado, gracias Kakashi por todo y Yamato gracias por cuidarlo— dijo mientras ponía una mano sobre la rubia cabellera.

    Ambos Uzumakis entraron en el apartamento —¿Sempai quiere ir a cenar?—

    —Bueno, pero pagas tu— Yamato sonrió y ambos se encaminaron al Ichiraku.
     
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    IbikiHatake

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    La misión que esperaba.
    Clasificación:
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    Género:
    Comedia Romántica
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    Capítulo 26: Prometo alejarme.

    —¿Qué haces?— preguntó Yin, acercándose al jōnin.

    —No lo ves, estoy leyendo— el jōnin descansaba en el césped a la sombra de un árbol.

    —¿Sabías que tienes el libro al revés?— Kakashi miro hacia el libro y lo puso en la posición correcta— ¿Qué es lo que te pasa?—

    —Han pasado 3 días desde que regresamos de la misión y Nabiki no me ha buscado para entrenar, no he hablado con ella—

    —Tal vez si presionamos un poco más— propuso el gato.

    —No—

    —Pero…—

    —No Yin, que no—

    —Gracias a mi plan pudiste tenerla nuevamente en brazos ¿no?—

    —Sí pero quiero tenerla “viva” entre mis brazos Yin—

    —Detalles—

    El jōnin cerró el libro —Me está evitando—

    —Eso es bueno quiere decir que le gustas…—

    —¡Tuuuuuuuuu!— ambos se giraron, Nabiki señalaba al gato mientras gritaba—¡Me las vas a pagar!—

    —Adiós— dijo Yin antes de esfumarse.

    Nabiki cerró las manos donde segundos antes estaba el gato— ¡Maldito Yin!—

    —Hola— saludó el jōnin desde el suelo.

    —¡Ah! Hola— Nabiki no había visto que el gato estaba con Kakashi pues el árbol le cubría.

    —¿Qué ha pasado?—

    —Es solo que no he podido “hablar” con Yin— dijo mientras se tronaba los nudillos—desde sus intentos de asesinato—

    —Vaya así que Yin te evita a ti y tú me evitas a mí—

    —¡¿Qué?! ¡No!— rió nerviosa— yo no te he estado evitando, estos días me ha dolido la cabeza horrores y además tú te ves tan ocupado—

    Kakashi alzó la ceja—¿tan ocupado como ahora?— se señaló así mismo tirado en el césped, Nabiki se rió –¿Ya fuiste a ver a la Hokage para que te revisé?—

    —No, ya me siento mejor, de hecho iba a entrenar—

    —¿Sin mi? Ah, sí lo olvidaba estoy muy ocupado—

    Nabiki volvió a reír — ¿Kakashi si no estás muy ocupado quieres ir a entrenar conmigo?—dijo con tono de burla.

    —No sé, deja pensarlo— dijo mientras se ponía de pie— está bien me has convencido— guardo su libro en el bolsillo trasero y comenzó a caminar.

    —¿A dónde vamos?— preguntó la pelirroja unos pasos detrás del ninja.

    —A donde siempre, solo es otro camino— el jōnin se giró a mirarla y le guiñó el ojo, siguieron caminando.

    —Nunca había venido a esta parte de la aldea— dijo la pelirroja para detenerse frente a un gran portón— pero este lugar se me hace conocido—

    Kakashi se recargó en el portón mientras la pelirroja revisaba el nombre escrito en el buzón —¿Hatake?— preguntó mirando al ninja.

    El jōnin se encogió de hombros— es mi antigua casa, creo que debes ver a la Hokage— un sentimiento de felicidad lleno al jonin, al parecer Nabiki comenzaba a recordar algunas cosas.

    —Sí, pero más tarde, ahora quiero entrenar— ya no hablaron más del asunto y unos minutos después llegaron al campo de entrenamiento.

    —¿Estás listo?—

    —Siempre—

    —Pues no lo parecía cuando tu trasero se estrelló contra el suelo— rió — ¿recuerdas? cuando caíste de la rama— dijo Nabiki entre un golpe y otro.

    —Eso fue premeditado— respondió el jōnin mientras esquivaba todos los golpes.

    —¿Ah sí? ¿Y para qué?— preguntó mientras lograba darle un golpe en el rostro al ninja, Nabiki sonrió pero después de un puff se dio cuenta que era solo un tronco, de pronto sintió como la tomaban de la cintura y la estampaban en el tronco de un árbol.

    —¿De verdad no te das cuenta?¿o solo juegas conmigo?— preguntó Kakashi amenazador pegando su cuerpo al de ella.

    “Bésame de una maldita vez” una vocecilla retumbo en el interior de la pelirroja pero sacudió la cabeza y empujó al jōnin.

    —Eres tu quien juega Kakashi, ¿vas a ponerte serio o no?— dijo mientras comenzaba a hacer unos sellos.

    Kakashi esquivó el ataque muy apenas pero el viento de la técnica de Nabiki le había rasgado el chaleco ahora no se le sostenía, el ninja sonrió, se descubrió el sharingan y arrojó a un lado su inservible chaleco.

    —Pongámonos serios— dijo mientras se sujetaba su brazo y el chidori aparecía, Nabiki sonrió.

    La pelirroja esquivó varios ataques pero al final su propio chaleco yacía en el suelo —¡Mierda Kakashi solo tengo 4!—

    —Ya estamos a mano— dijo mientras avanzaba hacia la pelirroja pero unas cadenas de chacra le golpearon desde la espalda, se había despistado y un clon lo atacaba por detrás, sonrió.

    —Lo siento— gritó la pelirroja al ver sangrar al jōnin, pensé que lo habías visto, deshizo la técnica.

    —No te disculpes— el jōnin le guiño un ojo y corrió hasta el centro del rio, Nabiki vio anonada la velocidad de sus manos mientras hacia los sellos, iba a realizar una técnica acuática, ella comenzó a realizar sus sellos para protegerse.

    “Agua” en ese momento otro recuerdo apareció, ahora sabia identificarlos llevaba tres días teniéndolos, casi todos eran de Naruto y Kakashi “agua, había un hermoso estanque frente a ella, Kakashi estaba ahí” de pronto recordó no solo la imagen.

    —Lo que dijiste de tu padre no era broma ¿verdad?— veía a los pequeños peces en el estanque.

    — No — contestó Kakashi viendo en la misma dirección, se bajo su máscara y continuó — Pero no fue en esa habitación —

    — ¿Entonces dónde fue?—

    — En nuestra habitación —

    “¿Nuestra habitación? ¿Nuestra habitación?, ¡la casa!” Y de pronto como fotografías un recuerdo tras otro “¡nuestra casa!”

    —¡¡¡¡Nabiki!!!!— Kakashi gritó, había visto a la pelirroja hacer los sellos para cubrirse de su ataque pero una vez lo lanzó ella se detuvo.

    Nabiki no escuchó al jōnin y solo sintió el golpe del dragón de agua en su pecho que la hizo salir volando, el jōnin corrió pero la pelirroja ya se había estampado contra las rocas de la cascada.

    Kakashi alcanzó a atraparla antes de caer al suelo, estaba completamente empapada, tenía cortes por todas partes, sangraba por la boca, nariz, oídos y cuando la acomodo en su pecho vio una herida en la cabeza.

    —No, no, no,no— murmuraba mientras corría con la pelirroja en brazos rumbo al hospital.

    Al llegar al hospital unas enfermeras recibieron a Nabiki en una camilla, Kakashi por su parte se jalaba el cabello con ambas manos mientras las veía alejarse.

    —Señor, señor—Kakashi volteó a mirar a la enfermera—Disculpe pero tendré que pedirle que espere fuera, esta mojando todo—

    —Pero…—

    —No se preocupe yo le mantendré informado, se lo prometo—

    El jōnin camino hacia afuera, sin saber lo que hacía, al salir se recargo en la pared lateral del hospital, se vio la sudadera cubierta de sangre, como si las piernas dejaran de responderle en ese momento se dejo caer al suelo.

    “Debe ser una maldita broma”— se miro ambas manos—“destruyo todo lo que toco, todo lo que amo”

    “Si estás bien, prometo alejarme, hare lo que sea porque estés bien, aun si eso implica dejarte” volvió a jalar su cabello con ambas manos.

    —Kakashi— el jōnin se giro a la izquierda y al verla se puso en pie de inmediato.

    —¿Qué haces aquí?— a la pelirroja aun le brotaba sangre de la nariz y cabeza.

    —Kakashi yo…— Nabiki comenzó a llorar—me duele todo ¿podrías venir aquí?—

    De dos zancadas Kakashi llegó a su lado y la levantó en brazos —¿Por qué te escapaste?, vamos a que te curen— estaba completamente aliviado de verla en pie y pensaba cumplir su promesa.

    —Necesitaba decirte algo muy importante ¿sabes?— Kakashi se detuvo, ella parecía diferente, paso saliva cuando sintió las manos de la pelirroja recorrer su rostro y bajar la máscara —Kakashi te amo—

    —¿Nabiki?— los ojos del jōnin se llenaron de lagrimas que se derramaron al sentir los labios de la pelirroja sobre los suyos, aquel beso sabia a sangre y lagrimas pero sin duda era el mejor de su vida, de eso estaba seguro.

    Un grupo de enfermeras salió del hospital y casi le tienen que arrancar de los brazos a Nabiki, quien de inmediato fue sedada para que no intentara escapar de nuevo.
     
  7.  
    IbikiHatake

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    Capítulo 27: Cualidades.

    Kakashi llevaba horas contemplando a la pelirroja que permanecía inconsciente, su estado era deplorable estaba cubierta de vendas, a penas y le habían dejado libre el área de los ojos y la boca.

    “Y todo esto como siempre es mi culpa” suspiró.

    “Un cobarde, eso es lo que soy” mirándose las manos aún con sangre seca. “si me alejo de ella tendrá la oportunidad de llevar una vida normal sin sufrir las catástrofes que me rodean pero… todo eso lo olvidé al sentirla nuevamente junto a mi”

    “Aparte de cobarde… egoísta” sonrió de mala gana.

    “A quien engaño si yo no le causo problemas lo hará ella misma, lo mejor es estar a su lado para que se apoye en mi además no sería capaz de verla rehacer su vida a lado de alguien más” El jōnin cerró sus manos alrededor del marco de la ventana, que no soportó la presión y se agrieto.

    “Cobarde, egoísta, celoso… claro el sueño de cualquier mujer”

    El jōnin se rascó la nuca, comenzaba a sentirse en uno de esos dibujos animados en los que el personaje carga de un lado a un ángel y del otro a un demonio, se sentó en el marco de la ventana que crujió bajo su peso, dejo las piernas colgando hacia afuera, estaban en el segundo piso del hospital y por unos momentos se perdió en el vaivén de los árboles.

    Un par de ojos entre las ramas lo sacó de su letargo, tomo impulso y brincó a aquel árbol.

    —No te veo tan feliz como esperaba—

    Kakashi se dejo caer a lado de Yin recargándose en el tronco del árbol.

    —Casi la mato—

    —Te dije que necesitaba un empujoncito para recordar—

    —No tiene gracia—

    —Lo dices porque eres un amargado de primera— dijo comenzando a mover la cola parsimoniosamente.

    —Deja que lo agregue a mi lista, ¿en qué iba? Oh si, cobarde, egoísta, celoso y amargado—

    — ¿Solo llevas eso? Deja ayudarte—

    —Nuevamente Yin, no tiene gracia—

    — ¿Qué tal quejumbroso? Deberías estar celebrando que la loca ya te recuerda—

    —Ya lo sé maldita sea pero…—

    —Pesimista— el gato lo miró de reojo— primero deprimido porque no te reconoce y ahora deprimido porque cada que respiras a ella le pasa algo… según tu—

    —Es verdad, no hago más que lastimarla— dijo preocupado

    —Te voy a contradecir de nuevo y te diré lo que le dije a Nabiki a los 7 años ¡Ya madura! Ella no ocupa que la cuiden— el gato se sentó frente a Kakashi tan serio como el jōnin nunca antes lo había visto— Si fuera otra circunstancia no te contaría esto, pero como Yang me envió a vigilar a Nabiki tampoco es como si tuviera otra cosa que hacer—

    —Conocí a Nabiki cuando ella tenía 7 años, unos niños la molestaban por el color de su cabello así que un día escuchó a su familia hablar de unos antiguos pergaminos, los cuales te permitían invocar poderosas bestias y ser un gran guerrero, ella consideró que si era una gran guerrera como su hermana no la molestarían más y mejor aún podría llegar a estar junto a ella—

    —Cabe mencionar que Nabiki ya era imprudente desde ese entonces y no midió las consecuencias de tomar “prestados aquellos pergaminos”—

    “Vaya así que es de familia” pensó Kakashi recordado al imprudente rubio.

    —Nabiki tomo el pergamino de “Temibles bestias” y practicó hasta que un día pudo invocar una hermosa y temible bestia, oscura como la noche, ágil, inteligente, grácil, audaz, determinado…—

    — ¿Así que puede invocar a otros a parte de ti?— preguntó Kakashi visiblemente emocionado.

    — (¬¬) estaba hablando de mi, era obvio ¿no? En fin que cuando me invocó ambos nos llevamos una profunda desilusión, cabe mencionar que la mía fue mayor al ver a una llorosa pelirroja en lugar de un poderoso guerrero, mientras ella chillaba que dónde estaba su dragón yo leí el pergamino buscando algún error—

    Kakashi no pudo evitar sonreír al imaginarse la escena de esos dos.

    —En la parte inferior y con letra pequeña, decía que la bestia invocada era proporcional al ninja que lo invocaba en ese momento me sentí realmente patético, así que ¿yo era lo equivalente a aquella mocosa? Aquello realmente me molesto, así que hice que ella entrenara día y noche junto conmigo, también hice algunos planes— sonrió con malicia— y aquellos niños no la volvieron a molestar.

    — ¿Qué planes?—

    —Digamos que una mañana Nabiki no era la única pelirroja en aquella aldea— Kakashi comprendió que el carácter de su pelirroja se debía también a la influencia de aquel felino.

    —En fin, ella ya no es una mocosa y yo mira en lo que me he convertido…— Kakashi lo miro casi con tristeza para él seguía siendo un pequeño gato, muy inteligente sí, aunque si algo había aprendido con el tiempo era a no juzgar un libro por su portada, pero en el tiempo que llevaba de conocerlo no había mostrado otros talentos. El gato dejo de hablar y sus orejas se movieron— ya está aquí—

    Kakashi también prestó atención — ¡Naruto!— dijo al tiempo que brincaba a la ventana de la pelirroja.

    — ¿Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaá que te paso?— el jōnin llegó justo a tiempo para evitar que Naruto se le echara encima a Nabiki pero no lo suficiente para evitar que la despertara—

    La pelirroja abrió lentamente los ojos y los vio, junto a su cama Kakashi agarraba firmemente los brazos de Naruto quien pataleaba gritando que lo soltara.

    Sus ojos se le llenaron de lagrimas no sabía si era por el maldito dolor que recorría todo su cuerpo o era simplemente de felicidad al verlos juntos y recordar, recordar todo lo que había vivido con ellos.

    —Hola— su voz sonaba rara pues apenas y podía moverse por las vendas.

    Kakashi y Naruto se quedaron de piedra al escucharla — ¿Estás bien?— preguntó el rubio.

    —Si cariño y me alegro tanto de verte, de verlos— se corrigió y Naruto sin pensarlo dos veces se lanzó para abrasarla, esta vez nadie lo impidió pues al parecer a Kakashi se le había olvidado cómo moverse.

    El grito de dolor que dio la pelirroja hizo que el jōnin reaccionara.

    —Lo siento, lo siento no sabía que te dolía tanto— dijo separándose de ella— Yin me conto que recuperaste la memoria y vine corriendo.

    —Sí, ya recuerdo todo— dijo viendo a la cara a Kakashi, quien de pronto sintió como si el rostro le quemara— y si tu y Kakashi quieren po… podemos continuar donde lo dejamos— dijo sintiéndose realmente nerviosa.

    — Pero mamá Kakashi ya se ha casado—

    — ¡¿Qué?!— preguntaron Kakashi y Nabiki al tiempo.

    —Era una broma— dijo el rubio sonriendo, para después recibir un coscorrón marca Hatake — ouch, yo solo quería aligerar un poco el ambiente— dijo mientras se sobaba la cabeza.

    —Nabiki no soy ni de cerca el mejor hombre, estoy lleno de defectos y tú te mereces algo mejor pero te amo, te amo con todas mis fuerzas y eso nadie lo podrá cambiar— Se acerco a la cama de Nabiki – y si tú me aceptas a pesar de todo eso, nada me haría más feliz—

    —Bésame tonto, que para mi eres perfecto— el jōnin se inclinó mientras se bajaba la máscara y la beso. Sintió que lo que llevaba oprimiendo su pecho por tanto tiempo desaparecía y podía respirar sin dificultad.

    —¡¡¡¡Ehhhh que sigo aquí!!!!— gritó Naruto evitando mirarlos pero llorando de felicidad.

    —Cariño deberías de ir a empacar, porque cuando salga de aquí nos iremos a vivir juntos como lo planeamos— al terminar Nabiki supo que algo iba mal, Kakashi se puso rígido y Naruto comenzó a balbucear.

    — ¿Qué pasa?—

    —Nada— Kakashi se enderezó cuan alto era— Me alegra que estés bien— “¿Bien?” pensó la pelirroja “¿a esto le llamas estar bien?”— Tengo que ir a bañarme y cambiarme— Se inclinó y beso su frente— Volveré pronto—

    — ¿Ya te vas?—

    —Sí, no tardo—

    —Estooooo yo también tengo que irme—

    — ¿Tu también cariño?—

    —Si tengo algo que hacer pero también volveré—

    — ¿Por qué no te quedas con ella mientras yo regreso?— preguntó el jōnin.

    — ¡¿Por qué mejor no te quedas tu?! Ya sabes aprovechen que los dejo solos un tiempo—

    — ¿Por qué no se largan los dos de una vez?— Pregunto Yin desde la ventana

    — ¡Yin!— gritaron los ninjas al tiempo.

    —Es verdad quédate tu con ella mientras volvemos— Naruto abrazó a la pelirroja causándole nuevamente dolor e intento salir por la ventana al mismo tiempo que Kakashi.

    — ¿Por qué no sales por la puerta?— preguntó el jōnin.

    —Yo iba a salir primero— dijo luchando por salir

    —Hola Sakura— dijo el jōnin saludando a la espalda de Naruto quien de inmediato dejo de luchar para voltear y Kakashi pudo salir.

    — ¡Eres un maldito tramposo!— gritó mientras saltaba por la ventana detrás del jōnin.

    — ¿Es mi imaginación o esos dos estaban demasiado deseosos de irse de aquí?—

    —No, no es tu imaginación— dijo el gato mientras se subía al marco de la ventana desde donde pudo ver como ambos ninja iban corriendo por la aldea.

    ***

    — ¿Por qué me sigues?— gritó Kakashi sobre su hombro.

    —No te sigo, ¿Qué no ibas a tu casa a bañarte? ¡Mentiroso!.—

    “Tramposo, mentiroso, al parecer Naruto estaba haciendo su lista de cualidades más larga”

    —Sí, pero tengo que hacer algo primero, ¿tu a dónde vas?—

    —Por ahí— gritó Naruto casi sin aliento.

    Unos segundos después ambos ninja estaban sin aliento frente al portón de la antigua casa Hatake.

    — ¿Qué vas a hacer?—

    — ¿Qué vas a hacer tú?—

    Ambos se miraron y saltaron el portón al tiempo, al llegar al otro lado Kakashi comprendió el apuro de Naruto, aquello parecía un basurero, no mejor dicho un cementerio de botes de comida instantánea —¿Qué has hecho Naruto?—

    —Yo, yo solo venia a alimentar a los peces del estanque—

    — ¿Con ramen instantáneo?—

    —No, eso los comía yo mientras los alimentaba— dijo bajando la mirada.

    — ¿Tu a que has venido?—

    —Lo mío es aun peor— dijo el jōnin mientras caminaba a la puerta principal y el rubio le seguía. — Veras la última apuesta con Gai era sobre quien soportaba tomar más Sake, no me siento muy orgulloso de eso pero gane— dijo mientras abría la puerta.

    —Estás muerto— susurró el rubio al ver el interior de la casa, invitaciones rotas, regalos destrozados y lo peor un vestido de novia completamente arrugado y sucio, como si el ninja hubiera permanecido aferrado a él en el suelo.

    —Imagínate que tan ebrio estaría que no vi el basurero que tienes en los jardines, pero lo tuyo no es nada comparado con esto— dijo mientras recogía del suelo el maltrecho vestido— Es solo que estaba desesperado y pensé que jamás iba a necesitar nada de esto, estuve a nada de destrozar la casa Naruto—

    —Tal vez si limpiamos y decimos que tiramos todo porque traía malos recuerdos y así ella no se enterará—

    —Demasiado tarde para eso— dijo Yin que caminaba por entre los escombros.

    Ambos ninja sintieron un escalofrió recorrer su espina dorsal, Naruto con miedo giro la cabeza para ver a Nabiki sujetándose al marco de la puerta.

    —¿Ma..ma…má que haces aquí?—

    Al oír aquello Kakashi apretó con fuerza el vestido “correr o morir ¿Cómo era aquello?, cuando tuvo el valor para girarse vio que ella apenas y se podía sostener, soltó el vestido y avanzó hacia ella.

    —No— aquellas palabras detuvieron en seco al ninja— Yo regresaré al hospital, ustedes dos limpien esto y ya hablaremos después—

    — ¡Pero si no puedes ni moverte!—

    — ¡Yin vámonos!— un aura roja comenzaba a brotar alrededor de Nabiki.

    —Como quieras— el gato corrió hacia la puerta y se puso entre los pies de la pelirroja, comenzó con un maullido lastimero, al tiempo una espesa neblina le cubrió, aquel maullido de pronto se convirtió en un rugido que hizo vibrar las paredes.

    —¡¡¿ Pero qué…?!!— gritó el rubio, cuando la neblina despareció Nabiki estaba montada en el enorme animal de dos metros, parecía una pantera, sus patas hacían crujir la madera y cuando hablo su voz sonaba grave mientras mostraba unos afilados y blancos colmillos.

    — Ya te dije antes que ella no ocupa que la cuiden—

    —Más vale que dejen todo como estaba— dijo la pelirroja muy seria, al parecer esa fue la señal para que Yin echara a correr y de un simple salto atravesará el portón, todo aquello sin hacer ruido “¿Cómo es posible?” Se preguntaba el jōnin.

    —Ella da miedo cuando se enoja— dijo Naruto mientras pasaba saliva.

    —No creo que se haya enojado— dijo desde el suelo Yang— Creo que solo le entristeció que se lo quisieran ocultar.

    — ¿Tú a qué hora llegaste?— preguntó el rubio.

    —Sentí la transformación de Yin y pensé que necesitaban ayuda—

    —Yang— Kakashi se puso en cuclillas para ver a la gata de cerca— ¿Tu puedes hacer lo mismo que Yin?—

    La gata se enderezo orgullosa— Claro y mis bebes también podrán hacerlo—

    —Woooooaww— gritó Naruto— eso es genial, dattebayo—

    Kakashi se sentó en el suelo —¿y porque nunca antes lo habían hecho para protegerla?—

    — No lo ha necesitado, por ejemplo lo que paso en la cascada era solo un entrenamiento algo que ella puede manejar, de estar en verdadero peligro otra cosa hubiera sido—

    Kakashi se dejo caer sonriendo – Bueno al parecer el único que va a necesitar protección en esta familia voy a ser yo—

    Naruto se empezó a reír del comentario del jōnin aliviado de que todo volviera a la normalidad.

    —En lugar de reírse deberían comenzar a limpiar— dijo la gata mientras con elegancia salía por la ventana.

    Los dos dejaron de reír de inmediato— ahora sé porque Yin le tiene miedo— Naruto susurró.

    Kakashi sonrió y se puso en pie, hizo unos sellos y un clon apareció.

    —Tú te quedas a limpiar y yo volveré en un momento—

    — ¡¿Eh a dónde vas?!— grito el rubio.

    —A reconquistar a una pelirroja— dijo antes hacer un puff y desparecer.

    ***

    —Oi— Kakashi saludo a Ino al entrar a la tienda

    — ¿Esta perdido?— preguntó la rubia.

    —No, quiero mandarle unas flores a Nabiki, está en hospital—

    —Bien— dijo la rubia comenzando a caminar entre las flores— estas de aquí significan salud, estas de aquí son para mostrar amor, estas de aquí son para pedir perdón y estas…—

    —Perfecto, las quiero—

    —Si— dijo Ino sonriendo— pero ¿cuáles?

    —Todas—

    — ¡¿Qué?!—

    —Si todas también quiero pedirte otro favor…—

    —Vaya, o usted ha hecho algo muy malo o ella algo muy bueno— dijo Ino con malicia.

    Kakashi ignorando el comentario siguió hablando.

    ***

    Tocaron a la puerta de la pelirroja y cuando les dijo que podían pasar Ino comenzó a llenar de flores su habitación.

    —También le enviaron esto— dijo extendiendo un tazón de ramen del Ichiraku.

    Ino vio como la pelirroja abría los ojos con emoción, ni siquiera las flores habían logrado aquel efecto, Nabiki tomo el tazón como si de una piedra preciosa se tratara.

    — ¡Me encanta! Kakashi si que sabe tratar a una mujer— dijo sonriendo mientras se preparaba para comer.

    Ino sonrió— Que se mejore—

    —Ghraciaps— dijo Nabiki con la boca llena.

    ***

    — ¿Qué ha dicho?— preguntó el jōnin que esperaba en el lobby del hospital.

    — Que le encanta y que usted sí que sabe tratar a una mujer— dijo Ino sonriendo.

    —Muy bien Ino, buen trabajo— mientras entregaba una generosa cantidad de dinero.

    La rubia se pudo percatar que varias mujeres veían con mal disimulado interés al jōnin— Gracias por su compra— sonrió y camino a la puerta.

    —Ino se me pasaba decirte—gritó el jōnin— vayan pidiendo más flores ¡Que me caso!— los cuchicheos no se hicieron esperar, todos estaban atentos a la conversación y una hora más tarde toda la Aldea de la Hoja sabía que Kakashi Hatake, iba a dejar de estar en el mercado dentro de poco.
     
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