La mandarina.

Tema en 'Relatos' iniciado por Leonardo Dnevaerc, 26 Noviembre 2011.

?

¿Te gusto el tipo de narración?

  1. Me atrapo.

    0 voto(s)
    0.0%
  2. Me gusto.

    1 voto(s)
    100.0%
  3. Me es indiferente.

    0 voto(s)
    0.0%
  4. No me gusto.

    0 voto(s)
    0.0%
  5. Me aburrió.

    0 voto(s)
    0.0%
  1.  
    Leonardo Dnevaerc

    Leonardo Dnevaerc Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2011
    Mensajes:
    43
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La mandarina.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    537
    Por supuesto que el señor viejo y severo se sorprendió cuando un niño se le acerco, pues con su cara de bulldog enojado, ni si quiera los adultos se le acercaban.

    — ¿En qué puedo ayudarte? — dijo el viejo tratando de ser amable y esforzándose por esbozar una sonrisa, pero solo logro mostrar un mueca que podría haberlo colocado como pariente de un rinoceronte.

    El niño no contesto, solo lo miro a los ojos sin expresión aparente un tiempo. En circunstancias comunes hubiera sido el niño quien se acobardara der ver a el señor, en especial a ese señor, pero, por el contrario, fue el adulto el que se sintió intimidado por la mirada penetrante del niño.

    Silencio incómodo.

    El señor se estiro el cuello de la camisa, como si un collar inexistente le apretara la garganta. Un minuto, dos, tres…

    Parecía un concurso de miradas y el señor así se sentía. Por alguna razón sus ojos marrón oscuro no eran competencia contra las negras y redondas esferas en las cuencas La mandarina.

    de su oponente. Acepto la derrota y desvió los ojos, evitando la mirada del otro. Y fue allí cuando ocurrió.

    Un segundo: el señor miro a otro lado, el niño tomo una mandaría y salió corriendo. Otro segundo: El sujeto se da cuenta y grita. Otro segundo, persigue al niño. Este último debía tener entre 8 y 12 — Lo delgado que estaba impedía ser precisos. — pero corría bastante bien, incluso con los pies descalzos. El señor por el contrario, gordo y enorme, le costaba mucho trabajo abrirse paso ente la multitud.

    Invadido por el miedo de perderle el rastro, tomo impulso y corrió hacia enfrente, cargando contra todos como un jugador de americano. El niño miro hacia atrás por la conmoción y, en su mente, vio a un enorme elefante gritando y persiguiéndolo. Aterrado por la visión, el niño corrió de un puesto a otro, tratando de perder al señor, pero eso no ocurrió. Él lo persiguió por todas partes y estaba cada vez más cerca. Se estaba acercando ¡Lo estaba alcanzando! Tenía que huir. Siguió corriendo, tirando cosas en el camino, caminando entre personas, cambiando de dirección, nada funcionaba. Le seguía cada vez más de cerca y pronto lo alcanzaría. Tenía que hacer algo. El señor estaba a solo unos centímetros. El señor corrió más aprisa estirando el brazo. Casi podía sentirlo. Lo tenía, lo tenía ¡Lo tenía!

    ¿Qué?

    No lo tenía. El niño súbitamente cambio de dirección, corriendo hacia la calle. Atravesó la calle, sin mirar a los lados, como un perro yendo tras un hueso. Oyó un estruendoso ruido de claxon y solo alcanzo a voltear para ver una luz cegadora que se le acercaba. Sonó un pitido, llantas derrapando, balatas chocando… y luego un golpe.

    El señor llego a la escena y paro en seco, Se quedó pasmado. No lo soporto, cayo de rodillas y vomito.

    Al final, roja, en vez de anaranjada quedo inmóvil y tirada en el suelo una mandarina.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Leonardo Dnevaerc

    Leonardo Dnevaerc Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2011
    Mensajes:
    43
    Pluma de
    Escritor
    Pues como probablemente no tenga oportunidad de escribir nada hasta que acabe los próximos cinco proyectos escolares, decidí publicar esta historia que tenía guardada en un recóndito lugar de mi disco duro. Espero les agrade.
     
  3.  
    Nikky Nikosa

    Nikky Nikosa Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    23 Diciembre 2010
    Mensajes:
    39
    Pluma de
    Escritora
    Hola, me ha gustado mucho tu historia.
    En lo técnico, pues hay varios tildes que has omitido, principalmente de palabras en tiempo pasado como miro(miró), contesto(contestó); usualmente son palabras que word no te las marca, así que deberías revisar el escrito. Hay otra palabra sin tildar que es solo, que debe ser tildada cuando hablamos de solamente o exclusivamente, pero ahora la RAE ha dicho que "solo" no debe ser tildada, entonces pues, ahí tú sabes si la tildas o no.

    Cuidado con la palabra "callo" porque además de estar sin su tilde correspondiente, está mal escrita, al menos en el contexto. Calló viene del verbo callar, que significa guardar silencio, en este caso la palabra correcta debería ser cayó (verbo caer)

    Volviendo al tema de tu fic, ¡me encantó! He leído otro escrito tuyo y me gusta la forma en la que narras. Pobre niño y ese viejo de... se pone a perseguirlo por una mandarina, un claro ejemplo de lo bajo que está cayendo la sociedad hoy en día ¿Qué le costaba dejar que se fuera con la mandarina? uff, en fin.

    Espero leer otro escrito tuyo y eso, te cuidas, ¡bye!
     
  4.  
    Leonardo Dnevaerc

    Leonardo Dnevaerc Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2011
    Mensajes:
    43
    Pluma de
    Escritor


    Si, lo que pasa es que estoy bastante confundido, con eso de que los mugres locos de la REA dicen que ahora hay que eliminar el acento diacrítico pues... ya ni sé que pensar.





    Tienes toda la razón, no me había percatado de eso.





    Esa parte es mi culpa porque no lo aclare. Como quería que se quedara en la categoría de Drabble y no de One-short, recorte un poco el escrito y la redacción original. Se supone que el señor es un vendedor de mandarinas, por eso persiguió al niño. Lo que probablemente no se le ocurrió pensar era que, tras perseguir al niño, dejo su puesto sin nadie que lo cuidara y probablemente todos los demás le robaron las mandarinas.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso