La Luz. Aquí vengo, otra vez. No sé qué me dio que quise hacer una narración en segunda persona. Jamás lo había hecho. En fin, experimentando salió ésto, aunque no creo que sea bueno: LA LUZ. Apenas habías cerrado los ojos cuando tuviste que volver a abrirlos, pues una luz perturbaba tu superficial dormitar. Ciertamente era hermosa y llamativa, tenía un tinte anaranjado, cálido, el color perfecto para hacerte querer tocarle. Te mueves con extrema lentitud, pues tu cuerpo había adquirido una pesadez —una debilidad— que te impedía ponerte de pie. De hecho, tanto tus manos como tus pies estaban terriblemente frágiles, no te dejaban ni apoyarte sobre la colcha de la cama, con cada intento por pararte, te daba una buena punzada directa al pecho. No sabías el por qué estabas tan cansado, no recordabas el haber estado haciendo ejercicio antes de acostarte. Cerraste los ojos por un par de segundos y, para cuando los abriste de nueva cuenta, te encontrabas ya sobre la cama, extendiendo el brazo para alcanzar esa bellísima fuente lumínica. Sentiste tus labios curvarse hacia arriba en una media luna. —¡No! —Te giraste para ver a una mujer entrar, seguida de dos niñas medio asustadas. Aquella se tendió a un lado de la cama, envuelta en un mar de lágrimas, mientras que las pequeñas le rodearon, como en shock—. ¡No te lo lleves aún! ¡No a mi pequeño! —Mamá, cálmate —escuchaste a las niñas decir cuando estrecharon a la otra mujer con fuerza—; él estará bien. Aunque no podías entender del todo la tremenda tristeza de esas mujeres, si podías sentir algo en tu interior, era como una necesidad de abrazarles, de hacerles ver que ese chico sí estaba bien. Las sigues mirando sin moverte cuando, de pronto, te sientes sumamente triste, con un tremendo nudo en la garganta y la misma pesadez que antes tenías. Y aunque no estuviste completamente seguro de aquellas imágenes que veías, de si eran reales, de diste vuelta y seguiste con tu obsesión por tomar aquella luz. Mala elección. El calor que corrió por tu cuerpo era insoportable, como si en agua hirviendo hubiste estado. Y entonces lograste ver, lograste distinguir… A tu mente vinieron esas imágenes que, en ese instante, notaste eran tus recuerdos. Sonreíste estúpidamente al recordar que la única luz que pudo haberte alumbrado era la que estaba a tu lado izquierdo, sobre tu cómoda. Te sientes estúpido. Eres estúpido. Poco a poco resonó en tu cabeza la voz de la mujer, que era tu madre. Te acordaste que las pequeñas, eran tus hermanitas. Hiciste memoria para darte cuenta que la pesadez era aquella pulmonía que habías cogido por haberte escapado de casa, por la cual te llevaron al hospital —donde estuviste dos días— y te permitieron regresar a casa. Y, entonces te diste cuenta de lo más estúpido del asunto. Sí, te moriste.
Re: La Luz. Holis, ¿aceptas críticas? Ojalá que sí, sino, disculpa ): Me gusta mucho la narración en segunda persona porque hace ajenas las cosas que no lo son. Es una buena alternativa para una narración en primera persona que resulta a veces en negación: "No sé qué me lleva pero en verdad sí lo sé, no entiendo nada pero en realidad todo está claro". Lo utilizaste muy bien, bonito experimento! Respecto a la trama, muy buena narración del asuntito de la muerte. Todo estuvo muy bien, pero me parece que hubiera quedado excelente el final sin el "Sí, te moriste". ¿Por qué te lo digo? Porque ya con el tema de la pulmonía, la luz, el "no te lo lleves", lo dejas más que claro y decir que está muerto no impacta para nada al lector. En cambio, dejarlo en "y entonces te diste cuenta de lo más estúpido del asunto", le da un final de broche de oro espectacular. ¿De qué se dio cuenta? No sabemos, pero podemos intuirlo. Hay una frase explicativa entre guiones que no sé por qué está ahí: "había adquirido una pesadez —una debilidad—" No me parece que sea necesaria esa aclaración. Pesadez y debilidad significan la misma cosa, si no me equivoco de mucho. También, en ese mismo párrafo, hay un temita con las comas y los puntos. Ese "con cada intento de..." Me parece que debería ir entre puntos porque es una idea distinta. En el mismo párrafo ese: "el por qué" ese "el" debería desaparecer, porque no es correcto el uso. si querías utilizar "el porqué" (pegado) la frase debería decir: "No entendía el porqué de su cansancio." Me parece que redundas con l lenguaje en alguna cosas con las que podrías ahorrarte verborreas. Me refiero al primer párrafo: . Ese "hacerte querer tocarle" bien pudo haber sido un "querer tocarle" (solo) y te ahorras un "hacerte". También en el segundo párrafo ese "no recuerdas el haber", bien puedes quitar ese "el" y queda tres veces más fluido. Es un cuento muy corto y poco psicológico para ponerte con un lenguaje tan denso. Ese "sentiste tus labios..." Oye, me parece que hablas mucho y significa poco. en serio,te juro que no queda mal si pones "Sonreíste". Te lo digo porque esa frase se siente forzadísima y puesta porque sí. También con lo del lenguaje y la redundancia, la parte que dice "aquellas imágenes, de si eran reales"... Ese "de si eran reales" queda muy fuera de lugar. Quitas esa coma y ese "de" y te prometo que tndrás una frase más bonita: "Y aunque no estuviste completamente seguro de si aquellas imágenes que veías eran reales, te diste vuelta y seguiste con tu obsesión por tomar aquella luz." "(...)escapado de casa, por la cual te llevaron al hospital —donde estuviste dos días— y te permitieron regresar a casa." Sinónimos de casa: hogar. Bien: "te permitieron regresar a tu hogar" :) Espero que no te moleste mi crítica, disculpa muchísimo si no soné bien en algunos casos. Disculpa si tampoco aceptabas críticas. Me gustó la forma de este texto, veo que tienes potencial sobretodo por el tema de la psicología (:
