La Leyenda de Estefani

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Ruriel, 3 Julio 2011.

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    princhipessa

    princhipessa Entusiasta

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    Etto... Hola Siegfried ^_^ es tarde para comentar? jijij espero que no, lo siento mucho, llevas invitandome desde hace como tres continuaciones... y yo ni me paso, me disculpo, espero que no dejes de invitarme a las continuaciones, tu fic es veraderamente interesante ^^

    Bueno, esta batalla en particular me gustó mucho, la trágica historia de la infancia de Angul... me partió el corazón cuando Johnny le dijo que podían ser amigos en la otra vida :3 No se que pesa más en Johnny, si su fuerza o su voluntad de hierro, es una persona muy interesante. xD Me encanta la parte del conejo bicho parlanchin jijiji graciosisimo, espero el siguiente capitulo
    Sayonara!
     
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  2.  
    yanin

    yanin Usuario común

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    Hola pues aqui de nuevo tarde ;) pero segura mas vale tarde que nunca :p


    Estuvo muy interesante el capítulo, y emocionante, ahora a los chicos se les complicara su misión para poder llegar con Gualon.
    Ahora Jonnhy fue el que le toco pelear con Angul y al parecer es muy fuerte, me gusto la parte donde el recordó su pasado por lo que había pasado que no tuvo amigos o alguien quien lo quisiera. Su vida de él fue muy triste pero al fin encontró a un amigo en su contrincate que fue Jonnhy.
    Esto cada vez se pone más intrigante, gracias por avisarme ya sabes que seguiré tu ff hasta el final.
    Saludos y que tengas una Feliz Año Nuevo.
     
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    Ruriel

    Ruriel Usuario común

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    La Leyenda de Estefani
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    Género:
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    Nuevamente presento el nuevo capítulo de mi fanfic, antes quiero contestar algunos comentarios del capítulo anterior.


    Rizu Tsukiyomi: Fellow es un animalito con un caracter medio complicado, pero va a encontrar a alguien que le aguante ese mal humor. En cuanto a la acción, más adelante las batallas se van a complicar mucho más para nuestros amigos.
    Cocacola: Como le comente a Rizu, la mejor parte de la acción aún no llegan, habra que tener paciencia.
    Nxnoxo Ixoye: Si esta historia la hice desde cero, por eso intento mejorarla día a día, ojala pueda notarse alguna mejoria en cada capítulo.
    Aleehw: Estefani es una chica muy joven todavía, es normal que sus sentimientos no sean tan claros.Desde ese punto de vista, Yaina y Michelle le llevan la delantera a la rubia.
    Ladron de Musas: Si, como lo has dicho compañero, solo falta que se sumen el tio, los abuelos y ya toda la familia van a estar peleando contra los Silarus.
    Carloscf: Nunca me enojaria por que me digan que lo hecho no te gusta, todo el mundo tiene diferentes gustos, eso es lo bueno de animarse a escribir en un sitio así, sino mejor nos quedamos viendo lo q hacen otros sin intentar públicar nada, sería lo más facíl de hacer. En cuanto a lo repetitivo que te parece que es comparado con algunas series de anime, pues si nos ponemos a pensar, no creo que exista mucha cosa nueva por contarse, ni en un anime, ni en un fanfic. Si lo analizas, se ha inventado diferentes estilos de historias en libros u historias que vemos por tv, inclusive aqui mismo, muchas veces leo más de lo mismo pero no es cosa que me moleste, al contrario, cada uno intenta darle su propio estilo. Sino habria que preguntarse por que las telenovelas también son todas identicas, argumentos similares, pero con distintos nombres, es lo mismo.
    Princhipessa: Tienes razón, Johnny puede servir de espejo para más de un personaje en esta historia, pronto va a haber uno en particular que lo tome como ejemplo a seguir.
    Yanin: Johnny no sólo es fuerte, tambien tiene un gran sentido de la justicia y la amistad. Por más que Angul era su enemigo, el pelirrojo tenia respeto por su adversario y por eso lo reconocio como un amigo al final de la pelea.
    También deseo agradecer los comentarios de: Mely Ama, cherry Uhija, Divafan, Black Rock Shooter, Reflejo de Lluvia, Taki Uchiha, Miroriko, Polly chan y Naruto Uchiha.

    Ahora les presento el nuevo capítulo.





    CAPITULO XXVIII: VELOCIDAD LUZ






    El asesino veloz, el hombre que mas asesinatos tiene en su haber, va en busca de romper con su record personal, asesinar a alguien en menos de diez minutos, ¿Quién será su siguiente presa?




    El ardiente sol se tornaba agobiante y daba la sensación que uno estuviera en el mismísimo infierno ante semejantes temperaturas.
    Gerardo y Fellow venían en pleno viaje por el desértico territorio de ¨ Danishar¨, un lugar reconocido por su ambiente hostilmente caluroso. Para desgracia del chico y su pequeño guía que venían por ese lugar, al ser el camino más corto para dirigirse hacia el reino oscuro. Sus pasos cada vez se tornaban más lentos y pesados, verdaderamente el viaje se les estaba dificultando muchísimo. Pasado un buen rato desde que iniciaron su caminata por el caluroso lugar, Gerardo fue el primero que se estaba rindiendo a causa del ardor del sol.


    —Ah, Ah, Fellow, no puedo más, no tengo energía para dar ni un paso. — Con su boca totalmente seca por la deshidratación el muchacho buscaba el consentimiento de su guía para detenerse y descansar un poco.


    — ¿Crees que eres el único que se siente así?, te recuerdo que mi cuerpo está cubierto de pelo, el calor que tu siente se multiplica en mi caso. — El conejo también demostraba su cansancio y pesadez en cada pequeño salto que hacía, realmente él sufría tanto como el chico ese clima.


    — ¿Debimos haber tomado otro camino?, si seguimos por este rumbo no creo que logremos llegar con los muchachos.


    —Ya te lo había dicho antes, este es el camino más corto, si hubiéramos tomado por otro distinto el tiempo que perderíamos seria aún mayor. Además…


    — ¿Además qué?


    —Desde hace un momento he estado sintiendo la energía de uno de tus amigos.


    — ¿La energía de uno de ellos?, ¿pero como sabes que no se trata de uno de los Silarus?


    —Es muy diferente la energía maligna de los Silarus a las que tienen personas como tú o tus compañeros, cuando empieces a entender más sobre el asunto sabrás diferenciar entre la energía negativa y positiva.


    —Ya veo…pero no entiendo, ¿porque solo sientes una sola energía?, ¿donde estan los otros?


    —Pues si me pongo a pensar detenidamente en ello, es posible que esta persona haya combatido sola contra algunos de los Silarus.


    —Eso es imposible, ¿cómo podrían los demás abandonar a alguno de sus compañeros?, no puedo creerlo.


    —Si lo piensas bien Gerardo eso sería lo más lógico, si tus amigos se ponen a pelear todos juntos contra los Silarus de a uno por uno, todo ese tiempo que perderían al pelear de esa forma complicarían más las cosas para los habitantes del este mundo, recuerda que los guerreros de Gualon han estado haciendo atrocidades en diferentes lugares. — Fellow aparte de ser un gran guía, su inteligencia también era envidiable. — Lo que si me preocupa es que esa energía que siento es muy débil, tal vez…pueda ser que este herido.


    — ¿Qué?, ¿quieres decir que esta herido?, entonces no podemos perder más tiempo, debemos darnos prisa.


    — ¿Eh?, ¿pensé haber oído que querías descansar?


    —Como voy a descansar luego de saber esto, ¡vámonos ya Fellow! – Saliendo a correr como un verdadero maratonista, Gerardo se va rápido sin importarle ya el calor asfixiante que sentía, lo único que le preocupaba ahora era el bienestar de sus amigos, así que dejando todo de lado de inmediato fue a buscar a ese compañero que posiblemente se encontraba herido. Al ver esa reacción, Fellow se puso feliz de ver que ese chico mostraba algo de valor cuando se trataba de sus camaradas.


    —¨ Veo que en el fondo es un muchacho interesante¨, ahora que lo pienso… ¿a dónde se dirige ese tonto?, el no siente la energía vital, ¡Oye espera, no sabes por dónde ir! — El conejo con saltos largos aceleró su andar para intentar alcanzar al joven que llevaba demasiada prisa.


    Precisamente aquel compañero herido estaba a unos poco kilómetros de distancia de ellos, el dolor tan grande que sentía en su cuerpo no le permitía moverse con facilidad y cada tanto se detenía para tomar un breve respiro para ver si disminuía su dolencia, aunque esos intentos eran en vano, las heridas internas eran demasiado fuertes. Michelle era justamente la que en ese estado intentaba llegar a donde se dirigían Estefani y los demás, ella sabía que su condición no se debía tanto a los ataques de Vaduan, sino más bien al poder tremendo que uso para derrotarlo, en pocas palabras su propia técnica era la responsable de su situación actual.


    —Maldición, ¿esto es lo mejor que puede hacer una hija de Haggar?, si mi padre me viera ahora se sentiría avergonzado. — La chica caminaba muy lentamente, trataba de mantenerse en pie lo más posible, hasta que llego al punto de no poder sostenerse y cayó al suelo después de tanto esfuerzo. — Inclusive Estefani podría hacerlo mejor que yo. — No pudiendo hacer nada más la muchacha rendida por el cansancio dejo que el sueño la venciera al fin, en ese lapso su mente le hizo recordar un momento de su vida, en lo que ella junto con sus hermanas eran felices y no tenían más preocupaciones que vivir para ellas mismas y salir adelante por si solas.


    —Michelle, Michelle, vamos a jugar. — Una niñita de cabello rubio bastante corto que le hacían ver como una verdadera muñequita, buscaba que su hermana jugada con ella, la mayor parte del tiempo las chicas se mantenían algo distantes del resto de la gente, su casa estaba muy apartada del pueblo más cercano y eso hacía que la pequeña Estefani no tenga amigas con quienes jugar.


    —Ya te lo dije antes Estefani, mañana tengo examen, si no termino de estudiar estas ecuaciones no podre mantener mis calificaciones. Debes entender que las personas como yo tenemos obligaciones, lo siento mucho.


    —Mmm, tú nunca juegas conmigo, yo quiero salir a jugar. Entonces, ¿por qué no me dejan salir al pueblo?, allí hay muchas niñas.


    —Tú sola no puedes ir, y yo no tengo tiempo para acompañarte. Pídele a Yaina que te lleve.


    —Pero Yaina está haciendo la comida, ella tampoco tiene tiempo. — Ya se notaba claramente la desilusión de la pequeña, la pobrecilla no tenía muchas amistades, sus hermanas solo la dejaban ir al pueblo cuando ellas la podían acompañar, también pasaba eso para que ella fuera a la escuela. Nunca pudo entender la pequeña a que se debía ese cuidado tan excesivo por parte de sus hermanas mayores. Michelle sentía pena por su hermanita menor, la vida de las tres no era nada fácil, al faltarles la presencia de sus padres ellas no tuvieron más opción que arreglárselas por sí mismas. Pero para la pequeña Estefani eso era más duro, su tan corta edad no le daba la oportunidad de entender tan fácilmente su realidad. La morena no soportaba verle esa carita de tristeza, así que por un momento dejo de estudiar y se dirigió al pueblo para comprarle a la niña un barrilete, luego se dirigieron a la colina que estaba cercana a su casa para ponerlo a volar las dos juntas.


    —Gracias por jugar conmigo Michelle. — La niñita rubia mostraba su gran felicidad por pasar tiempo con su querida hermana.


    —No hay problema, después de todo tú eres mi hermanita menor. Lamento no poder pasar más tiempo contigo, tanto Yaina como yo desearíamos que pudieras disfrutar con los otros niños, pero por un tiempo largo eso no va a ser posible.


    —Michelle, ¿puedo preguntarte algo?


    —Si dime.


    —Siempre me da la impresión que ustedes me ocultan algo, es que a veces siento que me quieren proteger de alguna cosa, aunque no logro entender de que, digo…los otros niños siempre andan libremente por el pueblo en cambio yo…


    Michelle escuchaba con atención lo que decía su pequeña hermanita, sabía perfectamente a lo que quería llegar la rubia, pero no podía decirle nada de lo que pasaba con ellas. Después de todo no era algo fácil decirle a una niña que son perseguidas por un demonio que asesino a su propio padre. Tratando de cambiarle el tema, ella la intento tranquilizar diciéndole algo que la conformada.


    —Entiendo que es difícil para ti estar tan al margen del resto de los niños, pero no te preocupes por eso Estefani, con el tiempo te dejaremos salir más seguido al pueblo, te prometo que lo haremos, danos un poco más de tiempo.


    — ¿De verdad Michelle?


    —Sí, de verdad. — La moreno le sonreía con dulzura a su hermana menor, era una demostración de seguridad y confianza que le brindaba Michelle con un simple gesto de su parte. De todas formas sabía que no sería nada fácil asegurarle a Estefani una vida normal para que viviera felizmente. — Igual quiero que recuerdes que pase lo que pase, yo siempre estaré contigo para protegerte, nunca lo olvides Estefani.


    —Entonces yo también prometo protegerte.


    —Eh, ¿que vas a protegerme ?, jajaja, no digas esas cosas, se supone que nosotras debemos hacerlo contigo, no al revés.


    —No importa Michelle, yo cuando sea más grande también me volveré más fuerte, y cuando eso pase, quiero estar allí para protegerte. Quiero devolverles a ti y a Yaina todo lo que hacen por mí.


    La morena nunca se imagino escucharla decir semejante cosa, más que era una niña totalmente despreocupada, que era lo normal en chicos de su edad. Pero escucharla hablar de esa forma sin duda alguna la sorprendió a la vez que la puso feliz también de esa firme convicción en sus palabras. En el fondo de su corazón sentía que algún día ella cumpliría con su palabra.


    Repentinamente Michelle despertó luego de tener ese sueño tan extraño, que como si fuera por mera coincidencia o una cuestión del destino, le daba en cierta manera un claro mensaje para ella.


    —Es verdad…desde que ella era una niña, aún en esos tiempos, siempre demostraba tener valor, nunca te rendías. Al principio estaba celosa de que Yaina fuera tan perfecta en todo lo que hacía, creía que al menos yo estaba por encima de ti Estefani, pero me equivoque, yo sigo siendo…la más débil de las tres. — Su voluntad de seguir se estaba esfumando, el hecho de comparase con sus hermanas le reflejaba lo lejos que estaba de ser como ellas. Ya cuando pensaba en bajar los brazos y quedarse rendida, la voz de una persona trataba de sacarla de su depresión.


    —Michelle…Michelle, por favor, despierta.


    — ¿Quién…Quien me está llamando? — Lentamente intento levantar su cabeza y mirar quien la estaba llamando, poco a poco trato de ver a la persona, pero seguía viendo borroso debido al dolor y cansancio que tenia, hasta que esa persona que la llamaba le dio su mano para levantarla, después que la chica se sujeto, nuevamente intento mirar de quien se trataba, hasta que finalmente logro reconocerlo. — Gerardo, has vuelto. — La sorpresa inesperada de ver nuevamente al chico provocó una alegría inmensa a Michelle, que claramente lo demostraba con su sonrisa.


    —Lamento haberme atrasado, pero finalmente estoy aquí. — Gerardo se puso de pie y le daba la mano para intentar que ella se levantara, mientras hacía eso la morena miraba fijamente al muchacho, que si bien estaba igual que la última vez que lo vio, algo en él se sentía diferente. —¨ Que extraño, no ha cambiado en nada, pero me da la sensación que hay algo distinto en él.¨ — Ella se había quedado descolocada, un tanto por la fatiga y dolor que llevaba encima y otro tanto por la cercanía en la que se encontraba con este chico, que por primera vez lo veía tan de cerca. —¨ Ahora que te veo tan cerca mío, me puedo dar cuenta de lo que estoy sintiendo por ti


    Gerardo no sabiendo en lo que ella pensaba, se sentía algo nervioso, la mirada que Michelle le hacía de alguna manera lo incomodaba de sobremanera.


    —E-Este…Michelle, ¿puedes ponerte de pie? – Decía con voz temblorosa.


    —Ah, s-si. — Volviendo a la normalidad ella hizo el intento por levantarse por su cuenta, aunque de forma inútil ya que ni bien lo hacía esta volvía a tambalearse por la debilidad en todo su cuerpo. — Perdóname, todavía siento mucho dolor, no creo que pueda seguir por lo menos por unas horas. Tendrías que irte con los otros, luego te alcanzaré.


    — ¿Pero qué estás diciendo?, de ninguna manera voy a dejarte sola en un lugar así.


    —Tienes que hacerlo, en mi actual condición solo soy un estorbo. — Se sentía inútil, pero no parecía haber otra opción para Gerardo que dejarla ahí.


    —Gerardo, no creo que se pueda hacer nada, no hay otra alternativa. — Fellow también creía que era la única opción que había.


    — ¡Aaahh, un monstruo! — La morena no se había percatado de la pequeña criatura que estaba junto a ellos.


    — ¿Acaso todos estos chicos me van a poner calificativos tan dolorosos? — El conejo aún recordaba lo de bicho parlanchín que le dijo Gerardo.


    —Él es un amigo que me está siendo de guía Michelle, no te asustes. Pero volviendo a tu estado, ¿me pregunto cómo podría llevarte?


    El muchacho se quedo pensativo por unos segundos, buscaba alguna manera de solucionar el problema, pero fue entonces que se le había ocurrido una idea.


    — ¿Que estás haciendo Gerardo? — Pregunto la chica al ver que su compañero se puso de espalda y se agacho ante ella.


    —Súbete a mi espalda Michelle, yo te llevaré.


    — ¡Eh!, p-pero yo no puedo…hacer eso. —La chica se estaba poniendo muy nerviosa, solo al darse la idea de ser llevada por Gerardo la ponía más tensa. — S-Solo te retrasaré más Gerardo, yo no…


    —Michelle, no voy abandonar a mis amigos, quiero demostrarles a todos que he cambiado, tanto Estefani como Yaina y Johnny, a ti, inclusive al tonto de Jack. Quiero que ellos vean mi mejoría, de esa manera podre ganarme su confianza y también… — En ese instante su mirada se había puesto muy seria pero también denotaba algo de melancolía. — Deseo demostrarme a mí mismo que valgo algo, si no lo hago, jamás nadie me respetará, ni ustedes, ni yo mismo. — Él estaba convencido de su determinación, no quería que el entrenamiento fuera en vano, no solo buscaba ser fuerte físicamente, sino que había buscado crecer en todo sentido y Michelle logro verlo de esa forma.


    La muchacha no tenia palabras que decirles, luego de unos segundos de verlo fijamente, ella tomo una decisión.


    —Está bien Gerardo. — Muy despacio ella se levanto y se subió en la espalda del joven, un poco tímidamente, pero sintiéndose feliz estando junto a él. — No creo que tengas que demostrar nada, pero si insistes tanto, entonces quisiera ver de lo que eres capaz.


    —Lo haré, agárrate fuerte, nos vamos. — Gerardo tenía extrañas sensaciones, tenía poca relación con la muchacha, la había visto no más de tres veces, ya anteriormente ella había mostrado preocupación por él cuando fue herido en el entrenamiento con Jack y ahora que era al revés, de alguna forma le estaba agradeciendo a la morena aquel gesto que tuvo en ese momento.


    En tanto Michelle se sentía algo aún más confusa, pero que le daba la razón en las palabras que tuvo con su hermana días atrás.


    —¨Creo que de verdad, estoy enamorada de ti.¨ — Sujetándose fuerte de él, la muchacha quedo completamente dormida recostada sobre la espalda de esa persona que tanto sentimientos despertaba en ella.


    Ellos siguieron su camino, esperando encontrar pronto al resto de sus amigos.


    XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX


    —Jack, ¿sientes la presencia de algún enemigo?


    —No Estefani, y por lo visto tú tampoco, ¿qué hay de ti Yaina?


    —Nada, no siento ninguna energía, ¡eh!, esperen un momento… — La pelirroja de repente tuvo una extraña sensación. — Estoy sintiendo una presencia, cada vez es más cercana.


    —Es cierto, también estoy sintiendo lo mismo ahora, pero que raro, hace unos segundo no sentía nada.


    —Ten cuidado Estefani. — Jack se puso delante de Estefani. — Algo está viniendo hacia acá.


    El presentimiento del ladrón no era equivocado, algo u alguien venia acercándose a ellos, y en un abrir y cerrar de ojos se les puso en frente, mostrando su cara a los presentes.


    —Siento llegar tarde princesas de Sefiro, oh vienen con el ladronzuelo Bedenton.


    —Imagino que eres uno de nuestros enemigos, ¿me equivoco? — Decía Jack poniéndose unos pasos delante de las chicas, tenía intención de ser él quien peleara contra ese sujeto.


    —No te equivocas ladrón, soy Mistelis, miembro de los Silarus. Umm, no sé si contarles o no.


    — ¿Contarnos?, ¿qué tratas de decir?


    —Jeje, eres muy malo para tratar a la gente, que pena, eres tan guapo. — Mistelis se reía de forma burlona y molesta, su aspecto no era demasiado varonil a comparación de los otros Silarus.


    — ¿Qué le pasa a este afeminado? — El ladrón estaba perdiendo la paciencia ante un tipo así, Estefani lo miraba algo asustada, mientras que Yaina parecía que le causaba algo de gracia la situación.


    —Jajaja, por lo visto eres muy popular Jack, inclusive con los hombres, jajaja. — La pelirroja no podía resistir reírse a carcajadas por la cara de fastidio que ponía el joven.


    —No es momento para reírse Yaina. — La pobre rubia quería que su hermana dejada de mofarse del ladrón, pero esta seguía muy tentada. — Yaina, basta por favor.


    ¨ ¿Qué le pasa a esa chica?, parece muy relajada, ¿acaso no se da cuenta que los mataré aquí ?¨. En fin, solo quería informales que dos de sus amigos han derrotado a Vaduan y Angul.


    —Eso ya lo sabíamos. — Respondió Yaina. — Sabemos perfectamente que nuestros amigos están bien y nos enteramos que ambos vencieron a sus rivales.


    — ¿Qué ya lo sabían?, supongo que detectan la energía vital, bueno es de esperarse que puedan hacerlo.


    — ¿Así que tú viniste a vengar a tus hermanos? — Preguntaba Estefani.


    —¿Vengarlos?, jajaja, claro que no. Sus derrotas solo han manchado nuestra reputación, vengo aquí a limpiar el nombre de los Silarus.


    —Ya verás demonio, serás el siguiente en ser derrotado. — El peliverde estaba por atacar a Mistelis, pero Yaina lo detiene con un grito.


    — ¡Detente Jack! — Yaina cambio el rostro de alegría que tenia hacia un momento, por un rostro de seriedad y concentración. — Estas demasiado alterado Jack, déjame este tipo a mí, es hora de que participe de esta batalla.


    — ¿Estás segura Yaina?


    —Sí, estoy segura. Jack quiero que te quedes junto a Estefani, seguramente los siguientes Silarus que quedan sean los más fuertes, creo que ustedes dos son los más poderosos de nuestro equipo, y tal vez, ese chico sea el otro. — La pellirroja se refería a Gerardo cuando hablaba sobre el otro chico. — ¡Ahora váyanse!


    Estefani y Jack se quedaron viendo y estuvieron de acuerdo con lo que decía Yaina, ellos siguieron su camino, mientras Yaina se preparaba para demostrar sus capacidades contra un demonio como Mistelis.


    —No debiste hacer eso muchacha, te sientes muy segura de ti misma dejando ir a tus amigos.


    —No hace falta que te preocupes por mi afeminado, prepárate, es hora de pelear. — Por primera vez Yaina mostraba sus colmillos, es el momento en que su sangre perteneciente a la realeza demuestre lo que vale realmente. — Johnny, cuando llegues, serás testigo de mis avances, ahora… ¡a pelear! —La joven de cabello rojo intenso se abalanzó en contra de Mistelis y el combate de la hermana mayor daba inicio.




    Notas de autor: Hola a todos los que vienen siguiendo mi fanfic. Les quería comentar que el siguiente par de capítulos se va a desviar un tanto de las batallas que se esta librando frente a los Silarus y nos va a contar algo del pasado de uno de los personajes de esta historia, espero que les guste, hasta la próxima y gracias por seguir esta leyenda.




    PROXIMO CAPITULO: HISTORIA DE AMOR – PRIMERA PARTE
     
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  4.  
    Pain

    Pain Guest

    Hola Siegfried, mucho tiempo sin escribirte. No puedo creer cuanto ha ido avanzando la historia desde la ultima vez que lo lei, realmente ha pasado de todo. Espero que Michelle le diga lo que siente a Gerardo, creo que ella lo merece mas que Estefani que es muy indecisa. En cuanto a las peleas me han gustado mucho, ojala pronto tenga que combatir la rubia, quiero saber que tanto puede hacer ella en situaciones como estas. Deseo ver pronto el siguiente capitulo, sin mas que decir me despido.
     
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  5.  
    Akari Otonashi

    Akari Otonashi Guest

    Sigfried gracias por invitarme, y disculpa la tardanza, he estado algo ocupada. Volviendo a tu leyenda, no quiero ser mala onda, pero quiero que Estefani vuelva a ver pronto a Gerardo, es que me parece que Michelle esta acercandose al chico debido a la ausencia de la niña rubia, NO ES JUSTO !!, bueno pero imagino que te gusta jugar con ese triangulo amoroso, ahh, ahora que recuerdo es un cuadrado amoroso, me olvidaba de Jack. Espero que me sigas invitando, te saluda tu amiga Akari, bye bye!!!!
     
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  6.  
    yanin

    yanin Usuario común

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    Que puedo decir el capitulo estuvo excelente, me gusto bastante cada ves me sorprenden los personajes de tu historia, cada uno se va superando a su manera.
    Además Gerardo al fin tiene confianza en si mismo y decidido ayudar a los que ahora el considera sus amigos.
    Pues espera el siguiente capitulo como siempre, con referente a la ortografía y la narración esta bien.

    Salu2.;)
     
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  7.  
    Satsuki Kitaoji

    Satsuki Kitaoji Guest

    Sig, como estas?, por que lo terminas cuando va a pelear la pelirroja, ya te digo que ella es mi personaje favorito. Me parece que dentro de poco Gerardo se va a reencontrar con Estefani, quiero ver como sera la reaccion de ambos. Como de costumbre, muy buen capitulo, avisame para el siguiente, hasta entonces amigo.
     
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  8.  
    Blood Dupre

    Blood Dupre Usuario VIP

    Tauro
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    Bueno ahora mismo me siento miserable por no comentar pero los exámenes, ediciones, proyectos entre otras cosas me consumieron en fin, me gusta el curso que lleva la historia, me encanto la parte donde Mistelis le dice a Jack que es muy guapo, ja, ciertamente es muy afeminado y todavía Yaina se burla de la popularidad de Jack ante los hombres, ahora lo has dejado en una parte interesante que es la batalla, en fin no noté faltas ortográficas y espero el próximo capítulo. Adiós.
     
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  9.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

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    Hola a todos, nuevo capítulo de la Leyenda de Estefani, pero antes quiero contestar algunos mensajes.


    Saori H Wright: Si es por popularidad, Jack a la vista de las chicas de esta historia es el más atractivo, después les siguen Johnny y Gerardo, pero para desgracia del ladrón, él tambien es atrayente para los chicos.
    Yaina a pesar se ser una persona seria, en muchas ocasiones se muestra como alguien común y corriente, inclusive capaz de hacer bromas.
    Rizu Tsukiyomi: Es verdad, no falta mucho para q Gerardo llegue con los demás, va en realidad ya se encontro con uno de ellos Michelle.
    Estefani y Jack quedaron solitos, habrá q ver si sucede algo en ese lapso de tiempo juntos, pero en la situacion en la q se encuentran no es la mejor para que lleguen a conocerse más en cuanto a lo sentimental.
    Las parejas, aún no me he decidido de quién termina con quién, es más, puede pasar que no haya ninguna pareja tampoco, eso lo veré con el avanzar de la historia.
    Yanin: A medida que pasan los combates, todos los chicos van creciendo, aunque algunos de ellos ya eran muy capaces de afrontar esta batalla, esta el caso de Johnny que era un ex combatiente. Creo que los que más van a crecer en esta batalla serán Estefani y Gerardo.
    Titiritero de almas: Gualon todavía no ha mostrado que tan cruel es, guarda un secreto terrible para Estefani y sus amigos.
    Me parece que Yaina a este paso va a ser la primera con club de fans, hay varios que gustan de este personaje.

    También agradezco el resto de los comentarios y sin mas les presento el nuevo capítulo.





    CAPITULO XXIX: HISTORIA DE AMOR – PRIMERA PARTE






    El pasado que se hace presente en los sueños de la hermosa princesa.




    Los tres viajeros seguían vagando por el desierto, el agua se les estaba acabando y la sed era una constante durante todo el camino. Para agregar más complicaciones, Michelle todavía se encontraba débil y le era imposible movilizarse por su cuenta, por lo que Gerardo la venia cargando en su espalda.


    —Este calor, nunca imagine que vagaría por un desierto. — Al cansancio que llevaba consigo, a Gerardo se le sumaba el hecho que debía llevar a Michelle por la debilidad de la chica.


    —Gerardo, lamento retrasarte así, es mi culpa, si no estuvieras llevándome a mí, tu viaje no sería tan difícil.


    —No digas eso Michelle, lo que hago yo lo haría cualquiera, ¿qué clase de hombre abandonaría a una chica a su suerte en medio del desierto?


    —Sí, pero igual…lo lamento.


    —Michelle, recuerda que acabas de derrotar a uno de los Silarus, ¿de verdad piensas que eres una carga para mí?, yo pienso lo contrario, deseo tener el mismo valor que tú tuviste en el momento que me toque pelear.


    La chica se sentía algo desanimada, su orgullo no le permitía ser ayudada por nadie. Igualmente las palabras de confianza dadas por Gerardo, curiosamente para ella no era algo que le molestara, al contrario, eran palabras que si quería escuchar de alguien, verdaderamente agradecía que fuera él quien se las diga.


    —Gracias… — Con una muestra de satisfacción en su rostro, la chica de inmediato se quedo profundamente dormida, pese a que el sueño la había vencido, su sonrisa permanecía radiante en su rostro.


    —Vaya, se ha dormido. Fellow, tenemos que encontrar pronto un lugar donde pueda descansar, ella aún sigue muy débil.


    —Tienes razón, veamos… — El conejo se pone a pensar. — Ahora que lo recuerdo, tengo entendido que muy cerca de aquí se encuentra un pequeño oasis.


    — ¿Lo dices en serio?, entonces que esperamos, ¡Vamos! — Casi como un rayo salió corriendo, mientras Fellow se le queda viéndolo marcharse con un poco de enfado. De inmediato pasado unos pocos minutos, el chico vuelve con el pequeño guía.


    —Jajaja — Se reía algo nervioso— Oye Fellow, ¿Dónde queda el oasis? — Otra vez se había marchando a un lugar que ni conocía. Esta de mas decir que Fellow no se lo tomo de la mejor forma.


    — ¡Idiota!, ¿Para qué me asignaron como tu guía?, ¡Tú no conoces este lugar! — Tenia más deseo de matarlo que de seguir guiándolo. — Bueno, olvidando las tonterías que haces todo el tiempo, en algo tienes razón, la señorita Michelle está demasiado debilitada, así que no te mandes por tu cuenta y sígueme, estoy seguro que no estamos muy lejos de ese lugar.


    —Perdón. — Decía Gerardo agachado la cabeza. — Te seguiré Fellow, no volveré a irme solo, lo prometo. — El muchacho estaba apenado por su comportamiento, así que malhumorado guía acepto las disculpas y llevo a Gerardo y la dormida Michelle hasta el sitio que les había comentado.


    Ellos se fueron a paso lento, trataban de no desgastar la poca energía que les quedaba, así que se les ocurrió ir a un paso no demasiado rápido, pero si manteniendo el mismo ritmo constante, con tal de llegar cuanto antes a su destino. El tiempo pasaba y no había indicios del oasis, de todas formas no pensaban rendirse, se habían propuesto encontrar ese lugar a toda costa, de eso dependía el que Michelle lograra recuperarse. El viaje siguió, y ya sus fuerzas se le estaba esfumando, fue entonces cuando Gerardo finalmente logro ver algo.


    —Un momento. — El chico se detuvo, parecía que sus ojos lograron ver algo. — Fellow, que eso no es…


    —Eh, déjame ver. — El conejo observo atentamente y logro divisar el lugar que tanto había buscado. — Ese…ese es el oasis.


    — ¿En serio? , ¡siii, lo logramos! — Saltaba de felicidad, casi haciendo caer a la chica que llevaba en su espalda, ya comenzaba a creer que nunca lo iban a encontrar. — Un momento… — Quedo preocupado por algo. — ¿No será que estamos viendo un espejismo?


    Fellow había pensado en lo mismo, así que decidió asegurarse de que realmente habían encontrado el oasis. De repente el conejo golpea con un abanico que llevaba consigo al pobre chico.


    — ¡Ay!, ¿Qué estás haciendo? — Se tocaba la cabeza después de recibir el golpe del conejo. — ¿Por qué me pegas?


    —Dime, ¿sigues viendo el oasis? — Le decía con seriedad la criatura al chico.


    —Sí, lo veo, sigue ahí. — Mirando nuevamente lo que tenía delante de ellos. — Pero no entiendo porque me pegaste.


    —Lo hice sólo para comprobar que no estabas alucinando.


    —Entiendo, entonces si esto es real, démonos prisa, vamos a refrescarnos. — Volteando para ver a la chica. — Mira Michelle, estamos salvados. — Él se había olvidado que la muchacha seguía durmiendo.


    — Pobrecita, parece que realmente está agotada. — Dijo el conejo al verla dormir tan plácidamente. — Debe haberse esforzado mucho.


    —Sí, seguramente debe haber sido terrible su combate. — Comentaba el joven. — Pero, ella es admirable.


    Fellow escuchaba con atención lo que decía Gerardo y notaba algo especial en sus dichos, la forma en la que habló sobre ella le hacía pensar que algo más se escondía en esas palabras.


    Los tres viajeros llegaron al oasis, el muchacho dejo a Michelle recostada contra un árbol, lo hizo con cuidado con tal de no despertarla, y sabiendo también que seguía con pocas fuerzas por su combate.
    Luego de beber algo de agua, o más bien bastante, tanto Gerardo como Fellow se quedaron sentados y miraban como descansaba la princesa. Viéndola dormir se pusieron a conversar sobre ella para mantener un tema de conversación.


    —Es muy fuerte, pudo vencer por si misma a un Silarus. — Decía el chico.


    —Tienes razón, pero teniendo en cuenta que el maestro Randall fue quien la entreno, creo que no era tan ilógico que lo lograra. — Acotó la criatura.


    —Ni bien despierte debemos darle agua, debe estar sedienta. ¿Me pregunto si estará soñando con algo en especial? — Él la miraba y por lo que expresaba el rostro de la chica, parecía que su sueño era bastante feliz, se notaba por la sonrisa que tenia ella mientras dormía.


    — ¿Por qué lo dices? , ¿Te gustaría que sueñe contigo? — Con picardía le dijo Fellow.


    — ¡No es eso! , ¡Estas imaginando cosas! — El chico se había enfadado por lo que sugería su acompañante, pero se tranquilizo inmediatamente, después de todo no era algo tan grave, por no decir que a él le gustaría ser parte de los sueños de la joven. — De todas formas…sería bueno ver los sueños de los demás, ¿Cual tendrá ella ahora?


    En esos momentos Michelle si estaba soñando, y ese sueño la había llevado a un momento en su pasado, era la época en la que la morena seguía aún en la academia.


    Academia Leringthon, 2 años atrás…


    El grupo mayoritario de estudiantes se había reunido en los pasillos del recinto, era el día que se entregaba la calificaciones de cada una de las clases, como era de esperarse todos estaban muy expectantes con el resultado de las mismas, esta academia en particular era una de las más prestigiosas y se sabía que sus profesores eran muy estrictos, era realmente difícil conseguir notas demasiado altas en este lugar.


    — ¡Si aprobé! — Grita con euforia un estudiante. — Aunque fue con lo justo.


    —Si yo también lo logré por un pelo. — Agrego otro.


    —Yo no pude, mis padres me van a matar. — Se había puesto a llorar otro que estaba cerca, en realidad eran más los que desaprobaban que los que lograban rendir.


    Todos pasaban por las mismas, los que aprobaban lo hacían con una diferencia mínima, y más de la mitad de los alumnos se quedaba sin poder calificar. Pero en el último tiempo había dos chicas en particular que se diferenciaban del resto.


    —Oigan, miren eso. — Señalaba uno de los estudiantes unas calificaciones en especial. — ¡Es increíble!


    Ahí los demás alumnos notaron que las calificaciones de esas dos chicas eran sorprendentes, tenían excelencia en cada una de las materias rendidas, de todas formas ya algunos de los que cursaban esta academia conocían bien la fama de estas chicas que figuraban allí, y esas chicas eran…


    —Yaina Brown, del 3ro A, Y Michelle Brown del 2do C. — Dijo uno de los chicos. — Es sorprendente, han sacado 10 en todas sus materias.


    —No es de extrañarse, hace tiempo que ellas sobresalen del resto. — Les comentaba una chica mientras limpiaba sus lentes. — Por cierto, también se dice que son muy populares, por lo menos eso es lo que comentan los chicos.


    —Sería estupendo conocerlas. — Agrego uno de los tantos alumnos que habían desaprobado. — ¿Tú las conoces?


    —Sí, las conozco. — De repente vio acercarse a un par de alumnas. — Oh, qué casualidad, son ellas precisamente. — La chica de lentes señaló a dos jóvenes que se arrimaron a ver las calificaciones.


    Todos los chicos quedaron maravillados, sencillamente lo que veían sus ojos era indescriptible. Dos hermosas chicas de largo cabello, a ambas les llegaba hasta la cintura, con la diferencia que una tenía su cabello de color rojo y la otra de cabello negro. La única cosa que las caracterizaba a las dos aparte de sus excelentes notas, eran los bellísimos ojos celestes que tenían estas chicas, algo que tenían ambas en común. Estaba de mas decir que todos los varones permanecían embobados con ellas, les parecía mentira que aquellas notas envidiables pertenecieran a esas diosas.


    — ¡Que lindas! — Decían varios de los estudiantes.


    — ¡Estoy enamorado! — Agregaban otros, que por lo visto creían en el amor a primera vista.


    —Quiero que sea alguna de ellas mi novia. — Finalizó otro.


    Ante tales comentarios el resto de las chicas se ponían furiosas de que ellas captaran la atención de todos los alumnos de la academia. Pero rápidamente una de ellas se acerco al resto de los jóvenes eufóricos y trato de sacarlos de su estado de enamoramiento.


    —No se hagan falsas ilusiones. — Dijo la chica. — Según sé, estas dos son inconquistables.


    — ¿A qué te refieres con eso? — Le preguntan todos los alumnos al mismo tiempo.


    —Por lo que he escuchado, la chica pelirroja, Yaina Brown, hace tiempo que esta de novia con un chico que se llama Johnny, y según se comenta ella está muy enamorada de él. Y con respecto a la chica de cabello negro, Michelle, me han contado que ya muchos se le han declarado, pero ella a cada uno le ha rechazado, por lo visto no está muy interesada en los chicos.


    De inmediato al escuchar esa noticia, mucho de los chicos se desanimaron por completo. Es que varios de ellos, por no decir todos, se estaban haciendo ilusiones de llegar a tener algún día una cita con algunas de ellas. Pero uno no queriendo darse por vencido de inmediato tomo la palabra.


    — ¡Escuchen compañeros! — Gritaba el joven logrando captar la atención del resto. — No todo está perdido amigos. Si bien nuestra hermosa Yaina esta de novia, todavía nos queda la esperanza de conquistar a la bella Michelle, ella aun no tiene pareja oficial, así que les propongo que hagamos nuestro mejor esfuerzo y conquistemos el corazón de nuestra querida morena, ¿están conmigo? — Decía subiendo más la voz y el resto respondiendo a las palabras tan enérgicas del muchacho contestaron de la misma manera.


    — ¡Siiii! — Respondían todos al mismo tiempo, estaban realmente exaltados, parecían animales salvajes que se preparaban para ir tras su presa. Sin embargo no tenían en cuenta que las dos chicas de las que estaban hablando, los escuchaban atentamente, y en especial Michelle ya se veía venir los problemas que iba a tener más adelante por estos compañeros que estaban enamoradísimos de ella.


    —Creo que vas tener algún que otro candidato Michelle. — Le decía entre lo bajo la pelirroja.


    —No me lo recuerdes. — Respondía en un suspiro, la verdad le molestaba mucho que esos chicos se les acercada con intenciones de conquistarla todo el tiempo, era algo que la fastidiaba.


    —Pero también es agradable que los chicos se fijen tanto en ti, no entiendo porque no aceptas ninguna de sus propuestas. — Yaina conocía bien la fama de rompecorazones de su hermana, pero no entendía el constante rechazo que ella tenía con cada uno de las invitaciones a salir por parte de los chicos.


    — ¿Tú lo crees? — Preguntaba la morena, se había puesto algo triste, ella pese a sentirse alagada por tantas propuestas de los chicos, todavía sentía que había algo que no le atraía demasiado de ninguno de los estudiantes, le faltaba encontrar aquella persona especial que llegara a cautivar su corazón.


    Yaina se sentía mal por su hermana, notaba que en la vida de Michelle faltaba algo que la hiciera cambiar. Desde la muerte de su madre, la chica de cabello negro nunca volvió a ser la misma. En su niñez ella era muy distinta, siempre expresaba alegría e irradiaba felicidad a todo su entorno, en cambio ahora era muy diferente, su comportamiento con el resto de las personas era muy frio, inclusive con la pelirroja misma era algo distante en ocasiones, como intentando poner una barrera entre ella y el resto de las personas.


    Las clases en la Academia Leringhton continuaron con normalidad, bueno por así decirlo, los chicos del recinto daban inicio a su plan para conquistar a la bella morena. Cada dos por tres, Michelle recibía gran cantidad de cartas de amor, y también todo tipo de obsequios entre flores, chocolates y adornos. Pero no parecían lograr nada con ello, siempre la respuesta que recibían por parte de ella era negativa, manteniendo la misma frialdad con la que vivió por mucho tiempo.
    Los alumnos insistían una y otra vez con lograr llegar a los sentimientos de la muchacha, pero nada, la respuesta seguía siendo la misma, aunque en uno de esos tantos días, algo daría un vuelco muy grande en la vida de la chica, sería el día que conoció por primera vez a aquel joven.


    —Silencio en la clase. — Dijo el profesor de turno. — Hoy tenemos a un nuevo estudiante de ingreso, quiero que lo reciban de la mejor manera y traten de ayudarlo a adaptarse lo mejor posible, ¿lo han entendido?


    — ¡Si profesor! —Respondieron todos a la vez, al tiempo que el profesor da la orden para que entre al salón al nuevo estudiante.


    De inmediato la puerta del aula se abrió, y asomándose por ella la figura de un joven bastante alto, de cabello corto hasta el cuello color marrón y de ojos del mismo color.


    —Preséntate con tus nuevos compañeros. — Adelanta a decir el profesor, a lo que el alumno con un gesto con la cabeza acepta.


    —Hola a todos. — Decía algo nervioso el chico ante la mirada de todos los estudiantes. — Mi nombre es Cristian Whelan, tengo 17 años, y vengo de las colinas de Mirrish, está en las afueras de la ciudad de Laide. Estuve estudiando en una escuela cercana a las colinas llamadas Saint Randolf. Espero que pronto pueda adaptarme aquí, y ojala me lleve bien con todos ustedes.


    Toda la clase escuchaba atentamente la presentación del muchacho, pero había alguien en particular que lo escuchaba con mucha atención.


    —¨Parece ser que es muy tímido, pobre, va a tener muchos problemas con los chicos de acá.¨ — A primera impresión, Cristian se mostraba como un chico muy formal, pero demasiado introvertido, y Michelle no podía dejar de pensar que esa manera de ser le traería problemas con muchos de los otros chicos de la clase. Había varios que eran muy conflictivos y que siempre aprovechaban la oportunidad para burlarse de los alumnos más débiles por así decirlo, y Cristian parecía que entraba en esa categoría.


    —Bueno joven Whelan, si ya ha terminado con su presentación, puede tomar asiento. Veamos si hay algún lugar disponible. — Enseguida trato de divisar en toda el aula, el profesor buscaba alguna butaca vacía para que el chico se sentada, y sólo había una disponible, y eso debido a que la persona que se sentaba al lado de esa butaca sin dueño no quería tener a nadie cerca suyo.


    —Señorita Brown. — Dijo el profesor. — ¿Le importaría quitar sus cosas del asiento de al lado?, es la única butaca que se encuentra vacía. — No teniendo más remedio la morena aparta sus cosas del asiento vacío y los dejo abajo del pupitre, aunque de muy mala gana. — Bien joven Whelan, puede tomar asiento. — Tras el pedido del maestro, el nuevo se dirige lentamente a su lugar, con un tanto de nerviosismo, era observado por todos sus nuevos compañeros, y eso era realmente incomodo para alguien tan tímido como él. Pero eso no era lo único que lo ponía tenso, la expresión seria que tenía su compañera de asiento, claramente le demostraba su disconformidad por compartir asiento, tendría que hacer buena letra para caerle bien a esa chica tan reservada y distante.


    —Ho-Hola, me llamo Cristian, encantado de conocerte. — Tratando de ser gentil con la chica, pero ella solo atinó a mirarlo por unos segundos para luego seguir anotando unos apuntes.


    La clase siguió su curso, pero había un problema con el nuevo alumno. Durante las distintas clases que tuvieron en todo el día, el muchacho no había tenido ningún cruce de palabras con su compañera. La chica de mirada fría no mostraba ni el más mínimo interés por entablar relación con el nuevo, y esto lo ponía mal al chico, se imaginaba que la morena lo hacía por pensar que él era inferior a ella, Cristian muchas veces había pasado eso en su vida, de ser tomado a la ligera por la mayoría de las personas, y nunca interesarse en los sentimientos que él podría llegar a tener. A diferencia de Michelle que elegía ella misma estar alejadas del resto de las personas, la soledad de Cristian no era buscada, sino mas bien era una consecuencia de su personalidad tan introvertida.


    Ya el día escolar había finalizado y los alumnos se volvían a sus hogares. Como siempre se había acostumbrado a hacerlo, Michelle se iba junto a su hermana Yaina hasta su casa, pero por primera vez tendrían un acompañante más con ellas.


    —Es una tarde muy linda, ¿no lo crees Michelle? — Pregunta la pelirroja pero no recibió respuesta por parte de su hermana que se encontraba distraída mirando hacia otro lado. — ¿Qué pasa?, ¿Qué hay allí? — Yaina se voltio para ver a que o quien observaba Michelle. — ¿Quién eres tú? — Le pregunta la hermana mayor a un chico que venía por detrás de ellas durante el camino.


    —E-Este…yo, lo que pasa es, que… — Al chico no le salían las palabras de su boca ante la interrogante de la muchacha.


    — ¿Nos estas siguiendo? — Soltó de repente Michelle con algo de enojo.


    —No, No, nada de eso señorita, es que, es que yo vivo cerca de aquí. — Respondió con algo de susto.


    —Menos mal, pensé que eras algún tipo de acosador. — La morena como siempre se mantenía fría con el chico, como lo hacía en general con todo el mundo.


    Los tres chicos siguieron caminando hasta sus respectivos hogares. Michelle seguía sin decirle ni una sola palabra a su compañero de clase, cosa que a Yaina le resultaba muy extraño ya que a simple vista se veía que era un chico algo tímido pero muy agradable para tratar.


    —Dime Michelle, ¿este chico es un estudiante de nuevo ingreso verdad?


    —Sí, así es, ¿por qué preguntas?


    —Mmm, pues… — La pelirroja dio vuelta su cabeza para observar un momento al chico que estaba detrás de ellas. Se notaba cierta tristeza en los ojos del muchacho. — Debe ser difícil ser el nuevo de la clase, ¿cómo lo recibieron los demás alumnos?


    La moreno se puso a pensar en ello, y por lo que noto en la reacción de los otros chicos, cualquiera se daría cuenta que el nuevo iba a convertirse en la victima más frecuente de la burlas de los estudiantes.


    —Me parece que le va a costar mucho la adaptación. — Michelle también giro su cabeza para observarlo un momento, el chico seguía caminando con su cabeza gacha sin darse cuenta de la mirada de su compañera de aula. — En el fondo me da un poco de pena, no parece ser una mala persona. En fin, no hay nada que se pueda hacer, apurémonos, recuerda que Estefani está sola en casa. — La mayor al recordar eso se apuro un poco más para llegar a su casa.


    Ni bien llegaron a su destino, las hermanas se despidieron del nuevo al que aun le faltaba un poco más para llegar a su hogar. Yaina se mostro gentil con el muchacho, le había caído bien desde el primer momento que lo vio, inclusive le interesaba que su hermana hiciera amistad con este, pero sabía que eso no sería nada fácil. Lo que no se imaginaba Yaina era que la morena a diferencia de lo otros chicos que conocía, no sentía tanta antipatía por Cristian, es más, el nuevo le generaba una extraña sensación que no podía entender todavía.


    Comenzaba otro día más de clases, y el profesor daba un anuncio.


    —Escúchenme bien todos. — Dijo de manera autoritaria. — La próxima semana se realizara un concurso de arte. Cada alumno individualmente es libre de elegir participar o no, deberán presentar alguna creación hecha con sus propias manos, el que resulte ganador se hará merecedor de un premio otorgado por la institución, más adelante le daremos detalles sobre ese premio. Bien, quiero que todos den lo mejor de sí, y demuestren que tienen un artista escondido en su interior.


    Los alumnos no le daban demasiada importancia a ese concurso en particular. Pero había alguien que lo veía como una buena oportunidad de hacerse respetar con el resto.


    —¨Un concurso de arte, perfecto, es una buena forma de hacerme ver con los demás.¨ — Cristian se mostraba ilusionado, estaba con muchas ganas de participar y lo expresaba al estar apretando sus puños de la emoción. Su compañera de asiento miraba algo incrédula por lo particularmente entusiasmado que se veía.


    —¨Se lo ve contento, ¿tanto le gustara un simple concurso de arte?¨ — Los pensamientos de la chica de cabello negro se centraba sobre el muchacho, que se mantenía con esa expresión de felicidad en su rostro.


    Pronto será el concurso de arte, ¿Qué tendrá pensado hacer Cristian qué tantos deseos tiene por participar en el mismo?




    PROXIMO CAPITULO: HISTORIA DE AMOR – SEGUNDA PARTE
     
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    Eri Sawachika

    Eri Sawachika Iniciado

    Capricornio
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    Hola, como estas Sigfried?, me encanta este fanfic, me tomo algo de tiempo leerlo hasta el él último capítulo pero al fin termine. Esta buena la forma en que vienes llevando la historia, lo que si hay algo que me molesta es la falta de decisión de Estefani. No se da cuenta que Gerardo y Jack la aman, cuando se va a decidir, espero la continuación, besos.
     
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  11.  
    Caar

    Caar Guest

    Siegfried, gracias por invitarme a leer tu fanfic. Es muy interesante, ademas como hay acción y algo de romantisismo le da un toque especial. Quisiera que Michelle se declare pronto, antes que Gerardo vuelva a ver a Estefani, el muy tonto no ve a quien tiene al lado. Bueno en si me encanto, es mi primer comentario y dejame decirte que voy a seguir tu historia hasta el final, nos estaremos leyendo.
     
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  12.  
    yanin

    yanin Usuario común

    Escorpión
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    Hola discupla por pasarme tarde a leerlo pero aqui estoy como siempre me fascino tanto el capitulo que dejaste me gusto la parte donde Gerardo y Fellow ven un oasis de agua y este le pega en la cabeza con un abanico , para ver si no estaba alusinando, me hizo reir la verdad.
    Me gusta en la forma en que llevas tu hostoria , tienes una buena narracion de los hechos como siempre.

    pues esperare el siguiente capitulo Salu2
     
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  13.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
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    Pluma de
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    Título:
    La Leyenda de Estefani
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    Para todas las edades
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    Fantasía
    Total de capítulos:
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    4963
    Gracias a todos por sus comentarios, y ahora les presento el nuevo capítulo.





    CAPITULO XXX: HISTORIA DE AMOR – SEGUNDA PARTE






    Momentos únicos que jamás volverán, tiempos que traería felicidad y dolor.




    Las aulas de la academia se fueron desocupando al escuchar la campana que señalaba la finalización del día. Los alumnos se marcharon a sus correspondientes casas, muchos de ellos se movían en pequeños grupos de personas u en dúos, era difícil encontrar algún estudiante que se marchara solo. En esta oportunidad Michelle se fue a su casa acompañara de su hermana mayor Yaina, Cristian en esta ocasión se había ido con más prisa de lo que acostumbrado, estaba muy ansioso por comenzar cuanto antes con su trabajo que iba a presentar en el concurso de arte, tal ansiedad resultaba algo exagerada para Michelle.


    —Todavía sigo sin entender tanta emoción por ese concurso. — Hablaba para sí misma la morena mientras se tocaba la barbilla al estar pensando, Yaina miraba la expresión pensativa de su hermana.


    —Estas con la cabeza en otra parte, ¿Me pregunto qué pasará por tu cabecita? — Decía maliciosamente, haciendo que la morena se sonroje un poco al estar pensando en Cristian.


    —Nada que ver Yaina, Jajaja. — Reía un tanto nerviosa. — Solo me preocupa un poco sobre lo que presentaré para el concurso de arte, la verdad no se me va muy bien en esas cosas, aunque dijo el profesor que no es obligatorio participar.


    —Trata de esforzarte en lo que puedas, si pones tu mejor empeño todo saldrá bien. Además tienes las mejores calificaciones, no veo el motivo de tu preocupación. Y si no te interesa mucho el concurso, entonces no te presentes.


    —Quizás tengas razón, algo se me va a ocurrir, o sino mejor ni me molesto en participar. — Volviendo a su semblante serio. — Yaina, ¿para ti es importante ser reconocida por los demás? — La pelirroja no entendió el motivo de la pregunta, le había cambiado rotundamente de tema, pero no se negó en contestarle.


    —Bueno, para mí lo importante es el cariño sincero de los que me rodean, como decírtelo… — Yaina miraba hacia el cielo pensando. — Al principio yo no entendía bien el valor de la amistad. Hubo un tiempo en el que pensaba que si más gente estaba alrededor mío, significaba que más feliz seria, digo… uno suele creer que todos son tus amigos cuando en realidad son muy pocos los que en verdad te quieren. — Yaina se volteo para mirar a los ojos a Michelle. — Por eso te entiendo en ocasiones que te muestres esquiva con el resto de la gente, pese a ello también debes entender que hay gente muy valiosa en este mundo y es a ellos a los que debes darle una oportunidad de que te conozcan.


    La chica de cabello negro ya había pensado en eso antes, en realidad no le gustaba tanto estar sola, no era que lo disfrutara tanto, pero al ver las personas que conocía que solían decepcionarla con sus actitudes, era allí donde se ponía esa coraza para evitar a cualquier contacto con ellos.


    —Creo que Cristian sería un buen amigo para ti. — Yaina la volvía a la tierra con su sugerencia. — Él parece una buena persona.


    —Sí, es un buen chico, eso no lo niego. — Michelle miraba al suelo mientras hablaba. — Te soy sincera, te pregunte si te importaba el reconocimiento de la gente un poco por Cristian. En nuestra clase se va a realizar el concurso de ciencia de que te hablaba, y él se veía tan ilusionado con participar, no entiendo su afán por ser reconocido por los otros chicos, me confunde un poco.


    Mientras hablaba la morena, Yaina tenía una risita picara, escucharla hablar de su compañero de asiento le levantaba algunas sospechas a la hermana mayor.


    — ¿Por qué me ves así? — Le pregunto con incomodidad.


    —No por nada. — Sacando la lengua. — Pero veo que si le estas dando una oportunidad a ese chico, ¿no? — Michelle se había puesto roja como tomate, y comenzó a negarlo moviendo sus manos de lado a lado, pero sin poder detener las carcajadas de Yaina, ellas siguieron así hasta llegar a su casa.


    XXXXX


    Cristian había acomodado un montón de cosas para comenzar con el trabajo para el concurso, quería que todos en el salón se sorprendieran con el mismo, es que nadie sabía de su talento para esto que tenía pensado hacer.


    — Creo que no me falta más nada. — Cristian ya estaba listo para comenzar pero escucho que alguien llamaba a su puerta. —Me pregunto quién podrá ser. — El chico se dirigió a la puerta para ver de quien se trataba y fue sorpresivo para él ver a la persona que estaba del otro lado. — Mi-Michelle, ¿Qué haces aquí?


    La chica se encontraba en casa de su compañero, en realidad ella misma no sabía por qué había ido a su casa, pero ahora que ya se había encontrado con Cristian, ella debía darle algún motivo.


    —Hola Cristian, este yo venía… a visitarte, quería ver cómo te iba con tu trabajo. — Extrañamente la chica se la veía algo nerviosa, aunque ni ella sabia el por qué de sus nervios. Por su parte el muchacho notaba ese cambio repentino de Michelle.


    — ¿De verdad?, vaya, te lo agradezco Michelle. — Decía algo avergonzado. — Pero pasa, siéntete como en tu casa. — Cristian le daba el paso a la joven, ella se dio cuenta ni bien ingreso que la casa del muchacho era bastante humilde, no obstante el chico tenía todo muy bien ordenado, eso la sorprendía ya que conocía la situación del chico de estar viviendo solo.


    —Tienes una linda casa Cristian, lo mantienes todo muy bien ordenado.


    —Gracias, trato de que este lugar se vea lo más presentable posible.


    En uno de esos tantos vistazos que dio la chica por la casa de Cristian, pudo notar unas herramientas para realizar algún tipo de trabajo, por los materiales de que se trataban se daba cuenta de que iba lo que iría hacer para el concurso.


    —Así que vas a presentar una pintura en el concurso. — Obviamente lo decía por los pinceles y pinturas que veía sobre la mesa.


    —Eh, s-si, nadie sabe que me dedico a hacer este tipo de cosas, espero poder sorprenderlos con algo que les guste a todos.


    —Estoy segura que les gustara. — Dijo con una sonrisa, de inmediato una pregunta paso por su cabeza. — Oye Cristian, ¿tanto te interesa en verdad lo que opinan los otros alumnos sobre ti? — Era una pregunta que se había hecho ella misma por ver el entusiasmo de su compañero ante el anuncio del concurso de arte.


    —No es solo por lo que opinan sobre mí. — La expresión del chico se había puesto más seria. — Pero yo creo que si logro demostrarle alguna cosa en la que yo me destaque, ellos se interesaran más en mi persona, quizás hasta logre su amistad. — Las palabras de Cristian la habían movido emocionalmente a Michelle, ella que era una persona que se había planteado estar lejos del resto por no entenderla, o quizás por no entender ella la mentalidad de las otras personas. Pero ver el empeño que tenía su compañero por ganarse el afecto de los otros chicos le había hecho plantear algunas cosas.


    —Eres distinto a mí. — Dijo ella con una pequeña sonrisa. — Yo no me he preocupado nunca de conseguir amigos, creo que siempre he creído que so no era tan importante. — La repentina confesión lo dejaba sin palabras a Cristian que no entendía por qué le decía eso.


    — ¿No te pone algo triste no tener amigos? — Pregunta él con timidez.


    —Hmm, como decirlo. — Ella estaba con su mirada perdida, tal vez porque sus pensamientos vagaban. — No digo que me guste estar sola, pero bien dice el dicho, mejor sola que mal acompañara.


    — ¿Quieres decir que no vale la pena hacer amistad con los otros alumnos?, ¿no crees que es algo soberbio de tu parte?


    —Yo no creo que sea soberbia, aunque muchos piensan que es eso, pero si quisiera tener a mi lado a personas con valores simples pero genuinos, capaces de demostrarte lo que darían por ti con un gesto o una actitud. — Las palabras de Michelle eran más que sinceras, por algún motivo ella tenía confianza en el joven para decirles esas cosas.


    — ¿Y nunca has encontrado a personas así?, no me parece que sea tan difícil encontrar gente con esas características. — Preguntaba con ingenuidad, ante ello la chica rió con picardía.


    —Pero lo es Cristian. Desde que ingrese a la academia he tenido muchos acercamientos tanto de chicas como de chicos, todos querían relacionarse conmigo de alguna forma, tanto buscando amistad y algunos chicos buscando algún oportunidad romántica, pero yo sentía que no eran totalmente sinceros o mejor dicho, yo sólo veía que los intereses de la mayoría eran demasiados superficiales.


    — ¿Qué quieres decir con superficiales?


    —Cuando los escuchaba hablar sobre lo que le atraían de mi persona, todo lo que recibía de respuesta era lo mismo, mi popularidad por mi aspecto físico, por las calificaciones altas que tenía, todas cosas como esas. Pero nunca escuche que les interese algo sobre mi vida o sobre mis sentimientos o mi familia. Jamás tuve una respuesta diferente por parte de nadie, fue por eso que día a día me iba desilusionando más de las personas y prefería permanecer sola.


    Cristian había escuchado atentamente las palabras de Michelle, se sentía raro por lo suelta que se encontraba la chica delante de él.


    —Lo siento Cristian. — Ella se dio cuenta de la mirada del chico. — Creo que me puesto a hablar de cosas que deben aburrirte.


    — ¿Odias a las personas Michelle? — La pregunta le había salido del alma a Cristian, sentía la necesidad de saber su respuesta.


    — ¿Qué si los odio? — Meritaba la pregunta, igualmente tenía una rápida respuesta para la misma. — No, no las odio, yo solamente desearía que ellos vieran algo más de mí que no sea lo exterior, quisiera que vieran parte de mi alma, de mí ser, sería la mejor manera de que conocieran mi persona.


    Nunca se había esperado verla de esa forma, todo lo que ella decía le llegaban a sus oídos y también a su corazón, sin darse cuenta la chica estaba consiguiendo eso que tanto anhelaba, que otras personas vieran el interior de ella, y esa persona que estaba viendo a la verdadera Michelle era justamente Cristian.


    —Te propongo algo Michelle, creo que conozco una forma de que el resto vean tu verdadero yo.


    — ¿En verdad?, ¿conoces alguna forma?, ¿y de que se trata?


    —Posa para mi pintura. — Dijo él con felicidad, la chica lo miraba extrañada con la proposición de su compañero, pero por alguna razón pensó sobre ello.


    — ¿Y de qué forma eso me ayudaría a que los otros chicos me conozcan mejor? — Ella todavía estaba dudosa sobre la propuesta de Cristian.


    —Piénselo señorita Michelle, una pintura bien hecha puede transmitir los sentimientos de la persona que uno esta retratando. — Decía entusiasmado. — Si logro captar su verdadera esencia, podré mostrarles con mi pintura su yo interior al resto de las personas.


    —Mi yo…interior. — Michelle estaba siendo tentada por la idea, en otro momento ella hubiera dicho que no de inmediato, pero ahora era diferente, ella necesitaba entablar otro tipo de relación con sus compañeros, quería dejar de ser una persona solitaria, Cristian tenía mucho que ver con ese cambio. — Esta bien, acepto, pero con una condición.


    — ¿Sí?, ¿y cuál es esa condición?


    —No me pidas nada que tenga que ver con desnudos o poses eróticas, ¿entendiste? — Decía en forma intimidatoria, dejándolo con tanto miedo que ni siquiera se animaría en pensar en algo así.


    —P-P-Pero, ¿cómo se te ocurre decir eso? — Se sentía avergonzado al extremo.


    Michelle se reía interiormente, ella sólo bromeaba con lo del desnudo. Lo que si sentía sinceramente era la necesidad de ayudar a su compañero, demostraba que era una buena persona que tenia intensiones sinceras por ganarse el reconocimiento que tanto busca, pero también se le paso por la cabeza lo dicho por el chico sobre mostrar el yo interior de ella, era algo que ciertamente ella quería conseguir mostrar al resto de la gente.


    —Ahora que lo pienso Michelle, si tu modelas para mí no tendrás suficiente tiempo para hacer tu propio trabajo para el concurso, no quiero perjudicarte con mis cosas.


    —No te preocupes por eso, yo no voy a participar del concurso. — Dijo despreocupada. — Como esto no tiene influencia con las calificaciones, los alumnos somos libres de elegir de participar o no. Además ayudándote a ti hace que participe en cierta manera.


    —Entiendo, entonces si no hay ningún problema está todo bien.


    —Dime, ¿Ya sabes en donde vas hacer la pintura?, tendría que ser algún lugar que sea vistoso para la vista, ¿Tú qué piensas?


    —Sólo tengo pensado un lugar, acompáñame, te lo enseñaré. — Cristian llevo a Michelle a la parte trasera de su casa, al abrir la puerta un hermoso escenario se le apareció a la muchacha. Un jardín tan colorido y bello como jamás había visto tenia presente ante sus ojos, le parecía mentira que Cristian tuviera algo así en su casa.


    —Este lugar es maravilloso, tienes tantas flores diferentes y bellas, no puedo creer que tengas un jardín como este Cris. — Ella estaba tan maravillada por el hermoso sitio que no se dio cuenta de cómo había nombrado a Cristian.


    — ¿Cómo me dijiste? — Él había quedado atónito por lo que escuchó.


    —Eh, bueno… ¿pero no te importa que te llame así?, ¿verdad? — Un poco tímida.


    —No, no, para nada, puedes llamarme como quieras.


    —Me alegro que aceptes, espero que tú también empieces a llamarme por mi nombre y dejes de decirme señorita todo el tiempo.


    —Si seño…digo, Michelle. — De manera espontanea, casi sin tenerlo planeado ninguno de los dos, su relación de compañerismo se había vuelto más grande, podían sentir los dos la confianza y entendimiento mutuo que tenían entre ellos.


    Poco después Michelle se colocó delante de unas bellísimas flores color amarillas y también por algunas de color rosa. Para el chico era el fondo más perfecto que podía tener él para que modelada la muchacha.


    —Perfecto, este lugar estará bien. — Haciendo vista de cómo se veía ella delante de las flores, pudo comprobar el hermoso paisaje que formaban tanto el jardín como la bella chica.


    Cristian comenzó con su pintura con tal de lograr terminarla a tiempo. Trataba de que cada detalle fuera perfectamente pulido, no quería dejar ningún tipo de error visible para el ojo humano, veía cada color, cada movimiento. En especial estaba enfocado en la mirada profunda que tenía su compañera de asiento, que en varios momentos le hacía difícil ver por la intensidad de sus ojos celestes.


    Los días se pasaban a paso veloz, tenía que terminar la pintura en cuestión de días, por eso fue que varias de las jornadas se estiraban hasta altas horas de la noche. Michelle estaba poniendo mucho de sí por ayudar a Cristian, ella al principio no lo entendía, pero al ir razonándolo se fue dando cuenta que en verdad tenia deseos de que Cristian lograra entablar mejor relación con sus compañeros, sabía muy bien lo importante que era para él conseguir la aceptación de los otros.


    Esos deseos de aceptación de Cristian le hicieron replantearse sobre su propia vida a Michelle, más ella que no se había interesado por estar al lado de nadie. El dolor por la pérdida de su madre le había afectado enormemente, esa pérdida le causo que se cerrada a entablar ningún tipo de relación con nadie que no fueran sus propias hermanas y el conocer a una persona como él le hizo cambiar mucho, sobre todo su manera de pensar sobre el significado del compañerismo y la amistad.


    Un día antes de la presentación del trabajo para el concurso de arte, Cristian después de mucho esfuerzo y horas de ardua tarea, al final pudo terminar con la misma. La cara de satisfacción del chico podía dar a entender lo complacido que estaba con su propia creación, sentía que había dado todo por esa pintura y al final esta había pasado de ser un sueño a una realidad que se encontraba frente a sus ojos.


    Michelle que también estuvo varias horas posando para él, tenía muchas ganas de ver el resultado de tantas horas de empeño. Cristian no quería mostrárselo, ya que quería que ella se llevara la sorpresa junto con el resto de los alumnos al verlo en el mismo concurso. Pero era tanta la insistencia de la morena por verlo que no le quedo más remedio que enseñárselo en ese mismo momento. Al instante de descubrir la pintura, sencillamente la cara de Michelle era una mezcla de sorpresa con admiración, jamás se imagino que el chico fuera tan bueno en esto, en especial se sintió maravillada de lo real que se veía la imagen, casi como si tuviera un espejo delante de ella que reflejaba su propia imagen.


    —Eres increíble Cris, nunca pensé que tuvieras tanto talento, no puedo creer lo real que se ve. — Ella se había puesto al lado del chico que estaba sentando delante de la pintura. Era tanta la cercanía con él, que inclusive sentía la respiración de la morena.


    —Te-Te lo agradezco Michelle, me esforcé mucho con tal que saliera lo mejor posible, realmente me alegra que te guste. — Sentía un poco de vergüenza con el elogio de la chica, pero también sentía como su corazón cada vez se aceleraba más y más.


    —Te propongo una cosa Cris, ya que tienes hasta mañana para entregarlo, ¿Qué te parece si salimos para festejar que lo has terminado?, total tenemos toda la tarde libre todavía, ¿Qué dices?


    Al chico le había caído por sorpresa la invitación, pero por ningún motivo se le ocurrió rechazar la oferta, así que de inmediato decidió aceptarlo y luego de acordar la hora en la que se reunirían, seria en el parque central de la ciudad, allí solían juntarse muchos amigos de todas las edades: chicos, adolescentes, gente mayor, pero algo que se veía con frecuencia era también las parejas o matrimonios, era común observar a los novios pasear de la mano en esas bellas tardes de primavera.


    Por fin llegaba la hora que acordaron encontrarse en el parque. El primero en llegar fue Cristian que fue con una camisa blanca muy elegante que prácticamente nunca usaba. Casi veinte minutos más tarde llegaba Michelle, ella venia vestida con un lindo vestido color azul que le llegaba hasta la rodilla.


    —Lamento llegar tarde Cris, no suelo ser impuntual en nada, pero no acostumbro a salir mucho.


    Pese al pedido de disculpas de la chica, Cristian parecía no haberse enterado de lo tarde que se le había hecho a ella, es que se había quedado embobado observándola de pies a cabeza, Michelle se veía realmente bellísima con ese vestido, era la primera vez que la veía con otra ropa que no fuera la de la academia.


    —Cris, Cris, ¿Qué te pasa?, ¿Te sientes bien? — Luego de unos segundos el chico regresaba a la tierra después de pasear por su imaginación.


    —Sí, Michelle, t-te ves…muy bien. — Era difícil para él decir lo que pensaba, pero en realidad era lo mínimo que podía decirle a Michelle al verla tan linda.


    —Gracias Cris. — Ella también se quedo mirándolo por unos segundos, más allá que vestía con unas vestimentas modestas, se notaba que intento arreglarse lo más posible para esta salida. —Tú te ves muy bien también. — Responde algo apenada, que era muy poco común en ella.


    En seguida los chicos se dispusieron a recorrer el parque, este aparte de ser muy usado por la gente para pasear, también era un lugar muy entretenido por los diversos juegos que había para el entretenimiento de los visitantes. Michelle y Cristian usaron varios de los mismos, en uno de ellos inclusive el chico se gano el derecho a un premio por haber derribado cinco botellas en el tiro al blanco. Observando uno a uno los regalos a elegir, él se decidió por una estatuilla que era una princesa hecha de cristal, algo bastante lindo para cualquier muchacha que lo recibiera.


    —Toma Michelle, espero que te guste. — Le entregaba el obsequio a la chica, ella de verdad estaba encantada con el regalo.


    —Muchísimas gracias Cris, pero se supone que veníamos a celebrar el trabajo que has hecho, no es justo que yo tenga un obsequio y tú no.


    —Eso no es cierto Michelle, dices que yo no tengo ningún obsequio, pero en realidad ahora mismo siento que me he ganado algo muy importante para mí.


    — ¿Y que es eso que has ganado?


    —Siento que me he ganado tu amistad Michelle. De verdad me siento muy feliz que estés acompañándome ahora, te voy a estar agradecido toda mi vida.


    La morena estaba algo confundida, nunca se imagino estando en una situación así con un chico, pero en serio la felicidad inundaba el corazón de Michelle y ella deseaba que este momento nunca terminara. Por primera vez en su vida sentía que había una persona que en realidad le importaba, aparte de sus hermanas. Ese sentimiento en la chica se había hecho tan grande en tan poco tiempo, que casi sin darse cuento notaba como los latidos de su corazón se aceleraban cada vez más. En ese instante un impulso llevo a Michelle a hacer algo que no estaba acorde a su personalidad, de forma algo arrebatada pero suave a la vez, Michelle tomo del rostro a Cristian y le dio un beso tan contundente pero profundo que era suficiente para hacer estremecer al joven.


    Al separase ella se veía algo descolocada, pero no se sentía arrepentida de lo que había hecho, pese que era un acto impulsivo, en su corazón sintió que debía hacerlo. Michelle miraba hacia un costado con algo de vergüenza y su rostro enrojecido.


    —Mi-Michelle, ¿Que fue eso? — Cristian no entendía nada, pero su cara estaba sonrojada completamente y al igual que la chica su corazón se ponía muy acelerado.


    —Yo, lo siento Cris, yo… — Rápidamente la morena se dio media vuelta y se fue, por más que el muchacho le llamaba para que se quede, esta no se detuvo y siguió corriendo hasta que llego a su casa. — ¿Por qué?, ¿Por qué hice eso? — Buscaba explicaciones para ella misma pero no las encontraba, no entendía sus propias acciones. — ¿Cómo hare para verlo mañana?, ¿Qué voy a hacer?


    Esas preguntas rondaban por su cabeza y se mantuvieron así durante toda la noche, no permitiéndole conciliar el sueño. El día para presentar el trabajo para el concurso de arte había llegado, para suerte de Michelle ese día no fue a su casa como de costumbre lo hacía Cristian, ella supuso que se debía a la presentación del trabajo de arte, o quizás tenía que ver por lo ocurrido en el parque el día anterior. Mientras se dirigían hasta la academia, Yaina notaba que su hermana no se encontraba con la misma actitud que de costumbre, por lo tanto decidió averiguar que le ocurría.


    —Michelle, ¿Te sientes bien?, te noto algo cansada y también…veo algo distinto en ti, ¿Te paso algo?


    —No es nada Yaina, sólo pase una mala noche, pero se me va a pasar, no es nada grave.


    —Si tú lo dices. — La pelirroja había aceptado la respuesta de su hermana, pero sabía que había algo que la incomodaba


    Ambas chicas llegaron a la academia, como era de esperarse todos los alumnos se preparaban para el inicio del concurso de arte, inclusive arriba del escenario que se había armado en el recinto, ya estaban listos los trofeos y unos paquetes que contendrían los premios sorpresa. Pero algo dejo pensativa a Michelle, su compañero de asiento no se veía por ninguna parte, algo raro en él que solía ser muy puntual.


    — ¿Qué extraño, Cristian no se ve por ninguna parte? — La morena miraba de un lado a otro pero no se veía rastro de su amigo.


    —Si es muy extraño, inclusive no nos acompaño como lo hacía últimamente, ¿paso algo ayer cuando salieron?


    —No, no, no paso nada Yaina. — Ya la hermana mayor sospechaba cada vez más de la forma de actuar de Michelle, que en verdad era extraña.


    De repente se acerca al escenario el director de la academia. Había algo raro en el rostro del hombre en cuestión, su rostro denotaba mucha seriedad y a la vez algo de tristeza.


    —Alumnos de la academia Leringhton, se suponía que hoy celebraríamos el tan esperado concurso de arte, pero para mí es duro informarles de una lamentable noticia. — Los alumnos se había quedado callados como nunca, es que todos sabían que las novedades no eran nada gratas. — El día de ayer en la noche, fue encontrado asesinado un compañero de todos ustedes, el joven Cristian Whelan. — De inmediato los comentarios inundaron el lugar, la mala noticia había caído como un balde de agua fría para todos, en especial para Michelle que no quería creerlo. El director siguió informándoles a los alumnos sobre lo ocurrido. — Según se nos ha comunicado, el joven Whelan fue asaltado por unos delincuentes en altas horas de la noche, por lo visto él se encontraba solo en el parque central.


    La información sobre el homicidio de Cristian todavía destrozaba más el corazón de Michelle. Enseguida al oír que su compañero fue asaltado en el parque donde ellos habían estado juntos y donde ella lo dejo solo luego de que lo besara, el sentimiento de culpabilidad de la chica crecía junto con el dolor que le producía la pérdida.


    —No es verdad… — Dijo Michelle en voz baja. — ¡No es verdad! — Gritó con mucha más fuerza. — Cristian no pudo haber muerto, están mintiendo. — Decía mientras sus lágrimas caían incesantemente.


    —Michelle… — Su hermana que estaba a su lado sentía la misma pena, había logrado encariñarse con aquel tímido muchacho.


    Ya no queriendo saber de más nada sobre lo ocurrido, Michelle se marcha de la academia llorando desconsoladamente, sin importarle más nada de nadie, solo tenía ganas de estar sola con su tristeza, nuevamente la vida le jugaba una mala pasada.


    Obviamente ese día no se llevo en marcha el concurso de arte, el mismo fue pospuesto para una semana después. Al día siguiente las clases fueron cancelados también por luto, al momento que Cristian fue despedido en el cementerio por todos los chicos y maestros de la academia, había una persona que no se presentó.


    —Yaina, ¿No se ha presentado tu hermana?, ¿Cómo esta ella? — Le pregunto el profesor Parker, el maestro de matemáticas de la clase de Michelle.


    —Ella se quedo en casa profesor, en realidad no creo que se presente por un buen tiempo en la academia. — Dijo con mucha pena.


    —Es una lástima, ojala pueda reponerse a esto.


    —Si profesor Parker, yo haré todo lo posible por ayudarla, ojala ella tenga la fuerza para continuar. — Se quedo unos segundos pensando. — Pero es muy difícil aceptar una pérdida así, más cuando se trata de la persona…de la que te has enamorado. — El profesor quedo sorprendido por las palabras de Yaina, la pelirroja era la única que vio la realidad de los sentimientos de su hermana por Cristian.


    Pasado ya una semana de aquella tragedia, el concurso de arte se reanudó, y para sorpresa de todos los presentes, la pintura hecha por Cristian fue presentado en el mismo, un tío lejano que había ido para el velatorio del joven había entregado el trabajo un par de días antes. En el momento de la elección no hubo ninguna duda sobre el ganador, la pintura de Cristian fue elegida por todos. Cada uno de los alumnos había quedado deslumbrado por la obra, el joven Whelan pudo conseguir lo que tanto había deseado, el reconocimiento de sus compañeros, en el momento que se hizo la premiación, Michelle había retornado a la academia.


    Al principio la chica de largo cabello negro se mostro como siempre con sus otros compañeros, con la misma frialdad que tenia de costumbre, no veía razón para cambiar su forma de ser ahora. Pero al descubrirse la pintura de Cristian, el director de la academia leyó el titulo de la obra.


    —El trabajo ganador del concurso, perteneciente al joven Cristian Whelan, esta titulado con el nombre: ¨ Viviré con felicidad por siempre.¨ — Michelle al escuchar el nombre de la pintura, enseguida sintió que eso era un claro mensaje que Cristian había dejado para ella. Sabiendo de lo alejada que se mantuvo siempre de la gente, él quiso darle a entender con el nombre de su trabajo que nunca debía bajar los brazos. Que la vida pese a todas las adversidades continuaba y que pasara lo que pasara, ella debía continuar con su vida, buscando su propia felicidad.


    —¨ Cristian, gracias, nunca te olvidaré.¨ — Emocionada, ella se prometió así misma de nunca rendirse y seguir adelante con su vida.


    De repente Michelle despertó de aquel sueño que la sumergió con su pasado, y vio de inmediato a Gerardo y Fellow descansando contra un árbol, ella se pudo dar cuenta de que ambos habían estado cuidándola hasta tarde, lo noto también por el paño mojado que llevaba Gerardo en su mano, obviamente lo había usado para evitar que ella levantara temperatura por la altos grados de calor. Michelle se arrimo a Gerardo y toco suavemente su frente.


    —Lo haré Cristian, seguiré con mi vida, porque finalmente he encontrado a una maravillosa persona, al igual que lo eras tú. — Se sentó al lado de Gerardo que seguía durmiendo y apoyo su cabeza al hombro del joven dormido. — No me rendiré, voy a luchar por conseguir mi felicidad, con la persona que amo. — Mantuvo su mirada fijada en el chico, ella ya había tomado su decisión y se prometió no bajar los brazos nunca más.




    PROXIMO CAPITULO: LA VELOCIDAD DE LA MENTE.
     
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  14.  
    Miu Amaha

    Miu Amaha Guest

    Hola, después de tanto tiempo me vuelvo a pasar por tu historia. Vaya, me sorprende lo mucho que ha avanzado esta hermosa leyenda, al parecer se esta acercando el final, bueno eso tú lo dirás. Tenia mis esperanzas de que Estefani llegue a terminar con Gerardo, pero al parecer su hermana Michelle ha tomado mucha ventaja sobre ella, de igual manera pienso que el chico esta enamorado de la rubia, ojala aclares pronto ese asunto. No note demasiadas faltas de ortografía, me entretuve bastante con la lectura, me avisas para el siguiente episodio, bye, bye, querido amigo.
     
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  15.  
    yanin

    yanin Usuario común

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    No, no puede ser porque lo dejaste ahi, me gusto bastante el capitulo estuvo genial no que genial excelente nunca me imangine que Michelle paso por eso tan doloroso en su vida ella habia encontrado en Cristian la comprension y que la viera como era realemente ella, se me hizo tan triste la histroira de ella y el me hizo llorar cuando el murio y Muchell sufrio la perdida de su amigo que relamente ella llego a enamorarse.

    pues esperare el siguiente capitulo :p salu2.
     
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    Ruriel

    Ruriel Usuario común

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    La Leyenda de Estefani
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    CAPITULO XXXI: LA VELOCIDAD DE LA MENTE






    Ha llegado la hora de que la sabiduría de la pelirroja muestre sus frutos.




    Michelle se había puesto al cuidado de los dos dormilones que tenia de acompañante. De todas formas ella los comprendía, habían tenido un viaje muy agotador pero se les había sumado el que tuvieron que cuidarla por su falta de energía, debido a su pelea con Vaduan.


    Ella en especial demostraba un mayor cuidado por Gerardo, que había venido cargándola en su espalda por largo rato durante el viaje y también por ese sentimiento tan grande que sentía la morena por ese muchacho.


    —Te has sacrificado mucho. Has estado cuidándome todo este tiempo, me toca a mí hacerlo ahora. — La chica ponía un pañuelo mojado en la frente del muchacho, el calor estaba siendo un castigo incesante desde hacía varios días. Mientras ella permanecía pendiente de su compañero, en tanto Fellow que hacía unos poco minutos que había despertado, estaba observando la escena de la parejita. Esa imagen no hacía más que confirmar sus sospechas acerca de los sentimientos de la morena.


    ¨ Jaja, esa chica… ¿cuándo ira a sincerarse con él?, espero que le confiese lo que siente pronto.¨— El conejo volvió a cerrar sus ojos, pero con una sonrisa cómplice, como intuyendo la posible relación que tendrían a futuro Gerardo y Michelle.


    En otros rincones de ese mundo se estaba por librar el combate entre Yaina y aquel peculiar miembro de los Silarus llamado Mistelis. La que daba la iniciativa en la pelea era la pelirroja, intentándole golpear con una fuerte patada.


    —Comprobaré esa rapidez que tanto presumes. — Yaina lanzo en reiteraras veces patadas de un lado a otro, incluyéndole golpes también con sus puños. De todas formas como se podía esperar de Mistelis, este esquivo con amplia facilidad cada golpe de la chica. Ella sin embargo no detuvo sus ataques, sino que todo lo contrario, iba sumándole cada vez más rapidez a sus golpes, aunque el resultado siempre era el mismo.


    —Vamos bruja pelirroja, se supone que ibas a golpearme, ¿que estas esperando? — Mistelis se burlaba de los intentos fallidos de Yaina, no obstante eso no era motivo para que ella siguiera intentándolo una y otra vez. Esa perseverancia se le había pegado de estar tanto tiempo al lado de Johnny, alguien que jamás se daba por vencido.


    —No te alegres tanto, apenas comienzo a atacarte, ahora quiero saber algo, ¿Tu única virtud es la de esquivar golpes?, si fuera así sería una verdadera decepción. — La autoestima de la chica era formidable, más allá de no tener experiencia alguna en los combates, ella creía firmemente en sus propias capacidades, sin importarle quien tuviera en frente.


    —Hablas mucho bruja, en vez de preocuparte de mi estrategia de combate, tendrías que preocuparte en alcanzarme primero. — Nuevamente haciendo uso de sus facultades, Mistelis rodeaba a Yaina con su increíble velocidad. A duras penas ella podía visualizar a su oponente, en realidad para los ojos de cualquier ser humano era imposible verle los movimientos a este rival.


    ¨ Tengo que hacer algo. Es verdad que él no me está atacando todavía, ¿pero cuanto puede pasar hasta que lo haga?¨ — Trataba de idear algún plan para contrarrestar esa velocidad que era una verdadera molestia. Después de todo nada es más difícil que intentar golpear a algo que no puedes alcanzar. — ¨ Me duele la vista tratando de seguirle el ritmo, maldición, si no hago algo ahora estaré acabada.¨— Ella pensaba la forma en que Mistelis detenga su marcha, tendría que buscar algún momento de descuido de él para intentar usar su ataque tomándolo por sorpresa.


    Siguiendo con su estrategia, Mistelis continuaba usando su velocidad para confundir a Yaina y a la vez la tenia totalmente rodeada. Su intención era que ella diera el primer movimiento, de esa manera y con la ayuda de su rapidez, él podría atacarla desde atrás.


    —¨Ya falta poco, estoy seguro que pronto intentará hacer algo. Cuando lo haga aprovecharé esa oportunidad y la acabaré.¨


    La visión que tenia Mistelis no estaba equivocada. Finalmente ante la insistencia de seguir rodeándola, Yaina decidió actuar, dio un gran salto en una dirección determinada, calculando que el Silarus recibiría el impacto en ese preciso punto. El demonio había encontrado la oportunidad que estuvo buscando, y aplicando más velocidad a sus movimientos, este pudo ponerse por detrás de la pelirroja, que en esa posición se encontraba totalmente desprotegida.


    —Ya te tengo muchacha, fue una tontería de tu parte atacar así a lo ciego, es el momento que recibas mi técnica especial. — El Silarus comenzó a girar desde un mismo punto, casi como un remolino. — ¨ Lluvia de agujas¨— Cientos por no decir miles de agujas hechas de energía se dispararon contra el cuerpo de Yaina.


    Siéndole imposible esquivarlas, Yaina fue impactada por muchas de las agujas que disparo Mistelis, a los pocos segundos, cada una de ellas habían hecho explosión en el cuerpo de la chica pelirroja, como bombas que eran detonadas automáticamente.


    Esperando a aclarar su visión por la polvareda que había causado la explosión, el Silarus pudo divisar el cuerpo caído de la joven, el mismo se veía marcado por las heridas en cada parte de sus extremidades, eso para Mistelis era la prueba suficiente de que su oponente había muerto.


    —Esta bruja, creí que era más fuerte. — Él miraba el cuerpo de su derrotada. — Supongo que había sobrevalorado a esta chica, espere demasiado de ella. De todas formas…será mejor asegurarme. — Mistelis se acercó al cuerpo de Yaina y lo golpeo con su pierna, quizás esperando de que hubiera algún tipo de reacción, pero no ocurrió eso, lo único que tenía delante de él no era más que un cadáver. — En el fondo me das un poco de pena bruja pelirroja, has desperdiciado tu vida por una causa perdida. Me imagino que esos errores son parte de la vida de los seres humanos.


    No encontrando ningún motivo para seguir allí, Mistelis comenzaba a retirarse del lugar, dejando al cadáver tirado en medio del campo de batalla. De repente una extraña sensación hizo que el demonio de detuviera en el mismo lugar, una poderosa aura se estaba haciendo presente en el lugar.


    — ¿Qué es esa energía que siento?, es muy poderosa, pero… ¿de dónde viene? — Veía todo a su alrededor, pero por más que buscara, no era capaz de ver de dónde provenía la fuente de ese poder. Enseguida dirigió su vista al cuerpo de Yaina, pero era una locura pensar que ella siguiera con vida después de su ataque. — No puede ser ella, sin embargo, no puedo distinguir la procedencia de ese poder.


    En ese preciso momento, el cadáver desapareció del lugar, ese suceso dejo sin palabras a Mistelis, no entendía nada de lo que estaba pasando. Enseguida como de la nada, cuatro auras de gran poder habían aparecido, encerrando el paso al Silarus.


    —No entiendo, ¿Qué son estas cosas?, y… ¿adónde ha ido el cuerpo de esa bruja pelirroja?


    —Tú heriste a Yaina. — Esas auras de poder de color anaranjado comenzaron a hablar al unísono. — Debes pagar por tus crímenes, ha llegado la hora de que te devuelvan el daño que has hecho.


    Las cuatro auras comenzaron a tomar forma, y como por arte de magia, estas se convirtieron en Yaina. Si la confusión de Mistelis era grande hasta ese momento, ahora había crecido mucho más sus dudas.


    —Esto…no puede estar pasando, ¿Por qué hay cuatro de ustedes?, yo elimine a esta chica, entonces no entiendo, ¿Cómo es que hay cuatro de ustedes ahora?


    Las Yainas reían burlonamente de su enemigo, se lo veía no solo confundido, sino más bien que mostraba miedo ante estas extrañas circunstancias.


    —Mistelis, no solo los demonios como tú tiene grandes facultades. — Dijeron las cuatro chicas pelirrojas. — Nosotros los humanos sacamos una fuerza interior que nos hace prácticamente invencibles. — Cada una de las chicas apuntaron con una de sus manos al enemigo. — Es el momento de que sientas el poder de nuestra raza.


    Temiendo que ellas lo atacaran a la vez, el Silarus intento dar un gran salto y pasar por encima de ellas, pero lo que no se esperaba era que su cuerpo había quedado completamente paralizado.


    —No puedo moverme, ¿Qué me han hecho malditas brujas?


    —Fíjate en donde estas parado Mistelis, caíste en nuestra trampa muy fácilmente.


    Al ver el suelo, el demonio pudo ver que se encontraba parado encima de una marca con forma de estrella. Era más que claro que esto era algún tipo de hechizo creado por las Yainas.


    — ¿En qué momento hicieron esto?


    —Desde el momento que cayó mi sangre en el suelo que pisas, Mistelis. — Respondió otra Yaina más que estaba encima de gigantesca roca.


    —Otra mas, ha salido otra chica pelirroja más, esto debe ser un sueño. — Estaba aterrado, inmóvil y prácticamente indefenso. La situación era más que compleja para el demonio que no tenía ni idea de cómo había terminado esto así.


    —No somos fantasmas, tampoco estas soñando, sólo somos aquello que tu creíste haber derrotado. Te sentiste victorioso demasiado rápido, es tarde ahora para echarse atrás. Nosotras somos los cinco extremos de la gran estrella pentagrama de Adis, sentirás la fuerza de nuestros espíritus, ¨ Estrella de Adis, Destello de los cielos.¨ — La marca hecha en el suelo comenzó a brillar gracias al poder que le brindaban las cinco Yainas. Del suelo emergió una poderosa energía que lentamente iba desgarrando el cuerpo de Mistelis.


    — ¿Por qué?, ¿Por qué me pasa esto?, ella es solo una chica, me engaño por completo, todo el tiempo había estado planificando esto. — Parte del cuerpo del Silarus empezaban a desaparecer por la fuerza de la técnica de Yaina. — Ella, ella a pesar de ser una humana, tiene una mente muy calculadora y fría. Fue capaz de planear todo esto en medio de un combate. Su inteligencia fue superior a la mía, por eso yo…he perdido. — La energía finalmente se elevo hacia el cielo luego de hacer desaparecer por completo a su rival.


    — ¿Fría?, He…no hables como si me conocieras…sólo me comporto así con seres como tú. De todas formas ya todo se termino. — Miraba hacia el cielo donde brillaba a lo lejos la poderosa energía que uso para eliminar a Mistelis.


    La nueva caída de Los Silarus cayó como un balde de agua fría para Reim y Morgana.


    —Esto ya es demasiado, no lo soporto más, ya mismo iré a acabar con ellos.


    —Espera Morgana, no seas impaciente.


    —Reim, nos están humillando en nuestras narices, no podemos permitir que siga esto así.


    —Entiendo tu frustración Morgana, pero por si ya lo has olvidado, hay alguien más aparte de nosotros que puede encargarse de ellos.


    —Te refieres a…


    —Escuchen Silarus. — Una voz se escucho detrás de ellos, rápidamente lo reconocieron.


    —Vaya, pero si es el discípulo de Gualon, déjame recordar…te llamas Madagar, ¿Verdad?


    —No seas irónica Morgana. Dime, ¿qué te trae a este lugar Madagar?


    —Como era de esperarse del líder, eres el más serio de los siete, bueno aunque ahora sólo quedan tres de ustedes. Han resultado ser una verdadera decepción.


    — ¿Qué has dicho maldito? — Estaba furiosa con sus dichos la Silarus Morgana, haciendo que quisiera ir a golpearlo.


    — ¡Basta Morgana! — El grito de su líder era más que suficiente para que ella se detuviera.


    —L-Lo siento Reim.


    —Y tú Madagar, si no vas a decirme que es lo que quieres, entonces puedes irte de una vez.


    —Está bien Reim, te lo diré. Mi maestro desea verte a ti y a Morgana ahora mismo, es que hubo un cambio de planes.


    — ¿Cambio de planes?, ¿A qué te refieres con eso? — Preguntaron ambos a la vez.


    —Mi maestro se los explicara mejor cuando lo vean. Por favor síganme, yo los guiaré.


    Los dos Silarus acompañaron a Madagar al lugar en donde se encontraba su maestro, algo les decía que Gualon tenía seguramente un plan en mente para deshacerse de los humanos, pero no podían imaginarse de que se trataba.






    PROXIMO CAPITULO: UNO CON LA NATURALEZA
     
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    yanin

    yanin Usuario común

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    Que te puedo decir interesante el capitulo, ahora le toco pelear a Yaina además ella es una chica bastante fuerte ya que derroto a Mistelis.
    Las batallas cada se ponen mas buenas y difícil para los chicos, quien se iba imaginar que Yaina es una buena estratega y así pudo vencer a ese demonio.
    Ahora lo que me ha estado intrigando un poco es de que Michelle esta enamorada de Gerardo pero el gusta de su hermana Estefani.
    Esperare el siguiente capitulo como siempre y gracias por avisarme aquí esto y tarde pero segura en seguir leyendo tu ff.

    Salu2.:p
     
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    Sheccid

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    Gracias por decirme qe estabas escribiendo esta historia, es verdaderamente genial, aunque me tomó 2 días llegar hasta el capítulo 31 ;) pero me hacías llorar con Cristian:(, avisame cuando este el capítulo 32. Sólo una pregunta:
    ¿ De dónde pusiste el nombre de "Estrella de Adis"? Es que justamente mi nombre verdadero es Adilene, así que me dicen "Adis" algunas veces, también me llamó mucho la atención que metieras más y más persoajes en el amorío, al principio creí que simplemente Gerardo y Estefani se iban a quedar juntos, pero me encanta el suspenso que esto produce.
     
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    Ruriel

    Ruriel Usuario común

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    La Leyenda de Estefani
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    CAPITULO XXXII: UNO CON LA NATURALEZA




    El ser que tiene la conexión más grande con todo el medio ambiente, utilizará sus métodos para detener a sus oponentes.


    En la enorme casa situada en las colinas de Ideya, un maestro pasaba sus días muy aburrido por la falta de gente que lo rodeada.


    —Ahh, este lugar es muy tranquilo sin los chicos aquí. — Randall se quejaba por lo solitario que quedó, tras la partida de los muchachos. — ¿Me pregunto cómo les irá a ellos? — Mientras sus pensamientos giraban en torno a sus alumnos, una suave brisa movía sus cabellos. Su calmada tarde fue interrumpida por el sonido de unos pasos. — ¨ Alguien se acerca. ¨


    Randall estaba dispuesto a usar el Joensuu, pero antes de hacer eso, se detuvo al ver el propietario de esos pasos.


    —Un segundo, tú eres… Gaspar. — Delante de su presencia estaba un burro de color azul, con un mirar desganado. Este animal al igual que Fellow era una criatura guía.


    —Ha pasado tiempo sin verte Randall.


    —Lo mismo digo yo Gaspar, pero dejemos eso de lado, ¿tú que haces aquí?


    —Te mentiría si te dijera que estoy de paso Randall. La verdad es que he venido acompañando a mi ama.


    — ¿A tu ama?, ¿no me digas…que ella esta acá?


    —Jajajaja, tienes cara de pánico Randall, por lo que veo no has cambiado en nada.


    —Esa voz tan irritante… ¡¿Eres tú…Nasha?!


    De entre los arboles más cercanos, una joven salió para ponerse en frente de Randall. La chica vestía con una vestimenta color amarillo, bastante ligera para su movilidad, pero con una falda muy corta, demasiado sugerente para cualquiera que la viera.


    —Te he echado de menos, ex compañero de combate. — La chica de cabello naranja corto hasta su cuello y de ojos rosados, era una antigua guerrera del ejército del rey Haggar, al igual que Randall.


    —Lamento no decir lo mismo Nasha, ¿Pero se puede saber qué haces en mi casa?


    —Me he enterado que entrenaste a unos chicos, y que los has enviado a luchar contra Gualon, ¿Estoy en lo cierto?


    — ¿Cómo sabes eso?


    —Jejeje, yo tengo mis contactos. — Dijo haciéndose la misteriosa.


    —En realidad fue Fellow quien me lo conto. — Interrumpió la charla el burro Gaspar. — Recuerda que nosotros los animales guía nos podemos comunicar telepáticamente.


    —Con que fue Fellow, pero… ¿porque te lo dijo?, no lo entiendo.


    —Por lo visto ni tu mascota guía cree demasiado en tus discípulos.


    —No hables de ellos sin conocerlos Nasha. Cada uno de estos chicos se ha esforzado para poder hacerle frente a Gualon, aun sabiendo que sus vidas estarán en peligro, así que te prohíbo que te dirijas de esa forma sobre mis alumnos.


    —No es necesario que levantes la voz Randall. Eres muy poco amable, esta no es manera de recibir a una vieja colega tuya, sólo quería hacerte compañía, ¿acaso no te sentías solo?


    —Perdóname Nasha, pero es que no me gusta que hables así de mis chicos.


    —Te entiendo perfectamente, es difícil ser maestro, uno logra encariñarse con sus discípulos.


    — ¿No me digas que tú también tienes alumnos Nasha?, pensé que a ti no te gustaba enseñarles a los demás.


    —Sí, así es, yo odio hacer de instructora. Pero hace poco tiempo conocí a una persona que me hizo cambiar de parecer. — Nasha se sentó junto a Randall para charlar, mientras que Gaspar ya hacía unos minutos que se había quedado dormido.


    —Una persona que te hizo cambiar de parecer… ja, debe ser muy especial para que haya logrado eso en ti.


    —Si lo es…por eso la convertí en mi discípula, en realidad es mi única alumna.


    —Con que es una chica, espero que no tenga los mismos berrinches que tu Nasha.


    — ¡¿Qué tratas de decir con eso?! ¡Yo no hago berrinches, ahórrate tus comentarios!


    —Jajaja, hacía tiempo que no me gritaban de esa manera, creo que eso si lo extrañaba. — Sin darse cuenta su comentario hizo enrojecer a Nasha.


    —Eres un tonto Randall, te gusta hacerme enfadar, parece que lo disfrutaras.


    —De todas formas nos hemos desviado del tema. Dime la verdad Nasha, ¿Por qué viniste?


    —Como dijo Gaspar, Fellow le comunico telepáticamente que tus alumnos se dirigían al reino oscuro. Quizás ese conejo pensó que esos chicos no podrían cumplir esta misión ellos solos y fue por eso que le aviso a mi mascota guía.


    —Ese Fellow es un entrometido, ya vera cuando regrese aquí, me va a escuchar.


    —No te enfades con él, estoy segura que tuvo buenas intenciones. Y como yo soy una persona solidaria que ayuda a sus viejos amigos, me decidí en mandar a mi alumna al campo de batalla. Ella les ayudará en esta pelea.


    — ¿Qué tu hiciste qué? – Preguntó completamente sorprendido.


    —No es necesario que me lo agradezcas Randall, ya ves, yo soy una persona generosa, jajaja.


    —Nasha, ¿de casualidad tu alumna conoce a mis chicos?


    —Mmm, ahora que lo dices…no, nunca los ha visto. Pensándolo bien…yo tampoco los he visto.


    — ¡¿Qué?! Al menos… ¿sabe ella diferenciar la energía maligna de la que no lo es?


    —Para serte sincera…no mucho. Ella es muy fuerte, pero…apenas reconoce los tipos de energía, Jajaja — Reía nerviosa. — ¿Qué descuido el mío no?, jajaja.


    —En vez de traer soluciones has complicado más las cosas. Ojala que todo salga bien.


    Las suplicas de Randall eran infundadas, ya que sus alumnos venían bien encaminados en esta batalla. Los primeros tres combates habían dado saldo positivo para los jóvenes héroes, aunque eso no significaba que todo resultaría tan fácil, peleas más difíciles estaban por venir.


    Por esa razón y para seguir la racha positiva de victorias, Estefani y Jack se dirigían a toda prisa hacia el castillo de Gualon. Antes de llegar allí, deberían cruzar por los bosques de ¨Remica¨, un lugar tenebroso y oscuro por el que pocos se animarían a aventurar.


    —Vamos Estefani, si nos apresuramos estoy seguro que pronto estaremos en el castillo de ese monstruo.


    —Lo se Jack, pero…este sitio, me da muy mala espina. Siento como si hubiera ojos mirándonos todo el tiempo.


    —Sé que es un lugar tenebroso, pero si seguimos perdiendo tiempo aquí, el sacrificio que hicieron nuestros amigos para que lleguemos con Gualon habrá sido en vano.


    —Es verdad, sigamos.


    —KuKuKu, que palabras más valientes has dicho jovencito. Veo que no le temes a nada. — Una voz desconocida se dirigió a ellos.


    — ¿Quién anda ahí?, sal de donde te escondes y da la cara. — Estefani hablaba al aire sin saber a donde debía dirigir su mirara.


    —Con que la niña también es valiente, perfecto, entonces podré comprobar si son tan valerosos como aparentan chicos.


    Repentinamente se le aparecieron a nuestros amigos, un par de animales salvajes que venían con una mirara asesina verdaderamente temible. Estas criaturas eran un enorme oso y un feroz tigre que se acercaban muy despacio para acechar a su presa.


    —Quiero que saluden a dos de mis amigos. Estos animales, como tantos otros, son una parte de mí, espero que ellos sean de su agrado, jajaja.


    —Ten mucho cuidado Estefani, ponte detrás de mí.


    —De acuerdo Jack. — La princesa se colocó detrás de Jack, mientras él se puso en guardia para un posible ataque de las bestias.


    —Adelante hermanos míos, demuéstrenle la ira de la naturaleza a estos dos humanos.


    Las fieras salvajes se abalanzaron contra los chicos, Jack estaba preparado para proteger a Estefani pase lo que pase, aun si dependiera de sacrificar su propia vida.


    — ¡Jack ten cuidado! — Los gritos de Estefani se hicieron oír en todo el bosque, ¿Qué pasará con ellos?


    En el palacio llamado Ellisteas, Gualon recibía a los dos Silarus principales, para contarles sobre su repentino cambio de planes en medio de las confrontaciones.


    —Maestro, tal como me lo pidió, he traído a Reim y Morgana conmigo.


    —Buen trabajo Madagar, has cumplido como siempre, ya puedes retirarte.


    —Como usted ordene mi lord.


    Luego de retirarse Madagar, Gualon inicio la charla con el líder de los Silarus y su hermana.


    —Imagino que se deben estar preguntando por qué los mande a llamar.


    —Así es, ni Reim ni yo sabemos de qué se trata todo esto, ¿puedes explicarnos?


    —Solo me surgió la necesidad de que ustedes dos al ser lo más fuertes exponentes de su grupo, realicen una tarea especial para mí.


    — ¿De qué se trata Gualon?, se más claro. — Se refirió Reim sin ningún tipo de reparo ante la presencia del siniestro soberano de Sefiro.


    —Necesito que Morgana se encargue personalmente de ese chico del otro mundo, ese que llaman Gerardo. Quiero que te dediques exclusivamente a él, trata de hacerlo separar de sus otros compañeros. Ahora mismo se encuentra en medio del desierto junto a la princesa Michelle.


    —Eso no va a ser ningún problema, yo a diferencia de mis otros hermanos, si suelo cumplir al pie de la letra todo lo que me piden.


    —Confío de que así sea. En cuanto a ti Reim, tu trabajo va a consistir en traerme algo de cierto lugar…


    — ¿Algo de cierto lugar?, ¿y qué es eso que debo traer?, ¿y a qué lugar te refieres?


    —La tierra…el lugar de donde quiero que me traigas lo que te voy a pedir, se encuentra en el planeta tierra.


    ¿Cuál será el as bajo la manga que tiene Gualon?




    PROXIMO CAPITULO: EL SER SIN VIDA
     
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    yanin

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    No, no porque lo déjate ahí ahora me quedare con la intriga que tendrá pensado hacer Gualon, ahora también quien será la chica misteriosa que mando Nasha para ayudar a los chicos.
    Nasha es un nuevo personaje que sale y es bastante despistada mira mandar a su discípula ayudar a los alumnos de Randall y sin darle ninguna pista a su alumna.

    la parte que me guysto:

    esperare el siguente capitulo.
    salu2:D
     
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