La Leyenda de Estefani

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Ruriel, 3 Julio 2011.

  1.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1336
    CAPITULO LVII: EL DOLOR DE ESTEFANI




    Estefani se estaba arrimando a Sefiro acompañada de Morgana y Demetria, pero algo muy penoso se alcanzo a divisar en el camino de ellas. La ex Silarus y la guerrera charlaban sobre lo que podría llegar a venir de ahora en más en esta batalla, mientras la rubia seguía caminando por delante de ellas, escuchando la conversación que tenían.


    —Dime una cosa, ¿ustedes por que acordaron pelear del lado de Gualon?, tenía entendido que trabajaban por su cuenta. — Le preguntaba con mucha intriga Demetria a Morgana.


    —Sí, nosotros siempre hacíamos las cosas por nuestra cuenta, jamás imaginamos que trabajaríamos en sociedad con alguien.


    —Entonces, ¿Por qué lo hicieron?


    —Esa fue una decisión de nuestro líder, Reim. No se los verdaderos motivos por el cual él acepto la oferta de Gualon, quizás como todos nosotros, habrá sentido que con su ayuda podría tomar venganza de ustedes. Nosotros en verdad odiábamos a los humanos, y no puedo decir que ese odio haya desaparecido por completo aun.


    —Con que solo lo hicieron para vengarse de nosotros, mmm, que complicados son. Pero no puedo culparlos, tal vez en algún sentido nos parecemos en eso.


    Demetria seguía conversando con Morgana, hasta que sin darse cuenta se tropieza con Estefani quien había dejado de avanzar.


    — ¡Hey Estefani, ¿Por qué te frenas?! , Al menos avisa cuando dejes de caminar. — La rubia no le contestaba y permanecía callada mirando al frente. — ¿Qué sucede?, ¿qué estás viendo ahí? — Al no recibir respuesta por parte de la princesa, la guerrera dirigió su vista al lugar en donde Estefani observaba. —No…es posible.


    — ¿Qué pasa? — Morgana se acerco a ver qué pasaba.


    Lo que vieron las chicas era el resultado de una terrible pelea y la cual se había llevado la vida de un joven ladrón.


    —No…no… — Los ojos llenos de lágrimas de Estefani le mostraban un triste escenario. — ¡Jack! — Ella salió corriendo hasta donde estaba su cuerpo.


    — ¡Espera Estefani!, ¿quién es ese chico Demetria? — Le preguntaba Morgana a la guerrera.


    —El es Jack, es uno de los amigos de Estefani, pero… ¿Qué ha pasado aquí?


    Estefani abrazo a Jack buscando que él le contestara a sus suplicas, no queriendo creer lo que era la pura realidad.


    —Jack, Jack, por favor contéstame, Jack, Jack, tú no puedes…tú no puedes.


    La rubia no paraba de llorar y de negar la muerte de Jack, era demasiado fuerte para que ella pudiera aceptarlo. Entre tanto sufrimiento, la rubia de repente sintió la mano de una persona en su hombro.


    —Ya Estefani. —Le dijo Demetria con mucho dolor. — Él no te responderá.


    — ¡No, cállate, eso es mentira, estas mintiendo!


    —Sé que es muy difícil, pero debes aceptarlo…él ha muerto.


    — ¡Mentira, te dije que dejaras de mentir! — Ella se puso a llorar aun con más fuerza que antes, su pecho le dolía en sobremanera, era un dolor indescriptible e insoportable.


    — ¿En verdad tanto era su cariño por esa persona como para ponerse en ese estado? — Le preguntó Morgana a Demetria, incrédula al sufrimiento que sentía Estefani por la muerte de Jack.


    —Sí, con lo poco que puedo saber sobre Estefani, cualquiera se daría cuenta que ella sufre mucho por sus amigos, mas cuando se tratan de personas como Jack, que ha calado tan profundamente en su corazón. —Respondía con mucha seguridad Demetria acerca de los sentimientos de la rubia.


    —No puedo imaginarme el dolor que está sintiendo ella, pero al verla me hace sentir tremendamente horrible, ya que yo con mis actos del pasado, he causado ese mismo sufrimiento a mucha gente.


    —Si quieres remediar aunque sea un poco todo el daño que has hecho antes, tienes la posibilidad de hacerlo con las cosas que hagas ahora en el presente.


    Morgana quedo muy pensativa con las palabras de Demetria. Ella como una antigua integrante de los Silarus, había causado mucho dolor a muchas personas en el mundo y ver el llanto tan angustiante de Estefani por Jack, le hacía sentir tremendamente mal y culpable al mismo tiempo. También recordó la generosidad infundada que tuvo Gerardo para con ella y como la había protegido pese a ser su enemiga. Ese tipo de acciones le habían confundido mucho en aquella ocasión, pero viéndola a Estefani ahora podía entender un poco más a los humanos y su sentir con sus seres queridos.


    —Princesa… necesito pedirte un favor. — Dijo Morgana.


    —Morgana, ¿que no te das cuenta que ella se siente mal?, ¿cómo se te ocurre pedirle algo en estos momentos?


    —Dime una cosa princesa, tú… quieres mucho a Jack, ¿no es cierto?


    — ¿Que pregunta es esa Morgana?, ¿que no ves lo que está pasando? —Le recriminó con mucha bronca Demetria, ella pensaba que la Silarus no entendía nada del sufrimiento de Estefani.


    — ¡Por favor responde a mi pregunta Estefani! — Grito con fuerza Morgana.


    Entre tanto llanto Estefani levanto su cabeza y observo a Morgana que se le veía muy seria luego de preguntarle eso.


    — ¡Si…yo lo quiero mucho, es mi amigo!, pero él ahora…


    —Eso es todo lo que necesitaba saber.


    La Silarus se acerco a Estefani y le dijo…


    —Ya no llores más Estefani, no todo está perdido.


    — ¿Qué…quieres decir?


    —Aún se le puede salvar, todavía estamos a tiempo.


    —No digas tonterías Morgana, ¿que no ves que está muerto?, no juegues con los sentimientos de Estefani. —Demetria se sentía furiosa.


    —Y tú no saques conclusiones de mí sin saber nada. Este muchacho lleva poco de haber fallecido, pero hay una forma de revivirlo, todavía se puede hacer.


    — ¿Es verdad…eso que dices Morgana? — Estefani empezaba a recobrarse después de lo dicho por Morgana.


    —Estefani no puedes creer en lo que dice ella, es una tontería.


    —No es ninguna tontería, existe una forma, pero…solo yo puedo hacerlo.


    Estefani se le quedo mirándola por unos segundos, casi como analizando la mirara de Morgana, tratando de encontrar en esos ojos cuanto de verdad y de mentira podría haber en sus palabras.


    — ¿Puedes hacerlo Morgana?


    —Sí. — Le contestó la Silarus con firmeza.


    —Por favor, si puedes hacerlo, te lo ruego, salva a Jack.


    Aceptando la proposición de Morgana, Estefani se hizo a un lado para dejarla actuar a la ex Silarus, mientras que Demetria seguía incrédula a la posibilidad de que Jack pudiera ser revivido.


    —Esta técnica la aprendí de Lloref, me pareció que en algún momento me iría a ser de ayuda. Inconscientemente comencé a pensar en que podía ayudar de alguna forma a alguien, inclusive en ese tiempo que yo era una guerrera sin corazón prácticamente, creía que…podía ser de ayuda para otros.


    Flashback:


    Morgana estaba observando cómo su hermano Lloref practicaba técnicas de ataques, asesinando a miles de bestias salvajes.


    —Oye Lloref, ¿no crees que has entrenado lo suficiente?


    —Nunca es suficiente, me haré más poderoso día con día.


    Morgana estaba cansada, quería irse de ese bosque en donde su hermano Silarus entrenaba, pero debía esperarlo. Además ella se daba cuenta que ya no había más animales vivos, había asesinado a todo ser con vida que existía ahí.


    — ¿No entiendo con que planeas seguir entrenando?, has matado a todos estos pobres animales, en verdad no entiendo porque practicas con ellos y no con humanos


    —Para mí son lo mismo, animales como humanos, es exactamente igual. Aparte…mis recursos de entrenamiento jamás se acaban. — Lloref con un extraño poder mágico hizo que revivieran todos los animales muertos.


    — ¿Que acabas de hacer?


    —Es mi técnica de resucitación, le llamo ¨Alasmy.¨, con este poder soy capaz de hacer volver a la vida a cualquier ser existente en este mundo.


    —Increíble… ¿Podrías enseñármela?


    — ¿Qué piensas entrenar matando animales también?


    —Claro que no, a mi me gustan los animales. Es que me parece una técnica asombrosa, seria genial aprender a hacerla.


    —Poder se puede, si yo quisiera podría enseñártela, aunque…en caso de que alguien que no sea yo use este poder, el resultado final no sería exactamente igual.


    — ¿No sería…igual?


    Morgana planea usar el Alasmy, ¿qué consecuencias podrá tener este poder?




    PROXIMO CAPITULO: CORRIGIENDO SU PASADO
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  2.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1326
    CAPITULO LVIII: CORRIGIENDO SU PASADO




    Al ver el tremendo sufrimiento de Estefani, Morgana decidió ayudarla intentando hacer una técnica que había aprendido de su hermano Lloref. Este poder podía revivir a Jack, pero era una técnica prohibida, solamente se le permitía al inmortal usarla, ¿Qué efecto podría causar el utilizarla?


    Morgana había extendido ambos brazos para comenzar con la técnica llamada ¨Alasmy¨, la resucitadora de los muertos. Lentamente un aura de color blanca rodeo a la Silarus.


    —Morgana, ¿en verdad eres capaz de hacerlo? — Seguía desconfiando Demetria.


    —Esta técnica es tanto difícil como efectiva, tú confía en mí, este muchacho…volverá a la vida, te lo puedo asegurar.


    —Confiamos en ti Morgana. — Estefani ponía toda su fe en la mujer que alguna vez fue su enemiga.


    Mientras Morgana rodeaba con su aura el cuerpo de Jack, ella volvió a pensar en las palabras que le dijo su hermano ese día.


    Flashback:


    —Estas perfectamente capacitada para aprende el Alasmy, pero…debo advertirte que en caso de no ser yo quien la haga, las consecuencias de usarlas son extremas.


    — ¿De qué consecuencias hablas Lloref?


    —Lo que quiero decir es que yo si puedo utilizar a mi antojo este poder por ser un inmortal. Ahora, en caso que lo use alguien que no lo es, esto seguramente…le costaría su propia vida.


    — ¿Costarle…la vida?


    —Por eso te lo volveré a repetir Morgana, ¿En verdad quieres aprender a usar el Alasmy?, no creo que una guerrera dedicada al combate como tú la necesite. Yo la aprendí por el hecho de lograr revivir a guerreros muertos por mi y así usarlos a mi favor, en cambio tú…no entiendo que motivo podrías tener para usarla, ¿A quién podrías revivir?, ¿Por qué lo harías?, a no ser que me respondas a eso, no te lo enseñare.


    Fin del Flashback:


    —¨En esa ocasión me preguntaste de a quién podría llegar a salvar, y yo te di mi respuesta en aquella oportunidad, hermano.¨


    Flashback:


    —Responde Morgana, ¿Por qué deseas aprender esta técnica?, ¿Serias capaz de sacrificar tu vida por otro?, ¿lo serias?


    La pregunta dejo tambaleante la decisión de Morgana por unos momentos, pero ella por alguna razón deseaba aprender a usar ese poder y le respondió…


    —Yo…quisiera usarla para salvar la vida de alguien que en verdad lo merezca, alguien que de verdad tenga que seguir con vida y que pueda cambiar el destino de este mundo tan cruel.


    —Y si no llegaras a encontrar a esa persona, ¿Para qué te serviría aprenderla?


    —Si no encontrara a esa persona, entonces…con gusto daría mi vida para revivir a alguno de mis hermanos Silarus, en caso de que murieran claro.


    —Ja, que tontería, para hacer eso estoy yo que puedo vivir eternamente.


    —Pero…estoy convencida que alguna vez…conozca a alguien que me convenza de que los humanos valen algo y abandone esta batalla definitivamente, tengo deseos de que exista ese alguien…espero poder encontrarlo.


    — ¿Acaso piensas abandonarnos Morgana?


    —No se trata de eso hermanos, es que pienso que todos nosotros…en alguna ocasión deseamos tener otro tipo de vida. Las circunstancias no nos permitió vivir placenteramente en este mundo, y solo deseamos vengarnos de quienes nos hicieron sufrir. Creemos que eso nos dará alivio a nuestras almas, pero…yo aun no me siento tranquila conmigo misma, sé que no está bien esto, pero es el camino que el destino nos dio y debemos aceptarlo.


    Lloref la miraba con una rara expresión, escuchándola decir todas esas cosas.


    —Por la cara que pones seguramente creas que estoy totalmente loca.


    —Si lo creo, pero también creo que tú no eres de equivocarte en muchas cosas, a lo mejor esta sea una de ellas.


    — ¿Lo dices en serio?


    —Sí, escúchame bien Morgana, te enseñare esta técnica de resurrección. Ojala nunca tengas que usarla, pero si alguna vez crees que existe un motivo suficientemente grande como para que des tu propia vida, me sentiré muy orgulloso de que mi técnica sea el camino… a ese cambio en el mundo.


    Fin del Flashback:


    —¨ Pese a las cosas que te dije aquella ves Lloref, yo tenía muy pocas esperanzas de encontrar a esa persona que cambiara mi parecer sobre los seres humanos. Quizás eran solo sueños míos en aquellos días, pero ese sueño se comenzó a convertir en realidad, hace…muy poco tiempo.¨


    Por la mente de Morgana paso la imagen de Gerardo, no había dudas que él era la persona que había cambiado su parecer en gran parte. También el enorme cariño que Estefani sentía por todos sus amigos le hacían reflexionar sobre sus actos anteriores.


    —Confiare en ti y en tus nobles sentimientos Estefani. — Comenzó a hablar Morgana.


    — ¿A qué te refieres?


    —Me refiero a que voy a creer en que tú cambiaras el destino de este mundo lleno de dolor. Espero que logres ese cambio de rumbo alguna vez, deseo que lo puedas hacer.


    — ¿Por que hablas como si te estuvieras despidiendo Morgana? — Se extrañaba Demetria por las palabras de la Silarus.


    Morgana no le respondió a Demetria, pero hizo una pequeña risa que demostraba su satisfacción por lo que estaba por hacer.


    Luego de un largo rato de traspasar energía vital al cuerpo de Jack, se provoco una leve explosión que daba indicio del final de la técnica de resurrección. Una vez acabada la Alasmy, Morgana cayó al suelo, y los ojos de Jack comenzaron a abrirse.


    — ¿D-Donde estoy? — Dijo Jack ni bien se despertó.


    —Jack…estas vivo. — Estefani estaba sin creer del todo el milagro que acababa de ocurrir.


    —E-Estefani, dime que esto…no es un sueño.


    — ¡Jack! — Exaltada de alegría la princesa abrazo fuertemente a Jack, que aún estaba algo perdido sin saber que había pasado.


    —O-Oye Estefani, te agradezco la demostración de cariño, ¿pero porque te pones tan feliz?, ni que hubiera regresado de la muerte.


    — ¿Pero es que no lo recuerdas Jack?, tu habías muerto.


    — ¡¿Qué?! , ¿Hablas en serio?


    —Sí, ¿que de verdad no te acuerdas de nada?


    —Ahora que lo dices, yo estaba peleando contra Lloref y luego de eso…no ya no recuerdo nada.


    —Lo único que importa es que estas con vida Jack.


    —Pero no entiendo algo, si yo estaba muerto, ¿Cómo es que estoy vivo ahora?


    —Eso es gracias a Morgana, mira ella esta… — Estefani se daba vuelta para señalarle la persona que lo había salvado de la muerte, pero vio que la Silarus estaba caída en los brazos de Demetria. — Morgana, ¿Que…que pasa con ella?


    —Estefani, ella esta…ella esta… — Demetria se daba cuenta que Morgana estaba agonizando y apenas si podía respirar.


    La princesa levanto a Jack y fue al lado de Demetria y Morgana, que parecía que quería decirle algo a Estefani.


    —Morgana, ¿qué pasa?, ¿te encuentras bien?


    —No Estefani, no estoy bien, estoy agonizando.


    —Pero… ¿cómo? , ¿Por qué?


    —Este es el efecto secundario del Alasmy. Esta técnica fue creada sólo para ser utilizada por mi hermano Lloref, al hacerla otra persona…este poder te lleva tu propia vida.


    —No puede ser… ¿por qué no nos dijiste antes sobre esto?


    — ¿Acaso no deseabas ver de nuevo con vida a Jack?


    —Sí, pero…


    —Entonces no hay nada de qué arrepentirse. Estefani, yo… necesito pedirte un favor.


    Estefani seguía llorando por pena de lo que le pasaba a la Silarus.


    —Pídeme…lo que quieras.


    —Dile a ese perdedor de tu amigo…que él tenía razón, acerca de mí. — Se refería a que Gerardo le dijo que ella no era tan mala persona.


    —Perdona…por desconfiar de ti Morgana. — Arrepentida se disculpo Demetria.


    Al poco tiempo Morgana falleció, Estefani rompió en llanto. Demetria tampoco pudo evitar soltar sus lágrimas por esa Silarus, que quiso recompensar aunque sea solo un poco, el dolor que causo en alguna oportunidad a todos los seres humanos.


    Ha sido una batalla sangrienta y muy triste, pero no ha terminado aún, ya que las peores amenazas siguen aguardando en el castillo de Sefiro.




    PROXIMO CAPITULO: TODOS JUNTOS
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  3.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1153
    CAPITULO LIX: TODOS JUNTOS




    Yaina ha llegado a Sefiro, está en las puertas del castillo, que extrañamente no tenia nadie quien la vigilara.


    —Esto es muy curioso, debería haber guardias vigilando la entrada al palacio. Debo estar atenta.


    La pelirroja estaba por introducirse al castillo, hasta que sintió la voz de alguien que la llamaba.


    — ¡Yaina, Yaina! — La voz pertenecía a Michelle quien venía al lado de Gerardo y Fellow.


    —Michelle, estas bien, gracias a dios, y me alegra de verte a ti también Gerardo, veo que han logrado salir con bien de sus peleas.


    —Jajaja, gracias Yaina, aunque yo no he aportado mucho todavía.


    —No empieces con eso Gerardo, ya tendrás tu oportunidad de demostrar lo que vales, además tu me ayudaste a vencer a Reim, no lo olvides.


    —Sí, tienes razón Michelle.


    —Oigan, la señorita Yaina no pregunta por mí, que triste me siento. — Exclamaba con pena Fellow.


    —Hey, ¿y quién es este animalito tan curioso?, no sabía que había conejos parlanchines. — Decía Yaina acercándose al pequeño Fellow.


    Fellow se puso muy nervioso ante la mirara de la hermosa joven.


    —He,he,he, b-bueno yo...me llamo Fellow, encantado de conocerla.


    — ¿Cómo es que sabes mi nombre?, no recuerdo haberte visto antes.


    —Es un animal sensorial que me dio el maestro Randall. — Acotó Gerardo. — Igual es mejor que lo conozcas, es un roedor muy molesto.


    — ¿A quién le dices molesto?, tu…bueno para nada.


    —Por lo menos yo no me cuelgo de los pechos de las chicas. — Refiriéndose a Michelle.


    —G-Gerardo por favor. — Se había puesto roja como un tomate la princesa de cabello negro.


    — ¡Pues bien que te gustaría colgarte de sus pechos, pero eres un cobarde! — Respondió Fellow.


    — ¡Quieren dejar de hablar de mis pechos! — Explotaba de la vergüenza Michelle por esa rara charla de Gerardo con el conejo.


    — ¿Así que hablaban de ti hermana?


    —N-No lo malinterpretes Yaina, es que Fellow de cobarde se sujeto de ahí mientras peleábamos y…


    —Ya,ya, no me expliques nada, estoy segura que la próxima vez será Gerardo quien te los toque.


    — ¡Dejen de hablar de pechos! — Gritaron Gerardo y Michelle artos de la conversación.


    Volviendo a ponerse serios, Michelle comenzó a preocuparse por la ausencia del resto de sus amigos, sobre todo de su otra hermana Estefani.


    —Por lo visto Estefani y Jack aún no han podido llegar hasta aquí.


    —Si…tampoco se ve a Johnny. — Yaina también se preocupaba por su prometido.


    —Yo no me preocuparía tanto por Johnny, de todos nosotros, él es el que más experiencia tiene en las peleas.


    —Es verdad Michelle, seguramente él esté bien. ¨ Aunque desde hace ya unos momentos no puedo sentir su energía.¨ — Pensaba la pelirroja para sí.


    —Bueno, creo que nosotros debemos entrar hasta que el resto empiece a llegar. —Dijo Gerardo.


    Aceptando lo que dijo Gerardo, él y las muchachas estaban a punto de entrar al castillo hasta que…


    — ¿Desde cuándo tienes tantas agallas Gerardo?


    — ¿Quién eres? — Miraba para todos lados para saber quien le hablaba.


    Fue ahí donde el ladrón hizo su entrada triunfadora ante el resto.


    —Hola muchachas. — Saludo el bandido, ignorando a cierta persona.


    — ¡Jack! — Dijeron Yaina y Michelle, claro a excepción de cierta personita.


    —Me alegra de verlas muchachas.


    —Nosotras también nos hace feliz verte, pero… ¿no te olvidas de saludar a alguien? — Decía Michelle tratando de hacer que Gerardo y Jack se amigaran, bastante difícil de lograr por cierto.


    —Ahora que lo mencionas…si tienes razón, hola amiguito, ¿quién eres tú? — Saludo a Fellow sin darle importancia a Gerardo.


    Ya la paciencia de Gerardo se estaba terminando, aunque esa era una virtud que Jack tenia, la de sacarlo de quicio.


    — ¡Deja de hacerte el tonto ignorándome y saluda como corresponde Jack!


    —Oh, discúlpame Gerardo, es que no te había visto.


    —Claro, como si fueras tan ciego, ¿viste a este roedor de Fellow y no me viste a mi?, como no.


    Los muchachos alegremente, o no tanto, intercambiaban palabras ante la atenta mirara de las princesas, quienes se resignaban.


    —Aquí vamos de nuevo. — Exclamo Michelle.


    —Estos dos nunca cambiaran. — Con resignación dijo Yaina.


    La charla tan amena de los chicos se vio interrumpida por una persona muy especial para ellos.


    —Gerardo… — Dijo una delicada voz desde muy cerca, al voltearse el nombrado con una enorme sonrisa le respondió.


    —E-Estefani… ¡Estefani! — El muchacho fue inconscientemente a donde se encontraba ella y la abrazo con fuerza, cosa que le respondió con la misma euforia la rubia.


    Esa escenita que contenía una mezcla de amistad con algo más, había puesto algo triste a dos personas cercanas a ellos.


    —No te preocupes Michelle, es normal que se saluden así, hacía tiempo que no se veían. — Yaina intentaba tranquilizar a su hermana.


    Por su parte Jack también los veía y sentía algo de confusión con la manera de comportarse de Estefani, que parecía una persona cuando esta a solas con él y otra muy distinta cuando Gerardo estaba cerca de ella.


    —Me alegra mucho verte Estefani.


    —Yo también Gerardo, creí por un momento que jamás volveríamos a vernos.


    En ese instante Gerardo recordó que la rubia le había entregado una pulsera perteneciente a su madre, como un amuleto de buena suerte que debía conservar hasta que se volvieran a ver.


    —Estefani, esto… te pertenece. — Él le entregaba ese valioso tesoro a la chica.


    —No me lo devuelvas todavía Gerardo, yo te lo entregue con la idea de que te diera buena suerte, y veo que ha resultado efectiva. Una vez que esto termine me la podrás dar nuevamente, ¿Vale?


    —Está bien.


    —Ah, Gerardo. — Estefani recordó que debía darle un mensaje a su compañero. —Hay algo que debo decirte de parte de Morgana.


    —Morgana, ¿te encontraste con ella Estefani?, ¿En donde esta?


    —Ella ha muerto. — Dijo repentinamente Demetria, que también se unió al grupo. —Esa persona murió para darnos una oportunidad de lograr la paz.


    Después de que Demetria se presentara con todos los que no la conocían, ella junto a Estefani comenzaron a explicar todo lo que había pasado hasta el momento. La noticia de la muerte de la Silarus puso muy triste a Gerardo que le había tomado mucho cariño. Luego de mucho hablar, los muchachos se pusieron en marcha con su plan de ingresar todos juntos al castillo.


    —Morgana murió, dejándonos el futuro en nuestras manos, no podemos fallarle. — Pronuncio Gerardo más decidido que nunca.


    —Es verdad, muchas personas del mundo depende de lo que nosotros logremos aquí, así que no podemos fallar por ningún motivo. — Agregó Estefani con la misma decisión y los otros contestaron con un fuerte si como respuesta.


    —Yaina, se que Johnny estará con bien, tu confía. — Le reanimaba Michelle al verla algo dispersa y con cara de preocupación.


    —Descuiden chicos, yo estoy bien, pongámonos en marcha.


    — ¡Sí! — Respondieron todos e ingresaron al castillo.


    Gualon aguarda por los jóvenes que quieren terminar con su reinado, pero… ¿Qué ha pasado con Johnny?




    PROXIMO CAPITULO: TOMANDO DECISIONES
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  4.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1335
    CAPITULO LX: TOMANDO DECISIONES




    Los chicos ya se encontraban adentro del palacio de Sefiro, donde los esperaba Gualon y Veris.


    Estefani y sus amigos corrían dentro del inmenso castillo, ellos no podían creer lo inmenso del lugar, que parecía no tener fin al ir avanzando.


    —Este lugar… ¿cuándo llegaremos a la recamara principal? —Le preguntaba Jack al resto de sus amigos.


    —De lo poco que recuerdo, no nos debe faltar mucho para llegar ahí, aunque debo confesar que está muy distinto de cuando yo vivía aquí. — Decía Yaina que era la única que había vivido un tiempo importante en el castillo.


    —Debemos tener cuidado, podemos encontrarnos con cualquier cosa más adelante, así que estén atentos. — Advirtió Michelle.


    Todos le respondieron que si a la morena y siguieron su paso veloz a la recamara del rey. Pero lo que Michelle había advertido se hacía realidad, cuando de forma casi mágica, el suelo había hecho un hueco repentino y los muchachos se vieron sorprendidos por eso. De todos ellos, el único que no pudo escapar de quedar al borde de caer fue Gerardo, quien venía último entre los que venían corriendo. Apenas él podía sujetarse con sus dedos tratando de subir, pero le faltaba fuerzas para hacerlo.


    —Gerardo, dame la mano por favor. — Dijo Estefani.


    —Toma mi mano Gerardo. — También estaba Michelle para ayudarlo.


    —Chicas…. — Gerardo intento estirar su brazo para alcanzar las manos de alguna de ellas, pero al hacerlo perdió el equilibrio y cayó directo al hueco.


    — ¡Gerardo! — Gritaron Estefani y Michelle que se daban cuenta que volvían a perder a su compañero.


    —N-No puede ser. — Se lamentaba Estefani.


    —Maldición, porque…porque no pude sujetarlo. — Se reprochaba a ella misma Michelle.


    —No es momento para lamentarse. — Dijo Jack. — Debemos confiar en nosotros mismos, ese tonto va estar bien, ¡Confíen en él!


    El aliento que le daba el ladrón a las princesas causo el efecto deseado, ella decidieron seguir y creer en que su amigo estaría bien.


    Gerardo quien había caído en el suelo, de a poco recobraba el sentido y se ponía de pie. Era un lugar muy oscuro que apenas era alumbrado con algunas antorchas.


    —Como me duele todo el cuerpo. — Él dirigió su mirara hacia arriba. — No puedo creer que haya vuelto a caer en un agujero, ya se me está haciendo costumbre. Los chicos ya deben dirigirse a la recamara del rey, es lo mejor, no pueden perder el tiempo conmigo.


    — ¿De esa forma justificas que te hayan abandonado?


    — ¿Quién dijo eso?, ¿Dónde estás?, muéstrate.


    Una persona comenzó a acercarse entre la oscura habitación, al poder divisar el rostro, Gerardo pudo identificarlo sin dificultad alguna.


    —No lo puedo creer, eres tú…David.


    El joven de cabello rubio se mostro ante Gerardo. Los ex compañeros de clases volvían a encontrarse.


    xXx​
    A medida que los chicos se acercaban al cuarto principal, más se remarcaba la tensión en sus rostros, pero para Michelle era también algo imposible dejar de pensar en el bienestar de Gerardo.


    —¨ Sé que tengo que confiar más en él, pero…porque… ¿por qué no puedo dejar de preocuparme? ¨


    La morena pensaba demasiado en él, no podía quitar de su cabeza la posibilidad de que el joven estuviera herido o que corriera peligro. Ya al no soportar más ese constante malestar, ella decidió darse media vuelta y regresar al lugar a donde él había caído.


    —Michelle, ¿A dónde vas? — Le pregunto Yaina pero no recibió ninguna respuesta de su hermana, que se fue rápidamente al lugar donde había caído su amigo. — Rayos, esa cabeza dura, nunca escucha.


    —Seguramente fue a rescatar a Gerardo, la muy terca, no hace más que retrasarnos. — Esas palabras de Jack dejaba algo pensativa a Estefani, que interiormente tenía deseos de hacer lo mismo que Michelle.


    —¨ Michelle, ella está siempre pendiente del bienestar de Gerardo por encima de cualquier cosa. No es que ella sea egoísta al no pensar en la misión, es su corazón…quien le impide abandonarlo.¨


    —En fin…no podemos hacer nada con ella ahora, tendremos que continuar nosotros solamente. — Jack quería seguir con lo acordado, pero Estefani se había quedado inmóvil y muy extraña. — ¿Qué te sucede Estefani?, tenemos que irnos.


    Ella no respondía, tenía su vista dispersa y confusa.


    —Yo…voy a volver.


    — ¿Qué dijiste Estefani? — Le preguntó su hermana mayor.


    —Dije, que voy a volver. — Dijo con firmeza.


    — ¡Déjate de tonterías Estefani, Michelle ya está haciendo demasiadas estupideces como para que tú hagas lo mismo! — Se enojo Jack con la aptitud de la rubia.


    —No puedo abandonarlo, él es mi amigo.


    — ¿Y si puedes abandonar a todo Sefiro por él?, recapacita de una vez.


    —Déjame en paz, tú dices eso porque lo odias desde que lo conoces, pero no pienso dejarlo solo.


    —Por favor muchachos, no es momento de pelear. — Fellow quería poner paños fríos al asunto que se venía poniendo bastante feo.


    Ante tanta discusión sin sentido Yaina decidió tomar la palabra.


    — ¡Ya basta!, toda esta discusión no nos lleva ninguna parte.


    Los dos dejaron los gritos de lado y escucharon las palabras de la pelirroja.


    —Escuchen algo y espero que les quede bien en claro. No estamos en un momento oportuno para pelear entre nosotros, ahora mismo mucha gente está peleando por sus vidas por culpa de los demonios de Gualon, mientras ustedes debaten si deben salvar a no a una persona. Comprendo el punto de Jack y lo comparto también. Ahora mismo lo más importante para nosotros es eliminar a Gualon y detener el caos que ha creado en este mundo. — Lo dicho por Yaina puso a recapacitar a Estefani, pero aún así se sentía mal por no ir a ayudar a Gerardo. — Sin embargo…no puedo desconocer que es muy normal que mi hermana menor sienta esos deseos tan grandes de proteger a un amigo muy querido para ella, porque por mas que no lleven mucho de conocerse, tanto yo como muchos que la rodean…se dan cuenta del vinculo especial que los une. — Con ese comentario Jack también tuvo que agachar la cabeza y aceptar que eso era muy cierto. — Les propongo esto, vayamos a rescatar a Gerardo y luego sigamos todos juntos hasta la recamara principal, ¿Qué dicen?


    Estefani sin dudar estuvo de acuerdo con eso propuesto por Yaina, en cambio Jack quizás le toco aceptarlo sin estar demasiado seguro de que fuera lo correcto.


    Los chicos iban a seguirle los pasos a Michelle para ayudarla a salvar a Gerardo, pero de repente unas murallas salieron del suelo y le impidieron el paso hasta donde la morena se dirigía.


    — ¿Qué es esto?, nos han encerrado.


    —Tengan cuidado, siento que algo se viene acercando. — Yaina sintió una peligrosa aura maligna muy cerca de ellos.


    — ¿Qué está pasando?, tengo mucho miedo señorita Estefani. — Se escondía Fellow detrás de la rubia que también temblaba. — Usted tiene miedo señorita, la noto muy asustada.


    —Es que…ahora que me doy cuenta, tú eres…un conejo parlante. — Con mucho miedo ella miraba al pequeño animal que estaba más sorprendido que ella.


    —Recién ahora se da cuenta de eso. — Fellow comenzaba a sospechar que la idiotez de Gerardo era contagiosa.


    —Veo que tu hermana es algo lenta…Yaina. — Le dijo Demetria al oído.


    —Ni que lo digas. —Respondió ella avergonzada, pero un ruido la puso en alerta. — Esperen.


    — ¿Q-Que pasa? — Pregunto asustada la rubia.


    —No sé de que se trate, pero ahí viene.


    Los pasos se hacían cada vez más fuertes, hasta que eso apareció, una horrible criatura de enorme tamaño. Era un monstruo de color negro, con tres cabezas gigantescas similares a la de un perro, ya los muchachos se daban una idea de a quien tenían en frente suyo.


    —Es increíble, ese animal, no cabe ninguna duda se trata de…


    — ¡Cerberos! — Dijeron los cuatro a coro.


    El horripilante monstruo que se supone debería vivir en los infiernos, se ha aparecido ante los jóvenes para detener su paso hacia el cuarto de Lord Gualon.




    PROXIMO CAPITULO: RECORDANDO UN PASADO POCO FELIZ
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  5.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1700
    CAPITULO LXI: RECORDANDO UN PASADO POCO FELIZ




    El aterrador perro guardián del inframundo aparece ante los ojos de los muchachos que están en problemas.


    —Miren nomas esa cosa espantosa, no quisiera tener una mascota así. — Decía con asco Demetria.


    — No es ninguna mascota Demetria, ese es Cerberos, el guardián del infierno. — Dijo Yaina.


    —No me explico que hace esta criatura aquí. — Estefani no encontraba explicación de ver a una criatura que hasta ese entonces ella creía que existía solo en la mitología.


    — Yo tampoco sé cómo ha llegado hasta acá, pero no me extrañaría que Gualon pudiera traerlo desde el infierno el mismo, después de todo es el guardián perfecto para proteger el castillo. — Analizaba la situación la pelirroja.


    —Esto es asombroso, incluso me parece sorprendente que el mismo Gualon sea capaz de hacer algo semejante. — El ladrón tampoco dejaba de sorprenderse de ver a la criatura.


    — Últimamente ya nada me sorprende, de todas formas no tenemos más remedio que pelear contra este monstruo. — Yaina como buena persona acostumbrada a analizar las diversas situaciones, trataba esta vez de enfocarse en una sola cosa, eliminar a esa nueva amenaza.


    — Es la mejor sugerencia que he escuchado en todo el día. — Decía ansiosa Demetria.


    xXx​
    Michelle corría velozmente para ir en ayuda de su compañero que había caído al agujero.


    ¨ Discúlpenme chicos, les prometo que volveré con ustedes una vez que haya rescatado a Gerardo. En estos momentos, él me necesita.¨ — Michelle sentía algo de culpa por dejar a sus hermanas y al resto de sus amigos, pero la necesidad de estar al lado de esa persona que ella quería era mas fuerte.


    Mientras tanto Gerardo se veía en una extraña y a la vez complicada situación, luego que un viejo compañero suyo de clases llamado David, se hizo presente ante él.


    — Esa cara que pones, es como si hubieras visto un fantasma. — David miraba el gesto de confusión de Gerardo.


    — No puedo negar que la sensación es casi como si hubiera visto a uno.


    — Vamos, qué forma tan fría de saludarme, ¿Qué clase de compañero eres?


    — Tú jamás fuiste ni mi compañero ni mi amigo, no hiciste más que complicarme la vida desde que tengo uso de razón.


    — No intentes culparme a mí por tu desdichada vida Gerardo, al fin de cuentas yo no era el único que te molestaba por ese entonces.


    Flashback:


    En una escuela como cualquier otra, un pequeño grupo de alumnos estaban haciendo de las suyas en contra de un estudiante que no sabía cómo defenderse.


    Las carcajadas de estos malos estudiantes se escuchaban con fuerza, luego que el indefenso joven cayó al suelo intentando recuperar el almuerzo que le habían robado.


    — ¡Que tonto eres Tarrent!, ¿Cómo quieres que no se rían de ti? — Reían burlonamente los alumnos.


    Gerardo Tarrent se aguantaba el dolor por dentro, no quería darles el gusto de verlo llorar delante de sus caras de satisfacción.


    — ¿Ya estás por lloriquear?, santo cielo, en verdad pareces una niña. — David era el más molesto de esos arrogantes chicos.


    El molesto e injustificado comportamiento de esas sabandijas ya resultaba insoportable para cualquiera, y eso se los dio a entender una joven al gritarles que se detuvieran.


    — ¿Hasta cuándo lo seguirán molestando?, ya déjenlo en paz. — Se escuchó una voz femenina.


    — Tú no te metas Milagros, no es asunto tuyo. — Molesto por ser interrumpido se quejo David con aquella muchacha.


    — Si es asunto mío, él no les molesta para nada, déjenlo de fastidiar todo el tiempo, su comportamiento es infantil. — Esta chica era una de las estudiantes que cursaban con Gerardo. Ella era delgada, poseía unos bellos ojos color café y su cabello anaranjado bastante peculiar. La muchacha era muy agradable y simpática, si bien no era amiga del infortunado joven, a ella le molestaba mucho las burlas gratuitas contra él y se los hacía saber a todos.


    El revoltoso grupo no escuchaba lo que decía Milagros, por el contrario, ellos seguían con sus burlas y ahora ella también caía en lo mismo, al decirle que la chica lo defendía como si fuera su novia o cosas como esas.


    — Digan lo que quieran, a mi no me molestaran con ese tipo de cosas, no suelo escuchar las idioteces de energúmenos como ustedes. — Milagros le contestaba sin dejar que nada de lo que ellos le dijeran le molestara.


    — ¿Cómo dices?, no te pases de lista muchachita zanahoria. — Le decían así por su color de cabello.


    Mientras seguía la batalla de palabras de la muchacha contra el grupo de inadaptados, Gerardo acompañado de su mejor y único amigo Miguel, veían con atención lo que estaba pasando.


    — Oye Gerardo, mira como te defiende Mily (Milagros), quizás tu le gustes, ¿No lo crees? — Miguel, el único amigo de Gerardo le decía al susodicho al ver la defensa de la chica por su compañero.


    — No digas tonterías, eso no es tan así. — Contestó Gerardo.


    Por más que él dijera eso, Gerardo siempre fue un soñador, y el solo imaginarse que una chica como Milagros se preocupara tanto por él, era casi como vivir en un sueño.


    El día paso después de mucho tumulto, y al salir de la escuela, Gerardo se dirigía junto con Miguel hasta su casa como siempre lo hacían.


    Fin del Flashback:


    — Recuerdo que en ese tiempo solías aguantar el llanto cuando estabas frente a mí y el resto de los chicos.


    — David, no sé qué haces realmente en este lugar, pero ahora que estas aquí, hay algo que quisiera preguntarte.


    — Huh, ¿Qué? — Preguntó algo extrañado el rubio.


    — Siempre…siempre me hacia la misma pregunta cada vez que llegaba a mi casa y me encerraba en mi cuarto, para soltar esas lagrimas que me aguantaba en las clases. Lo que quiero saber es porque… ¿Por qué me hacías esto?, ¿Qué te hice yo para que me trataras así?


    — ¿Por qué dices?, eso es una cosa muy fácil de responder Gerardo, yo hacía eso contra ti porque eras el más débil.


    — ¿Eh? — No era la respuesta que Gerardo se esperaba por parte de su ex compañero de clases.


    — Si Gerardo, no pongas esa cara de sorpresa. Es algo natural que en un grupo de personas, siempre el más débil sea el chivo expiatorio de los demás. No creas que lo hacía por razones personales, eso era todo el motivo real. Cada uno busca la forma de destacar delante el resto y es necesario para ingresar a un grupo el hallar a alguien que pueda servir de bufón para que uno ingrese a esos grupos, y en eso te convertí, en mi llave de ingreso al resto de los alumnos.


    Gerardo sentía bronca con la justificación de David, parecía que se seguía burlando de él, inclusive en este momento y en este lugar tan alejado a su mundo.


    — ¿Es una broma verdad?, ¿De eso se trataba todo?, ¿solo era una cuestión de destacar con los demás?, ¡¿Por eso hiciste todas esas cosas contra mí?!


    El joven rubio reía con el grito de furia de Gerardo, no le importaba en lo absoluto lo hecho en aquella ocasión.


    — Lo que a ti te parece insignificante, para mí era muy importante, tú deberías de saberlo, lo importante que es ser popular y admirado. Pero si quieres saber la verdad, hay otro motivo que me hizo elegirte a ti como mi bufón y no a otro.


    — ¿Otro motivo? — El sufrido muchacho quería saber de qué se trataba.


    — Si, ese motivo…siempre velaba por ti, y eso…me molestaba mucho.


    Flashback:


    Las clases continuaban como siempre y los alumnos aguardaban a que su maestro ingresara al salón, mientras Gerardo recibía una pequeña reprimenda por su aptitud pasiva ante las burlas de David y su grupo.


    — De verdad Gerardo que me pone furiosa tu quietud, ¿Cómo puedes aguantar que eso patanes te molesten así?, si yo fuera tu ya les habría dado su merecido. — Mily movía sus brazos como si fuera una boxeadora.


    — Jajaja, agradezco el consejo Milagros, pero yo no sé pelear y aunque supiera, eso no solucionaría nada. — El chico siempre evadía cualquier tipo de confrontación con los demás.


    — Quizás no sea lo mejor, pero debes hacer algo para defenderte, sino el día de mañana te arrepentirás por no haber hecho nada.


    — Eso lo sé muy bien. — Él mostraba mucho dolor en su mirar, se sentía pésimo y lo peor de todo, es que no le veía solución a su problema. — Quizás ellos tengan razón en reírse de mí.


    — ¿Como dices?


    — Si te soy franco, muchas veces yo mismo siento bronca por ser lo que soy. Es que a veces siento que no pertenezco a ningún lugar, que en verdad estoy de más en todos los lugares donde voy.


    Ella lo escucho con atención, le puso triste escucharlo hablar tan pesimista y de pronto mostro su pensar con un fuerte golpe en la cabeza del joven.


    — ¡Auch!, ¿Por qué me golpeas Milagros? — Se quejaba tomándose la cabeza después del puñetazo brindado por la chica.


    — ¡Cállate!, ¿Te acabas de escuchar?, ¿Cómo puedes decir semejante cosa?, ¿que no perteneces a ningún lugar?, ¿Entonces Miguel en donde entra en tu mundo según tu?, creí que él era tu mejor amigo, ¿No es así?


    — S-Si, pero… — Gerardo quedo boquiabierta con la fiereza que ella le hablaba.


    — Pero nada, además yo también… ¿Acaso no me consideras tu amiga?


    — M-Mi amiga…tú. — Gerardo estaba con menos palabras que de costumbre, y eso si que era mucho para alguien tan callado como él.


    — Por lo menos para mí, tú eres un buen amigo, y mientras esté aquí no quiero volver a oír esas palabras de pesimismo, ¿De acuerdo? — Ella le daba su mano para pactar un acuerdo con él, y la respuesta del muchacho fue…


    — De acuerdo. — Él también le respondió dándole la mano a la chica, que quedo muy feliz con la respuesta de su amigo. Sin embargo ellos no se daban cuenta que una persona miraba con bronca su amistad tan cercana.


    ¨Vas a lamentar haberte acercado a ella Tarrent.¨ — Pensaba David al verlos, mientras entró al salón de clases.


    Los celos del engreído joven rubio van a causar mucho daño a Gerardo.




    PROXIMO CAPITULO: EL HERMOSO CANTAR DE YAINA
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  6.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    25 Enero 2012
    Mensajes:
    493
    Pluma de
    Escritora
    Perdón por la tardanza.
    SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ¡GRACIAS! Reviviste a Jack (a costa de Morgana...una chica valiente con un gran corazón y don de sacrificio, buah, ya la extraño, también me estaba encariñano con ella) y volviste a hacer un ¿cuadrado? amoroso. Luego me rei mucho cuando Jack llega y no saluda a Gerardo si no a Fellow.
    Ah, entonces David molestaba a Gerardopor que le gustaba Milagros. ¿Y Johnny? Yo también estoy preocupada e inquieta pior la batalla contra Cerberos (indo tque) y por que le pasara a Gerardo
    Avísame de la conti, por favor
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  7.  
    yanin

    yanin Usuario común

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Octubre 2005
    Mensajes:
    444
    Pluma de
    Escritora
    Disculpa por no a ver pasado antes pero la verdad he estado muy ocupada pero al fin empecé a leer tu ff me leí todos los capítulos que me faltaron la verdad me dejaste impresionado con ellos la trama estuvieron súper buenas, nunca me imagine que Morgana diera su vida por salvar la de Jack ese fue un acto muy noble de su parte sinceramente esa parte me hice sentir triste, , pero está cada vez se pone más intenso las batallas siguen ahora todos sean reunido en el castillo pero volvieron a separarse.
    Ahora la intriga en la que me he quedado que ir a pasar entre David y Gerardo acaso pelearon pero bueno esperare el siguiente capitulo como siempre y gracia por avisarme.

    Salu2:)
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1187
    CAPITULO LXII: EL HERMOSO CANTAR DE YAINA




    El monstruo legendario se enfrenta a las fuerzas del bien lideradas por Estefani.


    — Ahí viene. — La pelirroja daba un gran salto hacia atrás esquivando el violento movimiento del can con su cola.


    — ¿Estás bien Yaina? — Preguntó Estefani a su hermana mayor.


    — Si lo estoy, tú mantente atenta Estefani, no podemos descuidarnos.


    — ¿Cómo podremos detenerlo? — Le preguntaba Jack al resto de sus compañeros.


    — Si lo que se dice en la mitología es cierto, puede que conozca un método, pero… — Yaina meritaba la situación.


    — Pero, pero, odio cuando dicen eso, ¿Pero qué? — Demetria comenzaba a fastidiarse con la pelirroja.


    — Es que según la mitología griega, Cerberos ha sido vencido pero no mediante ataques físicos.


    — ¿Entonces de qué forma lo han vencido? — Trataba de encontrar la respuesta la rubia.


    — Se dice que Orfeo logro domar a la bestia usando la música de su arpa. — Afirmaba Yaina.


    — ¿Música?, ¿Arpa?, ¿Y de donde se supone que sacaremos un arpa? ¿Y alguno de ustedes sabe usar una? — Demetria se rascaba la cabeza, no entendía nada de lo que decía Yaina.


    — Tranquilízate Demetria. Es evidente que ninguno de nosotros tiene un arpa aquí, ¡cuidado! — Jack también evadía un ataque de una de las cabezas de Cerberos.


    — ¿Y como se supone que lo dormiremos entonces? — Seguía confusa la valiente guerrera.


    — También se dice que Hermes pudo adormecerlo usando agua del rio Lete.


    — Agua del rio Lete… ¡¿De dónde sacaremos eso maldición?! — Demetria se tiraba de los pelos. — ¿Y quién rayos son Orfeo y Hermes?


    — ¡Ya deja de gritar, pareces una loca! — Se quejaba Estefani.


    — ¡Mira quién habla, tú haces lo mismo!


    Los gritos ensordecedores de ambas chicas estaban alterando los nervios de Yaina.


    — ¡Quieren para de gritar par de maniáticas! — Tanto la rubia como la guerrera se quedaron calladitas sin hacer el menor ruido.


    — Q-Que miedo me dio. — Decía Demetria con un miedo que nunca había sentido.


    — Si, jamás la había visto tan enojada. — Las dos se abrazaban temblorosas.


    — ¡Chicas, no quiero ponerme molesto, pero no podrían darme una mano por favor! — El ladrón estaba haciéndolo frente el solo a la criatura que no paraba de atacarlo, mientras que las muchachas seguían discutiendo.


    — Démonos prisa, Jack está llegando a su límite. No tenemos más opción que dormir a Cerberos. — La pelirroja se percato del cansancio que tenía el muchacho.


    — Pero ya te dijimos que ninguno de nosotros tiene un arpa o algo parecido, ¿cómo supones que lo podamos dormir?


    — Es cierto, veamos… — Ella pensaba detenidamente. — ¡Ya se!, quizás si le cantamos logremos hacerlo dormir.


    — ¿Cantarle? — Estefani preguntaba extrañada por la propuesta de su hermana mayor.


    — Bueno…yo nunca he cantado, pero no se pierde nada con intentarlo. — Demetria pensaba en que melodía iría a cantar para adormecer a la bestia.


    — Queremos dormirlo no matarlo, ¿Acaso no has oído tu voz?, es espantosa. — Dijo Estefani mofándose de la guerrera.


    — ¿Ah sí?


    — ¡Sí! — Le respondió fuertemente la princesa.


    Ambas se miraban con fiereza, como enviándose chispas con sus ojos.


    — Esperen, no vuelvan a discutir, yo lo haré. — Yaina interfirió en la nueva discusión que iban a tener su hermana y Demetria.


    — ¿Tú vas a cantar hermana?


    — Si, supongo que mientras pueda afinar un poco la voz pueda llegar a resultar.


    — ¿Y nosotras que haremos mientras tu cantas? — Preguntaba la guerrera.


    — Que pregunta más tonta, obvio que ayudaremos a Jack mientras tanto. A propósito… ¡Tu puedes Jack, sigue así! — Levantándole el pulgar.


    Jack hacia todo lo posible para resistir en su pelea contra Cerberos, y no podía creer lo despreocupada que se veía Estefani.


    ¨ Deja de hacer eso Estefani y ven a ayudarme, no doy mas.¨


    — ¡Tú no te preocupes Jack, ya vamos a tu rescate! — Le gritaba Estefani desde lejos pero seguía sin hacer nada.


    — Estefani… — La llamaba su hermana.


    — Si Yaina, dime.


    — Creo que Jack necesita que le des una mano ahora.


    — Jajaja, tienes razón, ya me voy. — Se tomaba la cabeza apenada. — Vamos Demetria, sirve para algo.


    — ¡Cállate y mueve tu trasero rubia! — Las dos se fueron a ayudar al ladrón mientras discutían, Yaina al verlas no lo podía creer.


    — ¿Acaso seré adoptada? — Se preguntaba viendo lo poco en común que tenia con Estefani.


    Proseguía la lucha de Estefani, Jack y Demetria contra el perro infernal Cerberos, Yaina se preparaba para embellecer el lugar con su hermosa voz. La pelirroja estaba concentrada y acomodaba un poco sus cuerdas vocales, hasta que empezó a cantar una suave y relajante melodía.


    El sonido era verdaderamente encantador, nadie podía imaginarse que Yaina también tuviera virtudes en cosas como estas, en verdad era una mujer que no paraba de sorprender, y Estefani era testigo de eso.


    ¨ Yaina, tienes una voz…hermosísima. Hacía mucho, mucho tiempo que no escuchaba una tonada similar. — Ahí recordó algo. — Un momento, yo…he escuchado esta hermosa voz en otra oportunidad. ¨


    El perro demonio comenzó a ser afectado por el encanto de la canción, en especial de su interlocutora que tenía una tonada muy cálida imposible de describir. Los ojos del can Cerberos empezaron a cerrarse lentamente hasta que cayó al más profundo sueño.


    — ¡Funciono!, la canción de Yaina dio resultado. — Demetria se puso a saltar de alegría.


    — Yaina es increíble, ¿No lo crees Jack? — Este no le contesto a Estefani ya que estaba totalmente embobado con la canción y con su cantante, tanto que sus ojos tomaron forma de corazones.


    — Parece un ángel. — Comento el joven aún en las nubes.


    — ¡Despierta idiota, ella es mi hermana, compórtate! — Le golpeo con mucha fuerza en su cabeza.


    — ¿Qué haces Estefani?, ¿Por qué me pegas? — Aún se agarraba la cabeza del dolor por ese golpe.


    — ¿Y encima me preguntas?, déjame decirte que Yaina está comprometida, que te entre eso en la cabeza.


    — ¿Por qué me dices eso?


    — P-Pues, yo…por nada, ¡idiota! — Le volvió a pegar en la cabeza.


    — ¡Óyeme! — El pobre ladrón se tomaba su cabeza muy adolorido.


    — ¡Que te calles, idiota, idiota, idiota! — Golpe tras golpe Estefani parecía una leona enfurecida. El pobre ladrón cayó desplomado.


    Después de lograr dormir a Cerberos, los chicos se reunieron nuevamente para idear un nuevo plan.


    — Por suerte funciono esto para dormir a la bestia, pero aún nos falta llegar al cuarto principal donde se encuentra Gualon. — Comento Yaina algo más relajada.


    — ¿Pero no quedamos en que rescataríamos a Gerardo primero?


    — Se que habíamos decidido eso, pero mira. — Señalando el muro que los había encerrado — Con eso ahí se nos complicara mucho llegar hasta donde se encuentra Gerardo, creo que lo mejor será seguir nosotros y confiar en que Michelle lo traiga de vuelta.


    La rubia no estaba muy conforme con eso, pero no tenia mas remedio.


    — No te preocupes Estefani, Gerardo va a estar bien, además Michelle es muy fuerte, nunca va a dejar que nadie le haga daño.


    — Si tu lo dices Yaina… — Dijo con resignación.


    — Bien, entonces sigamos, ya nos falta muy poco para encontrar a Gualon, ¡Andando! — Se apresuro a decir Yaina y todos la siguieron.


    Todos se marcharon hasta la recamara principal y dejaron puesta toda su confianza en que Michelle y Gerardo regresarían con ellos muy pronto.




    PROXIMO CAPITULO: LA BATALLA FINAL DA COMIENZO
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  9.  
    yanin

    yanin Usuario común

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Octubre 2005
    Mensajes:
    444
    Pluma de
    Escritora
    No, No porque lo deajste ahi estuvo muy dievertido el capitulo me gusto mucho ya que mientras discuitian las chicas el pobre de Jack estaba peleando con Cerberos parecia que se habian olvidado con quien iban a pelear eso me causo mucha graciaxD pero gracias Yaina que canto y pudo dormir a esa bestia.
    ahora los chicos ya se van a cercando a Gualon al parecer comezara una gran batalla, pues como siempre esperare el siguiente capitiulo.

    salu2:p
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1307
    CAPITULO LXIII: LA BATALLA FINAL DA COMIENZO




    Michelle se aparto del grupo de Estefani para ir en ayuda de Gerardo, que nuevamente se encontraba en la situación de haber caído en lo profundo de un oscuro agujero, el cual se había aparecido de golpe en el palacio.


    Como pasaba en reiteraras ocasiones, la morena estaba muy al pendiente de lo que pasara con Gerardo, ya de algo no había dudas, sus sentimientos hacia él eran muy fuertes, lo suficiente para dejar de lado la misión con tal de ir a rescatarlo.


    Al fin la princesa de largo cabello negro llego al lugar del oscuro agujero, ella intento comunicarse con su amigo.


    — Gerardo, Gerardo, ¿me escuchas?, Respóndeme por favor. — Ella daba fuertes gritos intentando ser escuchada por el joven, sin embargo no recibía ninguna respuesta, por más que la morena insistía constantemente en hablarle, no se escuchaba nada del otro lado.


    Ese silencio comenzaba a intranquilizar a Michelle, que ya empezaba a sacar conclusiones demasiados apresuraras.


    — No responde a mis gritos, ¿Acaso será tan profundo este agujero que no me puede oír?, o será que…no, no, no debo pensar en eso, él debe estar bien.


    La chica se quedo mirando el interior del agujero, con la esperanza de que ese muchacho siguiera con bien.


    — Gerardo, por favor…no te rindas.


    En lo profundo de ese hoyo tan oscuro, Gerardo estaba cara a cara con David, era una presencia muy poco grata para el introvertido chico, que siempre había sido víctima de las burlas del joven rubio.


    — Sigues confuso Gerardo, veo mucha incredulidad en tu mirada. — El joven rubio seguía observándolo, y se percato de algo más en Gerardo. — Dime una cosa, generalmente recuerdo que solías tener una mirada muy deprimente, que realmente me enfermaba cada vez que te veía. Pero ahora que lo observo, me doy cuenta que eso no ha cambiado en nada, es mas…parece que acabaras de perder algo valioso, ¿Estoy en lo cierto?


    — ¿Eh?, algo…valioso. — Se preguntaba a que se refería David con eso de que veía una tristeza más elocuente en esta oportunidad, y se dio cuenta cual era el motivo, sabiendo los últimos acontecimientos que habían ocurrido, era por Morgana, en verdad su muerte le había afectado enormemente. Sin querer él pudo llegar a sentir algo de cariño por la Silarus que según él no era una mala persona.


    — Con que era eso, has perdido algo valioso para ti. Ya no deberías preocuparte por eso, ¿Sabes porque estoy aquí?


    Gerardo no decía nada, en ese momento no escuchaba los dichos de David, ahora que volvía a acordarse de la reciente muerte de Morgana.


    ¨ Morgana…sacrificaste tu vida por salvar a Jack, realmente cambiaste, al final…cambiaste. ¨ — Pensaba con tristeza.


    — ¡Deberías escucharme cuando te hablo! — Se lanzo contra Gerardo arrojando un puñetazo con su mano izquierda, que lo hizo caer al suelo.


    ¨Que fuerza…esto no es normal, él solía tener mucha fuerza, pero esto…¨


    — Veo que ahora comenzarás a ponerte serio, Gerardo.


    xXx​
    En un abandonado terreno, que a simple vista parecía que había sido escenario de una batalla reciente. Un individuo de largo cabello se paro frente a una precaria tumba recién hecha, las cuales tenían puestas unas bellas flores de color rojo y otras de color amarillo.


    — Morgana, estos humanos te han dado una sepultura como si fueras una más de ellos, ¿Acaso lo que soñaste en aquella ocasión se habrá hecho realidad?


    Lloref quien todos pensábamos que había muerto en la batalla contra Jack, estaba parado frente a la tumba de su hermana Silarus, Morgana, la cual le hicieron Estefani y Demetria antes de irse.


    — Tal vez estuvimos equivocados todo este tiempo con respecto a los humanos. Tú fuiste la única que en el fondo de tu corazón aún guardaba algo de esperanzas con esta raza. Quiero creer en lo mismo que tu Morgana, ¿ustedes que me dicen… hermanos Silarus?


    De a poco se aparecieron en el lugar cada uno de los Silarus quienes habían sido vencidos y muertos en manos de los humanos.


    — Tu nos reviviste Lloref, imagino que no tengo mucho derecho a contradecirte en nada. – Respondió el líder, Reim.


    — Esos chiquillos, lucharon valientemente, hay que reconocer que son muy fuertes. — Le siguió Angul.


    — Si…ellos en verdad nos sorprendieron con sus habilidades, es la primera vez que me encuentro con personas como ellos. — Agregaba Mistelis.


    — Su espíritu de lucha y la determinación de proteger a sus seres queridos, fueron las claves para que ellos nos vencieran. — Dijo al acercárseles al resto Fuldac.


    — Por lo visto no me queda más opción que opinar igual que ustedes, ellos son muy fuertes. De todas formas me enfurece la facilidad con que me venció esa chica, me hizo quedar en ridículo. — Vaduan no había olvidado aquella derrota.


    — Ya de por si tu pasas en ridículo bastante seguido Vaduan.


    — ¡No hace falta que me agredas Lloref, se bien que soy el más débil de todos nosotros!


    — Bien, entonces si todos están de acuerdo, ¡Revivamos a Morgana y sigamos nuestro nuevo rumbo! — Sugirió con firmeza Lloref.


    El inmortal Silarus quien fue el que revivió a sus hermanos, también iba a hacer lo mismo con Morgana y empezar de una vez con sus nuevas vidas, viviendo nuevamente entre los humanos.


    xXx​
    — Ya estamos por llegar chicos, muy pronto todo esto va a acabar de una vez y para siempre. — Si, le respondieron todos a Yaina y seguían corriendo al sitio donde se hallaba el trono del rey.


    Finalmente ante sus ojos, ese lugar aparecía. Una enorme puerta era el único obstáculo entre los guerreros que querían salvar a Sefiro, y el trono que ocupaba en estos momentos Gualon.


    Ellos al principio pensaron que tendrían que derribar la puerta, pero al darse cuenta que la misma estaba abierta, solo debieron empujar para introducirse al cuarto, y ahí estaba él, sentado en su trono, como esperando tranquilamente su llegara.


    — Los he estado esperando, jovencitos. — Dijo con tranquilidad Gualon.


    Inmediatamente al ver al sujeto quien había empezado esta pesadilla, los rostros de Estefani y el resto se había trasformado notablemente. Se veía en ellos una fuerte mirada de ira y rencor contra el demonio.


    — Al fin estamos aquí Gualon. — Estefani tomaba la iniciativa.


    — Venimos a acabar con tu reinado. — Se paro junto a la rubia el ladrón.


    — Acabar con mi reinado…jajaja, son muy graciosos chicos.


    — Ya veremos si te sigues riendo así cuando te derrotemos. —Era Demetria quien tomaba el valor suficiente para responderle.


    — Así es, vas a pagar por todo lo que has hecho. — Yaina al ver a Gualon recordó a su padre quien fuera asesinado justamente por ese demonio.


    — ¿Con que voy a pagar eh?, que bueno que digas eso Yaina, justamente había algo que quería enseñarte justamente a ti.


    — ¿Cómo sabes mi nombre?, aparte no hay nada que me enseñes que pueda interesarme maldito, así que deja de decir eso.


    — Estas en un error mi valiente princesa, si hay algo que puede interesarte mucho, y precisamente se encuentra en mis espaldas ahora.


    Al resonar sus dedos, una luz alumbro la oscuridad que había detrás de Gualon, enseguida se pudo divisar a un muchacho pelirrojo, todo ensangrentado y atado en una enorme cruz.


    — ¡Johnny! — Ella se desesperó al verlo allí, sin saber si seguía todavía con vida.


    — Te dije que te interesarías.


    — Tú…monstruo, ¿Qué le has hecho?


    — Solo jugué un momento con él, pero no te preocupes, Johnny sigue con vida, por ahora…


    — ¡Jamás te lo perdonaré, muere! — Salió a atacar con mucha furia a Gualon.


    — ¡Yaina, espera! — Estefani no logro reaccionar a tiempo para detener a su furiosa hermana.


    La hermana mayor desató su ira contra Gualon, y la batalla final da comienzo.




    PROXIMO CAPITULO: LA VIDA DEL SOLITARIO
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  11.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1485
    CAPITULO LXIV: LA VIDA DEL SOLITARIO




    Michelle estaba bajando por el oscuro hoyo para ir en busca de Gerardo. Ella con mucho cuidado iba descendiendo, no lograba ver nada, el lugar era demasiado oscuro, igual que el mismo castillo que estaba rodeado por las sombras.


    La princesa de cabello negro se encontraba algo cansada después de su lucha contra los Silarus, sin embargo eso no le impedía hacer lo que fuera necesario por rescatar a Gerardo sin importar lo que pasada.


    — Si tuviera un poco mas de fuerza podría hacer esto con más rapidez.


    Mientras venia en bajada ella se puso a pensar en la cara que puso su hermana Estefani cuando volvió a ver a Gerardo.


    ¨ Estefani…que es lo que pasa contigo, cada día me confundes mas, no sé qué pensar, tu corazón es tan disperso, a veces creo….que detienes tu verdadero sentir. ¨


    xXx​
    Yaina se abalanzó contra el despiadado Gualon, que con ironía le había a mostrado a su prometido gravemente herido atado a una enorme cruz de madera. La furia de la hermana mayor como nunca se mostro a la luz, ella no podía contener su ida contra el demonio.


    La princesa lanzo un golpe de su puño cargado con una poderosa energía e intento llegar al rostro de Gualon. Sin embargo este estaba protegido por una enorme barrera de poder color violeta que cubría todo su cuerpo.


    Sin importar la cantidad de veces que ella lo atacaba, ninguno de sus golpes lograban alcanzarlo, todo eran repelidos por la barrera de energía tan poderosa. Ella comenzaba a sentir desesperación, fue ahí donde el resto de los muchachos se puso en acción para pelear contra Gualon.


    — No te dejaremos sola hermana, ¨ Triangulo Dorado.¨ — Estefani utilizaba su técnica secreta sin dudarlo ni un segundo.


    — ¨ Milares Aindum.¨


    — ¨Gran lanza de Keiga.¨


    Jack y Demetria haciendo lo mismo que la princesa, usaban sus poderes secretos para vencerlo.


    Todos los ataques juntos fueron contra el demonio, ese enorme poder era capaz de eliminar cualquier cosa, pero desafortunadamente tampoco esos golpes especiales fueron suficientes para eliminar la barrera.


    — Creí que ya se darían cuenta que… ¡sus ataques son insignificantes! — El demonio con un movimiento de mano devolvió todos los ataques.


    Los muchachos fueron cayendo al suelo uno por uno luego de ser golpeados por sus propias técnicas.


    — No puedo creerlo, como puede tener tanto poder. — Comentó Jack bastante adolorido por el golpe.


    — Nuestros ataques fueron inútiles, ¿Ahora qué haremos? — Expreso Estefani.


    — Debemos seguir intentándolo, tiene que tener alguna debilidad esa defensa. — Analizaba la situación Demetria.


    — Demetria tiene razón, debemos seguir intentándolo. — Sugirió Yaina estando de acuerdo con la guerrera.


    Yaina continúo atacando, con demasiada furia, algo que no dejaba de sorprender a Estefani que jamás la vio en ese estado, más si tenemos en cuenta que la pelirroja era una mujer calmada y tranquila, era claro que ver a Johnny casi muerto la desequilibró emocionalmente.


    xXx​
    Gerardo recibió un puñetazo directo al rostro por parte de David, pero algo no estaba bien, la fuerza que había empleado el rubio era anormal para cualquier ser humano, algo extraño estaba ocurriendo con su ex compañero de colegio.


    — No recordaba que David tuviera tanta fuerza. — Dijo Gerardo tomándose la mejilla que estaba marcada por el puño.


    — ¿Que pasa Gerardo?, ¿Creí que ya estabas acostumbrado a recibir golpes? — Decía el rubio mofándose de él.


    — Si, es cierto…pero trataba de olvidarlo, no son muy buenos recuerdos que digamos.


    — He, tan solo mírate, sabes…siempre que te veo, lo único que puedo ver es a un pobre sujeto sin propósito en su vida. Recuerdo que en la escuela vivías casi todo el tiempo solo, el único que hablaba contigo era Miguel y en pocas ocasiones Milagros que sentía pena por ti. Pero puedo darme cuenta que nada de eso ha cambiado, sigues siendo un lamentable perdedor sin rumbo alguno en su patética vida.


    — Di lo que quieras, al fin de cuentas ya estoy acostumbrado a tus insultos.


    — Yo no te estoy insultando Gerardo, solo digo la verdad. Por ejemplo ahora, ¿acaso no estabas acompañado por unas personas?, dime… ¿Dónde están ellos ahora?, ¿Por qué no vinieron a ayudarte?, ¿Qué ellos no son tus amigos?


    — Ellos tienen una importante misión, no pueden detenerse por intentar salvarme a mí, yo mismo no lo haría.


    — ¿Eso es lo que te dices a ti mismo para sentirte mejor?, me das tanta pena.


    — ¡Cállate!, en todo caso eso no es de tu incumbencia. — Ya comenzaba a desesperarlo esta charla con el rubio.


    — No debes sentirte tan miserable Gerardo, como te he dicho, eso es algo que te ha perseguido durante toda tu vida, y eso es…la soledad.


    Ya las palabras de David comenzaban a fastidiar a Gerardo, pero sobre todo le hacía dudar de sus propios amigos y si en verdad a ellos les importaba su bienestar o no.


    ¨ No debo escucharlo, él solo busca mortificarme, no debo escucharlo.¨


    — Ponte en guardia Gerardo, voy a matarte.


    De nuevo David comenzó a golpear a Gerardo, y aunque este último había entrenado lo suficiente para esquivar ese tipo de ataques, no hacía absolutamente nada para evadirlo, hasta daba la impresión que se dejaba golpear a propósito.


    Luego de semejante golpiza recibida, Gerardo otra vez caía al suelo y David con decepción volvía a hostigarlo verbalmente.


    — Eres tan patético, de verdad no entiendo que es lo que te propones conseguir en tu vida. Con tu falta de voluntad no llegaras a ninguna parte. — David insistía con su tortura psicológica sobre Gerardo.


    — Seguramente… ¿tú debes ser mejor que yo no?


    — Eso ni se pregunta, en realidad dudo que exista alguien que valga tan poco como tú Gerardo. Es tan así que hasta los que se suponen son tus amigos te han abandonado. Te digo algo, yo en verdad no te odio, yo nunca podría odiar a una persona que no tiene nada.


    — ¡Basta! — Él se abalanzó contra David de forma ciega, pero su golpe fue esquivado con facilidad y recibió un contraataque rápido con una fuerte patada en su estomago.


    Gerardo quedo arrodillado, le faltaba el aire y comenzó a toser sangre, su cuerpo estaba recibiendo castigo con golpes demasiados fuertes.


    — Lo ves…esa es la imagen que veo en ti, un total fracaso. — David lo miraba en el suelo sintiéndose muy superior a él.


    — Yo…tengo que ayudar a Estefani.


    — Que tontería. — El rubio le golpeo la cara con una patada y lo dejo tendido en el suelo. — Deberías sentirte feliz de que te elimine, tu vida no tiene ningún sentido.


    Escondida entre las sombras, Veris miraba la pelea de David y Gerardo y disfrutaba con el escenario que se estaba desarrollando.


    ¨Excelente, excelente, si esto sigue así pronto veré cumplido mi primer gran objetivo.¨— Pensaba para sí misma la hechicera.


    Flashback:


    Veris ingreso a la gran biblioteca del castillo, en la sección más oculta, en donde se encontraba los libros prohibidos, aquellos relacionados con la magia negra. Algunos de esos libros ni siquiera se sabían quién los había escrito. Los secretos que estaban ocultos en ellos eran totalmente prohibidos para cualquier ser humano que quisiera leerlos.


    — Este es uno de los pocos libros que habla sobre los secretos de Endinium y los sucesos después de su muerte.


    La hechicera había revisado detalladamente los libros de magia negra, y en la mayoría de ellos se hablaba muy poco sobre este tema del hechizo que había encerrado a Endinium en un universo paralelo. Veris quería averiguar la manera de obtener el poder del rey fundador de Sefiro. Ese poder le daría a ella la llave para obtener el control total del mundo.


    Pero entre todo eso libros ocultos, el único que le dio alguna pista para lograr conseguir tal poder, solamente le daba un simple detalle de cómo conseguir revelar toda esa energía de la que era propietario Endinium.


    — Así que de eso se trata. La batalla en la que Lyra derroto a Endinium se dice que su alma fue transferida a través de un universo paralelo, para que después de un tiempo indeterminado renaciera en un nuevo ser. El poder de Endinium fue enviado a otra dimensión y se perdió en otro mundo, después de muchísimos años. Pero fue en estos tiempos que la persona dueña de ese poder aún oculto se apareció delante nuestros ojos. Sin embargo…esta esa chica también. — La hechicera se acordó de Estefani, que curiosamente y como si el destino hubiera querido, era la persona contenedora del poder de Lyra. — Si esa muchacha llegara a darse cuenta de su poder oculto, todos mis planes se irían a la deriva. No puedo permitir que eso ocurra, ya que pronto llenaré de infelicidad el mundo entero.


    La hechicera que en algún momento fue rechazara, busca llenar de dolor al mundo que nunca la entendió.




    PROXIMO CAPITULO: UN FAMILIAR NO DESEADO
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  12.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1347
    CAPITULO LXV: UN FAMILIAR NO DESEADO




    David seguía destruyendo física como moralmente a Gerardo, que empezaba a bajar la guardia ante el constante agobio del rubio. Este muchacho que había sido traído por Reim del mundo humano, había obtenido un poder extraño ahora que estaba en Sefiro.


    Por su parte Estefani junto a Yaina, Demetria y Jack estaban enfrentándose a Gualon en persona. Fueron los primeros en llegar al cuarto principal del castillo, la pelea por mas que era cuatro contra uno era totalmente desigual en contra de la princesa y sus amigos. El poder del actual soberano era sorprendente y estaba más allá de los límites imaginaros.


    — N-No podemos seguir así, tenemos que hacer algo. — La chica rubia se levantaba lentamente, estaba llena de heridas en todo su cuerpo.


    — Hemos probado con todos nuestros ataques, ya no se qué podemos hacer. — Dijo Jack comenzando a sentirse frustrado.


    — Maldición, nunca me sentí tan inútil, como puede ser tan fuerte. — La frustración de Jack también se trasladaba a Demetria.


    — Yo no pienso darme por vencida, ¨ Estrella de Adis.¨ — Yaina no pensaba rendirse y uso su poder oculto.


    La fuerte energía enviada por la pelirroja fue directo a Gualon, otra vez este hacia uso de su campo de protección para detener el rayo. Todo hacia ver que nuevamente repelería el golpe con ese campo, pero pudo percatarse que la barrera comenzaba a resquebrajarse lentamente, la potencia del poder era realmente fuerte.


    — No es posible. — A Gualon le empezaba a faltar fuerza para resistir la envestida de Yaina, que no bajaba para nada su intensidad.


    — Voy a acabar contigo Gualon.


    Yaina elevo el potencial de su ataque y finalmente pudo penetrar la barrera, alcanzando así el cuerpo de Gualon que fue arrojado lejos por el impacto.


    — ¿Lo logre? — Yaina se sintió algo eufórica al creer que lo había derrotado.


    — Hermana lo hiciste. — Estefani sentía orgullo de tener una hermana como Yaina.


    — Eres increíble Yaina, realmente eres muy fuerte, no como otras. — Demetria lo decía por Estefani.


    — Mira quien lo dice, tú tampoco ayudaste en nada.


    — Es rápido para festejar chicas, miren. — Yaina señalo a Gualon que se levantaba después de recibir ese ataque.


    — No es…posible. — Los ojos de Estefani se abrieron enormemente al ver al demonio otra vez de pie.


    — ¿Este sujeto es invencible?, no puedo creerlo. — La orgullosa guerrera Demetria tampoco escapaba de su asombro.


    — No debería sorprenderte, se trata nada menos del demonio que asesino al rey Haggar. — Jack ya se esperaba un enemigo así de fuerte.


    — Niños, son realmente unos atrevidos. — La capucha que cubría el rostro de Gualon se había rajado y dejo ver al hombre que ocultaba su identidad. — Me obligan a que deje de ser amable con ustedes.


    Ese rostro dejo sorprendida a Yaina.


    — ¿P-Padre? — La primera impresión de Yaina la hizo creer que era su padre.


    — No Yaina, aunque compartimos la misma sangre. — Respondió Gualon ante la sorpresa de Yaina.


    — Yaina, ¿quién es él?, ¿Por qué le dijiste padre? — A Estefani también le ganaba la incertidumbre.


    — Si no eres mi padre, debes de ser…tío Demian. — Por fin Yaina pudo darse cuenta de quien se trataba.


    — Con que me recuerdas Yaina. Debo admitir que no solo te has puesto muy bella, también te has hecho muy fuerte sobrina mía.


    — Tío… ¿le llamaste tío?, ¿Estás diciendo que ese tipo es…? — Esa revelación caía como un balde de agua fría para Estefani.


    — Así es Estefani, yo soy tu tío, el hermano menor de tu padre, mi nombre es Demian. — La reafirmación del soberano dejó más perpleja a Estefani que estaba sin palabras.


    — Demian, eres el príncipe Demian, había escuchado que desapareciste hace muchos años atrás. — El ladrón parecía conocer algo sobre ese hombre.


    — Es verdad, por largos años desaparecí para la gente de este mundo, sin embargo siempre estuve presente, planeando la manera en que me tomaría revancha de todos.


    — No lo entiendo, si tu eres el tío de Estefani y Yaina, entonces porque…


    — Porque asesine a mi hermano, porque ahora intento eliminar a mis sobrinas, ¿eso es lo que quieres saber?, todas las cosas tienen algún justificativo, pero no tengo porque explayarme en eso ahora, ya que no es de tu incumbencia.


    La sorpresa tras ver la identidad de su enemigo era muy grande y dolorosa para Estefani y Yaina.


    — No solo dejaste en ese estado a Johnny, también fuiste tú quien asesino a mi padre. Nunca…nunca te lo perdonaré. — Yaina desplegó una inmensa energía.


    — Últimamente pierdes con mucha facilidad el control de tus emociones Yaina.


    — Vas a irte al infierno, ¨ Onda Mental.¨ — Una extraña energía en forma de ondas rodeo a Yaina. De inmediato Gualon se vio rodeado por muchas esferas de energía color roja, que chocaron contra el cuerpo del soberano luego de que las ondas se expandieron hasta donde se encontraba el demonio.


    Se provocó una inmensa explosión en el castillo, que parecía que comenzaba a derrumbarse por semejante estallido.


    Tremendo destrucción hizo que se moviera todo, y en el hoyo donde cayó Gerardo también se notaba con facilidad.


    — ¿Qué está pasando?, ¿Qué fue esa explosión? — Gerardo estaba confuso por tal desprendimiento de poder.


    — Al parecer tus supuestos amigos ya deben estar peleando con ese sujeto llamado Gualon. Lo ves, te lo dije, ellos te han abandonado y te han dejado solo a tu suerte. — Le respondió David con su habitual ironía.


    — Y yo te dije que dejaras de decir estupideces, ellos deben terminar con Gualon para que esta pesadilla se termine de una vez por todas.


    — Huh, cuando vas a… ¡despertar estúpido!


    El rubio envió un fuerte puñetazo contra el rostro de Gerardo, para luego arrojarlo lejos con una patada en su estomago.


    — Acepta la realidad Gerardo, este lugar va a ser tu tumba, y ninguno de tus amigos como dices tú podrá venir a defenderte.


    — ¡Estas equivocado! — Se escucho una voz que venía de la superficie. — Él no está solo.


    De repente una muchacha de cabello negro bajo hasta donde estaba David y Gerardo.


    — ¿Quién eres? — David logró ver la silueta de una muchacha.


    — Soy una de las personas que considera a Gerardo un gran amigo, me llamo Michelle.


    — Michelle, ¿Qué haces aquí?, pensé que estabas con los demás luchando.


    — Bueno, planeo hacerlo, por eso vine a buscarte. Tenemos que ir los dos a donde esta Gualon.


    — Michelle…tú.


    — Creí habértelo dicho en reiteraras ocasiones Gerardo, tú para mi vales mucho, por lo que no te permitiré rendirte así como así.


    — Gracias…Michelle. — Para Gerardo que una persona se preocupada tanto por él era muy importante, no cabía dudas que la princesa era alguien muy valiosa para él.


    — Muchacha, no sé quién eres en realidad, pero… ¡deberían enseñarte a no meterte en peleas ajenas!


    El rubio intento golpearla con su puño, pero ella esquivo con facilidad el intento de agresión del joven. De inmediato este retomo su ataque y quiso golpearla con una patada, pero otra vez resultaba erróneo su intento ya que la morena lo detuvo con sus brazos.


    Sus fallidos intentos hacían que David se molestara mucho.


    — Maldita, ¿Por qué te entrometes?, esto no te incumbe.


    — Claro que me incumbe y mucho más de lo que tú crees.


    Con mucha ira, el cuerpo de David comenzó a cambiar en ciertos lugares, más precisamente en su brazo izquierdo que tomo una forma filosa, casi como la de una espada.


    — ¡Voy a matarte estúpida! — Él traspaso el cuerpo de la chica con ese brazo espada ante la sorpresa de Michelle que no se lo esperaba.


    La princesa cayó al suelo ensangrentada por esa herida.


    — Jejeje, te lo merecías por entrometida.


    Los ojos incrédulos de Gerardo veía a la chica lastimada bañada de sangre, y eso despertó un dolor tremendo jamás vivido por el jovencito de la tierra. Fue en un instante que estalló un poder tremendo, que salió inclusive atravesando el techo del catillo y rodeo prácticamente todo Sefiro.


    — ¿Q-Que es…esto? — Dijo David con mucho miedo.


    La mirada de Gerardo se volvió de una intensidad muy grande y su color cambio del café hasta el amarillo, como el de un felino.




    PROXIMO CAPITULO: DERROTEMOS A GUALON
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  13.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1260
    CAPITULO LXVI: DERROTEMOS A GUALON




    Un rayo de poder se elevo por los cielos, no solo atravesando el techo del castillo de Sefiro, sino que también paso hasta el espacio infinito.


    Los que se encontraban en el palacio, como aquellos habitantes del mundo, observaban el extraño hecho que los dejaba totalmente perplejos, desconociendo de qué se podía tratar.


    — ¿Qué es eso? — Pregunto Randall.


    — No lo sé Randall, pero tengo un mal presentimiento, este horrible poder es algo que jamás había sentido. — Expresaba Nasha sintiendo escalofríos.


    — Puede ser que sea… — Randall comenzaba a hacerse una idea de que se trataba esa poderosa energía.


    El gran maestro que seguía peleando acompañado de Nasha y los otros guerreros que habitaban la ciudad de Ideya, también observaban ese poder que se hizo sentir en todas partes.


    Los demonios que combatían contra Randall y los demás también quedaron confundidos por ese extraño suceso.


    — ¿Que está pasando en el castillo? — Se preguntó uno de los monstruos.


    —Ese poder no es del señor Gualon.


    — ¿Quién podrá ser?


    Era un tenebroso poder que alertaba a todo el mundo sobre un gran peligro que se avecinaba.


    xXx


    — Esa energía… — Yaina percibía la poderosa energía que había estallado muy cerca de donde estaban ellos.


    Como todos los demás, el lugar en donde peleaban Estefani y el resto contra Gualon también se generó mucha confusión. De todas formas la rubia comenzó a sentir un temor muy grande que crecía en su pecho, algo le hacía suponer que ese poder provenía del lugar en donde estaba Gerardo.


    — ¿Qué te pasa Estefani? — Le pregunto Jack notándola extraña.


    — No sé, pero me siento muy extraña.


    — Chicos, esa energía…nunca sentí algo similar a eso. — La preocupación por ese poder desconocido era más que evidente para Demetria.


    — Tengo mucho miedo. — Dijo asomándose Fellow.


    — Tú siempre tienes miedo Fellow. — Le recriminaba la guerrera.


    Los muchachos no se daban cuenta que entre los escombros que quedaron por la técnica usada por Yaina contra Gualon, este último salió de repente haciendo volar por los cielos todas las piedras y maderas que tenía encima de él.


    — Estoy furioso. — Con bronca decía Gualon.


    — No lo puedo creer, sigue de pie. — Sorprendida de la gran resistencia del demonio, Yaina quedaba boquiabierta.


    — Como te atreves muchacha, yo soy el gobernante de Sefiro, voy a acabar con todos ustedes.


    Gualon tenía tanta bronca que no se había percatado de la gran aura de energía que se notaba en el ambiente, debido a la descarga de poder que produjo Gerardo.


    — Este poder…no puede ser.


    — Yo todavía puedo pelear Gualon, ¨ Resh Milares Aindum. ¨ — Jack aprovechando la pequeña distracción de Gualon salía a atacarlo a gran velocidad.


    — Ese ataque, es diferente al anterior. — Gualon podía percatarse que la técnica del bandido había cambiado estrepitosamente.


    La más poderosa técnica de Jack hizo volar a Gualon muy lejos, la potencia de este poder era cien veces mayor al del Milares Aindum normal.


    — Al fin…lo conseguí. — Dijo Jack bastante agotado.


    Pero otra vez el demonio se ponía en pie, si bien estaba mal herido todavía conservaba mucha de su fuerza.


    — No me hagas perder el tiempo jovencito, tengo algo importante que hacer.


    — Eres un monstruo, ni siquiera el Resh Milares Aindum es suficiente para vencerte.


    — Admito que esa técnica tenía mucho poder, pero si quieres ver una verdadera técnica, entonces…te la demostraré.


    — ¿Que está por hacer? — Jack miraba con confusión y temor a la vez a su contrincante que se veía temible.


    La energía de Gualon se elevo tremendamente hasta llegar a un grado increíble de poder, muy superior al de los chicos.


    — Esta…es una verdadera técnica, ¨ Demon Master. ¨ (Maestro de los demonios)


    Tanto Jack como el resto de los muchachos salieron volando por tremenda descarga enérgica.


    Luego de la destructiva técnica, Gualon ya saboreaba el sabor de la victoria, era imposible que hubieran salido bien librados de tremendo ataque.


    — Ya se termino, ahora podre ir a ver de quien proviene esa fuerza que sentí hace un momento.


    El demonio empezaba a retirarse pero escucho la voz de una chica que le decía que se detuviera.


    — ¡Espera Gualon! — Se escucho de repente.


    — Es…imposible, como…. — Los ojos del demonio eran tan grande ante la sorpresa de ver que alguien seguía con vida.


    — ¨ Blasting Guard Field ¨ (Campo protector del guardián volador) — Estefani había empleado una nueva técnica nunca antes vista hasta ahora.


    Estefani había logrado protegerse tanto a ella como a los demás chicos con un campo de protección muy poderoso que soportó la gran técnica de Gualon.


    — No creí que supieras una técnica como esa Estefani. — Comentó Yaina con asombro.


    — Le pedí al maestro Randall que me enseñara alguna técnica de protección lo suficientemente poderosa como para poder protegernos a todos. No quería venir a una batalla así sin conocer algo como esto.


    — No dejas de sorprenderme hermana, en verdad te has vuelto muy fuerte y un tanto más sabia también.


    — Viniendo de ti ese es un gran alago Yaina, sin embargo…


    — ¿Qué pasa? — Le pregunto la pelirroja.


    — Es que al usar esta técnica, estoy consumiendo toda la energía vital que me queda, dentro de poco esta barrera desaparecerá.


    — No te preocupes por eso Estefani, nosotros nos encargaremos del resto. — Intentaba quitarle esa preocupación el hábil bandido.


    — Que seguro de ti mismo eres Jack, ¿Acaso no te has visto?, estas hecho un desastre, ¿Cuánto crees que aguantaras contra Gualon en esas condiciones? — Decía Demetria con algo de ironía.


    — Supongo que todos estamos exhaustos, de todas formas hagamos lo que hagamos tiene que ser pronto, no nos queda ya casi nada de poder. En cambio Gualon se lo ve muy entero todavía. — Dijo Yaina, analizando con lujo de detalles la situación.


    El demonio percibía que estos chicos comenzaban a perder sus poderes debido a la poca intensidad que emitía sus auras.


    — ¨ Esa barrera es muy poderosa, pero ya están llegando a sus límites, a diferencia de mí que poseo todo mi poder. Pronto podré acabar con todos ellos.¨


    Tranquilamente Gualon esperaba el momento en que ese campo de protección se debilitada lo suficiente para poder atacar a Estefani y el resto. Pasado unos minutos esa oportunidad se le estaba a punto de concretar.


    — Maldición. — Estefani estaba exhausta y había llegado a sus límites.


    — ¿Que sucede hermana? — Preguntó preocupada Yaina.


    — Ya no resisto más, la barreara está a punto de desaparecer.


    Y fue lo que sucedió, el campo protector había desaparecido y estaban a merced de Gualon que se disponía a acabar con sus vidas.


    — Les dije que era inútil, solo alargaron unos minutos más sus patéticas vidas. Pero se acabó, ¨ Demon Master. ¨ — Gualon no perdió ni un segundo que decidió atacarlos con todo lo que tenía.


    Antes que la técnica final de Gualon llegara a donde estaban Estefani y sus amigos, el medallón de Lyra que llevaba consigo la princesa, envió un rayo que contrarrestó el ataque del malvado soberano. Fue tanto el poder que emitió el objeto que llevaba Estefani que fue directo a donde se encontraba Gualon y le hirió profundamente su hombro derecho, una herida muy grande imposible de curar con rapidez.


    — Como puede ser… ¿Por qué? — Se tomaba con dolor el hombro.


    — Esa cosa nos salvo princesa. — Fellow se puso a brincar de alegría pensando que todo se había terminado pero…


    Estefani miraba su medallón y se veía confundida.


    — ¿Qué te pasa Estefani? — Con inquietud preguntó Jack.


    — Es que el medallón está muy extraño, produce un brillo muy raro, como si…quisiera advertirme de algo.


    La inesperada reacción del medallón avisa un supuesto desenlace para esta batalla.




    PROXIMO CAPITULO: PERDIENDO LAS ESPERANZAS
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  14.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1043
    CAPITULO LXVII: PERDIENDO LAS ESPERANZAS




    El medallón de Lyra comenzó a generar un extraño brillo luego que de forma inesperada este protegiera a Estefani y los demás del ataque de Gualon. Pero había algo que le hacía presentir a la princesa que estaba sucediendo un hecho extraordinario, ella en su interior tenia la sospecha de que el despertar repentino del poder de su joya se debía al aura maligna de gran intensidad que sintió minutos antes.


    — ¿Qué sucede?, ¿Por qué el medallón brilla así? — Preguntaba para sí misma la joven Estefani.


    — El medallón nos ha salvado. — La pelirroja se quedo mirando a su hermana. — ¿Pasa algo Estefani?


    — Es que es muy extraño, quizás el medallón nos haya querido salvar como tú dices.


    — ¿Por qué dices quizás?, ¿Acaso piensas que se deba a algo más ese resplandor?


    Tanto Demetria como Jack y el mismo Fellow también notaban la confusión que tenia Estefani que seguía viendo ese misterioso medallón.


    — Es que a lo mejor…trata de decirnos algo.


    — ¿Decirnos algo?, por favor Estefani, esa cosa es sólo un objeto mágico, no sabe hablar ni nada por el estilo. — Replicaba Jack no entendiendo lo que quería decir Estefani.


    — Te equivocas Jack, aunque no se trate de un ser humano que no pueda expresarse con palabras, desde que tengo este medallón conmigo he notado que siempre en ciertos momentos importantes esta joya transmite un brillo muy fuerte. En este caso me protegió del ataque de Gualon, pero… aun así, sigue aumentando su brillo más y más. No estoy segura, de todas formas tengo la sensación que aquella aura que sentimos hace unos momentos tenga algo que ver.


    — Eso es cierto, nos estamos olvidando de aquel misterioso poder, todavía no sabemos a quién le pertenece. — Explicaba Demetria a sus compañeros.


    — Entiendo que no podemos pasar por alto eso, pero en estos momentos estamos luchando contra nuestro principal enemigo, debemos enfocarnos de lleno en esta pelea. — El bandido no se olvidaba de la difícil situación en la que estaban ahora.


    — Jack tiene razón, ya tendremos oportunidad de saber de dónde provenga aquella extraña fuerza, pero ahora debemos terminar con esta pelea, de ella depende nuestro destino. — Le daba la razón Yaina.


    — Es verdad, lo primero es lo primero. — Continuo Demetria estando de acuerdo.


    — Chicos…está bien, será como ustedes dicen. — Estefani no quiso que sus compañeros se distrajeran en esta batalla y prefirió dejar de lado por un momento esa extraña sensación que tenia.


    Gualon estaba en el suelo con muchas heridas, sobre todo una muy profunda provocara por la reciente reacción que tuvo el medallón en su contra.


    — D-Demonios, había olvidado que ella tiene ese maldito medallón.¨ Pero, ¿cómo pudo utilizar su poder en ese preciso momento?, parecía que hubiera actuado por voluntad propia.¨


    El enemigo se volvía a levantar, con dificultad claro, pero su resistencia era ya algo más que sorprendente para unos agotados jóvenes que se habían quedado sin fuerzas para seguir luchando.


    — Mírenlo, tal como me lo temía, sigue con vida después del ataque del medallón. — Advirtió Jack al resto de sus amigos.


    — Esto está muy mal, ya no me queda fuerzas para continuar. — Dijo Demetria con preocupación.


    — No eres la única Demetria, creo que todos estamos igual. — Asintió Estefani


    — Por favor no digan eso, estoy seguro que se les ha ocurrido algo para salir librados de este problema, ¿Verdad?, ¿Verdad? — Fellow preguntaba buscando alguna palabra que lo calmara.


    — Quisiera decirte que si Fellow, pero la verdad es que estamos exhaustos. — Le explicó Yaina.


    — Pero entonces, ¿Qué vamos a hacer? — Preguntó el pequeño conejo.


    — Supongo que solo nos queda esperar hasta que esto se acabe. Hicimos lo mejor que pudimos, pero aun así… no fue suficiente. — Yaina decía resignada


    — No te lamentes más Yaina, dimos todo lo que podíamos dar, desde un principio sabíamos que esta batalla era muy difícil de ganar. — Comentaba el ladrón.


    — Rayos. — Decía con bronca Demetria. — Estefani, tu, tú todavía tienes esa cosa mágica, ¿por qué no la usas para pelear?


    — Que más quisiera Demetria, pero…yo no sé cómo usar este medallón.


    — Y dime de qué demonios te sirvió todo el entrenamiento con el maestro Randall, ¿que acaso no te enseño a usarlo?


    — Claro que estuvimos intentándolo y mucho, sin embargo…a excepción de la puerta dimensional, no sé de qué otra manera usar el medallón de Lyra.


    — Quiere decir que este… ¿es nuestro final?


    Todos quedaron callados, ya se les había acabado el poder y no se veía ni un poco de esperanza por ninguna parte, solo les quedaba esperar el desenlace a esta batalla.


    Gualon se levanto y vio como sus oponentes aguardaban tranquilos, sin intenciones de hacer nada para defenderse.


    — Veo que llegaron a sus límites, al fin…todo terminará.


    Él preparaba el golpe final, iba a usar todo su poder en un solo ataque para terminar con ellos pero…


    — ¡Joensuu! — El poderoso ataque del chico cayó delante de los pies de Gualon, evitando que se siguiera acercando a sus amigos.


    — No puede ser…tú. — Gualon levanto su vista para ver quien lo interrumpía.


    — Ahora pelearas conmigo Gualon, voy a acabar contigo.


    — No seas arrogante idiota, sé muy bien lo poco que vales como luchador.


    — Entonces ven y compruébalo tú mismo…Gualon.


    El resto de los chicos miraban como Gerardo se veía enérgico y muy confiado de sí mismo.


    — ¡Wow!, ese chico parece estar muy seguro de ganarle. — Dijo impresionada Demetria.


    — Es un idiota, solo busca que lo maten. — Jack por su parte seguía viéndolo igual que siempre. — Ahora la pregunta es… ¿Cómo llego hasta aquí?


    — Demetria tiene algo de razón, Gerardo…está algo extraño. — Mencionó la rubia, que aparte estaba impresionada de su vuelta.


    — Así que lo notaste Estefani. — Le dijo una chica que se acercó a ella.


    — Michelle, tu también viniste. — Decía Estefani al ver a su hermana.


    — Veo que lograste salvar a Gerardo de aquel hoyo. — Dijo Yaina al acercarse.


    Michelle no contestaba, se veía seria y preocupada.


    — Michelle, ¿Qué pasa?, ¿Ocurrió algo? — Le preguntó Estefani viendo su seriedad.


    — Es que Gerardo acaba…de matar a un ser humano.


    — ¿Qué? — La rubia mostro una expresión de horror al escucharla decir eso.


    Gerardo volvió con sus compañeros, pero parece que algo ha cambiado en él.




    PROXIMO CAPITULO: LA DOBLE IDENTIDAD DE GERARDO
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  15.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1060
    CAPITULO LXVIII: LA DOBLE IDENTIDAD DE GERARDO




    Gualon estaba a punto de eliminar a Estefani y los demás que se habían quedado sin poder después de utilizar todas sus técnicas, pero antes que el demonio intentara dar el golpe de gracia, Gerardo se apareció de repente para detenerlo.


    Todos se veían felices por la llegara de su amigo, inclusive Jack. Pero algo raro había en él, ya que se podía diferenciar un gran cambio con el muchacho que hacía apenas unos minutos había caído a un hoyo oscuro.


    Fue ahí donde Michelle se apareció y le explico algo de lo que había sucedido. Cuando la morena les dijo que Gerardo acababa de matar a u ser humano, la noticia cayó como un balde de agua fría para todos ellos, en especial para Estefani que no podía creerlo.


    — ¿Qué fue lo que dijiste Michelle? — Le preguntó un sorprendido Jack.


    — Lo que acabo de decir es…que Gerardo mato a un humano.


    — Pero… ¿Cómo?, ¿Qué fue lo que paso? — Le preguntaba confusa Estefani.


    — Fue apenas hace unos minutos, lo que hace que no me pueda quitar esa imagen de mi mente. Mientras estábamos en el hoyo con Gerardo, allí nos encontrábamos con otro chico de su mundo, se llamaba David.


    — ¿Otro chico de la tierra? — Siguiendo con sus preguntas decía la princesa rubia.


    — Si, yo tampoco entiendo como vino a parar aquí otro chico de la tierra, pero la cuestión es que ese muchacho intento matar a Gerardo, fue allí donde…


    Ahí Michelle comenzó a relatar lo que había ocurrido.


    Flashback:


    — ¡Voy a matarte Gerardo, acabaré con tu sufrimiento amigo mío! — El rubio iba a atacar a Gerardo luego de haber dejado en grave estado a Michelle.


    — No me digas amigo, como te atreves…a lastimar a Michelle. — Gerardo había desplegado una enorme aura de energía vital poderosísima, más allá de lo imaginado. Sus ojos brillaban como el oro, se imponía a David con tan solo su postura ganadora. — Nunca…voy a perdonarte.


    Ambos cruzaron sus ataques al mismo tiempo, pero la potencia que llevaba el golpe de Gerardo era inmensamente superior, y el cuerpo de David se desintegro por completo sin dejar ningún rastro en el lugar.


    Luego de eso, que fue algo de apenas un par de minutos, Gerardo volvió totalmente a la normalidad, no recordaba absolutamente nada, solo pudo divisar el cuerpo caído de Michelle y fue de inmediato parta ver en qué estado se encontraba ella.


    — ¿Estás bien Michelle?, esa herida… — Dijo Gerardo con angustia.


    — No tienes que alarmarte Gerardo, parece una herida grave, pero no es nada de lo que no pueda salir bien librada, no te preocupes. Pero, tú… ¿No crees que deberías decirme algo?


    — ¿Algo?, ¿De qué hablas?


    — ¿Cómo que de que hablo?, me refiero a lo que paso hace un momento.


    — Es que yo…no recuerdo que paso. En realidad lo último que recuerdo es que venía corriendo junto a ti y el resto de los muchachos, y después de eso…no me acuerdo de nada más.


    ¨ ¿Será posible que Gerardo no recuerde lo que paso?, el poder que tenía hace unos minutos, era algo totalmente sobrenatural, no me puedo explicar de dónde proviene tal fuerza. El hecho es que Gerardo mato a un ser humano, y él ni siquiera lo recuerda.¨


    Fin del Flashback:


    — Y fue eso lo que paso. Meritándolo bien, decidí no decirle nada de lo que paso, pero la verdad es que ver esa escena en persona, fue…algo espantoso. Era la primera vez que veía a Gerardo con una mirada asesina, y te aseguro que no quiero volver a verlo así nunca más.


    — Es…increíble lo que cuentas Michelle. — Dijo Estefani.


    — Por eso les pido que no le digan nada, sería realmente perjudicial para él saber lo que hizo con ese joven.


    — No te preocupes, nosotros no diremos nada al respecto. — Respondió Jack.


    — ¿Y qué hay de tu herida Michelle?, ¿Vas a estar bien? — Yaina miraba algo inquieta esa herida que tenía su hermana.


    — No es nada demasiado grave, la herida que me hizo fue más superficial que nada, Gerardo pudo detener el sangrado y con unos vendajes que llevaba me cubrió el corte, lo que si dudo mucho que pueda pelear en estas condiciones.


    — Por eso no te preocupes, nosotros nos haremos cargo del resto. — Decía despreocupada Demetria, como si fuera una tarea fácil.


    — ¿Ah sí?, ¿Y cómo planea hacerlo señorita Demetria?, creí escuchar que usted se había quedado sin energía vital al igual que el resto. — Le recordaba sus propias palabras el entrometido conejo.


    — No hacía falta que me lo recuerdes Fellow, planeaba idear algún plan para pelear contra Gualon sin tener que usar mis poderes.


    — Me parece que eso sueno algo ilógico en estos momentos.


    — ¡Pues nadie te pidió opinión conejo cobarde!


    — De todas formas, supongo que solo nos queda confiar en Gerardo. Tendremos que depositar nuestras últimas esperanzas en él. — Confesaba Yaina.


    — Es verdad, él es nuestra última esperanza. — Aceptando lo dicho dijo Michelle.


    — Parece mentira, pero creo que es del único que podemos depender en estos momentos. — Se lamentaba Jack el tener que depender de su intolerable compañero.


    — Aunque… — Pese a todo, Yaina tenía algún tipo de dudas de sus propias afirmaciones.


    — ¿Que pasa señorita Yaina? — Le pregunto Fellow al notarla dudosa.


    — Aún hay algo en lo que si podemos ser útiles todavía.


    Los demás quedaron sorprendidos, aunque Estefani se podía imaginar que tenía en mente su hermana mayor, viendo la dirección en que fijaba su mirada.


    Mientras tanto Gualon y Gerardo iban a producir posiblemente la batalla final, que tiene en juego nada más y nada menos que el control absoluto o la liberación de Sefiro.


    Los otros muchachos iban a hacerse cargo de esa tarea que les indico Yaina, pero Estefani tenía otra idea en mente.


    — Ustedes vayan chicos, yo voy a pelear junto a Gerardo. — Se adelanto a decir Estefani.


    — ¿Estás loca?, tú te has quedado sin fuerza igual que nosotros, ¿cómo planeas luchar entonces? — Obviamente Jack estaba en desacuerdo con su proposición.


    — ¿Es que lo has olvidado Jack?


    — ¿Eh? — El ladrón no sabía de que hablaba la princesa.


    — Según el oráculo tanto Gerardo como yo somos la clave para acabar con el mal, por eso yo quiero ver…que tan cierta es esa profecía.


    Estefani no dará marcha atrás en su determinación.




    PROXIMO CAPITULO: LA DUPLA DESTINADA
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  16.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1271
    CAPITULO LXIX: LA DUPLA DESTINADA




    Estefani junto a sus amigos han comenzado con la última batalla contra quien hasta ahora era su principal enemigo, se trataba de Lord Gualon, actual soberano y gobernante de Sefiro y una verdadera amenaza para el mundo.


    En el transcurso de esa crucial batalla, los muchachos descubren la verdadera identidad de Gualon, quien era nada más y nada menos que el príncipe Demian, hermano menor de Haggar y tío de Estefani, Yaina y Michelle. Pese a ser miembros de la misma familia, Gualon negaba completamente a las princesas como sus sobrinas, no dudando en ningún momento que su manera de cobrar venganza era asesinando a las hijas del antiguo rey.


    Pero eso no fue la única sorpresa que los chicos tuvieron una vez llegaros al castillo de Sefiro. Es aquí donde Michelle descubre algo oculto dentro de Gerardo, se trataba de un fuerte poder maligno, que ella jamás sintió en ninguna parte. Ni siquiera un ser tan poderoso como Gualon tenía una energía tan abrumadora como la que mostro Gerardo por unos momentos, antes de que este asesinada a un antiguo compañero de colegio suyo, un chico llamado David.


    Precisamente fue David quien provocó la repentina transformación de Gerardo, haciéndolo enojar cuando el rubio atravesó el cuerpo de Michelle con su mano, provocándole una ira muy grande a Gerardo que exploto un enorme poder oculto, al ver que la princesa caía al suelo con una grave herida en su estomago.


    Gerardo con ese misterioso poder que saco a la luz hizo polvo a David, al cual no lo dejo ni siquiera defenderse. Michelle quien hacía apenas unos segundo había reaccionado luego del ataque de David, fue testigo del accionar de su compañero, quien mato con una frialdad y suma rapidez al rubio adolescente.


    Al ver eso Michelle supuso que algo muy extraño había ocurrido en el interior de Gerardo, que le hizo actuar de esa forma tan cruel. Esa suposición le hizo preocupar mucho a la princesa quien temía que su amigo dejara de ser el mismo de siempre. Pero ese temor se disperso de inmediato cuando él de manera milagrosa volvió a la normalidad después de haber asesinado a David, aunque este no recordaba nada de lo que había hecho hacia apenas unos minutos.


    Luego de eso Michelle y Gerardo se la ingeniaron para salir de aquel hoyo y llegaron junto a sus amigos, quienes estaban en pleno combate contra Gualon. Al llegar con ellos, Gerardo de inmediato detuvo un golpe que el demonio dirigía contra Estefani. Ahí fue donde el joven se decidió a pelear por su cuenta contra Gualon.


    El resto de los muchachos se decidieron por ayudar a Johnny, quien estaba mal herido en una enorme cruz. Pero Estefani por su parte quiso quedarse a luchar junto a Gerardo. Ella pensaba que tal y como la profecía decía, ellos provocarían el cambio fundamental en esta batalla, y quería reafirmar eso, pese a que Jack no estaba muy de acuerdo con esa decisión.


    Estando ya en el punto crucial de esta batalla, el desenlace está muy cerca, sin nada demasiado claro todavía.


    Aprovechando que Gualon estaba a punto de enfrentarse con Estefani y Gerardo, Yaina acompañada por los otros chicos, se dirigió a donde se encontraba Johnny para liberarlo de aquella cruz en donde estaba atado.


    — Parece que esta inconsciente. — Dijo Jack viendo al pelirrojo en un grave estado y sin dar señales de reacción.


    —Tenemos que bajarlo, ayúdenme por favor amigos. — Yaina con la colaboración de los demás empezó a bajar la cruz, y desato las manos y luego las piernas de su prometido.


    —Qué horror, está muy lastimado. — La valiente guerrera Demetria también se la veía asombrada por el deplorable estado en el que estaba Johnny.


    —Joven Johnny, Joven Johnny, ¿Qué le han hecho? — Preguntaba preocupado Fellow.


    —Inclusive alguien tan fuerte como Johnny termino en este estado. Déjenme decirles que es la primera vez que veo a Johnny tan lastimado. En verdad no puedo imaginarme…que tan fuerte sea Gualon. — Yaina volvió su vista a donde estaba Estefani y Gerardo, y se preocupaba mucho por lo que llegara a ocurrir con ellos.


    Otra persona preocupada era Michelle, a quien le habían comentado que su tan temible enemigo era su tío, alguien de su propia familia. Esa noticia no dejaba de sorprenderle a la morena.


    —¨Ese hombre… ¿Es mi tío?, no puedo creerlo.¨ — Ella miraba a aquel hombre que estaba por pelear contra su hermana y Gerardo, y no dejaba de sorprenderle el hecho que ese sujeto que quería eliminarlos perteneciera a su propia familia.


    —Michelle. — Le dijo Yaina. — No lo veas como nuestro tío, recuerda que ese hombre mato a nuestro padre, no lo olvides.


    —Jamás olvidaría eso Yaina, ese hombre…lo odio profundamente. — La morena apretaba sus puños, sentía algo de frustración. — Me molesta que ahora que llegue acá solo pueda observar como Estefani y Gerardo pelean contra él.


    —Se a que te refieres hermana, créeme que yo me siento de la misma manera. Supongo que desde un principio esta batalla estaría en manos de Estefani, el destino así lo quiso.


    Gualon observaba a sus jóvenes oponentes, aquellos que estaba destinados a enfrentarse contra él.


    —Estefani…Gerardo, kukuku, que gracioso.


    — ¡¿Qué te parece tan divertido infeliz?! — Estefani se sentía furiosa con la soberbia de Gualon.


    —Verte a ti niña, me recuerda mucho a la vez que me enfrente a tu padre. Sus miradas…son iguales, tienen en mismo brillo. — Ahora Gualon observaba a Gerardo. — En cuanto a ti chico, tan solo mírate, tienes tanto miedo y aun así te quieres hacer el valiente y enfrentarme.


    Parecía que el demonio tenía alguna intención de provocar a los chicos con sus agravios, pero Estefani no se dejo llevar por sus palabras y quiso incitar a que Gerardo hiciera lo mismo.


    —No lo escuches Gerardo, recuerda que ambos estamos en esto. — Ella lo miro por un momento. — No voy a dejarte solo.


    —Lo se Estefani…gracias.


    —Kukuku, son muy habladores chicos, ¨Rayo negro¨


    El ataque salió disparado a gran velocidad pero ambos chicos pudieron evitarlo, sus movimientos en el transcurrir de las batallas había ido en aumento, inclusive Gerardo que había peleado muy poco.


    —No podrán esquivar mis ataques todo el tiempo, ¿o acaso solo saben correr?, Jajajaja.


    Los rayos negros salían de un lado a otro, Estefani y Gerardo corrían de un lugar a otro con mucha rapidez, pero comenzaba a notarse algo de cansancio el seguir ese ritmo tan acelerado.


    —Gerardo, ¿Crees que puedas contraatacar?


    —Lo veo medio difícil, a pesar de que Gualon tiene muchas heridas también, no parece estar demasiado cansado, salvo…


    — ¿Se te ocurrió algo?


    —Puede ser, aunque no estoy seguro que funcione Estefani.


    —Sin importar de que se trate yo te apoyo, ¿qué quieres que haga?


    Mientras charlaban y escapaban de los rayos de Gualon, Gerardo se detuvo y rápidamente comenzó a hacer movimientos de manos, a punto de hacer un nuevo ataque. En tanto Estefani salió a encararlo frente a frente al demonio para mantenerlo ocupado.


    —Tengo que hacerlo, aunque gaste todo mi poder en este golpe. — Una enorme y avasallante energía rodeo su cuerpo y logro reunir el poder suficiente para arrojar su técnica. — ¡Estefani apártate, estoy listo! — La princesa se alejo de Gualon y Gerardo lanzo su ataque. — Toma esto Gualon, ¨ Híper Joensuu¨


    Gerardo uso su gran poder, aunque Gualon estaba listo para contraatacar.


    —Un nuevo ataque eh, pero yo también tengo mis trucos chico, ¨ Devil Battler¨ (DiabloBatallador.) — Gualon uso también una técnica más poderosa que el rayo negro.


    Las dos nuevas técnicas chocan, ¿Cuál será la más poderosa?




    PROXIMO CAPITULO: NUEVOS ALIADOS
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  17.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1075
    CAPITULO LXX: NUEVOS ALIADOS




    Gerardo y Gualon emplearon nuevas técnicas de gran poder destructivo y un gran estallido hizo que todo a su alrededor volara, gran parte del castillo había caído en ruinas, afortunadamente los chicos resultaron ilesos.


    —Cof, cof, cof, ¿e-están bien muchachos? — Le preguntó Michelle a los demás mientras se quitaban el polvo de sus ropas.


    —Estamos bien, aunque algo sucios.


    —No te quejes Jack, un hombre no debería fijarse en su fachada. — Decía Demetria.


    —El hecho que sea hombre no es motivo para verme desprolijo Demetria.


    —No discutan muchachos. — Interfirió Yaina la breve discusión. — Tenemos que estar felices de estar bien después de semejante explosión. Pero ahora hay algo más importante.


    —Es verdad hermana, Gerardo y Estefani….


    —Estefani se encuentra bien Michelle, la energía que sentí hace un momento no era la de ella, sino que se trataba de Gerardo y posiblemente haya usado algún poder oculto contra Gualon.


    — ¿Gerardo estará bien Yaina? — La morena siempre se mostraba preocupada por el joven humano.


    — ¿Es que acaso no puedes sentir la energía vital hermanita?, sí, él está bien, su poder lo sigo sintiendo todavía.


    —Qué alivio.


    —A propósito Yaina, ¿Cómo esta Johnny? — Jack se había acordado del pelirrojo.


    —Él está bien Jack, por suerte la explosión tampoco lo afecto, aunque sigue inconsciente por las heridas que le provocó Gualon.


    —El joven Johnny es muy resistente, seguramente se pondrá bien. — Fellow trataba de levantarle el ánimo a Yaina.


    —Eso espero Fellow, te agradezco tus palabras.


    Ellos estaban en buenas condiciones, de todas formas sabían que lo único que podían hacer era esperar que Estefani y Gerardo derrotaran a Gualon, solo eso les quedaba.


    —Gerardo, Estefani, les pido por favor, ganen esta pelea, de ustedes dependemos. — Las suplicas Michelle eran las mismas que tenían el resto de sus amigos.


    xXx​
    La batalla en la ciudad de Ideya también estaba llegando a su momento cúspide. Randall y Nasha en conjunto con otros guerreros del famoso lugar de los peleadores, seguían luchando contra los demonios de Gualon, intentando proteger a los habitantes de esa ciudad y de los alrededores que se habían ido a refugiar allí.


    —Solo un poco mas y esto habrá terminado Randall. — Nasha se quitaba de encima a varios demonios agitando su filosa lanza.


    —Sí, creo que el número de monstruos ha ido disminuyendo mucho. Sin embargo, pelear nosotros con un puñado de simples guerreros comunes y corrientes hace que tardemos más de la cuenta, si tan solo hubiera algún otro peleador poderoso que nos diera una mano.


    —No puedo creer que el gran Randall se queje por estar en inferioridad numérica con el enemigo, ¿Adonde esta aquel valiente compañero de combate que solía tener?


    —No me quejo, solo digo que sería mucho más rápido tener un poco de ayuda extra.


    Como escuchando el pedido de Randall, un grupo de poderosos peleadores se sumo a la batalla en Ideya.


    —¨ Destrucción total ¨ — Angul golpeo con su brazo derecho el suelo y abrió el mismo haciendo caer a varios demonios.


    —¨ Poder de la naturaleza, ataque de las fieras asesinas. ¨ — Fuldac también invoco a los animales salvajes que tenía bajo su control y los envió contra los monstruos.


    Randall y Nasha, como los humanos que peleaban junto a ellos quedaron sorprendidos. Se trataba nada más y nada menos que los Silarus, y al parecer vinieron a ayudarlos.


    —Que es esto…son los Silarus.


    —Creo que hemos recibido la ayuda de nuevos aliados Nasha.


    —No lo creo.


    Pese a no creer del todo en lo que veía, Nasha tanto como Randall eran testigos directos de la lucha que tenían todos los Silarus contra los demonios, defendiendo a los seres humanos del peligro latente.


    Mistelis los atacaba con sus agujas, y confundiéndolos con su gran velocidad. Lloref se había convertido en un gran demonio y comenzó a lanzar llamas de su boca para quemar a todos eso monstruos que los atacaban. Vaduan usaba sus explosivos infernales para hacerlos volar por los cielos y el líder Reim, con su poder de destruir moléculas, fulminaba con cada demonio que tocaba en tan solo unos segundos.


    Con la ayuda de los Silarus, la batalla se inclino totalmente a favor de Randall y Nasha. Ni siquiera fue necesario que los humanos que los acompañaban siguieran luchando, ese grupo de grandioso guerreros habían logrado detener la amenaza creada por Gualon, al final de la batalla, tanto Randall y su compañera junto con los humanos y los Silarus, se reunieron a festejar el triunfo obtenido.


    — ¡Vencimos! — Gritaban eufórico los valientes hombres que lucharon.


    —Detuvimos al ejército de Gualon, estamos salvados.


    Mientras la gente seguía celebrando, Randall se acercó al líder Silarus. El maestro tenía deseos de saber la repentina intervención de ellos a favor de una raza humana que se suponía que odiaban.


    —Debo decir que no esperaba su ayuda, guerreros Silarus.


    —No te acostumbres a esto, será la última vez que nos veas luchar de su bando, tenlo claro…humano.


    —Por supuesto, supongo que las cosas no cambian así tan de repente, de todas formas…gracias. — Randall extendió su mano para estrecharla con Reim.


    Algo confundido por lo que hacia Randall, el líder Silarus miraba que el humano seguía con su mano extendida, esperando alguna respuesta de su parte. Reim se dio vuelta a ver a sus hermanos que también estaban extrañados, al no saber de qué forma contestarle a Randall, el poderoso Reim hizo lo mismo que el maestro de Estefani y los chicos y le devolvió el gesto estrechando su mano con él. Sin darse cuenta, ese día ambos guerreros dieron el primer paso a una nueva etapa en la historia de Sefiro.


    —No fue nada, ¿Cómo te llamas humano?, por lo que vi eres muy fuerte.


    —Me llamo Randall, y tú eres…


    —Reim…mi nombre es Reim, y ellos son mis valiosos hermanos. — Viendo al resto de los Silarus.


    —Tenía entendido que los Silarus eran siete, ¿dónde está el que falta?


    —Pues Morgana, ella se separo de nosotros, creo…que tenía un asunto pendiente con un conocido de ustedes.


    Una valerosa guerrera marchaba solitariamente en dirección al palacio de Sefiro, y con una meta firme en su mente.


    —Debo apurarme, la batalla pronto llegará a su final. — Morgana corría sin parar, con la urgencia de llegar cuanto antes al hogar de Gualon. — Perdedor, espero…lo estés haciendo bien.


    Gualon, ha llegado la hora de que pagues por tus maldades.




    PROXIMO CAPITULO: JUNTOS CONTRA EL ENEMIGO
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  18.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1105
    CAPITULO LXXI: JUNTOS CONTRA EL ENEMIGO




    Miles de escombros y un palacio prácticamente destruido por completo, de no ser por unos pocos cimientos que se mantenían en pie. Eso fue lo que dejo el choque de poder de Gualon y Gerardo al usar sus poderosas técnicas.


    Gerardo estaba muy mal herido, su visión comenzaba a estar algo borrosa y la sangre no paraba de salirle de su cuerpo. Por su parte Estefani que se mantuvo al margen de ese cruce, estaba en buenas condiciones, pero algo aturdida. Su cuerpo no dejaba de temblarle, quizás de temor, o vaya saber porque otro motivo. De todas formas ella recuperó la conciencia cuando vio a su amigo tan herido y fue en su ayuda.


    —Gerardo, mírame, estas bien. — Ella lo levantaba del suelo.


    —S-Si…pero, mi vista, no logro verte bien. — Él hacia fuerza para tratar de divisar mejor a la chica, aunque le resultaba muy complicado hacerlo.


    —Dios mío, no te asustes, todo estará bien Gerardo, quizás se deba al choque de energía. Sé que te pondrás bien.


    —Yo no tengo miedo Estefani, solo espero haberlo logrado, no quiero dejarte sola en esto, quiero ayudarte.


    — ¿Pero qué dices?, has estado increíble, me siento muy orgullosa de ti. Yo tendría que sentirme avergonzada, al final no hice nada.


    —No digas eso Estefani.


    —Pero…me siento feliz Gerardo, tú…no has salvado a todos.


    Estefani se quedo mirándolo fijamente con deseos de ponerse a llorar de la emoción, pero ese lindo momento fue interrumpido por un poder que salía a relucir de nuevo.


    — ¿Qué es esto? — Estefani con miedo observaba a Gualon levantarse con una mirada desbordada que estaba entre la locura y el odio. Su figura se veía más amenazante que nunca, y parecía dispuesto a dar el todo por el todo.


    —Maldito chico, voy a matarte.


    —N-No puede ser…use toda la fuerza en ese golpe, como puede ser que este de pie todavía. — Gerardo estaba agotado y su cuerpo ya no le respondía, mucho menos ahora que sentía el terrible poder de Gualon.


    Gualon envió un nuevo rayo de oscuridad, pero este tenía un poder sumamente superior a cualquier otro que uso anteriormente. El ataque iba a ser devastador, solo le dio tiempo a Gerardo de arrojar a un rincón a Estefani para que ella no fuera impactada.


    — ¡Gerardo! — Estefani grito angustiada, no había forma de que él pudiera sobrevivir a ese ataque.


    Cuando ya parecía no haber peligro alguno, Estefani y todos los demás se acercaron a Gerardo que estaba tendido en el suelo.


    — ¡Gerardo, Gerardo, respóndeme! — Michelle se arrimo con mucho miedo al cuerpo todo ensangrentado del muchacho.


    —G-Gerardo. — Estefani estaba impactada, ya presentía que esto era algo irreversible.


    —Pobre chico, quizás él este…


    — ¡Cállate! — Le gritaron la rubia y la morena a Demetria, ambas no paraban de llorar desconsoladamente.


    —¨Estefani tú… ¨— Jack notaba ese gran dolor de la princesa que era lógica, pero no dejaba de reafirmarle el verdadero sentimiento de la rubia por Gerardo.


    —C-Chicos… — Todos se sorprendieron cuando lo escucharon a Gerardo, que aún seguía con vida pese a todo el daño recibido.


    —Gerardo, estas…tú estás… — Michelle ya estaba a punto de soltar el llanto nuevamente, pero esta vez era por la emoción de verlo con vida.


    —Michelle…no llores por favor.


    —Es que creí que estabas… — Ella sin saber que hacer solo atino a abrazarlo, aunque con algo de delicadeza, sabiendo en la condición en la que estaba Gerardo.


    —Estoy bien…bueno, no tanto en realidad, pero sigo con vida, gracias por preocuparte por mi Michelle. — Él le re atribuyó el abrazo de la morena y luego voltio su vista hacia donde estaba Estefani. — También te lo agradezco a ti Estefani, a todos ustedes chicos. — Dirigiéndose al resto.


    —Te gusta asustar a los demás Gerardo, nos alegra que esté vivo. — Le dijo con una sonrisa Yaina.


    —Eres muy temerario chico, ten más cuidado la próxima vez. — Comentó Demetria ante la valentía del joven.


    —Jajaja, lo sé, discúlpeme todos.


    Jack estaba callado, pero interiormente sentía alivio de que Gerardo siguiera con vida, aunque la reacción de dolor de Estefani lo había intranquilizado. Y la princesa le siguió dando motivos para incomodarlo.


    —Tonto… ¡eres un tonto Gerardo, ¿No íbamos a pelear los dos?, ¿Por qué me arrojaste a un lado?, yo también…yo también quiero salvar a Sefiro, es el lugar en donde he nacido, ¿Por qué no piensas en ti y en los que te quieren?!


    Él no pudo evitar sentirse culpable por haber asustado a todos, en especial a Michelle y a Estefani, con la que se suponía pelaría a su lado.


    —Perdóname Estefani, no volveré a dejarte de lado, lo prometo.


    —Está bien. — Se secaba las lágrimas con su mano. — Por lo que veo, la pulsera de la suerte que te di te ha ayudado en algo.


    — ¡Estúpidos, no se descuiden! — Gualon en un abrir y cerrar de ojos se puso justamente detrás de Estefani para atacarla, ante la sorpresa de todos que no se lo esperaban.


    Tremendo ataque de sorpresa de Gualon fue detenido por un arma en forma de espada. Esta estaba hecha de cristal de color negro, que emitía una poderosa aura de energía espiritual.


    — ¡¿Eh?, Qué crees que estás haciendo…Morgana?!


    — ¿Qué acaso no lo ves Gualon?, estoy luchando contra un monstruo despiadado que nos uso a su antojo. — Contestó la Silarus mientras hacía fuerza con su espada para quitar de encima el pesado puño de Gualon.


    —Así que era cierto, te has volcado del lado de los humanos, maldita traidora.


    —No tienes derecho a decirme nada Gualon, tú nos mentiste todo este tiempo. Desde un principio sólo quisiste usarnos para tu propio beneficio, nunca te lo voy a perdonar.


    — ¡Calla mujer, vas a morir junto a todos estos humanos, los voy a destruir!


    — ¡Eso está por verse! — Randall también había aparecido en el castillo para detener a Gualon. A los pocos segundos Nasha y todos los humanos que habían peleado en la ciudad Ideya contra los demonios de Gualon, estaban reunidos allí.


    El temible soberano estaba realmente sorprendido, no estaba en sus cálculos tener que pelear contra tantos enemigos. Pero su orgullo no le iba a permitir retroceder ahora.


    —Randall, Nasha, dos de lo mas grandes maestros de combate que ha habido. Puedo ver que ustedes han estado enseñándoles esas increíbles técnicas a estos niños, ¿me equivoco?


    —No sé porque preguntas si sabes cuál es la respuesta. Gualon, ahora estamos todos aquí, dime, ¿planeas pelar contra todos nosotros?


    El reinado de Gualon tiende de un hilo, y la hora decisiva está a punto de llegar.




    PROXIMO CAPITULO: EL EJEMPLO DE LOS MAESTROS
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  19.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    16 Mayo 2011
    Mensajes:
    346
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
    1261
    CAPITULO LXXII: EL EJEMPLO DE LOS MAESTROS




    La terrible batalla de Estefani y sus amigos contra el despiadado Gualon estaba a punto de llegar a su fin. Luego de mucho sufrimiento y de pasar por difíciles momentos, la hora de la verdad había llegado para nuestros valerosos amigos. Al usar por de mas su energía vital, la mayoría de los muchachos no pudo continuar con el combate, dejándoselo todo a cargo de Estefani y Gerardo que eran los únicos que conservaban algo de fuerza.


    El enfrentamiento inicio, y Gualon demostraba la diferencia de poderes que había entre él y los dos jóvenes héroes. No obstante la perseverancia que había ganado Gerardo gracias al apoyo de sus amigos, sobre todo al de Michelle, le incito a continuar luchando, pero eso lo llevo a olvidarse que Estefani compartía el mismo pensamiento de no retroceder.


    El choque de energía de las técnicas secretas del joven y el demonio, causo que prácticamente todo el castillo quedara en ruinas. Afortunadamente, la mayoría de sus amigos estaban ilesos pese al estallido. Luego de eso, todos pensaron que Gerardo había logrado derrotar a Gualon, pero…


    — ¡Estúpidos, no se descuiden! — Gualon en un abrir y cerrar de ojos se puso justamente detrás de Estefani para atacarla, ante la sorpresa de todos que no se lo esperaban.


    Gualon inesperadamente se había puesto de pie luego de la explosión, inclusive con más poder que antes. Todo hacia ver que este sería el final de nuestros amigos, por fortuna la suerte volvía a estar del lado del bien, cuando llegó la ayuda del maestro Randall, junto con Nasha y el resto de los humanos peleadores provenientes de Ideya.


    ¿Qué hará Gualon ahora que está completamente en desventaja?


    —Debes rendirte Gualon, no tienes escapatoria. — Se adelantó a decir Randall.


    —Ni siquiera tú tienes posibilidades luchando contra todos nosotros. — Reafirmaba Nasha muy confiada.


    — ¡Vas a pagar tus crímenes Gualon! — Gritaba parte de la gente que estaba con ellos, todos sentían que era el momento de revelarse contra el demonio.


    Lentamente y sin levantar la vista, Gualon comenzó a reír, primero levemente para luego soltar la carcajada con fuerza.


    —Jajajaja, son tan inocentes.


    — ¿Qué has dicho? — Le preguntó Randall sin entender su irónica sonrisa.


    —Parece que por estar todos reunidos ya es motivo para celebrar su victoria, he…


    —Yo que tú no me reiría tanto, ¿Piensas que tu solo puedes contra todos nosotros? — Decía enfadada Nasha por lo despreocupado que se veía Gualon pese a su situación tan comprometida.


    —Nasha, es curioso que me digas eso.


    — ¿Qué has dicho?


    —Sé muy bien lo fuerte que son ustedes dos, por eso pelearé con todo mi poder contra ti y Randall, sin embargo… — Y lanzó un rayo oscuro en dirección a la muchedumbre de gente. — ¡Estos humanos son insignificantes para mí!


    Randall alcanzó a proteger a la gente, poniéndole una barrera de defensa a su alrededor.


    — ¿Están todos bien?


    —Si señor Randall, gracias. — Respondió uno de los humanos y luego le siguieron agradeciendo el resto de ellos. — ¨ Gualon tiene razón, estas personas no están al mismo nivel que él, y es muy lógico, ellos son simples peleadores humanos. Supongo que todo queda en manos de Nasha y de mí. ¨


    — ¿Qué pasa Randall?, ¿Acaso solo te vas a dedicar a proteger a estos humanos?, si no haces otra cosa, yo voy a… ¡Eliminarte! — Antes de que Gualon atacara a un maestro Randall que estaba ocupado creando la barrera de protección, Nasha intervino a tiempo y le detuvo con un ataque hecho con su lanza.


    —No te abuses Gualon. Es muy cobarde de tu parte querer atacar a Randall mientras él protege a esta gente, yo seré tu oponente.


    — ¡No te confíes Nasha, recuerda que él es muy poderoso! — Le advertía Randall, conociendo bien a su amiga que era demasiado confiada.


    —Vale, vaya… ya te pareces a mi madre, Randall.


    — ¡Sólo te estoy advirtiendo que no te confíes tonta!


    —Despreocúpate Randy, te prometo que no me perderás.


    — ¡¿Y quién ha dicho que tú me interesas?, deja de soñar Nasha!


    Gualon estaba muy molesto y arrojo múltiples ataques con su rayo oscuro, aunque Nasha pudo repelerlos usando su lanza.


    —Sabes defenderte con tu lanza, veamos si también lo haces ahora. Técnica de la oscuridad, ¨ Un millón de rayos negros¨


    La lluvia de rayos comenzó a salir con rapidez de las manos de Gualon, esta vez era mucho más difícil detener todos los ataques del demonio, pero Nasha de todas formas se la pudo arreglar para hacerlo sin recibir demasiado daño, salvo por algunas leves heridas creadas por lo constante de la técnica.


    —Vaya, creí que nunca acabaría de enviarme esos rayos negros, bueno ahora es mi turno Gualon. — Nasha comenzó a girar su lanza, cada vez lo hacía con más velocidad, hasta que estuvo lista para atacar, ¨ Dance of Perfect Lyres¨ (Danzade lirasperfectas)


    La técnica era muy similar a la de Gualon, con la excepción de que estas arrojaban pequeños fragmentos de energía en gran cantidad.


    Gualon quiso detener su ataque usando nuevamente su poder, ¨ Un millón de rayos negros¨, pero sorprendentemente, Nasha lo supero en poder y fue herido por la valiente guerrera.


    —Esto…no puede estar pasando. — Gualon estaba muy dañado, no solo física, también mentalmente. Un ser como él que se sentía tan superior, estaba siendo derrotado y herido por varios individuos, lo cual era imperdonable para su orgullo. Ya que tanto Nasha, como Gerardo y Yaina, habían logrado lastimarlo severamente.


    Randall se acerco a Nasha para cerciorarse si su compañera estaba bien, algo que en cierta forma le molestaba hacer, sabiendo como su amiga solía confundir las cosas.


    —Oye Nasha, ¿te encuentras bien?


    —Si Randy, pero muy cansada, creo que di el todo por el todo en ese ataque. Por suerte veo que funcionó.


    —Menos mal, ya me tenias preocupado.


    Tras ese comentario Nasha mostró una cara muy picarona.


    —Randy, ya sabía que estabas loco por mí, que tontito eres, no tienes porque fingir mas, se nota mucho tus sentimientos.


    — ¡¿Ves que no entiendes nada?, yo solo te pregunte si estabas bien, no digas cosas sin sentido! — Nuevamente se ponía de los pelos por la mala interpretación de Nasha.


    La gente que estaba allí comenzó a celebrar que Nasha derrotara a Gualon, mientas nuestros amigos observaban la charla tan cálida que tenían Randall y Nasha.


    —El maestro y esa mujer se llevan muy bien, ¿no lo crees? — Le preguntaba Estefani a Gerardo mientras los veía.


    —Ni que lo digas, esos dos hacen una excelente combinación.


    —Supongo…que nosotros estamos muy lejos de ser como ellos. — Dijo con algo de melancolía la rubia.


    —De todas formas…hicimos un buen trabajo Estefani. — Por primera vez Gerardo era el que le levantaba el ánimo a Estefani y ella le correspondió a eso con su dulce sonrisa.


    —Si…hicimos un buen trabajo…Gerardo. — Esta muestra de afecto de ambos no pasaba desapercibida ni para Michelle ni para Jack que los miraban algo deprimidos.


    — ¡Así se hace, esa es mi maestra! — Mientras tanto Demetria saltaba de alegría celebrando la victoria de su ídola, pero era muy pronto para festejar.


    Otra vez, pero con la excepción de que su cuerpo estaba completamente distinto, al verse que su musculatura había crecido enormemente, Gualon volvía a estar en pie, para la sorpresa de todos los presente.


    —Nunca me vencerán, ahora si estoy furioso, voy a enseñarles todo mi poder, esta es mi nueva apariencia, la llamo…¨ Jirodzi ¨


    Gualon adquiere todo su poder con su nueva apariencia, ¿habrá algo que pueda detener a este monstruo?




    PROXIMO CAPITULO: EL PODER SECRETO, LYRA RESURGE
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  20.  
    Ghea Kurai

    Ghea Kurai Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    17 Febrero 2011
    Mensajes:
    188
    Pluma de
    Escritora
    :eek: Uff... que cansancio... hace meses que no abría mi cuenta, es q empece a trabajar y llegaba tan cansada que solo quería un buen libro para relajarme, estuve leyendo mucho, pero nada comparado a lo mucho que me hiciste leer hoy, creo que fueron mas de 10 capítulos seguidos
    :D La trama de la historia esta buena, aunque eso de la resurrección no me agrado mucho, a mi me simpatizaba la personalidad de Jack, pero con su muerte el gran enredo emocional que tienen tus personajes era mas interesante, para mi.

    Una vez más gracias por publicar y no dejar la historia a medias, yo no logro terminar las mías... me falta inspiracion.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso