La Leyenda de Estefani

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Ruriel, 3 Julio 2011.

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    La Leyenda de Estefani
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    Es la historia de una joven normal, que con el pasar del tiempo va a descubrir que hay muchos secretos en su vida. Estefani, el personaje central de la historia, encontrará en su destino una gran aventura, la cual va a decidir el futuro del mundo.

    La leyenda de Estefani

    CAPITULO I: LA LLEGADA DEL MAL

    En un reino de paz y armonía una amenaza se aproxima.

    -Ayuda nos están atacando milord-gritaba uno de los guardias del castillo

    -que es lo que pasa?-pregunto el rey Haggar, él hacia ya muchos años que reinaba en Sefiro, este era un reino de paz y tranquilidad. Donde cada habitante estaba feliz, con sus familias.

    -Su alteza es Gualon, ha regresado

    -No puede ser-dijo Haggar al oír la noticia

    -Si majestad, por favor debe huir antes de que lo encuentre.

    -Eso nunca, yo definitivamente no escapare como un cobarde-con gran firmeza lo decía el soberano
    -pero majestad si usted es atrapado, este reino ya no tendrá salvación.

    -Te equivocas- miraba con sorpresa el guardia, ante la respuesta del rey-El futuro de este reino no depende solo de mi.

    -Tienes razón-se escucho en ese momento, era la reina de Sefiro Alejandra-No dejaremos que un malvado como Gualon nos asuste.

    La reina llevaba entre sus brazos a su recién nacida. Su nombre era Estefani, y según lo que le había dicho el oráculo hace unos años atrás esta niña traería la paz definitiva.

    -Madre que es lo que está pasando?-preguntaban Yaina y Michelle, la otras hijas de los reyes.

    -Hijas, no se preocupen ya todo va a pasar. Recuerden que su padre no dejara que nada les pase a ustedes y a Sefiro.

    -HAGGAR!!!!- Un grito imponente se escucho fuera del castillo-Hasta cuando planeas escaparte de mi cobarde.

    Entre una multitud de milicia que se encontraba fuera del palacio de Haggar, otra gigantesca cantidad de demonios se les ponía frente a ellos.

    -¨Tonto rey¨- se decía a sí mismo el líder de los demonios- de verdad piensas que con estos humanos podrá detenerme?

    ¿Qué puedo hacer?-se preguntaba el rey al ver la gran cantidad de demonios que rodeaban su castillo. Sin embargo ve afuera al sujeto quien le estaba gritando y lo reconoce.

    _ Tú eres?

    -Al fin me recuerdas rey Haggar
     
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    CAPITULO II: EL DEMONIO GUALON

    Cara a cara con su rival, el rey se prepara para luchar.

    -Nunca imagine que serias tú-le decía Haggar a su enemigo que se había puesto justo frente a él.

    -Eh, pero cómo?, el gran rey de Sefiro no conoce a sus enemigos-decía en tono de burla Gualon.

    Gualon había sido unos de los fundadores del reino de Sefiro, junto con Haggar y otros tres miembros. Pero el hecho de la pérdida de su padre y de su madre, y el asesinato de su prometida, provoco grandes cambios en la vida del líder de los demonios. Este joven se convirtió a las artes oscuras y así fue como su alma fue tomada por la maldad, llegando a ser lo que hoy en día es.

    -Gualon debes reaccionar, los humanos no son culpables de lo que te paso-pronunció elgobernante.

    -Tú no sabes nada Haggar, mi familia, mi vida, todo se me fue quitando. Yo hare que los demás también sientan ese dolor. Las personas me dieron la espalda después del sacrificio que significo crear este reino. Ahora ellos pagarán caro su indiferencia.

    -No Gualon que haces?-exclamaba el rey al ver que Gualon sacaba una espada de su espalda

    -Con esta espada te quitare a ti lo que más amas

    -DETENTE!!-gritaba la reina al ver que el demonio se aproximaba a ella, que tenia en sus brazos a su recién nacida.

    -No lo harás maldito-le respondió Haggar al ponerse delante de él para enfrentarlo.

    -¨Así que esto es todo en tu vida Haggar¨-pensaba la malvada criatura, viendo como él estaba dispuesto a dar su vida por su familia.

    -Guardia quiero que te lleves a mi esposa y a mis hijas lejos del castillo.

    -Si señor-respondía el guardián.

    -Padre no te dejaremos aquí sólo-Yaina la hija mayor contestó.

    -Te he dicho que te vayas-volvió a repetirlo elevando su voz.

    -Mi amor prométeme que vendrás con nosotras después-suplicaba la reina con angustia.

    -Lo prometo volveré con ustedes ni bien termine esta pelea.

    Con la ilusión de que sus palabras fueran ciertas, la reina y sus hijas escoltaras por el guardia escapaban de castillo que sería el escenario de la batalla de su esposo y su eterno rival.
     
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    CAPITULO III: EL FINAL DE UNA ERA Y EL COMIENZO DE OTRA



    El día que marcara el destino de muchos, aquel penoso día.




    Corriendo por sus vidas, la reina y sus hijas se introducían al sombrío bosque.


    -Mi lady trate de no separarse de mí por favor-le pedía el guardia a la reina.


    - Si por favor .Llevemos hacia el pueblo – respondió la reina.


    - Mamá y que pasará con nuestro padre- preguntó una de sus hijas, Michelle.


    - Debemos confiar en él hija, nos prometió que volvería con nosotras y yo creo en su palabra.


    Mientras tanto en el castillo una feroz batalla había iniciado.


    - Jamás fuiste un buen oponente para mi Haggar y lo sabes – le decía muy confiado de sus habilidades Gualon a Haggar.


    - Crees que porque vendiste tu alma al diablo podrás ganarme- le contestaba Haggar.


    Las espadas de ambos seguían cruzándose una y otra vez hasta que Haggar en un rápido movimiento golpeo con su puño al estomago de Gualon, haciendo que éste se moviera hacia atrás por el impacto.


    - Me las pagaras maldito – se expresaba Gualon con furia.


    - No me intimidas para nada Gualon, acéptalo soy más fuerte que tú. Esa oscuridad que tanto añorabas no te permitirá vencer.


    - Eso ya lo veremos - exclamó con más ira Gualon.


    De repente una extraña capa de oscuridad comenzó a cubrir el cuerpo del demonio, haciéndolo mucho mas intimidante de lo que estaba.


    -¨ ¿Que está pasando? ¨- pensaba por dentro el rey.


    - Querías ver mi verdadero poder?, entonces lo veras!.Toma esto.


    Un furioso rayo de color negro y poderoso salió de sus manos, hiriendo gravemente a Haggar.


    -No puedo creerlo, como…como tiene tanto poder?- se preguntaba el rey con la poca energía que le quedaba.


    - Ya lo has entendido verdad?, al final lo has entendido. Esta es mi nueva era Haggar. La era de Gualon el invencible. - le respondió victorioso Gualon.


    El siniestro líder de los demonios clavo su espada en Haggar. El rey en su último suspiro solo pudo decir….


    -Lo siento Alejandra, mi amor te fallé no podre ir contigo. Se que tú cuidadas bien de nuestra familia. Como me hubiera gustado ver crecer a mis niñas, en especial a ti mi querida Estefani.


    Sus palabras cesaron, así como su alma y su corazón habían sido destrozados tanto dentro como por fuera. El ya antiguo soberano de Sefiro había muerto, con sus sueños a medio cumplir.


    Mientras que en otra parte del triste reino una esposa afligida sintió que algo malo había sucedido.


    -Haggar, cumplirás con tu palabra mi amor- decía con una sensación de angustia que quebraba su corazón a la reina Alejandra.
     
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    CAPITULO IV: EN BUSCA DE LOS SUEÑOS PERDIDOS




    Han pasado ya 17 años desde que el anterior rey de Sefiro Lord Haggar, se enfrento a un malvado demonio llamado Gualon. Este ser maligno al asesinar al rey, se convirtió en el nuevo gobernante del lugar.
    Lamentablemente la gente comenzó a sufrir el nuevo régimen de terror en Sefiro. Miles de criaturas infernales empezaron a sembrar sufrimiento a los habitantes del reino. Esto era precisamente lo que había anhelado tanto el nuevo gobernante. De todas formas, todavía tenia cosas de que preocuparse. Una de ellas era la de eliminar a la persona que según un antiguo oráculo había predecido que sería la que llevaría consigo la paz definitiva al mundo actual. Esa persona era la tercer hija de Haggar, Lady Estefani.
    La reina Alejandra junto con sus hijas, lograron escaparse de las manos de Gualon.Ellas tuvieron que permanecer muy lejos de Sefiro por miedo a que fueran ejecutaras al saber de sus verdaderas identidades. Fue por eso que las fugitivas se vieron obligadas a irse, para poder iniciar una nueva vida, dejando atrás lo que alguna vez fuera su hogar. La madre de las pequeñas señoritas ya hacia un año que había fallecido luego de parecer una extraña enfermedad. Esto provoco que la mayor de las chicas, Yaina, fuera la que se encargada de sus hermanas. Principalmente del cuidado de la menor de ellas, Estefani. A la pequeña Estefani se le oculto quien era ella realmente por su propia seguridad.


    -Vamos Rufus, se que puedes correr más rápido que eso - una joven chica de un largo cabello rubio y hermosos ojos de color celeste como el cielo, estaba corriendo felizmente por los campos de alrededor junto con su mascota. Un perro bastante gordo y grande, cosa que no lo hacía muy veloz que digamos.


    - Estefani, Estefani ya es hora de la cena – le gritaba desde una pequeña casa Yaina a su hermana.


    - Ya voy – respondió la rubia algo cansada de tanto correr.


    - No lo puedo creer, hace poco cumplió los 17 años pero se sigue comportando como una niña. ¿Cuándo ira a crecer en su cabecita hueca? – pensaba Yaina.


    - Por fin llegas, apresúrate que la comida se enfría-


    - Lo siento es que ah, ah, no, no me di cuenta del tiempo – le contesto muy agitada después de correr largo tiempo con su perro.


    - ¿No te diste cuenta? Y dime que harás el día que yo o tu hermana no estemos acá, ¿acaso nunca vas a comer ni hacer nada por tu cuenta? – le preguntaba con molestia la mayor de las hermanas.


    - Ya te pedí disculpas de acuerdo, además tú no eres mi madre - respondió Estefani.


    - No, no soy tu madre. Pero soy tu hermana mayor así que deberás escucharme y respetarme como tal. Recuerda que mamá me dejo a mí a cargo de ustedes dos – dijo Yaina levantando su tono de voz.


    - Esta bien, si tú lo dices – con disgusto le contestó Estefani.


    - ¨ Hermana, cuando te darás cuenta que nuestro destino va depender exclusivamente de ti¨ - ese pensamiento se le pasaba constantemente a Yaina desde que Estefani empezó a crecer.


    Yaina sabía desde hace mucho tiempo que si no hacia todo lo posible para llevar a su hermana por el camino correcto, el mundo que alguna vez soñó sus padres, lleno de felicidad y paz, nunca llegaría a cumplirse.


    En otra parte el antiguo reino de Sefiro ya no era lo que fue en su momento. Incluso ya no se lo llamaba Sefiro. Ahora, todos en los alrededores lo llamaban ¨ El reino Oscuro ¨


    -Maestro aún no sabemos nada sobre la localización de la reina Alejandra y sus hijas-le informaba uno de los demonios guardianes de Gualon.


    - ESTUPIDO!!! – Grito fuertemente Gualon – no puedo creer que después de tanto tiempo no logren saber donde se encuentran esas mujeres.


    - Señor, se que estamos más cerca que antes de encontrarlas, sólo denos un poco más de tiempo.


    - Esta bien les daré un poco más de tiempo para que las encuentren. Pero si no lo logran esta vez, bueno creo que ya sabes que pasará contigo.


    - Si lo entiendo maestro, no fallaré. – seguro de sí mismo lo dijo el demonio.


    - Ya puedes irte – le ordenó su maestro.


    - ¨ Ella ya debe estar cerca de saber la verdad ¨- eso pensaba Gualon, mientras miraba hacia fuera por la terraza del castillo.


    - Lo lamento Haggar, pero tu pequeña hija no cumplirá tus sueños tampoco.


    Riéndose por dentro Gualon estaba muy confiado que su reinado de maldad, jamás acabaría.


    ¿Sera posible que la dulce Estefani realice todo lo que se predijo?
     
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    CAPITULO V: ILUSIONES DE GRANDEZA




    La chica que en los momentos de soledad añora una vida que no puede tener.




    -Apresúrate o llegaras tarde a la academia – decía Yaina a su hermana menor.


    - Si ya estoy lista, me voy – con prisa respondió Estefani.


    - Oye espérame – Gritaba su otra hermana que no había terminado de cenar.


    - Uf Michelle, después dicen que soy yo la impuntual – Estefani fastidiara con su otra hermana.


    - Ya deja de quejarte y vámonos – apresuró tomándola de la mano, Michelle a Estefani.


    - Cuídense por favor, Michelle vigila a tu hermana.


    - Dios como odio la forma en que toma el rol de madre Yaina – se quejaba Michelle.


    - Si yo también pienso a veces lo mismo, pero creo que para ella debe ser difícil estar a cargo de nosotras - meditó por un momento Estefani.


    - Tal vez, en fin apura..…


    CHICAS!!! .Se escucho un fuerte grito desde lejos.


    -No me digas que es… - empezó a lamentarse Michelle.


    - HOLA AMIGAS – gritándole les saluda de cerca.


    - ¿Tienes que gritar estando al lado mío? – enojada le pregunta Michelle a Sara.


    Sara es la mejor amiga de Estefani. Se conocen desde muy pequeñas, pero Michelle la veía como a una verdadera molestia.


    -Disculpa Mic, es que no me doy cuenta que hablo fuerte – se disculpaba Sara.


    - Ah, a esos gritos le dices hablar y por última vez deja de decirme Mic.


    - Ya, ya, dejen de pelear parecen niñas – trataba de calmar las aguas la rubia.


    - Díselo a tu amiguita que parece una loca gritando de esa forma – muy molesta Michelle le respondió.


    - ¿Yo que te hice?, solo te salude nomás.


    - Ya les dije que la terminen – culminó por decir Estefani un tanto más enojada.


    Lo sentimos respondieron al unisonó ambas.


    El día estaba pasando de manera normal como siempre. Pero dentro de la academia Estefani se la veía muy distraída, a lo cual su amiga Sara se dio cuenta de inmediato.
    Las clases del día ya habían terminado y las tres se dirigían a sus hogares. En el camino tanto Estefani como Sara de le adelantaron a Michelle, ya que Sara quedo muy preocupada por como estuvo todo el día su compañera y quería hablar a solas con ella.


    -Estefani ¿te sucede algo? - Preguntó con intriga Sara.


    - Eh a mí, no, no me pasa nada. Quizás estaba algo distraída eso es todo.


    - Sabes que puedes contarme lo que sea, yo estoy para ayudarte amiga – Volvió a insistir Sara.


    - Si, ya lo sé. Bueno en realidad yo sólo me estuve preguntado hace ya un tiempo… - Quedó sin terminar su frase Estefani.


    - ¿Qué Estefani? , ¿Qué pasa?


    - No solo me decía que, ¿esto será todo lo que hay en nuestras vidas Sara?


    - ¿A qué te refieres?


    - Es que a veces pienso que sería divertido hacer..., no sé, cosas distintas.


    - Cosas ¿cómo qué? – preguntó Sara, sin entender de que hablaba Estefani.


    - Es difícil de explicarlo Sara, pero muchas veces me gustaría ser como una especie de aventurera. Conocer otros lugares o por qué no, encontrar todo lo que hay más allá de este pueblo. Yo siempre sueño que soy alguien importante, pero que a la vez puedo ayudar a los demás con sus problemas.


    - Pero es sólo eso, un sueño. Olvídalo amiga, mejor nos apuramos o se hará muy tarde – tratando de cambiar de tema finalizó Estefani.


    Ya en su casa, Estefani se dirigía a su cama para dormir.


    La noche estaba cayendo, al igual que las fantasías e ilusiones de una joven que soñaba con una vida mejor y más emocionante que la que tenía. Pero lo que ella no sabía era que en ese camino de aventura y de sueños también encontraría grandes obstáculos que le privarían de una felicidad absoluta.
    A punto de dormirse solo dijo esto:


    -Quizás si pueda haber algo mejor para mi allá afuera, quizás si lo pueda ver alguna vez...


    Mientras que sus ojos se cerraban, la pregunta sobre aquella vida distinta quedo flotando en su mente para llegar hasta sus sueños. ¿Tendrá el valor para cumplir tales metas?, el tiempo será testigo de eso.




    PROXIMO CAPITULO: EL CAMINO ELEGIDO
     
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    CAPITULO VI: EL CAMINO ELEGIDO




    Después de una larga noche, la chica se da cuenta que tiene que definir su futuro.




    ­_ Diablos no pude dormir nada – muy cansada se quejaba Estefani.


    _ Tendré que hacer algo al respecto – se decía a si misma mientras que sus pensamientos se dirigieron a un momento de su vida.


    Flash back:


    Hermana, hermana. Una pequeña Estefani llamaba a Yaina que recién llegaba de la academia.


    _ No corras tan rápido Estefani, puedes caerte.


    _ Bienvenida hermana ¿Cómo te fue hoy? – pregunto la niña rubia.


    _ Muy bien, mira, me dieron otro premio por mis calificaciones altas – Yaina le enseñaba a su hermanita un trofeo que le habían dado por sus notas sobresalientes.


    _ Oh, hermana eres fantástica. Como me gustaría ser como tú – Estefani le decía contenta por su hermana.


    Estefani se sentía muy orgullosa de Yaina. Pero a la vez también fantaseaba con ser alguna vez tan sobresaliente en alguna cosa que hiciera, al igual que su hermana mayor. Cada día en su infancia, Estefani iba tras los pasos de su hermana que era tan perfecta. Veía en ella la idealización de lo que una mujer única era capaz de hacer. Y que cualquier meta que se propusiera podría cumplirla.


    Fin del Flash back


    Ya llegado un nuevo día, una sorpresiva noticia sorprendía a Yaina y Michelle.


    _ ¿Qué dijiste? – se preguntaron las dos hermanas mayores.


    _ Si lo que acabo de decir. Quiero irme del pueblo – dijo decidida Estefani.


    _ Irte, ¿pero a donde quieres irte? – consternada preguntó Michelle.


    _ Quiero conocer el resto de los poblados, quizás otros reinos. Solo quiero saber lo que hay en otros rincones de este mundo.


    _ Estás loca, como crees que te dejaremos hacer eso – horrorizada le contesta Michelle.


    _ Y ¿con quién planeas irte? – le pregunta Yaina.


    _ Yo sola.


    _ DE NINGUNA MANERA!!! Piensas que somos tan irresponsables como para dejarte ir sola a recorrer el mundo? – de inmediato respondió Yaina.


    _ Sé que parece una locura. Pero hace mucho que estuve pensado en eso y creo que es algo que tengo que hacer.


    Mientras que Estefani daba su motivo para irse, Yaina la miraba con atención y pensaba en las palabras que su madre le dijo antes de morir.


    Flash back:


    La reina Alejandra estaba llegando a su lecho de muerte, en tanto su hija mayor se encontraba a su lado.


    _ Hija creo que me ha llegado la hora – con mucha dificultad le hablaba Alejandra a su hija.


    _ No mamá, no digas eso. Tú no puedes irte, no ahora – con lágrimas le respondía Yaina.


    _ Yaina, hija, se que va a ser muy duro para ti afrontar la responsabilidad de todo. Pero debes tener en cuenta que a partir de este momento, la vida de tus hermanas estará a cargo tuyo.


    _ Mamá yo no estoy lista para esto. ¿Qué hare con ellas yo sola?, en especial con Estefani. No podre hacer que llegue a cumplir su destino si no estás con nosotras – suplicaba con angustia Yaina.


    _ Recuerdas que tu padre murió por protegernos a nosotras, a Sefiro, a todos nosotros. No es momento para llorar. Simplemente no podemos dejar que la ilusión de tu padre de cambiar este mundo de odio se termine aquí. Tu padre creyó en que nosotras ayudaríamos a tu hermana a encontrar la paz, pues ya que yo no estaré, te encomendare esa misión a ti hija.


    _ Pero yo no... – dijo Yaina, pero antes de terminar de decir lo que trataba de explicar, ve que su madre cierra sus ojos.


    _ Mamá, Mamá no me dejes por favor – solloza gritaba con tristeza Yaina. Pero ya era tarde, su madre había fallecido.


    Fin del Flash back


    _ Yaina, Yaina, ey Yaina responde – le hablaba Michelle a su distraída hermana.


    _ Eh, ¿Qué pasa?


    _ ¿Te siente bien?, en fin, no escuchaste la idiotez que dice esta niña – le pregunta Michelle.


    _ Deja de tratarme como una chiquilla, yo ya soy grande – le respondía molesta por ese comentario Estefani.


    _ Estefani – dijo Yaina.


    _ ¿Qué?, ¿tú también vas a tratarme como a una nena? – la rubia preguntaba.


    _ ¿Estás segura de esto? – seriamente se lo dice Yaina a su hermana menor.


    _ Claro que estoy segura – responde firmemente Estefani.


    _ Entonces bien, puedes irte.


    _ ¿QUÉ DICES YAINA? – escandalizada ante tal respuesta contestó Michelle.


    _ Lo que acabo de decir, que puede irse.


    _ GRACIAS, GRACIAS, sabía que podía contar con tu apoyo Yaina – feliz se lo agradecía Estefani.


    _ Pero... Antes de que te vayas, hay algo que tienes que saber Estefani.


    _ ¿Algo? – preguntó Estefani, ignorando de que hablaba Yaina.


    _ Si, es algo importante sobre tu pasado. Creo que llego el momento de que sepas toda la verdad.


    _ La verdad, ¿de qué me estás hablando? – cada vez más confundida Estefani preguntaba.


    _ La verdad de quienes somos nosotras realmente. Principalmente, la verdad de quien eres tu querida Estefani.


    _ ¿De quién soy yo?, no te entiendo. Explícame ¿qué es lo que quieres decir Yaina?


    Entre la confusión de las palabras de Yaina, Estefani espera con ansias que es eso tan importante de su pasado que aun no conoce. Muchas cosas de su vida que todavía desconoce saldrán a la luz. ¿Cómo tomara tales revelaciones?




    PROXIMO CAPITULO: REVELACIONES
     
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    La Leyenda de Estefani
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    CAPITULO VII: REVELACIONES

    La decisión que la llevará a la madurez

    _ Yaina no me dejes con esta inquietud, ¿qué me tienes que decir? – desesperada ante las palabras de su hermana, preguntó Estefani

    _ Espera Yaina, ¿Estás segura de esto? – la frena Michelle antes de que hablara

    _ Sí, estoy totalmente convencida. Escúchame Estefani, esto que te voy a contar pasó ya hace muchos años atrás. Fue el día que tú naciste, nosotras no pertenecemos a este pequeño pueblo en realidad. Nuestro verdadero hogar es Sefiro

    _ ¿Sefiro?, pero yo no conozco ningún lugar que se llame así

    _ Pero existe, por lo menos el lugar sigue existiendo, sólo que con otro nombre. ¿Has oído hablar del Reino Oscuro?

    _ Si algo nos han dicho en la academia sobre ese lugar. Se dice que ahí habita un terrible demonio y que esta aterrorizando gran parte de este mundo. Pero ¿Qué tiene que ver ese lugar en todo esto?

    _ Ese lugar, El Reino Oscuro es Sefiro – dijo Yaina – y nosotras tres pertenecemos ahí porque somos las princesas de Sefiro

    _ Las princesas de Sefiro, ¿No entiendo que quieres decir?

    _ Que tú al igual que nosotras perteneces a la realeza. Eres una princesa Estefani. Y tu padre es el antiguo soberano de Sefiro, Lord Haggar.

    _ Estas mintiendo ¿verdad?, eso no es cierto – confundida seguía sin entender la rubia

    _ No te estoy mintiendo Estefani y también debes saber que ese demonio que gobierna actualmente en el Reino Oscuro. Es el asesino de nuestro padre y su nombre es Gualon.

    _ ES MENTIRA, no es cierto, ¿porque mi madre nunca me dijo nada acerca de esto?

    _ Nunca te dijo nada sobre el asunto por tu bien Estefani – le explicaba Yaina

    _ ¿Por mi bien?, y como se supone que reaccione al saber que todo lo que yo pensé que era como persona es totalmente falso. ¿Quieres decirme que toda mi vida era una invención de ustedes? – angustiada buscaba una respuesta Estefani

    _ Si te ocultamos la verdad por todos estos años, fue simplemente porque no estabas lista para saberlo. Hermana, si te estoy contando todo esto ahora, es por nuestros padres que me confiaron a mí tu cuidado. Por eso es que te lo cuento y es por eso que te dejaré irte. Para que cumplas con tu destino.

    Justo ahí fue cuando Estefani comenzó a romper en llanto

    _ No puede ser, ¿Por qué?, ¿Por qué?, me está pasando esto a mi – decía en voz alta Estefani

    _ Estefani no llores, nosotras no... – trataba de consolarla Michelle a su hermana

    _ Espera Michelle – la detiene Yaina a su morena hermana

    _ Debo preguntarte una vez más. Estefani ¿estás lista para enfrentar lo que se te vendrá a partir de hoy?, ¿tienes el valor de enfrentar lo que es el mundo real? – Yaina debía saber si Estefani estaba lista para lo que llegaría

    La joven Estefani se mantenía con la cabeza gacha mientras seguía llorando. Las palabras de Yaina la habían sacudido con fuerza dentro de su mente

    _ Estefani. La gente de nuestro hermoso reino viene sufriendo muchas penas. Tanto hombres, mujeres, niños, todos sufren las atrocidades de este cruel gobernante. Si sigue todo tal como está hoy en día, ya la tierra será un caos total y no habrá más esperanzas para nadie. Quiero decirte que las esperanzas de este mundo están en tus manos, y al igual que nuestros padres yo también confiare el destino de todos nosotros a ti querida hermana porque yo, CREO EN TI.

    Esas palabras habían hecho aun más impacto para Estefani. Ya levantando su cabeza y mirando fijamente a sus hermanas dijo…

    _ Estoy preparada, ahora que se esto de mi pasado estoy más decidida. Voy a ir al Reino Oscuro y liberare a mi gente de la maldad de Gualon

    _ ¿Y cómo piensas hacer eso? – pregunta sin entenderla Michelle

    _ No sé cómo, pero lo hare!! – contestó llena de seguridad Estefani

    Una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro de Yaina al escuchar las palabras de tremenda confianza de su hermana menor

    _ Entonces hay algo que quiero darte antes que nada – le dice la pelirroja a Estefani

    _ ¿Qué es Yaina? – pregunta Estefani

    Yaina sustrajo de un cajón un pequeño estuche y de ahí quito un medallón muy extraño

    _ Eso es… - decía Michelle

    _ Si, este medallón es el que llevaba nuestra madre, EL MEDALLON DE LYRA. Decían los sabios que si esto estaba en las manos correctas un poder inimaginable seria otorgado a su portador. Es por eso que te lo daré a ti Estefani. Mientras lo lleves contigo, nadie podrá hacerte daño.

    _ Yaina, yo no sé qué decir. Gracias - emocionada del regalo le agradecía Estefani.

    _ También, antes de tu partida, hay otra cosa que tienes que hacer – pronuncio Yaina.

    _ ¿Qué cosa?

    _ Tienes que ir con el oráculo y preguntarle cómo puedes vencer a Gualon – respondió la hermana mayor -

    _ Ir con el oráculo, pero ¿cómo lo encuentro? – desconocía el cómo encontrarla, la menor de las hermanas.

    _ Yo te acompañare. Sé donde se encuentra – mencionó Michelle.

    _ ¿De verdad? Gracias Michelle – ahora Estefani veía que su otra hermana comenzaba a creer en ella también.

    Con la decisión ya tomada, Estefani y su hermana Michelle se dirigían al lugar donde se encontraba el oráculo que le había predicho a su padre que ella, la pequeña princesa salvaría al mundo.

    No muy lejos de ellas, una siniestra figura las estaba observando


    _ Al fin te he encontrado, esa energía es igual a la de…

    Quien será este ser tan extraño, y ¿qué será lo que les llegue a decir el oráculo a Estefani?



    PRÓXIMO CAPITULO: VERIS, EL ORÁCULO DE LAS MONTAÑAS
     
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    CAPITULO VIII: VERIS, EL ORÁCULO DE LAS MONTAÑAS

    Con la firmeza de la decisión tomada. Las jóvenes princesas se abren camino por las montañas en su búsqueda del antiguo oráculo.

    —Me estoy muriendo de frio – quejosa por el clima estaba Estefani.

    —Aguántate, acaso no sabías que no íbamos de viaje de placer. – responde Michelle.

    —Es que no pensé que la temperatura fuera tan baja. – contesta la rubia.

    —Nos encontramos entre las montañas de Arsarián. Es lo más lógico que sientas frio aquí. Por lo general la temperatura baja con mucha frecuencia. Tendremos que apresurarnos si no queremos morir congeladas. – replicaba Michelle.

    —Me pregunto si esta cosa servirá para darnos calor también. – pensaba Estefani, mientras observaba el medallón que Yaina le había dado.

    — ¡Tonta!, se supone que ese medallón es para tu protección, no para que te hagas una fogata.

    —Lo siento sólo fue un comentario. – se disculpaba Estefani.

    —Olvídalo, bien creo que estamos llegando a la cueva en donde vive esta anciana. – dijo Michelle.
    — ¿Anciana? – pregunto Estefani

    —Claro, que no te acuerdas que nuestro padre fue a consultarle años atrás y tengo entendido que el oráculo ya era muy conocido en ese tiempo. – respondía Michelle.

    —Vaya, nunca creí que fuera tan vieja. – imaginándosela dijo Estefani.

    —Bueno, no perdamos más tiempo. Tenemos que seguir adelante. – de inmediato acelero el paso Michelle.

    Cuando todo hacía parecer que llegar hasta la cueva donde vivía el oráculo era interminable. Finalmente ellas llegaron a su destino.

    —Al fin. Este debe ser el lugar. – Michelle había encontrado la famosa cueva.

    —Esto se ve muy tenebroso – un poco asustada comentó Estefani.

    — ¿No me digas que te vas a echar para atrás ahora? – le preguntó Michelle a su indecisa hermana.

    —No, no dije eso. Sólo que este lugar me da mala espina. – un tanto dudoso la respuesta de Estefani se oyó.

    —Entremos – con firmeza decía Michelle.

    —E-Esta bien. – no tan firmemente respondió Estefani.

    — ¡AH! – Grito asustada Estefani al ver salir de repente a unos murciélagos.

    —Quieres tranquilizarte. Sólo son un par de murciélagos. Ves ya se fueron. – tratando de tranquilizarla le decía Michelle. – Demonios, si nuestro futuro dependerá de ti sí que necesitaremos ayuda.

    — ¿Por qué no me quede en casa? Yo estaba muy cómoda jugando con mi perro Rufus, o cuando voy a la academia con Sara también me divertía. – muy nerviosa comentaba Estefani.

    —Escucho bien, ¿acaso te estás quejando? – le preguntaba Michelle a la temerosa rubia.

    —Pero si fueron ustedes que me metieron en la cabeza esto de que soy la salvadora del pueblo. – molesta le reclamó Estefani.

    —Sí, así es y si mal no recuerdo tú lo habías aceptado. Así que para el chorro de una buena vez. No quiero oír más quejas tuyas. – terminando con la conversación dijo Michelle.

    ¡Silencio! , se escucho repentinamente.

    — ¿Qué fue eso? – preguntaba Estefani.

    —No lo sé. – le contestó Michelle.

    ¿Qué hacen ustedes aquí?, otra vez la extraña vos resonaba en la cueva.

    — ¡Dios mío! un fantasma. – más asustada que nunca gritó Estefani.

    —Suéltame tonta, me estas asfixiando. – se la trataba de quitar de encima Michelle a su hermana que se le había colgado del cuello.

    Un humo muy espeso y grande comenzó a salir de la cueva. De ese manto de humo, la figura de una mujer fue formándose. Una joven muy hermosa había aparecido delante de las chicas. Su largo cabello era como de un color plateado y unos lindos ojos verdes de intensa mirada.

    — ¿Quiénes son ustedes? – dijo la extraña mujer.

    —E-Este yo, yo, yo soy – un tartamudeo incesante salió de la voz de Estefani.

    —Tú debes ser el oráculo ¿verdad? – preguntó Michelle.

    —Así es, yo soy Veris el oráculo de las montañas de Arsarián.

    —Escúchame Veris. Mi nombre es Michelle y esta niña que está detrás mío es Estefani. Nosotras dos y nuestra hermana mayor que no está aquí, somos hijas de antiguo soberano de Sefiro, Haggar.

    —Haggar, si lo recuerdo. El vino a mí hace mucho tiempo. Creo que tenía un gran miedo sobre el futuro de su reino. Por lo que veo sus miedos tenían fundamentos. Sefiro ya no existe.

    —Tienes razón Sefiro no existe. Pero es por eso que estamos aquí. Necesitamos que nos digas como podemos derrotar al demonio que usurpo el poder. – contestaba Michelle.

    —Te refieres a Gualon ¿no? – preguntaba Veris.

    —Precisamente a él me refiero. – afirmo Michelle.

    —Princesas, les recomiendo que no se metan con un monstruo como él. Gualon es el demonio más despiadado que ha conocido este mundo. Tú padre que era un valiente guerrero no fue rival para él.

    —Sé a lo que nos enfrentamos. Pero también se que tú le dijiste a mi padre que mi pequeña hermana, Estefani, salvaría al mundo de la destrucción.

    —Con que ¿ella es Estefani eh? –preguntaba Veris.

    —Así es y tú dijiste que ella salvaría al mundo, o ¿era mentira? – responde Michelle.

    —No, lo que le dije a su padre era cierto. Pero por otra parte….Esa chica no es la única que podrá lograr tal hazaña. – decía Veris.

    — ¿Qué quieres decir? – rompiendo su silencio pregunta Estefani.
    —Yo lo que le dije a tú padre es que su tercer hija seria la salvadora de este mundo. Pero para ello también tenía que acompañarla otra persona más. Explicándome mejor, un hombre debe acompañar a tú hermana en esta travesía.

    — ¿Cómo dices?, que un hombre debe acompañarla. Pero ¿quién es ese hombre? – intrigada por la respuesta pregunta Michelle.

    —En eso puedo ayudarlas jovencitas. Miren esto. – les dice Veris a las hermanas.

    Veris les hizo aparecer una fuente misteriosa. En ella podía ver a las personas que ella estuviera buscando. De esta forma, Veris les enseño a Estefani y a Michelle al hombre que acompañaría a Estefani en su aventura. Éste hombre era un joven, no muy corpulento y de una extraña forma de vestir para las princesas.

    — ¿Qué son esos atuendos? – extrañara preguntaba Michelle.

    —No sé, pero… ¿este chico es el que me va a acompañar? – seguía preguntándose Estefani mientras observaba por la fuente al muchacho en cuestión.

    —Así es, pero hay algo que tienen que saber. Este hombre no es de este mundo. – añade Veris.

    —No es de este mundo. Ahora entiendo porque viste de esa forma tan extraña. – contestaba Michelle.

    —Y ¿qué tengo que hacer para encontrarme con él? – buscaba una solución Estefani en el oráculo.

    —Tendrás que viajar a otra dimensión e ir en su búsqueda. – contestó Veris.

    — ¿Como piensas que hare tal cosa? – seguía sin entender nada la rubia.

    —Veo que eres una niña después de todo. ¿No es acaso ese el medallón de Lyra? – le preguntaba Veris.

    —Sí lo es, pero ¿por qué preguntas? – respondió Estefani.

    —Ese medallón que traes puesto no solo sirve como un arma de protección. También sirve para abrir portales dimensionales. Si solo piensas en el rostro de la persona que buscas tu poder y el del medallón abrirán una puerta dimensional que te lleve hacia él. Todo lo que tienes que hacer en concentrarte y decir ¡Dimensional Radimish!, y el portal se abrirá. Con la fuerza de ese muchacho y la tuya unidos, y con el medallón también: lograrán destruir a Gualon. – afirmó Veris.

    —Le agradecemos mucho la información sabia Veris. – responde Michelle.

    —Sí, muchas gracias de verdad. ­– Le continúa Estefani.

    Ya las chicas habiendo conseguido la información que necesitaban. Decidieron volver a su pueblo. Mientras se iban, Veris las miraba y alguien detrás de ella se le acerco.

    —Hiciste un buen trabajo Veris. Mi maestro estará muy complacido.

    — ¿Las estuviste siguiendo no? ¿Dime Madagar? ¿Por qué tu maestro no impidió que yo les diera esa información?, además, tenias la oportunidad de asesinarlas aquí mismo. ¿Por qué no lo hiciste? – le pregunto Veris a ese ser llamado Madagar.

    —Mi maestro sabe lo que quiere. Él lo que busca que esta niña vaya ella misma hacia él. Entonces cuando eso pase, Lord Gualon la eliminará con sus propias manos. Una vez que esto ocurra, el gran anhelo de mi señor se cumplirá y todo el mundo caerá en las tinieblas.

    Conociendo el siguiente movimiento. Gualon prepara la trampa mortal para Estefani. Mientras que ella irá en búsqueda de su compañero guerrero. El hombre que la ayudara a eliminar al mal.

    PROXIMO CAPITULO: LA PUERTA DIMENSIONAL
     
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    CAPITULO IX: LA PUERTA DIMENSIONAL

    Una nueva misión para Estefani. Encontrar al chico que va a acompañarla en su búsqueda de la paz. ¿Cómo será esta persona?

    —Michelle, a partir de ahora quiero hacer esto yo sola. – le comunica Estefani a su hermana.

    —Pero ¿Por qué no quieres que te acompañe? – le pregunta Michelle.

    —Creo que va a ser mejor así. Yo voy a ir a un lugar totalmente desconocido. No sabemos que puede llegar a haber ahí. No quiero que ni tú, ni Yaina tampoco, se involucren en este asunto.

    —Este asunto concierne a todo el reino, aún peor puede afectar al mundo entero. – alega Michelle.

    —Yo no quiero perder a mi única familia. Tú y Yaina son todo lo que tengo y aunque yo sea menor que ustedes. Realmente siento que tengo que protegerlas con mi vida si es necesario. – responde Estefani convencida de que es lo correcto lo que estaba haciendo.

    —Eh, por lo que veo, ya empiezas a comportarte como una líder hermanita. – decía Michelle con una sonrisita de alegría.

    —Pues, ese es el papel que me toco en esta vida. Te prometo que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para lograrlo. – le respondía Estefani.

    —Está bien Estefani. Voy a irme con Yaina. Por favor cuídate. No vayas a hacer ninguna tontería.

    —Si lo hare bien, lo juro. Nos vemos Michelle. – ya a punto de irse le decía Estefani.

    En el castillo del Reino Oscuro, Lord Gualon recibía novedades acerca de las princesas.

    —Así que fueron a consultarle a Veris. – decía Gualon

    —Si milord y como me había dicho antes usted, ella les dijo sobre el poder del medallón. – responde Madagar.

    —Pronto la princesa se va a encontrar con este muchacho. Quizás sería interesante enviar algunos de nuestros guerreros a ese mundo. Me servirá para saber si ella es capaz de manejar el poder del medallón de lyra. – le dice Gualon a Madagar.

    — Muy bien maestro, enviaré a algunos guerreros. Pero ¿Cómo haremos que lleguen hasta ahí? – le preguntó Madagar.

    —Eso no es un problema.

    Gualon empieza a gritar fuertemente. Esto provocó que se hiciera un hueco dimensional en el aire.

    —Ves, no era un problema para mí. – responde Gualon.

    —¨ Verdaderamente es un demonio. ¿Cómo fue capaz de hacer un hueco dimensional con un grito solamente? Será mejor que nunca me meta con él.¨– pensaba por dentro Madagar.

    En otra parte, Estefani en un terreno deshabitado empieza a concentrarse en el rostro del chico de la fuente.

    —Tengo que acumular mucha energía y concentrarme en la imagen que vi en la fuente.
    Una gran cantidad de energía acumulada empezó a rodear el cuerpo de Estefani. Ya cuando ella se dio cuenta que estaba en condición de hacer el hechizo, finalmente dijo:
    ¡Dimensional Radimish!

    Apuntando su brazo con el que sostenía el medallón, un gran rayo de luz salió despedido abriendo un gran agujero. Este por dentro parecía que estaba rodeado de ondas luminosas.

    — ¡Lo logré! – festejaba Estefani.

    —Llego el momento, a partir de ahora tengo que encontrarte. Me pregunto si serás la persona correcta.

    Flashback:

    Estefani y Michelle se estaban alejando de la cueva del oráculo. Mientras caminaban, Michelle noto que su hermana estaba muy pensativa.

    — ¿Te ocurre algo? – pregunta Michelle.

    —Es que estaba pensando…. Cuando vi a ese chico que apareció en la fuente, note que tenía una mirada muy triste. – contesta Estefani.

    — ¿Y qué pasa con eso? – incrédula le pregunta Michelle.

    —Una persona que tiene tristeza en su corazón, será posible que pueda pelear por otros. – algo en ese chico la inquietaba a Estefani.

    —Bueno, el oráculo nos dijo eso. No creo que se haya equivocado. – responde Michelle.

    —Sí, supongo que tienes razón. – tratando de convencerse lo decía Estefani.

    Fin del Flashback:
    —Sólo hay una manera de averiguarlo – dijo Estefani.

    Diciendo esto, Estefani entra al interior del portal. Ella se dio cuenta que este la atraía casi magnéticamente, llevándola a gran velocidad. En un abrir y cerrar de ojos, Estefani apareció en un lugar totalmente desconocido para ella. Mirando a lo que había en su alrededor, vio un lugar lleno de gigantescas torres, miles de luces de todos los colores rodeaban a casi todo el sitio. También pudo ver extraños carruajes con ruedas que velozmente se desplazaban por senderos con líneas pintadas.

    —Jamás pensé que este lugar fuera tan extraño. – decía Estefani.

    —De todas formas. Lo más difícil será encontrar a ese muchacho. Por suerte gracias a este medallón me será fácil sentir su presencia.

    Estefani apretó con fuerza el medallón y cerrando sus ojos comienza a buscar la esencia del susodicho muchacho.

    —Ahí está, lo encontré. Bueno, debo ir a buscarle de una vez. Espero que no sea difícil convencerlo de que me acompañe. Tendré que saber usar las palabras adecuadas.

    —Ella es, ataquémosla ya. – decía ansioso unos de los guerreros que persiguió a Estefani hasta este mundo.

    —Espera. Recuerda lo que nos ordeno Madagar. No podemos atacarla hasta que se reúna con ese chico. – responde otro de los guerreros de Gualon.

    —Maldición, yo quiero matar a alguien ahora. – con molestia contestaba el presuroso guerrero.

    En el extraño mundo donde había llegado Estefani. Un joven estaba siendo molestado por sus compañeros de clase. Los otros chicos se le burlaban por su forma introvertida de ser. Para colmo de males el joven no tenía ningún amigo que lo defendiera.

    —Ja, Ja ,Ja, sí que eres tonto Gerardo. Mira que caerte así. Te vas a quebrar flaquito. – un engreído adolescente humillaba a su compañero de clase.

    —Que gracioso David, bueno ya es suficiente ¿no? – replicaba el joven frustrado.

    —Bueno, lo siento Gerardo pero, eres de risa hermano ja,ja, ja

    Al fastidioso muchacho burlón se le unía en carcajadas el resto del salón. Habiendo terminado el día de clases. Gerardo Tarrent, el humillado chico del aula llegaba a su casa.

    —Ya llegue mamá. – dijo al entrar Gerardo.

    —Hola hijo, la comida ya esta lista.

    —Gracias mamá, pero no tengo mucha hambre. Voy a acostarme estoy cansado, hasta mañana.

    Gerardo estaba cansado, pero no precisamente por cansancio físico sino más bien cansancio mental. Su vida no era muy envidiable. Sin amigos, sin nada interesante en que ocupar su tiempo libre, el sentía que no sabía el por qué de su existencia.

    —¨ Hasta cuando seguiré así. No quiero vivir toda mi vida de esta forma. Si tan solo ocurriera algo bueno que me cambiara mi fortuna. Si tuviera algo de emoción en mi vida. Creo que si no cambio de alguna manera esto, preferiría morir ¨. – con lagrimas en sus ojos pensaba para sí Gerardo.

    ¡Hola!, escucho que alguien lo saludaba desde su ventana que estaba abierta.

    —Eh, pero quien eres tú. – pregunta Gerardo sorprendido.

    —Lamento haberte asustado. Mi nombre es Estefani y yo… he venido a buscarte.

    —Que vienes a buscarme a mí, pero… ¿qué es lo que quieres?– aun sorprendido Gerardo seguía sin entender quién era esta extraña joven que se le había aparecido.

    Finalmente Estefani y Gerardo se han encontrado. Este era el muchacho que debía acompañar a Estefani, pero ¿Cuál será la respuesta de él, ante la petición que le hará la princesa?
    Mientras que los guerreros de Gualon, enviados por Madagar, se están acercando al lugar del encuentro de la princesa y el introvertido estudiante.

    PROXIMO CAPITULO: ENCUENTRO DE DOS MUNDOS DISTINTOS
     
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    CAPITULO X: ENCUENTRO DE DOS MUNDOS DISTINTOS

    Los dos jóvenes finalmente se conocen. ¿Que hará Gerardo ante la petición de esta extraña chica?

    — ¿Vienes a buscarme a mí?, pero ¿quién eres tú? – Gerardo no entendía nada, ni quien era esta chica ni que era lo que quería.

    —Acabo de decirte que me llamo Estefani, por cierto cuál es tu nombre...

    —Y-Yo me llamo Gerardo. – con nervios respondía Gerardo a la pregunta de la rubia.

    —Gerardo, se que lo que te voy a decir te puede sonar extraño, pero… ¡necesito que vengas conmigo a mi mundo!

    — ¿A tu mundo?, pero… ¿qué quieres decir con tu mundo?, ¿de dónde eres?

    — Es una historia muy larga que contar. Sólo puedo decirte que yo vengo de un lugar totalmente distinto a este. – Tratando de explicarle, hablaba Estefani. – Hace poco me enteré de algo importante sobre mi pasado, es más yo todavía no entiendo demasiado que es lo que está ocurriendo, todo esto fue pasando de un momento a otro. – Estefani sabía lo complicado que resultaría dar una información detallada sobre lo que estaba ocurriendo en su mundo.

    —Pero señorita…Yo no sé qué es lo que quiere, ni que hace usted aquí.

    —Estefani…me llamo Estefani. Quisiera que me llames por mi nombre.

    —De acuerdo, Estefani. Me estás diciendo que no perteneces a este mundo, y ¿quieres que te crea tal cosa?

    —Mírame bien, ¿te parezco una mentirosa? – enojada respondió, esperando que le dijera que pensaba Gerardo, ella se acerca para que la mire a los ojos.

    Gerardo comenzó a observar detalladamente a Estefani. Aunque le costaba, ya que ella se le había acercado bastante, lo cual hizo que él se sonrojada levemente. Entre lo poco que se animo a mirarla, se dio cuenta la llamativa vestimenta que la chica llevaba puesto. Obviamente las prendas que traía consigo eran muy anticuadas. Pero también se dio cuenta de lo hermosa que era esa chica, sus lindos ojos celestes, un hermoso cuerpo y agregando que parecía ser alguien bastante agradable, le resultaba muy difícil creer que esta linda muchacha fuera una mentirosa. Además la manera en que le hablaba parecía ser que de verdad era sincera.

    — ¿Cómo puedes probarme que eres de otro mundo? – pregunta Gerardo con desconfianza hacia la chica.

    —Necesitas pruebas…está bien, te las daré. – dijo la bella rubia.

    Ella extendió su mano y le enseño el medallón mágico a Gerardo.

    — ¿Qué es eso? – preguntó Gerardo.

    —Esto es un medallón mágico. Con esto fue que pude llegar hasta aquí. Si te enseño como funciona, ¿me creerías? – esperando una respuesta por parte del chico.

    —S-Si, p-pero que vas a hacer.

    —Abriré el portal dimensional, de paso ya podríamos aprovechar para irnos a mi mundo.

    — ¡Q-Qué!, yo no puedo irme a ningún lado así como así. – respondió algo alterado Gerardo.

    — ¡Oh vamos! no seas miedoso. – tomándolo de la mano Estefani se lleva a Gerardo hacia afuera con rapidez.

    —Espera, Espera, ¿a dónde me llevas? – le gritaba un poco asustado Gerardo mientras ambos iban corriendo por las calles.

    Repentinamente detienen su carrera en un terreno baldío, donde parecía que se estaba por construir una casa

    —Aquí estará bien, bueno comencemos. – dijo Estefani, mientras juntaba sus manos y sostenía el medallón con ellas.

    — ¿Qué estás haciendo? – pregunta desconcertado Gerardo.

    —Voy abrir el portal dimensional, ya te lo había dicho.

    —¨ Vaya, creí que no estaba tan loca esta chica, pero parece que me equivoque¨ – Gerardo pensaba algo inquieto sobre el comportamiento de Estefani, le parecía que era una loca de remate.

    —¨ ¿Qué es eso?, a-algo está cubriendo su cuerpo de repente.¨ – se sorprendió Gerardo al ver una inmensa cantidad de energía muy visible, cubrir el cuerpo de Estefani.

    — ¡Dimensional Radimish! – grita con fuerza Estefani, haciendo que se vuelva a abrir el portal dimensional.

    —Pero… ¡¿Qué está pasando?! – dice fuertemente Gerardo al ver que un gran orificio se abría en medio del aire, la fuerza que atraía el portal era impresionante, se veía obligado a alejarse del mismo, para que no lo llevara a su interior.

    —N-No puedo creerlo…ella me estaba diciendo la verdad, esto es grandioso. – en cierta forma a Gerardo por más que lo que ocurría lo asustaba un poco, también sentía algo de emoción al ver algo tan mágico delante de él.

    —Te lo dije, viste que no te mentía. Ahora ¿vas a venir conmigo o no? – le volvió a preguntar Estefani a él.

    —Pues, es que yo…créeme que me gustaría ayudarte Estefani, pero… ¿Qué es lo que pretendes que haga yo allá? – le pregunta él a la rubia.

    —Me dijeron que tú eres el hombre, el héroe, que me ayudará a destruir el mal en mi mundo. Por eso es que vine hasta aquí a buscarte, de verdad necesito que vengas y me acompañes a cumplir esta difícil tarea. – respondió ella.

    —Hm, yo un héroe, debe ser una broma…- suspiró Gerardo mientras lo decía con una mirada de tristeza, cosa que ella noto de inmediato.

    —Mira, la verdad es que soy una persona muy débil. Aquí en este lugar donde vivo, me ha costado mucho adaptarme a la gente, en realidad aún no lo he logrado y para colmo de males… yo mismo no puedo defenderme de las personas que me molestan. En verdad creo que te has equivocado, yo no soy ningún héroe.

    —Pero…es que yo creí que tú…

    —Créeme que lo siento, pero es la verdad, no soy más que un perdedor. – dijo triste Gerardo, sabiendo que no podía ayudarla.

    —Gerardo tú…No puede ser… – con mucha pena se lamentaba Estefani de lo que oía por parte del muchacho.

    —Jajaja…princesa al fin te he encontrado. – con una sonrisa macabra decía Trados, unos de los guerreros que siguieron a Estefani.

    — ¡Espera Trados!, ¡no quieras llamar la atención tú solo! – le respondió Nevlad, el otro guerrero demonio.

    — ¿Quienes son ustedes?, pregunta Estefani con cara de miedo.

    —Nosotros somos los ¨Demonios Guerreros¨, enviados por nuestro señor Lord Gualon.
    —Ustedes… ¡Ustedes son discípulos del asesino de mi padre!

    —Exactamente niña, y vinimos a llevarte con él, así que sé buena chica y acompáñanos. – replicó Nevlad.

    —Eso ya lo veremos, Gerardo debes irte lejos de aquí. – le dice Estefani al chico que se encontraba aterrado al ver lo que pasaba.

    — ¿Qué?, pero que hay de ti…que piensas hacer tú sola contra estos monstruos. – pregunta Gerardo al escucharla a ella.

    —Ellos me siguieron hasta este lugar, es mi responsabilidad, así que tendré que detenerlos. Como sea….lamento mucho haberte metido en esto. Yo de verdad pensé que eras tú el elegido, creí que el oráculo estaba en lo cierto con respecto a ti. Por un momento creía de verdad que eras tú…lo siento. Por eso voy a deshacerme de ellos, así que vete.

    —Estefani…– dijo Gerardo, perplejo ante la determinación que tenía en su mirada la joven princesa.

    — ¡Estúpida niña! , ¡¿De verdad crees que puedes enfrentarnos tú sola?! – grita con ira Trados, al mismo tiempo que golpea con fuerza la tierra haciendo que se abriera la misma.

    —Oh no…el piso se está desquebrajando, ¡ahh! – Estefani comenzaba a caerse cuando en ese momento….

    — ¡Te tengo! – Gerardo llego justo para agarrarle de la mano a Estefani antes que cayera.

    —Sostente fuerte – le decía Gerardo a la chica mientras trataba de hacer fuerza para subirla.

    —Pero… ¿Qué haces aquí?, te dije que te fueras. – le recrimina Estefani.

    —Soy cobarde y débil, pero…no puedo dejarte sola con estos sujetos, jamás haría tal cosa.

    —Que conmovedor, espero entonces que estés listo para morir jovencito. – Nevlad se encontraba detrás de él. De sus dedos salieron miles de pequeños rayos de energía que atravesaron el cuerpo de Gerardo, hiriéndolo de gravedad.

    — ¡Nooo!, Gerardo resiste. – grito angustiada Estefani al verlo herido de esa forma.

    —D-Descuida…, E-Estefani, no… te dejare caer. – con las pocas fuerza que le quedaba a Gerardo le dijo a la princesa eso, mientras tomaba el impulso suficiente para que ella pudiera subir.

    —Gracias Gerardo, me salvaste. – le responde al muchacho pero…

    Gerardo comenzó a caer lentamente, Estefani logro atajarlo con sus brazos antes que golpeara contra el piso. Ella al verlo que estaba todo ensangrentado empezó a caerle lagrimas que cubrieron sus mejillas por completo.

    —Gerardo, Gerardo, por favor contéstame, Gerardo, tú no puedes morir aquí, se supone que me ayudarías a enfrentar el mal, ¿que ya no lo recuerdas?

    —Me hubiera gustado ser el héroe que necesitabas, lo lamento, creo que volví a defraudar a alguien que confiaba en mí, como siempre fracaso en todo. Igual, gracias por creer que era tu salvador, Estefa…

    En ese instante, Gerardo cierra sus ojos y a la vez hizo que la princesa quedara impactada con lo que había sucedido.

    —Ese humano sí que era débil, pensé que me divertiría más. – burlándose de la situación le hablaba Trados a la chica.

    En el corazón de Estefani, empezó a sentir una furia indescriptible hasta que de repente.

    — ¡Ahhhh! – una gran cantidad de energía estallo simultáneamente en el lugar, todo ese poder giraba en torno a la princesa que estaba rodeada de un aura muy poderosa.

    — ¡¿Qué es esto?! – se preguntaban los dos demonios, al mismo tiempo que cubrían sus rostros por la inmensa cantidad de energía que desplegaba Estefani.

    Detrás de toda esa energía, la chica comenzó a caminar poco a poco hacia ellos, hasta que finalmente los demonios pudieron ver algo.

    —No entiendo que pasa, pero, porque ella tiene esa energía tan fuerte. Eh, su mirada, su mirada ha cambiado por completo. – comentó Nevlad. – a lo que Trados confirmó lo mismo.

    —Es cierto. Esos ojos se parecen a los del maestro.

    —Prepárense, porque… ¡morirán aquí! – con una mirada llena de odio Estefani les dijo a los demonios que extrañamente empezaron a sentir temor a causa de ella.

    ¿Qué le ha pasado a Estefani?, ¿Podrá ella vencer a estas horribles criaturas?

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    CAPITULO XI: REFUGIARSE EN EL DOLOR

    El dolor y la ira de la muchacha estallan. Con una furia inexplicable ella busca venganza.

    — ¡Ataquemos Trados! – grita Nevlad.

    Nevlad y Trados atacan simultáneamente a la joven chica que estaba totalmente descontrolada. Ambos comienzan a hacer sus golpes especiales.

    — ¡Terre Argaden! – Trados hace un movimiento de puños contra la tierra y cientos de rocas van con gran velocidad en dirección hacia Estefani.

    Un campo protector rodea a Estefani y todas las piedras que iban en su dirección se extinguen antes de golpearla.

    —Así que puede usar un campo protector, entonces tendré que atacar de otra forma. – dijo Nevlad en posición de ofensiva.

    — ¡Tornadus Latudes! – Nevlad usa una técnica en la que su cuerpo comienza a girar con rapidez y se introduce bajo la tierra, su idea era golpear a la chica desde abajo del campo protector que la cubría. – ¡Eres mía mujer! – sale por debajo de la tierra para golpearla a ella, pero se sorprende al no verla en ese lugar. – ¡No puede ser! ha desaparecido.

    — ¡Aquí estoy maldito! – Estefani se le aparece de atrás de Nevlad y le lanza un rayo de energía salido de su mano.
    —N-No puede ser, tu una humana no puede… vencerme a mí. – le dijo minutos antes de morir Nevlad a la chica que lo había herido.

    —Eres una criatura repulsiva por eso… ¡has muerto! – la mirada de Estefani no demostraba ningún tipo de emoción, solo frialdad ante su enemigo derrotado

    — ¡Muere patética humana!, ¡Terre Argaden! – otra vez Trados lanzaba su poderosa técnica en contra de Estefani, pero ahora habían crecido considerablemente la cantidad de piedras que se disparaban en dirección de ella.

    —De nuevo ese truco, pensé que eras mas fuerte monstruo del infierno. – Estefani le devolvía todos sus proyectiles de piedra a su rival gracias al poder de su energía.

    —Me está devolviendo mi ataque, es imposible. Aaah!!!

    En otro lugar, más precisamente en el Reino Oscuro, Gualon observaba a través de su esfera de cristal, la batalla de la princesa y sus subordinados.

    —Parece que el poder que le otorga el medallón, mas su energía propia la hacen ser verdaderamente fuerte. – Gualon mira el poder que tiene Estefani en ese momento.

    —Lord Gualon, ¿no le parece que ella es demasiado poderosa con ese medallón en su poder?, realmente su energía es increíble. – Madagar se sentía algo preocupado por lo fuerte que se estaba volviendo la princesa.

    —Hehehe, Madagar, es mucho mejor que ella se vuelva fuerte gracias al medallón. Más si es en base al dolor.

    — ¿A qué se refiere milord?

    —El medallón de Lyra fue creado por los antiguos sabios de las montañas, los maestros de Veris. Para poder usar el poder de él, es necesario que tu corazón se encuentre estable emocionalmente. Si en el momento que quieras utilizar el medallón tu corazón y sentimientos son equilibrados, tu poder se incrementara naturalmente y dispondrás de una energía nunca antes vista. En cambio si tus sentimientos sufren una distorsión emocional, sencillamente será el medallón quien te utilice a ti y pierdas tu conciencia y voluntad poco a poco. Justamente esto último le ha ocurrido a la princesa, al ver que su supuesto salvador había caído delante de ella, simplemente perdió el control de sus emociones. Ahora es el medallón quien está usando a Estefani. ­– explico Gualon a su discípulo Madagar.

    —Pero, eso quiere decir que, ¿esta chica nunca podrá enfrentársele maestro? – pregunto Madagar, ante la revelación de su líder.

    —No tanto como eso Madagar, el oráculo les dijo la verdad cuando la consultaron. Ella y ese chico son la clave de que puedan vencerme. Sin embargo…

    — ¿Qué maestro?

    —Sin embargo, el precio que tendrá que pagar Estefani por vencerme será muy grande, y aunque lo lograra, de todas formas yo ganaría al final.

    —¨No lo entiendo, ¿Qué puede sacar de ventaja morir en manos de esta chica?, ¿Qué será lo que tiene en mente de verdad? ¨– ni siquiera Madagar, el demonio más allegado a Gualon, podía lograr entender la mentalidad de su amo. Ese pensamiento seguía flotando en la mente del segundo al mando.

    —Estefani… pronto sabrás que el dolor es la mayor fuerza del universo. – dijo Gualon al ver a Estefani ya estaba a punto de acabar con su ultimo enemigo.

    Otra vez en la tierra, en la época moderna, Estefani se acercaba a su mal herido oponente, y se preparaba para dar el golpe mortal definitivo.

    —Por favor ten piedad, no quiero morir. – suplicaba por su vida Trados.

    — ¡Cállate miserable!, acaso tu tuviste algo de piedad con él, ¡Dímelo!, la tuviste. – muy enfadada le preguntaba eso Estefani al demonio, señalando al caído Gerardo.

    —Yo solo seguía órdenes, por favor no me mates.

    —Pues ya no tendrás que obedecer más a nadie. – Estefani ya lista para dar el golpe final es detenida por una voz.

    —E-Estefani, no lo hagas, tú, tú no eres una asesina, sé que no debes serlo.

    — ¡Gerardo… ¿estás bien?! – exclamo con felicidad y alivio Estefani al ver de pie al chico.

    —Sí, estoy bien, pero por favor no lo hagas, él ya no puede hacernos daño.

    —Pero… este monstruo casi te mata. No merece compasión.

    —Solo me desmaye, pero estas heridas no son tan graves, cálmate Estefani. – decía el muchacho tratando de tranquilizarla.

    —Está bien, tienes razón, la verdad es que no sé por qué me comporto de esta manera.

    —Ya todo pasó. – Gerardo trataba de animarla. – ¿Qué? – el se asusta al ver que Trados se vuelve a levantar queriendo golpear a Estefani por atrás.

    —Ahora aprovechare, ¡tonta debiste matarme! – con ojos de locura, Trados iba a impactar en Estefani que se había calmado, pero antes de que la golpeara….

    — ¡Noooo! – Gerardo en la desesperación golpea el pecho de Trados con una fuerza descomunal.

    — ¡Qué!, no puedo creerlo, maldito chico, cómo pudiste, yo el poderoso Trados, morir en manos de un humano, que humillación. – fue lo último que pudo decir el demonio antes de caer por el impacto al corazón que había recibido.

    —Gerardo, ¿qué hiciste? – Estefani se sorprendió con la reacción del chico.

    —Yo, yo, yo no sé qué me paso…créeme que no sé que me paso.

    —No te preocupes, era él o nosotros. Yo también creo que me había descontrolado, pero…de ahora en más, este va a ser mi destino. Pelear con criaturas como estas. Mi vida tranquila como una humilde chica de pueblo ha terminado. – con melancolía decía la rubia.

    —Mejor dicho, ¡nuestras vidas cotidianas han terminado! – agregó Gerardo.

    —Eh, ¿qué quieres decir?, acaso tú vas a…

    —Si Estefani, después de ver esto que ha pasado, sería un insensato en dejarte sola con este problema. ¡Voy a ayudarte!, de una forma u otra, nosotros venceremos, estoy seguro. – ahora Gerardo se sentía con un valor por dentro como nunca antes lo había sentido.

    — ¡Gracias Gerardo, sabía que el oráculo estaba en lo cierto, tu eres nuestro salvador! – llena de alegría Estefani abraza a Gerardo, haciendo que este se ponga más rojo que nunca.

    —Bu- Bueno Estefani, n-no es para tanto. – súper nervioso trataba el chico de calmar a la eufórica princesa. – Ahora que lo pienso, ¿cómo le puedo hablar a mi madre sobre esto? – Gerardo se había olvidado por completo de su madre, que puede decirle sobre el tiempo de ausencia que estará él.

    —No hay tiempo para pensar eso, será mejor que nos vayamos. Si quieres puedes escribirle cada tanto, e inventarle alguna excusa de tu desaparición. – le aconsejaba la chica.

    —Tienes razón, será mejor que nos marchemos. Ah este sonido es… – Gerardo escucho sonidos muy fuertes acercándose. ¡Oh no! es la policía, claro, como no van a venir, esto es un desastre. – diciéndose para sí, Gerardo veía como había quedado todo alrededor a causa de la pelea con los monstruos de Gualon.

    — ¡Rápido Estefani, debemos irnos! – era el chico ahora el que tomaba de la mano a la hermosa rubia, y se disponía a entrar en la puerta dimensional que había dejado abierta Estefani. Por alguna razón, la princesa se sintió algo incomoda cuando él la tomo de la mano.

    — ¡S-Si vamos! – ella tratando de ocultar esa extraña incomodidad le responde al muchacho.

    Los dos chicos finalmente se metieron dentro del portal.
    Habiendo terminado la pelea, Gualon decide hacer desaparecer los cuerpos de sus caídos subordinados.

    —Al final estos buenos para nada no fueron oponentes para estos dos chicos. Igual, esta batalla no fue tan inútil, descubrí algo muy interesante. Con que Gerardo eh, que nombre más estúpido se le ha puesto a él. Muy distinto al verdadero nombre que tiene. – Gualon estaba hablando como si conociera de antes al chico.

    —Señor, debería dejarme ir a eliminarlos, no serán problema para mí un par de chiquillos como esos. – confiado de su fuerza Madagar se dirige a su maestro.

    —No, Madagar, aún no. Es muy pronto para que tú los enfrentes, quiero divertirme un poco más con esos niños.

    —Como usted ordene, mi señor. – ante la respuesta de su amo Madagar se retira.

    —Vaya, que es pequeño el mundo, mira que encontrarte justamente aquí, joven Gerardo o debería decirte Endinium. – hablando para sí mismo, Gualon sigue expresando cosas muy extrañas con respecto al joven que acompañaba a Estefani, ¿Por qué lo llamo Endinium?.

    Los chicos estaban a punto de llegar al mundo de la princesa.

    — ¡Aaaahhh, tengo miedo, me caigo! – Gerardo grita asustado cuando ve que el portal se abrió demasiado lejos del suelo, para su pena cae muy fuerte, haciéndole doler hasta su cabello. – ay, qué golpe me di, EH, no, no ¡esperaaaaa! – por más que quiso correrse, Estefani se le cae encima de él también, como para romperle sus últimos huesos sanos.

    —Uff, me salve, la caída no fue tan brusca. Por cierto… ¿dónde estará Gerardo?-

    —Aquí estoy. – muy dolorido le respondía el pobre Gerardo, que estaba abajo de ella.

    —L-Lo siento, pensé que había caído sobre algún animal muerto. – Estefani se disculpaba, no de la mejor manera.

    — ¡Que!, ¿acaso yo tengo cara de animal, o algo parecido?

    —Bueno, ahora que lo mencionas, te pareces mucho a mi perro Rufus.

    — ¡Que dijiste! – mas encabronado se sintió Gerardo.

    —Oye, es una broma, además mira, ya llegamos a mi hogar.

    —Eh, esto es…

    —Si Gerardo, este es el mundo antiguo, mi hogar. Desde hoy, ¡tú y yo nos dirigiremos a la aventura! – muy entusiasmada y llena de confianza y valor, Estefani animaba a su nuevo compañero y amigo.

    —¨ He, una aventura, justo como siempre había soñado. También… creo que conocer a alguien como tú lo había soñado… Estefani. ¨– dentro de su mente, Gerardo se sentía feliz de que una gran aventura había llegado a su vida, pero sentía más felicidad por la gran compañera que iba a tener en este viaje lleno de sorpresas. Por alguna razón, su corazón latía más fuerte que nunca ante estas sensaciones nuevas.

    La joven princesa y su valiente caballero ya estaban en el mundo antiguo. Ellos dos conocerán distintos tipos de seres allí afuera, ¿Como podrán afrontar lo que les espera?

    PROXIMO CAPITULO: EL COMIENZO DE LA TRAVESIA
     
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    CAPITULO XII: EL COMIENZO DE LA TRAVESIA


    Ya cerca del punto de partida, ambos buscarán su fortaleza en el transcurso del viaje.

    —Debemos darnos prisa, quiero saludar por última vez a mis hermanas antes de irnos. – mientras caminaban por los campos cercanos a su hogar, Estefani deseaba despedirse de sus hermanas, por si no llegara a verlas más.

    —De acuerdo, hmm… me hubiera gustado despedirme de mi madre, o al menos tratar de no preocuparla por mi ausencia. – Gerardo seguía preocupado por cómo iba a reaccionar su madre al faltar él en casa.

    —Lamento que hayas tenido que tomar esta decisión tan apresurada, soy culpable en cierta manera, perdóname.

    —No, Estefani, yo estuve de acuerdo con irme, además… si logramos triunfar la puedo ver de vuelta.

    — ¿Lo tienes que dudar?, claro que triunfaremos. – la rubia le animaba un poco más. – Acaso te olvidas que estoy destinada a ser leyenda.

    —Si ya se…Eh… ¿esa casa no será?

    — ¿Eh?, sí esa es mi casa, ¡vamos! estoy ansiosa porque veas a mis hermanas.

    —Espera un poco, no corras tan rápido. – por más que Gerardo le gritara, Estefani corría sin parar hasta su casa.

    —Te dije que no corrieras tan rápido, ah, ah, ah, déjame que descanse un rato ah, ah, no doy más. – muy agitado, Gerardo le sugería tomar un descanso, cuando solo estaban a unos pocos metros de la casa de Estefani.

    —Pero que estás diciendo, si ya casi llegamos. Vamos no seas tan flojo, tienes que ponerte en un estado un poco mas atlético, si es que no quieres rendirte antes de empezar a pelear con Gualon.

    —No dije nada de eso, además, solo íbamos a tu casa, no hace falta correr así.

    ¡Rufus!, Estefani grito de alegría al ver que se acercaba a ella su mascota, Rufus.

    —Rayos, ella ni siquiera me escucha, que clase de compañeros seremos de esta manera. – Gerardo se quejaba en voz alta al ver que su compañera en lugar de escuchar lo que le decía, se ponía a jugar con su perro.

    —Perro holgazán, mira que has engordado. Fíjate Rufus, aquel de ahí se llama Gerardo, el me ayudará a enfrentar a los malos, salúdalo Rufus.

    —No pretenderás que hable con tu perro.

    —Cuidado con lo que dices, él ha sido mi mascota por mucho tiempo, es de mi familia también, tenle más respeto.

    —Huh, Respeto, ¿a esa cosa? – preguntaba Gerardo al señalar al perro de la chica.

    ¡Estefani, eres tú! – una voz llamaba a la chica desde cerca.

    — ¡Yaina!, ¡Yaina!, que alegría me da verte, te extrañe mucho hermana.

    —Yo también te extrañe eh… ¿Quién es él? – pregunta la pelirroja por el muchacho que estaba al lado de su pequeña hermana.

    —Ah, lo lamento hermana estoy algo despistada, él es Gerardo. Es el chico del que me predijo el oráculo.

    — Así que tú eres el famoso hombre que la acompañara. Bueno, yo soy Yaina, soy su hermana mayor, pero ya habrá oportunidad de presentarnos, entremos a nuestra casa Estefani está haciendo mucho frio. Ustedes dos tendrán que alimentarse muy bien y descansar antes de irse.

    —Si entremos. Vamos Gerardo no seas tímido. – Estefani tomaba del brazo al chico viendo que este no se movía.

    —S-Si, ya voy.

    Habiendo entrado a su casa, Yaina era recibida por un apuesto muchacho.

    —Hola mi amor, ¿Por qué tardaste tanto? – le preguntó el chico a Yaina, recibiéndola con un beso.

    —Hola Johnny, lo siento, me retrase por culpa de ella. – mirando hacia la rubia se disculpaba Yaina.

    — ¡Vaya!, pero si es la pequeña Estefani. Sí que has crecido linda.

    — ¿Cómo estas Johnny?, gracias, si ya soy una señorita, ¿no lo crees? – muy coqueta le responde Estefani.
    —Aguarda, no te pases de listo con mi hermanita. – le recriminaba Yaina a su prometido.

    —Estaba jugando mi amor, solo le decía que se veía muy linda, eso es todo. – tratando de apaciguar las aguas se disculpaba el también pelirrojo Johnny. – Huh, un momento, ¿y ese quién es? – pregunta por Gerardo que se mantenía calladito.

    —H-Hola, soy Gerardo Tarrent, encantado de conocerlo.

    —Oh vamos amigo, no seas tan formal, somos hombres, extiende tu brazo amigo. Yo me llamo Johnny Cain, y soy la pareja de esta belleza que ves aquí. – tomándola de la cintura Johnny se refería a Yaina.

    ¡AMIGA!, un grito bastante fuerte se oyó desde la puerta de la casa.

    — ¡Sara!, como estas amiga, tanto tiempo sin verte. – le sigue la rubia al saludo de su amiga de la infancia.

    —Muy bien Estefani, pero se te extrañaba mucho en la academia. Por cierto…Michelle me contó que te iras de viaje, ¿eso es cierto?

    —Eh, ah sí, yo… yo voy a un viaje, pero no es que no te haya querido invitar Sara, es sólo que…

    —Sólo que llevara a su prometido con ella. – Yaina termina la escusa que se estaba inventando Estefani.

    — ¿prometido? – pregunta Sara desconcertada.

    —Sí, su prometido, es aquel de ahí. – le señala Yaina hacia donde estaba Gerardo.

    — ¿Qué?, e-espera un segundo yo no…– Gerardo muy nervioso trataba de decirle que era mentira.

    —S-Si, mi prometido, él es mi prometido Sara. – Estefani también nerviosa le respondía a su amiga.

    — ¿Qué estás haciendo?, ¿Porque le dices esta mentira? – Gerardo le decía en voz baja al oído de ella, al no entender que trataba de hacer la rubia.

    — ¡Cállate tonto!, Sara no sabe nada de mi pasado, sencillamente no puedo decirle de un momento a otro que yo soy una princesa. – le murmuró al oído de él.

    —Entiendo, pero…

    — ¡No les creo!, definitivamente no puedo creer que tú me hayas ocultado algo así Estefani. – Sara se lo reprochaba.

    —P-Pero es la verdad, no te miento Sara. – contesta Estefani.

    —Entonces demuéstramelo, bésense.

    —¡¡¡QUÉ!!! –los dos en manera instantánea gritan sorprendidos por la propuesta de Sara.

    —Lo que oyeron, hasta que no vea alguna prueba, no se los creeré. Después de todo son pareja, ¿qué problema tienen con eso?

    —Vamos chicos háganlo, sin pena. – le continuaba la conversación Johnny.

    Los dos chicos se miraban muy nerviosos por lo que le pedían que hicieran, al no tener más alternativa, ambos comenzaron a acercarse poco a poco, cuando parecía que sus labios iban a hacer contacto….
    — ¿Qué pasa?, ¿Que es ese alboroto?, no me dejan dormir.

    —Hola Michelle, al fin despiertas, mira quien volvió. – le dijo Yaina a la morena que recién se despertaba, mientras que los chicos sintieron un poco de alivio al salir de esa situación.

    — No lo creo, ¡Estefani volviste! – no podía creer ver de vuelta tan pronto a su hermana menor.

    —Michelle, a ti también te extrañe, aunque paso poco tiempo, me da mucha alegría verte.

    Por un momento Michelle cambia la expresión en su rostro, al ver al joven muchacho que estaba cerca de ellas.

    — ¿Tú eres?– viéndolo con mezcla de confusión y algo más. Si bien antes había visto su rostro en la fuente del oráculo, ahora Michelle lo estaba viendo más de cerca a Gerardo.

    —Ah, hola, mi nombre es Gerardo Tarrent, vengo para acompañar a Estefani en su viaje, yo soy…

    —Es su pareja, ¿qué te habías olvidado de él Michelle? – Yaina trataba que Michelle no metiera la pata delante de Sara.

    —Ah, sí claro, Gerardo, ya lo recuerdo. – tratando de ser lo más natural posible Michelle le seguía la farsa a sus hermanas, ya que se daba cuenta que ocultaban algo.

    —Oigan, esperen un momento, ¿no se están olvidando de algo?, ustedes se iban a bes…

    — ¡Sí!, íbamos a celebrar la vuelta de Estefani, eso ibas a decir, ¿no Sara? – apretándola del cuello para que se calle de una vez, Michelle la interrumpía a la loca amiga de Estefani.

    —No pero yo iba a decir que…
    — ¡Si vamos a celebrar!– ahora la que interrumpía a Sara era Yaina.

    Ya resignada, Sara decidió celebrar también la llegada de su amiga y olvidarse del famoso beso que había quedado pendiente. Al fin y al cabo no sabía cuando la volvería a ver, todos querían disfrutar de la compañía de la rubia en ese momento. Finalmente tanto Estefani como Gerardo pasaron una noche muy feliz con los demás. Pero el día de la partida había llegado….

    —Cuídense chicos, por favor vuelvan sanos y salvo. – Yaina con lágrimas en los ojos les pedía su regreso con bien a los jóvenes aventureros.

    —Si Estefani cuídate mucho, tu también Gerardo, aunque apenas te conozco… creo que lograrás salvar al mundo junto con mi hermana. – Michelle le continuaba, dando especial importancia a que le respondería el chico.

    —Si les prometo que lo lograré, verdad Gerardo.

    —Ah, sí lo lograremos. – Gerardo respondió con sorpresa, ya que había quedado algo embobado observando a Michelle.

    — ¡Adiós hermanas!, ¡Adiós Sara, Johnny!, los extrañare mucho. – Estefania con algunas lágrimas se despedía de su familia y amigos.

    —No llores Estefani, las volverás a ver, te lo prometo. – Gerardo le quería dar ánimos a la rubia.

    —Si Gerardo, aunque parezca imposible, si peleamos juntos venceremos. Sé que no me vas a defraudar.

    —Gracias Estefani, yo también se que no me defraudarás. – le siguió el muchacho.

    Los dos se dirigieron camino a su gran aventura, en dirección a un lugar en especial, ¨El reino oscuro¨, los dominios del malvado Gualon. Al fin ha llegado la hora de que ambos demuestren su valor y coraje.

    PRÓXIMO CAPITULO: LOS HERMANOS BEDENTON
     
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    CAPITULO XIII: LOS HERMANOS BEDENTON

    Sabiendo que la confianza entre ellos les dará el triunfo en esta batalla. Los jóvenes valientes se adentran en los territorios del enemigo con gran determinación.

    —Este bosque sí que es interminable. – Gerardo se encontraba sorprendido de la inmensidad del lugar.

    —No te quejes, acaso nunca estuviste en uno. – Respondía Estefani.

    —Es la primera vez que estoy en un lugar así, seguramente debe haber muchos animales salvajes.

    —Pues, no deberías preocuparte por los animales salvajes, hay otras cosas más peligrosas.

    — ¿Otras cosas? – No entendía Gerardo de que hablaba ella.

    —He escuchado en mi pueblo que en estos bosques suelen haber muchos ladrones. Tenemos que estar atentos Gerardo.

    Repentinamente se escucha un extraño sonido

    —ngrgggg

    — ¿Qué fue eso? – Preguntó Estefani con sorpresa.

    —Ha, Ha, creo que fue mi estomago, es que tengo un poco de hambre. – Le responde el muchacho algo apenado.

    —Tienes razón, desde que nos fuimos de mi casa que no comemos nada. Ya han pasado unas cuantas horas de eso. No estaría mal que nos detengamos por aquí y comamos algo de lo que trajimos. ¿Qué piensas, estás de acuerdo?

    —Sí, Estefani, será mejor que tomemos un pequeño descanso. Nos vendrá bien, el viaje va a ser muy largo.

    —Bien, veamos que tenemos aquí. – La chica empieza a buscar entre sus cosas la comida que le había preparado Yaina.

    —No sé que será, pero se ve delicioso. – Con muchas ganas de ya probar bocado, Gerardo se desesperaba por saborear esa apetitosa comida.

    —Mi hermana siempre fue muy buena cocinando. Yo en cambio, rara vez pude preparar algo que sepa bien.

    —Bueno, a lo mejor Yaina tiene talento para eso, pero quien sabe, tú debes tener tus propias virtudes también.

    —Sabes… siempre creí que yo era la única sin cualidades en mi casa. Yaina aparte de ser buena cocinera, es una mujer muy intelectual y sabia. Michelle, bueno ella si bien no es tan madura como Yaina, tiene esa fervor por vivir la vida al máximo, siempre tuvo muchos amigos, y es la más divertida de la tres.

    —Y es bella también. – Gerardo le continuaba lo que decía la rubia.

    —Si es bonita también, pero…que raro que te fijaste justamente en lo bella que es Michelle. ¿Hay algo que me quieras decir? – A Estefani le parecía extraño que Gerardo recalcada la belleza de Michelle.

    —N-No solo decía que era linda, eso es todo.

    — ¿Sólo eso?, y entonces qué opinión tienes de mi. – Con la mirada fijada en él, Estefani quería que le respondiera a su pregunta.

    — ¡¿Qué?! , ¿Qué opino de ti?, b-bueno, este yo…

    —Y bien… te escucho, dime. – La joven chica rubia seguía presionándolo para que le contestara.

    —Tú, eres atractiva, igual que ella. – Estaba súper avergonzado de decirle esto a la chica así como así. Le fue imposible mirarla a la cara cuando se lo dijo.

    —Así que te parezco atractiva, bueno… gracias, me alagas mucho. – Con una pequeña sonrisa que se le había dibujado en el rostro, Estefani le agradecía tal apreciación sobre ella. Aunque por dentro también sentía algo de vergüenza.

    —De nada, porque mejor no comemos, tendremos que seguir caminando mucho después. – Él intentaba cambiar de inmediato de tema.

    —Está bien, comamos, eh… ¿escuchaste algo? – Ella se detiene al sentir un sonido extraño muy cerca de ellos.

    — ¿Escuchar algo?, la verdad no, no sentí ningún ruido.

    —He,He,He, mira eso hermano, son solamente un par de chicos. – Un misterioso sujeto que se escondía entre unos árboles hablaba con alguien más.

    —Es cierto, esto será más fácil de lo que pensé. – Otra persona al lado le respondía.

    —Estefani, ¿estás bien?, pareces muy distraída. – Gerardo mientras comía notaba que la chica estaba un poco rara.

    —Alguien nos está observando, estemos atentos Gerardo.
    — ¡Cuidado! – El chico salta hacia la rubia empujándola a un costado. Un estilo de disco se le dirigía por detrás de ella para atacarla.

    —Tenías razón Estefani, nos están siguiendo. Parece que ese ataque vino desde allá. – Lo decía mirando hacia uno de los arboles más grandes.

    —Gra-Gracias Gerardo, me salvaste.

    —Buen movimiento chico, veo que eres rápido. – Una voz que provenía de entre los árboles se dirigió a Gerardo. – Veamos si puedes esquivar mi próximo ataque. – ¨ Milares Aindum¨, el sujeto vuelve a lanzar como una especie de disco con su mano, pero esta vez el disco se divide en varias partes.

    — ¿Qué es esto?, se han dividido, Estefani tienes que…eh…

    —Gerardo, déjamelo a mí. – La chica se propone usar el medallón, pero…

    —No intentes hacer nada linda, créeme que te mataré sin pensarlo. – El otro sujeto que se escondía, se hace presente con una cuchilla con la que amenazaba a Estefani.

    — ¡Oh no! me golpearán, no podré esquivarlas. – El chico estaba totalmente rodeado, pero antes que lo tocaran, esta especie de discos de luz comienzan a desaparecer.

    — ¿Qué pasa?, mi ataque está desapareciendo. Un momento ese brillo extraño del collar ¿tendrá algo que ver? – El ladrón llamado Jack empezaba a sospechar de esa extraña joya. – ¡Julio, quítale ese medallón ya mismo!

    —Eh…si hermano, ya se lo… ¡Qué!, ¡Aaah! – Julio se sorprendía, al mismo tiempo que salía despedido por una poderosa aura que rodeaba el cuerpo de la chica.

    — ¡Hermano!, ¿estás bien?

    —Sí, estoy bien Jack, solo sentí como si algo me hubiera golpeado. Estoy seguro que el medallón de esa chica tiene algún poder especial. Tenemos que quitárselo.

    —Se me ocurrió una idea Jack. ¨El chico¨.

    — ¿El chico?, ¿qué quieres que haga con él, ya está acabado?

    —Tú solo ve a donde esta él, pero asegúrate que ella no se dé cuenta. Tengo la sensación que el muchacho es la clave.

    — ¡Malditos, como se atreven a lastimarlo! – Estefani estaba con mucha furia y el medallón cada vez brillaba con más intensidad.

    — ¡Escúchame jovencita!, ¡No nos subestimes!, nosotros somos los famosos ¨Hermanos Bedenton¨. No creas que puede intimidarnos una mocosa como tú. – Julio jactándose de su reconocido nombre, no podía permitirse que una chica los venciera.

    —No me importa quienes sean, ya verán ustedes… – Cuando Estefani parecía que iba a lanzar algún tipo de ataque con el medallón, algo la detiene.

    — ¡Espera niña! – Gritó Jack.

    — ¿Pero qué?, ¡Oh no!, me había olvidado de él. – Estefani se da vuelta y ve que ahora Jack está apuntando con un arma en la cabeza de Gerardo.

    —Muchachita, este chico aún vive, pero no lo hará por mucho tiempo si te pasas de lista.

    —Miserable, como te atreves, ¡eh! – Estefani se percata de algo que le arrebata el medallón de su cuello, era julio que con su látigo logro quitárselo. – ¡No!, devuélveme eso.

    —Olvídalo chiquilla, esto ya nos pertenece. Y no intentes seguirnos, o el chico pagará las consecuencias. – Julio ya se había apoderado del valioso medallón. – ¡Vámonos Jack, ya tenemos nuestro tesoro!

    — ¡Si hermano! ¡Vámonos!

    — ¡No se vayan, esperen! – Por más que la chica gritara, los bandidos ya se habían salido con la suya. – ¡Rayos!, se fueron con el medallón, ¿Qué haré ahora? Me olvide, Gerardo esta…

    Mientras que Estefani ayudaba a levantarse a Gerardo, este por fin reaccionaba.

    —Ay, como me duele la cabeza, ¿q-que pasó aquí? Estefani, tú….tú ¿estás bien?

    —Al fin despiertas, vaya que sanas rápido, igual que la última vez que te hirieron. – Ella está un poco sorprendido que Gerardo no se veía tan mal herido como se imaginaba que estaría.

    —Si es extraño, pero me siento bastante bien. Espera un segundo, y ¿Qué paso con esos sujetos Estefani? ¿Dónde están?

    —Ellos se escaparon. Además… se llevaron el medallón de Lyra.

    — ¡Se lo llevaron!, pero ¿por qué no intentaste detenerlos?

    —Uno de ellos te estaba apuntando con un arma. Tenía miedo que te mataran.

    —Quieres decir, que fue por mi culpa.

    —Gerardo, no te sientas culpable, esto podía suceder.

    —No Estefani. Sé que fue mi culpa, no es la primera vez que estropeo las cosas. Pero, si no recuperamos el medallón, jamás podremos detener a Gualon. Yo, yo no puedo dejar que eso pase, no puedo.

    —¨Gerardo, no te tortures mas, en todo caso fue culpa de los dos. Yo tampoco creo llegar a ser lo que todos piensan. La verdad es que nos metimos en algo que no sabemos cómo terminarlo¨ – Mientras el muchacho se lamentaba por la poca ayuda que había sido, Estefani pensaba para sí misma que ella tampoco era merecedora de la confianza de los otros.

    En tanto, Gualon desde su castillo estaba observando los pasos de la princesa y vio como habían sido robados por esos bandidos.
    —Madagar, quiero que mandes algunas de nuestras tropas y te deshagas de esos dos ladrones.

    —Pero maestro, creo que de verdad es mejor que se lo hayan quitado, ya que…

    —No te pedí tu opinión Madagar, haz lo que te digo. – Gualon no quiere escuchar consejo alguno de su discípulo. – Ya tengo mis propios planes Madagar, y no voy a dejar que unos delincuentes lo echen a perder todo.

    —Como usted diga maestro

    ¨Estefani tendrías que estar agradecida conmigo, ya que dejaré que llegues a mí. Lamentablemente para ti, tu compañero también va a estar contigo y cuando eso pase verás que su verdadero ser es tan temible como yo.¨ – Gualon tenía en mente algo siniestro, y estos pensamientos lo demostraban.

    Estefani y Gerardo están en un mar de dudas con respecto a su camino elegido, mientras que Gualon planea que ellos se fortalezcan, ¿qué es lo que quieres Gualon?, ¿qué pasara con el medallón?

    PROXIMO CAPITULO: APRENDER A VALORARSE
     
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    Ruriel

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    Pronto estará el nuevo capitulo, lamento haberme borrado por un tiempo, pero no voy a hacerlo más. Voy a terminar este fic, ojala quieran seguir leyéndolo.
     
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    Nephrite

    Nephrite Guest

    Hola Yue, excelente es tu historia, la verdad que me enganche con ella. Una chica que va a salvar al mundo de la destrucción, generalmente leo sobre héroes hombres, una chica si que parece raro que sea la heroína, tu sabrás por que elegiste esto. En fin, me pareció muy bueno, atrapante la trama, eso si...no vayas muy acelerado, por ahí estaría bueno que describas un poco más los acontecimientos. Después, todo lo otro me fascino, sigue así amigo.
     
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    Ruriel

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    Título:
    La Leyenda de Estefani
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    100
     
    Palabras:
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    CAPITULO XIV: APRENDER A VALORARSE

    Se dirigen al escondite de los ladrones, ¿Cómo harán para enfrentar sus propios miedos?

    —Este es el poblado más cercano que hay. Seguramente esos bandidos deben haber venido aquí. – La joven princesa se dirigía al pueblo de más cercanía, tenía la esperanza de encontrar a los delincuentes.



    —No lo sé Estefani, este lugar parece muy desolado. – Comentaba Gerardo al ver a su alrededor muchas casas vacías, y otras con ocupantes, pero muy venida a menos. La fachada de muchas de estas casas era desastrosa.



    —Piénsalo bien, que mejor lugar que este para esconderse. Nadie pensaría que ellos se esconden aquí. – La rubia pensaba que el lugar es el más apropiado para que fuera la guarida de esos rufianes.



    —Y si le preguntamos al señor de allí. Tal vez él conozca a esos dos sujetos.



    —Sí, preguntemos, a lo mejor sabe algo. – Contestó Gerardo.



    Al acercarse al individuo que habían visto los chicos, ellos se dan cuenta que el pueblo más allá de ser deshabitado, también se encontraba en deplorable estado.



    —La verdad que da tristeza ver un lugar así. – A Estefani le dolía ver en las condiciones que estaba ese sitio.



    —Eh, disculpe señor. Nosotros quisiéramos hacerle una pregunta. De casualidad usted no conoce a unos sujetos que se hacen llamar ¨Los hermanos Bedenton.¨– Gerardo trataba de sacar algo de información de esa persona.



    —No, no los conozco, jamás escuche sobre ellos. – Le decía el sujeto a los chicos.



    —Está seguro señor, creemos que están aquí por la cercanía de donde nos robaron.



    – Si señorita, como les dije, jamás los vi, así que por favor déjenme en paz.



    —P-Pero… ¿de verdad no saben nada? – Ella no se resignaba a no sacar ninguna información.



    —Ya Estefani, no es necesario que insistas, él no sabe nada. – El chico le pedía a la rubia que no insistiera al ver la actitud que tenia aquel hombre.



    —Está bien Gerardo, si tú lo dices, aunque estoy segura que ellos deben estar muy cerca.



    —Seguiremos averiguando, no podemos dejar que ellos se queden con el medallón.



    —Sí, vámonos, no perdamos más tiempo. – Continuó Estefani.



    Los muchachos se marcharon lentamente del lugar, mientras que el hombre que había hablado con ellos los observaba marcharse.



    —Tengo que decirles que los buscan estos dos chicos, necesito prevenirlos. – Inmediatamente el hombre sale corriendo en dirección a un viejo establo abandonado, que estaba a las afueras del pueblo.



    —Y Jack, crees que puedes hacerlo funcionar. – Julio le preguntaba a su hermano si podía usar ese medallón.



    —No se Julio, realmente parece un medallón común y corriente. No tengo idea de cómo esa chica pudo obtener ese poder con esto.



    —Qué lástima, con esto podríamos hacerle frente a Gualon.



    —No te preocupes Julio, ya le encontraremos la forma de sacar su poder. Tendríamos que habernos llevado a la chica con nosotros, seguramente ella sabe algún secreto sobre esta cosa.



    — ¡Jack, Julio!, hay algo que tienen que saber. – El hombre que venía de hablar con Estefani y Gerardo llegaba con los hermanos.



    — ¿Qué sucede Stan?



    —Señor Jack, acabo de encontrarme con dos chicos, y me preguntaron sobre ustedes.



    — ¿Con dos chicos?, ¿me pregunto quiénes son? – Jack no podía imaginarse quienes eran.



    —Uno de ellos era un joven de pelo negro, delgado y tenía como unos 17 o 18 años. Y la otra es una chica rubia muy bonita de ojos celestes y también de una edad parecida a la del chico.



    — ¿Qué? ¿Una chica rubia, y joven de su misma edad? , no puede ser, acaso son…



    — ¿Qué pasa Jack?, ¿en qué piensas?



    —Tal vez sean los dos chicos a los que le robamos el medallón. – Decía Jack.



    —Es imposible, el chico estaba mal herido, aparte… ¿cómo nos encontrarían?, no dejamos rastro alguno.



    —Ya sé que parece difícil, pero no se me ocurre nadie más.



    — ¡Señores Bedenton! – Se le escuchaba gritar a una pequeña niña que corría hacia ellos.



    —Si Lila, ¿qué sucedió?, ¿por qué estas tan alterada? – Le pregunta Julio a la niña.



    —Señor Julio, hace un momento dos personas estaban preguntando por usted y el señor Jack.



    —Ya veo, así que también fueron a tu casa Lila. No es necesario que te preocupes, Jack y yo nos ocuparemos de esto, quédate tranquila.



    — ¿Lo promete señor Julio? – La pequeña se preocupaba por el bienestar de ellos.



    — ¡Por supuesto!, ¿Cuándo te hemos fallado?



    —Nunca nos han fallado señor, Ah pero…



    — ¿Y ahora que Lila? – Pregunta Jack.



    —Esa chica rubia, parecía muy simpática. ¿No le harán daño verdad? – La pequeña niña había sentido que Estefani no era una mala persona.



    —No es necesario, solo vamos a llevarlos lejos del pueblo, eso es todo. – Era Julio quien intentaba tranquilizar a Lila.



    — ¡Vamos Julio!, tenemos que ir por ellos. – Jack se disponía a interceptar a los muchachos.



    — ¡Si hermano!



    A unos pocos pasos del escondite, se encontraban recorriendo el lugar Estefani y Gerardo. La princesa comenzó a sentir una sensación de peligro.



    —Estefani, ¿Qué pasa?, ¿acaso sientes algo raro?



    —Eh, no, debe ser mi imaginación, solo sentí un pequeño escalofrío. No me hagas caso, debe ser mi mente que está muy complicada con todo lo que sucede.



    —Tienes razones para sentirte mal, esta pasándote tantas cosas a la vez que tu cabeza debe estar por estallar.



    —Los dos estamos iguales, ¿tú te sientes distinto?



    —Para nada, estoy de la misma manera Estefani, toda esta situación… todavía me cuesta entender lo que pasa.



    Estefani no estaba muy desacertada, los guerreros de Gualon estaban muy cerca de ellos. Aunque la presa de estos, no eran ellos dos, eran los hermanos Bedenton, quienes tenían en su poder el medallón de Lyra. Por otra parte, Jack y Julio también salieron hacia el pueblo, buscando a los dos chicos que hacían preguntas por las distintas casas. No tenían la menor idea de lo que se le avecinaba.



    — ¡Ataquen! – Uno de los guerreros da la orden de atacar, a paso firme van marchando hacia el pequeño pueblo. Algunos de los pocos habitantes que había en el pueblo, logró ver que se acercaban las tropas de Gualon.



    — ¡Corran, nos están atacando! – Uno de los habitantes del pueblo previene a los demás del ataque. Jack y Julio también ven lo que ocurre y se preparan para pelear.



    —Vamos Jack, no podemos dejar que estas criaturas dañen a esta gente. – Julio estaba furioso de ver un ataque así contra la pobre gente del poblado.

    —Ahí vienen, ¨Milares Aindum¨ – Jack lanzó su poderoso ataque, este consiste en crear con sus manos una especie de discos de luz destructivos y lanzarlos a su oponente. Con esta técnica logra derrotar a varios de los guerreros de un solo golpe.



    ¨ He, mi hermano siempre me sorprende, su técnica cada vez es más poderosa. Yo no puedo quedarme atrás.¨– Mientras que Julio se sorprendía de lo fuerte que se había vuelto su hermano menor, él también se disponía a atacar. – ¨ Lediat¨, Julio usando un extraño látigo, golpea a una gran velocidad a todos los guerreros que se acercaban, con esos golpes descargaba una gran cantidad de energía fulminante para sus rivales.



    — ¡Bien hecho Julio! – Jack felicitaba a Julio por su impresionante manera de luchar. – Eh, ¿qué pasa?, el medallón esta brillando como la otra vez. – El menor de los hermanos queda sorprendido de la extraña reacción del medallón.



    — ¡Gerardo!, es el medallón, siento su energía. Esta muy cerca de aquí. – La chica detecto el poder de la reliquia pérdida ni bien este comenzó con su resplandor.



    —Entonces tenemos que apresurarnos Estefani, a mi me pareció escuchar unos ruidos extraños en aquella dirección. – Gerardo también sabía que algo raro ocurría en los alrededores.



    — ¡Sí, vamos para allá! – Ella le seguía a Gerardo hasta el lugar donde parecía haber alboroto.



    —Es raro Estefani, quiero decir, ¿cómo sentiste la presencia del medallón? – Al muchacho le perecía algo no muy normal que ella tuviera esa habilidad. Mientras corrían la observaba, él creía que ella era más de lo que le había dicho.



    Flash Back:



    El día estaba terminando, después de haberse reunido por última vez con sus hermanas, Estefani ya se preparaba para dormir en su cama antes del viaje que le esperaba, pero ella antes de acostarse ve desde la ventana de su habitación a Gerardo. Él estaba recostado en un viejo árbol que estaba en frente de la casa de la rubia. Al verlo decide acercarse.



    —Hola.



    —Eh, h-hola Estefani.



    —Estas pensativo, ¿te pasa algo?, ¿acaso estas nervioso por el viaje?



    —Un poco si lo estoy, nunca pensé que viviría algo así.



    —Tienes que relajarte, sé que es fácil decirlo, pero no tienes que preocuparte. Muchas veces la vida nos da algún tipo de prueba, y parece que esta nos toca a nosotros. – Ella parecía más despreocupada, pero en el fondo se sentía tan nerviosa como él.



    — ¿Vos cómo te sentís Estefani?, digo, eres una chica y debe ser aun mas difícil afrontar este momento.



    —Te digo la verdad, a mí lo que me dolió fue darme cuenta de que mi padre fue asesinado y no que haya muerto naturalmente. Siempre creí tener otro tipo de pasado, no reniego de la vida que me toca. Yo igual puedo contar con mis hermanas y ahora contigo. Confío plenamente en ti, eres un elegido, al igual que yo. Jajaja. – Con una sonrisa encantadora ella trata de darle ánimos a su compañero.



    —Gracias Estefani, me has levantado el ánimo, yo nunca fui muy positivo, pero ahora siento que puedo cambiar de actitud, y eso es en parte gracias a ti. Pero igual…



    — ¿Sigues sin confiar?, verdad.



    — Es que…tengo miedo, creo que puedo morir y eso me asusta, He, soy tan cobarde y patético.



    —Pues yo no tengo miedo a morir, y eso es porque soy una princesa, y como tal soy una elegida por dios. Con esto no quiero decir que la muerte no vendrá, claro que también moriré, pero lo que me tranquiliza es que pase lo que pase yo tengo a dios de mi parte, y él nunca perderá ante el mal.



    —Con que Dios eh, si, con él de nuestro lado nunca vamos a perder. Lamento preocuparte con tonterías.

    —No hay de que cobardica.



    —Cobardica, ¿qué quisiste decir con eso?



    —No. Nada, nada, hasta mañana.



    — ¡Oye espera, aclárame eso de Cobardica!



    Fin de Flash Back:



    ¨Estefani tendrás algún poder escondido. Es muy raro que el medallón solo reaccione contigo, ¿Por qué será? – Por más que Gerardo recordara las palabras de la rubia acerca de tener a Dios de su lado, todavía había algo que no le cerraba del todo. Ella tendrá algo más que oculta que él no sabe.



    —Tengo que reportarle la última situación al maestro. – Madagar caminaba hacia los aposentos de Lord Gualon para informarle de la situación actual de los guerreros que habían enviado a luchar contra los bandidos.



    —Oh vaya, ¿qué hace por aquí maestro Madagar? – Una extraña criatura con apariencia de gusano, era como un humano con forma de gusano gigante, le hablaba con plena confianza a Madagar, sin ningún tipo de miedo hacia el general de las tropas oscuras.



    —Miskyn, lo mismo tendría que preguntarte, ¿Qué haces aquí? , ¿Dónde está el maestro Gualon?



    —Ah, el señor Gualon tuvo que irse. Él me pidió que le informara a usted que se dirija a donde se encuentra la princesa Estefani, y les dé el medallón de Lyra.



    — ¿Cómo que se fue?, ¿Pero como se va en un momento así?, dime Miskyn ¿a donde fue?



    —Yo no lo sé, solo puedo decirle que él se va a cerciorar mas de cerca de la situación actual. Así que si no tiene más que preguntar, le pediría que se ocupe de la misión que se le otorgo.



    —Como te atreves gusano asqueroso, podría matarte ahora mismo.



    —Solamente repito las palabras de mi señor, no se enfade conmigo maestro Madagar.



    —No puedo creerlo, irse así como así, de todas formas tengo que irme. Me transportaré para llegar más rápido al lugar. Todavía me causa más sorpresa que insista en querer ayudar a la princesa. Nunca podre entenderlo. – Las actitudes de Gualon eran sencillamente inexplicables para Madagar, pero no podía decir nada en contra de la voluntad de su señor. Finalmente se transporta hacia el pueblo donde estaba la batalla.



    *****************************************************************************

    —Eh, ¿qué es eso?, son ustedes. – Jack ve que llegan Estefani y Gerardo.



    —No deberías preguntar eso, venimos por el medallón. – Responde Gerardo.



    —Chico llegas en un mal momento, estoy en plena pelea, no tengo tiempo para ti. Deberías estar contento de estar vivo.



    — ¿Que dices? – Gerardo se enfada mucho por el desprecio que le demuestra Jack.



    —Gerardo es cierto, mira estamos rodeados de demonios.



    —Maldición, esto sí que se ve mal, son muchos. Estefani son demasiadas criaturas para enfrentarlos solos.



    —Tengo el presentimiento que estos dos van a ayudarnos. – Ella dirige la mirada hacia los bandidos que les habían robado.



    —Ni sueñes, quieres que pelemos junto a ellos, nos robaron y casi me matan.



    —Pero sigues con vida Ger, no es tan grave. – La rubia le daba un poco de gracia la bronca de Gerardo.



    —Jajá, es un honor al fin conocerla Lady Estefani. – Una voz ronca y burlona le habla a la chica.



    — ¿Tú quien eres? – La princesa cambia totalmente la cara de alegría por enfado al escuchar la voz del ser que había llegado repentinamente.



    —Permítame presentarme, soy Madagar, general del ejército oscuro de lord Gualon.



    —Con que ustedes son sirviente de Gualon, entonces pelearemos más que nunca por eliminarlos. – Los hermanos Bedenton al escuchar quienes eran las criaturas, se enfadan mucho y están con más ánimos para pelear.

    —Al fin podremos vengarnos Jack.



    —Si Julio, es hora que venguemos la muerte de nuestros padres. – La decisión que demostraba con su determinación Jack era impresionante, tan así que los que estaban a su lado se dieron cuenta de inmediato.



    —Que voluntad de lucha. Gerardo envidiaba la decisión que mostraba Julio, pero sobre todo Jack.



    —¨ Con que sus padres fueron asesinados, tal vez por eso son ladrones, quizás no encontraron otra forma de subsistir¨ – Estefani en cambio pensaba que los dos ladrones habían tenido una difícil infancia, y que quizás no eran tan malas personas.



    Otra dura batalla empezará, el general Madagar está a punto de demostrar su fuerza. ¿Podrán Estefani y Gerardo, en compañía de los bandidos, enfrentar a un adversario tan terrible?





    PROXIMO CAPITULO: UNA TRISTE DESPEDIDA
     
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    Pain

    Pain Guest

    Esta estupendo, no había leído muchos fanfics, pero este me parece genial. Has logrado atraparme con la trama, y la idea de la chica salvadora de mundo me llamo la atención. Espero que tengas pronto el nuevo capitulo, quiero ver que va a pasar en la batalla de Madagar contra Estefani y sus amigos.
     
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    CerezoNegro

    CerezoNegro Entusiasta

    Acuario
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    Kyaaa Fue genial me encanto, la trama la haces cada vez mas extensa no puedo esperar a que saques la continuación, Y de veras gracias por continuar, me diste un susto de muerte cuando dijiste que te ibas TT__TT

    Espero la conti y gracias por avisarme, bye! ^_^
     
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  19.  
    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

    Tauro
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    1.- Capítulo uno:

    Te faltaron signos (¿?,¡!), no colocabas la pareja completa, y en oraciones, te falto expresividad:
    -Ayuda nos están atacando milord-gritaba uno de los guardias del castillo
    —¡Ayuda, nos están atacando mi lord-Gritaba uno de los guardias del catillo.
    Me parece que my lord, no se escribe milord xD, pero no se de ingles.
    Capítulo dos:
    Sigues con los símbolos sin pareja Y acoso de signos (muchos signos)
    -DETENTE!!
    —¡Detente!
    Cuando termines con el guion:
    —¡Detente!-(Esto, empieza con mayúsculas)
    —¡Detente- Gritaba la reina.
    Cap. Tres:
    - Si por favor .Llevemos hacia el pueblo – respondió la reina.
    ¿No tratabas de decir ¨Llévenos¨?
    Capítulo cuatro:
    En este ya mejoraste mucho, buena narración y todo, pero aun no utilizabas el guion largo.

    Cap. 5 y 6
    Note muy poca narración.
    Por lo demás, mejoraste mucho en el capítulo ocho y nueve, así que ya no tengo de que quejarme ^^
     
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  20.  
    Ruriel

    Ruriel Usuario común

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    La Leyenda de Estefani
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    CAPITULO XV: UNA TRISTE DESPEDIDA

    Una fuerza descomunal que está a punto de estallar.

    El general Madagar analiza a las personas que están delante de él. A plena vista no le generaba gran impresión la apariencia de todos ellos.

    —¨Viendo a estos chiquillos me parece más extraño que ellos puedan ser una amenaza para mi maestro.¨ – Madagar seguía incrédulo de que unos simples humanos pudieran ser un obstáculo en los planes de Gualon. La frágil apariencia que tenían aquellos jóvenes muchachos no hacía más que corroborar su teoría.

    —No puedo creerlo…es humano. – Gerardo también se detuvo por un momento a mirar a su oponente, que a diferencia de los demás demonios que se veían como tal, este que sobresalía entre ellos tenía el cuerpo de un humano. Su vestimenta era muy parecida a la de una especie de militar, llevaba una capa en su espalda amplia y sus ojos rojos y cabello blanco lo mostraban verdaderamente intimidante.

    —Tengo la sensación que él debe ser alguien muy fuerte, tenemos que tener cuidado Gerardo. No tenemos idea cual sea su verdadera fuerza – La princesa se había percatado que este ser era alguien muy diferente a los otros monstruos. Aparte de su aspecto físico, ella sabía que él debía ser mucho más poderoso que los demás servidores de Gualon.

    Mientras tanto los hermanos ladrones seguían peleando con los demonios que estaban atacando a su pueblo. Pese a que eran muchos más los monstruos, Jack y Julio con sus técnicas lograban superarlos con facilidad. Madagar observó eso también y lo hizo enfurecerse.

    —No puedo creer lo incompetentes que son. Ahora entiendo porque Lord Gualon me envió aquí, no puedo entender que se dejen vencer por dos simples bandidos. – El general de los demonios se mantenía inmóvil solamente observando, pero eso estaba por cambiar al ver como se estaba desarrollando la lucha de sus guerreros con los dos ladrones.

    —Gerardo tenemos que ayudarlos. – Estefani solo pudo decir esas palabras en esa situación.

    —Pero Estefani ellos….

    —Sé lo que nos hicieron, pero están ahora luchando contra los que son nuestros enemigos, debemos dejar de lado lo que sucedió anteriormente y pelear juntos.

    —Pero como podemos pelear, nunca pensé en esto pero yo no soy muy fuerte y tu estas sin el medallón. ¿Qué haremos?

    —Ya te lo había dicho Gerardo, no importa si tenemos poderes o no, lo que importa es nuestra voluntad y nuestro valor.

    La batalla seguía a favor de los bandidos, los demonios eran incapaces de hacerles frente a los hermanos. Al desarrollarse la batalla de esta forma Madagar decide entrar en acción. Con sus manos comienza a crear una esfera de energía que poco a poco iba creciendo.

    —Esta lista, ahora van ver pequeños rufianes, ¨ Siumren.¨– Madagar lanzo con gran velocidad la esfera que había creado, esta se dirigía violentamente hacia los hermanos.

    — ¿Qué es eso?, ¡Jack corre! – Julio trataba de advertirle a su hermano del peligro del ataque. Sabía que una técnica así los destruiría.

    — ¡Si hermano!, ¡Aaah!, mi pierna, me duele. Debo haberme lastimado mientras peleaba con estos monstruos. ¡Eh!, maldición no podre esquivar el golpe. ¿Qué pasa?, el medallón está reaccionando, pero… ¿Por qué? – El medallón comenzó a moverse por sí solo, de repente esta se va de las manos de Jack y se acerca a otra persona que estaba delante de él.

    —Por lo que veo el medallón ya me eligió como su propietaria. Gracias joven ladrón.

    — ¿Tú qué haces aquí?, ¿Qué intentas hacer?, ¿Porque me proteges?

    —Porque tú no mataste a Gerardo y pudiste haberlo hecho. Yo creo que ustedes no son tan mala gente, en el fondo tienen su lado bueno. – La princesa sentía que ellos eran buenas personas, que solamente las circunstancias los había llevado a robar. – Y ahora a actuar ¨Dimensional Radimish¨ – Estefani transporto a otra dimensión el ataque de Madagar usando su puerta dimensional.

    —No lo puedo creer, mi técnica no funciono, pareció como que ese agujero negro se lo hubiera tragado.

    —Tengo que darle más poder a la puerta dimensional, de esa forma podre llevarlos a todos lejos de aquí.

    — ¡Estefani ten cuidado, no te esfuerces demasiado!

    —No te preocupes Gerardo, estaré bien. Me alegra que te interese tanto mi bienestar.

    — ¡¿Qué?! Bueno es que no quiero que te pase nada. – El chico algo nervioso trataba de justificar su preocupación por ella.

    —No eres de mucha ayuda niño. – El joven ladrón llamado Jack le reprochaba lo poco que aportaba Gerardo en la batalla.

    —Y a ti quien te pidió tu opinión, después de esto saldaremos cuentas.

    —Cuando quieras miedoso. – Le respondió Jack en tono de burla.

    — ¡¿Que dijiste?, ¿A quién llamas miedoso?!

    —Pues a ti, ¿Acaso ves a alguien más?

    —Oigan ustedes dos, quieren callarse, tengo que concentrarme. – Ahora era la rubia quien ponía en su lugar a los brabucones.

    Estefani dirigió la puerta dimensional a donde estaban todos los demonios. Uno por uno iban siendo atraídos hacia el agujero. Madagar usando su poder pudo soportar la atracción de la puerta dimensional, aunque le estaba costando mucho hacerlo. Fue por eso que él vuelve a reunir energía en una de sus manos y la lanza con el resto de fuerza que le quedaba hasta donde se encontraba Estefani. Era imposible que ella lo esquivara ya que estaba haciendo la técnica. Parecía que sería golpeada por el ataque pero….

    —¨Látigo de luz¨ – Julio usando su técnica amarra a la princesa, con esto logra desviarla a otro lugar para no ser herida por el ataque.

    —Me ayudaste. – Los ojos de Estefani se abrieron enormemente al ver al hermano mayor de Jack ayudándola a ella.

    —Si niña, estas defendiendo a mi hermano, es lo menos que podría hacer. A parte que tu compañero es un verdadero inútil.

    — ¡¿Qué dices?! – Gerardo se había enfurecido mucho por las palabras de Julio, era exactamente lo mismo que le había dicho Jack.

    —La verdad muchachito, dime ¿Has hecho algo por ella? , si no fuera por mi ya estaría muerta, deberías estar agradecido.

    —Yo…Yo no… ¡Rayos! – La frustración había invadido a Gerardo. Él sabía en su interior que las palabras de Julio y las de Jack eran ciertas, desde que la había conocido nunca fue capaz de serle de utilidad a la chica.

    —Gerardo no te sientas mal por eso, yo no pienso eso de ti. Sé muy bien que tu nunca has peleado con nadie, no tienes que…

    — ¡No!, no Estefani, esta vez él tiene razón. No te he podido ayudar en nada. Soy solamente un estorbo para ti.

    —Hermano ¿Donde está Lila y los otros? – Pregunta Jack.

    —Los envié hace bastante a los refugios, no te preocupes por ellos van a estar bien.

    — ¡Uff!, menos mal. Tenemos que acabar con ese sujeto, es el último que queda, pero parece que es muy fuerte.

    —Creo que es hora de pelear en serio. – Parecía que Madagar todavía no había usado todo su poder. El general de Gualon junto sus manos y comenzó a acumular energía maligna, que era visible para todos los presentes.

    — ¿Que está haciendo?, su energía esta aumentado considerablemente. – Estefani siente como el poder de Madagar crecía cada vez más.

    — ¡Es su fin niños, Aaaah! – Salió el cuerpo de Madagar a una velocidad impresionante, había sido cubierto por su gran energía maligna, junto la mayor parte de esa energía en uno de sus puños. ¿Quién sería golpeado por él?

    —Hermano ataquemos juntos ¿Eh?, ¿Qué haces tonto? – Jack se preparaba para enfrentar junto con su hermano a Madagar, pero se detiene cuando ve que Gerardo se interpone.

    —No voy a ser un inútil toda la vida, voy a pelear, les demostrare que no soy ningún cobarde. – Diciendo esto Gerardo sale corriendo para chocar justamente contra Madagar. Era una verdadera estupidez, el general maligno venia con toda furia para atacar y Gerardo a lo tonto salía a impactar directamente contra él.

    — ¡No! ¡Gerardo! – Estefani desesperada trata de seguirlo pero Jack la detiene. – ¡Déjame!, ¡lo va a matar!

    — ¡Estúpida ¿quieres morir también?!

    —No es tu asunto, él es mi amigo, déjame ir.

    —Yo voy a ayudarlo niña, quédense aquí ustedes dos. – El hermano mayor la detiene y va ayudar a Gerardo.

    — ¡Niño estúpido, te voy a hacer pedazos primero a ti! – Era sorpresivo para Madagar que ese joven chico saliera a enfrentarlo solo.

    — ¡Eso ya lo veremos! – Como nunca antes, Gerardo se sentía muy dispuesto a todo, parecía como que ni le importaba si iba ser asesinado o no, solamente quería enfrentar a su enemigo y a sus propios miedos.

    — ¡Oye tú, no hagas esa estupidez, vas a morir!, Es un tonto….¨ Látigo de luz ¨– Julio vuelve a usar su látigo y detiene a Gerardo que estaba más adelante.

    — ¿Por qué me detienes?, voy a pelear y tú me frenas.

    — ¡Imbécil, no eres rival para ese oponente!

    — ¡Mueran! – Ya no había escapatoria para Gerardo, tenía delante de él al mismísimo Madagar, dispuesto a destruirlo con su golpe.

    — ¡Cuidado muchacho! – Julio se le abalanza encima a Gerardo para tratar de protegerlo. Logra cumplir con su cometido, pero para su desgracia él había quedado a merced de Madagar. El ataque que acabaría con Gerardo finalmente impactaba en la espalda de Julio. Fue tanta la fuerza del impacto que su espalda fue totalmente despedazara y el puño de Madagar lograba atravesar también el pecho del hermano mayor de Jack. Toda la energía maligna que cargaba ese golpe recorre rápidamente el cuerpo de Julio y lo deja gravemente herido ya en estado crítico, con todo su cuerpo sangrando y lleno de cortes por el impacto.

    Tal escenario fue devastador. Gerardo manchado por la sangre de quien lo había protegido y más lejos de allí al Jack y Estefani viendo que Julio había caído al suelo por el golpe.

    — ¡No hermano! – El hermano menor sale corriendo desesperado para ver a Julio.

    — ¡Espérame, yo voy también! – Estefani lo acompaña, ella estaba asustada por todo lo ocurrido y quería ver como estaba Gerardo.

    —Menos mal que se cruzo este tipo, ahora que recuerdo Gualon me ordeno que le entregada el medallón a la princesa y a su acompañante. Por poco y lo mato a él.

    Mientras tanto Gerardo tenía en sus brazos a Julio, que estaba bañado en sangre, con muy poca esperanza de que sobreviviera.

    —Tú, me salvaste la vida. – Con mucha confusión Gerardo trataba de encontrar alguna respuesta al comportamiento del ladrón.

    — ¡Julio, hermano estas bien! – Jack llegaba a donde estaban ellos.

    —Que pregunta tonta Jack, es evidente que no estoy bien, Cof, Cof, – Julio empieza a escupir sangre y sus heridas parecía que realmente eran demasiado graves como para que se salvara.

    —Hermano por favor, no mueras, te necesito hermano.

    —No seas llorón Jack, ya eres un hombre, es hora que te las arregles tú solo. Siempre creí que serias mejor guerrero que yo, te pareces mucho más a nuestro padre. En cambio yo creo que saque mucho de nuestra madre, sobre todo en su carácter tan protector contigo, Cof. – El hermano mayor volvía a escupir sangre, tal parecía que su hora había llegado.

    —No te esfuerces Julio, vas a sobrevivir yo….

    —Eres un mentiroso Jack. – Apenas pudo terminar de decir eso que sus ojos cerraron lentamente. Julio Bedenton, uno de los famosos hermanos bandidos había muerto.

    — ¡Noooo!, ¡Hermanoooo! – El dolor había inundado el corazón de Jack. Su querido hermano mayor había muerto. La única familia que le quedaba se había ido.

    Esa triste situación también logro hacer llorar a Estefani. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su pecho parecía oprimirle muy fuertemente. Era como que ella se sintiera en el lugar de Jack.
    Gerardo tampoco estuvo al margen del momento. No pudo dejar de sentirse culpable ya que Julio había muerto por defenderlo a él.

    — ¡Madagar! – Una extraña voz que parecía provenir desde el cielo se escucha de inmediato. De repente el cielo se oscurece y la imagen de un ser aparece ante los ojos de todos.

    — ¡Lord Gualon! – El general pudo reconocerlo de inmediato, era el mismísimo Gualon quien lo estaba llamando.

    — ¡Regresa de inmediato al castillo, ya cumpliste con tu misión Madagar!

    —Pero milord, todavía queda uno de esos bandidos vivos.

    —Déjalo Madagar, ya habrá tiempo para que lo elimines, por ahora regresa.

    —Si maestro. – Madagar sin más tuvo que obedecer a su amo y volverse.

    — ¡Estefani!, ¡Gerardo! – Antes de irse parecía que Gualon quería decirle algo a los chicos.

    — ¡Eres Gualon!, el asesino de mi padre. – Finalmente Estefani tenía el primer encuentro con el ser que había matado a su padre, aunque solo escuchaba su voz.

    —Estefani por lo que veo te desesperas fácilmente, igual que tu padre. Solo quiero decirte que esto no es ningún juego niña. Ya has visto lo que les pasa a los que interfieren en mi camino. Si eres lista sabrás lo que tienes que hacer.

    — ¡Bastardo, no dejare que te salgas con la tuya! – Era Gerardo quien le respondía ahora a Gualon.

    —Oh, pero si es el héroe que viene de la otra dimensión. Jovencito ten cuidado como te diriges hacia mí, tienes que aprender a respetar a tus superiores.

    — ¡Como te atreves miserable! – La furia que tenia Gerardo era inexplicable.

    —Ya es suficiente de tanta charla niños, los estaré esperando en mi castillo, si es que logran llegar, jajaja. – La risa burlona de Gualon hacia que se enfadaran todavía más Estefani y Gerardo, pero no podían hacer nada, ya que solo se trataba de una aparición. – ¡Vámonos Madagar!

    —Si maestro. – Madagar también desaparecía con su teletransportación.

    —Se han…ido. – Estefani solo pudo observar como desaparecían del lugar.

    — Estefani déjalos, ellos no importan ahora. – Gerardo quiso que la princesa se olvidada de Gualon por el momento. Él creía que era más importante acompañar al bandido que pasaba por esa difícil situación.

    —Gerardo, ¿qué vamos a hacer?, ¿Qué haremos con él?

    —No podemos hacer nada Estefani. Creo que lo mejor es dejarlo solo, ya es demasiado tarde como para que le ayudemos en algo.

    —Tú, es tu culpa, mi hermano murió por defenderte. – Jack muy furioso dirige su bronca contra Gerardo. Para su punto de vista el que muriera su hermano era responsabilidad de Gerardo, ya que murió por protegerlo. Lo primero que hace Jack es sujetar a Gerardo y golpearlo una y otra vez. Lo deja tan mal herido que el joven viajero cae al suelo, parecía que Jack quería recompensar su dolor torturando al chico a quien protegió su hermano mayor.

    — ¡Detente!, ¡Es suficiente! – Estefani evita que Jack siguiera golpeando al chico metiéndose en el medio de ellos.

    — ¡Quítate o te hare lo mismo!

    —Pues tendrás que matarme a golpes junto con él. Pero no permitiré que sigas lastimándolo delante de mí. Sé que acaba de morir tu hermano, pero ese no es motivo para que te desquites con Gerardo, él no fue quien lo mato, el asesino de tu hermano es Madagar. Es doloroso, pero sé cómo te sientes. Hace unos años mi padre también fue asesinado por un demonio, ese demonio era Gualon, el maestro de Madagar. Nosotros, Gerardo y yo comenzamos este viaje porque queremos eliminarlo. Es la única forma en que la maldad pueda desaparecer de este mundo. Tú eres muy fuerte, lo he visto con mis propios ojos cómo te enfrentaste a esos monstruos. Me gustaría que nos acompañaras, puede sonar como una locura pero serias de mucha ayuda para terminar con todo este mal. A lo mejor es muy apresurado de mi parte pedirte esto, ojala lo pienses.

    Jack se detuvo a mirar a esa chica. La mirada de ella era tan profunda y sincera que él no pudo hacer más que escuchar lo que le decía. El bandido cerró sus ojos y pensó el asunto. ¿Qué iba a hacer ahora? Su hermano ya no estaba y era su única familia, además sentía que tenía que vengar su muerte. Con todo eso en su mente, la inmediata respuesta que pudo tener fue…

    —Está bien…voy a ir con ustedes.

    — ¿Lo dices en serio?

    —Si niña, tú tienes razón, no gano nada con desquitarme con tu amigo. A quien tengo que hacer pagar esto es a Madagar y matare a su maestro Gualon también, lo juro como que me llamo Jack Bedenton.

    Sin nada más que decir el trío iba a partir a su destino, pero antes Jack se despidió de su fallecido hermano. Enterró el cuerpo de Julio en aquel pueblo donde ellos tanto habían tratado de ayudar a sus habitantes. Cuando Jack le informo a la gente de su partida les prometió regresar una vez acabada esta batalla contra Gualon. La pequeña Lila fue la que más se conmociono por la noticia de la muerte de Julio y sus lágrimas siguieron después con la decisión de Jack de irse del pueblo.

    Esta vez Estefani y Gerardo tenían la compañía de Jack en su aventura. Un nuevo miembro se había sumado a la travesía, aunque durante ese largo viaje el joven bandido muy poco hablaba con ellos. Todo parece que se irá complicando más y más mientras se acerquen al castillo de Sefiro. Nuevos desafíos van a ir apareciendo en el camino, nuevas trampas seguirán encontrándose, pero lo que nunca podrá lograr Gualon es derrumbar la determinación de aquella princesa y la de sus amigos.

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