La historia interminable

Premiación:

Quien terminó la historia:

Anna Inuk


Zil Kendrik y Pire Bennet
​

Participantes



Reto Adicional:

Para quien haga un final que concrete la historia recibirá un Edit pack personalizado.

Edit Pack: Firma, stamp y avatar.​

 

Escribimos aqui o un fic aparte.

 

No se si les guste mi final alternativo pero aqui dejo un intento de humor.

Evans, yo estaba realmente confundida ¿esa profecía hablaba de nosotros? ¿Acaso él, mi mejor amigo, me correspondía? Todo había sido tan fantástico e irreal que mi mente se negaba a aceptarlo. La bruja se acerco a nosotros y tomo nuestras manos.


Prácticamente nos obligo a subir una escaleras caracol que estaban en la estancia, parecían no tener fin, hasta que al final llegamos a una especie de terraza con piso rustico de madera en él se alzaba un altar en el que reposaba un libro más fino y más antiguo que el que vimos abajo.


Nos soltó y tomo posición atrás del libro donde nos dijo.


—Acérquense que no hay mucho tiempo, hoy es luna llena y debemos empezar el ritual antes de que el señor de las tinieblas nos encuentre— toda su atención estaba en la reliquia en sus manos, buscando quien sabe que. No pude evitar tomar la mano del chico junto a mí, me sonroje al pensar que significaría todo esto.


Evans fue el que me obligo a avanzar, al parecer nosotros tres éramos los únicos en el lugar.


La hermosa mujer comenzó a hablar —Vientos dulces, aguas saladas; rosas rojas y orquídeas moradas— no eran palabras extrañas como las que estaba esperando —el bien y el mal han roto el equilibrio y el verdadero amor romperá el maleficio.


Escuchamos un grito de dolor a lo lejos y pude oler esos dientes podridos junto a unos rayos quemando madera. La bruja cerró sus ojos y comenzó a murmurar cada vez más rápido, podíamos sentir que él se aproximaba.


—Amor puro, amor honesto, todo acabara con un beso; mujer inteligente y hombre valiente, cariño de infancia. — dijo tan rápido que apenas entendimos.


Unos rugidos se escucharon atrás de nosotros, al voltear la obscuridad nos rodeaba.


La mujer seguía encerrada entre murmullos y sus ojos cerrados, Evans se había puesto en guarda, sacando su espada la cual pensaba que había abandonado y yo pude notar como el cascabel en mi cuello brillaba.


De un momento a otro lo entendí: no nos quería a nosotros, deseaban eran lo que podíamos hacer con esos objetos y nuestra cercanía. Arranque la pequeña bola de luz causándome algo de daño y llame la atención de mi amor.


—Dame la espada, atare esto— el confundido me tendió el arma, aunque no me entendiera el confiaba en mi.


Los uní como pude, mientras que temblaba. Sentí que el tiempo volvió a correr, no me había dado cuenta que este se había detenido.


Pude escuchar la respiración rapida de mi amigo, los que ahora eran gritos de la bruja, el sonido de los rayos al caer y, poniéndome los pelos de punta, la risa desquiciada de aquella bestia.


—Entierra la espada en el piso— identifique la voz del dragón normalmente burlón ahora atravesaba con la seriedad de sus palabras. Hicimos lo que dijo mientras que el se enfrentaba a la gran bestia: fétida y nauseabunda.


La bruja llamo nuestra atención saliendo del trance.


—Bésense, profesen lo que su corazón siente—.


Nos miramos a los ojos y dijimos al mismo tiempo. —Te amo—. Nos acercamos rápidamente y rozamos nuestros labios pero no nos pudimos contener más, el beso paso a ser uno pasional y cargado de los sentimientos que pusimos en palabras.


Cuando nos separamos y repetimos esa confesión, la brisa ceso y un grito desgarrador obligó a que desviáramos la visita hacia el qdemonio que era absorbido por la espada junto a la obscuridad y a las maldiciones que caía a los pocos habitantes de la metrópolis.


Ya no había sino euforia, gritos que decían que los niños estaban sanando y que los demás se estaban poniendo de pie.


Mire a la bruja que me sonrió con nostalgia mientras agitaba su mano y murmuraba un “Gracias”. Yo pude entenderla, nuestra aventura había llegado a su fin.

Le arrebate un beso a Evans y lo último que pude escuchar de ese mundo antes de despertar en la orilla de una playa besándonos fue:


—Cuidado con esa niña quizás no te la puedas quitar de encima— Maldito dragón pensé sin apartar mis brazos de cuello de Evans.


¿Eso fue real? Si, las cicatrices de MI chico me lo decían, me sonrojo al sentir que no tenía su camisa y por la forma que me besa creo que de verdad nunca podré quitarmele de encima sin embargo creo que el está pensando de igual manera.