Long-fic de Pokémon - La Historia de Jack Evans

Tema en 'Fanfics de Pokémon' iniciado por Thranduil, 4 Febrero 2018.

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  1. Threadmarks: Capítulo 6 - Dueño de sus movimientos
     
    Thranduil

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    La Historia de Jack Evans
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    Para niños. 9 años y mayores
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    Aventura
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    Hola, mis niños, les vengo con un nuevo capítulus, pero antes a comentar los comentarios que me comentaron.

    Dark RS: Intentaré tener cuidado con las comas. Sí, Nidoran será utilizado de manera interesante, recurriré a eso en más de una ocasión. Lo de ver a Vaporeon como felino, pues siempre lo he hecho, pero lo hago debido a sus movimientos, pues vaporeon no me parece tan zorro como flareon o jolteon, creo que tendré que cambiar eso. Lo del final, tiene que ver con los antagonistas, ellos aparecerán de a poco.

    Wikozaky: que bueno que Jack te agrade como protagonista, siempre tuve dudas si era bueno para el papel. Lo que más me cuesta es pasmar la personalidad de mis personajes y creo que Jack fue como una prueba, antes de presentar al resto. Siempre trato de describir la situación lo más cercano a como la imagino, a veces pongo muchos detalles y a veces me faltan. Las batallas las hago cortas dentro de lo posible, pues intento describir la ejecución del ataque, cómo lo recibe el oponente, y las consecuencias para ambos, aparte de reacciones de algunos presentes, pero sin hacer muy largo el capítulo. No importa el largo de los comentarios, siempre los leeré.

    Bueno, gracias por darse el tiempo de leer y dejar sus apreciaciones :D Ahora el nuevo capítulo

    Capítulo 6 - Dueño de sus movimientos


    La niebla seguía cubriendo el claro y Jack no lograba ver a su oponente, apenas si veía a Nidoran. Sin duda, ese movimiento era una estrategia apropiada para batallas y bastante inesperada para el inexperto muchacho. Las sombras que se crearon eran perfectas para distraer y confundir, mientras que la baja de temperatura era ideal para que el oponente no pensase con rapidez.

    Peter había dicho que no haría tanto daño a Nidoran, por lo tanto, no estaba peleando en serio, y si esa era su manera de tener una batalla de entrenamiento, mejor ni imaginarse cómo sería un enfrentamiento de verdad contra él.

    Hidropulso —un aro de agua apareció desde la niebla y golpeó a Nidoran, Jack casi no pudo verlo, sin embargo, eso no fue lo que sorprendió al chico, pues el ataque no venía desde delante de ellos, sino desde la izquierda.

    <<Vaporeon se movió —pensó Jack, se estaba viendo en aprietos—. Seguramente está entrenado para hacerlo en silencio. Debo hallar la forma de esquivar los ataques —el chico se quedó observando a Nidoran.>>

    —Vuelve a usar hidropulso —ordenó el nadador, su voz era calma y sin apuro.

    Tan pronto como Peter dio la orden a su pokémon, Jack observó cómo Nidoran dirigió la mirada hacia su lado derecho, mirando fijamente en esa dirección, como si hubiera sentido alguna presencia o algún sonido.

    —Esquívalo —dijo el chico, su boca estaba seca. Otro aro de agua salió de la niebla cercana con destino al roedor, pero esta vez el pokémon de Jack logró eludirlo—. Bien hecho —emitió una sonrisa tímida, sólo atinó a felicitar a su pokémon.

    —Veo que te diste cuenta de la sensibilidad auditiva de tu pokémon, ¿o me equivoco? —supuso Peter, desde algún lugar de la niebla.

    —Sí, pensé que Nidoran podía escucharlo, tiene orejas enormes —Jack se sintió algo nervioso y confiado, aunque nuevamente se estaba basando en una deducción.

    —Entonces lo dedujiste. Como ya superaste esa dificultad, creo que es hora de agregar otra —propuso.

    Peter dijo lo último con una calma tan peculiar, que hizo que Jack se intranquilizara aún más. Por otra parte, la confianza que había adquirido por haberse dado cuenta de la excelente audición de su pokémon hace unos segundos, ya se había desvanecido.

    <<¿Por qué habla así? Con tanta tranquilidad —se preguntó Jack, preocupado por el actuar del nadador—. Creo haber escuchado…sí Jack, haz memoria —se dijo—…creo haber escuchado por ahí que una persona que habla con tranquilidad, indica que de alguna manera…tiene el dominio de la situación. Entonces, ¿qué hago? Está claro que lo tiene —se preocupó más, Peter no podía verlo, pero la cara de Jack evidenciaba su angustia.>>

    La forma de hablar del nadador había sido así desde que se conocieron, totalmente tranquilo, como si no tuviese preocupaciones en su vida, como si nada lo apurase. La situación que Jack vivía en ese preciso momento era muy similar a la calma antes de la tormenta. Si la calma ya había estado presente durante mucho rato, la tormenta ya estaba por venir.

    —Vaporeon, ya sabes qué hacer, hidropulso.

    —¡Vuelve a esquivar! —una leve desesperación se atrevió a salir por su voz.

    Nuevamente otro aro de agua salió de la niebla, esta vez venía de la izquierda, desde más adelante. Nidoran la esquivó sin problemas, pero para su sorpresa, y la de su entrenador, el aro no dio contra el suelo y giró para seguir al roedor, al cual terminó golpeando por el costado.

    <<¡¿Cómo lo hizo?! —se preguntó Jack, su expresión indicaba asombro y un poco de miedo, las batallas que había tenido hasta el momento no habían sido así— Hidropulso siguió a Nidoran. Nunca había visto a alguien que hiciera algo así, ni si quiera a papá —pensó. El temor casi lo dominaba, con alguien así sólo iba a perder, pues él no tenía tanta habilidad.>>

    La tormenta que Jack había previsto ya había llegado, pero no era como se la imaginó en algún momento, el chico pensó que el nadador haría gala de algún movimiento que lo derrotaría y que haría a Peter perder esa tensa tranquilidad que demostraba constantemente, pero fue todo lo contrario. El nadador seguía sumergido en la espesa niebla sin resaltar mucho, mientras que la tormenta sólo se encontraba en la cabeza del chico. El cambio de dirección del movimiento de Vaporeon lo habían descolocado y confundido.

    Jack ya no recordaba cuántas veces habían sido, pero Peter demostraba continuamente su superioridad en las batallas. En cuestión de minutos, el joven nadador había puesto en escena una estrategia digna de un líder de gimnasio y tan sólo con dos movimientos, uno de ellos usado de dos maneras distintas, para hacerlo titubear y crear una tormenta en su mente, muy a la mano con la calma que no dejaba de lado en ningún segundo.

    —Vaporeon, dispersa toda esta niebla —ordenó Peter.

    La bruma comenzó a disiparse y la luz volvió a reinar en el claro, inundando el espacio a medida que la niebla desaparecía, dejando en el olvido todas las sombras irregulares que se habían provocado. Peter y su acuático pokémon aparecieron a unos cuantos metros y, a diferencia de Jack, el nadador no parecía agitado. Más atrás estaba Poliwhirl y Bulbasaur seguía al costado de su entrenador.

    Rayo hielo —Vaporeon abrió la boca y lanzó un gélido rayo de luz celeste hacia Nidoran, el roedor quedó cubierto de hielo en gran parte de su cuerpo.

    <<No puede ser, él tiene muchas sorpresas —pensó Jack mientras sentía cómo su sudor helado bajaba por su espalda—. Seguramente hay más personas cómo él y contra gente así no tengo oportunidad —comenzó a atormentarse mientras miraba el suelo—. ¿Será que el entrenamiento pokémon no es lo mío? ¿Por qué una derrota me afecta tanto? Antes no lo hizo. ¿Tan grande tengo el ego que me creí demasiado bueno? —continuó abrumándose— ¿Qué debo hacer ahora?>>

    —Jack. ¿Estás bien? ¡Jack!—preguntó Peter, la cara del chico de Paleta reflejaba preocupación y tenía los puños tensos.

    —¡Dijiste que no le harías tanto daño! —reclamó Jack, fue lo único que se le ocurrió decir, su mente no estaba despejada

    —Tranquilo.

    El nadador hurgó su mochila y sacó un frasco con forma de pulverizador de color rosado. Se acercó al roedor y le roció el líquido como si fuera un aerosol. El hielo que inmovilizaba a Nidoran comenzó a derretirse hasta ser sólo agua absorbida por la tierra bajo sus pies. El pokémon de Jack se veía algo mareado.

    —Vaporeon, usa acua aro en Nidoran —el felino abrió su boca y dejó salir un chorro de agua que rodeó a Nidoran hasta convertirse en un anillo que tambaleó con un poco de gracia alrededor del roedor, luego simplemente cayó.

    Ante la atónita mirada de Jack, que ya estaba un poco más calmado, pero con muchas interrogantes en su cabeza, Nidoran lucía un mejor aspecto. Pero el asombro de Jack no provenía sólo de eso, sino que de todo lo que había vivido y visto en los últimos minutos, sin duda alguna, tenía muchas cosas que preguntarle a Peter.

    —Algo me dice que tienes algunas preguntas que hacerme —dijo Peter, su calma estaba intacta, pero la situación ya no era tan tensa.

    —Sí. ¿Por qué hidropulso cambió de dirección? ¿Cómo dispersó la niebla sin ningún movimiento que lo hiciera? ¿Y cómo es que puede usar acua aro en otros pokémon? —respiró profundo, aún estaba agitado.

    —Hay una respuesta para cada pregunta y es la misma —explicó con una amable sonrisa—. Le enseñé a Vaporeon a controlar sus movimientos, después de todo él mismo es quien los ejecutó. En otras palabras, él es dueño de sus movimientos. Poliwhirl también puede hacerlo —Jack miró al renacuajo y éste alzó su puño con orgullo—. Pero no se me ocurrió a mi de la nada, lo leí por ahí hace tiempo, creo que alguien llamado…Lance lo empleaba en sus batallas.

    Definitivamente Jack no había visto ni escuchado algo semejante en toda su vida. Un entrenador que le había enseñado a sus pokémon a controlar sus movimientos de la forma que quisiesen, sin duda sorprendería a cualquiera con quien se enfrentara, Jack podía dar fe de eso. La brecha de la experiencia entre el chico y el nadador se agrandaba cada vez más.

    —Tu excesiva calma a la hora de hablar, ¿es a propósito o siempre has sido así? —aún estaba agitado.

    —Siembre he sido así, muy rara vez he perdido la paciencia —dijo el nadador—. Pero me sirve para descolocar un poco a mis eventuales oponentes, lo uso a mi beneficio —una modesta sonrisa se dibujó en su rostro, no solía ser una persona buena para jactarse de sus logros.

    —Ya veo —Jack no sabía qué decir ante tales palabras, seguía en conflicto consigo mismo.

    —¿Te parece que comencemos a caminar? —preguntó Peter para cambiar de tema.

    —Claro.

    Ambos chicos emprendieron el viaje hacia la salida, adentrándose en el mismo camino por el que Jack había llegado al claro. Al igual que el día anterior, la luz entraba levemente por las copas de los árboles, sólo que esta vez era más clara, permitiendo a los muchachos ver mejor los húmedos colores que inundaban los irregulares pasillos del bosque por los que caminaban. Dieron varias vueltas y, a veces, Jack tenía la sensación de que se alejaban de la salida del norte, pero resultaba ser parte del camino.

    Durante gran parte de la caminata no hubo más que el ruido de los pokémon salvajes y el viento meciendo las hojas altas de los árboles, hasta que Jack dejó ver algunas de sus inquietudes con Peter, no siempre había dicho lo que pensaba a cualquier extraño, pero el nadador era la única persona que estaba ahí aparte de él mismo y necesitaba desahogarse un poco. Además, ya le tenía un algo de confianza.

    —Peter —dijo Jack con sus pensamientos más ordenados—. Después de luchar y ver lo preparado que estás en caso de una batalla, me hizo pensar si realmente esto es lo que quiero.

    —¿Por qué lo dices?

    —Cuando pequeño veía a mi hermano y quería ser como él, dije que haría un viaje de entrenamiento y que llegaría algún día a la Liga, se lo prometí a mi mejor amigo —explicó—. Pero siento que fui obligado a hacerlo, muchas personas de Paleta me decían que yo también sería alguien grande como los demás de mi familia —Peter lo escuchaba atentamente—. Pero ahora me doy cuenta de que sólo soy un niño común y corriente que no sabe lo que quiere. Tú decidiste ser entrenador, yo no sé lo que quiero, las batallas me hacen vivir, experimentar cosas, pero el camino que escogí no lo hace.

    —Encontrar un objetivo que te mueva y que te haga despertar todos los días no será fácil, pero… ¿qué me dices si continúas tu viaje mientras lo averiguas? —propuso el nadador con una sonrisa franca en su rostro—. Así no perderás tiempo. Tal vez esto de la Liga te aclare un poco el panorama.

    —Me parece…—Jack sonrió— una buena idea. Haré eso.

    —Apróntate —dijo Peter abruptamente sin cambiar el tono ni su eterna tranquilidad—. Estamos llegando a la última parte del bosque, estará lleno de entrenadores con ganas de luchar.

    Efectivamente lo que había vaticinado Peter era cierto, el final del Bosque Verde estaba lleno de entrenadores, la mayoría eran cazabichos con sus redes, algunos luchaban entre ellos y otros saltaban al más mínimo movimiento de la hierba alta.

    Jack y Peter pasaron entre ellos sin poder evitarlos mucho, pues el camino se anchaba cada vez más mientras se acercaban a la salida, aumentando el campo visual de los presentes. Sin embargo, los entrenadores se limitaban a mirarlos desde lejos y los que estaban cerca hacían como si no los hubieran visto.

    A Jack le pareció extraña aquella situación, puesto que había escuchado que los entrenadores en ambas entradas del bosque solían retar a todo entrenador que se acercase tan sólo a observar el lugar y justamente eso era lo que le había pasado cuando entró, pero ahora era todo lo contrario.

    Jack trató de mirar de reojo a los que lo observaban, todos guardaban distancia, por un momento Jack pensó que sus pokémon debían tener pocas fuerzas para entablar una batalla, pero eso no sería lógico, si ese fuera el caso, no estarían en ese lugar.

    <<Los entrenadores mantienen distancia —pensó Jack—. Y Peter dijo que frecuenta este bosque una vez al mes, si estos entrenadores también lo hacen, ya deben conocer a Peter, por lo tanto, ya lucharon contra él. Por eso nos evitan.>>

    —Ya peleaste con todos ellos, ¿verdad?

    —Esta vez te demoraste un poco en deducirlo —contestó Peter con una pacífica sonrisa.
     
    Última edición: 11 Marzo 2018
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    Dark RS

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    Saludos:
    Hay dos oraciones con errores:
    Aquí falta una p en preocupaciones.
    "...como si no tuviese reocupaciones en su vida..."
    En esta frase de Peter, que no se le ocurrió 'de' la nada.
    "Pero no se me ocurrió a mi da la nada, lo leí..."
    De nuevo felinisaste a vaporeon.

    En lo que se refiere al capítulo; ya terminó la batalla que Jack nunca tuvo oportunidad de ganar. Le dieron varias lecciones importantes, casi mas que en la escuela a la que asistió unos capítulos atrás. El nadador, seguramente, va a resultar ser alguien importante. Pero al menos ya salieron del bosque.

    Espero la continuación.
     
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    JoJoBaoh

    JoJoBaoh Entusiasta

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    Hola muye buenas, paso a continuar con tu escrito, me había quedado en el tercero y ahora ya estoy al tanto, como dije la otra vez, no hay tantos fallos de ortografía mientras que la descripción sigue en su punto, así que me limitaré a resaltar ciertos detalles:

    -En el capítulo 4, en el acto de Sandshrew cito "...Una serie de movimientos y piruetas con tal elegancia y sotisficación..." Muy seguido la conjunción "y" sugiero "... realizó una serie de movimientos elegantes seguido de piruetas muy sotificadas..." con eso nos quitamos dos que pueden ser usadas en otro momento de ese párrafo, si lo crees necesario.

    - Lo mismo ocurre en la siguiente parte, sugiero " Karin junto a su Pokémon hicieron una reverencia para luego retirarse en medio de los aplausos del público..." es un problema constante, así que intenta prácticar cuando tengas tiempo (si claro... timepo)

    -En el capítulo 6, después del combate cito "...había vivido y visto en los últimos minutos, sin duda alguna, tenía muchas cosas que preguntarle a Peter." para luego repetir casi lo mismo, sugiero que cambies el diálogo como... "¿Pasa algo? Tú rostro me lo dice..." intenta jugar con eso, para evitar ese tipo de redundancia.

    Paso hablar de la historia. Ya se está dando los primeros indicios de la duda del protagonista, punto clave para su mejor desarrollo, los nuevos personajes que introduciste son de gran interés, sobre todo Peter, que se me hace un personaje bien definido, por otra parte el combate fue muy bien ejecutado, como dicen por ahi, "te saliste de la caja", no solamente te basas en los stats y qué hacen qué los movimientos, algo que mucho a lo mejor agradecerán.

    Realmente no tengo mucho que agregar, porque siento que repetiría lo que otros ya dijeron, bueno, ya sin nada que decir, que pases buen día.
     
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  4. Threadmarks: Capítulo 7 - Robo en el Museo
     
    Thranduil

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    Aries
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    Hola mis niños, les vengo con un nuevo capítulus, pero antes a comentar los comentarios que me han comentado.

    Dark RS: Sí, Jack aprendió más lecciones, a veces uno aprende más afuera que sólo con teorías, supongo que representa eso. Peter tiene importancia para el cuestionamiento que se hace Jack, esa es como su labor en la historia, hacerle dudar y aprovecha de enseñarle un poco.

    JoJoBaoh: desde que me indicaste que usaba mucho la conjunció "y", me he percatado más de aquello, intentando no usarla, aunque debo admitir que aún me cuesta reemplazarla en la narración. Me alegra leer que Peter está bien definido como personaje, hacer un personaje es lo que más me cuesta hacer. Creo que con esos de los stats, intento usar la lógica, también con los movimientos, el juego no presenta mucho realismo en ello, yo intento presentarlo, además de intentar sorprender con las batallas de alguna manera.

    Gracias por sus comentarios, siempre es bueno saber lo que les parece y lo que me falta por mejorar. Sin más preámbulos, el capítulus. Ciao.

    Capítulo 7 - Robo en el Museo


    Debido a sus construcciones principalmente con tejados grises, Ciudad Plateada parecía un mar de plata vista desde lejos. Justamente había sido construida de esta manera con el propósito de combinar con las enormes rocas que inundaban la urbe. Algunas edificaciones habían sido construidas alrededor de una roca, con sus calles hechas de roca pulida. Cualquier persona pensaría que aquella era una ciudad muy gris, algo deprimente, pero el estilo con el que estaba hecha le daba un toque pintoresco y único en Kanto, muchos turistas visitaban Plateada por la gran variedad de rocas que se podía encontrar, aunque de vez en cuando se encontraban con algún árbol.

    La mayoría de las casan estaban pintadas con tonalidades verdes, decoradas con algunas plantas para contrarrestar la escasez de vegetación. Los únicos edificios que destacaban entre la multitud eran el Centro Pokémon, la tienda y el Museo de la Ciencia, con la intención de ser ubicados con mayor rapidez.

    Jack y Peter habían llegado el día anterior en la tarde a la rocosa ciudad y habían ido directamente al Centro Pokémon, Jack necesitaba ir al baño. Ahí descansaron toda la noche sin interrupción alguna. Luego fueron a desayunar al pequeño restaurant del recinto, creado para entrenadores viajeros, antes de salir a pasear.

    —¿A qué lugar iremos? —preguntó Jack con la boca llena de pan, pero tratando de hablar correctamente.

    —El Museo de la Ciencia es muy interesante —recomendó Peter.

    —¿Museo? ¿Ciencia? —preguntó con tono de protesta— No me gusta mucho la ciencia. No la entiendo.

    —Necesitas conocimiento para luchar mejor —recordó Peter con una tranquila superioridad—. Ayer me dijiste que una niña que conociste te había mandado a la Academia para adquirir conocimiento y que tu amigo te había obligado a asistir a todas las clases que ésta impartía —dijo con su característica calma—. Y, aunque quedaste en depender menos de tus deducciones, saber nunca está de más.

    Por un momento Jack no supo qué responderle, la quietud del nadador era como en la batalla del día anterior, Peter tenía el control de la situación, nuevamente, eso le irritaba un poco.

    —Pero, ¿qué conocimientos me puede entregar un museo que tenga que ver con pokémon o con batallas?

    —Recuerda que estás buscando un objetivo, no todo será batallas. Además, el Museo de la Ciencia explora distintos temas —explicó—. Por ejemplo, tiene fósiles de pokémon extintos hace millones de años. Saber de ellos te servirá, algún día podrías enfrentarte a uno —el chico pensó unos segundos sobre las palabras del nadador.

    —¿Cómo podría enfrentarme a un pokémon que ya no existe? —inquirió Jack, pensando que esta vez Peter no tendría una respuesta. Ahora él tenía el control, pensó.

    —Hoy en día se puede revivir a un pokémon extinto con el material genético de los fósiles. Creo que ir al Museo es mucho más necesario de lo que pensaba —concluyó—. Iremos una vez que termines de comer —informó con suma calma—. Mientras antes mejor —a Jack no le hizo mucha gracia, pero tuvo que ir de todas formas, se había prometido adquirir más conocimiento, tal vez encontraría su objetivo en la vida en aquel lugar, o al menos un indicio de éste.

    Tomaron el autobús de la línea azul, tal como les dijo la enfermera de turno, y comenzaron a pasear por la ciudad. El recorrido fue algo extenso, pasaron frente a diversas edificaciones, todas con colores muy similares, para cada parte que Jack miraba, veía una roca. De hecho, las calles estaban construidas de tal manera que rodeaban las más grandes que no habían podido ser sacadas del suelo.

    Luego de varios minutos, se bajaron en el paradero frente al Museo, sus paredes eran de un marrón claro, muy cercano al tono de la tierra, las ventanas tenían marcos de madera barnizada, la entrada poseía un pequeño techo afirmado por pilares y el tejado del resto de la construcción era púrpura con canaletas grises.

    Una vez adentro, observaron el brillante piso de madera, estaba tan pulido que se podían ver en él, las murallas estaban tapizadas con un elegante diseño de rayas verticales. Mucha gente paseaba por el lugar, algunos turistas con sus cámaras fotográficas, otras personas con batas de laboratorio y expedientes en mano, entrando y saliendo de una puerta trasera de vez en cuando, además de muchos guardias vigilando.

    El lugar estaba repleto de vitrinas con meteoritos, rocas o maquetas dentro de ellas, pero sin duda alguna, lo que llamó más la atención de Jack, fueron los fósiles en exhibición que se encontraban en medio del salón. Ambos se acercaron a contemplarlos.

    El primero poseía una enorme cabeza con formaciones en la parte posterior de ésta, ostentaba de unas peligrosas mandíbulas, sus brazos estaban alzados, un hueso largo salía de los costados de cada mano. Sus patas tenían grandes garras, más una larga cola salía de la columna vertebral, terminando en una punta de flecha. Jack supuso que aquel pokémon era volador, pues todos sus huesos permanecían elevados en el aire, en una posición que simulaba que la criatura estaba volando.

    Aerodactyl —comenzó Peter a leer un letrero frente al cordel de seguridad rojo que rodeaba a los fósiles—. Pokémon carnívoro que vivió hace millones de años en las selvas tropicales, atacaba a su presa en el cuello con sus agudos colmillos. Sus alas poseían potentes músculos que le permitían volar, sin embargo, no era muy buen volador. Hoy en día es posible regenerarlo gracias al material genético presente en el ámbar viejo.

    —Realmente peligroso —agregó Jack—. No me gustaría toparme con uno.

    Caminaron unos pasos y se pararon frente al segundo fósil, éste tenía una cabeza plana y no era tan grande como el anterior, aun así no se quedaba atrás en imponencia, poseía unas filosas cuchillas largas al final de sus brazos, unas puntas salían de su espalda. Permanecía parado con sus patas sobre una tarima.

    Kabutops —leyó nuevamente el nadador—. Un pokémon con una increíble agilidad física. Sus largas patas traseras le daban la capacidad de desplazarse fuera del agua con soltura y libertad. Se cree que sus cuchillas no eran sólo para cazar, sino también para cortar corales en el fondo del mar y para absorber.

    —También suena peligroso.

    Mientras Jack y Peter continuaban mirando las diversas reliquias y descubrimientos en exhibición, un hombre vestido de negro se encontraba parado frente a la puerta trasera del recinto, llevaba puesta una chaqueta de cuero, algo gastado, con capucha gris sobre una polera blanca, además traía lentes oscuros. El sujeto burló fácilmente el código de seguridad de aquella entrada, sin prestar mayor atención a la cámara que filmaba directamente dicho lugar.

    Entró, dejando la puerta como estaba antes de infiltrarse. Caminó por los pasillos que, para su fortuna, estaban vacíos, esquivando algunas cámaras gracias a sus puntos ciegos. Sin embargo, se vio obligado a pasar por delante de varias de ellas, a pesar de eso, nadie vino a detenerlo.

    Siguió caminando hasta llegar a una puerta con la frase Sala de seguridad escrita en ella, el hombre ingresó al cuarto cuidadosamente, de la misma manera cerró la puerta. La habitación estaba llena de televisores a color que mostraban distintas partes del recinto, lugares abiertos al público, otros no. Frente a ellos, una silla con ruedas en las patas ocupada por un guardia totalmente dormido, su ronquido era constante pero despacio.

    El infiltrado sacó un frasco, lo abrió para verter un poco del líquido que contenía sobre un pañuelo blanco, que tomó del bolsillo de sus pantalones oscuros, luego lo puso sobre la nariz del guardia por unos segundos antes de quitarlo.

    —Lo siento, pero no me puedo arriesgar a que te despiertes —dijo con algo de pesar en su voz, no parecía muy convencido de lo que hacía—. Me alegro de que estés durmiendo, así fue más fácil ingresar —comentó en voz baja al mismo tiempo que guardaba el frasco y el pañuelo—. Realmente fue buena idea haber hecho ruido las últimas noches cerca de tu casa. No fue difícil averiguar tu dirección.

    El hombre sacó un aparato que conectó a la computadora del guardia, comenzó a indagar en ella, rápidamente obtuvo acceso a todas las claves de seguridad del museo. El sujeto desvió la mirada mientras copiaba los códigos a su aparato, viendo la imagen de una sala iluminada con varios fósiles en ella, pero lo que le llamó la atención fue el objeto anaranjado que permanecía dentro de una cúpula de vidrio, en medio de la habitación.

    El aparato terminó de copiar los códigos de seguridad, el sujeto lo desconectó del ordenador. El hombre salió sigilosamente del cuarto, no sin antes verificar que no viniera nadie. Comenzó a caminar con cautela hacia la sala que había visto en el monitor, rápidamente llegó a ella, ingresó la clave. Entró y cerró la puerta.

    La habitación estaba llena de fósiles de pokémon y plantas de hace millones de años. En medio de ella, tal cual como la había visto en la imagen del televisor, una cúpula con un objeto que se podía apreciar más claramente de cerca. Era muy similar a una roca pequeña, era transparente, de color naranja, en su interior tenía una masa lo suficientemente grande como para ser vista, pero lo suficientemente diminuta como para que no se viesen sus detalles.

    —Así que era cierto, tienen uno oculto aquí —expresó en voz baja—. Cuando me dijeron que viniera por él, no pensé que fuera verdad. Me pregunto por qué no lo habrán hecho público.

    El hombre pulsó un botón rojo, la cúpula se abrió, sustrajo el objeto y volvió a pulsar el botón. Nuevamente atravesó la puerta, se dirigió hacia la entrada trasera para salir de una vez del museo. Sin embargo, la puerta de atrás estaba abierta con, a lo menos, tres guardias en la salida recibiendo una entrega. Claramente no podía salir por ahí, además ya llevaba mucho tiempo en el lugar, el guardia de la sala de seguridad podía despertar en cualquier momento. No tuvo más opción que salir por la entrada principal.

    Comenzó a recorrer los pasillos esquivando a algunos científicos que se paseaban de un laboratorio a otro, hasta que sintió unos pasos detrás de él.

    —¡Oye tú! ¡¿Quién eres?! —gritó una voz masculina, el ladrón sólo atinó a correr hacia la puerta que daba con el vestíbulo, estaba a sólo unos metros— ¡Detente! ¡Guardias!

    El sujeto abrió abruptamente la puerta con un empujón, comenzó a atravesar la sala frente a la atónita mirada de las personas que lo observaban correr. Mientras tanto, era perseguido por una horda de guardias que no demoraron en alcanzarlo, rodeándolo a tan sólo unos metros de donde estaban parados Jack y Peter, quienes miraban atentamente la situación.

    Uno de los guardias avanzó un poco, en respuesta, el ladrón retrocedió con un paso que lo hizo resbalar, cayendo al piso. Los cinco guardias se abalanzaron sobre el ladrón, pero éste alcanzó a sacar una pokéball, liberando al pokémon en su interior.

    —¡Pinsir, usa protección! —una semi esfera verde y transparente apareció, alejando a los guardias mientras se agrandaba, expulsándolos unos metros.

    Toda la gente pudo ver a un insecto marrón de extremidades superiores delgadas con pequeñas garras al final de éstas, contrastadas por sus extremidades inferiores, gruesas y cortas en comparación a las anteriores, tenía unas poderosas mandíbulas complementadas con dientes horizontales. Su mirada era fiera, era dueño de unas gruesas pinzas blancas que descansaban sobre la parte superior de su cabeza. Aquel bicho estaba parado a los pies del aún tirado ladrón, quien se encontraba con su ligeramente desordenado pelo castaño al descubierto, la capucha se le había movido producto de la caída.

    —¿Te diste cuenta? —preguntó Jack sorprendido.

    —Cambia el tamaño de protección a voluntad —respondió Peter—. Generalmente ese movimiento puede ser usado con cualquier tamaño, pero una vez usado no se le puede cambiar —explicó.

    —Sí, creo que mi padre me había mencionado algo —agregó con rabia—. Tal vez debamos ayudar a los guardias —una de las cosas que más le desagradaban a Jack era justamente la delincuencia, había tenido una mala experiencia cuando pequeño.

    Una silueta a contra luz de un humano apareció en la mente de Jack, era un recuerdo de su niñez, tenía miedo, las lágrimas caían por su rostro, sus padres no lo socorrían, estaban tirados en el suelo, sin reaccionar. La sombra avanzó, extendiendo su mano hacia él, no lograba ver su rostro, todo fue sufrimiento y desesperación.

    —¡No! —exclamó Peter en voz baja, parando a Jack con la mano, quien ya había sacado la pokéball de Bulbasaur, sin haberse dado cuenta por el recuerdo—. Puede ser peligroso. Si hace eso con protección, imagina qué otras sorpresas puede tener —el chico no protestó, estaba algo confuso por lo que su mente había traído de vuelta a sus pensamientos.

    El ladrón se paró sin previo aviso, comenzó a caminar rápidamente hacia la salida, los guardias se hicieron a un lado para no ser golpeados por el movimiento de Pinsir. De poder haber corrido lo habría hecho, pero el sujeto debió adaptarse a los pies cortos de su pokémon.

    Los guardias no pudieron perseguirlo, hubiera sido inútil, no habrían podido contra la semi esfera verde. Pero para su sorpresa, una vez afuera del museo, el ladrón regresó a Pinsir a su pokéball, protección desapareció y comenzó a correr libremente entre la gente hasta perderse en la multitud que transitaba por las calles cercanas.

    Después del incidente, el museo se llenó de policías, detectives y periodistas. Jack, Peter y todos los demás visitantes debieron quedarse para ser interrogados sobre lo sucedido. El novato y el nadador no pudieron marcharse hasta luego de la hora de almuerzo. Ambos tomaron rápidamente el bus de vuelta al Centro Pokémon para comer algo, ya estaban a punto de desfallecer, mientras que Jack seguía enfadado por las molestias que había causado el ladrón, pero pensante por el recuerdo que había regresado.
     
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    Dark RS

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    Saludos.

    Creo que es 'casas'.
    "Lamayoría de las casan estaban pintadas con tonalidades..."

    No creo tener nada mas que agregar a correcciones.

    Me hizo gracia que durmiera al guardia dormido, aunque es comprensivo que lo hiciera. Me agrada la forma en que describes, en especial los fósiles en exibición. Me parece raro que el ladrón no descompusiera las cámaras de seguridad para hacer una huída limpia, sé que lo encontraron, pero no creo que lo planeara.
    Por un momento me pregunté por qué el ladrón no había levantado a pinsir, luego recordé que es muy grande y pesado, al punto que mejor pinsir lo cargaba, xD.
    Seguro que Jack aprendió un poco sobre aerodactyl, o eso espero, por que seguro necesitará ese conocimiento en el futuro.

    Fue un capítulo ligero, pero entretenido.

    Sigue escribiendo.
     
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  6. Threadmarks: Capítulo 8 - Y las hojas dejan ver la flor
     
    Thranduil

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    Hola mis amores, les vengo con un nuevo capítulus, pero antes a comentar el único comentario de esta semana :D

    Dark RS: Justamente lo durmió para que siguiese dormido. Cuando lo escribí no lo hice con esa intención, pero ahora que lo pienso, sí hace gracia. Las cámaras sólo las podía desactivar desde el cuarto de seguridad y usó ese aparato para hacerlo, además de borrar las grabaciones de los últimos segundos. Jack se enfrentará a dos aerodactyl diferentes. Gracias por dejar tu apreciación.

    Capítulo 8 - Y las hojas dejan ver la flor

    Robo en el Museo de la Ciencia

    En la mañana del trece de mayo, un suceso totalmente inesperado aconteció en los terrenos del Museo de la Ciencia de Ciudad Plateada. Por eso de las once de la mañana, un encapuchado se infiltró en el edificio y robó un extraño y peculiar objeto. El jefe de seguridad, que se encontraba en una de las salas traseras justo en el momento del suceso, indicó que no puede explicarse cómo alguien pudo haber burlado toda la seguridad con tanta facilidad. También se informó que el antisocial adormeció con cloroformo al guardia que se encontraba durmiendo en vez de vigilar las cámaras de seguridad, se especula que dicho guardia no había dormido bien en varios días debido a ruidos molestos cerca de su vivienda, por lo que no se descarta una investigación previa por parte del ladrón, además, éste último desactivó el sistema de seguridad de todo el edificio.

    Curiosamente, el objeto que sustrajo el sujeto fue nada más ni nada menos que un ámbar viejo que se encontraba en posesión del Museo para fines científicos. Se desconoce por qué las autoridades no dieron a conocer ésta noticia al público, pues cabe destacar que el ámbar viejo, contenedor del material genético del extinto pokémon aerodactyl, es sumamente raro de encontrar, la mayoría de los hallazgos están en posesión del gobierno. Son muy pocos los entrenadores que han logrado poseer uno de éstos, por diversos motivos, y tener un aerodactyl, por ejemplo, el domador de dragones, Lance.

    El momento del clímax llegó cuando los guardias acorralaron al ladrón, sin embargo, éste logró escapar entre la alterada multitud usando como escudo el movimiento protección de un pinsir en su posesión.

    La policía ya investiga los hechos y no descarta que el antisocial haya sido ayudado por alguien perteneciente al Museo.


    Jack y Peter se encontraban nuevamente en el comedor del Centro Pokémon, desayunando unos emparedados, acompañado de un jugo de mezclas de bayas, mientras sus pokémon comían con calma a su costado. El nadador leyó la noticia en voz alta, para comentar al respecto.

    —Me pregunto por qué no habrán dicho que tenían un ámbar viejo —dijo Peter con una intriga que no se le había visto antes.

    —Tal vez no querían que se supiera para que justamente no fuese robado —contestó Jack luego de tomar un poco de jugo por sentirse algo atragantado con la comida.

    —Pero aun así se enteraron.

    —Por eso dicen ahí que no se descarta que el ese sujeto haya sido ayudado por alguien del interior del Museo.

    —¿Has pensado en alguna estrategia? —preguntó Peter para cambiar de tema— Recuerda que tienes hora para una batalla con el líder de gimnasio para pasado mañana.

    Los Gimnasios Pokémon son edificios establecidos por la Liga para fomentar las batallas entre los entrenadores. Dichos establecimientos son comandados por un líder de gimnasio encargado de evaluar las habilidades del retador, con el fin de otorgarle una medalla como reconocimiento de sus habilidades por parte de éste mismo. Antiguamente cualquiera podía desafiar a un líder, pero hoy en día la Liga impuso un horario de atención para regular las horas de trabajo de éstos, aunque tienen permitido hacer excepciones en caso de ser necesario.

    —Estaba pensando en entrenar un poco —indicó Jack, a Peter le pareció obvio que debía hacerlo—. Tal vez enseñarle algún nuevo movimiento a Bulbasaur y Nidoran o alguna táctica que me pueda dar cierta ventaja —la verdad es que no había pensado mucho, sólo improvisó una respuesta, las imágenes que había recordado el día anterior en el Museo aun rondaban su mente.

    —Supongo que ya sabes que el líder usa pokémon de tipo roca, será difícil vencerlo con simples ataques físicos —advirtió calmadamente.

    —No, no he tenido tiempo de investigar —aclaró—. Sinceramente no sé dónde investigar sobre eso.

    —Bueno, no hay una página web o un libro donde puedas encontrar información, pero muchas personas conocen a los líderes —explicó Peter—. La Liga lo prefiere así para mantener el suspenso y la emoción —después de estas palabras tragó un poco de jugo.

    Regresaron sus pokémon a sus respectivas pokéballs, para luego dirigirse a la parte trasera del recinto. Había dos campos de batalla de tamaño pequeño rodeados por bancas, en uno de ellos se estaba librando un enfrentamiento, el otro se acababa de desocupar. Jack se puso en un costado de la arena, mientras que Peter caminó hacia la otra, sin ningún apuro.

    —¿Te parece uno contra uno? —propuso el nadador.

    —Me parece bien —indicó animado—. ¡Bulbasaur! —el animal-planta salió de la pokéball con energía, cayendo con sus cuatro patas sobre la tierra.

    —Poliwhirl —el renacuajo hizo lo mismo, se paró frente a su oponente lanzando una mirada con poca expresión.

    —¡Drenadoras! —una semilla salió del bulbo del cuadrúpedo, directamente hacia el poliwhirl oponente.

    Puño hielo —las manos del pokémon del nadador se cubrieron de hielo y atraparon la semilla en el aire, destruyéndola con el golpe e impidiéndole soltar sus enredaderas.

    —Nunca pensé que puño hielo se pudiese usar de esa forma —dijo Jack con una sorpresa moderada, ya sabía que Peter podría salir con algo semejante. Además, ya había más confianza de por medio, por lo que la situación no era como para espantarse tanto como en la batalla anterior.

    —Con ese movimiento, básicamente lo que se hace es congelar el puño antes de golpear —explicó Peter con calma—. En este caso Poliwhirl congeló sus manos teniéndolas estiradas.

    —Ya veo. Y como el hielo vence a la planta, se le hizo fácil destruir la semilla —dijo Jack.

    —Así es —concordó—. Sin embargo, debo decir que la semilla fue muy lenta. Debes entrenar la rapidez de ese movimiento. Recuerda que los pokémon roca son, lógicamente, más pesados, por lo tanto, el líder los habrá entrenado para sobrellevar esa desventaja. La roca podrá ser débil contra las plantas, pero puede machacarlas perfectamente.

    Una vez más, Peter había demostrado ser mejor entrenador que él, pensó en cosas que a Jack ni si quiera se le habían pasado por la mente, sin duda el nadador sabía cómo anteponerse a lo que eventualmente podría suceder. Además, dijo que drenadoras era lento, Jack había pensado que el movimiento había mejorado desde la vez que lo usó contra la sandshrew de Karin. Y para variar, había dicho todo tan tranquilamente que a Jack le pareció un poco irritante que le refregaran en la cara las falencias que tenía. Pero tenía que aceptarlo, había prometido seguir entrenando mientras buscaba un objetivo.

    —Sigamos luchando. ¡Bulbasaur, usa látigo cepa! —las lianas salieron de debajo del bulbo del pokémon, yendo directamente hacia Poliwhirl, no obstante, no lograron atacarlo, nuevamente éste había sido más rápido, atajándolas con sus manos.

    Puño hielo —las manos de Poliwhirl se congelaron mientras sujetaba las lianas de Bulbasaur—. Otra vez la lentitud, Jack —indicó Peter.

    Esta vez su calmado tono irritó aún más a Jack, pues no estaba quedando bien parado, además, la vez pasada que había peleado, Jack logró superar la dificultad que Peter le había puesto con mayor rapidez. Ahora estaba demorando.

    —Arrástralo hacia ti, Bulbasaur —la criatura comenzó a jalar sus lianas, arrastrando al renacuajo, quien, a pesar de oponer resistencia, fue fácilmente acarreado hacia él—. Gruñido —una vez frente a él, Bulbasaur emitió un molesto sonido que obligó a Poliwhirl a romper el hielo en sus manos, liberando así las lianas—. Parece que tu pokémon no tiene mucha fuerza.

    —Nunca te dejes llevar por las apariencias, puede ser peligroso —advirtió el nadador.

    —Pero si lo acabo de ver —evidenció Jack—. Poliwhirl fue arrastrado sin problemas.

    —¿Qué te hace pensar que Poliwhirl no se dejó arrastrar a propósito? —Jack lo miró un segundo y reaccionó.

    —¡Bulbasaur, aléjate de él!

    Puño incremento —el cuadrúpedo no alcanzó a moverse, siendo impactado por un fuerte golpe propinado por el puño derecho de Poliwhirl en todo el mentón, dejándolo tirado sobre su costado izquierdo.

    —El bulbo en la espalda de Bulbasaur es un peso adicional con el que tendrá que lidiar mientras evolucione —explicó Peter.

    —Por lo tanto, tendrá que usar movimientos a larga distancia —concluyó Jack las palabras del nadador, con sus manos en las caderas—. No podrá esquivar fácilmente los golpes cercanos —dijo mientras Bulbasaur se enderezaba.

    Jack comenzaba a entender las ventajas y desventajas de Bulbasaur, como entrenador, debía percatarse de todas las características con las que la naturaleza había dotado a su pokémon. Lo había hecho con Nidoran en la primera batalla contra Peter, pero no se había dado cuenta. Finalmente el entrenamiento con su calmado nuevo amigo estaba dando sus frutos.

    —¿Por qué no pruebas usar energibola? —propuso Peter.

    —Bien —aceptó—. ¡Bulbasaur, usa energibola! —dijo Jack con entusiasmo, pero el animal-planta se limitó a mirar a su entrenador con cara de no saber qué hacer.

    —No, Jack, debes decirle lo que tiene que hacer —el nadador no puedo evitar sonreír ante lo sucedido. No quería parecer alguien burlesco, pero le había causado gracia—. Bulbasaur, debes concentrar un poco de energía en tu boca y expulsarla.

    Bulbasaur cerró la boca por unos segundos, luego la abrió para dejar salir una pequeña esfera verde que brillaba débilmente, con un eructo como sonido de trasfondo. A Poliwhirl le causó gracia. El pokémon de Jack se sintió avergonzado, miró a su entrenador en busca de algo de ayuda.

    —Intenta hacerlo de nuevo —dijo Jack para animarlo—. Pero esta vez concéntrate más, imagina la energía fluyendo por tu cuerpo y reuniéndose en tu boca. Siente ese poder.

    Esta vez cerró los ojos por un tiempo más largo que el anterior, para hacer exactamente lo que su entrenador le dijo. Al abrir la boca, una brillante esfera verde, con mejor tamaño, salió expulsada de su boca rápidamente hacia Poliwhirl, el cual fue arrojado por el movimiento poco más de un metro.

    —Eso me tomó por sorpresa —comentó Peter—. Me gustó mucho la forma que usaste para explicarle a Bulbasaur cómo realizar el movimiento.

    —Tal vez sea suficiente por hoy…

    Inesperadamente, la frase de Jack fue interrumpida por un repentino brillo proveniente de Bulbasaur, que poco a poco comenzó a aumentar su tamaño. El pequeño e infantil pokémon que había hecho frente a Poliwhirl ya no estaba ante ellos, ahora era una criatura de aproximadamente un metro de altura, con un color de piel más cercano a un celeste oscuro que a su antiguo verde, con excepción de esa manchas con apariencia de figuras geométricas irregulares que parecían haber aumentado en número. Su cabeza era más proporcional en relación al cuerpo, sus pupilas rojas se mantenían, aunque eran endurecidas con la mirada del pokémon. Pero sin duda, lo que más destacaba en él era la sana flor rosada que yacía cerrada, apoyada sobre su lomo gracias a un pequeño y grueso tallo cubierto por unas hidratadas hojas verdes que alguna vez formaron el bulbo.

    —Esto sí que es inesperado —dijo Peter con sorpresa, aun así no se desmarcó de su tranquilidad—. Las hojas dejaron ver la flor.

    —Ahora es un ivysaur —dijo Jack con emoción mientras se agachaba para abrazar a su recién evolucionado pokémon, ya no podía levantarlo como antes.

    Por alguna razón Jack se sentía más contento de lo que se había sentido en mucho tiempo. No llevaba ni dos semanas como entrenador, pero ya había logrado bastante. Estaba comenzando a aprender a anteponerse a eventuales situaciones, a conocer las características y habilidades naturales de sus pokémon, para luego usarlas a su favor. Y para más remate, Bulbasaur acababa de evolucionar. Por un momento se olvidó de sus preocupaciones.
     
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  7.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

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    Saludos.

    Comenzaré con dos observaciones.
    En esta parte, donde van al área de lucha, parece que mezclaste dos ideaspor como lo escribiste, Jack se puso en una esquina de la arena mientras que Peter caminó hacia la otra o Jack se puso enun costado de la arena mientras que Peter caminó hacia el otro. Lee bien y verás que no coincide esa oración.
    " Jack se puso en un costado de la arena mientras que Peter caminó hacia la otra, sin ningún apuro."

    Lo segundo es que el inicio se siente muy forzado, como que no se oye tanto como un noticiero si no mas como un resumen del capítulo anterior.

    Me gustó mucho que bulbasaur evolucionara, aunque no fue muy épico, pero ahora podrá entrenar la nueva forma, poder y habilidades de ivysaur antes de la lucha de gimnasio. Peter debe comenzar a cobrar por impartir conocimientos de batalla y estrategia, o, tal vez tiene una razon para entrenarlo.

    Espero el líder dea Brock o su padre, será entretenido leer como desarrollas la pelea de gimnasio.
     
    Última edición: 2 Abril 2018
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  8.  
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    Bueno, trataré de ponerme al día con los comentarios de este fic. Lo iré haciendo poco a poco e iré editando este post. Comencemos

    Capítulo 5.
    de la otra salió una criatura igualmente cuadrúpeda de color púrpura con manchas del mismo color, pero levemente más oscuras, tenía un cuerno en la frente, en varias partes de su espalda salían formaciones similares, sólo que no tan puntiagudas. Poseía pequeñas garras en las patas y ostentaba de unas enormes orejas de interior verde que movía de vez en cuando, además de unos ojos rojos y un diente que salía de su boca, acentuando su apariencia infantil que iba de la mano con su etapa de crecimiento.
    Trato de adivinar que Pokémon es por la descripción y no se me viene nada parecido a la mente, no sé si se trate de una especie que no se consigue en Kanto o es que se trata de un ser venido de otro juego. Pienso que faltó decir el nombre de la criatura.

    Siguiendo con la descripciones me parece que a veces 'te vas mucho por las ramas' y dejan de ser descripciones como tal. Lo mismo sucede con los pequeños detalles como: ¿de dónde sacó la ropa el nadador?

    Ah ok, conque el Pokémon es un Nidoran, macho al parecer... de verdad que me costó reconocerlo.

    En general no fue un capítulo muy impactante, siempre me gusta el ambiente del Bosque Verde, creo que es un reto para todo escritor que toma como base la región de Kanto, cada uno le da su toque de mistisimo, pero al final el resultado siempre es muy parecido.

    Aparece un personaje misterioso con intenciones oscuras al parecer, creo que más adelante me enteraré de quien es. Hasta aquí este capítulo, luego sigo con el siguiente.
     
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  9. Threadmarks: Capítulo 9 - Contra las rocas
     
    Thranduil

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    Hola mis amores, aquí les va un nuevo capítulus, pero antes a comentar lo que me comentaron.

    Dark RS: Como que no entendí la parte que no entendiste, tal vez fue la palabra arena, ahí me refiero a la arena de batalla, para no repetir campo de batalla, creo que no me expresé bien. No había pensado en que se veía como resumen, pero creo que tienes razón. Peter sólo es amable, le gusta ayudar, es parte de su personalidad. Va a pelear con Brock, aquí no hay un padre, no es que Brock sea huérfano, pero recuerda que este mundo no es el del anime, es uno aparte, por lo que no hay Flint.

    NeverMore: Preferí revelar que era un nidoran para después para dejar un poco en suspenso al lector (que malo soy). Pensé que lo de la ropa del nadador lo había puesto, la tenía al costado del río, Peter se excusa de que sus pokémon atacaron porque los de Jack se acercaron mucho a sus cosas. Creo que fue difícil describir el Bosque Verde, justamente por esa mística. Bueno, Peter no es oscuro ni tiene malas intenciones

    Ok, aquí va el capítulo. Gracias por tomarse la molestia de leer y comentar.


    Capítulo 9 - Contra las rocas


    No parecía ser más grande que un Centro Pokémon, su techo era marrón, más sus murallas blancas, tenía unas puertas de vidrio, las que eran cubiertas por una cortina metálica cuando el recinto estaba cerrado. Con ventanas en la parte superior y una estructura celeste pegada a la pared que rodeaba toda la edificación. Arriba de la entrada sobresalía la mitad de una tipografía blanca de la pokéball, sobre un fondo gris. Con las rocas de la ciudad como adorno, el lugar emitía una sensación de dureza y aridez mucho más fuerte que el resto de la ciudad.

    Jack y Peter ingresaron al gimnasio, encontrándose con un hombre vestido con un traje marrón muy prolijo, era de contextura ancha, muy peinado, con la partidura bien marcada, estaba parado junto a una de dos estatuas justo en la entrada.

    —Buenos días —dijo atentamente el sujeto—. ¿Es uno de ustedes Jack Evans?

    —Sí, yo soy —dijo el chico.

    —Muy bien, tú puedes pasar —indicó a Jack—. Pero tú deberás mirar desde por aquí cerca —dijo al nadador.

    Jack avanzó hasta llegar a un pasillo hecho de piedras planas, cuyos costados estaban ocupados de rocas de varios tamaños, como modo de ambientación para el gimnasio y para el campo de batalla del mismo. De entre éstas, salían cuatro pilares de base cuadrada, dos por lado, de color verde pálido con dos surcos verticales por cada cara, más allá de las rocas las paredes eran también verdes, pero más oscuras. Al final del pasillo era posible ver una escalera blanca con bordes anaranjados que conducía a un lugar que no estaba iluminado, a su derecha yacía una puerta, también verde, que se confundía con el tono similar de la muralla.

    Un chico de la misma edad de Jack se paró frente a las escaleras blancas mirando hacia el entrenador, vestía una camiseta verde con mangas cortas, pantalones cortos del mismo color, sostenidos con un cinturón negro. Alrededor de su cuello traía un pañuelo rojo que le daba una pinta de niño explorador que le combinaba muy bien con el gorro con visera, también del mismo verde, que cubría parte de su cabello negro. Llevaba unos calcetines azules con una línea roja y zapatos marrones.

    —¿Eres tú el líder de gimnasio? —dijo Jack tratando de no subestimar al chico, puesto que le costaba creer que alguien de su misma edad fuera líder de gimnasio.

    —¿Acaso hay algo que te haga pensar que no lo soy?

    —Pues eres bastante joven para ser líder de un gimnasio.

    —Tienes razón, tengo catorce años y la edad mínima para ser un líder es de dieciocho años —indicó el chico—. Sin embargo, el líder de este gimnasio comenzó cuando tenía trece, en ese entonces la regla de la edad no existía y la edad mínima para comenzar a entrenar era doce, ahora tiene veintiuno.

    Esas palabras sólo sirvieron para preocupar a Jack, el líder le llevaba al menos nueve años de ventaja, su poca experiencia claramente no era suficiente, aunque tuviera la ventaja de tipo, sin duda el líder sabría cómo lidiar con ello.

    —¿Y bien? ¿Dónde está el líder? —preguntó Jack algo nervioso, pero decidido.

    —Parece que te falta algo de información —dijo el chico—. Antes de enfrentar al líder debes enfrentarte a otros entrenadores.

    —Es la nueva regla de la Liga —dijo Peter para sí mismo—. No sabía que ya estaba operando.

    —Para tu fortuna, este gimnasio sólo tiene uno. Mi nombre es Ángel y seré tu oponente —dijo el entrenador mientras sacaba una pokéball, liberando al pokémon que se escondía en su interior—. Uno a uno.

    Una roca flotante apareció sobre el pasillo de rocas pulidas, tenía dos brazos rocosos que terminaban en unos firmes puños, unos ojos grandes y una boca recta, su expresión era seria más poco amistosa.

    Geodude es mi pokémon, elige al tuyo.

    —Nidoran —el roedor de Jack salió de su pokéball, también posándose sobre el pasillo, sólo que del otro extremo.

    Placaje —la roca avanzó hacia Nidoran con su brazo por delante.

    Jack esperó a que Geodude estuviera cerca de su pokémon para dar una orden.

    Doble patada —dijo Jack en voz baja.

    El roedor posó su cuerpo sobre su pata delantera izquierda para girar en sentido del reloj y golpear a la roca con sus patas traseras, dejando al pokémon tirado en el suelo e inconsciente.

    —¿Por qué tu pokémon hizo eso sin que le dieras una orden? —expresó Ángel mientras devolvía a Geodude a su pokéball.

    —Sí lo hizo —dijo una voz proveniente del lugar oscuro que seguía a la escalera blanca—. Aprovechó la buena audición de Nidoran y le dio una orden en voz baja.

    Esas palabras resonaron en la mente de Jack, esa declaración era evidentemente del líder de gimnasio y lo único que demostraba era su vasta experiencia en pokémon, no había duda alguna, la batalla sería completamente diferente a todas las que había tenido antes.

    La zona oscura del gimnasio se iluminó, dejando ver un segundo piso compuesto básicamente por tres rocas, dos grandes, una en cada costado, y la tercera en medio de las anteriores, detrás de éstas la muralla era también verde, sólo que de un tono más cercano al petróleo. En una parte más superior de la pared se hallaba un octágono gris del tamaño de un plato de comida.

    En la roca de en medio se encontraba sentado un hombre de aproximadamente veintiún años de edad, tenía el pelo marrón, parado en puntas, su piel era algo tostada y sus ojos rasgados. Aquel sujeto vestía un chaleco naranja con cuello V que tenía una línea negra bordeándolo, puesto sobre una polera del mismo color negro, pero más opaco. Traía unos pantalones verde musgo con varios bolsillos, sujeto con un cinturón negro de hebilla delgada con su parte que sobraba colgando, además, calzaba unas zapatillas color tierra con suelas también negras.

    Cerca de él levitaban tres pokémon, dos de ellos eran geodude, el restante parecía ser la evolución del anterior, puesto que también era una roca sólo que ésta medía más de la mitad de su entrenador, tenía cuatro brazos, los inferiores muy pegados a su cuerpo, mientras que los demás estaban cruzados, mostrando una alta seguridad y confianza en sí mismo, también tenía unos pies, pero casi no se notaban. Su rostro era serio, más que los geodude, pero no tanto como el del líder.

    —Mi nombre es Brock —dijo al mismo tiempo que bajaba las escaleras acompañado de sus pokémon y Ángel se hacía a un lado— y soy el líder del Gimnasio de Ciudad Plateada.

    —Jack Evans —dijo el chico tratando de disimular un nerviosismo que el líder ya había notado—. Vine a desafiarte.

    —Basta de formalidades —dijo Brock con brusquedad— ¿Es primera vez que desafías a un líder de gimnasio? —Jack asintió— Se nota.

    Las palabras de Brock eran bastante cortantes y su expresión facial era seria, su personalidad concordaba perfectamente con su especialidad, el tipo roca. Era un sujeto duro, la amabilidad no parecía ser su mejor característica, su carácter era fuerte. La poca cordialidad con una persona que acababa de conocer le hacía pensar a Jack que en la batalla se mantendría la misma situación.

    —La batalla será de dos contra dos. Geodude —el geodude que se encontraba flotando a la izquierda del líder avanzó, poniéndose ante Nidoran—. ¿Asumo que ese será tu pokémon? —a Jack le pareció notar un poco de desdén en la pregunta.

    <<Vine aquí sólo porque dije que seguiría con esto mientras buscaba un objetivo en la vida —pensó Jack—. Espero que esta batalla me de algún indicio de si soy bueno en esto o no. Pondré a prueba todo lo que he aprendido. Si es que aprendí algo —dudó un poco.>>

    —Por supuesto —Nidoran se puso firme.

    La actitud de Brock era algo molesta para Jack, el chico entendía que era una batalla de gimnasio, pero no por eso debía ser tan antipático. Por otro lado, sus nervios se estaban combinando con la emoción que adquiría cada vez que batallaba.

    —¡Cornada! —Nidoran corrió hacia Geodude apuntándolo con su cuerno, a pesar de eso, la roca lo paró con su mano, agarrándolo de la cara.

    —Arrójalo.

    El rocoso pokémon levantó a Nidoran para arrojarlo hacia las rocas de ambientación que estaban al costado derecho del pasillo, mirándolo desde la perspectiva de Brock. Como las rocas eran irregulares y de varios tamaños, Jack perdió de vista a su pokémon.

    —Creo que no está demás decirte que sé cómo lidiar con la falta de velocidad de mis pokémon, debido a su alto peso —eso era justamente lo que Peter le había comentado hace dos días—. Lanza rocas.

    Geodude rompió una roca cercana a él de un solo golpe, con el propósito de tirar los pedazos de ésta contra el roedor, quien apenas se había levantado y se disponía a salir. Sin embargo, la roca flotante se vio obligada a parar a causa de un inesperado dolor.

    —Veo que punto tóxico es la habilidad de Nidoran —dedujo Brock sin gran sorpresa en sus palabras.

    —Así es. ¡Nidoran, usa placaje!

    El roedor comenzó a correr hacia Geodude, éste último se preparó para nuevamente sujetarlo de la cara. Pero cuando llegó a él, no lo embistió con su cuerpo. Alzó su pata delantera derecha y golpeó a la roca en su mejilla izquierda, dejándolo inconsciente en el suelo, con una pequeña fisura en el lugar del impacto.

    —Regresa —Brock le pasa la pokéball con Geodude dentro a Ángel y éste se la lleva por la puerta al costado de la escalera—. Supongo que volviste a usar la audición de Nidoran.

    —Supuse que si Nidoran se volvía a acercar a Geodude, éste lo volvería a atajar y arrojar. Por lo tanto, simulé cometer ese error para que creyeras que me estaba equivocando, usé esa orden para que se acercara —Brock se mantuvo inmóvil ante esas palabras—. Y le dije en voz baja que usara golpe roca. También inferí que no pensarías que usaría la misma estrategia dos veces, ya la habías deducido una vez. Además, tengo entendido que lo que espera un líder de gimnasio es que lo sorprendan con diferentes estrategias, no que repitan la misma —su respiración estaba agitada, el entrenamiento del día anterior había servido, la estrategia estaba funcionando.

    —Debo decir que estoy sorprendido —Jack no supo si creerle o no, la cara del líder estaba igual que como lo había estado desde que apareció—. Me parece que esta batalla se está poniendo ligeramente interesante. Debo admitir que cuando te vi, pensé que eras un simple novato que sólo vino a probar suerte, y lo sigo creyendo, pero…se nota una pequeña herencia familiar en tu mirada —hizo una pausa al ver la cara de disgusto del chico— complementada con un entrenamiento previo.

    —Preferiría seguir con la batalla —las palabras de Jack fueron cortantes, no le gustaba que lo definieran por las capacidades de su familia. No se avergonzaba por ser parte de ella, pero no quería que lo valorasen por eso.

    Era obvio que Brock sabía quiénes eran sus familiares, después de todo Evans no era un apellido muy común en Kanto, por la misma razón Karin y Peter lo habían relacionado inmediatamente con la famosa familia. Jack se preguntó si Brock lo había dicho por algún motivo en particular.

    —Bien. Graveler.

    La roca flotante más grande comenzó a moverse hasta quedar en el lugar donde Geodude cayó, una vez ahí dejó de levitar, quedando parado sobre sus patas, sus brazos inferiores seguían pegados a su cuerpo, mientras que los otros ahora estaban estirados en el aire, con una posición amenazante. Jack no debía permitir que esas extremidades atraparan a Nidoran, se veían sumamente peligrosas.

    —¡Golpe roca! —Nidoran comenzó a correr contra Graveler.

    Jack se vio obligado a darle directamente la orden, puesto que si el roedor comenzaba a correr sin una indicación del chico, Brock se percataría rápidamente de la táctica que estaba empleando.

    Rizo defensa —Graveler cruzó sus brazos y puso un pie un poco más atrás para poder afirmarse, para cuando Nidoran lo golpeó, éste último quedó inconsciente debido al fuerte impacto.

    —No esperaba eso —agregó con moderada sorpresa mientras su pokémon regresaba a la pokéball—. Ivysaur —el animal-planta se paró firmemente ante Graveler, sin verse intimidado.

    La madurez que había adquirido con su reciente evolución era evidente, se le apreciaba en el rostro. Además, su flor estaba tan fresca que se notó un ligero aroma cuando el pokémon salió de la pokéball.

    Avalancha —varias rocas de ambientación comenzaron a desprenderse de sus lugares, acompañadas de un ligero sismo, levitaron por un momento en el aire, para luego permitirse caer sobre Ivysaur, dejándolo sepultado.

    <<Maldita sea —pensó Jack—. Peter lo había previsto, las rocas pueden machacar a las plantas. Debo sacar a Ivysaur de ahí. Tal vez…>>

    —¡Ivysaur, sé que me escuchas! —Jack gritó tan fuerte que casi quedó sin aliento— ¡Usa gruñido, lo más fuerte que puedas!

    Las rocas comenzaron a temblar, las que estaban posicionadas más arriba comenzaron a caer hasta que la rosada flor del pokémon empezó a verse, en ese momento Ivysaur se liberó con mayor facilidad.

    —¡Látigo cepa! —dos lianas salieron de debajo de las hojas de Ivysaur, yendo directamente hacia Graveler.

    Rizo defensa —la roca se volvió a proteger, los látigos le dieron, pero, a pesar de tener la ventaja de tipo, no fue mucho el daño que le propinaron—. Desenrollar.

    Graveler comenzó a rodar y la preocupación de Jack se hizo evidente con la expresión de su rostro. Sabía perfectamente de la batalla contra Karin que si se usa desenrollar después de haber usado rizo defensa, el daño provocado por el primer movimiento aumentaría.

    Finalmente la rocosa criatura chocó al pokémon de Jack, Ivysaur fue desplazado poco más de un metro de distancia, hubiera sido más de no haber sido por las rocas de ambientación. Graveler volvió a su posición anterior.

    —¡Drenadoras! —Ivysaur lanzó una semilla marrón de su flor directamente a Graveler, sin embargo, éste la aplastó en el aire con sus dos palmas, sin permitirle soltar las enredaderas—. Látigo cepa —nuevamente salieron las lianas a escena, pero esta vez no lograron golpear a Graveler, pues éste las atajó en el aire.

    —Arrástralo hacia ti —ordenó Brock y la rocosa criatura empezó a ejecutar la acción, mientras Ivysaur se resistía—. ¿Qué sucede, Jack? Comenzabas a sorprenderme, pero hasta ahora no has hecho mayor daño a Graveler. Tal vez sólo has tenido suerte de durar tanto —comentó el líder con frialdad.

    Jack estaba demasiado ansioso y tenso por la batalla, la adrenalina fluía por su cuerpo más la emoción del momento no lo dejaba pensar claramente. Necesitaba calmarse para despejar su mente.

    <<Está pasando lo mismo que pasó en la última batalla que tuve contra Peter —pensó Jack—. Primero destruye la semilla y ahora un pokémon arrastra a otro, esta vez es Ivysaur quien es jalado, pero esa vez le dije a Bulbasaur que arrastrara a Poliwhirl para acercarlo, así el movimiento causaría mayor daño.>>

    —Debes pensar rápido Jack, los pokémon se están acercando y a Graveler le quedan dos brazos libres —advirtió Brock al mismo tiempo que su pokémon preparaba sus brazos inferiores, comenzando a moverlos por primera vez desde que la luz se había prendido.

    Una vez que Ivysaur estuvo a una distancia prudente de Graveler, Jack dio la orden, la cara de Brock olvidó toda expresión seria que había mantenido hasta ahora, dando lugar a una de preocupación.

    —¡Energibola!

    Ivysaur abrió la boca para dejar salir una brillante esfera verde que impactó todo el rostro de Graveler, causando una pequeña explosión en él. El pokémon cayó de espaldas con los ojos cerrados. Ivysaur guardó sus lianas inmediatamente cuando sintió que su oponente las había soltado.

    —Cuando un ataque así se hace desde tan cerca, el impacto es mayor —indicó Jack ante el atónito líder.

    Acababa de derrotar a Brock, la batalla no había sido muy larga, pero sí intensa, la rigidez del líder no había sido abatida hasta último momento, pero su cara ya no era de sorpresa. Jack no sabía cómo reaccionar ante su triunfo, no sabía si ser modesto o gritar a los cuatro vientos.

    —¡Ganamos! —decidió no ser modesto y expresar su alegría— ¡Ganamos! —comenzó a zapatear de felicidad y a mover sus manos, Ivysaur movió sus lianas de un lado a otro, como un baile. Estaba tan feliz que no pensaba en si la batalla le había servido de algo para definir su meta.

    —Has demostrado ser un buen entrenador —comentó Brock con una sonrisa franca en su rostro, mientras Graveler era devuelto a una ultraball, una pokéball con la parte superior negra y con una línea amarilla que rodeaba una U, con mayor ratio de captura—. Por eso te otorgo la medalla roca —dijo con una voz más suave, el otro Geodude que levitaba cerca avanzó hacia Jack para pasarle la misma figura octagonal que se encontraba en la muralla del fondo del segundo piso, pero en un tamaño más pequeño, el objeto era gris y brillaba a la luz—. Esa medalla es prueba no sólo de tu victoria, sino que también de tu desempeño y astucia.

    —Gracias —contestó Jack ligeramente confundido por el repentino cambio en la actitud de Brock, aún estaba contento, la felicidad no se le iría tan fácilmente.

    —Lamento haber sido tan duro durante el enfrentamiento —se excusó—. Pero eso también era parte de la prueba. Es verdad que no soy la persona más simpática, pero en las batallas debo exagerar. Mi deber como líder de gimnasio es examinar las capacidades de los entrenadores que me desafían y dictaminar si se merecen la medalla. A pesar de ser un novato, demostraste tener paciencia ante alguien desagradable y no dejar que eso te nublara el juicio ni que afectara tus decisiones —eso último si le había pasado a Jack, pero no quiso interrumpir—. Sobre todo si ese alguien hace referencia a tu familia.

    —No sé qué decir ante eso —ya estaba más calmado.

    —En el futuro te enfrentarás a personas con distintas cualidades y capacidades, y deberás superar esas dificultades en el momento. La dificultad que yo te puse fue mínima en comparación a lo que vendrá por parte de los demás líderes. Pero no te sientas mal por eso, no cualquier niño de catorce años puede decir que tiene una medalla de gimnasio.

    Jack y Peter se despidieron de Brock, se dirigieron inmediatamente a tomar el bus para ir al Centro Pokémon. Mientras esperaban en el paradero, Jack comenzó a hablar.

    —¿Crees que algún día pueda desmarcarme de la fama de mi familia?

    —No —le contestó Peter con la calma que tanto lo caracterizaba—. Toda la gente reconocerá tu apellido y muchos no van a esforzarse al pelear contigo por saberlo, pensaran que es una batalla perdida y no serán un reto para ti.

    —¿Por eso Brock hizo referencia a ellos? —dijo Jack—. Intentó nublar mi juicio para hacerme creer que no me tomaba en serio, pero sí lo hizo —se percató—. Intentó confundirme.

    —Aun así no caíste en eso, sólo te molestó que lo hiciera y seguiste comprometido con el duelo. Tu único desvío fue tu ansiedad. Has avanzado harto y tu celebración me causó gracia —agregó el nadador—. Pero dime, Jack, ¿qué conclusión sacaste de la batalla?

    —No lo sé muy bien —contestó rascándose la cabeza—. Sólo concluyo algo que ya sabía. Que debo esforzarme para conseguir lo que quiero. Pero eso es algo que todos saben.

    —Entonces, ¿continuarás buscando mientras sigues el camino que recorres?

    —Sí. Se podría decir que mi objetivo actual es buscar un objetivo —ambos rieron con felicidad—. Mira, ahí viene el bus —se subieron y partieron al Centro Pokémon.
     
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

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    Saludos.
    Cuando dice eso no deja claro si le dice que vaya al rincón castigado, lo saca del gimnasio y que vea por una ventana o lo guía a las graderías.
    "Pero tú deberás mirar desde por aquí cerca —dijo al nadador."

    No me termina de cuadrar esta descripción de geodude. Lo de la expresión seria mas poco amistosa es algo ambiguo o tal vez no entiendo la idea.
    "...terminaban en unos firmes puños, unos (sin el unos aún sirve) ojos grandes y una boca recta, su expresión era seria más poco amistosa."

    Las batallas fueron interesantes, aunque el geodude de Angel duró un solo ataque. Que el graveler de Brock levitara debe deberse a su habilidad, supongo. Fue una lucha interesante y casi pensaba que Jack perdería, había olvidado que había aprendido energyball y le quedaba ese as bajo la manga. Hubiera sido una historia muy distinta contra onix, pero se supone los líderes usan los pokemones deacuerdo al nivel del retador.
     
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    Blue Arcangel

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    Hola! Me gusta el camino que lleva la historia, tal parece emplearás una historia llena de aventuras, sin embargo me gustaría conocer más sobre el padre y el apellido Evans, asi que espero que lleves ese camino de transfondo a la historia principal.
    Una observación, ¿El pobre Peter pasaba días nadando pero no llevaba un cambio de ropa, una mochila o algo para dormir al menos? ¿Qué se supone que hace acompañando a Jack? Ya que es el tipo de personas con una vida muy ordenada, dudo que siguiera a alguien sólo porque le agrada, contrasta a su naturaleza serena.
    Creo que podrías sacarle algo de jugo a este cambio de la perspectiva sobre la investigación pokemon. Quizás colocando algún evento natural del que no se poseen datos o un comportamiento anormal en una especie, algo que fuercen a los investigadores a volver a sus tareas.
    Inclusive sin eso, la historia va bien, es una lectura entretenida y que te guía sola. ¡Sigue adelante!
     
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  12. Threadmarks: Capítulo 10 - La Danza de la Luna
     
    Thranduil

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    Título:
    La Historia de Jack Evans
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    Aventura
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    Holi!!!!!!!!!!!! He vuelto, debo disculparme, por no publicar antes, pero debo confesar que lo había olvidado, la universidad me tiene con la mente en otro lado, y cuando lo recordé, tenía muchas cosas por hacer, si bien tengo toda la historia escrita, me gusta revisar nuevamente los capítulos antes de subirlos. Bueno, primero a comentar lo que me han comentado.

    Dark RS: Cuando le dice eso a Peter, es porque no puede ayudar a Jack en la batalla, supongo que me expresé mal al describirlo. El geodude de Angel duró poco, porque la idea es que el capítulo se centre en la batalla de gimnasio, no en las que loa preceden, por eso lo derrota con un sólo golpe. Graveler flota porque justamente porque puede hacerlo, la idea la saqué del manga pokespe, donde el graveler de Brock estaba flotando la primera vez que apareció, aunque después nunca más lo hizo. Lo de no usar a Onix es porque Jack no hubiese podido vencerlo, entonces tuve que buscar una explicación, los líderes tienen un horario que cumplir, donde entablan muchas batallas, por lo que su Onix pudo haber sido debilitado con anterioridad, por eso Brock tiene más de un geodude.

    Blue Arcangel: Creo que lo más que se sabrá sobre los Evans es lo que lograron, puesto que esto sirve para comenzar a desarrollar a Jack, pero no es su gran problemática, aunque sus familiares aparecerán. Peter ayuda a Jack porque estaba perdido, luego simplemente viajan juntos porque van al mismo lugar y aprovecha de enseñarle algunas cosas, lo del cambio de ropa se me pasó. Debo decir que no entendí lo que dijiste de la investigación, más bien no sé por qué lo comentas, no creo haber puesto nada sobre investigación más que lo ocurre en el Museo. Sin embargo, debo decir que tengo una idea de fic, donde la temática sea la investigación, pero sólo es una idea en pañales.

    Gracias a ambos por sus comentarios, siempre me alegra que haya gente que se tome la molestia de leer mi historia, especialmente cuando hacen sus reparaciones al respecto. :D

    Capítulo 10 - La Danza de la Luna


    Jack y Peter estaban a punto de llegar al final de la ruta cuatro, un sendero compuesto por dos caminos, uno pavimentado para uso exclusivo de automóviles y el otro de tierra con algunos pastizales que aparecían de vez en cuando. El camino estaba rodeado por grandes montañas a lejos, lleno de entrenadores, la mayoría de Plateada. Gran parte de ellos se encargaron de entablar batallas contra Jack, pero como había dicho Peter, muchos no se esforzaron para vencerle una vez sabido su nombre.

    Habían salido de la ciudad el día después de haber derrotado a Brock, en la tarde, por lo que la oscuridad no demoró en alcanzarlos. Sin embargo, la noche no fue del todo fría, puesto que las montañas impedían el acceso al viento. Además, tuvieron una increíble vista de estrellas fugaces en el cielo.

    Una vez que llegaron al final de la ruta, en la tarde del siguiente día, se encontraron con uno de los pocos Centros Pokémon de Kanto que no se hallaba dentro de alguna ciudad o pueblo. Era medianamente grande y poseía los mismos colores de siempre, murallas blancas con techo rojo, sin dejar de mencionar su acceso a la carretera que conectaba las ciudades, puesto que a mucha gente le gustaba venir a observar los alrededores del Monte Moon, pero no todos ellos eran entrenadores.

    —¿Por qué hay tanta gente en este lugar? —preguntó Jack, pues no entendía por qué un lugar tan alejado de la ciudad tenía tantas personas visitándolo.

    —El Monte Moon es un lugar conocido en todo Kanto —explicó el nadador—. La gente viene a observar la mística del lugar, a buscar fósiles, piedras lunares y si tienen suerte tal vez vean un clefairy.

    —Ya veo —dijo sin mucha emoción—. Iré donde la enfermera para que revise a Nidoran y Ivysaur.

    Mientras Jack se alejaba, un hombre relativamente gordo y con poco pelo en la cabeza se acercó a Peter. Vestía una playera rosada muy roñosa, con pantalones de mezclilla celeste, bastante desaliñados.

    —Buenas tardes, joven viajero —dijo el sujeto con fingida amabilidad—. Veo que entrenas pokémon de tipo agua —Vaporeon y Poliwhirl habían estado fuera de sus pokéballs desde que entraron al edificio—. ¿Por casualidad no te gustaría comprar un raro y poderoso pokémon del mismo tipo por tan sólo quinientos pokédolares?

    El hombre sacó una pokéball para mostrársela a Peter. A través de la parte roja se lograba ver un pokémon con forma de pez, tenía la boca abierta que maximizaba su expresión torpe, era la típica criatura que hacía las cosas nada más que por instinto, poseía unos bigotes.

    —Como entrenador de pokémon de tipo agua conozco muy bien a esa criatura, es un magikarp y no es para nada poderoso, ni tampoco raro, lo puedo encontrar en cualquier parte —indicó el chico.

    —Está bien, pensé que eras un iluso e ignorante, tienes cara de serlo —a Peter no le gustó que le dijeran eso, pero guardó la compostura, aunque puso cara de ofendido—. Aquí siempre llegan de esos —dijo el sujeto—. Ten, te lo regalo —le aventó la pokéball antes de marcharse.

    Esperaron hasta el anochecer para adentrarse en el Monte Moon. Peter había convencido a Jack de hacerlo debido a que era más fácil avistar cosas interesantes y todas las personas lo hacían, por lo tanto, era más fácil salir de una emergencia en caso de que sucediese una, habría más ayuda.

    Decidieron ir con sus pokémon fuera de las pokéballs, con el único que no pudieron hacerlo fue Magikarp, cuando Peter lo sacó de su pokéball en el Centro Pokémon, sólo atinó a hacer una cosa, caerse de costado y comenzar a salpicar. Como no tenía piernas, no habría ido al ritmo de los demás, ni siquiera hubiese avanzado.

    Mientras caminaban por uno de los tantos túneles del famoso monte, Nidoran paró en seco, orientando sus orejas en diferentes direcciones, hasta dejarlas quietas, los demás sólo permanecieron quietos hasta que un aleteo comenzó a oírse fuertemente. Lo que apareció ante ellos fue un pokémon con apariencia de murciélago, su piel era de un celeste oscuro, su cuerpo era relativamente pequeño respecto a sus alas, las que tenían una membrana púrpura, mientras que su cabeza lo era con sus orejas, de interior también púrpura, sus largas patas eran delgadas y ostentaba cuatro colmillos en su boca.

    —Es un zubat —indicó Peter—. Podrías capturarlo.

    —Bien —se animó el chico—. ¡Ivysaur, usa energibola! —el animal-planta concentró energía en su boca para expulsar una brillante esfera verde contra el ser volador, inmediatamente después, Jack lanzó una de las superball que ganó en la Academia hacia el pokémon, el cual no tardó en ser capturado.

    —Es un pokémon de tipos veneno y volador, ¿por qué usaste un ataque de tipo planta?

    —No quería dañarlo tanto, lo necesito para salir de aquí lo antes posible, después de todo nació aquí, debe conocer muy bien todos los caminos —explicó Jack sonriendo.

    —¿Qué te hace pensar que no sé el camino? —preguntó Peter.

    —No caminas tan rápido ni seguro como en el Bosque Verde, seguramente siempre has usado el camino vehicular, debe haber alguna línea de buses que transporte gente entre las ciudades —contestó el chico. Se sintió algo triunfante al ver que era él quien se adelantaba a la situación y no su amigo. Sonrió más por haber aprendido algo.

    —Sí, es verdad —reconoció algo avergonzado.

    —Antes necesito hacer algo. Zubat —el murciélago salió de la superball—, ¿te molestaría viajar conmigo? —Peter lo observó intrigado y el pokémon asintió— Excelente. ¿Te molestaría llevarnos a la salida? —Zubat se dio la vuelta y comenzó a guiarlos. El chico miró al nadador— No puedo obligar a nadie a ir conmigo si es que no quiere —explicó antes de que preguntara—. Hice lo mismo con Nidoran.

    Todos siguieron a la alada criatura que los condujo expeditamente a una salida. Luego de treinta minutos, pudieron ver nuevamente la luz de la Luna, esta vez iluminando un hermoso claro similar a donde Jack y Peter se habían conocido. Tenía un gran lago de tranquila agua donde se reflejaba el blanco satélite natural con todo su esplendor y gran parte de la constelación de estrellas en el cielo, había muchos árboles de varios tamaños que se mezclaban en las sombras de la noche, muchos arbustos y un campo de tierra con pequeños trozos de hierba. Las únicas diferencias eran las montañas de fondo que se confundía con la negrura del cielo y una casa celeste cerca del lago, sus colores no se lograban apreciar muy bien, sus luces estaban prendidas. Además, el lugar poseía una inigualable mística que lo rondaba.

    —Que hermoso lugar —dijo Jack—. Pero, ¿por dónde debemos seguir?

    —Esta no es la ruta cuatro —aseguró Peter—. Le dijiste a Zubat que te llevara a la salida, pero no le dijiste a cuál —lo regañó con tranquilidad.

    —Esta es la Plaza del Monte Moon —dijo una voz con un tono sofisticado—. Es conocida sólo por muy poca gente debido a que para llegar aquí es necesario desviarse del trayecto tradicional.

    Los chicos y sus pokémon se dieron vuelta al oír la voz, Jack se percató de que Nidoran ya lo estaba mirando. Lo que lograron observar era un chico de una edad aproximada a la de Peter, poseía su misma altura, tal vez algunos milímetros menos, pero no se notaba. La luz de la Luna le daba de lleno en todo su frente. Vestía una chaqueta muy similar a la de los meseros, de esas negras y sin manga, la llevaba puesta sobre una camisa blanca que conjugaba perfectamente con una corbata rojiza, sus pantalones y boina eran de un rojo más vivo, mientras que sus zapatillas negras tenían cordones también rojizos. Su cabello era castaño oscuro, su piel blanca y sus ojos marrones.

    —¿Quién eres? —preguntó Jack.

    —Mi nombre es Adam Parker —pronunció con elegancia—. Y ¿ustedes?

    —Peter Echizen y él es Jack Evans —respondió el nadador.

    —Para ser sincero, debo admitir que es primera vez que escucho el apellido Evans en persona, antes sólo lo había oído por la televisión—aclaró con modesta educación—. Debes ser hijo de Nina, te pareces demasiado a ella.

    —Sí, es mi madre.

    —Pues es un placer conocer a un Evans —hizo una pequeña reverencia con la cabeza—. Y si no me equivoco, tú eres nadador o al menos lo fuiste. Hace mucho que no oigo de ti —el chico tenía buena memoria.

    —Me retiré.

    —Ya veo. Y ¿qué hacen por aquí? ¿Vienen a observar la Danza de la Luna?

    —¿Danza de la Luna? No tenía idea de eso —dijo Peter.

    —Finalmente algo que no sabes —dijo Jack en tono de broma, el nadador se limitó a sonreír, la confianza entre ellos dos ya era un poco más profunda.

    —Es básicamente un baile que hacen los clefairy sobre ese lago en honor a la Luna cuando está llena. Es realmente un espectáculo magnífico. Llegué aquí hace unos días y estoy esperando a que ocurra. Es la quinta vez que vengo a verlo —sonrió emocionado.

    Jack nunca había conocido a alguien de esa edad que hablara con tal educación y dominio del lenguaje. Adam era un chico con apariencia moderna que usaba un habla bastante rebuscada, sin mencionar que su manera de conversar le hacía entregar información que no le preguntaban. Además, esa reverencia que hizo en una parte de la conversación le hizo pensar a Jack en la edad de los reyes y caballeros, cuando hablaban con sabiduría en sus palabras.

    —Y ¿eres entrenador? —preguntó Jack con gran interés.

    —Lo soy —respondió Adam—. Veo que desafiaste a un líder de gimnasio —dijo al ver la medalla roca en la correa del bolso de Jack—, de Plateada, si no me equivoco. Esa pelea contra Brock debió haber sido fantástica.

    —Lo fue —intervino Peter—. Jack, me gustaría luchar esta vez, tú ya has tenido bastante entretención los últimos días —dijo con tranquilidad.

    Por primera vez Jack vería a Peter pelear enserio. La batalla que había tenido con él había sido bastante ardua, pero al fin de cuentas sólo fue como un entrenamiento y no se había esforzado. Además, su contrincante era Adam, sin duda era alguien que escondía sus habilidades detrás de una extrema educación, al menos eso pensó Jack, pues el chico se veía seguro de sí mismo y no parecía tambalear. Una seguridad muy similar a la de Peter. Lo más probable es que el enfrentamiento develara más de una sorpresa.

    Peter y Adam se colocaron en diferentes partes en la zona de tierra, Jack y sus pokémon de posicionaron cerca del estanque, donde nadaba Magikarp, lo habían soltado para que viese la batalla, aunque no entendió mucho.

    —Vaporeon —el felino avanzó unos pasos, con mucha elegancia en su andar.

    Flareon.

    Un anaranjado zorro, con leves rasgos felinos, apareció de la pokéball de Adam, su pelaje era suave como el algodón y cálido como una fogata en el invierno más frío. Además, en su cola, parte superior de su cabeza y alrededor del cuello, su cabello era amarillo, pero en una cantidad más abundante. Sus ojos eran negros, tan profundos como los de Vaporeon. A Jack le pareció ver un parentesco entre ambos pokémon y estaba en lo correcto, las dos criaturas eran evoluciones de la misma especie.

    —Un pokémon de tipo fuego —indicó Peter—. ¿Debo asumir que estás preparado para enfrentar una desventaja de tipo?

    —Asumes bien —respondió Adam—. Bola sombra —una oscura esfera negra salió de la boca de Flareon, dirigiéndose hacia la acuática criatura.

    Rayo hielo —Vaporeon abrió la boca y de ésta salió un frío rayo celeste que impactó la esfera lanzada por su oponente, obligándola a explotar en el aire.

    Giro fuego —Flareon abrió nuevamente su boca, pero esta vez una llamarada en forma de espiral fue lo que salió de ahí, directamente a su contrincante, amenazándolo con quemarlo.

    Hidropulso.

    Vaporeon lanzó un chorro de agua en forma de aro, pero no alcanzó a tocar siquiera a Flareon, puesto que la llamarada se lo impidió. El pokémon de Peter se vio rodeado de fuego por unos segundos, siendo dañado por éste.

    Niebla.

    Una grisácea bruma comenzó a cubrir gran parte del claro, desde la zona de tierra hasta los árboles. Se veía claramente cómo la luz lunar atravesaba la bruma, creando sombras dentro de la misma oscuridad, dentro de lo que se podía, que se había acentuado con el movimiento de Vaporeon.

    —Realmente una estrategia interesante —indico Adam—. Nunca está demás cegar a tu oponente. Sin embargo, tú tampoco puedes ver.

    —Pero Vaporeon puede sentir a Flareon —explicó Peter—. Y puede hacer que haya niebla en el lugar que quiera —inmediatamente la zona donde el zorro de fuego se hallaba se despejó, aunque Jack y sus pokémon no podían ver nada, sólo escuchaban.

    —Ya veo. Tu pokémon controla sus movimientos —dijo—. Mi pokémon también tiene algunas sorpresas —sonrió sin ser visto—. Flareon, utiliza bola sombra nuevamente.

    Otra vez el zorro abrió su boca para expulsar una sombría esfera negra, pero, a diferencia de la vez anterior, no fue una bola sombra la que impactó a Vaporeon, sino que diez de ellas chocaron con el acuático pokémon desde distintas direcciones.

    —Despeja la niebla —ordenó Peter al escuchar el feo sonido de los impactos, conservó su tranquilidad, pero mezclada con un leve tono de ansiedad.

    Para cuando la bruma se había dispersado, lograron observar perfectamente a la luz de la Luna diez Flareon en diversos lugares alrededor de Vaporeon, quien se encontraba con algunas heridas pequeñas. Poco a poco los Flareon comenzaron a desaparecer, hasta quedar sólo el que se encontraba frente a la criatura del nadador.

    Jack estaba viendo en vivo y en directo algo a lo que no le encontraba explicación, el chico no podía más de la emoción. La sonrisa de fanático no se borraba de su rostro.

    —No escuché que le dijeras a Flareon que usara doble equipo.

    —Así como tú has entrenado a tu pokémon para que domine sus movimientos, yo he capacitado al mío para que haga ciertas cosas en ciertos momentos, sin una orden mía —explicó—. Ocupando la sorpresa como una carta de triunfo.

    —¿Quieres decir que Flareon está entrenado para usar doble equipo cuando haya niebla en el ambiente? —intervino Jack.

    —No. Lo usará cuando no pueda ser visto —aclaró.

    —Pero Vaporeon lo sintió, ¿Por qué no pudo hacerlo con las copias? —volvió a intervenir.

    —Cuando usas doble equipo a vista y paciencia de tu oponente, éste verá al original y las copias, pero no sabrá cuál es el verdadero, porque su cerebro no le permite saberlo, sus ojos le dicen que hay más de uno —aclaró—. Pero cuando lo usas sin ser visto, tu oponente usará su instinto para hallar a tu pokémon y dará con el original sin sentir las copias, ya que ellas no existen.

    —Pero las copias también atacaron —agregó Peter—. Había escuchado que algo así es posible después de un arduo entrenamiento, sin mencionar que deja al pokémon algo agotado. Podría atacarte ahora y debilitarte, pero me parece prudente terminar aquí.

    —¿Por qué? —preguntó Jack— La batalla está demasiado interesante, necesito saber el final de esto —protestó infantilmente.

    —De aquí a Ciudad Celeste nos encontraremos con varios entrenadores —indicó Adam— y no sabemos cuántos de ellos nos retaran a un duelo, sin contar los pokémon salvajes que saldrán. Por lo tanto necesitamos que nuestros pokémon tengan todas sus energías —dijo mientras rociaba a Flareon con el líquido que contenía un frasco con aerosol, de color blanco y púrpura.

    Adam y Peter habían demostrado una madurez en entrenamiento que Jack no lograba digerir. Jack sólo habría pensado en la batalla y en cómo vencer. Pero ellos dos habían ido más allá, se habían antepuesto ante eventuales situaciones. Además, Adam había demostrado una nueva táctica para los duelos.

    —¿Vendrás con nosotros? —Jack estaba lleno de preguntas.

    —Por supuesto. Si llegaron hasta aquí sin saber de la Danza de la Luna significa que no saben cómo salir del Monte Moon —respondió—. Al menos los acompañaré hasta Celeste, desde ahí yo seguiré a Ciudad Carmín.

    —Jack —interrumpió Peter—. Cuando me separe de ti en Celeste, puedes seguir viajando con Adam y así tal vez puedas luchar con él.

    —Será un gran honor viajar con un integrante de la familia Evans —hizo un pequeña reverencia con la cabeza, igual que la vez anterior.

    Los chicos continuaron realizando sus planes al mismo tiempo que sus pokémon inspeccionaban los alrededores. Vaporeon y Poliwhirl se metieron al agua para acompañar a Magikarp y humedecerse un rato, Flareon se recostó en el suelo, Zubat se paró a reposar sobre el hombro de Jack, mientras que Ivysaur y Nidoran correteaban en el lugar.

    La luz de la Luna llena, repentinamente, pareció intensificarse, aclarando el lugar. Inesperadamente, una rosada criatura apareció dando pequeños brincos entre los muchachos, como si no los viera, o simplemente los estaba ignorando. Tenía un ricito en su frente, orejas con forma extraña y de color marrón, una cola igualmente rizada, extremidades pequeñas y dos alitas. El pokémon parecía que apenas tocaba el suelo cada vez que bajaba luego de dar un salto.

    —Es un clefairy —dijo Adam con entusiasmo.

    Y no era el único, decenas de clefairy salieron de entre los árboles, arbustos y otros lugares donde pudiesen ocultarse, dirigiéndose hacia el lago dando brincos en vez de pasos. Ahí, una gran cantidad creó un círculo en medio del estanque, el resto hizo círculos más pequeños alrededor. Las simpáticas criaturas parecían volar en vez de bailar a la luz de la Luna, inundando el lugar de una incomparable mística, mucho más que la que habían detectado los chicos al acercarse al monte.

    Los clefairy danzaron por varios minutos con esa alegría que sólo tus pares pueden darte, a ninguno de ellos le importaba la presencia de seres ajenos al lugar. De súbito, una criatura semejante a Clefairy irrumpió entre ellos, también a saltos, pero un poco más grande y desarrollada. Poseía unas orejas más puntiagudas, siendo marrones sólo en las puntas, sus alas eran de un tono más oscuro y más grandes, aunque seguían siendo pequeñas en comparación al cuerpo. Era imposible no verlo, en tamaño era más enorme que Ivysaur, un poco más del doble de Clefairy. Adam estaba completamente excitado, y no era para menos, pues avistar la forma evolucionada de Clefairy en estado salvaje no es cosa de todos los días.

    —Un…un clefable —murmuró Adam casi al borde de las lágrimas—. Un hermoso clefable. No hay palabra alguna que describa este preciso momento.

    —Inefable —indicó el nadador—, esa es la palabra correcta.

    —Gracias —murmuró nuevamente.

    Más clefable aparecieron en la maravillosa escena, no eran tantos como los clefairy, pero se hacían notar, ellos también danzaban bajo la blanca luz del satélite, lograban llegar más arriba que sus pre evoluciones y sus saltos eran más largos. Era realmente un espectáculo digno de un concurso pokémon de primer nivel.

    Durante todo ese rato, Jack miró detenidamente el baile sin cansarse de los repetidos movimientos, al contrario, sintió como si todo eso lo llenase de renovada energía, como si pudiese hacer todo lo que se propusiera, como si no tuviera límites.

    Tranquilamente y sin ningún apuro, luego de varios minutos, los clefairy y los clefable comenzaron a abandonar el lago paulatinamente, volviendo a los lugares por donde habían venido. No obstante, dos clefairy se aproximaron suavemente a Jack, ambos traían unas rocas verdes con una luz interna en sus pequeñas manos, ofreciéndoselas al chico.

    —¿Son para mí? —preguntó Jack ante un atónito Adam que no podía creer que presenciaba semejante interacción, los clefairy asintieron—. Muchas gracias —dijo el muchacho mientras tomaba las rocas, las amables criaturas se acercaron a unos arbustos donde un clefable los esperaba para desaparecer entre la vegetación—. Supongo que son piedras lunares, son idénticas a la del Museo de la Ciencia de Plateada. Me pregunto por qué me las habrán dado.

    —Espectáculo más majestuoso que este no se había visto nunca antes en ningún lugar —comentó Adam con sus ojos brillosos—. Es la quinta vez que lo veo, pero sin duda este fue épico. Ni si quiera se espantaron con nosotros —dijo algo exaltado, lógicamente sin perder su educación.

    —Sí, pienso lo mismo —agregó Peter con calma. Hubiese parecido que la escena no le había provocado nada de no ser por la sonrisa en su rostro—. Pero ya es bastante tarde como para seguir el camino hacia Cerulean y no tengo ganas de retroceder al Centro Pokémon. ¿Dónde vamos a alojar?

    —Podríamos ir a esa casa —propuso Adam, los demás sólo lo miraron—. La anciana que vive ahí es amiga de nuestra familia, su nombre es Estrella, es muy simpática, no le molestará que nos quedemos aquí. Las veces que he venido me quedo ahí. No tiene muchas camas, pero nos las arreglaremos.

    Así los chicos se acercaron a la casa, donde una adorable anciana les abrió las puertas de su hogar, pudiendo dormir tranquilamente luego de un inigualable acontecimiento.
     
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    Dark RS

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    Saludos.

    No me pareció ver algo que hiciera falta cambiar, aunque no busqué mucho.

    Un nuevo pokémon para Jack y otro para Peter. Cuantos recuerdos del estafador de magikarps, xD

    La danza de clefairys y clefables la imaginé tal como en el anime. Aunque, donde los clefairy entregan las moon stone me hace pensar en por qué no evolucionaron al tocarlas.

    Tal vez con Adam se averigue mas sobre el famoso apellido Evans. Sin mas que agregar.
     
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    JoJoBaoh

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    Buenas, ya puesto al corriente los demás capítulos, como he dicho anterioridad casi no hay nada que pueda decir de las descripciones y tu ortografía, aunque tengo dos puntos que hay que aclarar.

    - En el cap. 7: Reitero con la palabra 'polera' que no la uses en narración, úsala como diálogo porque le das cierta vida a la región por usar regionalismos y lo hace característico de ese lugar. Para esta ocasión puedes usar 'playera', 'camisa' o en caso de las mujeres 'blusa' , menciono estas porque son las "neutras"

    - La noticia que colocaste en el capítulo 8, en sí está bien escrito, el problema es que no está acoplado a una nota informativa o cualquier género periodístico, de hecho retomo lo que dijo otro usuario aquí, se oye más de resumen que una noticia así que para mi fortuna y para tu desgracia, tengo que decirte que está mal ¿Por qué? Veamos como se hace una nota informativa para periódicos (aquí asumo que 'redactaste' una nota para periódicos, pero regularmente se conserva en casi todos los medios)

    Primero tienes que usar "La pirámide invertida" es donde colocamos la información más importante al principio y lo general hasta el final. ¿Cómo sé que es lo más importante? Con las "6W"(en inglés)

    ¿Qué pasó?
    ¿Cuándo pasó?
    ¿Dónde pasó?
    ¿Por qué pasó?
    ¿Cómo pasó?
    ¿Quién ...?

    Con esa información, me tienes que decir todo en el primer párrafo, que es lo más difícil, porque los párrafos consiguientes complementan con la información del primero.

    Un ejemplo sería:

    "El día 3 de Abril del 2017 se aprobó una ley en el Senado de la República que prohibirá la venta de una bebida energética, ya que este producto causó la muerte de varios jóvenes alrededor del país por el consumo excesivo.

    Según datos informan que 3 de cada 40 jóvenes que estudian entre la secundaria y el bachillerato, fallecían por culpa del consumo de este producto nocivo, ya que para ellos les ayudaba a concentrarse más en sus actividades diarias.

    Investigadores encontraron varios químicos perjudiciales para el consumo humano, tales como ..................... que impulsaban el rendimiento a costa de su salud.

    Tiendas especializadas empezaron a retirar esta bebida para evitar posibles demandas o multas de grandes cantidades por vender un producto ilegal."

    Aunque no lo creas las 6W están presentes en el primer párrafo

    ¿Qué pasó? Se aprobó una ley
    ¿Quién la aprobó? El Senado de la República
    ¿Cuándo Pasó? El 3 de Abril del 2017
    ¿Dónde pasó? En el Senado de la República
    ¿Por qué pasó? Por la muerte de jóvenes
    ¿Cómo pasó? Por el consumo excesivo de una bebida

    Observa cómo los siguientes párrafos son complemento del primero o ayudan a indagar más cierto aspecto que no dicta el primer párrafo. Por qué se hace esto me preguntarás, porque cuando lees un periódico (si lees periódicos) solo basta con leer el títular y el primer párrafo para entender todo el suceso, si te interesa la noticia pues continúas leyendo para enterarte por completo.

    El mínimo que debes de hacer en un párrafo son de 3 oraciones y 4 es la máxima (para un periódico, en Word no sabría decirte, capaz son de 2 a 3 oraciones) además de que solo son de 3 a 4 párrafos, pero no es una ley de a fuerzas, puedes acoplarte a tu manera, el motivo de esto es para no cansar al lector con muchas letras en un solo lugar, además, no debe de haber "paja". Pongo de ejemplo en tu redacción para que veas cómo es

    "El objeto que sustrajo el delincuente fue un ámbar viejo, las autoridades desconocen el por qué los directivos del Museo no dieron a la luz que tenían bajo su posesión un artículo de gran valor en el mundo científico."

    Lo demás es "paja" es información que no forma parte del suceso ¿Si me doy a entender?

    Hacer notas periodísticas tiene su chiste y para mí es un arte, en un sentido muy vago. Yo sugiero que lo cambies, esto hace que una persona como Yo, que sabe de esto, lea una nota informativa hecha y derecha, se sorprenda, sobre todo si el autor no sabe del mundo periodístico.

    Sobre la trama, el avance es lento pero seguro, pero algo que he percatado, casi en todos los episodios "fuerzas" un combate Pokémon, como siguieras una fórmula cada capítulo, que no es malo seguir una fórmula pero hay que saberla ejecutar, pongo de ejemplo "Hajime no Ippo" un anime de boxeo que su fórmula es la siguiente.

    1.- Preparación para el combate: se conoce el trasfondo de los boxeadores, motivos por el cual buscan el título, además su preparación y entrenamiento para el día.

    2.- Día del combate: Los boxeadores suben al ring y que empiece la pelea.

    Una fórmula básica, muy básica, pero el objetivo se cumple, nosotros espectadores esperamos con ansias la pelea, como en la vida real, lo que te voy a decir es un consejo, hay momentos que en la historia se necesita enfocarse solamente en un personaje, ya hay un preludio con el odio que tiene Jack hacia la delincuencia y cuando se toque el tema ya en serio, tienes que explicar el porqué de las cosas y no tomarlas a la ligera por ser un evento que formará parte del desarrollo de un personaje.

    Además, al tener constantemente batallas reduce el impacto de los combates más importantes, como contra un líder de gimnasio, así que sugiero que ve pensando que combates crees que sean de mucha importancia para darles el peso más importante y no los combates que tengan un 'gimmick', como en el capítulo 10.

    Sin nada más que agregar, échale ganas, que pases buen día.
     
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  15. Threadmarks: Capítulo 11 - El monstruo de Celeste
     
    Thranduil

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    Hola mis amores!!!!! He vuelto gracias a que esta vez la universidad no me dio tantas cosas para hacer, les vengo con un nuevo capítulus, pero antes ha comentar los comentarios que me comentaron.

    Dark RS: Gracias por tu comentario. Respecto a que los clefairy no evolucionen al tocar la piedra lunar, pues necesitaba que Jack tuviera esas dos piedras, por lo que tuve que buscar una forma rápida, y para poder explicar que no evolucionen al estar en contacto con ellas, pues se me ocurrió la idea de los juegos, hay veces que un pokémon salvaje puede aparecer equipado con una piedra que lo haga evolucionar y aun así no lo hace, entonces le busqué algo de lógica, tal vez un pokémon necesite tener más adrenalina para que la piedra haga efecto, como después de una batalla, y decidí tomar esa idea para mi fic. Por lo tanto, los clefairy no evolucionaron por no estar exaltados o algo así.

    JoJoBaoh: Me agrada ver comentarios largos de vez en cuando. Estoy poniendo más atención a no usar la palabra polera, acordándome de reemplazarla por camiseta. Conocía las 6 preguntas que una noticia debe responder, pero no sabía que se respondían de esa forma, todo lo que pusiste sobre cómo hacer una noticia me ayudará bastante, no recuerdo haber hecho otro capítulo donde haya una noticia, pero me será útil para cuando lo haga en otro fic, ya estoy teniendo ideas. Lo de poner batallas en cada capítulo, creo que tienes razón, no lo había visto de esa forma, aunque hay capítulos que necesito que hayan batallas para que Jack aprenda algo de ello, sí reconozco que hay otros inecesarios, afortunadamente este capítulo no tiene batalla.

    Gracias a los dos por tomarse el tiempo de comentar. Ahora el capítulo.

    Capítulo 11 - El monstruo de Celeste


    Al noroeste de una conocida ciudad entre lagos, más allá del río, perdida entre la vegetación, cubierta por una misteriosa y espesa neblina, yacía una cueva en la más impenetrable quietud. Su entrada era un pequeño montículo con un agujero que conducía a unas cavernas subterráneas rocosas, llenas de humedad proveniente de grietas en las paredes, de donde las gotas caían, resonando claramente al impactar el suelo. En lo más profundo de aquella enorme gruta, cerca de varias pozas y pequeños estanques, una luz entraba a través de un hoyo formado en la superficie, iluminando directamente el lugar más profundo de la cueva, muy cerca de una criatura que hace algunos años había hecho de aquel sitio su morada, buscando distanciarse de la dañina humanidad, con la compañía de algunos pokémon salvajes que se aventuraban a entrar en la oscuridad.

    Los tres chicos habían dormido perfectamente en la casa de la anciana en el Monte Moon, no había camas para todos, pero no fue ningún problema. Ahora se encontraban viajando por la ruta cuatro, era muy similar a la ruta anterior, rodeada de montañas y con dos caminos, uno para entrenadores y la continuación de la carretera para vehículos entre Plateada y Celeste, se disponían a llegar a esta última ciudad y, a pesar de que Peter tenía que reunirse con su familia para irse de viaje, debía haber llegado hace tres días, no se notaba en él ni el más mínimo indicio de preocupación, estaba tan calmado como siempre.

    —Peter —dijo Jack—, ¿por qué no nos dices un poco sobre los lugares interesantes de Celeste?

    —Bueno, mi ciudad no tiene mucho, hay una tienda de bicis y está el gimnasio pokémon —contestó sin aputo—. Pero yo diría que lo más interesante es el diseño arquitectónico de la ciudad, pues tiene muchos lagos, ríos y puentes que los atraviesan.

    —Y ¿qué me dices de esa extraña cueva al noroeste de la ciudad, más allá del río? —preguntó Adam.

    —¿Nunca has ido? Pensé que conocías varios lugares.

    —La última vez que vine a Celeste intenté encontrarla pero no pude. Busqué algún guía pero no hay y no mucha gente habla sobre ello.

    —Es que no sabemos si es verdad o no lo que hay dentro de ella, lo hemos tomado como un mito —explicó el nadador.

    —¿Y qué es lo que se supone que hay ahí? —preguntó Jack con mucha curiosidad.

    —Todas las personas de Celeste lo saben, pero no lo hablan con nadie porque no quieren que la ciudad se haga famosa por una posible mentira, eso sólo les traería vergüenza. Sólo les contaré porque los conozco, pero no deberán decirle a nadie más —anunció Peter y los demás asintieron obedientes—. Bien, el veintinueve de Octubre del dos mil cuatro, recuerdo la fecha porque fue un hecho importante en la ciudad —se adelantó a eplicar antes de que le preguntaran—, unos jóvenes fueron a acampar muy cerca de esa cueva, en un lugar donde hoy reina el silencio, lleno de maleza y pasto. Ellos estuvieron ahí desde la mañana y cuando el sol se estaba poniendo, una luz blanca atravesó el cielo y cayó cerca de ellos, entre los árboles. Los sujetos fueron inmediatamente a investigar y lo que vieron fue a una criatura de dos metros y piel pálida, el ser simplemente los ignoró y se internó en esa cueva que tú mencionaste —miró a Adam—. Al día siguiente se corrió rápidamente la voz, fueron investigadores, policías, entrenadores, periodistas y curiosos, tan sólo se encontraron con que el lugar estaba inundado por una extraña y espesa niebla nunca antes vista en la zona. Algunas personas intentaron entrar, pero fueron arrojados por los aires, varios metros. Desde ese día nadie ha logrado entrar nuevamente a la cueva y la bruma sigue ahí.

    —Tal vez sea algún pokémon antiguo que despertó y que nadie sabe sobre su existencia —dijo Jack, invadido por la emoción—. ¿No podemos ir a verlo? —a Adam le brillaron los ojos.

    —Supuse que me dirían eso —dijo Peter con resignación—. Está bien, pero sólo la veremos desde afuera —sentenció—. Miren, ya llegamos a Celeste.

    Una enorme y reluciente ciudad fue avistada por los tres. Las casas eran de paredes blancas, con tejados de un color azul verdoso, con diferentes diseños, y estaban conectadas por caminos conformados por ladrillos pulidos. Pero, lo que más destacaba eran los lagos y ríos que tomaban lugar en la ciudad, Celeste estaba hecha arquitectónicamente para poder convivir con ellos, las calles se completaban sobre los riachuelos a través de puentes de distintos tamaños y estilos para tener mejor acceso a las variadas partes de la urbe.

    Se adentraron por una de las calles principales, por el lado izquierdo de un río, parecía ser una zona comercial, debido a que había muchas tiendas y negocios. Además, se veían varios botes y góndolas en el agua, con gente en ellos, y algunos pokémon acuáticos que nadaban.

    —La mayoría de los pokémon que nadan ahí son salvajes —indicó Peter—. De esa manera encontré a Poliwhirl, estaba herido y aún no había evolucionado, fue hace más de cinco años.

    Jack se acercó a la cerca de cemento que separaba el camino peatonal del río, y comenzó a caminar al lado de ésta, logró ver varios pokémon, la mayoría eran magikarp, aunque lo que más le llamó la atención fueron las góndolas.

    —¿Y si viajamos en góndola? —preguntó Adam con algo de brusquedad.

    —Está bien, lo haremos de aquí al Centro Pokémon, pero a la cueva iremos en bus —dijo Peter con tanta calma que Adam y Jack no se le negaron.

    Se acercaron a un pequeño puerto de góndolas, la única que había era completamente de madera y estaba tallada a mano, tenía un sujeto parado en ella, quien llevaba un largo remo. Le pagaron al hombre y se subieron al transporte, se sentaron y el viaje comenzó.

    Peter dejó salir a sus pokémon, Poliwhirl quedó del lado izquierdo, mientras que Vaporeon y Magikarp iban en el derecho. El agua era casi transparente y Jack se entretenía viendo a los pokémon salvajes en el fondo del río, descansando o nadando, no era tan profundo. Ver a los pokémon en estado salvaje era fascinante, Jack había vivido algo similar en parajes naturales como el Bosque Verde y el Monte Moon, sin embargo, el más extasiado era Adam, la vista lo ponía igual que cuando vio a los clefairy.

    Siguieron navegando, pasaron debajo de un puente únicamente peatonal, era blanco y arqueado, con algunas personas apoyadas en las barandas que disfrutaban de la vista que la ciudad proporcionaba, uno que otro estaba comiendo helado. Continuaron por el río, la vista no cambió mucho, más la brisa hizo que el momento fuese tranquilo y relajante, ideal para descansar y liberarse del estrés.

    Alrededor de veinte minutos después de partir llegaron a otro puerto de góndolas, dos personas se estaban embarcando. Los tres jóvenes se bajaron, Peter regresó a sus pokémon a sus pokéballs, cruzaron la calle y llegaron al Centro Pokémon, el diseño del edificio era igual al de otras ciudades. La enfermera de turno no demoró en revisar a las criaturas, pero a Jack y Adam les pareció una eternidad, estaban ansiosos por ver la cueva desde cerca. Jack aprovechó de sacar una hora para retar al líder de gimnasio, le dieron una para cuatro días más.

    Partieron inmediatamente. Tomaron un bus que demoró no más de veinticinco minutos en llegar al noroeste de la ciudad y los dejó cerca de un puente amarillo que cruzaba un río con un caudal que iba hacia el norte.

    Adam y Jack siguieron los tranquilos pasos de Peter entre la hierba y arbustos, para internarse en una espesa niebla blanca, no se lograba ver más allá de seis metros a la redonda. Llegaron a lo que alguna vez había sido un campo abierto, puesto que no había árboles interrumpiendo el camino, pero si estaba lleno de hierba alta. Se adentraron entre unos árboles más al norte, no les salió ningún pokémon salvaje al paso y la bruma se hacía más densa cada vez que se aproximaban a la cueva.

    Peter se detuvo y apuntó hacia un lugar. Ahí estaba la cueva, en un firme montículo de tierra más alto que un hombre adulto, se hallaba un agujero que conducía claramente a algún lugar subterráneo. Jack miró su interior, era oscuro y rocoso, levemente, sintió un misterio latente que ansiaba ser descubierto, pero que no se atrevía a salir.

    —¿Qué están haciendo aquí? —preguntó una voz femenina, con bastante rudeza.

    Voltearon y vieron a una chica de aproximadamente veintiún años de edad, tenía el cabello hasta un poco más arriba de sus hombros, de un tono anaranjado, vestía un traje de baño blanco con líneas azules, con una chaqueta celeste de esas que usan los nadadores. Además, calzaba unas sandalias blancas, su piel era suave y sus ojos verdes lazaban una fuerte mirada.

    Aquella muchacha estaba acompañada de una criatura con forma de estrella, que era casi de la mitad del tamaño de la joven, y que levitaba cerca de ella, era de color dorado, de un tono tan oscuro que se asimilaba mucho al marrón, tenía una formación de oro en su centro, con un lazo del mismo material que rodeaba a una de sus patas, y una preciosa joya redonda y roja en éste, que brillaba débilmente debido a la poca luz que penetraba la neblina.

    —¡Respondan! —dijo la chica, no tenía mucha paciencia, Jack pensó que era lo contrario de Peter.

    —Deseábamos observar la cueva —contestó Adam con mucha educación, tanta educación que pareció un poco falso, tal vez no para Jack y Peter, pero seguramente la muchacha no estaba acostumbrada a toparse con un joven de quince años que hablara con un vocabulario tan amplio.

    —No deberían estar aquí, puede ser peligroso —aseguró la pelirroja—. No sabemos que hay ahí dentro. Pero creo que eso ya lo saben, la gente que no es de Celeste no sabe la ubicación de la cueva, por lo tanto al menos uno de ustedes pertenece a la ciudad.

    —Yo soy de aquí —dijo el nadador.

    —Si es tan peligroso, ¿por qué estás tú aquí? —interrumpió Jack pensando que la había atrapado con mucha astucia.

    El rostro de la joven adquirió una expresión de molestia, pero sólo se limitó a contestarle a Jack.

    —Es mi deber cuidar este lugar —contestó—. Los líderes de gimnasio no sólo evaluamos entrenadores, sino que también protegemos la ciudad y a sus habitantes.

    Jack quedó mudo, estaba viendo a su futura contendora, se veía bastante ruda, sin duda alguna sería un reto, lo único bueno de conocerla fue que pudo deducir con facilidad su especialidad, el tipo agua, aunque no estaba muy seguro.

    —Ahora debo irme, estaré vigilando que se vayan de aquí, sea lo que sea que haya ahí no saldrá ni podrán sacarlo —advirtió antes de irse junto a su pokémon y perderse en la bruma.

    —Tendré que luchar contra ella —comentó Jack un poco asustado, la chica le daba miedo.

    —Sí —dijo Peter—. Ahora vámonos de aquí, debo reunirme con mi familia, pero los dejaré en el autobús.

    Empezaron a caminar de vuelta hacia la ciudad, pero mientras se marchaban, una criatura los observó desde la oscuridad sin que ellos se percataran. Su mirada era fija, con ganas de dejar la soledad, pero sin valor para hacerlo. Cuando desaparecieron en la bruma, el ser se escondió.

    Arribaron en el paradero donde se habían bajado hace más de una hora, había una señora sentada, mas no estuvo demasiado rato puesto que su bus pasó. Peter sacó dos papeles y un lápiz de su bolsa, anotó algo en ellos y se los pasó a sus amigos.

    —Ahí tienen mi número —agregó el nadador—, en caso de que necesiten mi ayuda en algún momento. Miren, ahí viene el bus, deben irse —Jack y Adam se subieron al transporte—. Jack, recuerda que las personas que te toman en serio son las que de verdad valen la pena —apuntó sonriendo—. ¡Y busca un objetivo!

    —¡Lo recordaré! —gritó Jack mientras el bus se alejaba.

    Una vez en el Centro Pokémon, decidieron ir a comer, pues tenían mucha hambre, compraron un poco de comida y se dirigieron a los asientos. Al acercarse a ellos, Jack reconoció a una persona, era una chica de su edad, más baja que él y de cabellera negra, se podía ver la cola de su Squirtle desde donde estaban.

    —¡Lyra! —exclamó Jack acercándose— Que sorpresa —la muchacha le hizo una seña con la mano, su boca estaba llena de comida y sucia por ésta misma.

    Una vez cerca de ella, Jack y Adam vieron a dos criaturas más aparte de la tortuga, había un pequeño pajarito de plumaje beige en el vientre y marrón en su lomo y cola, las alas compartían ambos colores. El otro pokémon era una roedora muy similar al nidoran de Jack, sólo que era celeste con manchas del mismo color, pero de un tono más oscuro, levemente más pequeña, con orejas no tan grandes, sus ojos eran rojos.

    —Adam, ella es Lyra Archer, Lyra, él es Adam Parker.

    —Hola, mucho gusto —contestó Lyra con menos comida en su boca y limpiándose rápidamente.

    —Es un placer conocerte —Adam hizo una pequeña reverencia, a la chica le llamó la atención su educado saludo.

    —Ellas son Squirtle, Jack debe acordarse de ella, Pidgey —señaló al ave— y Nidoran.

    Estuvieron el resto del día contándose todo lo que les había sucedido, Lyra había ganado ya un concurso, y Jack le informó sobre su batalla de gimnasio, el robo, Peter, la Danza de la Luna y sobre su búsqueda de un objetivo en la vida. Para cuando se fueron a dormir, estaban tan cansados que casi se durmieron vestidos.
     
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

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    Saludos.

    "—Bueno, mi ciudad no tiene mucho, hay una tienda de bicis y está el gimnasio pokémon —contestó sin aputo". ¿apuro?

    "...ciudad —se adelantó a eplicar antes...", te faltó una x.

    Voy a aceptar ese razonamiento sobre las piedras evolutivas y los clefairys, por el momento, consultaré con algún experto sobre pokemones, me pregunto que estará haciendo el Profesor Oak en este momento.

    Me gustó la referencia sobre la cueva y mewtwo. También la aparición de Misty antes de encontrarla en el gimnasio. La nidoran hembra de Lyra, supongo, será la que utilice la otra piedra que le dieron a Jack, aunque seguro falta mucho para que la usen. No sucedió mucho mas que pueda comentar.

    Sigue escribiendo.
     
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  17. Threadmarks: Capítulo 12 - Haciendo ciertas cosas en ciertos momentos
     
    Thranduil

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    Hola mis amores!!! He vuelto con nuevo capítulus. Pero antes a comentar lo comentado.

    Dark RS: Bueno, gracias por tomarte tu tiempo de leerme y comentar. Lo de las piedras evolutivas lo hice principalmente porque no quería que Jack simplemente las encontrara y ya, entonces se me ocurrió la interacción con los Clefairy, el razonamiento sólo fue para explicar por qué no evolucionaron al contacto. Mewtwo y la cueva volverán a aparecer en algún momento.


    Capítulo 12 - Haciendo ciertas cosas en ciertos momentos


    Jack, Lyra y Adam partieron al día siguiente de encontrarse, adentrándose en la ruta veinticuatro, un camino rodeado de montañas que parecían multiplicarse en la lejanía, con laderas llenas de boscosos robles. Atravesaron un largo y ancho puente de color amarillo, el cual contrastaba bastante con la naturaleza, generando un gran impacto a la vista. Al finalizar la jornada, llegaron al inicio de la ruta veinticinco, donde descansaron bajo la luz de las estrellas, alrededor de una fogata hecha por el flareon de Adam, a unos metros de la hierba alta.

    Al amanecer continuaron caminando por la misma ruta, el paisaje no cambió mucho, seguían las montañas, rodeando la continuación del rio que mantenía su curso cerca de los cerros del lado derecho, visto desde la perspectiva de los chicos. Muchos robles y abedules adornaban el panorama, con un siempre necesario verdor que recordaba que aún seguían a merced de la naturaleza. Algunas aves cruzaron el cielo, perdiéndose en lo pequeños bosques aledaños, buscando la comida de la mañana.

    Llegaron a un pequeño bosquejo de árboles variados, se adentraron en él para recorrer su amplio camino interior sin mayor dificultad. Jack y Lyra se enfrentaron a algunos entrenadores que no presentaron un desafío tan grande, mientras que Adam sólo se limitó a observar, el refinado chico podía llegar a ser algo cómodo de vez en cuando para ser alguien tan educado. Una vez atravesada la diminuta zona forestal, arribaron a una casa muy cerca de los cerros del lado izquierdo, tenía unas murallas de color beige muy bien cuidadas, con un tejado era verde, desteñido por el sol, y una chimenea saliente de él.

    Al aproximarse a la casa, lograron observar unos metros más allá, por su costado, un risco junto a una ladera que bajaba a una tranquila playa de fina arena blanca, muy similar a la que se haya al sur de Paleta. Desde ese punto la vista era increíble, puesto que la hilera de cerros del lado derecho se hundía en el agua para dejar ver el majestuoso mar abierto, donde justamente desembocaba el rio que habían visto durante todo el trayecto. Más allá se lograba ver una lejana tierra unida a la hilera de montañas del costado izquierdo, pero eso ya no pertenecía a Kanto.

    Adam se acercó a la puerta de la casa, golpeó con tranquilidad, durante el viaje les había comentado a sus acompañantes sobre la persona que vivía ahí, lo había conocido en uno de sus tantos viajes a la playa continua. Su nombre era Bill, un maníaco por los pokémon y toda la tecnología relacionada con ellos, se había hecho conocido por sus avances tecnológicos a temprana edad.

    Un sujeto de aproximadamente veinticuatro años de edad abrió la puerta, llevaba una camiseta con cuello de color celeste, bastante opaca, y pantalones de un color tierra, parecía la típica persona que se la pasa encerrado investigando en algún lugar. Sus ojos eran marrones, al igual que su rizado pelo.

    —Hola, pasen —el joven los dejó entrar sin mayor sorpresa cuando los vio, Adam había llamado para avisar. Su educación lo obligaba a anunciar su llegada—. Los estaba esperando, ustedes deben ser Lyra y Jack. Encantado de conocerlos —le dio la mano a cada uno.

    Jack esperaba encontrar un desorden similar al que vio en el laboratorio del profesor Oak, no obstante, todo estaba muy pulcro y corriente, no parecía ser el lugar de un investigador. Se sentaron en unos sillones rojos y comenzaron a hablar. El lugar era algo helado.

    —Adam me comentó que vinieron en busca de ayuda para tu entrenamiento —indicó mirando a Jack.

    En su búsqueda de un objetivo o meta en la vida, Jack había decidido seguir entrenando mientras llegaba a él, y su siguiente paso era enfrentarse a la líder del gimnasio de Celeste, por lo que se vio necesitado de algún tipo de estrategia. Jack esperaba que su futura batalla le dijera algo, pero dudaba de que así fuera, como en la pelea contra Brock.

    —Sí —contestó el chico—, tengo pensado retar a la líder del gimnasio y necesito alguna estrategia o algo así. Adam me dijo que sabes mucho sobre los pokémon —Jack se acordó de lo ruda que se había comportado la líder hace dos días y se sentía algo inquieto por ello.

    —Bueno —dijo entre risas modestas—, más bien sé sobre la teoría, pues no soy muy bueno en batallas —comentó apenado—, eso no se me da, ahí hay que pensar muy rápido, a mí me gusta analizar las cosas antes de hacerlas.

    —Entonces, ¿por qué eres tan famoso? —intervino Lyra con ligera impaciencia, aunque tratando de disimularla— ¿No creaste una máquina que incrementa el poder de los pokémon? —preguntó dejando en evidencia su gran imaginación.

    —Claro que no —emitió Bill con una sonrisa en la boca—. Eso sería muy riesgoso para un pokémon, además la biología no es mi campo. Lo que yo hice fue el Sistema de almacenamiento pokémon.

    —¿Y qué es eso? —preguntó Jack con mucha intriga, era costumbre preguntar sobre lo que no sabía, generalmente se la pasaba preguntando, por ser muy ignorante.

    —Ignorancia a la vista —dijo Adam de una manera muy sutil, ya comenzaba a tener más confianza con Jack como para molestarlo un poco, sin dejar de lado sus modales. El chico lo fusiló cómicamente con lo mirada.

    —Pues…

    Bill se vio obligado a parar debido a la repentina aparición de una especie de zorro amarillo de dos patas, tenía una coraza marrón que lo protegía, no tenía pelo en ninguna parte y su piel parecía ser ligeramente más dura que la de un humano. Estaba levitando al lado izquierdo de Bill, con sus piernas cruzadas, como si estuviese sentado en el aire. Ninguno sabía si estaba durmiendo o no, puesto que sus ojos estaban cerrados.

    —Él es Abra kadabra pata de cabra —dijo Bill intentando hacerse el gracioso, pero como vio la nula reacción por parte de sus contertulios, continuó hablando para no provocar un momento incómodo—. Lo tengo desde hace un tiempo, lo encontré herido en la ruta veinticuatro de camino a la ciudad. Le gusta salir de su pokéball usando teletransporte. Pero volviendo al tema —dijo drásticamente antes de sonrojarse más—, el sistema de almacenamiento trata sobre dejar a tus pokémon en un espacio virtual desde cualquier computadora —Jack y Lyra estaban boquiabiertos.

    —Pero, ¿cómo puedes meter a un ser vivo dentro de un espacio que físicamente no existe? —preguntó Lyra como si estuviera en una conferencia científica de mucha categoría.

    —Bueno, los pokémon tienen capacidades increíbles, tan sólo piensa, ¿cómo puedes meter a un pokémon dentro de una pokéball, siendo que ésta es más pequeña que él? —Jack no pudo creer lo que escuchó, nunca se lo había preguntado, algo tan común como una pokéball y ni siquiera sabía cómo funcionaban—. Yo simplemente me basé en la teoría de que el espacio virtual es otra…dimensión, por así decirlo, y las computadoras son portales que tenemos para ingresar a ella. Además, cuando los pokémon entran ahí, no sienten hambre ni ninguna otra necesidad básica de un ser vivo. Aunque no se sabe muy bien por qué sucede esto.

    —Todo eso me recuerda a una serie donde unos niños iban a un mundo digital y algunas criaturas vivían ahí —comentó Jack muy infantilmente—. Me gustaba esa serie.

    —Sí. ¿Les parece que busquemos algo para el entrenamiento luego de almorzar? —preguntó Bill para cambiar de tema— Deben tener hambre.

    Almorzaron un rico puré de papas con carne, acompañado de ensalada de lechuga. La comida les sirvió para entrar en confianza, llegando a un consenso en cómo iba a ser el entrenamiento, Jack pelearía contra Adam. Desde que se conocieron no habían tenido la oportunidad de entablar una batalla, pero el joven oriundo de Paleta sabía cuál era estilo de su contendor, hacer ciertas cosas en ciertos momentos. Aun así, Jack estaba tan emocionado por una batalla que fuese un reto para él, que comió sumamente rápido, atragantándose un par de veces.

    Luego de comer bajaron a la playa, el agua estaba tan calma que parecía que nada podría atormentarla, mientras que la arena era tan suave que daban ganas de quedarse a tomar baños de sol. Decidieron soltar a todos sus pokémon para que disfrutasen de la agradable vista. El nidoran de Jack se puso muy cerca de la nidoran de Lyra, Pidgey comenzó a revolcarse en la arena cerca de su entrenadora, Zubat se posó en la sombra de Bill, Abra levitaba dormido, Squirtle se metió al agua. Mientras que Ivysaur junto a Flareon se pusieron uno frente al otro, a una distancia prudente, detrás de ellos estaban sus entrenadores.

    —¡Estoy listo para patearte el trasero! —gritó Jack sonriendo, todos quedaron sorprendidos ante tal declaración. Jack estaba entusiasmado, pero no quiso expresar eso, la emoción del momento lo había llevado a decirlo—. Lo siento —dijo en voz baja, con rostro rojo de vergüenza.

    —Mi estimado Jack, no debes disculparte por ser sincero. Pero debo decir —la voz de Adam se volvió más seria, mientras que sus ojos lanzaron una mirada llena de confianza— que hoy tu trasero será el pateado —anunció saliéndose de su habitual educación—. ¡Flareon, giro fuego! —el zorro abrió su boca y dejó escapar una peligrosa llamarada en forma de espiral contra el animal-planta, quien recibió de lleno el ataque.

    —Ese golpe fue muy bueno, pero mi ivysaur es muy resistente —dijo con mucha estima hacia su pokémon—. ¡Drenadoras! —de la cerrada flor en su espalda, el cuadrúpedo expulsó una semilla marrón que, al chocar con la suave piel de Flareon, liberó unas lianas que enrollaron al zorro, provocándole dolor, aun así logró moverse.

    Bola sombra.

    —¡Energibola!

    Los dos pokémon abrieron sus bocas, Flareon lanzó una oscura esfera negra que no proyectaba ninguna luz, mientras que la de Ivysaur era de un intenso verde brillante con luz propia. Ambos ataques chocaron en el aire, causando una pequeña explosión que levantó arena. Los espectadores cubrieron sus caras por un rato.

    Como siempre, Jack se sentía exaltado por la batalla y su calor subía con los segundos. Sin embargo, sabía que debía mantenerse alerta, se acordaba muy bien de la sorpresa con la que salió en la pelea contra Peter, por lo que seguramente ahora saldría con alguna nueva, la cuestión era qué clase de sorpresa sería y en qué momento.

    —¿Por qué aun no estoy sorprendido? —demandó saber Jack—. En la pelea en el Monte Moon saliste con una sorpresa. ¿No será que ya se te acabaron? —dijo Jack tratando de molestar a Adam, para ver si dejaba de ser tan insoportablemente educado.

    —La sorpresa saldrá a su tiempo —contestó Adam con mucha tranquilidad.

    —A mí se me hace que ya no tienes más —dijo con tono infantil y peleador. Lyra no podía creer que se comportara así. En algunas ocasiones le daba vergüenza ser su amiga.

    —Veo que ya te estás tomando esto con mayor confianza, pero no veo seriedad en ti —Adam sospechó sobre lo que Jack estaba intentando hacer—. Tal vez no eres la gran amenaza y sólo tuviste suerte en tu batalla contra Brock, después de todo eres bastante ignorante —Adam gozaba de un educado hablar, pero sabía muy bien golpear donde más duele.

    —¡No es verdad! —gritó Jack, tenía más calor que antes, podía sentir cada gota de sudor recorrer su cuerpo. Pero no era el único, los demás también lo sentían, el aire parecía estar más pesado. Bill miraba atentamente— ¡Látigo cepa! —las lianas de Ivysaur salieron de debajo de las hojas del mismo pokémon, atrapando a Flareon de las patas, pero el zorro debió ser soltado de inmediato, su cuerpo era tan caliente que provocó quemaduras a las enredaderas.

    —El cuerpo de Flareon es caliente —aclaró Adam—. Nuevamente detecto ignorancia, mi estimado amigo —advirtió con voz de mofa. Jack lo fulminó con la mirada.

    —Ivysaur, usa… —no pudo continuar, la criatura se desplomó sobre la arena—. Creo que Ivysaur no puede seguir, pero ¿por qué? —se secó la frente con el brazo.

    —Por la misma razón por la que estamos todos sudando —intervino Bill—. Todo este rato Flareon ha estado usando sofoco para debilitar a Ivysaur. Parece que la sorpresa llegó antes de lo que esperabas —Bill y Adam se burlaron un poco, Lyra sonrió.

    —Búrlense todo lo que quieran —dijo Jack—, no me afecta.

    El chico había aprendido a perder hace mucho tiempo gracias a Peter, pero le intrigaba bastante la estrategia que le daría Bill, él se había dado cuenta del movimiento del felino, sin duda, el consejo que le daría sería algo interesante.

    —Creo que tengo una idea de qué debes hacer en tu próxima batalla de gimnasio —Jack estaba muy atento y con los ojos bien abiertos, no movió ningún músculo—. Debes hacer lo que hizo Adam. Enseñarle a tus pokémon a hacer ciertas cosas en ciertos momentos, pero antes deberás enseñarle algunos movimientos a tus pokémon.
     
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  18.  
    Dark RS

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    Saludos.

    Aquí noté que falta o sobra una palabra, ya sea que se agregue algo así como un 'que era verde' o quitar el 'era'.
    "...cuidadas, con un tejado era verde, desteñido por el sol..."
    Final de la misma oración, ese 'el' no debería tildarse ya que se refiere a un tejado, no a una persona.
    "...y una chimenea saliente de él."

    Mi mayor decepción fue saber que iban a ver a Bill y que no encontraran un "clefairy" pidiendo ayuda para operar una máquina misteriosa, hacía años que no recordaba esa parte del juego, XD

    Los nidoran como que andan muy amistosos, pero mientras no evolucionen no pasará nada. Fue un comienzo de capítulo un tanto lento, quizás mucho. Ya en la pelea se puso interesante, pero no duró lo suficiente. Me quedó la inquietud si las aves del inicio eran pidgeys o spearrows, suponiendo solo pokemones de Kanto.

    La estrategia que aprenda Jack como que no la puedo prever, pensé que Misty no presentaría mucho problema para un ivysaur, a menos que tenga rayo hielo o similares. Supongo deberé esperar uno o dos capítulos antes de que enfrenten a la líder de gimnasio de agua.

    Y cero puntos para Bill por andar contando chistes malos, XD
     
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  19. Threadmarks: Capítulo 13 - A la velocidad del sonido
     
    Thranduil

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    La Historia de Jack Evans
    Clasificación:
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    Aventura
    Total de capítulos:
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    3080
    Hola mis amores. Les vengo con un nuevo capítulus, pero antes a comentar el comentario que me comentaron.

    Dark RS: Bueno, lo del clefairy pidiendo ayuda, sinceramente no se me ocurrió. Sin embargo, no lo podía poner, puesto que como "ya ocurrió", Bill no caería nuevamente en lo mismo, ahora es más precavido. Sí, yo también creo que los capítulos a veces me quedan lentos en el principio, esas aves pueden haber sido cualquier especie, prefiero dejar eso a la imaginación del lector. El chiste malo de Billa fue para que el personaje no fuese tan plano, puesto que solo recurro a él como fuente de entrenamiento. No tendrás que esperar mucho para la batalla contra Misty. Gracias por comentar.


    Capítulo 13 - A la velocidad del sonido


    Parecía ser del mismo tamaño del gimnasio de Plateada, su diseño era el mismo, la única diferencia caía en la estructura donde se encontraba dibujada la tipografía de la pokéball, en este caso era de un tono celeste oscuro. No obstante, el aura que lo rodeaba sí que difería bastante, este gimnasio estaba en medio de un pequeño lago de agua tan cristalina como los canales que abundaban en la ciudad, lo que le otorgaba un aire de frescura sin igual, como si toda la aridez de un desierto pudiese acabarse tan solo observando aquel lugar.

    Jack, Lyra y Adam atravesaron un pintoresco puente de piedra pulida pintado de blanco, desde las barandas se apreciaba cómo los pokémon acuáticos nadaban con vitalidad de un lado a otro, protegidos por la autoridad del gimnasio. Los tres entraron al recinto, un enorme salón con piscina les dio la bienvenida, con aseadas paredes blancas que reflejaban toda luz que aterrizaba sobre su pulcra superficie. Sin embargo, con lo primero que se toparon fue con dos estatuas, una de ellas era seguida por un sujeto bien peinado de traje marrón.

    —¿Quién es Jack Evans? —preguntó el hombre. Jack levantó la mano— Bien, tú puedes seguir. Ustedes dos pueden sentarse allá —el sujeto indicó unas sillas de playa al costado de la alberca artificial, había algunas personas ahí, vestidas con trajes para nadar, junto a varios flotadores de colores—. No deben otorgar ningún tipo de ayuda al retador, de lo contrario serán expulsados del gimnasio y perjudicarán a su amigo —los chicos asintieron con obediencia.

    Jack avanzó varios pasos, posicionándose cerca de la piscina, aquella tenía varias tarimas flotantes con la forma de diferentes figuras geométricas en ella, para que los pokémon pudiesen pararse en la arena de batalla, que era justamente el estanque. Estaba totalmente lleno de agua, tan trasparente como el mismo aire, el chico podía ver perfectamente el fondo, aunque distorsionado por la refracción.

    Al costado izquierdo de la sala estaban las sillas donde Lyra y Adam ya descansaban, al lado derecho había tres de esas plataformas que usan los nadadores para comenzar a nadar en una competencia. En ese momento Jack se percató de que la piscina estaba de manera horizontal desde su perspectiva. Más allá de la alberca hacía presencia una imponente pared de vidrio que permitía que la luz del sol entrara cuando quisiera. Además, era atravesada por un arco blanco con la figura de una gota en medio.

    Entre la alberca y la pared de vidrio, se hallaba una tarima más larga, de color amarillo, con una escalera para poder acceder a ella. Sobre ésta, yacía sentada la líder de gimnasio, acompañada por dos pokémon que levitaban, uno de ellos era la misma criatura con forma de estrella con la que la habían visto hace cuatro días, el otro ser era similar, medía más de un metro de altura y parecía estar conformado por dos estrellas púrpuras, una pegada a la otra, dejándola con un total de diez picos, la parte de adelante poseía una formación de oro macizo que gozaba de una roja joya octogonal en su centro, muy bien avaluada en el mercado negro.

    Un sujeto se paró del otro lado de la piscina, tenía la piel bien tostada, llevaba puesto un gorro de nadador de color negro, unas gafas del mismo color y un ajustado traje de baño corto que no dejaba mucho a la imaginación.

    —En este gimnasio debes enfrentarte a dos entrenadores antes de llegar a la líder —dijo el hombre bruscamente—. El primero seré yo. Mi nombre es Luis. Shellder —de la pokéball lanzada salió un bivalvo de conchas púrpuras que protegían un delicado cuerpo negro con dos ojos saltones y una lengua que parecía burlarse de su oponente, cada valva tenía dos puntas. Se posó sobre una plataforma circular.

    —Ivysaur, necesito tu ayuda —el animal-planta apareció, parándose sobre una tarima rectangular que se meneó con el movimiento del pokémon.

    —Uno contra uno. Shellder, usa carámbano.

    —¡Energibola! —dijo Jack inmediatamente, el bivalvo abrió su boca para lanzar su ataque pero una brillante esfera verde chocó todo su rostro, expulsándolo hacia el fondo de la alberca. Se vieron algunas burbujas salir del interior del pokémon.

    El hombre saltó a la piscina, sumergiéndose para sacar a su compañero del fondo del mar. Lo metió en su pokéball para luego irse por una puerta al costado izquierdo del salón, cerca de la pared de vidrio. Dejó un camino de agua salpicada.

    Una chica un poco menor que el individuo anterior se puso en el lugar en el que éste había estado. Llevaba puesto un bikini rojo sobre su tostada piel, su pelo era liso, largo y rubio, tenía algunas argollas puestas en las muñecas.

    —Mi nombre es Lourdes y seré tu siguiente oponente —dijo la muchacha con jovialidad—. Goldeen —un pez blanco salió de la pokéball, saltando directamente al agua, sus aletas tenían escamas de distintas tonalidades naranjas, especialmente su cola que se movía como un vestido de alta costura, además poseía un cuerno en su frente—. Cornada.

    El pez nadó rápidamente por debajo de las tarimas de colores y saltó del agua hacia Ivysaur.

    —¡Látigo cepa! —dos lianas salieron velozmente de debajo de las hojas en su espalda, golpeando al goldeen en sus mejillas, en pleno ataque, haciéndolo caer al agua. El pez quedó flotando y no se movió.

    —Eso fue muy rápido —dijo la chica mientras regresaba su pokémon—. Que tengas suerte —se retiró por la misma puerta que el entrenador anterior.

    —Gracias. Bien hecho, Ivysaur —felicitó a su compañero.

    La líder de gimnasio comenzó a bajar las escaleras mientras las dos estrellas pululaban a su alrededor. El chico no logró evitar ponerse nervioso. Ya no esperaba que esta batalla le dijese algo sobre su eventual objetivo, pero si deseaba que el entrenamiento de hace dos días en la casa de Bill y la estrategia que habían planeado juntos funcionara. Igualmente intentaría no depender tanto de sus deducciones, le podían jugar una mala pasada, una inferencia no siempre es correcta.

    —Mi nombre es Misty —dijo la pelirroja con impaciencia, mientras llegaba al fin de las escaleras— y soy la líder del Gimnasio de Ciudad Celeste.

    —Jack Evans —dijo luego de tragar saliva, se sentía emocionado por la batalla, como de costumbre, pero algo intimidado.

    —Tú estabas cerca de la cueva, hace cuatro días —anunció Misty—. Te recuerdo perfectamente. Además, Brock me comentó sobre ti, llegaste a él con una estrategia interesante y lo venciste, por lo tanto debo asumir que ahora también traes una.

    El chico se incomodó un poco, esperando que la líder no se percatara de su plan.

    —La batalla será de dos contra dos. Staryu —la estrella más chica avanzó, posicionándose sobre una tarima, la misma donde había estado Shellder.

    —Ivysaur, mantente firme.

    —¡Hidropulso! —de la punta superior de Staryu salió un chorro de agua que se convirtió en un aro, a una velocidad mucho más rápida de lo que lo hubiese hecho el vaporeon de Peter, y fue lanzado contra Ivysaur.

    —¡Destrúyelo con látigo cepa! —las lianas aparecieron nuevamente y, antes de que la ofensiva de la líder llegase, entraron por la argolla, desarmándola en el aire.

    Placaje —se notaba impaciencia en la voz de la pelirroja, no parecía ser una mujer que anduviese con rodeos. La estrella avanzó rápidamente y golpeó tan fuerte a Ivysaur que casi lo botó al agua.

    —¡Energibola! —el pokémon de Jack lanzó una nueva esfera verde, esta vez contra Staryu, quien no alcanzó a evadirla, dejando a la estrella algo herida.

    Recuperación —la criatura marina comenzó a brillar hasta que sus heridas sanaron completamente.

    <<Demonios —pensó Jack—. No sabía de ese movimiento. Si comienza a recuperarse a cada rato no podré derrotarla —su expresión evidenciaba preocupación—. Espero que Ivysaur recuerde el plan.>>

    —¿Qué pasa, Jack? Hasta el momento no has demostrado ninguna estrategia digna de un enfrentamiento de gimnasio —al parecer la líder se estaba impacientando, le gustaba ir directo al grano—. ¿Acaso no me consideras una oponente digna? Había pensado que me sorprenderías con algo. Tal vez no eres merecedor de llevar ese apellido —Jack recordó en ese momento las palabras de Brock, acerca de que los líderes no sólo probarían su habilidad en batallas, así que no reaccionó ante las palabras de Misty—. Que decepción —se sinceró.

    —La paciencia es una virtud —dijo Jack, evidenciado que ella no la tenía, aunque no supo si la líder había captado el mensaje.

    —Como sea. Staryu, esta vez usa placaje para botarlo al agua —Jack abrió un poco más los ojos, como signo de expectación. Por otra parte, Adam y Lyra pusieron mayor atención a lo que iba a suceder.

    La estrella ejecutó la orden de Misty, logrando empujar al animal-planta hacia el agua. Ivysaur quedó totalmente sumergido y simuló hacer esfuerzo para salir. Staryu también se metió al agua, ahora tenía la ventaja del medio ambiente. No obstante, en el momento en que lo hizo, el compañero de Jack lanzó un sonido de su boca tan fuerte que el agua se agitó con braveza. El pokémon de Misty terminó flotando con la joya hacia arriba, totalmente derrotado. Ivysaur usó sus lianas para salir del agua impulsándose con ayuda de la tarima flotante en la que había estado parado.

    —Bien hecho, Ivysaur —el pokémon lo miró y su entrenador le sonrió.

    —Parece que me equivoqué —dijo mientras devolvía a la estrella a su pokéball—. Me gustaría saber qué pasó —indicó Misty, la impaciencia se había ausentado de su voz, pues esta la había llevado a perder uno de los enfrentamientos.

    —¿Quieres que te diga mi estrategia antes de terminar la batalla? —Jack emitió una sonrisa, de esas que no puedes evitar que salgan, porque algo resultó bien y no puedes ni quieres esconderlo.

    —Tienes razón —le sonrió de vuelta, la líder entendió que la curva en la boca del chico no era de soberbia—. Starmie, es tu turno —la estrella púrpura avanzó para colocarse sobre la misma tarima donde su compañera había estado, pero se quedó flotando encima de ella, a poca distancia—. Las cosas se pondrán interesantes.

    El ambiente de la batalla ya no estaba tan tenso y Jack ya no se sentía tan nervioso. La actitud de Misty ante la sorpresiva estrategia no revelada de Jack fue grata, muy diferente de la de Brock, quien se mantuvo rígido en todo momento.

    Por alguna razón el ánimo de la pelea hizo que a Jack ya no le importara tanto ganar la batalla, sentía que Misty estaba algo satisfecha con lo que había visto y con el visto bueno de un líder de gimnasio le era suficiente, lo llenaba de alguna manera. Pero eso no haría que no intentase ganar el encuentro.

    —¡Energibola! —Ivysaur dejó salir otra esfera verde, esta vez contra Starmie.

    —¡Psíquico! —la esfera se detuvo en el aire, a medio camino, y se destruyó.

    El tipo planta de Ivysaur era fuerte contra el tipo agua de Starmie, pero el tipo psíquico de la estrella lo era contra el tipo veneno del animal-planta. Los pokémon estaban equilibrados, ninguno tenía la ventaja de tipo sobre el otro.

    <<Perfecto —pensó con sarcasmo—. Ahora tendré que lidiar con que pueda detener los ataques de Ivysaur en el aire. Maravilloso>>

    Látigo cepa —nuevamente aparecieron las lianas, las que no demoraron en sujetar a Starmie, una de ellas retuvo uno de los picos de la parte de adelante, la que tenía la hermosa joya, mientras que la otra cogió una de las puntas de la parte trasera de la estrella.

    —No debiste haber hecho eso —comentó sonriendo con ligera ansiedad—. Starmie, usa giro rápido —la estrella comenzó a girar como una shuriken sobre su mismo eje, pero el gran problema para Ivysaur fue que las dos estrellas que conformaban a Starmie comenzaron a girar en sentido contrario, provocando que las lianas del pokémon se enredaran y lo obligaran a chocar con el pokémon de Misty.

    —Nunca había visto que un Starmie girara en ambos sentidos al mismo tiempo —anunció Adam a Lyra.

    —¿Sorprendido? —preguntó Misty con voz de ganadora—. Yo también tengo un as bajo la manga —puso sus manos en la cintura, con orgullosa actitud.

    —¡Ivysaur, energibola! —Jack aprovechó la cercanía de los pokémon y así el suyo le propinó un fuerte golpe con la esfera brillante eyectada de su boca, causándole daño.

    —¡Aléjalo con hidrobomba! —del pico más alto de la estrella salió un poderoso chorro de agua que tiró lejos a Ivysaur, afortunadamente no cayó al agua—. Muy astuto —dijo la líder con una sonrisa.

    La emoción de la batalla y las constantes sorpresas le hacían olvidar a la líder, y al retador también, de que era una batalla de gimnasio, parecía un duelo entre dos personas que intentaban sorprender al otro. Lo hacían por el enriquecimiento de luchar y no por la recompensa.

    —¡Eco voz! —Ivysaur emitió un fuerte sonido contra Starmie. Jack no supo si había sido afectada la criatura, pues no tenía rostro para expresar dolor o emoción alguna, pero su joya estaba parpadeando.

    <<Tal vez estoy teniendo un poco de suerte —pensó Jack—. Starmie necesita una forma de decir que está débil, quizás el parpadeo de su joya signifique que lo está. Estoy deduciendo otra vez —se reprendió—, pero debo arriesgarme. Después de todo, si pierdo, puedo venir de nuevo.>>

    —Así que ese fue el movimiento que derrotó a Staryu —adivinó Misty—. Además, el sonido es más rápido bajo el agua, eso debió ayudarte.

    —Tienes razón —dijo Jack—. Ahora, Ivysaur usa…

    —¡Rayo hielo! —nuevamente salió otro ataque de la punta superior de Starmie, esta vez era un gélido rayo celeste que no demoró en congelar al pokémon de Jack y dejarlo débil— Me interesa mucho saber con qué sorpresa saldrás ahora —sentenció triunfante.

    —Ivysaur, regresa. Lo hiciste muy bien —dijo Jack, su pokémon volvió a la cápsula bicolor—. Tal vez te pueda dar un adelanto, será la misma estrategia que antes, pero será distinta —ya tenía otra pokéball en la mano—. Zubat —el murciélago apareció revoloteando—. Por favor, Zubat, no olvides el entrenamiento —estaba en aprietos y no sabía si lo que había planeado con el murciélago funcionaría.

    —Un pokémon de tipo veneno contra uno de tipo psíquico, debe haber una estrategia interesante por ahí —supuso Misty.

    —El otro pokémon que tengo también es de tipo veneno.

    —Bien. Veamos cómo reaccionas a esto. Starmie, usa giro rápido.

    El cuerpo del chico se tensó. La estrella giró como la vez anterior, pero en esta ocasión avanzó hacia Zubat, acompañada por una amenazante diferencia de poder. Sin embargo, ante un expectante Jack, la ciega criatura lanzó un fuerte sonido que dio a la estrella. La reacción de la criatura ante el ataque fue errática, puesto que evitó al murciélago, desviando su camino, para pasar peligrosamente entre Adam y Lyra, quienes se asustaron bastante, y finalmente chocar contra la pared detrás de ellos. Su joya se apagó luego del violento impacto.

    —Ganamos —dijo—. ¡Ganamos! —comenzó a gritar Jack—. ¡Lo hicimos Zubat! —el murciélago sonrió mientras el entrenador hacía su baile de la victoria.

    —No lo conozco —dijo Lyra avergonzada tras ver la particular danza de su amigo.

    —Bien hecho, Jack —lo felicitó Misty con una sonrisa en su rostro, al mismo tiempo que Starmie volvía a la pokéball—. Pero debo saber cómo lo hiciste.

    —Bueno —dijo tratando de controlar la euforia y tomando una actitud de profesor—. Supuse que podría haber un campo de agua aquí. Así que le dije a Ivysaur que cuando él y su oponente estuvieran bajo el agua usara eco voz. Mientras que a Zubat le dije que usara supersónico cuando estuviese en apuros. En otras palabras, les enseñé a hacer ciertas cosas en ciertos momentos. Ese fue el plan. Afortunadamente Starmie se confundió y se hizo daño a sí mismo.

    —Estoy impactada —Misty sonrió cuando lo dijo—. Pero debo decir que fue una batalla reconfortante. Últimamente han llegado varios novatos que creen poder hacerlo todo y llegan sin ningún plan. Esas batallas fueron una pérdida de tiempo —concluyó—. No como tú, me sorprendiste gratamente —la líder rodeó la piscina y se acercó a Jack—. Aquí tienes la medalla cascada como prueba de tu victoria —le entregó una insignia con forma de gota y de color celeste, brillaba a la luz.

    —Gracias.

    Los tres chicos se despidieron de Misty y se retiraron del gimnasio con destino al Centro Pokémon para curar las heridas de Ivysaur y Zubat. Mientras caminaban, Adam decidió comenzar a hablar.

    —Entonces, dinos, Jack. ¿Qué te dijo la batalla?

    —Me gustan las batallas, pero mientras luchaba contra Misty no sentí la necesidad de ganarle —explicó mientras acomodaba su nueva medalla en el cinturón de su mochila—. Por alguna razón me bastó con sorprenderla. Fue una batalla muy diferente a la que tuve con Brock.

    —Pero, ¿te dijo algo sobre tu objetivo? —insistió Lyra.

    —La verdad es que no sé si las batallas de gimnasio me digan algo más aparte de dejarme bien en claro que me gustan los duelos. Quizás me tengan que suceder otras cosas para definir mi objetivo. Pero ha de llegar a su debido momento, cuando a las misteriosas fuerzas que rigen este mundo les parezca preciso y oportuno —dijo con voz de poeta y miró al cielo con esperanza.

    —¡Ay, que profundo! —comentó Lyra con risas entre medio, mientras le daba un cariñoso empujón que lo desequilibró.

    Llegaron a un paradero y tomaron el bus. Luego de curar a sus pokémon irían a comer, más tarde, a pasear en góndola para relajarse un rato.
     
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    Dark RS

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    Me alegra decir que no encontré nada que señalar en cuanto a la ortografía.

    Imaginé a Adam y Lyra sentados con un refresco en la playa, esas sillas debieron ser muy cómodas.
    La estrategia de Jack fue bastante buena, incluso investigué lo de que el sonido viaja mas rápido en el agua, al parecer 4,3 veces más rápido y 15 veces más veloz en el acero. Aprendí algo nuevo.

    El ataque torpe de Misty la hizo perder, acercarse tanto a zubat sabiendo que con ice beam lo derrota por la parte voladora o con psych por la parte veneno. Debió ganar mucha experiencia, pronto será un golbat. No había pensado en lo que señaló Jack, es prácticamente un entrenador del tipo veneno.

    Diré que la lucha fue bastante buena, y los dos que venció antes cayeron tan fácil como en los juegos. Lo mejor de echo voice es que se vuelve mas fuerte con cada uso que se le da en forma consecutiva.

    No queda mas que esperar el siguiente capítulo y aguardar la lucha contra el Lt. Serge, los tipos eléctricos serán un verdadero problema para Jack.
     
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