La hermana de Uchiha Itachi

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Endora, 5 Diciembre 2011.

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    Endora

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    Título:
    La hermana de Uchiha Itachi
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    1186
    Hola a todos. Este fic ya lo conocen, lo había publicado anteriormente con la otra cuenta a la cual ya no pude acceder (Samantha). Este fic también está publicado en FF.es donde mi cuenta es Namanti M y ahora acá con mi nueva cuenta.

    Iré subiendo de nuevo los capitulos, subiré uno por día hasta llegar al actual, el que apenas actualicé hoy.

    Disculpen lo mucho que me he tardado y espero que Blacki no me mate. xD

    Advertencia: Existen dos mary sue en el fic

    PD: Extraañoo mi cuenta anterior!!!!!! ToT
    --------------------------------------------------------------------------------------

    Capítulo I

    La llegada


    El sol comenzaba a ocultarse dando señales de que muy pronto llegaría la noche, esa que siempre venía acompañada del resplandor de las estrellas. Las luces de la ciudad empezaban a encenderse. Había mucha gente en las calles de Tokio, y como no, era sábado, noche en que los jóvenes salían a divertirse y calmar un poco el estrés que les dejaba el resto de la semana debido a las actividades escolares.

    En la mansión de los Uchiha, Itachi, uno de los integrantes de esa familia se encontraba en su habitación esperando la llamada de su mejor amigo, Namikaze Deidara, hijo de uno de los empresarios más conocidos de Japón, después de Fugaku Uchiha, padre de Itachi.

    Deidara es un chico de pelo rubio, largo, con una media coleta y un flequillo que le tapa su ojo izquierdo, es de piel clara y de estatura un poco más baja que la de Itachi, le gusta el arte, y va al mismo instituto que el antes mencionado. Deidara tiene 17 años.

    Itachi era un joven de cabello largo, negro como el azabache y ojos del mismo color, eran tan oscuros que se podría confundir con el mismo ébano. Su piel era algo pálida, pero a simple vista, se nota que era muy suave como la seda. Itachi tenía 18 años, y pertenecía a una banda llamada Akatsuki, la cual fue creada por el mismo.
    El joven azabache estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando alguien entro a su habitación.

    —Hijo, he estado tocando esa puerta por más de diez minutos, ¿acaso te sucede algo? —Pregunto su madre.

    Mikoto era una mujer de pelo negro, piel igual de pálida que la de sus dos hijos, tenía porte de dama elegante y muy educada. Era una madre que siempre se preocupaba por el bienestar de sus hijos.

    —No madre, sólo me preguntaba cuándo llegaría mi hermana, cuando me llamó me dijo que sería esta semana, pero no me dijo que día sería y ya falta poco para que entre la siguiente —le explicó el joven, quien tenía una voz serena y calmada.

    —Quizás esta haciendo los tramites de los documentos para regresarse, ya sabes que al llegar debo ir a inscribirla en el Konoha School —le dijo mientras le sonreía dulcemente— por cierto hijo, acaba de llamar Dei-kun, dijo que ya venía para acá —le comentó la señora para luego salir de la habitación del Uchiha.

    —Gracias madre —contestó él muchacho con una dulce sonrisa.

    -+-

    En otra parte de la casa dos jóvenes entablaban una conversación que para el otro no era nada divertida. Sasuke Uchiha y Sai Uchiha ambos hermanos gemelos, de igual apariencia, pero con personalidades totalmente distintas. Sai era un joven de personalidad un tanto rara, a veces suele sonreír, pero muchos se han dado cuenta que esa sonrisa es un tanto falsa, cosa que le molesta al otro. Sai es de pelo corto azabache, piel palida y ojos oscuro, de contextura delgada y no muy musculosa. Sasuke es un chico de pelo negro, su pelo no es tan corto de hecho está parado en puntas a modo de cacatúa, es un chico frio y muy serio, pero de corazón noble.

    —Bastardo, lo que te digo es enserio, esa chica se me ofreció —le decía Sai con una mirada muy seria.

    —¿Y eso a mí que me importa?, no estoy para escuchar tus experiencia en el sexo, copia barata —le dijo en tono frio y con intenciones de salir de ahí, pero la una mano lo detuvo.

    —¿Y de verdad no quieres saber quién fue la chica que se me ofreció? —le preguntó esta vez con el ceño fruncido— Igual te lo diré, no dejaré que mi hermano caiga en las garras de una chica como esa. Esa persona de la que te hablo es Karin —le dijo. Sasuke no podía creer lo que sus oídos escuchaban, ¿su novia detrás de su hermano?

    —¿Es una broma verdad?, di que lo dijiste sólo para molestarme, ¡dilo! —esto último lo grito, para luego salir como alma que lleva el diablo.

    —¡Sasuke, espera! —le gritó Sai, desde la puerta. Itachi y Deidara que estaban en la habitación del antes nombrado escucharon, por lo cual decidieron salir para ver qué pasaba.

    —¿Qué ocurre? ¿Por qué esos gritos? ¿Qué le hiciste esta vez, Sai? —Itachi interrogaba a su hermano.

    —Ya se enteró de lo que tú y yo ya sabemos —le contestó mientras daba un suspiro de cansancio.

    —¿Pero cómo se enteró? ¿Quién se lo dijo?, acaso tú… —volvió a interrogar Itachi.

    —No me lo pude aguantar más, tenía que decírselo, Itachi, no es justo que esa chica le esté viendo la cara a Sasuke. —le dijo esta vez en un leve susurro.

    —¿Karin está engañando a Sasuke idiota? —Esta vez fue Deidara quien preguntó, no podía creer lo que escuchaba, la chica se veía muy enamorada del Uchiha.

    —Bueno, a lo hecho pecho, vamos a buscar a Sasuke antes de que haga alguna idiotez —propuso el mayor, para luego salir de la mansión de los Uchiha e ir en busca de su hermano.

    -+-

    Por otro lado. Una joven de pelo azabache y largo hasta la mitad de la espalda, piel clara y ojos negros tan profundos como un pozo sin fondo, iba en un taxi con destino a la mansión Uchiha, su nombre; Uchiha Shiise. En apariencia Shiise era muy parecida a Sasuke y Sai, pero el carácter se asemejaba mucho a Sasuke. Shiise tiene 17 años y va en quinto año, le gusta dibujar.

    —Señorita, ya llegamos —le avisó el conductor del taxi.

    —¿Me ayuda a bajar las maletas hasta la entrada de mi casa, por favor? —le pidió al señor.

    Se encaminó a la casa, abrió la puerta la cual no tenía seguro, —razón que no le encontraba explicación ya que esa puerta siempre estaba cerrada con pasador— el señor del taxis dejó las maletas dentro de la casa y se fue. Shiise subió las maletas una por una a su habitación sin que nadie se diera cuenta. Estaba acomodando su ropa, cuando escuchó unas voces que provenían de la sala, salió de su habitación y se encaminó hacía dicho sitio. Al llegar vio como Sasuke discutía con Itachi, así que decidió hablar, no les gustaba verlos pelear.

    —¿Acaso no me piensan saludar? —dijo ella desde las escaleras.

    Los chicos no podían creer lo que estaban viendo, allí frente a ellos estaba su hermana la cual no veían desde hace mucho tiempo.

    CONTINUARÁ…
     
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    Hola de nuevo chicos, acá subiré el segundo capitulo de esta historia, espero sea de su agrado. :)

    Capítulo II
    Namikaze


    —¿Acaso no me piensan saludar? —dijo ella desde las escaleras.

    Los chicos no podían creer lo que estaban viendo, allí frente a ellos estaba su hermana la cual no veían desde hace mucho tiempo.


    -+-

    La joven bajaba las escaleras con una sonrisa algo torcida, le causaba un poco de gracia ver la cara de impresión que tenían sus hermanos, pero no podía negar que también estaba muy feliz por verlos de nuevo. Terminó de pisar el último escalón y como si su vida dependiera de ello le dio un fuerte abrazo a Itachi, al separarse de ellos abrazó al unisonó a sus otros dos hermanos.

    —¿A qué horas llegaste?, pensamos que ya no vendrías —preguntó el mayor de los Uchiha con una sonrisa de medio lado.

    —Llegué hace poco, pero no vi a nadie, ¿dónde estaban todos? —interrogó ella.

    —Es una historia muy aburrida para contar —esta vez fue Sasuke quien habló.

    Estaban tan felices de que la muchacha estuviera con ellos, que se habían olvidado de una persona, la cual los miraba con los brazos cruzados para luego tocer y que de esa manera se acordaran de él.

    —¿Y a mí no me presentas, Itachi? —comentó el rubio de la coleta.

    —Ah, es cierto. Shiise, él es mi amigo Namikaze Deidara, hermano de mi novio Mei —lo presentó Itachi, mientras les explicaba que el muchacho era como parte de la familia.

    —Hola, mucho gusto —dijo sin prestarle mucha atenció.

    —El gusto es mío, linda —contestó para luego guiñarle un ojo, cosa que no le gustó mucho a la joven de pelo azabache.

    —¿Dónde están mis papás?

    —Están en una cena de negocio con los Namikaze y los sabaku no —explicó.

    —Bueno, iré a descansar a mi habitación.

    Dio media vuelta y subió las escaleras, para ir a descansar a su habitación, el viaje de Italia a Japón había sido muy largo, además mañana tendría que ir con su madre a comprar el uniforme de la nueva escuela.

    Mientras tanto en la sala, Itachi, Deidara y Sai, seguían sermoneando a Sasuke ya que lo que él pensaba hacer no era una buena idea. Ya hablarían con Karin, pero cuando Sasuke estuviera más calmado, ahora la ira no lo dejaba pensar bien; algo si era seguro, Sasuke le haría pasar la peor de las vergüenzas. Nadie traiciona a un Uchiha y se queda tan campante.

    Sasuke y Sai se fue a acostar y en la sala quedaron Deidara e Itachi, platicando sobre una salida al parque de diversiones que tenían planeado él y Meidara —la hermana gemela de Deidara— y sobre que sería buena idea invitar a Shiise, así ella se iría familiarizando con sus compañeros y novia.

    —¿Tú crees que a ella le agrada esa idea?, yo creo que no le caí bien, me miró muy feo —comentó el rubio con una cara de fastidio.

    —Ella es así al principio, pero cuando te tome confianza será diferente. ¿ o acaso yo no me porte igual contigo y con Mei? —le dijo para luego formularle una pregunta.

    —Bueno, eso es muy cierto. Ustedes los Uchiha son raros, pero no se les puede quitar el titulo de chicos sexys —decía mientras rio de manera picara.

    —¿Así que mi hermana te pareció sexy eh? —sonrió de medio lado como diciendo, acerté.

    —AH, eh… y…yo no quise decir eso, este, lo dije en general —Deidara se había sonrojado de sobre manera, odiaba que Itachi siempre diera en el blanco.

    —Ok, como digas —contestó.

    Después de conversar un rato más, Deidara se fue a su casa e Itachi a su habitación.
    Fugaku y Mikoto llegaron a las doce de la media noche y aún no se habían dado cuenta, hasta que pasaron por la habitación de Shiise la cual quedaba al lado de la de ellos, y la vieron allí acostada. La Mikoto quería gritar de emoción, pero Fugaku se lo impidió, ya mañana habría tiempo de abrazarla y preguntarle muchas cosas.

    A la mañana siguiente, ya estaban todos desayunando en el jardín, este día era muy especial, ya que su hija estaba de vuelta en casa, y a ella le encantaba desayunar en el jardín; con el canto de los pájaros, los rayos del sol, y la brisa de la mañana, la cual hacía que su pelo se moviera al compas del viento.

    Ella les estuvo contando de lo bien que le había ido en la escuela, y las cosas que había hecho, una de esas que había tenido clases de diseño con uno de los dibujantes más importantes de Genoba, la ciudad donde estuvo viviendo por 5 años con su tío Madara y sus primos Shisui y Obito. Ellos se portaron muy bien con ella y la trataron igual que si estuviera en su casa.

    Después de desayunar, Mikoto les dijo a sus hijos para ir a comprar los uniformes, ya que en una semana comenzaban las clases en el Konoha School, uno de los institutos con más prestigio en todo Jápon.
    Estuvieran por largo rato comprando los uniformes, luego fueran a la mansión de los Namizake, ya que Kushina la esposa de Minato Namikaze quería hablar con ella sobre el cumpleaños de su Hija Meidara, la novia de Itachi.


    -+-​

    Kushina era una mujer de pelo rojizo y muy largo, ojos azules, piel clara y con una personalidad muy carismática, era una mujer muy simpática y amable para todo aquel que la tratara. Minato era un hombre de pelo rubio como Deidara y ojos del mismo color que los del muchacho, también era un señor muy simpático, y amable, uno de los empresarios más conocidos en el país, después de Fugaku Uchiha.Meidara era una joven de pelo rubio, recogido en dos coletas, con unas marquitas a los lados de sus mejillas, era de piel bronceada y tenía una linda figura (sexy no jutsu xD) era muy alegre y algo infantil, Mei como todos las llamaban, tenía 17 años y era la novia de Itachi.
    -+-

    Al llegar a la mansión de los Namikaze, Kushina los recibió con una sonrisa. Mikoto le presentó a su hija, A Mei le pareció muy seria, pero aún así pensó que podrían llegar a ser muy buenas amigas, así que la invito a tomar el té en su habitación para conocerse mejor.

    Mei habla sobre como conoció a Itachi y sobre lo mucho que lo quería, hasta la invito al parque de diversiones, cosa que la joven de pelo azabache aceptó con algo de fastidio. A su parecer su cuñada hablaba mucho y eso le molestaba, era una buena chica, pero no estaba acostumbrada a entablar una larga conversación con personas que apenas conocía.

    —Y tú, ¿tienes novio, Shiise? —preguntó con una dulce sonrisa.

    —No —contestó secamente.

    —Tú no sueles hablar mucho, me recuerdas a Itachi y a Sasuke, aunque este último es más amargo, no sé a quién saldrá así —decía mientras se ponía el dedo índice de la mano izquierda en su boca.

    —Y tú hablas demasiado, ¿acosa no se te cansa la lengua? —dijo un poco molesta por el cometario que había hecho la rubia, pues estaba muy claro que ese carácter lo sacó Sasuke de ella, en pocas palabras la chica la estaba llamando amarga a ella también.

    —Creo que te molestó lo que dije, jeje.

    —Sí, y ya me largo, estresa estar con gente que habla demasiado —dijo para luego abrir la puerta y salir, pero al cruzar la susodicha chocón con una persona que venía a la habitación de Mei.

    CONTINUARÁ…
     
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    La hermana de Uchiha Itachi
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    Romance/Amor
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    Capítulo III
    Conociendo a los amigos de mis hermanos
    —Aush —se quejaron ambos por el choque.

    —Lo siento, no te vi —se disculpó el rubio.

    —Yo tampoco —dijo La Uchiha, de manera seca para luego irse de allí.

    —Es bastante pesadita, ¿no? —comentó Mei con un suspiro de cansancio, por lo cual Deidara sólo sonrío.

    -+-​
    En otro lugar, unos chicos estaban en el parque central charlando y planeando lo que harían este fin de semana, estos eran: Naruto, Hinata, Sakura, Ino, Gaara, Temari, Shikamaru y Kiba; sólo faltaban Sasuke y Sai quienes estaban en casa de los Namizake. Ellos eran amigos desde la infancia, siempre salían juntos y compartían momentos especiales, son ese tipo de amigos que muchos quisieran tener ya que ellos se apoyaban en las buenas y en las malas, pasara lo que pasara.

    —Deberías esperar a que Sasuke teme y Sai vengan —propuso Naruto quien se estaba comiendo un cono de helado de fresa— al fin y al cabo es el cumpleaños de ambos, ¿no? —Finalizó.

    —Es que de Eso se trata, bobo, tiene que ser una sorpresa —comentó Ino quien tenía cara de fastidio— tenemos muy claro de que a Sasuke-kun no le gustan las fiestas, pero a Sai si, además no irán muchas personas, sólo los más allegados; eso incluye a ya saben quién —explicó Ino, mientras se referían a Karin, para luego mirar a Sakura quien cambió el semblante a uno triste.

    —¿Por qué me miras así?, es su novia, obviamente hay que invitarla —decía para luego suspirar.

    —Si tu lo dices —dijo Temari— deberíamos hablar con Itachi-san, él nos podría ayudar a organizar la fiesta, o también le podríamos preguntar a la tan mencionada hermana que llegará pronto —propuso ella con una risita de picardía, ya que Sai había hablado de la joven toda una semana.

    —Hey, no sean problemáticos, ¿cómo se les ocurre que le vamos a preguntar a una persona que ni siquiera conocemos?, además que sabemos nosotros como es ella —Acotó el Nara, mientras se ponía la mano en la cara, como gesto de fastidio.

    —Haber, para que buscar la ayuda de alguien más, nosotros somos suficientes como organizar todo eso, aunque si necesitamos que alguien distraiga a esos dos, sobre todo a al tempano de hielo —objetó Kiba.

    —Gaara y Hinata no han dicho nada, ¿a ustedes que les parece? —preguntó Ino.

    —Por mí está bien —contestó Gaara.

    —A mí me parece u…una buena idea, pero pienso que si debería buscar la ayuda de alguien p…para que los distraigan —decía la Hyuuga quien jugaba con sus dedos.

    —Ok, entonces le diremos a Itachi-san y a Deidara que nos ayuden, mi hermano siempre tiene buenas ideas —comentó el Namikaze para dar su último bocado de helado.

    -+-​
    En la mansión de los Namikaze, Kushina aún seguía charlando con su amiga, sus hijos ya estaban fastidiados, sobre todo Sasuke quien no estaba de buen humor. Sai lo miraba como queriéndole preguntar algo, y Shiise los miraba a ambos como preguntándose qué rayos pasaba por la mente de esos dos, desde que llegó notó algo raro en ellos, especialmente en Sasuke. Era normal que él estuviera de mal humor porque la mayoría de las veces lo estaba, pero que ella recordara no era tan gruñon, pero se iba a quitar esa duda, no era su costumbre andar preguntando cosas que no le incumbe, pero esto le preocupaba.

    —¿Será que me pueden decir lo que está pasando? —Preguntó mirando a Sasuke— No crean que no me he dado cuenta, desde que llegué he notado algo raro en ustedes, sin mencionar que el primer día los vi a los tres discutiendo, tú estás más malhumorado de lo normal, y tú piensas más de lo habitual, ¿qué les ocurre? —les decía, en voz baja para luego finalizar con una pregunta.

    —No quiero hablar de eso —dijo Sasuke mientras fruncía el ceño, odiaba recordar lo que su hermano le había dicho sobre su novia, y lo que más odiaba era que no se había dado cuenta antes.

    —No tengo porque decirlo, ya que eso es asunto de este bastardo, pero si a ti te preocupa te lo diré —Hablaba Sai mientras miraba a Sasuke, este a su vez se fue a sentar a un lado de su madre, no quería escuchar lo que ya sabía, más que rabia le causaba vergüenza— lo que sucede es que su novia lo traicionó, no una vez, sino varías veces… incluso a mí me estuvo seduciendo. Su nombre es Karin, ya la conocerás —le explicó Sai con una mueca de disgusto, para luego mirar hacia Sasuke, quien estaba algo cabizbajo.

    Shiise notó lo mal que se sentía su hermano, así que les propuso a ambos salir de aquella casa, era muy fastidioso tener que escuchar la conversación de aquellas mujeres, así que le pidieron permiso a Mikoto y salieron de allí, pero para que la madre los dejara ir, tenía que invitar a Mei y a Deidara; cosa que no le hizo gracia a la joven, pero qué más daba.

    Caminaron un rato por el centro de la ciudad, pasaron por el instituto donde estudiaban, Sasuke, Sai, Mei y Deidara. A Shiise le pareció bonito, por lo menos no tenía un aspecto terrorífico como algunos internados de Italia.
    De allí fueron a una heladería, platicaron un poco, se notaba que se estaban divirtiendo, Sasuke a veces sonreía con las cosas que Deicía Mei. Deidara intentaba entablar una larga conversación con la Uchiha, pero sólo le contestaba en cinco o tres palabras.

    Salieron de la heladería y siguieron platicando, hasta llegar al parque donde se encontraban los demás. Naruto al distinguir a sus hermanos salió corriendo hacia ellos, y cuando vio a Sasuke su sonrisa se ensanchó más, él era su mejor amigo, y la verdad sin las peleas rutinarias que habían entre ellos, uno no podía vivir sin el otro; Naruto aún no sabía lo que le pasaba a Sasuke.

    —¿Oigan, ¿Y quién es esta chica tan linda, dattebayo? —preguntó Naruto refiriéndose a Shiise, quien levantó una ceja, para luego mirar inconscientemente a Deidara, quien le guiñó un ojo.

    —Ella es mi hermana Naruto-kun —le contestó Sai— Nee-san, ellos son nuestros amigos.

    Sai les presentó a sus amigos, los cuales le cayeron bien. Son unos chicos muy agradables, a su parecer. Sai le presentó a Ino como su novia, vaya desde cuándo tenía tantas cuñadas. Shikamaru y Temari le parecieron muy graciosos, ya que este se fastidiaba por todo y la otra se enojaba, Hinata le pareció una chica muy tierna y algo tímida, notó que esta se sonrojaba cada vez que el rubio de las marquitas se le acercaba a decirle algo. El que si le entró curiosidad fue Gaara, ya que se veía que era un chico bastante cayado y algo frío, pero si era amigo de sus hermanos es porque era una buena persona.
    Sakura le parecía una buena chica, aunque notó que esta miraba mucho a Sasuke y cuando este veía que ella lo estaba mirando, ella voltea la cara. Shiise se dio cuenta de todo, nada pasaba por alto y tenía que admitir que eran personas agradables, incluyendo a Deidara y Mei.

    Sai les contó de los viajes que había hecho su hermana, y como era el internado donde había estado y de cómo era ella con ellos. Después Mei le comenzó a hablar sobre la banda de Akatsuki, la cual era una banda de rock muy conocida en Tokio, donde los vocalistas eran Itachi y Deidara. La plática se estaba poniendo interesante hasta que tres personas aparecieron donde estaban el grupo de chicos.

    —Vaya, vaya, miren quienes están acá mi amado novio con su amigos los lelos —se escuchó la voz pedante de una chica, esta tenía el pelo rojo, la piel clara y usaba anteojos, iba vestida de una manera algo depravada, su nombre; Karin— Oh, no me digan que tienen a una nueva integrante en su grupito, esto lo dijo refiriéndose a Shiise, la cual la miró con el ceño fruncido.

    —Largo de aquí, Karin —dijo Sasuke con voz amenazante— Por cierto, quiero que te des por enterada que ya no quiero nada contigo, en pocas palabras terminamos —los chicos no podían creer lo que estaban escuchando, nunca se imaginaron que Sasuke diría algo como eso en público, menos si era una persona tan reservada como él.

    —¡¿CÓMO?! —gritó la chica para luego morderse el labio— Tú no puedes terminar conmigo, ¿quién te crees eh? —le reprochó, ya que esto era una humillación, más si sus peores enemigos estaban allí.

    Karin le gritó a Sasuke todas las clases de insultos que podían existir, este a su vez le contestaba con palabras hirientes que humillaban a la muchacha, esta le dio una cachetada al azabache, acto que no le vino en gracia a cierta Uchiha que miraba desde atrás. Shiise notó que a Karin le quedaba colgando un pequeño hilo de la pollera; acto seguido, tomó el hilo y espero a que ella se fuera, esto provocaría que a la joven se le hilara la falda, eso fue justo lo que pasó. Karin al voltear hacia atrás notó que la hermana de Sasuke tenía el hilo en la mano.

    —Deberías comprarte ropa de mejor calidad, la que usas se rompe muy fácil —dijo burlonamente con una sonrisa de medio lado. Los chicos tenían los ojos como plato, ni siquiera sus hermanos podían creer lo que había hecho.

    —¡Jajajaja! —Se escuchó una risa— eso estuvo genial, hermana de Sasuke, ja, ese acto demostró una vez más que con los Uchiha nadie se mete, y el que lo haga deberá prepararse para las consecuencia, ¡jajajaja! —reía Kiba mientras le palmeaba la espalda a la joven con tanta confianza.

    —Umh —fue lo único que dijo ante la acción del chico perruno, el cual le parecía algo extraño que hablara con el perro.
    CONTINUARÁ…
     
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    Romance/Amor
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    Hola gente linda acá traigo el siguiente capitulo, espero sea de su agrado.
    Quiero agradecer a las personas que leen mi fic, muchas gracias a todos. :)

    Capítulo 4 Sakura


    Después del mal rato que Karin les hizo pasar a los chicos, los mencionados estuvieron bastante rato en el parque. Al llegar el atardecer, Sai le propuso a sus amigos que fueran a la mansión de los Uchiha, ya que el cocinero les prometió que hoy les harían hamburguesas, así que a los chicos les pareció una buena idea, además de que el cocinero de los Uchiha hacía unas hamburguesas muy ricas; según Sai.

    Los chicos llegaron, saludaron a sus padres y fueron al jardín. Sai le pidió a Mimi —una de las sirvientas— que iban a comer las hamburguesas en ese lugar, que por favor se las llevaran para allá.

    Se sentaron en una pequeña plazoleta que había en ese jardín, la plazoleta tenía una pequeña fuente con la estatua de un ángel el cual sostenía una rosa con la mano izquierda, de esa rosa brotaba un pequeño chorro de agua. A su alrededor, habían árboles de cerezos, los cuales soltaban un rico aroma el cual se perdía en la brisa. A unos tres metros de la plazoleta había un jardin de rosas de distintos colores; rojas, blancas, rosadas, amarillas, incluso azules, ya que la señora Mikoto había pedido por encargo unos injertos de rosas azules. Debajo de uno de los árboles de cerezo, había una mesa con varias sillas. En la plazoleta había varias bancas en semicírculos.

    Los chicos se sentaron en las bancas de la plazoleta para seguir platicando, menos Sakura, ella caminó hacia los rosales, ya que los colores le habían llamado mucho la atención. Ella llevaba mucho tiempo visitando a los Uchiha y siempre que venía le gustaba mirar lo linda que estaban las rosas. Tenían un olor embriagante, los cuales hacían que se relajara y a la vez se perdiera en sus pensamientos.

    Cerró sus ojos, mientras aspiraba el delicioso aroma, sus cabellos ondeaban en un suave movimiento debido a la brisa, muchos recuerdos llegaron a su mente. El día que conoció a Sasuke, la vez que se enteró de su noviazgo con Karin, esa fue la peor noticia que le habían dado en años. Una fina lágrima rodo por sus pálidas mejillas. De repente un aroma suave, algo cítrico se mezcló con el de las rosas, ella sabía muy bien de quien se trataba, ese olor era inconfundible, sus fosas nasales no se equivocaban, era él… el dueño de sus desvelos, aquel al que tanto amaba; Uchiha Sasuke. Volteo suavemente, para encontrarse con la oscura mirada del azabache, esa mirada que la hacía derretirse como un helado.

    —¿Te gustan mucho verdad? —preguntó para luego dar un paso y quedar a la distancia de la joven Haruno.

    —Sí, las rosas son mis favoritas, en especial las rosadas —le contestó con una voz suave y con una dulce sonrisa.

    —Sabes, es extraño que siendo tú una chica linda, amable y amigable, no tengas a un compañero a tu lado, ya sabes a lo que me refiero —habló el mirándola a los ojos, mientras metía sus manos en el bolsillo.

    —Es difícil fijarse en alguien más cuando tu corazón ya ha elegido a quien amar, después que uno se enamora, no fácil sacarse a esa persona de aquí —ella llevó su mano hasta su corazón, y bajando la cabeza. Se le hacía muy complicado mirarlo a los ojos. ¿Cómo siendo él tan inteligente, aún no se da cuenta de lo que siente?, era una de las preguntas que Sakura se hacía.
    —No sabía que estuvieras enamorada de alguien —dijo aún con la mirada enfocada en los verdes ojos de la joven— ¿Quién es esa persona a la que amas Sakura?

    La chica palideció ante la pregunta del Uchiha, nunca se había esperado algo como eso. Su corazón latía a mil por horas, no sabía que decirle, era una pregunta que la había tomado por sorpresa, no podía decirle que era a él a quien amaba… él no correspondía sus sentimientos, no quería que Sasuke se burlara al escuchar su respuesta. Las piernas comenzaron a temblarles, sentía que iba a desmayarse.

    —¿Y bien, me dirás o no?
    —Yo… yo estoy

    Y como si de un milagro se tratase, Ino apareció frente a ellos para avisarles que las hamburguesas ya estaban en la mesa. Sakura sintió que el alma le volvía al cuerpo, le daba gracias a todos los dioses por salvarle la patria.
    Regresaron a la mesa y se sentaron junto con sus amigos. Sakura aún se sentía un poco nerviosa, así que le costaba tomar las cosas, Sasuke a veces la miraba raro y eso le causaba nerviosismo.

    —Me pasas la sal, por favor —le pidió Shiise a Deidara quien estaba a su lado— hey, ¿me escuchas? —le decía ella mientras lo miraba raro.

    —¡Ah!, si toma jeje —expresó con nerviosismo.
    —Raro…

    —Buenas tardes chicos, ¿qué tal la pasaron? —preguntó Itachi quien iba llegando. Luego se acercó a su novia para darle un beso.

    —Pasamos una tarde muy divertida, sobre todo con la bromita que tu hermana le hizo a Karin, bien merecido que se lo tenía, imagínate que cacheteo a Sasuke-idiota, dattebayo —explicó Naruto mientras comía su hamburguesa.

    —¿Quién te crees para insultarme, dobe? —le reclamó el Uchiha, quien tenía el ceño fruncido.

    —Ya calmate, ototo-baka, ya sabes que lo dice por cariño. ¿Shiise, que le hiciste a Karin, eh? —preguntó Itachi mientras sonreía pícaramente.

    Antes de que la antes mencionada pudiera abrir la boca, Mei ya le estaba contando a su novio lo que había hecho, y también le dijo que Karin había amenazado con vengarse.
    Terminaron de comer sus hamburguesas y se quedaron un rato más. Luego cada uno se fue para su casa, las únicas que quedaban allí eran Sakura e Ino, esta ultima por Sai, y Sakura porque ella e Ino eran vecinas, así que siempre se iban juntas. Sakura le rogaba a Kami para que Ino se fuera pronto, no soportaba la presión que sentía esa noche, era la primera vez que quería salir corriendo de casa de los Uchiha. Sabía que Sasuke no se iba a quedar con la duda, así que le volvería a preguntar, y era lo que ella no quería.

    —¿Te sientes bien? —preguntó Itachi quien se acercó a la joven de pelo rosado.
    —Sí, estoy bien. Umh, me dices la hora, por favor; Itachi-san
    —Son las siete y media.
    —Gracias
    —¿Aún lo sigues queriendo verdad? —Preguntó el mayor de los Uchiha quien notó que la mirada de la joven se posaba en Sasuke quien estaba sentado en el borde de la ventana, mirando quien sabe a dónde— ¿me responderás sí o no? —esto la tomó por sorpresa, hay que ver que los Uchiha saben cómo intimidar a la gente.

    CONTINUARÁ.
     
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    La hermana de Uchiha Itachi
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    —¿Aún lo sigues queriendo verdad? —Preguntó el mayor de los Uchiha quien notó que la mirada de la joven se posaba en Sasuke quien estaba sentado en el borde de la ventana, mirando quien sabe a dónde— ¿me responderás sí o no? —esto la tomó por sorpresa, hay que ver que los Uchiha saben cómo intimidar a la gente.



    Helado de fresa
    Esa noche había sido la más pesada de todas, no pudo pegar un ojo en el transcurso de la misma, muchas cosas comenzaban a rondar por su cabeza. Los dioses le estaban dando una oportunidad, al permitir que Sasuke se diera cuanta la clase persona que es Karin, ahora más que nunca ella debería luchar por el amor del Uchiha, pero, ¿cómo?, él aún la amaba a ella.

    Caminó hasta su cama y se acostó boca arriba, mientras miraba el techo como si de ello dependiera su vida. Estaba pensando en muchas cosas, cuando el sonido de su teléfono indicando que le había llegado un mensaje la sacó de sus pensamientos. Se sorprendió mucho al notar que el mensaje era de Sasuke, decía: “Naruto y Hinata me invitaron a la heladería, ¿te gustaría venir conmigo?”. Nunca en su vida se hubiera imaginado que Sasuke la invitaría a algún lado. No dudo no un minuto en aceptar la invitación, definitivamente dios le estaba dando una oportunidad, así que no debía desaprovecharla.

    Corrió hacia el baño, se desvistió y se metió en la ducha, allí estuvo unos quince minutos, meditando tantas cosas que habían pasado en todo este tiempo. Salió del baño y escogió la ropa que iba a usar, sacó una pollera color chocolate y una blusa manga tres cuartas de color rosa, con un gatito negro que venía dibujado, sacó unas convers rosadas y empezó a vertirse, se maquillo un poco, no tan exagerado, algo sencillo, y se recogió el pelo con una cola alta, al estilo Shikamaru.

    Cinco minutos después de estar lista, tocaron el timbre, una de las sirvientas le anunció la llegada del azabache. Bajo a la sala y allí estaba él, tenía una polera negra manga larga, unos jeans azules y un poco holgados, unas convers negras y una chaqueta del mismo color que la polera. Sasuke se acercó a ella y la saludó con un beso en la mejilla. Sakura no podía creer lo que el muchacho había hecho, nunca la había saludado de esa manera.

    —Te ves bien, Sakura —le dijo con una sonrisa de medio lado. La susodicha estaba muy sonrajada.

    —Gracias, Sasuke-kun —dijo riendo de manera nerviosa.

    —Vámonos ya, Naruto y Hinata nos están esperando en la heladería que está frente al instituto —Anunció.

    Salieron de la mansión de los Haruno, y caminaran hasta la heladería, casi no hablaron en el camino, de alguna u otro manera, Sakura se sentía algo cohibida, el Uchiha de vez en cuando la miraba como si quisiera descifrar algún acertijo, y eso la ponía muy nerviosa. Llegaron a la heladería, allí los estaban esperando Hinata y Naruto, se sentaron en la mesa los antes mencionados y comenzaron a platicar amenamente, fue en ese momento en el que Sakura comenzó a relajarse.

    -+- Por otro lado -+-
    —¿Cuándo piensas ir a Japón?
    —Aún no lo sé, pero que Shiise no piense que esto se quedará así.
    —Tú tuviste la culpa, la traicionaste con Amane, ninguna mujer soporta un engaño.
    —Ella me humilló, y eso no se lo voy a perdonar, me dejó de llamar Kimimaro.
    -+- En Japón -+-
    —Mamá, ¿para dónde salió el bastardo? —preguntó Sai.

    —Hijo, ¡deja esas expresiones!, se escucha muy feo que le llames así a tu hermano —le reclamó para luego dar un suspiro de cansancio— Salió con Sakura-chan. Espero mi hijo se empiece a interesar por ella y se olvide de esa muchacha Karin, nunca me ha agradado su manera de vestir —comentó mientras leía una revista.

    —Buenos días Sai, buenos días madre —saludó Shiise— Oye mamá, Meidara me invitó a su casa, así que creo que no vendré a almorzar —avisó.

    —Yo tampoco vendré a almorzar, pasaré el día con Mei —comentó Itachi quien iba entrando a la sala.

    —Está bien mis niños, pero lleven a Sai con ustedes para que no se quede solo.

    —No gracias madre, yo tengo pensado ir a visitar a mi amada Ino —aclaró mientras sonreía típicamente.

    —Está bien, se cuidan, no vallan a venir tarde.

    Itachi y Shiise se montaron en el auto del mayor y salieron rumbo a la mansión de los Namikaze. Al llegar Mei recibió a Itachi con un gran abrazo, a Shiise la saludó Igual. Deidara venía de la cocina con un pote de helado en sus manos, saludó a Itachi y luego a Shiise con un beso en la mejilla.

    —Qué bueno que vinieron, estábamos muy aburridos —comentó Deidara mientras se llevaba una cucharada de helado a la boca, para luego lamer la cucharilla, cosa que no pasó desapercibida por cierta Uchiha— Mi hermano Pein llega a las dos de la trade, viene con su novia Konan —les dijo.

    —¿Qué manera es esa de comer helado?, pareces un niñito, Deidara —le decía Itachi mientras ponía una mano en su rostro y negaba, como diciendo que era un caso perdido.

    —Ya sabes que el helado de fresa me gusta mucho, y a veces no me controlo, ¿te gusta el helado de fresa? —le preguntó a Shiise mientras le ponía la cucharilla con helado frente a ella, ofreciéndole un poco.

    —No me gusta, no soy amante al dulce —dijo cruzándose de brazos.

    “Ya lo veremos” —pensó mientras sonreía pícaramente y se metía la cucharilla con helado a la boca.

    Se fueron al jardín y se sentaron en unas bancas que estaban debajo de un árbol de manzano el cual les brindaba mucha sombra. Para Deidara la cosa se estaba poniendo aburrida, Itachi y Mei solo se abrazaban y besaban mientras que Shiise solo enviaba mensajes de su teléfono no se a quien, así que se le ocurrió una buena idea. Se levantó de la banca y fue a la cocina, sacó otro pote de helado de fresa y se lo llevó, no llegó ni a la puerta cuando vio que Shiise iba camino a la sala, la siguió y vio que se sentó en el sofá, una sonrisa amplia se formó en su rostro.

    —¿Aburrida? —preguntó para después sentarse al lado de la azabache.
    —Sí, ¿Por qué lo preguntas? —cuestionó sin mucho ánimo.
    —Te invito un helado.
    —Ya te dije que no me gusta.

    Y como si no hubiera escuchado lo que la joven le dijo, le puso la cucharilla con helado en los labios, los cuales se embarraron del rico postre. La muchacha se levantó algo enojada por la acción del rubio, quien se reía con algo de picardía. La chica metió la mano en el helado y le lo estrello en la cara, Deiadara hizo lo mismo, y así comenzó una guerra de helado de fresa. El helado se había terminado, y ambos tenían helado hasta en el dedo gordo del pie, Kushina iba pasando por la sala cuando vio el desastre, casi le da un soponcio.

    —Pero… —dijo en un susurro— ¡¿QUÉ RAYOS PASÓ AQUÍ?! —dijo muy exaltada la Namikaze mayor. Ambos jóvenes quedaron paralizados al escuchar el grito de Kushina.

    Continuará…
     
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    —Pero… —dijo en un susurro— ¡¿QUÉ RAYOS PASÓ AQUÍ?! —dijo muy exaltada la Namikaze mayor. Ambos jóvenes quedaron paralizados al escuchar el grito de Kushina.

    -+-​
    Me gusta tu hermana
    —¡Quiero una explicación ahora!

    Los chicos se estremecieron al ver a la señora. Deidara estaba muy asustado ya que sabía cómo era el carácter de su madre, además de que sabía lo que le esperaba. Los gritos de la mujer se escuchaban por toda la casa.

    —Oka-san… yo —Deidara intentó explicar, pero su madre estaba muy enojada y no lo dejó terminar.

    —Van a limpiar este desastre, el jardín, la piscina y la cocina, con eso no les va a quedar más ganas de jugar a las guerras de comida, y no quiero protestas —mencionó al notar que Shiise iba articular una palabra.

    No les quedó de otra que obedecer, Deidara intentaba disculparse con la Uchiha, pero esta lo ignoraba a tal punto de esquivarle cada vez que él quería acercarse. Les costó mucho tener que limpiar todas las áreas que Kushina había dicho. Una vez terminado de limpiar, Shiise tomó sus cosas para irse. Deidara insistía en pedirles disculpas por lo que había sucedido, pero esta lo seguía ignorando, hasta que al cruzar la puerta la joven se volteo y le dijo:

    —Ni se te ocurra dirigirme la palabra en toda tu vida, te odio, Namikaze —dijo para luego salir al portón, tomar un taxi e irse a la mansión de los Uchiha.

    —¿Me odia? —la cara de Deidara era de asombro, varias personas le habían dicho esa palabra, pero nunca se imaginó le doliera tanto viniendo de alguien que apenas conoce hace poco— me odia… —dijo en un susurro.

    Pasó una semana desde entonces, las clases en el instituto Konoha habían comenzado, la mayoría de los chicos tocaron juntos.
    Deidara y Shiise tocaron en la misma aula, pero no se dirigían la palabra. Shiise conoció a una joven llamada Konan, quien se comenzaba a ganar la confianza de la Uchiha, ya que el carácter de ambas era muy parecido. Konan se había integrado al grupo.

    —Chicos quiero que hagan grupos de tres personas, ni más ni menos, esto será para un trabajo que les asignaré al finalizar la clase, es necesario que tos tengan equipo ya que una sola persona no lo puede realizar —explicó el profesor.

    Los estudiantes comenzaron a agruparse, solo quedaba un grupo de dos y Deidara que había quedado solo. Konan le sugirió a Shiise que lo agregaran, pero ella no aceptaba, el profesor se molestó al notar la negativa de la chica y agregó a Deidara al grupo.

    —Me alegra trabajar con ustedes.

    —Yo espero que seamos un excelente equipo —dijo con una sonrisa— No dices nada —mencionó Konan refiriéndose a Shiise quien no articulaba palabra alguna.

    —¿Qué quieres que diga?
    —Eh, bueno, yo voy a almorzar, nos vemos más tarde —decía el rubio para luego salir de clases.

    —¿Tienes algo en contra de Namikaze? —preguntó extrañada al ver que Shiise miraba al antes mencionado con malos ojos.

    —Vamos a almorzar, tengo hambre —ignoró la pregunta su compañera, la cual hizo un gesto de disgusto.

    -+-
    Por otro lado…
    Naruto y Sasuke estaban cerca de las canchas de tenis, ya que Hinata lo practicaba al medio día, así que el rubio y el azabache siempre la acompañaban, este ultimo invitado por Naruto.

    —¿Cuáles son tus verdaderas intensiones con Sakura-chan? —interrogó Naruto quien le preocupaba al ver el acercamiento que Sasuke tenía con su amiga.

    —¿A qué viene eso?

    —Sasuke-teme, no quiero que Sakura sufra por tu culpa, si lo estás haciendo para darle celos a Karin será mejor que… —no pudo terminar.

    —¡¿Acaso piensas que mi intensión es burlarme de Sakura?! —preguntó un poco exaltado— grábate esto en la cabeza, dobe, yo nunca le haría a alguien lo que una vez me hicieron a mí, mucho menos a Sakura —estaba muy molesto, así que decidió retirarse del lugar.

    -+-
    En algún lugar de Tokio…
    —¿Dónde nos quedaremos?
    —En mi mansión.
    —¿Irás a la mansión de los Uchiha?

    —Hoy no, iré mañana. Hoy me gustaría pasar por ese instituto donde estudia Shiise, quiero hacerle una visita y ver su expresión cuando me vea.

    —¿Cómo sabes que ella está estudiando allí?

    —Konoha School es el mejor instituto de Japón, Fugaku y Mikoto siempre les han pagado las mejores instituciones a sus hijos, además de darles todos los gustos.

    —Cierto. —sonrió con malicia.

    -+-
    En el instituto…

    Estaban Deidara e Itachi en la puerta del instituto esperando que salieran los demás, Itachi notaba raro a Deidara, así que decidió preguntarle, el no era de esas personas que andaban metiéndose en la vida de los demás, pero Deiadar era su amigo, y le preocupaba el semblante que tenía el rostro del rubio.
    —¿Qué te pasa?
    —¡Me pasa que soy un idiota! —gritó, cosa le extrañó aún más al Uchiha.
    —¿Por qué dices eso?

    —¿Te parece poco enamorarme de la persona que tanto me odia? —dijo mientras daba un suspiro, pero luego se percató de la persona a quien se lo dijo. Sus ojos se abrieron a más no poder y sus mejillas se tornaron de un suave color carmesí.

    —Comprendo…

    —¿No me vas a preguntar quién es la persona de la que me enamoré? —preguntó con asombro.

    —No tengo por qué preguntar algo que sé desde días —contestó con serenidad— mi hermana tiene un carácter difícil, no sé si corresponda tus sentimientos, pero te daré un consejo de amigo, si en verdad la quieres, luchar por ganarte su amor —dijo poniendo las manos en su hombro izquierdo.

    —Vaya, vaya, que gusto verte; excuñado…

    CONTINUARÁ…
     
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    hola.. y que mas...me dejaste super picada, con tu historia.
    quiero saber quien es elnovio de shiise? y que pas ara con sasuke y sakura?
    me gusto la constante intriga y los caracteres de los personajes y laestructura que le diste.
    narras muy bien y tus errores son minimos, asi que muy bien
    me super emociono eso de sai y sasuke hermanos gemelos!
    y que deidara se enamorara de una uchiha!
    espero pronto la conti…*--*
     
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    Hola, que bueno que te ha gustado la historía, lo de el novio ya lo verás más adelante, y con Sasuke y Sakura, pues pasará lo que tenga que pasar, espero que el siguiente capitulo sea de tu agrado.

    Muchas gracias por leer. :)
     
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    Capítulo 7 El cumpleaños de Sasuke y Sai


    Itachi frunció el ceño al ver a esa persona frete a él. Kimimaro nunca le agrado, y ahora que se enteró de lo que le había hecho a su hermana, lo aborrecía más que nunca.

    —¿Qué haces aquí? —preguntó, su presencia no le daba buena espina, quizás ese tipo se traía algo entre manos.

    —Vine a arreglar un asunto con Shiise, y no me iré hasta hablar con ella. —Sonrió de manera sínica— Por cierto, ¿no me presentas a tu amigo?, que mala educación la tuya.

    —Él es Deidara, Deidara él es Kimimaro… —El antes mencionado no dejó que finalizara.

    —El exnovio de la hermana de Itachi, y hasta ahora el primero —interrumpió mientras sonreía de manera arrogante, cosa que molestó ambos chicos.

    —Itachi, vamos a buscar a los demás, ya se están tardando mucho —sugirió el Namikaze, pero antes de que Itachi le respondiera, Shiise y Konan aparecieron en el lugar.

    La joven Uchiha se sorprendió mucho al ver frente a ella a Kimimaro, la persona que más odiaba en este mundo. Ellos tuvieron dos años de noviazgo, pero Kimimaro a la final demostró que sólo quería pasar un buen rato con ella, ya que anteriormente le había sido infiel con varias chicas del instituto al que iban cuando ella vivía en Italia.
    Trató de ignorar a esa persona, pero este la tomó bruscamente por el brazo. Itachi al ver la manera en como Kimimaro la había tratado le dijo:

    —Que sea la primera y última vez que tratas de esa manera a mi hermana delante de mí, porque la próxima vez te arrepentirás —advirtió. Kimimaro dio un paso hacia atrás, el conocía muy bien a Itachi, no le convenía meterse con alguien que tiene la fama de hombre peligroso.

    La limosina de los Uchiha había llegado así que tanto Itachi como Shiise, Meidara y Deidara se montaron en ella para irse a la mansión de los antes mencionados, Sasuke y Sai se fueron aparte con el resto de los chicos quienes iban a buscar lo que les hacía falta para el cumpleaños de Sasuke que sería mañana sábado.

    Kimimaro se quedó junto con el chico que lo acompañaba, estaba encolerizado porque los Uchiha lo habían ignorado, tampoco le gustó el comentario que había hecho ese chico rubio, con eso se refería a Deidara. Una vos hizo que volteara y cruzar sus ojos con unos cafés que estaban protegidos por anteojos.

    —¿Así que eras el novio de la hermana de Sasuke-kun, ne?

    —Así es, ¿tú quién eres? —interrogó con curiosidad.

    —Yo soy la exnovia de Sasuke-kun, no sabes cuánto odio a esa hermana mayor de él, me humilló delante de todos al igual que Sasuke, prometí que algún día me vengaría de esos tres, tal vez tú podrías ayudarme con mi venganza —le dijo sonriendo pícaramente mientras mordía su dedo índice.

    —¿Por qué tendría yo que hacer una alianza con alguien que ni siquiera me ha dicho su nombre, además, a que otra persona te refieras cuando dices “esos tres”? —volvió a interrogar en tono curioso.

    —En tus ojos puedo ver rencor hacía la hermana de Sasuke-kun, así que quizás tu también quieras cobrarle lo que sea que te haya hecho. La otra persona aparte de Sauke y su hermana, es Sakura Haruno, una tipa que anda detrás de mi Sasuke desde hace tiempo. Disculpa mi mala educación, llamo Karin —le explicó para luego sonreír de manera maliciosa.

    —Lo pensaré, de todas maneras, dame tu dirección y número de teléfono por si me decido a hacer alianza contigo —le dijo.

    —Bien —sonrió maliciosamente— “claro que lo harás, tu interés es un poco parecido al mío” —pensó mientras seguía sonriendo con malicia.

    -+-​
    Al día siguiente…

    Era sábado veintitrés de Julio, cumpleaños de Sasuke Uchiha y Sai Uchiha, todos en la mansión de los Uchiha estaban contentos, los papás de Sasuke y Sai les habían dado lindos regalos, al igual que, Itachi y Shiise. Estaban desayunando muy tranquilos cuando el teléfono de Sai sonó interrumpiendo la calma que había en el comedor.

    —Permiso, me llama Ino jejje… —rió nerviosamente al ver la cara sería que había puesto Fugaku, ya que a su padre le molestaba que le llamaran a la hora de cada comida.

    —Te lo paso esta vez por ser tu cumpleaños, Sai —le dijo.

    —Shiise, los chicos tienen pensada una fiesta para Sai y Sasuke, a nosotros nos toca distraerlos mientras ellos hacen los arreglos y demás, ¿sugieres ir a algún lugar al que Sasuke no se aburra tan rápido? —le preguntó en voz baja para que los demás no escucharan.

    —Tengo pensado tres lugares a los que podrías ir, así le daríamos más tiempo a los chicos, ir al cine y ver una película de tres horas, luego a una convención de anime, tengo entendido que a Sai le gustan mucho, y por ultimo al parque de diversiones que está a las afuera de la ciudad, ¿Qué te parece? —propuso para luego terminar con una pregunta.

    —Genial, entonces iremos a esos lugares —contestó.

    —Sai, Sasuke —les llamó— como regalo de cumpleaños, Itachi y yo tenemos pensado llevarlos a algunos sitios, será como un día donde los hermanos Uchiha compartan lindas experiencias —les comentó Shiise.

    —Esperamos que no hayan protestas por parte de los dos, hace tanto que no pasamos un día los cuatro juntos —les dijo Itachi.

    —Me parece una idea estupenda, ¿y a ti, Sasuke? —preguntó Sai un tanto emocionado.

    —A mí también me parece bien, supongo que será divertido —contestó.

    CONTINUARÁ...

    Escenas del siguiente capítulo:

    —¿A qué se debe ese beso?
    —¡No es justo que juegues de esa manera conmigo!
    —Te dije que no te me acercaras
    —Si en verdad la quieres trata de ganarte su confianza primero, antes que su cariño.
     
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    Capítulo VIII El cumpleaños de Sasuke y Sai (Segunda parte)


    Habían muchos lugares a los que deseaban ir, pero había uno en especial, ese viejo puesto que quedaba frente a la estación del metro donde vendían unos deliciosos tomates rellenos; los favoritos de Sasuke, y unos exquisitos dangos que le encantaban a Sai, aunque a los otros dos hermanos también le gustaban los dangos. No era un restaurante de lujo, pero preparaban las mejores comidas de Tokio.

    Comieron hasta quedar satisfechos, sus rostros se notaban muy felices, algo extraño en los Uchiha, sobre todo en Sai quien casi nunca mostraba una sonrisa sincera. Al terminar de comer salieron al cine.

    Mientras más se divertían, las horas pasaban cada vez más rápido, hasta que se hicieron las siete de la noche. Se encaminaron a la mansión de los Uchiha. Sasuke, estaba loco por ducharse y quedarse un buen rato debajo de la regadera, estaba muy cansado, a diferencia de Sai quien todavía se sentía con ánimos.

    -+-​
    —Hola, así que si te interesa lo que te propuse el otro día, ¿no?
    —Digamos que me conviene —espetó en tono seco.
    —Entonces que dices, Kimimaro-san, ¿nos presentamos en la fiesta de los gemelos Uchiha?, me encantaría arruinarle el cumpleaños a Sasukito jajajajaja —propuso Karin para luego finalizar con una malévola sonrisa.
    —Ok, acepto. Me gustaría ver la cara de Shiise cuando me vea ju —sonrió de medio lado.

    -+-​
    —Bien, ya está todo listo, ahora que alguien valla a la sala para que evite que esos dos pasen para el salón de fiesta.

    —Sakura-chan, ¿dónde pongo este pastel que me acaba de dar el cocinero dattebayo? —preguntó Naruto.

    —En aquella mesa que está de frente —contestó.

    —Hey, Shino me avisó por mensaje de texto que los Uchiha ya llegaron —alertó Kiba, quien venía corriendo desde el pasillo.

    —Muy bien todos a sus lugares —anunció Ino.

    -+-​
    Sasuke se dirigía a su habitación cuando fue detenido por Itachi, quien lo miró con una sonrisa de medio lado.

    —No te vayas que todavía falta algo más, ototo-baka —le dijo.

    —Itachi, sabes que a mí no me gustan las cosas dulces, por lo tanto, no me gusta el paste.

    —Nuestros padres te quieren cantar el cumpleaños, mira que nuestra madre se esforzó mucho haciendo el pastel para ti y para Sai —explicó el mayor.

    —Cierto, no está bien que le hagas ese desprecio —acotó la Uchiha mayor.

    Caminaron por el pasillo hasta llegar al salón de fiesta, cosa que se les hacía extraña a Sai y a Sasuke, ya que cuando su madre les quiere cantar el cumpleaños en su día, lo hace en el comedor principal. Siguieron por el pasillo hasta llegar al salón de fiesta, Itachi abrió la puerta, pero todo estaba oscuro, un segundo después se encendió la luz y se escuchón un estruendoso ruido:

    —¡SORPRESA! —gritaron todos al mismo tiempo.

    Sai no podía creer lo que estaba viendo, mientras que la cara de Sasuke era todo un poema. Sus ojos se agrandaron a más no poder, su boca casi llegaba al piso por todo lo que la había abierto.
    Los chicos se acercaron a felicitarlos, y ellos los recibieron gustosos.

    —Y eso no es todo, hay otra sorpresa —esta vez el que habló fue Deidara.

    —¿Más? —cuestionó Sasuke con la ceja levantada.

    —Claro primo, nunca me perdería un cumpleaños como este, ¿verdad Tobi? —dijo una voz detrás de sus amigos, voz que los Uchiha conocían muy bien.

    —¿Shisui, Tobi? —esa sí que había sido una gran sorpresa, porque ni Itachi ni Shiise sabían que ellos vendrían a la fiesta.

    Tobi les explicó que su tía Mikoto los había llamado y tomaron el primer avión para Tokio, los Uchiha eran una familia muy unida, que se quería mucho y se apoyaban en todo, Tobi les explicó que su padre Madara no había podido venir debido a unos negocios que tenía que atender.

    Después de esto, el DJ encendió el sonido, apagó las luces y prendió las de colores. Todos se divertían, unos bailaban, otros platicaban o simplemente disfrutaban del ambiente, la comida y la bebida.

    —Pensé que tardía en verte de nuevo —le dijo Shisui a Shiise quien se servía un poco de coctel.

    —Te confieso que yo también pensaba igual, Italia y Japón no están a la vuelta de la esquina juju —rió de manera suave la joven.

    —Cierto. Oye, no sabía que Sai tuviera novia, es muy linda. Creo que los Uchiha tenemos una obsesión con las personas rubias, pero la mayoría nos enamoramos de los rubios, fíjate, Sai de Ino, Itachi de Meidara, yo de Franchesca, Tobi de Fiorela, que por cierto no pudieron venir. Volviendo al tema sólo falta que tu nos salgas con que te enamoraste de ese rubio con cara de emo que no te quita los ojos de encima —finalizó Shisui su comentario dirigiendo la mirada hacia Deidara quien tenía sus ojos puesto en la Uchiha, cosa que le pareció muy graciosa a Shisui.

    —Tú nunca dejarás de hablar de más, ¿verdad? —lo miró muy seria.

    —Ok, no te molestaré más, pero lo que te digo es muy cierto, ese rubio te mira mucho, yo creo que le gustas —volvió a mencionarlo, le encantaba molestar a su prima, así que sabía donde clavar la espina.

    —Idiota —dejó el vaso en la mesa para ir a recibir a Konan quien se encontraba en la sala.

    -+-​
    —Perfecto, ya estamos aquí, sólo nos queda tocar el timbre y pasar.
    —¿Qué esperamos entonces? —le dio su brazo para que lo tomara.

    Tocaron el timbre y esperaron que el mayordomo les abriera, el ya conocía a Karin así que ni se molestó en preguntar quién era su acompañante. Mikoto venía bajando las escaleras cuando vio a Karin y a Kimimaro, detrás de Mikoto venía Fugaku, quien puso mala cara cuando vio a Karin y a Kimimaro, ninguno de los dos les agradaba.

    —Buenas noches, Mikoto-san, Fugaku-san —saludó Karin.

    —Buenas noches, señores Uchiha, ¿Qué tal les ha ido? —saludó Kimimaro.

    —Bien, gracias —contestó Mikoto con una sonrisa, para luego darle un codazo a Fugaku para que les contestara.

    —Hola —dijo secamente.

    —¿Vienen a la fiesta de Sasuke y Sai, verdad?, es en el salón de fiesta. Que se diviertan —les dijo, ellos caminaron hacía donde les indicó Mikoto.

    —Ninguno de los dos me agradan, una es superficial y atrevida en cuanto a vestimenta se trata, el otro es un creído que cree que se está comiendo al mundo, definitivamente no sé donde tienen los ojos mis hijos. Sasuke debería de enamorarse de una chica como Sakura, ella si es decente, y Shiise de un muchacho como el hijo de Minato, Deidara es amable, y muy centrado en sus cosas, pero que va, se vinieron a fijar en esos dos monumentos que sólo tienen aserrín en el cerebro —musitó algo molesto. Mikoto nunca lo había escuchado hablar de esa manera.

    —Fugaku, amor, a veces me dejas sin palabras —comentó ella mientras ella daba un suspiro de cansancio.

    Mientras tanto, en el salón de fiesta.

    —Oye, ¿que esos no son Kimimaro y Karin? —le preguntó Itachi a Mei quien lo estaba abrazando.

    —Sí, esa es Karin, pero, ¿quién es ese tal Kimimaro? —preguntó con mucha curiosidad.

    —Kimimaro, es el ex novio de mi hermana, lo que me parece extraño es que esté aquí, sabiendo que Shiise lo odia, más extraño aún, que esté con esa mujer —decía mientras fruncía el ceño.

    —Quizás se encontraron en la puerta —dijo la rubia.

    A los chicos no les vino en agracia la presencia de esos dos. Sasuke y Sakura no se habían dado cuenta, ellos estaban platicando en la mesa de los cocteles.

    —¿Por qué esa cercanía tan repentina hacia mí, últimamente la he notado? —preguntó Sakura mientras le daba un sorbo a su bebida.

    —Me di cuenta de muchas cosas, me arrepiento de no haberlo notado desde hace tiempo, estaba ciego. Yo siento que estoy comenzando a quererte —le hablaba Sasuke mientras se acercaba más y más, hasta rozar sus labios con los de la Haruno. Ella temblaba debido al nerviosismo. Una fina lágrima rodó por sus mejillas sonrojadas, para luego empujarlo.

    —¿Qué crees que haces?, ¿a qué se debe ese beso?, ¿no es justo que juegues de esa manera, sabiendo que estoy enamorada de ti?, ¡NO ES JUSTO! —le reclamó para salir corriendo de inmediato hacia el jardín, que era la salida más cercana.

    —¡Espera Sakura! —exclamó Sasuke para tratar de detenerla, así que la siguió hacia donde ella se dirigí.

    Por otro lado.

    —Buenas noches, mi amorcito —saludó Kimimaro mientras pasaba la mano por la cara de Shiise, cosa que no le agradó a Shisui y Konan que estaban con ella, y a Deidara quien lo había visto desde lejos, por lo cual decidió acercarse al lugar.

    —No me toques imbécil —le advirtió mientras cruzaba sus ojos con los de él— largo de mi casa los dos. ¿Acaso no tienen vergüenza?, sobre todo tú, ex novia de Sasuke —espetó.

    —No me iré, fui recibido por tus padres —la desafió

    —Ya escuchaste bakamaru, no eres bien recibido en esta casa tu tampoco Karinsita —les dijo Deidara quien estaba detrás de ellos con los brazos cruzados.

    —¿Se puede saber quién eres tú para hablarme de esa manera tan insolente? —interrogó en tono molesto.

    —Yo soy… —no pudo terminar porque Shisui los interrumpió.

    —Él es el novio de Shiise —le dijo.

    —¿Cómo? Jajajajajajajajaja, esa es la broma más divertida que he escuchado en toda mi vida, este no es el tipo de hombre que le gusta a Shiise, tiene cara de imbécil —comentó burlonamente.

    —Así, entonces como es que a ti te hizo caso, bakamaru —se defendió Deidara.

    —Es cierto, me importaste tan poco que pude olvidarte muy rápido, eso demuestra que no valías la pena, Deidara es mejor persona que tú, incluso es muy talentoso, cosa que a ti te falta, y él si se quiere en verdad. Shisui dile a Itachi que te ayude a sacar la basura, apestan, ¿me acompañas a la cocina, Dei? —Deidara no podía creer lo que estaba escuchando, estaba muy sorprendido.

    —Eh… sí.

    En la cocina.

    Shiise se recostó a la puerta de la cocina que daba hacía el pasillo mientras Deidara estaba recostado a la pared.

    —Disculpa la estupidez de mi primo y la mía por seguir su juego —se disculpó la chica.

    —No te preocupes, yo entiendo, aunque hay algo que no entiendo, si me odios como dijiste la otra vez, como es que ahora hablas conmigo como si nada hubiera ocurrido —preguntó algo confundido.

    —El hecho de que lo haya dicho no quiere decir que en realidad te odie, simplemente me molesté mucho por haberte jugado de esa manera conmigo —le explicó.

    —Entonces lo que dijiste sobre que yo era una buena persona con talento, ¿es cierto?, porque eso que tu dijiste de que yo te quiero mucho, también es cierto umh —aclaró.

    —Sí, eres una buena persona, y no puedo negar que en verdad tienes mucho talento, tus obras de arte son muy buenas, pero a veces te comportas de una manera muy inmadura —le explicó.

    —Entiendo —se le quedó mirando un rato mientras recordaba una frase que Itachi le había dicho el otro día, “si en verdad la quieres trata de ganarte su confianza primero, antes que su cariño”— sí, eso haré —susurró.

    —¿Dijiste algo? —preguntó ella al ver la reacción extraña de Deidara.

    —¿Qué si quieres algo de tomar? —le preguntó por lo cual ella asintió, así que fue a buscar unos refrescos.

    —Él es muy raro, pero si es amigo de Itachi, quiere decir que es una buena persona…

    CONTINUARÁ…
     
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    La hermana de Uchiha Itachi
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    Capitulo IX ¿Cómo hacer que creas en mí?


    —Ya te dije que no tenemos intención de irnos, fuimos muy bien recibidos por tus padres, querido Itachi —volvió a decir Kimimaro con una sonrisa malévola.

    Shisui viendo la negatividad de Kimimaro y Karin, decidió ir al jardín y traerse a los tres perros que estaban amarrados cerca de la pequeña plaza que estaba en el jardín.

    —Kimimaro no hagas que te saque a golpes de mi casa, y a ti que te mande a sacar con la gente de seguridad —esto último lo dijo refiriéndose a Karin.

    —Primo, no va a hacer falta que acudas a todas esas cosa, ya verás cómo se van sin seguir protesto —comentó mientras sonreía al estilo Uchiha.

    Shisui sabía que esos perros estaban muy bien entrenados y que no le harían daño a nadie, así que decidió darles un susto tan grande que no les quedaría más ganas de volver a la mansión de los Uchiha. Los perros persiguieron a Kimimaro y a Karin hasta la puerta, pero antes de que Karin saliera los perros le mordieron la falda y un cuarto de la tela quedó en la boca de uno de los perros, esto le causó mucha gracia a Itachi, pero más que todo a Shisui quien estaba doblado y sosteniéndose el estomago debido a la risa.

    —¿Tu no cambias, verdad, llevas la maldad encima? —le decía Itachi mientras sonreía de medio lado y caminaba hacia adentro de la casa.

    —Tú ya sabes cómo soy juju —contestó

    -+-

    Sakura corrió todo lo que daban sus piernas, no sabía hacia donde se dirigía, sólo quería correr hasta perderse. Sasuke trataba de seguir sus pasos, pero no podía alcanzarla, Sakura era muy rápida, cosa que jamás se imaginó.
    Sus lágrimas seguían recorriendo sus mejillas coloradas, para luego perderse con el viento. Ya no podía seguir corriendo más, se sentía muy cansada. Se acercó a un parque que estaba al otro lado de la calle, y se sentó en una banca que estaba bajo un farol.

    Sasuke se detuvo al verlo allí con la cabeza gacha, caminó con un poco de nerviosismo, primera vez en su vida que se sentía mal por haber besado a alguien, tenía miedo de perder la amistad de la Haruno después de lo que había hecho, sabía que eso había estado mal, pero fue un impulso que ni el mismo puede explicarlo, jamás lo haría con la intensión de dañarla a ella.

    —Sakura…
    —Vete no quiero verte.
    —Sakura, no lo hice con la intensión que tú crees, fue un impulso. Sakura, discúlpame…

    Esa última palabra le sorprendió mucho a la joven, jamás pensó escucharla de los labios de Uchiha Sasuke el chico con el orgullo más grande que el monte Fuji.

    —Por qué he de creerte, de seguro lo hiciste para que los amiguitos de Karin le vayan con el chisme y así poder darle celos, yo no soy juguete de nadie, Uchiha Sasuke —le reclamó para luego tomar un taxi e irse a su casa.

    —Soy un idiota —se reclamó a sí mismo, para luego regresar a su casa, no podía desaparecer por tanto tiempo de la fiesta, sus podres se molestaría mucho con él.

    -+-

    —Desde hace rato que no veo a Sasuke-teme, y a Sakura-chan tampoco, ¿Tú crees que pueden estar juntos Hinata-chan? —le preguntó Naruto a su novia.

    —P…puede ser, Naruto-kun —la Hyuuga se sonrojó al imaginarse lo que los dos chicos podrían estar haciendo, primera vez que un pensamiento de ese tipo pasaba por su mente.

    La noche siguió su curso, la mayoría de los chicos se divertían, a excepción de Sasuke quien se sentía mal después de lo que Sakura le había dicho, nada de eso era cierto él no sería capaz de hacerle daño, él estaba sintiendo algo especial por esa chica, o quizás siempre lo ha sentido; sólo que nunca se había dando cuenta de ello.

    -+-

    Habían pasado varias semanas desde la fiesta, Sakura trataba de evadir a Sasuke, cosa que frustraba mucho al susodicho. Todo ese tiempo le sirvió para darse cuenta de que en realidad se estaba enamorando de ella, ahora más que nunca debía hacer algo para ganarse de nuevo su confianza, no podía dejar que creyera que él se quería burlar de ella. Todos estos días había estado practicando con su guitarra, quería dedicarle una canción que había escuchado hace tiempo, así que la estuvo estudiando todos esos días.

    Ese día a la hora del almuerzo decidió ir a una de las bancas que están cerca de las canchas de tenis y allí se sentó a practicar, tenía la intensión de que ese día le tocaría la canción a la Haruno, y le confesaría lo que sentía por ella.

    Sakura iba caminando junto con Ino y Hinata, cuando escuchó una melodía que provenía de las canchas de tenis, así que decidieron acercarse, pero se sorprendieron mucho al darse cuenta de que la persona que tocaba con tanto sentimiento era Sasuke, sabían que era bueno con la guitarra, pero nunca lo habían visto tocarla.

    Las chicas iban a acercarse cuando vieron que Karin se acercaba hasta donde estaba el azabache. Sakura cambió su semblante a uno triste, pensaba que Sasuke le estaba tocando a la pelirroja. Quiso salir de allí, pero Ino la detuvo, para que mirara lo que pasaba entre ellos. Ino obligo a Hinata y a Sakura para que se acercaran un poco más y poder escuchar la conversación del Uchiha y Karin.

    —¿Es para mí esa canción? —preguntó con descaro la pelirroja.

    —Nunca escribiría una canción para una chica que no vale ni un yen —dijo mientras paraba de tocar y la miraba fríamente.

    —Tus palabras no me duelen, por cierto, ¿Para quién es esa canción entonces?, ¿no me digas que es para la desabrida de Sakura Haruno? —inquirió en tono de burla.

    —¿Qué comes que adivinas? —se levantó y dejó a la chica allí.

    Ino, Sakura y Hinata no podía creer lo que habían escuchado.

    —Así que le gustas a Sasuke Uchiha, vaya sorpresa —dijo Ino mientras sonreía de medio lado.

    —C…creo que la más sorprendida aquí es Sakura, Ino —decía Hinata señalando la cara de sorpresa que mostraba la Haruno.

    -+-

    —¿Y tú que, no me piensas mostrar esa pintura? —le preguntó Mei a Deidara quien llevaba días pintando un cuadro.

    —Lo siento hermanita, no muestro mis obras de arte hasta que no las termine —le dejó claro el rubio mientras seguía pintando.

    —Anda muéstramela, me muero de la curiosidad —Mei insistía, pero en eso iban entrando Itachi y Shiise, quienes suspiraron con cansancio al ver la tonta discusión de los hermanos Kamikaze.

    Shiise notó el cuadro que estaba pintando el Deidara, el cual no se veía porque estaba de espalda, se acercó para mirarlo, ya que también le gustaban las pinturas y demás obras de arte, mayor fue su sorpresa al ver el cuadro. Era una pintura de ella sentada debajo del árbol de cerezo que estaba en la mansión de los Uchiha.

    —Vaya… soy yo —susurró la chica al ver su retrato en la pintura. Cuando Deidara se dio cuenta de que ella había visto el cuadro, no hallaba donde meter la cabeza, estaba sonrojado de sobremanera.

    CONTINUARA…
     
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    16
     
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    1664
    Capitulo X Un beso dice más que mil palabras



    Escenas del capítulo anterior…

    Shiise notó el cuadro que estaba pintando el Deidara, el cual no se veía porque estaba de espalda, se acercó para mirarlo, ya que también le gustaban las pinturas y demás obras de arte, mayor fue su sorpresa al ver el cuadro. Era una pintura de ella sentada debajo del árbol de cerezo que estaba en la mansión de los Uchiha.

    —Vaya… soy yo —susurró la chica al ver su retrato en la pintura. Cuando Deidara se dio cuenta de que ella había visto el cuadro, no hallaba donde meter la cabeza, estaba sonrojado de sobremanera.
    ........................................................

    —¡Ah…eto, lo puedo explicar! —exclamó rápidamente al verse descubierto, mientras reía con nerviosismo.

    —Debo admitir que tienes talento, ese retrato es exactamente igual a mí, me has dejado impresionada Deidara —le decía mientras ignoraba la expresión que los demás tenían en sus rostros, esto lo hizo para no hacerle pasar vergüenza al rubio, pero ya le preguntará el por qué de ese retrato.

    —¿En…serio te gusta?, ¿no te molesta que te haya pintado sin tu consentimiento? —seguía preguntando mientras la miraba con asombro.

    —No, de hecho, esta lindo. Nos vemos luego, tengo algunos asuntos que arreglar.

    Salió dejando a los jóvenes con la boca abierta, eso ya se había vuelto raro para los rubios quienes no se podían creer la reacción de la muchacha, pero Itachi quien la conocía muy bien sabía que ella no se quedaría con la duda y era obvio que cuando Deidara estuviera descuidado se lo iba a comer a preguntas.

    -+-

    —Sakura, Hija, una de tus compañeras te espera en la biblioteca —le avisó su madre quien la veía con una dulce sonrisa.

    — ¿Quién, Oka-san? —preguntó mientras se recogía el pelo.

    —Umh, Karin, querida —le dijo. Sakura abrió los ojos a modo de sorpresa, ¿para qué querría Karin hablar con ella?

    —Gracias por avisarme oka-san.

    La Haruno salió de su habitación, bajó las escaleras y luego siguió por el pasillo que llevaba hasta la biblioteca, abrió la puerta con delicadeza y dio un suspiro de cansancio, ella quizás sabía el motivo de esa visita. Al entrar vio a la pelirroja sentada en el gran sillón que está frente a un librero, la muchacha la miraba con una sonrisa malvada y sus ojos reflejaban odio hacía la otra joven.

    — ¿A qué se debe tu visita, Karin? —preguntó Sakura de manera cortés.

    —Seré clara, no quiero que te le acerques a Sasuke-kun, ¿me entendiste? —le reclamó para luego tomarla por el pelo con fuerza— Sasuke-kun es mío, y no voy a permitir que una estúpida como tú me lo quite, así que vete con cuidado porque no sabes hasta dónde puedo llegar por lograr mis objetivos, ¿quedó claro? —Amenazó.

    —¡Suéltame!, ¿Quién te crees que eres para venir a agredirme en mi propia casa y de paso amenazarme —reclamó la Haruno soltándose del agarre— Sasuke ya no te pertenece tú fuiste la culpable de que Sasuke se alejara de ti, no me vengas con que no me acerque a él, yo no le tengo miedo a tus amenazas, Karin, es más, voy a luchar por él, así tenga que pasar por encima de quien sea… incluso de ti, así que lárgate, ¿Te quedó claro? —esto último lo dijo en tono de sarcasmo.

    —Estás advertida, queridita, así que de ahora en adelante cuídate las espaldas, no sabes en qué momento te pueda pasar algo.

    La Haruno se preocupó con esa amenaza, pero no por eso iba a debilitarse, esta vez no permitiría que nadie la alejara de Sasuke, no ahora que se dio cuenta de lo que el Uchiha siente por ella, no se lo había confesado, pero al escuchar la conversación de Karin con Sasuke se dio cuenta de que podría tener una oportunidad de amarlo y estar a su lado.

    -+-

    Tres días después…

    Los chicos y chicas estaban en clase de deporte. A Shiise no se le había olvidado lo del retrato así que aprovechó que Deidara había ido a tomar agua.

    —Muy bien, ahora sí quiero una explicación —le susurró la Uchiha cerca del oído, cosa que le erizó la piel al rubio, tanto que casi se ahoga con el agua.

    — ¿De…que explicación me hablas? —Dijo al voltearse— “casi me mata del susto, cada día entiendo menos a las mujeres” —pensó

    —Mira, si no te hice preguntas ese día cuando vi mi retrato, fue para no dejarte en vergüenza con mi hermano y tu hermana, pero ahora que estamos tú y yo, quiero que te andes sin rodeos y me digas la verdad —exigió.

    Deidara trago grueso y frunció el seño, no encontraba palabras para decirle lo que realmente sentía por ella y que quizás ya la joven se había dado cuenta, el era muy obvio con sus acciones. Así que decidió arriesgarse, se acercó lentamente a la chica y la tomó por el mentón acercando su rostro al de él para luego rozar sus labios y hundirse en un suave y dulce beso. La Uchiha abrió los ojos a más no poder, no sabía cómo reaccionar. El beso fue muy cortó, duró pocos segundos.

    —Me gustas, esa es mi verdad —confesó con un semblante muy serio, tanto que ni él mismo se lo creía— cachetéame, insúltame, deja de hablarme si así lo deseas, pero eso no va a cambiar lo que siento por ti, ni siquiera me importa el ridículo que estoy haciendo delante del profesor y nuestros compañeros. ¿Qué más quieres que te diga?, no me arrepiento de esto uhm —finalizó con su típica muletilla, tomó su bolso y se fue del campa hacia los salones.

    —Wutf, ¿no me digas que después de todo eso que dijo lo vas a dejar ir? —interrogó Konan detrás de ella.

    —Yo no esperaba que dijera todo eso —fue lo único que dijo, tomó sus cosas y se fue al vestidor acompañada de su amiga y de Mei, quien corría para alcanzarlas.

    —Ah, ah, ah —respiraba la rubia con un poco de dificultad— no puedo creer que mi Nii-san se haya confesado, nunca le he conocido una novia y me alegraría mucho que algo como eso pasase entre ustedes —decía Mei mientras sonreía zorrunamente.

    —Será mejor que no le hablemos, quizás quiera estar sola —comentó Konan.

    —Hablan como si me estuviera pasando algo mortal —les habló para luego voltear hacia atrás— Asdf, voy a la cafetería.

    -+-

    —Bien hecho, Namikaze… umh. Ahora Shiise no te podrá ver ni en pintura, te debe estar odiando; porque aparte de quedar tu en ridículo, también se lo hiciste pasar a ella con ese beso que le plantaste en el campus —era el monologo que sostenía el rubio, quien se sentía muy avergonzado por lo que había hecho hace rato.

    Así los días pasaron, días que se hicieron un tanto torturadores ambos. A veces se tropezaban en los pasillos, cruzaban miradas en el salón de clases, a la hora del almuerzo ya que todos se reunían para comer; incluso cuando los chicos se reunían en las casas de cada uno.
    Se sentía una enorme tensión en ambos, los chicos decidieron actuar, aprovecharían que Mikoto pensaba hacer una cena para celebrar el cumpleaños de Itachi, el cual era ese día —9 de Junio— para meter las manos en el asunto.

    Estaban todos en el gran comedor, platicando sobre el día en que Itachi le pedirá la mano de Mei a Minato, era muy pronto para eso, pero las madres de ambos se emocionaban cada vez que se tocaba el tema.

    — ¿Me pregunto cuándo será el día que Pein y Dei-chan lleven sus novias a casa? —comentó Kushina mirando a ambos muchachos.

    —Muy pronto, madre —contestó este mirando a Konan de reojo.

    —¿Y tú Dei-chan?

    —¿Yo qué? —dijo de manera simulada.

    —Cuándo nos darás la alegría de conocerte una novia, la verdad es que todavía no te conozco la primera.

    —Quizás no nací para eso —dijo mirando a Shiise, para luego llevar un bocado de vegetales a su boca.

    —No digas eso, muchacho, estás muy joven así tarde o temprano llegará tu persona especial —le dijo Madara, quien le guiñó un ojo.

    Siguieron platicando mientras comían el postre. Cuando terminaron de cenar los mayores se fueron a la sala a tomar el té y los jóvenes a la sala de video juegos.

    — ¿Cuál es el plan Naruto-kun? —preguntó Sai

    —No se metan en los asuntos de los demás, dejen que ellos solos arreglen sus cosas —sugirió Sasuke.

    —Cierto, mejor arregla los tuyos —le dijo Naruto a Sasuke para luego mirar a Sakura quien no le quitaba los ojos de encima.


    —Bien Harán esto —les dijo Naruto a Kiba, Shino, Sai y Shikamaru, Hinata, Ino y Temari.

    —Esto suena problemático, pero bueno, si tu idea dará resultados, entonces manos a la obra.

    —¿Qué están tramando, eh —preguntaron Mei, Konan y Pein.

    Los chicos les contaron el plan, y ellos se unieron para ayudarlos, aportando una idea mejor que la anterior, Pein era muy bueno para eso.

    —Nee-san, Itachi-nii, me pidió que te entregara esto —dijo entregándole un papel en las manos.

    —“Te espero en el ático”, que extraño —dijo mirando la carta de manera extraña.

    Por otro lado…

    —Deidara, Itachi me pidió que te entregara esto —esta vez fue el propio Pein quien le entregó la nota.

    —De que me querrá hablar, Gracias Nii-san.

    Shiise había llegado al ático primero que Deidara. Cuando Deidara llegó encontró la puerta abierta, se imaginó que Itachi estaría allí, pero alguien le dio un empujón que cayó hacia adentro.

    —¿Qué haces tú aquí?
    —Lo mismo me pregunto yo.

    CONTINUARA…
     
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    La hermana de Uchiha Itachi
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    Total de capítulos:
    16
     
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    1629
    Capítulo 11 La canción

    Escenas del capítulo anterior…

    Shiise había llegado al ático primero que Deidara. Cuando Deidara llegó encontró la puerta abierta, se imaginó que Itachi estaría allí, pero alguien le dio un empujón que cayó hacia adentro.
    —¿Qué haces tú aquí?—Lo mismo me pregunto yo.

    Capitulo XI La canción
    —Aoush, voy a matar a quien me haya empujado de esa manera —se quejó mientras se sobaba la cabeza.

    —A la final, no me contestaste la pregunta que te hice —se paró frente a él para ayudarlo a levantarse.

    —Yo vine porque me dijeron que Itachi me estaba esperando aquí para hablarme sobre un asunto —le explicó.

    —A mí también me dijeron algo parecido —susurró ella.

    —¿Quieres decir que caímos en una broma que nos jugaron esos mocosos? —dijo a modo de pregunta.

    Deidara caminó hasta la puerta, intentó abrirla, pero se dio cuenta de que le habían cerrado con llaves, gritó, pero nadie lo escuchó.

    —Es inútil que sigas, nadie te va a escuchar, más si esto fue planeado —le sugirió.

    La Uchiha mientras miraba hacia una escultura de una sirena que su madre había guardado hace mucho tiempo, no se daba cuenta de que el muchacho se le había quedado mirando y se acercaba a ella a pasos lentos.

    —¿Enserio te gusto, o sólo lo dijiste para salir del paso? —interrogó ella quien volteó a mirarlo con un semblante muy serio.

    —¿A qué viene esa pregunta ahora?, no debería importarte lo que yo sienta o deje de sentir por ti, o es que, ¿en realidad si te interesa? —interrogó él también, quien se acercó hasta quedar frente a frente, cosa que le causó un poco de nerviosismo a la joven.

    —No, no me interesa, fue simple curiosidad —contestó secamente.

    La joven caminó hasta la puerta, sabía que quien los había encerrado estaría allí espiando, así que empezó a gritar para que le abrieran la puerta, y amenazó al que le había hecho la broma. Unos minutos después la puerta se abrió sola, nadie estaba afuera, a provechó para salir, pero antes fue detenida por la voz del rubio que le confirmaba lo que antes había preguntado:

    —Todo lo que te dije el otro día es cierto, es lo que realmente siento por ti —finalizó esto para pasarle por el lado y salir primero de allí, mientras la chica se quedó allí como una estatua.

    Después de lo ocurrido en el ático, el día siguió su curso como si nada hubiera pasado, claro no todo era normal, la joven Uchiha no dejaba de pensar en lo que le había dicho el rubio Namikaze. Por su parte ha sido muy tonta al desaprovechar las oportunidades que se le estaba concediendo.

    Al otro día en la escuela intentó acercarse a Deidara, pero este la ignoró olímpicamente. A la hora del almuerzo se le acercó y le dijo que necesitaba hablar con él, pero este dijo que no podía porque tenía cosas importantes que hacer, eso había dicho mientras se iba con una joven que veía clases con él.

    —Pero, ¿quién se cree que es? —vociferó mientras apretaba los dientes a modo de molestia.

    —Amh… son ideas mías, ó, ¿te está ignorando? —preguntó con curiosidad Konan quien se venía tomando un refresco.

    Ella la miró, para luego intentar salir de la cafetería, pero una linda melodía que provenía del televisor de allí hizo que estas detuvieran su paso.

    —Sasuke…

    Allí estaba su hermano, con los ojos cerrados y su rostro relajado, mientras tocaba la guitarra con mucha suavidad. La canción aún no comenzaba, así que las muchachas decidieron quedarse allí.
    Sakura iba entrando junto con Ino, Hinata, Ten-ten y Temari, quienes se sentaron en la misma mesa donde estaban Shiise y Konan, ellas también estaban sorprendidas de ver a Sasuke en el televisor; aún no sabían que carajos se proponía el azabache. Sasuke comenzó a cantar:

    Yo que tenía el corazón herido Yo que creí que todo había perdido Ahora me siento tan distinta aquí contigo... Yo que jure jamás enamorarme Que nadie más podría lastimarme Te doy todo por dentro por tus besos, Tus caricias… Con tu forma de mirarme Me atrapaste de verdad...
    En ese momento Ino miró a Sakura, esa era la canción que Sasuke había escrito para ella, Hinata también miró a la Haruno, pero ella estaba paralizada como una estatua.

    Me enamore otra vez Como jamás pensé Tú con tu risa borraste mis heridas Me enamore otra vez Y qué más puedo hacer Tú le diste sentido a mi vida...
    Itachi estaba en otra mesa con Sasori, Tobi, Hidan y Shisui, el primero y el último estaban más que sorprendido, su hermano/primo nunca había escrito una canción romántica y mucho menos cantarla de esa manera, pero se preguntaban para quien sería esa canción.

    Contigo se me pierden los minutos Y se forma en la garganta un nudo Me siento como fuera de este mundo Y me robaste el alma con un beso… Y te metiste dentro de mis sueños... Me enseñaste a hacer canciones Con tus besos, tus caricias... Porque solo tú has podido Terminar mi soledad...
    De los ojos de Sakura comenzaron a brotar pequeñas lágrimas, pero lágrimas de felicidad, felicidad que no cabía en su pecho. Sasuke, el amor de su vida le estaba cantando una canción. Tenía ganas de correr hasta el lugar donde se encontraba y decirle lo mucho que lo amaba, abrazarlo y besarlo hasta que su alma no de basto.

    Me enamore otra vez Como jamás pensé Tú con tu risa borraste mis heridas Me enamore otra vez Y qué más puedo hacer Tú le diste sentido a mi vida...
    La canción había terminado, todos en la cafetería quedaron boquiabiertos, esto era un espectáculo jamás visto en el Konoha School. Sasuke abrió los ojos, tomó aire y comenzó a hablar.

    —Esto es exactamente lo que están pensando… una declaración de amor —comenzó— ya me había declarado antes, pero la chica de la cual me he enamorado no quiso creer en mí, pensó que quizás estaría jugando con sus sentimientos, pero quiero que sepas… Haruno Sakura, que lo que por ti siento es amor de verdad, esta es la manera en la que te lo puedo demostrar, no encontré otra. Te amo —finalizó.

    —Ahora sí que me sorprendió este Teme —pronunció Naruto quien tenía los ojos como plato.

    Sakura salió corriendo del lugar, tenía que encontrar a Sasuke y decirle que ella también sentía lo mismo por él, que también lo amaba, lo amaba con toda sus fuerzas. lo buscó por casi todos los rincones de la escuela, sólo le faltaba el lago que estaba detrás de las canchas de tenis, lugar en el que lo encontró.

    —¿Me buscabas? —preguntó volteándose, mientras le regalaba una sonrisa de esas que él acostumbra a dar.

    —Para serte sincera, sí —afirmó la Haruno con mucho valor— yo…escuché todo lo que dijiste, quiero que sepas que yo tambi… —no pudo terminar porque Sasuke la haló hacia él y la besó. Fue un beso suave y dulce, el cual correspondió la muchacha.

    —¿Quieres ser mi novia, Sakura? —le preguntó el muchacho por lo cual ella contestó con un:

    —Sí.

    Sasuke la abrazó y por primera vez Sakura vio una sonrisa tierna en el rostro del Uchiha. Sasuke propuso ir a clases ya que estaban retrasados por quince minutos, ya habría tiempo de estar juntos.

    Por otro lado.

    —Sé que hoy me tocaba ayudarle a la directora, pero, ¿por qué tengo que ser yo quien busque a su nieto, para eso no está su secretaria Shizune? —refunfuñaba mientras caminaba hacia la azotea, ya que Sasori le había dicho que Deidara tenía rato allí.

    Subió las escaleras con un poco de cansancio, hasta llegar a la puerta, la cual abrió despacio. Sasori tenía razón, él estaba allí, pero no estaba solo, la chica de hace rato todavía estaba con él. La muchacha se percató de que la azabache estaba parada en la puerta mirándolos, así que tomó a Deidara por el cuello y se acercó a sus labios robándole un beso algo candente, cosa que le molestó mucho a la Uchiha.

    —Disculpen que interrumpa este momento tan romántico, pero tu abuela quiere verte en su oficina, Namikaze —le avisó para luego irse del lugar, se le retorcía el Hígado de sólo ver a esa chica con él.

    —Son ideas mías, o, ¿ella se puso celosa? —le preguntó la chica al rubio.

    —Tú crees que esto haya funcionado, digo, tal vez no sienta nada por mí —comentó él.

    —Pues yo pienso que es todo lo contrario, tu hazme caso y verás que pronto la ira le ganará jajaja.

    Después de clases en la heladería que está frente al instituto “ICE CREAM”:

    —Así que ya son novios, ¡felicidades Sakura-chan, felicidades Sasuke-teme —les expresaba Naruto con un fuerte abrazo.

    —Jojo, tenemos cuñada nueva; hermanita, y esta si es agradable —le decía Saí a su hermana quien estaba de mal humor después de ver a Deidara con esa chica, que de paso sigue pegada a él como una garrapata.

    —Es cierto, felicidades a ambos. Por cierto Sasukito, nunca la hagas llorar oíste —amenazó su hermana mayor.

    —Ni creas que por que eres ahora la novia de Sasuke-kun vas a ser muy feliz, eso no será posible mientras yo los esté rondando —en ese momento habló Karin quien estaba detrás de ellos junto a Kimimaro.

    —No sólo ellos querida Karin, mientras nosotros estemos unidos, ningún Uchiha y ningún Namikaze será feliz —esto último lo dijo mirando a Deidara.

    CONTINUARA…
     
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    La hermana de Uchiha Itachi
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    Romance/Amor
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    16
     
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    Capítulo 12 Admite que él te gusta

    Escenas del capítulo anterior:

    —Ni creas que por que eres ahora la novia de Sasuke-kun vas a ser muy feliz, eso no será posible mientras yo los esté rondando —en ese momento habló Karin quien estaba detrás de ellos junto a Kimimaro.

    —No sólo ellos querida Karin, mientras nosotros estemos unidos, ningún Uchiha y ningún Namikaze será feliz —esto último lo dijo mirando a Deidara.


    Capitulo XII Admite que él te gusta
    Karin y Kimimaro aún seguían allí destilando veneno. Kimimaro le dijo a Deidara que él le pagaría la vergüenza que le hizo pasar el otro día en la fiesta, además de que no se acercara a cierta azabache o se las iba a ver negras, él aún seguía viendo a Shiise como de su propiedad, cosas que nunca fue. Después de amenazar y tratar de arruinarles el día a los chicos, ambos se fueron para platicar un poco sobre lo que harían de ahora en adelante, ellos tenían que cumplir las amenazas que habían hecho.

    — ¿Qué tanto sabes de ese Namikaze cara de emo?, necesito hacerle la vida de cuadrito, ju, él aún no sabe quién soy yo.

    —Es el mejor amigo de Itachi, estuvo un año en Florencia –Italia- haciendo cursos de artes plásticas, dibujo, pintura y escultura. Es un chico mu carismático, aunque muy sobre protector con su hermanita, además es muy celoso y al parecer le gusta la hermana de Sasuke-kun, ¿algo más que quieras saber? —le contó, pero con todo lo que Karin le había dicho, ya sabía cómo comenzar a molestarlo.

    — ¿Siempre concursa en los eventos artísticos que realiza tu escuela, no? —interrogó con malicia.

    —Así es, ha ganado la gran mayoría de los concurso, aunque Sai y Sasori también han ganado ciertos concursos, de hecho Deidara le ha enseñado algunas cosas a Sai, digamos que es como su discípulo, que ridiculez —rio de manera burlona— se acerca el festival de verano, creo que habrá un concurso de pintura, es obvio que ese melenudo participara allí —le informó.

    —Perfecto, entonces que se prepare, porque será la primera vez que pierda un concurso —rio malévolamente— pobre artista de cuarta, será una gran humillación para él —esto lo dijo con sarcasmo.

    — ¿Qué le harás?
    —Ya verás, jajajajaja.

    -+-
    Al día siguiente, dos jóvenes caminaban por las calles de Tokio, buscaban un restaurant para desayunar. Itachi y Deidara salieron muy temprano de sus casas, ya que Itachi había llamado al rubio porque quería hablar algo muy importante con él. Entraron en el restaurant que está a unas cuadras del instituto, eran un restaurant muy lujoso y de ambiente agradable. Itachi ordenó Bakudan (huevo cocido envuelto de surimi) la comida favorita de Deidara, a la final a él también le gustaba.

    —¿De qué querías hablar conmigo? —preguntó el rubio mientras se llevaba un trozo de Bakudan a la boca.

    —Tú eres mi mejor amigo y la verdad no quiero que alguien como Kimimaro te vaya a hacer una mala jugada. Shiise me dijo que llegó a formar alboroto en la heladería, cuídate de él, sus amenazas no suelen salir en vano. Por cierto, fue Shiise quien me pidió que hablara contigo, creo que anda preocupada —le dijo para luego comenzar a comer, lo ultimo dejó a Deidara algo anonadado.

    — ¿Shiise?

    —Yo creo que le atraes, pero pienso que no has sabido usar tu inteligencia —acotó— eso de darle celos no te funcionará, sólo la alejarás más, su comida favorita son los onigiri y el wasabi —le informó.

    —¿El wasabi?, eso es espantoso, es picante y sabe a diablos —Deidara puso una cara de “los Uchiha son raros”— ¿lo que me estás diciendo es que, la invite a cenar.

    —Vaya, pero que inteligente eres, Dei-di —esto último lo dijo en tono de burla, sabía que Deidara odiaba que lo llamara así.

    Por otro lado…

    Konan y Meidara sentían fastidio y nauseas de sólo ver a Shiise caminar de un lado a otro, susurraba cosas que apenas escuchaban y que tenían que ver con cierto artista, la gran mayoría de estas palabras eran insultos, pero escucharon un grito que les quitó el malestar que les causaba las acciones de la chica:

    —¡AH! —Gritó para luego pararse frente al balcón, las chicas corrieron para donde estaba Shiise, creían que se lanzaría de allí— suéltenme, estresado no desesperado, además no sería capaz de suicidarme por tu hermano —le dijo a Mei.

    —Shiise, ya dile de una buena vez lo que sientes, así todos seremos felices, y ya vámonos a clases que llegaremos tarde, tú me estás estresando —la tomó de la mano y la haló hasta la puerta.

    —No iré a clases, no soporto verlo con esa salamandra pegada a él todo el tiempo, y no le diré nada a esa cara de pájaro sobre lo que siento por él, no lo aceptaré —esto lo dijo a modo de berrinche.

    —Pues déjame decirte que estás actuando como una niñita mal criada, yo creí que eras más madura, pero veo que era pura apariencia, vamos Mei, dejemos sola a esta cobardota.

    —Si sigues con esa actitud lo vas a perder, mi hermanito te quiere mucho, y tu sabes que lo que te digo es verdad, pero eres una estúpida orgullosa Uchiha cara de gallina —Shiise quedó como piedra ante los insultos de sus amigas— por cierto, un pájaro no es más cobarde que una gallina —finalizó para luego cerrar la puerta de la habitación.

    Ella no podía dejar que sus amigas pensaran todo eso de ella, le tomó segundos comprender que lo que ellas habían dicho era verdad. Tomó su mochila con sus libros, bajó las escaleras y salió de su casa, las chicas se estaban subiendo a la limosina de la Namikaze, junto con Naruto, Sasuke y Sai.

    — ¡Esperen! —Gritó— sus amigas sonrieron, a la final las palabras tan feas que le dijeron si funcionaron.

    —Es la primera vez que tardas tanto —le dijo Sasuke quien estaba de mal humor por la tardanza de su hermana.
    —Lo siento —dijo mirando a sus amigas.

    En el instituto… (Salón de billar)

    —Es raro que los chicos aún no hayan llegado, ya falta media hora para que comiencen las clases —comentó Hidan apuntando a una bola.

    —A mí me parece que este se muere de ganas por ver a Konan, al igual que Tobi, ¿verdad Deidara sempai? —Tobi lo dijo para molestar a Pein, sabía que el chico de pelo naranja sentía atracción por la muchacha de pelo azul.

    —Tobi, ya deja de molestar —le reclamó este con algo de cansancio.

    —Hermano, no sólo tú te mueres de ganas de ver a Konan, hay otros que se mueren de ganas por ver a la mejor amiga de ella, ya sabes, esa chica de pelo semi largo, azabache, zurda, de estatura media y ojos negros —esta vez fue Shisui quien molestó a Deidara.

    —Sempai, ¿usted se muere por ver a mi prima Shii-shi? —preguntó Tobi como si eso le causara sorpresa.

    —Que te importa, idiota —salió del salón y se encaminó a hacia su aula de clases.

    Deidara se fue caminando hacia el salón, pasó un momento por la dirección para saludar a su abuela y abuelo (Tsunade y Jiraiya) todas las mañanas pasaba por allí antes de llegar a su salón. Cuando entró al aula de clases, notó que ni su hermana, ni Shiise ni Konan estaban, pasó para sentarse en su puesto, pero antes de llegar alguien lo abrazó por atrás, ese gesto era inconfundible.

    —Te he dicho que no hagas eso en clases, Mei —suspiró con cansancio.

    —Hola Deidara, ¿qué tal? —saludó Konan, quien le dio un pequeño pisón a Shiise para que ella también lo saludara.

    —Hola Dei, ¿cómo estás? —saludó con nerviosismo, un momento, ¿le dijo Dei?, ok esto es grave.

    —Bien, gracias, ¿y ustedes? —les contestó con una sonrisa.

    —Muy bien muchachos, ubíquense en sus asientos, hay examen sorpresa —anunció el profesor quien iba entrando.

    — ¡¿Qué?! Yo no estudié nadita —se quejó Deidara

    —Tienen quince minutos para repasar, ni un minuto más ni un minuto menos —recalcó.

    —Ven, vamos a repasar.

    —¿Tú me vas a ayudar a estudiar? —el rubio tenía los ojos como platos.

    —Sólo si no quieres salir mal en el examen de geografía —le dijo sin mucho ánimo.

    —Oye, muchas gracias, recuérdame que te debo una, umh —expresó Deidara, quien estaba feliz, tanto que no se percató de que estaba abrazando a Shiise.

    Después de repasar por quince minutos el examen dio comienzo. A decir verdad estaba muy fácil, pero no a todos les gusta la geografía, historia y demás ciencias sociales. Deidara quizás no obtendrá una buena nota, pero por lo menos pasará el examen, o eso es lo que él pensaba. La clase duraba tres horas, así que el profesor les dio diez minutos de descanso para entrar de nuevo, en esos minutos los chicos platicaban sobre cómo les había ido en el examen. Pasados los diez minutos el profesor comenzó con la clase, explicaba un tema el cual debían desarrollar por medio de un trabajo el cual debían exponer, anunció que debían formar grupos para hacerlo, el grupo debía ser de cinco personas ya que era un tema muy largo, pero el grupo de Mei sólo eran cuatro; les faltaba una persona. Deidara sugirió que agregaran a Megumi, la chica que andaba con él el otro día, esa idea no le agradó nada a Shiise, pero no le quedó de otra que aceptar.

    — ¿Dónde nos reuniremos para hacer el trabajo? —le preguntó Megumi a Deidara— a mi me gustaría que fuera en tu casa, Dei-kun, tu padre tiene una biblioteca enorme llena de libros.

    —“¿Dei-kun?, ¿Quién se cree esa salamandra de agua dulce?” —Pensó la azabache, quien comenzaba a obstinarse— en mi casa también hay una biblioteca enorme, ¿por qué no nos reunimos allí? —sugirió.

    —Megumi tiene razón, mejor nos reunimos en mi casa —grave error, ignoró a la Uchiha, cosa que odian más en el mundo.

    —Me ignoró —susurró muy bajo, lo cual no alcanzaron a escuchar.

    — ¿Dijiste algo? —preguntó Deidara.

    —Nada importante, voy al baño —salió muy molesta del salón, tanto que ni siquiera se digno a pedirle permiso al profesor.

    — “¿Tu hermano es masoquista o qué?” —le preguntó Konan quien se sentía fastidiado por todo.

    —“No, me acabo de dar cuenta que es un baka” —suspiró con cansancio.

    —Chicos, silencio que voy a dar las calificaciones del examen —informó el profesor.

    Al escuchar eso a más de uno se le paralizó la respiración, la mayoría saldría malísimo en ese examen. Deidara estaba asustado, el nunca había sacado una mala nota, empezó a cruzar los dedos y a pedirle a todos los dioses que no lo abandonaran, cuando escuchó su nombre.

    —Namikaze Deidara, 9. Namikaze Meidara, 10. Yutaka Konan, 9. Uchiha Shiise, 10. Bien debo felicitar a algunos alumnos, no todos salieron mal —expresó el profesor con mucha felicidad.

    —Oye Dei-chan, no deberías de agradecerle a Shii-shi —le dijo Mei.

    —Sí lo sé, pero aún no regresa del baño —dijo él roscándose la cabeza.

    —Pide permiso y ve a buscarla, quizás donde estará pasando una rabieta que cierta persona le hizo pasar hace rato —le reclamó Konan.

    —Sí quieres te acompaño Dei-kun —justo cuando él iba a decirle que si, las otras chicas hablaron.
    — ¡Tú te quedas! —gritaron ambas al unisonó.

    —Está bien, no hace falta que griten —les dijo con nerviosismo.

    El rubio le pidió permiso a su profesor para ir al baño. Cuando llegó a los baños les preguntó a las chicas que iban saliendo si habían visto a Shiise, pero la respuesta fue negativa. La buscó por las canchas, en los gimnasios, en el área de las piscinas, la cafetería, incluso la azotea, pero nada, era como si se la hubiera tragado la tierra.
    La campaña del almuerzo sonó y todos los chicos fueron a la cafetería, Deidara se dirigió de nuevo para allá, a ver si allí la encontraba, pero ni rastro de ella, sólo estaban sus amigos y cuñado. Se acercó a ellos, los cuales notaron lo cansado que estaba.

    —Estuviste entrenando o algo parecido, se te nota algo agitado —le preguntó Sasori que lo miraba con el dedo índice en la boca, a modo pensativo.

    —Más bien creo que se le perdió alguien juju —agregó Konan.

    —No te burles, la he buscado por toda la institución, es como si se la hubiera tragado la tierra, ni señales de ella —comentó un poco preocupado.

    —Umh, si esa ella que andas buscando es la que va entrando por ahí, ya no tienes que buscar más —le dijo Hidan refiriéndose a Shiise quien iba entrando a la cafetería.

    —Se acercó a los chicos, pasándole por el lado a Deidara y rozando su hombro— ¿Dónde estabas?, te estuve buscando por todas partes —le preguntó el rubio, pero esta simplemente lo ignoró. Fue esta donde estaban los cocineros y les pidió una orden de onigiri con wasabi, tomó la bandeja se fue a la mesa y se sentó.

    —Hey, ¿por qué me ignoras? —preguntó el rubio, pero no recibió respuesta.

    —Itachi, oka-san me habló a mi móvil, me pidió que te avisara que a las seis tu y Mei tenían cita con ella —le informó.

    La verdad se sentía una gran tensión, algo pasaba entre la azabache y el rubio. Por otro lado, los chicos estaban asombrados, nunca imaginaron ver a una mujer comer onigiri con wasabi, definitivamente la hermana de Itachi no tenía papilas gustativas.

    —Muy bien, ¿será que pueden explicar que pasa entre ustedes? —preguntó Itachi quien no soportaba tanta tensión.

    —Ya terminé de comer, yo me retiro —dijo ella.

    —Tal vez lo ignores a él por quien sabe qué cosa, pero a mí, así que ahora mismo me vas explicando —le exigió Itachi.

    —Mejor te explicó yo porque ella no lo hará, y quizás este cabeza de aserrín no se haya dado cuenta —intervino Konan— cuando estábamos en la clase de Geografía, Shiise hizo una sugerencia que Deidara ignoró dándole la razón a otra persona, eso le molestó a tu hermana —le explicó. Shiise, salió rápido de allí, en pocas palabras Konan les había dicho a todos que ella se sentía celosa de que Deidara escuchara a otra chica y no a ella, el antes mencionado la siguió, y justó antes de que ella pudiera salir al patio, él la detuvo por el brazo y la arrinconó en la pared.

    —¿Es verdad lo que dijo Konan? —interrogó.
    —¿Es necesario que hagas esto? —cuestionó desviando la mirada.

    —Si no lo hago te escapas, eres muy escurridiza —le dijo— ¿acaso estás celosa, Shii-shi? —interrogó, mientras en su rostro se formaba una sonrisa de medio lado.

    —¡SÍ, ESTOY CELOSA Y QUE!, ¡ME MOLESTA QUE ESA SALAMANDRA ESTE TODO EL TIEMPO PEGADA A TI!, ¡ME GUSTAS, ME GUSTA MUCHO NAMIKAZE DEIDARA, Y QUE!, ¡AHH, NO ME DIGAS SHII-SHI! —no sólo él la escuchó, el resto del grupo que salía de la cafetería también, ellos más que nadie tenían los ojos como platos, nunca habían visto esa reacción en su prima, incluso Deidara no se lo podía creer.

    CONTINUARA…
     
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    La hermana de Uchiha Itachi
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    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    1522
    Capítulo XIII Un plan entre manos

    Escenas del capítulo anterior

    —¿Es verdad lo que dijo Konan? —interrogó.
    —¿Es necesario que hagas esto? —cuestionó desviando la mirada.

    —Si no lo hago te escapas, eres muy escurridiza —le dijo— ¿acaso estás celosa, Shii-shi? —interrogó, mientras en su rostro se formaba una sonrisa de medio lado.

    —¡SÍ, ESTOY CELOSA Y QUE!, ¡ME MOLESTA QUE ESA SALAMANDRA ESTE TODO EL TIEMPO PEGADA A TI!, ¡ME GUSTAS, ME GUSTA MUCHO NAMIKAZE DEIDARA, Y QUE!, ¡AHH, NO ME DIGAS SHII-SHI! —no sólo él la escuchó, el resto del grupo que salía de la cafetería también, ellos más que nadie tenían los ojos como platos, nunca habían visto esa reacción en su prima, incluso Deidara no se lo podía creer.



    -------------------------------------------------
    —Umh —hizo un gesto de susto al darse cuenta de que le había soltado todo— “¿pero qué rayos he hecho? ¿Ahora qué haré?” —pensó mientras su rostro mostraba un semblante muy preocupado, al ver las caras de asombro que todos tenían, incluyendo a Deidara. Optó por irse del instituto.

    —Hey, ¿te vas a quedar ahí parado como estatua?, ve a alcanzarla idiota —le reclamó Shisui.

    —Eh, si —corrió para poder alcanzarla.

    Shiise salió corriendo hasta la salida, se le caía la cara de vergüenza, no podía quedarse allí. Corrió y corrió hasta llegar al gran portón, le dijo al portero que tenía una emergencia que por favor la dejara salir, tras ella venía Deidara quien le dijo lo mismo al portero el cual lo dejó salir.
    Siguió corriendo hasta llegar a un parque que estaba cerca de allí, se paró bajo un árbol muy frondoso mientras trataba de regularizar la respiración, se recostó al tronco del árbol para luego abrir los ojos y encontrarse con una mirada tan azul como el mismo cielo. Casi sale corriendo, pero el chico colocó las dos manos apresándola entre él y el árbol.

    —Esta vez si no te dejaré escapar —le decía, mientras se acercaba poco a poco a su rostro— yo… me he enamorado de ti, y haré lo que sea para que tú termines de aceptar que también sientes lo mismo por mí, aunque el haberlo confesado ya es un buen paso, sin embargo, haré algo más para que te convenzas y dejes ese estúpido orgullo atrás —finalizó para juntar sus labios con los de ella, fundiéndose en un dulce y tierno beso, el cual correspondió la Uchiha. Se separaron poco a poco, ella volteó la cara para que él no viera el leve sonrojo que se había formado en sus mejillas.

    —Atrevido… —le reclamó.

    —Sí, puede ser, ¿pero no me vas a negar que te gustó, o sí?, tu lo correspondiste, quiere decir que no te desagradó —le dijo mientras acariciaba un mechón de cabello que caía por la parte derecha de su rostro.

    —No, no te lo voy a negar, la verdad es que sí me gustó —sonrió de medio lado, cosa que le extrañó al Namikaze.

    —Shiise, ¿tú me darías una oportunidad? —Interrogó— ¿aceptarías ser mi novia? —finalizó. Esto le sorprendió a la joven quien se supo un poco nerviosa por la pregunta del chico explosivo.

    —Está bien, te daré una oportunidad, sí, quiero ser tu novia, pero nunca te atrevas a burlarte de mí, porque ese día te mueres —finalizó con una amenaza, para luego sonreírle suavemente, él le correspondió la sonrisa con un abrazo.

    —Te prometo que nunca te voy a hacer daño —le prometió, para luego darle un fugaz beso que hizo sonrojar a la Uchiha.

    -+-
    Por otro lado.

    —Naruto-kun, mañana es el cumpleaños de mi padre, me dijo que haría una cena para celebrarlo y me pidió que te invitara, ¿te gu…gustaría ir? —le preguntó con un poco de vergüenza.

    —Por supuesto que sí, Hina-chan, me encantaría —aceptó muy gustoso para luego darle un beso y un fogoso beso que el cual hizo que la Hyuuga se pusiera más roja que un tomate.

    El beso luego se fue tornando suave y tierno, él tenía sus manos en colocadas en la cintura de la chica, y ella tenía sus brazos enredados en el cuello del rubio. Por otro rincón alguien los miraba, esa persona se fue acercando a la pareja quien aún no se daba cuenta de esta presencia, pero esa persona se encargó de llamar su atención al hablar.

    —Muy bonito espectáculo, Hinata, puede que este zorro de pacotilla sea tu novio, pero no puedes andar haciendo estas cosas tan vergonzosas en nuestra casa, sabes que hay que respetarla —le reclamó Neji, el primo de Hinata, quien le tenía cierto odio al Namikaze.

    —N…no estábamos haciendo nada malo, Neji —le dijo.

    —Deja de reclamarle cosas a Hinata que a ti no te incumben, la próxima vez que vuelvas a insultarme te parto la cara, no me importa que seas sobrino de Hiashi, Hyuuga Neji —le replicó mientras apretaba los dientes con un gesto de rabia.

    —Yo voy a hacer que mi tío termine odiándote, Namikaze Naruto, porque Hinata tiene que ser para mí, y ella lo sabe —le amenazó para después irse.

    —No entiendo por qué anda obsesionado con eso de que tú tienes que ser para él, por dios, son primos, ¿en qué cabeza cae? —Hablaba muy alterado— tenemos que hablar con tu padre sobre esto Hinata, no podemos seguir aguantando al loco de tu primo, ¡ya me tiene harto, dattebayo! —esto último lo gritó con algo de frustración.

    -+-
    Kimimaro y Karin estaban en un café tomando un té y comiendo rollitos de canela, el joven sólo tomaba un café, platicaban el próximo viaje de Kimimaro, el cual sería dentro de dos meses, el estaba en la universidad al igual que Itachi, ya casi se acercaban sus vacaciones y tenía planeado ir a América, ya que allí se estaban viviendo dos de sus hermanas. La conversación estaba muy divertida, pero la pararon al ver un folleto que traía una joven del instituto Konoha School.

    — ¿Viste eso? —Le señaló Karin— Ahí está lo que estabas esperando para vengarte del artista de quinta, al parecer la feria del arte llegó antes que la feria de otoño —le comentó ella.

    —Ju, así parece —contestó con una sonrisa— ¿las personas que no son del instituto deben comprar entradas, cierto? —le preguntó.

    —Así es. Oye, ¿ya planeaste algo?, porque yo podría darte buenas ideas, jajaja —río de manera malévola.

    —Digamos que tengo varias ideas que he pensado, de hecho, no sólo me vengaré de él, hay alguien más que también me las va a pagar —habló en tono amenazante— ¿Tú no harás nada en contra de la chica de pelo rosado? —preguntó.

    —¿Imagino que esa otra persona es mi ex cuñadita, no? —él sólo asintió— sí, ya pensé en algo que podría dolerle mucho a la Haruno. Ella adora su supuesto hermoso y sedoso largo cabello, tengo unas amiguitas que harían cualquier cosa por dinero, así que sólo me faltaría llevar la tijera que la dejará calva jajajajaja —esta vez su risa fue estruendosa, tanto que los presentes fijaron su vista en la chica pelirroja, Kimimaro sólo alzó una ceja.

    —Sí tú lo dices.

    -+-
    Ino, Temari, Tenten, Sai, Shikamaru y Kiba, estaban sentados a unas cuantas mesas d Kimimaro y Karin, ellos no pudieron evitar observar a los antes mencionados, estaban muy sospechosos, eso lo dedujeron ya que Karin sólo sonríe así cuando quiere hacer algo muy malo.

    —Ellos traen algo entre manos, y no debe ser bueno —comentó Temari, quien no quitaba la mirada de la pelirroja, que seguía hablando con Kimimaro.

    —Como quisiera saber lo que están planeando, de seguro tiene que ver con Sasuke y Sakura —acotó Sai.

    —O Deidara y tu hermana, Sai —agregó Ino.

    —Es cierto, recuerda que está tu ex cuñado, el cual amenazó con vengarse de ellos el otro día —comentó Kiba mientras suspiraba con algo de cansancio.

    —Ya ven, hay gente que no puede vivir sin fregarles la vida a otros —esto lo dijo Tenten para luego darle un sorbo a su soda de cola.

    —Tsk, que problemáticos —expresó Shikamaru quien mostraba un semblante de aburrimiento.

    — ¿Eso lo dices por ellos o por nosotros? —le preguntó Temari.

    —Por ellos.

    —No sé, pienso que deberíamos advertirles a esos cuatro, para que luego no les lleguen con una sorpresa —sugirió Ino.

    —¿Te refieres a Sasuke, Shiise, Sakura y Deidara? —preguntó Kiba.

    —Sí a ellos —contestó Ino.
    —No creo que ellos se atrevan a hacer algo peligroso —acotó Tenten.

    —No peligroso, pero si vergonzoso y humillante. A Kimimaro no lo conozco mucho, pero te aseguro que Karin te haría pasar el peor día de tu vida —agregó Sai.

    —Bueno dejemos de perder tiempo y vallamos a tu casa, Sai. Es necesario que nuestro grupo y los Akatsuki tengan una reunión urgente.

    Así lo hicieron, pagaron la cuenta y se encaminaron a la mansión Uchiha. Por primera vez Aves del desierto y Akatsuki se reunirían para hablar un asunto que les concernían a ambos bandos.

    CONTINUARÁ…
     
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    Capítulo XIV Bandos reunidos “Aves del desierto y Akatsuki”


    En la mansión de los Hyuuga.
    —Insisto, Hina-chan, debes decirle a tu padre sobre el comportamiento de Neji, no soporto que me esté insultando cada vez que le da la gana —le reclamó Naruto un tanto enojado.​
    —No te preocupes, Naruto-kun, yo hablaré con mi oto-san —respondió la muchacha quien estaba un poco avergonzada por lo que había pasado hace rato con su primo Neji.​
    Se sentaron en el comedor del jardín para tomar el té, cuando de repente el celular de Naruto repicó; era el número de Sai. Contestó la llamada. El Uchiha le comentó acerca de lo que sospechaban así que le dijo que en veinte minutos iba a ver reunión en la mansión de los Uchiha, a ambos chicos les pareció muy raro eso de la reunión, pero de inmediato salieron hacía el lugar previsto.​
    Por otro lado. Deidara y Shiise caminaban desde el parque a su casa, yo querían tomar taxi ni llamar al chofer, pues querían pasar más tiempo junto, así que decidieron irse de esa manera. Iban conversando sobre lo que había pasado estos últimos días cuando se escuchó repicar el móvil de Deidara, quien metió la mano izquierda en el bolsillo del mismo lado para contestar.​
    — ¿Hola?, futuro cuñado, hay reunión urgente en la mansión Uchiha, te esperamos en veinte minutos — le dijo anunció Sai.​
    — ¿Reunión, pero de qué se trata? —preguntó el rubio un tanto extrañado.​
    —Cuando estén todos aquí les comentaremos el motivo —finalizó cortando la llamada.​
    — ¿Qué ocurre? —preguntó ella.​
    —Tu hermano Sai dice que hay reunión en tu casa, en veinte minutos, vamos, ya me entró curiosidad —le comentó el Namikaze tomándola de la mano.​
    En la mansión Uchiha, ya todos estaban reunidos en la biblioteca, sólo faltaban Hidan, Tobi, Itachi y Mei, quienes venían en camino.​
    — ¿A qué se debe esto, um?, ¿Aves del desierto y Akatsuki juntos? ¿Acaso quieren planear un atentado terrorista?, jajajaja —Cuestionaba Deidara en tono de burla.​
    —Búrlate todo lo que quieras, pero créeme, esto te puede interesar no sólo a ti, sino a mi Nee-san —finalizó mirando a su hermana mayor. No terminó muy bien de hablar cuando el resto de las personas que faltaban entraron por la puerta de la biblioteca.​
    —Aquí estamos, para que nos llamaron —habló Itachi en tono sereno.​
    —Bien, les explicaremos el por qué de esta reunión. Sí, es raro que ambos bandos estén juntos, pero lo que les vamos a decir tiene que ver con cuatro personas: Sasuke, Sakura, Deidara y Shiise —explicó, cosa que hizo que los susodichos se miraran entre sí— hace rato estábamos en la cafetería Ice Cream, esa que está frente al instituto. Estábamos hablando sobre cosas triviales, cuando de repente escuchamos una chillona y molesta risa —Sai hizo pausa para dejar hablar a Ino.​
    —Exacto, de inmediato la reconocimos, eran Karin y Kimimaro quienes estaban sentados a pocas mesas delante de nosotros —les dijo.​
    — ¿Y eso les parece terrorífico? —Preguntó Sasuke con cara de fastidio— quizás ese tipo hizo algún comentario que le hizo gracia a… esa —mencionó el Uchiha en tono de desprecio.​
    —Eso es lo de menos, lo que nos preocupó es que Kimimaro tenía un folleto en sus manos, el cual decía “Feria del arte” —les dijo Temari— y no sólo eso, pudimos leer claramente en los labios de Karin el nombre de Sakura —finalizó.​
    — ¿Y qué tengo que ver yo con una feria de artes? —interrogó algo extrañada.​
    —Tú no, pero él sí —esta vez Itachi contestó la pregunta de la Haruno, él ya sabía a qué punto querían llegar los chicos— ¿Quieres decir que, Kimimaro y Karin están preparando algo en contra de Deidara y Sakura?, lo que le piensan hacer a Deidara tiene que ver con la feria de artes, ahora, no sé que pretende hacerle Karin a Sakura —dedujo muy fácilmente.​
    —Nii-san, que inteligente eres —exclamó Sai con mucho orgullo a su hermano Itachi.​
    — ¿Entonces ustedes quieren que tanto Akatsuki como Aves del desierto nos unamos para investigar lo que esos dementes planean hacer? —esta vez el interrogó fue Shisui, quien tenía una mano en el mentón.​
    — ¡Exacto! —exclamó Ino.​
    —Yo pienso que le están dando mucha importancia a este asunto, quizás lo que ellos quieren es llamar la atención nada más —acotó Shiise.​
    —Pienso Igual, ya saben cómo es Karin cuando se siente desplazada —habló Sasuke.​
    — ¿Y si no es así, y en verdad están planeando algo muy malo? —preguntó Naruto con algo de preocupación.​
    —Es por eso que no podemos bajar la guardia, debemos estar atentos y muy alertas por si notamos algo sospechoso —agregó Sasori quien no había mencionado palabra alguna.​
    —Ya sabemos que Kimimaro de seguro va a querer arruinar alguna pintura o escultura, de Deidara-Sempai, el misterio está en la pelirroja de los anteojos —dijo Tobi, al cual miraron con asombro, era la primera vez que en su tono de voz no había ni una pisca de idiotez, al contrario, era la voz de un hombre serio.​
    —Déjame revisarte hermano mayor, creo que te golpeaste la cabeza y ni cuenta me di —decía Shisui un tanto extrañado.​
    —¿Entonces qué haremos? —preguntó Gaara.​
    —Algo muy simple y sencillo estar muy al pendiente de todos los pasos y movimientos que haga Karin, ya saben que fuera del instituto donde está ella está el albino —sugirió Pein.​
    —Bien entonces se hará eso, ¿están todos de acuerdo? —preguntó Itachi.​
    — ¡Sí! —contestaron todos al unísono.​
    —Saliendo ya del tema y entrando a otro. Hay algo entre ustedes que nosotros no sepamos —preguntó Naruto con una sonrisa picara al notar que su hermano estaba tomado de la mano con la Uchiha.​
    Deidara y Shiise se sonrojaron, ya que con eso de la reunión ni tiempo les había dado de decirles a sus amigos. Los chicos comenzaron a preguntarles sobre cómo habían terminado así, cosa que sabían que iba a pasar tarde o temprano. Deidara les contó cómo habían sucedido las cosas, ya que Shiise se negó a hacerlo. Mei y Naruto estaban muy feliz porque al fin le conocían una novia a su hermano, Pein también lo felicitó, además de Itachi, Sasuke y Sai, quienes le dieron una pequeña amenaza, por si se le ocurría hacerle daño a su hermana. De resto los demás chicos también se pusieron felices por la noticia.​
    — ¡Hija, como es eso de que tienes novio! —se escuchó la voz de Mikoto, quien iba entrando a la biblioteca con Fugaku y Madara.​
    CONTINUARA
     
  17.  
    Endora

    Endora Iniciado

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    Título:
    La hermana de Uchiha Itachi
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
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    16
     
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    Capítulo 15: La feria del arte parte I

    Escenas del capítulo anterior

    —Saliendo ya del tema y entrando a otro. Hay algo entre ustedes que nosotros no sepamos —preguntó Naruto con una sonrisa picara al notar que su hermano estaba tomado de la mano con la Uchiha.

    Deidara y Shiise se sonrojaron, ya que con eso de la reunión ni tiempo les había dado de decirles a sus amigos. Los chicos comenzaron a preguntarles sobre cómo habían terminado así, cosa que sabían que iba a pasar tarde o temprano. Deidara les contó cómo habían sucedido las cosas, ya que Shiise se negó a hacerlo. Mei y Naruto estaban muy feliz porque al fin le conocían una novia a su hermano, Pein también lo felicitó, además de Itachi, Sasuke y Sai, quienes le dieron una pequeña amenaza, por si se le ocurría hacerle daño a su hermana. De resto los demás chicos también se pusieron felices por la noticia.

    — ¡Hija, como es eso de que tienes novio! —se escuchó la voz de Mikoto, quien iba entrando a la biblioteca con Fugaku y Madara.


    Capítulo 15: La feria del arte parte I
    — ¿No me piensas contestar, Uchiha Shiise? —preguntó Mikoto con los brazos cruzados y la ceja izquierda levantada.

    —Pensaba decírtelo al rato, madre, lo que sucedió es que estábamos platicando sobre un asunto importante —explicó la joven educadamente.

    —Chicos, ¿por qué no vamos todos para el jardín, así dejamos que estos dos jóvenes hablen con mi hermano y mi cuñada? —propuso Madara al cual obedecieron de inmediato.

    La biblioteca quedó sola, sólo estaban Fugaku, Mikoto, Shiise y Deidara quien estaba nervioso por tener en frente a los padres de su novia. Tragó grueso, no sabía que decir, sentía que sus piernas le iban a fallar en cualquier momento, en realidad no es fácil tener a Fugaku Uchiha enfrente en circunstancias como estas.
    Shiise le dio un codazo a Deidara para que él les explicara todo e hicieran formal su noviazgo.

    —Pues, eh… ah. —Trataba de explicar, pero las palabras no le salían—“qué estoy haciendo, van a decir que soy un cobarde. Ya deja de tartamudear Deidara” —Pensó.

    —Ya habla muchacho, aquí nadie te va a comer —le dijo Fugaku en tono serio.

    —Cariño, no lo presiones, se nota que está muy nervioso —le sugirió la señora de la casa.

    —Desde hace un tiempo, su hija me comenzó a gustar, al principio no sabía si lo que sentía era amor o simple atracción, pero con el tiempo me di cuenta de que me había enamorada de Shiise —comenzó a explicar— hace poco me enteré que ella sentía lo mismo por mí, así que le pedí que fuera mi novia y ella aceptó. Ahora les preguntaré a ustedes, Fugaku-sam, Mikoto-san, ¿me aceptan como novio de su hija? —terminó de explicar para luego finalizar con una pregunta.

    —Eres el hijo de mi mejor amigo, te conocemos desde hace mucho y sabemos que eres un chico de nobles sentimientos, así que por mi parte te doy la bienvenida a la familia —le dijo para luego darle un abrazo, cosa que le causó mucha felicidad a los chicos.

    — ¿Usted que dice, Mikoto-san?
    —Sí mi marido no se opone, yo tampoco, sabes que te aprecio mucho Dei-kun —le sonrió.

    —Gracias mamá, gracias papá —le expresó con gratitud la chica, quien le dio un fuerte abrazo a sus padres.

    -+-
    Tres días habían pasado desde entonces, la escuela estaba en total alboroto por la feria del arte y la feria de otoño. Deidara se encontraba en el salón de artes terminando la escultura que había hecho para ese día, sólo le estaba dando los toques finales, los cuales consistían en darle un toqué antiguo con pinturas doradas y plateadas. Esta vez le había tocado hacer una representación de la mitología china, así que decidió hacer al Feng-huang (Fénix chino); era una obra realmente maravillosa, bien detallada. Al terminar de darle los toques finales lo tapó con una manta blanca y comenzó a ordenar un poco.

    — ¿Ya terminaste con tu escultura? —preguntó una voz desde la puerta del salón.

    —Claro, sólo me faltaba darle los toques finales. ¿Pein, esta vez no participarás en las olimpiadas del instituto?

    —No, llegué tarde a la inscripción, ya será para el próximo año. Vamos a almorzar, nuestras novias nos deben estar esperando en la cafetería, ya sabes cómo es Konan —le dijo.

    —Cierto, vamos.

    Al salir del salón apagaron las luces y cerraron las puertas, sin siquiera sospechar de que alguien los estaba espiando. Esa persona entró al salón silenciosamente y llegó hasta la mesa donde Deidara había colocado su obra de arte.

    —Creo que esta vez no podrás participar en esta feria, lindo rubio. Pobre Deidara, será la peor vergüenza que pase en toda su vida, jajajajaja —rió a carcajadas con el solo hecho de imaginar la cara de tristeza que pondría el joven cuando no viera su escultura donde la dejó.

    —Mi parte del trato ya está cumplida, ahora, cumple con la tuya… querido —sonrió de medio lado.

    No te apresures, ya casi comienzo con mi parte, sólo falta tu presencia… preciosa juju. —colgó la llamada.

    CONTINUARÁ…
     
  18.  
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    Capítulo 16 La fería del arte (parte II)


    Dos chicas iban hablando amenamente por los pasillos del instituto: Sakura y Hinata quienes se dirigían hacia los baños para arreglarse un poco. Al dar la vuelta en una esquina del pasillo se encontraron de frente con cinco chicas quienes sonreían con malicia, Sakura las reconoció ya que esas chicas se la mantenían siempre con Karin. Sakura y Hinata al verlas se dieron la vuelta para no toparse con ellas ya que sabían lo problemáticas que eran ellas, pero al darse la vuelta se encontraron con Karin y otra chica que la acompañaban.

    — ¿Acaso piensan irse? —preguntó Karin para luego darle un empujón a la chicos de los pelos rosados, por lo cual la amiga de la pelirroja hizo lo mismo.

    —Déjanos en paz Karin, nosotras no te hemos hecho nada —protestaba la Haruno un poco molesta.

    — ¿No me has hecho nada?, te parece poco quitarme a mi novio y que por tu culpa me echaran de su casa como a una basura —le gritó para luego Jalonearle los cabellos y con la ayuda de sus amigas llevar a ambas a empujones hacia el baño de niñas.

    —Eso tú te lo buscaste por haber traicionado a Sa…Sasuke-kun —le reclamó Hinata quien sentía impotencia con las acciones de la pelirroja.

    —Tú no te metas, estúpida, o también pagaras junto con esta resbalosa. Chicas, sostengan a esa tonta, y ustedes a esta muchachita, ya verás lo linda que vas a quedar… nena. Jajajaja —les dijo sacando una tijera mientras se acercaba lentamente a Sakura, quien se le notaba la preocupación en los ojos, pues no sabía que le iba a hacer esa loca.

    Acto seguido, la tomó por los pelos y se lo comenzó a cortar, como si se tratase de una tela vieja de la cual deseas deshacerte. Sakura derramaba gruesas lágrimas de rabia e impotencia ya que no podía hacer nada para liberarse de esas chicas y darle su merecido a Karin. Hinata se movía para tratar de ayudar a su amiga pero las chicas tenían mucha fuerza.

    Karin no contenta con lo que le había hecho al pelo de la Haruno, decidió destrozarle la ropa también, tomo de nuevo la tijera y comenzó a picotearle la ropa, mientras carcajadas de maldad salían de su boca. Satisfecha de sus actos le dijo a sus amigos que soltaran a Sakura y Hinata para luego irse, pero antes de esto le dio un empujón a la chica de los pelos rosados para que cayera al piso.

    —Eso te va a enseñar que conmigo nadie se mete. Por cierto, a Sasuke-kun no le agradan las chicas con el pelo corto, según él, la verdadera mujer debe tener el pelo largo. Jajajaja —salió riendo a carcajadas, esas que se escuchaban por todo el pasillo.

    Temari y Tenten que iba camino a los baños escucharon las risotadas de Karin y de sus amigas, La rubia y la chica de los changuitos fruncieron el ceño, pues cuando escuchaban reír a Karin de esa manera era porque la susodicha se traía algo entre manos. Cuando iban llegando al baño se sorprendieron al ver salir a Hinata quien estaba un poco desaliñada y por sus mejillas bajaban lagrimas que las chicas pudieron notar, de inmediato se acercaron para ver que le había pasado, pero quedaron pasmadas al ver a Sakura con la ropa hecha picadillo y el pelo mal cortado, ahí si se preocuparon más.

    — ¿Por dios que les ha pasado? —preguntó Temari con preocupación.

    — ¿Quién les hizo esto?

    —Fue Karin, nos hizo una emboscada viniendo para los baño, a mí no me hizo nada, con la que descargó su irá fue con Sakura-chan.

    Las chicas ayudaron a Sakura, Temari le acomodó el pelo para que se le viera un corte decente, y Tenten le prestó una falda con una blusa de manga tres cuartas que llevaba en su mochila. Hinata Llamó a Naruto para contarle lo que había sucedido y este a su vez le informó a Sasuke quien estaba a su lado con Gaara, Lee, Shikamaru, Sai y Kiba.

    —¡Lo sabía, esos dos se traían algo entre manos, joder, esa Karin es una desalmada —Decía Kiba quien se sentía muy molesto.

    —Cálmate perrito, que aparte de ti alguien más que va a explotar de ira —le habló Sai— lo que debemos hacer es calmarnos, lo hecho, hecho está, si ellos quieren guerra la van a tener, pero debemos pensar con la cabeza fría, ¿me escuchaste, hermano? —les explicó el otro Uchiha.

    — ¿Dirías lo mismo su tu novia hubiera sido la agredida? —le preguntó Sasuke, quien se levantó para ir en busca de su novia.

    —Realmente me sentiría igual o peor que tú, pero sé de sobra que tú y nuestros amigos estarían ahí para aconsejarme, así como lo estoy haciendo yo en estos momentos —le dijo.

    —Gracias —fue lo último que dijo para luego irse.

    —Voy a llamar a mi Nii-chan para advertirle, es posible que Kimimaro esté planeando algo en su contra.

    -+-

    En la cafetería estaban los chicos platicando sobre la feria del arte y escuchando lo que Deidara les contaba sobre su escultura la cual le había costado tanto escoger, cuando escucharon repicar el teléfono del rubio, Deidara lo contestó, pero no entendía mucho lo que decía su hermanito, así que le pidió que le explicara con calma, cuando logró entender lo que Naruto le intentaba decir, frunció el ceño y cortó y que Naruto había terminado su conversación.

    — ¿Qué pasó Dei-chan? —le preguntó Mei un poco extrañada.

    —Naru me dijo que tuviera cuidado con Kimimaro porque ha de estar planeando algo en mi contra —comenzó a explicar— también me dijo que Karin había agredido a Sakura cortándole el pelo y destrozando su ropa con una tijera, al parecer le tendieron una emboscada de camino a los baños —finalizó.

    —No puede ser que esa chica se haya rebajado a hacer semejante cosa —Comentó Shiise.

    —Si fue capaz de engañar a Sasuke, no veo por qué no haría ese tipo de actos —agregó Pein.

    —Debemos estar alerta, porque si ella hizo eso, quiere decir que Kimimaro también está planeando algo para perjudicarte —le dijo a Deidara— es posible que intente arruinarte tu obra o que hagas el ridículo delante de todos.

    —Te recomiendo que vallamos a buscar tu escultura y la guardes bien, no vaya a ser que te la estropee o algo por el estilo —le sugirió Sasori.

    —Tienes razón, danna.

    —Tobi los acompañará.

    Los tres salieron de la cafetería con rumbo hacia el salón de artes plástica donde Deidara había dejado su escultura. Caminaron deprisa hasta llegar al lugar, abrieron la puerta y entraron directo a la mesa donde había quedado la obra. Deidara la destapó pero mayor fue su sorpresa al encontrarse con una estatua de plástico que estaba remplazando la escultura del Kamikaze, los chicos quedaron muchos, pero Deidara salió del salón como alma que lleva el diablo, quería encontrar a ese Kimimaro a como diera lugar, o Karin quien debía ser cómplice de esta patraña, los chicos los siguieron, Sasori le pidió a Tobi que llamara a Itachi o a cualquiera de los que estaban con ellos para contarles lo sucedido.

    —Espera Deidara, no ganas nada con ponerte así, aunque lo golpees hasta cansarte él o ella no te dirá donde está, sólo te recomiendo una cosa —decía Sasori para tratar de calmar al rubio— hazla de nuevo se que te llevó un mes trabajar en ella, pero tampoco le puedes dar el gusto a ese desgraciado de que te vea derrotado.

    —Maldita sea, tengo unas inmensas ganas de matarlo, ¿cómo crees que voy a terminar algo que me llevó un mes de trabajo, en menos de un día? —le dijo dándole un golpe a la pared.

    —Tú eliges, el ridículo, las burlas y la satisfacción de esas dos personas, o el triunfo y la cara de rabia que van a poner esos dos cuando vean que no lograron su cometido —le seguía diciendo.

    —Tienes razón, no puedo darme por vencido —dijo con ánimos— iré a buscar a Shiise para que me ayude con la escultura —dijo desviándose hacia el cafetín.

    -+-

    En la cafetería los chicos estaban consternados por lo que había sucedido, Shiise sabía de lo que era capaz Kimimaro, así que era la más preocupa, se sentía culpable por lo que le había ocurrido a la escultura de Deidara, el susodicho llegó al cafetín y le pidió que la acompañara a su casa porque necesitaba trabajar en esa escultura, no importaba cuanto tardara, si tendría que pasar la noche en vela por ello, lo haría, no iba a dejarse vencer por nadie.

    —No sé ustedes pero a mí me gustaría vengarme de ellos —propuso Shisui.

    —Yo digo lo mismo, esos dos merecen una cucharada de su propio veneno —acotó Hidan.

    —Es la primera vez que estoy de acuerdo con algo que ustedes intentan tramar —dijo Itachi quien afirmó estar de acuerdo.

    —Bien, entonces hablemos con las aves del desierto para que se nos unan, esos dos van a desear no haber nacido —dijo Shisui con una sonrisa marca Uchiha, mientras sonaba su puño contra su mano a modo de amenaza
    CONTINUARÁ…
     

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