Long-fic La heredera hanyou

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por siberian, 13 Abril 2010.

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    siberian

    siberian Usuario común

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    Título:
    La heredera hanyou
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
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    Re: La heredera hanyou

    Capítulo II
    Guerrera de sangre fría
    “…y fue entonces que la predicción fue dada,
    Un sabio le daría una corazonada.
    Los genes son algo difíciles de ocultar,
    Aunque pasen años su tiempo a contar.
    Nada vale más que su sangre ¡OH, de guerrera!
    No se trata de una persona cualquiera…”
    Se trataba aquella de una cálida mañana, los rayos del sol que recién acababa de despertar iluminaban levemente el bosque haciéndolo lucir cálido y casi hogareño. Un serio taiyoukai de mirada serena y a la vez gélida caminaba a paso firme haciendo que su seguidor y fiel sirviente –como se autodenominaba el aludido- aumentara la velocidad para alcanzar a su amo. El serio Lord de las Tierras del Oeste se detuvo al llegar a su destino: un árbol de apariencia descuidada pero que expedía una energía poderosa; si bien no se diferenciaba si sus poderes eran malignos o benignas ya que actuaba según quien lo necesitara. Finalmente, y luego de pronunciar alguna especie de conjuro o palabrería mágica, el enorme árbol adquirió la forma de un rostro en medio de sí y abrió sus ojos para encontrarse con la penetrante mirada del serio youkai quien tenía claras intenciones de interrogarlo.

    –Por fin despiertas… árbol sabio. –murmuró con cierto dejo de cinismo en su voz.

    –Sesshomaru…–murmuró abriendo sus ojos. –¿A qué has venido a verme? Pocas veces te dignas a venir y siempre necesitas alguna clase de predicción.

    Hubo un leve silencio sepulcral hasta que el ambarino mostró una brillante y pequeña esfera que poseía en su mano.

    –¡La Shikon no Tama! –exclamó el sabio mientras sus ojos se abrían del asombro. –¿Cómo la has conseguido? He oído que está protegida por una sacerdotisa… si mis recuerdos no me fallan, su nombre es Kikyo.

    –Una simple humana no viviría para siempre. Además, está muerta. –replicó en tono severo.

    –Y dime, ¿para que has traído esa joya preciosa? ¿Acaso quieres otra predicción? –preguntó viéndolo inquisitivamente.

    –Hace 50 años me dijiste que tendría un heredero…

    –¿Y no es acaso eso lo que tuviste? –interrumpió causando cierto sobresalto en el youkai. –No me engañas, sé muy bien que tuviste a tu heredero hace tres lunas y es por eso que has venido, ¿no es así?

    –Tus predicciones han fallado, aquella bebé que nació hace tres noches ni siquiera es youkai ¡es una miserable hanyou!

    –¿“aquella”? ¿¿Acaso el gran Lord de las Tierras del Oeste ha procreado a una heredera… hanyou?? –bufó casi sin poder creerlo.

    El aludido le extendió una gélida mirada haciendo que cesaran sus carcajadas.

    –Sé que tus predicciones son poco precisas así que te he traído éste objeto por que sé que es de valor y talvez eso ayude a que me digas lo que quiero saber. –musitó colocando la perla dentro de la parte hueca del árbol dónde la mayoría de personas colocaba sus ofrendas al dios sabio del bosque, como solían llamarlo los simples mortales.

    –Y bien, ¿qué quieres que te diga?

    –Hace tres noches, la misma del nacimiento de esa criatura, un extraño portal se abrió dentro del pozo devora-huesos llevándome a una extraña aldea o época. –comenzó a relatar con seriedad. –Abandoné aquella cosa detrás de unos arbustos… pero habían unas personas cerca. Dime, ¿existe la posibilidad de que esa criatura regrese por el mismo lugar que la abandoné?

    –Ohh siii…–murmuró el árbol sabio mientras un resplandor de la perla se unía al de sus ojos haciendo que éstos brillaran más verdes que nunca. –Era una profecía que tuvieras aquél heredero, en este caso heredera, y no hay nada que se pueda hacer para enfrentar el destino. Una vez nos atrapa no hay escapatoria y es muy posible que aquella criatura regrese a su lugar de origen.

    –¿Cuándo? –preguntó secamente.

    –La esfera me dice… oh si, claramente… será una cuenta regresiva que comience cinco lunas antes que cumpla la mayoría de edad. Será realmente muy hermosa, su mirada me recuerda mucho a la de…

    –Deja eso y dime, ¿debo esperar cinco lunas antes de su apogeo para su regreso? –interrumpió bruscamente.

    –… y la sexta será su retorno.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    Casi dieciocho años más tarde, en una residencia en el Japón actual…

    –Y llegó aquél hombre de aspecto exótico con unos extraños lentes de contacto y una vestimenta muy rara, claramente se notaba que era extranjero… casi podría asegurar que se trataba de uno de esos chinos que vienen con sus vestimentas estrafalarias intentando intimidarnos y además juraría que por la forma en la que nos observaba estaba tramando algún boicot para destruir todo Japón, sin mencionar que…

    –¡Abuelo! –interrumpió la chica con un rostro frustrado. –Así no va la historia; además, que yo recuerde, aquél sujeto “mágico” no llevaba ningunos lentes de contacto.

    –¿Entonces cómo explicas sus ojos dorados? –preguntó casi retadoramente.

    –Abuelo…–suspiró tratando de calmar sus nervios. –…he escuchado ése absurdo cuento desde que tengo memoria y mamá nunca mencionó lentes de contacto ni nada por el estilo; creo que estás inventando cosas. Además, ya estoy grande para continuar escuchándolo; no necesito cuentos para dormirme.

    –¡Pero si no se trata de ningún invento, todo eso fue real! Kagome, tu madre, tu padre y yo vivimos aquella experiencia. Recuerdo bien como el hombre que vino de aquél pozo te abandonó detrás de aquellos arbustos y…

    –Perfecto, lo que me faltaba. –bufó sarcástica. –Ahora resulta que el tipo ese no sólo era mágico y salió de un pozo que conectaba a mundos extraños y que, según tu relato, usaba lentes de contactos y era chino; si no que ahora también resulta que el tipo ese me abandonó justamente cuando mis padres fueron a rezar para pedir un bebé, ¿no es así?

    –¡Pero si todo aquello fue real! –replicó el ya irritado anciano.

    –Abuelo, deja de decir tantas tonterías. –reprochaba mientras arrastraba al anciano hacia la puerta de la habitación. –Además, necesito dormir bien; mañana comenzaré la Universidad y no necesito llegar tarde por estar escuchando tus cuentos. ¡Buenas noches!

    El anciano sintió aquél portazo tras su espalda y suspiró con resignación… su nieta jamás comprendería que no todo son mentiras ni cuentos inventados para hacer a los pequeños niños ir a la cama. El afable señor se dirigió a su habitación –luego de asegurarse que el otro ocupante de la casa durmiera apaciblemente- y se sentó en su cama observando el retrato de su hijo y su nuera abrazados y sosteniendo a una pequeña bebé de cabello oscuro, ojos dorados como el sol de atardecer y pequeñas orejitas como las de un perro.

    Suspiró…

    Recordaba lo sencillo –relativamente hablando- que eran las cosas cuando Kagome no era más que una pequeña bebé ingenua. Y ahora, su mayor y apreciada nieta, estaba a punto de cumplir la mayoría de edad y asistiría a la mejor Universidad en Japón, pero claro, ella aún seguiría siendo su “pequeñita” a pesar de ser muy madura –y a veces, incluso, frívola- y dejara de creer en aquello que llamaba “cuento”.

    –Yuki, Naomi, cómo me gustaría que pudieran ver cuánto ha crecido Kagome. –suspiró nuevamente como si se tratase de algo rutinario. –Los dos estarían muy orgullosos si vieran hasta dónde ha llegado y más ahora que comenzará la Universidad. ¡Cómo me hubiera gustado que estuviesen presentes en su cumpleaños número 18, en especial ahora que solamente faltan seis días para esa fecha!, pero temo que eso no es posible. –dejó el retrato en la mesa de noche. –Oh, y Naomi, sigo cumpliendo mi promesa de narrarle la historia a Kagome aunque me resulta igual de difícil y alega que es sólo un cuento. –apareció una gota de sudor sobre su cabeza antes tales palabras. –En fin… buenas noches.

    Y se trataban, aquellas, de las primeras horas del nuevo día; y es que Kagome debía madrugar para dirigirse al campus del Tōkyō Daigaku* ubicado en Nakano**. Se trataban apenas de las cuatro y media de la madrugada por lo que solamente se encontraban ella y su abuelo despiertos… su hermano continuaba durmiendo. Su abuelo y hermano vivían en el templo que cuidaba el pozo dónde –en años anteriores- la gente iba a ofrecer ofrendas y rezarle a los dioses, desde que el padre de Kagome había muerto –cuando ésta tenía apenas doce años-. Su madre había muerto dos años después dejando al abuelo Higurashi a cargo de ambos nietos. Lastimosamente, aquella había sido la última noche de la pelinegra en aquella casa pues desde ese mismo día que recién comenzaba –y a causa de órdenes estrictas de ella misma- se mudaría a un departamento espacioso con sus otras dos amigas: Eri y Yuka.

    Finalmente había terminado de empacar sus pertenencias y estaba decidida a irse cuando notó la presencia de otra persona en aquella cocina.

    –Sota, ¿qué haces despierto a esta hora? –preguntó mientras se agachaba hasta llegar a la altura del hermano. –Deberías estar dormido, hoy empiezas en una nueva escuela y…

    –Hermana, ¿ya te vas? –preguntó inocentemente mientras interrumpía los reproches de la aludida.

    Kagome asintió en silencio mientras acariciaba el revuelto cabello del menor y sonreía dulcemente.

    –Tranquilo, sabes que el departamento queda a pocas calles de aquí y podrás visitarme después de las clases. –repuso mientras besaba su frente tiernamente.

    –Si. –dijo sonriente. –Vaya, hoy está de buen humor… pensé que se pondría igual de histérica que ayer. –pensó aliviado.

    –¿Qué sucede, por qué me miras así? –preguntó mientras lo veía confusa.

    –¡Nada! –replicó rápidamente con temor a enfadarla.

    –De acuerdo, ya me voy. –murmuró tomando sus pertenencias. –Hasta luego Sota.

    El aludido suspiró aliviado; después de todo, los humores de su hermana eran algo de temer. Se sabía, y era conocido por todas sus amistades, que cuando Kagome Higurashi se enfadaba podía llegar a ser un verdadero demonio, y es que algunos incluso podrían jurar que sus ojos se tornaban de un color carmesí fuerte cuando eso ocurría. De hecho, la joven empresaria –quien había comenzado a dirigir la empresa de su padre cuando apenas tenía trece años, con la ayuda de su madre claro está- había sido capaz de despedir a un obrero por la simplicidad de haberla llamado “Guerrera de sangre fría” alegando que se debía a que en cualquier momento comenzaría una tercera guerra mundial por sus estallidos y porque parecía tan impertérrita algunas veces –¡y muy escasas! – que parecía tener la sangre más fría que un glaciar en la antártica.

    Desde aquél incidente con el obrero, todas las amistades más cercanas a Kagome –quienes eran capaces de bromear con ella además de su familia… raras veces- habían comenzado a llamarla Guerrera de sangre fría y desde aquél momento aquella era la señal de alarma cuando parecía que iba a estallar del enfado en plena empresa. Y desde luego, aquellos enfados iban dirigidos también hacia su propia familia adoptiva como el suceso que había acontecido la tarde anterior…

    ¡Algo tan simple como aquello!

    Kagome se encontraba en su habitación trabajando con los últimos papeleos para la Universidad cuando Sota había ingresado a su habitación con un trozo de pizza en un plato para dárselo a su hermana. Pero, para mala suerte del pequeño quien debería presenciar uno de los famosos estallidos de su hermana, el teléfono de su habitación había sonado en ese momento y era una llamada de las Empresas Higurashi.

    –¿Qué sucedió qué? –había exclamado hacia su teléfono. –¿Hablan en serio? ¿No podían esperar a que yo llegara para solucionarlo?

    –Ehh… hermana, te dejaré esto…–tartamudeaba nervioso al verla con aquella mirada tan gélida.

    –Como quieran, díganle al señor Takeda que está despedido. –cortó tajantemente la llamada.

    Sota no había tenido oportunidad de decir nada y ni qué decir de su hermana quien aún se encontraba de espaldas. Finalmente se viró para encararlo y lo encontró nervioso en el marco de la puerta.

    –¿Qué… qué su-su-sucedió… hermana? –preguntó luego de tragar pesadamente.

    –Uno de los trabajadores comenzó la remodelación de mi oficina sin mi autorización. –contestó secamente. –Y dime Sota, ¿qué querías?

    –Yo… yo.. ¡ahhh! –se había ido corriendo de la habitación dejándola atónita y con el trozo de pizza en su escritorio.

    Sota había suspirado en la realidad ante tal recuerdo. Sinceramente su hermana no estallaba en gritos tan histéricos pero sus miradas gélidas eran lo que hacían temblar a muchas personas; pero claro, aquello solo se daba cuando se la veía de un mal humor porque aquellos que la conocían perfectamente –como sus amigos y su familia- sabían lo dulce y divertida que podía llegar a ser.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    Eran aproximadamente las tres de la tarde y un grupo de cuatro chicas se encontraban recorriendo las calles de Nakano. Se las veía a tres de ellas riéndose amenamente mientras que la cuarta iba realmente irritada; había pasado por un desliz haciendo que su primera entrada en la Tōkyō Daigaku fuese algo de burlas. Y es que para colmo sus amigas eran quienes le hacían recordar aquello a cada segundo de su día pues no iban a desperdiciar para burlarse de…

    –La guerrera de sangre fría. –repitió una de ellas de cabello castaño y corto. –Increíble, me parece de verdad sorprendente que un simple escalón resbaladizo haya logrado hacer lo que muchos no pueden: avergonzar a la Guerrera de Sangre fría.

    –Yuka, creo que deberías dejar de decirme de esa manera. –replicó la aludida ruborizada de la vergüenza. –No soy ninguna guerrera y ciertamente mi sangre no es fría. –le dirigió una de sus tan conocidas miradas gélida pero no pareció inmutarse ante ello… al contrario, comenzó a carcajearse más fuertemente.

    –¡No puedes ni siquiera mirarnos de esa manera tan fría cuando tienes las mejillas rojas de la pena! –exclamó otra de ellas de cabello negro con una especie de diadema amarilla esbozando una carcajada. –¡Mírate, si pareces un tomate!

    –Chicas, creo que deberían dejar de burlarse de Kagome. –intervino una chica de cabello castaño, largo y ondulado. –Creo que deberíamos preocuparnos más por su fiesta de cumpleaños… será dentro de 6 días. –dijo mirando a la aludida con una enorme sonrisa.

    Kagome simplemente agachó la mirada con una enorme gota de sudor tras su cabeza.

    –Tienes razón, dentro de poco cumplirás la mayoría de edad. –repuso Eri con seriedad.

    –Y deberíamos comenzar a planear tu fiesta. –agregó Yuka.

    –Un momento chicas, no quiero ninguna fiesta extravagante. –replicó Kagome juntando sus manos en forma de súplica y con la gota de sudor incrementando de tamaño.

    –No seas tonta, si no te celebráramos como es debido las personas en la Universidad jamás se olvidarán de tu tropiezo de ésta tarde. –replicó Yuka.

    Aquél comentario hizo que Kagome le dirigiera una mirada gélida pero aparentemente había sido ignorada.

    –¡Chicas, miren, una vidente! –exclamó repentinamente Ayumi. –¡Vamos!

    La chica parecía una niña pequeña en una dulcería; realmente se mostraba emocionada por ir a ver a una vidente por lo que las otras tres se resignaron a seguirla.

    –¡Vamos Yuka, Eri, solo una vez! –rogaba mientras veía a sus serias amigas.

    –Chicas, vamos, no creo que sea una mala idea. –replicó Kagome sonriente.

    Las aludidas suspiraron resignadas.

    –Acérquese señorita, por favor. –la vidente pareció tomar su mano y leerla; luego de una breve pausa agregó. –Tendrá una larga vida amorosa. –le dijo sonriente.

    El rostro de Ayumi se puso de un color carmesí; hacía apenas unos meses que había comenzado a salir con un muchacho con el que ahora compartía departamento… cuartos separados por lo que aún conservaba su pureza. Sus amigas la miraron divertida; ciertamente no habían tenido una vida sexual llena de hombres pero ya tenían experiencia en aquella materia.

    Mientras las chicas continuaban riéndose y abochornando a la pobre y azorada Ayumi con comentarios como “tranquila, muy pronto será” o “ya verás que te gustará” la vidente observaba inquisitivamente el rostro de Kagome como si pudiese ver marcas extrañas en él.

    –Jovencita, acérquese por favor. –dijo señalando a la aludida.

    –¿Yo? –preguntó Kagome señalando su rostro.

    –Anda Kagome, una vez no te hará daño. –dijo Yuka con una sonrisa maliciosa.

    –Es verdad, Kagome, puede que tengas la misma suerte que Ayumi. –agregó Eri entre risotadas.

    –De acuerdo. –murmuró con el rostro colorado por el comentario anterior.

    La vidente tomó las manos de Kagome entre las suyas y cerró los ojos fuertemente para tratar de concentrarse. Luego de varios minutos sus ojos se abrieron estrepitosamente sobresaltando a todos los presentes; su cuerpo se reclinó hacia atrás y miró a la asombrada chica frente a ella.

    –¡Sangre fría, sangre mala! –comenzó a gritar repentinamente. –¡Sangre fría, sangre mala!

    –Oigan chicas, ¿creen que haya perdido la cordura? –preguntó Ayumi en un susurro.

    –Oye Kagome, ¿no será que se dio cuenta que eres una persona fría? –bufó Yuka.

    –¡Sangre fría, sangre mala…–gritó tomando nuevamente las manos de Kagome. –….Sangre inhumana!

    Continuará…….
    Notas de la autora:
    Hola!! Disculpen la tardanza pero, como ya expliqué en mi otro fic, stoy hasta el tope d tareas y exposiciones :S (me saké 9 en la d Sociales wiiiii :D) En fin, spero les haya gustado sta continuación y las deje con intrigas xD!

    Vocabulario:

    *Tōkyō Daigaku: Universidad de Tokio….. es 100% real, no me la he inventado. Y Tōkyō Daigaku es su nombre verdadero.


    **Nakano: un pequeño barrio en Tokio donde está ubicado uno de los 5 campus de Tōkyō Daigaku. También es real :D
     
  2.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: La heredera hanyou

    NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO *¬¬*

    No puedo creer que me hayas dejado en es aparte tan crucial, entiendo que has estado ocupada pero esa no es excusa para convertirte en una psicopata que disfruta verme sufrir. ¿Lo haces por venganza acaso? ToT

    Que te puedo decir? me ha encantado este capitulo, gracias por aclarar lo de la universidad y el barrio de Tokio ;). En cuanto a la trama, me gustó como narraste, me gusta como vas llevando la personalidad de Sesshomaru y la de Kagome, solo una pregunta ¿Ella tiene orejas de Hanyou en la otra epoca? o cambara de forma unicamente cuando regrese al mundo de Sesshomaru? (muy al estilo de twelve kingdoms) sea como sea me esta gustando tu idea.

    ¿Que hara Sesshomaru cuando Kagome regrese?

    ¿Kagome podra reconocer algo de su antiguo mundo?

    ¿Cuando pondras conti?, espero que pronto, porque no puedes dejarme con esta intriga durante mucho tiempo. Gracias por avisar, aunque deseo ahorcarte tendre paciencia y te esperare ;)
     
  3.  
    Yrim

    Yrim Entusiasta

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    Re: La heredera hanyou

    Yo te mato ¬¬ Pero cómo se te ocurre dejarlo ahí?!?!?! Con lo interesante que está todo :llorar:
    Me gusta Kagome, y me gustan sus ataques de ira xD Además, es fascinante que sea hija de Sesshomaru. Estoy muy impaciente, demasiado diría yo… así que más te vale poner pronto la conti, en? :P
    Bueno, cuídate, vale? Un beso!
     
  4.  
    Voodoo

    Voodoo Usuario común

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    Re: La heredera hanyou

    Hola :3 Gracias por avisarme! Me ha encantado la continuación. No me imagino a Sesshomaru cuando se encuentre con Kagome, dentro de seis días o.o Seguramente se mirarán gélidamente. Lo de frialdad se lo heredó de Sesshomaru. Pobre abuelo y Sota, calarse a Kagome no es nada fácil.

    Y sus amigas OMG. Ayumi, no lo puedo creer! Tú eras muy inocente, o eres. Bueno, aún te queda una larga vida amorosa xD Y lo de guerrera de sangre fría :D Tienes tu fama ganada Kagome.

    En general no vi errores. Tienes buena ortografía y narras muy bien. Sólo tienes uno que otro problema en el uso de signos de puntuación. No es necesario que lo repitas doble (??) Más atenta con eso. De resto, más nada.

    Espero impaciente la continuación. Bye <3
     
  5.  
    Shezzi

    Shezzi Entusiasta

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    Re: La heredera hanyou

    Te estás buscando seriamente mí mal humor. ¿Cómo lo dejas ahí?
    ...Sangre inhumana... ¡¡waaah!! le hubieras seguido un poquito más. Ya sólo seis días para que Sessho vaya por Kag ¿verdad? y... entonces Sesshi es su ¡¡papá!! ¡o.0! SIEMPRE con cada capítulo me dejas así *0*
    Espero leer pronto la continuación y gracias por avisar n_n
    ¡Nos leemos en el siguiente cap.!
    ¡adios amiga, cuidate!
     
  6.  
    windmiko

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    Re: La heredera hanyou

    Ten cuidado con repetir signos o palabras, te fallaron en algunos casos. La historia esta interesante, y cada vez mucho más. También cuídate de las comas mal puestas, vi un caso por ahí escondido que no debió ir coma cuando lo pusiste. Mmm… no se pero se me haría mejor que el vocabulario que colocas al final deberías colocarlo al principio antes que comiences a narrar el capitulo, ya que cuando pasemos a leer esa parte ya sabremos de que se trata sin necesidad de buscar de nuevo el vocabulario. Es sólo una sugerencia.
    Bien, al capitulo: estuvo muy interesante, se me hace muy extraño que dejen a una niña — todavía no cumple la mayoría de edad — a cargo de una empresa. Pero lo que más me intrigo fue la última parte, el desenlace que le pusiste; sobre todo con esa “adivina” tal vez vio algo indebido en su pasado o la descubrió sobre que es ella en realidad. Perdona que no haya comentado mucho antes, leí tu continuación pero poco a poco.
    Sayonara
    :adios:
     
  7.  
    Dark Phoenix

    Dark Phoenix Entusiasta

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    Re: La heredera hanyou

    Hola amiga, waaaa que bueno que ya pusiste conti, aunque estes hasta el tope, creme que se de lo que hablas jejeje
    Mmmmm buen capoi, de verdad que me gusto mucho, me rei mucho al imaginar la expreion de Sota ante su hermana, y los ojos se le ponen carmin, ya no aguanto mas
    quiero que Sesshomaru se encuentre con su hija, lastima que sera tan frio he indiferente como siempre (O almenos eso es lo que me imagino) espero la conti amiga
    Un abrazo y un kiss donde quiera que te encuentres...
     
  8.  
    siberian

    siberian Usuario común

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    La heredera hanyou
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    Re: La heredera hanyou

    Capítulo III
    Pasado, presente y futuro
    “…Tres esferas brillarán,
    Sus ojos pronto las verán.
    Cuando la sexta luna oculte al sol,
    Muy pronto ella tomará otro rol.
    Cinco veces brillará,
    Y la sexta reaparecerá…”
    Las personas observaban asombradas, preocupadas e incluso asustadas aquél espectáculo: una señora de avanzada edad, quien lucía una vestimenta algo estrafalaria sujetaba de los hombros a una joven de escasos diecisiete años y la sacudía fuertemente mientras exclamaba augurios sin sentido. La susodicha muchacha de cabellos azabaches se encontraba asustada mientras forcejeaba con la señora por intentar soltarse de su agarre; Eri y Yuka habían ido a buscar ayuda mientras Ayumi observaba asustada la situación. Y es que la señora seguía maldiciendo a su amiga con frases tales como: “Sangre inhumana” “Pestilencia de otro mundo” “demonio del pasado” y muchas otras incoherencias que no hacían más que asustar a la azorada pelinegra quien ya se ponía verde del mareo a causa de las constantes sacudidas que le daba la adivina. Por suerte para Kagome, –y gran alivio de todos los espectadores – tres muchachos aparecieron repentinamente mientras comenzaban a forcejear con la señora con intenciones de zafar a la pelinegra quien parecía apunto de desmayarse a falta de oxígeno.

    Repentinamente se escuchó un quejido y todos vieron a la chica caer acostada sobre el piso mientras los tres jóvenes rodeaban a la adivina con intenciones de apalearla. Ayumi corrió hacia el inerte cuerpo de Kagome y suspiró aliviada al ver que recuperaba el color poco a poco y abría sus ojos. La ahora calmada chica de cabello ondulado le extendió su mano para ayudarla a levantarse mientras le sonreía dulcemente.

    –¿Te encuentras bien Kagome? –preguntaba levantándola dificultosamente del suelo.

    –Si… muchas gracias. –contestó entre resoplos mientras se paraba aún confundida.

    –¡Ella es, llévesela oficial! –se escuchó un estrepitoso grito a sus espaldas y las dos chicas miraron de dónde provenía. –¡Ya verá esa señora cuando…!

    –¡Yuka, tranquilízate! –replicó una chica de diadema amarilla mientras corría tras la aludida. –Los oficiales ya sabrán qué hacer con esa señora.

    –¿Eri, Yuka? –preguntó Kagome. –¿Qué sucede?

    –Esa señora te atacó deliberadamente e intentó morderte el…

    –¡Mira, estás sangrando! –exclamó Ayumi con completa preocupación.

    Kagome colocó una mano sobre su cuello vendado y suspiró ante tal recuerdo. Había pasado la noche anterior en observación en el Hospital Central de Tokio ya que los doctores –y sus insistentes amigas – temían que aquella mordida en su cuello se infectara o llevara consigo alguna clase de enfermedad o complicaciones. Pero finalmente, y luego de una noche en observancia, Kagome se encontraba cómodamente en su departamento compartido estudiando para lo que sería un pequeño examen de prueba de conocimientos que se realizaría a la mañana siguiente.

    La chica llevaba ya varias horas estudiando, aunque no era que le hiciera mucha falta ya que había sido siempre la persona más sobresaliente desde que tenía tres años y aprendió a hacer sumas por su cuenta, cualidad que le atribuía mucho respeto por parte de sus trabajadores en la empresa que había sido de su padre con anterioridad. El sol saldría en un par de horas y tendría que alistarse para no llegar tarde al primer examen en la Universidad; se levantó de su asiento luego de cerrar sus libros y se dirigió a la cocina por un vaso con agua. Luego de refrescarse la garganta con aquél inodoro líquido se dirigió al baño y se quitó lentamente el vendaje del cuello frente al espejo para ver cómo iba su herida. Lo que vio la hizo soltar un grito ahogado y dejar caer el vaso de vidrio sobre el piso del baño.

    Sus compañeras de departamento, quienes habían estado durmiendo todo ese rato sin siquiera preocuparse por estudiar, se despertaron precipitadamente al oír aquél estrepitoso grito que las hizo preocuparse. Corrieron hacia el baño y vieron a una tartamuda y azorada Kagome que no hacía más que tocar su cuello y señalar su reflejo en el espejo. Yuka y Eri se aproximaron a ella cautelosamente y lo que vieron las dejó atónitas:

    ¡Su herida se había cerrado por completo!

    No había ni un solo rasguño ni rastro de que alguna vez la hubieran mordido; ¡y ni siquiera parecía haber sido suturada apenas la noche anterior! Sus amigas intercambiaron miradas sorprendidas mientras Kagome continuaba tocando su cuello como si aún no pudiera creer lo que estaba pasando…

    Mientras tanto, un extraño grupo de personas con vestimentas estrafalarias se reunía en una extraña casa dónde serían recibidos por la adivina que le había causado aquella herida a Kagome. Cuando finalmente se encontraban las siete personas reunidas la susodicha vidente se quitó su capucha dejando ver su rostro y tomando una vela en sus manos comenzó a hablar del tema en cuestión…

    –Dinos, Tsubasa, ¿para qué nos has reunido a todos en este extraño lugar? –preguntó uno de ellos que parecía ser el líder de aquella secta, además de ser el más viejo. –Se supone que nos tenías una predicción de la que querías hablarnos y querías que te ayudáramos a resolverlo.

    –Primero dime si trajeron las tres esferas. –replicó con severidad.

    El señor de mayor vejez hizo una extraña seña con sus manos a tres de sus acompañantes quienes sacaron tres extrañas bolas de cristal de sus bolsas de lona. Tsubasa observó aquellos objetos con deseo en sus ojos y colocó una vela sobre cada una de las esferas.

    –Ahora dinos, ¿de qué se trata esa premonición que tuviste? –insistió al verla tan concentrada con la colocación de las velas.

    –No fue exactamente una predicción…–murmuró un poco avergonzada. –Sabes bien que carezco de premoniciones exactas a diferencia de tus ayudantes.

    –Te equivocas, cada uno posee una habilidad distinta: eso es lo que nos hace una secta única de videntes. –replicó el anciano y carraspeó un poco antes de continuar. –Akitoki, por ejemplo, puede ver el pasado; no a su vez Itachi, quien mira el presente de la persona y todos los problemas que a ésta le agobia. Finalmente está Keiko, quien tiene el poder de ver el futuro.

    –¿Y cuál es la habilidad de los otros dos? –preguntó señalando a los aludidos quienes aún poseían sus capuchas ocultando sus rostros.

    –Ellos se encargan de los trabajos más sencillos que pide la gente: predecir la fortuna de una persona y predicciones sobre el éxito de quien lo pida, respectivamente. –contestó encogiéndose de hombros.

    –Ya veo… pero tengo entendido que tú también posees grandes habilidades capaces de ayudarme con lo que pido, ¿no es así? –preguntó observando al anciano inquisitivamente.

    El aludido se encogió de hombros y la miró con seriedad.

    –Sabes que tengo buenas habilidades psíquicas pero aún no me dice de qué se trata tu “predicción”. –replicó con tono aburrido.

    –Pues verás, necesito tus tres esferas reveladoras del Pasado, Presente y Futuro para averiguar sobre una extraña criatura. –contestó con serenidad. –Pude detectar que no pertenece a nuestro mundo y que posee sangre de demonios y puedo comprobarlo…

    –¿Cómo piensas comprobarlo? –preguntó un poco divertido ante el relato.

    –Muy sencillo… mordí su cuello y estoy segura que ya no debe tener ningún solo rasguño; los demonios sanan rápidamente. –contestó completamente segura de sus palabras.

    –De acuerdo, suena interesante. Ahora dime, ¿qué parte de su vida quieres averiguar? –preguntó reclinándose un poco hacia delante.

    –Las tres…

    –Me parece ridículo. Es absolutamente absurdo que un simple humano sea capaz de averiguar algo como eso; simplemente es absurdo.

    –Pero Sesshomaru, la Shikon no Tama me ha revelado que habrán seres, en la época que vive tu hija, que serán capaces de averiguar su verdadera identidad como hanyou incluso antes que ella. –replicó el árbol sabio sin inmutarse.

    Se produjo un silencio sepulcral por algunos segundos; Sesshomaru parecía meditar en aquellas palabras mientras se formulaba cientos de preguntas que sólo podrían ser contestadas por el mismo sabio del bosque.

    –¿Acaso esas personas harán que regrese antes de lo previsto? –preguntó con severidad.

    –Lo dudo mucho. Sin llegar a su apogeo no tendrá todas las capacidades como hanyou para regresar.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *

    –La señorita Higurashi, ¿Higurashi, está aquí? –preguntaba una enfermera en la sala de esperas.

    –Aquí estoy. –contestó la aludida al ponerse de pie.

    –Muy bien, el doctor Abukara la atenderá en unos momentos. Pase por aquí por favor. –dijo al abrirle una puerta a su derecha.

    –Muy bien, gracias. –contestó mientras entraba por la puerta sugerida.

    La pelinegra entró en el consultorio y a una señal de mano por parte del doctor tomó asiento.

    –Creo que es el momento perfecto para comenzar. –murmuró una sombra encendiendo tres velas que se encontraban posadas sobre tres esferas de diferentes tamaños y colores.

    –Como tú digas Tsubasa. –murmuró el de mayor edad.

    Las otras tres entidades comenzaron a mover sus manos de manera extraña y como si se tratase de un conjuro. Las tres esferas –azul, amarillo y rojo – se encendieron en ese mismo orden revelando imágenes del pasado, presente y futuro respectivamente. Tsubasa había tenido que esperar dos horas para que comenzara aquél ritual; mientras tanto, Kagome era atendida por el doctor Abukara quien le quitaba el vendaje de su cuello cuidadosamente para poder revisar si lo que le decían era cierto o puro invento.

    Lo que vio lo dejó asombrado…

    –¡Es asombroso! –exclamó Tsubasa en esos momentos al ver cómo se estremecían los vientos alrededor de la esfera azul, la cual mostraba imágenes de un Taiyoukai lleno de majestuosidad quien abandonaba a una pequeña bebé de extrañas orejas detrás de unos arbustos.

    –Creo que deberías comenzar con tu “conjuro”. –murmuró el anciano no muy convencido de lo que hacían.

    El pasado de un pequeño bebé que descendió de los demonios.
    ¡Sangre fría! ¡Sangre mala! ¡Sangre Inhumana!
    Enormes poderes que no se manifestarían hasta su apogeo.
    Bola de cristal que me muestra el pasado de su verdadera identidad.
    ¡Sangre fría! ¡Sangre mala! ¡Sangre inhumana!
    –Me parece increíble la velocidad con la que se ha recuperado, señorita Higurashi. –comentó el galeno aún con asombro.

    –A mí también me sorprendió bastante, por eso quise venir a verlo antes de regresar a la Universidad. Quería estar segura si me encuentro bien. –murmuró con su mano aún cubriéndole el lugar donde debería tener alguna cicatriz.

    –Pues se encuentra más que bien… excelente diría yo. Pero me gustaría hacerle algunas preguntas si no es mucha molestia.

    Dicho por los sabios del bosque:
    Sus poderes se manifestarían hasta que faltasen seis lunas para su apogeo.
    Dicho por la esfera del pasado:
    La sexta luna sería su regreso.
    Poderes extraordinarios comenzarían a aparecer.
    Todo comenzando desde lo más inverosímil…. Hasta lo inimaginable; su presente.
    –¿Es normal en ti éstas recuperaciones tan rápidas? –preguntaba el galeno mientras veía inquisitivamente hacia el cuello de la paciente.

    –Pues…–se detuvo a meditar un poco para luego continuar. –Sólo una vez: cuando tenía tres años me caí y me raspé la rodilla… mamá me contó que al siguiente día se estaba cerrando.

    –Ya veo. –murmuró escribiendo los datos en el papel. –Cualquiera que no la conociera, señorita Higurashi, juraría que es usted una criatura de otro mundo.

    El galeno comenzó a reír animadamente mientras se despedía de la paciente quien se dirigía presurosa hacia la Universidad.

    Dicho por los sabios del pasado quienes revelaban el futuro:
    “Solamente hacen falta cuatro lunas para la sexta”.
    Regresar a su pasado desde su presente.
    Su pasado sería testigo de su regreso…
    Desde su futuro.
    –Cuatro lunas más…. Y la sexta regresará. –murmuraba un frío youkai de cabellera plateada mientras caminaba pensativo por el bosque.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    –Abuelo, ¿por qué hacemos esto si faltan cuatro días para el cumpleaños de mi hermana? –preguntaba un pequeño niño mientras levantaba unas cajas en la parte trasera de la casa.

    –Kagome se merece una gran celebración por sus dieciocho años. Además, sus amigas insistieron mucho en que todo debía salir perfecto para la ocasión. –contestó el anciano mientras se le ponían los pelos de punta al recordar las miradas asesinas que le extendiera Yuka ante sus amenazas.

    –¡Sota, abuelo, qué bueno verlos! –gritaba una muy agitada Kagome quien había subido corriendo las escaleras del templo.

    Últimamente cambia de humor muy rápido… recuerdo lo explosiva que se encontraba en el hospital. –pensaba Sota mientras veía a su hermana aproximarse a ellos.

    –¡Kagome, qué bueno verte! –exclamó el anciano quien sostenía una enorme caja.

    –¿Eh? ¿Para qué es todo esto? –preguntó la aludida al ver diversas cajas amontonadas en la bodega.

    –Eri y Yuka llamaron otra vez…–murmuró el nervioso niño quien suponía que su hermana estallaría nuevamente al escuchar aquello.

    Después de todo…. Les tenía terminantemente prohibido a sus amigos celebrarle en grande y a su familia la complicidad.

    –¡Ya verán esas dos cuando las…!

    –¡Kagome! –una voz masculina y familiar llamó a lo lejos mientras se acercaba hacia la aludida.

    Continuará……..
    Notas de la autora:
    ¡Hola! Sé q querrán matarme x dejarlo hasta ahí pero…. ¡¡me gusta ser cruel muahahaha!! Kiero decir… stemm… (xD)
    Espero q les haya gustado ste capitulo y me disculpo x la ENORME tardanza pero, como ya expliké en la continuación d mi otro fic, he estado ocupada con dos exámenes, tareas pendientes d matemáticas, trabajos grupales y además q stuve de viaje el fin d semana pasado :P
    En fin, aquí les dejo algo para dejarlos más picados aún ;)

    Adelanto del siguiente capítulo:
    Kagome descubre unas cualidades un poco…. Filosas sobre ella mientras se encuentra estudiando. Su desesperado intento por escapar le trae problemas en el camino y su fiesta terminará en caos al ser media noche. Mientras tanto, alguien recibirá una mala noticia que podría hacer que la fiesta fuera incómoda… y no sólo sentimentalmente sino… “audiblemente”.
     
  9.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: La heredera hanyou

    Finalmente pones conti, y vaya conti xD estuvo muy buena la verdad. Se nota que esta trama tiene muchos secretos que envuelven a Kagome, Sesshomaru y sus poderes. Me gustó mucho la parte en que Kagome hablaba con el "doctor" y al mismo tiempo recitaba aquellas palabras...te quedó de maravilla.

    Sus heridas sanan rápidamente, algo normal en un Hanyou, admito que me senti muy WTF cuando le mordieron el cuello a Kagome jajaja yo mínimo le entro a patadas a esa "vieja" xD

    Bueno amiga, lo dejaste en una parte interesante, pero no me queda de otra, a esperar la conti. Gracias por avisarme como siempre.

    Pd: Eres cruel :(
     
  10.  
    Yrim

    Yrim Entusiasta

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    Re: La heredera hanyou

    Ha estado chulísima, pero me parece que voy a hacer caso a mi instinto y te voy a matar. Después soy yola mala ¬¬ ... ¡¿Pero en qué mundo crees que aceptaría la crueldad de dejarnos de esta manera con el final del capítulo?! :llorar: en serio, que estoy súper picada... joooooo...
    Y además, ¿para qué has puesto el adelanto? yo sé lo que tramas... quieres matarnos de intriga, es eso, ¿verdad?
    Me he liado un poco en la parte en la que hablaba Sessho, pero después al seguir leyendo lo he diferenciado ;)
    Buneo, te dejo y espero pronto conti :P
    Besitoooos
     
  11.  
    Voodoo

    Voodoo Usuario común

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    Re: La heredera hanyou

    Hola Siberian :3 Disculpa por no pasar antes. Ahora me atormentan para ceder la computadora. %&&(= Tonto pie de limón (?) Ok, no preguntes xD Me fascinó esta continuación. Intrigante, graciosa, misteriosa.

    Me encanta cómo desarrollas la trama. Cada vez es más interesante. Creo que no podré dejar pasar capítulos :p Cada vez se manifiestan más los síntomas en Kagome que es una hanyou. Que kawai :) Sólo espero que haya romance. Lo veo nulo a futuro.

    En general, no vi errores. Sólo que colocas tildes donde no van. Por ejemplo: aquél no lleva tilde porque acompaña el sustantivo. Si lo usaras como pronombre demostrativo, sí lleva. Y otra palabrita que no encuentro +-+ Te recomiendo que utileces el guión largo, eso le da una mejor presentación a tu ff.

    Espero pronto la continuación. Excelente narración equilibrada con diálogos. Me dio risa la reacción de la vieja xD Nos leemos, bye!
     
  12.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
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    Re: La heredera hanyou

    Cuando la palabra “solo” no lleva acento en la primera vocal nos estamos refiriendo que una persona este sola, en infinita soledad. Mientras tanto cuando lleva acento en la primera vocal nos estamos refiriendo o uniendo con otra palabra por ejemplo: naranjas tan sólo a peso cada una. Me gusto la continuación, sobre todo con la hechicera que deseaba hacerle daño a Kagome, me intrigan los avances del siguiente capitulo, se nota que será muy buena la historia, a comparación de tu otro Fanfic quisiste salir un poco de “situaciones normales” para pasar a uno de trucos mágicos, conjuros, youkai, etc… Y es bastante atormentador cuando lo leo, ya que cada palabra que esta te adentra más a la historia.

    Solamente te recomendaría que describieras los personajes accidentales. — las personas que sólo aparecen en uno o dos capítulos, llámalos de relleno si quieres. — aunque no suenan importantes lo son. Un buen ejemplo seria el de las novelas, me refiero a las de televisión, los directores siempre contratan a personas que no tienen nada que ver con la trama sin embargo sale en las escenas. O también en los animes, por ejemplo en la serie de InuYasha los personajes accidentales vendrían siendo los campesinos, por más tiempo que pase todos los terratenientes o los líderes de una aldea vienen siendo iguales xD, no obstante refuerzan la trama. Sinceramente no se si me explique.
    Sayonara
    :comida:
     
  13.  
    siberian

    siberian Usuario común

    Piscis
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    Título:
    La heredera hanyou
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    5073
    Re: La heredera hanyou

    Capítulo IV
    Luna de media noche
    “…y cuando la señal finalmente fuera dada,
    Reaparecería la heredera esperada.
    Características físicas comenzarían a aparecer,
    Ilusamente ¡apunto de desfallecer!
    Su apariencia física sufriría muchas variantes,
    Algunas incluso más filosas que antes…”

    Por extraño que pudiese sonar, la joven empresaria de cabellos azabaches y ojos color marrón se encontraba repitiendo el examen de la universidad, examen que tuvieran hacía dos días y el cual reprobara por no llegar a tiempo y tener que contestarlo a la carrera. Kagome miraba concentrada aquella página frente a ella y contestaba luego de seis segundos de meditación; el examen se encontraba realmente fácil para ella pero deseaba poder terminar a tiempo para dormirse temprano… el siguiente día sería su cumpleaños.

    Se detuvo a meditar en la pregunta 145… aquella era la última de todo el examen y se trataba precisamente de algo que desconocía la respuesta. Se frustró. Intentó buscar el resultado en el lugar más escondido de su cerebro pero le resultaba sumamente difícil hacerlo. Su lápiz cayó al piso y se agachó a recogerlo pero al extender la mano hacia el piso notó algo realmente extraño: garras afiladas en sus manos. Se asustó. Tenía que encontrar la manera de irse pues temía asustar –o incluso herir- a alguien con aquellas garras por lo que se levantó de su asiento y con suma delicadeza salió por la puerta principal del salón.

    Grave error…

    Al salir se encontró con el decano de la universidad en uno de los pasillos. Aquél hombre era de avanzada edad… se podía decir por su canosa cabellera; sus ojos, tan azabaches como el cielo nocturno, parecían querer asesinar a la escapista. Tomó con firmeza el brazo de la universitaria pero ésta, al forcejear en un intento por escaparse, lastimó el brazo del decano con sus garras y éste la soltó inmediatamente para revisar la sangre que brotaba de sus brazos. Aquél no podría haber sido peor percance pero la joven empresaria terminó por salir de la universidad incluso a sabiendas que tendría que repetir el examen… otra vez.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    Aquella era una tarde soleada y repleta de personas en el centro olímpico donde se realizarían competencias de natación y nado sincronizado. Kagome, Eri y Yuka tomaban asiento en las graderías para ver a Ayumi competir ya que la aludida no había hecho otra cosa más que hablar del asunto –exceptuando cuando Yuka hablaba de la fiesta de Kagome- durante los cuatro días transcurridos. La pelinegra cuya fama la había convertido en “la guerrera de sangre fría” se encontraba extrañamente sonriente y mientras se acomodaba para ver mejor a su amiga competir recibió una visita inesperada quien se sentara a su lado en las graderías.

    –Kagome, mira a tu derecha. –susurró Yuka al oído de la aludida.

    La confundida empresaria giró su rostro y se encontró con los enamorados ojos de su novio. Éste, por su parte, tomaba una de sus níveas y delicadas manos entre las suyas y depositaba un dulce beso en ella.

    –Houjo… ¿q-qué haces aquí? Creí que tenías examen hoy. –murmuró confusa y levemente ruborizada ante el suave contacto de los labios de su novio con su mano.

    –Así es pero quise pasar a dejarte esto antes de irme a la Universidad. –contestó extendiéndole una pequeña bolsita color rojo. –Feliz cumpleaños.

    –Mu-muchas gracias. –murmuró con sus mejillas aún de un color carmín.

    –No me lo agradezcas, es algo que mi familia mantiene en su bodega de hierbas medicinales. Últimamente te he notado un poco cambiada y tus ojos parecen querer cambiar de color así que te traje estas medicinas.

    Sobre las cabezas de las tres chicas aparecieron gotas de sudor ante tal comentario: y es que el castaño novio de la empresaria había obtenido una extraña fama como “El curandero” debido a su extraña costumbre de regalar remedios caseros de su familia, lo que hacía que Kagome enfureciera al escuchar comentarios como: “La guerrera de sangre fría tiene a El Curandero como pareja… esperamos que no estalle de rabia un día y lo fulmine con una sola mirada al recibir medicinas en su cumpleaños”; comentario que dijera Yuka en la reunión con los empleados de las empresas Higurashi para ultimar los detalles de la fiesta. Y ahora la castaña de cabello corto se reía incontrolablemente mientras observaba como su “pequeño-comentario-broma” se hacía realidad frente a sus ojos.

    –De acuerdo, debo irme pero espero estar libre hoy para verte en la noche. –comentó haciendo alusión a su trabajo en una constructora pues tenían demolición precisamente ese día y no quería llegar tarde a la fiesta de su novio.

    Houjo se reclinó levemente para poder depositar, a continuación, un dulce beso en los labios de Kagome y con un movimiento de mano se despidió de las otras dos chicas presentes.

    –Vaya Kagome, me parece que no podrás continuar con tu plan, ¿acaso no notaste lo embobado que estaba al verte? –comentó Eri con un dejo de preocupación en su voz.

    –¿Plan? ¿Cuál plan? –preguntó Yuka confundida al escuchar aquél comentario. –Kagome, ¿sabes de qué está hablando?

    –Kagome piensa romper con Houjo esta tarde. –replicó Eri al ver que la aludida no pensaba responder.

    –¿Qué? ¿Acaso estás loca, por qué querrías romper con él? –exclamó completamente sorprendida. –¡Es que simplemente no puedes dejarlo, no conseguirás a otro igual aún si lo intentas!

    –Concuerdo plenamente contigo pero no quiere comprender razones. –reprochó Eri.

    –¿No intentaste convencerla de lo contrario cuando te lo dijo? –recriminó Yuka sin poder comprender aquellas palabras.

    –Me lo dijo Ayumi; aparentemente Kagome no confía en nosotras. –murmuró con frío desdén hacia la aludida.

    Kagome apretaba los puños con enojo hacia los incesantes reproches de sus amigas. Se detuvo repentinamente al sentir la sangre brotar de sus manos y miró éstas confundida pues no comprendía que podría haber causado aquél efecto, había olvidado por completo que poseía largas y afiladas garras como las de un perro y eso había causado que se cortara las palmas de las manos. Se levantó precipitadamente y salió presurosa en busca de algún baño o grifo para lavarse las manos.

    Al terminar de lavarse se aseguró de poder disimular las garras en sus manos con alguna clase de extraño movimiento que no expusiera en su totalidad los largos y delgados dedos de la joven empresaria. Al darse vuelta para redirigirse a su asiento en las graderías del lugar se topó con una muy conocida y sonriente persona:

    –Ayumi, disculpa no quería perderme tu presentación pero ocurrió algo y… bueno lo siento, era tu presentación y no la pude ver. –murmuró apenada mientras hacía una leve reverencia.

    –No te preocupes, Yuka y Eri me comentaron lo que pasó y siguen enfadadas por lo de Houjo. –murmuró sin borrar la enorme sonrisa de su rostro. –Además, hoy es tu cumpleaños así que te llevaré a comer a tu restaurante favorito.

    –No te preocupes, no tienes que sacarme a comer porque sea tu cumpleaños. –replicó amablemente.

    –No es nada. Además, necesito que me ayudes a escoger un nuevo traje de baño para la siguiente competencia.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    La tarde comenzaba a nublarse y el sol matizaba en el cielo. Un Taiyoukai de enorme cabellera plateada surcaba los cielos meditando en las pocas horas faltantes para el regreso de aquella tan detestada hanyou. Mientras tanto, en la época actual, Kagome y Ayumi comían su almuerzo y tocaban el tema de la ruptura de La Guerrea de Sangre Fría.

    –Aún no entiendo por qué lo haces, ¿acaso conociste a alguien más? –preguntó inocentemente.

    –No es nada de eso es solo que…–agachó el rostro y tomó suficiente aire para decir algo tan fuerte como aquello. –Houjo me propuso matrimonio hace tres días y le dije que no porque llevamos poco tiempo saliendo y no creo tener la edad para casarme así que terminaré con él porque merece encontrar a otra persona que sí quiera pasar el resto de la vida a su lado.

    Ayumi miró estupefacta el rostro de su amiga mientras intentaba procesar toda esa información en su mente. Kagome había confesado aquello tan de golpe que la pobre chica aún no creía lo que había escuchado; dio un pequeño sorbo a su bebida para intentar tranquilizarse.

    –¿Lo dices en serio? ¿El joven Houjo te pidió matrimonio? –al recibir el asentimiento de su amiga prosiguió con su interrogatorio. –¿No sería más fácil si solo le dijeras que espere más tiempo para hacer esa pregunta?

    –No es tan fácil. No puedo estar con él sabiendo cuáles son sus deseos, además que no busco una relación tan comprometedora a estar edad y lo estaría engañando si me quedara con él. –murmuró con voz trémula.

    Le dolía tener que dejarlo, si, lo admitía; no podía negar lo que sentía hacia “El curandero” quien siempre se preocupaba por su salud y le enviaba alguna clase de remedios extraños –haciendo perfecta alusión al sobrenombre-, pero no lo amaba. Simplemente no sentía aquello tan fuerte que la hiciera darle el sí y por aquella razón le resultaba más cómodo terminar toda relación con él antes que las cosas salieran peor y crecieran aún más aquellos sentimientos de contraer matrimonio jóvenes por parte del castaño.

    Kagome continuaba meditando en aquello y hacía círculos con el tenedor sobre su plato de comida con desgana; se estaba deprimiendo. Repentinamente, y para sobresalto de Ayumi, la joven empresaria levantó el rostro precipitadamente y cubrió su cabeza con ambas manos; sentía que algo oprimía su cerebro como si comenzara a salir alguna clase de protuberancia de su cabeza. Kagome se excusó y se dirigió apresuradamente a los baños del restaurante; al llegar, revisó que no hubiese nadie que pudiese verla y al encontrarse segura de lo que hacía se descubrió la cabeza y miró adolorida sus manos… se había vuelto a lastimar con aquellas garras. A pesar del dolor que le causaba sangrar de sus manos ignoró todo aquello y observó detenidamente su cabeza en el espejo: ¡era increíble! Dos extraños extremos puntiagudos de lo que parecían ser orejas de perro comenzaban a sobresalir y aquello le causaba un inmenso dolor.

    Se redirigió nuevamente a la mesa y tomando su bolso se despidió de Ayumi apresuradamente con la excusa de tener algo importante que hacer. Al pasar cerca de una tienda de sombreros se detuvo para observarlos y con intenciones de comprar alguno que le sirviera para cubrirse aquellas extrañas orejas que comenzaban a aparecer. Finalmente había comprado uno simple pero que fuera lo suficientemente grande para cubrir aquellas extrañas puntas en su cabeza pero lo suficientemente pequeño para no llamar mucho la atención de todos; se había conseguido un pequeño sombrero Borsalino* color gris para que hiciera perfecto juego con su camisa.

    Al salir de la tienda se encontró con el siempre sonriente Houjo, su novio. El chico le ofreció una pequeña caminata por el parque Ueno** pues sabía que era el lugar favorito de Kagome, en especial si se trataba de hacerla sentir mejor. Y es que el castaño conocía perfectamente a su novia y sabía cuando se encontraba mal por algo y por aquella razón había decidido dar un paseo con ella para averiguar de qué se trataba. Finalmente, y luego de caminar en silencio por varios minutos, se detuvieron frente a una banca del parque y Kagome levantó su rostro decidida a hablar.

    –Quiero terminar contigo. –dijo secamente.

    El castaño la miró perplejo y parpadeó confundido. Las repentinas palabras de su “novia” lo habían dejado atónito.

    –Pe-pe-pero… ¿por qué? –exclamó completamente confundido. –¿Hice algo malo?

    –No se trata de eso, es solo que…–tomó aire y continuó tras una breve pausa. –Tú buscas una relación más seria y yo no deseo lo mismo que tú y no podría engañarte quedándome contigo sabiendo que esperas llegar a otra clase de compromiso.

    Un breve silencio se extendió en medio de ellos. El viento soplaba fuerte jugando con la cabellera de la pelinegra y ésta se sostenía el sombrero para evitar que se volara y dejara al descubierto sus “orejas”. El melancólico rostro del castaño conmovió a la joven empresaria quien con suave voz dijo:

    –No te preocupes, aún puedes ir a mi fiesta esta noche. –dijo sonriendo dulcemente… algo muy extraño en ella.

    –¿En serio? –preguntó con cierta esperanza en su tono de voz.

    –Si. Además, estoy segura que Yuka y Eri no me perdonarían si no te dejara ir. –esto último lo dijo con una creciente gota de sudor en su nuca.

    Houjo sonrió dulcemente y abrazó a la pelinegra por algunos minutos…

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    –Falta muy poco…–murmuraba un frío taiyoukai al ver la luna que se asomaba en el cielo.

    Cuando la luna esté en lo alto a la media noche el mismo día de su apogeo, la luz de las estrellas y de los astros mayores iluminará el rostro de la heredera y ésta será llamada hacia el portal del tiempo que se abrirá en el pozo devora-huesos. Solo entonces será su regreso.
    Aquellas palabras que el sabio árbol del bosque le dijera el día anterior resonaban en la cabeza de Sesshomaru. Éste, por su parte, caminaba en dirección a sus tierras pero se detuvo precipitadamente haciendo que su parlanchín acompañante chocase con sus piernas y lo viese confundido.

    –¿Sucede algo malo amo bonito? –preguntó con voz trémula.

    –Jaken, tengo un trabajo para ti. –dijo con voz cortante.

    El aludido tragó saliva pesadamente y lo miró con miedo.

    –¿S-sí amo bonito?

    –Quiero que vigiles el pozo devora-huesos y te quedes ahí hasta que aparezca esa criatura. –murmuró con desdén. –Tú serás su guía hasta que consiga a alguien que se deshaga de ella.

    –¡Si amor bonito! –contestó colocando su mano en su frente como si fuese un soldado. –Usted no se preocupe, yo me haré cargo de esa desagradable criatura.

    El gruñido de su amo lo hizo acobardarse y correr hacia el árbol sagrado; el frío taiyoukai continuó con su camino. Mientras tanto, una fiesta daba inicio en la residencia Higurashi… o al menos eso pretendía.

    –¡Abuelo, te he dicho muchas veces que ya no soy una niña pequeña y no necesito escuchar esa historia nuevamente! –replicaba la muy frustrada pelinegra mientras era arrastrada hacia la sala por su pequeño hermano.

    –Chicas, ¿en verdad creen que sería buena idea escuchar el relato del abuelo de Kagome? –preguntó Ayumi entre susurros.

    –Por supuesto que sí. Además, Kagome se queja mucho de esa historia y nosotras nunca hemos escuchado como fue adoptada así que sería emocionante escuchar ese relato. –repuso Yuka con aire soberano.

    –¡De acuerdo, la escucharé pero SOLO una vez! –estalló finalmente Kagome tomando asiento en el sofá de la sala al lado de sus amigas.

    Los presentes la miraban con enormes gotas de sudor sobre sus cabezas pues la conocían perfectamente pero no se atrevían a acercársele pues un aura de fuego la rodeaba y podían jurar que sus ojos se habían puesto rojos por unos segundos.

    –A-a-abuelo… co-comienza con tu-tu historia. –murmuró Sota con mucho nerviosismo temiendo enfadar aún más a su hermana.

    –De acuerdo…

    Aquella tarde nublada y con fuertes vientos era testigo de los incesantes llantos de la mujer de Yuki Higurashi: Naomi. Y es que había perdido al bebé que apenas se encontraba en su vientre (menos de tres meses) y había sido muy difícil que quedase embarazada. El matrimonio se encontraba devastado pero no se darían el lujo de rendirse, habían deseado un bebé por mucho tiempo y llevaban ya dos años intentando concebir uno así que, por sugerencia del padre de Yuki, irían esa misma noche a rezarle a los dioses en el parque donde mantenían el pozo sagrado para las ofrendas.

    La familia se encontraba rezando frente al pozo sagrado cuando escucharon unos extraños movimientos entre los arbustos luego de ver un extraño resplandor proveniente de un antiguo pozo que, según contaban las leyendas, había servido para arrojar los cadáveres de los demonios en la época de las guerras civiles. Naomi, Yuki y su padre se abrieron paso entre los arbustos y encontraron a una extraña criatura de apariencia humana que poseía extrañas vestimentas y una armadura, sin mencionar su largo cabellos plateado, sus ojos dorados y sus enormes y afiladas garras. Aquella criatura depositaba en el suelo a una sollozante criatura… un bebé.

    Naomi sintió el deseo de tomar por el brazo aquél majestuoso hombre de apariencia extraña al ver como éste se iba sin importarle la pequeña bebé, pero dudó pues temía que le hiciera daño si lo tocaba por lo que decidió simplemente gritar:

    –¡Espere, por favor! –exclamó con decisión.

    –No pienso regresar…–replicó seca y automáticamente. –…hagan lo que quieran con ella.

    Y así, sin más, el majestuoso sujeto desapareció por un túnel de luz que provenía del antiguo pozo devora-huesos. Naomi no podía creerlo: había ido a rezarle a los dioses por un bebé y finalmente tenía una… ¿¡niña!? No comprendía por qué aquella criatura poseía orejas de perro y ojos dorados pero luego de recordar aquél sujeto cayó en la cuenta… era su padre. Miró embelesada a la pequeña niña… ésta dormía apaciblemente en sus brazos con su pequeño dedo en su boca; Yuki y el abuelo la miraron con ternuras… habían decidido llevarla a casa. Finalmente, luego de realizar los trámites de adopción, la pequeña pertenecía a la familia Higurashi y por esa misma razón habían decidido mudarse al templo en venta que precisamente cuidaba aquél pozo tan especial para Naomi.

    –… entonces, ¡Salió el kraken, y éste con sus enormes tentáculos tomó a Yuki y…!

    –¡Abuelo! –replicaron Sota y Kagome al unísono con enormes gotas de sudor sobre sus cabezas.

    –De acuerdo… quizás esa última parte no sucedió pero de lo que sí estamos seguros es que aquella criatura de cabello plateado y ojos dorados es tu padre. –murmuró finalmente el anciano.

    –¡Vaya, es realmente impresionante! –exclamó Ayumi completamente extasiada por la historia.

    –Por favor, como si no fuera obvio que es un simple cuento. –replicó Kagome con desdén.

    –Sea como sea, es una historia realmente emocionante. Me pregunto si tu padre vendrá a verte ya que es tu cumpleaños. –dijo Yuka esbozando tremenda carcajada causando enojo por parte de la cumpleañera.

    –Tranquilízate Kagome, dijimos que te haríamos una fiesta así que debe comenzar. –repuso poniendo cara malévola.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    La música sonaba realmente fuerte por toda la residencia Higurashi. Los invitados –algunos compañeros de la universidad, amistades del instituto y algunos trabajadores de las empresas Higurashi- bailaban y disfrutaban escuchando las disparatadas historias del abuelo. Kagome hacía su mejor esfuerzo por ocultar su cara de dolor pues sentía aquellas orejas crecer dentro de su sombrero mientras sus orejas normales de humano desaparecían, sin mencionar las afiladas garras que parecían lastimar todo lo que tocaba así que debía mantenerse alejada de los invitados… y tenía uno al cual no quería acercársele pues la observaba con cara de borrego tierno y ojos tristes: su ex novio, Houjo.

    Faltaba simplemente una hora para la media noche así que los invitados se iban retirando uno a uno de la residencia Higurashi dejando a la pelinegra, su pequeño hermano y sus tres mejores amigas a cargo de la limpieza del lugar.

    Kagome era la encargada de limpiar la parte trasera de su casa, justamente donde se ubicaba el “extraño pozo con poderes mágicos” que su madre solía mostrarle cada que cumplía años. La pelinegra sonrió levemente ante el recuerdo de su madre y luego posó su vista sobre el pozo y se convirtió en una mirada llena de desdén… detestaba completamente aquella historia.

    –Pozo con poderes mágicos, si cómo no. –murmuró cínicamente.

    –Finalmente ha llegado el momentos… es la luna de media noche. –murmuró Sesshomaru observando el resplandor rojo que surgía del astro de la noche; resplandor que se dirigía directamente hacia el pozo devora-huesos sobresaltando al pequeño demonio verde que lo vigilaba en espera de una hanyou.

    Un fuerte viento voló el sombrero de la cabeza de la pelinegra dejando al descubierto sus orejas de perro, sin mencionar sus largas y afiladas garras y sus ahora dorados ojos. La chica vio un enorme resplandor provenir del pozo e intentó alejarse con miedo.

    –De acuerdo… si se trata de un verdadero demonio de la época antigua atravesará el pozo y desaparecerá. –murmuró una sombra que observaba la escena desde detrás de la residencia Higurashi.

    –Haz lo que tengas que hacer, Tsubasa. –murmuró el de mayo edad.

    La aludida se aproximó a toda velocidad hacia la pelinegra arrojándola dentro del pozo haciendo que gritara con fuerza. Los hechiceros que la acompañaban miraban sorprendidos que tenía razón… la chica había desaparecido luego de caer en el fondo del pozo quedando inconsciente.

    Continuará……..
    Notas de la autora:
    Hola, disculpen la tardanza pero es que estoy ocupada con las tareas, feria de ciencias y mañana entro a exámenes otra vez D:
    La verdad es que había tenido varios días libres debido a las fuertes lluvias e inundaciones que se han dado en el país pero los aproveché para ir al cine con mis amigos y apenas si escribía xD! En fin, espero que les haya gustado y las haya dejado con la intriga ;)

    Vocabulario:
    Borsalino*: son un tipo de sombreros que mayormente los llaman sombreros “jazz”. http://www.google.com.sv/images?hl=...&gbv=2&aq=1&aqi=g2&aql=&oq=borsalino&gs_rfai=
    Pueden ver eso y darse una idea :P

    Parque Ueno**: es un parque ubicado en Tokio. Es realmente grande (cabe mencionar que sí existe, no me lo he inventado) y se caracteriza por la enorme cantidad de árboles de cerezo (Sakuras) que posee.

    Avances para el siguiente capítulo:
    Kagome despierta y se encuentra en una época diferente. Hará todo lo posible por escapar de “la rana que habla” que insiste en que debe hacerle caso. Su caminata la llevará hasta una extraña aldea donde un sujeto extraño la tratará mal y encontrará más criaturas extrañas que hablan… ¡pero esperen, hay problemas! Un joven lobo la captura y se la quiere llevar cuando son atacados en pleno bosque…¿lograrán librarse?
     
  14.  
    Yrim

    Yrim Entusiasta

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    Re: La heredera hanyou

    :O ¡Qué larga! ¡Estoy encantada con la conti! :D
    He detectado algunos errores de dedo, pro no es nada que no se pueda corregir, simplemente un descuido.
    Con respecto al capi, bastante interesante, aunque nos has quitado el caramelo antes de poder saborearlo bien (espero que me entiendas xD ) No es malo, pero vaya intriga que tengo yo ahora... ¬¬
    Bueno, estaré pendiente de tu conti, y gracias por avisar
    Un abrazo
     
  15.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    Re: La heredera hanyou

    Tildes y palabras mal metidas encontré en varias ocasiones, sin embargo no son tan notables. Valla que sí me dejaste con la terrible intriga, al saber que Sesshomaru obviamente no la quiere en sus territorios es algo que me puso muy nerviosa durante todo el capitulo, ahora hiciste un pequeño avance sobre la transformación de Kagome y me gustó la manera en que lo expresaste, sobre todo en la parte donde estaban en la universidad y se le cayó el lápiz.
    El rompimiento con su novio no me sorprendió de tal manera, creo que ya me lo esperaba u algo así; nadie le gusta la pareja de Houyo y Kagome (¿?) solamente espero que a ella no le pase nada y que aprenda a controlar sus nuevos poderes.
    Sayonara
    :cat:
     
  16.  
    Voodoo

    Voodoo Usuario común

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    Re: La heredera hanyou

    Hola Siberian :3 Sorry por la tardanza, debería estudiar pero...me obstiné xD

    Me gustó mucho este capítulo. Lo hiciste largo, eso me alegra. La narración fue muy buena y el capítulo interesante. Aunque sinceramente aquella Kagome de sentimientos fríos, bueno no sé, como que fue muy "cruel" así como así decirle eso a Houjo. No es que yo sea fan de la pareja pero siempre he pensado que Houjo es muy tierno y se merece a una gran mujer.

    Sesshomaru no desea para nada a Kagome, y aquellos cambios, se me hizo estupendo como lo integraste a la trama. Entiendo a Kagome, siempre están los amigos para presionar hasta hartar xD O por lo menos los míos :)

    Tuviste unos errores en tildes y los que te señaló windmiko, pero de resto estuvo casi perfecta como siempre. Espero intrigada la continuación.

    Pd: Perdón por el corto comentario, suelo explayarme pero me están apurando :@
     
  17.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: La heredera hanyou

    Bueno me alegra mucho que hayas colocado otro capítulo de tu fic ^^ ya me estaba impacientando ¬¬

    Pobre Kagome, teniendo que ocultar sus garras y orejas de la gente normal, me dio algo de lastima cuando terminó con Houjo pero creo que era lo mejor, si seguían juntos el chico podría correr peligro. Por otra parte, no sé que trama Sesshomaru, ¿Realmente piensa matar a Kagome? ToT nooo cn dejarla en su época era más que suficiente, pero tenía que existir esa profecía verdad? ¬¬ ahora la pobre va a sufrir muchas malas experiencias, y para colmo ya aparece el loco de Kouga queriendo secuestrarla (bueno, digo que es Kouga por lo que dijiste en el avance)

    Ya quiero ver qué pasa en el proximo capítulo. No te tardes mucho amiga.
     
  18.  
    Circe

    Circe Usuario popular

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    Re: La heredera hanyou

    Hola siberian! Finalmente pude leer tu fic! Ya me lo lei todo ii ahora si puedo comentar. Perdon por no leerlo sntes, no tenia tiempo pero ahora sii! Ya no me voi a perder mas contis por que tu fic esta muii interesante! La idea es mui intrigante y ya quiero sber que va a pasar! Bueno amiga me voi yendo, si puedes me avisas cuando este la conti?? No me las quiero perder :D Sayonara siberian! ^^
     
  19.  
    Kyouko Kiryuu

    Kyouko Kiryuu Adicto

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    Re: La heredera hanyou

    ¡Konnichiwa! :rosa:
    Acabe de leer los capítulos que me faltaban (todos menos el primero xD), vaya me dejaste intrigada, me muero por saber que es lo que sucederá ahora, ¿acaso Sesshomaru va a ser capaz de mandar matar a su propia hija? no lo puedo creer. -.-
    Concuerdo con windmiko yo también note algunas palabras mal metidas, a veces te suelen fallar los acentos ¿Pero a quién no le pasa?, vi como en ocasiones te hace falta poner la letra mayúscula donde va; pero no es nada grave, con el tiempo irás mejorando. ^-^
    Estaré esperando la conti con anisas, me avisaras cuando la continúes ¿Cierto?

    Bueno yo me despido, nos vemos después.

    Sayonara.
    :vamos:
     
  20.  
    siberian

    siberian Usuario común

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    Escritora
    Título:
    La heredera hanyou
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    4545
    Re: La heredera hanyou

    Capítulo V
    La cazadora de almas (Parte I)
    “…Pero no todo sería sencillo con su llegada,
    No era precisamente una heredera añorada.
    Muchos desearían su desaparición,
    Sin importar la muerte de la híbrida en cuestión.
    Sangre de su sangre, ¡sangre fría, sangre mala!
    Tiene solamente hasta despuntar el alba…”
    Abrió sus ojos lentamente y con mucha dificultad; no había dormido precisamente cómoda y el golpe en su cabeza –razón de su desmayo- la había dejado sumamente mareada. Paseó su vista por los alrededores: un enorme pastizal e infinidad de árboles la rodeaban; era obvio que no se encontraba en el templo de su casa pero no había nada que pudiera hacer pues no tenía ni la más mínima idea de dónde se encontraba. Se sentó al lado de una roca tocando su cabeza con su mano derecha… el golpe había sido muy severo.

    –Finalmente despiertas niña. –dijo una extraña voz que provenía de detrás de ella. –He pasado la noche en vela esperando que llegues y tienes el descaro de quedarte dormida, ¡deberías agradecer que el amo Sesshomaru me envió en lugar de venir él personalmente o ya te hubiera cortado la cabeza por tu insolencia!

    El extraño hombrecillo de estatura pequeña y piel verde y de enormes ojos saltados continuaba sermoneándola pero no parecía prestar atención a sus palabras. Por un momento pensó que el golpe la había hecho alucinar pero luego de tocar y estirar las mejillas de la criatura verde –cosa que lo hizo enfadar-, Kagome exclamó un grito de asombro y susto ante darse cuenta que era real.

    –¡Auxilio, una rana que habla me quiere comer! –exclamó levantándose y tomando un tronco mientras se colocaba en posición de ataque.

    –¡Pero qué cosas dices, mocosa insolente, no soy ninguna rana! –replicó con una enorme vena de color rojo sobre su cabeza.

    –No se me acerque, señor Rana, o lo mato con este tronco. –amenazó con una mirada fría que hizo helar la sangre del demonio ya que le recordaba a la mirada de su amo.

    –Ya déjate de estupideces, mocosa tonta. –replicó acercándose a ella luego de recobrar la cordura. –Ahora dime, ¿cómo t llam…?

    El pequeño demonio color verde cayó al suelo con un enorme chichón en su cabeza. Kagome miraba a la inconciente criatura con recelo mientras colocaba lentamente el tronco en el suelo y se alejaba corriendo del lugar.

    Abrió sus ojos con pesadez; le dolía su cabeza y no recordaba qué le había sucedido hasta que vio la evidencia: el tronco quebrado a su lado.

    –¡Maldición, esa mocosa insolente se escapó! –exclamó mientras se levantaba presuroso del suelo. –Aún no obscurece, creo que podré encontrarla.

    El gracioso enano de color verde emitió un silbido; a los pocos segundos se podía disipar un dragón de dos cabezas que se aproximaba volando hacia él. El pequeño demonio se subió sobre el lomo del extraño dragón y éste alzó vuelo nuevamente.

    –¡Maldición! –exclamó al ver la sangre brotar de su rodilla. Se levantó de entre las rocas y se acercó a la orilla del riachuelo para lavarse la herida. –Este lugar no me parece conocido… ¿estará cerca de…?

    Sus palabras cesaron involuntariamente al ver su reflejo en el agua; sus ojos se abrieron como platos, ¡estaba estupefacta! Su asombro se mostraba claramente en su expresión al ver aquellas orejas de perro de color negro en su cabeza en lugar de las humanas. Torció los labios al recordar la tarde anterior… ni siquiera le preocupaban aquellas largas y afiladas garras en sus manos, simplemente estaba pendiente de lavarse el corte en su rodilla –causado por un desliz entre las rocas- para evitar que se infectara.

    –¡Con que es aquí donde te encontrabas, mocosa insolente! –exclamó el demonio verde mientras descendía en el lomo del dragón de dos cabezas. –Te hemos estado buscando por lago tiempo, creí que serías más rápida.

    –Lo dejé noqueado hace diez minutos. –murmuró viéndolo con una gota de sudor deslizándose por su rostro. –Ya no te tengo miedo, rana que habla, si te acercas te rocío este gas pimienta en los ojos. –amenazó extendiendo el objeto en cuestión.

    –Ni creas que te tengo miedo. –replicó acercándose a ella con superioridad. –No creo que ese pequeño objeto sea capaz de… ¡AHH!

    Kagome aprovechó ese momento que lo había cegado con el gas pimienta y se adentró en el bosque nuevamente. Corrió presurosa pero se detuvo al ver como una majestuosa criatura de dos cabezas se posaba frente a ella; la había vuelto a encontrar.

    –¡Esta vez no dejaré que me ataques con esa brujería tuya! –replicó mientras se bajaba de su animal de montar con sus ojos completamente rojos. –Si intentas escapar una vez más, no tendré compasión de ti y llamaré a las bestias asesinas para que se encarguen de ti, mocosa. –amenazó acercándose a ella con una pequeña soga. –Ahora, no me hagas esto más difícil y date la vuelta.

    Luego de amarrarla la subió al lomo de la bestia de dos cabezas y alzaron vuelo nuevamente. Surcaron los cielos, sin rumbo aparente, durante varios minutos en completo silencio hasta que el pequeño demonio color verde decidió sacarle conversación a la hija de su amo.

    –Y dime, mocosa, ¿cómo te llamas? –preguntó sin dignarse a mirarla.

    –No soy ninguna mocosa. –replicó sacándole la lengua haciendo que le reapareciera la enorme vena roja al pequeño demonio. –Mi nombre es Kagome.

    –Pues yo soy Jaken, el maravilloso asistente de mi amo: el Lord de las Tierras de Oeste y domino todo este bosque y las criaturas que habiten en él. –dijo tomando pose triunfal.

    –¿En serio? Porque para mí no eres más que una rana parlante. –murmuró con desdén.

    –¿¡¿Qué has dicho chiquilla tonta?!? –gritó con enojo causando risas burlonas de parte de la pelinegra.

    –¿Y se puede saber quien es tu “poderoso amo”? –preguntó curiosa.

    –Como eres tonta, mocosa. El amo Sesshomaru es del youkai más poderoso con vida; domina todas las Tierras del oeste y las criaturas le temen… aún me cuesta creer que alguien tan soberano como él sea padre de una mocosa tan insolente como tú. –aquello último lo pronunció con desdén que pasó desapercibido por la pelinegra quien lo miraba atónita.

    –¿¡¿Has dicho… padre?!? –exclamó con estupefacción antes de recobrar la serenidad momentos después. –Si, y ahora me dirás que su cabellera era enorme y plateada y sus ojos tan ámbares y brillantes como el mismo sol, ¿no es así?

    –¡Exacto! Espera un momento, ¿ya conoces al amo Sesshomaru? –preguntó sorprendido.

    –Lo supuse, esto es una broma de mi abuelo… o quizás algo que Yuka y Eri planearon para hacerme creer en ese cuento. –dijo con recelo. –Aunque debo admitir que el maquillaje es muy bueno… también este extraño dragón parece real.

    –¡Mocosa, en verdad eres idiota! –exclamó causando enojo en la aludida.

    –¿¡¿Qué has dicho?!? –gritó perdiendo el equilibrio y cayéndose de la bestia de montar.

    –Maldición, esta chiquilla me hará morir de un infarto. –murmuró entre dientes. –Ah-Un, ¡sigue su olor!

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    –¡Muchachos, vengan rápido! –gritaba un pequeño infante de cabellos rojizos y una pequeña cola peluda.

    –¿Qué sucede Shippo? –preguntó una castaña de vestimentas extrañas y un colosal boomerang en su espalda.

    –Mira eso. –dijo señalando en dirección al bosque.

    Se podía disipar claramente a una hanyou herida que caminaba con dificultad apoyándose con un palo. Tenía varios raspones y moretones en sus brazos y una de sus rodillas se veía sangrando mientras que la otra era cubierta por la tela de aquella extraña prenda que usaba en sus piernas. La chica pudo llegar a estar a menos de un metro frente al par que la observaba; posó su vista en el extraño niño con cola y le pareció la única criatura “mutante” de apariencia adorable.

    –Necesito… ayuda…–murmuró con cansancio.

    –Shippo, ve por…

    –Ya lo sé. –murmuró antes de dejarla hablar. –Espérame aquí, que iré por ayuda. –y dicho esto, se marchó en dirección opuesta al bosque.

    –¿Te encuentras bien? –preguntó la castaña acercándose a la pelinegra que yacía de rodillas en el piso. –¿Qué te pasó?

    –Una extraña… rana parlante… me esta… estaba… siguiendo y me… me caí… y casi mue… casi muero. –murmuró entrecortadamente a causa del cansancio y del dolor.

    –Mantente con vida por favor, Shippo regresará en unos momentos con la ayuda. –decía intentando darle ánimos.

    –Un ga… un ga… un gato grande. –exclamó viendo a una enorme pantera blanca que se acomodaba frente a ella mientras el niño de cabellos rojizos se bajaba de su lomo.

    Abrió sus ojos con pesadez y se vio rodeada por una anciana con un parche en el ojo derecho y la misma castaña de hacía unos momentos. Revisó su reloj de muñeca y se dio cuenta que había permanecido desmayada por dos horas. Se levantó con dificultad y pudo notar numerosos vendajes en su cuerpo adolorido; la anciana la vio con seriedad antes de murmurar.

    –No deberías levantarte aún…estás muy herida. –la miró fijamente y continuó tras una breve pausa. –Veo que eres una hanyou, tus heridas sanarán rápido pero igual creo que necesitas descansar. ¿De dónde eres? Si fueras de aquí sabrías perfectamente que es prohibido, para una criatura como tú, andar por los bosques… es zona exclusiva para youkais.

    –¡¿Qué sucede aquí? Siento el detestable olor de Sesshomaru! –gritó un joven que aparentaba a lo sumo veinte años, mientras entraba abruptamente a la cabaña. –¿Quién eres tú, mocosa? ¿Acaso eres alguna concubina de Sesshomaru, o quizás alguna espía? Pues déjame decirte algo, los espías no son bienvenidos en ésta aldea y no saldrás con vida hasta que confieses a qué has venido. –amenazó parándose delante de la asustada hanyou.

    –¡Inuyasha, tranquilízate! ¿Qué no ves que se está recuperando de sus heridas? Deberías ser más considerado y no sospechar de cualquiera que se te cruce en tu camino. –replicó Sango parándose frente a él.

    Kagome miró fijamente a su retador: éste poseía larga cabellera blanca y unos profundos ojos ámbares y brillantes como el sol. Su vestimenta consistía en un extraño traje color rojo fuego y nada de calzado; era obvio que se trataba de alguien salvaje. La pelinegra lo miró atónita por unos minutos pues tenía la misma descripción que su abuelo le había dado pero su vestimenta y presencia le hicieron notar lo contrario… además, la castaña lo había llamado por otro nombre completamente diferente al que “la rana parlante” le había dado. Kagome apretó sus puños con fuerza, ¿Quién se creía ese tipo para tratarla de esa manera? No permitiría que la insultara y mucho menos amenazara y se saliera con la suya; ¡no señor! Por algo era llamada la guerrera de sangre fría…

    –¿Y se puede saber con quien demonios tengo el “gusto”? –replicó con cinismo y enojo puro. –¡Una patética bestia como tú no tiene ningún derecho a insultarme ni exigirme que me largue a punta de amenazas!

    –¿¡¿Qué has dicho?!? Escúchame bien, chiquilla: no sé quien demonios seas pero tampoco me interesa y no te permitiré quedarte en esta aldea, ¡y mucho menos con el horrible olor que despides! –aseveró con el entrecejo fruncido mientras se acercaba retadoramente a la pelinegra. –Tienes el mismo detestable olor de Sesshomaru. –murmuró con desdén.

    Sus rostros se encontraban a pocos centímetros de distancia y sus miradas prácticamente despedían chispas. Los ojos de Kagome se tornaban levemente de un tono carmesí; la furia que ambos irradiaban había convertido el ambiente de la cabaña en uno hostil. Repentinamente un sujeto de vestimentas aún más extrañas –como si fuera posible- ingresó a la cabaña y se acercó a la pelinegra tocando sus atributos descaradamente… Kagome tomó su mano con fuerza y la despegó de su trasero para luego darle tremenda cachetada en su rostro dejándole marcadas sus garras.

    –¡Pervertido! –gritó mientras se giraba para regresar a ver a su retador.

    –¡Maldito infiel! –gritó la castaña mientras le propinaba un fuerte golpe con su boomerang.

    –Eso te lo tienes bien merecido, Miroku. –murmuró el peliblanco entre dientes. –Y con respecto a ti, mocosa, quiero que me expliques qué haces en este lugar.

    –Pensé que el amo Sesshomaru se enojaría porque haya perdido a la mocosa esa. –pensaba un pequeño demonio de color verde que se encontraba recostado cómodamente en un pastizal. –Pero siempre es un amo tan misericordioso que no me hizo nada… aunque me pregunto a qué se refería con eso de “ya lo tengo solucionado”.

    –¿Recostado solo, Jaken? –preguntó una sensual y femenina voz. –Creí que te habían encargado la búsqueda de una asquerosa criatura.

    –P-por supuesto que sí, Mi Lady, pero el amo Sesshomaru tiene todo solucionado. –murmuró mientras hacía una leve reverencia.

    –Me parece interesante… si lo ves dile que necesito hablar con él. –murmuró mientras se alejaba seguida de un extraño resplandor blanco que volaba a su lado.

    –S-sí mi Lady. –murmuró nervioso mientras observaba como se alejaba con paso majestuoso.

    * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – * – *
    –¡Feh! ¿En verdad esperas que me trague ese cuento? No veo posible que el pozo devora-huesos sea un portal que conecta con otros tiempos y aún si fuera cierto, Sesshomaru no te dejaría con vida. –murmuró fríamente.

    –A eso me refiero, ¿Quién es ese sujeto llamado Sesshomaru y qué busca de mí? –preguntaba como lamentándose.

    –Dices que su sirviente mencionó que era tu padre y, según los relatos de tu abuelo, podría ser verdad. –murmuró la serena anciana del parche en el ojo.

    –Y eso explicaría tu aroma. –dijo Shippo con seriedad.

    –¿Están diciendo que un simple cuento podría ser real? –preguntó con asombro.

    –¿Por qué no? –preguntó la anciana encogiéndose de hombros. –Nunca se sabe cómo podría llegar a actuar el Lord Sesshomaru. Después de todo, él mismo mandó a matar a su único familiar…–se detuvo al ver como Inuyasha se levantaba y se alejaba.

    –¿Le sucede algo? –susurró Kagome.

    –Sesshomaru es su hermano mayor. –dijo cortante. –O más bien, su medio hermano mayor… su padre se casó con una humana muchos años después de su nacimiento y así nació Inuyasha… tu tío. –contó la anciana quien, al ver el rostro atónito de Kagome, continuó tras una breve pausa. –La madre de Sesshomaru, Lady Irasue, mandó a matar a Izayoi, la madre de Inuyasha, pero en esa pelea el padre de ambos, Lord InuTaisho, murió por defender a su recién nacido y su esposa.

    –Ya veo…–murmuró la pelinegra pensativamente. –¿Y qué sucedió luego con Izayoi?

    –Verás… Irasue, quien tomó el control de las tropas de InuTaisho, impuso la Ley de la Deshonra que mandaba a matar a toda aquella humana que tenga a un ser híbrido y también al mismo bebé. Izayoi, en un acto de desesperación, consiguió reunir a todos aquellos seres híbridos o que hubiesen sido exiliados y, con su ayuda, construyó esta pequeña aldea como refugio para toda madre y su pequeño hijo Hanyou… cinco años después, ella murió dejando a su pequeño hijo solo y por esa razón Inuyasha protege esta aldea de cualquier espía de Sesshomaru que pueda informarle sobre seres híbridos con vida.

    –Algo se aproxima. –exclamó Inuyasha apareciendo de la nada.

    Una especia de remolino apareció dejando ver a un apuesto joven de piel morocha y cabello azabache recogido en una coleta alta. Sus ojos, tan azules como el cielo, mostraban una mirada soberbia y su atlético cuerpo cautivó a la pelinegra casi inmediatamente.

    –Kouga, ¿se puede saber qué demonios vienes a hacer? –preguntó el peliblanco con recelo.

    –Eso no te incumbe, bestia, así que mejor apártate y haces las cosas más sencillas. –replicó con recelo a lo que el hanyou se enfureció.

    –¿Sigues las órdenes de Sesshomaru, no es así? –preguntó en son de burla.

    –¡Ya te he dicho que yo no sigo órdenes de nadie, y si hago esto no tengo nada qué explicarte! –replicó mientras saltaba y caía frente a la confundida pelinegra. –Esta es la criatura… me la llevaré y espero que no hagas nada por detenerme. –amenazó levantando a la enojada pelinegra y colocándola sobre su hombro.

    –¡Feh! Llévatela si quieres… no me interesa lo que hagas con ella. –dijo con recelo hacia la aludida.

    –¡¿Qué dices? ¿Pero qué demonios crees que estás haciendo? Esto no es gracioso, no dejes que este salvaje me secuestre! –gritaba histérica mientras pataleaba sobre el hombro del moreno.

    –¿A quien crees que llamas salvaje? –replicó Kouga mientras intentaba hacer que parara de patalear.

    –¡Pues a ti! –gritó propinándole un fuerte golpe en la cabeza provocando que un enorme chichón sobresaliera de la misma.

    –¡Hakkaku, Ginta, amárrenla y llévenla en dirección al oeste! –ordenó a sus compañeros quienes acababan de llegar.

    –¡Si, Kouga! –exclamaron al unísono.

    –¡Ja! Suerte con la chiquilla, Kouga. –dijo Inuyasha burlonamente mientras observaba a un quejumbroso moreno alejarse a toda velocidad.

    –Creo que sería un buen momento para comenzar mi búsqueda… estoy segura que no le importará a Sesshomaru si actúo un poco. –murmuraba una sensual voz entre las sombras al momento que esbozaba una risilla malévola. –¡Vayan por ellos!

    –¡Maldición, nos tendieron una trampa! –exclamó Kouga mientras se detenía a inspeccionar el oscuro bosque.

    –¿Por qué lo dices, Kouga? –preguntó un asustado Ginta.

    –Mira a tú alrededor: hay cientos de ojos y serpientes caza almas. –murmuró el morocho colocándose en posición de alerta. –Solo nos querían como carnada… un simple juego para deshacerse de nosotros y de esta mocosa.

    Centenares de demonios aparecieron de todas partes y comenzaron a batallar contra el trío de lobos. Hakkaku, desesperado, colocó a la amordazada pelinegra detrás de un árbol y comenzó a luchar al lado de sus compañeros; mientras tanto, la hanyou consiguió liberarse de sus ataduras y comenzó a correr por el bosque como alma que lleva el diablo.

    Cayó…

    El golpe había sido doloroso y ahora se encontraba caída en el suelo con una de aquellas extrañas serpientes blancas y voladoras frente a ella. Kagome levantó la vista y pudo observar un grupo numeroso de aldeanos quienes la observaban sosteniendo antorchas y sus arcos y flechas listos para atacar en cualquier momento si llegase a ser necesario.

    –¡Miren, es la cazadora de almas! –exclamó uno de ellos con completo terror.

    Continuará………
    Notas de la autora:
    ¡Hola! Pues de antemano les agradezco por sus comentarios y por tomarse un tiempo para leer este complicado fic (si aún no notan lo complicado, tienen que esperar aún más). Bueno, es posible que me tarde un poco más porque me estoy enfermando (ToT) y no creo que me conecte muy seguido o quien sabe :P … bueno, espero les haya gustado esta continuación y aquí les dejo unos pequeños adelantos.

    Avances del siguiente capítulo:
    Kagome ha sido confundida con una extraña mujer llamada “La Cazadora de Almas”. Se le complicará la vida al descubrir a una extraña bruja en esa época y recibir la “ayuda” del grupo de personas que conoció primero. Se revelará la identidad de una extraña mujer que interviene en la vida de la hanyou y las cosas se irán complicando en la época actual.
    ¿Podrán Kouga y sus amigos escapar de la emboscada?
    ¿Quién será aquella extraña mujer de las sombras?
    ¿Sesshomaru realmente quiere con vida a su heredera o buscará la manera de darle corte a su vida por sí mismo?

    Pues… tendrán que esperar para averiguarlo xD! Sayonara ;)
     
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