Ciencia ficción La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Agus estresado, 20 Abril 2018.

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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    Ha sido un muy buen capítulo, en la línea actual aunque parece que va a volverse ascendente con estas nuevas criaturas que acaban de aparecer. Comentaré lo que más me ha impactado, pero antes responderé a tu pregunta del inicio.

    No odio a Shun por rivalizar con Ace, reconozco que siempre debe haber alguien discutiendo al líder y queriendo su puesto, hasta ahí todo bien. Lo que no me gusta de él es su forma de ser, y si no me equivoco, llegó incluso a desear que lo mataran cuando Ace estaba en busca y captura. Además, su actitud de oportunista es algo que me desagrada. Si cambiara su forma de ser en general y no fuera tan ambicioso (todo tiene un límite), quizá dejaría de desagradarme. Dicho esto, volveré con el capítulo, aunque añado que lo que creo que pase con Thomas es que al final contará todo lo que piensa y siente, y quizá la gran parte del grupo lo llegue a odiar, espero que no.

    Vemos que Black Meteor está entrenando y las peleas han estado muy interesantes, hemos descubierto quién es más fuerte y quién más débil. Voy a destacar la prepotencia y el analisis de Xander, que me da la sensación de creerse el profesor de todos y un semi dios :v acaba de llegar y ya me está desagradando (además porque es la copia de Ace, al menos a mi me lo parece XD). Luego tenemos a Paul, que ya es muy pesado con Casey, espero que asuma de una vez que no tiene opciones salvo que sea el único hombre del universo.

    Por parte del Zenith, la exploración se me ha hecho un poco corta pero la idea del planeta es interesante. Tener a Vigia es una gran ayuda porque sirve para tomar más terreno si es necesario. Me ha gustado mucho la forma física de la criatura, es una mezcla evidente de distintos animales de la Tierra y no sé si fue fruto de tu imaginación o si de alguna manera estás conectando ese planeta con la Tierra mediante cosas parecidas, cosa que sería muy interesante de ver, que los planetas que visiten tengan al menos algo en común con la Tierra.

    Sin duda estos animales soy muy peligrosos y les costó mucho acabar con uno, ahora tienen cuatro tras ellos. Tengo el presagio de que alguien o varios pueden morir en el próximo capítulo, aunque no tengo una victima concreta pero sí quiero que algunos sobrevivan. Lo veré en el próximo, que lo espero con las mismas ganas de siempre. Un saludo, amigo.
     
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    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola.

    Admito que este capítulo me ha generado algunas dudas, pero nada fuera de lo común y estoy seguro que dentro de poco se me aclararan en los próximos.

    La batallas que han tenido B.M. han sido muy buenas, y por lo visto están aprovechando bien el tiempo que les queda antes de salir al espacio. Cabe destacar que me agradó la batalla entre Xander y Natasha, y también la de Claire y Paul. Ya que es la primera vez que los vemos luchando y a pesar de ser un simple entrenamiento, saben lo que hacen, pero tampoco parece que sean imparables.

    Paul debería resignarse a la idea de tener a Casey, está claro que la tía no quiere nada con él, y si no estoy mal creo que en la primera parte ella se lo dejó bien claro. Así que no le veo el caso de que siga insistiendole.

    Ahora, por el lado de Zenith, han llegado a un nuevo planeta habitable. Tengo algunas dudas sobre ese lugar, pero de seguro pronto tendré las respuesta. No puedo decir mucho sobre el planeta en cuestión porque es muy parecido a la Tierra y no creo que sea relevante hablar de nuestro planeta XD.

    Me gusta que Ace se vaya incorporando en su rol de líder, es bueno porque así se ganará aún más la confianza de los chicos y lo verán como un gran compañero de equipo.

    Quiero conocer los secretos detrás de la catástrofe. Es un tema muy interesante y me muero por saber algo sobre ello. No sé, pero me parece que algo o alguien debió enviar esos meteoros a la Tierra y de haberlo echo de seguro tuvo una buena o mala razón, y lo digo porque no tenemos ni idea de que exista un antagonista en esta historia. Me atrevería a decir que esos meteoros podrían haber sido alguna vez un planeta, o bien formaban parte de un cinturón de asteroides, pero sea lo que sea algo debió suceder para que llegaran hasta la Tierra. Y en esto le doy la razón a Ace, la catástrofe podría suceder una segunda vez y tambien se podría repetir dicho evento en otros planetas. Hasta que no descubran que sucedió, ningún planeta estará seguro.

    Espero saber algo al respecto dentro de poco, por el momento, eso es todo de mi parte. Esperaré el siguiente con ganas. Nos vemos en la siguiente oportunidad. Saludos.
     
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    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

    Cáncer
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    Siempre soy el último en comentar...bueno, un capítulo donde podemos ver como entrenan, es importante porque no todo tiene porque ser acción, cada cosa lleva a otra y es parte de la trama. Además me gusta tu forma de narrar las acciones y golpes :)

    En cuanto a la criatura no puedo imaginarme lo terrorifico que pueda ser y encima hay más de uno T_T. Yo saldría cagando leches de ese lugar sin dudarlo xD. Un planeta sin contaminación es un sueño hecho realidad pero esas criaturas dan miedito y prefiero no vivir ahí si puede ser. A ver como salen con vida y que más cosas les aguarda.

    Por cierto, ¿en el espacio cuando cagan y eso lo tiran al espacio?.

    Sin nada más que añadir, hasta el siguiente, sigue así. Ya quiero leer el próximo :)
     
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    Trafalgar D Ace

    Trafalgar D Ace Usuario común

    Aries
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    Primero disculparme por la tardanza :FROWN1::FROWN1::FROWN1:

    Ahora al tema.

    Buenos combates combates me gustaron, pero la parte mas interesante para mi era la exploración del planeta, esa especie de oso ha sido bastante problemático, si uno da problemas varios ya ni te cuento, viendo lo resistente que son en caso de querer colonizar ese planeta para los humanos va a llevar un considerable gasto de recursos (ademas del viaje), por que protegerse de esas bestias van a necesitar muchas armas xd

    Pd: ¡¡¡Shun es un loser!!!
     
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  5. Threadmarks: Camino a la evolución
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
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    Saludos. Llegó el momento de publicar el capítulo 6 de esta segunda parte. Con la primera mitad ya superada, nos estamos acercando al que será el final de esta parte. Como verán, es mucho más corta que la parte I, y también será mucho más corta que la parte III, pero hay un motivo por el cual sentía que no encajaba con ninguna de las dos. Cuando lleguemos al final de esta parte y al comienzo de la siguiente, lo entenderán.

    Quiero decirles que este capítulo me ha gustado mucho, de hecho, es el cuarto capítulo de esta parte que más me gusta. Espero que ustedes también lo puedan disfrutar. Sin más que decir, los dejaré con la lectura.

    Aviso que en este capítulo habrá varias escenas de violencia explícita. Aunque yo no las considero tan fuertes como para ponerle ese prefijo a la historia, pero tengo que dar el aviso igual.


    Camino a la evolución:

    Todo el equipo del Zenith estaba aterrado al ver a esas criaturas de gran tamaño cerca suyo. Acabar con una había sido muy difícil, y ahora deberían lidiar con cuatro exactamente iguales, aunque estas se veían un poco más pequeñas en tamaño. A nadie le gustaba la idea de tener que pelear en contra de esos seres, dado a que parecían contar con un pelaje muy grueso y un cuerpo muy resistente, pero ya no quedaba otra opción. Solo había un camino para poder regresar a la nave, y estaba siendo bloqueado por esta especie desconocida.

    — ¡Las armas pesadas! — gritó Richard tomando su rifle — ¡Si usamos las pistolas nos van a matar!

    En menos de diez segundos, los soldados descolgaron los rifles de sus espaldas y los elevaron para apuntar a esas criaturas, quienes miraban fijamente hacia ellos. El miedo se apoderaba de todos, incluso del comandante Richard, quien nunca había enfrentado a algo así antes. Uno de ellos emitía gruñidos leves apenas audibles para ellos, lo cual lo hacía más aterrador que antes. Los otros tres permanecían en silencio, incluido uno de los que se acercó gruñendo en primer lugar.

    — ¡Disparen! — ordenó Richard abriendo fuego contra esas criaturas.

    Los disparos impactaron en el pecho de aquel ser, quien empezó a gruñir de dolor al recibir los tiros. Inmediatamente después, los otros tres gruñeron también, dando una clara señal de que pasarían al ataque. Ace, Michael y Gwyn centraron el fuego en el mismo al que su comandante había disparado, mientras que el resto apuntó y disparó contra uno distinto. Las criaturas se acercaron corriendo a velocidad media, mostrando una gran resistencia a los disparos de las armas. Claramente su cuerpo era casi impenetrable.

    Uno de ellos intentó clavar sus garras en la cabeza de Ace, quien se agachó rápidamente dejando de disparar para evitar que le cortaran el cuello. Richard, Michael y Gwyn decidieron dejar de disparar por miedo a herir a su compañero.

    — ¡Ace, apártate! — gritó Michael viendo como esa criatura estaba cerca de Ace.

    La bestia levantó su brazo intentando lanzar un ataque directo al cráneo de Ace para perforarlo con sus garras. Ace puso su rifle frente a su cabeza para evitar que su cráneo fuera alcanzado, sin embargo, la fuerza de esa criatura derribó a Ace al suelo y le hizo soltar su rifle, el cual ahora estaba muy lejos del soldado.

    — ¡Fuego, ahora! — gritó Gwyn queriendo aprovechar que Ace estaba en el suelo.

    Todo el equipo, exceptuando a Ace, disparó en simultáneo a la cabeza de la criatura. A pesar de su resistencia, los disparos fueron efectivos y le volaron el cráneo en cientos de pedazos, haciendo que la sangre, fragmentos de los huesos de la cabeza, y porciones de su cerebro salieran disparados y salpicando todo el lugar.

    Sin embargo, al eliminar a esa criatura, se descuidaron de las otras tres. Uno de ellos se acercó a Devlin y mientras corría, tiró un ataque con sus garras.

    — ¡Hermano! — Michael vio con horror como esa cosa se acercaba a él.

    — ¡Devlin, muévete! — Erin no quería ver a su novio asesinado por esas cosas.

    Devlin tuvo buenos reflejos y logró moverse hacia un costado justo a tiempo para evitar que su costado fuera desgarrado, sin embargo, el ataque lo alcanzó, rasgando un poco su traje de protección, lo que provocó que su rifle de asalto cayera al suelo. Tanto Devlin como Ace perdieron sus armas más pesadas, por lo que tuvieron que sacar las pistolas para seguir defendiéndose.

    — ¡Thomas, abajo! — gritó Richard viendo como uno de ellos se le acercaba a su soldado.

    Al darse vuelta, Thomas se encontró a uno de ellos corriendo hacia él. Ver de cerca a esa criatura provocó que un escalofrío recorriera el cuerpo de Thomas, quien le arrojó su arma a la cabeza para generar una distracción y poder esquivar el ataque. La criatura frenó un poco su avance al recibir el golpe del arma, y cuando quiso atacar, Thomas logró esquivarlo con un salto hacia la derecha muy fuerte. Sin embargo, ahora él también perdió su arma.

    Richard continuaba disparando contra uno de ellos, pero los disparos, incluso los que impactaban en la cabeza, no podían perforar los cuerpos de esas criaturas.

    — ¡Mierda, corran! — Richard sabía que si perdían los rifles estarían perdidos — ¡Corran a las montañas antes de que nos dejen sin armas!

    El grupo entero comenzó a correr a la mayor velocidad que sus cuerpos les permitía. Tenían cuidado de avanzar sin caerse, porque un tropezón podía poner fin a sus vidas. A pesar de que las criaturas corrían más lento que ellos, si llegaban a frenar, podrían terminar siendo alcanzados. La maniobra de escape, a pesar de su simpleza, les estaba dando resultados, ya que la distancia que le estaban sacando a las criaturas aumentaba. Una de ellas, viendo como las presas se les estaban escapando, lanzó un fuerte aullido. De pronto, empezó a correr en cuatro patas, demostrando que podían hacerlo de cualquier forma, y tras cinco segundos de tomar impulso, dio un salto ágil para acercarse al grupo. El salto fue muy alto y acortó en solo dos segundos, la distancia que había sacado el grupo. Estando en el aire, movió el brazo hacia atrás y luego hacia adelante para atacar a uno de ellos.

    Zoey estaba más cerca, por lo que ella se convirtió en el objetivo de la criatura. Esta la atacó con sus garras, logrando alcanzarla en la pierna. La chica emitió un grito de dolor mientras caía al suelo sintiendo el corte profundo que la criatura le había hecho. En efecto, ese corte fue muy profundo y muy centrado. El traje de protección se rasgó y una herida horizontal le abrió una herida enorme de la cual empezó a perder sangre.

    — ¡Zoey! — gritó Agustina frenando y viendo como su amiga estaba en el suelo desangrándose.

    — ¡Ayúdenme! — gritó la chica dándose vuelta viendo como la criatura se le acercaba a ella.

    Sin pensarlo demasiado, Ace se acercó corriendo hacia la criatura. Tomó impulso con las piernas, saltó, y le dio una patada en el brazo a la criatura. Sin embargo, su esfuerzo fue inútil, dado a que la criatura ni siquiera llegó a sentir el golpe. Miró a Ace con furia por haberlo atacado, y le lanzó un ataque con su otro brazo, el cual Ace consiguió esquivar agachándose a tiempo. Esa bestia decidió ignorar a Ace y centrarse en Zoey, quien quería aprovechar la distracción para moverse a rastrones. Moviendo su brazo con fuerza, le clavó sus garras en el centro de la columna vertebral, atravesando el traje de protección, la piel y la carne de la chica, que empezó a perder sangre mientras esa criatura le seguía clavando las garras en la misma herida, llenándose las manos de sangre mientras Zoey daba gritos de dolor que fueron escuchados con impotencia por sus compañeros.

    — ¡No! — Richard no podía creer que había perdido a uno de sus soldados — ¡No puede ser!

    — Zoey… — Agustina empezó a derramar lágrimas al ver como esa criatura desgarraba el cuerpo de su amiga, quien ya había dejado de gritar.

    — ¡Corran! — señaló Devlin a las otras dos que venían detrás de ellos mientras las lágrimas le empezaban a brotar de los ojos.

    Las otras dos criaturas seguían acercándose a ellos, por lo que el equipo del Zenith se decidió a no perder más tiempo. Odiaban abandonar así a Zoey, pero creyeron que su muerte podría ganarles algo de tiempo. Aunque pronto se dieron cuenta de que no sería tan fácil. Los otros dos pasaron de largo a su compañero, quien se encontraba comiendo la carne de una Zoey que ya se encontraba muerta. Aparentemente, cada uno cazaba su propia comida y no se compartía con nadie más.

    — Sigan adelante, sigan adelante — Richard levantó la voz lo más que pudo, sin llegar a producir un grito.

    Los demás seguían corriendo incesantemente a través del lugar, donde los árboles ya empezaban a estar más cerca entre ellos, lo que quería decir que estaban entrando a un bosque. Para los humanos les era fácil correr rápidamente e ir esquivando los árboles, pero las criaturas tenían problemas para eso. No porque no lo conocieran, si no debido a su enorme tamaño. Gracias a los árboles tan amontonados, estos ya no podrían saltar como el anterior, lo que quería decir que, mientras no se cayeran, estarían a salvo.

    A pesar de avanzar y avanzar, las criaturas no desistían en su objetivo. Ciertamente tenían hambre, y una vez elegida su presa, ya no iban a dar marcha atrás. Por su gran tamaño, los soldados creyeron que no deberían tener una buena resistencia, pero solo era una conclusión errada. Las bestias seguían corriendo tras ellos, sin poder aumentar la velocidad, pero sin disminuir el ritmo tampoco. La corrida se estaba prolongando demasiados minutos, y los soldados de la Tierra podían seguir adelante gracias al entrenamiento militar que habían tenido allí. Alguien que no tuviera una gran resistencia habría sufrido un calambre en las piernas, o falta de aire a causa de tanto correr. Afortunadamente, no era el caso de ellos, quienes seguían avanzando sin aumentar la velocidad, dado a que eso los podría cansar y ponerlos en peligro.

    El dron Vigía sobrevolaba la zona a la misma velocidad que ellos estaban corriendo, gracias a las mejoras que los ingenieros le habían aplicado. Sin embargo, ya no estaba siendo de utilidad. Las únicas imágenes que estaba captando eran las copas de los árboles, y no se podía ver nada a través de eso. El detector que llevaba era muy útil, dado a que funcionaba a pesar de la gran cantidad de árboles que había y permitía seguir la posición de los soldados.

    — ¡Estas cosas no van a parar! — exclamaba Erin muy aterrada — ¡Alguien más va a morir!

    — ¡No si seguimos corriendo! — le gritó Thomas, intentando alentarla a ella y a los demás a no frenar.

    — ¡Estuvimos corriendo media hora, y no se cansan! — Michael tomó la pistola para disparar hacia atrás mientras corría — ¡Déjennos en paz!

    Dado a la velocidad a la que efectuó los disparos, estos terminaron impactando en los árboles. La corteza de los mismos quedó agujereada al recibir las balas de calor de la pistola. Esto quería decir que las armas eran muy potentes, pero la piel gruesa de esa especie extraña era demasiado, incluso para las mismas.

    — ¡Ahí, a la derecha! — señaló Ace, cosa que todos vieron — ¡Hay una cueva de gran tamaño! — un enorme agujero daba entrada a la misma, y a pesar de estar afuera, podían ver que era extensa.

    — ¡Enciendan las linternas! — ordenó Richard a sus soldados — ¡Vamos a entrar!

    Cada uno de los soldados encendió la linterna de su traje, para después entrar en las profundidades de esa cueva. En la entrada la luz iluminaba el paisaje muy bien, pero mientras más se adentraban, perdían visibilidad, y tenían que quedarse solo con lo que sus linternas les mostraban. Las criaturas, que no dejaban de seguirlos, entraron sin problemas por la gran entrada que había.

    — ¡Mierda, nos siguen! — Agustina creyó que llegaría su final.

    — ¡Miren, hay una luz a unos metros, podría ser una salida! — Thomas señaló al frente.

    — ¡Hay que perderlos ahí! — Gwyn supo que, si no lo lograban, iban a morir devorados por esa especie.

    — ¡Un último esfuerzo! — Richard no quería que ninguno de ellos desistiera — ¡Si no hay escapatoria, tomaremos las armas y los fusilaremos antes de que salgan!

    El comandante y los siete soldados que quedaban aumentaron la velocidad para acercarse hacia esa luz que se estaba filtrando más adelante. Las criaturas los estaban perdiendo, pero no podían saltar dado a que la cueva tenía un techo muy bajo. A medida que las presas se les escapaban, empezaban a gruñir con fuerza. El equipo del Zenith llegó hacia el lugar por el cual se estaba filtrando la luz, y vieron que solo había espacio para que pasaran dos al mismo tiempo.

    — ¡Iré primero y veré si es seguro! — dijo Richard prohibiendo que pasaran por ahí — ¡Si me escuchan gritar, regresen y busquen la forma de volver a la nave!

    El comandante entró rápido ante la mirada de miedo de los soldados. Ace se dio vuelta y vio que los dos perseguidores los continuaban siguiendo, y que no tenían ninguna intención de detenerse.

    — ¡Es seguro, entren! — Richard dio el visto bueno.

    Erin y Gwyn fueron las primeras en entrar. Thomas y Agustina los siguieron. Michael y Devlin fueron los siguientes, y Ace entró al final. Las criaturas que los estaban siguiendo sin parar observaron que los humanos entraron por aquel hueco que había al final, y decidieron detenerse. No mostraban signos de cansancio, pero por alguna razón, dejaron de correr. Ahora solo se dedicaban a gruñir con fuerza, como si estuvieran descargando su frustración.

    Mientras los soldados estuvieron escapando, la criatura que mató a Zoey seguía devorando lo que quedaba de su cuerpo. Con sus garras cortaba la carne en varios pedazos, salpicando sangre y restos de sus órganos por todo el lugar. Y tras haberlos cortado, empezaba a devorarlos. Sus dientes eran largos y afilados, por lo que la carne que entraba en su boca era triturada en pedazos muy pequeños. Con cada minuto que pasaba, los restos de Zoey desparecían, quedando solo fragmentos de su traje y algunos órganos y partes de tejido que la criatura no estaba comiendo. Esta bestia comió hasta saciarse, quedando repleta después de haber desgarrado y despedazado el cuerpo de la humana. Sin embargo, se trataba de una criatura salvaje, la cual no tiene la capacidad de razonar, lo cual le hizo cometer un error grave. Durante la comida, ingirió partes del traje de protección de Zoey, el cual estaba hecho de un material resistente, incapaz de resistir un ataque de sus garras, pero resistente al fin. Estaba compuesto de cosas no comestibles, y que la criatura no podría digerir. Y al haber comido demasiado, en su estómago se acumuló una enorme cantidad de material tóxico para un ser vivo. Esta bestia empezó a sentirse muy mal, y finalmente, cayó de forma brusca al suelo. Haber matado y devorado a Zoey la había llevado a la muerte.

    […]

    Shun, Natasha, Paul, Casey, y Grace se encontraban comiendo algo en el cuartel militar en el que estaban. Dado a que no participarían de los siguientes combates, aprovecharon para saciar su hambre. Exceptuando a Shun, todos tenían una mirada que expresaba frustración por haber perdido sus combates. Grace se decepcionó de sí misma cuando recordó que no le pudo hacer casi nada de daño a Stuart. Paul intentaba digerir que Claire, una chica, lo había derrotado. Si bien, sabía que ella era buena en las peleas, no cambiaba el hecho de que siguiera siendo una chica. Casey intentó aprovechar las desventajas de Brandon, y el haber perdido haciendo eso le hizo dar más enojo que al resto. Creyó que usar una estrategia no le había servido de nada, y que la fuerza lo era todo para ganar, cosa que le parecía injusta, dado a que Brandon tenía una enorme fuerza. Mientras tanto, Natasha no dejaba de ver en su cabeza la forma en la que Xander la derrotó. La chica había recordado las veces que había luchado junto con Ace. Para ella, él era el mejor soldado que había conocido hasta el momento, a pesar de su traición al país. Había intentado imitar su estilo de pelea, combinándolo con algunas ideas propias. Tuvo la idea de que, si luchaba como Ace, ella sería invencible, pero aparentemente, no fue así. No dejaba de pensar en cómo podría terminar una pelea entre Ace y Xander, aunque probablemente este último se llevaría la victoria.

    Shun se sentía muy mal por ver a su novia desanimada. Y tampoco le agradaban las caras que sus otros compañeros. Quería decir algo para levantarles el ánimo, pero no encontraba las palabras adecuadas. Cuando Grace terminó de comer, se levantó de la mesa de forma seria y rápida.

    — No quiero ver el resto de combates — dijo mientras llevaba el plato que había usado a un lavavajillas — Iré a entrenar por mi propia cuenta. Después de todo, solo tengo que mejorar mi resistencia para poder pelear mejor.

    Ninguno de sus compañeros le dijo nada. Casey se apresuró a comer y luego también se levantó, aunque ella no dijo que era lo que iba a hacer.

    — ¿Y tú que harás? — le preguntó Paul muy interesado en ver que haría.

    — Iré a reflexionar y ver que se me ocurre para mejorar — respondió su compañera en forma cortante.

    Paul esperaba que Casey fuera a entrenar, para así poder ofrecerse como su compañero y tener una oportunidad de hablar con ella. Sin embargo, ella se notaba molesta, y claramente no querría que la molesten. Él no se sentía con deseos de entrenar, por lo que no tenía muchas opciones

    — Yo voy a presenciar las siguientes peleas — les dijo a sus dos compañeros — Buscaré a los demás.

    De esa manera, solamente Shun y Natasha quedaban en el comedor. Ambos comían sin prisa. Sentían que sus compañeros habían comido muy rápido, y ellos no querían apresurarse. Shun supo que podría encontrar la forma de levantarle el ánimo a Natasha, y que solo debería intentarlo.

    — No te desanimes — le decía Shun tomando su mano — Xander es el mejor soldado del grupo, es un año mayor que nosotros, y aun así le diste una buena pelea. Si fueran de la misma edad, te aseguro que le ganarías.

    — Pero no lo somos — Natasha agradecía el apoyo de Shun, pero eso no la hacía sentir mejor — Y la pelea ya está perdida. No tiene caso pensar en supuestos.

    — Entonces ya sabes que es lo que tenemos que hacer — le respondió Shun dejando de comer completamente — Tenemos que pasarnos la mayor parte del tiempo entrenando. Eres fuerte, Natasha. Eres la chica más fuerte que conozco, y sé que le puedes ganar a Xander. No te rindas solo porque te ganó una vez. Todo lo contrario, aprovecha esta derrota para volverte más fuerte. Cuando Ace me ganó hace dos meses, me concentré y me volví más fuerte que antes. Tú harás lo mismo, y a diferencia de mí, tendrás la revancha y la vas a ganar.

    Natasha se sorprendía de las palabras de Shun. Estaba claro que él no quería verla desmoronarse por una derrota, y sus palabras eran ciertas. Él fue derrotado y mejoró, lo que quería decir que ella también podría hacerlo. Reflexionó un poco más acerca de la pelea que tuvo con Xander, y se dio cuenta de que el soldado había hecho movimientos engañosos para que ella bajara la guardia. Era cuestión de volverse más fuerte y más experimentada para poder contrarrestarlos.

    — Es cierto — Natasha estaba muy determinada tras las palabras de Shun — No puedo dejar que una derrota me tire abajo. Si lo permito, eso podría ponerme en peligro. Tengo que fortalecerme, y si me vuelven a derrotar, tengo que continuar en ese ritmo.

    — Lo entiendes todo a la perfección — Shun le sonreía a Natasha, cosa que ella apreciaba — Cada día que pasa me gustas más. A pesar de haber estado tanto tiempo contigo, siempre sacas a relucir un nuevo y mejor aspecto de ti. Eres una chica increíble. Vas evolucionando cada día. Nada te detiene. Eres alguien digna de admiración.

    Natasha se sonrojó con los comentarios de Shun. Su compañero era realmente bueno para levantarle el ánimo y ayudarla en sus momentos más difíciles. Lo había hecho luego de la partida de Ace, luego de haber perdido la misión, y acababa de hacerlo justo ahora. Ella creyó que un compañero como él era perfecto para ella. Shun y Natasha terminaron de comer, y tras llevar los platos al lavavajillas, se dieron un abrazo que duró un largo tiempo. Al finalizar, decidieron ir con los demás, dado a que ya había pasado una hora, y era tiempo de continuar los combates.

    El grupo entero, exceptuando a Casey y a Grace se encontraba reunido en la sala de entrenamiento, listo para continuar con la siguiente ronda de combates. Antes de que pudieran comenzar, el comandante Frans entró a la base. Cuando los encontró reunidos, preguntó qué era lo que estaban haciendo. Xander le explicó que habían sorteado combates entre ellos, y que ya habían tenido lugar los primeros cuatro.

    — Desearía haberlos visto pelear — decía Frans, lamentándose por no haber estado allí para verlos en acción — ¿Quién pelea ahora?

    — Es el primer combate de lo que podríamos llamar segunda ronda — respondió Shun a su comandante — Stuart luchará contra Claire.

    — ¿Usted cree que puedo ganarle? — le preguntó Claire a Frans, esperando conocer su opinión.

    — Estaría sorprendido si no lo hicieras — la respuesta de Frans dejó a Stuart muy furioso, ya que creyó que tenía favoritismo porque la conocía desde antes de ir a la misión de saqueo de recursos.

    Los dos soldados se pararon uno en frente del otro, listos para empezar la pelea. Shun, quien seguía siendo el árbitro de los combates, dio la orden y empezaron a luchar. Stuart quería demostrarle a Frans que se equivocaba, por lo que atacó a Claire intentando dirigir un golpe de puño a su hombro derecho. La chica lo esquivó con facilidad desplazando su cuerpo hacia el costado, para después encajarle un puñetazo en el estómago a Stuart, quien sintió el golpe, pero no le causó mucho daño. Fue ahí que recordó que la habilidad de Claire para el combate eran sus reflejos, por lo que decidió tomar una postura defensiva y esperar a que ella lo atacara. Claire aceptó el desafío y le lanzó una patada al costado a Stuart, quien logró bloquearla poniendo su brazo. El soldado quiso darse prisa, por lo que lanzó un puñetazo a Claire. Este iba dirigido a la cabeza, movimiento que Claire esquivó de inmediato, a pesar de saber que, si se hubiera dejado golpear, Stuart habría sido descalificado. La chica se disponía a atacar, pero Stuart fue más rápido y logró levantar su rodilla para encajársela en el estómago a su rival.

    Stuart creyó que Claire estaba muy preparada para esquivar ataques, y fue por eso que lanzó el puñetazo a su cabeza, porque sabía que ella lo esquivaría de forma involuntaria, lo que le daría tiempo para un ataque. Sin embargo, eso ya no funcionaría dos veces, por lo que se las tendría que arreglar para vencerla sin repetirlo. Claire lanzó un codazo sobre el pecho de Stuart, el cual lo sintió como un gran pinchazo fuerte, y tras lograr conectar el ataque, retiró su brazo para evitar que Stuart pudiera tomarla y usarlo como ventaja. Posteriormente, Claire le lanzó cuatro golpes de puño, dos con cada mano, los cuales fueron muy rápidos para Stuart, y a pesar de sus intentos de bloquearlos, estos le terminaron dando en el torso. El soldado vio que estaba en grandes problemas. Su rival no solo tenía buenos reflejos, sino que se movía rápido. Decidió lanzarse de golpe sobre ella en un intento de taclearla y derribarla, pero ella se anticipó a sus movimientos, consiguiendo levantar su pierna y patearle el estómago. Ese golpe fue muy duro, y causó más daño que los anteriores. El soldado se tomaba la zona del estómago para sostenerse. Claire corrió hacia él, se tiró al suelo y rodó rápidamente para ponerse de espaldas y luego le dio un fuerte rodillazo en la columna. El golpe le había dolido a Stuart, quien lanzó un grito de dolor fuerte.

    La chica sonreía porque creyó que estaba por ganar, sin embargo, Stuart dirigió un codazo rápido y fuerte hacia el cuello de ella. Dicho ataque provocó que empezara a toser y a sujetarse la zona del golpe. Stuart juntó sus manos, listo para atacarla en el cuello nuevamente. Claire se agachó rápido, pero no lo suficiente, por lo que el golpe lo terminó recibiendo en la cabeza. Fue tan fuerte que ella cayó derribada al suelo, terminando la pelea.

    — La golpeaste en la cabeza — dijo Shun deteniendo a Stuart — Es un incumplimiento de las reglas que decidimos antes del combate. Quedas descalificado.

    — No entiendo esas putas reglas — Stuart se quejaba por haber perdido la pelea — Cuando luchamos contra el Zenith, no usamos esas reglas. Si nos los llegamos a encontrar en el espacio, no vamos a usar esas reglas. Es ridículo.

    — Es solo un entrenamiento, Stuart — Frans le llamó la atención a su soldado — No hay necesidad de dar golpes en la cabeza a un compañero. Aunque debo reconocer que tienes fuerza, y que claramente serás un soldado de utilidad en un enfrentamiento directo.

    — Da igual — Stuart se fue del lugar muy enojado, como si no le importara ver el otro combate — Sigan jugando con sus reglas. Luego somos nosotros los que terminamos perdiendo.

    Las palabras de Stuart molestaron a todos los presentes, principalmente a Frans. Él entendía su punto, y se dio cuenta de que un entrenamiento donde deben tratar de no lastimar a sus compañeros no tiene mucha utilidad, pero lastimar a un compañero en lo que es un simple entrenamiento tiene menos utilidad todavía. Claire solo recibió un golpe, por lo que ya estaba recuperada del todo. Brandon y Xander avanzaron al frente, dado a que era su turno de luchar.

    Shun les dio la orden para comenzar, y Brandon fue el primero en atacar. Sabía que Xander sería el soldado más difícil de vencer, por lo que debía derribarlo rápido. El soldado atacante le lanzó un puñetazo, el cual Xander consiguió bloquear sin problemas con su codo. El choque de su puño con el codo del adversario le terminó doliendo más a Brandon que a Xander, quien había logrado adivinar las intenciones de Brandon.

    El soldado musculoso decidió dar un salto y lanzar una patada en el aire al hombro de Xander, quien se agachó rápidamente para esquivarlo. Inmediatamente después, dio un salto hacia el suelo para rodar sobre su cuerpo, de la misma forma en que Claire lo había hecho, quedando así atrás de Brandon. Sin levantarse del suelo, movió su pierna hacia arriba dándole una patada detrás de la pierna, por encima de la rodilla para lo quedar descalificado. El golpe hizo que Brandon perdiera algo de equilibrio, cosa que Xander aprovechó para levantarse rápido y encajarle un rodillazo en la espalda muy fuerte. El golpe fue doloroso para Brandon, además de que le recordó la vez en la que uno de los soldados del Zenith, al que ya no recordaba, lo hirió en la espalda. Eso lo hizo enojar, por lo que se dio vuelta dando un giro con su cuerpo y dirigiendo un puñetazo fuerte al estómago de Xander, que no lo pudo evitar y se inclinó un poco ante el dolor. Brandon vio su ventaja y tiró un puñetazo con su otra mano hacia el pecho de Xander, dándole un fuerte golpe que lo hizo retroceder, pero sin perder el equilibrio. Al ver que esos ataques cortos le cortaban la movilidad, quiso intentarlo de nuevo y darle otro puñetazo. Xander lo estaba esperando, por lo que levantó la rodilla para interceptar el ataque de Brandon al mismo tiempo que lo golpeaba.

    — ¡Agh, hijo de puta! — Brandon exclamó de dolor al sentir un golpe tan fuerte en su mano.

    — Te apoyas demasiado en tu fuerza, Brandon — decía Xander con un tono de arrogancia — Eso no te servirá contra mí.

    Brandon corrió hacia él intentando darle un golpe con su otra mano. Xander vio la oportunidad de terminar la pelea, por lo que la aprovechó. Cuando su rival estuvo lo suficientemente cerca, dio una vuelta de carnero hacia adelante, dejando a Brandon de espaldas. Se levantó ágilmente y le dirigió un codazo en la espalda, en el mismo lugar donde le había dado un rodillazo previo. Brandon volvió a exclamar de dolor, para luego sentir como una patada en la parte trasera de su pierna derecha lo derribaba al suelo. Xander se acercó y le pisó el pecho a su enemigo, consiguiendo evitar que se levante, al mismo tiempo que ganaba la pelea.

    — Parece que el enfrentamiento final será entre Claire y yo — dijo Xander mirando a su novia — Pero eso ya lo supe desde el momento en el que se sortearon los combates — el soldado le extendió la mano a su compañero — Luchaste bien, Brandon. Tus movimientos y tu fuerza son superiores a la media. Pero tienes que perfeccionar muchas cosas si quieres ganarme.

    — Intentaré mejorar mis defectos — respondió Brandon, a quien no le gustaba perder, pero aun así lo aceptaba — Ya verás que llegaré a derrotarte.

    — Muy bien, solo queda la pelea de Claire contra Xander para determinar quién es el mejor — decía Frans, aunque él ya se imaginaba el resultado — Pero será mejor que vayan a descansar un poco. Así tendremos un encuentro excepcional.

    — Si me esperan, yo quisiera ir a comer — respondió Brandon pidiendo a sus compañeros que no empezaran la pelea hasta que no regresara.

    El soldado fue a la cocina para poder comer algo, mientras que Xander y Claire se irían a descansar un poco antes de su combate. Sin embargo, dado a que eran pareja, no iban a luchar de la misma forma en que lo hicieron con sus compañeros. Después de todo, ellos a se habían enfrentado varias veces, y ya conocían como terminaría una pelea entre ambos.

    […]

    Los soldados del Zenith habían cruzado esa abertura que se encontraba al final de la cueva. El lugar allí dentro estaba muy iluminado, como si el sol estuviera más cerca de alguna forma. Incluso había más luz allí que en la zona donde no había árboles.

    Sin tiempo para ponerse a analizar el lugar todos tomaron las armas. Ace, Thomas y Devlin perdieron sus rifles, por lo que se vieron obligados a tomar las pistolas. No eran demasiado efectivas, pero sería mejor que pelear a puño limpio. Iban a esperar a que aquellas criaturas se les acercaran para abrir fuego al mismo tiempo. El agujero que había en la cueva solo permitía que entrara una de ellas al mismo tiempo, lo que les daría ventaja cuando fueran atacados. Sin embargo, el tiempo pasaba, y ninguna de las criaturas salía por ahí. Esto les pareció raro, dado a que los tenían a una distancia no muy larga, por lo que ya deberían estar llegando al lugar.

    — ¿Qué ocurre? — preguntaba Richard acercándose al agujero con cuidado.

    El comandante observó bien hacia el interior del lugar por el que habían venido, y consiguió ver que las criaturas estaban ahí paradas. No se estaban acercando a ellos, y simplemente, se limitaban a gruñir.

    — Están inmóviles — las palabras de Richard sorprendieron a sus soldados — Solo se quedan ahí paradas y gruñen. Como si no se atrevieran a venir aquí.

    — Mierda, esas cosas son muy fuertes, ¿y no se atreven a venir hasta aquí? — preguntó Thomas de forma retórica — ¿Quiere decir que aquí dentro hay algo aun peor que ellos?

    — Dios, espero que no — Gwyn estaba aterrada solo de imaginarlo.

    — Sea como sea, tenemos que buscar una forma de salir desde aquí — respondió Richard empezando a caminar para explorar el lugar — De ninguna manera podremos escapar por esa cueva. Vamos. Permanezcan alertas y no se separen.

    El comandante tomó su rifle y empezó a caminar al frente de la fila de soldados. Thomas lo seguía de muy cerca. Michael, Gwyn, Erin y Devlin iban justo detrás, a solo unos pasos de los mismos. Ace estaba por acompañarlos, cuando notó que faltaba alguien.

    El soldado volteó y vio que Agustina estaba con la vista fija en el hueco por el que entraron. Al acercarse más, vio que ella tenía varias lágrimas en los ojos, claramente por la muerte de su amiga. Ace se acercó para intentar ayudarla.

    — Agustina, tenemos que ir con los demás — dijo el soldado hablando con delicadeza.

    La chica no respondió a las palabras de su compañero, y se mantenía con la vista puesta en el hueco. Ace se acercó a ella y colocó su mano sobre su hombro.

    — Escucha, tenemos que seguir moviéndonos — le dijo Ace mirándola fijamente — No hay que separarnos de los demás.

    — …Está bien — Agustina se quitó las lágrimas de los ojos y empezó a caminar hacia el frente, en la dirección donde sus amigos se habían ido.

    Ace decidió asomarse por el agujero y ver a las criaturas para asegurarse de que no era una trampa. Efectivamente, no lo era. Las criaturas ya no estaban ahí. Se habían alejado y habían desaparecido de la vista del soldado. Ace no sabía si sentirse aliviado de que sus perseguidores se habían alejado, o aterrado de pensar que el motivo para alejarse era porque en dicho lugar pudiera residir algo más peligroso. Sin intenciones de quedarse alejado del resto del grupo, Ace se acercó a sus compañeros. El soldado no podía dejar de ver a Agustina. Su compañera tenía la mirada perdida, y avanzaba a paso lento y muy cabizbaja.

    — ¿Necesitas ayuda? — Ace se sentía con obligación de preguntar.

    — Zoey era mi mejor amiga — respondió Agustina, recordando todas las veces que hizo equipo con ella — Esas bestias la mataron, como si no fuera nada… nuestras armas no fueron suficientes para detenerlas. No quiero quedarme aquí para ver cómo nos matan al resto de nosotros — tras decir esas palabras, algunas lágrimas empezaron a correr de sus ojos, pero eran lágrimas de miedo, y no de tristeza — Lo único que quiero ahora mismo es salir de aquí.

    — ¿Quieres regresar a la Tierra y dejar la misión? — preguntó Ace muy curioso por las palabras de su compañera.

    — No, no quiero abandonar la misión — Agustina se sentía un poco ofendida por la pregunta de Ace — Pero este lugar no es seguro. Solo quiero regresar a la nave y salir de aquí… Pero esas criaturas no nos van a dejar…son demasiado fuertes, y nos van a matar a todos nosotros.

    — Eso no va a ocurrir — Ace dijo esas palabras intentando tranquilizarla — Escucha, te prometo que voy a buscar una forma de llevarte a la nave con vida. Esas criaturas no van a lastimarte.

    — ¿Cómo piensas hacer eso? — preguntó Agustina queriendo saber qué era lo que tenía en mente.

    — Vigía aún sigue ahí afuera — Ace supo que el dron les podría dar una esperanza — Solo tenemos que hacer que él nos trace un camino, y así podremos escapar. Pero primero tenemos que averiguar en donde estamos.

    — Eso es verdad — le respondió Agustina caminando más rápido para alcanzar al grupo — Gracias.

    — Escucha, lo que dije no fue una mentira solo para tranquilizarte— le respondió Ace de forma seria — Te prometí que te llevaría de vuelta a la nave con vida, y eso es lo que pienso hacer. No te preocupes por las criaturas, ayudaré a Richard a encontrar como vencerlas.

    Agustina asintió muy aliviada de contar con la ayuda de Ace. Ambos soldados se acercaron más al grupo, dado a que habían quedado muy lejos de estos últimos. Al acercarse, escucharon una conversación que estaban teniendo.

    — Esas cosas… — decía Devlin intentando buscarles un nombre — ¿Qué son? Parecen una mezcla de varios animales.

    — Es verdad — respondía Gwyn recordando la forma horrible que mostraban esas criaturas — Es como…como si su especie hubiera evolucionado hasta convertirse en el depredador perfecto.

    Estaba claro que esa conversación no ayudaba a tranquilizar a nadie, dado a que el simple hecho de pensar en esas criaturas era aterrador. Los soldados decidieron centrar la vista en el entorno, para despejar su mente y también para cuidar que no serían sorprendidos otra vez. El lugar era muy extraño ante sus ojos. Estaban completamente rodeados por paredes de piedra, y encima de ellos, a una altura de aproximadamente unos veinte metros, tenían un techo de piedra que los cubría. El suelo que pisaban sus pies era tierra seca, dejando en claro que el agua de lluvia no llegaba hasta ese lugar.

    — No salimos de la cueva — Michael sacó una conclusión acertada — Seguimos en ella.

    — Pero esto no tiene sentido — decía Erin observando el techo — ¿Por qué hay mucha luz en este lugar? El sol no debería ser capaz de filtrarse por el techo, e incluso si pudiera, no debería ser suficiente para iluminarlo de esta forma.

    — Este planeta es demasiado raro — le respondió su amiga, Gwyn — No sé ustedes, pero yo quiero salir ya mismo de este lugar.

    No había nadie que no estuviera de acuerdo con eso. Todo lo que estaba pasando era muy misterioso y no tenía explicación alguna. Además de eso, el objetivo de aterrizar en el planeta era buscar algún indicio que les diera una respuesta sobre la gran catástrofe, y no habían encontrado nada que los pudiera ayudar.

    — Vean, al frente — Thomas les llamó la atención mientras señalaba hacia adelante — Se nota que hay una cuesta abajo.

    — Es verdad — Ace también lo notó — Tal vez podamos encontrar una salida si nos acercamos.

    — Intentémoslo — Agustina solo deseaba salir de ese lugar, por lo que no le pareció una mala idea.

    — Tengan las armas preparadas — les dijo el comandante Richard — No sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar ahí.

    Listos para disparar en caso de ver algo peligroso, el grupo entero se acercó hasta el lugar, ansiosos, pero a la vez aterrados por ver que es lo que iban a descubrir. Se acercaron lentamente hacia la cuesta que estaba en el lugar, y al llegar, observaron algo que los dejó sorprendidos y aterrados al mismo tiempo.

    Cuesta abajo, había un cráter gigante, el cual había sido formado por un meteorito de gran tamaño, el cual estaba emitiendo un brillo muy fuerte. Fue ahí que se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo. El resplandor que estaba iluminando la cueva no era la luz de una estrella como el sol, sino la radiación emitida por un meteorito que cayó al planeta. El lugar entero estaba cubierto de radiación, y todo este tiempo, habían estado expuestos a ella.
     
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  6.  
    Trafalgar D Ace

    Trafalgar D Ace Usuario común

    Aries
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    De nuevo todo el protagonismo para el Zenith y desde mi punto de vista muy acertado ya que desde mi punto de vista es mucho mas interesante

    En el primer planeta ya hubo la primera muerte.
    ¿Radiación? deberían ser inmunes a ellas pero nunca se sabe con cosas del espacio ¿Sera eso lo que hizo retroceder a las bestias? ¿O aparecerá un bestia radiactiva?

    Pd: ¡¡¡Vaya capitulo!!!
     
    Última edición: 25 Mayo 2018
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  7.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    Capítulo superior a los que venías publicando últimamente (no digo que fuesen malos ni aburridos, todo lo contrario, simplemente éste aumentó el nivel XD). He de decir que el final me ha sorprendido muchísimo y me deja con mucha intriga y ganas para el próximo capítulo. Pero bueno, comentaré paso a paso.

    Primero vemos a Zenith luchando contra esas bestias y nos hemos llevado la primera muerte de la segunda parte (si no me equivoco no murió ningún otro personaje en ésta parte). Una muerte que pese a ser Zoey, un personaje con apariciones residuales y con poca aportación a la historia, si satisface mis demandas de sangre XD. Su muerte ha sido brutal y explícita, incluso me la he podido imaginar y no se la deseo ni a mi peor enemigo. Aunque finalmente esa bestia murió por ingerir trozos del traje, por lo que se puede decir que la soldado ha muerto matando. Algo es algo.

    Después tenemos a Black Meteor y su torneo modo pachanga entre amigos. Los combates ahora tenían más nivel (pues los débiles fueron eliminados en la primera ronda) y aquí quiero decir dos cosas. La primera es que Stuart se ha terminado de consagrar, al menos para mí, como un tipo despreciable y cruel. Sin duda, pese a que lo odie, admito es que de los personajes más completos de la historia. Segundo, creo que Brandon podría ser más útil en general si se le da más protagonismo. Su fuerza le hace ver como el tanque del grupo, pero no suele destacar mucho. Espero que su rol pueda ir creciendo.

    Y por último regresamos con el Zenith ahora que ha huido de esas cosas que les seguían. Me sorprendió mucho que las bestias no quisieran seguirles y supuse inmediatamente que habían cruzado al lado equivocado y que el peligro sería aún mayor. Con el final ya está confirmado: la radiación la huelen, la detectan o lo que sea, y saben que no deben acercarse. Ese cráter parece una clara evidencia de La Gran Catástrofe y estoy deseando ver que conclusiones sacan de éste peligroso pero importante descubrimiento, además de que espero que la radiación no termine matando a otro miembro.

    Nada más que añadir, muy buen capítulo y con mucha curiosidad de cara al próximo. Un saludo, amigo.
     
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  8.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola.

    He de decir que este capítulo ha aumentado mi curiosiodad a niveles fuera de la gráfica, pero primero lo primero, así que vamos al lío.

    Primero; Me sorprende mucho la primer muerte del equipo; Zoey. Una chica que no aportó mucho (o nada) a la historia y que solo tuvo algunas apariciones pasajeras en varios de los capítulos hasta el día de hoy. La verdad es que a pesar de su poca importancia en el elenco de LGC, debo decir que me da algo de penita. Esa muerte tan cruel que tuvo, hombre, me hizo recordar las películas de SAW, casí quedo en shock. Definitivamente no le deseo a a nadie una muerte así, probre. Zoey, descansa en paz...

    Segunto; Los de BM siguen con su torneo estilo Dragon Ball Z y como siempre los insectos (como dice Vegeta) han quedado fuera, dejando a los "mejorcitos" adentro. Stuart es un pendejo de mierda, la verdad me choca su actitud y aun peor que atacara a Claire de la forma en que lo hizo. Esta bien si fuera una batalla contra los del Zenith, pero atacar así a un compañero está muy mal. De seguro todavía sigue molesto porque no pudo a tener a Julie para él solito. Espero que le den su merecido pronto, no me extrañaria si Xander o la misma Claire lo hiciera.

    Brandon es un buque de guerra y como tal debería tener un poco más de peso en la historia. Por el momento, no me importa mucho la importancia que tiene, estoy seguro que en esta temporada querrás centrarte en otros aspectos, dejando por fuera el desarrollo de algunos personajes. Ya habrá tiempo para que Brandon llegue a tener la importancia que se merece, aun queda mucho de LGC por ver. Por cierto, espero que el ganador del torneo de BM reciba un autográfo de MR.Satan XD.

    Y para terminar me has dejado con una intriga tremenda por saber más del gran descubrimiento que han hecho los de Zenith. Estoy casi seguro de que las bestias de ese planeta son como son por culpa del meteoro que cayó en ese lugar y sobre todo por la radiación que dejó. A lo mejor algo nuevo obtendrán los chicos al ser expuestos por la inmensa fuente de radiaxción, seguro que no les afecta ya que han sido expuestos por lo ocurrido en La Gran Catástrofe. Sin duda, estaré al pendiente de la actualización.

    En todo el capítulo solo encontré dos errores que no entorpecen con la lectura. No te los remarco porque en este momento estoy desde el móvil y es un poco dificil, pero no es nada que tengas que preocuparte. Es todo lo que tengo que decir, nos vemos el próximo viernes con la continuación. Saludos.
     
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  9.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

    Cáncer
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    Siiiiiiiiiiiiiiiiii una muerte, y espero con ansias que maten a todos y cada uno de ellos :D

    Ok, ahora en serio. Me ha sorprendido mucho la muerte de Zoey aunque no me ha entristecido, el ver Saw y demás hace que sea inmune a las muertes, pero también la muerte de las dos criaturas, una a balazos y otro por el ansia de comer. El final me ha dejado helado, han estado expuestos y por eso las bestias esas no se atreven a entrar a la cueva.

    La tienen j....si quieren salir con vida, no puedo imaginar como seguirá porque por un lado si se quedan pueden morir pero es que fuera están las bestias...los otros a lo suyo, zampando y demás xD.

    Ace me gusta cada vez más y es un buen líder, tengo ganas de saber como han evolucionado o llegado esas cosas ahí, que otras criaturas habrá en el planeta y sobretodo...quien...sera...el siguiente...en morir....*música siniestra de fondo*....

    Podrías meter un personaje de mi historia, o al menos el nombre...Aendir...Kizon...*deja caer la cosa*

    Capítulo muy bien desarrollado y narrado, hasta la próxima :D
     
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  10. Threadmarks: Revolución de energía
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    5209
    Saludos a todos. Llegó el momento de publicar el capítulo 7 de la segunda parte. Espero que este capítulo les guste, dado a que es uno de los más importantes dentro de la historia, tanto para la segunda parte como para el resto de la saga. A decir verdad, el capítulo anterior y el que están por leer ahora son los que le dan sentido al nombre de esta parte. Estoy seguro de que quedarán con la boca abierta, sobre todo en el final, pero eso no lo sabré hasta que no lo lean y comenten.

    Luego de este capítulo, solo quedarán 3 capítulos más, los cuales yo considero como los tres mejores capítulos de esta parte. Aun así este capítulo valdrá la pena.

    Sin más que decir, agradezco a todos los que hayan llegado hasta aquí, y les pido que por favor no abandonen la historia ahora que estamos por entrar en la mejor parte de la misma. Los dejaré leer tranquilos.


    Revolución de energía:

    Aquel descubrimiento dejó boquiabierto a todo el equipo. No podían creer que un meteorito de ese tamaño estuviera en aquel lugar, incluso que la radiación que traía consigo siguiera en aquel lugar. Al parecer, esa cueva no estaba habitada por nadie, y al ser un espacio cerrado, la radiación permaneció allí dentro. Ahora el grupo entero empezaba a preocuparse. Era la segunda vez que quedaban expuestos a la radiación de un meteorito, y no sabían que era lo que les podía llegar a pasar ahora.

    — Tengo que verlo más de cerca — decía Richard empezando a bajar la cuesta para acercarse al meteorito.

    Los siete soldados no querían quedarse solos, por lo que acompañaron a su comandante manteniendo siempre la distancia. El meteorito que estaba en ese cráter se les hacía más grande a medida que se estaban acercando. Los soldados empezaban a sacar hipótesis sobre aquel descubrimiento.

    — Si este meteorito está aquí, quiere decir que la catástrofe también golpeó este planeta — Gwyn creyó que era la explicación más lógica.

    — Creí que solo la Tierra recibió el impacto de los meteoritos — Richard recordó el día del anuncio de la caída — Cuando nos comunicaron sobre el suceso, nos dijeron que los meteoritos se estaban dirigiendo hacia la Tierra, pero que no había indicios de que fueran a caer en otros planetas del Sistema Solar.

    — Esto también explica por qué estas criaturas son capaces de resistir el impacto de nuestras balas — decía Thomas pensando que estarían en problemas — Sus cuerpos de por sí ya debían ser resistentes antes, y ahora deben haberse vuelto más fuertes.

    — Estaremos en problemas si no encontramos una salida — Michael miraba a ambos lados en busca de un lugar por donde salir.

    El grupo entero caminó hasta el meteorito. Este seguía despidiendo radiación al aire del interior de la cueva. Richard lo contempló más de cerca. Mientras lo hacía, intentaba recordar algo que había ocurrido hace varios años.

    — Tiene las mismas características que los meteoritos que cayeron a la Tierra — Richard recordó cuando observó los meteoritos tras que hubieran caído al planeta — Entonces no se trata de un accidente o de una casualidad. La catástrofe también ocurrió aquí.

    — Si ocurrió aquí, quiere decir que pudo haber ocurrido en otros planetas — respondió Ace, quien cada vez entendía menos — Hay tantas cosas que no sabemos. ¿De dónde vinieron? ¿Por qué están cubiertos de radiación? ¿Por qué cayeron aquí y en la Tierra?

    — Algo extraño debe estar ocurriendo en el universo — Devlin pensaba en voz alta — Esto no ocurrió nunca antes desde que la humanidad comenzó. Sea lo que sea, no es normal.

    — Probablemente en otros planetas haya ocurrido lo mismo — respondió Erin apoyando la teoría de Devlin — Si pasó en dos planetas, debe haber pasado en otros.

    — Han pasado varios años desde la catástrofe, y aun no sabemos nada — Thomas se mostraba frustrado al mismo tiempo que estaba asustado — ¿Recuerdan qué nos dijeron que un país había enviado una nave hace dos años? ¿Y qué esa nave nunca regresó?

    — Sí, lo recuerdo, Richard nos lo contó — respondía Agustina recordando ese día.

    — ¿Qué tal si ellos descubrieron la verdad? ¿Y que hubiera sido eso lo que los obligó a desaparecer? — preguntó Thomas a todos sus compañeros.

    No había forma de afirmar que lo que dijera pudiera ser cierto, pero era una idea muy espeluznante, y si la catástrofe cayó en otros planetas además de la Tierra, no había nada que les pudiera resultar imposible para ellos a estas alturas. Cualquier probabilidad, sin importar lo baja que fuera, podría cumplirse. La salida para encontrar las respuestas a la catástrofe solo estaba generando más preguntas. El misterio que envolvía ese hecho particular seguía creciendo.

    Richard no dejaba de mirar como la radiación salía del meteorito. No lo había podido observar en su momento dado a que estuvo refugiándose de los meteoritos, y cuando consiguió llegar a ver uno de ellos, ya no tenía radiación. Sus soldados no le daban importancia, dado a que la caída de los meteoritos ocurrió cuando ellos eran demasiado pequeños como para poder recordarlo. Tras mirarlo por un largo tiempo mientras sus soldados discutían, el comandante les llamó la atención.

    — Maldición, estamos en problemas — decía el comandante llamando la atención de todos.

    — ¿Por qué? — Erin no entendía lo que estaba ocurriendo.

    — Porque acabamos de estar expuestos a la radiación… por segunda vez — respondió Richard haciendo que todos sus soldados pensaran en ello — Varias personas murieron cuando la radiación entró a sus cuerpos. Otras sobrevivieron. Con el daño que sufrieron los edificios al momento de la caída, y todas las muertes que se habían producido ese día, no hubo tiempo de obtener muestras de la radiación. Los doctores y científicos no pudieron analizarla, y nunca pudimos determinar por qué algunas personas murieron y otras no. Y por supuesto, no sabemos qué efecto puede traer una segunda exposición. Podríamos morir, podríamos evolucionar a algo mejor, podríamos… no lo sé. Cualquier cosa nos podría pasar.

    — Esperen, ya hemos estado expuestos un largo rato y no nos pasó nada. Tal vez una segunda exposición no tenga efectos en nosotros — Thomas quería buscar una forma de tranquilizarse, pero se estaba engañando a sí mismo. Las palabras que había dicho fueron en un tono acelerado.

    — Hay que darnos prisa y salir de aquí — Ace ya no quería pasar más tiempo dentro de ese lugar — Tal vez no nos haya pasado nada todavía, pero si nos quedamos podríamos estar tentando a la suerte.

    — No tengo motivos para quedarme en un planeta así — Erin estaba de acuerdo con su compañero — No obtuvimos ninguna respuesta, y solo fuimos atacados por una raza hostil. Mientras más rápido nos vayamos será mejor.

    — Intentemos buscar una salida desde aquí dentro — les indicó Richard a sus soldados — Usaremos a Vigía una vez que lo logremos.

    Los soldados pensaron que el motivo por el que las criaturas que los habían atacado no los hubieran seguido hasta el interior de la cueva era la existencia de la radiación. Estaba más que claro que esos seres sabían que no debían meterse en ese lugar, por más primitivos que pudieran parecer. Eso les daba tranquilidad al mismo tiempo que les creaba otra preocupación.

    Supieron que no se encontrarían con más de esas criaturas ahí dentro, por lo que estaban algo más calmados. Pero era eso mismo lo que hacía que se preocuparan. Si no se atrevían a entrar ahí, quería decir que la radiación era peligrosa. Lo cual les daba más motivos para salir de ahí. Los soldados se dividieron en cuatro grupos de dos personas para explorar el lugar más rápido. El lugar era muy extenso, pero gracias a los comunicadores de los trajes, no tendrían que gritar para llamar a sus compañeros. Richard fue junto con Thomas. Michael fue con Gwyn, y Erin con Devlin. Ace fue con Agustina. Mientras exploraban una salida, Ace no dejaba de observarla para verificar que se mantuviera atenta en todo momento, y ayudarla a concentrarse en caso de que lo necesitara. Por el momento, la chica parecía estar bien. En su rostro se veía el dolor por la muerte de Zoey, y el miedo a ser la siguiente, pero eso no le impedía estar concentrada en todo momento. Había decidido que hablaría con ella sobre la muerte de Zoey cuando se encontraran en la nave, dado a que perder a su mejor amiga debería ser un golpe muy fuerte. A Ace le agradaban todos sus compañeros, y el haber pasado una semana en el espacio lo volvió más cercano al resto del equipo. Si a él mismo le dolía la pérdida de Zoey, no podría imaginarse el dolor por el que estaría pasando su compañera. Sin embargo, tenía que guardarse esa conversación para cuando estuvieran en la nave. Ahora mismo necesitaba que se concentrara al máximo.

    Después de una búsqueda incesante por el interior del lugar, los soldados no lograron toparse con nada. No había huecos que dieran hacia otra cueva, o un agujero que condujera hacia el exterior. Se volvieron a reunir cerca de donde estaba el meteorito. Todos tenían la esperanza de que alguien hubiera encontrado una salida, pero se desvaneció cuando estuvieron reunidos allí. Eso solo quería decir que la única forma de salir era por donde habían entrado.

    — Maldición, los trajes no pueden pedir un rescate al Zenith — Richard estaba muy frustrado por eso — Incluso aunque pudieran, el Zenith no tiene preparado a un equipo para venir a rescatarnos. Y en el remoto caso de que lo tuvieran, moriríamos antes de que llegaran.

    — Eso quiere decir que estamos por nuestra cuenta — respondió Michael, creyendo que las posibilidades de sobrevivir se les estaban reduciendo.

    — Solo nos queda Vigía — Gwyn estaba aterrada por lo que estaba ocurriendo — Él tendrá que ser nuestros ojos.

    — Qué lástima que no lo equiparon con una sirena o una bocina — decía Thomas muy asustado de lo que iba a pasar ahora — Podríamos haber usado eso para distraer a esas bestias. No son inteligentes, de seguro habría funcionado.

    — Es un dron de exploración — Devlin respondió — No tendría que tener esa función. Se supone que usaríamos las armas ante el peligro.

    — Pero las armas tampoco nos fueron de utilidad — pensaba Thomas mientras recordaba el enfrentamiento con esas cosas — De hecho, Ace, Richard y yo hemos perdido las nuestras. Y las de Zoey están tiradas por ahí.

    — Solo quiero que esto termine — Agustina se llevó las manos a la cabeza muy preocupada por lo que estaba ocurriendo — No quiero que nadie más muera.

    — Todo dependerá de Vigía — decía Richard evitando que los soldados siguieran hablando, ya que también estaban poniéndolo nervioso a él.

    El comandante tomó el control del dron. Los siete soldados activaron sus pantallas para ver las imágenes que este les estaba transmitiendo. Vigía había quedado sobrevolando entre una zona de montañas, probablemente rotando sobre el eje de los dispositivos que su detector podía localizar. Richard decidió moverlo hacia atrás, por el lugar por el que habían venido para ver si el camino de regreso a la nave estaba despejado. Antes de analizar el interior de la cueva, sería mejor ver el exterior, puesto que no serviría de nada salir para luego descubrir que tenía más criaturas adelante.

    — ¡Mierda, no! — exclamaba el comandante mirando la pantalla.

    Todos los soldados hicieron lo mismo, y al ver las imágenes que su dron les estaba transmitiendo, se dieron cuenta de que había unas cinco criaturas en el lugar donde habían sido atacados. Todas estas eran de un tamaño más pequeño, y estaban devorando a una sexta, que era más grande y se encontraba muerta. Asumieron que se trataba de la criatura que había matado a Zoey, dado a que estaba en el mismo lugar en el que había ocurrido todo.

    — Ahora tenemos que lidiar con ellos — dijo Ace, dándose cuenta de que su suerte no hacía más que empeorar a cada momento.

    — Son más pequeñas en tamaño que las que nos atacaron — Devlin quería ver el lado positivo de la situación — Tal vez nuestras armas tengan algún efecto sobre ellos.

    — ¿Y qué ocurre con las otras dos que están en la cueva? — preguntó Agustina muy preocupada porque ahora tenían más enemigos contra los que luchar — No las hemos visto, lo que quiere decir que siguen aquí dentro esperándonos.

    — Tenemos que estar agradecidos de que sean egoístas y no quieran compartir — Gwyn pensaba en voz alta — De lo contrario, habrían llamado a más de su especie para que vinieran a comernos.

    — Tendremos que luchar contra ellos — decía Richard sabiendo que era la única opción — Voy a meter a Vigía en la cueva y ver si podemos planear una estrategia.

    — Con cuidado — advirtió Michael — Si las criaturas lo ven y lo destruyen, será nuestro fin.

    — No tienes que agregar más presión a…

    Pero Richard no pudo terminar la frase que iba a decir. En medio de su diálogo, lanzó un fuerte grito de dolor a medida que se sujetaba el pecho. Sus soldados se aterraron al escucharlo gritar de esa manera. Al dirigir su vista hacia él, vieron que no dejaba de gritar mientras se tomaba el pecho y caía de rodillas al piso. Inmediatamente después, todo su cuerpo quedó tumbado en el suelo. Los gritos habían cesado de un momento a otro.

    — ¡Comandante, ¿qué ocurrió?! — Michael quedó aterrado al verlo caer así.

    Antes de que Richard pudiera responder, fue Thomas quien empezó a gritar de dolor. Al igual que le había pasado a su comandante, empezó a sentir un peso muy fuerte en el pecho. Los gritos aterraban a sus compañeros, mientras que él no dejaba de sufrir.

    — Déjate caer al suelo — le indicó Richard hablando muy despacio.

    Thomas obedeció de inmediato, tirándose por completo hacia el suelo. El dolor que estaba sintiendo se había ido.

    — ¿Qué está ocurriendo? — preguntó Agustina horrorizada al ver esa escena.

    — Mi cuerpo… — Thomas hablaba despacio para no cansarse demasiado — Siento que pesa una tonelada. No puedo moverme.

    — Tírense al suelo si empiezan a sentir dolor en el pecho — les dijo Richard a todos ellos.

    En poco tiempo, el mismo dolor que los había atacado a ellos dos le llegó al resto del equipo. Apenas lo sintieron, se dejaron caer al suelo. De alguna forma, una vez allí, el dolor había desaparecido. Sin embargo, tanto el comandante como los siete soldados de su grupo se encontraban tirados en el suelo, totalmente inmóviles. Tal y como Thomas había dicho, sus cuerpos pesaban demasiado, al punto de que no podían realizar ninguna clase de movimiento. Lo único que podían hacer era mover los párpados y los labios, además de respirar. Los soldados intentaban moverse a rastrones, pero era inútil, dado a que no podían despegarse del suelo. Por más que lo intentaban con todas sus fuerzas, sus cuerpos no tenían fuerza suficiente como para levantar el peso que estaban sintiendo en ese momento.

    — Son los efectos de la radiación — a Richard no le quedaba ninguna duda de que sus cuerpos sufrían las consecuencias de la exposición — No logramos salir de aquí a tiempo, y ahora estamos atrapados.

    — No… — Ace susurraba intentando gritar, sin éxito — No… Todo lo que luchamos, todas las cosas que hemos pasado… ¿fue solo para que todos muriéramos aquí?

    — No lo puedo creer — Michael empezaba a derramar algunas lágrimas mientras pensaba en ello — No lo puedo creer…

    — Cometimos un grave error al venir aquí — decía Gwyn, quien pasaba por lo mismo que su compañero.

    — Perdónenme — le decía Richard a sus soldados, quienes no entendieron por qué se disculpaba — Tendría que haber hecho que bajáramos con las armaduras… Tal vez así podríamos habernos enfrentado a esas criaturas… Lo lamento — tras decir esas palabras, el comandante estaba empezando a experimentar cansancio — Soy un tonto. Los condené a morir aquí, y también condené a varios soldados más… Cuando vean que no hemos actualizado nuestra posición, van a enviar soldados a buscarnos, y se van a encontrar con lo mismo que nosotros. Quién sabe cuántos de ellos morirán por mi error.

    — No fue culpa suya, comandante — Thomas quería buscar la forma de hacerlo sentir mejor — Todos podemos cometer errores cuando no tenemos una visión completa del panorama.

    Esa frase que Thomas le estaba diciendo, fue la misma que Richard le había dicho cuando estaban en la nave. Las palabras solamente habían hecho que Richard se sintiera aun peor. Su soldado había logrado alcanzar una gran madurez, y por uno de sus errores, eso no lo llevaría a ningún lado. Finalmente, decidió dejar de luchar y rendirse ante el cansancio. Todos vieron como Richard había cerrado los ojos, muy apenados por él, y porque ellos correrían el mismo destino. Thomas estuvo pensando si debería decirles a sus compañeros la verdad acerca de lo que ocurrió con Harold y con Julie, ahora que todos iban a morir allí mismo. Sin embargo, no lo hizo. No tanto por él, sino porque creyó que Michael y Devlin no necesitarían sufrir más de lo que estaban sufriendo ahora. Decidió llevarse el secreto a la tumba con él. Finalmente, él también se rindió al haber cerrado los ojos.

    — Erin, Michael… — Devlin estaba cada vez más cansado, pero quería asegurarse de despedirse — Los amo… Te amo Erin… Te amo, hermano…

    — Yo también te amo, Devlin — Erin ya no resistía más, y el peso de su cuerpo la dejó totalmente inconsciente.

    — Gwyn, Devlin… — Michael decidió hacer lo mismo mientras ellos dos aun estuvieran conscientes — Adiós. Espero verlos pronto.

    — Michael… — Gwyn quiso despedirse de él, pero no logró decir nada.

    Los únicos que quedaban ahora eran Agustina y Ace. La chica derramó varias lágrimas al ver como sus compañeros se iban uno a uno, y decidió que ya era inútil resistirse, por lo que se dejó llevar también. Ace la observó mientras las lágrimas le caían por su rostro. En el poco tiempo que le quedaba, pensó en Natasha y en Julie. No pudo mantener sus promesas con ellas, y ahora tampoco podría mantener la promesa que le hizo a Agustina. Todas las promesas que él hizo quedaron sin cumplir, lo cual hizo de sus últimos momentos una tortura aun peor.

    — No pude cumplir con ninguna de las promesas que hice — pensaba Ace mirando a sus compañeros con tristeza — Al menos ahora ya no volveré a lastimar a nadie más…

    Ace se rindió y cerró los ojos. Había quedado totalmente inconsciente. De esa forma, todos los soldados del Zenith pertenecientes a ese equipo yacían en el suelo del interior de esa cueva. Aunque ellos sentían como sus cuerpos ya no respondían y como la respiración se les estaba volviendo más pesada, estaban lejos de haber muerto. La segunda exposición a la radiación dejó a sus cuerpos agotados, y este decidió detener todas las funciones del cuerpo, exceptuando la circulación de la sangre y la respiración, como un mecanismo de defensa para evitar sufrir más daño.

    Los soldados sentían como perdían fuerza a cada momento, y creyeron que, al cerrar los ojos, sus cuerpos dejarían de funcionar. Sin embargo, ahora habían quedado totalmente indefensos mientras sus cuerpos estaban recuperándose. Afortunadamente para ellos, las criaturas no se atrevían a entrar a esa parte de la cueva. Fue el haberse quedado allí dentro lo que terminó salvándoles la vida.

    […]

    Brandon ya había terminado de comer y había regresado a la sala de entrenamiento. Shun, Natasha, Paul, y el comandante Frans lo estaban esperando para que el combate entre Xander y Claire pudiera comenzar. Ambos estaban impacientes, aunque, mientras descansaron para ir a tomar agua, habían acordado que su lucha no se prolongaría más tiempo del necesario. Entre ellos ya sabían que Xander era más fuerte y más hábil para pelear, y consideraron que una pelea entre ellos no serviría de nada para aprender algo que no supieran ya. Frans tenía ganas de ir a buscar a Stuart, Grace y Casey para que observaran atentamente esta batalla, pero luego decidió dejarlos en paz. Sabiendo que, si no querían verla, no podía ir a obligarlos.

    Xander y Claire se pararon frente a frente, dispuestos a empezar la batalla. El árbitro en esta ocasión sería el mismo comandante, mientras que Shun estaba parado junto a Natasha.

    — Escucha, aprovechemos esta pelea para aprender un poco más — le susurraba Shun a su novia, dado a que no quería que nadie más lo escuchara.

    — Está bien — respondió Natasha aceptando lo que él le decía — De seguro ellos nos enseñarán algo que valga la pena.

    Cuando Frans dio la orden, Xander y Claire empezaron a correr el uno hacia el otro. Supieron que deberían luchar por unos minutos, dado a que no creyeron que podrían engañar al comandante y a sus compañeros, pero no lo prolongarían demasiado. Xander fue el primero en atacar, intentando lanzar un puñetazo hacia el hombro derecho de Claire, quien se agachó a una gran velocidad y consiguió esquivarlo, para luego lanzar un puñetazo por su cuenta al estómago de Xander. El soldado estaba esperando ese movimiento, y logró bloquear su puñetazo con la otra mano que quedó libre. Frans no estaba sorprendido, pero Paul, Brandon, Shun y Natasha vieron perfectamente sus movimientos. Antes de atacar, Xander tenía un movimiento preparado para contrarrestar al oponente en caso de que fallara. Todos ellos tomaban nota de ese detalle.

    Xander giró su cuerpo al mismo tiempo que movía su brazo para lanzar a Claire hacia el costado. Ella se mantuvo firme y no perdió el equilibrio. Se dio vuelta y tomó una postura defensiva, preparada para recibir alguna clase de ataque por parte de su novio. Este corrió hacia ella y empezó a efectuar movimientos con los puños, intentando golpearla en el torso buscando desestabilizarla. Claire estaba viendo los ataques de Xander y se estaba moviendo ágilmente con los pies al mismo tiempo que desplazaba su cuerpo para esquivar los ataques. La mayoría de soldados, al momento de esquivar, desplazaban el cuerpo o se movían con los pies, pero en pocas ocasiones hacían lo mismo que estaba haciendo Claire. A diferencia de combates anteriores, ahora le prestaban atención a cualquier movimiento que ambos de ellos estaban efectuando.

    Los dos soldados se dieron cuenta de ello, por lo que pensaron que, aunque una pelea entre ellos no les enseñaría nada nuevo, a sus compañeros les podría venir muy bien. Cada uno de ellos continuaba realizando movimientos veloces. Cuando uno de los dos atacaba, el otro esquivaba. Estuvieron así durante cuatro minutos, y al creer que ya le habían enseñado todo lo que podían a sus compañeros, cesaron la pelea.

    — ¿Qué ocurre? — preguntó Paul sorprendido de que ya no pelearan más.

    — No tiene sentido que lo hagamos — respondió Claire tomando a Xander del brazo — Xander es mejor peleador que yo. Un combate entre nosotros no tiene sentido.

    — Solo les estábamos enseñando algunas cosas que podrían servirles en el futuro — explicaba Xander a sus compañeros — Que lástima que los otros tres no hayan estado aquí para verlo.

    — Mándalos a llamar — ordenó Frans a Brandon — Voy a darles una rutina de entrenamiento que quiero que sigan. Ya veremos los resultados cuando vuelvan.

    — ¿Volver de dónde? — preguntó Brandon sin poder entender nada.

    — Todos ustedes van a irse a sus casas y van a practicar por su cuenta con mi rutina — explicó el comandante a los soldados — Estarán entrenando durante unos cinco días. Al sexto día, volverán a esta base y volveré a hacerlos pelear entre ustedes. Entonces vamos a ver quién de ustedes ha aprovechado el tiempo para fortalecerse más.

    A los soldados les pareció una idea muy buena para poder entrenar cada uno por su cuenta. Xander y Claire ya conocían la rutina de entrenamiento de Frans, incluso varios de sus movimientos los habían aprendido de la misma. Cuando Stuart, Casey y Grace llegaron con el grupo, el comandante les envió a sus dispositivos de comunicación una lista de ejercicios a realizar. Estos la recibieron, y le dieron un vistazo atentamente antes de irse. Cuando llegó el momento de marchar, cada uno de ellos se despidió de sus compañeros.

    Tal y como Frans había dicho, solo tenían cinco días para practicar, y luego tendrían que regresar a mostrar los resultados del entrenamiento. Xander y Claire se quedarían en la base, junto con el comandante. El entrenamiento en conjunto era importante, pero Frans también consideraba que el entrenamiento individual no debía dejarse de lado. Cuando hizo preguntas sobre la misión anterior, ellos le contestaron que la mayoría de soldados entrenaban juntos siempre, bajo las órdenes del comandante Morris. Fue por eso que creyó que sería el momento ideal para ver qué tal podían valerse por su cuenta.

    Una vez que todos se habían ido, el comandante se dirigió a Xander y a Claire.

    — Voy a ir a un bar — decía Frans marchándose del lugar — Tengo ganas de un trago. Si quieren venir, solo díganme.

    — No, estamos bien, gracias — respondió Xander rechazando la oferta del comandante con amabilidad.

    Frans abandonó el edificio, dejando solos a la pareja de soldados. Ellos decidieron irse a una de las habitaciones de la base. Dicha habitación no estaba siendo usada por nadie, por lo que les pareció un lugar ideal para lo que iban a hacer.

    — Al fin estamos solos — decía Claire muy contenta de que ella y Xander tuvieran la base solo para ellos — Creí que nunca tendríamos un momento así.

    — Seguro Frans irá al bar todos los días — respondió Xander, cerrando la puerta de la habitación — Así que tendremos que aprovechar el tiempo que tengamos cuando se vaya.

    Sin perder más tiempo, Xander y Claire se desvistieron, quitándose los uniformes cuidadosamente para después recostarse sobre la cama de dicha habitación. Sabiendo que en la base no quedaba nadie más que ellos dos, no se preocuparon en hacer todo el ruido que pudieran. Llevaban algo de tiempo deseando privacidad para poder tener relaciones sexuales sin que los demás soldados pudieran escucharlos.

    […]

    Después de haber estado varias horas inconsciente, Richard comenzaba a despertar. Él realmente creyó que iba a morir en el momento en que cerró los ojos, y cuando los volvió a abrir, supuso que se trataba de la vida después de la muerte. Al ver a sus soldados tirados en el suelo, no pudo evitar sentir escalofríos al pensar que él pudo haber sobrevivido, pero ellos no. Sin embargo, se alivió cuando veía que todos estaban reaccionando.

    Tras dos minutos, todo el equipo del Zenith había despertado después de haber creído que les estaba esperando la muerte. Sintieron una ligera alegría al darse cuenta de que seguían con vida, pero sus cuerpos aún continuaban inmóviles, lo cual les impidió sentirse del todo bien.

    — ¿Qué ocurre? — preguntaba Gwyn sin saber qué pasaba — ¿Solo fue una sensación?

    — Pero… aún sigo sin poder moverme — respondía Michael, que no se sentía aliviado — Si íbamos a quedarnos así, habría preferido la muerte.

    — No digas eso — respondía Ace, quien estaba haciendo su máximo esfuerzo por moverse — Seguimos con vida, y si pudimos escapar de la muerte, podemos superar esto.

    Todos miraban a Ace muy asombrados al ver el enorme esfuerzo que hacía para mover sus brazos y las piernas. El soldado creyó que realmente estaba perdiendo su vida, y el haberse despertado, le daba una nueva oportunidad para cumplir la promesa que había hecho. Su cuerpo estaba tembloroso, como si intentara liberarse de una prisión impuesta por sí mismo. Finalmente, sus dos brazos lograron moverse de su lugar. Apoyó ambas manos sobre la tierra firme y empezó a empujar con todas sus fuerzas mientras intentaba apoyarse con las piernas para levantarse. Sus compañeros, e incluso su comandante, estaban imitando sus acciones. Unos minutos después, las extremidades de ambos soldados estaban empezando a reaccionar. Ace finalmente consiguió ponerse de pie por completo, pero, aun así, su cuerpo le seguía pesando como si fuera a caer al suelo.

    Todos ya se habían podido recuperar, y ya se encontraban de pie. A medida que el tiempo pasaba, la sensación de pesadez que estaban experimentando se estaba alejando. Aparentemente, sus cuerpos se iban liberando poco a poco por su cuenta, como si los efectos de la radiación ya no tuvieran peso en ellos. Estaba claro que sus cuerpos sufrieron las consecuencias de haber quedado expuestos ante la radiación por segunda vez, pero aparentemente, se habían recuperado en unas pocas horas de los efectos.

    — ¿Qué creen que nos haya hecho esta vez? — preguntaba Devlin a sus compañeros — ¿Creen que habrá aumentado nuestra fuerza y resistencia como la última vez?

    — No lo sé — decía Thomas empezando a sentir calor en sus manos — Yo me siento igual, pero… — el calor se estaba intensificando a cada segundo — ¡Siento que las manos me arden!

    De un momento a otro, las manos del soldado empezaron a emitir una luz de color rojo que estaba brillando con intensidad. El resto de sus compañeros observaba atónitos ese espectáculo sorprendente. Hasta ese día, parecía imposible que algo así pudiera llegar a pasar.

    — ¡Siento que me estoy quemando por dentro! — Thomas sufría con el calor que su cuerpo estaba generando — ¡¿Qué mierda me está pasando?!

    Thomas sentía que su cuerpo ya no iba a soportar más, por lo que apuntó con ambas palmas hacia una de las paredes de la cueva, y tras lanzar un grito, un resplandor rojo salió disparando de sus manos hacia la pared, logrando impactar contra el lugar y causando una gran grieta en la zona del impacto. Nadie podía creer lo que había pasado, ni siquiera el mismo Thomas. Pero luego de haber disparado esa pequeña cantidad de energía, sintió que sus manos le ardían menos. Volvió a intentar lo mismo. Apuntó hacia otro lugar de la pared, y tras concentrarse lo suficiente, un fragmento de energía se materializó en las palmas de sus manos para luego salir disparado con fuerza contra la pared. Ahora el fragmento era más grande, y causó un daño mayor que el anterior.

    — ¿Qué fue lo que sucedió? — Agustina estaba confundida por lo que había pasado — ¿Cómo fue que hiciste eso?

    — No lo sé — respondió Thomas mirando sus manos, las cuales ya no le ardían en absoluto — Mi cuerpo… lo hizo solo.

    Un ruido se escuchó en el suelo cerca suyo. Todos voltearon y vieron a Michael, apuntando con una de sus manos hacia el suelo, y dejando escapar fragmentos pequeños de energía, los cuales, al impactar contra el suelo, lo agrietaban y lo hundían cada vez más.

    — ¿Todos pueden hacer esto? — preguntó Michael a los demás.

    Quienes no habían disparado aun, concentraron energía en sus manos para luego apuntar hacia un objetivo distinto. Al relajarse un poco, la energía que tenían cargada se soltó y salió disparada para ir a parar al mismo lugar al que ellos habían apuntado. Ninguno de ellos entendía que era lo que estaba pasando ni tampoco por qué, pero era una realidad innegable. Era imposible que todos estuvieran soñando con lo mismo, lo que quería decir que debía ser real.

    — La radiación nos hizo esto — decía Richard a todos sus soldados — Nos quedamos expuestos a ella por segunda vez, y de alguna forma, nos permite materializar energía con las manos.

    — ¿Será peligroso? — preguntaba Erin con miedo de poder realizar algo así — El cuerpo humano no debería poder hacer algo así. No es normal.

    — Esto quiere decir que ya no somos normales — respondía Ace mientras reflexionaba sobre lo que estaba experimentando — La radiación alteró el funcionamiento de nuestros cuerpos… De alguna forma, nos hizo evolucionar para convertirnos en esto.
     
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  11.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Menudo capítulo, creía que iban a morir todos xD, ha estado muy bien desarrollando, he estado en tensión mucho tiempo cuando ellos se han dividido, quiero saber que hay detrás de todo esto, porque se ha producido...hay tantas cosas...demasiadas jeje. Luego has sabido manejar las ''muertes'' y supuestos ultimos momentos del grupo, la tristeza de ver como caen uno por uno como si Luffy usase el Haki jaja.

    Me has dejado con muchas ganas de leer más y ver como ahora con este nuevo poder destrozan y destripan a esas bestias, ahora se van cagar y van a sentir lo que es el miedo muajajaja.

    PD: Creo que por una vez soy el primero en comentar ^^

    Con muchas ganas de leer lo que pasara, y este se me ha hecho muy corto, raro en mi xd. Suerte!!!
     
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  12.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    La segunda evolución es increíble. Acaban de obtener un poder único, y son los únicos que lo tienen. Sin duda alguna, es una asombrosa ventaja y por el momento un paso de gigante. Pero bueno, comentaré paso a paso.

    Comenzaré por Black Meteor, que ahora mismo es lo menos importante del capítulo. Está claro que Xander y Claire son muy fuertes en comparación al resto y que Frans parece tener sobrada experiencia a diferencia de Morris. Me pregunto si la rutina de entrenamiento les hará efecto. Hay que añadir que la pareja Xander-Claire no duda un instante en mantener relaciones y... hacen bien :v

    Volviendo con el Zenith, me intrigaba mucho lo que la radiación podía hacerles y no sabría por donde me ibas a salir. Cuando vi que todos se desmayaban pensé que iba a morir alguien. Finalmente, no ha sido así, sino que ahora materializan energía y la disparan.

    Sinceramente, temía por cuál iba a ser la segunda evolución, pues creo que es crucial para el futuro de la historia y dependiendo de qué cosa fuese la historia podría cambiar mucho o no. Yo me he sorprendido pero para bien, y estoy deseando ver que más cosas pueden hacer con ese poder.

    Sin más que añadir, esperaré al próximo con las ganas de siempre, que no son pocas. Un saludo.
     
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  13.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola.

    Vaya capítulo, me has hecho sentir lástima por todos los miembos del Zenith, cuando caían al suelo me puse en la situación de ellos y debo decir que es una muerte terrible. Pero, supuse que no morirían, porque... osea.
    .. es el ¡Zenith! Y no pueden morir así de fácil, pero ni a Superman le pasa eso cuando renunció a sus poderes.

    Eso sí, cuando hubo el cambio de escena dije: "¡Oh, dios mio, deberé esperar hasta el viernes para saber que pasará con el Zenith!" y ¡Buum! Regresamos con ellos, lo cual me alegró porque si tuviera que esperar más, me habría pegado un tiro.

    Esta vez no diré nada de BM porque no importan en absoluto, al menos por ahora.

    Ver a Thomas expulsando energía me recordó aquel tipo de Los 4 Fantasticos (creo que se llama así la película) que era de fuego, pero fue impresionante. Claramente, esos poderes les darán una gran ventaja sobre BM y me pregunto como reaccionarían ellos cuando vea los poderes que tienen, de seguro será un momento épico.

    Estoy seguro que cada quien llegará a tener poderes para cada cosa, Thomas ya se sabe que posee fuego, literalmente. Michael quizás se vaya por la tierra y aun queda ver lo que hacen los demás, pero lo mejor de todo es que esos poderes que ahora tienen será toda una revolución en el combate. No puedo esperar a ver a dos de ellos, independientemente del equipo que sean, luchando con sus poderes.

    El capítulo estuvo genial, no sé de cuantas palabras es porque ahorita mismo estoy desde el móvil, pero se me ha hecho muy pequeño. La verdad es que este capítulo le hace honor al nombre de esta parte, sin lugar a dudas, espero el próximo con autenticas ganas.

    Nos vemos la próxima oportunidad. Saludos.
     
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  14.  
    Trafalgar D Ace

    Trafalgar D Ace Usuario común

    Aries
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    Perdón soy el ultimo XD

    Vaya capitulo al principio creí que nuestro querido Zenith iba a morir, incluido Ace (no por dios Ace no XD), creo que ¿el titulo de la segunda evolución viene mas o menos por esto?, eso de lanzar energía por primera vez fue algo peligroso (¿Que hubiese pasado si hubiera apuntado a alguien sin saber?) ahora tocara el turno de freír a las especies peligrosas del Planeta.

    Con ganas de ver como cada uno amolda la energía a su estilo de combate.

    Un saludo y perdón por la tardanza

    Pd: a este paso va a terminar esta parte y el Black Meteor va a seguir e la tierra, lo que hace que me llegue una duda.

    ¿Cuando Salga el Black Meteor seguirá la misma ruta que el Zenith? El universo es gigantesco con muchísimas posibilidades y rutas
     
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  15.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Hola a todos. Sé que lo de la energía ha sido una sorpresa para todos, y me alegra mucho saber que a todos les haya gustado verlo y les parezca una buena idea.

    Les revelaré algo: la obtención de "poderes" estaba planeada para que ocurriera en el primer capítulo de la historia, y esa (junto con otras más) fue la razón por la que maté al 75% de la humanidad en el primer capítulo. Sin embargo, pensé que no debía darles los poderes allí, dado a que el 25% de la humanidad tendría poderes como ese. No quería reducir más el porcentaje de sobrevivientes a la catástrofe, o de lo contrario, los países tendrían 1000 habitantes cada uno. Fue por eso que decidí que fuera necesaria una segunda exposición a la radiación para que los obtuvieran. Así podría dejar al 25% intacto mientras que los poderes solo los tendría una pequeña parte de personajes.

    Estoy seguro de que deben tener varias preguntas sobre la energía y la radiación, y en base a eso, he decidido que voy a publicar en mi blog dos entradas que expliquen un poco mejor el asunto. Las voy a publicar al final del capítulo 10 y final de esta parte II, de forma en que podrán entender un poco mejor como funcionan ambas cosas.

    Me gustaría revelar más información por el momento, pero no puedo, dado a que todavía quedan 3 capítulos. Pero una vez que el capítulo 10 esté publicado, al final tendrán una explicación del funcionamiento de la energía.

    Les agradezco a ustedes cuatro por haber leído los 34 capítulos, y por dejarme su opinión. Tal y como dije arriba, ahora se vienen los capítulos 8, 9 y 10; los cuales son, en ese orden, los mejores capítulos de la parte II. El viernes estaré publicando el próximo capítulo, y la verdad es que no puedo esperar a que lo lean.

    Saludos.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Escritor
    Título:
    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    5217
    Saludos. Finalmente llegó el momento de publicar el capítulo 8 de la segunda parte. Este es mi capítulo favorito de la misma, y definitivamente entra en el top 5 de capítulos realizados hasta ahora.

    No quiero quitarles mucho tiempo, por lo que solo diré que el capítulo está lleno de gore, para que no se sorprendan por lo explícito de las escenas.

    Resistance Zurel Poikachum Trafalgar D Ace Quiero pedirles algo importante: disfruten del capítulo, y por favor, por lo que más quieran, no se vayan a morir de un infarto XD.

    Sin más interrupciones, dejaré el capítulo.


    Interrupción temporal:

    Ni el comandante ni los soldados tenían palabras para explicar lo que estaba sucediendo en ese momento. De alguna manera, sus cuerpos habían cambiado. O, mejor dicho, evolucionado, dado a que una habilidad como esa era algo que un ser humano no podía realizar. La radiación los había alcanzado una vez hace quince años, y ahora, volvían a estar expuestos a esta. Nunca tuvieron forma de explicar por qué sus cuerpos se volvieron más fuertes y resistentes tras la primera exposición, y mucho menos podrían llegar a explicar por qué podían disparar energía de sus manos como si nada tras la segunda. La catástrofe envolvía un misterio muy grande, y el haber llegado a explorar ese planeta solo consiguió expandirlo aún más. Mientras todos estaban mirándose las manos intentando ver si el escape de energía podía ocurrir de forma involuntaria, algo que sería peligroso, Richard tuvo una idea para llevar a cabo su escape.

    — Quiero probar algo — les dijo el comandante llamándoles la atención a todos los soldados — Michael, dispara tu rifle hacia esa pared — ordenó mientras señalaba a un punto específico de la pared.

    — Como usted ordene — respondió el soldado tomando su rifle.

    Michael apuntó y disparó una bala de calor de su rifle hacia la pared que había señalado su comandante. El impacto dejó un pequeño hueco y unas pequeñas grietas alrededor de la zona en donde había caído. Richard tomó una foto con un dispositivo de su traje.

    — Gwyn, dispara un fragmento de energía de tamaño mediano a ese lugar — el comandante daba una nueva orden.

    La chica obedeció, parándose frente a la pared a la misma distancia de la que Michael había disparado, y luego, dejó salir de su mano un fragmento de energía un poco más grande del tamaño de la mano que lo lanzaba. Al impactar en la pared, se formó un gran agujero que a la vez creó grietas de mayor tamaño en el lugar. Fue así que Richard llegó a una conclusión satisfactoria.

    — Estos disparos de energía son mucho más fuertes que los disparos de calor de nuestras armas — explicaba el comandante mientras todos sus soldados empezaban a entender a donde quería llegar — Si hacen un daño así a una pared de piedra, estoy seguro que causarán un gran daño a esas criaturas hostiles que nos están esperando afuera.

    — ¿Eso quiere decir que vamos a salir de aquí usando nuestra nueva habilidad? — preguntaba Devlin, quien quería saber si la usarían por completo o si harían cambios entre energía y los disparos de los rifles.

    — Son nuestra última opción — le respondió Richard sabiendo que, si eso no funcionaba, nada lo haría — Ya hemos visto el poco daño que los rifles son capaces de hacerles, así que estos disparos de energía van a tener que ser nuestra carta de salvación.

    — Entonces debemos salir ahora — decía Erin impaciente por regresar a la nave.

    — No hay que apresurarnos — Richard la detuvo — Tenemos que usar a Vigía y ver cuantos enemigos están esperándonos afuera. No tengo ni idea de cuánto tiempo habremos estado inconscientes.

    El comandante retomó el control del dron, que se había quedado estático en el mismo lugar en donde lo habían dejado antes de caer inconscientes. Las imágenes que captaban tenían menos luz, y el cielo ahora estaba pintado de un color rojizo suave. Esto les dio a entender que pronto iba a anochecer en ese planeta, y que debían moverse rápido. Las criaturas más pequeñas que estaban devorando a la más grande ahora se encontraban durmiendo, y en el lugar no quedaban restos de nada más. Los rifles de Thomas, Devlin y Ace seguían tirados en el suelo esperando que alguien los recogiera. Sabiendo que esas criaturas estaban dormidas en un profundo sueño, los soldados estaban ahora más tranquilos, dado a que era posible que solo tuvieran que luchar contra los dos que estuvieran en la cueva.

    Richard dirigió a Vigía hacia la posición en la que estaban ellos, lo hizo descender, y luego lo metió en el interior de la cueva. Sin embargo, ahí adentro ya no se podía ver nada. La luz del día casi se había ido, y en la cueva apenas podían ver algo cuando estaban en plena luz. Vigía venía equipado con una linterna, pero Richard decidió no arriesgarlo. Si las criaturas estaban cerca del lugar y veían la luz, iban a atacarlo, y si el dron era destruido, sus probabilidades de salir con vida del planeta se reducirían más.

    — Tendremos que usar las luces de las linternas para iluminarnos el camino — les decía Richard esperando que sus soldados pudieran manejarlo — No podemos arriesgarnos a perder a Vigía, no ahora.

    — Nos mantendremos unidos — Ace respaldó la decisión de su comandante — Si disparamos todos juntos a un mismo blanco, seguro lo eliminaremos.

    — Ace tiene razón — respondió Thomas estando de acuerdo con él — No nos separemos, al menos no mientras estemos en esa cueva.

    — Queda decidir la estrategia — agregaba Gwyn a la conversación — Podemos salir de aquí corriendo, o caminando lentamente.

    — Correr haría mucho ruido y llamaría la atención — respondía Agustina a su compañera — Pero caminar nos tomaría mucho tiempo, y no sabemos cuántas horas de luz nos quedan.

    — La opción más prudente es ir despacio en la cueva, donde nuestra visión es reducida — Ace daba su opinión — Una vez fuera, podremos ir a la mayor velocidad que podamos haciendo el menor ruido posible.

    — Bien pensado — le decía Michael felicitando a Ace por su solución — Cada vez sigues demostrando que eras tú el que merecía el puesto de líder.

    Las palabras de su compañero alentaron mucho a Ace. Le gustaba que su trabajo fuera apreciado. Por alguna razón, había recordado como Shun le cuestionaba las órdenes en un principio, e incluso lo culpaba por una derrota que no fue su responsabilidad. Ahora, Michael, quien había sido líder anteriormente, se ponía detrás de él y obedecía lo que tenía que decir. Lo llevó a pensar que sus nuevos compañeros tenían mucha ventaja sobre los antiguos.

    Richard estuvo totalmente de acuerdo con el plan de Ace, por lo que se decidió que todos lo seguirían. Los ocho miembros del equipo se acercaron al hueco por el que habían entrado, el primero en salir fue Richard, quien quería asegurarse de que las criaturas no estuvieran esperándolos justo detrás. Al estar libre, le pidió al resto de soldados que salieran y se pararan en una línea recta en la cueva. Estos salieron uno por uno y se paraban al lado del compañero que había salido antes que ellos. Richard iba a ir uno pasos más adelantado, en el frente de la fila. Su responsabilidad era guiar a los soldados a la seguridad. Una vez que todos estaban listos, empezaron a caminar para regresar lo más rápido posible a la nave, antes de que el tiempo se termine.

    — Vamos a volver a la nave — tras decir esas palabras, Ace miró a Agustina, quien estaba al lado suyo — A salvo.

    Ella lo miró cuando le dijo eso, lo cual la hizo sentir más segura que antes. Estaba convencida de que, ahora que habían evolucionado, llegarían a salvo a la nave. Tal vez la pelea podría costarles trabajo, pero confiaba en que nadie moriría.

    El equipo completo avanzó despacio alumbrando el lugar con las linternas. Estas hacían bien su trabajo, dado a que se podía ver con claridad en la cueva oscura en la que habían entrado. Nadie apartaba la vista del camino, así como tampoco perdían concentración de lo que estaba sucediendo a su alrededor. Las criaturas hostiles podrían salir al ataque en cualquier momento, y tenían que estar preparados para enfrentarse a ellos. Tras caminar unos minutos, empezaron a escuchar gruñidos. Estaba claro que las criaturas los habían detectado con su olfato, y dentro de poco podrían aparecer y atacarlos.

    Tal y como ellos lo creían, las dos criaturas hicieron acto de presencia frente a ellos. Estaban paradas con las patas traseras, y ahora que había menos luz para ver, se veían un poco más grandes que antes. Los soldados no se dejarían intimidar, dado a que confiaban en que los iban a exterminar en cuanto estos atacaran.

    — Intenten no gritar — decía Richard en voz baja a los soldados — Eso podría llamar la atención. Solo tenemos una cosa que hacer. Acabar con ellos.

    — Aquí vienen — Thomas vio como uno de ellos entraba en movimiento.

    El que estaba a la izquierda empezó a correr hacia la posición en la que se encontraban. Su paso era lento, pero las pisadas eran verdaderamente fuertes. El grupo se preparó para atacar.

    — Ya lo tengo — decía Ace levantando el brazo.

    El soldado dejó salir de su mano derecha un fragmento de energía que impactó de lleno en el centro del pecho de la criatura. Su piel era resistente, y no fue capaz de matarlo, pero ese disparo le abrió una herida leve de la cual empezaba a perder sangre. La criatura gruñía con furia, mientras su compañero pasaba al frente también.

    Ace, Thomas, Agustina y Erin centraron sus ataques en el que estaba más cerca, mientras que Richard, Michael, Gwyn y Devlin atacaron al que venía corriendo hacia ellos. Los disparos de energía impactaban en los cuerpos de esas criaturas, quienes, a pesar del daño, seguían corriendo intentando alcanzar al grupo. El hostil que había atacado primero recibía sin parar los ataques de los cuatro soldados, quienes finalmente fueron capaces de matarlo. Tantos impactos de energía le provocaron heridas graves en todo el cuerpo, y finalmente, terminó perdiendo sangre de cada una de ellas, hasta caer sin fuerzas y sin vida, dando un golpe seco contra el piso.

    La siguiente criatura era más fuerte que su compañero. Había logrado avanzar hacia ellos recibiendo los ataques y el daño que los acompañaba, pero su vida no llegaba a su fin hasta entonces. Se acercó hasta Devlin, decidido a clavarle sus garras en el pecho y asesinarlo. El soldado se tiró al suelo para esquivarlo, y luego rodó sobre su cuerpo para ponerse boca arriba. Sin levantarse del suelo, extendió su brazo y le lanzó un disparo de energía impactando en la espalda de la criatura, quien sufría el daño de cada golpe. Antes de que pudiera reaccionar, Michael y Gwyn probaron un ataque combinado, lanzándole energía del mismo tamaño a la cabeza. La criatura estaba centrada en Devlin, por lo que no logró ver los ataques, que terminaron impactándole en la cara. La bestia terminó con la cara desfigurada y llena de heridas tras ambos ataques. No solo eso, sino que el impacto fue muy fuerte y había quedado totalmente aturdido. Sorprendentemente seguía de pie, pero ya no se estaba moviendo ni gruñendo ante ellos. Richard decidió aprovechar su debilidad y asesinarlo. El comandante se acercó a dicha criatura, puso sus dos manos en el pecho de la misma y empezó a disparar energía sin parar sobre la zona. Cada impacto rasgaba su piel y salpicaba sangre y restos de sus órganos internos hacia afuera, provocando que la cara y el traje de Richard quedaran cubiertos del todo por la misma. Con cinco golpes, logró perforarle el pecho del todo, destrozándole los huesos que cubrían el lugar, y provocando que su corazón explotara y derramara sangre en todas las direcciones. La criatura cayó muerta de espaldas al suelo después de haber resistido varios ataques consecutivos.

    El grupo no dejaba de festejar por eso, dado a que habían conseguido matar sin mucho esfuerzo a las criaturas que resistían incluso el impacto de las balas de sus propios rifles. Si habían conseguido asesinarlos, quería decir que no tenían que preocuparse por los que estuvieran afuera, dado a que eran de menor tamaño, y, además, estaban durmiendo.

    Sabiendo que ya no había peligro allí dentro, todo el equipo del Zenith salió corriendo del lugar. En pocos minutos lograron llegar hasta la salida de la cueva, notando que el cielo estaba cada vez más oscuro, y que tenían que seguir corriendo sin parar si querían llegar hasta la nave antes de que se hiciera de noche. Vigía se acercó a ellos y empezó a recorrer la zona hacia más adelante. Las criaturas los estuvieron persiguiendo durante un largo rato al llegar allí, por lo que el camino para salir del bosque y volver a la nave sería largo.

    Con la poca luz que había, tardaron cincuenta minutos en poder salir de aquel bosque y llegar hasta el lugar en donde fueron atacados por primera vez. El cielo estaba en una mezcla entre rojo y negro, y en cuestión de minutos se haría de noche por completo. Las criaturas ya se encontraban despiertas cuando los humanos llegaron a ese lugar. Aparentemente, la sensación de hambre había regresado a ellos, y ahora deberían buscar una nueva presa. Los ocho soldados se prepararon para un segundo enfrentamiento, creyendo que sería fácil superarlos dado a que eran menores en tamaño que los anteriores. Sin embargo, eran cinco en lugar de dos, por lo que el cuidado no estaba de más.

    Ace atacó a uno de ellos, quien logró ver la ráfaga de energía viniendo hacia él y la esquivó con un movimiento ágil. Devlin y Michael atacaron con varios uno a cada criatura que estaba en frente, quienes los esquivaron a todos moviéndose ágilmente a la izquierda y a la derecha dependiendo de la dirección del ataque.

    — ¡Son más rápidos que los otros dos! — Agustina se asustó un poco al ver eso.

    — ¡Disparen al mismo tiempo! — ordenó Richard a su equipo.

    Las cinco criaturas que tenían en frente empezaron a correr hacia ellos, mientras los ocho soldados del equipo del Zenith no dejaban de disparar energía. A pesar de la rapidez de los disparos, estas criaturas eran muy hábiles y esquivaban los disparos de ellos al mismo tiempo que avanzaban.

    — ¡Retrocedan! — gritó Ace advirtiendo a todos — ¡Nos van a alcanzar!

    Todo el grupo retrocedió corriendo hacia atrás para alargar más la distancia que había entre ellos y las criaturas del planeta. Tras alejarse un poco, se dieron vuelta y siguieron disparando. Las criaturas continuaban esquivando los ataques de los humanos, y parecía que no había forma de acertarles. Pero en ese momento, Thomas pensó rápido en una solución.

    Vio a Devlin con la vista centrada en una de las criaturas, y cuando el soldado disparó su ataque, este apuntó al piso en el lugar donde calculaba que la criatura iba a pisar. Cuando lo creyó oportuno, disparó al suelo intentando frenar el avance de la bestia. Su idea funcionó, y su ataque dio de lleno en el pie del objetivo. El impacto le destrozó el pie hasta el punto de hacerlo desaparecer. Con un solo pie para apoyarse, la criatura cayó al suelo.

    — ¡Ahora, Devlin! — gritó Thomas al soldado.

    — ¡Perfecto! ¡Acabemos con él! — respondió su compañero con euforia.

    Thomas y Devlin dirigieron ataques continuos a la cabeza de la criatura, que, al estar en el suelo, no los logró esquivar ni tampoco lo pudo resistir. Con tres ataques de cada uno, le reventaron la cabeza en varios pedazos, provocando que huesos del cráneo y los sesos que tenía salieran volando por el lugar. Con ese, era uno menos.

    Otro de los atacantes logró llegar hasta donde estaban Michael y Gwyn, quienes tuvieron la misma idea al mismo tiempo. Cuando la criatura se disponía a clavarles sus garras, los dos soldados corrieron al frente para luego deslizarse al suelo para esquivarlo. Antes de levantarse del mismo, extendieron sus manos y dispararon un fragmento a cada pie de aquel hostil. El impacto le destrozó los pies, provocando que esta criatura cayera al suelo lanzando un gruñido de dolor muy fuerte. Richard se acercó desde el frente, y con ambas manos, lanzó una esfera de energía que le rompió la cabeza totalmente a la criatura.

    Uno de los tres que restaban se acercó a Ace, Agustina y Erin, quienes decidieron aprovechar la falta de inteligencia y de razonamiento del enemigo. Cuando estuvo lo bastante cerca, Agustina corrió para ponerse a su izquierda, Ace se colocó a la derecha, y Erin retrocedió para permanecer al frente. Los tres soldados estaban rodeándolo por tres lados distintos, por lo que la criatura no los estaba atacando, dedicándose únicamente a gruñir y a lanzar ataques al aire con sus garras, sin siquiera moverse del lugar.

    — Son demasiado brutas como para representar peligro — decía Erin muy contenta de ver que lograron confundirlo.

    Los soldados lanzaron una lluvia de ataques que impactaron sin problemas en todo el cuerpo de la criatura, quien solo pudo rugir del dolor mientras las heridas le quitaban la vida poco a poco. Con cuatro ataques de cada uno fue más de suficiente para acabar con él, sin embargo, otra de estas se estaba acercando demasiado a uno de ellos.

    — ¡Agustina, cuidado! — gritó Michael viendo como uno de ellos se acercaba hasta ella.

    La chica giró para ver como uno de ellos estaba a pocos metros de ella. La criatura dio un salto alto con los pies para dificultar que los humanos pudieran atacar con precisión. Agustina quedó totalmente paralizada, creyendo que iba a morir con ese ataque. Ace no lo dudó ni un segundo y corrió lo más rápido que pudo hacia ella. Sabiendo que no llegaría a tiempo, dio un salto y empujó a su compañera apartándola del sitio. La criatura le iba a clavar sus garras en la cabeza, pero el soldado rodó dando una vuelta rápida para distanciarse un poco. Sin embargo, no fue suficiente, y ahora la criatura estaba a solo dos pasos de él.

    — ¡Ace! — Agustina disparó rápido intentando ayudarlo, pero el miedo le jugó en contra y el disparo no dio en el objetivo.

    La criatura se acercó a él, estaba muy cerca, por lo que Ace supo que no tenía sentido intentar esquivarlo. Levantó su brazo y apuntó con su garra al pecho del soldado. Finalmente, lanzó el ataque. Ace reaccionó a tiempo y consiguió apartar el brazo de la criatura con un golpe de codo. Inmediatamente después, levantó el otro brazo y empezó a descargar una gran cantidad de ataques de energía sobre la cabeza de su atacante, el cual no pudo hacer nada para esquivarlas o defenderse dado a la proximidad que mantenía con el humano. Tantos ataques seguidos en su cabeza le abrían heridas provocando que la sangre saltara en todas las direcciones. Finalmente, Ace le destruyó el cráneo por completo, quedando solamente el cuello con el hueso sobresaliente y derramando sangre como una fuente. El soldado del Zenith le dio una patada al cuerpo de la bestia para hacer que cayera hacia atrás, y de esa forma, no mancharse la ropa con más sangre. Una vez muerto, Ace se levantó del suelo. Agustina había visto eso, y cuando vio que su compañero había logrado sobrevivir, no pudo evitar sentir una gran sensación de alivio y felicidad.

    Solo quedaba un hostil con vida. Este se acercó al comandante y lo atacó con sus garras. Richard no pudo sacarle más distancia y no tuvo otra opción que arriesgarse con una maniobra peligrosa. Cargó energía en sus manos sin liberarla por completo, y luego las puso frente para defenderse del ataque. Las garras de la bestia chocaron contra la energía que Richard acumuló, lo cual provocó que la criatura se rompiera los dedos y se desgarrara la mano, la cual empezó a desprenderse de su muñeca y quedó colgando del brazo sosteniéndose con su piel. Eso provocó aullidos de dolor por parte del atacante. Richard le dio una patada con todas sus fuerzas, decidido a probar si la segunda exposición aumentó en algo el funcionamiento de los músculos. La criatura retrocedió apenas dos pasos, y solamente porque era de menor tamaño que las anteriores, lo que le confirmó al comandante que la fuerza no había aumentado, y, por ende, la resistencia tampoco lo debería haber hecho.

    — ¡Lo tengo! — exclamó Devlin acercándose hacia la criatura.

    Devlin puso las dos manos a menos de dos metros de la nuca de la criatura, acumuló energía y luego la dejó salir para que fuera a estrellarse directamente al cráneo del hostil. Su cabeza no reventó, pero los huesos de la nuca se fracturaron y se le hundieron en la cabeza, atravesándola casi por completo. Ya todas las criaturas estaban muertas, lo cual llenó de euforia al equipo del Zenith. Sin embargo, las criaturas de menor tamaño probaron ser una amenaza a pesar de todo. Ese hecho, sumado a que estaba por anochecer, hizo que los soldados decidieran apresurarse.

    — ¡Tomen las armas que perdimos antes! — ordenó Richard a los soldados — ¡Son muy valiosas para quedar atrás!

    Ace, Thomas y Devlin tomaron sus rifles que habían caído durante la batalla contra las otras criaturas. Erin, por su parte, tomó el rifle de Zoey que se encontraba tirado a un lado del camino. Con las armas recogidas, el grupo continuó su corrida hacia la nave. Lo que más querían era nunca tener que regresar a ese planeta. Las respuestas a la catástrofe no las iban a encontrar ahí, y menos si había criaturas atacándolos.

    Corrieron un rato hasta que la noche del planeta les cayó encima. Un viento frío comenzó a soplar. Sus rostros lo sentían, y de no ser por el traje de protección y su regulador de temperatura, la corrida se les habría hecho más difícil. Finalmente lograron llegar hasta la nave.

    — Voy a encender los motores y luego despegamos — decía Richard activando un comando automático para bajar la plataforma de subida — Tardaré unos dos minutos, quédense aquí y defiendan el lugar por si algo más aparece.

    El comandante entró a la nave para encenderla. Los soldados mantenían la vigilancia, sintiéndose aliviados de que nadie se escuchara acercándose a lo lejos. O eso era lo que creían, dado a que de pronto, empezaban a escuchar gritos acercándose hacia ellos. Eran tres en total, lo que quería decir que deberían enfrentarse a ellos si la nave no encendía rápido.

    — ¡Thomas y yo los detendremos! — exclamó Ace, que no quería arriesgar a los demás, considerando que con ellos dos sería suficiente — ¡Ustedes suban a la nave!

    Michael, Gwyn, Devlin y Erin obedecieron sin cuestionárselo. Agustina miró a Ace y luego de ver la expresión seria en su mirada, obedeció la orden que él había dado. Thomas y Ace quedaron abajo para defender la nave. No podían permitir que esas criaturas causaran daños superficiales a la misma, por lo que debían resistir hasta el despegue. Faltaba solo un minuto, y las criaturas ya estaban a la vista. A diferencia de las otras que habían encontrado, estas corrían muy rápido. Aparentemente, las criaturas que habitaban en ese planeta no compartían una regla general para describirlas a todas. Al igual que los seres humanos, cada una tenía características diferentes, cosa que las convertía en una verdadera amenaza. Un motivo más para no dejar que se acercaran a la nave.

    — ¡Dispara! — ordenó Ace levantando las manos y empezando a lanzar energía contra ellos.

    — ¡Con gusto! — Thomas respondió, listo para eliminarlos.

    Ambos disparaban contra las criaturas, sin embargo, notaban que la energía no estaba llegando hasta ellos, y que se deshacía o se disolvía a medio camino.

    — ¡Maldición, solo sirve a cortas distancias! — exclamó Ace viendo que su plan no daría resultado.

    — ¡Entonces hay que esperarlas! — le respondió Thomas, creyendo que no deberían rendirse.

    Los hostiles se acercaban cada vez más a ellos. Cuando creyeron que la distancia era corta, volvieron a empezar los disparos. Aun así, la distancia entre ellos era considerable, por lo que los ataques solamente les frenaban un poco el avance, sin causar daños mayores en los cuerpos. Thomas y Ace disparaban sin parar contra los atacantes. Finalmente, pasó el tiempo necesario para que el despegue estuviera listo, y ambos pudieron subir a la plataforma.

    La nave despegó una vez que ambos soldados estuvieron a bordo, quedando lejos del alcance de las criaturas, quienes habían llegado tarde. Ahora estaban abandonando la atmósfera del planeta, uno el cual desconocían su nombre y el de la especie que lo habitaba, pero al que se decidieron a no volver jamás. La gravedad que se sentía ahí era muy similar a la Tierra, por lo que la nave tardó en salir de su atmósfera el mismo tiempo que le costó abandonar la de la Tierra.

    Una vez arriba de la nave, y a salvo, Ace y Thomas fueron a ver a Richard, quien se encontraba solo en la sala de comandos.

    — ¿Y ahora qué? — preguntaba Thomas algo cansado por lo ocurrido y queriendo saber que era lo que iban a hacer ahora.

    — Tenemos que regresar al Zenith y hacernos varios estudios — respondió Richard programando la nave para que vuelva a la Tierra — La radiación volvió a entrar en nosotros, y hay que asegurarnos de que estamos bien. Además, ya que fuimos expuestos, los médicos deberán realizar un informe de las consecuencias de una segunda exposición ante la radiación.

    — ¿Dónde están los demás? — preguntó Ace al no verlos allí.

    — Fueron a descansar — contestó el comandante — De hecho, yo también estoy cansado. En cuanto llame a Magnus y le explique lo ocurrido, probablemente iré a dormir. Ustedes ya pueden retirarse a dormir en sus habitaciones. Después de todo, se lo han ganado.

    Ace sentía que era su obligación como líder chequear el estado de sus compañeros. Michael, Gwyn, Erin y Devlin se tenían entre ellos, y si hubiera algún problema, lo informarían de inmediato. Por lo tanto, le hizo una pregunta a Thomas antes de que se fuera.

    — ¿Te encuentras bien? — le preguntó Ace a su compañero.

    — Sí… — respondía Thomas con la voz apagada — O no… estoy muy cansado.

    Thomas se retiró a su habitación. Dado a que era la que se encontraba en la octava posición, debía caminar más que cualquiera para llegar hasta allí. El soldado avanzaba a paso lento apoyándose en las paredes para caminar sin caerse. Sentía que la cabeza le estaba dando vueltas, y que, si se soltaba de las paredes, se iba a caer al suelo y ya no tendría más fuerzas para levantarse otra vez. A duras penas consiguió llegar finalmente a su habitación. Abrió la puerta y se iba a dirigir a su cama, sin embargo, sintió que su cuerpo se estaba rindiendo.

    Ace, por su parte, decidió entrar en la habitación de Agustina para preguntarle si todo estaba bien. Llamó a la puerta, y luego, su compañera le abrió. Ella estaba muy contenta de ver a su compañero. No pudo contener las ganas, y le dio un abrazo como agradecimiento.

    — ¿Te sientes bien? — preguntó Ace empezando a tener la voz apagada.

    — Sí — le respondió su compañera — Y eso es porque tú me salvaste hoy… Gracias por traerme aquí.

    — De nada — la voz de Ace se escuchaba más débil, y su respiración se aceleraba — Te prometí que lo iba a hacer…

    Agustina soltó a Ace y empezó a verlo de frente. El soldado empezaba a cerrar los ojos al mismo tiempo que la respiración se hacía corta y rápida, además de sujetarse el pecho con la mano izquierda.

    — ¿Qué te ocurre? — Agustina se preocupó de que algo pudiera estarle pasando.

    Ace quería responder, pero entonces fue interrumpido por un grito desde afuera de la habitación.

    — ¡Richard! — se escuchó la voz de Thomas dando un grito de ayuda.

    Ace supo que era lo que le iba a pasar, así que colocó las rodillas en el piso para aminorar el golpe que iba a sufrir. Una vez que estuvo de rodillas por completo, su respiración se detuvo y cayó al suelo. Agustina sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo cuando lo vio caer de esa manera.

    — ¡Chicos! — gritó la chica llamando a sus compañeros.

    Michael y Devlin se encontraban en la habitación de este último junto con Erin y Gwyn. Los cuatro soldados estaban aliviados de haber sobrevivido al planeta de las criaturas hostiles. Ahora ya se encontraban a salvo, y ya no deberían preocuparse por ellos nunca más.

    — Aun no puedo creer que Zoey no lo lograra — decía Gwyn muy desanimada al recordar a su compañera.

    — Pasó tan rápido… — Michael quería consolar a su compañera — Todos estuvimos ahí… y nadie pudo hacer nada… Esas criaturas eran muy fuertes. Incluso Ace y Richard estuvieron a punto de perder la vida el día de hoy.

    — ¿Qué son? — preguntaba Devlin sin poder quitar de su cabeza la imagen de esas bestias — Parecían una mezcla de varias especias de animales. Y eran demasiado poderosos. Como si algún proceso de evolución los hubiera llevado a convertirse en lo que son.

    — No lo sé, pero son criaturas hostiles — respondió Erin abrazando a su novio para sentirse segura — Y lo único que me tranquiliza es que ya no estamos en su planeta, y que ya no las volveremos a ver.

    — Siempre y cuando no existan en otro planeta — dijo Michael poniendo nerviosos a los demás en la habitación — Me pregunto qué habrían hecho los soldados de Black Meteor si hubieran tomado los recursos y hubieran venido al planeta.

    Antes que su conversación siguiera, los cuatro escucharon dos gritos en la nave. Uno fue de Thomas, y el otro de Agustina. Creyeron que algo grave debía estar pasando, así que se dividieron en dos grupos. Los mellizos fueron a ver a Thomas, mientras que las chicas fueron con su compañera.

    Richard fue corriendo al pasillo, y fue ahí que vio con horror como Ace y Thomas estaban inconscientes. Desconocía que era lo que había pasado allí, pero supo que no tenían que perder tiempo.

    — ¡Prepararé la sala médica! — el comandante caminó lo más rápido que pudo al lugar para tratar a sus soldados en caso de que algo ocurriera.

    Michael y Devlin fueron los primeros en llegar hasta allí. Colocaron a Thomas en una de las cinco camillas del lugar. Richard observó que Thomas aún tenía pulso, y que seguía respirando, lo cual lo tranquilizó un poco. Le conectó máquinas que se encargarían de tomarle el pulso, controlar signos vitales y darle un diagnóstico de lo ocurrido. Una vez que terminara, sabría qué era lo que estaba ocurriéndole a su soldado. Le parecía muy raro que él y Ace hubieran tenido una caída como esa.

    Justo cuando terminaron de atenderlo, Gwyn, Erin y Agustina llegaban cargando a Ace. Con ayuda de sus compañeros, colocaron a Ace sobre una camilla contigua a la que habían utilizado para poner a Thomas. Dado al cansancio que sentía, Richard quería terminar de atender a Ace para poder monitorear la situación de ambos. El comandante puso sus manos sobre su pecho solo para sentir angustia inmediata tras haberlo hecho.

    — ¡Dios mío! — exclamó mientras fue corriendo a buscar algo a uno de los muebles de la sala médica — ¡Tiene un paro cardíaco! ¡Su corazón no está latiendo!
     
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  17.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Giro de acontecimientos en el final, todo poder lleva una gran responsabilidad, ahora pagan las consecuencias, puede que haya uno que muera, o tal vez...mueran todos de camino sin dar señales de vida perdiendose en la infinidad del espacio mientras sus cuerpos se pudren.

    Las peleas me han encantado, esas bestias han mordido el polvo y bien merecidamente, la forma y estrategia de lucha ha estado interesante. Espero ver más cosas así, ahora queda esperar a ver que destino les aguarda, pero primero salvar a su compañero, y si muere...uno menos xD.

    Poco a poco van cayendo y demuestras así la peligrosidad de la misión, no la tipica que bueno estan en peligro y luego sale todo bien.

    Espero con ansias la siguiente parte :D
     
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  18.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Ha sido uno de los mejores capítulos sin lugar a dudas, ha tenido un poco de todo y me ha encantado. Pasaré a comentar lo que más me ha sorprendido.

    Principalmente quiero hacer mención a que Black Meteor no ha aparecido y podría decirse que ha pasado desapercibido. Sinceramente, esta segunda parte de LGC es más de Zenith que de BM, cosa lógica considerando que ganaron en la primera parte y tienen los recursos.

    Debo decir que la diversidad de bestias (me refiero a que cada una tenga algo que la diferencia) las haces más peligrosas y es interesante, yo creo que volveremos a verlas. Me han sorprendido las criaturas pequeñas, no esperaba que fuesen a ser ágiles y demás. Ha costado pero han logrado acabar con ellas.

    Me ha encantado aunque sea breve, haber visto a Ace y Thomas juntos. Son dos de mis personajes favoritos y ha sido una alegría verlos trabajar juntos. Aunque precisamente todo eso ha dado un vuelco cuando les ha pasado lo que les ha pasado, que no sé que es pero espero que no mueran.

    Son miembros valiosos del grupo y perderlos sería catastrófico para Zenith, especialmente la posible muerte de Ace. Richard hizo bien en enviar la nave de regreso a la Tierra para que les estudien ahora que han evolucionado por segunda vez. Me pregunto que ocurrirá en el próximo, hype tremendo amigo. Un saludo.
     
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  19.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

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    Hola. Paso a dejar mi opinión.

    Debo decir que ha estado excelente la descripción de las muertes de esas bestias. Incluso en cierto punto me dio cosa, pero solo un poco (casi nada).

    Creí que continuarían con la misión, pero al final regresaran a la Tierra para realizar analisis de su estado tras la segunda exposición a la radiación. Ahora supongo que con su regreso al planeta BM logrará adelantarse al Zenith, y si es así no me extrañaría, dado a que el Zenith se ha ganado todo el protagonismo en esta parte. Y lo digo porque nos tienes (o al menos a mi) acostumbrados a ver a ambos equipos balanceados, pero no me importa si decides centrarte en un solo equipo.

    El capítulo estuvo excelente, me gustó mucho la acción y sobre todo el cómo utilizaron sus poderes para tener ventaja en la batalla. Aun queda por ver si son capaces de utilizar sus poderes para imbuir sus armas y hacerlas más pderosas, o bien si han desarrollado alguna nueva capacidad que aun tengan escondida por ahí y que no se dieran cuenta.

    La presunta muerte de Ace no me sorprende, es que si lo matas estarías matando a tu personaje favorito y no creo que tu hagas algo como eso cuando ni siquiera yo me atrevo a matar a mi chica (ya sabes quien es XD). Pero, eso no quita que me preoucupe de lo que pueda pasarle por algo como eso, quizás el ataque se deba por la misma radiación. Seguro se deba a eso puesto que Thomas se ha visto afectado de alguna manera, lo cual resulta curioso porque los demás se ven normales y solo Ace y Thomas se ha visto en problemas. Supongo que todo está por verse en el próximo capítulo.

    Nos vemos la próxima oportunidad. Estaré esperando el siguiente con bastantes ganas.

    Saludos.
     
    Última edición: 10 Junio 2018
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  20.  
    Trafalgar D Ace

    Trafalgar D Ace Usuario común

    Aries
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    Perdón por la tardanza

    Un capitulo brutal, creo que los problemas de Ace y Thomas se pueden deber a usar demasiado la nueva energía, Si Black Meteor hubiese ido ¿Que hubiese pasado? es una buena pregunta, desde mi punto de vista creo que hubieran sufrido mas bajas que el Zenith, pero hubieran sobrevivido (el poder de los protas XD), Según creo que vas encaminando esto la parte 3 ira dedicado al Black Meteor que su viaje se realizara mientras el Zenith hace sus analisis

    PD: ¡Ace no mueras por favor!
     
    Última edición: 13 Junio 2018
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