La figurilla de Papa Noel.

Tema en 'Relatos' iniciado por Elayne, 26 Diciembre 2013.

  1.  
    Elayne

    Elayne Lo onitumo lati sọ: wuyi lati pade rẹ.

    Cáncer
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    Escritora
    Título:
    La figurilla de Papa Noel.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2734
    Sucio acosador. Aun no puedo evitar pensar que este hombre es un enfermo. Aunque parezca dramático, y hasta gracioso esto es injustificablemente deprimente, tengo una suerte de perros. Y también siento que cualquier momento querrá tomarme el pelo, lo peor es que podrá hacerlo. No, no, no lo peor es que le tengo miedo.

    — Deja de seguirme.

    — No quiero. — me mira con esos característicos ojos agrios.

    — ¿Qué quieres? —pregunto atosigado.

    — Sólo quiero que recibas mi regalo de navidad. — ¿Qué carajos?

    — Yo. — Hice una pausa— no entiendo nada de lo que está pasando realmente.

    Soy Peter, y pues este es un día de mi vida en donde la navidad se torno rara, para empezar trabaje horas extras, de las cuales me siento profundamente arrepentido. Pues mi jefe decidió no aparecer y para rematar este día, estaba siendo acosado por un viejo vestido de Papa Noel borracho, que intento tocarme. Y si tengo que decir de cómo me lo pidió, prefiero ahorrarme la narración.

    — ¿Regalo?

    — Esté, joven encantador. — dice acercándose.

    — ¡Espera! No te me apegues, bruto.

    El hombre cayó en el pavimento, tropezándose con una rama sobresalida, aun así tenía entre sus manos un regalo en una gran caja verde. Me mira con una cara avergonzada, mientras yo no entiendo tanto a dónde va el asunto. Creó que mejor me escapo antes de ser víctima de este hombre. Además de que su gran “regalo” no parece ser más que una caja mal hecha.

    — Ábrelo, buen muchacho.

    — No me jodas viejo verde ¿Por qué no la abres tú?

    — ¡Porque es tu regalo!— me grita el muy desdichado esté.

    — Ya. — empiezo acercarme a la caja verde sin ningún reparo, saco todas las bolsas mientras vigilo que el hombre no me ataque, y cuando finalmente toco el objeto, miro que solo es una figura de Papa Noel. — ¿Para esto me seguiste…?

    Esa noche más rara no pudo a ver sido, pues el hombre desapareció y la figurilla se quedó en mi casa. No se lo conté a nadie hasta ahora, pues pensarían que estoy loco. O que tomé tanto que vi a un hombre regalándome algo. Tampoco quise darle explicación, pues me sentía confundido.

    Hoy era navidad, noche buena ya había pasado y yo seguía trabajando. Cansado miro la hora de irme, agarro mis cosas de mala gana y me despido con decoro. Para llegar a mi casa tomo un tren y luego un taxi, la zona donde vivo no es tan concurrida. Por eso ayer, cuando ese hombre me siguió hasta ahí me asuste mucho. Pues ni el taxi quiso llevarme lejos, dejándome a la mitad del camino.

    Llego cansado siempre del arduo viaje que tengo que dar. Cuando estoy abriendo la puerta, siento de repente alguien respirar. Brinco del susto mientras identificó lo que realmente es. El susto no se hizo esperar cuando vi a la figurilla moviéndose… ¡Estaba moviéndose!

    ¿Qué estaba haciendo para empezar? Me dejo más perplejo que el hecho de que se moviese. Yo me acerco sigilosamente, entonces, cuando grite un “Hey” casi tartamudeando aquella cosa volteo. Y lo primero que vi en sus manos era leche. Es la mismísima figurilla que vi, de eso no tenia duda. Y cuando yo estaba a punto de tocarla porque se me acerco con una mirada vacía, dio un grito.

    — ¡AHHHHHHHH!

    — No grites.

    — ¿Quién eres tú?— él pregunto anonadado.

    —…—me quede sin palabras.

    — ¿Qué quién eres tú?

    — ¿Quién eres tú? Yo debería decir eso.

    — Esta es mi casa, loco, lárgate. —dijo con altanería.

    — ¿Qué carajos? Tú eres una figurilla de navidad, para ser más exactos un monstruoso sujeto gordo que es santa Y ¿VIENES A PREGUNTAR QUIÉN SOY YO?

    Y empezó a llorar, me quede para ser sinceros apenado, luego no entendí porque estaba parado en la puerta de mi casa y mirando una figurilla de Papa Noel llorar. Quise salir e ir a darme golpes contra algún árbol y decir que todo esto era un sueño. Pero no, no era un sueño, el realmente estaba ahí.

    — ¡Maldición! ¿Qué diablos eres tú?

    — Me dijiste gordo y feo. — Y levante una ceja por lo extraño que se tornaba esto.

    — ¿Estás llorando porque te dije gordo y feo?

    — Estoy llorando porque piensas que soy así de feo.

    Eso se estaba saliendo de mis manos. Debo de estar drogado, ¿Qué me pudieron poner en el café? Pudo a ver sido Aurora, esa vieja siempre esta molestándome, o tal vez fue Betty ella quiere conmigo. Lo tengo, fue mi jefe con eso de que envidia mi vida de soltero. Ya, me estaba inventando cosas, tal vez si lo enfrentaba desaparecería y se me iba a pasar. Esto es parte de la soledad, de la soltería, de la presión de la navidad.


    — Dime algo ¡No me dejes así, ya me hiciste llorar!

    — Pero yo no quería…

    — Pero es tu culpa.

    Fue tanto mi desespero, que cerré la puerta y tome la caja verde que esa mañana había dejado encima del sillón, tome al muñeco llorón y entre bolsas lo metí. Comenzó a gritar cosas incoherentes, mientras yo pedía que se callara y que de una buena vez me dejara en paz. No sé cuánto tiempo me tomo, pues hice lo imposible para cerrarlo con una cinta de embalaje, para cuando termine de hacerlo, ya eran las tres de la mañana. Mi desespero no podía ser peor pues seguía gritando, encendí la radio y puse música a todo volumen.

    Y me desvele.

    Cuando llego la hora de irme, mire la caja, ya inerte, sin un aparente movimiento; al igual que el ambiente silencioso. Lo tape como si fuera la escena de un crimen y salí de casa con la misma ropa del día anterior. Estaba aturdido. Camine por la berma de la pista, mientras con nerviosismo daba pasos incorrectos en busca de una solución entre esto. Aquel día ya había empezado mal. Me la pase de preocupado, preguntándome que si cuando regresase encontraría a la figurilla de Papa Noel viva.

    Esa noche, preferí quedarme más de lo normal en el trabajo. Cuando finalmente tuve que regresar, me pregunte una forma para no volver a casa. Pensé en ir a un hotel, pero no tenía dinero suficiente, entonces le pregunté a un amigo si podría ir a su casa, pero vivía con su familia. Tenía que regresar a casa y cuanto antes.

    Tomé el último bus que me llevaba cerca de casa, mientras mis manos con cierta tembladera se juntaban para calentarse. Estaba seguro de que volvería a ver a la figurilla, pero para cuando bajaba del bus, mi mente pensó en tener que enfrentarlo. De eso se trataba ahora, así que tome el taxi que me llevaría a casa. El conductor intento conversar conmigo, yo intentaba ignorarlo contestando con monosílabos. E incluso mostraba mi molestia por sus preguntas. Para cuando estábamos cerca de casa, vi las luces prendidas.

    — ¡Oh! Tienes una gran casa señor, supongo que su familia es grande.

    — De hecho… no, era pero… —Y guarde silencio para mirar con exactitud.

    — ¿Pero? — pregunto con cierta curiosidad.

    — Nada. — Se supone que mi familia está lejos. — ¿Cuánto es?

    Y le pague mientras bajaba del taxi aun taciturno. Fui un tanto pensativo, hasta el punto de sentir mi estómago revolverse por la sorpresa, luego me la toque, preguntándome seriamente si esto era un maldito sueño. Cuando la puerta se abrió vi a mi hijo parado. Nos miramos por unos eternos segundos, el ya no se acordaba seguramente de mí. Así que fruncí el ceño sin entender que sucedía.

    Luego salió mi mamá y tenía una mirada maternal de siempre, mientras yo seguía sin entender.

    —Bienvenido a casa Peter. — el niño me miro con los ojos bien abiertos, mientras yo incrédulo aun no podía crédito a lo que vi.

    Simplemente entre a casa, me senté en la mesa y comenzamos a cenar las deliciosas exquisiteces que mi madre había preparado.

    — ¿Por qué vinieron?—Soné muy agresivo sin querer.

    Cuando levante la vista, mi madre me miraba sin entender mi aparente rechazo. Entonces me incomode mucho, no sabía si preguntar de nuevo y solo atine a guardar silencio.

    —Rayos Peter—Dijo sin entender —.Yo se que querías espacio pero ahora te tornas complicado hijo.

    — ¿Por qué dices eso?

    —Porque tú nos llamaste, o eso entendí de tu amigo que llamo esta mañana.

    — ¿Amigo?—pregunte estúpidamente. —Yo no tengo amigos, mamá.

    — ¿Cómo no? No es tu amigo un tal…

    —Hola Peter. —Salió un hombre de la cocina. Yo me quede pasmado tratando entender quién era realmente, recordando de repente.

    —Eres EL TIPO DE LA FIGURILLA DE PAPÁ NOEL

    —Steven ¿de qué habla mi hijo?

    —Es que doña su hijo es algo paranoico.

    —No estoy jugando—dije muy molesto, mi mamá me miro sin entender, pero entonces el tal Steven me miro.

    —Deberías calmarte por tu bien. —mi madre lo miro y yo no pude pensar mucho. El sirvió lo que parecía ser chocolate y recién en ese momento repare que tenía una jarra de chocolate en las manos.

    — ¿Quieres Peter?—Dijo el hombre en tono amigable.

    —NO.

    — ¿Pan de pascua?

    —TAMPOCO.

    — ¿Paneton?

    —MENOS

    —Entonces ¿Qué es lo quieres?

    —Quiero que te vayas de mi casa.

    — ¿Estás seguro de ello?

    —Sí. —respondí impaciente mientras mi madre y mi hijo me miraban extrañados.

    —Pues que mal humor tienes. —Y con paciencia tomo su chaqueta y se la puso, yo respire por fin de tanto pelear con ese hombre grosero y no sé cuántas cosas más atribuirle al pobre desdichado y metiche para el colmo. —Pero, debo darte de nuevo tu regalo, ya sabes a caballo regalado no se miran los dientes. —Y acercándoseme como intruso puso entre mis manos la figurilla de Papa Noel. Me congele en ese mismo instante y el sonrió con alegoría.

    Y se marchó.

    Esa noche no pude dormir, miraba al muñeco inconscientemente, pero demasiado preocupado a la vez. Y una pregunta taladraba en mi cabeza ¿Por qué a mí? ¿Por qué no otro desdichado? ¿Tengo la suerte de ser el elegido? Si seguro, esto es una broma de mal gusto.

    Me acomode en la cama y cuando menos lo pensé, unos ojos en la oscuridad me miraron, me quede impactado y cuando me senté para ver bien, me di cuenta que solo era mi hijo.

    —Papi, ¿Me llevas al baño?—Y me crispe, claro que no supe que hacer pero debía ser bueno si no haría sentir mal al niño.

    —Está bien. —Dije aun con molestia. — Deberías aprender a ir solo, ya estás bien grandecito.

    —Perdón—Fuimos caminando por el pasillo, mientras él me contaba acerca de la escuela, yo solo asentía con la cabeza por el sueño. Y cuando entro al baño, una canción comenzó a sonar tal vez en mi cuarto, era mi celular de seguro por una alarma que no había recordado haber dejado. Mi hijo salió preguntando lo que sonaba y yo le explique lo mismo que según yo había pensado. Pero cuando regrese vi a la figurilla de Papa Noel…

    Y estaba bailando.

    —Para bailar la bamba, para bailar bamba se necesita un poco de gracia, un poco de gracia por ti seré, por ti seré, por ti seré…— Gritando esa canción me quede mirando con sorpresa.

    Y mi hijo pensado que era un jugaste se unió al baile, de repente todo se tornó raro y esa figurilla y mi hijo bailaban en mi cama. Me asuste tanto, que le di contra un almohadón a la figurilla y sus piernas cayeron al piso. Pero estas siguieron moviéndose, yo quede estupefacto al igual que mi hijo. Y dimos un grito al unísono.

    Al día siguiente, vino Steve. Y yo lo recibí de malas ganas, claro el solo sonrió con mucha satisfacción mientras yo gruñía con cada cosa que me causaba molestia.

    —No tienes familia, maldito enfermo.

    —Sí, es esta. —respondió burlescamente.

    Lo mire jodidamente molesto. Tome un sorbo de chocolate y comí mi pan de mala gana, mientras mi madre decía que trate de comer con mucha ansia pues no me haría provecho la comida. Yo le sonreí y le dije que no volvería a pasar.

    —Te devolveré esa figurilla.

    —Eh, No se debe devolver regalos querido Peter.

    —Me obligaste a recibirlo, además, ¿Qué diablos es eso?—pregunte mientras veía a su madre distraerse.

    —Es una versión tuya pero pequeña.

    — ¿De qué me estás hablando? ¿Acaso yo me parezco a ese juguete?

    —Pues tiene tu personalidad. —dijo riendo.

    —Yo no lloro como maricon. —Dije molesto. — Además, ayer se rompió en dos… y sus pies siguieron moviéndose.

    —Lo arreglare por ti.

    Y seguimos comiendo, mientras mi hijo me miraba perspicaz pues mi madre no sabía lo que había pasado.

    —Por cierto Steven, me recuerdas a alguien. —Comento mi madre. Yo solo la mire de reojo y me pregunte de donde conocía a este vago. Mientras Steven parecía ignorar, lo que dijo. — Me recuerdas a alguien en mi juventud… ¿Cuál es tu apellido?

    —Gómez. — Yo mire al hombre, tratando de recordar si lo había visto alguna vez. Pero no, nunca en mi vida lo había visto, solo en mis pesadillas.

    —Ah… y yo pensando que tenia familiares lejanos. — Comento por ultimo mi madre.

    Luego de esto, nos levantamos de la mesa, Steve arreglo la figurilla de malas a buenas y yo me quede ese día en casa, tenía demasiado sueño. Pedí a mi jefe que me dieran el día libre. Mi mamá entonces se alegro mucho. Y bueno mi hijo, quiso jugar conmigo y la figurilla pero me negué rotundamente.

    — ¿Por qué no papá?—lo mire sin hallar que decirle.

    —Porque es peligroso. —me miro sin entender y entonces agregue. — Se puede romper. Y no quiero que Steven lo tenga que pegar.

    Entonces frente a mi comportamiento se fue. Y cuando dejo al muñeco en su lugar, me quede mirándolo. A veces tomaba vida a veces no. Como ayer bailo repentinamente me dio tantos escalofríos imaginármelo nuevamente. Entonces poniéndolo debajo del cochón me quede dormido. Se hizo de noche para cuando desperté. Mi hijo tocaba la puerta y traía consigo sopa de pollo.

    Entonces recordé a mi difunta esposa. Sus ojos incrustados en mi hicieron que recordara lo hermosa que era ella.

    —Papa. Y ¿El muñequito?

    —Sácame de aquí troglodita. —grito de manera cómica tal ser.

    —Papa sácalo que lo ahogas.

    —No creo que sea buena idea. —Dije mientras apretaba mas el colchón, esta cosa se despierta en el peor momento posible.

    —Papá. — No sé porque no pude negarme a la mirada de mi hijo. Simplemente saque ese muñequito y se lo di. Fue cuando recordé que la última vez que lo había visto fue hace dos años. Y el niño ya tenía cinco me pregunto ¿Fue malo dejarlo? Yo era el que me sentía herido por la muerte de su mamá y sabía que no tenía la culpa pero, siempre existió el pensamiento de que estaba resentido conmigo.

    — ¿Cómo es que te juguete puede hablar?

    —Soy la versión pequeña de tu papá. —Mi hijo me miro sin entender realmente y yo me quede callado.

    —Está jugando.

    —Es cierto.

    —Cállate.

    —Cállate tú.

    —No pues, se nota que si es la versión de papá. —dijo mi hijo para luego reírse.

    —Mentira. — dije entre risas. —Es muy llorón, yo no soy tan miedoso.

    —Sí, seguro. Lloraste mientras dormías.

    —Calla muñeco sucio. —dije mientras le daba un pequeño golpe.

    Mi hijo rio y entre risas idas y burlas, me quede mirando casi a la nada. Pensé entonces en lo que dijo el muñeco y con gran asombro me recordó que lloraba por mi esposa. Entonces en mi mente se avecino lo que dijo Steven ¿Quizás yo… esa cosa y yo éramos similares? No lo sé. Pero aquella noche se alargo, converse de muchas cosas con los dos… y cuando hubo terminado. Eran más de las doce.
    Mi hijo durmió en mi cuarto, tenía unos ojos grandes, un flequillo en la cara que lo hacía verse un poco conmovedor. Las cosas ese año se habían tornado bastante irascibles para cuando me di cuenta que no fue un año fueron dos, en un intento de desconocer la identidad de los demás ¿Por qué? Estaba frustrado por la muerte de mi esposa. Deseábamos tanto tener una gran familia, una vida ideal y la tranquilidad, la hermosa tranquilidad. Pero cambio todo con un accidente.
    ¿Aceptar? He llorado como un niño y he ansiado volver al pasado. Pero ya paso. Ya se termino, debo seguir por mi hijo y por mí.
     
    Última edición: 13 Enero 2014
  2.  
    Zil Kendrick

    Zil Kendrick Toro de Daffy ❤️

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    Oh por dios XDDD me matas, de verdad muy buen escrito XDDD el santa, la figurita esa se parece a cierto usuario @Fenix Kujo XD jajaja me imagine sus caras, pucheros, su baile XD

    Espectacular escrito, tuve que hacer pausas para que mi jefe no me oyera reír XD, me encanto todo, la verdad transmites muchas cosas, el final no comprendí mucho esta frase, como que no le capte bien
    Note unos pequeños errores, un dedazo por ahí en un mi.

    Pero en general muy buen escrito, felicidades, y gracias por participar en la actividad :3 saludos.

    Mi calificación:
    Excelente.

    Kendrik fuera~
     
  3.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

    Cáncer
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    Esta genial el escrito, me agrado mucho, toma aspectos bastante atípicos para expresar esas fechas por lo que lo hace muy original hay tantas cosas que vamos
    dejando de nosotros mismos en ocasiones que terminamos descociendolos, que bueno que a él algo vino a recordarselo de nuevo y hacerle saber que aunque perdió a alguien todavía tiene mucho por que estar bien y luchar, hay muchas partes graciosisimas. Hubo unas ocasiones en las que e confundí un poco con que expresabas sobre todo por el final, bueno nada grave en realidad, siempre mantiene ese toque tan peculiar de tus escritos, mira terminé muy inmerso en la lectura que a la larga ni note lo técnico. Y si lo acepto el monito se parece a mi no estoy gordito si no la personalidad.

    Bueno calificando lo hago con:

    Excelente

    The Dark Knight Fire
     
  4.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Fue tan curioso. Me gusto mucho la manera en que describiste todo y nos mostraste el entorno de ello y el gran significado de ello.
    La figurilla me agrado bastante porque era como un niño loco y que queria que el se diera cuenta de lo que era evidente y lo que mas me gusto fue el inicio, no espere por un momento que pasase aquello.
    Tuviste tus errores pero el conmovedor mensaje es lo que mas me gusto, debes mejorar algunas cosas, ten cuidado.

    Calificacion: Excelente.

    Pire<3
     
  5.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

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    Todo parecía que apuntaba hacia un relato de horror (creí que se trataba de una figurilla maligna), pero el rumbo que decidiste otorgarle ha dejado un resultado final más que interesante.

    El punto fuerte de tu cuento radica precisamente en la trama y lo bien que la desarrollaste. Tomó un camino que no me esperaba pero que no dejó de parecerme llamativo e intrigante, más que nada por ese suspenso que me generaba la presencia del muñequito navideño, su impredecible personalidad. De todos los personajes, éste fue mi preferido, incluso por encima de Steve Gómez, que también me cayó muy bien por la formo en que se desenvolvió dentro de los acontecimientos narrativos. El significado y trasfondo de la figurilla de Papá Noel me pareció un detallazo, y el final no estuvo mal, parece ser que ahí hubo una transición por parte del protagonista, un cambio de perspectiva que no desentonó con todo lo que pasó antes. Mi parte favorita: cuando bailan la bamba.

    Tu narración es muy bien, con un toque de solemnidad. Mas, quedó opacada por los constante errores tanto en la puntuación de varias oraciones como en la puntuación de ciertas palabras, y reconozco que tuve que ir muy despacio en algunos tramos para que mi ritmo de lectura no se viese entorpecido. Como ya dijeron arriba mío, no se trata de fallas graves, pero sí constantes. Hay que cuidar esos aspectos, e intentar re-leer y corregir varias veces lo que escribas.

    Por otro lado, vi en una parte que escribiste "A ver" cuando la intención era poner "haber". Ese fue el único error de importancia.

    ¡Saludos!

    PD: Se me antojó un paneton.
     

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