Long-fic La Escuela que Cambio mi Vida

Nota de la Autora: Konbawa a Todos!!! En serio que ahora publico cada semana, pero siento la historia empieza a tornarse interesante, ahora vamos a entrar en una etapa bastante buena de este fanfic y espero sean capaces de acompañarme y disfrutar.
Ahora bien... ejem... responderé sus dudas y sugerencias, creo volvemos al guión, si lo sé U_U tengo un error fatal, pero solo se manejar 2 guiones (-) (_) pero no se como carajos sacar el guión largo que quiero, trato de adaptarme a eso mientras lo descubro, tal vez debí hacer estás aclaraciones antes, pero...
Este guión (-) lo uso cuando separo el dialogo de los personajes con la narración de Kagome, así mismo este guión (_) lo uso cuando quiero usar honoríficos como _chan, _san, _sama, entre otras, lo siento, pero por ahora soy incapaz de moficarlas, espero me tengan paciencia y sigan leyendo este humilde fanfic a pesar de todo.
Bueno el capitulo anterior, para mi a sido de los mejores que eh hecho, ya que revelaba demasiado de Inuyasha sobre su pasado, lo que me sorprendió al leer sus comentarios es que casi todos se concentraban más en el beso final de Kagome eh Inuyasha, realmente eso me sorprendió, de todo lo que había en el capitulo, todos se concentraron solo en eso (risa) me gustaría preguntarles ¿Por qué? pero bueno... y... antes de acabar este tedioso y enorme comentario, me gustaría advertirles a todas las chicas de fanficlandia y que estás adviertan a sus amigas, por nada del mundo acepten al siguiente contacto "berygood75@hotmail.com" este es el correo de un chico que es un tipo de acosador sexual, se acuerdan del tipo que comente el capitulo anterior, pues me volvió a hablar y estaba diciendome que quería que le describiera mi cuerpo detalle a detalle y que si me viera me haría el amor, y que si nunca había deseado hacer el amor y que si quería que me mamaran la v***** (piensen en una parte del cuerpo femenino con 6 letras que empiece con "v") bueno ahora ya lo elimine y bloquee, pero les advierto tengan cuidado con ese correo y por el momento me despido, dejando les este impresionante nuevo capitulo, cada vez más interesante, espero les guste y puedan comentar, y por supuesto.... ¡ RECOMIENDEN ME! Espero tengan un buen día, sean niños y niñas buenas, niños no acosen a las niñas y niñas cuidado con los acosadores.
Atte.
YokoHigurashi

P.D: En este capitulo regresamos a el relato de Kagome, por si aún no lo sabían

Capitulo 28: Historias del Pasado

- Vaya…- decía Miroku serio- que buen café sirven aquí- decía de una manera desinteresada, en aquel café al que nos había invitado hace poco.
-Deje eso senpai… venimos aquí por una razón ¿Verdad Kagome_chan?- decía la dulce Sango dirigiéndose a mí.
- Por favor Miroku_san ¿Podría por favor ser serio en esto? En serio… me gustaría saber, ¿Quién es Kikyo?
- Más bien… quien era…- dijo Miroku seriamente mientras veía levemente su taza de café.
- ¿Cómo qué quién era? No me diga senpai que él… - preguntaba Sango confundida.
- Si- bebía de su taza de café Miroku, mostrando aquella cara seria de la que pocas veces era portador-lamentablemente ella murió aproximadamente hace un año.
-Pero… ¿Cómo?- pregunté ante mi curiosidad.
- Ella fue asesinada…
- Vaya- dije con una cara triste, porque de algún modo me sentía decepcionada.
- Por así decirlo, está vida está llena de tragedias señorita Kagome, injusticias que jamás entenderemos.
-¿Por qué dice eso?- pregunta enojada Sango
- Jamás capturaron al asesino- dijo Miroku tranquilamente.
- Pero… ¿Cómo? ¿Por qué?- realmente no entendía del todo, Miroku_san no era muy claro con lo que decía.
- Digamos que lo mejor será empezar por él comienzo…- sorbiendo un trago de café nos miro fijamente- ¿No lo creen?
-Tal vez sea lo mejor-dijo Sango disgustada, mientras sorbía un poco de una malteada de fresa que Miroku_san le había invitado.
- Pero antes, qué les parece si de una vez ordenamos algo de comer- volviendo a sonreír, Miroku nos hacía una amigable propuesta- apenas ordenamos algo de beber, vamos… no sean tímidas, yo invito.
- Está bien- dije con una sonrisa y ordenamos de comer.
- Bueno, mientras nos traen de comer, podría empezar a contar esa historia senpai- decía Sango de una manera seria.
-Si… tal vez- parecía como si Miroku quisiera evadir el tema, ¿Por qué?- en realidad la historia es demasiado larga, por lo que puede omita muchas partes de está, pero bueno…
-No importa Miroku_san, por favor… quiero saber más - dije ahora más interesada que antes.
- La realidad es que Inuyasha y yo nos conocemos desde pequeños, nuestros padres se conocían desde antes que naciera Inuyasha, yo apenas tenía un año de nacido, para ese momento mi madre se había divorciado de mi padre y posteriormente aparecería asesinada, él hecho es que mi padre le había pedido el divorcio para protegerla, pero no funciono, al parecer nuestros padres estaban involucrados en una investigación de un asesino.
-¿Cómo?- dije interrumpiendo aquel relato tan confuso de Miroku_san.
-Mi padre era un monje, aunque a veces le hacía de detective privado- dijo con una leve risa- en realidad eso fue lo que lo llevó a la muerte, ya que se involucro en un caso que no era conveniente.
-¿Cuál era ese caso?- pregunto Sango
-Pues…- justo cuando Miroku iba a continuar, llegó la mesera interrumpiendo por un momento aquella platica.
-Disculpen, aquí está su orden- dijo la mesera mientras acomodaba las cosas en la mesa- una hamburguesa con queso doble sin picante y doble jitomate, un espagueti con queso manchego y un filete de milanesa a lado, y por último un filete de pescado con una ensalada a lado, a y sus tres refrescos de limón.
-Gracias…- dijo Miroku- le llamaré cuando hayamos acabado.
-Sí, está bien- dijo la mesera retirándose.
-Entonces…- dijo Sango mientras empezaba a cortar su filete de pescado para comerlo.
-Pues… mi padre le habían pedido averiguar sobre una mujer asesina, pero por lo que leí en los últimos registros de mi padre, aquella mujer no era en realidad la asesina, si no que estaba siendo amenazada por el verdadero asesino, resulto que al final está mujer se quito la vida… - dijo eso mientras empezaba a dar su primera mordida a aquella hamburguesa que había ordenado.
- En serio es aterrador Miroku_san, pero… Si la mujer al final se quitó la vida, ¿Por qué su padre siguió buscando a ese asesino? ¿Acaso no advirtió que tan peligroso era?
- En realidad mi padre no tenía intensión de seguir tras ese asesino, pero dio alerta de este a las autoridades, y después recibió una carta de amenaza, amenazando que lo matarían a él, a su familia y a todos sus conocidos hasta que no quedarán nada de ellos, para ese momento mi madre llevaba varios meses de embarazo.
-¿Estaba embarazada de usted senpai?- preguntó Sango, mientras yo empezaba a comer mi espagueti.
-Si- dijo Miroku mientras cerraba sus ojos- cuándo nací mi padre me dejo un tiempo al cuidado del monje Mushin, para protegerme, y le pidió el divorcio a mi madre, solo sé que mi madre accedió y meses después aparecería asesinada, mi padre temía mi muerte, y él padre de Inuyasha, Taisho_san decidió ayudarlo a resolver el crimen, pero el hecho es que él también salió perjudicado, y posteriormente fue asesinado, aunque por lo que me contó el anciano Myoga, las razones de su muerte no tuvieron que ver con este asesino, más bien tuvieron que ver con él prometido de la madre de Inuyasha, que al enterarse que su prometida la dejaba por un simple arqueólogo decidió asesinarlo, aunque los sucesos de su muerte aún son desconocidos un poco.
-Sí que está es una serie de asesinatos y tragedias- dijo Sango mientras tomaba un trago de su refresco.
-En serio… nunca creí que esto podría suceder en la vida real, es como si estuviéramos en la historia de alguien más que manipulara nuestra vida.
-Si, tal vez señorita Kagome… si le contará lo que pasó después, le daría más razones de pensar eso.
-¿Por qué? ¿Qué pasó?- pregunte atacada por la curiosidad.
-Nuestros padres eran amigos, mi padre jamás pudo superar la muerte de tantas personas, yo seguía viviendo con él monje Mushin, donde mi padre a veces me visitaba y se mantenía en contacto con la madre de Inuyasha que en ese entonces vivía el hecho de ser madre soltera, aunque no perjudicaba tanto, ya que ella venía de una familia rica y era capaz de sostenerse a ella y a Inuyasha, su error empezaría cuando ella financiara la investigación de mi padre representando a Taisho_san.
-No me digas que…- dije temiendo lo peor.
-Su madre moriría asesinada en un incendio provocado, del cual jamás se lograría saber quién era el culpable, para ese entonces Inuyasha apenas tendría unos 12 años, mi padre hubiera deseado adoptarlo, pero no quería involucrar a más personas en él asunto.
-Eso es demasiado triste- dije mientras pensaba que nadie tenía derecho a sufrir así.
- Si… pero Inuyasha sería adoptado por una anciana llamada Kaede y sus dos nietas llamadas Kikyo y la otra del Kaede.
- ¿Kikyo?- por fin aparecía, la persona de la que quería saber tanto.
-Senpai ¿Cómo era exactamente Kikyo?- preguntó Sango.
-Pues…- soltando una leve risa Miroku prosiguió- era muy parecida a usted señorita Kagome, sus facciones eran muy similares, lo único que cambiaba era aquel aire de madurez que la señorita Kikyo poseía.
-Entiendo…- dije algo decepcionada, pero no sorprendida, porque sabía que ese parecido tenía mucho que ver con él hecho de que Inuyasha se me acercara durante todo ese tiempo.
-Si… para ese entonces la señorita Kikyo apenas tenía 15 años, Inuyasha no era una persona muy alegre desde la muerte de su madre, pero de algún modo la señorita Kikyo sabía sacar lo mejor de él con su sonrisa de amabilidad, aunque después de algún tiempo la abuela de Kikyo moriría de forma natural, cosa que afectaría levemente a Inuyasha y a Kikyo, aunque si afecto mucho a la pequeña Kaede que llevaba el mismo nombre que su abuela.
-Pobre pequeña…- respondió Sango.
-No se preocupen, en realidad no fue tan grave, realmente Kikyo supo manejar la situación y consiguió un empleo en un museo al igual que Inuyasha lo conseguiría en un restaurante, en ese entonces Inuyasha tenía 16 años y Kikyo 19 años, a pesar de lo difícil que era, esa era la etapa más feliz de la vida de Inuyasha…- dijo eso para tomar un trago de su refresco y continuar- pero bien dicen… las cosas algún día tienen que acabar y esa felicidad no podía ser eterna.
- ¿Qué pasó después?- pregunté aún más curiosa que antes.
-En el museo en que trabajaba Kikyo, había una joya realmente preciosa, era la joya más preciosa y antigua de ese museo, era la “Perla de Shikon” o lo que viene siendo lo mismo “La Perla de las 4 almas”
- ¿Por qué se le llamaba la perla de las 4 almas a la perla de Shikon?- pregunté una vez más.
-Espere senpai, creo haber oído de ella por mi padre, la famosa perla de Shikon que fue robada no hace un poco más de un año del museo que la tenía en exhibición y desde entonces no la han podido encontrar, ni a ella ni al ladrón.
-Sí, así es Sango- respondía Miroku- esa perla era parte de una muy famosa leyenda.
-Sí, también mi padre me contó de esa leyenda- dijo Sango, mientras yo apenas lograba comprender todo eso.
- ¿Y de que trata?- pregunté
-Esa leyenda trata de una antigua sacerdotisa de la edad media llamada Midoriko- comentó Sango.
-Sí, y su pelea que duró varios días- dijo Miroku.
-Perdonen, pero no entiendo…- comenté, realmente estaba muy confuso todo eso.
- Lo que pasa Kagome_chan, la leyenda cuenta que hace cientos de años, durante la edad media, hubo un tiempo en el que la nobleza aún tenía el control en Japón. Había montañas de personas que habían muerto en la guerra y de hambre, y al aumentar los cadáveres y humanos exhaustos, estos fueron comidos por diversos monstros, los cuales se fueron incrementando.
-¿Monstros?- volví a preguntar.
-Bueno señorita Kagome, en esa época se creía demasiado en esas cosas- dijo Miroku con una sonrisa.
- Sí- dijo Sango- pero cuenta la leyenda que todo tipo de monjes budistas y generales exterminaron a los monstros, pero entre todos ellos había una hermosa sacerdotisa llamada Midoriko quien usaba un arma que sacaba las almas de los monstros y las purificaba.
-Debió ser muy poderosa- comenté.
-Sí, se dice que ella tenía el suficiente poder espiritual como para matar 10 monstros de una sola vez.
-Vaya que era una sacerdotisa poderosa, lo más sorprendente es que pudiera acabar con esos monstros sacando y purificando sus almas de una sola vez.
-Si… lo sé, era muy impresionante, en realidad tiene mucho que ver con él hecho de que se dice que en este mundo hay 4 tipo de almas, de humanos, animales, árboles y rocas, ella se dice era capaz de purificar cualquiera de esas 4 almas.
-¿Por eso es el nombre de la perla de las 4 almas lo que viene siendo la perla de Shikon?
-Sí- dijo Miroku- lo que ha explicado hasta ahora Sango ha sido correcto, pero me gustaría explicarle lo que sigue, claro si me lo permite Sango- en ese momento Sango se sonrojo terriblemente ante las palabras del monje Miroku.
- Si claro, lo siento senpai- dijo Sango.
-No te preocupes- dijo dirigiéndose a Sango- pero en si tienes mucha razón, en esa época, en Shinto solo había una forma de pensar, refiriéndose sobre todo al termino de “Shikon”
-¿A qué se refiere con eso?- pregunté nuevamente, tal vez sonaba tonta por preguntar tanto, pero ese tema era un poco difícil de entender y no sabía muy bien que tenía que ver con el pasado de Inuyasha, pero cada cosa era importante.
-Verá señorita Kagome, Shikon significa 4 almas, estás almas eran “Ara_mitama” “Nigi_mitama” “Kushi_mitama” y “Saki_mitama”, todas estás almas se juntaban y se volvían un solo espíritu, y en la carne ellas viven dentro del corazón ya que Ara_mitama es el coraje, Nigi_mitama es la amistad, Kusho_mitama es la sabiduría y Saki_mitama era el amor, aunque la naturaleza humana no estaba ni está correctamente mantenida entre ellas- termino diciendo eso Miroku.
-Vaya que sabe bastante del tema senpai- dijo Sango mientras sorbía otro trago de su refresco.
-Lo mismo digo de usted Sango- dijo Miroku alagándola.
-En realidad… ¡NO ENTENDÍ NADA!- dije quejándome, eso era realmente complicado de entender y Miroku_san solo empezó a reír.
-No se preocupe señorita Kagome, tampoco Inuyasha lo entendió del todo cuando se lo explique, así que tranquila ¿Está bien?
-Sí, aunque no acabo de entender, que tiene que ver esto con Kikyo y el pasado de Inuyasha.
-En realidad puede que tenga nada que ver con ellos está historia, pero el objeto cuyo origen estoy a punto de contar tiene todo que ver con la vida de Inuyasha.
-Vaya…- dije aún un poco confundida.
-El hecho es que señorita Kagome, la ley de Shikon decía que las almas podían ser tanto malas como buenas- termino Miroku.
- En eso tiene razón senpai, pero volviendo al tema de Midoriko, exorcizó a Shikon y obtuvo mucha experiencia en usar hechizos que transformaban los poderes de los monstros en nada, debido a eso los monstros temían de su poder y comenzaron a tratar de tomar su vida, pero incluso aunque atacarán sorpresivamente siempre eran exorcizados… por lo cual, para superar los poderes espirituales de Midoriko, un alma con un masivo poder maligno era necesaria.
-Entonces ¿Qué pasó?- pregunté cada vez más interesada en esa historia.
- Por lo que se, hubo un hombre que amo en secreto a Midoriko, y un monstro tomó ventaja de aquella debilidad y lo poseyó, muchos monstros surgieron de uno usando a un humano con corazón maligno como ancla, lo cual les fue de lo más fácil, entonces aquel nuevo ser, conjunto de varios monstros decidió enfrentarse a la sacerdotisa Midoriko.
-¿Y quién gano aquella batalla?- pregunté cada vez más interesada en eso.
-Pues cuenta la leyenda que aquella batalla duro 7 días y 7 noches, pero finalmente Midoriko con su cuerpo exhausto fue devorada, parece ser que su alma fue absorbida, y en ese momento, con lo que le quedaba de fuerza selló el alma de aquel monstro y su propia alma fue tomada y forzada a salir de su cuerpo, ahí… ambos, tanto la sacerdotisa cuyo nombre era Midoriko y el monstro murieron, pero el grupo de almas permaneció ahí, y esa era la perla de Shikon.
-Vaya… que gran historia- dije mientras acababa el último bocado de mi plato.
-En realidad aquella historia detrás de esa perla- dijo Miroku- era lo que le daba gran valor y era codiciada por muchos.
-Como hace muchos años…- comento Sango.
-¿Hace muchos años?- pregunté nuevamente.
-Se dice que esa perla que ahora está desaparecida, ha sido codiciada por muchos desde que apareció, ahora por su valor, pero antes se decía que era capaz de conceder cualquier deseo.
-¿En serio?- realmente aquella perla era sorprendente.
-Sí, y por culpa de ella, muchas muertes fueron provocadas, pero esa es otra historia- dijo Sango.
-Sí, tienes razón- dijo Miroku- volviendo a la historia de Inuyasha y Kikyo, la perla posteriormente sería robada, de lo cual Inuyasha saldría involucrado aunque él no la había robado, Kikyo había sido quien la había inculpado debido a varias pruebas falsas, cosa por la que Inuyasha empezó a ser perseguido por la policía y empezó a odiar a Kikyo, entonces escapó de esa casa y fue a mí, no sabía a dónde ir, y francamente no sabía que decirle, solo pude ofrecerle mi hogar, en realidad Inuyasha estaba destrozado, lleno de odio y rencor hacía Kikyo, la mujer de la que se había enamorado y no había sido capaz de decírselo.
-En serio que eso fue triste…- dije conmovida.
-Pero pasó que un día gracias al monje Mushin me entere que Kikyo había descubierto al verdadero ladrón de la perla de Shikon, cosa de la que Inuyasha se entero, pero está fue citada por dicho ladrón al museo para hacer un intercambio con ella y recuperar la perla de Shikon, lo malo es que el tipo era peligroso e Inuyasha fue corriendo hasta ese lugar, no sé qué pasó después, solo sé que la señorita Kikyo murió aquella noche e Inuyasha nunca volvió a ser el mismo, amaba tanto a esa mujer, no le importaba nada de lo que ella había hecho, porque Inuyasha la seguía amando y recordando, posiblemente aún ahora, la debe seguir amando- ¿Qué es este sentimiento? ¿Por qué me siento tan triste? ¿Por qué me siento tan enojada? Miroku por fin había respondido mis respuestas, y aún más que eso, aún así… me sentía inconforme con aquel pasado de Inuyasha- después de eso el monje Mushin lo adopto y empezó a vivir conmigo.
-En serio que esa historia ha sido muy fuerte- dijo Sango.
-Sí, y lo peor del caso- empezó a decir Miroku- es que el asesino de Kikyo es él mismo que mató a mis padres y a la madre de Inuyasha.
-¿¡CÓMO!?- preguntamos Sango y Kagome al mismo tiempo.
- Nunca se lo dije a Inuyasha, temía por su reacción, pero aún así yo me estoy haciendo cargo del asunto y eh empezado a investigar sobre dicho asesino.
-¿Y qué sabe de eso senpai?- preguntó Sango.
-¿No teme que puedan matarlo también?- pregunté rápidamente después que Sango.
- No puedo decirles mucho del caso, porque podría involucrarlas demasiado, en realidad yo estoy en peligro de muerte, estoy en un límite donde si aquel asesino llega a percatarse de mi existencia, yo en serio seré asesinado, lo único que sé es que este asesino es un traficante de drogas y órganos en el mercado negro, su nombre real es desconocido, pero se hace llamar “Naraku”...

CONTINUARA...

 

Nota de la Autora: Konichiwoa a Todos!!! :p Si que pasa el tiempo rápido... ¡90 seguidores!:oops: (aplausos) bueno quitemos a los dos líderes de foro que se pasan por aquí a checar que me porte bien, pero es que odio seguir las reglas (aunque son necesarias) pero bueno je je je je ya las sigo más que antes... también debo restar los seguidores de mi fanfic que ya no me siguen y yo les preguntó ¿Por qué? ¿Tan aburrido les es leerme? Ok... pero ya no les enviaré actualización, lo que si es que es momento de agradecer (rebote de tambor) aquí va... ¡Muchas gracias a BellaLuna! la que nunca se pierde un capitulo de mi fanfic y que a comentado e incluso me a pedido un NarXKag y lo haré, solo que será un OneShote, también ¡Muchas gracias a Yue! que su vida de pareja le esta ofreciendo nuevas experiencias, espero sea muy feliz, ¡Gracias a Sumi-chan! que se salta episodios ¬w¬ pero bueno, sigue leyéndome y la entiendo (a mi me daría también flojera leer 28 episodios) y así mismo... ¡Gracias a Miko-star! que debo decirle que cuidado con los comentarios cortos porque viene mi líder del foro a vigilar me y los borra por spam, aunque por mi no hay problema, me encantan sus comentarios.... también (si, esto ya se volvió largo, lo sé U_U) ¡Muchas Gracias George Asai! por tus comentarios constructivos y maduros, ¡Gracias Mysaki-chan! parece que estás descubriendo el placer de Marmalade Boy (Miki es una chillona) aunque también te recomiendo veas Kodomo no Omocha (guiña ojo) estoy segura te fascinara, y por último... (¡Por Fin!) a Kagome Hi Taisho que a estado ocupada con su proyecto de revivir el foro de Ranma 1/2 y créeme que ya empecé mi idea de fanfic, solo que con este no tengo mucho tiempo... por ahora son todos los agradecimientos, porque si no este comentario sería más largo... pues sin más que decirles, espero que comenten y disfruten de este fanfic, porque cualquier comentario, aún sea el más pequeño del mundo es bienvenido aquí para mi.
Atte: YokoHigurashi
=X

Capitulo 29: Sesshomaru...

- No puedo decirles mucho del caso, porque podría involucrarlas demasiado, en realidad yo estoy en peligro de muerte, estoy en un límite donde si aquel asesino llega a percatarse de mi existencia, yo en serio seré asesinado, lo único que sé es que este asesino es un traficante de drogas y órganos en el mercado negro, su nombre real es desconocido, pero se hace llamar “Naraku”- era la primera vez que oía un nombre así, ciertamente sabía que Naraku significaba muerte, pero jamás había oído que alguien lo usara como nombre.

Sin darnos cuenta, la noche había caído sobre nosotros, nos despedimos amablemente, Miroku se había ofrecido a llevarme, pero decidí que era mejor que fuera solo con Sango, tal vez era solo yo, pero presentía que ellos dos tenían algo entre ellos, no quería ser un estorbo, porque entendía esa sensación de querer estar a solas con alguien, porque ese día, al hablar con Miroku y Sango, al oír aquella triste historia, entendí que yo… estaba enamorada de Inuyasha, aunque aún no era capaz del todo de entender ese sentimiento.

Miroku y Sango, se fueron un poco forzados, para dejarme sola, una vez que se fueron, solo fui capaz de suspirar y caminar sola, estaba obscuro, recordaba que la primera vez que vi vestido a Inuyasha con aquel extraño traje y aquella peluca blanca, era un día como hoy, una obscura noche peligrosa, en que fui una idiota por querer regresar sola a casa, tal vez… era una idiota otra vez, pero que importaba, Miroku y Sango merecían ese momento a solas y yo ya era una idiota por haberle dicho eso a Inuyasha, sin darme cuenta primero lo que mi corazón intentaba decirme, que idiota era, me lo repetía cada instante, en ese momento, una y otra vez en mi cabeza, y le llamaba una y otra vez, su nombre, el nombre de…
-Oye tú…- una voz decía a mis espaldas- ¿Sabes qué es peligroso andar sola por las calles a esta hora? - lentamente voltie en dirección a esa voz
-Inu…yasha- ahí estaba, detrás de mí, parado en la obscuridad, con aquel extrañó traje rojo y su cabello blanco y esas extrañas orejas- ¿Qué haces aquí?
-Eso mismo debería preguntarte, yo solo vengo del trabajo- decía mientras miraba a otra dirección.
-Ya veo… - dije algo indiferente ¿Cómo debería mirarlo? ¿Qué debería decirle?- creo mejor me apuro, en mi casa ya deben estar preocupados- dije tratando de evadirlo, apenas estaba segura de ese nuevo sentimiento, pero sinceramente, no sabía manejarlo.
-¡Ja! Si que eres torpe… no deberías vagar por aquí a estas horas- seguía diciendo eso, hasta que por fin entendí lo que quería decirme, pero sabía que era tan orgulloso que jamás lo admitiría abiertamente.
-¿Quieres acompañarme?- pregunté inocentemente, esperando ansiosa aquella respuesta.
-¿Qué más me queda? Puede que nuevamente te encuentres con unos vagos que quieran jugar contigo- ese era Inuyasha, orgulloso y arrogante, nunca cambiaría y no quería que lo hiciera.
- Esta bien- dije tratando de sonreír, había tantas cosas que aún no entendía del todos, Miroku_san había logrado responder muchas dudas, pero había abierto más en mi mente.
-¡Hey Kagome!- gritaba Inuyasha a mis espaldas, en aquel obscuro pasillo rompiendo mis pensamientos.
-¿Si Inuyasha?
-¿Estás bien? Te notó algo extraña- con su tono curioso y algo amable me preguntaba eso.
- Es que…- empecé a sonrojarme ¿Qué debería decirle? ¿Cómo debería sentirme?
- Es que… ¿Qué?- dijo como tratando de presionar.
- Lo siento- sí, eso era lo primero que debería decirle.
- ¿Qué?- se mostraba confundido ante mi respuesta.
- Desde que entre a preparatoria- argumente- muchas cosas han pasado Inuyasha, y bueno… creo que no es justo que ese día te haya culpado de todo eso.
- ¡JA! ¿Tanta importancia le diste a eso?
- ¿Cómo no darle importancia?- dijo Kagome- No es justo que te haya tratado así, porque… porque… ¡Tú has sido muy amable conmigo!- Inuyasha mostró una cara sorprendida, algo sonroja ¿Qué estaría pensando? ¿Había dicho algo indebido?- por cierto… Inuyasha- en ese momento, el paró, mirándome con esos hermosos ojos dorados, efectos posiblemente de unos pupilentes para complementar su disfraz, pero aún así igual de profundos y magnéticos que siempre.
-¿Qué pasa Kagome?- dijo algo serio
- Lo que pasa, es que… cuando yo dije eso, a pesar de que te culpe de todo lo que pasaba en mi vida y que posiblemente dije muchas cosas que no eran ciertas, algo si era cierto en lo que dije, porque desde que te conocí, muchas cosas han cambiado en mi, tal vez mañana llegue a arrepentirme por decirte eso, porque cada vez que estás cerca de mi me siento extrañamente feliz, cada vez que me tocas siento una cálida sensación, y ese día cuando dijiste que me soltarías, en el fondo de mi corazón no quería que me soltarás, porque entre todas las personas que eh conocido y conozco, tu eres la que más me alegra conocer, y aunque no conozco aún del todo, yo solo… yo solo…¡Quería verte!- vaya… sí que había dicho demasiado, me sentía algo avergonzada, pero al final aliviada por haber podido ser sincera con él, lo cierto era que aún quedaba mucho que decir, pero el tiempo al tiempo.
- ¿… a mi?- esa era la voz de Inuyasha, como si estuviera el final de una oración que ni si quiera había empezado, él me miraba extrañado ¿Tan raro era lo que acababa de decir?
- Veo que… tu no querías verme- por alguna razón me sentía triste, decepcionada.
- No es eso- dijo Inuyasha velozmente- solo que… solo que… no es normal que alguien me diga eso.
-Inuyasha…- había tantas cosas, tantas dudas… ¿Qué debería hacer? Quería decir aún más cosas, pero creo que sonaría confusa de intentarlo, tal vez debería conformarme por ahora con lo que tengo, era lo mejor.
- Por cierto…- decía Inuyasha con un tono algo extraño- ¿Qué soy para ti?- esa pregunta me sorprendió ¿Podría ser qué…?
- ¿A qué te refieres?- esa pregunta era muy confusa para mi ¿Qué esperaba que respondiera?
- Si fuera sincero contigo en este momento Kagome, diría que desde que llegaste, yo al inicio te consideraba una maldición, porque despertaste sentimientos de odio y remordimiento que tanto tiempo había guardado, quería alejarme de ti, quería repudiarte, pero una parte de mi, una parte olvidada de mi, quería estar cerca de ti, y como consecuencia de acercarme a ti, al final eh llegado a este punto de no saber que soy de ti, no sé si soy tu conocido o tu amigo, o si…- en ese momento hizo una pausa, y en medio de esa noche como si no importará, las cosas pasaban lentamente y nada podía dañar ese momento.
- Creo que ni yo lo sé Inuyasha- era tan cierto ¿Qué era Inuyasha en mi vida? ¿Era mi conocido? Si ¿Era mi amigo? Si ¿Era solo eso? No, porque, aunque no se lo haya dicho aún, yo lo amaba, yo lo anhelaba, yo lo deseaba, de un modo extraño, pero…
- Mira nada más quién está aquí…- dijo una voz algo chillona y molesta que venía desde atrás de mí.
- Tú…- decía Inuyasha con los dientes apretados y su puño cerrado, con solo ver eso, sabía que no era bueno lo que él veía, y empezaba a sentir miedo- ¿Qué haces aquí?
-Inuyasha… veo que sigues siendo el mismo tonto de siempre- esa era otra voz, una voz más elegante y madura, que provenía de la misma dirección- ¿Qué es ese disfraz? ¿eh?- no me atrevía a voltear, tenía miedo, tenía esa sensación, ese instinto de que algo andaba mal.
-¡CALLATE SESSOMARU! Y… ¡Responde! ¿Qué haces aquí?- ¿Sesshomaru? ¿No era ese el nombre de su hermano? Apenas oí eso, fue cuando me atreví a voltear, para quedar sorprendida con aquel hombre que estaba ante mis ojos y su curioso acompañante.
- ¿Cómo se te ocurre hablarle así al señor Sesshomaru?- decía la misma voz chillona que había oído al inicio.

¿Quién era ese hombre? Se parecía a Inuyasha y era totalmente distinto, ¿Qué era esa sensación? Sesshomaru, era un tipo alto, de un enorme pelo color plateado, su piel era blanca, sus ojos dorados, y algo frívolos, su boca era pequeña y bien definida, y su presencia y porte te hacía sentir que estabas frente a un príncipe, si tuviera que describirlo en pocas palabras, él era demasiado atractivo, demasiado hermoso, casi irreal para mis ojos, pero en cambio, su pequeño acompañante, de aquella molesta voz aguda, era demasiado opuesto, incluso me resulto un poco repulsivo, era deforme, su nariz, su cuerpo, sus ojos, eran anormales, incluso el color de su piel, era verde, poco común, no sabía cómo reaccionar ante pequeño hombrecito que contrastaba demasiado con aquel hombre, que era el hermano de Inuyasha.
-Yo le hablo como quiero- decía Inuyasha altaneramente- ¿¡Qué haces aquí!?
- No te preocupes Inuyasha, yo solo vengo a arreglar algunos asuntos, no tienen nada que ver contigo- decía mientras avanzaba elegantemente, sobrepasándonos mientras Inuyasha se apretaba los puños furiosamente- vámonos Jaken- decía refiriéndose a aquel deforme hombrecito que le acompañaba.
- Si señor Sesshomaru- y obedientemente, este hombrecito con pasó veloz iba detrás de aquel hombre de pelo plateado.

Había tantas cosas que no entendía, pasaban tan rápido… solo sé que en ese momento tan especial, en que por fin me sentía tan cercana a Inuyasha, cosas nuevas pasaban, anunciando nuevamente tragedias para la vida de Inuyasha y nuevas experiencias para mi, solo esperaba que los dos estuviéramos preparados para lo que seguía.

Apenas se alejara Sesshomaru, Inuyasha caminaría lentamente enojado, tomando mi mano fuertemente, podía sentir como temblaba de la furia y aún así no entendía por qué, el caminaba en silencio y tímidamente me sentía realmente feliz, por fin había aclarado el hecho de que sentía por Inuyasha, quien era Inuyasha y quien era Kikyo, solo que me gustaría saber ¿Qué siente Inuyasha por mi? Y ¿Qué nos depara el futuro a los dos?

Solo recuerdo como, su cálida y fuerte mano me soltaba enfrente de mi casa, esperando con aquella mirada que entrara a ella, subí tímidamente las escaleras del templo, para entrar a mi hogar, dónde mi madre me recibiría felizmente preguntándome como me fue, Shippo se aventaría sobre mi sonriéndome, esperando una respuesta, y al final cenaríamos en familia.

Aún no entendía muchas cosas sobre Inuyasha, creo era normal, lo que no era normal, era esa sensación, como si algo realmente malo fuera a pasar, ahora no solo me preocupaba Inuyasha, o el hecho de quien era Kikyo, si no ahora, de algún modo me preocupaba ese tal “Naraku” y lo que en nuestras vidas representaría.

CONTINUARÁ....

 

Nota de la Autora: HOLA A TODOS!!! Creo es momento de que me regañen ¿verdad? (risa) perdona que me haya tardado tanto, pero es que escribir no es fácil , aparte me metí en un evento de Ranma 1/2 y quería subir este episodio junto con ese especial, espero lo busquen (risa) -^^ sobre responder dudas, debo decir ¡Gracias Pa-chan! porque siempre comentas (risa) pero aunque sea difícil de creer TODOS MIS TEXTOS son pasados por word antes de llegar aquí, en si todo mi fanfic está guardado como documento de word, así que (risa) si me saque de onda cuando me dijeron que lo pasara por word, sobre sacar más de una episodio a la semana, bueno... los que seguían mi fanfic desde sus inicios saben que antes sacaba 3 episodios por semana, pero por la escuela y otras causas deje de publicar así´, y se volvió a un episodio por semana, no publico más por otra cosa, es que simplemente no me alcanza el tiempo y me gustaría comprendieran eso XD Cuando pueda publicar más, lo haré, confíen en mi, por ahora solo les dejo este episodio, que realmente está un poco aburrido, pero espero lo disfruten. Hasta pronto.
Atte.
YokoHigurashi
=X

Capitulo 30: Cita...

Aún no entendía muchas cosas sobre Inuyasha, creo era normal, lo que no era normal, era esa sensación, como si algo realmente malo fuera a pasar, ahora no solo me preocupaba Inuyasha, o el hecho de quien era Kikyo, si no ahora, de algún modo me preocupaba ese tal “Naraku” y lo que en nuestras vidas representaría.
-Kagome… ¿Estás bien?- esa voz resonaba en mi mente, era la voz de Hojo en clase de historia.
-¿Eh? Si no te preocupes Hojo, estoy bien.
-Últimamente se te nota muy preocupada, sabes que si tienes un problema puedes contar conmigo.
-Lo sé, pero en serio nada me pasa- le dije mientras le sonreía falsamente, lo cierto era que llevaba meses preocupada por Inuyasha, realmente me había vuelto una persona realmente egoísta.

Habían pasado algunas semanas desde aquella cita con Miroku, desde entonces Sango estaba realmente preocupada, y yo había conocido a Sesshomaru, el hermano mayor de Inuyasha, ahora en mi mente surgían más preguntas como: ¿Qué pasaba por la mente de Inuyasha? ¿Quién era Sesshomaru? ¿Por qué parecía que esos dos no se llevaran bien? Simplemente no entendía nada.

Ese día las clases pasaron lentamente, yo salí desanimada de las clases, no porque estuviera triste, si no porque esa sensación no desaparecía de mi mente, y mis pensamientos ahora iban para Inuyasha.

Al salir del salón, había un hombre algo raro, un poco gordo, llevaba un paliacate en el cuello y parecía que cargaba algo en él, era moreno y a excepción del poco cabello que tenía en los laterales, el era calvo.
-Disculpe señorita…- dijo dirigiéndose a mí.
-¿Si?- dije extrañada de que me hablara a mí.
-¿Usted es Kikyo?- nuevamente ese nombre persiguiéndome, ¿En serio me parecía tanto?
-Lo siento, pero no, mi nombre es Kagome Higurashi- dije algo molesta, tanto había oído ese nombre refiriéndose a mí, que había llegado a sentirme frustrada.
-Perdone, es que casi podría jurar que era ella- dijo mientras saca un pañuelo para secarse el sudor de su frente- entonces supongo usted no sabrá dónde está Inuyasha Taisho- apenas dijo ese nombre mis ojos se iluminaron, no sabía cómo o porque, pero yo realmente amaba a Inuyasha, y cualquier cosa que lo relacionara a él, tenía que ver conmigo.
-Si lo conozco, aunque no sé donde está en este momento- dije tratando de mantener la calma.
-Es una lástima, algo importante debo informarle- dijo mientras con la vista trataba de ubicarlo.
-¡Kagome!- dijo aquella voz detrás de mí, casi podría jurar quien era, pero aún así quería asegurarme.
-Joven Inuyasha, me alegra haberla encontrado- decía el anciano que hace poco me había llamado Kikyo.
-Anciano Myoga… ¿Cuándo regreso?- ¿Anciano Myoga?
-Hace algunos días, pero realmente es importante lo que pienso decirle- no entendía nada de lo que pasaba, pero parecía que Inuyasha y aquel anciano se conocían desde hace tiempo.
-¿Qué está pasando?- dijo Inuyasha, con una voz algo ruda.
-El testamento de su padre…- decía pausadamente aquel anciano- dentro de poco, por fin será abierto.

Aquellas palabras incluso a mi me impresionaban, el padre de Inuyasha, aquel famoso arqueólogo que moriría al enfrentarse al prometido de la madre de Inuyasha, aquel que le daría su nombre a Inuyasha por aquella leyenda que amaba, aquel al que Inuyasha no fue capaz de conocer, ¿Hace cuantos años había muerto? Y ahora, su testamento… sería abierto.

-¡Ja! Eso no me interesa- dijo Inuyasha fríamente.
-Pero joven Inuyasha, en una semana el testamento será abierto, incluso el joven Sesshomaru piensa a ir, ustedes dos como sus únicos hijos tienen el deber de asistir.
-Yo no tengo nada que ver con él, aparte ya tengo el traje de rata de fuego- ¿Se refería a ese traje que usaba en el templo?- no necesito nada más- decía Inuyasha fríamente mientras avanzaba y nos dejaba atrás- ¿Qué estás haciendo Kagome?- sorpresivamente Inuyasha voltio solo para llamarme- Apúrate en irnos- a pesar de que las circunstancias no eran buenas, me hacía realmente feliz oír que me llamaba.
-Señorita Kagome- decía aquel anciano susurrándome- tome esto… me gustaría hablar con usted después- decía mientras en mi mano dejaba una tarjeta con su número.
-Sí, está bien…- decía mientras velozmente lo tomaba y corría tras de Inuyasha.
- Kagome…- apenas había llegado a su lado, el me estaba llamando- si vas a hablar con el anciano Myoga, agradecería que no me metieran en sus asuntos- decía Inuyasha mientras miraba hacía el frente.
-¿eh?- decía realmente confundida.
-¿Has olvidado a mi oído? Soy capaz de escuchar todo- decía Inuyasha con una mirada desafiante, con esos hermosos ojos cafés.
-Lo siento…- dije algo confundida.
-Oye…- decía mientras se rascaba un poco la cabeza- ¿Crees que podrías pasar la noche conmigo en mi casa?
-¿Qué?- dije algo asustada.
-No es lo que piensas, apresuro en decirme Inuyasha- parecía que temía que yo pensará mal de él- lo que pasa es que Miroku invito a Sango, pero ella parece no va a venir si nadie más viene, y bueno… Miroku me sugirió invitarte.
-¿En serio?-dije algo sonrojada, pasar toda una noche con Inuyasha, era algo que realmente me llamaba la atención.
-Si… incluso puedes traer a ese mocoso- creo se refería a Shippo.
-¿A qué hora debería ir?- dije con una sonrisa en la cara.
-Te puedo acompañar ahora en tu casa para que vayas por lo que necesites, y de ahí pasarías el resto del día en mi casa- de algún modo aquella invitación me hacía sentir nerviosa.
-Está bien- dije algo dudosa.

Él tomo mi mano nuevamente, cuanto me había acostumbrado a ese calor, ese dulce y amable calor, a veces tenía miedo de que las cosas no resultarán bien, tenía miedo a veces de las circunstancias en las que inconscientemente nos encontrábamos, no quería despertar un día y ver que mi mundo se destruiría, ¿Qué tonta verdad? Tenía miedo de cosas que ni yo misma entendía.
-Bueno, esperare aquí afuera- su voz rompía mis pensamientos- será mejor que te apures.
-Si- dije tratando de sonreír.

Apenas llegue a mi casa les dije a mi familia que pasaría la noche en casa de una amiga, conté una verdad a medias, me lleve a Shippo rogándole que no revelara a nadie la verdad, y empacando mi pijama y algunas cosas salí de mi hogar, e Inuyasha estaba afuera, que apenas salí, automáticamente tomo mi mochila como si no fuera nada y empezó a cargarla en su espalda.
Se que soy una persona joven, sé que soy egoísta, torpe, distraída, a veces demasiado metiche en los asuntos de otros, sé que no puedo ser del todo sincera, y tal vez siga siendo una niña infantil, pero para mí… estos días, estos hermosos días, jamás los olvidare.

CONTINUARA...

 

Nota de la Autora: ¡Hola! Estoy de regreso... :) perdónenme si me tarde tanto, pero como muchos espero sepan, no solo escribo Fanfic´s, también hago manga, y debo apurarme para acabar los capitulos 2,3 y 4 de mi manga de Yoko, al cual tristemente lo eh dejado muy abandonado y no es solo dibujar, es también escanear, editar, grabar, editar, y muchas cosas más, realmente es pesado y bueno es que esos capítulos los debo tener listos para el 25 de Diciembre TT_TT espero acabar a tiempo y que al igual que leen mi fanfic, se echen una pasadita por Youtube y busquen el 25 de Diciembre Yoko: La Chica ojos de Gato", me sería realmente bueno que lo hicieran.
Bueno y aparte del manga, debo estudiar, tener buenas calificaciones para que mis padres no me regañen y así pueda seguir escribiendo y trabajando tranquila, las buenas calificaciones no se sacan así no más, para colmo tengo fandubs en espera, que por cierto acabo de publicar uno, el link lo pondre en mi perfil, esperando que lo vean, por eso espero me entiendan, hasta las vacaciones de navidad que serán el 22 de Diciembre, no podré hacer capitulos muy largos de mi fanfic, pero tratare de publicarlos a tiempo, igual no me eh olvidado de mi promesa de acabar con mi fanfic de Ranma (Versión de Akane) también estoy en ellos y BellaLuna, sigo tratando de hacer ese OneShote NarXKag que ye prometí, por favor paciencia -^^
Espero disfruten este episodio y que les guste, y algo más... se que no soy la mejor escritora del mundo y mucho menos la más agradable, y por eso me alaga de gran manera que muchos de ustedes aún sigan mi fanfic, y no es necesario me dejen mensajes en mi bandeja de entrada, porque de mi mente no sale que les debo este fanfic y trato de no atrasarme, por lo cual les pido disculpas por este pequeño atraso y espero que no por eso dejen de leerme. Gracias.
Atte.
YokoHigurashi
=X

Capitulo 31: ¿Cómo sabes que lo amas?

Apenas llegue a mi casa les dije a mi familia que pasaría la noche en casa de una amiga, conté una verdad a medias, me lleve a Shippo rogándole que no revelara a nadie la verdad, y empacando mi pijama y algunas cosas salí de mi hogar, e Inuyasha estaba afuera, que apenas salí, automáticamente tomo mi mochila como si no fuera nada y empezó a cargarla en su espalda.

Se que soy una persona joven, sé que soy egoísta, torpe, distraída, a veces demasiado metiche en los asuntos de otros, sé que no puedo ser del todo sincera, y tal vez siga siendo una niña infantil, pero para mí… estos días, estos hermosos días, jamás los olvidare.
-Señorita Kagome- una voz resuena en mis oídos- Señorita Kagome ¿Me escucha?- esa era la voz de Miroku.
-¡HEY KAGOME!- ese era Inuyasha, que al igual que me había hecho vagar por su calor, me devolvía al mundo con uno de sus gritos.
-¿Eh? ¿Sí? ¿Qué pasa?
- ¿Estás bien Kagome_chan?- preguntaba Sango
-Van varias veces que le preguntó que quiere ¿Té o café?- decía Miroku.
-A eso… un té por favor.
-¿Negro, Verde, Limón, Manzanilla, Siete Flores? ¿Cuál le gustaría?- Miroku_san era tan amable.
-Negro por favor- me sentía tan extraña, estar en casa de Miroku e Inuyasha.
-¿Segura que estás bien Kagome_chan?- preguntaba sango mientras Miroku me servía aquel té.
-En serio estoy bien, no se preocupen- decía tratando de sonar lo más convincente posible, porque ciertamente estaba demasiado nerviosa de pasar la noche en aquel lugar.

Acabamos de cenar y reímos un poco, en realidad fue una noche aburrida, Shippo no dejaba de jugar con la pequeña Kirara y a veces hacía enojar a Inuyasha el cual le metía un zape mientras yo le terminaba pegando con lo primero que tuviera en mano, y poco a poco desapareció esa extraña sensación de nerviosismo, para que entrara uno de familiaridad, me sentía realmente feliz, realmente muy… muy feliz.

-Kagome_chan, parece que compartiremos cuarto- decía Sango mientras se recostaba en la cama y empezaba a cobijarse.
-Sí, parece que si- dije mientras trataba de sonreír- aunque Shippo también dormirá aquí- dije mientras lo cobijaba.
-Oye Kagome_chan… ¿Qué sientes por Inuyasha?- esa pregunta tan repentina de mi amiga Sango, realmente me sorprendió.
-¿Por qué lo preguntas?- dije con cierto nerviosismo, realmente esa pregunta me ponía nerviosa.
- Es que cuando los veo juntos- empezó a reírse de un modo dulce- es extraño, ¿Cómo debería decírtelo?
-¿A qué te refieres Sango?- Acaso ella quería decir que el hecho de Inuyasha y yo estuviéramos juntos ¿Era raro? ¿Era anormal?
-Pues… ustedes hacen una linda pareja, noto que a veces chocan demasiado, pero se nota que entre ustedes hay “amor”- dijo eso mientras hacía una ligera pausa- pero… al mismo tiempo, puede que este equivocada en lo que veo- No, es cierto Sango, tienes razón, si hay amor pensaba para mí misma- de igual manera noto cierta incomodidad de Inuyasha al tenerte cerca- y nuevamente volvió a reír un poco- ¿Pero qué te digo? Creo no soy capaz de hablar de cosas como está Kagome, cuando yo estoy igual con…-hizo una pequeña pausa- bueno no importa.
-Querías decir Miroku_san- dije causando en ella una expresión de sorpresa.
-¿Se me nota tanto?- estaba totalmente ruborizada, como una pequeña niña, realmente Sango sí que es linda.
-En realidad si- decía nerviosamente, esperando no perturbar tanto a mi amiga Sango.
-Vaya…- empezó a apretar la cobija fuertemente- realmente… nunca espere que Miroku_senpai me terminara gustando así
-¿Qué? ¿Cómo?- la verdad esa última oración no la había entendido del todo.
- Es que… cuando yo conocí a Miroku_senpai fue el año pasado- su mirada empezó a perderse en la obscuridad de aquella pared que estaba justo enfrente de nosotras- yo estaba perdida ese día, y ahí estaba… un chico de cabello negro rodeado de chicas hermosas, al inicio no le tome mucha importancia.
-Pero…- dije impacientemente, ya que la forma en que Sango relataba aquella historia era casi como el relato de una protagonista de un “manga shojo”
-Pero… un día, cuando mis libros se cayeron, el me ayudo a levantarlos- nuevamente hizo otra pausa- yo Kagome_chan quiero ser una gran agente de policía.
-¡¿Ah?!- dije confundida, no sabía que tenía que ver eso en la historia de su amor por Miroku_san.
-Creo que te eh confundido Kagome_chan, pero lo que pasa es que ese día iba cargando unos libros para poder aprender cómo ser detective, como se hacen diversas pruebas, como analizar huellas, entre otras cosas, por lo que cuando Miroku_senpai me ayudo, preguntó algo como: “No sabía que hubiera una chica interesada en esto” y sonrío de una manera demasiado amable, que hizo que al instante sintiera atracción por él.
-Vaya…- dije sorprendida, ante tan extraño relato de amor- Y desde entonces estás enamorada de él ¿No es así?- Sango empezó a reír levemente mientras se cubría un poco la cara con la sabana, pero no lo suficiente, ya que aún podía distinguir sus hermosos ojos.
-Claro que no Kagome_chan, a excepción de las telenovelas y novelas románticas, jamás eh conocido a alguien que pueda enamorarse así de rápido.
-Entonces… ¿Cuándo fue que te enamoraste de él?
- Pues… no lo sé.
-¿Cómo es que no lo sabes?- dije sonando un poco más persistente.
-Pues… simplemente no lo sé Kagome_chan, ya que al inicio solo era un amigo, a veces venía a consultarme para decirle como podía relacionar un caso con otro, pero lo cierto es que Miroku_senpai tenía más talento que yo, conforme pasó el tiempo el me empezó a ayudar con muchas cosas que no entendía, no solo de las materias si no de los lugares de la escuela, y poco a poco sin darme cuenta, empecé a prestarle más atención de la necesaria, veía cuando estaba con Inuyasha, cuando estaba con otras chicas y sin darme cuenta un día dije: “Es Amor”- dijo nuevamente haciendo otra pausa- así que si me preguntas Kagome_chan, simplemente no sé cuando fue que me enamore de él, pero lo importante es que ahora lo sé, y es que simplemente una persona no va a darse cuenta cuando se está enamorado, porque el amor es algo lento que sin darte cuenta te absorbe- decía mientras se sonrojaba cada vez más.

En ese sentido puedo decir que Sango tenía mucha razón, yo le había preguntado cuando se había enamorado de Miroku_san y me sorprendía que no lo supiera, pero acaso ¿Yo sabía cuando me había enamorado de Inuyasha? Por más que analizaba y buscaba, al igual que Sango un día me di cuenta y dije los mismo “Es Amor” y es que esa sensación era tan complicada y confusa que ni yo misma la entendía.

Después de esos sucesos, Sango y yo platicamos un poco más, tonterías de la escuela, los profesores, incluso me entere esa noche que Sango tiene un hermano menor llamado Kohaku, sí que esa noche estuvo lleno de sorpresas, y para cuando la noche llegó y un poco de la luz de Luna entraba a nuestro cuarto por la ventana, todos estaban dormidos, todos menos yo.

Yo no solía sufrir de insomnio, pero aquella noche no podía dormir, tal vez por el hecho de que no dormía en mi casa, o porque Inuyasha vivía en esta casa, tal vez por preguntarme tantas veces quien era Sesshomaru o cuando me enamore de Inuyasha, mi mente estaba hecha un desastre, pero no me molestaba del todo estar despierta, ya que a través de la ventana que había en aquel cuarto, si me sentaba en aquella mecedora era capaz de apreciar aquellas estrellas que cuando estamos dormidos nos perdemos.

-Tengo sed- me susurre a mi misma después de una horas de estar observando aquel cielo- tal vez debería ir por un vaso de agua- entonces me levante y saliendo sigilosamente del cuarto me dirigí a la cocina y me serví un poco de agua, pero al darme vuelta para mi cuarto, en un rincón de la casa, aquel lleno de puertas, en una de esas, había luz, se trataba de la puerta café, la cual estaba muy maltratada y decía “Sala de Entrenamientos”
-¡Ja! ¡Ah!- se oían los gritos de la voz que parecía ser de…
-¿Inuyasha?- dije mientras me acercaba cada vez más a esa puerta, tanto que estaba a punto de tocar esa perilla- No debería entrar sin permiso- dije tratando de obtener de borrar de mi mente el hecho de entrar ahí, pero…
-¿Kagome?- era Inuyasha que acaba de abrir la puerta- ¿No deberías estar dormida ya?- decía eso, mientras portaba una pequeña toalla en sus hombros para secar su pecho totalmente descubierto, su pelo estaba lleno del mismo y se veía demasiado sucio, de algún modo Inuyasha se veía salvaje y apuesto- Son las 3 de la mañana.
-Lo siento, no puedo dormir, y vine por un vaso de agua- dije apenada- pero… ¿Tu qué haces despierto Inuyasha?
-Siempre entreno a esta hora… es la única hora en que hay suficiente silencio como para que pueda concentrarme en mi práctica- decía seriamente, y con su mirada tan penetrante que incluso yo sentía pena de estar parada frente a él.
-Y… ¿ya vas a ir dormir?- dije tratando de aligerar el ambiente.
-No, aún necesito tomar un baño- decía mientras se empezaba a quitar la toalla.
-Está bien- dije tratando de sonreír- tal vez deba regresar a mi habitación- en ese momento Inuyasha se detuvo frente a la puerta del baño.
-Kagome… me gustaría que me esperaras en mi cuarto, hay cosas que quiero hablar contigo…- dijo eso ante mi sorpresa mientras entraba en el baño ¿Qué debería hacer?

CONTINUARA....