Microrrelato La despedida

¿Por qué tenía que ser haci?, me prometiste que estaríamos juntos por siempre pero no fue así, estudiamos toda la vida juntos pero……… tenias que escoger viajar a otro país y dejarme, me dijiste “Estaré en contacto con tigo, no te preocupes”, ya han pasado 5 meses y ni siquiera me has hablado, ni una carta nada.

Pero supuse que nuestra relación fue solo un juego para ti, pero aun así yo te amo, no voy a permitir que ese “adiós” tuyo nos separe, no, no lo permitiré, ahora me encuentro un poco dolida por que he tenido que trabajar mucho para poder pagar el viaje, pero eso no me importa, luchare para encontrarte.

Por fin he podido recaudar el dinero, sin que mis padres sepan me he escapado de casa y ahora me encuentro en Inglaterra, pregunto a toda la gente que pasa alrededor mío, nadie me responde solo me miran con pena y sueltan una pequeña risa después de alejarse un poco de mí, no sé qué hacer, no tengo a nadie que consultar………… porque simplemente no dijiste que no me quieres en vez de decirme “adiós”, pero no me importa te seguiré buscando.


Ya ha pasado un mes desde que estoy aquí, por fin recibo una respuesta de una ciudadana, me dijo que te encontrabas en un hospital, nunca había corrido tanto en mi vida por alguien o por algo. Cuando por fin llegue te vi ahí, tenias incontables maquinas conectadas a ti, porque nunca me lo dijiste, sin importar que yo iba a estar para ti, no me hubiera importado el dinero yo hubiera ido hacia ti pero…………….. ¡¡No quiero que nuestra relación termine así, tienes que luchar!! Recuerdo que grite eso a través del cristal, reaccionaste cuando oíste mi voz, entre corriendo a la habitación donde estabas.

“No debiste haber venido, no quiero que me veas así” me dijiste con dificultad, mientras soltabas lagrimas, me veías con tanto amor que yo también derrame lagrimas, recuerdo que oí a un doctor susurrar “Que bien que llego su amada, ahora si podrá despedirse”, yo no sabía de lo que estaban hablando pero me acercaste con dificultad a mi y me dijiste “Ahora si es un adiós definitivo, perdóname por no cumplir mi promesa, TE AMO” después de eso me besaste con gran cariño y yo devolví el beso, pero después de eso dejo de latir tu corazón.

“Yo también te amo” dije entre sollozos, “Adiós, nunca te olvidare” dije soltando lagrimas y saliendo de la habitación del hospital a llorar al vestíbulo, desde entonces te voy a visitar cada día al panteón, esperando que “Ese adiós no sea difinitivo”
Para la actividad: "Un adiós para recordar"