La chica de la historia [Kakashi/Tsunade]

Hola a todos los que estén leyendo esto :33 Aquí les dejo mi historia con la que participé en el concurso Sasuke´s: Crack it! espero que les guste :'D

Autor: hyuggaTenTen
Título: La chica de la historia.
Pareja: Kakashi/Tsunade.
Tipo: One-shot.
Cantidad de palabras: 1,280
Género: Romance.
Clasificación: K+
Advertencias: Ninguna :__:

La chica de la historia.​

¿Cómo debe enamorarse una persona? ¿A caso hay una regla?


Preguntas así atronaban en la cabeza de Hatake Kakashi, un jounin con las habilidades de un Anbu especializado.

A simple vista él era un hombre circunspecto; también reservado, pero eso sí, muy leal a su camaradas, no dudaría morir por ellos.

Usualmente en sus tiempos libres leía “icha icha Paradise”, un libro para adultos escrito por Jiraya –quién llevaba un año de muerto–. Y fue gracias a esas lecturas que el corazón de Kakashi empezó a calentarse con una llama diferente a las demás.

En la segunda novela, el autor describía a una perspicaz y libidinosa mujer, cuyos cabellos de oro reflejaban su determinación. Ella era toda una mujer ruda y con mucho carácter; pero no sólo eso, como toda fémina era acredita de la dulzura, misma que comprobaba con sus ocelos miel.

La atención del joven shinobi fue captada automáticamente por tan semejante mujer. Tenía todos los requisitos que él buscaba.

—¿Eh?


No se había percatado hasta aquél momento. Fue a presentarse ante su Hokage para dar informes de su última misión.

Tsunade Senju era física y emocionalmente idéntica a la chica descrita en la lectura; y si lo pensaba era lógico, pues Jiraya siempre estuvo enamorado de la Hokage, no era de extrañarse que hubiera escrito de ella.

—La misión fue completada con éxito. El cadáver ya está en la sala de autopsia.

—Bien hecho Kakashi, por ahora puedes tomarte un descanso.


El albino asintió, pero antes de irse le fue inevitable posar su vista en ese par de desarrollados pechos. ¡Válgame Dios! Sí que eran enormes, tanto como los describía el libro.

Un leve tono escarlata se pintó en sus mejillas, aunque por suerte fue cubierto por la máscara que siempre portaba. Tsunade se quedó extrañada al ver que Kakashi no se movía de su lugar, pero para pronto se percató al punto donde sus ojos atizaban.

—¿Quieres tocarlos? —preguntó con sorna.

—¿¡Qué!? —gritó exaltado y con un sonrojo que ni su máscara pudo ocultar.


La Hokage se soltó a reír ante la reacción de Kakashi, realmente le pareció divertida la cara que puso.

—Era una broma.


—P... perdone Tsunade-sama —se disculpó apenado—. Me recuerda mucho a la mujer que Jiraya-sama planteó en uno de sus libros.

—¿Oh? Nunca quise leer esa historia, aunque recuerdo que una vez me lo comentó.

Tsunade soltó un suspiro con pesadez y recargó los codos en el escritorio.

—A decir verdad ya lo había olvidado.

—Creo que la historia es muy buena.


La rubia se interesó por las palabras del albino.

—¿Enserio?

—Bueno, a mi me gustan todos los libros que escribió Jiraya-sama, pero si soy sincero, mi historia favorita es la de la heroína que está basada en usted.


Hubo un momento de silencio. Tsunade llevaba varios días molesta, pues las cosas no estaban tan bien como ella lo quería; además había tenido varias reuniones con los viejos concejeros, y hay que recordar que siempre la irritaban.

Soltó la carcajada. Todo ese sentimiento de malestar extrañamente se desvaneció. Kakashi no era una persona muy amena, pero de alguna forma sus palabras se sintieron diferentes, ese día su mirada no era la misma.

—Gracias Kakashi.

—Realmente no hice nada.


La Senju se puso en pie. Caminó lentamente hasta encontrarse frente al shinobi; éste le clavó la mirada, su expresión era la usual, no reflejaba nada a simple vista, aunque la realidad era distinta, pues dentro de sí mismo comenzaba a sentir un extraño dolo en su corazón. Era una sensación distinta a cualquier otra, jamás la había percibido, y ahora que lo hacía, no sabía si le gustaba o le desagradaba.

—Aún eres muy joven, ¿nunca te has enamorado?

¿Amor?... ¿Qué clase de amor? Él amó a su padre, a sus amigos y a sus estudiantes.

—No —respondió a secas.

—Ya veo... Yo sí me enamoré.

Tsunade caminó hacia su ventana. Respiró profundamente y dejó que su mirada se perdiera en el inmenso cielo.

—Eso fue hace muchos años. Él era un excelente ninja médico, siempre me apoyó...

Kakashi notó que el ambiente se tornó denso. ¿Qué diablos estaba pasando? Realmente no tenía ningún lazo fuerte con la Hokage, ¿por qué le estaba contando una historia tan importante?

—Dan... Ese era su nombre —cerró momentáneamente sus ojos—. Después de su muerte cerré mi corazón.


No se sorprendió, pues él sabía que el enamorado de Tsunade había fallecido; pero sí sintió un extraño deseo por borrarle ese semblante de nostalgia. Ella realmente era la joven que Jiraya describió en su libro, ¿cómo no pudo darse cuenta antes? Era un sentimiento atador.


—Pero bueno, eso ya no importa. Ya soy una mujer adulta, la juventud es algo que ya no puedo alcanzar... Pero tú sí Kakashi.

—¿Eh?... No entiendo.

—Aún estás a tiempo de buscar a una persona especial.


Otro momento de silencio acompañó el momento. Un viento se coló por la ventana y sacudió el cabello de Tsunade.

—¿Y tú no? —preguntó el albino.

La Hokage se dio la vuelta de improviso al sentir el aliento de Kakashi en su oído.

—No importa la edad, supongo —el joven platinado desvió la mirada—. Tú también deberías buscar a alguien más, no es justo que te ates a tu pasado.

Ambos se encontraban de frente. La distancia entre ellos era más cerca de lo normal, pero no exagerando, pues sí había cierto límite.

La rubia abrió los ojos hasta su límite cuando sintió una punzada en su pecho... Era un sentimiento que no había sentido desde...

—Desde Dan —murmuró sorprendida.

—¿Qué dijiste?

—No... No es nada.

—Bueno... en ese caso me retiro.


Kakashi se dio la media vuelta, pero antes de que diera un paso fue detenido por la mano de la Hokage. Él se giró a verla.

—¿Enserio crees que pueda enamorarme otra vez?

—¿Por qué no?


Ella sonrió débilmente. El Hatake sintió un escalofrío y rápidamente metió las manos a su bolsillo e hizo como si nada.

—Y dime otra cosa Kakashi... ¿Crees que para el amor hay edad?

No pudo ocultar su reacción de sorpresa. Miró a Tsunade, quien seguía sonriendo con un leve carmesí. No sabía qué decirle, no entendía lo que le estaba pasando.

—No lo sé... Supongo que habría que descubrirlo.

Soltó una leve ricilla para luego sentarse en su silla. Sacó unos papeles y escribió algo, luego de unos momentos habló.

—En ese caso te lo asigno como una misión extra.

Kakashi parpadeó un par de veces, y esta vez fue él quien rió, aunque fue muy leve.

—Pero necesitaré ayuda.

—Entonces puedes llevar a tu equipo.

El albino dio un par de pasos y colocó sus manos en el escritorio.


—Naruto es demasiado torpe en este tipo de cosas...

—¿Entonces a quién sugieres?

—A usted —respondió con seguridad.

La rubia cerró sus ojos y esbozó una media sonrisa.

—Soy veintitrés años más grande que tú.

—¿Y?

Otro momento de silencio; cruzaron una mirada retadora.

—De acuerdo, empezaremos la misión hoy en la noche ¿qué te parece?
Una sonrisa socarrona se dibujó por lo bajo del antifaz del albino. Caminó hacia la entrada y antes de salir se viró para decir:
—Te esperaré a las diez en punto.

Y sin más palabras se marchó...

¿Qué fue lo que pasó? La verdad no encontró una respuesta precisa a su pregunta, pero sintió una enorme satisfacción y ahora estaba deseoso porque la noche llegara. Quién sabe qué es lo que harían, pero seguramente todos esos sentimientos y dudas se aclararían.

—¿Cómo debe enamorarse una persona? —se preguntó leyendo su libro de “icha icha Paradise” —. ¿A caso hay una regla?