La carcel de cristal [Inu&Kago] [Sessho&Rin]

Re: La carcel de cristal [InuXKag] [SesshXRin]

[FONT=&quot]Gracias por sus comentarios y bienvenidas las nuevas lectoras. Lamento la ausencia pero no tenía internet : / quiero aclarar que en efecto, el fic es de Inu y Kagome pero a petición de una amiga tuve que involucrar a Naraku en el revoltijo amoroso XD, en fin sin más que decir aquí les traigo el capítulo.[/FONT]
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[FONT=&quot]Permaneces allí observándome, detallando cada cosa que hago. Con la esperanza de que algún día…me verás caer.[/FONT]
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[FONT=&quot]Capítulo XVI[/FONT]​

[FONT=&quot]Punto muerto.[/FONT]​

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[FONT=&quot]Era lo mejor, se repetía esa frase una y otra vez al mismo tiempo que se acercaba a la puerta de la mansión Taisho, Kagome le dijo que guardara silencio, ni siquiera Miroku podía saber donde se encontraba ni qué pretendía hacer; mucho menos Inuyasha.[/FONT]
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[FONT=&quot]Sango confía plenamente en Kagome y sabe que ella puede defenderse sola, pero no confía en Naraku y sus intenciones ocultas. Ese odio irracional que siente hacia su amiga podría terminar en algo peligroso, por eso decidió romper su promesa y acudir a Inuyasha.[/FONT]
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[FONT=&quot]Era lo mejor, definitivamente era lo mejor.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Sango?—la castaña no pudo ocultar su sorpresa, inevitablemente sus mejillas enrojecieron sin previo aviso, provocando una leve sonrisa en el joven— ¿A qué se debe tu inesperada y agradable visita?[/FONT]
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[FONT=&quot]—Joven Miroku—musitó entre tartamudeos, no sabía qué decir y es que siempre se olvidaba de todo a su alrededor cuando contemplaba aquellos ojos profundos y cristalinos— Pues yo…yo he venido a…[/FONT]
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[FONT=&quot]—Pasa por favor, hace mucho frío afuera—con un elegante movimiento la tomó de la mano, causándole un mar de sensaciones a la tímida joven. Miroku disfrutaba ponerla nerviosa, aunque en ciertas ocasiones ella lograba sacarlo de su tranquilidad con tan solo mirarlo.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Está Inuyasha?—preguntó con la poca calma que le quedaba, Miroku hizo un gesto que ella no logró comprender.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Querida Sango, ¿Solo has venido a eso? Y yo que creí que deseabas charlar un rato conmigo—dijo con extrema sinceridad, Sango guardó silencio apenada— Creo que estoy algo celoso.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Por favor no malinterprete las cosas—se apresuró a decir con nerviosismo— Inuyasha no significa nada para mí, solo deseaba decirle algo importante relacionado con Kagome.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Entiendo, entonces creo que no hay problema—dijo sonriendo pícaramente— Siempre y cuando no te fijes en nadie más que yo todo estará bien.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Cómo dices?—exclamó sorprendida, Sango no es el tipo de chica que obedece fielmente a un hombre, mucho menos a uno tan extraño y mujeriego como Miroku.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Descuida Sango, que no te de pena—la castaña se limitó a darle la espalda para ocultar su vergüenza. A los pocos segundos se escucharon unos pasos acercándose a la sala.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Sango, ¿Qué haces aquí?—preguntó Inuyasha con evidente sorpresa— ¿Sucedió algo malo?[/FONT]
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[FONT=&quot]—No realmente…—contestó dudosa— Pero tengo un mal presentimiento.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Es sobre Kagome?—volvió a preguntar con un tono de preocupación que no pasó desapercibida por Sango y Miroku.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Algo así…Hay algo que debo contarte.[/FONT]
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[FONT=&quot]Ya eran las siete y treinta, prefirió llegar un poco más temprano para prevenir cualquier inconveniente; aunque en el fondo solo pensaba en las posibles trampas que Naraku trataba de tenderle. El hecho de que le facilite las cosas sin esperar algo a cambio solo podía significar algo malo, esa era la historia de su vida y todo por parecerse a Kikyo…finalmente conocía la razón.[/FONT]
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[FONT=&quot]La noche anterior casi no pudo dormir, lo que consiguió en ese libro era la respuesta a todas sus dudas, por algo dicen que una imagen vale más que mil palabras. Cubrió las secuelas del desvelo con un poco de maquillaje, su cabello lo llevaba suelto, con algunos mechones cayendo a los lados de sus hombros; su vestido era rojo y ceñido al cuerpo, con un escote ligero que definía perfectamente su bien formado busto y una ligera caída en V que mostraba un poco de sus torneadas piernas.[/FONT]
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[FONT=&quot]Kagome podía volverse hermosa y sensual cuando se lo proponía, y eso era lo que quería demostrarle a Naraku y a su acompañante.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Y a ti qué te pasó?—preguntó Hakudoshi mirándola de arriba abajo, no podía creer el cambio tan grande.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Te gusta?—dijo con voz traviesa, haciendo que el chico se ruborizara levemente— Creo que tu cara lo dice todo.[/FONT]
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[FONT=&quot]—No me hagas reír—bufó molesto, ella sonrió complacida— Sigues siendo una bruja, solo que un poco arreglada.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Viniendo de ti eso es un halago—dijo mientras se agachaba al nivel de Hakudoshi para tocarle la frente— ¿Ya no tienes fiebre? Luces un poco pálido.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¡Estoy bien! No necesitas preocuparte—contestó cortante al mismo tiempo que se apartaba de Kagome. Ella solo lo observaba cálidamente— ¿Por qué estás tan tranquila? Tú no eres así.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Todos tenemos diferentes facetas de nuestra personalidad, y no creo que la tuya sea únicamente esa—aquellas palabras lograron sorprenderlo un poco, Kagome ya no haría caso a su agresión.[/FONT]
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[FONT=&quot]—No te soporto.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Lo sé, pero eso me divierte un poco. Luces como un niño cuando haces esos berrinches—el chico solo suspiró con pesadez, luego la miró fijamente.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Ten cuidado esta noche—le advirtió seriamente, Kagome supo por su mirada que el chico hablaba en serio— No sabes en lo que te estás metiendo.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Hakudoshi—interrumpió repentinamente Naraku, Kagome se sobresaltó un poco ya que no lo vio venir— Vete a tu cuarto y no salgas en toda la noche ¿Entendido?[/FONT]
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[FONT=&quot]—Entendido—dicho eso se retiró, dedicándole una última mirada a Kagome. [/FONT]
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[FONT=&quot]Ahora no sabía qué pensar, ¿Qué habrá querido decir con eso? Hakudoshi no parecía estar bromeando, además ella ya sospechaba de Naraku y su repentino ataque de bondad. Sea cual sea su verdadera intención, debía estar preparada.[/FONT]
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[FONT=&quot]Se dirigió junto con Naraku al comedor, allí los esperaba un joven que aparentaba más o menos la edad de Naraku. A simple vista lucía apuesto e intelectual, aunque con una mirada arrogante que no tardó en posarse sobre ella, examinándola de arriba hacia abajo sin discreción alguna.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Bien, no caigamos en el aburrido protocolo. Por favor preséntense.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Mucho gusto—dijo Kagome en tono cordial— Mi nombre es Kagome Higurashi.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Kagome Higurashi—musitó el moreno pronunciando cada palabra con lentitud. Su mirada recorría el cuerpo de Kagome una y otra vez, deteniéndose con frecuencia en sus senos y sus piernas. Kagome sintió un fuerte escalofrío al darse cuenta de lo que ocurría, Naraku lo tenía todo bien planeado— Por favor, solo llámame Bankotsu.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Joven Bankotsu, me gustaría hablar directamente de su propuesta, si no es mucha molestia.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Por supuesto, pero primero me gustaría cenar y charlar sobre otras cosas. Muero de hambre, espero que no te importe—respondió calmada y maliciosamente, Kagome no tuvo otra opción, si demostraba miedo o nerviosismo en ese momento solo estaría complaciendo a Naraku.[/FONT]
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[FONT=&quot]La cena fue prácticamente un infierno, Bankotsu le preguntaba muchas cosas triviales y ella respondía con la mayor naturalidad posible; intentando hacer caso omiso de su penetrante mirada y sus deseos de asesinar a Naraku. De vez en cuando le dedicaba una mirada fulminante al pelinegro, éste solo sonreía y tomaba un sorbo de vino tranquilamente.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Kagome, espero que perdones mi atrevimiento pero, ¿Acaso estás comprometida?[/FONT]
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[FONT=&quot]Decir que sí era la opción más rápida, pero en esa situación no era recomendable mentir ya que Naraku pudo haberle hablado de ella con anterioridad. Obviamente no le convenía demostrar su rechazo de forma directa o de lo contrario sus planes de formalizar algún negocio se desmoronarían. Sonrió forzadamente hasta que pudo idear la mejor respuesta.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Debido a mi situación actual no me queda tiempo para un compromiso. Nadie desearía llevar semejante peso de una deuda encima—su respuesta pareció tranquilizar los impulsos de Bankotsu, quien no intentó preguntar nada más.[/FONT]
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[FONT=&quot]—En este mundo aún existe la gente caritativa, Kagome—interrumpió Naraku confiadamente, sin prestar atención a la mirada de la azabache— Después de todo Inuyasha ahora es tu socio, creo que es una gran ventaja.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Inuyasha? ¿Te refieres al hijo menor de la familia Taisho?—inquirió sorprendido, Kagome se sentía entre la espada y la pared— ¿Qué hiciste para que aceptara ser tu socio?[/FONT]
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[FONT=&quot]—Somos buenos amigos—contestó de manera neutral, no le agradaba el rumbo que estaba tomando la conversación.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Claro que sí, apuesto a que son muy cercanos—Bankotsu sonrió ante las palabras de Naraku, Kagome comenzaba a comprender un poco la advertencia de Hakudoshi.[/FONT]
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[FONT=&quot]Luego de algunos minutos la cena había terminado. Ya ni siquiera tenía interés en hablar con Bankotsu, pues sabía perfectamente que Naraku solo había planeado todo eso para molestarla. Tomó su cartera y se dispuso a irse de inmediato, pero fue detenida por Bankotsu, quien la tomó de la mano con delicadeza.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Creo que fuimos muy lejos con nuestra plática en la cena. Acepta mis más sinceras disculpas. Naraku me dijo que no te molestaban ese tipo de comentarios.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Descuide, no estoy molesta con usted—el tono de su voz no le ayudaba a esconder la furia que sentía en ese momento, su mirada llena de odio se centraba en el indiferente Naraku.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Entonces, ¿Qué te parece si hablamos con calma?—le propuso el moreno tranquilamente.[/FONT]
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[FONT=&quot]—De acuerdo, pero me gustaría que fuese a solas. Si no te molesta, Naraku.[/FONT]
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[FONT=&quot]—En lo absoluto—contestó sin inmutarse— Pueden hablar en mi despacho el tiempo que quieran. [/FONT]
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[FONT=&quot]Después de todo, la noche no había terminado tan mal. O al menos eso creyó ella. Ambos entraron al despacho de Naraku, él solo los observaba tranquilamente sin decir una palabra.[/FONT]
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[FONT=&quot]La puerta se cerró, y él sonrió complacido.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Por fin solos—musitó aún recostado de la puerta, Kagome se mantenía tranquila y firme, a medida que él avanzaba ella se alejaba un poco, caminando a lo lago de la habitación.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Cuál es su propuesta?—preguntó directamente, quería dejar muy claro que su conversación era únicamente de negocios.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Propuesta? Esa es una palabra interesante—contestó mientras la seguía de un lado a otro, cual feroz depredador acorralando a su presa— ¿Acaso te pongo nerviosa?[/FONT]
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[FONT=&quot]—Escúcheme—interrumpió un poco alterada, él se detuvo justo en frente con una sonrisa en los labios— No sé qué le haya dicho Naraku sobre mí, pero no estoy interesada en acordar algo que no sea trabajo.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Eres muy hermosa—musitó pausadamente, tocando su mentón, Kagome esquivó la caricia con brusquedad— Sabes, hay muchas formas de negociar.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Pero ninguna de ellas me interesa—finalizó furiosa, saliendo del despacho, pero al intentar abrir la puerta se dio cuenta de que estaba trancada.[/FONT]
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[FONT=&quot]Sintió que la sangre se le congelaba, el moreno agitaba lentamente las llaves de la puerta, Kagome se había metido en un lío grande y no tenía como escapar.[/FONT]
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[FONT=&quot]<<Ten cuidado…no sabes en lo que te estás metiendo>>[/FONT]
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[FONT=&quot]¿Cómo podía imaginarse semejante locura? Nunca creyó que Naraku fuese tan vil al punto de dejar que un maniático abusara de ella, la hizo quedar como una vulgar prostituta y lo peor de todo es que ella cayó fácilmente. Toda la noche había sido manipulada para este fin, y ella fue incapaz de sospecharlo.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¡No! ¡No! ¡No!—gritaba una y otra vez al sentir como Bankotsu la tomaba entre sus brazos con fuerza y la acariciaba sin su permiso. Gruesas lágrimas caían de sus ojos, se sentía miserable y ultrajada, no podía zafarse de él aunque lo intentara con todas sus fuerzas—¡Suéltame! ¡Déjame ir! Por favor…[/FONT]
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[FONT=&quot]—Tranquila, seré lo más cuidadoso que pueda—le susurró al oído, dejándola petrificada, asustada, prefería morir antes que pasar por eso y lo único que podía imaginarse en ese momento era la sonrisa de Naraku, eso era mucho peor que ser abusada por Bankotsu.[/FONT]
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[FONT=&quot]Podía escucharlo, en su mente resonaban las carcajadas incontenibles de Naraku. También podía imaginar su mirada despectiva, señalándola sin piedad…humillándola aún más que antes. De pronto sacó fuerza de lo más profundo de su ser, fuerza mezclada con ira, ira mezclada con odio. Odio hacia Naraku, odio hacia su maldito y cruel destino.[/FONT]
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[FONT=&quot]Comenzó a golpearlo una y otra vez, él intentaba sujetarla de ambos brazos pero aún así no pudo controlarla; Kagome estaba al borde de la locura y no le importaba recibir algunos golpes en su intento de escapar. Comenzó a patearlo, el filo de sus tacones ocasionaron algunas heridas en la piel del moreno, como pudo se posicionó encima de él y comenzó a golpearlo furiosa y desesperada, una y otra vez hasta que finalmente Bankotsu pudo quitársela de encima, se levantó y le arrojó las llaves, ocasionándole una ligera herida en la frente.[/FONT]
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[FONT=&quot]—He estado con mejores que tú, perra desquiciada—quitó el seguro y salió de allí dando un portazo.[/FONT]
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[FONT=&quot]En cuestión de instantes se vistió y abrió la puerta, salió corriendo a todo lo que daban sus piernas, incluso había perdido los tacones en el camino pero no se detuvo a buscarlos. Deseaba salir de allí a toda costa, y justo en ese momento, al frente de la puerta de salida se encontró con él.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Supongo que no llegaron a ningún acuerdo—dijo tranquilamente, Kagome sintió que la sangre se derretía dentro de sus venas. Sin pensarlo dos veces se lanzó contra él y comenzó a golpearlo con fuerza.[/FONT]
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[FONT=&quot]Gritaba y lloraba sin control, se sentía frustrada al ver que Naraku esquivaba con facilidad cada uno de sus golpes, probablemente ella sentía más dolor en ese momento pero aún así tenía que desahogarse. Naraku la empujó contra una pared, el golpe la desconcertó por algunos segundos, al abrir los ojos se dio cuenta que él la tenía sujeta por los hombros, intentó abofetearlo pero la tomó de ambas manos, dejándola acorralada.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¡Eres un maldito! ¡Te odio! ¡Te odio con todas mis fuerzas!—gritaba con amargura, mientras las lágrimas inundaban su rostro.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Eso te pasa por intentar jugar a los adultos—contestó fríamente, sus ojos no demostraban emoción alguna, mucho menos arrepentimiento por lo que le hizo pasar— Ahora lárgate y deja de hacer el ridículo.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¿Por qué me torturas de esta manera? ¿Acaso te diviertes viéndome sufrir? ¡Ya estoy harta de estar atada a tus torturas! ¡Mejor mátame y acaba con todo de una buena vez!—Naraku la observaba sin decir nada, esta vez con evidente desprecio.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Si quieres suicídate, lánzate de un precipicio al igual que tu estúpida hermana. No me importa en lo absoluto.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Yo creo que si te importa…todo esto se debe a un capricho del pasado—esta vez su tono era lento y cansado, su mirada llena de odio se concentraba en Naraku, quien también la miraba de la misma forma.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Deja de decir estupideces.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Yo creo que sabes muy bien de lo que hablo. Ya que Kikyo está muerta yo tengo que ser el centro de tus rencores ¿Cierto? Y todo porque me parezco a ella, me das lástima.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¡Ya cállate!—exclamó furioso, apretando con fuerza sus manos, causándole un profundo dolor.[/FONT]
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[FONT=&quot]—¡No lo haré! ¡Sabes que digo la verdad y te molesta tener que aceptarlo!—volvió a gritar con fuerza, intentando obviar el fuerte dolor del agarre de Naraku— ¡Esto nunca se trató de la deuda de mi familia sino de tu obsesión por Kikyo! Por eso es que me torturas todo el tiempo, para sentirte bien contigo mismo y olvidar el hecho de que fuiste rechazado ¡Eres patético! [/FONT]
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[FONT=&quot]—Maldita seas, haré que dejes de hablar de una vez por todas—dicho esto la tomó del cuello, apretándolo con fuerza. Ella trató de retirar sus manos pero le fue imposible, Naraku era extremadamente fuerte.[/FONT]
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[FONT=&quot]—Incluso…incluso guardas su foto en un viejo libro—dijo entre jadeos debido a la falta de aire— Apuesto a que miras esa imagen a diario pero… ¿Te digo algo? Ella nunca te hubiese amado, incluso si aún estuviese con vida. Porque tú no sabes amar.[/FONT]
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[FONT=&quot]Naraku estaba furioso, sus ojos finalmente mostraban ese odio oculto bajo su máscara de tranquilidad, Kagome sintió que el agarre ya no era tan fuerte, tomó aire con dificultad y se tocó la zona del cuello que él estaba apretándole; pero todo ocurrió muy rápido, y en menos de un segundo él la atrajo con fuerza hacia su cuerpo.[/FONT]
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[FONT=&quot]No pudo reaccionar, nadie habría podido reaccionar ante una persona que intenta ahorcarte y al otro segundo te toma con fuerza y te roba un beso sin previo aviso. Su mundo se congeló, ¡Naraku estaba besándola! ¿Acaso se estaba volviendo loca?[/FONT]
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[FONT=&quot]Intentó soltarse pero fue inútil, mientras más resistencia oponía él la aferraba más a su cuerpo, invadiendo su espacio personal, devorando sus labios y haciéndola sentir una mezcla entre asco y excitación. Lo odiaba, pero se odiaba más a sí misma ya que luego de algunos segundos…comenzó a disfrutarlo, y a oponer menos resistencia.[/FONT]
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[FONT=&quot]Ya no queda belleza ni perfume alguno en esta frágil rosa. Todos sus pétalos se han marchitado.[/FONT]
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[FONT=&quot]Mátenme, ódienme. En fin, lo que sientan en este momento…creo que lo merezco.[/FONT]

 

Lo prometido es deuda, aquí les dejo el cap 17. Ya solo me faltan 2 exámenes y seré libre XD

Una luz de esperanza, hay algo que me obliga a levantarme y seguir viviendo ¿Eres tu mi salvación?

Capítulo XVII​

Decisiones, un gran apoyo.​

¿Por qué?… ¿Por qué ocurrió esto?

Cierra sus ojos con fuerza para intentar borrar de su mente aquellas imágenes tan deprimentes, Naraku se había convertido en su primer beso y lo peor de todo es que no entendía la razón de su comportamiento, él la odia y solo desea hacerla sufrir ¿Por qué se atrevió a besarla de esa manera?

¿Por qué?...

¿Venganza? ¿Diversión? Ninguna de esas opciones le resultaba posible, ¿Para qué se molestaría en hacer algo que le causa repugnancia? Solo entonces recordó aquel instante en que sus labios estaban unidos luchando salvajemente, ella para liberarse, él para no dejarla ir. Aún recordaba esa sensación, como si el mismísimo fuego del infierno se hubiese posado en su boca, atrayéndola y embriagándola poco a poco…relajándola, quebrando su voluntad en mil pedazos.

Recordaba perfectamente aquella sensación, su mente se bloqueó pero su cuerpo despertaba a cada segundo, reaccionando de maneras nunca antes pensadas. Quizás por eso se dejó llevar por aquellos labios que tanto la insultaban y por aquel cuerpo que solo mostraba desprecio hacia ella; ahora todo era diferente, el odio no tenía lugar en ese momento de debilidad, sus cuerpos hablaban por sí mismos en un idioma que no conoce barrera alguna.

Placer…

Después de todo ella también es humana, pero nunca creyó caer tan bajo. Dejarse llevar por sus emociones de esa manera le resultaba imperdonable, probablemente él lo olvidaría en un segundo pero ella ¿Cómo podría ella olvidarlo todo?

—Kagome…despierta—la azabache reconoció aquella voz, lentamente abrió los ojos con la esperanza de que todo fuese un mal sueño. Lamentablemente la suerte no estaba de su lado, al abrir los ojos por completo se vio a sí misma con el mismo vestido que había usado en la cena de Naraku— ¿Te encuentras bien?

—Sango…—apenas y pudo susurrar su nombre, su amiga la miraba molesta y muy preocupada, seguramente ella la rescató cuando salió de la mansión de Naraku o eso creía, no recordaba mucho luego de perder el conocimiento.

—Sabía que esto terminaría mal—le dijo aún molesta, pero no llegó a reflejar su enfado completamente, ya suficiente era con todo lo que le había ocurrido a Kagome.

— ¿Cómo me encontraste?

—Fui a ver a Inuyasha y le dije dónde estabas—Kagome abrió los ojos sorprendida y asustada ¿Inuyasha sabía lo ocurrido?— Miroku me ayudó a cubrirte, él solo cree que tomaste de más en la reunión y te caíste, causándote unas raspaduras.

—Genial, solamente cree que soy una alcohólica—sonrió amargamente, Sango la miraba con preocupación— Supongo que es mejor así, no quiero que se meta en problemas por mi culpa.

—Pero a mi si me dirás lo que sucedió—le advirtió seriamente, Kagome bajó la mirada en un intento por esquivar a su amiga— Kagome, por favor…

—No fue tan grave como crees—se apresuró a decir— El amigo de Naraku resultó ser demasiado sociable, intentó propasarse conmigo pero me alteré y comencé golpearlo. Luego de eso me dejó en paz, el golpe en mi frente seguramente me lo hice cuando me desmayé.

—Fue una trampa de Naraku—dijo con impotencia— Ese maldito es capaz de cualquier cosa con tal de torturarte.

—Cualquier cosa…—cerró los ojos al recordar el beso, Sango se preocupó y la tomó de los hombros, seguramente su amiga no le estaba contando toda la verdad.

—No puedo ayudarte si no me dices lo que en realidad pasó—le dijo en tono de súplica, Kagome se aferró a ella con un delicado abrazo.

—Si las cosas marchan bien podré pagar mi deuda en menos de tres meses—Sango se sorprendió al escuchar semejante declaración y miro fijamente a su amiga para comprobar que hablaba en serio.

—¿Estás segura?—preguntó sorprendida, no deseaba desanimar a Kagome pero al mismo tiempo no comprendía semejante determinación en su rostro.

—Hablaremos luego de eso. Por el momento creo que me daré un baño—dijo mientras se levantaba de la cama— Tendré que agradecerle a Miroku personalmente cuando lo vea.

—No necesitas preocuparte por eso—musitó con cierto nerviosismo que hizo estremecer a Kagome— Miroku se encuentra abajo en la sala, junto con Inuyasha.

No podía ser peor, ¿Cómo iba a verlo a la cara en ese momento? Intentó organizar sus ideas mientras el agua de la ducha corría por todo su cuerpo, pero era demasiadas cosas en una noche. El incidente con Naraku aún la hacía retorcerse de rabia, al menos él no sabía lo que en verdad sucedió…y nunca lo sabrá.

—¿Crees que esté muy molesto?—preguntó con la poca esperanza que le quedaba, la castaña dudó en responder pero su rostro decía más que mil palabras— Está muy molesto.

—Más bien furioso—corrigió en voz baja, sintiéndose mal por preocupar a Kagome— Inuyasha estaba muy preocupado por ti, creo que deberías hablar con él.

—Si no me mata primero—Sango sonrió ante tal comentario, la tomó de la mano y juntas bajaron hasta la sala.

Primero logró divisar a Miroku, quien la abrazó cálidamente sin decir nada. En momentos como ese ella sabía que Miroku era el más indicado para comprender y perdonar, él no discute ni exige explicaciones, quizás porque él más que nadie sabe lo que es equivocarse. Inuyasha es otra historia, debido a su fuerte carácter casi siempre salían discutiendo, sin embargo él siempre ha intentado protegerla a pesar de todo; cuando estuvo frente a él dudó en hablarle, no sabía qué decir ni como comenzar a disculparse.

—Los dejaremos solos un momento—Dicho esto Miroku tomó a Sango del brazo y la llevó fuera de la sala.

El ambiente no podía estar más tenso, Inuyasha se encontraba de espaldas sin decir una palabra. Kagome suspiró y se acercó un poco más, tocando su hombro para llamar su atención.

—Escucha Inuyasha…

—¡No me toques!—exclamó furioso, haciendo que ella retrocediera inmediatamente— ¡¿Acaso estás loca?!

—No fue mi intención preocuparte—dijo con suavidad, aunque le dolía la actitud de Inuyasha también sabía que se lo merecía, se merecía eso y mucho más— ¡De verdad lo siento!

—Cuando te vi en el suelo inconsciente yo…—apretó ambos puños con fuerza, aún estaba furioso pero los sollozos de Kagome lo hicieron sentir algo de culpa— Kagome, ¿Naraku te hizo algo?

Su llanto cesó, Inuyasha se dio la vuelta para toparse con el rostro desencajado de Kagome, entonces sus sospechas eran ciertas; algo mucho más grave había ocurrido pero nadie se animaba a decírselo.

—No confías en mí—musitó con amargura, Kagome creyó que se le iba a partir el corazón en mil pedazos.

—Claro que sí, es solo que no quiero que te metas en problemas por mi culpa. Ya bastante es que te hayas asociado conmigo para ayudarme con mi deuda.

—¡No estoy hablando de la maldita deuda! ¡Tienes que dejar de hacerte a fuerte todo el tiempo o acabaras desmoronándote!—Kagome bajó la mirada sin decir nada, en el fondo ya se había desmoronado— Al menos deja que yo te proteja.

—Inuyasha…—sus mejillas enrojecieron casi al instante, causándole una leve sonrisa. Ya había olvidado lo que era tener sentimientos alegres— Muchas gracias, no sé qué haría sin ti.

—Tonta…ya deja de causarme tantos problemas—dijo con su típico tono rudo, mientras alborotaba el cabello de Kagome.

—No prometo nada…—sonrió más tranquila, intentando no desfallecer ante la mirada de Inuyasha— De ahora en adelante me acompañaras a todas mis reuniones como socio oficial.

—Es bueno saberlo…—dijo con una repentina seriedad— Pero además de eso, ¿Te gustaría salir un rato? Solos tú y yo.

—¿Qué?—Kagome no pudo ocultar su sorpresa, no deseaba hacerse ilusiones pero a decir verdad le agradaba la idea de salir a solas con Inuyasha.

—Hace tiempo que no hablamos, me gustaría decirte algunas cosas.

Nuevamente su rostro se llena de esa felicidad que creyó haber perdido, volvía a ser la misma chica inocente y alegre de siempre y todo gracias a Inuyasha, los demonios internos que Naraku había creado ya no le importaban en lo más mínimo. Solo podía verlo a él, su amigo, su aliado, su amor verdadero. Y es que Kagome en el fondo solo quiere ser feliz, merece serlo, y quizás algún día lo logre.

Pero… ¿Qué es la felicidad? Hay quienes tienen todo lo que alguien puede desear y aún así son infelices, hay quienes no tienen nada y son inmensamente felices.

Bueno…quizás les parezca un poco corto, pero ya a partir de la otra semana podré actualizar como de costumbre. ¿Qué pasó con Naraku y Kagome luego del beso? ¿Qué será lo que Inuyasha tiene que decirle a Kagome? ¿Realmente ella olvidó todo lo que sucedió con Naraku? ¿Por qué Kagome está tan segura de poder pagar su deuda en poco tiempo? En el próximo capítulo lo sabrán (bueno, tal vez no todo XD), pero les doy un consejo: No se emocionen todavía XD (que mala soy)