La busqueda de la princesa

EnelcastillodeLionkingdom

Era lunes por la tarde, Rebbeca cabalgaba hacia Lionkingdow, la ciudad de las fuerzas. La habían llamado para una mision especial y única. Su hermoso, liso y largo cabello morocho estaba recogido en una trenza y sus brillantes ojos grises observaban atentos al amable pueblo. Al llegar al hermoso pueblo, estaban todos ocupados preparando las exquisitas comidas porque se acercaba el coronación de la princesa Thalia y se celebraría una gran fiesta.
Lionkingdow era realmente hermoso y mucho más el castillo que estaba cerca del pueblo y el bosque verde. El castillo se ubicaba cerca de una gran catarata en donde se podían observar millones de coloridos arco irises y una gran estatua de un majestuoso león en frente del gran castillo blanco. Al entrar al castillo, observó con gran interés los cuadros de la famosa familia de la sangre real. Cuando entro al salón del trono, el rey de Lionkingdow estaba esperandola junto a dos personas, quienes estaban parados junto al rey. Uno era más alto que Rebbeca por una cabeza, morocho, tenía ojos verdes enigmaticos , aire de intelectualidad y llevaba una bolsa , otro era igual de alto como él, rubio, ojos verdes claros y un aire muy contrario al otro, más caprichoso. Rebbeca hizo una reverencia hacía el rey y el rey comenzó a hablar, con tono solemne y firme.

• Seguramente te haz preguntado por qué estas aquí y qué mision es tan importante para llamarte desde el campamento de cazadoras, ¿verdad?—
• Sí, señor. — Dijo Rebbeca con voz suave y clara.
• Pronto será la coronación de mi hija Thalia, pero cuando ella paseaba por el bosque, fue secuestrada por unos desconocidos. Por favor, ayudenos. ¿Puedes ir en su busqueda? —
• Sí, señor. —
• Estos dos te acompañaran.Éste es Elliot y éste es Leo. Elliot es el mejor guerrero de Lionkingdow y Leo es un experto guía. — Dijo señalando a los dos.
• Señor, prometemos rescatar a Thalia. Buscaremos por todos lugares y no descansaremos hasta encontrarla. — Dijo Elliot, el rubio.
• Así lo espero. Nos veremos y confío en ustedes. — Al terminar de hablar, se fue dejando a tres jovenes junto a unos guardias solos.
• Con que tú eres la famosa cazadora, Rebbeca que todos hablan, — L e sacó la capucha que llevaba y se asombró— y no te imaginaba linda. — Leo sacó de su bolso un mapa, lo tendió en el piso y señalo a Birdkingdow, la isla flotante.
• Iremos a Birdkingdow mañana temprano. No se queden dormidos. — Dijo Leo.