La Aventura De Morgana

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Dark RS, 30 Diciembre 2012.

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    Sheccid

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    ¿Que habrá pasado que no funcionó el hechizo? Yo también me quedé con dudas. ¿Cherry no puede hacer nada? No puede dejar un enfrentamiento así como así frente a sus ojos...Además Morgana no sabía de las muertes ocasionadas por ella. Y Arturo debe luchar cuerpo a cuerpo con ella, apoyo eso. Sobre todo pienso que no debió atacar a Alex ni a Kahil, pero me imagino que en el desarrollo de la historia es necesario.
    Hasta la proxima, milord
     
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  2. Threadmarks: Aventura 06. El Poder de las Marionetas
     
    Dark RS

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    La Aventura De Morgana
    Clasificación:
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    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    28
     
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    Aventura 06. El Poder De Las Marionetas.

    Un millón de vidas. Un millón de vidas fueron cegadas por mi sed de venganza, jamás imaginé que algo así fuera a suceder.
    Mis bebés se convirtieron en asesinos a sangre fría… no, yo asesiné a todos esos seres. Soy aún peor que aquel elfo, me he convertido en lo que más odio.
    No, no, ¿cómo sabría que eso ocurriría?
    ¿O acaso era obvio que se saldrían de control?

    Carnwennan se acerca a la alquimista a paso lento, agita sus brazos de un lado a otro como si se estirara, levanta su brazo derecho y lanza un golpe directamente hacia la chica.
    Morgana reacciona al último segundo tirándose al suelo y rodando varias veces para escapar de una muerte segura, se levanta y cambia su expresión por una seria.
    Arturo observa los movimientos de la alquimista, nunca la ha visto luchar, pero según algunos elfos que presenciaron de lejos la pelea de Morgana contra el General Aldinger, la chica es bastante hábil, veloz y fuerte.
    —Si me entrego, ¿qué ocurrirá conmigo? —pregunta la alquimista calculando sus opciones.
    — ¿Entregarte? —repite Arturo sarcásticamente —no seas ridícula, te vine a matar, llevarte a juicio no es una opción.
    —Pero… —intenta decir que quiere disculparse en persona con las familias de las victimas que ocasionaron sus marionetas, pero no sabe como expresarlo.
    —Parece que no entiendes —aclara el alquimista —no vine a vengar a los muertos en la guerra, sería muy hipócrita de mi parte —recuerda lo ocurrido en Zentau —vine para que nadie quiebre esta improbable paz.

    Morgana le encuentra sentido a las palabras de Arturo, si el recién formado Consejo de Seres se enterara que la razón por la que se desató la guerra fue una farsa, no dudarían ni un segundo en romper el tratado y tomar venganza en contra de los elfos, y con los centauros fuera del mapa no habría posibilidad de derrotar al ejército élfico en menos de diez años.
    —Haz tu mejor intento —reta la chica con tono de confianza.
    El golem lanza un par de golpes a la alquimista que aprovecha su agilidad para esquivarlos sin dificultad, aunque se da cuenta que se siente mucho más lenta que hace ocho meses, se pregunta si la falta de entrenamiento le está afectando más de lo que creyó.
    Al no encontrar otra opción, decide usar su cerebro, se queda mirando al golem mientras esquiva algunos lentos golpes que lanza, logra idear algo que quizás funcione.

    Espera a que el monstruo de agua choque su puño contra el suelo y salta al interior de la criatura, toma el garfio con empuñadura, sale del golem y lanza el arma con todas sus fuerzas; ésta queda incrustada en un árbol cercano.
    — ¡Lánzame al próximo! —grita burlándose de lo fácil que se le hizo derrotar al golem que justo en ese momento se derrama por todas partes perdiendo su forma.
    —Celebras muy pronto —comenta Arturo serio —sólo porque la especialidad de Carnwennan sea el agua y el hielo, no significa que solo eso puede posesionar.
    El garfio se hunde en el árbol, éste se comienza a deformar formando a un golem de madera que se desprende de las raíces que lo mantienen fijo en su lugar.

    Un grupo de soldados elfos rodean a Arturo, todos con sus espadas o arcos levantados y listos para el ataque, preparados para combatir al alquimista.
    — ¿Es broma? —pregunta al ver que solo trece elfos lo rodean —saca una katana con la figura de la cabeza de un Drake en la empuñadura, el alquimista se mueve a una velocidad tan asombrosa que nadie puede seguirle el paso, en menos de treinta segundos logra desarmar y noquear a todos los elfos que lo amenazaban —tuve que pasar sobre decenas de ustedes cuando escapé de mi amada Tintagel —susurra guardando la katana de regreso en el aparato que lleva en su espalda.

    Alexander se encuentra en serios problemas, Excalibur es inmune a las simples flechas lanzadas por su arco. Como último recurso, el elfo tira su arma a un lado y se lanza contra la marioneta, utilizando todas sus fuerzas logra acertar un poderoso golpe que hace que el golem pierda el equilibrio y caiga.
    Excalibur se levanta, patea el suelo haciendo que los pies del elfo se hundan dejándolo inmóvil.
    — ¡Oye, eso es trampa! —reclama el elfo intentando desesperadamente sacar sus pies del suelo mientras observa con horror como el golem se acerca de manera amenazante hacia él.
    Cuando lo tiene a menos de un metro, Excalibur golpea con todas sus fuerzas la cabeza del indefenso elfo, la cual se tuerce hasta quedar al revés, el cuerpo de Alex vuela varios metros en el aire y cae violentamente en una posición grotescamente anormal.
    — ¡Ouch! —exclama adolorido Alexander mientras regresa su cuerpo a su posición normal, se levanta con su cabeza volteada, la toma con ambas manos y la gira de regreso a su posición natural — ¿sabes cuánto me va a costar reparar los daños hechos a mi cuerpo?
    Al golem no le interesa lo que el elfo le está diciendo, su objetivo es eliminar al enano y a su acompañante, por lo que no se detendrá hasta haber neutralizado a Alexander.
    — ¿Qué hago? —se cuestiona el elfo hablando consigo mismo.
    La marioneta se dirige lentamente hacia Alex, éste solo observa al monstruo de roca, no encuentra ningún punto débil, al menos no uno visible. Sabe perfectamente que si su oponente fuera una marioneta normal solo tendría que acabar con las articulaciones, pero Excalibur es un nuevo tipo de marioneta y solo caerá usando fuerza bruta.

    Repentinamente una idea ilumina la mente de Alex, cerca del lugar en el que están luchando hay un enorme árbol de varios miles de años, lo suficientemente grande como para destruir al golem si le cae encima.
    No recuerda muy bien de que lado está el enorme árbol, al mirar hacia arriba puede observar las ramas de su objetivo y se dirige a toda velocidad hacia ese lugar.
    Se voltea para asegurarse que el monstruo lo sigue, no logra ver nada detrás de él, pero sabe muy bien que lo está siguiendo y está apunto de alcanzarlo, por lo que corre aún más rápido.

    Llega al pie del enorme árbol y espera. Excalibur, que ahora es solo la espada, sale de la tierra y comienza a atraer rocas alrededor suyo formando un nuevo golem.
    El elfo se coloca frente al árbol, el golem, como lo planeó, comienza a atacarlo, se dedica a esquivar los golpes que dan contra el tronco, al cabo de unos pocos segundos las raíces del coloso de madera comienzan a ceder, aunque del lado equivocado.
    El plan de Alex estaba funcionando hasta que nota que el árbol se inclina del lado contrario al que está el golem.
    —No lo pensé tan bien —se culpa el elfo intentando resolver su situación actual.

    Por estar sumido en sus pensamientos es alcanzado por uno de los potentes golpes del monstruo de roca que lo choca contra el enorme árbol milenario.
    De la nada aparece Sir Kahil bastante herido; con su armadura magullada, su piel está llena de heridas sangrantes, su cabello y barba están desmarañados y sucios. Lleva en su mano derecha su enorme mazo blanco que fácilmente duplica su tamaño.

    Golpea con todas sus fuerzas el árbol, el cual cae sobre el golem volviéndolo polvo.
    — ¿Estás vivo? —pregunta incrédulo Alex observando detenidamente al enano para asegurarse que Kahil no es un fantasma.
    —Eso es obvio —responde bajando su mazo que hace retumbar la tierra cuando choca contra el suelo.
    — ¿Cómo es posible? —interroga ansioso de averiguar la respuesta.
    —Entrené dragones durante diez años —presume el enano orgulloso —incluso llegué a luchar contra el mismísimo rey dragón en un par de ocasiones, una caída como esa no me mataría tan fácilmente.
    —Impresionante —aplaude el elfo con ambas manos alabando las habilidades de Sir Kahil.
    El enano se queda mirando la parte del árbol que aplastó a Excalibur —prepárate —recomienda serio levantando su arma blanca —esa cosa aún está funcionando.

    El titánico tronco es partido a la mitad, la espada se eleva en el aire y comienza a acumular rocas y tierra a su alrededor.
    —Qué los dioses nos protejan —pide el enano en voz baja mientras observa al golem reconstruirse como si nada hubiera ocurrido.

    Arturo observa a los soldados elfos retorcerse en el suelo por el dolor, lanza una pequeña sonrisa de satisfacción que dura un instante.
    — ¿Te divierte? —pregunta furiosa la alquimista —¿te divierte abusar de los débiles?
    — ¿Débiles? —ríe el chico acomodándose el enorme aparato en su espalda —¡son elfos!, ¡tienen el ejercito más grande y poderoso de este continente! —comienza a sentir que la sangre le hierve al recordar a todos los que murieron en Tintagel hace tres años —gracias a los dioses la nueva Kaiserina no es como su padre.
    Morgana se sorprende de haber defendido a los soldados, ella los hubiera asesinado para apaciguar el resentimiento que ha estado alimentando desde que se enteró que su abuelo había sido cruelmente asesinado, se pregunta si se está volviendo suave.

    De un momento a otro Cherry se coloca frente a Morgana, presenta el rostro agitado por haber estado corriendo en su estado actual — ¡no la lastimes! —ordena en tono autoritario.
    —No bromees elfina, de entre todos los elfos eres la más débil y patética —expresa seriamente Arturo cansado de tantas interrupciones.
    —Como líder jurada de los Cazadores te ordeno que te retires —a Cherry le cuesta mantenerse de pie, corrió demasiado rápido y ahora necesita sentarse, pero al estar su amiga alquimista en peligro toma fuerzas de su propio valor.
    —Eres demasiado molesta —reclama serio —no te debo lealtad ni a ti, ni a tu hermana —se queda un momento en silencio —además los dos generales de los Cazadores tenemos inmunidad ante cualquier ley o ante los mandatos de los consejeros.
    Cherry solo lo observa seriamente, frunce el ceño, expresión que no le queda nada bien a la hermosa dirigente de los elfos.

    Morgana nota que la temperatura baja abruptamente, puede ver su aliento cada vez que exhala, siente frío; un frío familiar y acogedor que la hace sentir segura.
    —Tal vez no le respondas a nadie, Arturo —manifiesta la alquimista sonriendo—pero, si hay un ser al que le temes más que ha nada en el mundo.

    Arturo no tiene idea de a quién se refiere la chica, cuando voltea a mirar a su golem de madera nota que tiembla de miedo, Carnwennan al igual que sus hermanas marionetas que siguen en la espalda del alquimista resuenan como si temblaran de miedo.
    — ¡Maldición! —grita a los cielos maldiciendo su mala fortuna —¿por qué?, ¿por qué?, ¡¿por qué?! —estira la mano señalando al golem de madera, del cual sale el garfio y regresa a la mano de Arturo que lanza maldiciones con la mirada —¡te maldigo, Destructor!

    El alquimista se da la vuelta y se pierde de vista entre los árboles.
    — ¿Estás bien, Morgana? —pregunta la Kaiserina sintiéndose débil.
    —Si, grac… —no pudo terminar de agradecer la ayuda recibida cuando tuvo que reaccionar para atrapar a la elfina y así evitar que cayera al suelo de golpe — ¡Cherry!, despierta.

    El chico de lentes oscuros aparece detrás de Morgana.
    Ella lo siente, aunque no voltea a mirarlo —sabía que no permitirías que algo malo le ocurriera a Cherry —exclama segura del amor que él siente por la elfina y aguantando las lágrimas para no llorar.
    Cherry aparece en los brazos del destructor —no lo permitiría, debo cuidarla, se lo prometí a mi pequeña flor, nada le puede ocurrir al pequeño capullo —comenta con cierta melancolía.
    — ¿No la amas, bastardo? —interroga furiosa de oírlo hablar así, se voltea y le lanza una mirada de ira.
    —No, fue el último deseo de mi amada, tendré un hijo con ella y la cuidaré hasta el día de su muerte y ahí termina la promesa que hice —aclara mirando fijamente el rostro triste de la inconsciente elfina.
    — ¡Basura, bastardo, pervertido, estúpido, maldito! —se desahoga gritando por la insensible confesión que acaba de escuchar.
    —Grita lo que quieras, no vas a cambiar nada —desaparece en un parpadeo llevándose a Cherry con él.
    —Eres un bastardo… —derrama una lágrima que recorre su mejilla y cae al suelo siendo absorbida por el suelo que clama por agua —pero aún así… —prefiere callar.
    Comienza a hacer calor nuevamente.

    -------------------------------------------o---------------------------------------------------

    Nombre: Excalibur
    Elemento: Tierra/Roca
    Raza: Marioneta
    Apariencia: espada de doble filo
     
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    Rincita

    Rincita Iniciado

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    wooow!! muy bueno me dejaste con ganas de leer más y más y más..... ¿que pasara? no lo se!!! XD

    Bueno, debo decir que solo note un error de dedo:

    —Impresionante —aplaude el elfo con amabas manos alabando las habilidades de Sir Kahil.

    No sería ¿ambas manos? bueno, pero fuera de eso me gusto mucho y espero que me invites a la continuación, y sin mas que decir me despido.
     
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  4. Threadmarks: Aventura 07. Suspiros
     
    Dark RS

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    La Aventura De Morgana
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    Aventura 07. Suspiros.

    Maldito…

    En su batalla, Sir Kahil destruye al golem con su mazo, éste se regenera y vuelve a ser destruido por un poderoso golpe del arma del enano.
    —No tiene sentido, no se le acaba la energía, no debería haber una marioneta con energía ilimitada —se dice Kahil intentando descubrir el secreto de la monstruosa criatura de roca.
    —No tiene energía ilimitada —manifiesta Alex descubriendo la verdad detrás de Excalibur.
    Al ver que no sigue hablando, el enano le grita impaciente — ¡escúpelo de una vez!
    —Hay una segunda marioneta que recarga la energía de ésta —intenta buscar el origen de la energía que percibe, pero no logra ubicar un lugar exacto.
    — ¿Seguro?
    —Completamente, sé de estas cosas —aclara el elfo recordándole al enano su conversación de hace varias noches.
    —Entonces sólo debemos derrotar esa marioneta y esta abominación no tendrá oportunidad en contra de mi mazo —presume golpeando el suelo.

    Ambos saltan esquivando los ataques del monstruo de roca.
    Excalibur golpea el suelo creando una fisura que los deja atrapados en una grieta.
    —Ruégale a los dioses que nos ayuden —pide el elfo al verse en aprietos.
    —No creo que los dioses nos salven, —lo corrige Kahil —me parece más probable que nos salve un destructor.
    — ¿Un destructor?, ¿el que nos salvó hace unos días? —cuestiona Alex confundido.
    —No —corrige apresuradamente al ver que el golem se acerca lentamente —ese es El Destructor, el líder de los destructores —golpea al ser de roca con su mazo destruyéndole la mitad superior del cuerpo, así ganando unos segundos, mientras se regenera continúa con su explicación —un destructor es la versión oscura de un dios, El Destructor es el equivalente a los dioses Justicia y Sabiduría juntos
    — ¿Por qué vendría un dios oscuro a salvarnos? —interroga serio, cómo si se le hubiera olvidado que están atrapados.
    El enano destruye el resto del golem y envía la espada a unos metros de ellos —no estoy seguro, pero me parece que está jugando con nosotros y no se permitirá perdernos, al menos no por el momento.

    Excalibur junta rocas aún más grandes, y se regenera con una altura de cinco metros. Lanza un golpe contra los acompañantes de Morgana, ambos cierran los ojos y esperan el impacto.
    Al no sentir nada abren los ojos y ven a un familiar niño alado volando frente al puño del monstruo de roca.
    —Buena deducción, enano —felicita Diabolik que detuvo el golpe con su pequeña mano —el amo los necesita vivos.
    —Aunque no se acostumbren —advierte la voz de una niña que proviene del bosque.
    — ¡Destrúyete, Excalibur! —ordena el niño golpeando con su otra mano al golem.
    El monstruo de roca se vuelve polvo en un instante.
    Un pequeño golem de diamante es lanzado desde los arbustos y cae sobre la espada desprotegida.
    —Me parece que ya hicimos mucho —comenta una niña alada que sale de los mismos arbustos de donde fue lanzado el ser de diamante; la niña tiene el cabello dorado, grandes ojos azules, piel como porcelana, de vestido blanco, con alas aún más blancas que su ropa —ya vámonos, hermano.
    —Está bien, Ange —responde el niño aterrizando frente a su hermana.
    — ¡Ange, Diabolik, sáquennos de aquí! —pide el enano.
    —No —responde el niño enojado —se nos ordenó inutilizar a Excalibur y Clarent, nada más.
    — ¿Y si se mueren? —cuestiona la pequeña a su hermano en voz baja.
    —Da igual, por mí me los como —le contesta imaginando a qué sabe un enano.
    —Mejor vámonos —pide la niña —si no te los vas a comer.
    —Bueno —ambos se pierden entre los arbustos.

    Excalibur y el golem de diamante se elevan en el aire y se alejan rápidamente. Llegan hasta Arturo, Clarent sale del interior de la criatura de diamante y regresa a la mano del alquimista, este toma a sus marionetas favoritas y las guarda en las fundas.
    — ¿Qué haces Destructor? —le pregunta al vacío — ¿para qué necesitas a estos inútiles con vida?
    En su mente se hace mil preguntas, pero la interrogante más persistente que tiene es ¿por qué sus marionetas se movieron tan lentamente en combate?
    El alquimista decide darse por vencido, se dirige a la ciudad Cenizas, en el país Vuln, donde sabe de buena fuente que Gobo y su grupo de trolls hacen estragos.
    Saca una espada que forma un golem de aire, Arturo se mete dentro de éste y se eleva alejándose de Afrodita.

    Morgana se acuesta en el suelo mirando al cielo, se cubre el sol con su mano derecha, derrama algunas lágrimas y cierra los ojos.
    Sólo puede ver oscuridad, de repente ve una luz, de la cual se comienza a formar una figura.
    — ¿Qué quieres, mi niña? —pregunta una voz que se le hace conocida a la alquimista.
    — ¿Abuelo? —cuestiona la chica con voz temblorosa.
    — ¿Qué quieres hacer desde ahora? —repite la luz antes de desparecer.
    —No lo sé —responde Morgana llorando.

    Todo se vuelve gris, el tiempo se detiene.
    —Sí, Morgana, ¿qué vas a hacer desde ahora? —pregunta el chico de lentes apareciendo en el mismo lugar que estaba la luz.
    —No lo sé —contesta confundida — ¿qué debo hacer?
    —Depende de ti —comenta el chico mostrando su mano —este mundo es muy grande —en la mano del destructor aparece una esfera idéntica al planeta en el que están; completamente detallado, con cada nube y lugar existente —si hubieras cumplido con tu parte del trato, aún tendrías a Crisis y estarías en camino a cumplir con tu parte del trato.
    —Déjame morir —se pone a pensar que la han salvado de morir en al menos cuatro ocasiones.
    —Tu abuelo, Sir Kahil, yo y Cherry —le aclara leyendo sus pensamientos.
    —Diría tú, el anciano, tú y tú —corrige la chica extrañada.
    —No —corrige sonriendo burlón, pero no aclara el por qué de la corrección.
    —Comienzo a odiarte —le confiesa seria.
    —Busca a Jackal —ordena antes de desaparecer.

    Morgana abre sus ojos, y se queda mirando el cielo muy seriamente.
    — ¿Quién te nombró mi jefe? —pregunta a las nubes —ordenándome buscar a alguien.

    Se levanta y decide ir en busca de sus compañeros de viaje. No le toma mucho tiempo encontrarlos atascados en medio del bosque, cerca de un enorme tronco caído y partido a la mitad.
    — ¿Qué hacen ahí tan relajados? —les cuestiona al verlos de pie en el bosque.
    — ¡Relajados! —reclama el enano — ¡¿no ves que estamos mal heridos y exhaustos?!
    —Como se quejan —se sienta frente a ellos — ¿saben quién es Jackal?
    — ¿Qué sucedió, niña? —pregunta Kahil al verla tan seria.
    —Nada, sólo quiero saber quién es Jackal —le responde suspirando.

    El enano golpea el suelo varias veces con su mazo hasta que logra liberarse y a Alex, se acerca a la alquimista y se sienta junto a ella —no sé qué ocurrió, pero si quieres hablar, yo sé escuchar.
    Morgana se queda en silencio.
    —Tú ganas, niña, Jackal es el licántropo que nos ayudó a cruzar el lago —le responde finalmente al verla tan decaída.
    —Necesito hablar con él —se acuesta y mira las nubes, les encuentra miles de formas, incluso un grupo de ellas le recuerda mucho a su abuelo.
    Alex vuelve la mirada al cielo, sólo ve nubes en un cielo azul, no logra encontrarle forma a ninguna.
    —Cuando regrese iremos a hablarle —le promete Kahil levantándose —pero eso no será sino hasta dentro de dos días —lanza su mazo al aire, el cuál es atrapado por un delgado hilo que brilla plateado debido al sol, el cual lo jala al interior del bosque.
    —Rita, ¿eh? —susurra Morgana al mirar la telaraña que se llevó el arma de su amigo.

    La alquimista se adentra en el bosque y comienza a entrenar golpeando el tronco de un árbol.
    Sus nudillos sangran después del tercer golpe, el dolor en sus manos solo la motiva a golpear con más fuerza. Desde que se curó de la maldición, su piel se ablandó, la sensibilidad en su cuerpo es mucho mayor, y eso no le agrada.
    Sabe que se ha vuelto caprichosa, sensible, torpe y débil. Y ha decidido solucionarlo.
    Se la pasa el resto del día y el día siguiente entrenando sin descanso, al anochecer se tira exhausta al suelo y se queda mirando las estrellas.
    —Debes descansar —recomienda Cherry que la ha estado buscando desde la mañana.
    Morgana se apresura a levantarse —no creo que sea buena idea que salgas a estas horas —le advierte.
    —Yo no creo que sea prudente que te esfuerces tanto —saca un pañuelo de ceda de un pequeño bolso de piel que trae al hombro y comienza a secarle el sudor del rostro a la alquimista.
    Ésta se sonroja un poco —se te va a ensuciar el pañuelo —señala apartándose.
    El pañuelo queda empapado de sudor y tierra —no importa —responde guardándolo de regreso en el bolso — ¿qué vas a hacer desde ahora? —interroga preocupada por la suerte de su amiga.
    —No lo sé —le responde honestamente sintiéndose intranquila.
     
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    Ziello B

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    Escorpión
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    Hola…
    ____________
    Hay algo en tu historia que no me convence del todo, no sé, es como si hiciera falta algo importante para que todo se acople a la perfección.
    ____________________________________________________
    El Destructor es un personaje bastante peculiar y por motivos personales me gustaría que lo describas más amplia y profundamente.
    ____________________________________________________
    El “burumbun” que armaste metiendo a Arturo, a mi parecer, fue un completo desastre. El tipo rudo que llega metiendo terror, mostrando su poder y conocimiento, mofándose de Morgana. Queda como un pelele, miedoso, que sale huyendo, claro antes de eso hace su berrinche…
    ______________________________________________________
    En cuanto a errores:
    “Ambos saltan esquivando los ataques el monstruo de roca.”
    _______
    “— abuelo, Sir Kahil, yo y Cherry—
    Tú: pronombre personas, sustituye al sujeto:
    Tú tienes hambre
    Tú preguntas

    Tu: pronombre posesivo: indica que algo es de tu propiedad:
    tu lámpara
    tu libro
    tu familia
    ¡LISTO! ¡Chao!
     
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  6.  
    Dark RS

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    Capricornio
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    Eso es porque si no se lee la precuela como lo recomiendo se pierden muchas cosas que doy por sentadas.
    El Destructor y sus destructores son personajes recurrentes en mis historias.
    ¿Qué puedo decir de Arturo?
    Al fin me entero de la diferencia del uso de tu y tú, gracias.

    Gracias por señalar mis faltas.
     
  7.  
    Sheccid

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    Oh, perdón la tardanza en comentar, boca.
    Pues que decir...que pena que el chico de gabardina negra no llegue a amar a Cherry como ella lo ama a él, pero supongo que así deben ser las cosas, porque realmente él si se enamoró de Galiana...y no pudieron tener el hijo que ambos siempre quisieron. Y Alex, en el capi anterior y parte del primero ¡que audacia, inteligencia y atino al encararse con sus contrincantes! Bueno, hasta el proximo capi, aparte ya quiero conocer a ese licantropo. Sayo, milord
     
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  8. Threadmarks: Aventura 08. Jackal
     
    Dark RS

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    Aventura 08. Jackal.

    Debo hacerme más fuerte, esa maldición tenía sus ventajas después de todo.
    Casi olvido que hoy debo interrogar al viejo Jackal, ¿qué se supone debo preguntarle?, ¿qué haré desde ahora?
    ¿Qué debo hacer, abuelo?, que tonta, claro que no me va a contestar, aunque sería…

    Morgana se levanta temprano, toma una rápido ducha y se viste sin secarse primero, corre hacia la habitación que comparten el elfo y el enano, abre la puerta de golpe despertando a Alex que se cae de su cama golpeándose la cara contra el suelo.
    — ¡Despierten perezosos! —grita con todas sus fuerzas.
    —Estás demasiado emocionada, niña —comenta Kahil levantándose.
    —Ouch —el elfo se soba la frente.
    —Dejen de jugar y prepárense para salir a buscar a Jackal —ordena la chica — ¡rápido! —cierra la puerta de golpe.
    Alex se sienta sobre su cama y se dedica a mirarse sus propios pies — ¿qué crees que vaya a hacer Morgana a partir de ahora? —cuestiona preocupado.
    —No estoy seguro —se levanta de su cama —pero, me parece que la antigua Morgana ha vuelto.
    — ¿Antigua Morgana?
    —Pronto lo descubrirás —le promete poniéndose las botas —la niña superó a los guardianes en poco tiempo.
    — ¿Te refieres a los guardianes de las espadas del conflicto? —interroga mirando al enano hacer abdominales.
    —Sí, —se detiene y recuerda lo difícil que fue entrenar a los tres inútiles que eligieron los dioses para resguardar las espadas —a Nicolás ya lo conociste, es un hablador que se cree más fuerte de lo que realmente es.
    —Lo noté —nota un pedazo de la piel levantada en uno de sus dedos.
    —Los otros son; Merlín, un vago sin remedio, y Leo, ese más o menos vale la pena como guerrero, pero prefiere dormir o leer a luchar —continúa haciendo abdominales.
    —Interesante, tal vez algún día los conozca —comenta Alex aplicando un poco de pegamento sobre la piel suelta.
    —No creo —le dice al llegar a su flexión número doscientos.
    —Que lástima, —comenta el elfo levantándose — ¿qué crees que necesite hablar Morgana con Jackal?
    —No tengo idea, pero lo averiguaremos después del desayuno —le aclara preparándose para salir a correr.

    Unas horas después, estando los tres en el lago esperando la llegada del viejo licántropo.
    El viento sopla produciendo olas en las enormes extensiones de agua, un par de enormes peces saltan mostrando sus extravagantes colores, los ojos de una serpiente marina se posan sobre Morgana, que tiene sus pies descalzos dentro de la fresca agua.
    — ¿Qué espera ese viejo lobo para regresar? —pregunta aburrida chapoteando con sus pies.
    A pesar de que Kahil quiere regañarla o al menos corregirla, se queda en silencio, observando los ojos que se acercan a la orilla.
    —Ahí viene —pronuncia repentinamente Alexander observando un punto en la distancia.
    Morgana se levanta justo cuando la serpiente marina intenta morderle la pierna, se seca los pies y se pone los zapatos, se ve ansiosa y nerviosa a la vez.

    Al cabo de unos minutos, el viejo bote de madera y hojalata llega a la orilla siendo remolcado por quimeras marinas de diversas razas, tamaños, formas y personalidades.
    Jackal se baja del bote cargando una esfera color azul eléctrico y nota a los tres huéspedes de su hogar esperando, suelta a las quimeras para que se alimenten de peces y algas, luego se sienta sobre una roca plana, coloca la esfera junto a la roca, se quita una pequeña espada curva que lleva en su cintura y la coloca junto a la esfera, saca una botella pequeña con un liquido viscoso color amarillento dentro, toma un poco, lo mastica y luego escupe.
    Mira a los tres con mucha seriedad — ¿qué desean preguntarme? —interroga adivinando el motivo por el que lo esperan.

    La alquimista se queda en silencio durante un minuto, aunque a ella le pareció un año.
    —La niña quiere preguntarte algo —aclara Kahil que está muy interesado en la esfera azul eléctrico.
    —Pregunta —permite el licántropo serio.
    Morgana le presta mucha atención a la apariencia del anciano, algo que no había hecho cuando lo conoció; orejas puntiagudas, cabello largo entre castaño y grisáceo, ojos negros que al verlos directamente producen la sensación de intimidar, su cola es casi totalmente café claro, tiene una enorme cicatriz que le recorre el rostro desde la parte superior derecha hasta la parte inferior izquierda, pantalones y chaleco de cuero color café desgastado, con camisa blanca bien abotonada, usa un solo guante negro en su mano izquierda y altas botas de cuero negro.
    —La verdad no sé que preguntarte —le confiesa la chica nerviosa, vuelve la mirada hacia la espada curva junto al viejo — ¿ese es el escudo de los bandidos de Alois? —cuestiona al notar un logo grabado en la funda del arma.
    — ¿Conoces la historia de Alois y sus bandidos? —pregunta el anciano moviendo su cola interesado.
    —Algo —comenta confundida —mi abuelo me contó sobre esos bandidos hace unos años.
    —Ya veo, tú debes ser la nieta de Fabián el rompe cráneos —asegura el licántropo.
    — ¿El rompe cráneos? —pregunta aterrada de escuchar ese sobrenombre.
    —Así le puso Rem, por que a tu abuelo de joven le encantaba desbaratarle el cráneo a sus oponentes —le cuenta recordando con una sonrisa —claro así solo le decíamos él y yo, su verdadero sobrenombre es Fabián Terra.
    — ¿Por qué Terra? —cuestiona encontrando cierto sentido en lo que dice el licántropo, ella siempre ha pensado que el apellido de su abuelo es Terra, y no un apodo, ya que ella también lleva el mismo nombre de familia.
    —Debido a que usamos como apellido el nombre de una deidad elemental; von Feur, Terra, de Hielo, d’Acqua, Aer, el Rayo y Naturen —comenta sonriendo nostálgico.
    —Entonces, ¿cuál es el verdadero apellido de mi abuelo? —pregunta curiosa.
    —Ni idea, todos perdimos nuestros nombres al unirnos a la banda —le aclara sin prestar mucha atención a eso.
    —Mi abuelo nunca te mencionó —le dice al anciano que no se sorprende de escuchar eso.
    —No me sorprende —confiesa serio —apuesto a que solo te contó cómo rescataron a la princesa Adilaida y luego solo dice lo que les ocurrió al resto de la banda.
    —Sí, ¿qué fue lo qué no me contó? —interroga intrigada de escuchar un poco más sobre la historia.
    —Te lo contaré, pero no hoy, debo hacer algo primero —levanta su arma y la esfera, y seguidamente se pone de pie — ¿qué hace el viejo rompe cráneos hoy en día?
    —Murió hace tres años —le responde triste de recordar que no pudo despedirse de su abuelo.
    —Ya veo, supongo que fue en ese brutal ataque del ejército elfo, supongo que cayó luchando ferozmente, en especial con esas marionetas suyas —muestra una ligera sonrisa que se obliga a dar para no llorar a su amigo.
    — ¿Cuándo me contarás el resto? —cuestiona la chica intentando no pensar en su abuelo.
    —Mañana, cuando no hayan sombras —le promete refiriéndose al medio día.

    El viejo licántropo se dirige al bosque en silencio, cuando se pierde de vista Kahil aprovecha para contarle algo a sus amigos.
    —Tengo algo que nos puede ayudar en futuras luchas —les comenta emocionándolos o al menos eso es lo que piensa.
    —Di que es de una vez —le ordena Morgana malhumorada por tener que esperar hasta mañana.
    —Gruñona, —susurra ofendido por el tono de la alquimista al hablarle, aunque comprende que está bajo mucho estrés, por lo que se la pasa por esta vez — ¡Rita! —grita fuertemente el nombre de su araña, levanta la mano y atrapa una pequeña bolsa de piel color café oscuro con un parche cosido de color verde oscuro que ni siquiera es del mismo material, le quita algunos rastros de telaraña y la abre —estas son gemas elementales, —les comenta sacando tres peculiares piedras del interior de la bolsa —ésta es una gema de tierra, —la cual es completamente circular color café translucido que tiene una especie de montaña en miniatura en su interior —esta otra es una gema de fuego, —señala la segunda gema color rojo translucida con una flama dentro que arde con intensidad, —y por último, ésta de aquí es una gema de rayo, es la más poderosa de las tres gemas, —enseña la tercer gema, que tiene un rayo que choca contra las orillas de la piedra amarilla translucida.
    Morgana toma la gema de rayo y se le queda mirando, en los ojos de la chica se refleja el relámpago —es hermosa, ¿cómo se usa? —cuestiona emocionada.
    —Sólo debes permitir que la energía de la gema entre en tu cuerpo y podrás usar su grandioso poder —le explica el enano algo preocupado de ver la más poderosa de las gemas en manos de Morgana.

    La alquimista se mira la mano contraria de la que tiene la gema, chispas y pequeñas descargas son producidas desde ésta, choca su palma abierta con fuerza contra el pecho de Alex, lo cual lo lanza a varios metros de donde se encuentra, al levantarse tiene el cabello medio levantado, la forma de la mano de la chica quemada en la camiseta que usa y un poco de humo que sale de su cuerpo.
    — ¡Eso fue genial! —comenta emocionada —quiero probar lo que hacen las otras dos —intenta quitarle las otras a Kahil, pero este en un veloz movimiento le arrebata la gema amarilla, guarda las tres de vuelta en la bolsa de piel, la lanza al aire de donde es jalada por una telaraña e impulsada al bosque donde la araña se la queda como guardiana.
    — ¡Eso fue irresponsable! —reclama el enano furioso —pudiste haberlo matado.
    — ¡Como exageras, anciano! —le responde relajada —Alex no morirá con algo tan simple.
    El elfo se acerca a la chica con expresión de enojo — ¡¿por qué me hiciste eso?! —reclama aún humeante e intentando peinarse el cabello.
    —Deja de quejarte, elfo —se queda mirando el bosque, calculando de donde vino la telaraña para ir a buscar la bolsa —déjame jugar un rato más con las gemas, anciano —pide poniendo una triste mirada.
    —Se las enseñé para que tuviéramos algo para protegernos, pero ya me di cuenta que las usarías para gastar bromas pesadas —le reclama a la chica.
    —Aguafiestas —murmura la chica frunciendo el ceño.

    -------------------------------------------o---------------------------------------------------

    Nombre: Jackal Naturen
    Edad: 87 años
    Cabello: Castaño oscuro/Gris
    Ojos: Negros
    Piel: Blanco
    Raza: Licántropo
     
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    Sheccid

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    Oh, si recuerdo a Jackal XD, aunque es nuevo personaje de apenas el capi pasado de nuestra historia.
    Ah, osea que Morgana ¿es nieta de Fabián y Jozlin? lol, si yoze se entera, quien sabe como lo tome ()es broma)
    Se parece a su abue cuando le dan algo peligroso, se pne a jugar con él, ja,ja, ójala no haga una locura.
    Hasta el proximo capi, mi todo
     
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  10. Threadmarks: Aventura 09. La Misión de Morgana
     
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    La Aventura De Morgana
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    Aventura
    Total de capítulos:
    28
     
    Palabras:
    2027
    Aventura 09. La Misión De Morgana.

    Más le vale a ese viejo lobo regresar pronto; aunque aún no sé que se supone debo preguntarle, o quizás lo deba dejar hablar. Ya me enteré que conoció a mi abuelo de joven, quizás me diga algo útil o al menos va a ser interesante escuchar otra historia.

    Llega la hora en que deben encontrarse con Jackal, esperan un largo rato en silencio hasta que finalmente lo ven llegar desde el bosque.
    El viejo licántropo se sienta sobre la misma roca del día anterior, se queda en silencio mirando a la alquimista y sus acompañantes.
    Morgana se da cuenta de que el viejo lobo espera a que se sienten, por lo que se sienta en el suelo, hace caer a Alex, y Kahil se sienta.
    —Supongo que tu abuelo nunca te contó acerca de mí —asegura el licántropo —y no me extraña, en más de una ocasión intenté cortejar a su esposa, —ríe recordándolo —esa chica tenía bastante fuerza, daba fuertes bofetadas.
    A la alquimista no le agradó escuchar esa historia.
    — ¿Qué es exactamente lo qué deseas saber, alquimista? —pregunta Jackal poniéndose serio.
    —No lo sé exactamente, —se queda en silencio durante unos segundos— ¿cómo murieron Alois y Adilaida? —cuestiona Morgana.
    —Jo, jo —ríe suspicaz el lobo — ¿quién dijo que están muertos?
    —Mi abuelo.
    —Oh, Fabián, Fabián, Fabián, no debiste mentirle a tu nieta —reclama hablando solo.
    — ¿Siguen con vida? —pregunta confundida.
    —Sí y no —responde serio —es una extraña historia, pero, si quieres escucharla no te detendré.
    —Adelante —permite la chica nerviosa, su corazón comienza a latir rápidamente.
    —Les contaré cómo el dios oscuro convenció a Alois de vender su alma —comenta el licántropo suspirando triste al recordarlo.
    Los tres se sienten ansiosos por escuchar el relato del lobo.

    —En el noveno cumpleaños del príncipe Dileno; hijo único de Alois Y Adilaida; anteriores Káiseres del reino elfo, se descubrió que tenía una rara condición que lo mataría antes de llagar a los diez años, se buscó por todo el reino, pero la cura no existía y probablemente aún no exista —se aclara la garganta —como último recurso se recurrió a un destructor, ese tipo era bastante extraño; ropa negra, piel más pálida que la de un vampiro, se podía sentir un terrible frío en su presencia, propuso un trato, que Alois no dudó en rechazar, ya que consistía en…. —no sabe muy bien cómo explicar lo que el dios oscuro quería —copiarnos. —Decide que esa es la palabra correcta —claro que nuestro líder no iba a permitir que saliéramos perjudicados por su propio beneficio, sin importar que, sin embargo nosotros decidimos por él, aceptamos ser copiados para que el príncipe se curara. —Se queda en silencio durante unos momentos —el príncipe se curó, pasó de los diez años, pero el destructor cobró de más, encerró a nuestro líder, su amada y nuestras copias en objetos y los esparció en este continente y en el de la naturaleza, según advirtió ese bastardo, si se reúnen los objetos se liberará a nuestro líder, su mujer e incluso nuestras copias y serán inmortales. —Se queda pensando durante unos minutos — ¿qué harían si les dijera donde encontrar tres objetos que quedaron de este lado?

    Morgana reacciona, la historia es tan extraña, torcida e injusta que sabe que debe ser cierta.
    —No entiendo, ¿qué gana el Destructor manteniendo cautivo a Alois y las copias de los demás?
    —No lo sé, —responde Jackal tan confundido como ella —pero si te puedo decir que esos objetos dan poderes a sus portadores.
    — ¿Qué clase de poderes? —cuestiona Kahil curioso por el nuevo dato.
    —Por ejemplo, mi objeto es una esfera que da la habilidad de transmutación en bestias salvajes, super velocidad, agilidad y olfato aumentados —cuenta el licántropo.
    —Debo suponer que cada objeto da distintas habilidades, interesante —se dice el enano.
    — ¿Sabes cuál es el objeto de mi abuelo? —pregunta la chica con el corazón agitado.
    —Sí, una esfera rojiza —responde Jackal recordando que el alquimista rastreó su propio objeto.
    — ¡Oh! —exclama sorprendida — ¿sabes qué poder da?
    —No estoy seguro, pero creo que permite a su portador controlar muchas marionetas a la vez o algo por el estilo, Fabián era de los pocos alquimistas que podían controlar varias marionetas a la vez —alaba las habilidades de su compañero caído.
    —Sí, mi abuelo era genial —Morgana se pone triste.
    —Dijiste que hay más objetos en este continente, ¿cierto? —pregunta Alex.
    —En efecto, —contesta el licántropo —hay cuatro en total, el resto están en el continente de la naturaleza.
    —Suena interesante —comenta Morgana sonriendo repentinamente —buscaremos los objetos, tal vez nuestra misión es esa, ¿no creen?
    —No me parece qué… —comienza a decir Alex hasta que la chica lo golpea en el estómago.
    —Piénsalo bien, niña —recomienda Sir Kahil —embarcarse en algo así sólo porque quieres es algo sumamente irresponsable, estúpido y temerario.
    De todo lo que le dijo el enano, ella sólo entendió temerario, por lo que se emociona aún más con la idea de buscar los objetos.
    — ¿Por qué a ti no te golpeó? —cuestiona el elfo al enano recuperando aire.
    Kahil decide no contestar esa pregunta —me escuchaste, niña.
    —Sí, sí, sí, creo que sé dónde está el objeto de mi abuelo, ¿se imaginan lo genial que será volver a ver a mi abuelo? —comenta emocionada.
    —Ya oíste a Jackal, no es más que una copia de tu abuelo, y de joven, aunque logres salvar su copia, ésta no te reconocerá —le aclara el barbado esperando hacerla entrar en razón.
    Nuevamente la chica escucha lo que quiere, se dirige al pueblo emocionada, sin despedirse o agradecerle al licántropo.
    Kahil hace una reverencia y tanto él como el elfo siguen a la alquimista.

    Al verlos partir, Jackal muestra una extra sonrisa burlona.
    —Eso fue demasiado fácil, amo —dice un ser de armadura, botas y guantes negros, máscara lisa roja que solo muestra un par de ojos amarillos y cabello rojo fuego —justo cómo lo predijo.
    Jackal se convierte en un parpadeo en el chico de lentes oscuros, la roca en la que se encuentra se convierte en un trono negro —me ofende tu comentario, Redslash.
    —Mil perdones, mi señor, no lo dije con esa intención, es sólo que pensé que tendría que decir más para convencerla —aclara nervioso.
    — ¿Te gusta mi plan, —todo se vuelve gris, el tiempo se detiene para todos excepto para el Destructor —Destino?
    Un ser de energía amarilla de forma humanoide aparece frente al destructor —no, me confunde en realidad.
    —Odias no saber lo que harán mis piezas, ¿no es cierto? —asegura burlón el chico.
    —Para nada, seres a los que yo, el dios Destino, no puede seguirles el rastro ni saber que harán es bastante perturbador —le dice entrecerrando sus enormes ojos de energía.
    El chico sonríe nuevamente.
    —Lo que más me confunde es, ¿por qué sacar una pieza del tablero a estas alturas del juego?
    —No la saco, Destino, sólo amplío el tablero —le explica como si fuera obvio — ¿miedo de perder?
    —Soy el destino, no puedes luchar contra el destino, Destructor —amenaza el dios.
    —No eres el primer dios del destino que me dice eso, pero sí eres el más débil, así que no presumas, que en combate no tienes oportunidad.
    El dios vuelve a entrecerrar sus ojos enojado —haz lo que quieras —desaparece.

    Todo recupera sus colores y el tiempo vuelve a correr.
    — ¿Desea qué siga a Morgana y me asegure que no muera antes de cumplir su misión? —dice el enmascarado recuperando su movilidad y sin saber lo que acaba de suceder.
    —No, tengo destructores en todas partes, no lo olvides, ve y termina tu misión —ordena el chico burlón.
    —Por supuesto, mi señor —sopla el viento y el enmascarado desaparece.

    Kahil alcanza a Morgana.
    — ¡¿Qué diablos piensas qué haces?! —le reclama furioso.
    — ¡Iré al continente de la naturaleza para encontrar los objetos y liberar a mi abuelo! —contesta emocionada.
    —No actúes sin pensar, niña —regaña a la alquimista.
    —Será divertido, veré nuevos lugares, volveré a ver a mi abuelo, ¡será genial! —al decir esto los ojos de la alquimista se iluminan.
    El enano le da un golpe en el rostro a la chica, haciéndola caer y así lograr que reaccione.
    Tanto Morgana como Alexander miran con horror al enano.
    — ¡Despierta, Morgana, no seas imprudente, ir al continente de la magia es una locura! —le grita frunciendo el ceño.
    La chica lo mira incrédula, no puede creer que el enano la golpeara, se recupera de la impresión, se levanta, baja la cabeza haciendo que su cabello negro le cubra su rostro — ¿crees qué no sé qué es una locura?, ¿piensas qué soy tan tonta qué no me doy cuenta del peligro que implica cruzar el océano?, ¿crees qué no sé qué el Fabián que despertaría no es mi abuelo? —comienza a llorar amargamente —soy una criminal, mi hogar fue destruido, mi segundo hogar ahora es la base del Consejo de Seres, ya no tengo lugar al cuál llamar hogar, ni familia, mi infancia me fue arrebatada por una cruel maldición, no tengo propósito en la vida, a quién amo jamás me corresponderá, al que más aprecio y admiro me acaba de golpear —cae al suelo, se abraza y baja la cabeza lo más que puede, las lágrimas brotan sin cesar —déjame vivir en mi propio mundo, déjame pensar que aún en el día más oscuro puedo sonreír, déjame vivir cómo quiera o al menos ten la decencia de acabar con mi maldita vida.

    Kahil no se atreve a decir nada, siempre ha pensado que Morgana es muy fuerte, ahora que sabe que se ha estado guardando todo eso y al fin explotó por su culpa se siente como un canalla.
    —No llores —pide Alex arrodillándose a su lado —aún tienes amigos, yo soy tu amigo, moriré por ti si debo hacerlo, te seguiré al mismo tártaros de ser necesario —intenta abrazarla, pero se sonroja y decide no hacerlo.
    El enano se da la vuelta y se pierde de vista.
     
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  11.  
    Cubo

    Cubo bloody knight

    Escorpión
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    wow muy buen cap, Morgana al fin encuentra algo que la alienta a mantenerse viva y a luchar.... Pero a la vez demuestra que tiene un lado sencible y que no es una irresponsable como creen... Me gusto la narracion creo que es muy buena. Creo que no vi faltas... Sin mas que decir espero el proximo cap...
     
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  12.  
    Ziello B

    Ziello B Entusiasta

    Escorpión
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    Hola! (si algo esta mal escrito es porque intento ponerme al día lo mas pronto posible)

    Esta muy interesante la historia, aunque Morgana me descepciona; nunca hace nada genial por su cuenta, incluso Rita es mas util.

    Admito que es comica y muy inmadura en su forma de ser y por eso actua de ese modo tan despreocupado, al parecer el pobre Alex será el mas perjudicado con esto .

    El licantropo me agrada, aunque me dio la impreción de ser ahora un “viejito vago“.

    Solo noté un error al inicio, en el primer parrafo, verificalo y me avisas.

    Listo! chao!
     
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  13.  
    Rincita

    Rincita Iniciado

    Capricornio
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    Si estoy de acuerdo con eso, me encanto este capitulo, espero me invites a la conti :) todos las acciones de los personajes en este capitulo me dejaron con ganas de leer mas!! Bueno no note faltas de ortografía (como en mis fics) asi que sin mas que decir me despido.

    Sayonara
     
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  14.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

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    perdon en comentar, amor.
    Ya en serio , me djaste con la boca abierta , es decir que nuestro hijo es Dileno? ?y si es hija? Olvidalo, je,je, me impresionó mucho eso de que el destructor se hiciera pasar por otro, bueno por el licantropo, je,je, estuvo emocionante, esperaré la conti, te amo, me aegra saber que estamos vivos, je,je, te adoro
     
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  15. Threadmarks: Aventura 10. Monólogo
     
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Título:
    La Aventura De Morgana
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Aventura
    Total de capítulos:
    28
     
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    1790
    Aventura 10. Monólogo.

    Una y otra vez la vida me demuestra que todo puede empeorar, ¿cómo pudo Kahil golpearme?, siempre lo he visto como una especie de padre, y ahora no sé que pensar, quiero morir.
    ¡Llévame Muerte, llévame de una maldita vez!

    Anochece, Morgana se tranquiliza un poco. Alexander lleva varias horas a su lado, en silencio, no sabe que decir, teme abrir la boca y empeorar la situación.
    La alquimista se levanta, mantiene su cabeza baja, haciendo que su cabello cubra su rostro.
    —Me iré al continente de la naturaleza tan pronto pueda —solloza —, ¿puedes…? —quiere decirle a Alex que quiere que vaya con ella si quiere, pero no se atreve a decirlo en voz alta.
    —Iré contigo —se apresura a decirle —, conseguiré provisiones y armas.
    Morgana no dice nada, comienza a caminar, sus piernas tiemblan.
    El elfo va en busca de Sir Kahil, para obligarlo a disculparse con la chica.

    Morgana llega hasta el Olimpia, mira su reflejo en el agua, piensa en lo fácil que sería lanzarse al agua y ahogarse.
    —Abuelo… ¿qué debo hacer? —le pregunta a su propio reflejo.
    Se queda mirando el agua por un largo rato.
    —Claro que no me contestarás, soy idiota —se dice tirándose al suelo — ¿ahora quién podrá defenderme? —sonríe —eso sonó raro.
    Las nubes le recuerdan muchas cosas, en su mayoría, a sus marionetas.
    —Mí Armada de la Venganza, ahora que lo pienso les puse el nombre correcto, estuvieron llenos de venganza y odio —se queda en silencio por un par de minutos — ¡es cierto!
    Se levanta de golpe, acaba de recordar algo en lo que no había pensado en mucho tiempo.
    Estira su mano, se concentra y hace aparecer el báculo que le pertenecía a su abuelo, se queda mirando la esfera color carmesí en la parte superior.
    —Esta debe ser la esfera en la que está la copia de mi abuelo, por eso puedo controlar tantas marionetas a la vez, nunca me abandonaste, ¿cierto, abuelo? —sus ojos se humedecen —también había olvidado mi dimensión de bolsillo, me pregunto si aún me quedan marionetas —extiende su mano derecha, la cuál comienza a temblar, no se atreve a invocar a alguna marioneta, teme que si queda alguna sea una máquina asesina.
    Se dedica a mirar el lago, piensa en muchas cosas a la vez.
    —Lo haré, iré al continente de la magia, liberaré a Alois y a sus bandidos, lo haré sola, no arrastraré al torpe de Alex ni al malvado del anciano —siente una fría ráfaga —, cierto, tú lo oyes todo…
    Voltea la mirada hacia el cielo, ve un grupo de nubes que cubren el sol.
    —Tú lo ves todo, lo sabes todo, juegas con nosotros los mortales por diversión, no eres más que un maldito bastardo, descorazonado, una escoria, por eso te… te… te… tsk, no puedo decirlo, que patética que soy, muriéndome por él.

    Se sienta en el suelo, lágrimas recorren sus mejillas y caen en sus piernas. Se la pasa así durante unos minutos hasta que nota a una joven licántropo, la reconoce, es la misma chica que encontró unos días atrás.
    La chica licántropo se sienta junto a Morgana —sufriendo por amor, ¿eh?
    — ¿Tú cómo sabes…? cierto lees la mente, que tonta —se culpa por haberlo olvidado.
    —Háblame sobre este chico —pide la lobo de cabello castaño oscuro.
    —Bueno, no sé si me lo creerás, pero él es un dios oscuro —lo que acaba de decir le suena extraño, incluso a ella misma, por lo que no espera que la chica lobo le crea.
    —Te creo, no me estás mintiendo, aunque si me parece increíble —comienza a mover la cola —no pienso que sea tonto sufrir por amor, pero hay por quienes no vale la pena sufrir.
    —Pero, no me lo puedo sacar de la cabeza, me encuentro pensando en él a cada momento del día.
    —Él no te ama, tú misma lo sabes, aunque —la licántropo se sonroja —, no me hagas caso.
    —Tú también estás enamorada, ¿cierto? —cuestiona Morgana con una mirada picara.
    —Yo… no es… puede ser —contesta sonrojada.
    —No necesito leer mentes para saber que sí estás enamorada, ¿él siento lo mismo por ti?
    —No lo sé —responde apenada la licántropo.
    —Léele la mente y averígualo —le recomienda Morgana.
    —Me da miedo, si él no me ama, ¿entonces qué haré? —cuestiona bajando la mirada.
    —Entonces no leas su mente, pregúntaselo y deja que él mismo te conteste.
    —Es más complicado que eso —aclara la joven lobo sonrojada —él es, algo mayor que yo.
    —No creo que eso sea un impedimento, el hombre que amo es —la alquimista se sonroja, no puede creer que hable del tema tan fácilmente —mucho mayor que yo.
    — ¿Qué tanto? —pregunta la lobo curiosa.
    —Él es mayor que el universo, es más viejo que el tiempo mismo, es mucho más antiguo que los dioses —confiesa sabiendo que no le creería.
    —Creo que tienes más problemas que yo —asegura la loba, comienza a olfatear reconoce el aroma del licántropo que ama acercarse al lugar —ahí viene.
    —Conoceré a tu príncipe —dice Morgana molestándola.

    Un enorme lobo de dos metros de alto y cuatro de largo aparece frente a ellas de la nada, su pelaje negro y ojos rojos asusta un poco a la alquimista.
    El lobo comienza a transmutar a su forma de licántropo; cabello negro largo, ojos oscuros, piel morena, no muy apuesto, de camisa negra, pantalón café oscuro, con botas de cuero, trae un collar con un pequeño colmillo.
    —Con que aquí estabas —reclama mirando seriamente a la loba, nota a la alquimista —, mucho gusto.
    Morgana saluda con su cabeza.
    —Él es mi tutor de transformación —presenta la chica —, perdona que me escapara, pero me comencé a sentir abrumada.
    —Debes saber como convertirte en lobo o en caso de emergencia no podrás defenderte —le dice preocupado.
    —Bueno, iré a practicar —voltea hacia Morgana —, hasta pronto.
    Ambos lobos se preparan para partir.
    Morgana los detiene —oigan, ¿saben donde puedo conseguir un bote que se dirija al continente de la naturaleza?
    —Tal cosa no existe —responde el licántropo de cabello negro —, los otros continentes no tienen tratado con nosotros; el continente de los salvajes, cualquier tipo de bote o transporte que se acerque a los otros dos continentes será destruido por un poderoso hechizo o una brutal armada de armas de acero.
    Morgana se da cuenta que la única forma de llegar al continente de la magia es construyendo su propio bote, una proeza no muy difícil ya que una marioneta es más complicada de fabricar.
    — ¿Te puedo preguntar algo? —dice hablándole al lobo, este asiente —ese colmillo que llevas en tu cuello —la chica lobo le hace señas para que no pregunte, pero Morgana no la ve —, ¿de quién es?
    —Este —el licántropo toca su collar — es un colmillo de esta despistada —la chica se sonroja —, la primera vez que se transformó en lobo corrió emocionada y se estrelló contra un árbol perdiendo este colmillo.
    —Ya veo —Morgana sonríe —, gracias.
    El lobo asiente, se transforma en su forma de lobo guerrero, se agacha, la licántropo se monta en su lomo, y sale corriendo velozmente.

    La alquimista se dedica nuevamente a sus pensamientos.
    —Creo que construiré un barco marioneta y me iré al continente de la magia por mi cuenta, sin arrastrar a nadie —se dice a si misma.
    Se asoma al agua, mira su propio reflejo —lo decidí, abuelo, construiré una marioneta que te haga sentir orgulloso, comenzaré de inmediato.
    La chica comienza a recolectar los materiales de mayor calidad que encuentra en el área, recolecta frutos y raíces medicinales para cambiarlas por materiales y herramientas en el mercado, cuando tiene los materiales necesarios comienza a derribar árboles lejanos a la aldea, para así no perjudicar a los licántropos.

    Alexander encuentra a Sir Kahil en la casa de trueques del poblado.
    — ¡Kahil, discúlpate con Morgana, ahora! —le exige el elfo.
    El enano no le presta atención, termina sus negocios y sale del edificio.
    — ¡Discúlpate! —grita nuevamente.
    —No me disculparé, ella necesitaba despertar, admito que me pasé al golpearla, pero debe aprender a ser fuerte —le dice al elfo.
    —No me interesan tus razones, la dejaste muy herida, no físicamente, sino emocionalmente, ella ha sufrido demasiado, ¡discúlpate! —grita aún más fuerte.
    El enano sigue caminando hasta el pub sin decir una sola palabra más.

    — ¿Qué le pasa a este sujeto? —se pregunta el elfo enfadado.
     
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    Me caes bien y me pareces muy apuexto de licantropo, je.
    Y pues pobre Morgana, viendolp de esa forma el destructor es un ancianote XD
    va a estar dificil eso de pasar de un continente a otro,pero se que con Alex, KAhil Morgana lo lograra. Excelente capi como siempre, mi L
     
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  17. Threadmarks: Aventura 11. Cita de Amigos
     
    Dark RS

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    La Aventura De Morgana
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    28
     
    Palabras:
    1812
    Aventura 11. Cita De Amigos.

    Construiré un barco, no, una marioneta tan grande que podrá llevarme a otro continente, una lo suficientemente poderosa como para soportar cualquier hechizo, ataque mágico o castigo por parte del océano, huracanes y criaturas marinas.
    Además, creo que me hará bien alejarme de este lugar, no hay nada aquí para mí, debo admitir que extrañaré a Cherry, Nimue, Merlín, Arquímedes, Alex y hasta al anciano.
    Sé que me irá mejor en un nuevo lugar, nuevos amigos, nuevas aventuras y tal vez un nuevo hogar.

    Durante dos meses, Morgana se la pasa trabajando arduamente en la construcción de una marioneta que además funciona como transporte marino.
    Idear los planos le tomó menos de un día, calculó el tamaño, los materiales, la cantidad de los mismos, puntos débiles, fortalezas, la forma y hasta un nombre que no está segura aún si se lo pondrá.

    La tarde es calurosa, el sol castiga el cuerpo de la alquimista; usa un pantalón largo blanco y un montón de vendas alrededor de su torso.
    Su lugar de trabajo está ubicado en medio del bosque, para así tener siempre materiales a la mano, y estar lo suficientemente alejada como para no molestar a los pobladores.
    Alexander llega, como todos los días, a traerle el almuerzo a la chica.
    — ¿Cómo va? —saluda el elfo mirando el enorme pedazo de madera en el que trabaja la alquimista en ese preciso momento.
    —Avanzando, debo conseguir algunos materiales para lograr que el agua no dañe mucho la coraza del barco —aclara la chica sentándose en el suelo y revisando que le trajo Alex para comer.
    Alexander se sienta a su lado, se sonroja, como cada día, al ver que en lugar de camisa trae solo unas vendas, intenta no mirarla directamente —, ¿qué te parece si esta noche paseamos por el bosque?, ya sabes, si tienes tiempo.
    —Puede ser, necesito relajarme un rato —la chica comienza a comer como si no hubiera mañana.
    —Perfecto —dice emocionado el elfo —, paso por ti al anochecer.
    —Clafvo —le responde ella con la boca llena.
    Alex se retira emocionado para prepararse para lo que considera una cita.

    El elfo se arregla lo mejor que puede, se peina; algo que no suele hacer muy seguido, consigue unas flores en el camino, y práctica lo que le dirá a la alquimista.
    Al llegar al lugar, encuentra a Morgana esperándolo, le da las flores, ella las toma y mira extrañada, las deja junto a su marioneta para no cargarlas.
    Pasean cerca de la orilla del lago, Alex se siente un poco nervioso, la luz de la luna se refleja en los ojos de Morgana, dándoles un toque místico, que hace que el elfo esté aún más nervioso.
    —La luna es bonita, ¿cierto? —comenta el elfo nervioso buscando iniciar una conversación.
    —No sé —responde la alquimista mirando el astro sobre ella —, luce normal para mi.
    —Ya veo —comienza a pensar en un nuevo tema —, ¿para cuando crees que esté listo el bote?
    —No es un bote, es una marioneta —aclara la alquimista.
    —Perdona, ¿para cuando estará lista la marioneta?
    —No sé aún —responde ella sin prestar mucha atención a Alex.

    Ambos se sientan cerca del agua.
    —Oye, mmmm —Alex se sonroja —, ¿qué piensas de mí?
    A Morgana se le hace extraña la pregunta —eres bastante agradable, sabes usar ese arco bastante bien, sin mencionar que luchas como experto.
    —Gracias, pero, eso no era a lo que me refería —susurra.

    Ambos se quedan en silencio durante varios minutos.
    — ¿Te… te gusta algún chico? —cuestiona sonrojado el elfo.
    Morgana se sonroja —pensé que era obvio —responde avergonzada —, como eres mi mejor amigo te lo diré, aunque creía que ya sabías —se queda en silencio para tomar el valor decir el nombre del hombre que ama —, es, el Destructor.
    Escuchar esto hace que Alex sienta como si le acuchillaran el corazón, hace lo posible para sonreír frente a Morgana—, ya veo, ahora que lo pienso es bastante obvio.
    —Si verdad, pero él no siente lo mismo por mí, ya me acostumbré a esa idea —la alquimista se queda mirando el cielo estrellado.
    —Que mal —el elfo abre la boca como si intentara decir algo, pero se detiene de inmediato.
    —Vámonos ya, se hace tarde y mañana debo seguir trabajando —propone la alquimista levantándose y dirigiéndose a un pequeño refugio que levantó cerca de su marioneta en progreso para poder cuidarla y asegurarse que no le suceda nada.
    —Buenas noches, Morgana, descansa —se despide Alexander.
    —Duerme, Alex, eres un buen amigo —por segunda ocasión esa noche, el elfo siente como si lo atacaran directamente en su corazón.

    El chico de cabello dorado camina sin rumbo por el bosque, no sabe en que parte del mismo está, necesita pensar un poco, golpea un árbol provocándole una fisura, decide que si Morgana es feliz, él es feliz, por lo que decide jugarse la vida.
    — ¡Ven a mí destructor! —grita al cielo nocturno, varios búhos rojizos salen volando del lugar debido al grito que los asustó.
    —Mortal, dime —le habla un ser tras él.
    El elfo se voltea, a quién ve no es precisamente al que esperaba; una esfera blanca con púas filosas en la parte posterior, en la parte delantera hay un símbolo color negro con la forma de un cuadrado con un circulo en el medio; en el símbolo hay un pequeño punto luminoso color verde neón que se mueve en las líneas del mismo; al parecer ese es su ojo.
    —Tú no eres el destructor —le reclama.
    —Lo soy, sí —responde orgulloso el ser esférico —, destructor, uno de ellos soy.
    —Yo quiero hablar con el destructor de traje negro —aclara Alex.
    —No atenderte, el amo, va —regaña el destructor —, un ser inferior como tú, hablar con él no debe.
    — ¡Exijo ver al destructor! —grita el elfo enfadado.
    El destructor esférico comienza a acumular energía en el símbolo de la parte delantera de su cuerpo, forma una pequeña esfera azul, y cuando está apunto de lanzar el ataque contra Alex se detiene —, alagado de verlo, me siento, maestro —saluda el ser de manera respetuosa.

    Alexander se voltea, ve al destructor que busca sentado sobre un trono negro con cojines amarillos —al fin das la cara cobarde.
    —Al líder, hablarle así no debes —regaña el ser esférico.
    —Está bien, Trkst Tljrks, yo me encargo desde aquí, ve con el siguiente —ordena el Destructor.
    —Como ordene, maestro —la esfera se desvanece.
    El chico de lentes se queda mirando al elfo con una sonrisa burlona — ¿dime?
    — ¿Me cumplirás mi deseo? —pregunta desconfiado Alex.
    —No, tu deseo es incompatible con mis deseos, por lo tanto no quiero cumplirlo —explica el Destructor.
    —No me salgas con eso, ella te ama —aclara intentando hacerlo entrar en razón.
    —No me interesa, elfo, únicamente me pides esto debido a que tú la amas y ella no se ha dado cuenta —el chico de lentes oscuros sonríe —, que burla, tú enamorado.
    —Calla —pide bajando la mirada —, no me lo tienes que decir, lo sé.
    —Te daré un consejo gratis, levanta esa rama a tus pies —Alex mira al suelo, ve la rama y la levanta, se le queda mirando como si esperara que fuera algo especial, pero no es más que un pedazo de madera común y corriente —, colócala frente a tu rostro —el elfo le obedece, aunque no le ve el sentido.
    El chico desaparece junto con el trono.

    Alex estaba a punto de tirar la rama cuando algo se incrusta en la misma, el impulso hace que la rama lo golpee en el rostro, haciéndolo caer al suelo, se levanta, mira la pieza de madera en su mano, se da cuenta que lo que se incrustó en la misma es una daga.
    —Por los Dioses, ¿qué sucedió? —se pregunta extrañado mirando detenidamente la daga, como si intentara encontrarle sentido a lo que acaba de ocurrir.

    — ¿Dónde está la chica? —cuestiona un vampiro que sale de la oscuridad del bosque —, ¿dónde está Morgana Terra?
    Alex observa al vampiro, con una mirada de preocupación e ira a la vez, al parecer a aparecido otro ser que quiere dañar a su amiga, y no está dispuesto a permitírselo —, ¡no te lo diré!
    —Lo harás, de una forma u otra —el vampiro saca un par de guantes con garras de sus bolsillos.
    Alex toma la daga y se la guarda en su cintura, toma con ambas manos la rama y se dispone a luchar —, primero muerto.
    —Con gusto —el vampiro se pone los guantes, cuyas garras resplandecen gracias a la luna.
     
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    Sheccid

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    L, L, L yo...¡ME QUEDÉ EMOCIONADA! Y le dejaste justo ahí, sabes como mantener a la gente leyendote, :) Si me lo imaginaba, no quería pensar tanto en Alex y Morgana como pareja, pero veo que si tenía razón. Ya me dió miedo, cada vez que se hacen tratos con el Destructor toooodo sale mal a su conveniencia.
    Esperaré la conti, ojala que Alex salga bien de todo, cruzaré los dedos
     
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  19. Threadmarks: Aventura 12. Ataque Nocturno
     
    Dark RS

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    La Aventura De Morgana
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    Aventura 12. Ataque Nocturno.

    Debo terminar esta marioneta pronto… Que extraño, la noche está inusualmente silenciosa…

    Alexander se encuentra frente a frente con un vampiro, no es el primero que encuentra, pero este, a diferencia de los demás, le causa un extraño sentimiento de desconfianza.
    Lo mira de arriba hacia abajo; cabello plateado que brilla gracias a la luna, piel pálida, ojos púrpuras, de traje negro, camisa blanca, pantalón azul marino, guantes y zapatos de piel negra, sus colmillos sobresalen de su boca.

    El enemigo levanta sus manos mostrando las garras —última oportunidad, ¿dónde está Morgana Terra?
    —Jamás te lo diré —gira la rama como si fuera un bastón de combate.
    —Que conste que lo intenté por las buenas —el vampiro desaparece.

    El elfo mira por todas partes, intenta encontrar al misterioso vampiro, cierra los ojos y escucha detenidamente, pero es inútil, a pesar de que el bosque está inusualmente silencioso no puede escuchar a su oponente, ni su respiración o pasos, nada.
    Repentinamente algo rasguña la pierna de Alex haciéndolo caer de rodillas, luego ve una rodilla que lo golpea en el rostro y lo hace caer al suelo donde pega la columna contra una filosa roca, el elfo grita por el dolor.

    En el pub del poblado, Kahil descansa en su habitación, escucha un extraño sonido proveniente de la ventana, la cual se abre lentamente, un troll que carga una enorme navaja se asoma, entra al cuarto, ve un bulto debajo de las sabanas y lo apuñala en varias ocasiones, el troll ríe complacido, levanta la sabana y ve que lo que apuñaló fue a una almohada. Se voltea y lo último que ve es un puño usando un guante color café que se dirige a su rostro.

    Después de dejar fuera de combate al troll, Kahil lo amarra con la sabana, mira hacia la ventana al escuchar una especie de susurro.
    —Rosto, ¿ya lo mataste? —pregunta entre susurros una voz a través de la ventana.
    —No —contesta Kahil antes de tomar por el cuello al dueño de la voz y meterlo a la habitación de un fuerte jalón.
    El segundo troll mira aterrado al enano, Kahil lo toma del cuello con una mano y lo levanta.
    —Más te vale comenzar a hablar —amenaza el enano levantando su otro puño.

    Morgana se acuesta en su refugio, se queda mirando su marioneta, sonríe, sabe que está a solo una cuarta parte del camino para terminarla, se imagina lo divertido que será sentir la brisa del océano en su piel, como el viento hará que su largo cabello negro baile, los peces y criaturas marinas que nadarán y saltarán cerca del bote; comienza a quedarse dormida cuando le parece ver algo brillante que cae sobre su marioneta.
    La alquimista se levanta de golpe al ver que lo que cayó sobre su marioneta es una flecha en llamas, corre a extinguir el fuego, pero varias flechas más caen en distintas partes del bote haciendo que se prenda en llamas y se comience a consumir.
    Ignorando su propia seguridad intenta apagar las llamas, una tarea inútil, ya que no tiene agua cerca, le lanza arena esperando que funcione, pero no logra nada.
    Una flecha se incrusta en su hombro izquierdo, la chica cae de rodillas por el intenso dolor que siente, se saca la flecha.

    Un par de elfos con arcos en llamas salen de las sombras del bosque.
    —Vendrás con nosotros, Morgana Terra —ordena el primer elfo.
    Morgana los observa con detenimiento, son idénticos, cabello rubio corto, ojos verdes, no muy altos, bastante feos, de armadura oxidada.
    —Y esperamos que no opongas resistencia —agrega el segundo.
    —Vaya, son feos al cuadrado —se burla la chica.
    —Maldita —el primer elfo dispara una flecha que apenas si pudo esquivar Morgana —, ya te dije, entrégate y no te haremos mucho daño.
    —No sé por qué tengo la idea de que no puedo confiar en ustedes —la alquimista saca una daga de su pantalón y la lanza contra el primer elfo.
    El segundo elfo bloquea la daga utilizando su arco, el cual se parte —un intento bastante inútil, asesina.
    —Ya lo noté, por cierto —la chica se para recta, levanta su mano y comienza a aparecer algo de su dimensión de bolsillo —este es mi amigo, Genbu, una de las cuatro más brutales marionetas de mi abuelo.

    Unos días antes, mientras entrenaba con el bastón de su abuelo, en un descanso de la construcción de su marioneta, Morgana descubrió que con el poder de la esfera rojiza que contiene la copia de su abuelo, pude invocar al menos una de las cuatro mejores marionetas que haya construido su abuelo.
    Una enorme marioneta de al menos tres metros de alto por seis metros de largo, con forma de tortuga; caparazón forjado completamente de la combinación de dos raros materiales conocidos como jadeíta; que le da un tono verde, y diamante; que le confiere una dureza y resistencia extremas, su cuerpo está constituido por extraños y extintos materiales del país Zentau, reino de los extintos centauros. Del caparazón de la marioneta sale una especie de serpiente hecha de un material flexible y resistente.

    Ambos elfos miran asustados a la enorme tortuga, el primer elfo le dispara varias flechas encendidas, pero rebotan sin hacer daño alguno.
    La marioneta los golpea con su parte de serpiente en varias ocasiones, pero los ataques son muy lentos, ya que la energía de Morgana es apenas suficiente para mantener la marioneta activa, la alquimista ruega para que los elfos no se enteren de que mientras usa esta marioneta no tiene energía ni para moverse, mucho menos para esquivar un ataque.

    Alex se levanta adolorido, está en clara desventaja, no puede ver a su oponente, por lo que no sabe de donde vendrá el próximo ataque.
    El vampiro logra acertar un par de golpes más, haciendo que el elfo retroceda. Alexander intenta descubrir el secreto detrás de la invisibilidad de su enemigo, sabe que ningún ser puede usar una magia tan poderosa sin ser originario del continente de la naturaleza.
    El elfo corre hasta llegar a un claro, la luna ilumina de manera mas pareja esta área, mira en todas las direcciones, pero sigue sin poder ver al vampiro, de repente, del cielo, el vampiro cae e incrusta una de sus garras en el pecho de Alex, la saca de golpe y se aleja un poco, mira el agujero en el cuerpo del elfo y queda sorprendido.
    — ¿Cómo es posible? —cuestiona sorprendido el vampiro que da un paso hacia atrás.
     
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  20.  
    Sheccid

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    Hola, gracias por invitarme.
    Los villanos me parecieron muy sin vida y los cambios de escena que haces me sacan un poco de la historia, a veces me pierdo...
    Tambien a veces hablas en presente y otras veces en pasado, tambien desconcierta un poco , aunque le da un toque único, sólo te lo hago notar.
    El capí me encanto, besos XD
     
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