Explícito La última cena, siendo novios

El día había llegado. ¡El gran día! De pedirle la mano en matrimonio a mi novia. Me vestía para la ocasión, un traje de vestir azulado, con pantalones del mismo color y una camisa blanca debajo.

Rebozaba de la emoción, prepare absolutamente todo. Incluso le escribí una carta.

14 de abril 2005​

Con todo mi amor, me expresó ante ti con esta carta, no siendo aquel chico tímido que conociste anteriormente, si no la gran persona que me hiciste ser. Todos esos bellos momentos que pasamos juntos, incluso logramos enfrentar las adversidades de la vida.

Incluso Mike no pudo separarnos de nuestro irrompible amor, aún recuerdo la primera vez que te acercaste a mi, me hablaste a pesar de que los demás no lo hacían. Ese fue el comienzo de nuestro linda relación. Hoy tome las agallas de dar el gran paso de nuestras vidas, espero que no me rechaces.​

Atentamente: La persona que más te ama.​

Salí de aquel lugar como cualquier loco enamorado, las personas sólo me miraban sorprendidos, no le tome importancia. En el transcurso del camino, compre unos bombones de chocolates, a mi novia le encantaban.

Al fin había salido de la ciudad, me acerqué a una pequeña bodega alejada de las personas. Mi voz interna no paraba de rebozar de alegría, en aquella bodega se encontraba mi novia esperándome.

El ambiente era romántico, ella había preparado una cena para la ocasión, dos copas de champagne, un detalle de flores en medio de la mesa.

Ella simplemente se veía hermosa, un vestido blanco tallado, con encajes de flores que resaltaban su tersa piel. Por otro lado en un rincón se encontraba Mike, que vestía con un traje de vestir negro.

—¡Me alegra Mike que seas el testigo de este espectacular evento!— El no respondía— ¡Oh vamos no te quedes callado!—El siguió sin responder, no le preste importancia. Tome asiento y me quedé perplejo ante la mirada de mi amada.

—¡Vamos mi amor no te quedes “muerta” de la emoción!.