Explícito La Última Noche del Mundo

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Plushy, 28 Enero 2018.

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    Donna

    Donna Entusiasta

    Capricornio
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    No tengo mucho que decir, solo volver a destacar el buen uso de la narración en primera persona. Este capítulo fue partocularmente agradable y la narracion resultó muy fluida y real, las escenas eróticas estuvieron también pulcramente contadas, aparentándole a ello los demás coloquios y titubeos de May a medida que avanzaban con el acto haciéndolo más pintoresco y fácil de imaginárselo

    La estructura de los párrafos y como el orden de estos aportan mas belleza y credibilidad me paració lo más curioso del capítulo. Sé que se esfuerzan por dar un aire distinto a su obra y lo estánlogrando muy bien
     
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    DoctorSpring

    DoctorSpring Disgregrador

    Tauro
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    Buenas tardes.

    Empecemos con lo básico, la ortografía ni la gramática presentan ningún error grave o al menos uno que logre romper la experiencia (Aunque siendo sinceros, no creo que nada pueda distraernos de esta experiencia).

    La narración está bastante bien, es rápida y fluida y el detalle de mover los párrafos crea una gran sensación de inmersión. Aparte de servir como pequeña pausa para llegar al gran clímax con más impacto.

    Los personajes están bien desarrollados y se sienten muy naturales en la escena. También noté que usaban metáforas demasiado “inocentes” por así decirlo como la de mananphy. No sé si lo habrán hecho a propósito para contrastar la inocencia de May con la situación. Si es así, bien, si no, pos no xD.

    En lo personal el capítulo me gustó bastante. Pensé que iba ser una escena genérica de sexo pero me han sorprendido. Debo confesar que mi virginidad hizo que tuviera que obligarme a seguir leyendo en varios momentos.

    En resumen, felicidades.

    Saludos.

    PD: No volveré a comer un bolis en mi vida.

    PD 2: Esta vez no hubo notas de autor :,v
     
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    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

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    Plushy: Primero que nada, pedimos disculpas por haber tenido el trabajo tan muerto, pero ya saben que cuando uno tiene otra clase de responsabilidades no se puede y cuando son dos personas con ocupaciones para coordinarse está complicado. Si recuerdan (posiblemente no) en el capítulo anterior no metimos notas de autores porque el capítulo quedó jodidamente laaaaaargo… ¡Más de 7k! … ¡En lemon! … Mmmmm… khe rik0 ( ͡° ͜ʖ͡°)

    Kaos: 7k? Y eso que no los notamos cuando hicimos ese... (>_>…. lo más chistoso es que salió más fácil que…. "cierto" capitulo... que aún si sale.... ) pero si estos meses creo que fueron algo caótico para los dos en una que otra forma... pero bueno siempre dijimos que tocaría poner la tradicional nota junto a sus comentarios :D....

    Plushy: Pudimos ser finas personas y haber omitido el lemon, dejarlo meramente implícito o simplemente ser breves sin dar detalles tan… escabrosos… pero, ¿qué creen?

    SOMOS UNAS FANGIRLS ASQUEROSAS QUE SÓLO LOS QUERIAMOS VER COGER MUJAJAJAJAJAJA!!!!111ONCE

    Ok no tan así. Explico. Aun en inglés, el lemon en fanfics de Pokémon es de malo a vomitivo; es complicadísimo encontrar un trabajo mínimamente decente en términos de narración y los pocos que he visto o son yaoi o están planteados en el terreno de los juegos donde las personalidades son ambiguas, algunos siendo full AU. Creo que todos en algún momento, ya sea por morbo o simplemente por curiosidad le hemos dado un vistazo a esa clase de historias y con leer un par podremos notar un patrón en cómo se hacen. Más todavía, frases como “oh, la tienes bien grande”, “me duele, pero dame más” y el clásico “me corrooooooooooooo” son las que nunca faltan, dando a entender un poco que sólo existe una forma de coger y bueno… parte del reto era apostar por algo levemente diferente, digo, ¡tampoco es que hayamos descubierto el hilo negro de la reproducción!

    Kaos: El reto era que la escena sexual se sintiera significativa, como también la conclusión de todo esa exploración y descubrimiento sexual.... tal vez lo más complicado era plantear el ritmo sensual junto a la "torpeza de la primera vez"…

    Saliendo fuera un poco de la joda del "me corroooooooo", algo que siempre me ha chocado en los lemons es el cómo se plantean personajes que por primera vez en la vida cogen y ya parece que hubieran experimentado todas las poses habidas por haber del kamasutra.... Olvidando que hay cierta sensualidad, malicia y morbo en las simples torpezas de experimentar nuevas sensaciones. más aun! Que provoca en el personaje dependiendo de la situación... no es solo coger...

    Ni que decir esa sensación de "que lindos!" Pero expeliendo un repugnante hedor de "esto esta condenadamente mal!"

    Plushy: Queríamos que mucho de sus personalidades se viese reflejado en la cama. Harley simplemente pudo haberla desposado aprovechando la situación, pero al igual que sus “venganzas” va lento y jugando con tu víctima, quedando claro que su objetivo no es tomarla y ya… es hacer que le ruegue y luego darle con todo. May, aunque en estado inconveniente, ofrece un poco de resistencia porque es un personaje que siempre ha demostrado luchar en momentos complicados, pero al final no sólo le gana la líbido… le gana la inexperiencia en un terreno donde Harley es amo. Es una batalla que simplemente no iba a poder ganar.

    Kaos: Oh.. pero si logro ponerlo contra las cuerdas.... curiosamente fue un momento de lucidez que la llevo a dar el paso... claro ella ya venía golpeada emocionalmente, ni que decir de las pequeñas grietas en su psiquis provocado por pequeños elementos negativos en su vida... algunos válidos, otras babosadas... pero a fin de cuentas son esos detalles que pueden terminar tumbándonos en un momento de flaqueza...

    Aunque claro todo desde la perspectiva de May...

    Plushy: Creo que está de más decir que disfrutamos condenadamente escribir este episodio por todos los condimentos que tiene; además hay algo que siempre me da gracia al momento de imaginar el lemon de la OTP que tiene que ver un poco con los roles de género… aunque sin irse al lado Tumblr del espectro. Pero es que casi nadie imaginaría a una chica de BUENAS proporciones, romántica y soñadora con… una loca… ¡qué va! ¡Si las locas sólo andan con sus respectivos machotes! Así que jugar con esta idea de que el personaje más afeminado y exótico de la franquicia se lleve a la “oppai” a la cama ya es de por sí una idea divertidísima de explorar.

    Kaos: Más aún cuando la escena esta echa para que llegue el príncipe lechuguin o el caballero del pikachu al rescate (?) cosa que nunca paso ( ͡° ͜ʖ ͡°)

    Harley logro su anelo... ¡ok si, me encanta la sentencia final del capitulo! Más aún porque....

    Bueno... creo que mejor pasamos responder esos comentarios... @_@ sino se nos olvida (y se nos extiende esto...)


    Plushy: Harley tiene sensible todo ( ͡° ͜ʖ͡°) Bueno… eso parte un poco de lo que comentaba de querer explorar un poco esa ambigüedad sexual y no hacer que toda la diversión fuese… allá abajo, que el sexo siempre es más que eso. Pero sí, es un hecho que hay hombres que son muy sensibles en esa zona… ¿que cómo lo sé?... ¡Miren, un Pikachu de tres cabezas!

    Kaos: Mmmmhhhhhh si, Harley no quería solamente violar a May... tamb.... ups! Eh... MIREN! UN CHARIZARD y UN DEOXYS! Y ESTÁN BAILANDO MERENGUE!!!!


    Plushy: Pues mira, agarras un incienso, te lo metes por la nariz… ¡Y encima no te causa cáncer! xD

    Yo lo veo medio lógico, digo, usando pantalón a la cadera y con esos meneos como que no lo veo usando bóxer… aunque bueno, lástima que no estemos hablando de James, con él da igual lo que se ponga, todo le queda sexy… o mejor que no se ponga nada °¬°

    Kaos: Contestando un poco a lo primero... cervezas... pensamientos mañaneros... y su bue jazz ayuda.... como también el... ¿Qué clase de trancas mentales quieres provocar en los personajes? ….aunque realmente la sorpresa también fue para nosotros °-°....

    Sobre los preservativos.... a quien engañamos, en la misma vida pasan ausentes... ni que decir en aquellos que prefieren vivir la vida loca (?) pero aun... las consecuencias tienen un morbo similar al de la ruleta rusa.... y viendo la forma de vivir de harley.... O_o.... oh idea


    Plushy: Hay que confesar que la narrativa para este capítulo ha sido experimental en el sentido que es la primera vez que la empleamos de este modo. Soy de la idea que estando en un medio que permite cierta flexibilidad de formato hay que sacarle el mayor provecho posible y de ahí que usamos las alineaciones un poco para jugar con la idea de distancia o cuando sientes que te vienen las voces de diferentes lados ya que el impacto visual del texto provoca una mayor inmersión que solamente escribir “escuchó en la lejanía” o algo similar. Nos da mucho gusto que esta clase de detalles más que espantar o shockear al lector sean un aliciente más para seguir leyendo :D

    Kaos: La verdad no mucho que aportar a lo dicho por Plushy, pero si agregar que el mundo de los fic tienen esa libertad experimental de no tener que regirse a un "estándar" de publicación (aunque irónicamente somos la propia gente del mundillo que ponemos las limitancias)

    A veces en la inexperiencia es posible encontrar formas interesantes de plantear una historia... claro! No hay que olvidar ciertas normas ortográficas y redacción... pero también es bueno entender que cierto conocimiento (o desconocimiento) dan cabida a romper normas o paradigmas que aporten a futuro e incluso modifiquen las reglas ya existentes... una constante en el arte...

    En ese caso es importante saber PORQUE razón uno lo está haciendo de X manera... y no simplemente decir "es mi estilo" for da lulz....


    Plushy: Bueno, llegaron super tarde pero llegaron (?)

    Personalmente May fue complicada de manejar aquí porque no queríamos hacerla demasiado sumisa o dar la idea de que estaba tan borracha que ya había perdido todo sentido con la realidad. Teníamos claro que May no es… Serena, por ejemplo que es muuucho más tímida en estas cuestiones, pero que tampoco iba a pretender rudeza como Misty o Iris, simplemente creyó que iba a tener el control de la situación pero fue que no y luego… dejarse llevar un poco… eso sí, sin dejar de lado el hecho de que no sabía qué carajos hacer y tener ideales románticos detrás. Después de todo, eso lo sacamos de la misma serie: a ella le gustan las pelís románticas y tiene ideas muy cursis de lo que implica una relación de pareja… y no siempre tener 18 te hace cambiar demasiado esa óptica sobre todo si no has tenido una experiencia que te embarre la realidad. Y créeme, nosotros también perdimos nuestra virginidad literaria aquí xD (bueno, en mi caso a medias pero escribir un psedoporno onírico no cuenta >:/ )

    Kaos: Más aun, es importante plantear que esos conceptos infantiles o ideales más irreales y soñadores.... constituyen gran parte de lo que es "May" en muchos sentidos... una virtud puede ser un gran punto débil... ejemplo... "el no perderé" característico de ella... son cosas que deben tenerse en mente... más aun para el café tras el postre.... (¿y para la siguiente visita al local?)


    Plushy: Bueno, que no digan que nomás venimos a comadrear, por la mañana publicamos por fin la primera parte del capítulo dos… sí, apenas el dos… Arceus, qué deprimente ;__;

    Kaos: T_T... más sabiendo que "ese" aún no sale.... y eso que lo empezamos antes del lemon...
     
    Última edición: 23 Mayo 2018
  4. Threadmarks: Despertar. I
     
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    Título:
    La Última Noche del Mundo
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    5294
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    Despertar. Parte I.

    Seis de la mañana en punto, momento para el que reloj comenzara a sonar. Uno, dos, tres… diez timbrazos para dignarse a apagarlo. Tras un largo bostezo, se levantó de la cama.

    Iba a ser un día largo, el primero de una larga semana de filmación.

    Sin ánimos, anduvo hasta la cocina a paso lento y torpe, abrió de par en par las puertas de la alacena y tomó la caja de cereal; no andaba con ánimos de prepararse nada complejo. Tomó el control, encendió el televisor y lo botó por ahí antes de sacar la leche del refrigerador. Hasta que no estuvo sentada en la mesa tomando las primeras cucharadas, no se percató que emitan una repetición de alguno de esos ‘performance’.

    ¡Esos malditos perfomance!

    ¿Dónde demonios estaba el control?

    Trataba de mirar a cualquier lado que no fuera la pantalla. No sabía que la asqueaba más: si las mocosas tontas que participaban o el público pervertido que acudía. Cuando comenzó en la coordinación, sobraban las cosas que la ponían nerviosa, pero nunca se sintió verdaderamente intimidada por los coordinadores que le llevaban varios años; en realidad había de todo: de niños de su edad a adultos que iban acompañados con sus hijos. Sentía que todos tenían una oportunidad para mostrar sus habilidades.

    El día que hizo su debut —y despedida— de los performance, en cambio, se sintió en una guardería haciendo de niñera mal pagada: ninguna de las participantes debía pasar de los quince años. Pero en el fondo no se sintió mal, en realidad, le dio la impresión de que iba a ser pan comido ganar.

    Hasta que supo que el verdadero juez era el nulo criterio del público.

    Treinta votos… ¡apenas treinta míseros votos de una audiencia de casi mil quinientos! ¿La ganadora? Una estúpida que no sabría ni ubicar Kalos en el mapa.

    ¿Podía ser peor? Lo fue cuando una de esas mocosas le dijo: “Suerte para la próxima, abuela”.

    “Suerte para ti, mocosa”, pensó ella, tiempo después, cuando había podido conseguir información de la chica, incluyendo dirección y teléfono que reveló sin pudor anónimamente en una de esas webs a donde acudían… caballeros de gustos exóticos. Al menos sabía que atención ya nunca le iba a faltar.

    Por fin halló el maldito control sobre el microondas y lo apagó. Apenas terminó, se dio un baño y visitó de forma bastante menos provocativa que semanas atrás; mas no menos elegante. La blusa y la falda eran bastante coloridas pese a que el verano ya estaba a punto de terminar y pronto comenzarían a soplar los frescos vientos de otoño.

    Echó otra mirada al espejo y frunció el ceño: ¡Ahí estaba de nuevo esa chiquilla tonta probándose ropa nueva! Haciéndose a la idea de que el verde le quedaba bien, ¡soberana estupidez!; girando como Bellossom al sol con el vestido de aquella elegante fiesta; intentando posar como celebridad de canal infantil con su traje de odalisca… Y siempre con esa mirada retardada de cuando pensaba que iba a ganar sólo con su fuerza de voluntad…

    Al final, lo único reflejado en el espejo era su gesto de repugnancia.

    Se tomó bastante tiempo arreglándose la cara y el peinado para quitarse de encima cualquier resquicio de mocosa de pueblo. Estando todo listo, revisó que las maletas que había organizado por la noche estuviesen en su lugar. Tomó su bolso de mano y listó mentalmente: MultiNav último modelo, identificaciones, cartera, papel, maquillaje, peines, un perfume, los boletos de avión…

    ¡Ah, cierto!

    Abrió el cajón de su buró y sacó las únicas tres pokébolas que todavía conservaba. La protección de Blaziken y los instantes de diversión superficial que Skitty le proporcionaban nunca estaban de más a donde quiera que fuese. Su última captura la había efectuado un par de años atrás, para cuando había superado su disgusto hacia los pokémon y comenzó a ver en ellos una gran utilidad para conseguir ciertos fines.

    Mientras esperaba, mandó un mensaje desde el MultiNav:


    {¿Alguna novedad del encargo?}

    Casi de inmediato, recibió la respuesta:

    {Como te dije antier, quiero confirmar el dato. En cuanto lo tenga, te mando mensaje :)}

    Sabía que en cuanto lo recibiera, compraría un boleto de avión de ida para eventualmente comprar dos de regreso. No pasaron ni diez minutos de haber mandado el mensaje cuando escuchó el claxon del coche de la compañía.


    ***​

    Conocía de pies a cabeza el aeropuerto a las afueras de la ciudad, el más grande de la región y uno de los más lujosos que hubiese visto nunca. De tanto viajar, las tres horas de anticipación con las que tenía que llevar a documentar su equipaje se le iban como agua, ya fuera bobeando en las tiendas de la terminal o discutiendo con el resto del equipo creativo los pormenores de la filmación.

    Ésta sería la última de la temporada y de sus preocupaciones con el itinerario tan ajustado por al menos dos meses.

    Tiempo más que suficiente para ir por él.

    Otra de las cosas que amaba hacer en ese tiempo era ir por un par de donas y café. Su gusto por las cosas dulces nunca se fue, aunque ahora se medía mucho más con las cantidades. Las de esa marca con logotipo de Slurpuff eran sus favoritas, pero recordó que existía una época en las que comerlas era impensable; no era la clase de lujos que podía darse cuando su ex profesión apenas y le daba lo justo. Cuando llegaba a ganar extra en las participaciones importantes, todo se iba en el mantenimiento de sus pokémon.

    Era curioso como ahora podía pedir todas las donas que quisiera sin ningún impedimento más que el de cuidar su peso. Si quería, podía comerse el mundo.

    Saboreó con mucha dicha su último bocado, relamiéndose los labios.

    —Nadie diría que la “asombrosa” May le tiene tanto amor a las rosquillas —comentó uno de sus compañeros de producción.

    —Hay muchas cosas que los televidentes no tienen por qué saber —contestó guiñando coquetamente el ojo.

    Abordaron sin problema alguno y el vuelo despegó a la hora marcada. A May le gustaba mirar por la ventanilla, ver cómo los grandes edificios quedaban reducidos a manchitas en el piso, las luces de las grandes ciudades iluminando todo a su alrededor y cómo las nubes estaban tan cerca que casi se imaginaba sacando la mano para poder tocarlas a pesar de ser vapor intangible.

    Amaba viajar, siempre lo había hecho.

    “Las expediciones de May” era uno de los éxitos más recientes de la cadena RêveTV. No era de sorprender porque casi todo el contenido era basura. Tanto, que los programas de más audiencia eran retransmisiones traídas de Sinnoh y Unova. Parecía que a nadie se le había ocurrido que, allá fuera, existía gente que no vivía y respiraba por los pokémon. En su programa, visitaba varios rincones del mundo; lugares que para el entrenador promedio no solían ser de interés por no tener gimnasios o estadios de competición, pero que lo compensaban con grandes atractivos naturales, culturales o comerciales.

    Lo era para más de un millón de espectadores, según la última encuesta.

    Por fin podía hacer lo que desde un inicio quería… lo de verdad quería hacer.

    No lo que su padre deseaba de ella…

    No lo que Ash le encaminó a seguir…

    No por lo único que Drew le hablaba…

    Lanzó un largo suspiro con los ojos cerrados pensando en Harley.

    ¡Rayos! ¡Hasta casi podía oler su perfume imaginando que él estaba sentado a su lado, viajando para pasar unas maravillosas vacaciones! Como aquella vez que fueron a las playas de Alola en su primer aniversario.


    ***​

    La playa de Portual no se acercaba en lo más mínimo en majestuosidad a la de la región tropical en donde el sol, el mar y la diversión parecían no tener fin. Apenas bajaron del avión fueron recibidos cálidamente al grito de “¡Alola!” mientras un pokémon muy curioso, parecido a Klefki pero rodeado de flores, se enredaba en sus cuellos.

    Ciudad Kantai era muy diferente a todo lo que había conocido hasta ese momento. Como toda ciudad, tenía grandes resorts, centros comerciales, plazas y lugares para la diversión nocturna, pero su diferencia radicaba en el ambiente del lugar: la gente no iba de un lado a otro de manera ajetreada ni el concreto invadía por completo el lugar. Y lo más importante… había pokémon salvajes, paseándose a la par de los humanos sin entrenadores corriendo salvajemente a su captura, con la esperanza de que alguno de ellos les hiciese ganar una tonta liga.

    En realidad, Alola ni siquiera tenía liga. Eso fue lo que les comentó el locatario del Café del Centro Pokémon. Ella incluso bromeó diciendo que, para un viejo conocido, aquel lugar no sería paradisiaco sino el mismísimo infierno. Continuaron escuchando la charla del viejo sobre lo importantes que eran los pokémon en Alola. A los guardianes de las islas se los veneraba como auténticos dioses y a todos los pokémon se los trataba con vehemencia y respeto. Harley no se veía demasiado interesado en la charla y al poco sacó su MultiNav para distraerse.

    Para ella, todo ello era una gran revelación: saber que existían lugares en el mundo en donde las competiciones no eran importantes y la gente podía ser feliz dedicándose a otras profesiones. Siempre creyó que para ejercer otra en otra clase de oficios, como los artísticos, se requería un talento especial que ella no poseía (como cocinar).

    El Centro Pokémon estaba lleno de gente de todas partes del mundo y muy pocos de ellos tenían pinta de ser entrenadores, casi todos eran turistas como ellos queriendo pasar unas buenas vacaciones.

    Disfrutar un viaje y nada más. Para ello, ¡nada mejor que ir de compras!

    Desde niña había soñado con pasar todo un día en compañía de alguien divirtiéndose en un centro comercial. La primera vez que pudo ir a uno fue porque su padre necesitaba equipo para el gimnasio que sólo vendían en la Tienda Departamental de Calagua… ¡Pero fue una experiencia horrible en la que fueron directo del Departamento de Accesorios Pokémon a la caja, mientras su madre la regañaba todo el rato para que no se separara de ellos!

    Durante su viaje con Ash, Brock y Max fue aún peor. Cada que llegaban a una ciudad grande, su mentor se iba directo al gimnasio o no dejaba de apurarla para que se inscribiese a un concurso y entrenara. Cuando veía algo de interés para ella, su consejero de ojos rasgados no dejaba de “sugerirle” que no comprara cosas que no necesitaba o que había visto tal o cual cosa más barata en otro lado. Encima, su hermano… ¡pocas veces le colmaba el plato de esa manera! ¡Arrastrándola a ver cosas de tecnología y entrenamiento, mientras ella sólo quería ver ropa!

    Llegó a pensar que Dawn sería la candidata ideal para hacer su sueño realidad ya que a ella le gustaba incluso más la moda y los accesorios. Lo más cercano que estuvieron de eso fue pasar cuatro infernales horas en una pequeña boutique de Lago Valor porque no podía decidir qué ropa ponerle a su Pachirisu. Lidiar con ella no era muy diferente de imaginar a Ash con un vestido puesto.

    No fue hasta que empezó su relación con Harley que pudo darse ese lujo. Y esas vacaciones no fueron la excepción: fueron de local en local a probarse todos los diseños de temporada, desesperando a los empleados después de probarse el decimoquinto par de zapatos… que no se compraron… y todo para llegar a la conclusión de que la moda del lugar no les iba y se veían mejor con los trajes veraniegos que Harley especialmente había diseñado.

    En la tienda de malasadas, él fue muy enfático en que no comiera mucho para no romper la dieta. “Si te pones gorda, vas a romper la silla y harás un hueco en el piso que nos lleve de regreso hasta Hoenn” y ella se reía a la par que buscaba cómo distraerlo para poderse comer unas cuantas de más.

    La hacía reír bastante. Le hacía sentir muchas cosas en general. Con él, había aprendido mucho en poco tiempo, mucho más que todo lo que sus pasadas amistades le habían otorgado. Nunca creyó que pudiese darle alguna enseñanza fuera de los concursos más que aprender a sobrellevar sus trucos sucios; ahora le enseñaba cómo vivir una vida despreocupada y feliz.

    Por supuesto, en la cama… al menos por un par de noches más tendría que esperar. Todavía quedaban dos días para la fecha exacta del aniversario y habían acordado de una semana atrás que no tendrían relaciones hasta entonces.


    ***​

    El día siguiente lo pasaron en su totalidad en la playa. Salvo por un pequeño incidente que involucraba un pokémon que parecía castillo de arena y a Harley casi enterrado vivo, la pasaron muy bien…

    ¡Tomaron valor para surfear enormes olas sobre un Mantine!

    ¡Realizaron sus mejores poses para presumir sus cuidados cuerpos a todos los que pasaban, volviéndose el centro de atención!

    ¡Y salieron corriendo a toda velocidad cuando los Mareanie invadieron la playa!

    Bueno, quizás no había sido tan bueno como lo recordaba, pero todo quedó compensado el gran día.

    Al despertar, lo primero que vio fue un gran plato de hot-cakes y un cántaro hecho con la dura cáscara de una baya pinia servidos en una charola de plata. El servicio a habitación del Resort Hanohano sí que era bueno. Tanto que hasta el propio Harley quedó en segundo plano por un momento. Después de la ducha y de arreglarse, salieron a dar la vuelta y a presenciar un espectáculo de Pokémonturas. Para la comida fueron a un lujoso restaurante temático, donde las camareras eran unas simpáticas pokémon tipo planta llamadas Steenee y en el escenario exhibían danzas típicas con una especie de Marowak que nunca antes había visto. Harley no comió demasiado pero sí bebió en buena medida, ella no pudo decirle que no a la oportunidad de probar todos los platos del bufet.

    Lo divertido vino antes de caer el sol, cuando de regreso al hotel no fueron a su habitación, sino al área de los bungalós privados. Se llevó una tremenda sorpresa al ver aquella especie de cabaña tropical con una espléndida vista al mar y todo el lugar bellamente decorado con pequeñas antorchas y pétalos de flores por doquier. Conociéndolo, esperaba una decoración más… sombría; eso le dejaba claro que, pese a todo, Harley seguía siendo una caja de sorpresas listas por descubrir.

    Ni siquiera le dio tiempo de agradecerle por todo cuando se le fue encima...

    Lo hicieron en la suave cama del bungaló.

    Lo hicieron contra la pared de fina madera.

    Lo hicieron sobre la arena de la porción de playa que, por ese día, era sólo de ellos.

    Lo hicieron sobre la hamaca que había entre un par de palmeras con todo y que casi se matan intentándolo.

    Y lo hicieron despacio, con desesperación, con rudeza. Lo hicieron estando ella arriba, abajo, de frente, por detrás. Lo hicieron viniéndose en sus bocas, en sus sexos, en sus entrañas. Lo hicieron hasta que sus cuerpos no soportaron un solo orgasmo más.

    Se vieron profundamente a los ojos por un largo rato hasta que la luz del alba comenzó a iluminar sus rostros. Voltearon a la vez para contemplar el bello amanecer en las lejanas tierras de Alola. Estaban agotadísimos y May sólo dejó caer su cabeza sobre el pecho del chico antes de quedar profundamente dormida.


    ***​

    Ella fue la primera en levantarse, aunque no siempre pasaba. Harley normalmente era quien llevaba el ritmo del acto y en consecuencia se agotaba muchísimo cuando ella no aportaba demasiado a la actividad. También había notado que no siempre se dormía inmediatamente al terminar: a veces sólo se quedaba ahí, mirando hacia la nada o saliendo al pórtico a fumarse un cigarro antes de regresar a la cama. Otras, la agarraba como almohada y buscaba desesperadamente confort en su regazo.

    Solía darle la impresión de que, por muchos años, a Harley le había faltado cariño.

    Se desmontó de la hamaca, no sin antes deslizar gentilmente su mano sobre su flequillo. Se puso el vestido blanco con el que llegó y montó una gran sombrilla y una toalla a orillas del mar. Por la posición debía ser más de medio día; no llevaba reloj puesto y realmente no le interesaba saber la hora, éstas se habían vuelto irrelevantes salvo cuando se trataba de abordar un autobús, un tren o un avión con destino a su próxima aventura con Harley.

    El mundo como lo conocía había dejado de importar: los entrenamientos, los listones, los concursos… Lanzó un largo suspiro de satisfacción mientras hundía sus pies en la arena húmeda y pequeñas olas iban y venían como si de un masaje se tratase. El mar y el cielo eran cristalinos, la brisa era salada y relajante. El paisaje era… perfecto.

    Se puso de pie, estiró los brazos y con los dedos realizó un encuadre hacia el mar.

    —Hoy, en las expediciones de May —comenzó a dar unos pasos hacia el mar—, nos encontramos en la playa de Kantai, en Alola. Como pueden ver el mar… uh… ¡es asombroso! No, no, así no es como lo harían en la tele, de nuevo. Nos encontramos en la playa de Kantai, en Alola. Como pueden ver, las vistas son como en ninguna otra región, de todos los lugares en los que he estado esta es la mejor de todas: la arena es súper fina como si fuese harina y el agua es tibia y espumosa… ¡Oh, un Fineon saltando en el mar! —exclamó felizmente mientras el pokémon chapuceaba y corrió un poco hasta tener medio cuerpo en el agua.

    Sumergida, pudo ver un par de pokémon acuáticos, incluso un Corsola se le acercó lo suficiente como para dejarse acariciar. Emergía del agua y echaba un vistazo de rápido a la playa y al hotel, nadó un poco más hasta que pudo divisar el gran volcán de Wela imponiéndose por sobre el paisaje. Dioses, sí que estaba en el cielo.

    Regresó a la orilla y se sacudió como un Zigzagoon. Su vestido aún chorreaba porque sólo a ella se le ocurría meterse con todo y ropa. Volvió a usar sus manos para fingir que era una cámara y comenzó a dar vueltas sobre sí, hasta que una de las ‘imágenes’ le recordó mucho a la cara de Harley… porque era la cara de Harley.

    De la impresión, se fue para atrás y el coordinador le ayudó a levantarse.

    —¿Yo me las tomo y a ti te hacen daño o qué? —preguntó burlonamente.

    —Ah, esto… no es nada, sólo pretendía que estaba filmando para un show de televisión.

    —Cariño, si querías filmar podías haber tomado la videocámara de mi bolsa —contestó lanzando un bostezo, signo de que apenas se había levantado.

    May quedó atónita con la respuesta, había olvidado por completo que, en realidad, podía estar filmando si ella quería.

    —P-pero la cámara es…

    —Es tuya a partir de este momento. Eso sí, ni se te ocurra pedirme la instantánea, de esas ya no hacen y tiene valor sentimental.

    El rostro de May no podía contener la sonrisa de felicidad, el deslumbrante resplandor de su mirada enceguecía más que el sol y el viento hizo ondear un poco su cabello. Harley se sonrojó ante la reacción, pero su rostro se tornó azul al momento que se le lanzó al cuello para sofocarlo en un tierno pero potente abrazo. Los dos cayeron sobre la arena.

    —L-linda, todavía estoy cansado como para…

    —¡No, Harley, no es eso! ¡Es que estoy tan feliz…! ¡Toda la vida quise una!

    Ella sintió los brazos de su amante cubriendo su espalda y sus labios llenando su rostro.

    —Sólo debiste pedírmela, galletita.

    Se quedaron así unos minutos para después sentarse a la orilla del mar. Cuando ella no miraba al horizonte, se quedaba entreviendo la mirada de Harley. Tenía los ojos claros: a ratos se le veían más azules, otras veces verdosos y dependiendo de la iluminación llegaban a tonos grises. Si hacía memoria, era un tono que rara vez había visto en otras personas. De hecho, recordó que en alguna ocasión se sonrojó cuando le había lanzado una mirada curiosa de más joven, aunque lo había atribuido al encuentro por sorpresa.

    Pero ya no le daba pena mostrar lo que sentía por él. Reposó su cabeza en su costado.

    —Te quiero, Harley. —Él respondió con un suspiro y poniendo su mano sobre su hombro.

    Se escuchaban unos Pyukumuku arrastrándose cerca de sus pies y a la distancia, unos cuantos Wingull graznando.

    —Harley, he estado pensando…

    Volteó a verla para encontrar un rostro dubitativo. Sintió como su otra mano se aferraba a la suya.

    —¿Pasa algo, cielo?

    —No es nada. Bueno… es que… ¿sabes? Cuando salí de casa… papá siempre quiso que Max y yo siguiésemos sus pasos, ya sabes, ser entrenadores pokémon destacados. Max amaba la idea, pero… yo…

    Harley aplicó más fuerza al agarre de su mano.

    —Yo realmente no deseaba un viaje así. Es decir, ¡me encanta viajar!, ¡me encanta ver lugares nuevos!, ¡conocer a mucha gente!, ¡poder comprar mil cosas! Pero no podía… simplemente no podía…

    Flexionó las piernas y las llevó hasta su mentón.

    —No sé qué hubiera sido de mí de no haberme encontrado con Ash. Y de todo corazón le agradezco lo que hizo. Sin embargo… el itinerario del viaje, sus medallas y después… mis concursos.

    —¿Querías viajar con más libertad?

    —Sí, pero no es tanto eso. Yo…

    Inhaló fuertemente, no le era fácil sacar eso que llevaba años sintiendo.

    —La verdad es que no tenía planeado ser coordinadora. Algunas veces hasta pienso que —volvió a hacer una pausa prolongada—, que sólo era el pretexto para seguir viajando sin que papá se sintiera avergonzado de mí.

    —Espera, espera… May… ¡¿Por qué nunca me habías comentando esto?! —Su voz se escuchaba terriblemente angustiada.

    —Tenía miedo. Nos conocimos como coordinadores y pensé que… tal vez dejarías de quererme si…

    —Am... Ah... no llores más que harás llorar a Harley también, ¿sí?

    Era extraño, podía ponerle mil nombres cariñosos —aunque desde aquella vez había dejado de nombrarla “Tent”—, pero amor era uno que nunca figuraba. Por algún motivo, había una especie de “tabú” respecto a esa palabra.

    —Lo siento.

    La forma en que la abrazaba era idéntica a lo que había sentido precisamente un año atrás, en la noche que cambió sus vidas para siempre. El sonido de unos Lapras en el horizonte fue lo que terminó por calmarla antes de continuar.

    —Quiero dejar la coordinación.

    Viró para ver a Harley y notó sorpresa en su mirada.

    —¡¿V-vas en serio?!

    Se encogió de hombros y agachó la cabeza. Unos minutos después, le llegaba el aroma de un cigarrillo. Odiaba que fumara, el olor le asqueaba.

    —Es raro. Al final, de toda la gente a la que me enfrenté tú fuiste el único que nunca bajó el listón: Dawn como rival se volvió un chiste, Drew dejó de tomarme en serio hace tiempo, para Robert nunca existí y… ¡urgh!, a ella no la quiero ni mencionar. Sólo contigo podía luchar de verdad, lo nuestro siempre fue de vida o muerte. Pero ya no quiero pelear contigo, no así. Quiero darte apoyo y vivir una vida normal fuera del escenario.

    Harley soltó algo de humo por la nariz.

    —Entonces… te vas a rendir sin más.

    Su expresión melancólica cambió por una de disgusto. De un solo movimiento, le arrancó el cigarro de las manos.

    —No, simplemente me harté. Todo mundo cree que debo ganar… una estúpida competencia para ser algo en la vida. A Ash se le ha ido la suya en eso… a Dawn igual. Y míralos. El cretino de Drew ni con mil copas sería feliz, ¡bah!

    Se llevó el cigarro a la boca. De verdad lo odiaba. Harley metió su mano al bolsillo de su short playero para sacar el encendedor y la cajetilla. Nunca antes esos mentolados le habían sabido tan bien. La brisa se encargaba de llevarse sus bocanadas a rumbos desconocidos.

    —¿Tú siempre quisiste ser coordinador?

    —Sabes que en Portual la coordinación es importante. Si no eres un coordinador destacado, no eres nadie.

    —Sí, pero… ¿lo quisiste?

    Esta vez se tardó bastante más en contestar. Exhalaba, jugueteaba con el porro y mordisqueaba levemente sus labios.

    —Me iría mejor esa mierda de los Performance en Kalos, pero algún idiota creyó que eso sólo era para niñas y para atraer a pervertidos. Al menos así podría dedicarme más a diseñar trajes y… fuck, sí que podría lucirme como se debe en los escenarios en vez de hacer pelear a mis bebés.

    —Pudiste ser modelo y ya —contestó tirándose sobre la toalla. A continuación, escuchó su maldita risa sarcástica.

    —No, cariño, de verdad que no tienes ni puta idea de cómo funciona ese mundo. Tienes que llegar siendo alguien, ¿captas? La coordinación —dijo antes de dar otra inhalada— es sólo el primer paso para consolidar mi carrera. Cuando tenga esa maldita copa entre manos, todos los imbéciles que se han negado a ver mi perfección tendrán que voltear a verme junto a mis preciosuras y será ahí cuando pueda mostrar mi verdadero talento. Pero, ¿sabes qué más, cielo?

    Harley agarró el cigarro y lo lanzó hacia el mar, mientras se tumbaba a un lado suyo. Tomó el que tenía en sus labios y lo apagó contra la arena.

    —Cuando eso pase, no importa cómo, seas coordinadora o no, quiero que estés a mi lado. Modelarás mis creaciones y reinaremos el mundo desde lo alto. ¿Entiendes?

    Ella giró su cuerpo y se pegó al suyo para comenzar a besarlo apasionadamente. Una de sus manos lentamente comenzó a recorrer su abdomen hasta llegar a su short y sin pudor alguno metió toda la mano por debajo. Harley tampoco se aguantó las ganas de meter una de sus manos en su entrepierna. Nunca iba directo al punto, era gentil con sus movimientos —lentos pero firmes— alrededor de sus labios, subiendo y bajando, explorando cada rincón; y cuando era el momento, atacaba sin piedad su punto débil hasta hacerla gritar.

    —S-sí… seguiré contigo, sin importar qué...

    —Qu-quédate conmigo… siempre…

    —Siempre, Harley, siempre…

    Su mano no daba tregua subiendo y bajando, masajeando y jalando hasta sentirlo completamente listo. Él estaba a punto de montarla cuando ella paró de golpe.

    —Har-ley —dijo jadeantemente—, tengamos… una batalla pokémon, la última.

    —¡¿Qué?! No jodas, me dices que ya no quieres ser coordinadora y me sales con que quieres una batalla, ¡¿justo ahora?!

    —Sí, así, excitados —tragó un poco de saliva—, para que sea más… intensa y la recordemos siempre.

    Se quedó pensando un momento, mordiéndose el labio en el proceso. Sin decir más, se bajó el short de golpe, apretó sus caderas y comenzó a penetrarla con fuerza, haciéndola gritar en el proceso.

    —Si yo gano —gimió Harley—, me dejarás probar ese kit BDSM que compré por internet y que no quisiste usar el mes pasado… ah… si ganas…

    —Si gano… oh, mierda… iremos a ver esa película romántica, con un vaso grade de palomitas con mantequilla extra y… ¡ah! refresco que no sea de dieta.

    —Hecho.

    Siguió moviendo su cadera hasta sentir que las paredes de May lo envolvían por completo. En ese momento, se retiró de golpe, la ayudó a levantarse y corrieron al bungaló por las pokébolas antes de que se les pasara el efecto.

    Ella llamó a Blaziken al combate y él a su adorado Cacturne.

    Ambos sonrieron al invocar el primer ataque.

    “¡Lanzallamas!” gritó, estirando el brazo. Lo único que consiguió fue espantar al pasajero de al lado. Al recordar que seguía en el avión, se hundió en su asiento.

    Se quedó mirando por la ventanilla el cúmulo de nubes. Solía tener una especie de recuerdo, si es que podía llamarle así, de haber estado como bailando entre ellas con su querido “Carturne-boy”.

    Era uno de los pocos recuerdos infantiles que le quedaba —y que no le molestaban—. Era gracioso porque su vida con él no había sido del todo un cuento de hadas. Y lo que le siguió era más una telenovela barata… o una película porno de mal gusto.

    Había intentado llevar una vida de pareja que el resto llamaría “normal” con otros hombres y se había acostado con otros tantos por mero capricho. Al principio, para olvidarlo; luego, sólo porque le daba la gana. Porque podía y quería.

    Pero nadie le daba el ancho. Había quienes en la cama podían lo que no en su insufrible realidad; estaban también aquellas promesas que vivían esperando al mañana para brillar y al día siguiente decían lo mismo y el mañana se volvía el hoy que nunca llegaba; los obstinados en un sueño imposible; los que sólo tomaban para olvidar. Además, en todos terminaba por ver un poquito de ella misma y un mucho de Harley, pero nada era igual.

    Nadie iba a poder llenar el hueco que llevaba su forma más que él mismo. Por eso quería recuperarlo… por eso…

    La invadió la nostalgia, el dolor y la incertidumbre por no saber si realmente lo conseguiría. Tenía una pista muy vaga y Kanto es región grande, aun si se dedicaba a buscar en cada rincón de Ciudad Plateada, nada le garantizaba que viviese ahí. Tenía que esperar…

    Y esperar…

    Esperar a que su presente fuese él y nadie más.







    Plushy: Han pasado 3000 años… tantos que ya ni me acuerdo del proceso creativo del capítulo xD ¿de que era si quiera? Ah sí, Alola…

    Kaos: Alola, se come bien ahí.... además de tener playa... y mujeres en bikini.... o si... bikinis... Hika... Musa..... mmmmmmmhhhhhhhh

    Plushy: A partir de aquí van a empezar a haber varios saltos entre el presente y el pasado para que el contraste de personalidades sea más evidente, aunque de momento los recuerdos han ido sólo de cosas lindas

    Kaos: Me gusta el capítulo, lindo... melancólico.... ¿no que la relación con Harley debió ser un invierno de accesos y egocentrismos?

    Plushy: No es mucho lo que se ve en este capítulo en concreto, pero creo que se capta que dentro de la relación había algo más que sólo sexo a lo bestia… algo que May siempre deseó: la libertad de ser lo que ella quería al inicio de AG, la chica a la que no le gustaban los pokémon y que sólo quería maquillaje y boletos para viajar por el mundo.

    Kaos: Lo interesante de May es el único personaje cuyo anhelo inicial no estaba ligado al mundo de los Pokémon... y termina en el más o menos a la fuerza hasta encontrar su sitio en él,

    ¿Podemos decir que no le quedaba de otra?

    Claro, hay momentos en que terminamos re -evaluando nuestras vidas... siendo máscríticos con lo que hacemos y hacen los demás de nuestro entorno...

    Como he mencionado en otras ocasiones, los personajes de Pokémon tienen un cierto toque negativo en sus Genesismáspositivas... en ese deseo inquebrantablede poder llegar a sus metas finales... paradojamente, aquellos altruistas pueden tener una segunda bastante egoísta....

    Plushy: Y como dice el dicho: si alguien de varo y dudosa moral ofrece llevarte, te subes… no momento… Pero es difícil resistirse a la oferta de tener la “master card” a disposición para cubrir cualquier capricho. Aunque esto nos lleva de nuevo a la duda… Si la relación se veía placentera y feliz… ¿qué salió mal?

    Kaos: esperamos que les guste el arco y no se mareen con tanta ida y venida... :D
     
    Última edición por un moderador: 27 Julio 2018
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    J.Nathan Spears

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    Me tardo dos (casi tres) días en comentar esto y de todas maneras sigo siendo primero :V. Hurra por mí (?)

    Pero bueno, no puedo decir mucho, a pesar de que tuve tiempo para pensarlo. Ver ese lado tan... hedonista, de May, me parece un experimento refrescante. Sobre todo la parte en donde se pone a lanzar mierda a las Performances. Porque en el fondo, es verdad... sin jueces que valgan la pena y sin oportunidad para que participen varones, esa competencia no es más que un vacío concursillo de popularidad, como los reality shows :V

    Sacando eso del camino, debo darte una estrellita también por no olvidarte de los Pokémon. Me causa intriga saber por qué ella llegó a "odiarlos" luego de tanto, pero también saber cuál es la captura misteriosa que le queda... puesto que aún conserva a Skitty para entretenimiento y a Blaziken para protección. Además, el apodo "Cacturne-boy" es extrañamente lindo, y muy, pero que muy adecuado para Harley.

    ¿Qué más puedo añadir? -w-. May se daba una buena vida junto a Harley, y me pareció gracioso ver cómo hablaba de sus entonces compañeros de viaje: Ash, Brock y Max. A Brock lo rata con cierta indiferencia, por lo que veo... con Max hay cierto rencorcillo, pero eso es ya normal en los hermanos xD. Dudo mucho que una Bonnie de veintipico años piense así de Clemont, claro... y respecto a Ash, pues al menos lo reconoce como su "mentor" -w-U. De ahí no pasa la relación. Punto :V

    Como sea, ahora a esperar a ver qué se viene. No me molesta que deban pasar otros 84 años. Solo espero esto llegue a su fin eventualmente...

    Nos leemos en otra ;)
     
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    Siletek

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    Sigan así, en el el 2084 terminarán el fic. O tal vez no XD

    Kalos, donde no importa si tienes fallos en la performance, solo necesitas amigo y/o un montón de pajeros y listo. Kalos no está preparado para apreciar la belleza de las mujeres adultas.

    May dejando la coordinación me la veía venir, claro. Ella nunca quiso serlo. Lo único que quería era viajar y viajar haciendo lo que se le cantara el culo y la dejaran de joder. Lástima que se fue amargando con los años y solo le tira mierda a los antiguos compañeros de Ash. Pero bueno, aun falta la "sexovenganza", ¿no?

    Un saludo enorme a ustedes dos. Los leo el año que vie... hasta la próxima.
     
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    Me gustó cómo en este capítulo pudimos conocer más sobre la intimidad y parecer de los personajes. Aparenta ser que la relación hizo que May se replanteara algunas cosas sobre su vida y con ello, comenzar un cambio en su oficio. No poco sorprendida quedé con su confesión que nos sentó a todos tan de repente.
    Espero mas de esta simpática parejita
     
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    Allister

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    Virgo
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    Prólogo

    Bueno el prólogo me ha parecido una buena introducción a la historia, esa referencia a Timmy el muchacho tímido que se disfrazaba de un Dusclops mitad mago con sombrero de copa (si no me equivoco era ese personaje del que hablas al principio) quien iba a creerlo, se terminó cepillando a May el muy desgraciado. En fin, algo que si no me ha gustado tanto en el aspecto de como se ha trabajado el personaje de May, es esa obsesión enfermiza que tiene con Harley y su forma de tratar a Brock, prácticamente lo buscó solo porque necesitaba información sobre su obsesionante amor, pero no importa esos son ya más gustos personales. La narrativa ha estado muy bien, entendible y fluida.


    Parte I.

    En este capítulo me han encantado (nuevamente) las referencias a personajes de la saga Hoenn del anime, Robert el tipo del Milotic por ejemplo. Se ve que son fans de esa saga en especial. Me ha gustado también la forma en que transmiten emociones, eso habla muy bien de ustedes como escritores, el ejemplo más claro de eso son las ganas que me dan de partirle la madre a Drew y lo satisfecho que me sentí al leer a Harley diciéndoles sus verdades a May. De verdad que el peliverde ese se comportó como un verdadero cabrón con el obsequio que le dio a May.


    Parte II.

    Bueno este capítulo después de releerlo cuidadosamente me he dado cuenta de algo bastante curioso y es que la parte final que se me había hecho bastante pesada y confusa la primera vez que la leí, esta segunda vez se me hizo más disfrutable y entendible. La escena del baile etílico déjenme decirles que les quedó genial, muy bien narrada a decir verdad. Me siguen ganando con esas referencias a personajes del universo pokémon (ese cameo de Lysson y Giovanni me encantó)

    Una última observación es que noté que en toda la obra hay ciertos dedazos, palabras y acentos faltantes. Habría que ponerle ojito a eso pero en realidad no entorpeció mi lectura.


    Parte III.

    Solo puedo agregar en esta parte que el lemmon les quedó muy bien escrito, descripciones largas pero necesarias. Aun les quedaría debiendo el comentario de la parte 4.
     
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  9.  
    DoctorSpring

    DoctorSpring Disgregrador

    Tauro
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    Buena mañana, muchachos

    Primero que nada, muchas felicidades a los dos pues para mí este es el mejor capítulo hasta ahora. Empezare a explicar porque.

    Desde los primeros párrafos se puede ver el cambio de May y el contraste entre sus dos personalidades lo cual está bastante bien logrado. Hasta llegue a sentir enojo por sus actitudes.

    También podemos ver que May ya tiene su propio reality en televisión que es lo que ella siempre quiso y ver como recuerda al Mostaza y a sus demás compañeros de antaño.

    Pero lo mejor del episodio es sin duda la parte de Alola y la relación entre la chica y Harley. La paradisiaca región esta muy bien descrita por parte de ustedes, viviendo en una ciudad costera puedo imaginarme con perfección los paisajes, el sonido de las olas, el tacto de la arena, etc…

    Sobre la relación, igual de bien establecida. Se ve que no fue perfecta lo cual me gusta y me hace teorizar como ha acabado todo tan mal.

    Muchos puntos a favor sobre el desarrollo de los personajes y la descripción de lugares.

    No quiero hablar sobre ortografía pues sería repetirme. Eso sería todo.

    Espero que sigan así de bien.

    Saludos.
     
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  10.  
    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
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    Plushy: Como ya venimos haciendo de antes, tendremos un pequeño apartado de comentarios que ya de por si tenerse que fumar caps de 5k o más y con otras como 2k en puro spoiler como que no es plan. ¿Qué lo hacemos para llamar la atención? Sí también xD

    Kaos: …..pokemon lets go... smash.... pokemon lets go.... smash........ PUTO FALLOUT76!!! PA QUE LO HACEN ONLINE LA CONCHE DE... ah perdon,….. deberas que son los comentarios.... demole!

    Plushy: Todos sabemos que los performance es lo más cutre en cuanto profesiones se refiere, literalmente si no eres una loli que despide brishitos no la armas, Jessie era mucha mujer para un juego de niñas >:/ Y bueno, si bien los pokes no tiene un rol tan importante en la historia tampoco se les podía dar tanta pantalla en las partes pasadas si sabemos que May comenzó a pasar de ellos… cosa que no quiere decir que más adelante no les veamos una participación más activa que esto sigue siendo un pokefics.

    Dr.Kaos: La copa era de muuuuuuuuuuusashi carajo!!! Lo demás no importaba <--- si sigue enojado por eso.

    Ejm ejme...

    Supongo que en este arco se entenderá mejor su enfado hacia los pokes... y sus viejos amigos... como se da entender en el capítulo, gran parte tiene que ver por un cansancio de cómo el mundo de criaturas es tan absorbente que pareciera no dar un respiro... más personas que podrían aspirar a otras cosas...

    Los pokémon en la relación son un factor muy interesante... más importante, harley puede ser un HDP... pero es indudable el cariño hacia sus bebes... dando cabida a que gran parte de lo que es ahora May... tal vez no se deba a una influencia de la kimera...


    Plushy: Es posible que nos mate antes el transporte público pero qué se le va a hacer xD Lo de Kalos ya quedó dicho arriba, no es para gente con aspiraciones serias. A saber pero dudo que realmente hayan fics que retomen la primera faceta de May ya que cuando no es el fanservice su participación en fics se limita a ganar copas y enamorar al príncipe lechuga, pero siempre en su estado actual… “Ash!fem” ok no xD

    Kaos: esos de kalos ni para babosos sirven...... Musa *sape de plushy* ok ok... me calmo...

    La faceta inciial de May es realmente interesante, incluso para ciertos shipping podrían dar un material evolutivo interesante... más aún si uno se pone a pensar que tantos años un entrenador puede mantenerse en competición...

    Plushy: se me sigue haciendo tan surreal que Donna nos esté comentando [[fangirling intensifies]] Supongo que con el prólogo a casi nadie le iba a extrañar que hubiese dejado la coordinación; claro está se podría dar por hecho y ya está, pero si se le está prácticamente dándole la primicia de capítulo es porque es un evento muy relevante en la historia, además que el narrarlo nos dio pie a mostrar otras cosas de la relación. Básicamente aplicar el “no cuentes, muestra”.

    Kaos: y claro no solo de May... de Harley también... ojo con eso.


    Uff un montón. Primero que nada muchas gracias por estarle dando una oportunidad a la historia, aunque es posible que el trauma no te lo borre ni la terapia (pero si nuestro amor comunitario… no espera… terminarás peor e.e)

    ¿Nos creerías que AG en realidad es de las sagas que menos nos gustan? Que sí que tiene batalla de la frontera y a todo mundo le gusta ese arco… pero casi todo lo demás está re fome: mal relleno, un Brock que ya se sentía inútil, un TR que ya daba penita, un Ash soberbio, batallas meh, un pésimo arco de villanos… y lo que irónicamente salva un poco eso es el apartado de concursos… pero precisamente por la rivalidad entre May, Drew y Harley que por las batallas en sí. Por eso mismo creemos que son personajes que se les puede sacar mucho más provecho cuando los sacas un poco de ese mundillo competitivo y los pones a explorar otra clase de terrenos para conocerlos mejor.

    La parte 2 por alguna razón aunque ya estaba beteada cuando se pasó del Word online al foro se fregó todo el formato y se pegaron palabras, juraría que después le dimos otra revisada pero parece que no quedó bien. Cuando tenga más tiempo le doy una pasada leyendo en voz alta para arreglarlo al 100%.


    Kaos: AG es mi saga menos favorita... muchos de los factores son similares a los expuestos por plushy.... sumando la adaptación echa por 4KIDS... los cambios típicos a la OST... y el doblaje... chesumare... tanto modismo termina siendo cargante...

    (mas en algo que no lo requiere...)

    Aun asi no es malo documentarse un poco a la hora de planear un fic... (más aun enfocado al desarrollo de personajes) …puedes encontrar muchas joyitas listas por pulir....


    Plushy: He recordado así como de golpe que nunca he visto el mar y nunca lo veré… y que si lo viera me decepcionaría horrible. Pero bueno. Amen que la lectura de este cap es bastante más liviana y tenía que ser que después de un porno de +7k quién carajos iba a querer leer algo llena de prosa mamona y pretenciosa *C mata* Diría que de aquí en adelante el ritmo mejora mucho pero… urgh… creo que no, de todos modos intentamos hacerlo lo mejor posible para matarles la menor cantidad de neuronas posibles,

    Kaos: pero matar neuronas es divertido....

    Pero en lo personal es genial que te gustara como se vio el contraste entre las dos May... describir Alola era algo importante, o más bien una Alola vista puramente desde lo turístico.. (tipo Altomare en la peli 5... o Mele Mele al inicio de SM...) gozar del lugar sin pensar en el tiempo perdido para el viaje... un lugar ideal para acompañar la reflexión de May...

    Plushy: esta vez no toca esperar tanto ya que a continuación dejamos la siguiente parte… aunque eso sí… el cap que le sigue a esto es.., complicado… y va a tardar en salir.

    Kaos: ….ese cap... o dios... =_=… ya falta poco...
     
  11. Threadmarks: Despertar. II
     
    Plushy

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    Título:
    La Última Noche del Mundo
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    5047
    Despertar. Parte II.

    Cuando despertó, el reloj llevaba más de diez minutos sonando. Podía estar amaneciendo el día del apocalipsis y ella seguiría durmiendo “un ratito más” mientras ocurría el grand finale. Apagó el despertador de un golpe y se llevó la mano a la cabeza. Estaba segura que había soñado algo y tenía la sensación de haber experimentado sueños similares antes; de hecho, cada cierto tiempo le pasaba. Pero nunca lograba recordar de qué iba el asunto. De todos modos, no importaba. Tras llegar a la ciudad, tuvieron que arreglar un montón de cuestiones referentes a papeles, permisos, la logística y los pormenores. Para cuando llegó a la suite del hotel estaba agotada y se desplomó en la cama para dormir.

    A decir verdad, esa habitación le recordaba…

    Pero no había tiempo para perderse en recuerdos, tenía que desayunar rápido y llegar al lugar acordado para empezar la filmación.

    Iba a ser un buen día.


    ***​

    Altomare era mil veces mejor que aquella escueta referencia que Ash le dio hace muchos años: “¡Es la ciudad donde viven Latias y Latios! Y, ah sí, hay agua por todos lados.” ¡Vaya forma tan… ‘Ash-na’ de describirla! En efecto, parte de la ciudad estaba atravesada por canales donde el agua parecía un tapete de jade. Los románticos navegaban en góndola mientras el conductor recitaba versos de amor. Los valientes usaban a sus pokémon de agua sobre unas plataformas especiales con unos arneses para sentir la adrenalina.

    Ella eligió el yate.

    Desde ahí podía disfrutar de la mancha urbana que mezclaba las tonalidades de lo rústico con lo contemporáneo: tiendas de prestigiosas cadenas comerciales cuyas fachadas emulaban los diseños de siglos atrás; turistas portando aparatos tecnológicos al caminar por una avenida empedrada. Tenía una magnifica vista del lugar mientras avanzaban con relativa quietud entre las aguas, con esa alegría que el ambiente le inspiraba, leía la información recompilada mirando a la cámara y sonriendo.

    Antes jamás hubiese tenido tiempo o noción para disfrutar esa clase de cosas. Había que respetar las prioridades del viaje.

    Decidió que era suficiente del canal; al fin y al cabo, era la parte más conocida de Altomare y su programa no iba de hablar de lo que ya todos sabían. Necesitaba recorrer sus calles y conocer realmente el lugar. Junto con el equipo de filmación, comenzaron a hacer tomas de uno de los sectores de la ciudad que no estaba tan cercano al centro, es decir, ese lado oculto a los turistas que sólo los locales conocían bien. Y debía decir que la gente se estaba perdiendo de un gran lugar.

    Las calles eran angostas y de un solo sentido, con pocos automóviles transitando la zona. En una de ellas una niña jugaba rayuela con su Hoppip; en otra, una señora llevaba lo que parecían los víveres para varios días. Pasaran por donde pasaran había un delicioso aroma de albahaca y tomate horneado, ¡ya se moría de ganas por hacer la sección culinaria!

    Había algo en aquellos callejones cada vez más angostos y entreverados que le causaba una especie de hormigueo hasta que, no tan lejos, divisó una pareja de novios besándose sin pudor alguno en un viejo portón. El resto del equipo no hizo más que voltear un instante e ignorar que estaban ahí. Claro estaba, no era más que un simple beso, nada de qué sorprenderse.

    Si los hubiesen visto a ellos, en cambio…


    “Ha…Harley… esto… ¿no está… ¡ah!... mal?”

    “N-no si no nos ven”.

    “Pe-ero… escucho pas-sos y nos pueden…”

    “¿No te excita eso, cielo? ¿Esa sensación de peligro? ¡Pues a tu lindo Harley le pone…!”

    A poco menos de cumplir tres meses juntos comenzaron a probar nuevas formas de llevar su vida sexual, decía él que para no aburrirse y caer en la rutina. Caer en la rutina siempre era malo. Eso también lo decía él.

    La primera vez había sido en un callejón, no muy diferente a donde se encontraba. La segunda, en los vestidores de un concurso. La tercera nunca recordaba si era la del baño en el centro comercial o la del cine porque habían sido el mismo día. Después de eso, dejó de llevar la cuenta.

    A los ocho meses ya no les causaba el mismo impacto y, en ocasiones, sentía que la mirada de “Cacturne-boy” hacia algunos hombres se tornaba lasciva. No le había tomado importancia a aquello que le dijo casi al inicio de su relación:


    “Cielo, me haces sentir lo que otras mujeres y hombres no han hecho, hasta deberían darte un maldito premio por eso”.

    No hasta que iban por la calle y notaba cómo la mirada se le desviaba al trasero de otros de buen ver. No hasta que él propuso una solución…

    “¡¿Cómo que un trío con otro hombre?! ¡No, Harley, eso no!”

    “Mira, May, pasa que a veces lo único que quiero es sentir una verga bien dura y caliente por mi metida hasta el fondo. ¡Y tú no puedes…! Ah… Galletita, no llores así que me vas a hacer llorar; ya intentamos con el cambio de roles y… May, sé que es difícil de asimilar, pero entiende que yo… yo estaba acostumbrado a otras cosas, y no quisiera que… May, tú siempre vas a ser mi chica especial, ¿sí? Te prometo que esa otra persona no será nada y no dejaré que te ponga un solo dedo encima si tú no lo permites, ¿entendido? Y si te gusta, para la próxima hasta te dejo elegir a una chica y… May… por favor, ¡por favor!”

    Cumplió con su promesa, porque sólo a ella le susurraba cosas lindas al oído y le gemía cosas que no eran dichas de dientes para afuera. Los otros sólo eran una herramienta para paliar las cosas que su cuerpo no le podía dar pero que sí lo llenaban en corazón y alma. Pero muy en el fondo sentía envidia, odiaba no poder cumplir todas sus expectativas. Poco a poco fue surgiendo en ella la ansiedad de poder saciar todos sus caprichos, tal cual él hacía con los suyos.

    Molesta por recordar aquello, aludió a que esos palurdos echaban a perder el encanto del lugar y terminaron por grabar un poco más adelante. Continuaron su camino adentrándose en la ciudad por un arco metálico del que colgaban diversas enredaderas, ¡eran tantas que apenas y dejaban filtrar la luz! Si alzaban la vista, podían apreciar pequeñas matas de heno gris colgando, dando la impresión de ser una llovizna veraniega suspendida en el tiempo.


    “¡Me voy a morir, May, moriré sin haber sido campeón!”

    “Harley…”

    “Diles a mis bebés que los a—a--¡achú!”.

    “¡Harley!”

    Pecaba de ser dramático; apenas y le daba un resfriado fuerte y el pobre ya se sentía con un pie en la tumba. Por otro lado, cuando pasaba lo contrario, Harley se desvivía cuidándola sin dejarla salir a la esquina, tapándola con frazadas y alimentándola con su “sopa revive-muertos”. Al principio usaba a Wigglytuff para que le hiciese compañía cada que tenía una recaída, pero no tardó en remplazar la esponjosidad del pokémon rosado por lo envolvente de su abrazo, la calidez de su regazo y el fuerte tañir de su corazón como la nueva nana que la mandaba segura al país de los sueños.

    Filmaron a lo largo de aquel mágico pasillo vegetal y continuaron hasta la salida, en donde se encontraban una serie de mosaicos glamurosos en el piso. Toda la ciudad estaba llena de ellos, tanto en las cornisas de las casas como en las calles que tenían varios cruces.

    Volvió a entonar una sonrisa ante la luz de la cámara para explicar a sus futuros televidentes el significado del mosaico principal, uno caracterizado por la imagen de Celebi. Los colores a su alrededor brillaban como lentejuelas…


    “Harley, es… ¡Bellísimo! ¿De verdad lo has hecho tú?”

    “¡¿Qué?! ¿Acaso lo dudas? ¡El talento de Harley es inigualable!”

    “¡No era para que te molestaras! Al contrario, es el vestido más bello que he visto. No me creo que sea para mí. Es decir, siempre pensé que sólo a la realeza le hacían vestidos a la medida.”

    “¿Creíste que iba a dejar que fueses a la Gala de Coordinación en harapos? ¡Antes muerto que sencillo!”

    “Pero, Harley, si vamos lo más seguro es que nos topemos con…”

    “Galletita, cuando te vea con eso puesto, lo único que va a pasar es que le va a dar una embolia al darse cuenta que la pequeña May ahora es una hermosa mujer… y que es toda mía”.

    Al cuarto mes de su primer año juntos se llevó a cabo una gala en Portual a la que estaban obligados a ir, al menos según Harley. Para el evento le había diseñado un vestido precioso de color verde esmeralda lleno de bisutería en tonos verdes, morados y amarillos que parecían mosaicos. Se había basado en un Dustox; no el pokémon más bello ni indicado para una fiesta, pero Harley tenía la habilidad de sacar lo más hermoso de los pokémon más siniestros o marginados.

    Cada día se sentía más enamorada de esos pequeños detalles.

    Terminó por adornar su traje con una gargantilla roja y un juego de aretes del mismo color, simulando los aros en las alas del pokémon. Se vieron al espejo. Estando ella presente, sentía que la chaqueta y media capa de Harley realzaban más, que se veía más varonil que nunca y que, juntos, formaban la imagen perfecta.

    A su lado, podía ser una mujer segura y decidida que no sólo se sentía bonita en una competición especial. Entrarían a esa fiesta tomados de la mano sintiéndose muy orgullosos de su relación. Y, ¿por qué no? Si para él estaba bien presumir un poco, nada tendría de malo pavonearse ante otras chicas para dejarle claro a los hombres que sus prominentes barbas o músculos no eran nada ante la forma de ser única de Harley.


    Los que todavía no se habían enterado de lo suyo por las miles de fotos que subían a internet, se quedaron boquiabiertos al verlos desfilar por el salón.

    “No dejes que las miradas te intimiden; recuerda, es sólo envidia. Saca a relucir esas ‘bayas zidra’ que tienes al frente y las ‘meloc’ de la retaguardia. Camina firme y no mires atrás”.

    Con cada paso que daba sus miedos se iban desvaneciendo, haciendo que los gestos burlones que creía ver en la gente se transformaran en miradas atónitas y sonrisas llenas de deseo. Ni siquiera duranta la copa Wallace, con su traje de odalisca, creyó recibir esa clase de atención —seguramente se hubiese sentido incómoda— pero ahora, cada expresión era para ella. Marchaba con más y más porte, elegancia y un poquito de petulancia, porque estaba en la cima del mundo y el resto no eran más que sus lacayos.

    Antes de que se diera cuenta, ya había llegado a la mesa de las bebidas sin haber titubeado en ningún momento. Harley llegaba justo a tiempo para el choque de copas.

    Y hubiese sido el brindis perfecto de no ser porque cierto conocido interrumpió tocando su hombro. Casi tiró su copa al verlo. Las manos comenzaron a sudarle y sentía que le faltaba aire.


    “Dre-ew”.

    Llevaba un smoking negro que a leguas se veía carísimo, con una rosa roja adornando su bolsillo superior. Drew carraspeó un poco a modo de saludo que fue contestado con un silencio incómodo. El joven de cabello verde se notaba la mar de nervioso; sin embargo, eso no le impidió ponerse firme y comenzar a hablar:


    “May. Iré al grano: necesito hablar contigo...”

    Lanzó una mirada despectiva al siniestro coordinador al enfatizar ese:

    “A solas”.

    Ella regresó la vista a su acompañante; solía ponerse bastante celoso y apenas alguien se le acercaba, él reaccionaba sujetándola de la cadera o tomando su muñeca con violencia para apartarla. En esa ocasión, se hizo el desentendido posando con estilo y haciendo un gesto de total indiferencia.


    “Bueno, si Drewy quiere jugar al Club Secreto con mi linda galletita, quién soy yo para impedirlo. Cuando lleguemos a casa podemos jugar a algo mejor, como a la Mamá y el Papá”.

    Puso sus finos dedos bajo su mentón, sin apretar, para darle un suave pero vistoso beso. Duró lo suficiente como para que el bálsamo de Harley se impregnase en la comisura de sus labios.


    “Si te aburres, estaré en la recepción. Confío en ti, May”.

    Ella echó un vistazo rápido al rostro de Drew cuya expresión, pese a no decir nada en palabras, delataba un “grandísimo hijo de puta”. Con la cabeza señaló hacía la puerta de la terraza, ya ahí buscaron un rincón en el que no hubiese público. Parecía dispuesto a manejarse en la confidencialidad absoluta… no se fuera a manchar su preciada reputación, pensó.

    Copa en mano lo siguió. Cuando encontraron el lugar ideal hubo otro instante de silencio, Drew se veía bastante dubitativo respecto a cómo encarar el asunto. Sin embargo, fue ella la que inició la conversación:


    “Una disculpa a estas alturas no te va a servir de nada”.

    “May… no es eso”.

    “¿Ni siquiera piensas disculparte? Eres un… ¡un cínico!”

    Sencillamente no estaba dispuesta a dejársela fácil, no después de lo mucho que le dolió aquella noche darse cuenta de lo enceguecida que estaba por alguien a quien nunca le importó realmente.


    “May, por favor escucha…”

    “¿Que escuche qué? ¿Que no era tu intención dejarme en claro de la forma más dolorosa posible tu desprecio porque nunca iba a estar a la altura de Don Perfecto?”

    “Lo de esa noche fue un accidente. Yo no tiré el regalo. Se me cayó… y fue por culpa de Harley. En realidad, tengo mis motivos para pensar que él planeó todo”.

    Por un instante quedó en silencio e inexpresiva ante lo que acababa de oír. Pero no pasó demasiado para que el color regresase a su rostro y adoptara una postura muy similar a la que usaba el dueño de Cacturne cuando se traía algo entre manos: parándose erguida, meciendo en un vaivén circular su copa con los dedos y alzando el rostro, mostrando una expresión de sorpresa bastante fingida.


    “Ah, mira… seguro el muy malvado también te obligó a decir esas cosas horribles con sus poderes psíquicos, ¿verdad?”.

    El gesto que realizó le dejó en claro la situación. Touché. Sonrió.

    “Claramente lo que dije fue algo completamente inmaduro y fuera de lugar; no debí expresarme de ese modo pese a desconocer que…”

    “No te das cuenta de a qué quiero llegar, ¿verdad? No, claro que no porque Don Perfecto no se equivoca nunca ni hace cosas malas. Si no es culpa del “malvado” Harley es culpa de que la “tonta” May que no hace las cosas bien y por eso no gana copas. Y para qué disculparse, no vaya a ser que por hacerlo se le vaya a pegar lo inútil… y volverse un perdedor de concursos”

    “¡¿Disculpa?!” exclamó bastante más ofendido por las palabras de May que por el hecho de ser interrumpido. “¡Por todos los…! ¡¿Eres consciente de lo que estás diciendo, May?!” se llevó la mano a la cabeza como si estuviese harto de tratar de razonar con un niño. “De verdad es tan… surreal que estés diciendo esas cosas. No sé qué demonios te haya hecho pensar Harley en estos meses pero, en serio, después de todos esos años de conocer a ese… creí que eras capaz de darte cuenta de cuándo te está manipulando. Intenté contactarme contigo en cuanto pude, pero todas mis llamadas entraban a buzón y por más que quise verte en los concursos tú me evitabas. Cuando supe que… ‘andaban’ no me preocupé. ¿Sabes por qué? Porque pensé que te ibas a dar cuenta por ti misma de toda esa farsa. También que era… comprensible… tu decisión por estar enojada. Pero ahora me vienes con esto y yo la verdad no sé qué pensar”.

    “Claro, claro, lo mío es sólo un despecho. Voy a creerte medio segundo que él tuvo algo que ver. ¿Y entonces a quién le echas la culpa de lo demás? Maldita sea, Drew, tú… tú bien sabías que… que yo quería ser algo importante para ti. ¡Pero mi cariño nunca te valió lo que tu maldito orgullo! ¡Nunca te importé como persona porque sólo querías un adorno que te hiciera lucir bien en tus victorias!”

    “May, deja de alzar la voz…”

    “¡Te voy a gritar todo lo que se me dé la maldita gana porque me importa un carajo lo que la gente piense de tu reputación!”

    Para ese punto, Drew ya se notaba bastante fastidiado y molesto, el gesto que hizo con su cabello lo confirmaba.


    “Intenté tomar el asunto con madurez, pero… mejor hablamos cuando no me estés haciendo un berrinche…”

    En ese momento, algo dentro de ella se quebró. En otro tiempo y en otro lugar se hubiese puesto a llorar, justo como esa vez que la llamó ‘débil’ frente a Ash y compañía. Pero ya había derramado muchas lágrimas en una causa perdida y las palabras de Harley se materializaron en su mente: No iba a llorar ni por él ni nadie más. Drew ya había dado la media vuelta cuando terminó por echar el residuo de su resentimiento.


    “Sí, mejor lárgate con Solidad a hablar de temas ‘importantes’ como ver quién lo hace mejor en los preeliminares…”

    Drew se detuvo en seco al oír estas palabras.

    “¡Basta, no metas a Solidad en esto!”

    “O en la cama… aunque dudo que sus enormes egos quepan en una matrimonial”.

    Entonces, se giró.

    “May… ¡Cállate! Me da… asco verte actuar igual que él”.

    "Igual de sincera, querrás decir. Al final… Harley tenía razón, siempre la tuvo; fui muy ciega por no ver lo cruda que era su sinceridad. Y yo… prefiero ser como él que una Zoroark como esa… arrastrada”.

    ¡¡Cómo te...!!

    Jamás había escuchado la voz de Drew tan seca. Le temblaban los ojos, al igual que sus manos tensas que terminaron por empuñarse... estaba colérico. Un escondido sentimiento de satisfacción lentamente emergió en ella.


    "Tú... jamás podrás compararte con ella... jamás..."

    Apretó los dientes; tambaleo cabizbajo.

    "Nunca serás ni el 1% de lo que es ella, ni como coordinadora ni como persona. Te creí diferente. Llegué a respetarte, a admirarte; ahora sólo me repugnas... mocosa malcriada”.

    May agachó la cabeza, inclinó un poco el cuerpo y dio toda la sensación del mundo que regresaría a la “normalidad”: que se soltaría a llorar, que le diría que lo sentía, que en verdad se merecía aquellos horribles adjetivos y que, con su ayuda, buscaría la redención para volver a ser “la princesa de Hoenn”.

    Quizá fue eso lo que le hizo bajar la guardia y, por tanto, no fuera capaz de esquivar el torrente de vino que tiñó su lujoso traje de un macabro rojo sangre.

    Una puñalada al corazón.


    “Eres un imbécil, Drew”.

    Ella se retiró con una sonrisa en su rostro, pero también un profundo dolor en lo más hondo de su ser. Más que nunca sentía que necesitaba del consuelo de Harley. Tal y cómo le había indicado; se encontraba casi a la entrada del Gran Salón, apoyado sobre una de las columnas de marfil. Se lo veía agitado y nervioso, respirando pesadamente como si hubiese acabado de correr una maratón. Lo llamó por su nombre, él corrió a verla; no la abrazó, pero sí se comportó bastante atento preguntándole si se sentía bien y si deseaba comer algo. Fue entonces cuando lo notó:


    “¡Harley…estas…!”

    Su labio inferior sangraba.

    Se llevó el dedo índice a los labios para corroborarlo. Apenas sintió la humedad de su sangre comenzó a excusarse en que había dado un mal mordisco. Ella supuso que los nervios lo dominaron, imaginando un escenario en donde a Drew le bastaban un par de palabras bonitas y un poco más de insolencia para jactarse de haberla liberado de un terrible hechizo. Lo sostuvo con delicadeza para acercar su rostro al suyo antes de que pudiera quejarse. Harley tembló levemente al sentir el roce de sus labios y chilló a causa del ardor. Él rara vez se tomaba la molestia de disimular cuando algo le dolía o molestaba, sin escudarse en una falsa frialdad como el otro tonto…

    Porque si Harley fuese así de incompetente… no habría insistido en ir a la gala en primer lugar ni hubiese permitido aquel encuentro. Lo de aquella noche había sido culpa de Drew, sin duda, y no iba a permitir que su querido siguiera cargando con esa clase de culpas; porque así como él se había vuelto la luz en su mundo… ella deseaba desaparecer todas las inseguridades que Harley cargaba consigo.

    Hacerlo feliz sería su decisión. Harley no sería el despecho de un sueño que nunca se hizo realidad.

    Lo besó suavemente, tratando de esquivar la herida, uniendo su cuerpo al suyo y restregando su cabeza sobre su pecho. Antes de que cualquiera de los dos se diese cuenta ya se encontraban meciéndose al ritmo del vals de la celebración.


    “Si quieres, podemos irnos a casa, galletita”.

    No sabía cómo se llamaba la pieza, Harley le había enseñado algo de música pero no era del tipo que solía poner cuando deseaba desenfrenar el cuerpo con ella… con o sin sábanas de por medio.


    “No… aún no hemos bailado. Vamos a divertirnos un poco”.

    Y comenzaron a girar y girar, dando pasos al compás del uno, dos, tres; silencio, uno, dos; uno, uno, dos, dos, tres, tres…

    —¡Corte! ¡May, no te muevas así, te saliste del encuadre! —refunfuñó el camarógrafo.

    —Oh… sorry, parece que me he entusiasmado de más. Repitamos la toma desde lo del viaje en el tiempo, ¡cómo le encanta a la gente que se hable de esos temas!

    Pasaron el resto del día conociendo restaurantes y, obviamente, degustando cada uno de los sabores de la ciudad. Pero ahí donde el equipo fuese, May veía algo de Harley. Lo peor es que ni si quiera era la primera vez, pero sí la que más lo “sentía” y extrañaba. Seguía topándose con un pasado del que no podía escapar, donde las imágenes se arremolinaban a su alrededor como las luces de la ciudad al comenzar a caer la noche.


    ***​

    Llegó por fin a la alcoba de su hotel. Cerró la puerta.

    Se soltó a llorar.

    Era la primera vez en años que lloraba por él. En realidad, siempre que lo hacía era por algo que tenía que ver con él.

    El bastardo cumplió su promesa de aquella noche:

    “No voy a dejar que nadie más te haga llorar”.

    Ella bien sabía el verdadero significado de esa frase, mierda, ¡él mismo se lo había dicho desde que era una niña!

    “Porque solamente YO puedo hacerlo”.

    La había hecho llorar de coraje, de frustración, de felicidad… dioses, ¡la había hecho llorar de placer! Y la había hecho llorar como nunca de dolor en el momento que se fue.

    —Harley…

    Una tarde, lo encontró fumando con la vista en la ventana, completamente deprimido y con la mirada vacía. Se justificó diciendo que tenía frío. Presintió que, tal como presagiaban las oscuras nubes en el cielo, se aproximaba una tormenta. El mes trascurrió lento y tortuoso con su actitud hosca y esquiva; tanto así que a duras penas tuvieron sexo un par de veces. Estaba segura que ninguno de los dos realmente lo disfrutó.

    Quiso que hablaran, pero le ponía las mismas escusas siempre: “Que sea luego”, “no es nada, cielo, de verdad”, “es el clima el que me deprime, ya pasará”.

    Pasó casi otro mes en el que cada día amanecía rodeada de más y más colillas de cigarro y botellas de alcohol. Y por las noches lo veía atrapado en una nube de melancolía y hartazgo.

    Otro día despertó… y él no estaba ahí.

    Creyó que simplemente había salido a dar un paseo, que regresaría a más tardar por la noche. A veces salía por días cuando quería ir a un festival de modas o algo similar… quizás sólo se olvidó de avisar. Esperó y esperó. Para el tercer día supo que algo había pasado… tal vez sí había salido a pasear y tuvo un accidente. Corrió a visitar todas las clínicas y hospitales de Portual. Nada. Llamó a todos los hospitales de urgencias de la región. Nada. Llamó a una gran cantidad de hoteles para saber si se estaba hospedando en algún lado. Nada.

    Era como si la tierra se lo hubiese tragado.

    Tras varios días, en lo más hondo de su corazón supo que no había sido un accidente. Él simplemente… se había ido. Había preferido abandonarlo todo antes que enfrentarla y verla a los ojos para decirle que lo suyo había terminado.


    ¿Por qué?

    ¡¿Por qué?!

    ¡¡¿Por qué?!!

    ¿Qué había hecho mal? ¿No le había dado su amor incondicional? ¿No se lo habían pasado bien? ¿No lo había hecho todo por estar a su altura?

    ¿Por qué sin avisar? ¿Por qué sin el valor de decirle que no la quería más? ¿Por qué huir?

    ¡¡¿Por qué ese maldito bastardo siempre lo echaba a perder?!

    !

    ¿Y

    por

    que…

    .

    .

    .


    lo extrañaba tanto…?​

    …Demasiado…

    …lo quería a su lado…​

    …lo necesitaba…

    …como una terrible obsesión…

    …incapaz de salir de su cabeza…

    …sintiéndose capaz de todo por recuperarlo nuevamente…​

    Estando hecha mierda frente a la puerta, con el cabello desmelenado y el maquillaje corrido, buscó los cigarros en su bolso sacando primero su MultiNav sin darle mayor importancia. No lo revisó hasta que se había fumado media cajetilla para sentirse mejor.

    Tenía un mensaje desde hacía horas que no revisó por estar en la filmación. Era de Brock. Casi se le salen los ojos de las órbitas al ver que el mensaje contenía una dirección.

    {Siento haberte hecho esperar, sé que querías esto desde hace días, pero recién tengo la certeza de que ahí es donde está viviendo con Solidad. Mándales saludos de mi parte.}

    Comenzó esbozando una leve sonrisa en su demacrado rostro, a emitir una risita que de a poco iba subiendo de tono. El sonido rebotaba sobre las paredes, yendo de un lado a otro, hasta formar un ‘espacio raro’ dominado por el caos y la locura.

    Se levantó lentamente. Dejó caer el cigarrillo y el MultiNav sin importarle nada. Anduvo casi a rastras hasta el tocador, donde encima se hallaba un modesto espejo de marco simple. Aquel trozo de cristal no reflejaba a una mujer de ojos hinchados, mueca desfigurada y cabellera empastada de mucosidad y lágrimas.

    Para ella, era una ventana con un paisaje a tiempos mejores: el cuadro perfecto que lo retrataba a él, seguro de todas sus decisiones, y a ella, ilusa pero dispuesta a dejarse asesorar por su tutor en la vida...

    Para aprender de sus palabras, de sus gestos, de sus actos, de su forma de pensar, de su forma de sentir...

    De sus labios, de su mirada indómita y salvaje, de su romántico desliz...

    —Harley...

    Se dejó caer sobre la cama y, con las piernas, comenzó a deslizar sus medias a la par que el tirante de su vestido también caía de sus hombros y sus manos ya comenzaban a cobrar vida propia.

    —Te dije que estaríamos juntos, siempre. Y voy a cumplir mi promesa.

    La noche aún era joven y el mañana se veía brillante.



    Plushy: ¿Qué pensaron? ¿Qué todo iba a ser amor y ternura en la playa? Nope con Harley de amante… o lo que sea e.e

    Kaos: iniciaron una relación... pero Harley debía seguir siendo Harley... y claro al final su vida excéntrica... termino siendo la de May también... otra pieza en el rompecabezas... aunque... ¿parece que todo seguía marchando bien, no?

    Plushy: Parece que es hasta este momento cuando el término “swap” comienza a tener sentido, ya no tanto por ser una frívola que hable pestes de la gente que la rodea… sino por vivir con una obsesión por otra persona. Ya solo le falta andar con una cámara instantánea tomando fotos de gente que le cae mal para ponerlas en su death note personal xD

    Kaos: ¿y vestirse como la persona de la que estas obsesionada? Pero si, más aun si las cosas marchan viento en popa y al final........ ¿Qué paso? El gran enigma del principio persiste... un enigma tanto para ustedes... como la propia May...

    Por otro lado está la parte de la fiesta... o dios, es genial... porque en ese momento... ella sigue siendo la May 90% pura. Fue divertido planearla (y difícil)…. mas aun porque la explicación de Drew tenía que ser conviene... pero al final la lógica ya no es importante para ella.

    Plushy: Y esa es la parte más interesante de todas, por fin tenemos un recuerdo de una interacción directa con May y una revelación. Drew dice que pasó algo diferente a lo que May vio, ¿le creemos?

    Kaos: ¿importa?

    Bueno la verdad... es agradable ver que llegaron hasta aquí... ya saben cuándo hace una apuesta de como iniciar una historia existe el temor principal si puedes lograr hacer un enganche... (mas si esta tiene idas y vueltas... junto a un tema principal que se cocina a fuego lento...)

    Plushy: tan lento como la próxima actu… oh gosh… recen por nosotros (?)
     
    Última edición: 27 Julio 2018
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  12.  
    J.Nathan Spears

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    Wow. Buena continuación, chicos xD. Gran forma de seguir narrando todo... dando saltos entre el "presente" de May como estrella de la tele, y su pasado con Harley. Quizás quién sabe por qué ese loquillo habrá caído en esa depresión que creyó podía sacarla a punta de alcohol y tabaco. Y también es extraño el por qué ahora esa quimera se fue con la que Drew buscaba. ¿Acaso ese era su plan a largo plazo? ¿Joderse a May y a Drew por igual luego de dejarlos disfrutar el cielo?

    ¿Acaso Harley habrá también previsto que Drew y May se encontrasen de nuevo?

    Y vaya que Drew intentó por MUCHO TIEMPO disculparse con May owoU. Y cansado de ello, le dijo sus buenas verdades a la cara xD. En efecto, la May de ese entonces era increíblemente inmadura... y la "actual" no es mucho mejor :V. Fue un gran intercambio de palabras ;)

    ¿Y qué tendrá que ver esto con la aversión a los Pokémon que desarrolló May? o_o. No veo la conexión aún. Quizás haya que esperar un poco más -w-

    La narración está perfecta. No se podía esperar menos de ustedes xD. O cuando menos de la Pl0ch0.

    Hasta el próximo episodio xD.
     
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    Maze

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    La mudanza está casi completa~~

    Creo que ya se los había comentado pero ha sido mi capítulo favorito hasta ahora. O parte, o como sea.

    Empieza lento. Demasiado lento. Toda la onda de May en Altomare se me hizo súper pesada y si no fuera por las constantes menciones al pasado me hubiera tardado muchísimo en leer. 100/10 la referencia a Ash y su precisa descripción de la ciudad, y aún desde el principio, hubo algo que me llamó la atención: como May no se da cuenta de que Harley la estuvo manipulando en el pasado cuando claramente hubo cierto... ¿Abuso? O al menos aprovechamiento de su parte, y ella, en su percepción idealizada, no logra darse cuenta de ello. Y eso se refuerza en cómo la May despectiva de ahora se expresa de Harley, presa de una obsesión enfermiza que escapa a su comprensión. Así tenemos la escena del final que DA ALTO CRINGE PERO POR ESO ES GENIAL y cierra de forma excelente el capítulo.

    Han hecho un gran trabajo con May, y la narración sencilla, pero evocadora, cumple muy bien en su parte de la historia. Y hablando de historia (como el chico lechuga), no sentí nada de lástima por Drew. Es más, sentí más lástima por Harley resfriado y por Cacturne (a quien Blazipollo le debió dar una Mega-putiza en su post anterior) que por el enano snob de pelo verde que se cree chulo lanzando rositas. Ya me caía mal en la serie y aquí está igual. Y no importa si la culpa no fue suya, si todo fue idea de Harley o si de verdad May es muy manipulable, su actitud fue pésima y qué gusto me dio cuando May le vació la copa encima. Órale pinche lechuga.

    Y esas preguntas del final, por qué Harley se fue, qué le pasó, por qué May no es consciente de ello, y esa inseguridad que transmite Harley aún visto sólo desde los ojos de May es... Damn. Tre y Mendo. Me quedo con hype para el que sigue.

    A Ciudad Plateada Papu.
     
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    Donna

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    Vaya, que ya estaba todo bien reñido. Al parecer May aún tiene sentimientos furtivos por él, y me cuesta pensar que su relación con harley es en parte para cobrar venganza contra el renegado de Drew. La incógnita de lo que fue de Harley al final es lo que más me pesa.

    El capítulo fue mi favorito hasta ahora, pobrecilla May, que aún no puede pone a su cabeza en su lugar. A veces me cuesta un tanto seguir el ritmo con la personalidad de los personajes, antes de comenzar con esta historia solo conocía a May, aunque es fácil deducir a Harley como un procaz y chancero y a Drew como un niño algo vanidoso.

    Siempre resulta una lectura agradable. La están currando un montón
     
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    Gerli

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    Bueno, paso a dejar el comentario debido (En realidad le platiqué mis sensaciones a Plushy directamente en Discord, pero como este es un trabajo conjunto siento como que me faltó darle un comentario al otro co-autor Kaos)
    Primero, tomen esta opinión viniendo de un no-fan de la serie (o mangas o juegos) Soy de los que vió el anime original allá lejos y hace tiempo y mas como una curiosidad o porque en aquella época no había mucho mas para ver en TV, en fin, que para mi todo pokemon fuera de los 151 originales me parecen raros y extraños (Y generalmente tengo que usar google para ver de que bicho hablan)
    Arranqué a leer la historia y de inmediato se formó en mi mente una atmósfera especial, como si lo tenso del ambiente se reflejara de alguna forma en como los personajes se gritaban entre si. De pronto la palabra "pokemon" aparece en medio de una frase y el ambiente da un vuelco completo. Me pregunto que hubiese pasado si esa palabra no aparecía en la historia hasta mucho mas tarde... la imagen de May que hubiese tenido entonces hubiera sido completamente diferente, incluso algo mas oscura.
    Saber que la May de esta historia es una May mas adulta, sin las caracteristicas aniñadas de la serie ayudan a disipar el shock que los pensamientos tan opresivos (Hmmm... opresivos no es una buena palabra para describirlo) de la adolescente producen en el lector.
    Hasta aquí lo que May piensa y resiente de su pasado me interesa, quiero saber mas. Leo como la chica reniega de aquella relación, pero por alguna razón sigue atada a ella. ¿Que pasó exactamente? ¿A que se debió esa separación? Las brasas siguen encendidas y al parecer el cuerpo de la chica aun recuerda cosas que su cabeza ha preferido olvidar... ¿O se esta mintiendo a si misma?
    Solo hay una manea de saberlo y es seguir leyendo.
     
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  16.  
    Gerli

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    Bueno, pasando al Segundo Cap... ok, esto se puso mucho mas dramático de pronto. Si esto fuera animación podriamos pausar el momento exacto en la que a la chica se le parte el corazón pero... no, esa no es la analogia correcta, A May no solo se le partió el corazón, creo que aquella escena del peluche fue su bautismo de fuego en el mundo adulto... literalmente se estrelló con la cruel realidad de la peor manera posible.
    Ahora pasando a ese tal Harley... ¿Que pretende? No conocer a los eprsonajes me juega bastante en contra, pero si bien puedo leer entre-lineas la actitud de May, con Harley me pasa lo contrario. Siento que el tipo interactua con la chica de una forma muy superficial, que debajo de esa especie de relación Sempai-Cohai (Que no se realmente si es asi, simplemente me lo parecio) hay algo mas... oscuro.
    Esto se sigue poniendo interesante.
     
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  17.  
    Gold

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    EL FINAL DA TREMENDO CRINGE! La verdad, leer esas últimas líneas pegó porque ya nos deja ver que tan mal está May de la cabeza. Antes se podía decir que tiene ese "anhelo" porque en serio extraña su relación con Harley por X o Y, ya que al principio se veía todo bonito y "tierno". Pero... este cap deja ver un poco más de la relación que tenían esos dos y se puede ver el abuso por parte del chico Cacturne para con ella; sí, quizás no la golpeaba, pero la maltrataba de forma psicologica al hacerle desear su cariño, hacerle creer que de forma muy sutil que si él no obtenía lo que quería, ella era la mala, la anticuada y que posiblemente le dejaría. Osea, May es insegura, no sabe que pedo y de eso él se aprovecha para moldear la situación a su antojo.

    Sí, siguen habiendo momentos bonitos, como cuando May se enferma y Harley la colma de cariño. O cuando él se pone todo drama queen por un resfriado xD. Pero las diversas pistas y situaciones y recuerdos buenos entremezclados con otros más escabrozos, te hacen preguntarte ¿es real? ¿alguna vez lo fue? ¿en serio Harley la quiso o sólo fue una manera más de tenerla comiendo de la palma de su mano para hacer lo que se le antojara? Y May al no conocer otra cosa, o más bien, al no querer conocer otra cosa, porque Harley la terminó maleando hasta el punto de se volviera una desconfiada, es que terminó con todo el cerebro podrido y jodiendo sus relaciones buscando un anhelo tóxico y destructivo. Para ella, el niño Cacturne fue y es como una droga, de la cual no se quiere separar porque siento que tiene miedo, miedo de que si se separa de él y cada uno hace su vida, vuelva a ser la patética niña de 10 años que rogaba por la atención de Drew.

    Que hablando del lechugín, no sentí ni una pizca de lástima por él. Claro, sus intenciones pueden haber sido buenas, al menos en superficie, pero se ve que sigue siendo el mismo niño malcriado y ricachón de siempre. Es interesante ver su punto de vista de lo que fue la situación que dio el quiebre para que toda la novela comenzara, pero al mismo tiempo uno también se pregunta si lo que dice es cierto. Porque vaya, May tenía un punto, dado que ciertamente Harley no fue quién lo empujó a decir todas las cosas hirientes que dijo, y con esa mentira de por medio, queda en entredicho si el resto de la situación que relató pasó como él dice que fue. Tiene unas altas probabilidades de que sí, pero su actitud, su tono, prepotencia y arrogancia echaron para abajo su intento de "salvación"; tampoco es que le hubiera servido de mucho, estando May ya tan intoxicada.

    Peroooo volvemos a lo mismo, si Drew no hubiera querido echarle toda la culpa a Harley y hubiera aceptado sus errores y pedido disculpas de forma sincera y con arrepentimiento, en vez de tratar de probar que tenía razón por sobre todas las cosas, igual y otra cosa sería. Quizás May tuviera ciertas dudas aún en su estado tan ido.

    Also, me gustó ver un poco más de la May del presente, ver como se desenvuelve en su trabajo como estrella de documental. Al contrario, no sentí las descripciones o el setting de Altomare como pesado. De hecho, ahí es cuando se nota un poco más que May está medio loquita.

    Espero con muchas ansias el siguiente cap y el POV de Harley. Quiero saber que lo llevó a estar tan demacrado y ausente, dejando de ser él mismo (¿quizás May se estaba volviendo tanto como él que le resultó asfixiante? ¿le dio crisis de personalidad y complejos al ver que ya sus manipulaciones no tenían el efecto deseado al lograr llevar a May a esos extremos?)

    Necesito respuestas!
     
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  18.  
    Siletek

    Siletek Entusiasta

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    Algo tarde, pero llego.

    Harley queriendo que lo penetren hasta el fondo... bueno, me veía venir lo promiscuo de Harley, tanto como la reacción de May. Seguro ella cree (o creía) que solo se tenía sexo con la persona amada.

    May y Drew se vuelven a encontrar después de... ¿años? *leo más abajo* ¡Meses! No sé por qué sentí que había pasado al menos dos años. Mierda que debió ser horrible eso.

    Si, claro, se le cayó y fue culpa de Harley. No le creo una puta palabra a ese tipo.

    El caso es que los dos se agarraron y feo. Y lo que hizo que todo explotara: Solidad. La que parece la villana en todo esto, ya sea con o sin intenciones de serlo. Bueno, Harley le agarró la depre, se fue sin avisar y ahora anda viviendo con Solidad. ¿Pero que carajos pasa acá?.

    Bueno, May ya tiene la dirección. Me da mucho miedo lo que vaya a pasar después...

    Mierda que me hace pensar en una película de terror. Como que lo va a matar y embalsamar su cadaver para tenerlo sobre la cama. También me hace acordar a Jessebelle, que dijo algo así como "Estaré contigo aunque tenga que destruirnos a ambos".

    ¡Hasta la próxima!
     
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  19. Threadmarks: Despertar. III
     
    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
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    Despertar. Parte III.

    Normalmente no despertaba hasta que el reloj llevaba un rato sonando; en esa ocasión no había nada más que un absoluto silencio en la habitación. Comenzó en la punta de su dedo grueso, una sensación hormigueante que lentamente fue expandiéndose hasta la molécula más pequeña de su cuerpo; despertando su conciencia. Lo primero que su mente pudo racionalizar era la impresión de estar flotando en unas tibias aguas termales, alojando sus articulaciones y músculos de cualquier contractura; su organismo rebosaba de vitalidad, tanta que bien podría salir de la cama de un salto y sacarle algún provecho a la mañana visitando un lugar de interés…

    “¡No me muevo de aquí ni a patadas de Hitmonlee!”

    Tras aquel efímero pensamiento su mente se encontraba completamente en blanco, enfocada únicamente en las sensaciones que le brindaba el relajante ambiente de aquella oscura habitación, mientras que algunos rayos del sol se filtraban por la cortina, acariciando sus finas facciones.

    Su cerebro no podía procesar alguna respuesta para sensaciones tan placidas. Era… era como… era como si…

    Hubiese vuelto a nacer.

    Por fin entreabrió los ojos. Lo primero que asimiló fue un tono de azul que le pareció relajante. Movió sus labios en un zigzagueante movimiento circular; reflejo de un desagradable sabor al interior de la boca, algo se arremolinaba en su garganta.

    Con muchos trabajos y un par de intentos fallidos, May se inclinó hacia delante para sentarse lanzando leves chasquidos. “Sed” pensó.

    Entonces lo notó, un bulto debajo las sábanas; extrañada, pero sin titubear, levanto la tela. Observó entrecerrando sus ojos, analizando lo que tenía enfrente como si de un raro espécimen de pokémon se tratase.

    Aferrado a ella, a su cadera, había un cuerpo pálido. Un rostro. Sus facciones, ¿eran duras o finas? No supo, pero era “hermoso”. “Indefenso” concluyó al ver su cara.

    May deslizó su mano moviendo sus dedos en pequeñas holeadas hasta zambullirlos en aquella melena lavanda para acariciarla sutilmente.

    Una leve sonrisa se dibujó en su rostro, rió con ternura.

    Los mechones de cabello se le escapaban entre los dedos mientras su mano se deslizaba hasta llegar a la barbilla de Harley, quedándose ahí por largo tiempo.

    Súbitamente retiró su extremidad mientras arqueaba la muñeca, ahora rígida y temblorosa.

    Sus pupilas contraídas se estremecían mientras captaban cada imagen de aquel irreal escenario…

    ...imágenes a las que su cerebro intentaba encontrar una explicación…

    Ningún sonido lograba hallar una salida, incluso si su boca permanecía abierta por largo tiempo.

    “¿Qué pasó? Fiesta. Algo… Harley. Humo, ruido… sus manos. Nos… sus labios… él… Luego… su cuerpo… el mío… Nosotros… estaba desnudo y yo… No… eso no… Quema.”

    Era demasiada información, su razón colapsó obligando a su instinto a tomar las riendas. Desesperada, intentó salir de la cama, enredándose su pie en las sabanas, aferrándose al otro extremo para desatascarse y caer de bruces contra el suelo.

    Se reincorporó lo más rápido que pudo; la sensación fría que invadía su piel pasó desapercibida.

    Ambas manos hacían un esfuerzo en vano por tapar sus senos que hormigueaban dándole comezón. Le faltaban dos más para su escocida entrepierna y trasero.

    Encima, dolía con un demonio.

    ¡Mierda… mierda… mierda…!

    Gotas de sudor corrían al lado de unos temblorosos ojos moviéndose de lado a lado desesperados; buscaban un falso indicio de esperanza que pudiera indicarle que se hallaba en su cómoda recamara en Petalburgo.

    Para su desdicha, la realidad terminó por clavarse entre cejas; su cerebro palpitaba y dolía ante el ineludible hecho de estar en la habitación de un hotel. Nada bueno se podía concluir del hecho de amanecer desnudo en un maldito cuarto de hotel.

    Incrédula, sus piernas se doblaron como si fueran espaguetis, mientras una sensación irritante se acumulaba en su garganta; dio pequeños inútiles tragos de saliva, la molestia iba en aumento.

    Intentó por todos los medios tratar de recapitular los hechos, pero la migraña de Psyduck le impedía pensar. Moverse acrecentaba el dolor, al punto de sentir que los oídos le zumbaban. Y en medio de esa distorsión creyó escuchar el eco de palabras lejanas:



    B̫̒͗͗̐ͫͤͧ͝ͅi͓̓ͦ͑́͂̌̌ë͔̖̫̤͉̼̙ͥ̉̚n̗͈͙̮͖̾̿ͭ̌v̷͉̱͔̪͖̻̏̉̓͌e̡̞͖͑̔̌ͦ͑̐ͦñ̘̹̮̬ͪ̓ḭ̷̟͇̘̱̓̉̓d͈͓͙̿ͅǎ̜̮ͫͬ̚ ̖̠ͦ̌̒̀͒̌ͨ̀ͅą̎l̶͇͙̱ͅ ̝͕m͗ͩ̋̚҉̯̺u͖n̯̯͠ͅd̤͉̙̞͕̻̀̆̅͑̈́̆o̡͈̳̙̱̮̩ͨ̓ ̧̩̭͇̖͎̍ͤ̐d͔͕̥͑e͖̜̠̬̔̈ͨ́ͣͨ̈ ̟͚ͯͣ̓̐̅l͐̇̋̋̈́̂͟ô͔̲̼s͗̆ ̯̣̘̎̏͠a̼̔̆̇̋̋͝ḓͮ̅̅ű̞̖̦̟ͯ̎̓̔͠ͅl̦͛͋̂͆͛̕t̴̘̰̣̝̮̘̋ͦ́̉o͐ͮ̿̽ͪ̐͘s͚͚̭͑…̬̭͚̦͔̭ͦ̉​


    De nuevo, tragó varias veces hasta que no aguanto más…

    Aquello estalló.

    Un acto reflejo llevó su mano derecha a tapar su boca llena. Pequeñas viscosas gotas se escurrieron entre sus dedos. Su instinto una vez más la guio, buscando un baño… el inodoro… soltando todas las emociones de una noche convertidas en una repugnante pasta líquida. Apoyó uno de sus debilitados antebrazos sobre el retrete, dejando descansar ahí su mentón; jadeaba recuperando el aliento.

    —¿Por qué? —susurró, dejando a sus propios oídos escuchar su mísera voz, instando encontrar respuesta a su deplorable estado.

    Su ritmo cardiaco se aceleraba. La frente no paraba de palpitarle, dolía.

    A medida que su estómago se iba vaciando, su cuerpo se destensaba levemente y la estática en su cabeza se iba despejando para formar frases que tenían más sentido.



    T̩̰̄̈́̐̌̚e̳̬͔ ̞̯ͪͩ̏̄̆p̯͒̃͑͌r̈́ͣ̄͗ͥ͆̚ȏ͆̄m̯̣̘͔̰̮ĕ̚t̋ͣͨ̍͂̿̒õ̥̝͉̑͌̔̑̏̈ ̯̲͍̩͎͗̓͐q̙̱̼͕ͩ̑u͚͓̼̞͆̿̽̀̉ͦe̫̞͖͖̰ͤͮ ̣͓̫͇̺͚̟͂ͧ́͋̌̾̔n̟̣̔̚o̥̠̠͉͓̞̱͐̌ ̩̳̣͖̭̈́̑͋̑̐̐ͦv̻̜̹̹̟͗̃ͫͧͣ̃a̝̩͍͖̱̬͙ͫ̽̄̎̊͋̔ ̩̜͈͖̖̜̲͗͊̽͗a̤͕̜̜̺̫̮ ̙̻̝̮͗ͬͥͩ̋ͦ͊p̥̺̪͔ͫͭ͋̓ͨ̔̏a̭̠̜̽̃̚s̹͍̗̦͎̩ͨ̎a̮͎͎͍͈r͇͔̭͎̖͎ͫ̉ ͖͇̞̝̣͖̤ň͈͉͓̃͋ͬa̅ͩ͐ͬͩ͗d̫̖̘̀̌ͧ̐̋͑̀a͐ ̗͕̘͚̤̘̐ͯͅq͌u̩̺e̻̬̮̳͕̲̍̒̓ͤ̈́ͦ ̙͍̿̐͒tͩ̒̄̂ú̐ͨ͐ ̪̹͍̞̭ͮ͗n̘̦͖͗ͮͭô͎̝̯͖̻̭ ̣q͎̝̖͈̜ͮu͌ͮĩ͓̮̮ͩ͗ͧ͐͌e͎ͥ̊͊ͥr̠̘͇̝͋̾̔͗̽ͭͅȃ͕̬͇͈̩ͤ͊s̠̾̎,̞̭͖ͣ ̝̳̣͎̈͒̓̽l̳̯̗̜̪͓̫̊̏̽̎ͫ̌ĭ̉̓͗͊̀n͙d̙̓̈̋͋̍a̮̺̥̩ͧ͐͐ͭͧ̈̾.̳͖̀̒̂ͥ​


    ¿Por qué? ¿Por qué había aceptado? ¿Después de tantas…?

    La respiración se volvía pesada nuevamente, acelerando el ritmo con cada jadeo.

    ¡Era una trampa!

    ¡Maldita sea, sabía cómo era!

    Siempre había algo detrás:

    Ese tono confianzudo…

    Ese comportamiento amistoso…

    ¡Siempre era señal!

    ¡¿Por qué nadie la detuvo?!

    ¡¿Por qué a ella?!

    Quemaba. Esa sensación, como una “bola” atorada en su esófago. Una vez más, todo el contenido de su estómago terminó en el fondo del inodoro.

    Un vago recuerdo de la noche: el tacto de las manos de Harley posándose en su cadera, balanceándose de lado a lado. Su lengua recorriendo asiduamente su cuerpo, bajando más y más.

    —¡Él me… él me…!

    Comenzó a llorar en silencio, sintiendo pena de sí misma por no haber visto lo obvio. Se quedó de rodillas ante la impotencia y el sometimiento de la realidad.

    Volvió a sentir otra punzada en el estómago. Se volvió a aferrar al inodoro, aunque nada más que saliva saliese de su boca.

    Comenzó a temblar sin control. Un lúgubre recuerdo la asaltó: el de la sensación de su piel frotándose en la suya…

    En su intimidad…

    No recordaba que hubiesen usado algún tipo de protección.

    Sin dejar de temblar, puso una de sus manos sobre su vientre y comenzó a presionar, hasta el punto de ser doloroso. Lo hizo repetidas veces a la par que lo único que salía de su cuerpo eran unas escuetas lágrimas.

    Se dejó caer al piso. ¿Para qué levantarse? Si lo hacía, seguro en la habitación estaría Harley sonriendo victorioso, esperándole con una horrenda burla y, sin darle tregua, le recordaría todas esas cosas asquerosas que hicieron. Incluso, había la posibilidad de que hubiese tomado fotografías o grabado un audio, como en su primer encuentro en Izabe. Su carrera estaba prácticamente acabada; posiblemente, ese era su plan.



    ̀͞.̴̕͞͡.̧̢̕͠͝.̵̕N̸̨̛ò̴ ̨́͠͝͡v̡̛̕ǫ̕͟ý̧̀͢͞ ̶̢͢á̶͘͜ ̛͝d̶͞҉è̷j̵҉a̶̶̡̢͠ŗ̧̨́͘ ̧̡̕͢͝q͜҉͟u̧̕͠͞é̶͘͘ ̧ń͡͠a̸̷̕̕d̵͜͢͡i̸̡̨͝e̷̛ ͟m̴̨̡͘͜ą̸̨́s̛͟͟͡ ͏̴̛t̸̨̢e͠͞ ͏̢́̕h̷́͘͝a̶͘͘g̡̛a̶̕ ̵̀ļ͟͝l̶͟͜҉o̵̴̢̡r͟͞a͏҉ŗ͜"̴̡̀͠ ͞͏̵

    Intento contener las lágrimas, le entristecía la sola idea de que, para él, los concursos sólo eran una excusa para verla y hacerla caer.

    Su objetivo jamás fue vencerla como coordinadora. Quería… destruirla a ella como persona. Y quizá…


    L̲͎̘͔̤̬̹ͭͬ͒̑̇͊͊͟l̵̹̻͙̜̟͑͒e̳͙̩̋̓̋v̢͇͔̥̣̗͆̆o̴͓͔͐͊͗̚…̭͍̳̮̍̎ ̡̢̺̯̺̺̍̐͗ͪt̻̹̳͚̒͋̎̽̿̿͛a͉̺̝̞̠͓̓͊͑ͪ̽̀ņ̷̖̗̿̽̾̆͐̏͂̋t͓̞̲̘̋̒̑̂̈ͦ́͘͟ơ̲̳̮͈͉̒͠ ̙̟̝͕͔͓̺̜̈̇̆̀ͥͬ̊̌t̻̪̃͗̀̌́i̵̛̖̯̣̺̣̪͈̓ͤ͌̂̇ͅe̢̛̙̯̦̙̦̣ͦ͊ͪ͝m̈́̋ͬ̄͏҉̝͓̯p̮̹͈̦̦̹̄ͪ́o̻̟̳̲̩̭̓̚͘ ̛͎̤̪̖̳̗͆̆̒͋̃ͤ͞d̨̳̤͇̮͖̹̟͗ͫ͆͘e̋͒ͭͮ̉̏͂͐̚҉͚̟͚͙s̭͉̮̗ͯ̋̿̍̒̕ë̹͖̻͖̙̲̟̲́̋͌̍͐͑ͤͬ̀á͗̄̋̓ͣ̕҉͈͈͈̩ͅͅͅņ̰̦̗̰̟̾̓ͣ̈́͟dͧͮ̔ͯ̊̊̏҉̱̞͙͈̤͉͡o̶̸̘̯̫̽̓̊͂͐ͅt̫̫͈̘͓̙͔̄̔ͅę̰ͮ͗ͧ̿̅̆…̛͇̗̹̩͔̼̬͓̞̏ͧ̀̏̌͜​


    Atemorizada y asqueada, cerró ojos; la sola idea la aterraba y mataba por dentro. No quería saber el significado de esa frase, necesitaba dejar en blanco su mente…

    No pudo, le venía la imagen de Harley y más repugnancia sentía. Su estómago la traicionó nuevamente.

    Apenas y podía volver a respirar cuando sintió unas espectrales manos cubriendo su piel. Sobresaltada, miró hacia todos lados, pero ahí no había nada más que sus sucios pecados carcomiendo su cuerpo. Sujetándola, sometiéndola.

    ¿Y cómo había reaccionado ella cuando pasó? ¿Cómo había sido?

    Una parte de ella quería recordarlo todo: con Harley siendo el monstruo de sus pesadillas, destazando cada parte de ella con sus espinas. En vez de una imagen clara, lo único que tenía eran destellos, como las luces de aquel lugar, donde en fracciones de nada había algo sin forma pero que se decía era él dándole caricias, arrancándole besos apasionados, gimiendo su nombre.

    Se aferró con fuerza y asomó su cabeza; expulsando un nuevo torrente de jugos gástricos, desgarrando su ya irritada garganta.

    Ya no podía más; aquello se sentía cien veces peor que estar resfriado, eran como todas las enfermedades que había padecido en una sola. Necesitaba algo que la hiciese sentir bien, algo que…

    ¿No era así como todo había comenzado?

    ¿Porque él… la había hecho sentir bien?

    Le llegó de golpe la huella de su aroma, el sonido de una risa que le pareció sincera, la sensación de las gotas de sudor deslizándose por su pecho, por su vientre…

    Tosió violentamente, producto de las náuseas; nada, sólo viscosas gotas amargas y ácidas. ¡Dioses! ¡Hace rato que ya no tenía nada en el estómago! Estaba a nada de expulsar su intestino. No tenía nada:

    Ni sueños, ni esperanzas, ni confianza.

    Lo único que le daba algo de consuelo era el difuso recuerdo de un abrazo: el de Harley. Harley en sí.

    El verse reflejada en una mirada cristalina y el sentir por primera vez en la vida que alguien verdaderamente la necesitaba, sentirse deseada, convertirse en la meta de alguien más en vez de ser arrastrada por ajenas.

    Todo eso se lo había hecho sentir anoche.

    Quería sentir ese cariño…

    Y le asqueaba ese sentimiento.

    Quería gritar a los cuatro vientos que Harley era un maldito pervertido que había hecho de su virginidad un trofeo. Intentaba imaginar que se alzaba para poder señalarlo, pero ahí donde él debía estar ufanándose de su más reciente colección, se encontraba la imagen de un hombre recostado y durmiendo inocentemente como un bebé. Tranquilo y sin muestra alguna de arrepentimiento.

    Como si lo que hizo no hubiese sido la cosa más asquerosa, reprobable y criminal de todas…

    Qué él… él… ¡No, no había sido SU propia culpa! ¡La engañó! ¡Fue así! ¿Por qué le estaba costando encontrar dónde estaba la mentira? ¿En que no podía ser que Harley no tuviese malas intenciones? ¿En que ella lo permitió?

    ¿En que incluso lo disfruto?

    Se quedó recostada sobre la fría loseta del baño tras tirar de la palanca del escusado, cerrando los ojos para no sentir nada más que sus pecados yéndose por el drenaje.





    Pasó un buen rato de aquello. Apenas sintiéndose con la fuerza mínima para intentar ponerse de pie lo decidió. Por más asqueada y sucia que estaba no se daría una ducha; el agua y jabón serían incapaces de limpiar la suciedad de su alma. Tenía una sola cosa en mente: Ponerse la ropa y huir; a donde fuese, en cualquier lugar que no fuese ese maldito hotel. Lo demás… ya lo pensaría después.

    Abrió la puerta. Lo primero que notó fue un olor molesto y el ambiente enrarecido. Espabiló un poco hasta darse cuenta que se trataba de humo de cigarro. Avanzó un par de pasos más cuando lo vio.

    Se encontraba a la orilla de la cama con los pantalones puestos y el pecho desnudo; aparentemente tenía una mano cubriéndole todo el rostro y sujetando el cigarrillo. Aterrada, se congeló en el acto; la hería seguía demasiado fresca como para aparentar fuerza. Fuese por miedo o debilidad, no fue capaz de ver bien su expresión. La escena se quedó suspendida un instante hasta que por fin algo cambió: creyó ver un esbozo de sonrisa en su pálido rostro…

    El hijo de puta estaba sonriendo.

    Todo aquel odio que creyó ido por el drenaje regresaba de golpe como inyección de adrenalina. Estaba segura que en cualquier instante iba a usar su chillona voz para burlarse y tirarse al piso muerto de la risa; que la amenazaría con recordarle a ella y al mundo que el “fabuloso” Harley se había follado la “fácil” de May.

    Él se levantó. Su corazón latía a todo galope, fuerte y rápido como Rapidash salvaje, de poderosas y abrasadoras llamas. Tenía miedo, estaba segura que quería hacerle daño. Ya no tenía más que perder…

    El golpe seco retumbó en toda la habitación y a este le siguió un espectral silencio. Contra todo pronóstico, Harley no comenzó a armar un escándalo ni a chillar como siempre, limitándose a llevarse una mano hasta su inflamada mejilla.

    May pasó a un costado del hombre de cabellos lavanda, como si no existiese más, y se inclinó para poder coger su ropa tirada en un extremo bajo la cama. Con algo de torpeza, más por la debilidad de su cuerpo que cualquier cosa, se puso de vuelta la ropa interior y el vestido; tuvo varios problemas con el cierre y al ver que con su poca coordinación no iba a poder optó por dejarlo a media espalda. Tras ponerse las zapatillas, tomó la bolsa que estaba colocada sobre una de las sillas sin revisar su contenido; total, casi no llevaba dinero y lo único que deseaba era largarse a toda prisa.

    Su mente estaba como puesta en piloto automático para cuando ya estaba sujetando el pomo de la puerta. Quizá por eso no gritó de sorpresa al sentir el fuerte agarrón de muñeca que Harley le dio, ni por el terrible empujón que usó para voltearla y someterla contra la madera.

    —Tú…

    Apretó con violencia, sin parecer importarle si la estaba lastimando o no. Estaba tan impactada que no fue capaz de gritar, forcejear ni mucho menos poder escapar. Estaba desquiciado.

    —Tú… querías… esa mierda…

    Su voz trastabillaba con cada letra que pronunciaba y sus manos temblaban sin control.

    —Tú… ¡¡Tú!!

    Se encontraba cabizbaja evitando a toda costa verlo a la cara, no pensaba darle más la satisfacción de que la viese llorar; ya estaba derrotada pero no iba a dejar que le diese el golpe de gracia. Si era necesario, se iba a morir luchando.

    —Es… tu… jodida… culpa…

    Aquello no se lo esperó y no sólo la sorprendió. Tenía que ser una asquerosa broma. Su culpa… ¡¿Su culpa?! Él… él y nadie más que el la había emborrachado para… usar su cuerpo… ¿y tenía el atrevimiento de decir que…?

    —Tú… lo querías… incluso… más que yo…

    Por una fracción de segundo quiso reír. Quería que esa risa se estampase en su cara, que le penetrara los oídos, que el ruido se lo follase hasta que el estruendo de su burla lo volviese loco. Tristemente, no pudo hacer nada más que forcejear.

    Lo intentó, por lo más sagrado que lo intentó. Hizo lo posible por lanzarle un manazo, una patada, incluso por morderlo. En cada intento fallido se le iban las fuerzas y la vida gota a gota de sudor que derramaba. Tenía las pupilas dilatadas, la garganta cerrada y su cuerpo no dejaba de temblar. Por primera vez sintió que su vida verdaderamente peligraba. Sintió sus uñas clavándose en sus muñecas quizá con la intención de ser como navajas y terminar con aquel sinsentido de una vez por todas.

    No supo exactamente qué movimiento realizó para lograr separarla de la puerta y aventarla justo a la cama. De nuevo a ese maldito lugar, un maldito deja-vú que se negaba a desaparecer y que la condenaba a vivir aquella escena una y mil veces: ella ante su merced, ella queriendo luchar; él imponiéndose como lo había hecho en aquel concurso y hacía siempre que quería tener la razón. Sus manos seguían inmovilizadas y pronto no pudo mover el resto de su cuerpo. Todo pasó rápido, su cuerpo ni siquiera lograba asimilar el cambio de posición; sintió un mareo horrendo, seguía débil, con nauseas… veía manchas de colores alrededor del techo, revoloteando como diablillos alrededor de ella… criaturas abismales que venían a arrastrarla al infierno, a ese que estaba próximo a ella… podía olerlo… el humo del cigarro que emanaba de sus fauces, el aliento cálido y ácido que expedía a la altura de su cuello…

    De donde provenía una risa rota, hueca y espectral.

    —¿Crees… que no sé lo que estás pensando, enana? —Su respiración era tan pesada que sus palabras apenas y eran entendibles— “Es todo culpa de Harley” ¿me equivoco? —Podía sentir que sus manos temblaban y que todo su cuerpo de estremecía al ritmo de su entrecortada voz— No importa lo que pase… tú… sigues siendo la misma chiquilla tonta de anoche.

    Acercó su rostro al suyo al punto en que ni siquiera podía verlo con claridad.

    —¿Sabes qué, May? De verdad estoy harto, lo digo en serio. Dime… ¿tienes idea de todo el tiempo que pienso en ti?, ¿de que todo mi esfuerzo se va en acciones que tienen que ver contigo? ¿del tremendo estrés que me provocan tus infumables presentaciones con puntuaciones casi perfectas?

    Lentamente se dirigió a su oído; podía sentir algunos de sus mechones invadiendo todo su rostro. Suave y pausado, comenzó a susurrar:

    —¿O de lo duro me lo pones cada que te fantaseo? —Tembló, le había bastado captar la dirección que su monólogo estaba tomando para sentir auténtico terror de muerte—. Sometiéndote justo como te tengo ahora —carcajeó entonando una alegre tonada. Ella se limitó a cerrar los ojos—, fornicándote como si no hubiese mañana… mientras lloras a lágrima tendida que me detenga… gimiéndome como una puta… suplicándome más… y más… hasta que tengo un jodido orgasmo de ensueño… convenciéndome que eres mía y de nadie más.

    La breve risa que soltó se apagó tan pronto comenzó.

    Sintió toda la cama temblar a causa de la fuerza del azote que dio con sus brazos estrellando los suyos.

    —¡¡¿Y crees que es gracioso?!! ¡¡¿Lo crees, May?!! ¡¡¿Acaso me ves riendo ahora mismo?!!

    Tenía a cabeza ladeada y hundida en la sábana, con la mirada y la mente perdida. No sabía cuál era la expresión de su rostro, sólo podía guiarse por su voz. Harley realizó una pausa mientras trataba de recuperar el aliento.

    —Quiero… terminar con todo esto de una vez…

    Inhaló profundamente y apretó los dientes ante el temor de lo que estuviese planeando.

    —¡Es tan fácil! —Se decía como a sí mismo intentando sonar convincente y enérgico— Debería… basta con que…

    De nuevo, volvió a sentir un escalofrió, mas no propio. Era como si las emociones de Harley trasminaran su cuerpo hasta depositarse en su propio corazón.

    —Y aun así…

    Dejó de sentir todo el peso del mundo sobre sus muñecas; se sintió tan libre que por un momento creyó que podría escapar volando de ahí.

    —No… puedo.

    Lentamente retiró sus manos y sus piernas dejaron de rodear las suyas.

    —No puedo.

    Casi sonó como si intentara reírse, pero el gimoteo era tan lastimero que le dolía.

    —No puedo… ¡No puedo! ¡Por qué, mierda! ¡Por qué! ¡Me da asco todo esto! ¡¡Me da asco pensarte, me da asco que vivas en mi mente… me da asco que por más que lo intente…!!

    Sonaba como si él fuese el que hubiese vuelto todo el intestino en el baño; casi como él, por alguna extraña razón, fuese la víctima de toda esa estupidez.

    —Por un momento creí que… tú… me hiciste creer que… ¡Ja, me siento verdaderamente estúpido! ¡¿Cómo… pude tragarme las palabras de una mocosa medio ebria?!


    ¿Qué… le había dicho?

    Intentaba recordar…

    —Ansiaba tanto oír esas palabras saliendo de ti. No me importaba nada más, ni siquiera el saber que me estabas mintiendo…

    ¿De qué habla?

    ¿Ella en qué le mintió?

    ¡ÉL la engaño!

    ¡Él…!

    —Porque hoy despertaría y tú no estarías más ahí, serías parte de un lindo sueño, May. Con todo ello, no sé cómo, te las apañaste para hacerme creer que seguías aquí… que de verdad… Dioses, sí que lo eché a perder esta vez…


    ¿Por qué… por qué hace eso?

    ¿Es parte de su plan?

    ¿Por qué está jugando a la víctima? Ella no…

    —Siempre… lo echo a perder cuando se trata de ti. ¿Estás contenta ahora? ¿Es lo que querías oír? Tú… siempre quisiste esto. Sí, esto… era lo que en verdad deseabas.

    Nada de eso tiene sentido.

    Pero duele… duele mucho.

    La primera cayó sobre su mentón, la segunda un poco más cerca de su mejilla y las siguientes llovieron como un rocío matutino el jardín de su rostro. Gota a gota se formó un pequeño río de lágrimas que por derecho debían ser suyas. Pese a todo, tomó la fuerza para ladear el rostro y verlo.

    Lloraba.

    No como otras veces que le había fingido lágrimas, ni cuando estaba tan atacado de la risa que se ponía rojo y lagrimeaba un poco intentando recuperar algo de aire.

    —Mírame. ¿Vas a reírte ya, May? Como sé que siempre haces, cuando crees que no puedo verte. Anda, hazlo, te juro que ya no me voy a enojar. Dime que soy un perdedor de frente como seguro lo haces estando con Drew y Solidad; vamos, que no te dé pena. Ah, y que no se te olvide sonreír bien grande… mientras… lo dices…


    Cállate.

    —Igual que esos niños; igual que esos idiotas de Portual; igual que todas y cada una de las personas a las que me he enfrentado como coordinador. ¿Por qué iba a pensar que tú eras… diferente?


    ¡Cállate!

    —Tú… siempre te interpones en mi camino… y cuando quiero derrotarte… siempre buscas el modo de hundirme con esa asquerosa sonrisa y esa falsa actitud de niña buena… y por más que luche y luche… yo… yo…


    ¡No! ¿¡Por qué pensaba que hacía eso para lastimarlo!?

    —¡Tú eres la que no tiene la decencia para decirme que me odias! ¡Tú eres la que no quiere aceptar que siempre me vas a ver como el causante de tus desgracias! Tú… eres la que sigue atormentándome cada noche en mis pensamientos, recordándome que jamás podrás verme a los ojos y decirme que…

    Por fin despegó sus manos de la sábana para llevarlas hasta su rostro e intentar cubrir la misma desnudez que momentos antes ella poseía…

    O quizá no para esconderla, sino para sopesarla porque nadie, más que él mismo, podía entender la tristeza que llevaba dentro. Lo miraba y seguía sin comprender nada: ¿cómo había logrado darle la vuelta a la situación? Se sentía un monstruo desalmado capaz de usar a la gente a su antojo para conseguir fama y gloria. Lo escuchaba gimotear, despechado y desesperado por poder respirar y recuperar el habla.

    —¡Lárgate, May! ¡No quiero volverte a verte en lo que me resta de vida, ni en los concursos ni en ningún otro lado! —gritaba dramáticamente, mucho más de lo usual—. ¡Ya ni siquiera me importa si tardo otros seis jodidos años en ganar una maldita copa! ¡Lo que sea para no tolerar tu horrendo rostro!

    Era libre, le bastaba con levantarse de la cama, andar al extremo de la habitación, volver a girar la perilla, salir y azotar la puerta. Nunca más lo volvería a ver. Si lo hacía…

    Harley tenía la potestad de chismearle a medio mundo que habían tenido sexo y que ello lo tenía sin cuidados. Pero a ella le bastaba contestar que aquel acto… no le había significado nada; le seguiría la corriente de que aquello fue algo casual, insignificante. Y que él, al enterarse, se le partió el corazón. “Pobre tonto, ¿de verdad creyó que iba a caer rendida a sus pies?” El público estallaría de risa y no le quedaría de otra más que huir como rattata despavorido. ¡La venganza perfecta de todos los malos ratos que le causó!

    No obstante, entre más se alzaban sus palabras…

    —¡Diles a todos que Harley sólo sabe llorar como una niña, como el maldito marica que es!

    Más se escuchaba a ella misma minutos atrás agonizante en el baño; el eco remanente de su llanto durante la fiesta al descubrir que el Drew que idolatraba no era más que una fantasía y, a la distancia, una voz espectral que se materializaba en ella como una niña llorando cuando su madre la confundió con un Tentacool, cuando su hermano había roto por accidente su pokémon favorito de peluche, la primera vez que perdió una batalla pokémon y creyó que jamás podría superar las expectativas de su padre y aún más su primera derrota en un festival al creer que nunca sería buena en eso.

    Y sintió una enorme repugnancia por el pensamiento anterior.

    —Sólo… quiero que me dejes en paz… y que mi vida vuelva a ser lo que era antes… Yo y mis bebés… nadie más… nadie más…

    Estaba contemplando todo desde un espejo de feria donde May era Harley y Harley era May, donde Harley siempre era el coordinador malo y May la niña buena a la que hacía llorar. Donde las imágenes se alternaban una a una: May, Harley, May, Harley… hasta el punto donde las dos eran una.

    No tardó en darse cuenta que aquel espejo en realidad era un reflejo de su realidad: de lo mucho que le dolía verlo así para darse cuenta de lo que ella tenía de monstruo y del poco amor que había experimentado Harley en su vida.

    Ese mismo dolor le hizo alzarse hasta ponerse trabajosamente de rodillas sobre el colchón y acercarse. Antes de tocarlo, la asaltó una imagen borrosa del él, con la cabeza escondida entre las piernas, pasmado y asustado. Seguía extrañada por lo condenadamente similar de la situación y se cuestionaba si no estaba condenada a revivirla por siempre.

    Fuese una memoria o un sueño, de algo sí estaba segura: estaba lúcida. Podía elegir irse, olvidar y pretender. Era una segunda oportunidad, sin engaños, sin tener a nadie a quien culpar; la decisión que tomara sería suya y de nadie más.

    Extendió sus brazos suavemente hasta ponerlos sobre las palmas bañadas en lágrimas de Harley. Tardó en reaccionar y, cuando lo hizo, fue para intentar apartarla violentamente; se sacudía para quitársela de encima a la par que gimoteaba que no lo tocara, que se muriera incluso… hasta que por fin se detuvo.

    Harley tenía la cabeza hundida en su pecho, con las manos agarrando firmemente sus hombros. Ella podía sentir con claridad sus lágrimas, escuchar cada uno de sus desgarradores sollozos y ver cómo su espalda convulsionaba ante el dolor y la falta de aire. Tardó unos segundos en darse cuenta que ella tenía sus manos alrededor de su nuca, medio escondidas entre su larga cabellera, y tardó aún más en comprender que ella había hecho el movimiento.

    No se preguntó por qué estaba siendo tan condesciende con el coordinador, porque le dolía tanto su desconsuelo que dejó de sentirse mal por el suyo. Lo abrazó tan fuerte y envolvente como pudo, mientras él se acoplaba a su forma para aceptar con ávida necesidad aquella muestra de empatía que, seguramente, ni aunque su vida dependiese de ello sería capaz de mostrar por su cuenta.

    Tampoco le dijo nada porque tenía la garganta resquebrajada, el corazón roto y su mundo desecho. Lo abrazaba no por darle consuelo, sino para pedirle perdón; perdón por no haber visto que ambos eran víctimas de un juego cruel que ponía en contra a aquellos que, en otras circunstancias, hubiesen podido ser buenos amigos y compañeros.

    Con dificultad, tanteó levemente con las manos hasta para levantar su cabeza, posarse sobre sus pómulos para limpiar sus lágrimas con los pulgares y besarlo con gentileza en los labios; un beso suave y delicado, apenas tocándolo. Levantó la mirada para toparse con sus ojos hinchados y enrojecidos como el resto de su cara; parecía un niño que acababa de hacer un berrinche más que el de uno perdido y aterrado. Eso le dio ternura y la hizo sonreír; él notó el gesto, inflando levemente sus mejillas como el Wigglytuff que poseía en forma de protesta. Sintió la enorme necesidad de besarlo nuevamente y así lo hizo: lento, pausado, silente, con mucha dulzura.

    Harley no reaccionó regresándole el gesto, como el efímero amante de gestos apasionados y labios ardientes que vagamente recordaba —o suponía— de la noche anterior. Lo absorbió todo, toda esa necesidad de cariño cual vórtice de vacío. Quería ese beso, lo quería y quería que fuese sólo para él, de su única May. Podía sentir más allá del cuerpo la enorme desesperación que cargaba consigo y que pedía a gritos ser calmada con… amor.

    Amor: aquello que les había sido negado y les pertenecía por derecho. Ese mismo que, contra todo lo que siempre imaginó, nunca pudo encontrar en los escenarios, pero sí en sus gestos y su tacto. Aquello que él parecía buscar desesperadamente en la cama sin hallarlo porque, al igual que ella, había perdido la fe de encontrarlo en las competiciones.

    Y si… ¿Y si aquello había sido hecho con amor?

    ¿Y si el amor no era como ella lo imaginaba y era algo más complejo y abstracto que llegaba de diferente manera?

    —Harley —exclamó dulcemente— lo de anoche…

    Apenas empezó a mover los labios, el hombre de cabellos lavanda reaccionó aferrándose a ella. Muy para sus adentros comenzaba a sentirse extasiada por la forma en que sus cuerpos se entrelazaban.

    —¿Qué fue lo de anoche?

    Se negaba a responder con palabras, incluso parecía que cada letra le producía un poco más de miedo.

    Pero ella quería una respuesta.

    —Harley… ¿me quieres?

    Hubo más silencio. Para ese instante más parecía un Seviper enredando a su presa que una inofensiva cría buscando el cobijo de su madre. No iba a aceptar eso como su última palabra.

    —¿Me quieres?

    Fue ahí cuando una lágrima se le escapó contra su voluntad porque en realidad tenía miedo de la respuesta. Un sí era aceptar que su comportamiento había estado mal. Uno no, la destruiría por completo.

    Harley no ayudo mucho con su reacción al comenzar a temblar, la respiración se le entrecortaba y lo sintió transpirar horrores. Estaba aterrado, tanto como ella.

    Volvió a preguntar y fue en ese instante que por fin despegó su rostro de su regazo para mirarla a los ojos. Y vio tanta tristeza reflejada en aquellos cristales ahumados que no pudo evitar romperse en mil pedazos sabiendo que ahí no existía la esperanza y mucho menos el amor.

    Súbitamente no pudo gimotear más a causa de los labios de Harley tomando con desesperación los suyos; un beso que le arrancaba las memorias de un lugar hermoso donde todos los sueños se volvían realidad. Sin embargo, aquello no era un sueño, era real, tan real como el hecho de sentir el corazón a punto de estallarle y la cabeza por implotar. Le dolía el cuerpo, seguía mareada y estaba terriblemente agotada, pero aquello no se interponía para disfrutar aquel magnifico beso que despejaba todas sus dudas.

    Sí, la quería. Harley podría maquillar mucho la verdad mas no mentía en lo más elemental. La culpa comenzó a escurrírsele del cuerpo conforme el beso se volvía cada vez más profundo, con sus brazos rodeando su cintura.

    Apenas se despegaron unos instantes fue ella quien se mostró vulnerable y pequeña. ¿Qué iba a responderle? ¿Qué sentía ella? Todo era nuevo y diferente a como siempre lo imaginó y, por sobre todo, tenía miedo de equivocarse como lo había hecho con Drew.

    No era él quien tenía que darle una respuesta.

    Si lo hacía, debía ser con toda la certeza del mundo, bien firme de su decisión y no volver a mirar atrás.

    Sus labios resecos volvieron a unirse, aunque ardiesen. Él no hizo más que arquear la espalda para sentir sus labios surcando su piel. Antes de darse cuenta, Harley la sujetó y con su peso terminaron ambos de costado sobre la cama. La necesidad de sentirse los hizo atarse de piernas y mientras buscaban acomodarse, Harley hundió su cabeza a la altura de su cuello.

    Ella entrecerró los ojos y dejó reposar su barbilla sobre la coronilla del abatido coordinador. Su mano libre comenzó a recorrer lentamente por su hombro; podía sentir cómo se contorsionaba con cada minúsculo toque además de escuchar con claridad sus balbuceos y suspiros. Todo eso le hacía sentir tranquilidad, misma que deseaba transmitirle frotando su mejilla contra su linda cabellera.

    Así, mientras él descansaba cómodamente en su regazo, ella comenzó a deslizar su mano por sobre su espalda, al compás de su respiración comenzó a acariciar y masajear, ejerciendo un poquito más de presión cada vez.

    Bajó un poco…

    Cruzó sus dedos por el sendero bajo y al frente sin prestar mucha atención al sentido o la dirección, guiándose únicamente por las respuestas que su cuerpo le daba. Y continuó hasta que sus espasmódicas risitas y gentiles suspiros cesaron de golpe, dándole la impresión de que esta vez había metido la pata.

    No tan equivocada, bajó la mirada para ver dónde tenía la mano. Se ruborizó y por reflejo hizo el movimiento de quitarla; entonces le miró. Harley se veía serio, condenadamente serio… pero de ningún modo molesto por la acción. Se quedó esperando por un regaño que no llegó y dentro de su cerebro algo gatilló.

    Volvió a poner la mano muy lentamente en ese lugar. No se sentía exactamente como vagamente recordaba de la noche anterior, en realidad, aunque la tela del pantalón era bastante delgada, apenas y podía sentir diferencia.

    Su rostro fue cambiando y vio en el gesto un extraño acto de complicidad. Entonces, posicionó su mano derecha con firmeza sobre la suya mientras que con su cuerpo y la otra mano bajaba un poco del pantalón para que nada interfiriese en su dicha.

    Los ojos de May, más que en el punto evidente se encontraban deambulando de un extremo de la cama al rostro de Harley, mientras que sus oídos se encontraban atentos por si llegaba a decir que se detuviese o que lo estaba haciendo mal. Los del coordinador, iban de su entrepierna a la cara de May, también a la espera de ver un gesto de incomodidad, de desagrado o desprecio.

    Pero ambos supieron que ya nada en este mundo los haría cambiar su decisión al sentir ese calor que empieza en la intimidad y terminaba trasmutando en algo mágico dentro del corazón. Además, las caricias venían acompañadas con el contacto de sus cuerpos en un compás lento y casi calculado.

    Aún con el vestido mal puesto y sin cerrar del todo, le excitaba la forma en que Harley pasaba sus manos por sobre todo su cuerpo, haciéndola sentir más hermosa con la ropa que sin ella. Sin embargo, tenía que aceptar que encontraba cautivador admirar la desnudez del cuerpo humano; así que por un momento frenó lo que estaba haciendo para cambiar de postura, le costó un poco zafarse del agarre mortal de Harley que no la dejaría escapar a ningún lado, pero cuando entendió que no saldría volando a ninguna parte la soltó para dejarla actuar.

    Estando ahora ella encima, pudo apreciarlo mejor, incluso con el rosto demacrado y enrojecido, aun con el cabello hecho un desastre y enredado alrededor de sus muñecas, ver su torso desnudo, posar su mano por su terso vientre y desearlo aplastadoramente como el hombre afeminado que era.

    Y aunque triunfal sobre la cima del mundo, el nuevo mundo que él le había otorgado, se dejó caer no con tanta suavidad sobre su pecho, cansada, abatida por el hambre entremezclada con las náuseas de no tener nada en el estómago y hastiada por seguir luchando contra sus miedos internos.

    Apretó levemente su puño sobre su piel, a lo que él respondió tomando sus manos entre las suyas. Ya sin verlo, como sumida en un sueño, volvió a preguntarlo:

    —Harley… ¿Me amas?

    La respuesta no llegó con palabras, sino con sus manos separándose por un instante para deslizársele por los costados, por debajo del vestido hasta llegar a su ya bastante mal acomodada prenda interior. Se estremeció un instante en lo que el parecía tomar posición a ciegas, guiado únicamente por el tacto y el enorme deseo de sentirla, de hablarle con ese idioma nuevo del cuerpo.

    Entonces, tras unos instantes, por fin lo sintió. No dolía en lo absoluto ni era como en algunas acaloradas noches lo había fantaseado. No hubo esos gritos de película nocturna ni gemidos espectrales, sólo una bocanada que se le escapó al momento que Harley encontró una mejor posición. Sintió una enorme calidez en su interior y un indescriptible placer en cada uno de sus limitados movimientos…

    —H-har…le-y…

    Sentir lo más intimo de su cuerpo y lo más recóndito de su ser. Sentir algo que seria de ellos para siempre…

    Y sentir que al terminar estarían empezando algo nuevo, que si les daba la gana podrían repetir mañana, pasado o la semana entrante porque ahí estarían el uno para el otro apoyándose, pasándola bien y queriéndose.

    El mismo cuerpo le hizo adoptar una postura más erguida haciendo que la penetración fuese más profunda, cosa que él agradeció con un poderoso suspiro. Casi en completa calma, como una mera ocurrencia, comenzó a deslizar lo más que pudo su vestido hasta quedar con los pechos complétame expuestos. No supo cómo catalogar la reacción de Harley que evidentemente estaba sorprendido, pero no pacería completamente enajenado. Arceus, ¿qué se pensaba ella?, ¿que era la primera vez que se veía un par? Obvio no. De todos modos, sonrió pensando en la estúpida posibilidad de que por fin ser talla grande le serviría para algo bueno.

    Harley no dudó en aceptar el ofrecimiento. Estaba tan sensitiva que apenas el primer roce la hizo jadear y alzarse. Joder, qué bien se sentían sus manos apretándola y apenas comenzó a moverse de arriba abajo con nueva vitalidad entendió porqué el sexo era esa cosa tan maravillosa que todos los mocosos querían probar apenas pudiesen.

    Le encantaba cómo la tocaba, cómo se deslizaba por su piel, cómo la hacía vibrar en el punto más sensible… cómo la devoraba con la vista y comenzaba a hacerlo jadear y estremecer; su cuerpo podría ser el deleite de cualquier hombre como ya lo había visto —con desagrado— antes en algunas presentaciones pero para Harley ella estaba lejos de ser un par de tetas andantes, para él nunca dejaría de ser su principal rival y antagonista de su vida… su delirio, su todo.

    Nada le hubiese gustado más en ese momento que hacerlo ver estrellas pero la falta de experiencia y resistencia le hizo parar en seco y retirarse ante el ardor en su intimidad.

    Pensó en disculparse por no haber aguantado más, pero a Harley pareció no haberle importado porque en ese instante se levantó de rodillas para poder colmarle el rostro de besos como político en campaña, exagerando cada uno de sus gestos, remarcando cada uno de los “muak, muak” que hacía. Le daba algo de risa, pero es que así era él de verdad y si no hiciera de cada una de sus reacciones todo un espectáculo no sería el Harley que conocía de toda la vida y al que recién quería más que a nada en el mundo.

    El acto le había parecido tan lindo y tierno que ni se dio cuenta de en qué momento volvieron a quedar unidos por la carne, fundiéndose en un abrazo profundo.

    Lentamente sostuvo su rostro, quitando todos los cabellos desarreglados que le impedían ver su cara.

    —May…

    Comenzó a moverse de nuevo.

    —Te necesito.

    Un poco más fuerte en cada vaivén.

    —Cariño… por favor.

    Sus manos comenzaron a temblar…

    —Mi galletita… M-ay…

    Para saltar estrepitosamente hasta su lumbar y jalarla hacía él.

    —N-o medejespo…r favor… qu-edate…

    Estaba demasiado ensimismada como para responderle con palabras, así que se aferró a él con la misma fuerza.

    —Noquierov-olver a… sertir-mesol-o, May…

    Lentamente cerró los ojos...

    —M-ay… ahh… May…

    Apoyándose en su hombro, hundiendo la cabeza en la melena púrpura, escuchando una plegaria que creía haber escuchado más de una vez en las últimas horas.

    —Qu-edat-e… T-te necesito…

    Un lamento jadeante que jamás pensó oír de su boca. No con tal sinceridad y tristeza.

    —N-no… t-ee…

    No podía soportar escucharlo tan adolorido, tan fuera de sí. Tenía que hacer algo, algo que sólo ella y nadie más pudiera hacer...

    —… vayas… mi… M-ay…

    Abrió los párpados de golpe. Sintió cómo un incontrolable fulgor de fuego penetró por la parte baja, esparciéndose por todo su cuerpo; cual candente llama para darle claridad a su mente y encender el coraje de su espíritu.

    De forma lenta, levantó su rostro separándolo del cuerpo de Harley lo suficiente para verlo; agotado, demacrado... asustado...

    El tiempo no tenía lugar en aquel espacio lleno de oscuridad. Tragó saliva.

    Alcanzó a ver los sorpresivos ojos de Harley antes de cerrar los suyos. Se había acercado tímidamente hasta que sus labios se toparon con los ya completamente resecos que le pertenecían a él. Hizo presión, despacio y dulce... pero lo suficiente para lo que ella lo considerase la liberación de toda la pasión acumulada durante el acto.

    La demostración de que habían hecho el amor.

    De que su amor era real.

    Harley lentamente cedió y contestó dejándose llevar.

    Volviéndose dos masas inertes cayendo en el abismo.

    Transmutándose en la luz que vencería a la oscuridad.

    Una luz capaz de purificar todo a su paso, de borrar el pasado tormentoso e iluminar un futuro lleno de esperanza y cosas buenas. Vio la imagen de un Cacturne al que podía abrazar sin espinarse y que era tan suave como su Skitty y, aún así, tan fiero como Blaziken si era que alguien quería destruir su pequeño mundo feliz.

    Rodaron.

    De un lado al otro.

    Como en un campo de flores, en el paraíso.

    Si sus labios no estuvieran ocupados, reiría a carcajadas. Su sueño de pequeña hecho realidad.

    Se separo de él, por primera vez en mucho tiempo, completamente segura de lo que tenía que decir.

    Juguetonamente rio y posó una de sus palmas en la mejilla de Harley, acariciando suavemente.

    —No voy a irme… quiero estar contigo. Y sé que tú también lo quieres.

    Harley aún no terminaba de recuperar el aliento y le tomó bastante más tiempo poder comenzar a susurrar.

    —¿Lo prometes?

    —Sí, lo prometo… mi amor.

    Gimoteó al escuchar esa palabra hasta que una lágrima más le rodó por su rostro. Y a esa le siguieron muchas más.

    —Te amo, May. Te… amo, mi linda galletita de jengibre.

    —Y yo a ti… mi querido… Cacturne-boy.

    No importaba qué retos tuviesen que enfrentar de ahora en adelante, pero tuvo la certeza de que, juntos, lo lograrían y que su amor bastaba para superar los malentendidos del pasado.

    Que, a final de cuentas, el amor sí lo curaba todo.

    Y que ese amor… duraría para siempre.

    —Por siempre, Harley…

    —Para siempre… May.
     
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    Momento que soy lenta... ¿Esto fue cuando lo hicieron por primera vez? Odio los saltos de tiempo, me marean.

    Ver a Harley vulnerable era algo que no me esperaba para nada. Es como si los roles se hubieran invertido de un momento a otro y se viera a May como la malvada mosquita muerta y a Harley como una pobre víctima.

    No quiero sonar impaciente, pero lo que más me gustaría sería ver cuando May y Harley se encuentren otra vez.

    Saludos
     
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