Lágrimas en la Lluvia

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por freak sakura, 26 Agosto 2008.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Cmmv

    Cmmv Entusiasta

    Libra
    Miembro desde:
    24 Marzo 2007
    Mensajes:
    176
    Pluma de
    Escritor
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Seguimos contigo freak sakura... Debo decir que tu fanfiction me gusto muchisimo, escribes bastante bien. Me gusta sobre todo como se va desarrollando la historia y la trama de la misma, sin embargo hay ciertos detalles o mejor dicho mañas que debes ir corrigiendo y eliminando poco a poco. Observe tambien por ahi una que otra falla ortografica, pero nada grave todo eso se puede solucionar y por supuesto para eso estamos. ;)

    Del resto todo bien, la historia me encanta quiero saber que es lo que sucedera en el siguiente capitulo. Ah y tambien debo decirte que tienes esa habilidad grandiosa, no la desperdicies, aprovechala al 100%.
     
  2.  
    freak sakura

    freak sakura Guest

    Título:
    Lágrimas en la Lluvia
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    6286
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Hola chicas muchas gracias por esperar tanto tiempo, perdonen el retraso uno fue debido a que me retrasé en enviarle mi capitulo a la que ahora es mi Beta, muchas gracias por el beteo Pami, y bueno después hubo un retraso pues el cap era largo y tenía varios errores que me fueron corregidos así que después de mucho tiempo aqui les traigo la continuación de mi historia. Saludos a todas y kisses de chocolate para que les endulce la vida.

    CAPITULO 7 “LA TRAICIÓN DE INUYASHA”

    InuYasha veía la luna, pensaba en lo que le había hecho a Kagome ahora ella le pertenecía a su hermano. Ella se había entregado por voluntad a Sesshoumaru, pero no lo permitiría sólo él la podía proteger, porque la conocía de más tiempo, había sido el primer amor de la chica, porque la amaba y estaba seguro que en lo profundo del corazón de Kagome ella aún lo amaba.

    -Te recuperaré Kagome, aún si tengo que vender mi alma al demonio -decía InuYasha contemplando la luna, sacó a colmillo de acero de su funda y lo clavo en la tierra–. Juro por la sangre de youkai que corre por mis venas que recuperaré a Kagome y mataré á Sesshoumaru. -Juraba InuYasha mientras hacía un corte en la palma de su mano y la sangre manchaba la hoja de acero de Tessaiga, la espada palpitó, la sangre de InuYasha era absorbida por la hoja de acero en señal de aceptación de aquel pacto.


    -InuYasha. -Aquella voz era la de Miroku–. Tenemos que hablar.

    -¿Qué quieres Miroku? –pregunto hastiado al ver como se acerca a mi con una venda en la mano
    -Primero curemos esa herida que has hecho -me dice jalando mi mano, con cuidado limpia la herida con un poco de agua que llevaba en una pequeña bolsa de cuero y vendando la herida.
    -Gracias -respondo apretando mi mano para aflojar un poco la rigidez de la tela.
    -¿Por qué lo hiciste? -me pregunta.
    -¿Qué cosa?
    -Intentar violar a la señorita Kagome después de que ella te dijera que ya no te ama. - Maldito así que lo sabías pensé mientras mis ojos reflejan la ira al recordar lo que sucedió la noche anterior.
    -Ella aún me ama, solamente está confundida -le digo con frialdad.
    -La señorita Kagome ya eligió a Sesshoumaru y por lo que dijo hoy en la tarde ella se entregó a él por voluntad propia -Me dice sentándose en la hierba–, tienes que aceptarlo como ella aceptaba que tu estuvieras con la señorita Kikyô. A pesar de lo que ella intento hacerle y que tú no le advertiste te perdonó y tú la traicionaste de esa manera. -Maldito ¿cómo te atreves a juzgarme? Pensé apretando mis puños y siento como la sangre humedece el vendaje recién hecho.

    -No eres nadie para decirme que hacer, si mal no recuerdo eres tú el que se la vive pidiéndole a cuanta mujer hermosa que ve que tenga un hijo contigo -le reprocho con saña.

    -Pero yo nunca he traicionado el amor que siento por ella, aunque sé que no me corresponde, aunque sé que sabe que bromeo con las demás mujeres, nunca he intentado propasar la raya que ambos hemos marcado -Me explica con tranquilidad.
    -Eso es porque eres un idiota que no se atreve a dar el primer paso, pero ¡Yo no soy como tú!, yo peleare por el amor de la mujer que amo -digo con rabia.
    -¿La mujer que amas, dices? -Posa su mirada azul cobalto en mis ojos dorados escudriñándome–. Pero si hace poco jurabas amar a la señorita Kykiô con locura, hace poco decías que irías con ella al mismo infierno y ahora sales con que estas enamorado de Kagome por favor InuYasha no me hagas reír tu comportamiento es igual que el de un niño pequeño que siempre tuvo un juguete al que nunca apreció y ahora que llegó alguien más y se adueño de él lo quieres de regreso.
    -¡Bastardo, tu no comprendes! -grito molesto sin apartar mi mirada de él.
    -Comprendo mejor de lo que te imaginas -me dice volteando su rostro al cielo estrellado–, deja de comportarte de esa manera o te quedarás solo -Sin más se levanta y se dirige de nuevo a la cabaña de la anciana Kaede.

    No los necesito, no necesito a nadie yo solo puedo, recuperaré los fragmentos de la perla y me convertiré un youkai verdadero; seré yo quien con estas manos derrote a Naraku y entonces podré reclamar a Kagome como mi mujer, ahora que la marca está completa no puedo hacer nada pero si me convierto en un demonio completo podré borrarla, podrá ser mía para siempre, como debió haber sido, mía sólo mía. Escucho un ruido extraño como cadenas y espadas chocando, alguien anda cerca; es el aroma de un youkai. Corro y salto árboles a todo lo que mis piernas me dan para llegar a su encuentro, una mujer está parada sobre el lago, flotando sobre él, con la luna a sus espaldas, como si me llamará me acerco a ella y pronto camino sobre el agua sin siquiera darme cuenta.


    -Bienvenido InuYasha, hijo de InuTashio, poseedor de Tessaiga -me dice una chica de largos y hermosos cabellos rojo fuego y ojos verdes aguamarina, lleva una vestimenta parecida a la mía pero de color vino los pantalones son ceñidos y la blusa deja ver parte de su pecho, donde puedo ver una marca, un kanji que no alcanzo a distinguir del todo me ha dejado a una distancia prudente de ella.


    -¿Quién diablos eres?- pregunto molesto al ver como la chica sonríe

    -Mi nombre ahora no tiene importancia, dime ¿aún deseas ser un youkai completo? -Me pregunta la maldita con una sonrisa prepotente en los labios acercándose a mi.
    -Claro que aún lo deseo. Ahora más que nunca quiero ser un demonio completo, deseo vengarme de quien me arrebato a la mujer que amo. -Le digo mientras clavo mis dorados ojos en ella.
    -Entonces haz el pacto que esa humana hizo con Sesshoumaru-sama -me dice mientras corta su muñeca y la sangre comienza a caer en pequeñas gotas mezclándose con el agua del lago–, Bebe y serás como yo -me dice extendiendo la muñeca.
    -No lo necesito -Le digo mientras golpeo la mano y la alejó.
    -¿Pero es que acaso no quieres ser un youkai?, esta es la forma más rápida -Me dice mientras vuelve a poner su brazo frente a mi.
    -No quiero -Vuelvo a decirle y cubre la herida con la otra mano y la sangre deja de fluir.
    -Entonces ven conmigo -Me dice mientras toma mi rostro entre sus mano.
    -¿Por qué?
    -Por Tessaiga y sino puedo atarte a mi por el pacto de sangre entonces te obligaré a venir conmigo.
    -Sueñas maldita
    -Mi nombre es Ritsuka y puedo lograr que te hagas más fuerte de lo que eres ahora y podrás recobrar a la mujer que amas y yo podré tener al youkai que deseo -me dice mientras roza con sus labios mi oído–. Ven conmigo InuYasha. -Y siento como Tessaiga palpita dentro de su funda.
    -¿Tessaiga? -me alejo de ella y desenvaino mi espada, y la hoja está sangrando.
    -Tu sangre -Dice esa mujer llamada Ritsuka–, hiciste una promesa con tu espada y ella esta respondiendo-
    -No entiendo, ¿qué le sucede a Tessaiga? -con sus uñas vuelve a hacer un corte en su muñeca, en el mismo lugar donde estaba la anterior que en un instante dejó de sangrar ahora vuelve a hacerlo
    -Yo lo ayudaré Tessaiga, si eses es tu deseo yo lo cumpliré -le dice a mi espada mientras veo como cae su sangre mezclándose con la mía en la hoja de acero
    -¿Qué quieres decir con eso? -pregunto al ver como la espada vuelve a absorber mi sangre y la de Ritsuka, la hoja se torna roja y después se vuelve oscura.
    -Ella fue quien me llamó, por eso estoy aquí para cumplir el deseo de Tessaiga. Ella quiere cumplir la promesa que has hecho -me dice mientras veo como tapa la herida con su otra mano y esta deja de sangrar de nuevo–. Ven conmigo InuYasha, tú cumplirás tu deseo de tener a esa mujer, Tessaiga cumplirá su promesa contigo y yo tendré a Sesshoumaru-sama para mí -me dice ahora rozando mis labios, siento su aliento cálido sobre ellos–, bésame y sellaremos esta promesa-
    -¿Si ya no me eres de utilidad como me podré deshacerme de esta promesa? - pregunto sonriendo prepotente mientras mis manos van a su estrecha cintura
    -Tú no lo harás… Tessaiga -me dice sonriendo– Tessaiga lo hará, si tu deseo es eliminarme porque ya no te sirvo Tessaiga lo hará por ti, ella ha hecho un pacto conmigo por eso la hoja cambio de color; cuando regrese a su color original entonces será cuando ya no te seré útil y Tessaiga se clavará en mi corazón sin que tu manches tus manos con mi sangre.
    -De acuerdo, es una promesa -le digo mientras dejo caer la espada al agua pero no escucho ningún ruido, llevo mi mano hasta su nuca y la beso con pasión, siento como hace un corte en mi labio al morderlo con sus colmillos y sonrió al sentir el sabor metálico de mi sangre en medio de aquella salvaje caricia, pasa su lengua por la herida y la sangre deja de fluir.
    -Es una promesa -me dice en medio de aquel beso, nos separamos y veo a Tessaiga flotando sobre la superficie del lago y simplemente la tomo
    -Bien tengo que ir a arreglar un par de asuntos pendientes, ¿donde nos veremos? -le pregunto guardando mi espada
    -Sólo di mi nombre y Tessaiga me llamará e iré a donde tú estés -me dice mientras veo como la cubre una fina capa de arena y desaparece frente a mí-. Nos veremos pronto InuYasha. -Escucho su suave voz mientras desaparece junto con un tintineo de metales como si cadenas que chocarán suavemente produciendo una agradable melodía

    Regreso a la cabaña de la anciana Kaede y todos están dormidos, esbozo una sonrisa mientras me dirijo hacia donde descansa la exterminadora, sin duda eso lastimaría al imbécil de Miroku y mandaría una señal para Kagome, sino eres para mi entonces no lo serás para nadie mi querida Kagome, sacó a Tessaiga y realmente se ve mucho mejor con este color y sin compasión alguna la clavo en el estómago de Sango produciendo un desgarrador grito que sale de los labios de la chica, sacudo mi espada mientras veo como todos los moradores despiertan para ver que es lo que ha sucedido y simplemente no me muevo de mi lugar.


    -¡Sango! -Escucho gritar al estúpido zorrito y a Miroku, me burlo al ver su cara asombrada por la sangre que mancha la colcha que cubre el cuerpo de Sango- ¿Qué le hiciste a Sango?- me dice con una mirada desafiante el maldito enano

    -InuYasha, ¡¿cómo has podido?! -me grita Miroku al ver el estado de la chica y la anciana Kaede estaba atónita frente a lo ocurrido simplemente no se movía de su lugar.
    -Les tengo un mensaje para Kagome.
    -Dáselo tú -me dice el enano y solamente lo pateo y entierro mi espada en uno de sus pequeños brazos.
    -Cállate y no me interrumpas Shippo. Miroku dile a Kagome que si ella no es para mí no lo será para nadie, que se prepare porque haré sufrir a todo aquel que se acerque a ella y esos incluye a sus amigos. -Les digo saliendo de la cabaña– Ritsuka -la llamo siento como Tessaiga vibra y frente a mi se forma un montículo de arena y otra vez ese sonido metálico–, he terminado vámonos-
    -Entendido -me toma de la mano y la arena nos rodea desapareciendo de aquel lugar
    Miroku esta intentando controlar la hemorragia de Sango sin muchos resultados, mientras Kirara estaba completamente asustada en un rincón aquella mirada de Inuyasha la había atemorizado pero sobretodo el poder que emanaba de Tessaiga no le permitía reaccionar.
    -Kaede-san por favor ayude a Shippo -pedía el monje al ver a la anciana llorar amargamente
    -Sí -tomó al pequeño zorrito entre sus manos y comenzó a curar la herida– Miroku-sama tenemos que llamar a Kagome, las heridas que InuYasha les hizo no sanarán nunca, están envenenadas necesitamos de colmillo sagrado es nuestra única esperanza -decía la anciana al ver que Shippo estaba caliente y la herida se tornaba morada y marcaba las venas cercanas a ella.
    -De acuerdo iré lo más rápido que pueda, vamos Kirara si no reaccionas ahora Sango no se salvará -le decía al pequeño animal que salía de su estupor
    -Espero que puedas llegar a tiempo, cuando mucho tienes tres días para ir y regresar si ellos mueren y los carroñeros del otro mundo comen sus almas ni siquiera colmillo sagrado podrá hacer algo, el castillo de Sesshoumaru queda al menos a dos días de camino si no paran a descansar-
    -No se preocupe Kaede-san yo traeré a la señorita Kagome y a Sesshoumaru para que salven a Sango y a Shippo -decía el azabache decidido

    OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

    Kagome entró al palacio seguida de Sesshoumaru, sin duda estaba celosa ¿pero cómo no estarlo? Al hombre que amas le coquetean centenares de mujeres youkai y él como si nada, en el camino de regreso se habían topado con un grupo de mujeres que no dudaban en coquetear y casi desnudarse frente al youkai. De acuerdo él no les presto atención pero sin duda alguna aquel acto le molestaba. Todas ellas deberían de saber que el Príncipe de las Tierras del Este ya tenía a una mujer y esa era ella, había actuado impulsivamente atacando a las youkais y purificando el aura de más de una lo que había provocado que las demás huyeran y que su amado se burlara de los celos tan obvios de la chica.


    -Uyyyyy, ¡estoy furiosa! -decía la chica azotando la puerta de la habitación que compartía con su amado.

    -No tienes porque estarlo -decía el youkai a sus espaldas.
    -No me hables-
    -Bien no hablaré… haré otra cosa -decía mientras tomaba por la cintura a Kagome y la arrojaba a la cama.
    -Sesshoumaru, basta no estoy de humor -decía la chica intentando alejar al mayor
    -Pero pronto lo estarás -decía con malicia arrancando las prendas que cubrían el cuerpo de su mujer, besaba los labios de la chica con pasión...

    Blogs - Pedacito no apto para menores XD del cap 7

    -dime Kagome, ¿entendiste? -preguntaba el youkai mientras abrazaba a la chica y acariciaba su larga cabellera
    -Sí -decía cohibida abrazando fuertemente a su amado–. Pero tengo miedo de perderte -Confesaba la chica–, que te aburras de mí y me cambies por alguien más-
    -Eso no va a pasar-
    -¿Cómo puedes estar tan seguro? -decía mirando los profundos ojos dorados de su amado y los ojos morados de Kagome se veían confundidos y temerosos de volver a sufrir
    -Tengo más de 400 años y nunca he elegido a una compañera, tú eres la primera y la última -decía el youkai de ojos dorados besando la frente de la chica–. Descansa-
    -Te amo Sesshoumaru -decía la chica mientras caía rendida en los brazos del sueño
    -Yo también te amo Kagome -respondía abrazando más fuerte a su amada que tenía las piernas entrelazadas con las suyas y descansando

    La mañana llegó rápido y en un santiamén la tarde también. Sesshoumaru, Kagome y compañía comían en total paz entre risas y caricias por parte de la pareja, incluso los sirvientes estaban alegres, aquella humana que el amo había traído era sin duda una brisa de aire fresco en las vidas de todos, alegre y jovial, amable con todos, aquel castillo se había vuelto muy cálido sin duda, los juegos, las risas entre ella y la pequeña Rin, incluso en algunas ocasiones los guardias y servidumbre jugaban con ellas; sí, desde la llegada de aquella miko de cabellos negros las cosas habían cambiado para bien.


    -Kagome-sama la buscan -decía uno de los guardias interrumpiendo la comida

    -¿Quién busca a mi mujer? -preguntaba molesto el youkai.
    -Un monje llamado Miroku, dijo que es urgente.
    -¿Miroku?, hágalo pasar -decía la chica.

    El Azabache entró en aquella habitación aprisa con Kirara en sus brazos, el pequeño animal estaba completamente exhausto había volado lo más rápido que podía sin descanso, ambos se caían de sueño y cansancio, antes de que el monje pudiera decir algo, se desplomó frente a su amiga.

    -¡Miroku! rápido llévenlo a una habitación y traigan comida -gritó Kagome mientras uno de los guardias tomaba al chico en brazos –Sesshoumaru esto no puede estar bien, vino solo ¿dónde están Sango-chan y Shippo-chan? Algo sucedió- decía la chica preocupada
    -Tranquila esperaremos a que despierte y lo sabremos.
    -Hermana Miroku-san se va a poner bien -llamó la pequeña Rin viendo el rostro triste de su hermana.
    -gracias Rin-chan -suspiró la miko en tono maternal acariciando las mejillas de la pequeña
    -mi señora hemos instalado ya a su invitado -decía Yukanari.

    La joven de ojos morados entró a la habitación acompañada de Sesshoumaru, Miroku estaba abriendo los ojos, se incorporó con rapidez al sentir la comodidad de la cama en la que descansaba.


    -Señorita Kagome, por favor necesitamos su ayuda -me dice Miroku con desesperación tomando una de mis manos entre las suyas, sin duda algo no estaba bien, el monje Miroku siempre ha sabido mantener la calma en todas las situaciones.

    -¿Qué pasa Miroku? -le pregunto temiendo lo peor
    -InuYasha, él… Sango… Shippo -me decía sin darse a entender, debe ser muy grave
    -¿Qué fue lo que les sucedió a tus amigos? -pregunta Sesshoumaru con un tono neutro de voz, se que no le interesan mis amigos pero intenta ayudarme a comprender que es lo que sucede
    -InuYasha nos atacó, dejó a Sango muy mal herida y también lastimó a Shippo - InuYasha? ¿Cómo pudo hacer algo así? Ay no quiero ni pensarlo
    -¿Y eso qué tiene que ver con nosotros? -responde con tranquilidad mi amado youkai
    -¡Sesshoumaru! -le regaño por lo que ha dicho–, pero Kaede-baachan es capaz de curarlos -digo con tranquilidad–. A menos que ella te haya mandado-
    -En efecto ella me mando, las heridas están infectadas con un poderoso veneno que no podemos controlar, nuestra única esperanza es Colmillo Sagrado -explica mi amigo clavando sus azules ojos en Sesshoumaru y veo como se baja de la cama–, por favor ayúdenos Sesshoumaru-sama. -Mientras rogaba de rodillas
    -Miroku levántate por favor te ayudaremos ¿verdad Sesshoumaru?-
    -Si eso es lo que mi amada desea, los ayudaremos -sentenciaba
    -Te amo -le digo abrazándolo y besando su mejilla con cariño
    -Tengo un mensaje de Inuyasha -dice con seriedad Miroku
    -¿Qué es lo que quiere ese bastardo? -especta molesto mi amado
    -Él dijo antes de salir de la cabaña, “díganle a Kagome que si no es para mi no será para nadie y todo aquel que se acerque a ella sufrirá eso incluye a sus amigos” -cito las palabras de InuYasha
    -Ese maldito hanyou -decía con molestia el mayor.
    -Por cierto escuche que llamaba a alguien, creo que dijo “Ritsuka” -menciono el monje con tranquilidad.
    -Ritsuka Kusari… la encadenadora de espadas -decía con frialdad el youkai
    -¿la conoces? -preguntaba la chica
    -¿Dime cambió de color colmillo de acero?- preguntaba el de cabellos plateados con frialdad.
    -Ahora que lo mencionas, sí lo hizo, era de un color oscuro
    -Ese idiota
    -¿Qué sucede? no entiendo nada -preguntaba Kagome
    -InuYasha debió hacer una promesa con Tessaiga y la espada llamo a Ritsuka para que le ayudara -explicaba Sesshoumaru–. Ella es un youkai muy poderosa pero solo busca a aquellos que poseen una espada poderosa, sólo aquellos que hagan una promesa con su espada son capaces de llamarla. Colecciona espadas de guerreros poderosos y los mata para hacerse de ellas, es verdad que los ayuda a cumplir sus deseos pero a un muy alto precio, si no eres fuerte de mente te manipulara y matará sino la matas primero.
    -Entonces InuYasha está en peligro -decía Miroku
    -Pero nadie puede deshacer la cadena que ata a la espada con Ritsuka, sólo puede hacerlo el dueño de la espada, si ella no le es de utilidad la hoja de acero volverá a cambiar de color y se clavará en el pecho de Ritsuka.
    -Es un imbécil -decía molesta la chica–, si me quisiera de verdad no estaría haciendo todo esto, yo le permití ser feliz con Kykiô, yo nunca me interpuse, fui su amiga y ahora quiere lastimar a todo aquel que se me acerque eso no se lo voy a permitir -decía decidida la chica.
    -bien descansa, partiremos mañana al amanecer. El veneno de Rituka es muy fuerte es capaz de matarte en menos de lo que piensas, además los carroñeros del otro mundo se comen las almas más rápido-

    OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

    -Naraku-sama- llamaba la pequeña Kanna a su señor mostrándole el espejo

    -¡¿Qué significa esto?! -gritaba molesto el hanyou al ver a InuYasha con una chica de cabellos rojizos practicando con Tessaiga
    -No puede ser -decía Kykiô observando el espejo–, Ritsuka Kusari, la encadenadora de espadas -decía la miko al ver como Kanna enfocaba a la chica
    -¿Qué quieres decir? -preguntaba Naraku
    -Muy sencillo Tessaiga está atado a esa youkai
    -Eso no nos va a servir -decía Naraku–, así no podemos manipular a Inuyasha
    -Ya veras que si, InuYasha aún me ama, sólo tengo que alejarlo de esa youkai y verás que pronto estará a nuestras órdenes -decía la azabache con una sonrisa maliciosa en los labios–, además los hombres son débiles ante los encantos de las mujeres.
    -¿Qué te hace pensar que esa no lo vaya a engatusar? -preguntaba Kagura–, por cierto tengo algo muy importante que decirles, esa mocosa llamada Kagome ahora es un youkai, tiene marcas parecidas a las de Sesshoumaru -decía con desprecio la manipuladora de los vientos.
    -Un pacto de sangre, esa maldita mocosa -decía molesta la miko–. Ahora su cuerpo no puede ser mío, maldición sino hubiera sido por el imbécil de Sesshoumaru que se interpuso aquella noche ahora sería de nuevo humana.
    -No te preocupes verás que pronto te conseguiré un cuerpo, que opinas de la pequeña acompañante de Sesshoumaru, sería muy sencillo que te apoderarás de ella y mejor aún estarías infiltrada en el castillo -decía Naraku besando salvajemente a Kykiô
    -Pero no quiero ser una mocosa, no tendría ninguna clase de encanto- espectaba molesta.
    -Pero solo sería temporal
    -De acuerdo -decía la miko resignada, sólo era cuestión de tiempo y encontraría la forma de poseer el cuerpo de Kagome a pesar de aquel pacto
    -Kanna muéstrame donde esta la pequeña y dulce Rin -decía mientras acariciaba el rostro de la pequeña, por un momento los ojos de la peli blanca destellaron con tristeza pero nadie lo notó, y les mostró a la pequeña despedirse de Sesshoumaru y Kagome en las puertas del castillo.
    -Bien es el momento indicado ahora que se ha quedado sola -decía con una sonrisa malvada Naraku–, largo de aquí todos.

    The smell of your skin lingers on my now
    you’re probably try to hurt me back this time
    I need some shelter, my own protection baby
    To be with myself in center, clarity, peace, serenity

    La pequeña Kanna salió de aquel lúgubre lugar y se sentó frente a un acantilado, aunque su rostro no mostrara emociones hacía poco había descubierto que las poseía, cuando nadie la veía ella observaba en su espejo a Rin y a Kagome jugando juntas, haciendo coronas de flores, cantando, comiendo juntas; ella anhelaba lo mismo: el poder tener a alguien así, no quería arrebatarle la felicidad a la pequeña niña, ella sabía desde hacía mucho tiempo del pacto que habían hecho Kagome y Sesshoumaru lo sabía todo, lo veía todo a través de los ojos de Rin, porque ella había presenciado cuando su amo hizo que la joven miko bebiera su sangre, había presenciado el momento en que la mirada del youkai por instantes se tornaba dulce y serena viendo a Kagome, sin duda Kanna lo sabía todo y aquello era lo que más dolía, el saberse responsable de arrancarle la felicidad a aquellas personas.


    I hope you know I hope you know
    that this is nothing to do with you
    is personal, myself and I

    -No lo haré -dijo la pequeña–. Decidiré por mi misma. -De entre sus ropas sacó una pequeña daga y tomó unos mechones de su blanca cabellera y los corto, cortó todo su cabello mientras las flores que lo adornaban caían por aquel acantilado. Y dejó que su cabello volará y se esparciera por aquella lúgubre región– yo… yo… ¡yo si puedo sentir! -gritaba la pequeña mientras escuchaba el eco de su voz y las palabras dichas–. Yo si puedo sentir -murmuraba mientras gotas de agua salada resbalaban por sus mejillas


    because the bow that you have is loose
    and I gonna miss you like a child miss his blanket
    but I have to get on move on with my life
    it’s time to be a big girl now
    and big girls don’t cry
    don’t cry
    don’t cry
    don’t cry

    Sin más se alejó por aquel rocoso y espinoso camino que se alzaba frente a ella, se alejaría buscaría un lugar al cual pertenecer, sería feliz, tomaría su destino en sus manos, no dejaría que los demás la obligaran, ella no regresaría, ella sería fuerte, deseaba libertad y la conseguiría como fuera, no sería débil como Kagura, ella no sería el juguete de cama de Naraku, no ella. Y con todos esos pensamientos emprendió su camino, de cualquier forma no la había atado a él como Kagura puesto que la había hecho sin sentimientos para evitarse tal molestia pero se había equivocado y eso era algo de lo que ella sacaría provecho.


    The path that I walking
    I must going on
    I must take a baby steps ‘til I full grown
    full grown
    fairy tales don’t always have a happy ending
    do they?
    and I foreseek the dark ahead if I stay

    A lo lejos la contemplaban un par de ojos rojos con envidia, sería libre como Kanna sólo que le tomaría un poco más de tiempo, siempre pensó que Kanna no se atrevería a traicionar a Naraku, siempre callada, siempre dispuesta, siempre solitaria y complaciente, anhelaba que creciera para que supiera los tormentos a los que podía ser expuesta, a las rudas caricias de su creador, las constantes violaciones, los maltratos y todo aquello que ella había vivido en carne propia; pero aún así le deseaba que fuera feliz, que aprendiera que la libertad se paga con un precio muy caro y esperaba que la peliblanca estuviera dispuesta a pagarlo porque sin duda sufriría la ira de Naraku.


    I hope you know I hope you know
    that this is nothing to do with you
    is personal, myself and I
    because the bow that you have is loose
    and I gonna miss you like a child miss his blanket
    but I have to get on move on with my life
    it’s time to be a big girl now
    and big girls don’t cry
    don’t cry
    don’t cry
    don’t cry

    -Sé libre Kanna, pero huye y escóndete tan bien que él nunca te encuentre y puedas ser feliz -murmuro sentándose en el lugar donde había estado la pequeña y tomó un mechón que había quedado ahí –. Te prometo que de ti sacaré fuerzas para ser libre -decía apretando el mechón de cabello y guardándolo entre sus ropas.


    OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

    -Ritsuka ¿a dónde vamos? -preguntaba el hanyou tomado de la mano de la chica.

    -A buscar un lugar donde descansar -respondía la pelirroja con una sonrisa.
    -Pues acampemos aquí.
    -No puedo.
    -¿Por qué no?
    -Porque no y ya.
    -Maldición o me dices o en este momento me largo.
    -No puedo dormir en los bosques donde hubo batallas ¿contento? -decía molesta la pelirroja.
    -¿Por qué?
    -Ellas me llaman y no me dejan dormir; las espadas de los guerreros que mueren en campos de batallas guardan celosas el deseo de venganza de quienes fueron sus amos y me llaman -explicaba la chica dejando de caminar y fue entonces que Inuyasha volvió a escuchar el tintineo de cadenas–, ¿las escuchas? -pregunta la chica.
    -Sólo escuchos el sonido de cadenas, como cuando te llamo -explicaba el hanyou
    -Ese es el sonido de mis cadenas con las espadas -explicaba la chica retomando el camino-. Mi nombre completo es Ritsuka Kusari mejor conocida como la encadenadora de espadas -decía la youkai con una sonrisa.
    -Ya veo, entonces las espadas te llaman para que cumplas sus deseos.
    -Así es, pero solo acudo a los llamados de las espadas que me interesan por ejemplo Tessaiga -decía señalando la espada.
    -Ya veo –murmuraba el chico de ojos dorados acariciando el mango de Tessaiga.
    -Bueno ya salimos del campo de batalla, podemos acampar donde quieras -decía la chica con una sonrisa en su rostro mientras la luna brillaba con tanta intensidad que los cabellos de la chica parecían destellas como fuego, fue entonces que Inuyasha notó los brazaletes en las manos y piernas de la chica
    -Esos brazaletes no los tenías antes –comentaba Inuyasha tomando la mano de la chica.
    -Son mi cadena contigo y Tessaiga, mira -y los rayos de luz bañaron la muñeca de la youkai y una cadena apareció mientras el rayo de luna lo bañaba.
    -Una cadena -susurraba asombrado Inuyasha– eso será una molestia en el campo de batalla -espectaba molesto.
    -Para nada, simplemente esta ahí y se acorta o larga tanto como yo lo desee, la cadena ha estado presente desde que la espada aceptó mi sangre y hasta ahora te das cuenta -decía con una sonrisa maliciosa la chica mientras acortaba la cadena y tomaba la mano de Inuyasha–, ves yo soy quien la controla
    -Me da igual ahora suéltame
    -No quiero -decía haciendo un puchero
    -Suéltame
    -No -decía acercando sus labios a los del chico de cabellos plateados–. Dime no tienes deseos de besarme
    -No. -Sentenciaba
    -Bueno tú te lo pierdes -decía la chica con una sonrisa alargando de nuevo la cadena y soltando la mano del hanyou–, serás tú quien me ruegue un beso
    -Sueña
    -Ne ne, Inu-chan descansemos aquí -decía infantilmente
    -No me digas Inu-chan -decía molesto el chico
    -¿Por qué? Inu-chan suena tan lindo, tú me puedes decir Rit-chan-
    -No lo haré
    -Moooo que malo eres -decía con un puchero–, dime Rit-chan o lloraré
    -¿Dónde quedó la youkai de mirada fría que me llamo en el lago? -Se preguntaba Inuyasha al ver la actitud infantil de la chica.
     
  3.  
    freak sakura

    freak sakura Guest

    Re: Lágrimas en la Lluvia

    No tengo ni idea de lo que sucedió pero se publicó dos veces el mismo capitulo ¬¬
    así que sorry por el doble post T_T no fue mi intención

    Ya de paso le agradezco a Kotono, Perversus, Pan-chan, Fuyu-chan, otakuhime, Silvy-sama por los hermosos comentarios que me dejaron espero que les guste el capitulo
     
  4.  
    PERVERSUS

    PERVERSUS Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    26 Agosto 2008
    Mensajes:
    115
    Pluma de
    Escritor
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    *-* me encanto el capitulo
    ¡que Inuyasha tan mendigo! como atacar a Sango ;o;
    ToT
    Pobre de Kanna :( nunca la vi como una niña tan maltratada y con tal sufrimiento.
    A mi se me parece que habrá romance con Inuyasha y esa youkai, jajajaja, especulaciones.

    Esa Kikyo no entiende ¬¬ pero lo que me duele es... Naraku ToT
    PORQUE CON ESA MI AMOR.

    Ejem... cof cof, espero la siguiente conti ;)

    Sayo
     
  5.  
    Kotono

    Kotono Fanático

    Virgo
    Miembro desde:
    19 Julio 2006
    Mensajes:
    1,069
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Vaya... hay mucha diferencia entre esta continuacion y una anterior, la forma de escribir ha mejorado bastante.

    Espero que la mayoria de esta "evolucion" sea tuyo y no solo de tu beta ^^

    Interesante continuacion, hubo varias cosas que te dejan mudos e la sorpresa o,o Por ejemplo; que Sango fuera herida de gravedad por Inuyasha... que hibrido mas animal, ha perdido la cabeza por completo, maldito frustrado en el amor ¬ ¬. Luego esta lo de Kann, Dios, nunca me espere eso ¡Kanna tiene sentimientos y se ha liberado! Que le vaya bien a la chiquitina y de pasada que ayude a Rin xD.
    Naraku parece ignorante comparado con Kikyo, ademas lo pintan de violador compulsivo... que desgracias ToT!

    Espero ansiosa la continuacion ^^



    PateticA xDDD!
     
  6.  
    silvy sama

    silvy sama Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    5 Agosto 2008
    Mensajes:
    211
    Pluma de
    Escritora
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    me ha encantado tu historia esta muy anda que Inuyasha no sabe que una pedrsona no se puede enamorar obligando a otra es estupido aunque lo que es más estupido es ser tan egoista de no dejarla ser feliz cuando ella le dejo
    Bobo Inuyasha
    Guapo Sesshomaru
     
  7.  
    PERVERSUS

    PERVERSUS Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    26 Agosto 2008
    Mensajes:
    115
    Pluma de
    Escritor
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    ¬¬
    ¡PÚDRETE!
    Kotex, ¡envidiosa de mis palabras! xD

    Pami gomen si andas por aquí, pero era un post necesario ;)

    ¿o prefieres darme una bella infracción? *-* ¡yo sería feliz!
     
  8.  
    Ryoukai

    Ryoukai Guest

    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Esta genial, lo lei todo de un sopeton,
    siguelo y esperare la continuacion con
    ansias.
     
  9.  
    freak sakura

    freak sakura Guest

    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Chicas se que no tengo perdón de dios por no haber actualizado ya pero es que ando con otras cosas en la cabeza y se me olvido que tenía que mandarle el capítulo a Pami, mi beta, ya se lo he enviado pero no estoy segura de cuando me lo regresará en cuanto ella me corrija aquí lo pondré.

    Muchas gracias por todos sus comentarios, me hacen de verdad muy feliz. Perversus chica tu haz estado desde el principio de verdad que eres maravillosa. Kotono agradezco que notarás los cambios en mi fic de verdad que me alegra saber que se notan y más porque no siempre es fácil decir que necestias ayuda. Silvy sama, chica compartimos gustos por Sesshoumaru pero Inuyasha ahora solo esta un poquito perdido pero veras que encuentra el camino de regreso xD. Y por último Ryoukai me alegra que te guste tanto mi historia y espero verte por la conti también.

    De verdad que les agradezco a todas las que siguen mi historia me hace muy feliz saber que les gusta.

    Kisses de chocolate, sakura-chan
     
  10.  
    freak sakura

    freak sakura Guest

    Título:
    Lágrimas en la Lluvia
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    4522
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Bueno muchas gracias a Pami por el trabajo que hace con mi fic y muchas gracias a todas las que me leen, espero que les guste. Nos vemos en el siguiente capítulo. Kisses de chocolate

    CAP 8 “CORAZONES Y VERDADES”


    Corrían a todo lo que daba, Miroku iba montado en Ah-Uh junto con Kirara para ir mucho más rápido, si las suposiciones de Sesshoumaru eran correctas tenían que llegar en pocas horas o la vida de Sango y Shippo no podría salvarse; después de un par de minutos llegaron a la cabaña donde una triste anciana Kaede los esperaba, hacia una media hora que Sango había fallecido y poco minutos después el pequeño zorrito la había acompañado.


    -Miroku-sama ellos… - Lloraba la anciana.

    -Tranquila Kaede-san, Kagome y Sesshoumaru-sama vienen conmigo -explicaba el monje consolando a la anciana mujer.
    -Sango-chan… Shippo-chan -decía la chica al ver a sus amigos inertes sobre aquellos futones.
    -Colmillo Sagrado -susurraba el youkai al sentir palpitar su espada–, a un lado-desenfundó su espada y los carroñeros del otro mundo aparecieron frente a él intentando comerse las almas de los amigos de su amada, con rapidez los eliminó y volvió a guardar su espada,
    -Kagome-chan -murmuraba la exterminadora viendo a su amiga.
    -Tranquila Sango-chan todo va a estar bien -decía la sacerdotisa acariciando los cabellos de su amiga–, tú también Shippo-chan. –Deslizando sus dedos por las peludas orejitas del pequeño zorrito.
    -Bien, tenemos que llevarlos al castillo- decía con tono frío el youkai de ojos dorados.
    -Pero… ¿por qué?-preguntaba el monje tomando la mano de Sango.
    -Es más seguro para ustedes -decía con voz calmada Kagome tomando la mano de su amado.
    -Yo no puedo irme –decía la anciana con una sonrisa–, tengo que cuidar de los aldeanos, además mis obligaciones como sacerdotisa no las puedo dejar de lado, pero Kagome tiene razón es mejor que ustedes vayan con ella y Seshoumaru-sama, recuerda lo que dijo Inuyasha seguro que vuelve e intenta hacerles más daño.
    -Entiendo Kaede-san -decía el monje tomando entre sus brazos a Sango–, entonces partamos de una vez.
    -Bien, nos veremos pronto Kaede-bachan. -Se despedía la joven con una abrazo de la anciana mujer.
    -Cuídense mucho por favor, y de vez en cuando vengan a visitarme -decía la anciana con una sonrisa.
    -Andando. -Sesshoumaru tomó al pequeño Shippo entre sus brazos y aquel grupo salió de la aldea a toda velocidad.
    -Muchas gracias por salvarlos -decía Kagome corriendo a lado de su amado.
    -Lo hago por ti.
    -Te amo- decía la chica acelerando un poco más el paso.
    -Yo también te amo- susurraba el youkai acelerando el paso.

    En un par de horas se encontraban frente al palacio de Sesshoumaru. Los soldados se apresuraron a abrir las puertas y encargarse de los humanos que su amo llevaba; colocaron a Sango en una de las habitaciones y junto a la habitación de la pequeña Rin colocaron a Shippo ambos eran custodiados por un par de mucamas para atenderlos en cuanto se despertaran.


    -Kagome-chan, ellos se van a quedar con nosotros, ¿verdad?- preguntaba la pequeña azabache recibiendo a la sacerdotisa y a su amo.

    -Sí ellos se van a quedar aquí por un tiempo -respondía acariciando la cabeza de la pequeña con cariño.
    -Que bien espero que Shippo-chan y Kirara quieran jugar conmigo.
    -Ya verás que sí, pero ahora hay que dejarlos descansar.
    -Kagome tenemos que hablar, tú también monje -decía el youkai caminando hacía uno de los salones del castillo seguido de la miko y el monje–, tenemos que prepararnos y estar alerta -decía el demonio de ojos dorados.
    -Tienes razón ahora no solo Naraku sino también Inuyasha -decía con tristeza Kagome.
    -Inuyasha va a abrir los ojos no se preocupe por él, señorita Kagome, sólo tenemos que estar atentos a los movimientos de Naraku y de Kikyô.
    -Es verdad esa mujer está con ese hanyou asqueroso, hay que tener mucho cuidado -decía molesto Sesshoumaru recordando como es que había salvado por poco a Kagome.
    -No se preocupen por mí, si esa mujer cree que va a poder apoderarse de mi cuerpo tan fácilmente se va a llevar una gran sorpresa -decía Kagome esbozando una sonrisa.
    -Amo Sesshoumaru, un youkai ha venido a ver a la señora Kagome -informaba Jaken entrando a aquella habitación.
    -Su nombre.
    -Kouga -decía el youkai verde–, del clan de los lobos.
    -¿El joven Kouga ha venido? -preguntaba la chica abriendo grandemente sus ojos morados.
    -Debe ser por aquella vez que nos encontramos y le dijimos que estabas desaparecida - decía el monje.
    -Hazlo pasar -el sapo verde se retiro y a los poco minutos regresó acompañado de Kouga.
    -Mi querida Kagome, me alegra que te encuentres sana y salva -decía el azabache tomando las manos de la chica.
    -Aleja tus manos de mi hembra si no quieres perderlas -informaba entre dientes el youkai de cabellos plata tomando posesivamente por la cintura a Kagome.
    -Joven Kouga, por favor -pedía la chica.
    -Me alegra que te encuentres bien Kagome y que el cadáver ese no te haya lastimado-decía con resentimiento.
    -No se preocupe joven Kouga.
    -Bien, por cierto, ¿dónde esta la bestia?
    -Inuyasha nos ha abandonado y lastimo a Sango y a Shippo - decía el monje–, se ha ido con una youkai llamada Ritsuka.
    -Ya veo entonces los rumores que corren eran ciertos -murmuraba el jefe del clan de los lobos.
    -¿Qué rumores? -preguntaba fríamente Sesshoumaru.

    OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


    -Bien Inuyasha, saca a Tessaiga -decía Ritsuka con un semblante serio–. Pienso atacarte con todo.

    -Feh, como si tuvieras oportunidad contra mí.
    -Esto es una práctica Inuyasha, pero no por eso me voy a contener. -Tocó el kanji que estaba en su pecho y una luz brillante cegó momentáneamente al hanyou. Del pecho de la pelirroja salió una hermosa katana, en el mango de la espada colgaba una hermosa cadena dorada que se enganchó a la muñeca de la chica donde estaban aquellos grilletes que mostraban su pacto con Tessaiga.
    -¿Qué demonios sucedió? -preguntaba contrariado el hanyou al ver a la chica con la espada en la mano.
    -Esta es mi linda Sakarumori -decía mostrando a la espada cuya funda poseía unas pequeñas flores de cerezo grabadas.
    -Muy linda pero no me impresiona.
    -eso es porque no has visto su poder, por eso lo dices -decía acariciando a su espada.
    -¿por qué está encadenada a tu muñeca? -preguntaba el ojidorado.
    -Ella es mí espada, no es parte de mi colección, no puede alejarse de mí porque vive en mí -decía la pelirroja con una sonrisa.
    -Ya veo por eso el kanji –murmuraba.
    -El kanji en mi pecho es el sello de mi espada -decía acercándose a Inuyasha–, ¿ves? dice Sakura. -Mostrándole el pequeño grabado en su piel haciendo sonrojar notablemente al chico.
    -Espera, huele a Naraku -decía Inuyasha.
    -¿El hanyou que ha estado dando problemas y busca los fragmentos de la perla de Shikon? -preguntaba la pelirroja.
    -Así es -decía desenfundando a Tessaiga–, sal de tu escondite maldito -gritaba al ver movimiento en los arbustos cercanos de donde salía una pequeña niña con las ropas totalmente desgastadas y cubiertas de fango.
    -Vuelve aquí mocosa, vas a ser mi alimento -decía el youkai, mientras Ritsuka con un sólo movimiento de su espada mataba a aquel monstruo dejando un hermoso rastro de flores flotando en el aire.
    -Muchas gracias -decía la pequeña levantándose.
    -¿Kanna? -preguntaba el hanyou al ver a la pequeña de blanca cabellera.
    -Inuyasha, señorita Ritsuka -decía Kanna.
    -¿La conoces Inu-chan? -preguntaba la encadenadora guardando su espada de nuevo en la funda.
    -Ella es una de las extensiones de Naraku, seguramente está aquí para vigilarnos -decía molesto el de cabellos plateados.
    -No lo creo, mira como viene vestida, de ser lo que tú dices no estaría en ese estado.
    -Yo me escapé -decía la pequeña interrumpiendo la plática–, Naraku está planeando que la señorita Kikyô tome el cuerpo de la pequeña acompañante de Sesshoumaru. – Informaba.
    -¿Y eso a ti que te importa? Después de todo no tienes sentimientos -decía molesto el hanyou.
    -¡Mentira!, ¡yo sí tengo sentimientos! -gritaba la pequeña–, no quiero ser la responsable de que le arrebaten la felicidad a alguien más.
    -ya pequeña, no te pongas así. Inu-chan no es malo solamente es un poco gruñón -decía la pelirroja con una sonrisa–, vamos a cambiar esas ropas y a limpiar esa carita.
    -Gracias Ritsuka-sama -decía la peliblanca un poco sonrojada.
    -Nada de Ritsuka-sama, sólo dime Rit-chan o Ritsuka -decía la pelirroja sonriendo.
    -No podemos confiar en ella -decía molesto Inuyasha al ver a las chicas irse cerca de un río.
    -Tú tranquilo, ella no hará nada esta indefensa frente a nosotros -decía con una sonrisa.
    -Haz lo que quieras -decía sentándose a la sombra de un árbol mientras las chicas se alejaban.

    Las chicas llegaron a un pequeño río y la pequeña Kanna se metió para limpiar su cuerpo además de sus ropas, quitando el fango y la suciedad de días de estar vagando perdida por los bosques. La pelirroja observaba las desgastadas y mal trechas ropas que se imaginaban habían sido de un color blanco que en algunas partes se podía llegar a apreciar.


    -Ne, Kanna-chan te gusta mucho el blanco ¿verdad? -preguntaba la pelirroja retirando también sus ropas para meterse con la pequeña.

    -Pues es que nunca me he puesto otro color -decía la pequeña quitando los retazos de lo que había sido su kimono.
    -Está decidido, yo creo que te quedaría muy lindo algo color rosa -decía la encadenadora, tomó un poco de tierra y algo de agua y formó un pequeño animalito– Kuni-chan, ve al palacio y trae un kimono rosa para Kanna-chan y también unas sandalias. -Le decía al pequeño animalito que asentía con la cabeza para luego saltar de la mano de su ama y crecer.
    -Muchas gracias Ritsuka-sama.
    -Que no es Ritsuka-sama, dime Rit-chan. -Lloriqueaba la pelirroja haciendo un puchero y con ojitos brillosos.
    -Está bien… Rit-chan -decía cohibida la pequeña de cabellos blancos.

    La pelirroja jugaba lanzándole agua a la pequeña nueva integrante de su grupo y Kanna se estaba por primera vez divirtiendo, ¿aquella sería la razón por la que Rin sonreía?, ¿también aquella niña se divertía como lo estaba haciendo ella ahora? Deseaba poder entender aquel cálido latir de su corazón, entre los árboles Inuyasha observaba a aquella youkai junto a Kanna, sin duda no comprendía los cambios de personalidad de la chica, era fría, calculadora y distante o podía ser infantil y empalagosa simplemente no la comprendía. Antes de que pudiera seguir con sus cavilaciones la llegada de un extraño ser lo hizo ponerse en guardia frente a las chicas.


    -Kuni-chan, espero que hayas traído lo que te pedí -decía la pelirroja saliendo del agua para acercarse a su sirviente– Inu-chan, ¿qué se supone que haces? -preguntaba la pelirroja totalmente desnuda mientras Kanna se sumergía para evitar que la viera.

    -Pues defendiéndolas de esta bestia -decía señalando al monstruo frente a ellas.
    -Kuni-chan no es una bestia, ha ido a traer ropa para Kanna-chan, así que baja a Tessaiga y vete para que ella se pueda vestir. -Pues la pelirroja sin pudor alguno se había salido del agua para recoger las cosas que su mascota había traído–. Gracias kuni-chan -decía la youkai mientras aquella criatura hacia una reverencia y desaparecía convirtiéndose en agua y arena.
    -Como quieras -decía el hanyou algo sonrojado ante la desnudez de la pelirroja y alejándose hasta el lugar donde habían encontrado a Kanna.

    Al poco tiempo llegaron las chicas, Ritsuka luciendo su habitual traje de batalla mientras que Kanna llevaba un kimono color rosado con imágenes de hermosos narcisos en la parte baja del mismo y el obi de color rojo totalmente liso, su ahora corta cabellera llevaba un prendedor en forma de flor de cerezo y en sus manos sostenía el espejo que siempre la acompañaba.


    -Que linda, Kanna-chan -decía la pelirroja abrazando a la peliblanca.

    -Gracias por la ropa Rit-chan -decía sonrojada la pequeña–, no quiero causar problemas tengo que llegar a las tierras del este lo más rápido posible. -Hizo una reverencia para agradecer las atenciones y para despedirse
    -Kanna -llamo Inuyasha–. Descansa partirás mañana en la mañana, se avecina una tormenta -decía el de ojos dorados sintiendo la humedad del ambiente.
    -Gracias.
    -Bien, busquemos refugio de la lluvia. -La pelirroja sonreía, era la primera vez que uno de los dueños de las espadas con las que se encadenaba se mostraba compasivo incluso con sus enemigos, Inuyasha no era como todos los demás, sintió su corazón apretujarse tal vez después de cumplir el deseo de Tessaiga se marcharía… sólo tal vez…

    Encendieron una pequeña fogata en una cueva, Inuyasha atrapó algunos peces y comieron en silencio; Ritsuka contemplaba a la pequeña intentar comer aquel pescado como si fuera la primera vez, también observaba el espejo que nunca que apartaba de su dueña.


    -Nee, Kanna-chan, ¿qué es ese espejo que siempre llevas contigo? -preguntaba intrigada la pelirroja.

    -Con este espejo puedo ver a quien yo quiera, es capaz de absorber las almas de los humanos y que puedan ser controlados por mis deseos -explicaba la pequeña.
    -Ya veo, dime ¿puedes mostrarme el monte Fuji? -preguntaba Ritsuka viendo como la pequeña tomaba entre sus manos el espejo y en él se reflejaba la imagen del monte Fuji en todo su esplendor–, wuuuuuaaaa eres genial Kanna-chan.
    -¿Puedes mostrarme que está haciendo Kagome? -pedía el hanyou con los ojos dorados clavados en los negros de Kanna.
    -Claro -decía mientras la imagen del monte Fuji desaparecía para mostrar a la azabache entrando en una habitación de baño y con calma retirar el kimono azul cielo que lucía, la figura de la miko se sumergía en la tina de baño mientras una segunda figura entraba en aquella habitación despojándose también de sus ropas y entrando al agua junto a Kagome, ambos se besaban con pasión y sin duda con amor.

    La mirada del hanyou se tornó triste al ver lo feliz que la chica y con odio hacía su medio hermano que era quien la estaba haciendo feliz de nuevo, Ritsuka veía el cambio en los ojos dorados y con calma acortó la cadena para tomar la mano de Inuyasha entre la suya y apretarla intentando darle fuerza.


    -Gracias, saldré un momento -decía viendo a Kanna que desaparecía la imagen y soltando la mano de la pelirroja youkai y saliendo de la cueva.


    Las primeras gotas de lluvia cayeron sobre el cuerpo del hanyou mientras él seguía caminando, lo que había comenzado como una pequeña llovizna se había convertido en una tormenta, con lentitud levantó su rostro dejando que las gotas frías de lluvia se resbalaran por su rostro. Sus dorados ojos mostraban tristeza ¿acaso se había equivocado? Había tenido un arranque de celos, era verdad, al saber que su hermano se había fijado en Kagome, siempre la había dado por sentada que por más mal que él la tratara Kagome siempre se mantendría a su lado pero las cosas no fueron así.


    -No me dí cuenta que tu mirada cambio -susurraba el hanyou–. No me dí cuenta que ya no sonreías como antes, tu suave aroma a flores silvestres siempre iba acompañado de un olor a agua salada ¿tanto lloraste por mi? ¿Tanto fue el daño que te hice? Pero es que no podía dejar a Kikyô, ella fue la primera a la que le abrí mi corazón, no podía olvidarla. -Se decía mientras algunas gotas resbalaban por la comisura de sus ojos dorados–, cuando volvió a pesar de ser un cadáver, a pesar de que muchas veces ayudó a Naraku yo quería creer que en el fondo ella me seguía amando y quise ver en ella lo que tú ya me ofrecías. -Más lágrimas salían de sus ojos que se confundían con las gotas de lluvia.

    -Nee, Inu-chan, si te quedas mucho tiempo aquí te enfermarás -decía la youkai con una sonrisa–. Yo te ayudaré a que la recuperes -decía con seriedad la chica acortando la cadena para jalar a Inuyasha y abrazarlo con fuerza, una de sus uñas se alargó y se clavó en el cuello del hanyou dejándole inconsciente–. Yo te ayudaré si quieres recuperarla… aunque eso me rompa a mí el corazón -dijo con una sonrisa triste–, la encadenadora ha sido encadenada y no precisamente a una espada. -Se burlaba la chica mientras emprendía la marcha de regreso a la cueva donde los esperaba Kanna dormida junto a Kuni-chan.

    OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


    Pedacito no apto para menores XD del cap 8 - Blog


    -Creo que tendremos que volver a bañarnos -decía el youkai saliendo del calido interior de la miko.

    -Fue tu culpa -decía la chica recargando su frente en el ancho pecho de su amado–, yo me estaba bañando tranquilamente.
    -Es tu culpa por ser tan hermosa… despiertas mis instintos más salvajes -decía el youkai levantando la cara de la chica y besando con pasión sus labios–. Vamos por la segunda ronda -decía con una sonrisa prepotente.
    -Estás loco.
    -Pero por ti.
    -Vamos a bañarnos y a cenar con los demás -decía la chica mientras quitaba el tapón de la bañera y abría el grifo para volver a llenarla.

    Después de la ducha salieron para encontrarse con Sango acompañada de Miroku vistiendo un kimono color azul cielo y su cabello atado en una coleta alta, el pequeño Shippo acompañando de Rin y Jaken.


    -Sesshoumaru-sama, Kagome-sama la cena esta lista -decía Yukinari con una sonrisa.

    -arigato Yukinari-chan.
    Sin duda el palacio de las tierras del este nunca había tenido tantos humanos como hasta ahora y menos compartiendo la mesa con su dueño pero las cosas estaban cambiando y era para bien.

    OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


    -¿Dónde está Kanna? -preguntaba Naraku apretando el cuello de la azabache con furia.

    -No sé nada lo juro -decía la chica entrecortadamente.
    -Esa maldita mocosa no puede estar muy lejos -decía el hanyou lanzando a Kagura contra la pared de la cueva donde se encontraban.
    -Sin Kanna no podemos saber como localizar a esos malditos, mis serpientes cazadoras no son tan efectivas como su espejo -decía la miko.
    -No, pero para eso tengo a mis otras extensiones, Hakudoshi tú iras a buscarla al sur, Kagura cubrirá el norte, Kikyô tu te encargarás del este y Kohaku se encargará de oeste -exclamaba el hanyou-. Si se topan con ella no duden en utilizar toda su fuerza.
    -Como usted ordene Naraku-sama -decía el pequeño hermano de la exterminadora haciendo una reverencia y saliendo de aquella cueva, esperaba ser él quien la encontrara–. La señorita Kikyô y Hakudoshi no dudarán en traerla de vuelta y dejarla muy golpeada. -Pensaba emprendiendo su camino al oeste.
    -Kanna, espero que de verdad te haya ocultado bien -pensaba Kagura levantándose del suelo para salir de la cueva.
    -Tú te quedarás Kagura, tienes que aprender tu lección -decía con una sonrisa cínica el azabache.
    -Bien me largo -decía el pequeño de cabellera blancuzca.
    -Nos veremos pronto y espero que ya pueda tener un cuerpo humano, detesto el olor a barro descompuesto que desprende mi cuerpo -decía la miko con asco–. Recuerda que lo prometiste Naraku.
    -Sí lo sé, pronto, muy pronto -decía mientras la miko salía de la cueva–, ahora es tiempo de que aprenda tu lección Kagura, ¿crees que soy tonto? -decía mirando a los ojos de la chica–. Sabías que Kanna se había ido y no dijiste nada, pero aprenderás por las malas que nunca debes mentirme -decía mientras desgarraba las ropas de la chica y comenzaba a golpearla hasta dejarla casi inconciente para después arremeter violentamente contra su cuerpo.
    -Otra violación más. -Pensaba Kagura mientras su cuerpo era como el de una muñeca y silenciosas lágrimas rodaban por sus mejillas–. Seré libre lo juro, seré libre como tú Kanna. -Pensó antes de caer por completo en la inconsciencia.
     
  11.  
    silvy sama

    silvy sama Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    5 Agosto 2008
    Mensajes:
    211
    Pluma de
    Escritora
    Re: Lágrimas en la Lluvia

    Oye Ritsuka no parece tan mala alomejor se nos enamora de Inuyasha¿que te parece la idea?
    La verdad entre tu yo me gustaría darme un baño así con mi Sesshomaru
    Kagura pobrecita me da pena haz que escape de esa tortura no es justo lo que hace con ella menos mal que
    Kanna a huido ella devería hacer lo mismo y ser libre
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso