Aoi Nobunaga Observó el cadáver en silencio mientras Murai explicaba lo sucedido. Al no sentir apego alguno por su propia familia Aoi no era capaz de comprender por qué el hecho de que los atacantes fueran de la sangre de Murai fuera un dato relevante pero, a pesar de ello, no lo interrumpió. Se alegraba por el resultado favorable tras aquel desafortunado evento aunque se sentía ligeramente molesta por no haber conseguido el veneno de Ogen. — Los únicos asesinatos limpios son los que se realizan desde las sombras. — Respondió, con tono indiferente y un encogimiento de hombros para volverse hacia el invidente.— ¿Y ahora? ¿Tomaremos represalias? Los últimos rastros del sake se habían esfumado de su cuerpo tras la batalla y finalmente volvía a sentir el control de sus emociones y actos. Se sentía aliviada y completamente alerta por primera vez desde que probara aquel "veneno", lo que significaba que también estaba lista para acción.
Seikanji Yamagawa Se detuvo unos momentos ante la increpación de Aoi pero sólo le sonrió como toda respuesta, como si las palabras de la aprendiz de Wu no fueran para con él. No entendía su reacción pero se mantuvo amable, como solía serlo. —Ahora sí la tomará en serio, Yuki-Onna. —dijo feliz, encantado con los gritos de Ogen pero rápidamente arrugó la nariz al ver cómo perdían tiempo en atender sus heridas. Miró a Aki y a Akihito, sin entender muy bien sus acciones aunque su mente fría sí lo hacía: la arquera era un médico competente y la única razón de atenderla con rapidez era para evitar una hemorragia y que muera sin decir palabras. Pero Akihito era empático. Archivó eso también en su mente. Se quedó allí, observando curioso cómo intentaban sacarle información pero aquella mujer, la que había engendrado a Murai, se mostraba firme como un sohei, aquellos monjes guerreros que entrenaban la mente para vaciarla de los sentidos. Pero sí dijo algo interesante, al menos para los oídos de Seikanji, quién dejó de observar a Ogen en el preciso momento en que Aoi la fulminaba y miró a Aki. "Tienes los ojos de tu padre. Y las manos de tu madre" Hoshi la había llevado a Koga pero, ¿de dónde? Siguió con su mirada la figura de Aki hasta que le tocó a él; cerró el ojo izquierdo con fuerza al sentir el alcohol quemarle la piel de su rostro. —¡Arde! —se quejó con un mohín encantador mientras seguía al resto hacia el cuartel. Ver el cuerpo de Kodoku no significó mucho, parecía un buen chico pero la traición se paga con sangre. Mantuvo la sonrisa congelada en su rostro en todo momento pero su voz sonó más apagada de lo normal al hablar luego de las mortales palabras de Aoi. —¿Por qué su propio hijo le querría matar, shihan? ¿Tomaría su lugar como cabecilla de Koga... o algo más se teje en la oscuridad?
Akihito Shishio Ver el cuerpo inerte de Kodoku lo tomó por sorpresa, de todo lo que pudiera haber pensado del ataque de Ogen o quienes pudieron estar involucrados en este, una traición por parte de uno de los hijos de Murai no estaba contemplada en lo absoluto. Nada pasaba por su cabeza de lo que pudiera decir al respecto, o si bien necesitaba decir algo por la misma naturaleza de lo sucedido. ¿Hubiera servido para Kodoku hacerse el líder de Koga si todos los demás hubiésemos terminado pereciendo en batalla? —...De ser como sugiere la segunda opción de Yamagawa, el shinobi que escapó informará todo lo sucedido hoy aquí... ¿deberíamos esperar entonces a que otros intenten dar un golpe a Koga? —Como por ejemplo, toda aquella lista que sabía que preocupaba a Haku, si realmente se trataba de alguna clase de alianza, ¿vendrían apenas se enteraran aprovechando el conocimiento que tenían? ¿Esperarían a un mejor plan?
Cuartel [Seikanji; Aoi; Akihito; Konan; Dozan; Ryoshi; Fureku; Aki] Murai afirmó ante las primeras palabras de Aoi, era una mujer que había nacido para el oficio de la obscuridad, y aquello era un detalle que a Murai le complacía —Si tuviéramos que llegar a la raíz de esta traición; las represalias caerían sobre mi. Las palabras de Seikanji eran directas y deductivas, otra cualidad que Murai apreciaba de los recién llegados —Él sabía que el verdadero poder de Koga es mi nombre, no buscaba matarme para quedarse al mando, sabe que en mi ausencia Haku es el líder. Y no atacó con Haku presente, esperó a que ese grupo estuviera lejos de Koga; esta ciudad le era insuficiente —la seguridad de su voz era apabullante — La traición de mi hijo va más allá. Me ha revelado que alguien sospecha de mi; que alguien con mayor poder que el mío me quiere muerto —Sonrió ligeramente, no era la sonrisa usual; era una falsa, una creada para eventos sociales y cortesía— Ahora entiendo por qué Kodoku asesinó a Taiyo, siendo que era al único de los Fujiwara al cual podría perdonar. Desde ese momento debí haberme dado cuenta que Kodoku me estaba desafiando — por fin mencionó su nombre, colocando su mano en el frío pecho de su hijo — Le ofrecieron mayor poder del que yo podría haberle dado. Separó la mano del pecho de Kodoku —Mi odio a los Fujiwara es personal; es por ello que jamás envié a ninguno de los míos detrás de un Fujiwara; siempre lo he ejecutado yo, esa venganza es mía; no de mi familia — se dirigió a Aoi —Por eso Wu no intercedió cuando observó a dos Fujiwara frente al objetivo que les impusieron —mencionó recordando los eventos de Sakata ante la asesina —Tú y él sólo tenían un objetivo en ese momento. Y es así como funcionamos los shinobis en Koga; somos aliados para enfrentarnos a los shinobis de Iga, somos aliados para cuidar a los discípulos de cada clan en Koga; somos aliados para ejecutar misiones en común. Pero los Sugita no atienden venganzas de los Wu, como los Wu no ejecutan venganzas por los Sugita. Esa es la inteligencia que nos ha mantenido con vida a diferencia de los shinobis de Iga. Los shinobis de Koga somos autosuficientes, cada miembro sé que puede cuidar de sí con sus propias manos, en cambio... los shinobis de Iga dependían demasiado unos de los otros. Escuchó la pregunta de Akihito y afirmó— Si uno escapó... algo regresará. Pero no es de ustedes esa responsabilidad. Ustedes ya tienen asignada su misión; ustedes no necesitan arriesgar sus vidas por mi. Quién sea quién me quiere muerto, sabe dónde buscarme. Y sabe perfectamente que estaré esperando. —¿No fue Ogen quién organizó el ataque?— preguntó inocentemente Fureku. Murai negó —Esa harpía sólo vive por obtener conocimiento; si Kodoku la convenció de ponerse al filo de la muerte, fue por algo así de importante; mi hijo había estado tejiendo una trampa muy precisa, la cual falló en su última puntada. Lo que ha sucedido me ha destruido; pero no puedo evitar sentir orgullo al ver cuán largo fue su camino del engaño. —Nadie pensó jamás que Kodoku nos traicionaría — aclaró Aki. —Hay conspiraciones y traiciones en cada esquina; no siempre podemos predecirlas; pero deben mantenerse a la altura de las circunstancias. El más grande fracaso de su enemigo es verlos con vida. Sobrevivan, y con sólo respirar... pueden volver locos hasta cinco generaciones de su descendencia. Jamás olviden estas palabras y rían con ellas a mi memoria. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita
Seikanji Yamagawa La mente de Seikanji bullía como una tetera a punto de hervir; intentaba discernir sobre el poder oculto que clamaba la vida de Murai Sugita. Los Hattori habían sido exterminados, el resto de clanes aliados a ellos se encontraban desaparecidos o dispersos, sin una posición exacta. No era un poder a temer a razón del presente, quizá sí en un futuro. Entonces, ¿qué otro poder de iguales dimensiones estaba manipulando las sombras para que sucediera este ataque a Koga? No, ése era el problema: no es el mismo poder, es algo que va más allá... ¿sería posible? De ser así... ya no estarían seguros, ninguno. Nadie. Nadie en el mundo shinobi. —Jamás traicionaré mis principios, shihan. Un samurái es leal a su señor, un shinobi se debe al trabajo. —inclinó un poco el cuerpo en dirección a Murai. —Y no necesitamos una justificación moral para matar a alguien. Sus enemigos son los míos. —se irguió nuevamente y por primera vez dejaba que su voz saliera espesa y lenta, envenenada como una aguja. —Sólo dígame un nombre.
Cuartel [Seikanji; Aoi; Akihito; Konan; Dozan; Ryoshi; Fureku; Aki] Murai se mantuvo en silencio unos momentos ante las palabras de Seikanji, lentamente se acomodó en sus piernas, colocando sus manos formalmente sobre sus rodillas. Aki y Konan lo observaron impresionados ante su determinación; mientras que Fureku afirmaba —Señor Sugita, usted ha sido muy amable con todos; permítanos corresponder. —El hombre les ha dicho que su venganza no es la suya —interrumpió tajantemente Ryoshi, se le notaba molesto. Murai afirmó—Tus manos tienen otra misión —mencionó ante Seikanji —deja que yo me encargue. Tú lealtad es contigo y tus compañeros, yo sólo soy un móvil para que ustedes logren sus objetivos —su voz era segura, a pesar de escucharse con un tono bajo, posiblemente por el cansancio — No les daré nombres si no necesitan escucharlos, mis especulaciones no son datos comprobados, no enviaré a ninguno detrás de un fantasma. Hay información que aun no puedo decirles porque no es certera; pero cuando llegue el momento, sabrán todo lo que necesitan; porque debe quedarles algo muy claro... a ninguno de los míos he de mentirles, no necesito de esos trucos para hablar con mis iguales. Sólo necesito engañar a aquellos que son inferiores a nosotros, y es por ello que no me interesa si viven o mueren. Y mucho menos me interesa saber su opinión sobre mi y mis métodos. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita
Aoi Nobunaga Escuchó a todos los presentes sin interrumpirlos, observando a Ryoshi con especial curiosidad cuando habló. Lo sintió molesto, por lo que posó una mano tranquilizadora sobre su brazo y la mantuvo ahí, mostrando su acuerdo. — Si no hay nuevas órdenes, deberíamos honrar los cadáveres e ir a descansar de una vez por todas.— Murmuró.— Hay algo que me gustaría hacer antes de abandonar Koga. Quería visitar la herboristería cuanto antes pero también tenía una conversación pendiente con el hombre cuyo brazo sostenía. Cayendo en la cuenta de ésto último lo soltó de inmediato y le dedicó una fugaz sonrisa nerviosa.
Seikanji Yamagawa Cerró la boca y bajó la mirada, como si estuviera molesto por no poder hacer algo al respecto al ataque y el envenenamiento con odio que tuvo su hijo por un agente externo. Relajó sus puños cuando sintió la tensión en sus dedos, que se habían puesto blancos por la fuerza que ejercía, convirtiendo su mano como si fuera una piedra. Se encogió de hombros y volvió a sonreír, tomando ese aire despreocupado y gentil que siempre le adornaba. Había sido tan perceptible los cambios en sus gestos que era como si se hubiera puesto un disfraz y una máscara nuevamente. —¿Qué debemos hacer entonces, shihan? ¿Entrenar para poder estás más preparados? ¡Puedo entrenar al señor Ikeda personalmente! Dijo entusiasmado, como si fuera un niño nuevamente.
Akihito Shishio Pensar en todo lo que Murai les estaba diciendo lo hizo mantenerse callado, en su silencio trataba de imaginar todas aquellas piezas invisibles e hilos que Kodoku habría intentado unir para poder obtener lo que quería, todas sus posibles alianzas, encuentros y planes que pudieran seguir reproduciéndose incluso luego de su muerte. Mas el hecho de que los desligara por completo de esa situación por atender sus otras responsabilidades lo tomó por sorpresa y aunque pudiera comprenderlo por las palabras que les estaba dedicando, compartía la opinión que se expresaba por parte de sus compañeros, se sentía algo más natural corresponder lo que hacía por ellos. —Mientras esperamos que el momento de que todo pueda ser revelado llegue nos seguiremos preparando para hacernos más fuertes.—Llevó uno de sus manos a su kimono, el lugar donde había guardado aquel frasco que tomó de Ogen para entregárselo a Murai con cuidado. En lo personal, no conocía de venenos en cuestión como para afirmar que pudiera haber algo demasiado extraño o extraordinario en aquel frasco, pero si de información se trataba, quizás que Seikanji pudiera saber como fabricarlo de ser posible ya era ganancia. —Estaba en posesión de Ogen...desconozco su composición pero si usted lo reconoce, pudiera ser información valiosa para Yamagawa. Contenido oculto No sabía como armar este pooooooooooooooooost, pero necesito saber si es el veneno cool (?) y si es uno "comun" pues que seikanji tenga la opcion de aprenderlo sdfgh
Cuartel [Seikanji; Aoi; Akihito; Konan; Dozan; Ryoshi; Fureku; Aki] Ryoshi también le sonrió a Aoi, de su parte no había nerviosismo, mostraba seguridad. —Me encargaré de los cadáveres; en la herbolaria se encuentran escondidos Hiro y Hajime; si mencionan la palabra "tifón" saldrán de su escondite y podrán atenderte. Pero he pedirte un favor, no menciones la muerte de Kodoku, no aun. Debo hablarlo con ellos junto a Mako y ella sigue paralizada —Aclaró Murai; haciendo que de inmediato, Ryoshi tomara de la mano a Aoi para salir de allí; Dozan los miró e iba a seguirlos; pero decidió detenerse y observó hacia Murai. —Yo lo ayudaré, si me permite, con los cadáveres— mencionó Dozan ante Murai. —Yo también lo haré— la voz de Konan acompañó la de Dozan. Fureku escuchó a Seikanji y afirmó —Ahora que no estoy borracho creo que es una buena oportunidad —Cuando Hoshi volviera te daría un arma; seguramente por la madrugada, ya no ha de tardar; pero...—mencionó Murai a Fureku, para después quitar la katana de Kodoku de su obi, entregándosela a Fureku. —No puedo... yo... —¿Crees en viejas supersticiones? —No es eso, yo... —Sólo tómala, y así practicarás con Seikanji— concluyó Murai. Fureku tomó el arma con respeto y agradeció con una reverencia. Después Akihito hizo entrega del veneno de Ogen; Murai lo tomó en su mano con delicadeza; destapó el pequeño frasco y olió el contenido —Esa harpía... esto no es veneno; es un contraveneno, curará el veneno de serpiente marina de pico —Murai le extendió nuevamente el frasco tapado a Akihito; quién al verlo con detenimiento, pudo ver la inscripción que indicaba que aquello era el veneno de serpiente. Seguramente era el último intento de Ogen por engañarlos, imaginando que lo podían lanzar a un enemigo y curarlo en lugar de envenenarlo. —Entonces... yo iré a esperar a Hoshi en la armería —mencionó Aki para culminar aquella reunión. Contenido oculto Ayeah puedes ir primero a la herbolaria o a hablar con Ryoshi rapuma puedes ir a entrenar directamente al dojo con Fureku o cambiar de acción Nekita puedes ayudar con los cadáveres, unirte al entrenamiento con Seikanji y Fureku o hacer alguna otra acción
Aoi Nobunaga Se dejó guiar por Ryoshi al exterior del cuartel plenamente consciente de sus dedos entrelazados. Las imágenes borrosas de lo acontecido tras la cena de sucedían en su memoria acelerando los latidos de corazón y un nerviosismo que jamás había sentido antes se apoderó de sus pasos, tomando el control del rumbo dirigiéndolos directamente hacia la herbolaria en un incómodo silencio que teñía las puntas de sus orejas de un vivo color escarlata. Podría enfrentarse a una miríada de ninjas y mantener la sangre fría pero una simple conversación con el hombre que caminaba a su lado la hacia sentir al borde de un precipicio. Sabía que no podía postponerlo eternamente pero, al menos por ahora, Murai le había proporcionado la excusa perfecta para dejar que sus sentimientos se calmasen un poco... O eso creía. Tras lo que pareció un instante habían llegado a su destino aún tomados de la mano. Se permitió una fugaz mirada al rostro de Ryoshi y sonrió con timidez. — Va-vaya. — Murmuró con voz algo más aguda de lo que pretendía. Carraspeó para recuperar el control de la misma y lo volvió a intentar.— Qué alboroto hemos creado... Ni que hubiera pasado un Tifón.
Seikanji Yamagawa Se quedó expectante a la respuesta de Murai al veneno que Akihito le había entregado. ¿Sería posible capaz de replicarlo como el señor Shishio decía? —¿Podrá crear otro veneno que supere éste antídoto, shihan? Preguntó con emoción, ignorando que el propio hijo de su maestro yacía muerto a pocos metros de ellos. Retrocedió el paso que había adelantado por la vibración de una buena noticia e intentó mantener la etiqueta. No entendía el dolor de perder a un hijo, respetaba las normas de sus superiores, al menos en parte, pero el desconsuelo no lograba conectar en sus emociones. No sentía nada. —¡Vamos a entrenar, señor Ikeda! —dijo complacido, feliz de ver que Fureku portaba un arma acorde a su tamaño. Miró entonces a Akihito y levantó el brazo hacia él, moviendo la mano mientras le saludaba. —¡Puede entrenar con nosotros si quiere, señor Shishio!
Akihito Shishio En cierta manera no pudo evitar sentirse un poco tonto al no poder imaginar que una de las cosas que pudiera contener aquel frasco fuera un antídoto pero por otro lado, prefirió concentrarse en el alivio que le recorrió el cuerpo por saber que la señorita Mako no hubiera sido envenenada y por ende, tampoco se había puesto en...un peligro más grande de lo que había reflexionado ahora que alcohol había abandonado su cuerpo. Y fuera de evitar provocar una desventaja por no confirmar su contenido y caer en ese engaño, había conseguido un antídoto. Guardó el frasco nuevamente, se mantuvo en su lugar en silencio como ya había hecho la mayoría de la reunión y hasta que Seikanji terminó de hablar fue que volvió a tomar la palabra de una manera más cautelosa que su compañero —Señor Sugita, ¿hay una forma de poder curar la parálisis? —Preguntó al ya haber sido mencionado que como había temido, Mako seguía paralizada. Si bien, dudaba que esa información sirviera de manera inmediata al muy posiblemente no tener aquellos ingredientes, en un futuro podía estar prevenido en caso de encontrarse con alguien más que pudiera intentar obtener ventaja de esa manera. Luego, se dirigió a Seikanji con una ligera sonrisa por la invitación —Temo que primero veré si puedo pasar a la herbolaría primero y si tengo la oportunidad, después ayudar a los demás con las tareas de los cadáveres, pero no olvido que te debo ese detalle. —Quizás lo estaba aplazando, quizás no, pero de algo estaba seguro y era que ese día prefería evitar otra cortada en su cuerpo.
Cuartel [Murai; Akihito; Seikanji; Aki; Fureku; Dozan; Konan] Murai afirmó a Seikanji —Todo es posible — mencionó ante el entusiasmo del chico para después responder la duda de Akihito —Todo es posible...—repitió —... pero hay conocimeintos que yo no tengo, hay información que es útil y aun no está en nuestras manos. La parálisis se disipa en un sol, Mako no está en peligro; se recuperará, aunque tardará más de lo que yo quisiese...—Murai se notaba cansado, mientras ambos conversaban sobre su entrenamiento. —Creo que debemos irnos —dijo Fureku tomando a Seikanji y Akihito del brazo para salir de allí —Apresuremos paso —dijo retirándose de aquel sitio. Al salir del cuartel, Fureku soltó un suspiro ante la lluvia nocturna —Creo que debemos dejarlos solo; su cansancio es comprensible, necesita velar a su hijo; y para ello debe esperar a su esposa. Seguramente atenderá su cuerpo para que dure lo que sea necesario para su ceremonia. Fureku y Seikanji se alejaron al dojo y Akihito avanzó hacia la herbolaria. Herbolaria [Aoi; Ryoshi; Hajime; Hiro; Akihito] —Tifón, dijo Tifón— se escuchó una minúscula voz en algún lugar de la herbolaria. —Ya escuché, espera...— una voz infantil pero mucho más controlada habló mientras el tatami a los pies de Ryoshi se sacudía ligeramente —Si no te quitas no puedo salir —mencionó la vocecilla. —¡Pícalo!—dijo la voz más chillona. Ryoshi miró a Aoi, después bajó la mirada a sus manos entrecruzadas, y la soltó lentamente; lo había hecho como si pidiera permiso para hacerlo. Ryoshi se alejó del tatami y lo levantó golpeando en una esquina, exponiendo el escondite de los dos hijos más pequeños de Murai y Mako: Hajime y Hiro. —Entonces Koga vuelve a ser seguro —dijo Hajime mirándolos. —¿Todos bien?— preguntó Hiro jalando ligeramente de las ropas tanto de Aoi como Ryoshi para llamar su atención; al obtenerla, extendió los brazos para ser cargado. A sorpresa de Aoi, Ryoshi cargó a Hiro y lo sentó a sus hombros, haciendo que el pequeño sonriera al instante; un movimiento que parecía lo hubieran hecho antes con frecuencia. —¿Quién atiende la herbolaría?—preguntó Ryoshi. Hajime levantó la mano. Después de esto; Akihito también entró a la herbolaria. Contenido oculto Ayeah Nekita Dojo [Fureku; Seikanji] Fureku miró la nueva katana que poseía; sus manos le temblaban al verla. —Entrenemos— dijo sosteniendo la katana con su saya, era una posición torpe y se notaba como el peso del arma era muy superior a su fuerza. Estaba nervioso. Contenido oculto rapumainicias el entrenamiento
Seikanji Yamagawa —Siento tener que obligarle a entrenar, Fureku-sama. Entiendo que se sienta un poco extraño por todo lo sucedido... lamento parecer inoportuno con mi estado de ánimo, pero es que no lo sé, simplemente soy así. Me encantaría sentir un poco de pena por el señor Kodoku, incluso por lo que Murai-sensei esté sintiendo dentro de sí mismo, pero no puedo. No siento nada —se encogió de hombros mientras sonreía. —¡Pero así podré al menos sacarle un poco todo esto de la mente! El entrenamiento le hará bien, ya creo que sí. Decidió usar esta vez su naginata; sentía que la saya de esta arma le daría más alcance para golpear. Estaba emocionado de estrenar un arma nueva, una que le arrebató a uno de sus primeros objetivos cumplidos con éxito. Nadie lo sabría más allá de los shinobis de Koga. Su nombre no estaría escrito en un poema, tampoco en una canción; sería un fantasma para siempre, sin dejar una huella en los libros de historia. Pero ahí estaba, tan feliz y excitado como un niño. —No esté tan asustado, Fureku-sama. ¿Sabe qué me sirve a mí para tranquilizarme cuando lo necesito? Meditar. —se acercó a Fureku y con un pequeño asentimiento le pidió permiso para poder ajustarle la posición de pelea. Se colocó por detrás de él y le movió la pierna de apoyo un poco hacia atrás. Le subió el codo derecho y relajó un poco la tensión del antebrazo izquierdo. Mientras le afirmaba la posición de batalla, Seikanji comenzó a hablar: —Es sencillo. Solo debes cerrar los ojos y escuchar tu respiración. La mente debe ponerse en blanco, pero mientras tanto captarás sonidos, ruidos, el exterior te seguirá afectando... hasta que poco a poco, muy poco a poco, un ruido llega y se disipa como el humo de una varilla de incienso. Desaparece. Y de pronto te encuentras a ti mismo, solo, con tu respiración tan profunda que sientes como tus pulmones se expanden por completo. Te conectas con la tierra y la naturaleza. Sientes que cada aspiración es la orilla del mar sobre la arena, retrocediendo hacia el azul infinito y que cada exhalación es ese movimiento natural, que fluye, nuevamente hacia la arena. Tu respiración es el mar, te conectas. —¿Lo siente, señor Ikeda? ¿Siente el mar? —preguntó de pronto Seikanji, quien ya se encontraba en la posición de pelea frente a Fureku. —Debe fluir como el agua. De ese modo cada golpe suyo será como un mar embravecido golpeando con furia para llegar hasta la cima. Atacó con rapidez, buscando desarmar a su oponente con un movimiento fluido de su cuerpo, buscando de alguna manera también recordar el consejo dado y aplicarlo. Contenido oculto: Dato extra Seikanji inspirando a Bruce Lee en el futuro.
Aoi Nobunaga Observó en silencio la escena, sintiéndose ligeramente incómoda en presencia de aquellos niños. Desde luego no era lo que esperaba encontrar pero mantuvo la compostura y forzó una sonrisa tirante que pretendía ser amable. Nuevamente la naturalidad de Ryoshi la sorprendió al ver cómo trataba con aquellos humanos en miniatura... A ella no se le daban nada bien los niños. Observó a Hajime levantar la mano y le dedicó un saludo tan frío y formal como a cualquier otro adulto y extrajo del interior de su manga los ingredientes que había recolectado en su viaje. — Hay un par de venenos que me gustaría preparar. — Murmuró, tras dedicar una pequeña inclinación hacia el niño antes de acceder a la instalación.
Akihito Shishio Asintió ante las palabras de Murai casi por inercia, realmente no era la respuesta que buscaba para intentar saber si había una mínima posibilidad de hacer algo al respecto pero, tan siquiera iba a recuperarse relativamente pronto aunque claramente entendía que todo ese tiempo iba a resultar bastante largo para él. Realmente tampoco iba a agregar algo más para poder retirarse así que al escuchar la voz de Fureku solo se limitó en asentir y dejarse jalar para ya abandonar ese lugar. Necesitaba ese tiempo y próximamente el resto de su familia también. Le deseó éxito a Fureku en su entrenamiento y finalmente se dirigió a la herbolaría, observando con una pequeña sonrisa aquella escena, antes de acercarse un poco más a los presentes, saludando a Hajime con una leve inclinación de cabeza y a Hiro con una sonrisa. —A mi también me gustaría preparar algo con tu permiso antes de que lo olvide, por favor.
Herbolaria [Aoi; Ryoshi; Hajime; Hiro; Akihito] Ryoshi se entretuvo distrayendo a Hiro, sin importarle que Akihito lo mirara. —Claro —mencionó Hajime a ambos —Ustedes ya no están a prueba, son parte de nosotros, no les cobraré. Porque no recuerdo cuanto debe cobrarse, es Koduku quién siempre lo hace —dijo llevándose las manos en la cintura, intentando hacerse pasar como alguien desinteresado; ignorando que Ryoshi jugaba con Hiro y no con él. Contenido oculto Ayeah Nekita Pueden narrar hacia el siguiente sitio al que se dirigen o quedarse a platicar con los niños si lo desean. Dojo [Fureku; Seikanji] Fureku escuchó de la falta de sentimientos de Seikanji con seriedad, para después mirar hacia la nueva katana que poseía. Seikanji notó el nerviosismo de Fureku y le explicó cómo debía posicionarse, este siguió cada paso, sintiendo las palabras de Seikanji muy cerca —Jamás he visto el mar; sólo el lago Biwa, enorme; pero sin olas. A menos que te caigas en él —soltó una risa nerviosa. —Y sobre lo que has mencionado antes, eso de no sentir —negó —claro que sientes —sonrió — Al menos puedo notar mucho respeto por Murai-sensei. Quieres que sus enemigos sean tuyos, y eso es preocupación, o cariño —afirmó con seguridad — Y esto —señaló el dojo— El explicarme. Eso también es una clase de preocupación o cariño. Porque podrías golpearme para entrenar, no necesitas que yo responda para que tu te fortalezcas, aun así te tomas el tiempo de explicarme sobre el mar y esas cosas. Después Seikanji se colocó frente a Fureku y atacó. La naginata no tenía algún tipo de saya, así que atacó para intentar desarmar a Fureku, quién atacó desenvainando la katana y su mirada cambió al instante. Ambos atacaron con fuerza, Seikanji lastimando severamente a Fureku, quién no parecía importarle en lo absoluto, pues él también le había causado un daño considerable a Seikanji. —Ay, perdón —mencionó Fureku con seguridad —No soy rival para ti, Sei. Otro de esos y me matas...—esta vez llevó su mano a la herida, deteniendo la sangre. Seikanji Fureku PV= 70 Fuerza= 13 Protección= 2 Intuitivo= +3 suerte Salud de hierro= +1 defensa Naginata= +12 PV= 31 Katana= +16 Contenido oculto rapuma
Akihito Shishio Asintió a las palabras de Hajime y se acercó entonces a una de las mesas para poder trabajar finalmente aquella flor que había rescatado cuando todavía se encontraban con el señor Akamatsu, no sin antes permitirse acariciar con suavidad el cabello del menor cuando pasó a su lado como para agradecerle de igual manera que les dejara usar el espacio sin costo por esa ocasión. Lo primero que hizo fue calentar algo de agua por un tiempo hasta que consideró que estaba lo suficientemente caliente para depositar el tallo de la campanilla de invierno con sus pétalos por separado para que todo fuera un poco más blando por el calor, no lo dejó mucho tiempo tampoco antes de pasar el tallo y pétalos a un mortero para poder triturarlos hasta poder obtener el líquido deseado y vaciarlo en un pequeño frasco. —Esto es todo por mi parte...—Guardó el frasco dentro de su kimono y vio por la ventana de la herbolaria mientras trenzaba su cabello—, debo ir a ver si todavía puedo ayudar a limpiar algo, así que tengo que retirarme pronto, muchas gracias de nuevo. —Se dirigió hacia la puerta y se despidió también con una leve reverencia antes de retirarse para poder revisar si todavía podía ayudar con el tema de los cadáveres. Si la chica y Ryoshi decidían quedarse un poco más parecía que iban a estar bien entretenidos un rato pero, pedirles que se quedaran sin que se viera raro para los mas chicos era algo que no sabía hacer con exactitud o si bien fuera algo apropiado para el par pero, quedaba en sus manos.
Herbolaria [Aoi; Ryoshi; Hajime; Hiro; Akihito] Hajime reaccionó con una sonrisa ante la caricia de Akihito, luego la brorró; recordando que él era el hermano mayor en esa habitación y debía comportarse como tal —No se exceda en sus deberes —mencionó el pequeño, después miró a Ryoshi quién aun no atendía sus heridas; las cuales no eran graves, por lo que no levantó alarma en el pequeño. Akihito salió de la herbolaria hacia Koga. Koga [Akihito; Konan; Dozan] Akihito acompañó a los hombres que se habían ofrecido a ayudar con los cadáveres; Murai no estaba con ellos, seguramente se había atrasado un poco para ocuparse de Kodoku. Konan levantó la vista a la muralla; notando movimiento, no tenía arco; pero se apresuró a jalar a Akihito y Dozan para ocultarse; lentamente vieron bajar un rostro conocido, era Hoshi; y junto a él venía otra persona, un joven de de cabello obscuro. Este miró el lugar y al ver los cadáveres, su rostro mostró un miedo genuino; pero Hoshi colocó su mano en su hombro y le habló. Tanto Konan, como Dozan y Akihito estaban muy lejos de ellos como para oírlos; pero pudieron ver que comenzaban a dirigirse hacia la casa de armamento. —Hoshi ha regresado— mencionó Konan — No pensé que traería compañía... —Sigamos enterrando, entre más tiempo pasa; más rígidos se pondrán, y serán más difíciles de arrastrar, sin mencionar el olor que despedirán — aclaró Dozan volviendo a su deber, jalando los cadáveres al área más remota de la aldea, dónde ya las zanjas comenzaban a verse más profundas por el trabajo de Konan. Contenido oculto Nekita