Akihito Shishio Relajó un poco sus gestos cuando notó que Dozan sonreía, dandole a entender que ya no debería de suceder nada realmente caótico teniendo ya las razones expuestas por muy extrañas que fuesen. Miró entonces la taza que tenía frente y la tomó con delicadeza, no solía beber demasiado en realidad y cuando lo hacía era poco como la última vez que había visto Fureku o bien, para distraer a su cuerpo con la sensación del dolor como cuando Aki lo atendió por primera vez. —Kanpai. —Respondió antes de beber, mirando a los presentes con una pequeña sonrisa ya con normalidad y no hubiese existido un regaño antes, sintiendo no mucho después el ardor en su garganta al tiempo que pasaba el líquido. Solo le quedaba pedirle a su cuerpo que la única taza que planeaba tomar no fuera suficiente para dejarlo ido.
Seikanji Yamagawa Seikanji volvió a sonreír como siempre, como si no hubiera pasa jamás ningún incidente entre nadie de los presentes. Tomó la taza de sake y se lo llevó a los labios, pero solamente los mojó. —¡Kanpai! —gritó emocionado de compartir aquél encuentro entre tantas personas. Dejó la taza llena sobre la mesa y se giró nuevamente hacia Fureku mientras lo jalaba de la manga de su kimono hacia su habitación. —¡No puede estar desarmado, Ikeda-sama! Se metió debajo de su cama y salió con un arma envuelta. Le enseñó la naginata que portaba desde Higashiomi. —Para usted. ¿Sabe como usarla, no es cierto? ¡Podríamos ir al dojo a entrenar! Dijo feliz, contento con la idea de un entrenamiento en una noche que sabía que no podría pegar un ojo.
Casa de los nuevos shinobi [Seikanji; Aoi; Akihito; Ryoshi; Fureku; Dozan] Fureku tomó rápidamente; mientras que Aki, Dozan y Akihito lo hicieron pero con mayor moderación. Ryoshi sonrió cuando Aoi chocó su taza con la suya, la vio beberla e hizo lo mismo. Fureku ya se había empinado otra taza mientras los demás iban por la primera; de esta se cayó un poco del contenido mientras Seikanji lo jalaba hacia su habitación y sin mayor aviso le entregaba el arma más pesada que jamás había cargado, provocando un genuino sonido de queja mientras sujetaba la naginata con la sangradura de ambos brazos. —¿Entrenar? Pero es de noche —mencionó con total seguridad —En la noche la gente duerme, bebe y hace otras cosas que no se hacen bajo el sol —intentó sujetar la naginata con sus manos, y tras varios intentos lo logró —Si quieres entrenar podemos hacerlo, pero he de decir que estás en ventaja porque hay dos como tú —dijo señalándolo con el arma y una sonrisa enorme. Sus mejillas ya estaban enrojecidas. Akihito sintió el calor subirle al rostro; casi de inmediato, un efecto que también sucedió con Dozan y Aki. Mientras tanto Aoi parecía que iba a resistir el alcohol; pero lentamente también sintió los efectos. Mientras que Ryoshi seguía bebiendo sin ninguna alteración, esta vez, mirando hacia la habitación de Seikanji —Un hombre ebrio y armado con un arma que no sabe controlar... pésima idea. Aki se giró para ver a Fureku y Seikanji, alertada de las palabras tan tranquilas de Ryoshi; ella se intentó levantar pero se cayó sobre Akihito provocando la risa de Dozan. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita Están todos ebrios menos Seikanji y Ryoshi :3
Aoi Nobunaga Bebió un segundo sorbo, y un tercero, hasta que una sensación extraña de embotamiento se asentó en su cabeza. Frunció el ceño, observando atentamente su mano mientras la movía de lado a lado lenta y pesadamente. ¿Dónde habían ido sus reflejos? Se mordisqueó el labio, nerviosa, y apartó la taza con un gesto brusco y algo torpe volviéndose hacia Ryoshi genuinamente asustada. — Es veneno.— Susurró, con un hilo de voz ligeramente pastosa, señalando la botella de sake cuyo contenido había menguado ya bastante. Escuchó entonces la afirmación de Ryoshi y se incorporó de golpe, tambaleándose a su vez y corrió torpemente hacia la habitación de Seikanji. Trató de tomar el arma de manos de Fureku con el ceño fruncido sin éxito alguno y, tras trastabillar con sus propios pies se volvió hacia Seikanji. — ¿Acaso tienes serrín por cerebro?— Espetó, señalando al joven mientras pasaba uno de sus brazos sobre los hombros de Fureku en gesto protector... Y para ayudar a equilibrarse.
Akihito Shishio Era bastante vergonzoso en realidad admitirse a si mismo que no parecía ser compatible con el alcohol en lo absoluto, con el primer sorbo se había sentido algo menos pesado y con el segundo ya hasta sentía sus mejillas enrojecidas y su cuerpo algo torpe. —Seikanji ya es algo tarde para eso...¿no?—Arrastró su voz lo menos que pudo con algo de esfuerzo luego de soltar un suspiro cansado de solo pensar como seria entrenar a esas horas, se suponía que debía ser una especia de convivencia tranquila ahora que ya lo habían recuperado por dejar atrás ese tema sensible. Su dedo índice lo paseaba por las orillas de la taza que había tomado con un ligero puchero inconsciente porque se retiraran de la mesa sin pensar demasiado en las palabras de Seikanji hasta que escuchó a Ryoshi hablar y finalmente el pánico llegó a él. Fureku nunca había entrenado para ser guerrero. —¡Oye Se...! —Intentó levantarse con la coordinación que le quedaba usando la mesa como apoyo para tratar de decirle que no sería una mejor idea del mundo sin darse cuenta en realidad de que Aki se dirigía hacia él, haciendo que también la acompañara en la inevitable caída, el sonrojo por el alcohol incluso aumentó un poco por la cercanía y la risa de Dozan. —¿E-Estas bien? —Al tiempo que le preguntaba fue moviéndose para que tomara asiento sobre el suelo y volver a usar la mesa de apoyo para asegurarse de no tambalearse demasiado—, iré con Fureku... —Apresuró su paso de manera torpe, usando también las paredes como forma de no sentir que simplemente iba a caer hasta el cuarto de Seikanji e unirse a esa pequeña mini reunión. En su primer intento de siquiera acercarse a ellos y el apoyo de la pared desapareció, volvió al suelo por todo aquel mareo y desestabilidad de sus pasos, teniendo que apartar con una de sus manos bastante frustrado el cabello de su rostro para poder mirarlos de una manera algo más clara. —...Pueden...pueden entrenar otro día...volvamos a la mesa, ¿si?
Seikanji Yamagawa —¡No se preocupe, señor Ikeda! Por algo existe el Dojo, donde podre... —las palabras de Seikanji se ahogaron al ver cómo Fureku tomaba la naginata y la alzaba con fuerza sobre su cabeza. Las mejillas sonrosadas eran la marca ineludible del alcohol, Seikanji ya conocía en cómo afectaba a las personas. Por primera vez en mucho tiempo se quedó perplejo, con la boca abierta, intentando comprender en qué momento todo se descontroló. Pero su instinto asesino le alertó, sacándolo de ese trance y obligando a que su mente se conectara con la realidad: parpadeó una vez y supo en que debía de ser rápido, más rápido que nunca para evitar que algo mal saliera. —¡Suelte el arma, Fureku-kun! —gritó con fuerza para que su voz pudiera entrar en la mente ebria de su amigo.
Casa de los nuevos shinobi [Seikanji; Aoi; Akihito; Ryoshi; Fureku; Dozan] Ryoshi sonrió ante las palabras de Aoi, no era veneno; pero a veces actuaba como tal, si el sentimiento de beber no era el adecuado, si la prudencia faltaba al tomar. Y al ver que Aoi se levantaba tambaleante, la siguió, dejando su taza a un lado; al ver que quería quitarle el arma a Fureku quien ya estaba en otro plano, decidió mantenerse detrás de ella, por si necesitaba su ayuda, Aoi no logró quitarle la naginata a Fureku que en un paso discordé trastabilló frente a Aoi, Ryoshi tomó a Aoi por las muñecas con delicadeza, posicionado detrás de ella, así le dio equilibrio. —Estoy bien —mencionó Aki a Akihito mientras este se levantaba para ir con Fureku, quién denuevo logró esquivar de manera cómica a Akihito, eran movimientos tan burdos, que a vista de Seikanji y Ryoshi parecían de unos niños; pero para aquellos con vista nublada como Dozan, eran bailes complejos, por lo que aplaudió aquella destreza. Fue Seikanji quién con su experiencia y consciencia, logró desarmar a Fureku; quien de inmediato cayó sobre los hombros de Seikanji. En ese instante, las puertas corredizas de la entrada se estrellaron de par en par —Lo sabía... En la entrada estaba Konan, quien los miró con desaprobación. Aki en el suelo; Dozan riéndose sin poder parar; Ryoshi y Aoi en la posición en la que estaban parecían estar bailando; y Fureku abrazando a Seikanji. Era una escena que a simple vista se veía fatal, sin serlo realmente. Fureku se separó de Seikanji y se giró a ver a Konan —¡Murai nos regaló sake! Konan observó a Fureku unos momentos, después se talló los párpados —Siempre deben estar alerta, no deben perder sus sentidos tan fácilmente. Ryoshi lo observó —El sake; es de buena calidad, tiene bastante alcohol. La gran mayoría de los presentes no esperaron a que la comida se asentara. Fue un simple error, uno que tu líder seguramente esperaba que tuvieran. Konan le mantuvo la mirada, después se giró a Seikanji quien aun sostenía la naginata que le había quitado a Fureku — Esa arma... de la escolta de Shura. Has hecho bien en recogerla; pero mira a quién se la entregas —dijo señalando a Fureku con un ademán de cuello — Pequeño, menudo... seguramente esa arma tiene gran parte de su peso. Tal vez tenga mejor oportunidad con las kodachis. Contenido oculto Ayeah rapuma +20 por lograr quitarle el arma Nekita
Aoi Nobunaga Sus sentidos estaban tan embotados como sus emociones a flor de piel, una extraña combinación en Aoi siempre en el extremo opuesto. Sintió su cuerpo trastabillar hasta que unas firmes manos sostuvieron sus muñecas, equilibrandola sobre las puntas de sus pies. Alzó su rostro hacia Ryoshi y sonrió despreocupadamente, frunciendo luego ligeramente el ceño al observar sus facciones más de cerca. — ¿Siempre has sido tan... — se detuvo, buscando el adjetivo apropiado.— tan... atractivo? Sus mejillas ya estaban sonrosadas por el sake pero, de no haberlo estado, en ésta ocasión no habrían denotado rubor alguno. Era una pregunta inocente y genuína. Quiso recorrer sus pómulos con los dedos pero sus muñecas estaban prisioneras por lo que lo dejó estar. Le gustaba el calor de sus dedos en torno a ellas. En ese momento un nuevo individuo entró en la habitación. Aoi le dedicó una mirada fugaz e hizo un leve mohín por el regaño. Escondiendo su rostro en el pecho de Ryoshi en busca de protección contra aquel desconocido cascarrabias que quería robarles la diversión. — Estaba envenenado.— Murmuró contra su piel.
Akihito Shishio Se había mantenido un rato más del debido en el suelo sin siquiera intentar levantarse al estar algo más tranquilo luego de que Seikanji fuera la persona más veloz del mundo a sus ojos por quitarle el arma a Fureku, pasando a estar más entretenido en soplar los mechones de cabello que llegaban a caer a su rostro cuando se movía de posición. Tampoco se inmutó demasiado cuando notó a Konan adentrarse a ese pequeño caos, tan solo sonrió y movió su mano de lado a lado para recibirlo y solo volver a usar las paredes como apoyo para levantarse de nuevo con más estabilidad mientras se daba aquel regaño —No te enojes tanto con nosotros...~ —Habló bajo, un poco menos arrastrado pero con un tono más cercano a un puchero para en cierta forma protestar lo dicho y cuando sus pasos finalmente alcanzaron a Konan se apoyó en él, descansando su mejilla en su hombro para mirarlo desde abajo. —Seikanji es muy rápido... lo manejó muy bien y el sake ha ayudado a que no sea una noche tan...triste —Sonrió, dudaba que fuera a aceptar en lo absoluto a lo que iba a decir a continuación pero, el sake sobraba y de igual forma no iban a escapar del regaño en cuestión, quizás incluso a él le hiciera algo de efecto ser invitado a...lo que quedaba de la cena —, ¿quieres unirte un rato? Ya luego se arrepentiría de las confianzas.
Casa de los nuevos shinobi [Seikanji; Aoi; Akihito; Ryoshi; Fureku; Dozan] Ryoshi soltó una risa sincera; no estridente ni muy baja, aquel comentario le había causado reacciones físicas y emocionales; llevó las muñecas de Aoi a sus hombros —Soy atractivo a los ojos correctos— La aparición de Konan fue nulificada en su mente; sólo sintió a Aoi acercarse a su pecho y la contuvo en un abrazo —Si hubiera sido veneno, estaríamos muertos; y yo podría caer aquí y ahora sin arrepentimiento alguno — acarició el cabello de Aoi — Quiero que sepas...— Ryoshi sonrió mientras sentía que su pecho lo delataba con el bombeo de sangre —... te lo diré después —soltó una risa — cuando ya no quede alcohol en tu cuerpo — levantó el cabello de Aoi y la besó en su frente; fue breve, para después soltar el cabello, como si eso ocultara el beso; para después abrazarla. Mientras tanto, Konan miraba a Akihito acercarse, el contacto lo hizo dar un ligero brinco; y le miró confundido. Su ropa estaba húmeda por la lluvia y el tacto era helado. —¿Podrías... por favor... alejarte de mi?— mencionó sin moverse. Aki los miró desde el suelo y se tapó la risa que aquello le comenzaba a provocar, cuando pudo controlarse, se levantó tambaleándose un poco como Akihito y se acercó a ellos —A Konan no le gusta el contacto físico. Pero es demasiado respetuoso como para empujar a alguien. Y jamás lo he visto tomar un solo trago de alcohol; a pesar de que Murai-sensei siempre le ofrece un poco. —Aki; por favor— mencionó Konan mirándola directamente a los ojos. Aki le sonrió y tomó a Seikanji del brazo para alejarlo ligeramente; haciendo que entre ambos detuvieran de manera equilibrada el peso del otro, aun mareados —Mírate. ¿Qué diría el señor Hoshi si te viera en ese estado? — negó ante Aki; mientras ella sólo sonreía ligeramente. —Tendré que llevarme al único que no está ebrio; los demás esperen aquí. Mako no tardará en llegar —Konan señaló a Seikanji y le indicó con sus dedos que se acercara, mientras el preparaba un pie fuera de la casa, en camino al exterior con la lluvia. Contenido oculto Ayeah rapuma puedes negarte a Konan Nekita
Akihito Shishio En ese estado realmente no pudo interpretar muy bien aquella mirada que Konan le daba, así que simplemente se dedicó a sonreírle un poco más como si eso fuera a hacer alguna clase de diferencia para aceptar su invitación. —Si lo hago...¿Te unes a la cena?—Preguntó genuinamente sin malicia en realidad, pero creía que así realmente el viaje hasta la casa valdría algo mas la pena que solo el regaño. No fue hasta que escucho a Aki que dejó de usar su hombro como descanso para su rostro para tampoco invadirlo demasiado. Pero tampoco lo soltó, tan solo por estar lejos de su confiable punto de apoyo, la pared. —Esta es la primera vez que tomo más de un pequeño trago, tampoco es tan malo probarlo...—No era precisamente el menor ejemplo para invitarlo a tomar pero en ese momento si le parecía lo mejor. También se dejó jalar por Aki, ahora si permitiendose decirle un "Lo siento" a Konan por haberlo incomodado, para finalmente terminar con uno de sus brazos sobre sus hombros para poder estar más cómodo en ese balance qué estaban teniendo. —¿A dónde lo vas a llevar?
Seikanji Yamagawa Tuvo la precaución de guardar bien la naginata mientras Konan hacía acto de presencia, al cual le sonrío con alegría cuando se dirigió a él. Se mantuvo en silencio, viendo los rostros de su grupo, analizando sus respuestas y el estado de cada uno. Las palabras de Ryoshi le llamaron la atención. ¿Realmente era una prueba de parte de su shihan? Observó de lejos su taza de sake aún llena sobre la mesa, no estaba dispuesto a caer en ese vicio, aunque todos se veían muy graciosos y por un momento calculó cuánto podría soportar antes de tambalearse como el resto. —Señor Ikeda, podremos entrenar con kodachis luego de que descanse. —le dio unas palmaditas en sus hombros, feliz de ver como Fureku le abrazaba segundos antes. —¡El señor Konan tiene razón! Serán más adecuadas para su tamaño. Echó un vistazo hacia atrás, sobre su hombro; no quería que nadie reparara en el dibujo de Aki y con mucho tacto, caminó fuera de su habitación y cerró con fuerza la puerta cuando todos quedaron en el salón. Luego se giró hacia Konan e hizo una reverencia. —¿Vamos a entrenar, señor Konan? —preguntó con felicidad, aunque aún llovía en el exterior y eso le daba una vibra muy negativa. Se pasó la manga de su kimono por la frente perlada, la lluvia le daba un terror que no era normal, mucho más que un enemigo empuñando una katana con armadura de placas de samurái. Se giró hacia Akihito y cerró los ojos antes de sonreírle. —¡No te preocupes, Akihito! Estoy seguro que cuando el alcohol baje de tu sistema podrás reunirte con nosotros.
Aoi Nobunaga Cuando sus muñecas se vieron libres se aferró al cuello de Ryoshi para mantener el equilibrio y frunció el ceño al oírlo hablar. — Yo no quiero que te mueras.— Respondió, hinchando ligeramente los carrillos para luego abrir los ojos sorprendida por el beso. En ésta ocasión el rubor llegó hasta sus orejas, volviéndolas de un rojo encendido y, para ocultarlo, hundió su cara en el pecho del hombre. Cerró los ojos y rodeó su cintura, respondiendo a su abrazo con naturalidad dejándolo invadir cuatro de sus cinco sentidos. El rostro de Ryoshi. La calidez de Ryoshi. El olor de Ryoshi. Los latidos de Ryoshi... ...Y sintió curiosidad por el sentido que faltaba. Dejó escapar una risa nerviosa tratando de apartar ese pensamiento de su mente y abrió los ojos para encontrar su mirada. — El corazón te va muy deprisa.— Observó, tomando una de sus manos para depositarla sobre su propio pecho sin ser consciente de lo inapropiado de la acción, con una sonrisa inocente.— Van a la par.
Casa de los nuevos shinobi [Seikanji; Aoi; Akihito; Ryoshi; Fureku; Dozan] Konan observó a Akihito —Yo siempre como en soledad — dijo mientras Aki jalaba por completo a Akihito, pues no tenía mucha estabilidad para detener los movimientos del joven —Lo llevaré a entrenar — dijo desviando su vista a Seikanji, el cual se despedía de Fureku quién se acercaba a Dozan que no dejaba de reír. —¿De qué tanto te ríes tú?—preguntó Fureku a Dozan observando su rostro detenidamente, de la risa incluso parecía ya estar llorando. Konan dirigió a Seikanji a la salida —No se unirán a nosotros; pero los podrás ver en la mañana. "Yo no quiero que te mueras" La palabras de Aoi hicieron que Ryoshi la abrazara con mayor fuerza mientras ella hacía lo mismo. Lo obligó a pensar en tantas cosas, y sobre todo, en la fortuna que tuvo de cruzarse con ella en su vida, pues había sido simple casualidad, y ahora no podía imaginarse sin ella. Escuchó su risa y se encontró con su mirada, habló de sus latidos y sin previo aviso tomó su mano y lo dirigió a los suyos. Era la primera vez que lo sorprendían por completo; abrió la boca y se detuvo; estuvo a nada de decir su nombre; de revelar aquel secreto; esto lo hizo apretar ligeramente su mano. Y la voz quedó ahogada mientras su rostro también se hacía cada vez más rojo, se sabía atrapado; nunca había manera de ocultarlo. Nada en su cuerpo lo ayudaba a ocultarlo, estaba expuesto a sus sentimientos; porque su cuerpo resultaba ser más sincero que su voz. Y el tacto le dio la respuesta; efectivamente iban a la par. —Entonces no soy solo yo —Ryoshi deslizó su mano libre en el rostro de Aoi, se detuvo un instante para verla directamente; para después, lentamente acercarse a su rostro, buscando sus labios; porque ya no podía esperar, quería demostrarle cuanto la amaba. Mientras tanto Fureku y Dozan los miraban riendo discretamente. Mako no tardó en entrar a la habitación; topándose con las risas silenciosas de Dozan y Fureku al fondo; a Aki y Akihito tratando de balancearse uno al otro y a Ryoshi y Aoi en un momento íntimo el cual la hizo sonreír. Bajó la mirada tapándose discretamente la boca —Odio interrumpirlos pero...—dijo levantando la mirada para que todos pudieran escucharla; aunque posiblemente un par no lo haría. —No me gustaría llevarlos así en estas condiciones... pero, necesito de su ayuda. Verán... Hay ciertos enemigo fuera de la muralla a los cuales debemos eliminar Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita
Aoi Nobunaga Cerró los ojos y recostó la cabeza contra la palma de Ryoshi, disfrutando de su calidez. — No.— Respondió con una sonrisa.— Somos los dos. Y, como para corroborarlo, su corazón redobló su velocidad a medida que el rostro del joven se inclinaba en su dirección y un cosquilleo que nada tenía que ver con el sake revoloteaba en la boca de su estómago. La voz de Mako la sacó de golpe y porrazo de su ensoñacion. Haciendo que diera un respingo y se volviera bruscamente. Tan avergonzada como frustrada por la súbita interrupción. Sus mejillas ardían y las risas de Dozan y Fureku no hicieron sino incrementar su sonrojo, pero la mención de enemigos a las puertas trajo su mente de vuelta a la realidad. Sacudió el embotamiento de su cabeza y dedicó un apretón a la mano de Ryoshi, entrelazando sus dedos con los de él. — Hablaremos más tarde...—Susurró con una sonrisa cómplice para volverse hacia la mesa principal y tomar un vaso de agua. Palmeó sus propias mejillas para despejarse y salvó la distancia que la separaba de Mako sacando una kunai del interior de su kimono. —¿Cuántos?— Inquirió, retomando su voz monocorde y su actitud estoica.
Akihito Shishio Opto por no replicarle más a Konan, tan solo señaló con un movimiento de su cabeza en dirección a la habitación principal para instir en forma silenciosa que la invitación allí seguía pero cuando mencionó lo de entrenar no pudo evitar ladear la cabeza con confusión por las horas, por el clima, que los vería hasta el día siguiente. No le sonaba a un entrenamiento en realidad pero tener cosas un poco más vistosas que ver lo distrajo de pensar más en eso. —Como dos libélulas, ¿no? —Comentó en voz baja hacia Aki al recordar lo que ella había mencionado en Iga, realmente parecían que tenían muchas cosas recorridas juntos para sentir con tanta intensidad. Y aunque ya se les había avisado que Mako iba a aparecer de igual forma se terminó sorprendiendo un poco cuando la vio entrar pero, escucharla de pronto soltarles esa noticia hizo que sintiera que se le venía el mundo encima, apretando ligeramente el agarre que tenía en Aki. Ahora claro que sentía bastante correcto el regaño de Konan. Dejó de lado el apoyo en Aki para atarse su cabello con el listón que había amarrado en su muñeca e hizo su camino hacia la sala principal siguiendo a la aprendiz de Wu solo para poder tomar todo lo que podía de agua, obligar a su cuerpo a que dejara de sentir los efectos del alcohol y también convencerse que no llevaba ya dos decisiones impropias que resultaban en algo considerablemente malo. Y visto que ella ya había preguntado lo importante... —Sus hijos mas pequeños, ¿están en un lugar seguro en este momento?
Casa de los nuevos shinobi [Aoi; Akihito; Ryoshi; Fureku; Dozan] Aki afirmó ante Akihito mientras miraba a Ryoshi y Aoi Los búhos en Koga comenzaron a revolotear haciendo sonar los furin por todo Koga; alertando lo que Mako ya había hecho. Ryoshi mordió su uña del pulgar derecho, era un reflejo de preocupación; pero para él no era los enemigos que podían atacarlos. Se colocó a un lado de Aoi para escuchar la respuesta de Mako. —He contado unos diez —dijo sin mucha preocupación —Sólo hay dos personas entre ellos que me preocupan... —miró a Akihito — Hajime y Hiro están ocultos; y nosotros somos la única defensa de Koga; los demás están en otras misiones. Y tú jovencito —dijo señalando a Fureku —Ni se te ocurra salir de aquí. —Puedo pelear, tengo una...—miró sus manos, olvidando que ya no tenía la naginata. —Eso creía —Mako miró a Aki — tú quédate a defenderlo, cuida de él y que no salga por ningún motivo de aquí. Aki afirmó preocupada. —No te preocupes, yo podré atenderlos si alguien sale herido— la voz calma de Mako, tranquilizó un poco el semblante de Aki. Dozan también ya se encontraba junto a Ryoshi, preparado para el combate. Koga [Seikanji; Konan] Konan escuchó los furin molesto —Creo que nuestro entrenamiento tendrá que esperar, debemos acabar con los intrusos —dijo dirigiendo a Seikanji hacia la muralla. Contenido oculto —Ese olor, Fukuro; estamos en Koga, al fin— mencionó un joven rodeado de ocho personas en negro. No estaba tratando de ser discreto, no buscaba atacar sorpresivamente a nadie, sabía que sus rivales sabían de su presencia —Bien, muchachos. Nuestras órdenes fueron claras, no dejen a ninguno de pie. Los shinobis bajaron la muralla con facilidad, dejando a su paso un grupo minúsculo de cadáveres. Mako salió con los novatos y los señaló —Saben perfectamente que estamos bajos de personal... y todavía matan a los que nos quedaban — dijo negando molesta, recorriendo con su mirada a los enemigos —¿DÓNDE ESTÁ OGEN? — Recriminó Mako. —Estoy aquí, Mako — dijo una voz con suavidad detrás de ustedes. Era una anciana que reposaba en el tejado de la casa de los nuevos shinobis. Tenía una copa de sake en sus manos, la cual inclinó para el líquido cayera frente a ustedes. Contenido oculto —¿Dónde está Murai? Mako, dímelo; y prometo no lastimar a ninguno de tus nuevos polluelos —Haces muy mal amenazándolos frente de mi; Ogen—Mako se interpuso frente la anciana y todos los nuevos en Koga. Ogen brincó a otro tajado mientras Seikanji y Konan los alcanzaban. Contenido oculto: selección de enemigos Ninja 1- nivel 1 Ninja 2- nivel 1 Ninja 3- nivel 1 Ninja 4- nivel 2 Ninja 5- nivel 2 Ninja 6- nivel 2 Ninja 7- nivel 3 Ninja 8- nivel 4 Ninja 9- nivel 5 Ogen- nivel 5 Konan Ryoshi Mako Dozan Seikanji Aoi Akihito Nivel 5 PV= 100 Fuerza= 15 Protección= 15 Arco= +8 Nivel ? PV= ? Fuerza= ? Protección= ? katana= ? Nivel 5 PV= 80 Fuerza= 3 Protección= 27 Katana= +13 Nivel 3 PV= 100 Fuerza= 10 Protección= 5 (-2 borracho) katana Senmaidōshi (punzón)= +20 Nivel 3 PV= 80 Fuerza= 13 Protección= 2 Kodachi= +2 ataque Kodachi rara= +9 ataque Intuitivo= +3 suerte Cobardía= -2 defensa Nivel 2 PV= 70 Fuerza: 5 Protección: 10 (-2 borracho) Intuitivo= +2 suerte Katana Kunai 6/6 Arco +15 ataque (-5 de defensa si lo usas en combate por velocidad de reacción, llegando a nivel 4 esa desventaja se pierde) Nivel 1 PV= 60 Katana de Shura= +16 Intuitivo= +3 suerte Débil= -2 defensa (-2 borracho) Contenido oculto Deben elegir a quién de los enemigos atacar en su siguiente turno Ayeah rapuma Nekita
Aoi Nobunaga. Observó el desarrollo de la escena como si no fuera con ella, como si de un simple espectador se tratase aun sintiendo los últimos jirones de ebriedad enlenteciendo sus movimientos. Su cabeza estaba centrada, pero su cuerpo aun no quería recuperar su movilidad habitual. Con una maldición avanzó a trompicones hasta su dormitorio y tomó el arco lo más rápido que pudo, mientras escuchaba a Mako a su espalda intercambiar unas palabras con alguien en el exterior. Como de costumbre, no quiso dar lugar a reacción a su enemigo por lo que, tan rápido como pudo, apuntó una de sus flechas hacia uno de los shinobi y la dejó escapar con un movimiento algo torpe (ninja8). — Céntrate, maldita sea.— Se regañó a sí misma, aun invadida por un torbellino de sensaciones. Avanzó junto a Ryoshi y colocó una segunda flecha en su cuerda respirando profundamente en un intento por volver a su estado habitual de fría calma.
Akihito Shishio De momento mientras seguían a Mako prefirió solo centrarse en que una parte de los que estaban allí en Koga estaban ocultos o bien se iban a quedar allí lejos del posible caos, porque saber que estaban en cierta forma poniendo en peligro todo por haber decidido beber, no era en lo absoluto consolador y ni iba a servirle para mantener su cabeza tranquila. Y casi de inmediato pudo reconocer a una de las personas que a Mako le preocupaban al verla allí justo sobre su techo y parecían tener muy conocida ya y el otro... imaginaba que era el único que no vestía de negro. Respiró hondo y desenfundó la katana para fijar su vista en uno de sus oponentes (ninja 1) y atacar, amenazados o no por aquella mujer, tenían que lidiar con sus otros invitados.