Palacio Shingen [Hikari; Yato; Shinko; Kirara; Riku] Yato sonrió ligeramente —Los gatos no apuñalan gente. Kirara miró a Yato y señaló a Taro —Ese si. Él abrió el combate que nosotros tal vez ni hubiéramos iniciado. Taro miró a Kirara; después miró hacia Yato; brincó hacia él y este lo atrapó en el aire —Así de fácil detienes al gato; con o sin arma —se mofó. Y mientras hacía esto; el gato se metió entre sus ropas y sacó el papel que Riku había encontrado. —¡Devuelve eso!— gritó Yato siguiendo a Taro quien ya se escapaba abriendo la puerta corrediza y corriendo hacia las afueras del palacio. Kirara y Shinko se quedaron atrás; incluso Hikari no pudo alcanzarlo. Pero Riku y Yato lo fueron persiguiendo a la misma velocidad, con la misma destreza y elegancia; entre los tejados e incluso entre callejones de Kofu; parecía que Taro buscaba perderlos, pero de vez en cuando, se daba el lujo de voltear para ver si lo seguían. Mercado/ Comercio de abanicos [Riku; Yato; Taro] Llegaron al mercado y entraron a un comercio bastante bello; lleno de distintos papeles pigmentados. Yato sonrió al ver al artesano y este también respondió a la sonrisa. —Joven Yato; es bueno poder verlo de nuevo en Kofu —mencionó cerrando el abanico que recién revisaba —¿Qué lo ha traído hasta aquí? ¿Qué color... —no terminó su frase cuando Taro se subía a la mesa dónde trabajaba; sin tirar ninguno de los líquidos o pisar algún papel. Taro lo miró y soltó el papel frente a él. El artesano comprimió sus gestos; pensando que el animal le estaba tirando una bola de pelo. Contenido oculto Monpoke
Fujiwara no Riku Junto a Yato seguimos a Taro en el momento en que se salió a correr, está vez con menos aviso que en Kai. Su objetivo fue... El mercado. Aquel mercado de abanico en cual había pensado antes para encontrar a alguien que pudiera arreglar el papel. Salude sutilmente al artesano con una sonrisa, manteniendo una presencia leve junto a Yato. "Parece querer que se arregle el papel". Hable despacio a Yato inclinando la cabeza hacia Taro. "Y diría se encuentran impaciente". Decidí no interrumpir junto a la amistad con el artesano, si es Yato, alguien que conoce, podría tomar con más facilidad la solicitud sin demasiadas preguntas.
Mercado/ Comercio de abanicos [Riku; Yato; Taro] El artesano miró al gato y después a Riku quién comenzaba a explicarle; después tomó el papel entre sus manos y lo miró con detalle. —Sé que esto es extraño; pero queremos que sea muy discreto con lo que pueda encontrar allí — mencionó Yato —¿Cree que tenga solución? El artesano revisó con calma mientras Taro se recostaba en la mesa de trabajo. —Por favor, siéntense —dijo invitándolos a sentarse en el suelo; ya que no había más lugares. El artesano comenzó su delicado trabajo; extendiendo el papel, sucio y maltratado. Limpió delicadamente cada pequeño rastro sin tallar el papel, frotó con un pequeño pedazo de algodón, y fue quitando la tierra acumulada. Taro levantó la vista al ver que el artesano comenzaba a unir el pedazo que Hikari torpemente había arrancado y con ello, después de un largo tiempo, terminó. El artesano les extendió el papel. Yato miró a Riku, él lo había traído hasta Kofu, era él quién debía revisarlo. Contenido oculto y Monpoke
Fujiwara no Riku Guarde silencio en todo el proceso de trabajo, sin interponerme o molestar al experto de su área. Arruine ese papel, debería de poder quedarme quieto mientras observo como alguien lo arregla. Y así pasaron las horas, en las cuales compartí el tiempo solo con Yato y Taro. Nadie más había venido o logrado seguirle el ritmo al gato. Me puse de pie al llamado de que el artesano termino de limpiar el pepe. "Nuestras más sincera gratitud". Incline la cabeza agradecido a su dirección. "¿Cuanto debemos pagarle?". Pregunte cortésmente, después de todo le acabamos cortando horas de atender a su puesto. Y el silencio de su contenido. Seguido de esas palabras, vi y leí el papel ahora leíble y... ... Por unos segundos, un corto tiempo, quede en silencio pensando en su contenido. No en shock o sorprendido, tampoco desilusionado... solo, pensando. Confundido. Hice señas para llamar Yato y Taro a otro lugar, más privado. Una vez sentí que estábamos despejados de la vista y solos, pregunte a Taro al mostrarle tanto a él como ha Yato el papel. "¿Qué debemos mirar?". Contenido oculto ahora me cobraba 300 por el pepel. Pero los ofrecimientos que hay que hacer...
Mercado/ Comercio de abanicos [Riku; Yato; Taro] El artesano sonrió y miró a Riku negando —Al joven Yato le debo muchas cosas; no le cobraré nada, ha sido un placer. Y con estas palabras, salieron hacia un callejón entre los comercios para mirar detenidamente el papel; Riku se lo mostró primeramente al gato, el cual lo miró con detenimiento; después Yato se detuvo a observarlo, hincándose para estar a la altura del gato. —¿Ese hombre murió? ¿Quién de los Minamoto lo conocía mejor?—preguntó Yato a Riku —Está dos veces en esta lista, seguro era importante. Contenido oculto Monpoke
Fujiwara no Riku Sonreí y asentí levemente. "Si, podría decirse que era importante a su manera". Realmente, no había mucho más que decir. Fue con pocas palabras informe que me separaría temporalmente y continúe mí camino a la casa de armamento Contenido oculto Voy a a vender las katanas simples (2) y ha comprar 10 flechas.
Mercado/ Comercio de abanicos [Riku; Yato; Taro] Yato suspiró algo frustrado; y Taro simplemente se hartó y trepó en Yato para que este lo cargara. Riku decidió primero ir a la casa de armamento. —Nos veremos en el castillo; procura no exigirle mucho a tu cabeza, las cosas se irán acomodando; me encargaré de ello —dijo mientras se despedía de Riku, quedándose en el comercio de abanicos. Casa de armamento [Riku] Al entrar, sintió el calor instantáneamente, seguido de los sonidos del golpe con martillo. —Buenas tardes —mencionó el herrero absorto en su trabajo, al grado de que no sabía que se había hecho de noche —¿Viene a comprar? ¿Vender? ¿Negociar? Para todo eso soy bueno. Contenido oculto Monpoke las katanas simples te las compra a 150 monedas cada una las 10 flechas las vende a 50 monedas
Fujiwara no Riku Mercado / Comercio de abanicos "Puedo esperar, puedo ser paciente y confiar en ti...". Negue hacia Yato al irnos separando, cada vez más y más cansado por no seguir aquello que el mismo dice. Por nunca ser capaz de dar con nada, solo con mayores problemas por resolver. Siguiendo en un ida y vuelta, trabas, tropiezos y fracasos. Se han tomado malas decisiones, he tomado malas decisiones. Y debo luchar para no seguir haciéndolo, de ser mejor. Alimentado y decidido por un deseo de proteger, pero uno que va dejando de ser puro, se esta contaminado día tras día... "Lo quiero muerto". Para ponerle fin a todos su juegos y engaños. ¿Cuándo fue la ultima vez que descanse realmente? Cansado... Tan cansado. Casa de armamento "Buenas noches". Respondí al herrero, corrigiendo sutilmente su horario. "Vengo a comprar unas flechas (10) y vender unas katanas (2 simples)". Fui dejando las katanas al mencionarlas. "No voy a negociar por ellas". Considere por unos segundos, curioso en algo que no menciono. "¿Y su forja?". Lleve inconscientemente la mano a la empuñadura mi katana, no, solo es una empuñadura... Solo un mango.
Casa de armamento [Riku] El herrero tomó las armas y pagó al momento, sin revisarlas demasiado; después buscó las flechas, las revisó una a una enfocándose en la punta y las plumas —Todo en orden —dijo para entregárselas. Volvió a su trabajo, revisando sus instrumentos con cuidado; parecía que iba a ignorar la pregunta de Riku pero simplemente parecía reorganizar todo, limpiando su área —Mi forja es honesta; pero hago pocas armas, me especializo en fundir los materiales y hacer con ellos bloques; se venden muy bien —se cruzó de brazos, eran brazos fuertes — ¿Qué tenías en mente? — dijo mirando a lo que quedaba de aquella arma. Contenido oculto Monpoke ficha actualizada
Fujiwara no Riku Casa de armamento "Honesta". Me detuve en esa palabra específicamente. "Un trabajo honesto no es suficiente para resistir hasta el final de esta guerra...". Libere algunas emociones, pero sin escupir en su nivel de forja. "Ahora lo reconozco". Incline, mirando lo que queda de Kosu. No culpo a Kirara por ello, a pesar de todas las emociones, el valor de la historia que compartimos... siguió siendo el arma forjada por herrero agrícola. Tampoco culpo al herrero. Es imposible culpar a alguien, incluso a mi mismo. No es culpa de nadie que haya sido una katana humilde, por encima de las simples, y especial a su manera. Todas están destinadas de destruirse. Y si no lo son, caerán en el oxido y el olvido... "Pero, supongo que yo no podría tomar a un tipo diferente de arma. O un herrero". Suspire, llegando a una pobre declaración. No sombría, sino en aceptación. Es así como es, y si no lo es, regresaría por este camino nuevamente. Es lo que quiero, si puedo elegir volver. No a quien sea el mejor herrero de japon o este cerca. Sino a herreros como estos, que tal vez tenga una vista diferente a lo que forjan. "Fundir los materiales...". Le extendí el mango de Kosu, para que lo tome si lo desea. "Bien, usa este mango, sus fragmentos y lo que veas necesario para crear algo nuevo". "Una nodachi ¿Puedes?". Termine con una cierta emoción de persistencia de no dejar ir aquello que se he perdido. De desearlo de regreso. "Revivir la forja de un Okudera, otro herrero que también habrá forjado pocas armas". Nunca soltaré nada. Sea lo aprendido o lo dejado atrás, deseo mantenerlo. Contenido oculto Katana destruida no puede ser reparada ¿No? Bueno, aquí hay un fundidor. A ver que pasa. pd: aunque tendría que pedirle a kirara los restos de Kosu... O de última solo el mango. Mencionó los fragmentos solo para dar emoción de misión legendaria (?) Misión legendaria: forja una nodachi de los resto de una katana de un herrero cualquiera
Casa de armamento [Riku] El herrero comenzó a reírse fuertemente —¿Tu esperas que de la lamina vieja y decadente saque otro filo; ¡ni siquiera está completa! Y aunque tuvieras cada pedazo, no me da para hacer un arma más grande; si estiro el metal tendrás un arma larga pero frágil, lo que queda de esa arma te dará para fundir algo pequeño, tal vez simbólico —negó sonriendo; no era un herrero muy amable —Un Okudera ¿No? tal vez deberías llevarlo con quién la forjó, y preguntarle exactamente por qué ya no fabrica armas —miró a Riku —Puedo fundir lo que tenga esa arma; separar las aleaciones, hacerlas un bloque, y dártelo. Contenido oculto Monpoke
Fujiwara no Riku Casa de armamento Suspiré, aceptando a un las tajada de su palabras con poca demostración de descontento o furia. Era la verdad. "¿Y un anillo?". Pregunté por un objeto de tamaño menor. Simbólico, tal como dice. Para llevarlo conmigo, es lo único importante. Un uso al menos mayor que un bloque pesado. Negue a su sugerencia. "Por lo que se, el no era un armero. No fabricaba armas". El sugirió algo que no podría ser, por eso me debí de explicarle. "Pero yo nunca lo conocí como un herrero, crecí llamandolo con un nombre diferente, y está katana era lo único que me quedaba de èl". Del hogar. Además de mis recuerdos. No di muchos detalles o me exprese demasiado, puede llegar a creer el significado del mensaje que quiera. Él no es más que un extraño para ir y contarle mí vida. "Es un era de guerras".En la cual no queda nada detrás... "Está bien". Decidí volver al tema principal. "Una nodachi, una de su forja y materiales. Y un anillo con los restos de la katana". Pregunté de forma indirecta si acepta y el precio de los dos trabajos. Contenido oculto Yo no sé de anillos, pero que sea uno de esta similitud Contenido oculto Que tenga la parte de arriba, lo otro a diseño del herrero. Pero que tenga el hanko Okudera gravado en vez de la estrella.
Casa de armamento [Riku] El herrero soltó una risa seca, burlona —Todo herrero forja armas —dijo ante Riku — Y si no era un herrero, seguramente fue un ladrón; hay personas que toman trabajo ajeno y lo hacen pasar por propio —miró entre su pequeño arsenal, buscando lo que Riku quería —Pero si en verdad fue herrero, forjó armas; aunque ahora muchos se escondan detrás de la fachada de artesano que forjan instrumentos de cocina, pesca o jardinería; todos ellos son armeros . Puedes mirar a los ojos a uno y saber que en él pesan las vidas de aquellos que murieron por su forja; algunos prefieren huir a lo que han desatado, otros simplemente aprenden a vivir con ello. Frente a Riku había dos nodachis, una era muy simple; y la otra parecía tener un cuidado más pulcro, un acabado más impresionante y un trabajo más arduo —Todo es un negocio; a veces hay herreros que no disfrutan de su vocación; pero saben que son buenos en ello —señaló la nodachi simple. Contenido oculto: nodachi simple —trescientas monedas — dijo para después señalar la otra Contenido oculto: Nodachi personalizada —Mil monedas — después colocó las manos en la mesa —El anillo no lo haré yo, lo hará mi mujer; ella hace joyería. Ya tiene moldes que puede usar para usar el metal del cadáver que traes —dijo señalando lo que quedaba de Kosu — Serían cien adicionales por el anillo. Contenido oculto Monpoke Nodachi simple= 300 monedas Nodachi personalizada= 1,000 monedas Anillo= 100 monedas Nodachi= Misma función que la katana pero -2 rezago Si compras la nodachi personalizada debes tirar tu d20 :3
Fujiwara no Riku Casa de armamento "Su forja agrícola". Dije y aclare sin demasiado empuje, al menos, para agregar a otro a su lista de cobardes que tanto parece recordar. "Keisho, me dicen que le se conocia". "Bien". Enfocandome solo en el final, pague tanto por la nodachi personalizada y dejé las monedas para el anillo. Tomé la nodachi ya ofrecida, desenfundadola levemente para comprobar su filo y acero por primero vez. Pensé, si debería darle un nombre... Kosu he llamado mí katana, nombrada así por el como me ha acompañado a lo largo de los eventos importantes en mí vida. A un si ahora está destruida, no la quiero dejar ir. No es correcto, con una katana ni con nada. Taiyo, Inosuke, mí familia y Kosu... Vivir con todos los recuerdos, sentimientos y enseñanzas que han dejado. No atesorarlo o guardarlo, que quede a la vista mis verdaderas intensiones. Por qué lo pido, porque prefiero creerlo, no es el final. Y un día, nos volveremos a... Saikai Contenido oculto Puedo pagar por afilar? F. Me los merezco. Escribí cualquiera en el dado
Riku Casa de armamento Sostuve la nodachi con cuidado al inspeccionarla, tratándola con aprecio a pocos minutos de comprarla. Porque tiene valor. Pero, fue al ir mirando con aprecio al filo de esta nueva Nodachi, Saikai, que algo... cambio. Hizo click de un momento a otro, un cambio... desconcertador. El surgimiento de una perspectiva diferente... Y no fue culpa de la nodachi. Enfunde la nodachi con una presión audible, más no agresiva. Simplemente fuerte y cuidando la nodachi. "Por favor, le dejo a tu esposa el anillo. Vendré por el cuánto esté listo, o envialo". Le agradecí, pero no pude reunir en el tono de mí voz la entonación indicada. "Ese cadáver de metal tiene valor de una manera diferente de lo que podría tener tu forja o la de cualquier otro herrero". Respondí a las viejas palabras que había dejado por ignorar. No lo mire al ir saliendo de la casa de armamento. "Así que no lo menosprecies en mí cara". Fui agresivo, afirmando el valor de aquello que llama un cadáver. Sin amenaza. Sin hostilidad. Sin maldad. Ni siquiera lo mire, no dirigiendo exactamente mis emociones a él. El no es el foco de mis sentimientos, no se merece el odio. Dejé la tienda y salí a las obscuras calles, solo, en silencio, apretando en todo momento en un agarre feroz la nodachi. Y cuidado con aquel que se meta en mí camino. Fueras de Kofu > Río norte Pase por las murallas, escalando, alejándome de la ciudad. Siguiendo un río. Cien metros, doscientos... Me aleje de la vista casual de las paredes, pero no de su seguridad y rápido regreso. Después de todo, no estaba huyendo... Solo, alejandome por el resto de la noche. Parado junto a la orilla, desenfunde la nodachi en un solo y sutil movimiento. Me tomé unos momentos, mirando la hoja en su máxima extensión. Está vez bañada bajo la luz de la luna. La balance un poco, despacio, probando su peso y alcance. Una nueva arma. Fui un poco más brusco, probando con movimientos más veloces. E incluso probando las técnicas de la escuela Ganryu, sintiendo sus diferencias si las habría. Seguí hasta cansarme y llenarme de sudor, probando cada grado potencial y contemplando el futuro de este filo. Impecable, pristina y sin ninguna pizca de sangre. Nueva. Y eso era lo incorrecto. Lo equivocado. "¡Aaaah!". Con un grito detuve el llamado entrenamiento, clavando media extensión de la hoja en la tierra. Profundo, agarrado por la tierra. Sude y jadee apenas de pie derecho, mire lo que acabo de hacer. Lo siento, maestro... Una pequeña, muy pequeña disculpa fue lo que sentí que sería a la única persona que podría dañar con mis próximas acciones. Cansado... Patee la hoja, sin cuidado o preocupación. Casi en un desahogo de ira, rabia y odio. Por más motivos de los que podría nombrar. No me contuve. Fisica... Patee. Agarrada por la tierra, la hoja se sacudió en su lugar... Pero seguí, liberando cada emoción negativa en contra de un arma inocente. Mentalmente... Patee. La hoja templo, se sacudió en su lugar, intentando escapar. De llegar a equivocarme. Patee... Y la quebré. Tomé aire a un peor que antes, sin molestarme en siquiera mirar el trabajo que acabo de hacer. ¿Por que? ¿En qué pensaba? En comprarla, en llamarla así... No tiene valor. No el que debería. No conoce mí sudor, no conoce mí sangre o la de mis enemigos. No sé lo merece, tal nombre. Y tampoco sudare más o sangrare por un arma de ese herrero. Estaba equivocado, no parece entender nada. No le daré ningún valor tampoco. Me tiré el suelo, de rodillas mirando al horizonte, y solo así y entonces. Luego de descargar mis emociones... Descanse, al menos un poco corto momento. No estoy solo para cargar estás emociones y dolor, en esta historia, pero por todo el mal que he traído y podría traerles... Desearía estarlo. Desearía poder lograr más. Y ser ese alguien que se merecen. Alguien que de verdad pueda iluminar su camino. Yo no he echo más que andar atrapado en una espiral de mí voluntad contra la realidad de mis capacidades, teniendo por el futuro. Siempre dando vueltas, avanzando y retrocediendo, citando constantemente las mismas oraciones... Tratando de creer. Estar verdaderamente de pie, por ellos, sin fingir que no me encuentro parado al borde de un precipicio todos los días. Conteniendome de saltar. Si pudiera destruirlo todo... Contenido oculto No tiré por ruptura, pos, le hiba a pegar hasta que se quebrara. Yei... Chale. Si que andaba al límite... Está bien si quieres pasar al día siguiente. Se despertara e ira al castillo a la mañana... Si no lo encuentran antes
Casa de armamento [Riku] El herrero lo escuchó y vio partir, atento; mirando el emblema Fujiwara que portaba en su haori, apretó los puños la ver aquello; pero no intentó alcanzarlo. Junto al río [Riku] La nodachi era hermosa; pero insuficiente. Riku no era Kojiro. Riku tampoco se definía por su arma, incluso Hinode era una katana que no fue creada para él; sus flores pintadas a mano aun adornaban una saya que fue prestada; por un hombre que ya no existía más. Kosu parecía ser un arma sin importancia, que cuando fue descubierto su interior, cobró un nuevo valor, una conexión. ¿Pero aquello habría sido un completo accidente? Riku pudo haber tomado cualquier arma; pero obtuvo a Kosu. Ahora sólo quedaba esperar aquel anillo; creado con lo que aun quedaba de aquella arma. Esperando en el suelo; lejos de todos los demás. Riku despertó; y no estaba solo. Taro estaba a su lado, lo miraba atento. Riku notó una especie de humedad sobre su pecho; era un pescado. Taro se lo había traído para que desayunara, y estando junto al río, parecía que aun estaba fresco. Al verlo abrir sus ojos; Taro se levantó, mostrando que debajo de él había un pequeño montículo de tierra. La nodachi no se podía ver por ningún sitio. Seguramente Taro la había enterrado, dejándola en la tierra a ser olvidada. Juntos, avanzaron hacia el palacio. Palacio Shingen [Riku; Taro; Yato; Hikari; Kirara; Shinko] —Les dije que Taro lo estaba cuidando —mencionó Yato mientras miraba hacia Kirara quién se notaba completamente angustiada; Hikari a su lado. Todos esperaban en la sala principal; todos menos Shinko, quién parecía estar conversando con una mujer en uno de los pasillos del palacio. Kirara corrió hacia Riku y lo abrazó; al separarse lo sacudió ligeramente —¿Por qué dormiste afuera? Contenido oculto Monpoke
Fujiwara no Riku Junto al rio Abrí los ojos y fui despertando, segado por el sol naciente y, aunque recordando unas viajes costumbre, adolorido por dormir en en donde no debía. Rapidamente, cerca como estaba, note con cierra sorpresa la presencia de Taro. Y de la más confusa se sentimiento de algo húmedo, un pescado. "Un nuevo día". Exprese en voz baja al tomarme unos segundos contemplando el amanecer. Sentir el sol. Al menos, solo un corto instante. Uno corto... Cerré los ojos apreté los puños instantáneamente, recordando los eventos del anochecer. No me arrepentía ni avergonzaba, aquello no hizo más que ampliar mí comprensión La de mis propios sentimientos. Mis deseos. Y miedos. Sobre mí mismo. Volví a abrir los ojos y en cuando intenté en ponerme de pie para partir a la ciudad... no podía moverme. Careciendo de la fuerza, de la voluntad. Una parte de mí se negó a lavarse, cansada. Sufriente en dolor en la carne y huesos, por cada corte ya sanado y herida desaparecida. Todavía... todavía era insuficiente. Y una vez probado nuevamente, solo desee recostarme y dejar pasar la horas. Era tan fácil desconectarse de todo, y con unos pocos pasos te puedes perder para no volver Suspiré y baje la cabeza en profunda tristeza. No debía descansar, tampoco debía quedarme más. Tengo un deber de regresar. Y el fallo de esa promesa era uno que no toleraría. Nunca. Me obligue a levantarme, presionando hacia arriba con una mano. En la otra sujetando el pescado. "Lo tomare para el camino". Asegure a Taro al ponerme de pie. Di marcha de regreso a la ciudad que había escapado, un poco renovado. Y sintiendo cierta nueva libertad en mis emociones. Palacio Shingen Entrando en la sala principal, rapidamente fui recibido con la vista de todos esperando ahí. En ese entonces lo pensé, lo considere, pero no había decidido pensar demasiado en la angustia que podría provocar al desaparecer. Senti el lamento ahora, junto al abrazo de Kirara. "Necesitaba liberarme un poco. Fue una desición rápida". No mentí. Tampoco me disculpé, porque de verdad me notaba arrepentido. "No hubiera preferido estar solo, pero era así como me encontraba". Cuando no pudieran mirarme. "Y decidí alejarme más en lugar de dar marcha atrás, aislarme". Para no ser encontrado. "Lo siento". Ahora, en mayor lamento, me disculpé. "Te había prometido no moverme a tus espaldas". Me fui, pero regrese. Cómo también lo haré.
Palacio Shingen [Riku; Taro; Yato; Hikari; Kirara; Shinko] Kirara negó —Te entiendo mejor que nadie; tranquilo, sabía que volverías— sacudió el cabello de Riku aun con algo de tierra y hojas secas —Yato nos dijo que estabas bien; pero no quería que durmieras en la intemperie. Él insistió en que a veces era mejor darse su propio espacio. Sólo avísame en la siguiente ocasión que quieras ir a dormir fuera, tal vez consiga convencerte de que al menos yo pueda acompañarte. Shinko avanzó hacia ustedes —No me gustaría interrumpir pero...— miró a Riku —Hay una mujer que te busca — señaló a la mujer en el pasillo, la cual esperaba con calma — Es la esposa del herrero local. Contenido oculto Monpoke
Fujiwara no Riku Castillo Reí un poco, tomando por gracioso esa última parte. "La parte difícil no será convencerme de que puedas acompañarme, sino que será avisarte si estamos separados". ¿Lo de anoche fue algo de una sola vez? No lo sé, pero casi insinuaba que volvería a suceder. También podría no hacerlo. "En ese caso, mantengamos juntos al caer la noche". Sonreí, inocente, sin pensar que habría alguna declaración o doble sentido en esa oración. Negue ante la interrupción de Shinko, para luego asentir al voltear y ver a la mujer con la cual estaba hablando. "Está bien, es por un trabajo que le dejé a través del herrero". Informe levemente de su motivo aquí, pero si el herrero le había pasado el trabajo queda más haya de mí. O si incluyo le contó mucho de nuestro encuentro. Que no pudo terminar en muy buen termino Contenido oculto Pos. Riku se acerca a la mujer. Kirara y Shinko pueden entrometerse si quieren.
Palacio Shingen [Riku; Taro; Yato; Hikari; Kirara; Shinko] Kirara se ruborizó al instante escuchando las palabras de Riku y afirmó sin decir nada; sabía que si abría la boca diría algo incómodo o estúpido, así que decidió callar mientras sonreía ligeramente. Shinko los miró confundido; para luego abrir los ojos por completo, y comenzó a molestar a su hermana con tan solo una mirada; mientras los hermanos peleaban con miradas las cuales sólo ellos podían entender, Riku se acercaba a la mujer del herrero local. La mujer lo miró y sonrió —Supongo que es usted a quién estoy buscando —dijo con una ligera reverencia para después entregarle una pequeña cajita de madera. En su interior estaba el anillo que Riku había encargado. Contenido oculto —Los Okudera —dijo ante Riku — Cuando mi esposo me entregó el sable roto entendí por que estaba tan molesto —suspiró resignada — Keisho... él fue nuestro maestro. A Tai le enseñó a forjar armas; a mi me enseño de joyería, detalles más intrincados. Mientras que yo busqué aprender de él, a Tai le fue impuesto por su difunto padre; él no quería ser herrero, el prefería ser agricultor —le sonrió a Riku —Cuando descubrió que el maestro Keisho se especializaba en herramientas de cultivo más que a armas, entendió que aquel hombre también compartió el amor por la agricultura. Juntos crearon grandes herramientas para el arado, haciendo la vida de los agricultores más sencilla; pero los tiempos comenzaron a cambiar, y el maestro Okudera comenzó a fabricar armas; para su desgracia, era bueno en ello y eso lo obligó a irse a Ueda, no dijo nada, sólo se fue sin despedirse — Y era allí, la posible razón de la amargura de aquel herrero llamado Tai —Allí permaneció por un buen tiempo, se dice que tuvo una alumna; Kumiko. Shinko, quién escuchaba detrás de Riku levantó la vista. —No quería que se fuera sin saber esta información— respondió la mujer — Y sobre todo, quiero disculparme a nombre de mi esposo. No sólo lo hago porque reconoció que pertenecía a los Fujiwara por su indumentaria; lo hago porque si ha pedido que grabe ese apellido en el anillo, es porque usted es algo de nuestro viejo maestro — hizo una leve reverencia — Ha sido un honor La mujer comenzó a retirarse de aquel sitio. Shinko miró a Riku —Kumiko, ese nombre... Contenido oculto Monpoke