de Inuyasha - Kilómetros.

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Kathya, 21 Septiembre 2008.

  1.  
    Kathya

    Kathya Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    6 Enero 2008
    Mensajes:
    437
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Kilómetros.
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2091
    Kilómetros.

    Una historia sencilla. Realizada para el concurso de historias de Inuyasha y Kagome. No soy muy fanática de esa pareja, pero bueno. Acá está.
    Gracias a Kemero por darme su opinión sobre el escrito.
    ________

    Kilómetros.
    A varios cientos de kilómetros
    puede tu voz darme calor igual que un sol.

    Estás tan lejos, si. La distancia es dura en algunos momentos. Muchas veces me ha parecido que mi cuerpo podía desfallecer de un instante a otro, por el simple hecho de amarte tanto. Noches de insomnio pensando en algo magnífico. Algo que poseo y atesoro con toda el alma: El recuerdo de tu dulce voz. Aquella que me lleva a mil lugares diferentes, donde soy feliz, donde algo de ti me pertenece.

    Y siento como un cambio armónico
    va componiendo una canción en mi interior.

    Mi ángel. Mi bella mujer. Cientos de veces he escuchado tu cálida y hermosa voz. Siento sensaciones muy extrañas en mí, cada vez que puedo llamarte y oírte. Mi cuerpo sigue la melodía de tu tono de voz. En esos momentos soy tuyo. Solamente tuyo. No me importa el mundo de afuera, es a lo que menos presto atención. Estoy encerrado en nuestro mundo, en el lugar de nuestros sueños. Sueños a una distancia tan lejana…


    Sé que seguir no suena lógico,
    pero no olvido tu perfume mágico.
    Me han dicho tantas veces que me olvide de ti. Que seas parte de mi pasado. Dicen que no te conozco, que eres un alma perdida en mi imaginación. Un imposible, algo muy lejano. Me opongo a eso, te conozco. Te conozco a través del sonido que produce el movimiento de tus labios. Aún estando tan alejado puedo llegar a sentir tu presencia junto a mí. Aspirar tu puro aroma, sentir el roce de tu piel con la mía… no es sólo imaginación. No quiero creer que lo sea.

    Y en este encuentro telefónico,
    he recordado que estoy loco por ti.
    Ha pasado una hora desde que me sentí el hombre más dichoso. Ha pasado una hora que me has llamado. Temas serenos, tranquilos. Un resumen de nuestras vidas. Vidas que aún no pueden unirse. Pero algún día lo harán, yo sé que es así. Puedo sentir tu risa… ¡cómo me estremece tu risa! Esa suavidad que marcas en ese pequeño sonido… es inigualable. Única, magnífica, perfecta; así eres. Te amo. Te amo como nunca amé a nadie, como nunca volveré a amar.


    Que todo el mundo cabe en el teléfono,
    que no hay distancias grandes para nuestro amor.
    No es tanto el tiempo que hablamos. Eso no nos importa, ya que día a día compartimos esos pequeños momentos. La gente cree que estoy loco, que no puedo amarte. ¡No es así! No quiero que piensen eso. Claro que puedo amarte; es más, te amo con locura, desesperación, te amo con ese sentimiento loco de verte y abrazarte hasta que termine el mundo. Siempre un deseo me carcome, el poder estar junto a ti. Pero eso no influye en mis sentimientos por ti, eso nunca cambiará. Tampoco se modificará si te vas mucho más lejos aún de lo que estás.

    Que todo es perfecto cuando te siento,
    tan cerca aunque estés, tan lejos.

    Recostado sobre mí cama no paro de pensar en ti. Eres la dueña de toda mi vida, mi cuerpo; en especial mi corazón. Imagino tu rostro, los rasgos que debes tener. Debes ser magnífica, la mujer más bella del mundo. En realidad, no es de importancia tu hermosura física. Sino la que está dentro de ti. Eres la persona más perfecta que conozco. Tu carácter sensible, el amor de denota tu voz. Siento un fuego arder dentro mío en cuanto pienso en ti. Mi reina, mi amor. Estás lejos, demasiado lejos…y a la vez tan cerca….


    A varios cientos de kilómetros,
    tiene un secreto que decirte mi dolor.
    Muero por gritar al mundo mis sentimientos. Esa sensación me ahoga cada día… debe ser un secreto. ¿Por qué? ¿Por miedo a una burla? No dejaré que ese motivo impida comunicar, que eres la dueña de mí. Cientos de kilómetros. Una distancia que me derrumba, que me duele, y poco a poco se incrementa. Debo resistir, no caeré, pero me cuesta soportar…

    Termino de escuchar tu melodiosa voz y sonrío. Tal vez de alegría, o quizás de pena. No estoy seguro. ¿A quién miento? Claro que sé el por qué. Si mis ojos se cierran al instante, sueño contigo. Sueño despierto, frente a todos; es lo que menos me preocupa. Me duele…pero te amo. El amor podrá, lo sé.


    En cuanto cuelgues el teléfono,
    se quedará pensando mi corazón.
    Mi corazón sufre. Cada vez se hiere más. Mi sonrisa se desvanece rápidamente, y mis ojos vuelven a abrirse. Recuerdo que estoy en un mundo alejado de ti. Un sitio en donde no puedo abrazarte, besarte, entrecruzar tus dedos con los míos. No hay posibilidad de contemplar la sonrisa del otro. Pienso… ¡cómo me gustaría estar contigo! Revuelvo la herida, no la puedo dejar pasar. Porque te amo, y eso aumenta mi deseo de estar contigo. Me daña eso, pero a la misma vez me llena de placer. Me produce tanta euforia sentirte a mi lado, cuando no lo estás.

    Que todo el mundo cabe en el teléfono,
    que no hay distancias grandes para nuestro amor.
    Kagome. Mastico tu nombre con dolor, con furia. Pero a la misma vez lo hago con devoción, idolatrándolo. Como si fuera el único nombre en éste mundo. Apenas cuando oigo un sencillo “Hola” mi vida cambia. Me desarmo, dejo de ser yo mismo y me transformo. Seguimos hablando, muchas veces fijo la vista en un espejo mientras tanto. Veo la expresión de mi rostro e imagino que estás detrás de mí. Que te acercas lentamente y recorres con tus manos mi rostro. Yo aún sigo mirando a través del espejo, pero todo me parece tan real, como si fuera tan sencillo que sucediera. Mis ojos ámbar se humedecen un poco al pensar eso… mi amor, estás tan lejos… pero se puede, se puede.


    Que todo es perfecto cuando te siento,
    tan cerca aunque estés, tan lejos.


    Mujer, mi mujer. Estoy tan cerca de ti. Sí, estoy cerca. Lo estoy porque ambos vivimos en el pensamiento del otro. Pero… ¿y si en tu vida es otra la persona que reina en tu vida? No podría soportarlo. Pequeñas gotas saladas brotan de mis ojos al inundarme en ese pensamiento. Quiero gritar, llorar, desplomarme sobre algo y no levantarme nunca más. ¡Qué estoy diciendo! No puedo desconfiar de ti, eres el retrato de la perfección. Te veré algún día… Dios, no debo dejar que mis esperanzas mueran. Te amo demasiado para caer en un pozo sin fondo.


    A varios cientos de kilómetros,
    tiene un secreto que decirte mi dolor.

    El pensamiento de que haya otro que ocupe el lugar que yo no puedo darte, me está preocupando. Sí, creo en ti. Pero la duda es muy fuerte. En esta hora que pasó… ¿estarás con él? ¿Irán a algún sitio? ¿Existe en verdad ese alguien? Casi no puedo resistir. Quiero volver a hablar contigo, preguntarte. O mejor aún… sacar un simple pasaje e ir a donde tú estés. Ahí comprobaré todo. Pero no es tan simple. ¡No lo soporto ya! ¡Basta, basta! Me duele, me disuelvo de a poco… no quiero pensar más, quiero morir. Te amo, pero ya no puedo más…


    En cuanto cuelgues el teléfono,
    se quedará pensando mi corazón.
    Suena tu teléfono, contestas. Hablamos un buen rato. Por fin me animo a interrogarte. A sacarme esas dudas. Mis sospechas murieron un solo golpe. ¿Cómo pude desconfiar de ti, mi amor? La distancia me es tan dolorosa, que mis pensamientos toman rumbos que no deberían. La sonrisa vuelve a mi rostro en el momento en que cuelgas. Si, eres mía. Sólo mía.


    Que todo el mundo cabe en el teléfono,
    que no hay distancias grandes para nuestro amor.

    Me recuesto lentamente sobre mi cama. Cierro los ojos y comienzo a soñar. A soñar con un paraíso. Mi paraíso.

    Te acercas sigilosa hacia mí. Yo te observo con algo de duda. Eres tú, claro. ¿O no lo eres? La desconfianza me invade un poco. Es casi imposible que estés tan cerca… otra vez estoy soñando. Me miras con una pureza cristalina que me deja embelesado. Tus hermosos ojos chocolate, las líneas de tu rostro… Eres perfecta.

    -Inuyasha- susurras.

    Es tu voz, ya no puedo dudar más. Eres tú.

    -Kagome- tartamudeo.- ¿Qué haces aquí?

    Ella me sonríe. ¡Oh Dios! Que mágico fue contemplar aquella muestra de alegría. Estamos tan cerca. Cada vez más… Pasas tus finos dedos por mi cabello. Veo cómo te sorprende el color de éste. Ahora sabes que poseo un cabello plateado, un problema de nacimiento. Luego parece no importarte, y me respondes:

    -Tú estás en mi sueño.

    -¿Tu sueño?- murmuro con el seño algo fruncido- ¿De qué hablas?



    Que todo es perfecto cuando te siento,
    tan cerca aunque estés tan lejos.

    ¿Qué sucedió? ¿Sueño? No entiendo… ¿por qué? Estabas ante mí. Estoy segura que sentí rozar tu piel, tus caricias en mi cabello. Si, pude contemplar tu mirada fría, pero a la vez tan cálida… Estabas allí, no hay dudas. ¿O no lo estabas? Pero…pero…

    Inmediatamente tomo el teléfono. No me importa que sean las dos de la madrugada. Quiero saber que fue lo que pasó en verdad.

    -¿Si?- contesta la voz en la otra línea.

    -Kagome… yo… no sé como empezar…

    Recién allí caigo en la cuenta que es algo tonto llamarte. ¿Qué te puedo preguntar? ¿Vos estuviste en mi sueño? Me tomará como un loco, eso es lógico.

    -El sueño…sí, pasó.- interrumpió la melodiosa voz.

    -¿Qué?

    -Ambos tuvimos el mismo sueño, no sé por qué pasó eso. Quizás sea nuestra única manera de estar tan cerca, poder ser del otro completamente. Inuyasha… no soporto ya la distancia. Vivo pensando en eso. Ya no aguanto. Dejaré mi trabajo de acá, iré a tu ciudad… o mi corazón se romperá.

    -No Kagome- susurro con suavidad- ¿Sabes algo? Esta distancia, a pesar de todo nos está uniendo más. Nunca hemos peleado, siempre nos hemos amado. Aunque estemos tan lejos. Ahora tenemos sueños compartidos… eso no es algo para dejar pasar. El destino nos quiere separados en cuerpo, pero no en corazón.

    Un sollozo se escuchó del otro lado.

    -Tienes razón, a pesar de todo… lo nuestro es mágico, es nuestro desafío superar la distancia. Te amo mi amor, te amo tanto.

    -Te amo, luz de mis ojos.


    Tan lejos
    Estamos tan lejos, y a la vez tan cerca. Nuestra relación es única. La sabremos mantener. Porque nos amamos, es lo más importante. El resto, va y viene.

    ~Fin~
     
  2.  
    Pami

    Pami Guest

    Acuario
    Miembro desde:
    Mensajes:
    0
    Pluma de
    Re: Kilómetros.

    Bueno, yo vengo aquí a opinar (:!

    La historia me pareció extraña, porque InuYasha no es tan romántico. Pero me gusto el cómo manejaste la canción con lo que escribiste.
    Existían algunas cosas que de pronto no me cuadraron. Y tienes errores en algunas tildes.

    Y lo último me saco de onda, ese punto del sueño me pareció cursiiiiiiii xD!
     
  3.  
    Scriptina

    Scriptina ナルト♥ さくら

    Leo
    Miembro desde:
    15 Septiembre 2008
    Mensajes:
    1,096
    Pluma de
    Escritor
    Re: Kilómetros.

    No es mi pareja predilecta, pero me agradó bastante.:)
    Concuerdo con Pami. Inuyasha en un comienzo de la serie es un hombre bastante poco sutil y para nada romántico. Mas, encuentro que manejaste de manera efectiva el tema.

    Anulas algunas tildes esenciales. Cuida eso.

    Saludos.

    Hasta luego.-
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso