Kanagawa Kamakura

Tema en 'Prefecturas' iniciado por Amelie, 2 Noviembre 2020.

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    Ikoma-kun

    Ikoma-kun Rolero, dibujante

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    Misato Aoyama

    Cuando mis pasos ya rondaban cerca de la misma ciudad de Kamakura, quede algo abrumada por la majestuosidad de la ciudad que portaba una armoniosa combinación entre el estilo de una ciudad capital y la misma naturaleza.

    En mi pecho podía sentir la tensión que marcaría nuestra estadía en Kamakura. Caminé con serenidad mientras mi índice creaba círculos en la empuñadura de la espada. Mire de soslayo al chico de los tatuajes quien corrió hasta un punto más lejano.

    —¿Sangre?

    Sin detener mi marcha observé un gran charco de sangre...que había sido derramada como un recordatorio de la nada bienvenida que era nuestra visita...debía estar preparada.

    Pensé entonces en aprovechar la poca paz que Kamakura y estirar un poco mis extremidades.

    —Dioses nunca habría imaginado tal belleza—dije con mirada ilusionada—es justo como lo contaste abuelo.

    Por un instante respire tranquila a la par de sentir el viento que mecía mi cabello, era algo de ensueño...recordaba las historias sobre Kamakura de parte del abuelo.

    —Es una pena que sea en esta circunstancia tan fatidica—Lamente mientras mi pulgar desenfundó parte de la katana...mi esperada visita a Kamakura no sería como lo imaginé en mi infancia.

    Al ver el ocaso y el cielo con sus tonos naranja recorde recorde al resto del clan...muchos deben estar agotados y envenenados por la travesía en el bosque.

    —Cierto...Takano ha sido herido de gravedad.

    Sentí que era mi deber ir hasta donde Takano debía estar siendo tratado, si estaba envenenado era lógico que le encontrase en la herbolaria. Emprendí rumbo hasta dicho lugar y reunirme con los otros equipos.

    Aún con la gravedad de su estado, sabía que alguien con un puño y ataque tan formidable no caería tan fácil...recordé entonces nuestro entrenamiento en Tsu, el cual aún quedó que decidir; esperaba tener algún día una nueva ronda donde demuestre mi mejoría en combate.
     
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    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

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    Mao/Masuyo Kobayashi

    Dejó salir un suspiro ante la disculpa de Matsuda, era cristalino su arrepentimiento y casi parecía un niño regañado, le fue más que suficiente para apaciguar su enojo. E iba a dejar el asunto ahí, pero a Takeda se le ocurrió abrir la boca, la emoción de sus palabras le revoloteó en el estómago.

    —Ya sabes, Matsuda —prosiguió al otro, con una sonrisa ladina y la mirada entornada clavada en el receptor—. Cuida tu espalda —soltó con calma como si hablara en serio, a pesar del deje de diversión que lograba filtrarse.

    Una pequeña risa se coló cuando soltó el aire por la nariz, negando con suavidad la cabeza tras darle la espalda al grupo, no hablaba en serio. Al final las ocurrencias de Matsuda lograran sacarla un momento de su constante frunción, la cual regresó en cuanto se volvió a centrar en los posibles peligros del camino.

    Tal vez fue por no sacar el mapa, temiendo destrozarlo por lo endeble que estaría tras dos sumergidas en agua, dejándose guiar solo por su memoria de este terminó encaminándolos en algo más desafiante sin saberlo. Lo notó, entre el silbar natural del viento había uno vagamente distinto, artificial, y tan solo atinó a tragar saliva ante la incomodidad que le causaba el trabajo tan bien hecho. Se crió rodeada de árboles, confiaba en conocer sus sonidos como un marinero las brisas del océano, alguien estaba cerca de ellos y a no ser por el silbido era imperceptible.

    Hasta que apareció lo que temía, de frente y sin nada que ocultar, hasta sus intenciones eran visibles sin problemas. Tragó grueso, posicionándose para sacar su katana, y en ese momento quedó estática, con la mano en el mango. Su porte, posición, la katana o máscara... no sabía qué en exactitud le daba aquella sensación, pero estaba segura de que no sería capaz de darle ni un golpe, la longitud de su lanza también haría difícil defenderse.

    Su corazón latía con fuerza resonando en su cabeza, como la vez que vio a Shiryu, su mandíbula estaba tensa. Estática, no podía permitirse quedarse así.

    De las dos opciones que quedaban, debía esquivar.
     
    Kaisa Morinachi ha tirado dados de 5 caras para Esquivar Total: 4 $dice
    Última edición: 24 Noviembre 2020
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    Gigavehl

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    Kuroki Fusatada
    Herbolaria (Kamakura)


    Me sorprendió bastante escuchar que el tal Murai salía con un nuevo veneno cada cierto tiempo, como si el crear poemas se tratase, ¿tan profesional es? Si a eso se le suma que se disfraza, es que es algo muy aterrador sin dudas...

    Poco después la mujer se desplazó y sacó un vaso de cerámica para aproximarse al agua con carbón y servirlo, me extendió el vaso y lo tomé para mirarlo extrañado.
    Su explicación fue lo que me sorprendió.
    —Un campo de flores... sí, solo sé que de la nada sentía que las fuerzas me abandonaban—. Dije mientras antes de dar el primer sorbo, procurando prepararme ante el aparente irrisorio sabor que tendría, miré el cómo seguía tratando a Takano.

    La forma de despertarlo me impresionó, Takano rugió de forma ahogada por el metal ardiendo en su piel y la médico le puso la mano para que se enderezara de nuevo, bueno, al menos estaba despierto ya.
    Poco después Takano se quitó el objeto de la boca y trató de mirarme, estaba aún muy confundido, su hermana le habló como si lo que le hubiera hecho no hubiese sido algo extraordinario, vaya como si no fuese su hermano.
    Soltó su último comentario mientras me reiteraba que debía beber el agua.
    —En realidad lo atacó Murai porque estaba disfrazado—. Expliqué brevemente mientras soltaba un ligero suspiro, supongo que era mejor ya esperarme esto todos los días.
    Así, pues, di al fin un sorbo y poco después escupí el líquido de vuelta al vaso por el sabor tan horrible cuando la puerta de entrada se deslizó.

    Era la líder de los Fujiwara, arrastrando a alguien e ingresando con el mismo perro de antes y el borracho, me parece que su nombre es Riku.
    Se presentó y trajo la saya de nadamas ni nadamenos de Murai, atónito por lo que veía, retrocedí un par de pasos para quedar detrás de Takano mientras ambas hablaban, volteé hacia Murai quien parecía querer despertar, mientras suspiraba algo desganado y trate de dar otro sorbo, volviendo a poner muecas de asco...

    Esto será largo.

    No pude ni prestarle atención al resto mientras que escuché el nombre de Shinrin y no tuve que pensar mucho para saber a quién le pertenecía aquél nombre.
    Procuré no tragar los fragmentos de carbón que quedaban por ahí y después de segundos que me parecieron minutos al fin había terminado, tosiendo al final tratando de controlar mi mecanismo natural para vomitar.

    —Sí, ya está—. Dije como pude, con voz ahogada, y para cuando me había dado cuenta, ya hasta Shinrin había vendado a Kirara.

    Le extendí mi vaso de vuelta a la misma mientras miraba a aquél sujeto en el suelo.

    —Entonces... ¿Ese es Murai Sugita?
     
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    John Whitelocke

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    Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

    Kamakura

    Llegó a la ciudad finalmente, y no podía más con el veneno que le circulaba por la sangre. Sabía muy bien que en cuestión de horas las cosas podrían ponerse mucho más duras y difíciles de lo que eran actualmente, y no podía hacer demasiado para ayudar a Takano mientras no pudieran doblegar el espíritu maldito de Murai, y él no podría lograr nada hasta que pudiera pensar una manera de influirlo a través de su capacidad diplomática, por lo cual tendría que llegar el siguiente día. ¿Viviría lo suficiente Takano para ello? Hideyoshi no lo sabía, y esperaba que este tema pudiera resolverse de antemano, sin la necesidad imperiosa de su intervención, pero la realidad indicaba que la situación era muy difícil, y que si el clan lo requería, tendría que involucrarse en el interrogatorio de aquel desgraciado que se había disfrazado de Yami y asesinado a muchos de sus compañeros.

    "Es hora de ponerme bien, ojalá pueda reencontrarme con los otros cuando salga de la clínica... Kenzo, Togashi, Yuzuki, Mao, Tetsuo, Terunobu, Shinko... y Takeda", pensó.

    Creyó por un momento que se ponía sentimental por sus dolencias físicas, así que prefirió no demorarse más.

    Hacia la clínica
     
    Última edición: 24 Noviembre 2020
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    Amelie

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    Satou= 1,000 monedas
    Misato= katana amatista +13 de ataque


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    Monte Genji (Natsu; Hideyoshi)
    Hideyoshi= saco con monedas +500
    Yuzuki= katana zafiro +10 ataque
    Shinko= sode +3 defensa



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    Monte Genji (Yuzuki; Shinko y Tetsuo)

    Seguir leyendo en Pasillo a Kamakura



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    Monte Genji (Mao; Daichi; Takeda y Matsuda)

    En esta ocasión ninguno fue lo suficientemente rápido para esquivar, posiblemente debido a que sus ropas mojadas los hacían más pesados. Todos acabaron en el suelo con un dolor de cabeza fatal.

    Mao se levantó; seguida por Takeda, Daichi y Matsuda. Todos se veían cansados así que la idea de poder salir de la montaña era un incentivo para no descansar allí.
    La siguieron hacia la salida del bosque; llegando a la entrada de Kamakura. El sitio eran marcos de madera, envueltos de las ramas de Wisteria, un árbol de flores lilas que descendían haciendo una bienvenida bastante amable a comparación de la montaña y todos sus inconvenientes. En uno de los marcos de madera se leía:​
    "Sólo los más dignos pueden contemplar la entrada a Kamakura, pisen orgullosos"
    [​IMG]

    Por fin habían salido de la montaña; pero no sabían que esperar, allí esperaba Satou, Shinko y Tetsuo, quien se levantó al terminar de vendar a Tetsuo.

    • Pueden esperar a alguien en la seguridad del interior de aquel sitio (han salido del bosque así que los guardianes no los molestarán)
    • Pueden explorar el lugar
    • Pueden seguir avanzando hacia Kamakura
    • Cualquiera de las opciones la pueden hacer en equipo o de manera individual, su decisión.

    • PV= 30 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +620 EXP

    • PV= 30 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +790 EXP

    • PV= 70 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +1,070 EXP

    • PV= 40 pv
      -3 defensa (veneno)
      +940 EXP





    Pasillo a Kamakura (Satou; Shinko Tetsuo; Mao; Takeda; Daichi y Matsuda)
    Satou se acercó a Takeda, quien al ver los arcos y la inscripción perdió aquella sonrisa que estaba acostumbrado a tener, no deseaba estar allí. Shinko se mantuvo esperando a Taiyo.

    —Mi señor— dijo con demasiada formalidad, algo que hizo que Takeda lo mirara extrañado, muy pocas personas se referían a él con tanto respeto —Tengo noticias muy importantes para usted. Y temo que no son gratas.

    Takeda se llevó la mano a uno de sus ojos, el cual masajeó con fuerza —Dime que ha sucedido por favor

    —Había un traidor entre nosotros— mencionaba Satou —Era el joven Yami, miembro del clan Fujiwara. Pero Yami era sólo la fachada, debajo de ese rostro amable se encontraba el de Murai Sugita, al parecer aprovechó un momento en el que un equipo se dividió por el ataque de unos seres enmascarados, atacando a Takano; quien ahora esta peleando entre la vida y la muerte...

    Takeda no parecía escuchar más, avanzó en el pasillo a velocidad sin importarle nada mas; Satou trató de detenerlo, pues avanzaba aun con sus heridas, pero fue inútil

    Tetsuo lo miró avanzar sin rumbo y no dudó en seguirlo; no podía dejarlo solo. Matsuda lo observó preocupado para después dirigirse a Satou.

    —¿Qué más querías decirle?— preguntó Matsuda.

    —Murai Sugita fue capturado por Kirara y Taiyo; lo han llevado a Kamakura para interrogarlo

    Matsuda miró hacia Mao y Daichi —Esto no es bueno... Takeda puede perder la razón si lo ve

    • PV= 90 pv
      +550 EXP

    • PV= 80pv
      -3 defensa (veneno batracotoxina)
      -1 defensa (mal descansado)
      +570 EXP

    • PV= 30 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +620 EXP

    • PV= 30 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +790 EXP

    • PV= 40 pv
      -3 defensa (veneno)
      +940 EXP





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    Monte Genji (Kenzaburô; Zeng; Ujihisa; Terunobu)

    Terunobu estaba impresionado por las palabras de Kenzaburo; palabras que le ganaron gran respeto de parte del samurai quien ahora parecía querer entender el otro lado de la moneda, él no había sido entrenado para las palabras, su mejor manera de responder era con su sable; por ello no pudo evitar quedarse en silencio, pues se sentía incapaz de dar una opinión sólida a todos esos problemas morales del día a día; el estaba acostumbrado a seguir sus órdenes hasta el final. Pero no quería pasar como un ser irrespetuoso ante Kenzaburo, así que asintió firmemente.

    Después leyeron aquellas palabras, Terunobu se notaba aun mas confundido que antes; Zeng no parecía prestar atención, pero Ujihisa miraba a Kenzaburo, porque por primera vez, había dicho algo que si le interesaba contestar.

    —O... que su espíritu aun vaga por estas tierras—mencionó mientras movía sus dedos al aire como si estuviera imitando a un yurei —Shinku no Akuma, el demonio carmesí; creador del estilo Shi no hate, el filo de la muerte. Sería interesante que mi suposición fuera correcta.

    Siguieron avanzando hasta llegar a un campo de miscanthus.
    [​IMG]
    Avanzaron por la espesura del bosque y al caminar por una zona de miscanthus, pudieron notar flechas con un poco de sangre en ellas; y una cuerda rota. Aquello había sido una trampa, pero ya había sido activada.

    —Vaya, que suerte— mencionó Terunobu.

    • PV= 60 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      +350 EXP

    • PV= 100 pv
      +350 EXP

    • PV= 90 pv
      +350 EXP

    • PV= 90 pv
      +350 EXP

    Kenzaburo= +500 monedas


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    Monte Genji (Togashi; Yin; Taiyo)

    Los tres seguían esperando, atentos al cielo para salir de aquel lugar al anochecer.

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    • PV= 60 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +150 EXP

    • PV= 90 pv
      +220 EXP

    • PV=100 PV
      +250 EXP




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    Herbolaria (Kuroki; Takano; Riku; Kirara; Misato; Heya; Yuzuki; Takeda y Tetsuo)


    Riku se quedó cuidando a cualquier movimiento que ejerciera Murai, mientras que Shinrin tomaba el vaso del cual había bebido Kuroki y lo sumergió nuevamente al cubo de agua con carbón, sacó más líquido granulado y se lo entregó a Kirara.

    Shinrin volvió a colocar la capa que cubría a Takano cuando había ingresado con Kuroki, la observó bastante confundida —Un estilo peculiar— mencionó al ver aquella prenda, tratando de imaginarse a su hermano en ella. Después se acercó nuevamente a Kuroki y tocó su mejilla con sus dedos los cuales estaban mucho más calientes que su rostro —Eres joven, pero no tanto como para ser hijo de Takano— miró a Riku y luego a Kirara —¿Ella es tu madre?— preguntó sin mirar a Kirara quien ya había fruncido el ceño.

    Shinrin escuchó la pregunta de Kuroki y se giró también a ver a Murai, después se alejó para inspeccionar la saya. Kiba, el lobo la siguió, haciendo que Inosuke se tranquilizara un poco, moviendo su colita.

    La puerta seguía abierta desde la entrada de los Fujiwara, así que Misato y Heya pudieron ingresar con facilidad, notando la escena frente a ella; Takano estaba en una mesa, su heridas estaban cerradas y parecía no sangrar más; Riku e Inosuke a su lado, dentro de la herbolaria pero muy cerca de la entrada. En el interior estaba Kirara con su mano vendada y tomando un líquido que la hacía hacer muecas de disgusto; Kuroki, estaba allí, también esperando.
    Al fondo podía ver a la herborista acompañada de un lobo quien ahora observaba a Misato.

    Después los gruñidos de Kiba comenzaron a acrecentarse, aquel sitio se estaba llenando de nuevos olores; y estaba dispuesto a defender a Shinrin.

    Primero llegó Yuzuki, y por alguna razón Kiba no reaccionó a su ingreso, en cambio si lo hizo con Takeda; quien había corrido hasta allí por las palabras de Satou en el pasillo hacia Kamakura. Kiba reaccionaba con agresividad ante él; haciendo que Shinrin tuviera que dejar la saya en la mesa bastante molesta, se lavó nuevamente las manos y calmó con una caricia a Kiba.

    —¿Cuántos han logrado pasar el bosque?— preguntó para después alzar la vista, reconociendo el rostro de Yuzuki, a quien le dedicó una sonrisa sincera.

    —Takeda— mencionó Kirara, haciendo que Shinrin clavará la mirada en Takeda —Supongo que Satou te ha informado que capturamos a Murai en el bosque...—

    —¿Qué?— preguntó Takeda bastante confundido y desencajado; no mostraba aquella actitud tan calmada que acostumbraba. Miró a Takano, respiraba.

    Tetsuo esperaba afuera, cubriendo la espalda de Takeda.


    • PV= 55 pv
      +550 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 50 pv
      +10 defensa (yoroi)
      +50 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 100 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      +300 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV=58 PV

    • PV= 60 pv
      +270 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 60 pv
      +470 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 60 pv
      +320 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 40 pv
      -1 defensa (mal descansado)

    • PV= 70 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +1,070 EXP

    • PV= 80pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno batracotoxina)
      +220 EXP

    • PV= 60pv
      -3 defensa (veneno batracotoxina)
      +520 EXP




    [​IMG]
    Clínica (Natsu; Rengo y Kohaku)

    Rengo permanecía en una de las camas completamente inconsciente, la pérdida de sangre lo tendría así por mucho tiempo. Natsu estaba recargado a la pared esperando mientras Kohaku permanecía oculto en otra sección de la clínica.

    Hideyoshi ingresó para notar aquel sitio, ahora con varios de aquellos a los que consideraba camaradas, y a Natsu.


    • PV= 60 pv
      +3 defensa (kabuto)
      -3 defensa (veneno)
      +200 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 50 pv
      -3 defensa (veneno)
      +100 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 40 pv
      +220 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 60 pv
      -3 defensa (veneno)
      -1 defensa (mal descansado)
      +500 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura


     
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    Monpoke

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    Riku

    La tienda se fue llenando con la entrada de una multitud de personas, unos tras otros pasaban las puertas y se fueron acumulando en el interior.

    Sus razones podrán ser varias. Pero ver tal número me hizo agradecer no haber abierto la boca, demasiado trabajo.

    Aunque, tal vez pueda sacar unas monedas si hago doy un poco de apoyo... e ir puliendo esa habilidad descuidada sería lo mejor.

    Mantendré la distancia. No por vergüenza o incomodidad. Sino por no sentirme encajando en esta situación, menos mientras cargo un cachorro en brazos.

    Ese herrero debera esperar...

    En camino hacia aquí, no vi nada semejante a una herrería. Por tal, temo lo peor. La ausencia de una herrería.

    Tal vez debí a ver visto uno antes de dar inicio a toda esta locura.

    Una katana defectuosa y descuidada me llevará a una muerte rápido. Lo preferiría. Si tan solo no fuera obstinado en querer luchar de la forma adecuada y no entregarme como un objetivo sencillo al enemigo.

    Luchar hasta la muerte.
    Lo voy a cumplir...
     
    Última edición: 25 Noviembre 2020
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    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

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    Yuzuki Minami

    El tramo hasta la herbolaria lo había hecho prácticamente a la carrera, incluso teniendo que pasar el puente destruido, porque ya no era capaz de lidiar con la preocupación y el terror sordo, que no la dejaba tener siquiera algo de tranquilidad. La ansiedad era tal que ni siquiera había notado que, no muy atrás Takeda corría casi con la misma desesperación palpable.

    Atravesó la puerta y su mirada se paseó por la gente que había terminado allí conglomerada, no tardó en ubicar a Kuroki y a Kirara, poco después al lobo de Shinrin y finalmente detuvo la vista en la hija de Kato, quien le sonrió haciendo que hiciera un esfuerzo por regresarle el gesto.
    Cuando escuchó el nombre de su señor giró el rostro apenas para poder mirarlo de costado y luego de haber espiado la conversación entre Takeda y Takano, bueno era evidente que estaba allí porque alguien le había contado lo que había pasado.

    No metió las narices, no le correspondía a ella darle esa información. De todas maneras el señor parecía bastante perdido, así que seguro ni se había quedado a escuchar todas las noticias que tenía para él porque, para empezar, se las habrían dado en el orden equivocado.

    Avanzó con pasos pesados a la mesa donde reposaba Takano, casi con cautela, como si temiera llevarse la peor de las noticias todavía a pesar de que nadie parecía alterado en sí y cuando notó el ritmo de su respiración dejó salir todo el aire contenido salir de golpe. Ella misma estaba envenenada todavía y seguía sin importarle, tampoco parecía consciente de que en la mano izquierda aún conservaba apretada la pieza de shogi que había tomado en la casa abandonada.
    Estiró la mano libre hasta alcanzar el cabello de Takano y lo acarició con cariño, en silencio. La sangre que había palpado en el pasillo había terminado por desaparecer entre la tela del kimono en algún momento de su carrera hasta la herbolaria.

    Cuando alzó la vista la posó en Kuroki.

    —Estoy en deuda contigo —soltó absolutamente seria, como nunca antes, sin separar su tacto de Takano. Luego consiguió dedicarle una sonrisa como las que le había mostrado en Shizuoka antes de buscar la mirada de Shinrin aunque tuvo que llamar su atención ahora puesta en Takeda—. Shinrin, me hubiese gustado volver a verte en otras condiciones, pero gracias por salvar la vida del idiota de tu hermano. De verdad muchas gracias.

    Dejó la pieza de shogi en el borde de la mesa, junto a Takano, y bajó la vista a él. Había un montón de gente allí metida, vete a saber por qué, pero tampoco iba a poder contenerse mucho más.
    A tientas se desató el cabello de nuevo, de forma que consiguió tan siquiera crear una suerte de escudo, al menos que el cabello y las sombras le cubrieran el rostro, y las lágrimas que se había tragado desde que Shinko les dijo lo de Yami se deslizaron por su rostro. Eran un llanto silencioso, pero era lo que podía permitirse por fin, para no sentir que iba a explotar en cualquier momento.
     
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    Gigavehl

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    Kuroki Fusatada
    Herbolaria (Kamakura)


    Cuando Shinrin tomó el vaso, lo sumergió de nuevo para en esta ocasión dárselo a Kirara, miré el breve intercambio mientras me cruzaba de brazos, primero mirando fijamente a Riku unos momentos y después a Murai.
    Lamentablemente por mucho que lo quisiera, no podría tocarlo o siquiera hacerle algo, no solo porque convendría interrogarlo si no porque se puede decir que el pique es mas bien con Takeda y... bueno, técnicamente todos los altos mandos del clan.
    Dios, hasta apenas recuerdo también que fue Takano el que me había relatado un poco de lo que fue y era Chikusa, de verdad que esto era tan poético.

    Me acerqué a Takano, sin tocarle y hacerle nada y mirarle, suspirando, esta vez de forma que no era pesada ni presionada, si no... por fin, aliviada.
    No me habría perdonado el perderlo.

    Mientras estaba en ello, pude sentir como mi fiebre y la intoxicación me iba abandonando poco a poco, como si me estuviese quitando un peso de encima, uno que encima me estaba sobrecargando de calor, que iba deslizándose y desligándose de mi ser, detalle que encima, mi humor también había mejorado un poco, pero ni en sueños me hacía regresar a mi faceta tan animada de siempre, solamente estaba... serio, sin la chispa ni energía de un inicio.

    Shinrin entonces se acercó a mi y me puso sus dedos en mi mejilla, no hice nada mas que mirarla, y no evité reír levemente ante su comentario sobre conmigo y Takano, negando.
    —Soy albino... Ni en sueños sería su hijo, ni siquiera tenemos la misma actitud ni fuerza—. Dije para escuchar lo otro y yo fruncí el ceño al igual que Kirara.
    >>¿A qué viene la pregunta?—. Pregunté con calma, sin hostilidad, de hecho había genuina curiosidad y confusión.

    Antes de nada dos nuevas sombras se aparecieron en la entrada y al voltear, eran Misato y Heya, quienes barrieron la sala con su vista, yo seguía de brazos cruzados, con mi semblante entre neutro y serio, mirándoles con calma y en silencio, inclusive me mantuve así pese que el lobo estaba gruñendo.

    Poco después mi semblante cambió a uno de sorpresa al ver a Yuzuki y poco después, a Takeda. A quién más que alegría me preocupó de inmediato, no porque estuviese aquí, si no porque su semblante me recordó al acto cuando estábamos en Nara, y recién escapábamos del embrollo de Hidetoshi.

    Cuando Takeda se enfurecía, hablaba en serio, siempre en serio.

    Kirara fue la primera en hablar, dando un dato que al parecer mi padre estaba encargándose de informar al resto, o al menos a Takeda, su respuesta sin en cambio fue bastante directa para provenir de él, miré a Riku y luego a Murai, luego volví a ver a Riku, esperando que pudiese entender mi vista en que debía cuidar muy bien a ese Taira.
    —Maestro... Me alegra verte—. Hablé, por fin, sonriendo aunque ni mi diálogo ni mi actitud eran precisamente los de la misma energía de un inicio.
    >>Todo esta bien, logré venir a tiempo y Takano está a salvo, Kirara consiguió noquear a Murai y ahora está con él—. Dije señalando con mi mirada a Riku. —Pese que nos topamos con Kato, todo salió bien por fortuna, n-no hay prisa—. Dije un poco dudoso al final, no porque dudara de algo en general, si no porque no estaba seguro si siquiera de si eso lograría calmar un poco a Takeda antes de que se mostrara severo, y hasta donde tengo entendido no sería un buen momento, menos en Kamakura.
    En ese instante recordé a Rengo... ¿estará bien? ¿Ahora mismo estará con Kato? Dios no quiero pensar mucho, pero confiaba en él y sabía que sería el único que podría saber lidiar con su padre, digo, si el resto han podido ingresar sin problemas me parece que Kato se ha retirado, y no hubo mayor complicación.

    Que ingenuo eres, Kuroki, tan esperanzador e inocente, después de todo.

    Después Yuzuki comenzó a avanzar con mucho peso y miedo, actitud que de hecho, recordaba a temer encontrarse con la verdad de que Takano ya estuviese muerto, pero al comprobar su respiración, noté como dejo salir un aire comprimido, muy pesado, lo notaba gracias a que, claro, técnicamente estaba a lado suyo.
    Se mantuvo así unos instantes hasta mirarme, hice lo propio con calma, con mi rostro que no se comparaba al de toda la vida y menos al decidido de antes de ir con Rengo hasta la entrada a la ciudad.

    Estoy en deuda contigo

    Esas palabras, de alguna manera calaron en mi, haciéndome entrecortar mi aire y dejar salir un poco del mismo, como si aquella frase tuviese más peso del que pensaba o demostraba, y lo más seguro es que fuese así... sin en cambio, pese al tono que comprendía el porqué y al final no tome en cuenta, su sonrisa, exactamente la misma sonrisa que me dedicó en Shizuoka, me hizo sollozar un instante, bajando un poco la mirada y sintiendo una lágrima escurrirme en la mejilla derecha.

    Es más que un maestro ya, tenía que hacerlo.

    Quería decir eso, necesitaba decirlo, pero no pude, por alguna razón esas palabras nunca pudieron salir de mi boca, y lo único que pude hacer fue desviar la mirada a cualquier otro lado, como si me hubiesen regañado.
    Sin en cambio, por mucho que lo aparentara, temía que Yuzuki me malinterpretara, en realidad, estaba tan agradecido que ni siquiera pude decirle que el "favor" en realidad no había sido nada. Tenía que hacerlo.

    Por fortuna Yuzuki desvió mi mirada técnicamente al mismo tiempo que yo, y pude escuchar el comentario de la misma, sin querer solté una risa baja pero divertida por la clase de palabras utilizadas, aún así, mi risa, pese que era un poco amarga, era liberadora.

    Pude ver las acciones de Yuzuki de reojo, inclusive noté cómo dejó algo pequeño a lado de Takano, cómo se deshizo el cabello y se acercó un poco más a Takano, aún así, no me atreví a verla, ni a ella ni a Takano, estaba perdido en mi mente, pero, de alguna manera tampoco quería moverme de allí, como si algo me lo impidiera, quería darles espacio pero, no podía.

    Solo esperaba que Yuzuki lo tomara como un consuelo discreto, aunque no la abrazase o algo, tal vez e inconscientemente yo necesitaba estar cerca de ambos.
     
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    John Whitelocke

    John Whitelocke Usuario popular

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    Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

    Clínica

    Se acercó a Kohaku mientras esperaba a que pudieran atenderlo, ya que al parecer lo de Rengo, quien también estaba ahí, era más urgente.

    —Niño, ¿por qué nunca te quitabas la máscara? Siendo un miembro del clan, ¿no te parecería una buena cosa el que tus camaradas conocieran tu rostro con frecuencia?

    Nunca había entendido a ese chico, y por eso en parte había desconfiado de él. Más allá yacía Natsu, echado, como si nada en el mundo le importara.

    —Sé que eres mejor que el otro cretino que nos acompaña. Se trataba de mostrar tu rostro, nada más. ¿Qué podía tener de malo?
     
    Última edición: 25 Noviembre 2020
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    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Me había hundido en una extraña somnolencia, debatiéndome suavemente entre el sueño y la vigilia. Ningún estímulo lograba espabilarme lo suficiente, pero la molestia de la fiebre y el saberme desprovisto de mi máscara tampoco me permitían caer rendido como habría deseado. El ambiente de la clínica era silencioso, pacífico, era polvo asentado en el tiempo. Hasta que una cuarta presencia irrumpió. Sus pasos no me alertaron, sino su presencia cercana y, apenas después, su voz. No me resultó del todo familiar, sólo logré identificarlo tras entreabrir los ojos y enfocar su figura; era Hideyoshi.

    Nunca habíamos hablado, ¿verdad?

    Estaba viendo directo hacia mi rostro y las piezas cayeron en su lugar de golpe. Me sentí profundamente expuesto y tanteé los costados de la camilla con dedos ansiosos hasta dar con la máscara. El paño se cayó de mi frente al erguirme y no le di importancia, acomodé la máscara en su lugar y permanecí allí, quieto, ligeramente encorvado, con las manos aún sobre ella y los ojos cerrados. Recobrando la tranquilidad.

    ¿Por qué, preguntaba?

    Tragué saliva, me raspó y recorrí la clínica con la vista. Rengo yacía dormido y Natsu seguía recostado afuera. Recién entonces volví a fijarme en Hideyoshi, algo titubeante. La cabeza me lanzaba punzadas de dolor que intenté ignorar y entreabrí los labios, rumiando por la mejor respuesta posible entre el estado febril, el cansancio y la profunda vergüenza por haber sido visto. ¿Cómo se suponía le explicara la importancia de la máscara a alguien que no pertenecía a mi villa?

    Natsu también lo había hecho, me había visto y se lo permití, pero... lo conocía mejor, era distinto. Hideyoshi, a efectos prácticos, me resultaba un auténtico desconocido.

    —Señor Hideyoshi, ¿alguna vez consideró mostrarse frente a sus compañeros de clan desnudo? —murmuré, mi voz sonaba algo ahogada y débil, pero me esforcé por pronunciar las palabras de la forma más clara posible; volví a tragar saliva y respiré por la boca—. Esta máscara... es mi rostro. No espero que lo entienda, pero sepa que guardo mis razones.

    ¿Estaba siendo demasiado brusco? En otras condiciones quizá habría estado encantado de intentar explicarme con una taza de té de por medio, pero ahora sólo quería descansar y Hideyoshi había aparecido precisamente para perturbar eso. Suspiré, volviendo a recostarme con algunos quejidos bajos de por medio. Me dolía todo el cuerpo.

    —Intentaré explicarme con mayor claridad en otro momento, si así lo desea, pero ahora déjeme descansar, por favor.
     
    Última edición: 26 Noviembre 2020
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    Insane

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    Natsu Gotho

    Frunció el ceño al verlo ingresar como perro por su casa. ¿Qué se creía el viejo? ¿Qué a caso no sabía que habían otros dentro? Le siguió al percatarse que se dirigía hacia Kohaku, frunciendo aún más el entrecejo al éste ser visto sin la máscara.

    —Fuera —siseó hacia Hideyoshi al notar las manos temblorosas del chico que claramente estaba incómodo—, largo —repitió cerrando la cortina blanca tras la camilla de Kohaku al sujetar a Hideyoshi del antebrazo y halarlo con simpleza hacia uno de los asientos de la clínica.

    Estaba herido también, ¿no? Ciertamente le importaba más Ishikawa que sanar al entrometido de ahí, girándose para correr la cortina y entrar en el pequeño espacio privado de Kohaku, sujetándole la muñeca con suavidad para tomarle el pulso sin quitarle la máscara, sin embargo, terminó acariciándole el cabello al apartarla un poco, deslizando la yema de sus dedos por el celeste, como las otras dos veces en que lo hizo, siendo esta la primera en la que sentía su cabello directamente.

    —¿Cómo te sientes? —murmuró relajando su semblante, recordando las marcas tatuadas que traía el niño en sus mejillas, más no preguntó por ello.
     
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    Ikoma-kun

    Ikoma-kun Rolero, dibujante

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    Misato Aoyama


    Mientras recorría la ciudad de Kamakura tuve el disgusto de ver otro puente en pesimo estado, aunque era un poco más estable que el de aquella horrible montaña ¿Tendrían algo con los puentes? Era una pena que está sea la peor parte en la estructura de Kamakura...

    Y para colmos la ciudad parecía carecer de un Shukusha, justo cuando esperaba llegar a las aguas termales y remover la pestilencia de aquel horrible pero oportuno pantano.


    Faltaba poco para entrar en la herbolaria cuando Heya también entro a acompañarme, cuando lo vi, el lugar era muy espacioso y con el aroma usual de hierbas, escrute con la mirada, encontrando rostros familiares; Kuroki, la chica de los Fujiwara, el ebrio con el adorable perrito en sus brazos y Yuzuki. Cuando estaba por saludar vi cerca un lobo no muy contento de recibir a la multitud, gruñía cada vez más...aparte la mirada y me acerqué hasta cierta distancia.

    Allí mismo en una mesa Takano reposaba luego de recibir tratamiento adecuado, era un alivio que el resto se encargase de el de forma adecuada...

    —mmm...parece ser muy cercana a Takano—murmure al ver a la chica cerca de Takano, claramente preocupada por su estado. Al ver como soltó su cabello no pude evitar recordar aquella mañana durante el arribo de Takeda y el resto, había pasado por alto mi ritual de peinado matutino.

    —Lo siento Kaede-chan...—susurre algo melancólica mientras sostenía un mechon de cabello...¿Cuanto pasaría para vernos reunidos de nuevo? Esperaba que fuese pronto cuando esté asunto de Kato terminé.

    Cuando me di cuenta incluso Takeda también hacía acto de presencia, parecía algo alterado al recibir la reciente noticia de la captura de Murai... Había cierta tensión en el aire...algo común desde que nos internamos en la montaña.


     
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  13.  
    Amelie

    Amelie Game Master

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    [​IMG]
    La noche se hacía presente mientras el sol comenzaba a descender al horizonte; el bosque hacia Kamakura se tornaba obscuro y aun más desafiante de lo que se veía de día.
    Kamakura era fría, así como su bienvenida, el aire golpeaba cada rincón, haciendo que una hoguera o fogata se convirtiera en un sitio bastante deseado.
    Había sido un día bastante pesado, tanto que se sintió como haber estado en aquel bosque por semanas, la recompensa de un buen descanso les daba esperanzas.




    [​IMG]

    Satou= 1,000 monedas
    Misato= katana amatista +13 de ataque



    [​IMG]
    Monte Genji (Natsu; Hideyoshi)
    Hideyoshi= saco con monedas +500
    Yuzuki= katana zafiro +10 ataque
    Shinko= sode +3 defensa



    [​IMG]
    Monte Genji (Togashi; Yin; Taiyo)

    Taiyo miró al cielo, Yin lo observó mientras trataba de no mostrar su impaciencia; el frío comenzaba a calar y se sentía más extremo desde que dejaron de moverse; para su fortuna no hubieron más incidentes con los enmascarados, así que al menos podrían suponer que los demás estaban a salvo en Kamakura.

    —Es hora de irnos de aquí— mencionó Taiyo avanzando. Yin cerró sus puños en señal de alegría, una un poco silenciosa, no quería denotar su descontento por haber tenido que esperar tanto tiempo.

    Lo siguieron hacia la salida del bosque; llegando a la entrada de Kamakura. El sitio eran marcos de madera, envueltos de las ramas de Wisteria, un árbol de flores lilas que descendían haciendo una bienvenida bastante amable a comparación de la montaña y todos sus inconvenientes. En uno de los marcos de madera se leía:

    "Sólo los más dignos pueden contemplar la entrada a Kamakura, pisen orgullosos"
    [​IMG]

    Por fin habían salido de la montaña; pero no sabían que esperar, allí esperaban varios de sus compañeros, fue grato volver a verlos.

    Continuar leyendo en Pasillo a Kamakura


    • PV= 60 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +150 EXP

    • PV= 90 pv
      +220 EXP

    • PV=100 PV
      +250 EXP

    [​IMG]
    Pasillo a Kamakura (Satou; Shinko; Mao; Daichi; Matsuda; Taiyo; Togashi y Yin)
    Shinko corrió al ver como Taiyo se aproximaba al pasillo; lo abrazó con fuerza mientras esto no pudo contener darle unas palmadas en la espalda, Shinko estaba demasiado feliz de verlo a salvo.

    —Perdón por pedirte que te quedarás atrás; pero no queríamos que algo te pasara. Tú y Riku son el futuro de este clan si algo nos pasaba— mencionaba Taiyo absorto en tratar de tranquilizar a Shinko.

    Yin se acercó a Satou, quien terminaba de curar a Daichi, quien podría descansar un poco —Ya es de noche, supongo que todos han llegado a Kamakura.

    —No, aun falta el equipo ocho; pero están a buen paso, aun queda un poco de luz antes de que la luna sea la única en iluminar— mencionó Satou hacia Yin

    Matsuda se acercó a Togashi —Casi estamos todos, nos falta el equipo de Kenzaburo. Ha sido un trayecto complejo — mencionó para después mirar hacia Mao —Seguramente Kenzaburo está bien, iba con Ujihisa quien también es médico y eran el grupo más grande en número.


    • PV= 90 pv
      +550 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

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      -3 defensa (veneno batracotoxina)
      -1 defensa (mal descansado)
      +570 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 30 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +620 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 30 pv
      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +790 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 40 pv
      -3 defensa (veneno)
      +940 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura





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    Monte Genji (Kenzaburô; Zeng; Ujihisa; Terunobu)

    Se mantuvieron un tiempo observando el campo de miscanthus.
    [​IMG]
    Ujihisa miró al cielo, seguido de Terunobu, quien trató de calcular cuanto quedaba de luz solar — Nunca es bueno permanecer terrenos desconocidos en total obscuridad.

    Ujihisa rió, algo que molestó a Terunobu pero prefirió no decir nada al respecto.

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      -1 defensa (mal descansado)
      +350 EXP

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      +350 EXP

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      +350 EXP

    • PV= 90 pv
      +350 EXP

    Kenzaburo= +500 monedas





    [​IMG]
    Herbolaria (Kuroki; Takano; Riku; Kirara; Misato; Heya; Yuzuki; Takeda y Tetsuo)


    Shinrin miró a Yuzuki cuando esta le dedicó unas palabras; ella desvió la mirada —El idiota de mi hermano me tendrá que pagar como es debido, esa es la manera de agradecerme— no dijo más hacia Yuzuki, quería dejarla sola por un momento, se veía más preocupada por Takano que ella misma, así que dedicó su concentración en lo que sucedía con Takeda.

    Takano seguía sin abrir los ojos, pero su fiebre parecía comenzar a disminuir, sus facciones se notaban más relajadas, incluso más relajadas en su usual expresión de molestia. Se notaba tranquilo.

    Riku podía notar como Murai se sacudía un poco al parecer aflojando los amarres, trataba de buscar algo pero le fue inútil encontrarlo; pues Heya había actudado con ingenio, tomando todos sus frascos que aun guardaba. Y allí estaba Heya a un lado de Misato, ambos observando atentamente la situación, mientras que Murai parecía perder la paciencia.

    Shinrin se acercó a Kuroki con un trapo en manos —Preguntaba porque eres muy joven como para entrar a Kamakura sin morir en el intento, pensaba que si habías adentrado lo habías hecho con tu clan; pero ahora que lo veo a él entiendo todo — respondió un poco tarde a la pregunta de Kuroki, pero incluso ella no esperaba tanto movimiento en su herbolaria —Entonces ese es Takeda Minamoto, veo demasiada confusión en su mirada; si esto fuera una pelea ya la habría perdido.

    Takeda desvió sus pensamientos hacia la voz de Kuroki, no sonreía, lo miraba con preocupación y confusión; algo que se acrecentó con cada palabra.

    "Murai"

    Takeda dirigió la vista hacia dónde Kuroki observaba, junto a Riku estaba Murai Sugita, su nariz sangraba por el golpe de Kirara dado en el bosque. Takeda no dudó en reaccionar, al instante patró la mandíbula de Murai, para después avalanzarse sobre él. Fue Kirara quien logró separarlo casi al instante, dejando caer el vaso de porcelana que se rompió al contacto con el suelo. Kirara lo abrazó para sujetarlo lo suficiente y así evitar que este siguiera avanzando hacia Murai.

    —¡Takeda, espera por favor!— gritaba Kirara alertando a Tetsuo quien esperaba afuera —No es el momento, aun no.

    Murai abría los ojos —Eres más un Sugita que un Minamoto— Sonrió, haciendo que Takeda se enfureciera aun más, soltándose del agarre de Kirara.

    Esta vez fue Tetsuo quien lo logró detener.

    —¡Mató a mi maestro; a Chikusa, y le hizo esto a Takano! Jamás había estado tan seguro de que alguien mereciera morir— gritaba Takeda tratando de zafarse del agarre de Tetsuo al cual se le sumaba Kirara, así lo lograron someter al suelo.

    —No olvidemos a todo el clan Fujiwara, ¿Verdad Kirara?— mencionó Murai para tratar de alterar a más de uno de los presentes —También tengo sangre de los Azai en mis manos.

    Parecía que Tetsuo y Kirara iban no sólo a soltar a Takeda, sino también a abalanzarse sobre Murai al unísono. Pero fue Kiba, el lobo quién se interpuso entre ellos, seguido de Shinrin.

    —Él quiere que lo maten en este instante; piensen un poco, recuerden que aquel que piensa con su enojo, es susceptible a ser manipulado, un criminal nunca debe de decidir como va a morir— mencionó Shinrin, haciendo que los presentes se tranquilizaran. Se hincó para mirar de frente a Takeda ignorando por completo a Murai, observó el mala en su muñeca y lo sostuvo en sus manos —Aferrarse al odio es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera.

    Takeda la miró recibiendo la frase con atención, una frase que sabía provenía de Buda. Había estado a nada de obtener su venganza, algo que justamente siempre decía a los demás que debían evitar a toda costa, había perdido el control en un instante y estaba avergonzado de ello.

    Murai comenzó a reír frenéticamente —Estás tomando la mano del hombre que quiere asesinar a tu padre.

    Shinrin suspiró con fastidió, soltando a Takeda para levantarse y acariciar a Kiba —Mi padre ha esperado su muerte por un largo tiempo; él entiende muy bien su misión, así como yo entiendo la mía a la perfección —miró a Sugita — Tú has fallado a la tuya. —sonrió con malicia —Y yo que pensaba que eras una mente privilegiada, ahora sólo eres una mariposa sin alas.

    Shinrin avanzó hacia el vaso roto y lo levantó con molestia.

    Takano abrió lentamente los ojos al sentir como unas ligeras gotas de agua tibia caían en su rostro; trató de enfocar su mirada pero aun le era difícil; pero así, al igual que con Kuroki, logró diferenciar el cabello, entendiendo de quien provenían las lágrimas. Trató de hablar, de moverse, pero era inútil, su cuerpo estaba inerte por el cansancio.


    • PV= 55 pv
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      +500 EXP entrada a Kamakura

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      +10 defensa (yoroi)
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      +500 EXP entrada a Kamakura

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      -1 defensa (mal descansado)
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      +500 EXP entrada a Kamakura

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    • PV= 60 pv
      +270 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 60 pv
      +470 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

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      +320 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 40 pv
      -1 defensa (mal descansado)

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      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno)
      +1,070 EXP

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      -1 defensa (mal descansado)
      -3 defensa (veneno batracotoxina)
      +220 EXP

    • PV= 60pv
      -3 defensa (veneno batracotoxina)
      +520 EXP




    [​IMG]
    Clínica (Natsu; Rengo, Kohaku, Hideyoshi)

    Rengo seguía sin respuesta, mientras que Kohaku conversaba con Hideyoshi hasta que Natsu prácticamente lo expulsó de la clínica.
    Las heridas de todos estaban sanadas, sólo necesitaban un poco de descanso para poder mejorar en sus energías; pero algunos aun debían atender aquellos venenos en su sistema.

    El sitio comenzaba a volverse helado, no había nada que impidiera que el frío entrara y dominara el lugar, posiblemente era mejor que salieran de allí y buscar un mejor sitio para pasar la noche.

    • PV= 60 pv
      +3 defensa (kabuto)
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      +500 EXP entrada a Kamakura

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      -3 defensa (veneno)
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      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 60 pv
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      +500 EXP entrada a Kamakura

    • PV= 60 pv
      -3 defensa (veneno)
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      +500 EXP
      +500 EXP entrada a Kamakura


     
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    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

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    Yuzuki Minami

    Notó la reacción de Kuroki a su palabras, por supuesto, tenía al chico al lado pero más que eso notó que cuando se rompió allí en silencio no se apartó de su lado, como no lo había hecho Shinko en la casa abandonada. Ambos se habían quedado allí dándole su compañía silenciosa y ella agradecía eso profundamente.

    El resto de eventos se precipitaron, Takeda perdió el control como era de esperarse, ya no solo por Takano, sino porque el maldito inservible de Murai era culpable de bastantes otras cosas, suficientes para encenderle la ira a cualquiera. Kirara tuvo que intentar detenerlo y al final otro tuvo que meterse, porque el señor estaba desatado y fue Shinrin junto a Kiba la que terminó por interponerse para poner un freno.

    Alzó la vista, de forma que no se dio cuenta que Takano había abierto los ojos y a pesar de las lágrimas le lanzó encima a prácticamente todos la mirada de perro, afilada y vacía. Si acaso se salvaron algunos fueron Kuroki, Shinrin y Takano, por obvias razones. A los demás les había caído por rebote.

    —¿Ahora sí van a callarse? Me avisan si no, para sacarlos a todos a patadas de la herbolaria y lanzarlos al bosque de nuevo, que encima es un lugar perfecto para matar a quién les dé la gana. Tengan algo de maldita consideración, hay un herido sobre la mesa.

    Soltó un suspiro de hastío que casi sonó como el de un perro viejo fastidiado antes de volver a bajar la mirada, dándose cuenta por fin de que Takano había abierto los ojos. Reinició las caricias en su cabello, sin decir nada en realidad aunque el gesto en sí mismo era una manera de confirmarle que estaba allí con él; dudaba mucho que tuviera fuerzas siquiera para enfocar el mundo a su alrededor.
    Sorbió por la nariz, con todo el desastre que se habían montado al final había detenido el flujo de lágrimas, pero tenía el rostro húmedo todavía.
     
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    Riku

    Murai Sugita. Un bastardo que busca la muerte a manos de quienes hirió o engaño, no como consuelo de sus pecados, no, aun en camino a la muerte busca seguir arruinando a sus enemigos. Jugar con ellos e irse con esa satisfacción plasmada en su rostro.

    Desagradable.

    Podrá ser la causa de la caída del Clan Fujiwara, aunque, dentro de los pocos miembros del Clan, tal vez el que menos lo quiera muerto. Lo quiero muerto, si, pero es debido a ser mejor que la alternativa. Dejarlo vivir.

    "¿Alguien de los presentes tiene algo para amordazarlo?". Aconsejo no fiándome del autocontrol de quienes este busca molestar. Dirigiendo mi voz a todos, permanezco con los ojos clavados en Murai. Sobre todo los movimientos de sus manos o pies. "No creo lo necesitamos hablando ahora mismo".

    Podre asesinar fácilmente. Pero no soy agresivo, al menos no estando sobrio. Este tipo logra sacar al menos un poco de lo peor de mi con su desagradable personalidad. Sumando a la falta de sake actualmente, no estoy para soporlo.

    Ahora mismo lamento un poco el tener a Inosuke en brazos, si ocurre algo por las malas deberé soltarlo.

    "Cuidado con sus dientes o uñas. Quien sabe donde esconde unos venenos de emergencia. Es mejor permanecer precavidos". Por lo visto actualmente, no me sorprendería si quisiera seguir jodiendo hasta el final usando sus venenos. Sería el tipo de malnacido que deja ver.

    Levanto los oídos a las palabras de la persona junto a Takano, palabras bruscas sacadas de la situación. O de literal su personalidad es así.

    "Le doy la razón. Este tampoco es lugar para todo esto". Hablo despacio a Kirara acercándome a ella. "No creo que la herbolaria sea nuestro destino final".

    No separare algo como lo suministrado por Kai. Pero contento voy por una botella de Sake cuando todo termine, si descubro donde conseguirlo. Debería empezar a traer algo cuando lo necesite.

    Herrería. Sake.
    Una lista de prioridades a nivel personal.
     
    Última edición: 26 Noviembre 2020
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  16.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

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    El gran hombre se abalanzó contra ellos y a pesar de que intentó esquivarlo no pudo lograrlo, había reaccionado demasiado tarde, terminó estampándose con fuerza contra el suelo. Respiraba profundo mientras escuchaba como el atacante se marchaba, a pesar del alivio su corazón no dejaba de palpitar agitado. Apenas el dolor de cabeza menguó un poco se levantó, seguida de los demás, e intento eliminar el polvo de sus prendas.

    A pesar de todo, algo de fortuna parecía quedar, porque en pocos minutos llegaron a la salida de aquel tedioso bosque. Se dejó maravillar en silencio por las Wisterias, topándose luego con la escritura. Eran palabras bastante halagadoras, pero por como pintaba Kamakura el resto, sentía que tan solo había visto la superficie del desafiante lugar, por lo que la bienvenida se le tornaba engañosa.

    Entonces, Satou llamó la atención de Takeda, logrando que ella también lo escuchara atenta, con solo dos palabras transmitía bastante seriedad. El albino mencionó a Murai Sugita y en cuanto pudo conectar aquel nombre a sus recuerdos inhaló con fuerza, manteniendo el aire en su interior un momento, soltándolo con brusquedad y tensando sus puños cuando agregó que atacaron a Takano.

    Como si no hubiera sido suficiente con Chikusa... la información en verdad le abrumaba.

    Observó cómo Takeda se alejaba e hizo el ademán de seguirlo, pero Satou fue más rápido y ella tan solo se quedó ahí, soltando un suspiro pesado, era notable su preocupación. Se acercó a Satou junto a Matsuda, escuchando el intercambio de palabras, saber que Kirara y Taiyo lo habían capturado le aseguraba que debían estar bien, en parte era un alivio.

    —Diablos —masculló tras un chasquido de lengua, por escuchar la preocupación de Matsuda, intercalando miradas entre el bosque que dejó atrás y la entrada a Kamakura. Takeda ya no se visualizaba por ningún lado, por lo que vio imposible el deseo de seguirlo, pues era incapaz de rastrearlo. Tenía que resignarse, aunque había pensado desde un inicio quedarse en caso de que los grupos que llegaran después de ella necesitaran atender sus heridas.

    Se respaldó en uno de los pilares de madera, brazos cruzados y marcando un ritmo monótono con el pie, inquieta por los últimos acontecimientos. En escena no demoraron en aparecer Taiyo y compañía, se mostró sorprendida, pues pensaba que el primero estaría con Kirara y, en una de esas, él podría ser capaz de contener a Takeda, pero no podría ser así. Soltó un gruñido ante la idea, observando de reojo el reencuentro de Shinko con su compañero. Satuo mencionó que faltaba un grupo, lo que significaba que el resto había llegado y eso en verdad era tranquilizador, logrando sacarle otro suspiro, aunque faltaría ver en las condiciones que llegaron.

    Se acercó a Matsuda en cuanto se dirigió a ella, sobándose la nuca con una mueca que demostraba su deje de duda. Desde sus palabras al inicio del trayecto intentaba confiar en Kenzaburo, y lo hacía incluso desde antes, pero no lo suficiente para dejar de preocuparse por él. Una vez frente al otro exhaló con fuerza, cruzándose de brazos.

    —Podrías... intentar buscar a Takeda. Sería bueno tener un amigo a su lado en un momento difícil, aunque ni idea a dónde fue —se dirigió a Matsuda con una voz cansada. Luego desvió su vista a la entrada del bosque—. Yo esperaré a Kenzo.

    Tras comunicar eso volvió a acercarse a un pilar, esta vez sentándose en el suelo para respaldarse en él, agotada y sintiéndose algo débil, tal vez por causa del veneno. Que el frío aumentara y sus ropas siguieran húmedas no ayudaba a la combinación, pero antes de pensar en descansar quería asegurarse del estado de Kenzaburo, quitarse esa inquietud lo antes posible.
     
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  17.  
    Ikoma-kun

    Ikoma-kun Rolero, dibujante

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    Y había pasado lo que temia, Takeda fue sacado de sus casillas por la presencia de Murai Sugita...un tipo de con una lengua filosa y venenosa digna de su habilidad como creador de venenos, Todo un Taira en el sentido del apellido...

    Todos parecían caer víctima de su asquerosa provocación, tampoco podía culparlos...este tipo había acabado con varios de los camaradas de ambos clanes...típico de ellos, gustan de mofarse de sus víctimas inclusos si eso les cuesta su propia vida. Antes que el Taira recibiese su merecido de forma apresurada el lobo y la chica de mirada similar a Takano apaciguo los ánimos de venganza de los presentes...suspiré aliviada por su firme iniciativa y rápido actuar.

    Cuando todo el bullicio acabo la chica de mechones albinos se vio igual o más alterada que el lobo feroz en la herbolaria.

    Cerré mis ojos y decidí tomar algo de parte en la discusión. Como un Yurei perdido en medio de la nada...me desplace hasta muy de cerca de nuestro prisionero charlatán para lograr envolver y amordazar su asquerosa boca con uno de los tantos vendajes de mi antebrazo. Uno bastante resistente que lo mantendría callado por un buen rato...tal como los bandidos y demás escorias que cruzaron mi camino

    —Creo que ya te escuchamos demasiado por este dia...—Masculle con una sonrisa ladina para Murai mientras daba un pequeño salto rápido a una distancia prudencial— ya luego tendrás tu final...descansa esa bocota.

    —Ah lo siento pero pienso que así es mejor...—me dirigí serena a los presentes, a los que vi gran hastío en sus miradas...el desgraciado Taira supo echar sal a la herida—se por experiencia que no importa que tan firme de espíritu seas...un Taira siempre puede encontrar una forma de llevarte a una lluvia de flechas...sobre todo con solo el poder de su palabra—añadi con una sonrisa conciliadora para romper el tenso ambiente del lugar.



    De verdad temia por ver algo similar a la noche de mi "muerte" algo que precisamente un Taira casi logra con solo sus mofas inescrupulosas...un desgraciado que solo le bastó echarme en cara la muerte de mis compañeros de batalla.

    —Es cierto así Takano san podrá descansar y reponerse...me alegra ver que esta con bien aunque nunca dudé de el—comente en relación a la situación y las palabras de Yuzuki. Con toda la razón...por mi parte estaba calmada por el estado de mi maestro de entrenamiento y por aprovechar de callar la gran boca de una basura Taira...las cosas con las que lidiar.

    >>Ha sido un día terrible merecemos igual un buen descanso.
     
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  18.  
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

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    Herbolaria (Kamakura)


    Si, definitivamente tendría que acostumbrarme que los Harima hablasen como si nada tuviese un valor muy grande, en el sentido de mostrar preocupación, me resultaba tan extraño e imposible eso. ¿Cómo era posible que no expresasen preocupación como Rengo o inclusive Yuzuki mostraban? La verdad es que no lo sabía, pero ya sabiendo de antemano solamente me limité a no moverme.
    Cuando Shinrin se acercó, la miré al mismo tiempo que yo me limpiaba mis lágrimas, las cosas tomaban sentido, en efecto.
    —Ya... Bueno, si, soy un Minamoto—. Dije para poco después volver a mi tesitura y poscisión de antes, inamovible.

    Cuando lo hice, pude notar cómo Takeda ya se estaba arrojando sobre Murai, yo solo dejé escapar un aire tenso mientras llevaba mi mano derecha a tocarme y taparme el lado derecho de mi rostro mientras escuchaba un vaso romperse, al elevar mi ojo libre vi cómo fue Kirara la que le detuvo y se armó toda una escena del que inclusive me hizo desconocer a Takeda un momento, pero comprendía su rabia... no, su odio hacia Murai. Aunque lo que si me estaba entristeciendo era que se estaba dejando llevar demasiado por sus impulsos, necesitábamos interrogarlo, era la oportunidad para poder saber al fin algo de los Taira y Takeda estaba por arrebatarnos todo.
    Por fortuna Tetsuo llegó después y aunque en un momento dado parecía ya estar por rematarse todo, palidecí al ver que los tres hacían ademán de irse sobre Murai, tanto así que hasta Kiba, el lobo y la propia Shinrin se interpusieron a tiempo para calmar el ambiente, Yuzuki no tardó en reaccionar y yo no dejé mi postura ni mi gesto tan serio que poseía, sin saber qué decir y sin que mi energía pudiera regresar.
    Al final soltó un ultimátum y cuando la cosa acabó por el momento, noté como Yuzuki acariciaba a Takano, al destaparme pude verificar porqué, era porque este había abierto los ojos, miró de forma bastante desorientada a Yuzuki, quería moverse y decir algo pero parecía que las energías eran nulas y lo serían por un largo rato.
    Nuevamente, esa punzada, decidí ignorar el resto de las cosas, sin poderle prestar atención a Misato o a Riku, para girar mi cuerpo hacia Takano, y pese que estaba inseguro, toqué y después sujeté uno de sus manos, apretando muy suavemente, para que también, como Yuzuki, supiera que yo estaba ahí, y nuevamente, solté otra lágrima.
     
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    John Whitelocke

    John Whitelocke Usuario popular

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    Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

    Clínica

    Pensó que en la clínica por ahí podrían hacer algo con el veneno que le circulaba, pero estaba equivocado. Al menos había conocido la cara de aquel chico, algo le intranquilizaba sobre el asunto de no poder conocerle el rostro, y esa intranquilidad se había disipado cuando lo había sorprendido en la clínica sin su máscara, por lo que el chico pareció algo perturbado.

    "Entiendo, es una cuestión de tradiciones locales arraigadas en algún pasado remoto", se dijo a sí mismo.

    —Pues no veo nada malo con tu cara, pero entiendo que sea una cuestión regional o tradicional, ahora al menos—y no terminó de hablar cuando una mano lo empezó a tironear.

    "Ah, se trata de este inútil", ni bien lo vio.

    Se lo sacó de encima cuando vio que empezaba a jalar de su ropa.

    —Mira chico, estas prendas son bastante nuevas aún y son un regalo de los Azai por la buena diplomacia de aliados que forjamos hace poco tiempo atrás... no querría que se me dañen por culpa de un cadáver ambulante como tú, así que quita.

    Se alejó para dejar al chico tranquilo, ya que de todos modos no tenía nada que conversar con Natsu. Era de esa clase de errantes que no tiene propósito alguno en la vida, tarde o temprano mueren en algún rincón, sin haber tenido nada por lo que vivir ni morir. En la visión de Hideyoshi, no solo se trataba de un posible traidor, sino de un hombre patético, y creía que Takeda cometía un error en tener gente así alrededor.

    —Al fin y al cabo, tarde o temprano alguien te pasará por la espada, y nadie te recordará—dijo medio por lo bajo, a medida que se alejaba.

    Se retiró de la clínica, sus heridas estaban sanas, y no podía seguir perdiendo el tiempo así.

    A la herbolaria
     
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    Amelie

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    Monte Genji (Kenzaburô; Zeng; Ujihisa; Terunobu)

    Siguieron su ruta a la luz de la luna.
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    Un muro de madera impedia su paso; a un lado de ustedes podían notar troncos previamente cortados, ahora envueltos de musgo.
    El muro no era natural, había sido colocado; no tardaron en entender que para cruzar deberían cortarlo. Y así lo hicieron, descubriendo que no sólo era un muro de troncos, sino varias capas de ellos, así tuvieron que ir cortando para avanzar
    +300 EXP

    Tardaron un poco pero por fin habían cruzado, listos para encaminarse a la salida de aquel bosque.


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      +650 EXP

    Kenzaburo= +500 monedas


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    Pasillo a Kamakura (Satou; Shinko; Mao; Daichi; Matsuda; Taiyo; Togashi y Yin)
    Matsuda miró a Mao y por un momento creyó que le haría algo, estaba un poco siscado por lo que ella y Takeda dijeron cuando los lanzó al agua—Iré a buscarlo, pediré a Taiyo y Shinko que me acompañen — mencionó para después dirigirse ante los Fujiwara, los cuales aceptaron el plan y comenzaron a dirigirse hacia la entrada a Kamakura.

    Daichi y Togashi seguían allí esperando, Satou ya había atendido a todos los presentes, lo único que quedaba era esperar a que apareciera el último grupo. Yin también decidió esperar, pues quería volver a ver a su hermano.

    —No deben tardar en aparecer —mencionó Satou mirando hacia el bosque, ahora obscuro —Espero que por la obscuridad no se pierdan.


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    Herbolaria (Kuroki; Takano; Riku; Kirara; Misato; Heya; Yuzuki; Takeda y Tetsuo)


    Las palabras de Yuzuki lograron capturar la atención de todos los presentes, incluso Inosuke levantó su cabeza en su dirección. Shinrin estaba ocupándose en mezclar el agua con carbón pues aquel regaño no estaba dirigido para ella.

    "¿Alguien de los presentes tiene algo para amordazarlo?"

    Mencionó Riku haciendo que Kirara lo mirara, buscando entre sus pertenencias algo; pero fue Misato quien reaccionó primero amordazando a Murai quien masculló una queja, pues su mandíbula dolía demasiado; pero cuando ya estaba contenida su lengua, sólo guiñó un ojo hacia Misato. Seguía atacando con todo lo que tenía, pero ella se alejó. Takeda la miraba mientras ella hablaba, con esa serenidad que siempre denotaba. Estaba de acuerdo con ella; todos necesitaban descansar, pero aquello también le preocupaba ¿Cómo podrían descansar en territorio de Kato Harima? En verdad no sabía que hacer.

    Takeda estaba avergonzado, sintió las palabras como un balde de agua helada, obligándolo a relajar los hombros mientras observaba a su dirección; se separó de Kirara y Tetsuo para ofrecer una reverencia completa, colocando su frente en el suelo y sus manos al frente; algo que hizo que Tetsuo se molestara, pues por su rango no debería estar haciendo esa clase de disculpas; este parecía querer reclamar pero la voz de Takeda ganó esa ofensiva.

    —Ofrezco mis disculpas; a todos los presentes, mi comportamiento estaba fuera de lugar —Se sentó en sus talones haciendo una respiración profunda; después exhaló —Antes de irme necesito saber la condición de mi amigo; no podré irme sin saber que está fuera de peligro —había recobrado su formalidad; a veces olvidaba que por su posición, no podía mostrar sus emociones a flor de piel, debía siempre estar sereno, siempre alerta. Tenía que contener toda la obscuridad que se había acumulado en todo ese tiempo, y aprender a liberarla de otra manera.

    —Está fuera de peligro; sólo que no podrá reaccionar hasta mañana, su cuerpo sigue paralizado, aun debe sudar las toxinas— mencionó Shinrin —Ahora pueden irse, aquellos a los que he antendido pueden pagarme mañana —mencionó hacia Kirara —Los que fueron envenenados en el bosque no duden en tomar un vaso con esta agua con carbón, esto les ayudará a librarse de venenos incómodos, y si alguno tiene otro tipo de síntomas,lo atenderé después — se acercó a Takeda con un vaso lleno del líquido granulado, y se lo entregó —Vayan al castillo; allí los recibirán. Pero eviten acercarse al dojo. Y bebe esto, te hará bien. Ya que estén en el castillo podré atender al resto de ustedes.

    Kirara se alejó colocándose a un lado de Riku —Estoy de acuerdo, tenemos que ver donde guardar a este gusano — mencionó señalando a Murai, después afirmó hacia Shinrin y le dedicó una reverencia; sujetó las cuerdas de Murai y lo comenzó a arrastrar a la salida. Takeda también se levantó y fue seguido por Tetsuo. Dejando únicamente allí a Yuzuki, Takano, Kuroki y Shinrin.




    Saliendo de la herbolaria, Takeda y el resto se encontraron con Hideyoshi; Matsuda, Taiyo y Shinko. Shinko abrazó a Kirara fuertemente, haciendo que la frustración que ella cargaba se disipara casi al instante al verlo con bien. Matsuda miró a Takeda, se notaba decaído pero no alterado, eso lo tranquilizaba, ignorando la reacción de su líder unos momentos atrás.

    —Takano necesita silencio y descanso en la herbolaria, por favor, acompáñenme hacia el castillo; aun no sé que esperar en su interior— mencionó Takeda a los presentes fuera de la herbolaria. Miró hacia Misato —Agradezco tu ecuanimidad, es momento de buscar un sitio para descansar —Dijo con sinceridad pero con cierto dejo de tristeza en su mirada, esto hizo que Matsuda reaccionara y fuera a sacudir un poco a Takeda, pero esta vez no provocó una sonrisa en su líder, quien sólo lo apartó con respeto para después dirigirse hacia Kirara —Me alegra que los Fujiwara se encuentren bien; pues ha sido muy peligroso ir detrás de Murai, viendo lo que es capaz de hacer. Su habilidad superó la de él, por lo que estoy honrado por contar con aliados tan fuertes.

    Kirara afirmó pero no respondió, no le gustaba que Takeda la tratara con tal formalidad, a su vez ella también estaba alterada por todo el asunto con Murai, Taiyo decidió guardarse sus bromas para después, caminando junto a Riku y mirando a Inosuke, el único que seguía alegre.

    Tetsuo afirmó y sacudió el hombro de Hideyoshi —Es bueno verte; han sucedido demasiadas cosas —se acercó más a él para que sólo este pudiera oír —Creo que nuestro señor necesita ser aconsejado por todo lo que debe enfrentar aquí en Kamakura. Ha perdido su estabilidad.




    En el interior, Takano seguía intentando moverse, miraba hacia Yuzuki y hubo una casi imperceptible reacción al sentir a Kuroki; pero era incapaz de hacer demasiado.

    —Seguramente tiene sed — mencionó Shinrin sin reparar en las emociones de ambos, la escena le parecía extraña, jamás creyó que la salud de Takano causara tanta angustia a distintas personas —Pero sus músculos no reaccionan, si intento darle de tomar seguro se ahogará— Revisó rápidamente a Yuzuki y notó los síntomas de la batracotoxina, así que regresó a sus cajones de donde sacó una tarja llena de sanguijuelas —Será mejor sacarte ese veneno antes de que pase mucho tiempo en tu sistema —mencionó sujetando las sanguijuelas y colocándoselas a Yuzuki sin ningún pudor por levantar su kimono, piernas, brazos y cuello.

    Shinrin se sentó en el suelo, mientras Kiba se acercaba a ella. Para los herboristas presentes, aquel sitio tenía ingredientes expuestos por todos lados, pero no parecía prudente tomarlos. Miraba hacia el fogón, el cual ya había calentado el lugar, haciéndolo bastante ameno.

    —¿Realmente Takeda planea enfrentarse a mi padre?— mencionó sin separar la vista del fuego.


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      +520 EXP




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    Clínica (Natsu; Rengo, Kohaku, Hideyoshi)

    Rengo se sacudió un poco por el ruido, se sintió en alerta y se inclinó con dificultad, sujetando la katana preparado para atacar; pero se detuvo al ver que estaba en un lugar que reconocía a la perfección, provocándole un escalofrío.

    Se llevó la mano al estómago para encontrar la reciente sutura cubierta de vendajes, la miró y se levantó con extremo cuidado, colocándose nuevamente su ropa, la cual estaba embarrada con su sangre coagulada, de la misma manera que aquella piel blanca que habían utilizado para cubrirlo. La sujetó, aun estaba tibia; pero al verla tan sucia no sintió más que culpa.

    Escuchaba movimiento a un lado, pero trató de no hacer ruido mientras miraba a todos lados. Tenía miedo, a pesar de estar en casa.


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    Catillo (Takeda; Matsuda; Tetsuo; Taiyo; Kirara; Shinko; Riku; Hideyoshi; Misato y Heya)
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    Avanzaron hacia la estructura más grande, un castillo que se notaba un poco apagado pero no completamente descuidado. Se asemejaba un poco al abandono de la casa feudal en Tsu. No había ni un sólo guardia en el exterior, era un castillo sin ninguna aparente defensa, así que ingresaron sin dificultad pero tomando precauciones, pues Kamakura les había enseñado a estar preparados para lo peor.

    En el interior pudieron notar más el descuido a la estructura, allí parecía estar esperando un hombre, el cual al verlos se alarmó. No estaba armado, ustedes si; por lo que se acercó con recelo sin parpadear, no son antes tomar un lámpara para iluminarles el rostro. Los observó inquisitivo, el hombre parecía ser un simple guardián nocturno.
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    —En Kamakura jamás esperamos visitantes; temo decirles que el señor de Kanagawa no está en estos momentos— dijo con firmeza, a pesar de tener un tangible miedo ante aquel número de personas armadas, observó a Takeda —¿Joven Rengo? — preguntó con algo de familiaridad, pero al instante negó; dándose cuenta de su confusión.

    Tetsuo parecía querer hablar pero fue Kirara quien avanzó rompiendo aquella formalidad —Traemos un prisionero de alto grado, un Taira; así que guíeme hacia sus celdas.

    Aquel hombre pareció congelarse al apuntar la luz a Murai Sugita, quien seguía con la mirada altiva —¿Quiénes son ustedes?


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