Kanagawa Kamakura

Kenzaburô

Luego de la demostración, el ronin quedó asombrado con la fortaleza que Misato exhibía en un cuerpo que parecía no estar acostumbrado al combate; pero sus acciones decían lo contrario. Derribó a cinco hombres entrenados y más corpulentos que ella con un simple golpe, cayeron como fichas en un tablero diseñado por la mujer. ¿Siempre escondió su verdadera esencia en su interior? Era increíble y el hombre la miró con atención, no con celos o rabia por no haber logrado lo mismo que ella, al contrario; por primera vez le prestó atención en verdad. Esa mujer era de temer.

La explicación de Kato lo hizo regresar al presente; miró a todos por turnos, allí eran ex aliados y compañeros, Kenzaburô era el único que luchaba por el honor de Takeda, o al menos eso creía. Él se quedaría allí para crecer, para ser realmente el árbol donde el joven Minamoto pueda sujetarse y afianzarse. Sería su centro ahora que sus sentidos estaban rebeldes.

—Avanzar diariamente a lo largo de nuestra vida adquiriendo más habilidad que el día anterrior, más habilidad que hoy. El proceso es interminable. —cerró un puño para darle énfasis a sus palabras. —Entonces continuemos. Soy capaz de dejar alma y piel, espíritu y mi propio esqueleto con tal de avanzar. —miró a Takano. —Porque tengo que ser el sostén de alguien que lo merece.

Tomó la espada nuevamente, la de madera. Y esperó más instrucciones.

 

​

 

Patio fuera de la Mazmorra
(Shinko; Riku)

Kirara afirmó hacia Riku mientras terminaba de amarrar sus vendajes —Si, debo hablar con Taiyo; no me apetece encontrarme con Murai nuevamente; pero prometo que me contendré. Trataré de no ser tan imprudente de ahora en adelante— mencionó observando a Shinko —Ve con Riku, sé que no quieres bajar conmigo —mencionó librando de la decisión a Shinko, quien quería ir con Riku pero a la vez no quería abandonar a Kirara.

—Explora con cuidado, recuerda que el río es muy fuerte; no vayas a caer en él —Lo dijo hacia Riku pero fue Shinko quien desvió la mirada —Los veré más tarde;

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Monpoke
Continua en puente destruido

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Interior del dojo
(Kato; Takano; Misato; Clan Tao; Kenzaburo)

Yin escuchó las palabras de Misato —Misato-dono —dijo con una reverencia —Mi esfuerzo fue bueno; pero no equiparable con su temible demostración, estoy honrado de no sólo haber sido merecedor del entrenamiento de una leyenda en combate, el cual es el señor Harima; también he visto una pelea formidable de dos grandes guerreros, y ahora también me ha maravillado por la habilidad que posee. Mis ojos no merecen tanta belleza —mencionó con profundo honor y respeto.

Zeng y Ujihisa, quienes no se encontraban lejos de Yin y Misato escucharon y afirmaron entre sí, pues aquella demostración de Misato había sido formidable; Yin había hablado por Misato ante Zeng, quien dudaba de su potencial—He de admitir que cuando rechazó el entrenamiento dudé de su convicción —mencionó Zeng hacia Misato, aquel hombre de pocas palabras —ahora me doy cuenta de lo que Yin decía.

—Así es hermano; su fuerza es como la del viento, es ignorada hasta que es muy tarde reaccionar a su fuerza —Mencionó Yin con una sonrisa.

Mientras tanto Kato se acercaba a Takano —Quedas a cargo de cerrar este entrenamiento — después miró hacia Kenzaburo quien estaba frente de Takano, sin dedicarle palabras; en su cintura llevaba sus katanas y también la de Takeda; así avanzó hacia la salida del dojo.

Takano se colocó frente al altar vacío —¡Escuchen!— gritó Takano —Pueden practicar la nueva técnica si quieren; pero si prefieren descansar, doy por hoy terminado el entrenamiento— dijo haciendo una reverencia hacia los presentes.

Después avanzó hacia Kenzaburo, Kato ya no estaba presente; y a diferencia de hace un día, esta vez confiaba en Kenzaburo, pero aun no podía decirle nada mientras los guardianes de Kamakura estuvieran presentes —Demuestra lo aprendido — dijo siendo rodeado por cuatro guardianes y él.

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Kuno Vizard rapuma

Afuera del dojo
(Kuroki; Mao)

Kuroki se encaminó al dojo con sigilo, seguido de Mao quién también utilizaba su sigilo, así se fueron aproximando al dojo, pues Kuroki sabía que su misión estaba próxima, ya que el sol comenzaba a estar sobre de ustedes.
Pero se detuvo en seco; fuera del dojo se encontraba Itami ¿Qué estaría haciendo allí? Eso podría complicar la misión. Itami volteó a la dirección de ustedes pero estaban bien ocultos debido a su habilidad; así que volvió a desviar la mirada hacia la entrada del dojo, sin avanzar hacia él.

Kato salió del dojo; ambos hombres se mantuvieron la mirada unos breves instantes, hasta que Itami hizo una leve reverencia. Kato no respondió y bajó las escaleras para encontrarse con Itami.

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Gigavehl Mori
Pueden simplemente esperar a que terminen de hablar y después seguirlos con sigilo; o....
Pueden oir su conversación:
La actividad sería simple si desean hacerla; si ambos quieren acercarse a oír, ambos tirarán 5 dados de 10 caras. También puede intentarlo sólo uno de ustedes. Si fallan serán descubiertos (las tiradas son individuales, si uno falla y el otro no, sólo descubrirán al que falló; pero ya no le dará la oportunidad de escuchar la conversación al otro que no fue descubierto)
50= Escuchas la conversación e incluso los susurros.
40-49= Escuchas la conversación
30-39= Escuchas las conversación entrecortada
20-29= No te logras acercar lo suficiente para escuchar
10-19= Te descubren
0-9= Te descubren y castigan

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Habitación de Takeda
(Jiin; Matsuda; Takeda; Kirara; Rei; Yuzuki; Terunobu; Shinrin)

Yuzuki era observadora, y sobre todo entendía de las reacciones humanas, por eso le quitó a Shinrin la bandeja, o cometería el mismo infortunio que Takeda, y el té derramado era una pena. Rei se levantó, iba a salir discretamente por el balcón para escapar de esa penosa situación; pero esta vez fue Matsuda quien lo detuvo y volvió a enviar dentro de la habitación, alertando a Jiin, quien sujetó a Rei para que no se escapara; si el había prendido la mecha, debía de estar presente para el incendio.

"Asakura trajo el anuncio... de la boda del señor"

Shinrin clavó su fuerte mirada en Rei; quien al estar sujeto por Jiin no pudo dar un paso hacia atrás como su cuerpo hubiese querido. Jiin también fue escudriñado con la mirada de su hermana. Se llevó la mano a la sien en desesperación y enojo, pues justamente había hablado de eso con Mao el día anterior.

—¿Por qué los hombres son tan...?— no terminó la frase para observar a Yuzuki porque no podía mirar a la cara a Takeda.

—Jamás había pensado en esto— ¿Por qué no se lo había dicho Takano antes? se preguntó Takeda; no se requería ser muy inteligente para hilar que si los Harima se unían nuevamente a los Minamoto, la boda sería con Shinrin.

Takeda se levantó —Lo siento Shinrin; no sabía nada de esto —dijo haciendo una reverencia algo rígida; pues su cuerpo aun le dolía —¿Quieres casarte conmigo? — preguntó con sinceridad; pues él no entendía del rigor de las ceremonias, no sabía que desde antes de nacer tenía un destino marcado con decisiones hechas por personas más poderosas que él.

Shinrin no supo que decir; simplemente salió corriendo de aquel lugar completamente avergonzada. Rei se llevó las manos a la boca mientras Jiin hacía una mueca de preocupación, primero mirando hacia la puerta por dónde huyó Shinrin, después a Takeda que se había quedado allí.

—Salir de una desgracia para entrar a otra —mencionó Takeda tapándose el rostro —por favor retírense; me gustaría estar solo.

Jiin obedeció empujando a Rei a la salida, a su vez le indicó a Yuzuki que lo siguiera. Matsuda seguía en el exterior en el balcón. Jiin deslizó para cerrar la puerta detrás suyo, soltando un suspiro pesado.

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Hitori
Puedes insistir en quedarte; puedes perseguir a Shinrin; puedes hablar con Jiin y Rei; puedes ir a otro sitio.

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Puente destruído
(Riku; Shinko)

Avanzaron sigilosamente por la ciudad hasta llegar al puente destruido; se podía caminar por él, lo cruzaron antes; pero había secciones destruidas, las cuales si no se tenía cuidado; podrían hacerlos caer al río que corría por la ciudad y desembocaba en el mar; la caída de allí podría matarlos.

Había algo raro en aquel puente; y fue Shinko quien se agachó a revisar aquel sitio con cuidado. Shinko llamó a Riku, en la madera roída había una inscripción.

"Búscame en Yoshino"​

Shinko miró confundido a Riku, pues no había más pistas que seguir. ¿Qué debían hacer con esa pequeña información?

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Puerto
(Natsu; Rengo)

Rengo lo miró son una sonrisa burlona —¿Yo llorar? —preguntó con los ojos entrecerrados para poder ver a cuales de los Natsus debía golpear — No en combate —sonrió golpeando fuertemente al costado de Natsu, no estaba conteniendo sus fuerzas, comenzó a reírse. Natsu aprovechó ese descuido para darle un leve golpe en la cabeza. Sorprendiendo a Rengo quien se llevó la mano hacia dónde fue golpeado, eso lo mareó aun más.

—No me voy a contener, Nat — mencionó señalándolo con la saya, sosteniéndola con una sola mano de manera altanera —Te voy a demostrar el entrenamiento al que me han sometido todos estos años... hip...—el hipo se hizo presente. Fue mucho alcohol para un cuerpo pequeño.

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Insane

Natsu tira:

• Tirar un dado de 15 caras. Este representará el ATAQUE
• Tirar un dado de 10 caras. Este representará la DEFENSA. (el dado de defensa nunca cambia)
• Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa la SUERTE de tu personaje; si en el dado sale “4” o “5” se le sumarán +5 de ataque.
• Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa un ESQUIVE de tu personaje; si en el dado sale “5” esquivarás el ataque de tu oponente

• Natsu
• Rengo

• 
  pv= 44
  +4 ataque, de voluntad
  -1 suerte, timidez
  
• 
  pv= 78
  Fuerza= +7
  Protección= +8
  -2 defensa, borracho
  

 

Riku

"Tranquilo Shinko". Llevo una mano al hombro de Shinko mientras nos alejábamos del patio, llamando su atención. "Recuerda que estará con Taiyo". Le trato de tranquilizar siendo que técnicamente lo estoy alejando de su hermana.

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"Este no es el tipo de cosas espere encontrar al explorar".

Agachado, me tomo un momento pasando los dedos por la profundidad dejada por inscripción. Logrando sentir que no es particularmente un tallado echo recientemente.

Continué mirando la inscripción otros segundos, buscando meter el estilo de trazo en mi cabeza. Al menos por los días siguientes si necesito hacer una replica de esa escritura.

Me vuelvo hacia Shinko, notando su notable confusión, la cual respondí casi de la misma manera. Pero esa expresión me duro poco, estaría mintiendo si digo que estoy interesado o intrigado por la nota. "Sea lo que sea, lleva aquí el tiempo suficiente para que le llegara a su destinatario original". Me levanto lentamente de mi posición, teniendo cuido de no resbalar o algo peor. "Considerando eso, es poco probable este relacionado a nosotros o a los Minamoto al predecir nuestra reciente llegada. Pero a un me atrevo a preguntar ¿Te suena esa ubicación, Yoshino?¿O el trazo del tallado?".

"Personalmente no creo sea algo se deba investigar hasta su origen o significado. Aunque, si quieres, podemos cortar la tabla y esperar como las piezas irían cayendo en su lugar o dejar todo como esta. Solo corres el riesgo de tirar el punte". Termino con una pequeña risa esa sugerencia que bien podría ser peligrosa.

Tras dejar que Shinko tomara su decisión, me alejo con él del puente. Guiándolo hasta mi siguiente destino. Uno del cual carezco de punto de inicio para la buscada, o de saber si este siquiera existe.

Aun permaneciendo en Sigilo, Escalo unas casas y me pongo a observar los alrededores de Kamakura. Buscando una edificación que lo separe aunque minimamente del resto, una presumiblemente abandonada por más de veinte años, La antigua residencia de los Fujiwara.

Contenido oculto

Bueno.
Primero sería esperar la respuesta de Shinko y la decisión de si quiere llevarse la tabla o no. jeje

Segundo. Pos. Comprobar si existe o esta de pie esa residencia e ir (con sigilo) hacia ella. Sino a cualquier otro edifico abandonado por ahí o un barrio, lo que tenga kamakura para curosear y explorar.

 

Mao/Masuyo/Ryouma
Espiando a tío Kato en el bosque, mientras Takaño no está uwu

Contenido oculto: Sombras negras y otras

​

Mira tú, la gracia que debíamos dar, un haz de luz entre las sombras de los bosques, junto a un manchón negro en la claridad de la ciudad; ambos a la par de sigilosos, ambos tan silenciosos y rápidos como les fuera posible, ahora no éramos más que un intento casi logrado de ser una extensión de la brisa.

De la lluvia.

Del goteo.​

De la caída.

Del frío,​

del blanco,​

de la corriente.

Al parecer, era un buen clima para ocultarte de día.

Nos detuvimos en cuanto Kato lo hizo, casi al mismo tiempo, pero fue Kuroki quien frenó la marcha, aun la sincronización estaba lejos de perfecta y lo siguiente me lo dejaría más que claro. Mi ceño fruncido con seriedad absoluta, ese que podía pecar de ira contenida, reposó junto a mis ojos en la nueva silueta que llegaba. Mi corazón, como es de esperar cuando se hace una actividad física, latía y me brindaba energías con bastante fuerza: sangre, calor, movimiento...

pero...​

Él nos miró, y todo se detuvo.​

Se congeló.​

Me paralicé.​

Otra imagen de antaño, de la misma forma en que había recordado a mi abuelo paterno, inundó mi mente.

Sin autorización.
Las imágenes, sentidos y emociones me envolvían como sí estuviera nuevamente ahí; en el pasado, mientras era una condenada estatua anonadada y estática, con los ojos casi huyendo de mis cuencas por el impacto, ilógico.

"Sí no hacemos algo, puede morir"

"Las opciones que me dan no las aceptaré tan fácilmente"​

"Pero señor, usted sabe más que nadie qu-"

"Lo sé, se que podemos recurrir a esas cosas, se que beneficios traen, como también se que depende de la benevolencia de los Kami, de las energías de las personas. Y créame, yo más que nadie se que a este pueblo ya lo han abandonado los dioses, las energías son débiles; lo único que nos queda es depender de la naturaleza misma, la que nosotros podemos ver, presenciar, con la que aún somos dignos de interactuar"
​

Era la voz de mi padre, esa que por mucho tiempo no había recordado, la figura que no tenía forma en mis recuerdos; con el vacío cerrado, parece que los pensamientos de antaño también se materializaron.

Yo estaba ahí, asomada sigilosamente por la puerta, observando la discusión que mi padre sostenía con otros cuantos adultos, su actual contrincante y con quien debatía era una de mis maestras de danza y poesía.

"Pero no podemos depender de los Kami, y mucho menos actuar de maneras denigrantes como Yureis, Yokais, Bakemonos, Onis o Akumas; como caigamos en métodos similares a ellos, las desgracias no harán más que volver, entonces cualquier paz conseguida a través del camino incorrectos será tan frágil como onírica: falsa"​

Falso​

Mi respiración del pasado era la misma que en ese momento; apaciguada, silenciosa, rozando lo estática, suave, monótona, profunda. Solo que mi cuerpo no era el mismo, el de la pequeña estaba destensado, lista para huir en cualquier momento: Yo simplemente estaba paralizada, era una estalactita gélida que tan solo le faltaba caer y romperse al más mínimo estimulo.

"Sí Masuyo muere, sí no logra sobrevivir; lo aceptaré.
Lo aceptaré, lo aceptaré y esperaré, rezaré y me esforzaré el doble por engendrar, crear, educar al siguiente, sí es que llega"​

Sí es que ese día llega.
​

La expresión estoica y calma de Hideki, hablando ante todo su publico con solemnidad, cambió; lo noté, a pesar de que el movimiento de sus facciones fue mínimo, alzó la voz de manera casi imperceptible, parecía más convicción que rabia acumulada.

Pero pude ver a través de él con una facilidad arrolladora,

gracias a un mero recuerdo lucido. ​

"Porque confío en mí, confío en mi mujer Shizuka; y le tengo fe a todas las personas de este Clan y a cada uno de los trabajadores del pueblo. Gente, no necesitamos acudir a deidades o dioses, solo respetarlos y puede que consultarles cosas, pedir un pequeño favor o buscar esperanzas en ellos; pero nunca, nunca debemos poner en sus manos nuestros asuntos de peso, importancia o riesgo; sí no, estaremos condenado por el pasado, el futuro se nos escurrirá por los dedos."
​

Condena y pasado

Futuro y huida​

Imposibilidad
​

Mi cuerpo entero se sacudió en un escalofrío violento, pestañeé varias veces, volviendo en sí de una buena vez por todas. Por inercia busqué la mirada de Kuroki, con mi propia expresión sumamente extrañada, con una pizca de seriedad, pero sobre todo: el miedo y la preocupación eran más que transparentes. Labios, ceño, puños; todo tensado y apretado, ahora que había pasado el estado de congelación, estaba más que lista para pelear con los puños todo lo que fuera necesario.

"Silencio"
Los labios y dedos de Kuroki me llamaban al silencio.​

Soledad.​

Vacío.​

Tranquilidad.​

Paz.
​

Control.

Contenido oculto: Cerezo negro

​

Un simple gesto logró cambiarme todo el rostro; le devolví una sonrisa llena de confianza y convicción, otra vez relajada y acompasándome al ritmo que marcaba la lluvia y los árboles. Lo seguí poco después, nos acercamos todo lo que pudimos, lamentablemente fuimos incapaces de escuchar cualquier cosa.

Y hubiera soltado un gruñido, pero bueno: Sigilo.

Mi rostro malhumorado era suficiente para demostrar
el desagrado que le tenía a, quien posiblemente era,
ese sacerdote.
​

Sacerdote.
Condena.
Alma.
​

¿Rengo, estabas mal por este tipo?

Estaba la teoría, pero las pruebas eran nulas.

​

Pero, dioses;
La idea me mandó el sabor metálico de la sangre a mi boca.

Tan así que con sutileza tuve que mojar mis labios,​

que al menos yo sentía secos.​

No sabía cuál fue el detonante,

pero ahora sí que me sentía furiosa.​

El cielo oscuro tras mi espalda se iluminó y tiñó por las anaranjadas llamas del dragón,
mientras mi frente observaba, recibía y almacenaba cada movimiento que intercambiaban los dos adultos.

La araña tampoco se estaba quieta, tejiendo y tejiendo sobre mi cabeza...

Masuyo... estaba en un silencio sepulcral, pero el constante frío en la espalda y el calor en mi pecho, me indicaba que nada bueno...

se estaba cocinando dentro mío.
​

Contenido oculto: Aka Oni

日本の昔話

 

Natsu Gotho

No alcanzó a proteger su costado al recibir el golpe de lleno, escudriñándolo con la mirada al escucharlo reírse.

—Parece que no soy el único descuidado, mocoso —se burló jocoso al verlo tocarse la cabeza.

Le miró entonces casi cruel al escucharlo.

—Idiota, eres tan susceptible al alcohol —se movió hacia él con la katana enfundada en la izquierda, agachándose un poco al coger impulso.

 

Kenzaburô

Cerró los ojos y suspiró, sacando todo el aire contenido de su cuerpo; luego volvió a inspirar, abriendo los ojos y mirando únicamente al oponente que tenía frente de él. Aunque sus ojos estuvieran fijos en él, sus sentidos estaban alertas; cada músculo de su cuerpo era un resorte de acero listo para saltar. Separó ambos pies a la anchura de sus hombros y tomó la espada de madera con ambas manos. Sentía la respiración de los cuatro sujetos en su retaguardia, incluido Takano. El ronin haría el movimiento las veces necesarias, hasta la fatiga misma con tal de conseguirlo a la perfección. Ahora que Takano no se encontraba entre los Minamoto, Kenzaburô debía de ser la mano más fuerte de Takeda.

 

Misato Aoyama

Rei un poco al escuchar el halago de Yin, reí al imaginar como el pudo percibir mi habilidad con la espada tanto como para presionar a Zeng de convencerlo de ser una buena propuesta para integrar el clan, claro aunque todo aquello fuese solo una distracción en todo el sentido de la palabra.

—Ay Yin, pues ya todos saben que soy una mujer de hechos y no palabras, aunque algunas ocasiones puedo ser excesiva en una buena charla— voltee entonces al resto de los guardianes, esperando pacientes alguna negativa o la aceptación de una ronda de ejercicios para perfeccionar la nueva tecnica—Tomare otra pequeña sesión Takano, ha sido un día algo movido y necesito despejar mi mente...permanecería aqui unos días, aunque tomara un tiempo saber que ruta tomaremos los Tao de ahora en adelante.— agregué mientras empuñaba la espada de madera.

Observe de reojo al honorable Ronin sin ánimos de rendirse aún si sus huesos estuviesen pulverizados... defenderá a su señor, su espíritu perseverante es algo que debía atender la pequeña Mao si deseaba ser una gran guerrera algún...claro siempre que sepa controlar sus impulsos. No podía negar que llegaban a ser mortales.

Mientras mi guardia estaba en alto mis pensamientos seguían con el que llevaría a cabo la siguiente parte de la misión; Kuroki. Kato ya había salido, lo que significa que Kuroki ya debia estar en movimiento mientras entrenaba.

Aparte el flequillo de mi rostro y adolescentes mis pupilas directos a los guardianes ya en posición de combate, atentos y peligrosos...así los ataque.

>>Lo dejamos en tus manos Kuroki-kun...—fue mi pensamiento mientras ejecutaba el ataque.

 

Interior del dojo
(Kato; Takano; Misato; Clan Tao; Kenzaburo)

Takano observó a Kenzaburo; después miró que Misato también se preparaba para un entrenamiento, Takano alejó a los guardianes que se colocaban frente a Misato.

—Cerremos el círculo muchachos, veamos cuanto aguantan estos dos — mencionó Takano rodeando a Kenzaburo y Misato, haciéndolos chocar espalda con espalda —Siempre quise darles una lección a los Minamoto porque jamás me escucharon.

Zeng avanzó queriendo participar, no para ayudar a Misato a quien ahora consideraba una Tao, sino que Zeng disfrutaba de las peleas; pero Yin lo detuvo.

—Esta vez observemos— mencionó Yin —creo que podremos aprender algo de esto— concluyó al entender que Takano no los estaba intimidando, simplemente los estaba entrenando, los estaba enseñando a trabajar en equipo.

—A mi me encanta ver como a los que recién he tratado se vuelven a lanzar al combate— mencionó Ujihisa con sarcasmo —Yo me voy, a ver quien vuelve a remendarlos— dijo saliendo del dojo.

Kenzaburo fue el primero en atacar con fuerza hacia Takano en el pecho, recibiendo el impacto de manera directa. Después atacó Misato a uno de los guardianes en el hombro; seguido de Kenzaburo atacando a otro de los guardianes con una patada, alejándolo. Misato aprovechó la confusión y atacó con severidad a Takano en el cuello haciéndolo retroceder ante aquel fuerte impacto. Kenzaburo impactó su espada de madera en la cabeza de uno de los guardianes y antes de que se pudiera recuperar, Misato golpeó al mismo en el estómago con tanta fuerza que debido a los dos golpes consecutivos se dobló del dolor.

Tanto Takano como uno de los guardianes habían recibido impactos poderosos; pero no cayeron. Ahora si, el ataque sorpresa había acabado, Takano sonrió mientras limpiaba el hilo de sangre de su boca —Ahora seguimos nosotros— mencionó Takano preparando su ataque hacia Kenzaburo y Misato mientras los guardianes retrocedían. Takano atacó con fuerza media a Kenzaburo en el pecho; para después golpear a Misato en las costillas y rematar a Kenzaburo con un golpe en el hombro.

—Ellos también tendrían su turno —dijo señalando a los guardianes —pero si los dejo, los matarán— dijo lanzando la espada de madera al suelo. La técnica era poderosa y muy útil. Pero si se enfrentaban entre discípulos de la misma escuela, la ventaja podría no significar mucho —El entrenamiento ha terminado— dijo mientras los guardianes comenzaban a retirarse uno detrás de otro.

Yin se acercó a Misato, por fortuna sus heridas no eran tan graves. Los peor parados fueron Takano y Kenzaburo.

Los guardianes de Kamakura se habían retirado por completo; dejando el dojo sólo para Takano, Kenzaburo, Misato; Yin y Zeng. Takano miró a Misato y Kenzaburo, afirmó apretando los labios; estaba orgulloso.

—Misato, Yin, Zeng—dijo observándolos — Entendieron el plan a la perfección; aprovecharon la vulnerabilidad de mi padre, y ahora gracias a ello tienen una nueva técnica; confiaré en que no la desvirtuarán. Sabía que podía poner mi confianza en ustedes, Misato me demostró junto a Kuroki su verdadero espíritu, sé que son guerreros, y temía que fueran de los poco capaces del clan —dijo sin reserva; pues para él, los demás aun no se probaban ante sus ojos. Confiaba en la fuerza de muy pocos y es por eso que se prometió a si mismo ser un maestro, así poder capacitarlos como era debido.

—Kenzaburo— dijo hacia el samurái frente a él, golpeado y profundamente molesto con el desertor que tenía en frente.

—¿Crees que mi lealtad es una hoja al viento? —preguntó cruzándose de brazos —¿Crees que voy a huir cuando los problemas del clan son más grandes? —se veía en su rostro que quería gritarlo; pero se contuvo, debía seguir siendo discreto —Yo pelearé la lucha de Takeda hasta verlo cumplir el sueño de todos nosotros, moriré si es necesario para asegurarme que eso se cumpla, porque jamás estará solo —relajó los brazos —Nadie de los presentes ha desertado al clan Minamoto; simplemente quería que así lo creyera Kato. De esta manera le ganaremos en su propio juego, ahora con la guardia baja podremos recuperar esa katana —dijo clavando la mirada en Kenzaburo; después en Misato para culminar con Yin —Si Takeda no puede levantarse, debemos demostrarle que nosotros podemos levantarnos por él —


Observó hacia la puerta del dojo — Ahora todo depende de Kuroki, nosotros ya cumplimos con nuestra parte — miró alrededor, esperando encontrarse con Yuzuki; se suponía que sería ella en lugar de Kenzaburo, pero había sido mejor de esta manera; el estratega se adapta a los cambios y no se amedrenta porque las cosas no fluyen como él quería.

—Y antes de que me reclames por haberte mentido —dijo molesto — no recae en mi la culpa de que no acudieras a la audiencia; si no hicieras todo por tu cuenta te habrías enterado; deja de actuar en solitario; no eres más un ronin, eres un samurai del clan Minamoto— dijo con orgullo para luego tratar de relajar su expresión lo más que pudo, se seguía viendo malhumorado; pero algo en esa intensidad se suavizó. Palabras parecidas le había dedicado el día anterior a Takeda.

—O al menos notifícamelo antes como lo ha hecho Hideyoshi; soy el segundo al mando, mano derecha de Takeda; así que deja de subestimarme como guerrero, así como yo lo he dejado de hacer contigo —Takano le dió una fuerte palmada en el hombro —Y sobre todo, jamás me subestimes como estratega —mencionó orgulloso, pues por primera vez en su vida; le había ganado a Kato en algo y estaba deseoso de restregárselo en la cara.

Contenido oculto: Etiquetas y acciones

Kuno Vizard rapuma

Kenzo=
-15 pv al enemigo con mayor nivel (Takano)
-5 pv al enemigo con nivel intermedio (Oponente 3)
-20 pv al enemigo de menor nivel (Oponente 1)

Misato=
-15 pv al enemigo con el segundo mayor nivel (Oponente 4)
-30 pv al enemigo de segundo mayor nivel (Takano)
-20 pv al enemigo de menor nivel (Oponente 1)

Takano=
-15 pv al enemigo con mayor nivel (Kenzo)
-15 pv al enemigo de menor nivel (Misato)
-30 pv al enemigo de segundo menor nivel (Kenzo)

Los demás pues no los usé porque se mueren :3 ganan 50 exp

• Takano
• Kenzaburo
• Misato
• Oponente 1
• Oponente 2
• Oponente 3
• Oponente 4

• 
  Ataque= 17
  Protección= 13
  pv=35
  
• 
  Ataque= 9
  Protección= 6
  pv=25
  
• 
  pv= 45
  
• 
  Ataque= 8
  Protección= 7
  PV= 40
  
• 
  Ataque= 8
  Protección= 7
  PV= 75
  
• 
  Ataque= 8
  Protección= 7
  PV= 80
  
• 
  Ataque= 8
  Protección= 7
  PV= 65
  

Afuera del dojo
(Kuroki; Mao)

Ambos se acercaron; pero el alto follaje no parecía ayudarlos, ya que se movía a su ritmo; gracias a la lluvia aquello pasó desapercibido para ambos hombres. Por precaución pararon, no podían escucharlos pero al menos los podían ver más de cerca. Ambos se sincronizaron, sin decir nada se dividieron la tarea de observación; Kuroki se enfocó en los movimientos de Kato mientras Mao en los de Itami.

Itami sonrió. Kato permanecía estóico; en su cintura, Kuroki pudo reconocer la katana de Takeda. Itami no parecía estar intimidado ante Kato mientras hablaba abiertamente con una gran sonrisa. Kato se cruzó de brazos, notando que la conversación le quitaría algo de tiempo. Itami observó a Kato esperando una respuesta, la cual aparentemente no recibió. Itami negó. Así se mantuvieron unos instantes en silencio. Kato dijo algo para luego bajar sus brazos y seguir su camino. Itami lo miró irse con una sonrisa; después él también avanzó; ambos a distintos lados. Al parecer Kato se dirigía al puerto; mientras que Itami se dirigía hacia las calles.

Contenido oculto: Etiquetas

Gigavehl Mori ambos pueden seguir a Kato, o pueden dividirse y uno seguir a Kato y otro a Itami.

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Puente destruído
(Riku; Shinko)

Shinko miró la escritura nuevamente ante las palabras de Riku, tocó los trazos como si eso le diera una pista de quién lo había escrito, o por qué estaba allí. Se separó tratando de reconocer el nombre "Yoshino" pero nada venía a su mente. Se levantó y comenzó a hacer mímica. Sacó un saco imaginario mientras sonreía con amplitud, después marcó con su dedo índice una línea en su rostro; para seguir con su mano derecha tapando sus ojos del sol, mirando a todos lados como si buscara algo. Se estaba refiriendo a Taiyo, simplemente era malo intentando imitarlo.

Después Riku trepó a una de las casas, Shinko espero abajo temeroso de que alguien lo viera; pero las pocas personas pasaban a su alrededor sin prestarle atención, y a Riku no podían ni percibirlo.

Riku logró ver unas casas que parecían estar abandonadas a un lado del castillo, le indicó a Shinko que lo siguiera.

Sección abandonada de Kamakura
(Riku; Shinko)

Aquel lugar parecía un pueblo fantasma, en sus calles no caminaba nadie, las casas estaban en completo descuido, no sólo por el tiempo, había varias que se veían vandalizadas.

​

Contenido oculto

Ni Riku ni Shinko conocen esta zona; los estructuras no son seguras para ser escaladas; aun así Riku puede intentarlo, pero deberá tirar un dado de 20 (si es de 15 o superior no caerá y perderá -20pv)
Si desean explorar las casas deberán tirar un dado de 5 caras (este dado es para ver que casa exploran) pues no saben con certeza qué están buscando o qué están haciendo allí.

Contenido oculto

Monpoke

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Puerto
(Natsu; Rengo)

Rengo sonrió —Soy susceptible a muchas cosas — mencionaba mientras se preparaba para su siguiente ataque, un poco distraído cuando vio un bote de remos en la playa. A pesar de esa distracción logró golpear a Natsu en el estómago; mientras el recibía su golpe sin fuerza en el pecho. Sacó su lengua mordiéndola, aguantándose la mofa ante ese ataque; pero no existía prudencia en alguien alto en alcohol. Rengo vibraba mientras trataba de aguantar su risa.

Contenido oculto: Etiquetas

Insane
Natsu tira:

• Tirar un dado de 15 caras. Este representará el ATAQUE
• Tirar un dado de 10 caras. Este representará la DEFENSA. (el dado de defensa nunca cambia)
• Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa la SUERTE de tu personaje; si en el dado sale “4” o “5” se le sumarán +5 de ataque.
• Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa un ESQUIVE de tu personaje; si en el dado sale “5” esquivarás el ataque de tu oponente

• Natsu
• Rengo

• 
  pv= 33
  +4 ataque, de voluntad
  -1 suerte, timidez
  
• 
  pv= 78
  Fuerza= +7
  Protección= +8
  -2 defensa, borracho
  

 

Riku

"Sabes". Le hablo a Shinko mientras voy echando un vistazo por la zona, sin idea de por dónde empezar. "Kamakura si que parece mantener lo abandonado"

Seguí avanzando tranquilo, sin molestarme en moverme demasiado discreto por esta parte abandonada.

"Y en un estado terrible". Digo dando una seña a la casas más deterioradas. "Haré como ayer con el barco, investigaré el interior de una. Sería mucho pedir encontrar algo útil como el yoroi u una katana, pero quien sabe".

"Podemos seleccionar una cada uno, pero tratemos de revisar juntos".

Le sonrió a Shinko mientras le dejo elegir si seguirme. Lo que vine ubicar inicialmente, podría considerarse un caso complicado de encontrar. Subestime la cantidad de casas abandonas por aquí.

Contenido oculto

Orden:

1. Si Shinko se suma, revisar ambas casas. (Y robar todo??)

2. Escalar una estructura

 

Natsu Gotho

Frunció levemente el ceño, girando sobre sus talones para tratar de encestar otro golpe. El niñito borracho y todo lograba mantener un flujo de batalla, sin duda Rengo siendo un mocoso ante sus ojos seguía siendo mucho más fuerte que él.

 

Contenido oculto: Black Catcher

La sombrita de Kuro-kun
El dúo siguiendo a Kato

No había escuchado ni la respiración de los tipos, la lluvia que a la vez cubría nuestros propios sonidos nos jugaba en contra, como era de esperar de cualquier cosa a la cual le podías sacar provecho. Así que ahí estábamos, valiéndonos de la vista que aún teníamos, a diferencia de Murai, para leer los gestos y predecir las acciones. Vamos, vejestorios, demuéstrenme que son más humanos que palabras decididas. Y aún con todo lo ocurrido, a pesar de que ya estaba mucho más calmada y centrada, la sonrisa del condenado se me clavó en la retina; odio, furia, desconcierto, curiosidad. Alguien que era tan sonriente con Kato una de dos, era muy buen actor, rozando mi habilidad... o simplemente era alguien a quien tratar con extremo cuidado. Fue como una acción predeterminada, un paso no decidido, una regla invisible; Kato se fue y en cuanto volteé mi cabeza Kuroki ya tenía los ojos clavados en los míos y... lo veía con suma facilidad, a consciencia de que en estos momentos mi mirada era totalmente apática o tan llena de emociones que no lograba reflejar otra cosa que no fuera seriedad, pero Kuroki reflejaba la confusión controlada que poseía. A mí en realidad no me sorprendía nada, podía estar desconcertada, pero al venir sin expectativas nada ni llegaba a decepcionarme.

Información, información; como sí leyera un poema, escuchara la historia de turno; observa, escucha, entiende y no cuestiones hasta haberlo meditado todo tras el final. Regla y consejo que perdí de vista desde que los cuerpos de mis seres queridos se encontraban sin vida, inmóviles e inertes.

No sé que habrá querido Kuroki, pero a pesar de que a mí sí me causaba curiosidad el raro de turno, estaba lejos de abandonar a su suerte al albino con Kato. Ni recordaba que fue el viejo ese quien mandó a Rengo a la clínica, estaría rebosando de ira de ser así; ese no era el caso, lo seguía a consciencia de lo que logré presenciar en el dojo. A simple vista Kato era un ser sin compasión, dudaba que fuera a compadecerse de un enano albino de pillarlo espiando. No iba para descubrir sobre Kato, terminé por seguir a Kuroki para cuidarle las espaldas...

Je, sí el final del día no era muy distinta de Kenzaburo, que te defiende por delante.

Tampoco tenía idea de todas mis similitudes con la tal Yuzuki ​

 

Misato Aoyama

Durante la última ronda de entrenamiento enfrente a unos guardianes más espabilados, los golpes si bien fueron lo suficientemente efectivos no fue suficiente para inmovilizarles. En ese momento Takano tomo la iniciativa de responder a mis ataques y los de Kenzaburo, recibí un golpe en las costillas hasta apartarme a cierta distancia. Pero no lo necesario para derribarme.

Takano dio entonces por terminado el entrenamiento, dejando así el resto del día a los guardianes, uno a uno dejaron el Dojo solo entre el clan Tao Takano, Kenzaburo y yo.

Entonces el estratega, al verse libre de presencia ajena reveló por fin la verdad de nuestra "renuncia" al clan y todo iba acordé hasta el momento dejando solo a Kuroki con la segunda parte.

—No fue algo fácil para mí pero recordar mi paso en el Dojo de Obata me dio el impulso de continuar sobre todo...cuando estoy iniciando el camino del Ninjutsu— no sabía cuál sería la reacción de Kenzaburo a mis palabras pero no dude en proclamar mi inicio Shinobi— Hacemos todo para los objetivos de Takeda, como clan debemos ser un fuerte apoyo a nuestro lider...por supuesto no íbamos a dejarle tan facil—agregue orgullosa.

—Estoy segura que lograra algo, el chico cuando se lo propone no hay quien le detenga—me referí a Kuroki y su tarea, era tarde y ya solo quedaba esperar que orden recibir en caso de necesitar a más gente con sigilo o habilidad para venenos.

Antes de partir me dirigí a Kenzaburo observándolo con detalle— Debo decir que estuve preocupada por su bienestar, pero mejor me disculpo por dudar...hoy tuve la oportunidad de contribuir con Takeda, ver un combate donde usted demostró un gran espíritu y claro de paso dar una muestra de mi habilidad, dejando en claro que no quedaré por detrás de nadie; ha sido un honor entrenar a su lado— finalice con una reverencia y una pequeña risa.

—oh ¿También es usted maestro de Mao?—interrogue aún sabiendo la respuesta— oh si es verdad...al principio pensé que eran un par algo...problemático pero veo que podemos aprender mucho de ustedes...aún así le recomiendo amoldar un poco la actitud de Mao—Observe al samurái sobre mi hombro—creame su valentía podría derivar en episodios de imprudencias, lo se por experiencia, a su edad tuve problemas un poco similares...mucha suerte señor Kenzo—finalice con una sonrisa y seguí hasta dar con Yin.

No conocía mucho a la niña o a su mentor por lo cual podría estar equivocada asi como lo estaba mi percepción por el ¿Entonces a que venía tan repentina sugerencia? Nada en especial, solo estaba desahogando el pequeño susto tras la irrupción de Mao al Dojo, sentí vergüenza al imaginar que todo tuviese una horrorosa conclusión, pero suerte que nada ocurrió...

—Yin..eh espera ¿Ujihisa se ha ido? Mmmm...pues espero no esté muy lejos, necesito tratar mis heridas que apenas sufrí, no son para tanto—dije con algo de pena por el pobre médico de los Tao, apenas atendió un herido y este buscó más lesiones al poco tiempo...así son los guerreros, que le iba hacer.

 

Kenzaburô—



Se quedó mirando los movimientos finales de Takano, echando a los guardianes del dojo y quedándose solo con él, la señorita Misato y el resto del clan Tao. El ronin alzó las cejas, sorprendido ante la revelación del estratega. Su corazón comenzó a bombear con más fuerza, incluso todavía más cuando Takano le habló directamente. Una gran parte del cuerpo de Kenzo se relajó, dejando atrás la tensión y los malos pensamientos y comenzó a reírse, una carcajada limpia y sin sorna; era su forma de liberar aquél mal acumulado durante tanto tiempo.

—Takano, maldito hijo de perra. —y el espadachín estrechó con fuerza su gran mano áspera con la del joven Harima. Lo acercó hacia él. —Lo único que podía pensar era en cómo decírselo a Takeda sin derrotarlo más de lo que esta. ¿Cómo decirle que Takano le dejaba atrás? Siento mucho perderme parte del plan, pero cuando la audiencia era llevada a cabo yo vine aquí en búsqueda de la katana de nuestro señor. Y en verdad agradezco a los Dioses, siempre sordos y mudos ante mí, encontrarte a ti junto a tu padre.

El cuerpo le dolía horrores, las heridas cerradas por parte de Ujihisa estaban prácticamente abriéndose nuevamente. Sentía pinchazones ahí donde la madera de espada le había alcanzado. sobre todo en el centro del pecho, donde una aureola roja comenzaba a transformarse en un morado oscuro. —En verdad agradezco que sigas con nosotros. Y en parte agradezco conocer a fondo el espíritu de lucha que te motiva. Has visto el mío, como ves soy sincero y leal, moriría sin pensar por Takeda; lo merece. Merece tener a alguien dispuesto a llevar tanto alma como espíritu hasta los confines del maldito mundo con tal de protegerle. Y también agradezco ver el de la señorita Misato. —le regaló una pequeña sonrisa, apenas una curvatura de los labios. —Creo que esto es una señal para conocer al resto de inútiles... es decir, al resto del clan Minamoto. Confieso que no guardo mucha relación más allá de Takeda, el señor Hideyoshi y la pequeña Mao. Pero me alegra decir que Misato y tú, Takano, ahora extienden mi lista de confianza. —le soltó.

Y entonces Misato le encaró, hablándole siempre con esa paz tan peculiar que rodeaba a la mujer. Toda la sangre del cuerpo de Kenzaburô fue directamente a su rostro, donde sentía que las orejas le iban a explotar. Por un acto de reflejo se tocó la mejilla, encontrando mucho calor en sus dedos al tacto. Era raro, no estaba acostumbrado a los cumplidos, mucho menos que alguien le hablara sobre su espíritu de espadachín. Se quedó en blanco, observando la reverencia y la hermosa sonrisa. Misato parecía estar esculpida en un molde perfecto; la nariz, el rostro, los ojos, los ángulos del mentón.

—Mi placer fue entrenar a su lado, señorita Misato. —hizo una reverencia recta, sin mucha práctica, pero solo lo hizo para esconder el calor que sentía en su rostro. También escuchó la sugerencia y la anotó en su mente, no quería que alguien pudiera pensar mal de Mao por su imprudencia. Sería algo a trabajar. Levantó un poco la cabeza y al ver que Misato salía al encuentro de Yin, se reincorporó. El rostro poco a poco comenzaba a tornarse del color normal de su piel. Misato; una mujer con un espíritu de samurái pero caminando la senda del ninjutsu. Sí, sería un aliado muy valioso para los tiempos que estaban por arribar.

Se giró hacia Takano y a Zeng, dejando en intimidad a la mujer con el hombre chino, Kenzaburô no era alguien muy despierto para asuntos de seducción pero sí sabía cuando algo se tejía entre ambos sexos.

"No eres más un ronin, eres un samurai del clan Minamoto"

Las palabras hicieron mella en él, sintiendo su estúpido corazón latir con más intensidad, no por miedo, tampoco por la adrenalina; simplemente por la emoción de que alguien le reconozca como samurái después de tanto tiempo. Finalmente lo era, y por una causa que él creía en verdad.

—Gracias. —soltó entre dientes, no estaba acostumbrado a tanto afecto de palabras en tan poco tiempo. —Soy un samurái... —"y defendí el honor de mi señor", pensó para sí mismo, sintiendo una embriaguez de emoción. —Entonces te diré lo que planeo hacer, siempre con el consentimiento de Takeda. —miró a Zeng esta vez. —Había un hombre en China al que le gustaban mucho los dragones, y tenía pinturas y estatuas que los representaban, los muebles de su casa y hasta su ropa. Esta muestra de admiración llamó la atención al dios de los dragones, quién le envió un día un dragón de verdad que se presentó ante su ventana. Se cuenta que el hombre murió, que nadie está preparado para ver un dragón de verdad. —recordó la carta de Ayame, su informante. —Lo hablé con Takeda, incluso con Mao y el señor Hideyoshi. —les mostró la carta a Takano y a Zeng, donde su informante hablaba sobre aquél encuentro fantástico en Tsu. —Ayame, la mujer que escribió estas líneas, no miente. Nunca lo haría, no a mí. Tampoco tiene motivos. Parece una locura, un cuento de niños. Pero sé que es verdad. Si en verdad existe, debe ser un gran aliado para nosotros. Mi intención es viajar a Tsu y verlo con mis propios ojos y volver con él.

Se quedó en silencio.

—¿Dónde se encuentra el diplomático?

Off:

Contenido oculto

Me inspiré en este épico choque de manos para Takano y Kenzo

 

​

 

El día transcurría; a pesar de la leve lluvia, Kamakura comenzaba a mostrar un poco más de flexibilidad, o simplemente se comenzaban a acostumbrar a ella. El movimiento en las calles seguía siendo el mismo, ciudadanos alerta de los forasteros pero sin llegar a tornarse hostiles.

---

Interior del dojo
(Kato; Takano; Misato; Clan Tao; Kenzaburo)

La carcajada de Kenzaburo sobresaltó a Takano, quien lo observaba con atención; recibiendo el choque de manos un poco aprensivo, pues jamás lo había hecho, solía recibir mejor los golpes que un buen saludo de camaradas. Takano afirmó ante las palabras de Kenzaburo aguantando la sonrisa que quería mostrar, pues su plan también infería en la posibilidad de la explosividad de Kenzaburo como una gran posibilidad de altercado.

Siguió escuchando al tan enérgico Kenzaburo; el cual le hizo soltar una risa seca al referirse al resto como inútiles; después miró a Misato —También tengo el mismo problema; creo que la mayoría de nosotros estábamos acostumbrados a actuar individualmente; es por eso que los hice entrenar en conjunto —mencionó con tranquilidad —Las guerras no son lineales, y rara vez son uno a uno, es necesario estar preparados.

Las palabras de Misato fueron expresadas con prudencia e inteligencia como siempre; Takano ya estaba más acostumbrado a ella desde Tsu, considerándola una guerrera de importancia para el clan. Hizo énfasis en el combate de Kenzaburo y Takano afirmó, consciente de que el desempeño de ella seguramente había impresionado al mismo Kato. Su humildad y templanza eran de admirarse y cuando habló de Mao en verdad esperaba que la niña pudiera madurar; pero de eso no diría nada a Kenzaburo, pues el no era tan cuidadoso con las palabras como Misato.

Yin sonrió ante Misato —Será mejor buscarlo, nunca es bueno descuidar las heridas; no sé si volvió al castillo pero al menos sé que Satou permanecería allí; podremos curar de sus heridas allí —dijo para también mirar al resto, pues sus heridas eran peores.

Zeng que había permanecido en silencio, aceptó todas las palabras de Takano, confundido por el engaño; miró de reojo a Yin quien conversaba con Misato, pues después le reclamaría la mentira; pero no lo haría en público, era un asunto de familia.

Takano y Zeng enfocaron la mirada en lo que les decía Kenzaburo, Zeng sobre todo parecía intrigado; después mostró la carta, sorprendiendo a ambos. Zeng se notaba tranquilo mientras Takano observaba todo con preocupación, desde los eventos en Tsu creía más en esas cosas.

—Mi hermano es mejor en este asunto del folklore; pero en mi cultura, el dragón sólo es símbolo de buenos augurios; es por eso que es usado como emblema por el emperador; pero un dragón es libre por naturaleza, si planeas volver con él, recomiendo que sea por cuenta propia. Si obligas a una criatura mágica a obedecer al hombre, terminará desatando desgracias a la humanidad —mencionó Zeng con seguridad de que aquello no podría ser una mala señal.

—Regresar a Tsu...—pronunció Takano mientras acomodaba las piezas en su mente —...Por lo que dudo de este plan es por la misma razón por la que Hideyoshi no está en este momento con nosotros. Una guerra se aproxima en Shizuoka, tenemos poco tiempo para organizar una defensa de distintos flancos. Hideyoshi inició el viaje en secreto para revisar la situación. Perder Shizuoka sería una mala estrategia si planeamos conseguir aliados poderosos— miró a Zeng — Es por eso que espero la ayuda del clan Tao.

Zeng afirmó —Mi gente peleará con ustedes; pero si el tiempo es cercano, será mejor que mi clan partamos de Kamakura, así poder reunirnos con ustedes en Shizuoka con los hombre que viajaron conmigo — mencionó con firmeza hacia Takano quien afirmó satisfecho al saber que Zeng no guardaba resentimientos.

—Kenzaburo — mencionó Takano para llamar su atención — Irás a Tsu; pero quiero que sepas que en estos momentos el ejército Taira descansa allí; pues la casa Hachi mantiene aun la alianza con nosotros en secreto; del mismo modo que la casa Hidetoshi en Nara. Si vas a Tsu no recomiendo que viajes sólo, elije a tu equipo, yo no podré ir pues debo planear la estrategia de guerra, Takeda tampoco puede volver a Tsu. Si esto es un verdadero misterio deberías considerar llevar a Kuroki o Misato; tampoco puede ser un grupo muy grande, no quiero que llamen la atención de los Taira, los cuales seguramente estarán revisando a los forasteros — dijo mirando hacia Misato, después regresando a Kenzaburo —Y puedo hablar con mi hermano, las cosas de ese estilo son su especialidad.

Yin escuchaba junto a Misato lo que decía Takano y Zeng, algo confundidos por la información inconexa que tenían al no leer la carta; pero por la situación de Shizuoka y Tsu — Creo que es casi inminente que nos separaremos por un tiempo Misato-dono; si planean utilizar a la fuerza de los Tao, deberé volver con Zeng a Fukui, donde nuestros hombres esperan.

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Kuno Vizard rapuma

• Takano
• Kenzaburo
• Misato

• 
  Ataque= 17
  Protección= 13
  pv=35
  
• 
  Ataque= 9
  Protección= 6
  pv=25
  
• 
  pv= 45
  

Afuera del dojo
(Kuroki; Mao)

Ambos decidieron seguir a Kato, quien comenzaba su caminar hacia el puerto. ¿Acaso allí estaría su sitio secreto?

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Gigavehl Mori ambos pueden seguir a Kato, o pueden dividirse y uno seguir a Kato y otro a Itami.

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Habitación de Takeda
(Jiin; Matsuda; Takeda; Kirara; Rei; Yuzuki; Terunobu; Shinrin)

Takeda sonrió levemente hacia Yuzuki, era una sonrisa rota; la melancolía se notaba a tal grado que Jiin titubeó al verlo —Estoy seguro Yuzuki —mencionó Takeda —La tristeza es como un vestido rasgado, hay que dejarlo en casa— Uno más de sus proverbios. Hizo una reverencia para después acercarse a la puerta para deslizarla por completo. Pero Jiin detuvo la puerta.

—Creo que necesita hablarlo con alguien señor— mencionó Jiin con seriedad —Además, usted ha llegado a casa — Jiin le sonrió.

Takeda suspiró y volvió a deslizar la puerta para abrirla —Está bien, puedes pasar Yuzuki — mencionó mientras Jiin dejaba entrar a Yuzuki para después cerrar la puerta detrás de ella.

Takeda volvió a caminar a la almohadilla dejándose caer en ella, con la mirada perdida en el suelo.

Contenido oculto

Se mantuvo en silenció absorto en sus propios pensamientos, no sabía que decirle a Yuzuki, no sabía por dónde empezar, estaba demasiado perdido; fue entonces que se levantó, caminó en aquella habitación tan grande y sacó un viejo shamisen se sentó en posición para tocarlo; afinó las viejas cuerdas, y tomó aire con fuerza, antes de comenzar con la melodía.



Era algo que jamás había visto hacer a Takeda, pues estaba más acostumbrada a verlo entrenando; fue entonces que las memorias de Tsu llegaron, él cómo observaba a Miko y aquel hombre cantar desde la lejanía; había algo en la música para él, más grande que las palabras mismas.
Las lágrimas comenzaron a caer, eran pocas; pues se mantenía concentrado en lo que hacía mientras trataba de no romperse en el proceso, su canto expresaba mucho mas de lo que él quisiera; todo resultaba ser más complejo últimamente, más doloroso. Cada paso que daba en ese camino parecía ir perdiendo algo de sí, y estaba bastante asustado por perderse a sí mismo. El pasado siempre parecía sonreírle a aquellos que avanzaban por los campos de guerra ¿Acaso él era lo suficientemente fuerte para seguir avanzando?

Terminó de cantar y bajó la mirada.

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Sección abandonada de Kamakura
(Riku; Shinko)

Shinko le indicó a Riku que lo seguiría. Riku trepó una de las casas, en lugar de simplemente entrar por la puerta destruída, Shinko lo observó muy confundido, pues no entendía que podía ver desde las alturas de una parte de la ciudad tan abandonada. Fue así como Riku pisó el techo el cual tenía madera putrefacta, la cual cedió a su peso, tirándolo desde una altura considerable. Shinko entró a aquel sitió y sacó de los escombros a Riku, sacudiéndole el polvo del rostro mientras negaba en desaprobación a su imprudente acción. Ahora la leve lluvia se filtraba en el suelo.

El sitio no parecía tener nada de valor para ellos; ropa vieja y objetos de madera.

Shinko lo sacó de aquel sitio; ahora sería su turno de elegir un lugar; avanzó por la calle para por fin decidirse por un sitio, al entrar, todo parecía en condiciones muy similares; pero Shinko se adentró hasta dar con unas escaleras que llevaban a la parte superior de la casa, las pisó con cuidado por el reciente accidente de Riku, pero las escaleras estaban bien. Al estar arriba notaron las puertas corredizas en mejor estado, las deslizaron y encontraron un sitio que les recordó a ciertos elementos que encontraron en el bosque. Había pinturas en todos lados.

Era un estudio, el cual olía a papel y tinta. Los rostros en algunas de las pinturas se les hacían un tanto familiares; pero todos estaban a sólo tinta negra, haciéndolos más difíciles de reconocer.

Shinko se acercó a un biombo que tenía una pintura, la cual destacaba pues era la única a color, incluso los trazos eran distintos a los de tinta negra.

Contenido oculto

Era una ciudad en las montañas, rodeada de numerosos árboles de cerezo en flor.

​

Contenido oculto

Monpoke

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Puerto
(Natsu; Rengo; Kuroki; Kato; Mao)

Rengo logró esquivar el ataque de Natsu, y estaba orgulloso de hacerlo, tanto que el orgullo se le subió a la cabeza, del mismo modo que el alcohol —Acabaré con esto — lo decía con una sonrisa amable; abalanzándose ante Natsu, quien vio el momento perfecto para esquivar el torpe movimiento de Rengo, haciendo que este cayera de bruces a la arena debido al fuerte impulso que llevaba.

Rengo se giró en la arena mojada por la lluvia, embarrando toda su ropa. Talló sus ojos y evidentemente le ardían más al hacerlo, intentando abrirlos pero estaban completamente rojos, comenzaron a lagrimear para expulsar los gránulos de arena mientras Rengo se sentaba dejando que su cuerpo se encargaba del resto. Miró a Natsu con sus ojos vidriosos y con una gran sonrisa —Me caí — comenzando a reír, dando por terminado ese pequeño entrenamiento.

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Insane
+50 exp del entrenamiento

Mientras tanto Kato bajaba la gran escalinata que estaba adosada a la montaña para bajar al puerto; allí arriba podía ver claramente lo que sucedía en la playa. Kuroki y Mao lo seguían con cautela.

Kato pisó la arena, mirando a Rengo en el suelo frente a Natsu. Rengo sonreía.

—Me has mentido nuevamente...—preguntó Kato hacia Rengo quien reconoció la voz de inmediato. Lo observó aligerando su sonrisa pero no borrándola por completo.

—¿Has venido a disculparte?—rio mientras se ponía de pie. Kato permaneció en silencio observando los movimientos de Rengo.

—El sake en verdad es bueno, te da el valor de hablar cuando no lo habías logrado por tu cuenta. Puedes olvidar tus problemas por un momento; pero tendrás que recordarlos nuevamente mañana, y serán más dolorosos que la noche anterior. No puedes huir de las cosas de este modo. Especialmente de cosas que en verdad deseas olvidar — mencionó Kato mientras avanzaba hacia Rengo, sin importarle que Natsu estuviera a su lado, escuchando.

Era cierto que el sake le había dado algo de valor, Rengo estaba allí sin temblar ante Kato. Con la cara llena de arena, el cabello desordenado, con los ojos rojos; pero clavados en los de su padre.

—Robaste la caja de música de Takeda — comenzó diciendo Kato — ¿Por qué me has mentido? ¿A quien tratabas de proteger?

Rengo volvió a reír mientras negaba mirando al suelo; colocó sus manos en la cintura —Entonces si has venido a disculparte... —levantó la vista mientras seguía negando. Su mirada dejó de ser amable, su sonrisa desapareció—¿Qué te importa saber a quién busco proteger, si no entiendes el significado de esa palabra? — bajó los brazos —Hubiera sido mejor que muriera ¿no es así? al menos de ese modo estarías ahora entendiendo que mataste a alguien inocente, sentirías la culpa y yo estaría... —detuvo sus palabras, no por Kato, sino por Natsu.

Kato no se inmutó ante los sentimientos de Rengo, sólo levantó su puño, observándolo.

—Tú estarías riéndote de mi desgracia, condenando mi alma — terminó la oración de Rengo; quien desvió la mirada cruzándose de brazos —¿Por qué no lo hiciste? ¿Tu resolución es tan poca?

Rengo comenzaba a sentirse presionado, miró a Natsu; no podía esconderse detrás de él, no con Kato frente a ellos. Miró a su alrededor y caminó hacia el bote de remos abandonado, lo levantó y se escondió en su interior. Ahora estaba seguro.

Kato miró hacia Natsu.

Contenido oculto

Insane Gigavehl Mori
Pueden intervenir si gustan xD o esconderse como cangrejo cual Rengo. También pueden optar por no hacer nada, si eso es así avísenme en mi perfil para no esperar su respuesta.

• Natsu
• Rengo

• 
  pv= 33
  +4 ataque, de voluntad
  -1 suerte, timidez
  
• 
  pv= 78
  Fuerza= +7
  Protección= +8
  -2 defensa, borracho
  

 

Natsu Gotho

Una sensación extraña lo invadió cuando lo vio caerse, escuchando el cómo avisaba que estaba en el suelo como si no pudiese él mismo verlo, esa sensación extraña que por un momento una sonrisa burlona se le plasmó en los labios, casi jocosa.

—Eso veo, idiota —se guardó la espada enfundada en la cintura sacudiendo la arena que había quedado en su Kimono, relajando las facciones para terminar volviendo a aquel semblante sereno e imperturbable.

Fue entonces que sintió la presencia de un tercero, deslizando sus pupilas hasta el hombre que recién conocía de vista. Se veía viejo imponente.

Permaneció ajeno durante toda la represalia verbal. Rengo claramente aún tenía alcohol corriéndole por la sangre, permitiéndose abrir la boca como el mocoso que a fin de cuentas era, volviendo todo aquello a un tema que desconocía a medias. La ignorancia podía ser tan recurrente como atrevida al estar las piezas incompletas en su cabeza.

Siguió con la mirada ambivalente a Rengo, viéndolo resguardarse en un bote abandonado como un perro regañado. Cruzó los brazos por dentro del kimono y volvió la vista a Kato, sosteniéndola con natiralidad. No podía comprender los sentimientos de Rengo... Los sentimientos de nadie en realidad, pero identificaba cuando las personas simplemente se dedicaban a huir de la realidad, tal y como hacía el niñito que antes reía, aislándose como un insecto entre matorrales.

—Déjalo tranquilo —se aventuró a decir en tono plano, monocorde.

Caminó con parsimonía hasta el bote, pateándolo para quitárselo de encima y estirar la mano hasta la parte posterior del cuello para levantarlo como un muñeco al ser más pequeño que él.

—Larguémonos de esta tierra —siseó soltándolo mientras cerraba los párpados esperando alguna respuesta.

¿Estaban en búsqueda de algo verdad? Hasta ahora... Sentía que solo estaban perdiendo el tiempo.