Kagome ¿no puedes recordar o no quieres recordar?

Cap6.

Inuyasha y Kagome estaban en la habitación. Había un silencio absoluto. Inuyasha miraba a Kagome . kagome estaba estirada en la cama; y de repente lo sintió. Sintió la perla.
-Inuyasha, sígueme. La perla está cerca-dijo Kagome cogiendo su arco
Como la otra vez que detectó la perla, Kagome se transformó: los ojos rojos , la piel pálida y el pelo negro.
-Kagome, ¿estás segura?-preguntó Inuyasha no muy convencido
- Completamente-dijo ella muy firme
-Pero si estamos en tu mundo- dijo él extrañado
-Sí, y eso me preocupa-dijo Kagome

Kagome se subió a la espalda de Inuyasha y se volvió a bajar.
-¿Qué pasa?- preguntó Inuyasha confundido
Kagome se fue rápidamente a su cuarto. Inuyasha la siguió.
La miko abrió la ventana de su habitación.
-¡Lo que me imaginaba!-dijo Kagome preocupada
-¡No es posible!-dijo Inuyasha
Delante de sus ojos apareció el demonio que guardaba la perla.
Inuyasha al ver el demonio que había intentado matar a Kagome , no lo pensó dos veces y corrió hacia él.
- ¡¡Te mataré, lo juro!!-dijo Inuyasha con mucha rabia
-¿Tu, a mí? Hahahaha-dijo el demonio
-¡cállate!-dijo Inuyasha mientras atacaba
Inuyasha cogió su espada y partió en dos al demonio , pero este tenía la habilidad de regenerarse. El demonio vio a Kagome transformada:
-¿Tú eres una sacerdotisa?- dijo el youkai
-¿Y qué si lo soy?-preguntó Kagome apuntando con su arco.
El demonio soltó una risita. El youkai miro a Kagome y le dijo una cosa : “mírame a los ojos , mata a Inuyasha”
Inuyasha se dispuso a atacar pero el demonio lo tiró contra un árbol.
-¡No le mires a los ojos , Kagome!-gritó él.

Narra kagome:

Mi cuerpo no respondía , estaba mirando el youkai pero yo no quería. Avancé varios metros hacia Inuyasha .Él no estaba herido , pero no se podía mover.Llegué al árbol y le di un abrazo a Inuyasha contra mi voluntad. “Kagome….” dijo él . De repente noté algo en mi boca. Me estaban creciendo colmillos.

Me agaché a la altura de Inuyasha. Y recordé las palabras que me había dicho el demonio : “mata a Inuyasha”.

Agarré su cuello y , al igual que un vampiro , le mordí. Podía sentir su sangre corriendo entre mis colmillos y podía oír a Inuyasha chillando de dolor. En mi cara solo había lágrimas. No quería hacer daño a Inuyasha.

Con toda la fuerza que me quedada , cogí mi arco y disparé al demonio. Conseguí herirlo y al fin se marchó por el pozo.

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(narra Kagome)

Me desperté, estirada en un colchón en mi habitación. “Inuyasha” pensé y me levante. En mi cama estaba el hayõ , inconsciente y con las marcas de mis colmillos en el cuello.

Me agaché a la altura de la cama y acaricié la marca de Inuyasha. El hayõ empezó a chillar. Yo enseguida quité las manos de esa morada herida.

-Kagome…-dijo Inuyasha con los ojos entreabiertos
-¿Sí?-dije yo bajando la cabeza
-¿estas herida?-dijo el hayō
-¡Pero como puedes preguntarme eso! ¡Te estuve a punto de matar!-dije yo con lágrimas el los ojos
-Se que te estaban controlada , y ahora no llores más-dijo el hayõ
Inuyasha estaba todo rojo y le contaba respirar.
-¿Quieres fiebre?-dije yo poniéndole la mano en la frente
-¡en mi vida he tenido fiebre!-exclamó el medio-demonio
-pues ahora tienes mucha-dije yo , y me fui a buscar el termómetro

Cuando estaba en la cocina , me encontré a mi madre.
-¿Ya te has despertado? Sota os encontró-me pregunto mi madre con una sonrisa
-Sí..-le conteste sin ganas
-Pero , ¿qué os ha pasado?- dijo mi madre intrigada
-Eso… no me lo preguntes mama , ahora tengo que ir con Inuyasha-dije yo recordando que el hayõ estaba así por mi culpa
-confió en ti , Kagome-dije mi mama mientras de guiñaba un ojo

Busque el termómetro y al fin lo encontré. Estaba en uno de los cajones de la cocina.
Después subí a mi habitación rápidamente.

Con Inuyasha:

Ví al hayõ , estaba temblando.
-¿Tienes frió?- le pregunte yo preocupada
-no…-dijo Inuyasha
-no mientas , te voy a buscar una manta-dije yo
-no te molestes-dijo Inuyasha que aún seguía temblando

No le hice caso y abrí una caja que se encontraba en mi armario. Ahí había unas mantas , cogí una y volví a cerrarlo.
Tapé a Inuyasha. Él me cogió la mano.

-Gracias-dijo el medio-demonio
No le conteste. Simplemente no tenía ganas de hablar.
Le puse el termómetro y espere durante 1 minuto.

-¿Tengo mucha fiebre?-dijo Inuyasha todo intrigado

No me podía creer lo que veían mis ojos. Entraba a 42. Le lo volví a poder y marchaba lo mismo.

-estas a 42-dije yo mirado al termómetro
-y , ¿eso es mucho?-dijo Inuyasha
-lo máximo… hasta un humano le contaría llegar esa temperatura-dije yo muy angustiada-mañana iré a casa de Kaede , quiero saber lo que está pasando.

 

Capítulo 7 : La criatura que se alimentaba de sangre

(Narra Kagome)

Eran las 04:00h.

Me sentía muy rara. Tenía sed , mucha sed.
Bajé a la cocina, cogí un vaso y lo llené de agua.
1 vaso, 2 vasos, 3 vasos… Bebí hasta 5 vasos de agua y no se me iba la necesidad de tomar algo.

Subí a mi cuarto y encontré a Inuyasha sentado en mi cama.
─ ¿Dónde estabas? ─preguntó él medio dormido.
Entonces olí la sangre de Inuyasha. Ahora lo sabía, no quería agua pero sí me atraía la sangre del hanyou. Su olor era tan delicioso , tan apetitoso… Mi mente se adormecía .”Sangre ,sangre quieres sangre” me decían unas voces. Mi cuerpo no respondía a mis órdenes y mi cabeza tampoco.


Con una gran habilidad, me puse al lado del medio-demonio.
─ Tu sangre me fascina… ─le susurré al oído
─ ¿Qué te pasa, Kagome? ─dijo él muy extrañado
─ ¿Quieres que te diga lo que me pasa? ─dije yo pícaramente , y me eché a reír.
Inuyasha se apartó de mí.
─ ¿Qué pasa Inuyasha, me tienes miedo? ─ dije
Y con la misma habilidad de antes, me puse delante del hanyou.
─Yo… te amo ─ dije acariciándole la cara
─ ¿En serio? ─ dijo el medio-demonio muy extrañado
─ Sí ─dije con una sonrisa perversa
Yo me acerqué a él. Inuyasha pensó que iba a besarle, pero no fue así. El hanyou había cerrado los ojos y yo me aproveché. Le mordí el cuello.

Aún que el dolor era más débil que cuadro estaba poseída por ese de-monio que guardaba la perla, Inuyasha sentía un leve daño en el cue-llo.
─ Kagome , por favor me duele ─dijo él con los ojos cerrados.

Esa voz suave, fina, angelical….me despertó. Miko lo primero que vio eran las marcas de los colmillos que le había dejado al morderlo. No podía creerlo, había traicionado a Inuyasha de nuevo. Él, que siempre me apoyaba, que siempre me protegía y no me pedía nada a cabio, y no había sabido, al menos, serle fiel. Estaba muy avergonzada y em-pecé a llorar. Bajé corriendo las escaleras y salí de mi casa. Me senté al lado de la puerta. Empezó a llover, estaba completamente mojada pero eso no me importada. Note un peso sobre mí. Era una tela muy fina , de color rojo. “¿Inuyasha?” pensé, y efectivamente el hanyou es-taba a mí lado , sentado. Cuando lo vi me entraron ganas de abrazarlo y así lo hice. ”No pasa nada, kagome” me repetía el medio-demonio pero yo no paraba de llorar. “Lo siento” también repetía yo. Después de un rato entramos. Subiendo las escaleras y como estaba tan mojada, me resbalé y por suerte Inuyasha me cogió.
─No te caigas─ dijo el hanyou con una sonrisa.
Cuando vi esa sonrisa me pareció el ser más bonito del mundo.

Llegamos al final de la escalera y yo me paré en frente de la puerta del baño.
─ Bueno…me voy a duchar ─dije abriendo la puerta del servicio
─ Vale ─ dijo Inuyasha , y se fue a mi cuarto



Narra Inuyasha

“Qué raro, me encuentro perfectamente y eso que me ha mordido Ka-gome” pensé , y me senté en la cama apoyado en la pared.

Vi una bola blanca en el suelo. Inmediatamente miré mi collar. No estaba. En parte me alegre pero pensé que era la única cosa que me mantenía unido a Kagome.
─ OSWARI ─ murmuré
Recogí las bolas que encontré y me las guardé. Al cabo de un rato apareció la miko por la puerta de la habitación. Me dijo “Hola Inuyasha” y se tropezó con una bola que estaba al lado de la mesita de noche. Kagome se cayó en la cama. “¿pero, con que me tropezado?” pensó miko. La chica miro al suelo y recoció una bola azul.
─ ¿Esa bola, no es tuya? ─ dijo Kagome con intriga
─ ¿Sí, cómo lo sabes?¿Te acuerdas del poder del collar? ─ dije
─ ¿Qué poder? ─ dijo la chica
Me dí cuenta que no tenía que haberle dicho lo del collar así que decidí cambiar de tema.
─Por cierto Kagome , vete a dormir que es muy tarde y mañana tene-mos que ir a la época Sengoku ─ dije yo disimulando
─¡ah sí! Es verdad ─ dijo Kagome
Miko no era precisamente tonta, así que pensó que si no quería hablar de ese collar sería por algo.


A la mañana siguiente llegaron a la época de Inuyasha.

─Y eso es lo que ha pasado, Kaede─ dijo Kagome
─El demonio, ¿cómo era? Me refiero a que aspecto tenía─ dijo Kaede
─Tenía forma humana pero mucho más grande. Y también tenía alas─ dijo Inuyasha
─Ese tipo de demonio se llama “Conmikon”. Tienen la habilitad de con-trolar a las sacerdotisas y hacerles chupar la sangre a sus enemigos─ dijo Kaede muy seria─ Pero Kagome ten en cuenta que si vuelves a chuparle la sangre a Inuyasha te volverás adicta y entonces ya no po-das parar hasta que el medio-demonio se muera.
─¿Es una broma, no?─dijo Inuyasha
─No─ dijo Kaede seria
─Pero la segunda vez no estaba poseída ─dijo Kagome un poco confu-sa
─A ver, cuando el demonio te dominó la primera vez te convertiste en una especie de vampiro y por eso te atraía la sangre de Inuyasha─ dijo Kaede
─¿Sango me dejas a Kirara? ─dijo Kagome con lágrimas en los ojos
─Sí pero Kagome ¿estás bien?─ dijo sangro
─Sí─ dijo Kagome

Se levantó y salió a dar un paseo




(Narra Kagome)

─No lo entiendo, ¿Porque que me pasa esto a mí? Pierdo la memoria, me envenenan, ahora resulta que soy un vampiro…¡¿ Pero que más me puede pasar?!─ dije yo con furia─ ¡Inuyasha sal que ahí! ¡Te he pillado!

Inuyasha salió de detrás de un árbol. No quería dejar sola a Kagome por miedo a que algún demonio le pudiese hacer daño.
─¡Quiero estar sola!─ grité
─Pero Kagome es peligroso─ dijo Inuyasha con preocupación
─Soy un vampiro , seguro que si algún demonio se atreve a atacarme lo lamentará ¡Así que vete!─ dije yo empezado a caminar
─Pero…─dijo el medio-demonio
─!¿Porque siempre me proteges?! ¡Me haces sentir una inútil! ¡Como si no pudiera defenderme sola!─grité yo
─¡Eres una simple humana! ¡Eres muy debil Kagome! ─ gritó Inuyasha
─¡Déjame en paz!─grité y me eche a volar con Kirara
─¡Mierda!─gritó Inuyasha



(Con Kagome)

─Kirara, por favor, llévame a un lugar muy lejano ─dije yo

Estuve volando 3 horas hasta que Kirara se cansó. Nos quedamos a dormir en el bosque. Me desperté en medio de la noche. Hacía mucho vierto y frío. Kirara se estiro a mi lado , estaba muy calentita.
─Tengo sed─ dije
A cada segundo que pasaba mi sed aumentaba. Yo soñaba con volver a ver a Inuyasha solamente para chuparle la sangre.
─¡Kagome tienes que controlarte!─me dije a mí misma─ Voy a pescar algo, a ver si así no tengo tanta sed.
Encontramos un rio y con la ayuda de Kirara pesqué 3 peces.
─¡Muy bien Kirara!─dijo yo sonriendo ─ ¡Claro, le puedo chuparle la san-gre a Kirara!─pensé
Me acerqué sigilosamente a Kirara. Esta me miro y giro la cabeza como no entendiendo la situación. Estaba dispuesta a atacar. Se me pusieron los ojos rojos. Estaba tan sedienta…
Cuando estaba a punto de saltar sobre ella , Kirara vino y me ofreció, por voluntad propia , su sangre.



─Lo siento , Kirara. Cuando tengo sed no hay quien me pare ─ dije yo y seguidamente le mordí.
─¡No puede ser! ¡La sangre de Kirara es con agua para mí! ¡No me sirve pasa nada! ─pensé
─Ya está, muchas gracias Kirara─ dije yo fingiendo una sonrisa




(Con Inuyasha)

Inuyasha había vuelto con los demás.

(Narra Inuyasha)

─¡Mierda, mierda,mierda!¡Pero porque es tan cabezota!─ grité ─Aunque me he pasado diciéndole que era una humana débil , ¡Pero yo solo quería protegerla!
─Cálmate Inuyasha , seguro ya está volviendo─ dijo Miroku
─Yo no estoy tranquila iré a buscarla─ dijo Sangro
─ Yo te acompaño─ dijé
─No, yo creo que prefiere estar a solas─ dijo Miroku
─Puede que tengas razón.Y además Inuyasha si has tenido una discusión con ella creo que no querrá verte ─ dijo Sangro
Yo me crucé de brazos.
─Kagome ¿Dónde estás?─pensé preocupado



(Con Kagome/Narra Kagome)

─Tengo que ir a buscar demonios, matarlos y beber su sangre─ dije yo

Empezamos a caminar…..

CONTINUARA

 

Capítulo 8: Hallando la verdad /¿Inmortal? ​

​

(Narra Kagome) ​

​

Empezamos a caminar por el bosque. Hacía mucho calor. Todo estaba en calma. No se oía nada, ni siquiera los pájaros cantaban, era como si mi presencia les incomodara. ​

​

“¡No le puedes decir la verdad!” Decía una voz en mi cabeza.“¿Qué es lo correcto ? “ Me preguntaba. “Sí lo descubre Inuyasha estoy segura que me odiara” pensé. ​

​

─Mmm...─ gruño Kirara con furia ​

─¿Qué pasa, Kirara?─ dije ​

​

Miré hacia delante y, ante mis ojos, aparecieron dos demonios con aspecto de serpiente gigante. Me entro pánico. “Es mi primer combate como vampiresa e Inuyasha no esta conmigo” pensé. Pero ahora no tenia tiempo para plantearme esas cosas, así que decidí atacar. ​

Con la habilidad que había conseguido al ser un monstruo chupa sangre, me subí a un árbol. Llamé a Kirara y le dije que atacara , ella se transformo. “¿Qué haría Inuyasha?” me preguntaba constantemente. ​

Mientas Kirara distraía a los demonios, yo me puse detrás que ellos. “!Vamos Kagome!” pensé y me eché a la cola de uno de los youkais. Seguidamente clavé mis colmillos tan fuerte como pude. El demonio empezó a chillar de dolor y se puso a mover la cola velozmente.”Lo matare pero su sangre es como la de Kirara, no me sirve”. Kirara quería morder al otro youkai pero él se adelanto y le hirió una pata. Mientras tanto yo intentaba matar a uno de los demonios , tan distraída que estaba no me di cuenta de que el otro youkai me venia por detrás. Me gire , no tenía tiempo de huir y dije lo primero que se me paso por la cabeza : “¡INUYASHA!”. ​

El demonio serpiente me mordió el brazo y me tiro contra una árbol. Kirara enseguida vino. Al ver que yo estaba inconsciente me puso en su lomo y escapó de allí.​

​

​

​

El medio-demonio estaba estirado en la hierba. Tenía un mal prendimiento. “¿Y si le había pasado algo ? O aún peor ¿Y si Kagome estaba herida?. Esas preguntas no le dejaban tranquilo. ​

​

​

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(Nota: Sangro y Miroku estaban casados y tenían tres hijos: las niñas , que eran gemelas, se llamaran una Shana y la otra Yuki(edad:3 años). El niño se llamara Shin(edad: 1 año) ) ​

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​

Todos estaban hablando y jugando. Shana se acerco a Inuyasha: ​

​

─¡Hola Inu!─ dijo Shana estirándose en el pecho de Inuyasha​

​

Inuyasha la miraba con dulzura , no lo podía evitarlo , era tan mona. Con los ojos grades y azules como su padre, y el pelo marrón oscuro como su madre. ​

A Inuyasha le daba vergüenza decirlo pero cuando estaba con Shana se sentía muy feliz.​

​

─ Shana, deja en paz a Inuyasha─ dijo Sangro que estaba al lado de él​

─No que preocupes, no me molesta─dijo Inuyasha acariciándole la cabeza a Shana​

─Inuyasha se comporta diferente cuando estaba con las niñas─dijo Sangro al oído de Miroku​

─Sí, creo que es “cariñoso”─le contesto Miroku también al oído​

─¡Os he oído!¡Recordad de yo oigo todo!─dijo Inuyasha fingiendo que estaba enfadado ​

─Ya, como lindo perrito─ dijo Sangro riéndose​

Inuyasha le giró la cara.​

─¿Porque no vamos a jugar?─dijo Shana con una sonrisa​

─¿A que?─pregunto Inuyasha​

─Al escondite─ dijo Shana─ Yo me escondo sí?​

─Vale que no ayas muy lejos─ dijo el medio-demonio​

​

Mientras Inuyaha contaba, Sango y Miroku se reían hasta no poder más.​

─Pero ¿De que os reís? Estoy jugando con una niña pequeña , es normal que que comporte así─ dijo Inuyasha desconcertado ​

─Perdona pero es muy divertido verte así─dijo Miroku riéndose​

─¡No os burléis de mi!─dijo Inuyasha esfadalo​

​

Y dicho eso, se fue a buscar a la niña. Por su olfato la podía encontrar. Ya estaba a punto de localizar a Shana que de pronto vino llorando hacia él.​

─¡Un demonio!─dijo la niña abrazándolo​

​

En medio del bosque apareció Sesshomaru. ​

─La niña a visto Ah-Un y se a asustado─dijo Sesshomaru con la habitual cara de pocos amigos─ Creo que eso es tuyo ​

​

Encima de Ah-Un estaban Kirara y Kagome.​

─¡Kagome!─exclamó Inuyasha cogiéndola.​

​

La miko tenía medio cuerpo lleno de sangre y Kirara tenía una pata herida.​

─Las encontré tal y como estan─dijo Sesshomaru​

─Shana , coje a Kirara y ve con tu madre─ordeno Inuyasha​

─Vale...─dijo la niña pequeña que estaba muy asustada por ver tanta sangre.​

​

Sesshomaru ya se había ido y Inuyasha lo prefería así porque jamás le daría las gracias al hermano que le había intentado matar varias veces. Su orgullo no lo permitía. ​

El medio-demonio llevó a Kagome inconsciente a la cabaña para curarla. Una vez allí le arremango la camisa y por sorpresa su brazo tenía heridas pero se estaban cerrado. Inuyasha se quedo de piedra. ​

​

─ Que te pensabas , Kagome ahora es inmortal─ dijo Kaede que también se encostraba dentro de la cabaña. ​

─¿Inmortal?─ pregunto extrañado Inuyasha​

─ Sí los vampiros son inmortales pero el proceso de cerrar heridas es muy doloroso al principio.─ dijo Kaede muy seria ​

​

Inuyasha acaricio el rostro blanco de Kagome. Noto que estaba muy fría. ​

─ ¿No esta muy pálida?─ dijo el medio-demonio con preocupación ​

─ Claro es un vampiro y ya perdido mucha sangre. Se curaría más rápido si chupara tu sangre─ dijo Kaede​

─ Pero...me matara─ dijo Inuyasha pensativo─ Bueno por Kagome lo que sea​

─ ¿Estas dispuesto a sacrificar tu vida por Kagome?─ pregunto Kaede aún que ya sabía la respuesta​

─ No que hagas preguntas si ya sabes la respuesta─ dijo Inuyasha​

​

En ese momento Sango entro en la cabaña.​

─ ¡Por favor ayúdame Inuyasha, mis niñas!─ dijo la exterminadora desesperada ​

​

CONTINUARA ​

​

 

Capítulo 9: Hallando la verdad... / Una máscara roja, dos visiones y una chica descontrolada

─ ¡¿Qué les ha pasado?!─ dijo Inuyasha muy alterado.
─ Es, es........─ murmuró Sango casi sin voz.
─ Sango tranquilízate, ¿qué ha pasado con las gemelas?─ dijo el medio-demonio más calmado.
─ Naraku ha aparecido y.....─ Sango estaba desconcertada.
─ ¡¿NARAKU?!─ preguntó Inuyasha muy inquieto.
─ Pero hay algo que me ha confundido, llevaba un habitual disfraz de babuino pero su máscara era roja no azul─ dijo la exterminadora extrañada.
─ Eso no me gusta nada, ¡Vamos!─ ordenó Inuyasha

Mientras tanto Kagome reposaba estirada. Poco a poco sus heridas iban cerrándose. Descansaba tranquilamente cuando algo interrumpió su sosiego. Una visión. Era raro pero Kagome podía tenerlas desde que se convirtió en vampiresa.

─ Kagome, Kagome....─ decía una voz misteriosa.
─ Eres tú... He hecho lo que me pediste─ Kagome estaba muy molesta.
─ Pues ahora quiero más, que sufra más. ¡Haz que lo pase lo peor posible! ─ dijo aquel hombre.
─¡Eres un ser perverso!─dijo Kagome muy enojada.
─Aaaaaah!─ rió vilmente ─ Si no lo haces tus amigos , incluido Inuyasha , sufrirán las consecuencias─.
Kagome se quedó pensando un rato.
─Vale, lo haré....─. La rabia y tristeza invadieron a la chica.

Abrió los ojos.

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Inuyasha y Sango habían salido de la cabaña para poder ayudar a las gemelas.
─ Miroku ¡¿dónde está Naraku?!─ dijo Inuyasha ansioso.
─ Ha desaparecido─.
─¡¿Cómo que ha desaparecido?!─dijo el medio-demonio con mucha ira.

Kaede se asomó a la puerta de la cabaña.
─Inuyasha, Kagome ha despertado─dijo seriamente.
─¡Enseguida voy! ─y corrió hacía la choza.

─¡Espera, no entres aún! ─dijo la vieja sacerdotisa.
─¿Por qué no? ─preguntó el medio-demonio extrañado.
─Tiene mucha sed y solo tú puedes calmarla. Pero antes ponle esto─ advirtió la miko.
Kaede le dio un brazalete con las mismas bolas que llevaba el collar de Inuyasha.
─Es un brazalete que controla el instinto de un vampiro , pónsela en su mano derecha y así no hay riesgo que puedas perder la vida ─dijo Kaede.
─Vale─ cogió el brazalete y abrió la puerta de la choza.

Kagome estaba apoyada en la pared con las rodillas flexionadas. Sus manos le tapabas la cara y le caían lágrimas de los ojos.

(Narra Kagome)

Sentí un fuerte olor a sangre. ”¡Por fin!” pensé. Era mi plasma favorito. Tenía un sabor tan dulce...Lo había echado tanto de menos...

─ Kagome… ¿estás bien?─dijo Inuyasha inquieto.
El hanyou pretendió acercarse a la joven miko, muy lentamente y cuando ya estaba allí, apareció Shana por la puerta.
─Hola Kagome ¿cómo te encuentras?, ¿me puedes dar el botiquín para curar a Kirara? ─dijo ella tan sonriente como siempre.
─Mmm… sangre de una niña. Será interesante probarla ─dije. Y con un hábil movimiento cogí a Shana y, para que Inuyasha no me molestara, me fui de la cabaña.

─¡Shana, huye! ─ dijo medio-demonio asustado.
─Inuyasha no podrás evitar que la muerda─dije y le marqué en el cuello.
─¡Me haces daño! ─ se quejó Shana.
─¡Kagome, suéltala! ─ gritó Inuyasha angustiado.



Kagome, al ver que la sangre de Shana no le servía, se giró. Vio a Sango que venia a defender a su hija. La miko se apartó de ella y rápidamente se puso al lado de la exterminadora.

─Pero ¡¿en qué clase de monstruo te has convertido?! ─dijo Sango muy enfadada.
─¡En éste!─ y la hirió con sus colmillos en el brazo.
El hanyou, al ver todo este desastre, inmovilizó a la miko dejándola estirada en el suelo.
─¡Basta ya!─gritó el medio-demonio.
─¡No ves que lo hago por ti, para no matarte! ─ gritó Kagome a su vez.
─Confía en mi─ Inuyasha le colocó el brazalete en el brazo derecho. Después acercó la cabeza de Kagome a su cuello.
─Muerde sin miedo─ Kagome hizo lo que le ordenó Inuyasha.


Después de todo lo sucedido, pasaron varios días. Kagome se vería ausente, como si nada le importara. Tenía la mirada perdida y no mostraba ningún sentimiento. Sango estaba muy dolida. Podría perdonar que Kagome le atacara pero no podía olvidar que le higo lo mismo a su propia hija. Inuyasha estaba muy preocupado. Veía que Kagome no reaccionaba, que no sonreía, que no comía… Y se preguntaba “¿Donde esta la Kagome que conocí?”.

Todos estaban en la choza de Kaede. Sango repartía la comida y llegó el turno de Kagome.

─¿Quieres arroz?─preguntó Sango aunque creía saber la respuesta
─No, gracias─ Utilizó un toro muy seco para responderle y después se fue a tomar el aire

(Narra Kagome)

Me espire en la hierba. ¿Cómo había llegado tan legos? “Morder a Shana a sido lo más cruel que he hecho” pensé. Oí unos pasos detrás de mí. Ya sabía perfectamente quien era. ”Por favor, come” me suplico él. Negué con la cabeza. Me cogió por la barbilla y me miró fijamente. Me puse muy nerviosa al ver los ojos dorados llenos de tristeza. “Por favor” me repitió. “Llega Curry, como a ti te gusta” sonrío. “Me a sonreído, él que jamás sonríe” pensé. Yo también sonreí. Inuyasha me apartó el pelo de mi cara y me pregunto: “¿Vamos?”. Asentí con la cabeza. Me levante y él me dio la mano. Elevé la cabeza y vi que el medio-demonio se había puesto rojo. Nuevamente sonreí. Y fuimos camino a casa de kaede.
En medio camino me paré. Inuyasha me miró, otra vez lo mismo. Piel pálida y ojos rojos.“Hoy hemos de matar al demonio que tiene la pela” dije expresado mi furia. Me puse a correr a toda velocidad. Inuyasha hacía cogido mi arco y estaba intentando seguirme. “¡Corre más rápido que yo! “Pensó el medo-demonio sorprendido.

(Narra Inuyasha)

“Desde que Kagome se convirtió en vampiro, no necesita mi ayuda. Ni que la lleve ni siquiera que la proteja. Ha cambiado mucho, su mirada no expresa dulzura ni ternura ahora refleja desconfianza y crueldad.” Pensé
Kagome se subió un árbol y yo hice lo mismo. Poníamos el demonio delante de nosotros. La miko tenía los ojos concretamente blancos y beso en sueldo.

(Narra Kagome)

Cuando me caí empecé a ver una de esas molestas visiones que no tenía. Aquel misterioso hombre me ordenaba que matara a Inuyasha con mi arco y si no lo hacia moriría mi familia. Así que me recupere y pedí mi arco a Inuyasha, cuando lo tuve apunté al hanyou y…..


CONTINUARA

 

Capítulo 10: Hallando la verdad.../ Un adiós y un “Te quiero”

(Narra Kagome)

Me temblaba en pulso. Mis manos estaban llenas de sudor y mis ojos llenos de lágrimas. “¿Por qué? ¿Tú también?” me preguntó Inuyasha atemorizado. Y con todo el dolor del mundo, lancé una flecha sagrada. Esa iba directa al pecho del medio-demonio pero no al corazón.

(Narra Inuyasha)

No me lo podía creer. Otra vez la misma situación. La misma cara, la misma chica… y de nuevo me apuntaba con un arco. Cuando la flecha me toco recordé todos los buenos ratos que pasé junto a Kagome. ¿Había llegado mi momento?

(Narra Kagome)

Inuyasha había caído. Yo, llena de resentimiento, cogí otra flecha y me cebé contra el demonio, aún que no lo conseguí matarlo. Una flecha, dos flechas…..hasta cinco. Solté mi arco y mis flechas dejándolas caer. “Por lo menos deja que me llegué su cuerpo” pensé en voz alta. Agarré al medio-demonio en brazos, aparte de conseguir una gran velocidad también tenía una gran fuerza, y me fui con los demás.

El hanyou era muy fuerte y además intenté no apuntar a su corazón, así que supuse que no estaba muerto. Me paré para comprobarlo. Inuyasha reposaba en el suelo y puse mi oreja en su pecho. Era muy débil pero tenía pulso.”Si aquel hombre misterioso sabe que Inuyasha sigue vivo, no dejará en paz a mi familia. Tengo que esconderle” pensé. Estuve caminado un buen rato y me fijé en su cara. Estaba muy tranquilo, parecía como si durmiera. Entonces me agaché, lo dejé recostado y me dio por llorar. ”¿A quién pretendo engañar? Si… si me afecta lo que he hecho. Inuyasha, ¿me vas a odiar?. Yo…¡lo siento!” dije. Lo abracé y el hanyou empezó a reaccionar. Tosió un poco y dijo: “Kagome…”. Hablaba con dificultad. Tenía los ojos entreabiertos y respiraba apresuradamente. “Yo… no tenía otro remedió. ¡Te juro que era por una buena causa! hablé con desesperación. El medio-demonio me tapó la boca con un dedo.

(Narra Inuyasha)

“No puedo dejarme llevar por las apariencias, eso ya me sucedió con Kikyo y no pienso caer en la misma trampa”pensé y dije: ”Te creo…I dime, ¿quién te dicho que me dispararas?”. “No puedo decírtelo Inuyasha. Un día me dijiste que confiara en ti ahora te pido que confíes en mi” me respondió ella. Con mi dedo le sequé las lágrimas que había derramado. “¡Te quiero!” me dijo ella. Al oír esas palabras de su boca, abrí los ojos como platos.

(Narra Kagome)

Al articular esas palabras me di cuenda que no tenía que haber dicho eso. I para arreglarlo, simplemente dije: “Te quiero como amiga” sonreí nerviosamente. ”Ya me extrañaba” pensó Inuyasha y luego cerró los ojos. Me quede mirándole un rato y me fije el la herida que le hacia echo mi flecha. De pronto empezó a salir sangre y más sangre. ¡Se desangraba delante mio! El hanyou empezó a quejarse. Le abrí la túnica y me rompí un trozo de mi camisa. Miré al frente, mucha sangre…Demasiada. El color, el olor, la textura y el sabor. Todo era perfecto para mí. Mis manos temblaban y es que se me hacia olvidado que yo era una vampiresa. Pero tenía que ser fuerte. Cogí el trozo de tela y presione en la herida de Inuyasha. Este comenzó a gruñir. “Me haces daño Kagome…” se quejó él. “Perdón” me disculpé.
Transcurridos cinco minutos dejo de sangrar.

(Narra Inuyasha)

Miré a Kagome. Pobre chica…. Se estaba resistiendo. “Ahora que estás un poco mejor, es hora de que sigamos muestro camino” me dijo ella. Asentí. Me levante y, con la ayuda que Kagome, empezamos a pasear.



En la choza de Kaede se abrió la puerta bruscamente.
─¡Por favor lavad la ropa de Inuyasha que ya no puedo más!─dijo Kagome estirando al medio-demonio en unas mantas. Dicho eso se fue para no respirar el olor que tanto de gustaba.
Sango, con ayuda de Kaede y Miroku, curaron la Inuyasha. Después de eso, la exterminadora fue con Kagome.

─¡Te has superado!─ dijo Sango con tono irónico
─Déjame en paz….─murmuró Kagome muy triste
─ A mi no me engañas, sé que quieres mucho a Inuyasha aún que hayas perdido la memoria─ otra vez usó un tono irónico y con un poco de mala leche.
─ ¡Tú no sabes nada!─ gritó la joven sacerdotisa nerviosa
─¡Lo único que se es que no puedes ni acercarte a Inuyasha por miedo a matarle!─gritó Sango enfadada─ Cuando le he curado he visto que hacia una señal de flecha en su pecho. ¡Lo podías haber matado!.
─¡Kagome!─gritó Inuyasha desde la casa
Kagome lanzo una mirada de odio a Sango, le dio la espalda y entro en la choza.



(Narra Inuyasha)

La vi entrar. Parecía muy disgustada. Se sentó a mi lado.

─Inuyasha, nadie a de saber que tu sigues vivo─ me dijo ella
─Vale. Te prometo que ninguna persona lo sabrá─ le conteste
─Adiós Inuyasha─ Se levantó.
─¿Dónde vas?─ le pregunte extrañado
─A mi casa. Ya te he causado muchos problemas─ me dijo convencida
─Pero no puedes vivir sin mi sangre─ dije preocupado
─Vendré un día por semana y saciaré mi sed─ le cogí el brazo
─¡No te puedes ir! ¡Eres mía, así que me obedecerás!─dije desesperado

Kagome me dio una bofetada y se marcho.

 

Capítulo 11: Hallando la verdad.../ Un beso y el verdadero amor de Inuyasha


(Narra Kagome)

Estaba estirada en mi cama con el pijama puesto. Intentaba conciliar el sueño pero siempre aparecía él en mis pensamientos.
¡Pero que se a creído!¿Qué soy un objeto?¿Qué me puede manejar a su antojo?¿Qué soy suya?¡De eso nada! Pensé con mucho coraje. Hacía dos semanas que no veía a Inuyasha y ya comenzaba a tener sed pero mi estúpido orgullo no me dejaba ir a la época Sengoku.
No podía dormir así que me levante y abrí la ventana. Me asome, era una noche concretamente negra, la luna había desaparecido. Cerré los ojos. El viento acariciaba mi cara y escuchaba las hojas que se movían gracias a la suave brisa. Alguien me susurró al oído: “Perdóname…” del susto que me di, retrocedí un paso y abrí los ojos. Delante de mí apareció el medio-demonio con aspecto humano. “¿Cómo has subido?” le pregunté extrañada. “He llegado ahí antes de que se hiciera oscuro” me contestó él. Di un paso. Aparté la larga y negra cabellera de Inuyasha, quedando así su cuello libre. Mire al hanyou, él me sonrió. Y finalmente le mordí. Mientras lo hacía, Inuyasha entro en la habitación. Rodeo, con sus brazos, mi cuerpo y nos sentamos en mi cama. “¿Me perdonas?” me volvió a preguntar él. Yo, que respiraba apresuradamente por lo rápido de absorbía la sangre, me paré para contestarle. “Lo dije porque no quise que te marcharas” dijo Inuyasha. Vi el arrepentimiento en su mirada, con esos ojos negros que desprendían tristeza y dolor. “Me has pedido perdón, con eso basta” dije sonriendo. El hanyou me abrazo más fuerte y nos quedamos así un rato. Me dormí en su pecho. Tan cálido, tan cómodo…

(Narra Inuyasha)

Me estiré en su cama, dejando así ella encima mio. Le puse mi capa sobre su torso. Con el calor que me transmitía Kagome, yo también me quede dormido.
Al amanecer, Kagome se despertó antes que yo. Se quedo mirándome fijamente.

(Narra Kagome)

Inuyasha ya había recuperado su aspecto habitual. Su pelo brillaba como el sol y tenía un color plateado precioso. Subí la vista. No me podía resistir. Con mucho silencio elevé mis manos para tocar las orejitas del hanyou. En ese preciso instante Inuyasha despertó. “Pero ¿Qué haces?” me miró con cara de enfado. “¿Yo? Nada…” mirado al suelo. El hanyou puso sus manos en mi cara y la acerco a su cara. “Escúchame. Te amo y haría cualquier cosa por ti, hasta daría la vida.” me dijo él. “Ya, eso es muy bonito pero…” me interrumpió con un beso. “Inuyasha…no…” pensé. Intenté apartarme de él pero me tenía bien sujeta. Desistí. Cerré los ojos. Ponía sentir los labios de Inuyasha. Su forma, su sabor, su textura. Todo. Me saltaron las lágrimas.
“¿Por qué lloras?” me preguntó inocente el hanyou. “No estoy llorado” dije levantándome para ir al baño.

En el aseo me sequé los ojos y me mire al espejo. “No puedo seguir mintiendo a Inuyasha” pensé. Me senté, me arrodille y abracé mis pierdas. “No tengo otro remedió” murmuré.



(Narra Kagome)

Habían pasado 3 días. Ahora nos encontrábamos en la época Sengoku. Hacía un día radiante. El sol brillaba, los pájaros cantaban y no había ningún rastro de demonios. Me encontraba de muy buen humor. Hacía un calor sofocante. “Inuyasha ¿Me acompañas a buscar agua?” le pregunté. Este estaba jugado con las gemelas. ”Que crio es. Ni siquiera me a oído” pensé y sonreí con ternura. Así que decidí ir sola. Cuando ya estaba allí, me arrodillé y con un cubo cogí toda del agua que pude. De repente oí su voz. “¡¿Donde estas?¡” grité. Mire a mí alrededor. Nadie.
“Estoy ahí. Dentro de tu cabeza”. Reconocí su voz, era la del hombre misterioso. “ Se que Inuyasha sigue vivo. Te voy a castigar” se río. “¡¿Qué te hace tanta gracia?!” pregunté muy enojada. “Le vas a decir la verdad a Inuyasha pero si te pregunta porque lo has hecho, tú dile que es porque no lo amas” me dijo él. “¡¿Pero tu crees que le voy a decir la verdad?! ¡Eso ni loca! Grité nerviosa. “¿Prefieres que lo maté?”. “No, mátame a mi. Quiero acabar con esta farsa” dije segura. “Eso seria demasiado fácil. No, no, haz lo que te dijo. Adiós”. De la rabia tiré el cubo al rio, tan fuerte que lo partió en dos.

Por la noche todos estábamos en la choza de Kaede. Alguien llamo a la puerta. “¿Kikyo?”Dijo Inuyasha con los ojos como platos. Todos nos giramos. Sí, era ella pero ¿Cómo podían estas ahí? ¡Estaba muerta!. “Ven Inuyasha” dijo Kikyo con una sonrisa. El hanyou no se lo pensó y se levando. “¡No la sigas!” grité y me puse entremedio de los dos. “Aparta” murmuró Inuyasha mirando a Kikyo. Me dio un empujón y salió.



(Narra Inuyasha)

─Cómo….─ murmuré aún sin salir de mi asomo
─Aparte de la bruja Urasue, también hay personas que se dedican a lo mismo. He renacido Inuyasha─ suspiró y me abrazo ─ tenía tantas ganas de verte…
─Pero tú necesitas el alma de Kagome para vivir ─ le dije extrañado
─Cuando renací la primera vez, estuve mucho tiempo antes de morir de bueno así que mi alma se ha independizado de Kagome. Ahora tengo mi propia alma ─ me dijo ella sin dejar de abrazarme
Vi a Kagome que nos observaba. Le había echo daño. Al salir de la casa la empujé y sin darme cuenta, le arañé el brazo. Se tapo la herida con la mano y vi la sangre que chorreaba por la manga de su camisa.

─Debo irme Inuyasha. Volveré pronto─ dijo Kikyo otra vez sonriendo
Desapareció entre las estrellas.




(Narra Kagome)

Inuyasha venía hacia mí. Con la cara de felicidad, la misma que se le pone a su hombre cuando sabe que el amor de su vida no a fallecido.

─Inuyasha tenemos que hablar─ dije seria
─Sí…─ me contestó él
─Te he mentido─ dije mirado el suelo
─ ¿En que?─ preguntó el hanyou extrañado
─Hace 2 meses que recuperé la memoria─ dije con culpabilidad
─¡¿Por qué no me lo dijiste?!─ gritó Inuyasha muy enfadado
Cerré los ojos y dije:
─Porque en esos 3 años que pasamos sin vernos, pensé que nunca volvería a verte y decidí olvidarte. No estoy enamorada que ti y por eso alargué la pérdida de memoria para que no se abrazaras, no se besaras, no se tocaras…─ dije fingiendo
─¡Ha! Pues que bien poco te ha servido. Porque te he besado, te he abrazado y lo que yo quiera porque tú eres mía. Pero yo quiero una persona que me ame y esa es Kikyo. Tranquila que ya no te tocaré. Kagome, puedes venir a disponer de mi sangre cuando quieras pero no te atrevas a dirigirme la palabra ─ Se marchó bien enojado