Juguito mata ratas. Para la actividad ¡Vamos a pensar! Está inspirado levemente en el caso de una adorable esposa que vi hace un tiempo en televisión. Espero sea de su agrado. Tema: Beber un zumo. Palabras: 388 + título. Juguito mata ratas. Le agradaba el olor a durazno sintético y plástico. Era esa sensación en la boca, arrastrándose espesa y dulce, lo que tanto le encantaba. Y cabía aclarar, que en su vida, había probado un verdadero jugo natural. Posó el vaso entre sus trémulas manos, y lo dejó llevarse el líquido hasta sus labios con predecible dificultad. Le quedó observando con cauteloso cariño. Aunque más que nada, era una lástima eficazmente disfrazada. Ya llevaba varios meses empeorando poco a poco, y no aguantaba más. Se había prolongado demasiado, y en lo personal, ella no se consideraba una mujer de paciencia. El hombre, que se veía cada vez más viejo y muerto, le dedicó una sonrisa ingenua. La única persona que lo acompañaba realmente, a pesar de todo, era ella. Ahora más que nunca, creyó acertado su compromiso. Recordó las dudas infundadas por sus pares y los prejuicios ante los que ella tuvo que lidiar, y se creyó afortunado ante tal buen juicio que heredó de su madre. La joven mujer se sentó, con un libro en su regazo, en la silla contigua. Esperaba con calma, como de costumbre, a que su esposo se durmiera. Tan sólo fingía disfrutar sus vanas lecturas, entre vistazos fugaces hacia el rostro del viejo. Le veía cabecear y despertar de golpe una y otra vez, hasta que en algún momento caía directo al sueño profundo. Justo en ese momento, se acercaba con premeditada frialdad y posaba sus dedos en el cuello arrugado y sudoroso de su esposo. Esperaba no sentir nada, pero siempre era sorprendida por algo que le disgustaba en lo más profundo… latidos. El viejo ricachón, no se moría nunca. Cada vez aumentaba más y más la cantidad de polvito mata-ratas que vertía. Temía que en algún momento, fuese superior a la del jugo…suceso que, finalmente, no llegó a acontecer. Por última vez, la joven mujer se levantó de su silla y se dirigió al viejo, el cual yacía muerto de hace más de quince minutos. Con extravagante calma, cogió el vaso con el jugo restante, y lo vació en una pequeña plantita. Luego se sentó, aliviada, y cogió el teléfono. Se mentalizó previamente, sintiendo una fraudulenta agonía entre falsos y sintéticos llantos. De todos modos, nadie le cuestionaría algo que todo el mundo esperaba, y menos a una recién enviudada mujer.
Re: Juguito mata ratas. ¡Por Dios! ¡Qué mujer tan cruel y mala! Es decir, matar a su esposo para quedarse con sus lujos y su herencia. Me dio algo de gracia el hecho de que ella aumentaba la dosis de veneno y el viejo aún vivía. Eso son ganas de echar pa' lante y el karma.
Re: Juguito mata ratas. Más allá de que no comparto la elección de ciertas comas -especialmente las que están antes de la "y", siento que esas pausas cortan demasiado y hasta lo hacen un poquitito tedioso a veces-, el relato está muy bueno. Por ahí también hubiera sido interesante que nos mostraras recién en final las verdaderas intenciones de ella, sorprendiéndonos cuando está todo por terminar.
Re: Juguito mata ratas. Gracias por los comentarios. Es un agrado :) Siempre tengo esa mala manía de registrar mis pausas mentales. Pero hay veces en que, al leerlas, me pasan desapercibidas y no las borro. Torpeza mía, tendré más cuidado. Gracias por acotarlo. Y respecto al final, coincido en que hubiese sido mejor dar ese efecto de sorpresa. Quizá uno de estos días lo reescriba con más calma y aplace sus intenciones hasta el final, sí sería mejor.
Re: Juguito mata ratas. Te repetiría lo de las comas, pero ya te lo han mencionado; por tanto me centro en la historia... ...y vaya. Es buenísimo ver escrito así algo que, muchas veces, se ha reflejado en películas o incluso en la vida real. Me gustó el detalle de la mujer, tan pausada pero, a la vez, tan ansiosa. Siempre una y otra vez en busca de los latidos que nunca se apagan pero que, cuando lo hacen, la llenan de satisfacción porque ahora ella lo poseerá todo. Sólo criticaría una cosa y es que, si a ese anciano le hacen la autopsia, tendrán que diagnosticar el veneno. ¿Sería posible que ella saliera impune de tal acción? La verdad es que dudo mucho que pudiera disfrutar de las riquezas obtenidas tras el asesinato de su esposo. O sí. El mundo es caprichoso.