Juegos [CCS]

Juegos [CCS]

Título: Juegos.
Summary: Entiendes que jamás perderá frente a ti.
Pareja: EriolxSyaoran.
Clasificación: K+.
Advertencias: Shonen-ai, posible OoC. Gracias a Roux Lambert y su enorme trabajo en este coso, está beteado :D. ¡Mil gracias!
Género: Fluff, Romance.
Cantidad de palabras: 783

Juegos​

Y lo repites, deseas con exagerado fervor que deje de jugar contigo. Necesitas saberte indispensable en su molesta rutina, precisas olvidar el temblor en tus manos al preguntarle cómo le ha ido. Vamos, no seas iluso. Sabes perfectamente cuál es su entorno y bajo qué condiciones está dispuesto a trabajar por ti; de modo que tus inseguridades son estupideces.

Estúpido, claro, te diriges cada noche a la puerta de la oficina. Aguardas, presionando contra ti la roída mochila café y el paraguas café que insistió en comprarte. Ciertamente… subir es tu mayor ansia y por ello te permitirías ignorar el agotamiento de la práctica de soccer; sin embargo te juraste confiar antes de sostenerte de inmadureces o de los rumores zumbando en tus oídos. Te está engañando, proclaman. Su secretaria, las asistentas de edición, su jefa. ¿Cuántos nombres no circulan ya relacionados con el gerente de la empresa familiar?

Difamación, arguye acariciando tu mejilla. Asientes.

Como siempre, tardará en dignarse a bajar; como de costumbre olvidarás usar el molesto paraguas a tiempo y estarás empapado. Los ojos azules te recorrerán raudos bajo un divertido comentario sobre tu aspecto, cachorros perdidos entre otros términos que leyó en un conocido libro de cabecera; pero, no se atreverá a mirarte. Lo ha dicho mil veces: es incapaz de mentirte o lastimarte conscientemente, y el mínimo vistazo destruiría la poca ingenuidad que sostienes con un hilo.

Pero, le crees y el fiarte te convierte en el necio más idiota de la moderna Tokio. Finges molestia, un puchero, te cruzas de brazos pretendiendo ignorarlo. Entonces, el británico ríe sin mostrarse afectado. Te rodea sin pensarlo dos veces y derrumba tu resolución a fuerza de un rápido beso frío. Mas el rubor exagerado de tus mejillas no puede conmoverlo y la impasividad en su expresión te insta a golpearlo.

Golpearlo no arreglará nada, pero estarán a mano –después de todo.
El silencio insoportable hará acto de presencia. Encenderás el radio de su auto, te limitarás a observar por el parabrisas las luces del tráfico o la lluvia infinita amenazando tormenta en el horizonte sin más entretenimiento que ofrecer. No te atreves a arriesgar tu seguridad en otra pregunta fatídica; no quieres –aunque debas, despertar, escuchar lo que el mundo entero y tus amigos desean comunicar.

Porque sabes –lo odias, pero lo sabes –que su sonrisa deferente no es sincera y que no soporta tu cercanía o tu mirada por más del tiempo reglamentario. Te romperás pronto, tal vez no hoy; pero la tribulación envía siempre mensajeros y tu buzón se encuentra demasiado lleno.

Murmura el mantra iluso hasta que él termine de “arreglar sus asuntos” y la elegante risa en el teléfono se detenga o el eco de los “te veré mañana” termine de devorar tu coherencia. Entonces, regresará para depositar el usual beso casto en tu frente, murmurando auto suficiente:

—Buenas noches, Syaoran.

Nada llega, asientes y te desplomas al lado sin más que acotar. No va a afectarte, dices, porque esto es sólo otro juego tonto y no te importa las armas que él pueda usar. Es un jueguito nuevo que Eriol impuso sobre ambos y te es indiferente que tu enemigo de la secundaria esté ganando.

Finalmente cuando pierdas, porque lo harás, convéncete que podrás retirarte sin heridas. Es Hiragizawa y deberías estar acostumbrado a caer frente a sus sucios artilugios; deberías saber que puede romperte con un trazo de muñeca, si así lo deseara.

Tratándose de Eriol Hiragizawa, entiendes que jamás perderá frente a ti.