One-shot Jera [Gakkou Roleplay | Satoko Shichimiya]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Amane, 6 Febrero 2024.

  1.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,866
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Jera [Gakkou Roleplay | Satoko Shichimiya]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1267
    Título: Jera.
    Fandom: Gakkou Roleplay.
    Personajes: Satoko Shichimiya.
    Palabras: 1073
    Summary: "Si tenía que ser sincera, estaba un poquito emocionada por la cena del sábado."
    N/A: ay la verga, os estaréis preguntando qué es esto (?) bueno, resulta que yo creía que me quedaban dos fics por hacer de los de las runas y me estaba dando mucha paja acabarlo, pero resulta que no, que me quedaba solo UNO, y dije: we, no puede ser, acaba ya esto de una vez, gabi (!!!) and so i did, finalmente me puse a acabar este fic que, encima, tenía planeado de hace SIGLOS JAJAJAJ | Esto es canon para... antes del día 12 in-rol, que es cuando creo que Eun-bi entra en la escuela; so algo antes de eso, pero ya no recuerdo (?) digamos que es canon para abril y listo (?)


    Summer is a joy to men, when God, the holy King of Heaven,
    suffers the earth to bring forth shining fruits
    for rich and poor alike.
    Si tenía que ser sincera, estaba un poquito emocionada por la cena del sábado. Papá había invitado a una compañera del trabajo de la que llevaba hablando un montonazo de tiempo, ¡y tenía ganas de conocerla! Hacía siglos que no invitábamos a gente a casa, además, así que se sentía bien un poco de cambio al fin.

    De todas formas, no entendía muy bien por qué papá le estaba poniendo tantísimo empeño a todo, si nunca había destacado por eso de ser anfitrión. Pero ahí estábamos, habiendo madrugado un sábado para ponernos a limpiar en profundidad la casa y preparar una cena que fuese más que decente para la mujer.

    Decidí no darle muchas vueltas al asunto, porque seguro solo era que papá también estaba nervioso por traer a alguien después de tanto tiempo, y lo cierto era que cualquier cosa que significase pasar más tiempo con él me ponía lo suficientemente contenta para no cuestionármelo.

    Estaba segura de que mamá hubiese estado orgullosa de nosotros.

    Según papá, el tiempo corría en nuestra contra, ¡pero a mí me parecía que estaba exagerando! Nuestro piso era pequeño, pero estaba limpio (¡no vivíamos en la indigencia!), así que realmente no fue tanto trabajo como él quiso creer. Aun así, seguía sorprendiéndome lo en serio que se estaba tomando todo aquello, y lo hizo todavía más cuando vi lo arreglado que se había puesto para la cena… ¡con camisa y todo!

    —Papá, ¿esta señora es tu jefa o algo así?

    —¿Mi jefa? No, no, solo es una compañera. Trabajamos en el mismo departamento, de hecho.

    —Ah, vale~ ¡Es que te he visto tan nervioso! He empezado a pensar que quizás querías impresionarla para que te diese un aumento o algo.

    Papá soltó una carcajada ligera y me pareció que, así fuera solo un poquito, la tontería le hizo liberar algo de la tensión que había acumulado. Le sonreí entonces, encantada de saber que había podido ayudar un poco con mi pequeña broma (¡porque por supuesto que sabía que no era su jefa!).

    —De hecho, Satoko…

    Mi expresión había empezado a tornarse curiosa al escucharlo hablar de nuevo, pues bajó el tono de voz de esa manera que hacía cuando quería decirme algo realmente importante, pero al pobrecito lo interrumpió el timbre de la puerta e, incluso si yo había querido seguir escuchando lo que me tenía que decir, supe que nada podía ser tan importante en esos momentos como la persona que había al otro lado de la puerta. Vi como los nervios se volvían a apoderar de él en un segundo y me reí un poco, antes de decirle que yo me encarga de recibir a la mujer.

    Papá ya me había contado un poco de ella, para que no fuese demasiado extraño, pero eso no evitó que me sorprendiese lo realmente bonita que se veía. ¡Y por supuesto que también se lo dije! ¡Además, además! La mujer tenía que ser realmente amable, porque me trajo una caja de mis bombones favoritos. ¡De la grande! ¡Esa que papá solo podía comprarme en navidades!

    La cena fue realmente entretenida. Papá se fue tranquilizando a medida que íbamos comiendo y su compañera, Sunhee, me cayó super bien. Nos contó que había estado casada en Corea, que de hecho tenía una hija que se había quedado con su padre y a la que echaba mucho de menos todos los días, pero que la relación no fue como ella lo había imaginado y acabaron divorciados, así como también nos contó que no dudó ni un segundo en tomar la oportunidad de trabajar en Japón cuando se le presentó, especialmente porque llevaba mucho tiempo queriendo expandir su carrera de manera internacional; bueno, yo estaba convencida que todo eso ya se lo había contado a mi padre, pero él la estaba escuchando con la atención de quién estaba dispuesto a escuchar hablar a alguien por el resto de su vida. Pensé que así debía haberse visto con mamá cuando seguía viva y un pinchazo me atravesó el pecho, aunque no tenía ni idea de porqué.

    El tiempo se me pasó volando y casi, casi quise quejarme cuando Sunhee dijo que debía irse ya, porque seguro yo tenía que haber estado acostada hacía un buen rato ya. Papá estuvo de acuerdo, aunque también se le veía algo decepcionado con la despedida, y al final no me quedó nada más que ceder cuando conseguí hacerle prometer que volvería a visitarnos pronto. Ellos compartieron una mirada que no llegué a entender del todo, ¡pero bueno! Eran adultos, después de todo, así que eso era lo más común para mí. Me despedí de ella y me dirigí hacia mi cuarto… ¡pero, pero! La curiosidad me ganó, tenía que admitir, y acabé asomándome por la puerta entreabierta para poder ver qué hacían Sunhee y papá ahora.

    Quizás aquella fue la peor decisión que tomé en mucho tiempo.

    Vi a papá inclinarse hacia la mujer y pensé, vaya, que la abrazaría. Un poco osado, especialmente para mi padre, aunque hubiese podido llegar a entenderlo… Lo que realmente hizo, sin embargo, fue dejarle un beso directamente sobre los labios. La sorpresa fue tan grande que tanto los ojos como la boca se me abrieron y tuve que hacer un esfuerzo enorme por cerrar la puerta sin hacer mucho ruido, porque la impresión del momento quiso incitarme a ello.

    Eso… era un montón que procesar para una sola noche.

    De momento, sin embargo, tuve que meterme en la cama y esperar a que papá viniera para darme las buenas noches, como siempre hacía. Entró un rato después, habiéndome dado el tiempo suficiente para al menos aparentar algo de normalidad, y pude hasta dedicarle una pequeña sonrisa cuando sentí que se sentaba en el borde de la cama.

    —¿Te ha caído bien, Satoko?

    —Mhm, es muy simpática. ¡Y me ha traído bombones!

    —Sí, le he hablado mucho de ti.

    Asentí un poco con la cabeza.

    >>¿Sabes? Quizás sí que venga más a menudo a casa… y quizás nosotros también podamos visitarla a ella.

    —¡Genial! Me encantaría conocerla más.

    Lo peor era que era cierto.

    —Me alegro, Satoko… buenas noches —murmuró, antes de inclinarse para dejarme un beso en la frente.

    —Papá… —lo llamé apenas un rato después, cuando estaba a punto de salir por la puerta.

    —¿Mhm?

    —Creo que a mamá le hubiese gustado mucho Sunhee también.

    —Yo también lo creo, cariño.

    Y lo peor era que seguía siendo cierto.
     
    Última edición: 6 Febrero 2024
    • Adorable Adorable x 1
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso