Jefe de mi corazon

Personajes de Rumiko Takahashi, historia mía.

Capítulo 12.-

-Ay cielo, exageraste demasiado.- se queja Kagome cuando su esposo la llevo, junto con su hija a su nueva casa, que era más grande que la anterior. Esta casa tenía siete espaciosas habitaciones con baño propio, más el medio baño que estaba en el jardín trasero. Tres pisos grandes, un enorme jardín donde podían poner sin problemas los árboles y plantas de Kagome.

Por si fuera poco tenía hasta una piscina gigantesca, y en el garaje podían meter siete autos de buen tamaño. En el cuarto de lavado tenía una enorme lavadora y secadora gigantesca y una gran mesa para doblar la ropa. En la alcoba principal, estaba amueblada con lujosos sofás, mesitas y buros. Mas aparte, tenía dos closets de buen tamaño para cada uno.

-Pero es necesario para nuestra familia, todo debe estar listo para Shiori y nuestros futuros bebes.- se defiende Inuyasha.

Tenían apenas tres meses de casados y todo marchaba bien. Los bebes de Sango y Ayame nacieron. La pequeña Akari, bebe de Sango y Miroku tenía parecido a su madre, pero con los ojos del padre. Shippo se parecía bastante a Kouga, pero heredo el cabello rojo y ojos verdes de su madre. A pesar de ser un bebe, le gustaba que su tía Kagome lo cargara todo el tiempo. A Shiori le encantaba estar cerca de los bebes, para poder jugar con ellos.

-A mi parecer; quieres engendrar una gran manada de bebes, por gigantesca casa que adquiriste.-

-Sí, muchos hermanitos para jugar.- se alegra Shiori cuando escucha a Kagome quejarse.

-Eso no estaría nada mal. Ya sabemos la actividad diaria nocturna.- susurra Inuyasha en el oído de su esposa, mientras la besaba.

-Puedo ver mi nuevo cuarto, papi?.- pide Shiori cuando se acerca a sus padres.

-Claro princesita, vayamos a verlo.- la carga Inuyasha en brazos, poniéndola sentada entre sus hombros. Subía con ella y su esposa por las escaleras, hasta entrar en la nueva habitación de Shiori. Era bastante espaciosa, estaba pintada de rosa pastel y los muebles eran blancos. Tenía una cama con dosel como una princesa, y un buró a cada lado de la cama, y un gran ropero. Hasta tenía su baño propio con muebles rosas, y la cortina de baño era de Hello Kitty.

-Te gusta, Shiori?.- pregunta Inuyasha cuando la baja de sus brazos. La pequeña estaba fascinada con su nueva habitación.

-Es bonita papi, gracias.-

-Me alegra que te guste, princesa. Veamos la habitación de mami y mía.- de inmediato van a la habitación principal. Estaba pintada de blanco aperlado con los muebles lujosos, dos closets. Y además en una pared estaba colgada la foto de la boda, donde aparecían ellos muy felices, mientras entre los dos cargaban en brazos a Shiori sonriente. Inuyasha decidió colocar ahí esa foto, porque decía que en ese día, no solo obtuvo una esposa, sino una mejor familia.

-Bonita habitación.- responde Kagome, al darle un recorrido visual.

-Bueno, el nido ya está construido. Solo falta llenarlo.-

/

Sus amigos habían ido a ver su nueva casa; estaban todos en el jardín trasero, donde se encontraban plantados los árboles frutales y demás plantas de Kagome, dándole un aspecto hermoso al lugar.

-Y dime sobrina, como cuantos bebes tendrían?.- pregunta Kaede, al estar al lado de Kagome, quien sostenía al pequeño Shippo en brazos. Kagome solo se pone pensativa, haciendo cuentas como la genio que es.

-Pues tengo diecinueve años, Inuyasha tiene veinticuatro recién cumplidos. Shiori tiene tres años, y la menopausia normalmente surge a los mediados de los cuarenta, así que más o menos tendríamos….-empieza a calcular la chica; mientras su esposo ponía una mano en su frente como desesperación. No le gustaba que su mujer haga cuentas para todo.

-Cariño, para esto no es necesario que hagas cálculos.-

-Ella está acostumbrada a eso Inuyasha. Por tener un gran cerebro, siempre hace cálculos para todo.- contesta Miroku mientras le daba biberón a su bebita.

-Para ella es muy difícil no hacer cuentas, basándose en aproximados y probabilidades. Necesita tener algo acertado. Ya sabes, toda una gran genio.-secunda Kouga, mientras le pasaba a su hermana, un biberón de leche con la figurita de Tigger para que alimente a Shippo.

-Puedo darle el biberón a Shippo, mami?.- se acerca Shiori, sentándose con cuidado en las piernas de Kagome.

-Con cuidado, pequeña.- Kagome pone a Shiori en una de sus piernas, mientras le pasaba el biberón; Shiori se lo da a Shippo, quien gustoso bebe la leche.

Inuyasha se queda viendo la escena embobado; jamás pudo sentir tanta ternura al ver algo así. Ver a su esposa darle de comer a un bebe; pero bueno, en su primer matrimonio no le toco presenciar eso. Pero no importa eso. Shippo termina de beber su biberón, mientras que Kagome lo ponía en posición para sacarle el gas.

-Para no haber tenido hijos; y apenas convertirte en la madre de una pequeña de tres años; sabes cómo tratar a los bebes.-comenta Rin sorprendida.

-Cuando tenía doce años, tome un curso de maternidad que ofrecieron en la universidad. Desde entonces aprendí a como se deben tratar los bebes; en especial a los recién nacidos.-responde Kagome tranquilamente.

-No jugabas a las muñecas, cuando eras una niña pequeña?.- pregunta Sango burlona, haciendo que su esposo y Kouga se rían.

-Cariño, Kagome no fue una niña como las demás.- ríe Miroku.

-Ella en vez de muñecas, quería libros avanzados; los cuales eran para universitarios.- secunda Kouga.

-Entonces, con que te entretenías cielo?.- inquirió Inuyasha.

-Libros universitarios de física cuántica, filosofía, arte, matemáticas. Programas avanzados de computadora, etc.- responde su esposa tranquilamente, mientras arrullaba a su sobrino.

-Así es Inuyasha, y todo fue antes de cumplir diez años.- responde Kaede.

-Su primer libro fue "Crepúsculo de los ídolos" de Friedrich Nietzsche, cuando aprendió a leer a los tres años. Y eso que, lo escogió por cuenta propia.- decía Kouga, poniendo a Inuyasha más sorprendido y mareado.

-Si mi esposa fue así de niña, como será nuestro siguiente bebe?.-

-Ryu, Shiori tengan cuidado. No jueguen cerca de los rosales, se pueden espinar.- advierte Kagome al verlos jugar pelota cerca de sus rosales.

Si mami.-

-Claro tía.-

-Me preocupa que vayan a espinarse.- inquirió Rin asustada, mientras alimentaba a Sakura. Kagome le pasa a Ayame con cuidado a Shippo de no despertarlo. Pero en cuanto él bebe es depositado en brazos de su madre, este despierta y empieza a llorar.

-Que tienes campeón?.- pregunta Kouga mientras lo carga. Pero Shippo solo hace un puchero molesto, y sigue llorando.

-No tendrá cólicos?.- se pregunta Ayame al tratar de sacarle el gas, pero no funcionaba, pues Shippo seguía llorando.

-Porque lloras, Shippo?.- pregunta Shiori mientras le hacía cosquillas; Shippo de repente deja de llorar y enfoca sus ojos en su tía Kagome.

-Bebe consentido, solo quiere estar más tiempo con Kagome.- se burla Inuyasha, al ver a su esposa cargar a Shippo, quien solo hace otro puchero de molestia.

-Tú eras casi igual que él, cuando nos conocimos. Hacías hasta lo imposible para estar conmigo.- se burla Kagome a su vez, haciendo que Inuyasha se sonroje de vergüenza.

-Eso es diferente.-

-Ese bebe tiene hasta el mismo carácter orgulloso de su padre. Pobre de él.- se burla Sesshomaru, mientras le sacaba el gas a su bebita. A Kouga no le gusto el comentario, pero su esposa y hermana se ríen.

-Así debe ser mi Shippo; no dejarse de nadie y mantener su orgullo en alto.-se defiende Kouga, mientras que Shippo hacia otro puchero.

-Ay Kouga; solo no le enseñes a ser un hermano celoso más adelante, sino pobres niños, no se aguantaran.- se burla Kagome.

-Bien dicho Kagome.- apoya Ayame, al recibir de nuevo a su bebe. Solo esta vez, Shippo estaba tan dormido, que no se despertó cuando estuvo en brazos de su madre.

-En eso tienen razón, primo.- secunda Miroku, mientras veía a su pequeña Akari dormir en su cargadera.

/

Un día en la empresa, estaban de visita unos empresarios de Alemania quienes eran padre e hijo, los cuales planeaban hacer negocio con los Taisho. Ambos eran rubios de ojos azules, solo el padre tenía el cabello cano por la edad. Estaban en sala de juntas para arreglar todo y así poder llevar a cabo los negocios. Habían estado hablando por un par de horas, concluyendo la junta con éxito.

-Bueno, no es por nada en especial, pero ustedes tienen familia? Para mí, un verdadero hombre de negocios, es alguien que sabe llevar adelante a sus familias.- pregunta el empresario mayor.

-Así es señor Habich….-

-Por favor, llámenme Dagobert.-interrumpe amablemente el mayor de los alemanes.

-Bueno, Dagobert. Tengo una maravillosa esposa desde hace casi cinco años. Trabaja de publicista, y dos hermosos hijos. Un pequeño de tres años, y una hermosa bebe de cinco meses.- contesta Sesshomaru.

-Y usted, joven Inuyasha?, según me cuentan, usted es padre soltero de una niña de tres años.-

-Ya no. Me case hace tres meses, y mi pequeñita ya tiene mama como quería. Y yo una mejor esposa. Y es la mujer más inteligente del Japón.-

-Que patéticos, estar atados a una sola mujer.- se burla el joven Habich.

-Más patético es quien no encuentra a alguien que lo quiera. Verdad Adelbert?.- regana el señor Habich, haciendo que su hijo solo se enoje y calle.

/

Mientras Kagome había ido a checar a Shiori. Al ver que estaba bien, se va a la cafetería del piso por un poco de leche, para hacerse un capuchino en su oficina. Pero la junta de su esposo con los alemanes había terminado; Dagobert se había quedado con Sesshomaru e Inuyasha a hablar un poco más.

Pero Adelbert había salido al baño. En ese momento ve a Kagome caminar por el pasillo. Rápidamente se deslumbra de su belleza y empieza a tramar un plan para seducirla. Ella en cambio, no se deslumbro para nada de su físico. Debido a que consideraba a su amado Inuyasha como el más hermoso del mundo, así que solo lo saluda normal, de mano. Pero al momento de querer retirársela; el la retiene.

-Guten Tag meine schöne Dame. Ihre Schönheit überwältigt den Tag. er/sie wollte meine Hände in Ihrer seidigen Haut bereisen; um der Mann zu sein, der Sie zufrieden stellt. (Traducción: Hola mi Hermosa dama. Tu belleza deslumbra el día. Quisiera recorrer mis manos en tu sedosa piel, ser el hombre que te satisfaga).- recita Adelbert uno de sus armas de seducción. Cuando estaba en el extranjero, hablaba su idioma, y las chicas caían redonditas cuando él hablaba así, pues no sabían de que hablaba.

-Qué asco.- responde la chica mientras quitaba rápidamente su mano. Adelbert se sorprende de su reacción.

-Solo halagaba su belleza.- se justifica de repente el hombre, con su pronunciado acento alemán.

-Solo lo hacías para llevarme a la cama. Lo dijiste claramente en las dos últimas frases.- le encara Kagome, sorprendiendo aún más al chico; que no le cabía en la cabeza como esa chica no cayo redondita.-No soy nada estúpida; se hablar alemán.-concluye la chica, sorprendiendo aún más a Adelbert; pues esta vez le toco conocer a una chica con más de una neurona.

-No me digas que estas queriendo seducir a una de las empleadas Adelbert? Muestra respeto, o si no, no tendremos el contrato.-regana de nuevo Dagobert.-Me disculpo por la actitud de mi hijo, pierde la cabeza cuando ve mujeres.-

-No se preocupe señor Habich, no es su culpa que algunos hijos no salgan con más de una neurona.- expresa Kagome muy fría.

-Ya sabe que no toleramos la falta de respeto a nuestro personal.- advierte Inuyasha al haber presenciado todo, y no le gusto para nada que coquetearan con su esposa.

-Lo tomaremos en cuenta. Verdad, Adelbert?- amenaza el padre.

-Así es.-contesta de mala gana el chico.

-Esta es una advertencia. A la próxima que coquetees con mi esposa, o con cualquier empleada; no hay trato.-amenaza Inuyasha.

-Es usted en serio la más inteligente de este país? Creí que sería una mujer bastante madura. Pero aun así, es un honor conocerla.-

-Igualmente.-responde la mujer amablemente.

/

Era la hora del almuerzo y la mayoría de los empleados estaban almorzando fuera de la empresa. Pero aun así quedaban muy pocos dentro de la misma. En ese momento una de las secretarias que estaba obsesionada con Inuyasha va con cuidado a su oficina creyéndola vacía.

Estaba vestida provocativamente; para así seducir a Inuyasha. Llega a la oficina, pero antes de entrar escucha gemidos femeninos y masculinos, llenos de placer. Se asoma con cuidado, y casi se desmaya al ver a Kagome encima de Inuyasha haciendo el amor en el sofá. Se retracta de su idea y obsesión, retirándose de inmediato de ahí.

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-Inuyasha, despierta.- mecía suavemente la chica a su esposo, al despertar. Se habían quedado dormidos, al terminar de hacer el amor; quedando Inuyasha encima de su esposa. Observa el reloj, y ve que faltaba diez minutos para terminar la hora del almuerzo. Pero Inuyasha no despertaba, hasta se acomodó para seguir durmiendo en su pecho.

-Cariño, levántate. Debemos volver al trabajo.-

-Porque? Estoy muy a gusto así.- exclamaba Inuyasha al despertar y sonreír de forma picara.

-Pero estamos en la empresa, y alguien nos puede descubrir.- explicaba Kagome, al intentar quitarse a su marido de encima; pero el solo la abrazo con más fuerza; mientras le besaba.

-Pues solo decimos que queremos un nuevo bebe.-sonríe con picardía de nuevo el hombre. Pero es callado por una mirada fría de su esposa.

-Usa la lógica; que ejemplo le estaremos dando a Shiori si nos descubren así?.- habla la mujer tan fría, que a Inuyasha se le eriza el cabello.

-No te pongas así amor. Mejor sonríe. Pero esta noche, no te salvas.- habla Inuyasha al levantarse de su esposa y ponerse la ropa.

Al terminar su jornada, van por Shiori a cenar a su casa. Pero extrañamente la pequeña estaba muy callada; raro en ella. Debido a que siempre estaba muy alegre y sonriente. Eso preocupaba a sus padres.

-Que tienes princesa?.- pregunta Inuyasha.

-Es que hoy me dijeron…-gimoteaba la pequeña, casi llorando.

-Que te dijeron hoy, Shiori?-preguntaba Kagome.

-Que no eres mi mami; sino mi madrastra, porque acabas de casarte con papi. Por tanto, no debería llamarte mama.-lloraba Shiori. Sus padres se pusieron tensos al escuchar eso. De inmediato la abrazan para calmarla.

-Chiquita. Tal vez no te haya dado a luz, cuando naciste. Pero cuando me case con tu papa; acepte también convertirme en tu mama. Y lo acepte con gusto; porque eso también quería. Convertirme en tu mami.-hablaba Kagome tierna pero sería a la vez, mientras abrazaba a la pequeña.

-Lo que importa Princesa, es el cariño entre nosotros, y el que Kagome te tiene. Tal vez no te dio a luz, pero te ama como debería hacerlo una mama.-consolaba Inuyasha.

-Pero dicen que no debería quererte.- seguía llorando Shiori.

-Eso no debe ser cierto. Yo te quiero mucho, tu no me quieres?.- preguntaba la chica.

-Si te quiero mucho. Por eso pedí que fueras mi mami.- se relaja al fin la pequeña, sonriendo. Sus padres se relajan también, y agradecen que Shiori sea comprensiva, a pesar de tener tres años.

-Ya vez? Tú la pediste de mama, porque ella te otorgo el cariño de madre que necesitabas, princesa.- consuela su padre.

-Los quiero mami y papi.-

-Nosotros también te queremos.- le responden sus padres. Después de un rato la llevan a dormir a su cama.

-Me sorprende la insensibilidad de quien le dijo a Shiori, que no debe quererte como mama. Ni siquiera llamarte así.-comenta Inuyasha, al estar en la cama con su esposa.

-Es por la mentalidad y estereotipo de madrastra que tiene la sociedad. Como se guían por cuentos de hadas y habladurías. Ubican a la madrastra como la cruel mujer, maltratando a los hijos. Pienso que a veces, una madrastra se convierte en mejor madre; en lugar de la biológica.-

-Tienes razón en todo. Por ese fuerte estereotipo sobre la madrastra, se crean conflictos. Pero también tienes razón que la madrastra a veces, resulta ser mejor madre.-

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Una tarde estaban todos en la mansión Taisho, haciendo una carne asada. Todos estaban muy tranquilos; mientras los pequeños jugaban felices. Los hombres atendían la parrilla, mientras las chicas platicaban.

-Ryu, Shiori, no jueguen cerca del asador, se pueden quemar.- advierte Rin al verlos correr cerca de ahí.

-Vayan a jugar para otro lugar.- advierte Sesshomaru. Los pequeños hacen caso y juegan cerca de las flores.

-Debemos estar pendientes de ellos. No vayan a resultar heridos.- se preocupa Kagome.

-Calma Kagome. Estarán bien.- comenta Sango al darle su biberón con leche a Akari.

-Relájate, y disfruta el día.- secunda Ayame, mientras mecía a Shippo en su cargadera.

-Calma sobrina. Shiori estará bien, es una niña muy lista.- le calma Kaede, dándole un apretón de manos.

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Ryu y Shiori seguían jugando muy tranquilos a las atrapadas; al terminar de comer. Pero Shiori al estar corriendo, casi choca con el asador y para no tropezar se agarra de la parrilla; quemándose su manita.

-Mami, papi, me duele.- gritaba Shiori mientras lloraba. Intenta soltarse de la parrilla; pero al momento le caen sin querer carbones encendidos, quemándole el bracito. Los adultos corren a ella para ayudarle.

-Ya vamos, princesa.- corre Inuyasha alterado.

-Calma Shiori, mami está aquí.- consuela Kagome al cargarla en sus brazos. Shiori no dejaba de llorar por su bracito quemado.

-Me duele mucho mami; duele feo.-

-Ya Shiori; te curaremos.- consuela Inuyasha. La llevan a la que era habitación de Inuyasha; depositándola en la cama.

Como Kaede era experta en hierbas medicinales; de inmediato saco unas guardadas en su bolso y le aplico varias hierbas en su bracito; disminuyendo el ardor. En un momento llega el médico para revisarla más cuidadosamente. Kagome estaba destrozada al ver a su pequeña en ese estado.

-Calma hija; el medico la está revisando.- consuela Kaede. Kagome no dejaba de llorar.

-Pero fui una descuidada, permití que esto pase.-lloraba la chica desconsolada.

-Amor, relájate no fue tu culpa.- aparece su esposo de inmediato. Kaede y las chicas se alejan, dejándolos solos.

-Qué clase de madre soy?.-lloraba la chica, al recargarse en su esposo.

-Una madre maravillosa, que se preocupa por su nueva hija. No te preocupes; también he tenido deslices cuando Shiori era una bebita. -

-Señor y señora Taisho; acabo de revisar a su hija.- informa el médico al aparecer de inmediato.

-Como esta mi niñita?.- pregunta Inuyasha de repente.

-Está bien, hicieron bien en ponerle de inmediato las hierbas medicinales. Las quemaduras son de segundo grado, pero sanaran. Con este ungüento y las hierbas, estará bien en un par de semanas. De preferencia debe apoyar su brazo en un cabestrillo para evitar movimientos bruscos.- informa el medico retirándose; dejando a los padres y a los demás aliviados.

-Lo vez cielo? Shiori está mejor.- conforta el chico pelinegro.

En la tarde se van a su casa y acomodan a Shiori en su camita. Para evitar lastimarle el brazo, lo colocan en una almohada. Después ellos se van a su habitación a descansar, pero Kagome aún seguía alterada por el suceso.

-Calma Kagome. El doctor dijo que Shiori estará bien.-

-Lo sé. Pero creo que no sirvo para esto. Porque no hay manuales sobre cómo ser buenos padres?.-

-Mira Kag. Hay cosas que no se ven en libros o en manuales de la vida. Esto es simple instinto. No todo es planeado; muchas veces se actúa por los instintos, no por el cerebro.- le afirma Inuyasha, para hacer entender a su esposa. Ella se queda un poco más tranquila.

-Ya me siento mucho mejor. Tienes razón Inuyasha; muchas de las cosas se actúan por el instinto natural.-le besa Kagome.

http://blogs.cemzoo.com/sara-butler/blog/u98349/155533-lemon-2-jefe-de-mi-corazon.html

Continuara…

BUENO CHICAS, ANTES QUE NADA ME DISCULPO POR TARDAR; HE TENIDO MUCHAS COSAS EN LA CABEZA EN ESTOS Y NULA INSPIRACION. EN POCOS CAPIS SE ACABARA LA HISTORIA. ESPERO NO SE ENTRISTEZCAN, PERO ASI ES EL CRUEL PROCESO DEL FANFIC.