Aichi Iwakura

Casa de armamento
[Fuji; Riku]

El herrero lo miró extrañado —Demasiado misterio; si buscas a mi alumna di su nombre al menos; me han encargado su cuidado. No planeo que se vaya con un completo desconocido.

La mujer miró al herrero y sonrió al mirarlo tan protector con ella, siendo que en su primer encuentro había sido todo lo contrario —Calma Masamune-sensei; seguro es alguien enviado por Matsuda —miró hacia Riku —¿Cierto?

 

Riku

"Oh". Levanto un poco la vista al maestro herrero, al considerarlo, asiento. Dejada a su cuidado, es probable que lo sepa, más que eso, revela que ella no es de aquí. "Comprendo tú punto. Créeme, yo tampoco considero cómodo realizarlo de está manera. Es solo lo que tengo a disposición". Hacerlo trabajar de alguna manera, es de terror pensar en interrogar a todas las personas hasta dar la correcta.

"No, no Matsuda". Fue directa al soltar un nombre, quizás de alguien que escuche nombrar, solo uno de los muchos Minamoto con quién no hable. Siendo que primero piensa en èl que en Takeda, debe sera más importante para ella.

La falta de información solo extiende su brecha por cada oración, generando desconfianza más que otra cosa.

"Si así resulta ser, lo mostraré frente ambos". Meto la mano en túnica en movimiento lento, no queriendo generar una reacción por malos movimientos.

Saco la misiva y la dejo a la vista de ambos, cuidando de no arrugar el papel. Con la misma mano que lo sujeto, señalo con el pulgar el estampado que lleva. "¿Lo reconoces? Es del aliado que mencioné". Al reconocerlo, espero llegue a entender mí cuidado.

Me asegure de mostrarle la una distancia de cuidado, vigilante de algún estirón de mano para quitarmela.

 

Casa de armamento
[Fuji; Riku]

Fuji se acercó para leer y sonrió —Me alegra saber que se encuentran bien— dijo mientras miraba a Riku —Por lo que veo entonces eres un aliado— miró a Masamune quien no parecía entender nada —No se preocupe Masamune-sensei, viene en nombre de los míos; iré a conversar con él si no le molesta.

Masamune negó mientras regresaba a supervisar a los demás jóvenes en la forja. La mujer le indicó que salieron mientras se limpiaba un poco el sudor con su manga.

Fuera de la casa de armamento
[Fuji; Riku]

Iwakura era una ciudad muy pequeña, aun así Fuji revisó que nadie estuviera cerca —Entonces vienes en nombre de Takeda —sonrió — Mi nombre es Fuji, crecí junto a él en Nara, también con Matsuda, y un hombre que dudo que conocieras, llamado Yamagata— observó con detenimiento su rostro para tratar de identificarlo —¿Eres el joven Shinko?—preguntó —Pensé que el más pequeño de los Fujiwara era... ya sabes... pequeño —dijo recordando las historias de Takeda cuando le comentó de su encuentro con Kirara en el bosque. Recordó como volvió a Nara acompañado de Chikusa y Takano, la sonrisa de Chikusa en su memoria la hizo bajar la mirada con tristeza.

Cuando levantó nuevamente su mirada hacia Riku preguntó —Entonces... Takeda debe un favor a los Fujiwara; por favor, dime que ha sido lo que ha sucedido en Kamakura

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Monpoke

 

Fujiwara no Riku

"Podré esconder mí primer apellido, pero no suelo mentir al mencionar mí nombre". Corrijo un poco su nombramiento equivocado. "Me presentaré formalmente, ahora que estoy seguro de hablar". Me vuelvo a inclinar ante ella, reponiendo de nuevo el salido. "Soy Fujiwara no Riku. No hace mucho estoy dentro del Clan, pero lo estoy representando por el pedido que se me encomendó. Ten seguridad que no haré nada hostil que le agrave".

"Cómo bien intuyo dice la misiva, el mismo Takeda te menciono a nosotros varias noches atrás. Una amiga suya dijo, una herrera que podría ayudarlos con un tema de katanas y èl se haría cargo de la paga en cuanto pueda, pero eso fue todo. Sin mencionar su nombre o apariencia. De la prisa del momento, bien se pasó toda esa información por alto". Explico por lento el evento que trajo hasta aquí, contando el porque de mí carencia de datos sobre ella. "Junto a Shinko, que ahora descansa en el Shukusha, ambos viajamos de Kamakura hasta aquí siguiendo esa promesa".

"Está bien, supongo puedo contarte algo. Eres una aliado después de todo". Asiento tranquilo a su pedido de querer saber, compresible considerando que es un favor. No una promesa como debería ser.

Aliado. Los Minamoto... Aaah. Al menos alguien debe considerarlo como tal. Aún si se piensa lo contrario.

Miro un poco al rededor, comprobando una última vez que tan solo estamos.

Voy acercándome a ella, lo suficiente para poder susurrar con cuidado unas pocas palabras. "Un Minamoto cometió traición a nuestra alianza y a Takeda, todo para liberar a un Taira prisionero". De forma no intencional, deje ir algo de hostilidad en los palabras, no hacía ella, sino a ese evento.

Me aleje nuevamente con cuidado, dejándole espacio para recuperarse de esas palabras.

"Ignorando eso". Suelto un pequeño bufido al desviar la mirada. "Lograron su objetivo en Kamakura, hubo complicaciones, pero se podría decir que acabo bien. Los del Clan Minamoto y aliados se estarían reunión en Shizuoka por ahora".

 

Fuera de la casa de armamento
[Fuji; Riku]

Escuchó su nombre —El mío es Fuji Hatsu; respondo ante el clan Minamoto como uno de sus miembros; soy su herrara y esposa de Matsuda Koreaki — se presentó con tranquilidad para después seguir escuchándolo.

Soltó una risa ante lo que se había prometido —Típico de Takeda; me debe ya demasiado —dijo burlona —Pero claro que ayudaré a lo que necesiten, dime que es lo que el clan Fujiwara requiere, yo lo facilitaré.

Siguió escuchando, esta vez para borrar por completo su sonrisa —¿Libe... liberar un Taira? —preguntó en voz baja para después volver a cerciorarse de que nadie los estuviera escuchando —¿Uno de los míos ha hecho semejante cosa? —su mirada mostraba preocupación —Dime por favor, quien era el traidor; ¿Cómo era?— quería también preguntar el por qué; pero aquello posiblemente no lo sabría nadie mas que los involucrados

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Monpoke

 

Fujiwara no Riku

"No es por desconfianza". Continuo hablando en voz baja, siempre atento al entorno. "Solo espero puedas entender que este no es el lugar para hablar de semejante tema, también considero que no debo ser yo quien te lo diga todo".

"Te lo cuento por la naturaleza del asunto, aún si no tienes relación, como Minamoto te debería consenir. El nombre, solo eso diré y algo más. Después, te pediré amablemente dejemos este tema". Seguí acercándome nuevamente por cada palabra, lo que sería tercer vez en el día, le vuelvo a susurrar con cuidado. "Una Niña, Mao su nombre. Si preguntarás por su vida, desconozco en que quedó la cacería".

Suspiró al irme alejando. Tomando unos segundos para ir recuperando mi voz con tal de hablar naturalmente.

"Requerimos dos katanas". Fingiendo que esos segundos no existieron, hablo con tal de arrastrarla a conversar. "... O tres, siendo una para mi. La mía, Kosu la nombre". Desenvaino mí katana en totalidad, mostrandola en modo de presentación. Dejándole la opción de agarrarla si así lo quiere. "Necesita que se le quite este óxido".

Mí propia mirada se fue arrastrada a lo largo de la hoja, oxidada y manchada. Quizás, la última vez en que la sujete en este estado.

"Pero...". Me atragante un poco al hablar, como si mis siguiente palabras fuera comparables a un acto de traición."A un si regresa a su estado anterior, no me servirá de mucho. No por el... Rumbo que ahora sigo, su filo es insuficiente. Una katana simple se debería cambiar eventualmente".

Confío en ella, en la empuñadura que sujeto, en aquella que me ha acompañado hasta ahora. Ahora se batalla contra samuráis entrenados, incomparables a los bandidos con quienes la blandi en el pasado.

Kosu, ya te supere. Pero siempre serás mí compañera. Una decoración en la cintura, lejos de toda batalla.

¿Te supere y deje atrás? Eso no me importa, no es por filo que te empuño. Confío, siempre confíe en algo mucho mayor a eso.

Se trata de una guerra. No vas a durar, te quedaras atrás. Pero, si estuviera solo, no me importaría arrastrarte de igual forma.

Si tan solo. Si tan solo fueras especial.

Gracias. Gracias por traerme hasta aquí.

 

Fuera de la casa de armamento
[Fuji; Riku]

"Una Niña, Mao su nombre. Si preguntarás por su vida, desconozco en que quedó la cacería"

Las palabras de Riku fueron bastante frías; Fuji empalideció recargándose en la pared; Riku no esperó a que Fuji digiriera aquella noticia, le explicó qué era lo que necesitaba. Extendió a Kosu y Fuji la tomó por simple inercia; mientras Riku seguía hablando, Fuji miraba el óxido y las lágrimas comenzaron a caer, no podía detenerlas.

Hoy más que nunca, quería abrazar a Matsuda, que la contuviera ante la desesperación que sentía al imaginar a Mao muerta; ese sentimiento le dejó un hueco en el pecho; pero Riku había sido claro, no quería hablar al respecto y ella debía respetar eso, no podía molestar a los aliados del clan, debía fungir su tarea como herrera.

Limpió sus lágrimas —No es la primera vez que veo una katana en estas condiciones —si no tuviera aquella pena que la embargaba, ya hubiera regañado a Riku por el pésimo cuidado que le tuvo a su arma —Una fue una katana que encontré con un amigo mío en un árbol; años después me enteraría que perteneció a Takeda; y se la daría años después a Togashi, un miembro del clan—Fuji entendía muy bien los sentimientos ajenos, desde el inicio notó como le mostraba el arma, no lo hacía con indiferencia; era la misma manera como Kenzaburo sostenía la suya — La otra era de un ronin, que terminó uniéndose al clan; porque estaba en deuda por haber revivido su katana —miró a Riku, sus ojos estaban enrojecidos.

—Limpiaré a Kosu— mencionó sujetando el arma con fuerza —Volverá a brillar.

Guardó a Kosu en su saya —En cuanto a las otras katanas; tardaré en forjarlas. Tu arma la puedo tener limpia hoy; vuelve por la noche, y te dejaré ver lo que el óxido ha ocultado — se separó de la pared —Por ahora te pediré que me dejes unos momentos sola —las lágrimas volvían a escurrir —Necesito limpiar mi alma

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Monpoke puedes pasearte por Iwakura :P la ciudad es pequeña pero vamos... sobreviste a Kai xD

 

Riku

Entreciero lo ojos al verla llorar, reación suficiente para hacerme despertar de aquello que fui diciendo. A pesar, lo haría de nuevo... si esa niña observa, que sepa el pesar que trajo a estas personas.

Lagrima por lagrima. ¿Te importaron estas personas?

Trate de llavar mis manos hacia su rostro, pero dude. Acabe no haciéndolo. "Perdóname si he sido yo quien te lo cuente". Me inclino ante ella, si bien no hay pena en mi voz. Dentro de todo se que no es mi lugar hablar.

Nunca fui hablador. Y ahora revele algo que debió permanecer oculto.

No conozco el dolor de recibir este tipo de noticias. Lo de Kirara me afecto, y eso que no murio, para cuando la vi aun así dolió.

Dolor alimentado por verla así y que hasta horas antes pase el día ignorante de lo sucedido. Duele reconocer eso, que estuviste viviendo feliz sin saber que el mundo mismo se dio vuelta a tus espaldas.

"Te dejare sola tal como pides. Si me necesitas, estaré en el Shukusha hasta la tarde". Aun si soy nadie con quién hablar o consolar, le dejo esa oferta abierta.

"Cuídate". Me cubro la cabeza con la capucha al ir dándome la vuelta, alejándome de ella y tomando camino hacia al Shukusha.

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A cumplir la promesa con shinko y dormir hasta la tarde.

Esta vez puedes desactivar el sigilo.

 

Shukusha
[Shinko; Riku]

Riku volvió hacia el shukusha; llegó a la recepción dónde un hombre lo observó a detalle; incomodándolo un poco. Para después ver un papel en sus manos, su mirada pasaba rápidamente de Riku al papel, del papel a Riku.

—Un niño mudo me escribió en papel que un compañero suyo lo alcanzaría después —miró el papel nuevamente — Te dibujó —mencionó con una sonrisa mientras le entregaba el papel a Riku.

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—Sígame, le mostraré la habitación —mencionó caminando con pasos sutiles para después deslizar una de las puertas con sumo cuidado para no despertar a Shinko.

Allí estaba él, dormido en el futón.

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Monpoke

 

Riku

Trate de no reír al ver el dibujo, un lindo dibujo.

"Si. Yo estoy con él, gracias por mantenerlo seguro. ¿Cuánto es hasta la tarde? Aunque existe la posibilidad de que nos quedemos varios días". Le susurro al hombre, cuidando mi sonrisa y volumen de mi voz. Sigilo y en silencio, cuido el ruido de mis monedas al sacarlas y entregarlas. También es necesario en estos casos.

Luego de despedirme, me deslizo al que seria el futón que utilizaría. Cuidando mis movimientos le doy una mirada a su rostro dormido, relajado.

...
¿Qué sería de mi si supiera que murieras? ... ¿Sería lo mismo con Fuji? ¿Peor? No lo se, el punto, no sera nada agradable esa noticia. Rápido o lento, alguien de confianza o un desconocido... a pesar de la tragedia, me contaría con saberlo cuanto antes.

Pensar en los muertos como si estos estuvieran vivos, no suena bien. Cuanto antes lo sepa, más rápido le dedicare una oración al alma que se desvanece.

Fui cerrando los ojos, ladeando levemente la cabeza al ir quedandome dormido. Observe la puerta hasta el último minuto, el último minuto donde me deje consumir por la oscuridad y el cansancio.

Casi resulto llevar mi mano hacia Kosu, pero rápidamente sentí su ausencia al solo tocar aire.

Kosu. Después de tantas lunas, nos separamos. Volverás a brillar.

Tal como lo hace mi alma actualmente.

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A dormir hasta la tarde.

 

El hombre susurró hacia Riku —cinco monedas por descansar hasta medio día, diez si es que se quedan toda la noche— mencionó con una sonrisa, para después indicarle que entrara; ayudándolo a deslizar la puerta detrás suyo.

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​

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Era medio día. Shinko ya estaba despierto; había doblado su futón y lo colocó en la esquina de la habitación; estaba allí, sentado, limpiando su katana con papel de arroz.
Iwakura era un sitio muy tranquilo, nadie ni nada perturbó sus sueños; por lo que pudieron descansar sin ningún problema. Los sonidos de la ciudad eran casi nulos, sólo el aire, el movimiento de las hojas de los árboles y el río. Las personas allí parecían apreciar el silencio; a diferencia del ruido cercano a la armería.

 

Riku

Empezar con una sonrisa, ver aquello que te trae felicidad y confianza. Iniciar un nuevo día con energía. Es motivador ver aquellos al solo abrir los ojos.

"Se necesito...". Bostezo al aire por unos segundos, llegando a cubrirme la boca por la parte final. "Digo. ¿Has descansado bien?".

Fui sentándome en el futón al hablar. Me tomé el tiempo necesario en ir despertando, no queriendo moverme como un raro en los primeros segundos de abrir los ojos.

Solo me quedé ahí, contemplando a Shinko por unos instantes.

"He hablado con Fuji, la herrera, y le dejé el encargo. Así como también a Kosu hasta la noche". Cuide no agregar más a su título, pero es fue un movimiento inconsciente que otra cosa.

"¿Quieres dar una vuelta por el comercio? Es poco probable, pero es para revisar si venden elementos paras hacer medicina, después revisaré la herbolaria si no doy con nada". Ofrezco en silencio hacia Shinko. "Quiero asegurarme de tener todo lo posible a mano".

 

Shukusha
[Shinko; Riku]

Shinko afirmó, estaba bien; a pesar de que parecía estar un poco disperso, posiblemente se debía a dormir fuera de sus horas usuales. Shinko siguió escuchando y observó que efectivamente Riku estaba sin su katana, eso le preocupó un poco. Habló de seguirlo al al comercio y después a la herbolaria; y ahora que Riku estaba desarmado, realmente no tenían opción, no es que le molestara la idea; pero estaba nervioso de pasear por una ciudad desconocida sin estar preparado para una pelea.

Esa era la vida que Shinko había llevado desde que era pequeño; correr, atacar, rastrear. Hizo esto toda su vida, a diferencia de Kirara o Taiyo, quienes tuvieron una infancia más tranquila, en cambio Shinko siempre vivió en movimiento, sin descanso.

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Comercio
[Shinko; Riku]

El comercio era uno de alimentos; como solían ser la mayoría en poblados pequeños. En él sólo había un cliente; un hombre bastante peculiar, portaba una cicatriz en su ojo, la cual no cubría a pesar de su gran impacto visual.
El hombre levantó la vista, observándolos con detenimiento; detuvo su vista en Shinko para después desviar su mirada hacia el té en sus manos. Aquel sujeto no estaba armado.

Contenido oculto

Monpoke

 

Riku

Camino al comercio, noto el nerviosismo de Shinko. Preparado y alerta por aquello que no llegara.

No estés paranoico. Conmigo basta.

Expresarme, contarle mí punto de vista de su nerviosismo. Sentí el impulso de querer hacerlo, hablar.

Pero lo contuve al llegar a comprender, yo no portó una katana. Si sucede lo peor, no podré hacer mucho.

"Si te preocupas por mí". Golpe con el puño cerrado mí pecho. Haciendo retumbar el yoroi debajo de mí túnica. "No estoy totalmente desprotegido".

Con katana o sin ella... También tengo mí fuerza. Debo de tenerla.

Entrando al comercio, casi me llevo la meno al rostro al revisar su contenido. Un fiasco el elegir venir aquí.

"Bueno". Suelto una risa entrecortada al iniciar a hablar. Un volumen medio alto, despreocupado. Tal como el de una persona corriente que viene de paseo. "¿Quieres algo ya que estamos aquí? Nos espera un largo día por delante sin mucho que hacer".

"Sería bueno pasar un poco de tiempo aquí y movernos con calma hasta la noche, no queremos llamar la atención. ¿O si?". Susurro en voz baja, cuidando no ser escuchado por el único cliente del lugar.

Fijo sus ojos en Shinko, quizás debido a la rareza de portar una katana. Mientras menos personas le llame la atención, sería mejor.

Además, le vendría bien relajarse. Acostumbrarse al ambiente de aquí. Una taza de te a la vez.

Contenido oculto

Bue. Si Shinko se niega a la oferta, vamos a la herbolaria.

 

Comercio
[Shinko; Riku]

Shinko afirmó al escuchar el yoroi, si bien, lo dejaba más calmado; no podía evitar seguir alerta. Después la pregunta de la comida hizo que su estómago hablara por él, sonó de un modo delatador y vergonzoso, tanto que Shinko se ruborizó tapando su estómago, como si eso fuera a hacer que no sonara.

Un hombre se les acercó —Buenas tardes, ¿Desean algo de comer? Tenemos arroz con pescado; té verde; sake; encurtidos, todo a cinco monedas; menos el sake, ese es de quince monedas.

Shinko volvió a afirmar ante Riku. El otro cliente siguió comiendo sin preocupaciones.

Contenido oculto

Monpoke

 

Riku

Es un si entonces. Uno no puede engañar lo que decide su estomago, menos al sonar con semejante impulso.

"Buenas tardes". Le saludo hombre por su recibimiento, al recibir las opciones de pedidos me quede considerándolo unos momentos. "Y, si, dos pedidos de arroz con pescado...". Me vuelvo hacia Shinko, esperando su confirmación de su preferencia. Arroz con pescado o encurtidos, al menos se que no tendrá problema con el primero. "y dos te verdes". Si vamos a tragar, mejor tener un acompañamiento liquido.

Sake...

Esa doble mención me provoco un ligero picor en la garganta, un deseo sutil del deseo que siento de beber.

Debo controlarlo... Por Shinko. Solo espero nadie que venga lo pida.

Contenido oculto

¿Serán 20 monedas?

Me tire una lista para ver si Riku sucumbía a la tentación, pos, no le salió sake. jajaja.

 

Comercio
[Shinko; Riku]

Shinko afirmó nuevamente, el arroz con pescado era más que suficiente, así que tomó asiento y le indicó con la mano a Riku para que se sentara también; Shinko tomó el lugar que daba de espalda al comercio para que Riku tomara el asiento que daba la espalda a la pared, así se sentía más seguro.

La comida no tardó en llegar, todo se veía delicioso; Shinko junto sus manos frente a él para después empezar a comer sin reparo alguno.

El hombre que atendía se acercó a retirar los platos vacíos del otro cliente —¿Algo más, señor Hashimoto?

—No Shinta, debo ir a la clínica; tal vez por la noche regrese por un buen sake caliente— mencionó aquel hombre mientras se levantaba dejando las monedas en la mesa; avanzó por el pasillo estrecho que dividía las mesas —Provecho— mencionó hacia ustedes antes de salir del comercio.

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Monpoke

 

Riku
Comercio >> Herbolaria

Disfrute la comida a un ritmo moderado, saboreando lo más posible cada bocado antes de tragar.

Cada buena comida debe apreciarse.

Pero me voy asegurando de seguirle la velocidad a Shinko, no queriendo dejarlo esperando mientras me termino lo mío.

Habiendo terminado, voy sacando las monedas correspondientes y las dejo sobre la mesa. Esperado confirmación de Shinko, nos levantamos y partimos a nuestro siguiente destino.

"Disfrutamos de su comida, espero tenga un agradable día". Me despido del hombre justo a unos pasos de la salida.

"Por cierto". Me detengo antes de salir y volver a mirar al hombre. "¿Te suena de algo el nombre Kaori Takashima?".

 

Comercio
[Shinko; Riku]

El hombre agradeció con una reverencia los comentarios para después escuchar su pregunta —No señor—estando fuera del local miró hacia la clínica —Tal vez alguien más pueda ayudarlo; es muy rara la ocasión que le pregunto a mis clientes por sus nombres; no es de buena educación.

Shinko lo observó y afirmó.

Contenido oculto

Monpoke

 

Riku

"Eso es cierto, no esperaría lo contrario". Asiento al hombre ante su respuesta, una que no lleva a ningún lado. Claro, a menos que no lo piense demasiado. "Lo tomaré como que tampoco llego algún rumor sobre esa persona". No estoy decepcionado de su respuesta, bien esa era una que esperaba.

Deja bastante opciones abiertas, al menos, un agregado de la nada que ya se. Es posible no llegara a pasar por aquí, y si lo hizo, fue en silencio hace varias lunas. También dice otra cosa, nadie que la buscara o atrapara hablo de ella aquí.

Un poco de sake... y un grupo de bandidos escupen todo en tan solo una noche.

¿Qué fue de ella? ¿Perdida, secuestrada, asesinada o solo vaga por Japón? Llevara su tiempo descubrirlo. Pero pueda estar un poco seguro que no va causando problemas por donde sea que vaya.

"Entonces nos despedimos, cuídese". Decidí regresarle su formalidad y me incline levemente en señal de agradecimiento.

De ahí, toco abandonar el comercio y partir a la herbolaria.