Shimane Islas Oki

Akihito Shishio

Hizo una mueca de arrepentimiento en el instante que vio la reacción de Rengo ante sus palabras, con todo lo que había pasado en aquellas montañas se dio cuenta que era más que obvio que por la mente de Rengo no había pasado la muerte como consecuencia a la última interacción que tuvo Hoshi con ellos, más ahora que conocía que aparentemente podía agotarse la energía espiritual sentía que era más obvio su posible deseo: Un Hoshi dormido cerca de donde estaba, esperando a ganar energías.

Estuvo a punto de disculparse cuando el Hanyo volvió a hablar y cayó otra tanda de información.

¿Hoshi...reencarnaba? ¿Su hijo era un Hanyo? Entonces... Tenía que suponer que los qué tenían aquella energía espiritual no podrían ser capaces de convertirse en un Tanko como lo había hecho Hoshi, él era...otro ser.

—...¿Había otro Hanyo? —preguntó en voz baja mirando inconscientemente hacia el bosque donde vió aquella forma de Hoshi.

Al sentir la mirada de Torii en él volvió a centrarse un poco en lo qué estaba pasando, sintiendo la presión de responder lo qué le preguntaba aunque sabía que Aki seguro deseaba tratar ese tema a su manera con Rengo. Respiró hondo antes de responder para calmarse y cuando Mako habló primero, suspiró algo aliviado.

—Creo que aunque sea conciliador saber que el Señor Hoshi no nos ha dejado del todo, pero todavía deben y debemos procesar lo que su pérdida ha dejado a su ritmo, el tiempo que necesiten. —Dijo con tranquilidad, invitando a Torii a tampoco a ejercer quizás algo de prisa inconciente por su naturaleza longeva.

 

Playa
[Aoi; Ryoshi; Aki; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Tomoe; Mako; Hiro; Hajime; Dozan; Seikanji; Aoi]
[Akihito; Rengo; Xiao; Torii]

Ryoshi demostraba su enamoramiento hacia Aoi constantemente; por lo que sentir su mano contra la suya le hizo sonreír con una inercia que ni siquiera él notó hasta que ya era tarde; la miró con tranquilidad al escuchar las palabras de Torii; aun se sentía culpable pero las palabras del hannyo menguaron ligeramente su pesar. No fue hasta que hablaron de procrear cuando Aoi soltó su mano y entendió lo que ese ligero gesto significaba; pero no por ello perdería aquella oportunidad. Ryoshi colocó sus manos en los hombros de Aoi —¿No te gustaría ver correr a versiones en miniatura de nosotros? Ahora aquí podrían ser libres, conocer lo que nosotros no.

Los presentes sabían que no era el momento; aun no. Pero Oshin sonrió ante la idea y para hacer menos vergonzosa la situación para Aoi, decidió mirar a Haku —Yo creo que sus hijos se llevarían muy bien con los nuestros; yo puedo enseñarles a nadar — la sonrisa de Oshin se dirigió después a Aki, quién negó casi al instante para que no la metiera en esos temas; pero Oshin era como una hermana mayor para Aki, y no iba a dejarla escapar — Y tus hijos con los de Sei serían también muy bonitos ¿Heredarían tu cabellera? Así serían más fáciles de ubicar si se pierden.

Aki acompañó a Aoi en su vergüenza. Rengo reparó en cada facción del grupo y sonrió ligeramente; eran personas con deseos de vivir y al parecer de criar hijos de manera amorosa; sin darse cuenta con su mano derecha abrazó su brazo izquierdo, recordando el cariño de Yuzuki y del poco tiempo que pasó con Hoshi. Había enseñanzas sin dolor, había cariño incondicional; después miró a Akihito y afirmó ante sus palabras; pues a pesar de que Hoshi pudiese volver, pasaría largo tiempo y no sería de la misma manera. El protector se volvería protegido, y Rengo apenas se acostumbraba a ser protegido cuando lo perdía nuevamente, un recordatorio constante de que su infancia había acabado hace tiempo sin que él pudiese hacer algo al respecto, sólo aferrarse a ideas y recuerdos que ya no estaban más.

Rengo agachó su mirada y el cabello blanco escurrió de sus hombros; algo que lo alertó pues no se había dado cuenta de aquel cambio. Torii lo miró y sonrió para después depositar la vista en Akihito —Hiciste una pregunta sobre otro Hannyo... seguro viste la forma de Hoshi ¿eh? Muy distinta a la mía, yo no puedo convertirme en bestia por completo a diferencia de él

Mako dirigió la vista a Akihito.

—Hoshi no era un Hanyo, él era y será un yokai —miró a Rengo.

—El encuentro con un yokai... — indicó Dozan ante el cabello de Rengo —Se los dije en la mañana, la maldición de los zorros.

Torii negó con suavidad— No es una maldición... es una marca. Eres un posible recipiente para el kitsunetsuki; ya sea por encuentro con el yokai o por herencia.

—¿Kitsunetsuki? —preguntó Dozan

Torii afirmó —Puedes ser poseído por un zorro con facilidad.

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Ayeah rapuma Nekita

 

Aoi Nobunaga

En rubor de sus mejillas se intensificó, extendiéndose por todo su rostro al tiempo que su cuerpo se tensaba tras escuchar las palabras de Ryoshi.
No odiaba la idea pero se sentía incapaz de considerarlo siquiera en aquella situación.
Las palabras de Oshin no hicieron sino aumentar su vergüenza pero agradeció que desviara la conversación hacia otro foco y, aunque relajó un poco la postura, aun sentía sus orejas arder.
¿A qué clase de mundo se arriesgaría a traer vida? Desde luego no era el momento.

Entonces Torii habló, y la atmósfera cambió de forma brusca.

Aoi se volvió alternando la mirada de Dozan a Rengo y una arruga de preocupación se instauró en su frente.

— ¿Hay algo que podamos hacer para evitarlo? — No podía a permitirse perder a un miembro de su familia ahora que al fin tenía una.

 

Seikanji Yamagawa

La idea de traer hijos al mundo le pareció graciosa, ya que apenas había rozado los labios húmedos de Aki como para pensar en procrear. Pero aún y así, intentó imaginarse a los chiquillos mientras miraba a Aki a los ojos.

"Ojalá también hereden sus ojos", pensó mientras se perdía en los iris violáceos y sonreía con Oshin. Aunque la luz de su mirada se tambaleó unos segundos al recordar que su madre ya no estaría allí para disfrutar de sus futuros nietos. Perseguido de pronto en un laberinto de recuerdos arrancados de repente de un letargo escondido en algún rincón de su mente. Meneó la cabeza para intentar despistar sus fantasmas mientras observaba a Torii sin saber muy bien omo reaccionar ante él.

—¿Tengo el cabello blanco también? —susurró preocupado hacia Oshin, ocultando sus labios con el dorso de la mano en confidencia.

 

Akihito Shishio

No podía evitar sentirse un poco más tranquilo de que el tema de conversación ya fuera un tópico mucho más amigable y bastante tierno, ver a los presentes de la isla imaginando un futuro así le daba genuinamente mucha paz, eran momentos que sabía calmaban un poco más a todos y los alejaba de la tragedia e incertidumbre que los había llevado precisamente a esas islas, sentía que si tenían un par de días más así todos podrían empezar a sanar un poco, relajarse.

Mientras las correspondientes parejas hablaban, se acercó con tranquilidad a Rengo al ver sus gestos sobre la charla y su sorpresa con su cabello para tratar de brindarle algo de confort, aunque realmente en ese momento solo lo pudiera hacer revolviendo un poco su cabello aprovechando que se encontraba sentado. Se estaban discutiendo muchas cosas y si él mismo se sentía algo abrumado con todo lo que se decía, no se quería imaginar lo que pudiera estar pasando en la cabeza de Rengo.

"Hoshi no era un Hanyo, él era y será un yokai."

Miró a Mako con confusión y luego a Torii, no había preguntado eso pensando en Hoshi, más bien en el medio hermano de Torii, pero saber de entrada que Hoshi era un yokai lo sorprendía, de todas cosas cosas místicas que pudo haber pensado, Yokai no estaba ni siquiera en las primeras. —Yo... me refería al medio hermano de Torii... —Dijo ligeramente avergonzado por la confusión mirando hacia el mencionado por un momento, pero aún así agradeció con una pequeña reverencia hacia Mako.

Y con el tema de la posesión, asintió enérgicamente ante el comentario de Aoi —¿Hay algo que podamos hacer para ayudar a Rengo y Dozan de que eso no pase?

 

Playa
[Aoi; Ryoshi; Aki; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Tomoe; Mako; Hiro; Hajime; Dozan; Seikanji; Aoi]
[Akihito; Rengo; Xiao; Torii]

Torii miró hacia Aoi cuando hizo la pregunta sobre Dozan y Rengo; negó con suavidad — Lo único que sé es que algunas personas tiñen constantemente su cabello para evitar ser reconocidos; ese tipo de posesión tampoco es muy común; los zorros inferiores como los nogitsunes no pueden hacerlo; solo aquellos de mayor rango y de esos sólo existen... —Torii comenzó a pensar y contar con sus dedos —Ocho; Hoshi era uno de ellos así que serían siete. Tu caso es distinto... —dijo hacia Rengo—creo que has absorbido mucha de la energía de Hoshi y por ello has adoptado ciertas características. Pero no eres un yokai o hannyo — lo miró — Tampoco está Hoshi atrapado en ti...

Mientras tanto Oshin miraba a Sei y reía ligeramente ocultando también su sonrisa con su mano —Cuándo llegues a viejo... para eso falta.

Rengo dejó que le revolvieran el cabello; y no reaccionó ante la noticia sobre Hoshi; al parecer él ya lo sabía.

Torii volvió a mirar a Akihito —Mi medio hermano... Hoshi en esta vida tuvo un gran amor. Era una mujer tan delicada como la seda, una incansable costurera del clan Minami. Lograron engendrar un hijo el cual se llevaría a su madre en el parto —dijo con suma tristeza — El niño era un Hanyo cómo yo; pero nació en el invierno tormentoso de Kamakura y adquirió fiebre de montaña, murió al llegar la primavera —mencionó Torii con cuidado— El niño tenía los ojos violeta...

Cómo los de Aki.

—Ya saben... siempre parece que los bebés tendrán los ojos claros hasta que crecen y se tornan obscuros. Pero Hoshi jamás supo cómo serían los ojos de su hijo; y por eso creó una katana color amatista. Cómo los ojos de su pequeño. Hoshi dejó esa katana en aquel sitio que fue su hogar, y quemó todo—sonrió — No lo quemó por odio o despecho; simplemente lo hizo porque al quemar la amatista se tornaría color café claro. El color que Hoshi creía que serían los ojos de su hijo al crecer. Quemó todo el bosque que tenía los cerezos en flor, y con las cenizas y papel creó a un protector...

—Take...— interrumpió Rengo mientras se ponía de pie junto a Akihito.

Torii sonrió y afirmó.

—Hoshi... él me dio gran parte de su energía para que yo pueda resistir la voz de Mara; ahora puedo mantenerlo fuera de mi mente si así lo prefiero— mencionó Rengo a los presentes — Ahora soy capaz de liberar a Mara de shi...

Akihito y Seikanji comenzaron a entender varios fragmentos de aquel momento en la cima de la montaña.

Yo cumplo mis promesas... Y una de ellas es siempre regresar... No soy un sacrificio, ni para mi padre; ni para ti. Pero te he prometido algo... y lo cumpliré...

Buscaré la manera de cumplir mi promesa... sin darte mi vida a cambio.

Pero si fallo desataré peores males...
​

La palabras de Rengo en la batalla contra los Oni habían sido confusas en su momento; y ahora lo entendían. Rengo ya era capaz de liberar a Mara, y Mara se lo había pedido. Rengo pudo haber liberado a Mara aquella noche.

Me lo prometiste...​

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Ayeah rapuma Nekita

 

Akihito Shishio

Suspiró cuando Torii les confirmó que no podían hacer nada para evitar las posesiones, y tampoco sabía si era muy conciliador saber que había otros siete zorros que pudieran hacerlo porque no podía asumir que serían tan buenos como Hoshi había sido en vida con ellos, cuidando y velando por la seguridad de todos los presentes.

Durante la explicación sobre su medio hermano, miraba a Torii con cierta tristeza al imaginar lo que debía ser perder a tu pareja, la madre de tu hijo y no mucho después también perder al pequeño bebé . Ya había visto en la familia de los Sugita cómo vivían de primera mano la pérdida de un hijo y un hermano, pero vivir esas dos pérdidas de golpe sentía que podía dejar todavía un corazón más herido, más si luego tuvo que aislarse por...todo lo sucedido con shi.

Y aunque no entendió en lo absoluto sobre el protector, le alegraba saber que Rengo sí parecía entender eso y bueno, el tema de Mara. Sabía de la conversación, ahora sabía que tenía la capacidad de hacerlo pero el cómo, y lo que implicaría era completamente desconocido para él.

—...¿Qué es lo que pasaría cuando eso suceda? Y... ¿eso...si será seguro para ti? —Preguntó inseguro, entre que no tenía idea de lo que podía hacer un dios libre de una atadura pudiera hacer, también temía que eso terminara en consumir a Rengo de alguna forma u otra.

 

Seikanji Yamagawa

Torció el gesto ante las palabras de Rengo, esperando que realmente no haya pensado cumplir aquella promesa.

—Rengo-san, ¿estás seguro de querer liberar a Mara? —miró a Akihito en hito en hito. —Nosotros vimos cuando te dominó, cuando pudo poseerte. Podríamos haber muerto allí arriba con tanta facilidad... solo tú puedes controlarlo. —posó sus ojos en Torii, esperando encontrar una voz que diera apoyo a sus palabras. —Dime que tú tampoco crees que sea una buena idea.

Recordó las palabras de Hoshi, tan certeras como una flecha de luz en la oscuridad, alumbrando el camino en un destello naranja.

—Tomarás la mejor decisión que creas porque nunca has actuado con maldad. —sonrió con tristeza al rememorar al herrero. —Y yo creo en las mismas palabras que el señor Hoshi.

 

Playa
[Aoi; Ryoshi; Aki; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Tomoe; Mako; Hiro; Hajime; Dozan; Seikanji; Aoi]
[Akihito; Rengo; Xiao; Torii]

Rengo sonrió; algo que no había hecho en mucho tiempo. Pero ya lo podían entender gracias a la revelación en la cima de la montaña; aquella sonrisa sincera era una manera de ocultar todo, algo que ya hacía con tal inercia que ni él planeaba sus reacciones.

—Hoshi nunca encontró la solución; pero es porque Hoshi jamás se detuvo a conversar con Mara —suspiró con tal fuerza que después tuvo que volver a inhalar profundamente —Tengo que ordenar mis pensamientos antes de darles respuesta más detallada pero... —miró a Akihito — Estaré bien, no me veo más como un sacrificio —después se giró hacia Seikanji — Ningún mortal puede controlar a ningún Dios —soltó una leve risa; pero sus manos temblaban — Yo tengo la suerte de caerle bien. Me presta su energía pero es demasiada para un cuerpo así — dijo colocando su mano en el pecho —Por eso sé que debo liberarlo—dijo con seguridad —Encerrar a un Dios ha sido una mala idea, utilizarlo fue otra peor. Lo único que yo quiero es liberarlo sin rencores, quiero que sea libre como lo era antes. Mara será el Dios del caos y la muerte... pero eso siempre ha sido inherente en la vida. Lo importante es no dejarlo libre con mayor rencor del que ya posee por su simple naturaleza. Esa es mi función... calmarlo, no dominarlo. Ese fue el error de Hoshi... querer ser un Dios.

Mako bajó la mirada y afirmó —Entonces tu mayor temor es ser dominado por el odio.

Rengo afirmó —Y mi miedo. Es difícil no tener miedo. Pero cada día me siento menos solo — Esta vez su sonrisa fue sincera —Gracias por jamás juzgarme —soltó una risa — Por eso Hoshi insistió tanto en unirme a ustedes.

—¿Cómo íbamos a juzgarte?— preguntó Tomoe entre una risa fusionada con la de Rengo — Nuestro líder es un asesino; nos conformamos de mentirosos y embusteros — señaló al grupo de Aoi — Ahora hasta piratas — Sonrió hacia Aki —Seguro Hoshi te trajo aquí para que entendieras que nadie tiene una historia perfecta e inmaculada, vivimos en guerra; sobrevivimos como nos es conveniente —sacudió el hombro de Rengo — Todos estamos llenos de cicatrices, todos somos intérpretes de la derrota. Y es por ello que podemos ser verdaderamente sinceros. Ahora hasta puede decir que no me desagradas tanto como creí que lo harías. Y me alegra tanto no haberme casado contigo, tu cabello blanco te ha quitado belleza... no sé.

—Demasiado sincera — agregó Rengo tomando un mechón de su cabello. Dozan también hacía lo mismo, miró su cabello y por primera vez se planteó el hecho de que ese tono no lo hacía ver atractivo.

—Y ahora que somos sinceros... —retomó Haku —Todo esto me tiene agotado. Necesitamos descansar un poco... —dijo como una orden y un ruego simultáneo.

Oshin sonrió y lo abrazó — Tenemos tan pocos momentos dónde podemos relajarnos. Debemos aprovecharlo.

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Ayeah
rapuma
Nekita

Les doy estos últimos posts de calma, recomiendo que sea para disfrutar charlas profundas con los npcs que más quieran conocer a fondo. Lo digo porque ya sólo esperaré a que el barco en Omori zarpe ya para unir sus líneas argumentales y volver al desmadre. Así que aprovechen de la calma.

Si no quieren postear también lo entenderé, y les doy un respiro y etiqueto ya cuando venga la acción.

 

Aoi Nobunaga

No sintió miedo ante la posibilidad de liberar a Mara. Ella misma habia vivido tan rodeada de caos y muerte durante toda su vida que no creía que el Dios fuera a hacer nada que empeorara las cosas, por lo que sonrió.

— Lo que tú decidas estará bien, Rengo. — Dijo con seguridad, tratando de infundirle ánimos. — Confío en ti.
Eran unas palabras extrañas en su boca y así se sintió pronunciarlas pero se dió cuenta de que era cierto en cuanto las dijo.
Siempre había estado sola, siempre había desconfiado hasta del aire que respiraba... ¡Si ni siquiera había probado una comida o bebida que no hubiera preparado ella misma hasta aquella primera cena en Koga!

Estaba sorprendida pero su sonrisa se ensanchó y se volvió para tomar las manos de Ryoshi y Dozan cuando Tomoe los mencionó.

Ahora tenía una familia y personas en las que confiar, jamás lo hubiera pensado cuando empezó la guerra. Quizá de la muerte y el caos podían salir cosas bellas... Ella no temía a Mara, no.

Observó el movimiento Dozan mientras acariciaba su cabello y le dedicó un guiño.
— A tí no te sienta mal, pero podemos cambiar el color si te disgusta. — Susurró.

 

Seikanji Yamagawa

Se frotó los párpados con lentitud, sintiendo el placer de sentir el ardor en sus ojos abriendo el camino a un bostezo que no pudo contener. Haku tenía razón, debían descansar sus mentes para el nuevo amanecer pero no debían de perder de vista la negra silueta de la otra isla. Cualquier luz podría ser una alarma que diera señales a un enemigo próximo.

Seikanji caminó hacia Akihito, mirando aún con recelo a Torii pero dedicándole una reverencia al pasar por su lado. Saludó con la mano a Xiao y sonrió al llegar junto a Akihito, al cual estrechó en un suave abrazo antes de separarse de él.

—Kyuzo... Perdimos nuestra posibilidad de ganar protección. —giró la cabeza hacia la forma oscura en el horizonte que se dejaba ver gracias a la luna sobre el mar, la cual empapaba en un manto de luz plateada que bailaba como electricidad sobre el agua. —Nos topamos con una mujer que Mako-sama reconoció. Y necesitas saber qué ocurrió allí por si las cosas se tornan feas. Tenemos que estar preparados.

Seikanji contó todo lo que averiguó en aquélla roca junto al clan; la historia detrás y oculta que ellos ignoraban y el temor por un enemigo más a su larga lista.

—Tengamos un ojo en aquélla isla por las dudas, Akihito-san. Algo que te parezca sospechoso y tienes que dar la voz de alarma. —afirmó hacia él confiando plenamente en su amigo. Le puso una mano sobre el hombro y suspiró. —Y ahora tengo que pedir disculpas... Descansa, Akihito-san.

Miró a Rengo y observó de más cerca conforme caminaba en dirección a Haku. No se acostumbraba a verle con ese color de cabello.

—Hoy es un buen día para ver qué tributo podemos darle a mi madre y a Natsu. —recorrió la mirada y siguió con Aki. —Y a Hoshi, estoy seguro que hubiera murmurado algo en voz baja si nos viera dedicarles dos días seguidos. —el recuerdo fresco de Hoshi le hacía vibrar con energía, no era un recuerdo triste para él, sino uno que le daba fuerzas.

Caminó hacia Haku y Oshin, buscando con la mirada a Mako la cual se encontraba cerca de ellos. Probablemente lo sabían y eran conscientes de lo sucedido si el propio Murai los interpeló aquella noche lluviosa al regreso de su misión en Ritto. Pero tenía que darle voz y forma a sus pensamientos tortuosos luego de lo vivido en la otra isla.

Detuvo sus pasos entre los tres e hizo una reverencia profunda mientras se erguía y miraba a los ojos, alternando entre Mako y Haku principalmente.

—Lo siento mucho, en verdad. Me dejé llevar en Iga. Simplemente creí que descubriendo los secretos de nuestros enemigos estaríamos un paso por delante de ellos. Pero la ciudad estaba desierta, era como si los secretos fueran custodiados por los guardianes eternos de los Hattori desde el más allá. Entonces decidí dejar cenizas para que ni sus aliados pudieran encontrar algo que fuera usado en nuestra contra. Fue idea mía y sólo responsabilidad mía. —se pasó la lengua por los labios. —Pero si hubiera sabido lo del shihan... Yo... si hubiera sabido esto desde un principio... No tiene sentido lamentarse. Pero espero que sepan que mis intenciones eran para nuestro clan.
Al finalizar no pudo evitar ver a Aoi junto a Ryoshi, tan bellamente enamorados y felices, como si las circunstancias no fueran las peores. Notó lo mismo con Haku y Oshin, pensando en que aquél bichito de felicidad tenía mucho que ver con quién estaba al lado de uno.

Y siguiendo los latidos de su corazón, volvió a mirar hacia la dirección de Aki, recordando las palabras de Oshin sobre hacer vida en la isla y correr descalzos por la arena. Y se dio cuenta que él quería lo mismo. Quería tocar la tierra con los pies, levantarse cada mañana y poder contemplar el amanecer o apoyarse en una palmera y disfrutar el espectáculo del atardecer, viendo el sol siendo devorado por el mar. Deseaba una vida a cámara lenta, saboreando cada segundo a su lado.

 

Akihito Shishio

Sonreía mientras escuchaba a Rengo hablar sobre lo que especulaba, principalmente porque recordaba las palabras de Hoshi diciéndole que podría hacerlo. Si con un poco de información extra y algo apoyo era capaz de llegar a esas conclusiones "desordenadas", sentía que efectivamente iba encaminado a conseguir lo que deseaba con un buen resultado, había esperanza.

Después, cuando agradeció por no haberlo juzgado, no pudo evitar darle unas cuantas palmadas en su hombro y sacudirlo un poco con esa mano brevemente, le alegraba que se sintiera así y lo reconociera, era un gran avance desde que llegó a Koga. Luego se cruzó de brazos, escuchando las conversaciones con calma y riendo cuando Tomoe terminó llevando la sinceridad demasiado lejos.

—Próximamente es probable que podamos descansar en un sitio más cómodo, Xiao parece que sabe de construcción y accedió ayudarnos o... enseñarnos a construir un refugio, encontramos unos buenos árboles que podrían brindar buena madera, también hay pescados en caso de que estén hambrientos. —Dijo con cierta emoción hacia Haku y Oshin al haber recordado que no había mencionado eso antes, luego miró a Torii.

—De hecho...Señor Torii, ¿cree que pudiera decirle a Xiao que agradecemos la ayuda que nos ha dado? No se si solo habernos hecho señas sea lo más adecuado por lo que nos ha enseñado y nos puede enseñar. —Sonrió y también lo hizo en dirección a su incomunicado compañero de la isla Xiao antes de alejarse unos pasos del grupo donde estaba para acercarse a Seikanji.

Cuando recibió el abrazo lo correspondió con fuerza y una breve caricia en su cabello, realmente lo tranquilizaba que hubieran vuelto en una pieza, incluso más después de lo dicho por Torii —Estoy seguro que Kyuzo podrá mantenerse a salvo y...nosotros lo haremos si nos mantenemos juntos. Esa mujer que mencionas... no esta sola, Torii mencionó que restauró energía espiritual de mujeres en la otra isla. Hicieron bien en regresar antes de que levantaran sospechas. Me mantendré atento, gracias. —Lo dejó ir después de apretar ligeramente sus hombros en señal de apoyo, sabía que vendría una conversación algo pesada.

Volvió sobre sus pasos para regresar donde estaba antes, pasando cerca de Tomoe para poder murmurarle en un tono juguetón algo para luego sentarse en la arena, suponiendo que finalmente el grupo descansaria un poco.

—No te preocupes, no se ve mal el cabello blanco —Aseguró mirando hacia Rengo con una sonrisa —, si quieres luego te puedo ayudar a peinarlo.

 

Playa
[Aoi; Ryoshi; Aki; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Tomoe; Mako; Hiro; Hajime; Dozan; Seikanji; Aoi]
[Akihito; Rengo; Xiao; Torii]

Las palabras de Aoi suavizaron los rasgos de Rengo, Aoi siempre le había parecido muy distante si no se trataba de Ryoshi o Dozan en cuanto a emociones, y lentamente se había abierto con todo el grupo gradualmente; incluso mostrando sus cicatrices; algo que él aun ocultaba celosamente como si estas mostraran sus crímenes. Aoi lo inspiraba con su fortaleza —No los decepcionaré; jamás haré algo que los ponga en mayor riesgo.

Dozan sonrió también hacia Aoi —No lo sé; no quiero tener que cuidarlo demasiado; y a mi no me molestaba hasta hace unos momentos.

Tomoe junto sus manos llevándolos frente a su rostro para después cerrar los ojos; se disculpaba por sus palabras —Creo que en ti es un contraste muy favorable —le dijo a Dozan con sinceridad.

—Puedo ubicarte en nieve o en el bosque —dijo Ryoshi riendo —Mientras no quieras seguir el camino shinobi de todos ellos creo que no debería afectarte.

Dozan golpeó el hombro de Ryoshi en broma, rompiendo nuevamente la posible tensión.

Mientras tanto Seikanji conversaba con Akihito; poniéndolo al día con lo acontecido en la otra isla; para después avanzar con Rengo, este afirmó —Hay muchas maneras de honrarlos; pero los inciensos siempre es lo ideal... busquemos un buen sitio —dijo buscando a Aki con la mirada; ella se acercó.

—Guardé las cenizas y huesos. Podremos honrarlos; pero esperemos a la noche — dijo Aki y Rengo afirmó.

Seikanji siguió su camino con Mako; Oshin y Haku, se disculpó por lo sucedido en Iga, al escucharlo, también Dozan se acercó algo temeroso.

—Yo también he de disculparme; pensé que era lo mejor para mi amiga Kaori y para que Ryoshi no se aferrara a una tumba... en verdad lo siento. No quería causar más sufrimiento.

Mako sonrió —Cuando Murai y yo nos enteramos estábamos muy molestos; yo lloré aquel día y fue Murai el que me dijo lo siguiente: "No puedes culpar a aquel que destruye por temor a lo desconocido; si ellos hubieran conocido toda la historia no hubieran cometido tal barbarie, además... todos cometemos atrocidades por ignorancia..." —dijo Mako para colocar sus manos en los hombros de los muchachos frente a ella —Están aquí con nosotros porque en nuestros corazones no hay rencor, quiero que tengan eso muy claro. Iga era un recuerdo, una historia que podremos revivir mientras aun tengamos memoria. No todo se ha perdido, no dejemos que el fuego consuma todo.

Torii conversaba con Xiao; parecían llevarse bien, al parecer Xiao tenía muchas dudas hacia Torii y ambos se quedaron conversando profundamente.

Tomoe escuchó las palabras de Akihito mientras este se alejaba a la arena nuevamente junto a Rengo; ella lo miró y apretó los puños con una gran sonrisa —¡Odio equivocarme! — le sentenció a Akihito mientras lo señalaba a distancia — Me voy a desquitar — se burló mientras se quedaba junto a Oshin, debía planear algo para molestar a Akihito.

Rengo observó a Akihito y afirmó.

​

—Lo he descuidado mucho últimamente, seguro que está lleno de arena —Dijo Rengo algo avergonzado — Crecí malacostumbrado, Yuzu siempre lo peinaba por mí...

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Ayeah
rapuma
Nekita

 

Akihito Shishio

Mantuvo su sonrisa divertida mientras se alejaba y volvía a tomar su lugar, incluso se tomó la molestia de mostrarle la lengua brevemente. La situación en sí le causaba bastante gracia, principalmente porque no creía que la fuera a molestar tanto pero... si le gustaba tener razón, más después de todo el regaño que se había comido en ese momento.

Tan solo esperaba que ese "desquitar" no fuera algo demasiado severo, no tenía ni idea como era que las princesas se vengaban.

Alejó esos pensamientos de su cabeza y se centró en el cabello de Rengo ahora que había aceptado esa oferta que el daba. Se colocó detrás de él y fue tomando mechones con delicadeza para ir viendo qué tan descuidado estaba —No es necesariamente malo...—Dijo con tranquilidad, buscando dentro de su kimono el peine que solía usar para poder ir desenredando su cabello —. Que ella lo hiciera por ti dice que eres querido, aunque quizás si deba enseñarte a tener un cuidado básico.

Con sus manos fue sacudiendo la arena de las secciones de cabello en las cuales iba a trabajando, desenredando de puntas hacia arriba para que tampoco le molestara demasiado —Yo aprendí a hacerlo después de un tiempo de empezar a vivir con Rei, es tedioso pero te acostumbras. —Cuidó de no tocar los mechones de pelo que parecía gustarle tener sueltos, pero si tomó un mechón por detrás de su oreja para ir trenzando y poder incorporarlo a la coleta que quería hacerle.

—...Por cierto, si Aki y tú necesitan un lugar para honrar al Señor Hoshi y no quieren subir hasta la cima de la montaña, hay un estanque lindo que pasé con Hajime que se convierte en rio y desemboca hacia el mar, ese lado no tiene las vistas directas hacia la otra isla...—Le pidió su listón y finalmente pudo atarlo en un moño para sostener su cabello. Asintió aprobando su trabajo y volvió a rodearlo para quedar frente a Rengo de nuevo.

—Si necesitan algo para eso o si les gustaría ir a alguno de esos lugares, puedo ayudarlos.

 

Playa
[Aoi; Ryoshi; Aki; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Tomoe; Mako; Hiro; Hajime; Dozan; Seikanji; Aoi]
[Akihito; Rengo]
[Xiao; Torii]

Rengo se avergonzó porque según él si le daba el cuidado básico; pero siempre fue algo feral para los estándares incluso de Kamakura —¿Rei te enseñó a peinarte? —preguntó confundido; pues Rei no parecía cuidar demasiado su cabello —Ustedes... no se llevan muy bien. ¿Cierto? —no le gustaba indagar demasiado en asuntos que no le correspondían; pero algo de aquello le desató curiosidad.

Después habló de un sitio perfecto para honrar a Hoshi —Tal vez sea una buena idea, le preguntaré a Aki si le parece un lugar digno.

Rengo le entregó su listón y esperó paciente.

​

Rengo vio caer su cabello en un trenzado sobre su hombro mientras Akihito terminaba de amarrar el listón en la coleta; sostuvo entre sus manos la trenza y la inspeccionó con curiosidad —Yo jamás podría hacerme algo tan bonito y complejo como esto — dijo maravillado mientras sentía la textura; pero con suavidad para no desbaratarla —Muchas gracias; me siento mucho mejor.

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Nekita

 

Akihito Shishio

—Oh no, me refiero a que tuve que aprender a hacerlo yo cuando ya no me dejó vivir con mi madre y tuve que estar todo el tiempo con él. —Aclaró ligeramente avergonzado, ni siquiera era capaz de imaginar a Rei siendo capaz, o siquiera interesado en ayudarle a peinarse, era algo que requeriría estar demasiado involucrado. De hecho, lo imaginaba mas bien interesado en arruinarlo para divertirse.

—Y bueno... nuestra relación es... muy peculiar. Lo escuchaste en Gifu, si hubiera podido tener la oportunidad de eliminarnos, seguramente hubiera iniciado conmigo o me hubiera ido a cazar si hubiera huido de esa casa...—Suspiró cruzándose de brazos, acariciando inconscientemente su antebrazo izquierdo. —Pero yo intento no molestarlo demasiado intentado ser...útil, supongo, pero no te preocupes por eso, trato de que nuestra dinámica no se lleve de encuentro a nadie más.

Por eso era que se había asustado tanto que le contestara en Gifu y había tenido que llamar su atención para evitar que le siguiera hablando, lo que menos quería era alguien de Koga enredado en una discusión con su padre.

—Todo es práctica, no subestimes algo que probablemente no has intentado —Dijo algo más tranquilo —, y no hay de que, puedes pedírmelo cuando desees. Te dejo para que puedas hablar con Aki más tranquilo.

 

Aoi Nobunaga

Sonrió divertida ante el intercambio de los piratas y relajó notablemente su postura al sentir cómo el ambiente se distendía de nuevo.

Sin embargo, cuando Seikanji y Dozan mencionaron Iga no pudo evitar que su mirada se desviara hacia Ryoshi. Entrelazó sus dedos con los de él y le dió un apretón cariñoso para reconfortarlo.

No dijo nada, las palabras de Mako fueron mejor que cualquier cosa que hubiera podido decirle a Dozan por lo que se limitó a asentir.

Cerró los ojos y se limitó a a disfrutar de aquel breve momento de paz junto a sus seres queridos, dejando que la brisa marina se llevara lejos todas sus preocupaciones por un instante mientras disfrutaba de la cálida mordedura del sol sobre su piel.

Podría acostumbrarse a eso.

 

Seikanji Yamagawa

Inclinó la cabeza en una profunda reverencia a las palabras de Mako, las cuales restaba vergüenza y culpabilidad de sus actos. Estuvo muy agradecido por ello. Luego miró a Dozan.

—Dozan-san, ¿te molestaría participar con tu música cuando anochezca? Mi madre siempre decía que mientras la música existiera ella estaría ahí. —se sintió pequeño al transmitir algo tan personal y rápidamente comenzó un pequeño tic de su mano izquierda quitando distraídamente los callos de su palma derecha. —Perdí mi koto y no podré hacer música hasta que tenga otro. ¿Podrías honrarnos? Claro, siempre y cuándo no tengas otra cosa que hacer.

Tomoe se acercó a ellos mientras chismoseaba con Oshin y Seikanji pensó que jamás se había disculpado con ella por hacerla combatir embriagada.

—Tomoe-sama, quiero excusarme por mi falta de tacto al entregarle mi naginata aquella noche en Koga, donde el sake contribuía a que usted aceptara mi invitación. Podría haber terminado muy mal si no fuera por la rápida coordinación de todos. —Seikanji había adoptado el trato formal que merecía la princesa Taira en el momento en que ella misma revelaba su identidad en aquella isla. —Gomen nasai

 

Playa (pero más lejitos)
[Aoi; Ryoshi]

Ryoshi sintió la mano de Aoi entrelazando la suya; y aquello lo inspiró a apretarla suavemente; después la miró y lentamente la fue alejando del resto con una sonrisa pícara en sus labios; a una buena distancia la hizo caminar junto a él por la orilla del mar para después esconderse dónde nadie pudiera verlos.

La besó sin decir nada; no necesitaba hacerlo. Su respiración se agitó pero no avanzó a más; sabía de las recientes heridas de Aoi y eso lo preocupaba demasiado; pero quería estar con ella, quería estar solo con ella. Le importaban poco las miradas indiscretas; pero era celoso de su tiempo, no quería que los interrumpieran aunque sólo se recostaran en la playa a ver el oleaje. No quería compartirla con nadie, no quería que nadie le quitara el espacio para guardar su aroma mientras la sostenía entre sus brazos. Era suya y él era de ella.

—Te amo; mucho más de lo que pueda amar el mar. Porque tu azul es más profundo que el de cualquier agua o cielo; eres lo que más deseo proteger —La abrazó con delicadeza —Aoi...

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Ayeah

Playa
[Aki; Haku; Oshin; Midori; Kushina; Tomoe; Mako; Hiro; Hajime; Dozan; Seikanji]

Dozan sonrió hacia Seikanji —Será una lástima que no podamos hacer un dueto nuevamente; pero haré un solo digno. Uno que los eleve. Puedes confiar en mí.

Tomoe miró a Seikanji y comenzó a reír al escucharlo —Si no era una naginata, hubiera sido un simple palo. Con o sin sake—sacudió a Seikanji — Y no me trates con tanta formalidad que me recuerdas a los idiotas de Kioto; además se te olvida que yo fui la primera en brindar... yo fui la impertinente. Y yo tomé la naginata a pesar de ver a dos Seikanjis —bromeó.

—Además Konan... —dijo recordando a Konan y borró su sonrisa y abrazó a Seikanji pues sabía que aquel nombre aun podía causarle más culpa al ya atormentado Seikanji — ¡Cuando regrese Konan! ¡Si! —dijo con habilidad teatral envidiable; ella tenía miedo de no volver a verlo; aun así, no quería darle esas emociones a Seikanji, se separó de él — Cuando regrese haré que ambos se pongan incómodos el uno al otro; para que el muy maldito deje de burlarse de mi. Si, eso haremos ¿Verdad, socio? —volvió a sacudir a Seikanji — ¿Verdad que vas a ayudarme a vengarme de Akihito? ¿Lo viste, no es así? ¡Hasta me sacó la lengua! —dio un golpecito en el estómago de Seikanji — Él de imprudente y tu con tú "Gomen nasai" —se burló —No eres mi súbdito ¿Sabes? Eres mi amigo...y no de ese...—dijo señalando a Akihito a la distancia.

Pudieron verlo platicar con Rengo, se notaban serios.

—Lo dejó bien peinado...hmmm — vio como Rengo lo detuvo del antebrazo —Vaya... bien jugado Akihito.

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rapuma

Playa (lejitos pero no tan lejitos)
[Akihito; Rengo]

Recordó su imprudencia en Gifu; pero trató de no ahondar demasiado en que hubiera sido si no hubiera interrumpido como lo hizo. Lo miró cruzarse de brazos, y reconoció sus movimientos; era algo que él también hacía con sus hombros, una caricia a un recuerdo seguramente. Después las palabras que prosiguieron lo llevaron inconscientemente a hacer lo mismo que Akihito pero en su estómago.

"Pero yo intento no molestarlo demasiado intentado ser...útil, supongo, pero no te preocupes por eso, trato de que nuestra dinámica no se lleve de encuentro a nadie más"

Sonrió al darse cuenta que los recuerdos no lo dominaban; ya no había miedo, al menos no en ese rubro. Y cuando Akihito se despedía, Rengo lo detuvo del antebrazo.

—No eres útil —sacudió su cabeza al notar que mal se escuchaba aquello — No debes serlo, no para él; no para nadie —Lo soltó al notar el contacto —Olvidamos lo que somos cuando aprendemos a complacer a los demás. Es por eso que siempre vivimos insatisfechos... — Rengo suspiró al recordar como era hace algunos soles, cómo creció queriendo complacer a los demás. Akihito ya lo sabía, el deseo reprimido que tenía por morir, fingiendo siempre ser feliz — He entendido algo, mi alianza debe ser con mi voz —dijo llevando su mano al pecho — Abandonaré todas las expectativas que los demás tengan en mí antes que abandonarme... a mí —reiteró —Rechazaré a los demás antes que rechazarme a mí mismo; por eso rechacé a mi padre, a mi madre y a sus estúpidas aspiraciones... —señaló a Akihito —Tú y tu corazón son los únicos que estarán juntos hasta la muerte, no lo entregues a las expectativas bajas de alguien que no sacrificaría todo por ti... no puedes entregarlo por tan poco, no puedes traicionarlo... por favor.

Bajó la mirada esquivando la de Akihito. Tal vez había dicho demasiado. Pero bajó la mirada no por vergüenza; sino porque no iba a disculparse por decir lo que dijo.

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Nekita

 

Aoi Nobunaga

El amor es un sentimiento extraño.

Aoi nunca había entendido cómo las personas perdían la cabeza de aquella manera los unos por los otros; cómo podían dejarlo todo por otra persona: abandonar tierras, familias y responsabilidades... Incluso fallar misiones.

Pero cuando Ryoshi pronunció su nombre... su nombre real y que odiaba con cada fibra de su ser... Ella supo que podría morir por él.

Y lo haría de buen grado.

Y, de pronto, todo lo que siempre había encontrado tan extraño en las demás personas pareció cobrar sentido.

Sonrió, acariciando con los dedos el lugar donde sus labios se habían encontrado y alzó la mirada para encontrarse con la de él.

— Haría cualquier cosa por tí.— Dijo sorprendida. No era una declaración , simplemente era la constatación de un hecho más para sí misma que para él. Pero sus ojos se abrieron al comprender lo que acababa de pronunciar y un leve sonrojo acudió a sus mejillas.

Esta vez no trató de ocultar su rubor, simplemente correspondió el abrazo de Ryoshi y cerró los ojos dejando que fueran sus cuerpo quien transmitiera lo que con palabras no acertaba a decir.

— Se me va a salir el corazón. — Susurró con una risa suave contra su cuello, sintiéndolo aletear desbocado.