Shimane Islas Oki

Seikanji Yamagawa

Tocó las letras del pergamino que Tengo había entregado a Xiao, como se había presentado el habitante de la isla. Arrugó el entrecejo, levantando la vista y mirando a Rengo.

—Aquí dice "maleficio", no creo que te haya bloqueado por casualidad. Pero quizá podremos hacer algo al respecto si sabemos más de él.

Aquí observó con curiosidad al anfitrión de aquella trampa, aquél sujeto que les sonreía.

—Seikanji. —se tocó el pecho, presentándose como había hecho Aoi. —¿Estás solo aquí? —habló despacio pero se dió cuenta que quizá era una tarea inútil
Entonces volvió a tomar el pergamino, intentando buscar letras que al señalarlas una por una pudiera formular la pregunta.

¿Solo?

 

Islas Oki/Camino a la cima
[Seikanji; Akihito; Aoi; Ryoshi; Rengo]

Xiao no entendía que sucedía, miraba confundido a Seikanji; sólo había entendido su nombre.

—Eliminémoslo— sentenció Ryoshi.

—O llevémoslo con el resto. Seguramente alguien sabrá comunicarse con él más fluidamente —mencionó Rengo —Hoshi es muy listo. Además... si este hombre fuera un asesino, seguramente hubiera visto espíritus de sus víctimas antes de que me bloqueara.

—Todos aquí somos asesinos y a nadie nos siguen los fantasmas de nuestras víctimas — reclamó Ryoshi.

—A ti te siguen muchos espíritus extraños cuando estás en el mar — mencionó Rengo haciendo que Ryoshi se quedara callado, mirándolo con intriga —Generalmente rondan en el sitio dónde murieron. Si esto fuera una trampa para humanos, aquí estarían los espíritus.

—Tal vez de aquí los llevaba a otro sitio para matarlos — Ryoshi seguía peleando con Rengo —Es una trampa enorme para sólo usarla para animales pequeños, es ridí...

Un fuerte gruñido los interrumpió y colocó a Xiao en alerta, colocándose frente a ustedes.

El sonido del bosque desapareció, los pájaros huyeron, los silbidos y sonidos característicos de animales lejanos se disiparon lentamente; sólo dejaron el gruñido. Todos los presentes sabían que aquello no era bueno.

El follaje comenzó a vibrar y de él lentamente vieron emerger un hombre enorme; posiblemente les doblaba el tamaño. Emitía un gruñido feral; su rostro estaba cubierto de vendajes y parecía tener sellos cómo los que Rengo había mostrado. Tal vez por eso Xiao bloqueó a Rengo; pensando que algo le había sucedido debido a la criatura o persona que tenían enfrente.

Contenido oculto

Y al igual que él, su katana era enorme; podía cortarlos con gran facilidad si los alcanzaba. Aquella trampa era para esa criatura, y al parecer Xiao quería atraparla.

• ENEMIGO GIGANTE

• 
  Nivel= 5
  PV= 300
  Fuerza= 30
  Protección= 0
  Espada Dako= +20 (no puede sostenerla una persona común)
  

Contenido oculto

Nekita rapuma Ayeah

 

Aoi Nobunaga

Escuchaba la conversación entre Rengo y Ryoshi divertida; jugueteando con una de sus flechas entre los dedos. Le fascinaba el hecho de que Rengo viera los espíritus que seguían a Ryoshi pero no se atrevió a preguntar por los propios... Probablemente fueran demasiados.

Tampoco importaba, ya estaban muertos.

Aguardaba al desenlace de la conversación haciendo girar la flecha por la punta cuando un gruñido salvaje interrumpió sus cavilaciones.
Giró como un rayo en dirección a la procedencia del sonido y su juguete volvió a tornarse arma en sus manos. Sacó el arco con un movimiento fluido y tensó la cuerda antes incluso de que la criatura pudiera notarlos... Pero ella sí lo había visto.
No se parecía a ningún ser que hubiera conocido antes. Sintió cómo el vello se erizaba en su nuca mientras seguía la trayectoria de su saeta.

 

Seikanji Yamagawa

El vello de sus brazos se erizó cuando pudo identificar al responsable de los gruñidos; abrió los ojos por completo, incapaz de pronunciar alguna palabra a lo que estaba presenciando.

Aoi tomó la iniciativa, disparando la flecha que surcó veloz el espacio entre ellos y la criatura. Sei pensó rápido, quizá lo mejor era evitar el enfrentamiento directo; lo mejor podría ser intentar que aquél ser cayera en la trampa para la que, ahora lo sabía, estaba destinado y que ellos habían irrumpido.

—Hay que empujarlo. —dijo mientras desenfundaba sus kodachis, las cuales notó al momento que le faltaban un mantenimiento apropiado. Había descuidado el filo de ambas. —Tenemos que empujarlo y evitar la pelea directa.

Se relamió los labios, él había luchado contra hombres y mujeres, nunca contra un yorei de otro mundo.

 

Akihito Shishio

—Akihito. —Se presentó a Xiao mientras se señalaba, acompañado de una pequeña sonrisa para presentarse antes de ver hacia el grupo. Coincidía con Seikanji, no podía ser una simple casualidad que reaccionara de esa forma ante algo como eso, lo cual tampoco le daba muchas esperanzas de su nuevo o temporal hogar.

Pero con una barrera de lenguaje tan grande tampoco podían averiguar todo solos, y Xiao tan siquiera de momento tampoco parecía estar...mal con el grupo en general, y si jugaban todo bien podía mantenerse no hostil hacia ellos.

—Rengo tiene un punto, quizás Hoshi sea el que tiene más probabilidad de conocer...—Aquel repentino gruñido hizo que su mano fuera directamente al mango de su katana, cada nueva vibración y sonido iban tensándolo al ni siquiera poder imaginar la clase de animal que pudiera ser responsable de causar ese alboroto.

Pero claro, que fuera un animal sería algo afortunado, y esa era una condición que no tenían desde hace tiempo.

Los escalofríos recorrieron su cuerpo y por unos momentos ni siquiera recordó como respirar apropiadamente, ¿qué demonios era eso? —Empujarlo y...tratar que su hoja no nos alcance...¿golpear y alejarnos?

 

​

 

Islas Oki/Camino a la cima
[Seikanji; Akihito; Aoi; Ryoshi; Rengo]

Aoi usó su arco y disparó con éxito. El primer ataque entró en el hombro de aquella criatura la cual no sangró. La flecha se quebró cunado este comenzó a desenvainar su katana.

El siguiente ataque de Seikanji lo hizo tambalearse por el impacto mientras este preparaba su gran katana, levantándola sobre su cabeza a dos manos. El impacto sería letal.

La gran katana descendió sobre Akihito con gran velocidad a pesar de su peso; por fortuna, Akihito fue más rápido esquivando el ataque con éxito, viendo cómo cortaba el suelo como si este fuera simple lodo. Akihito respondió al ataque el cual también parecía dañarlo; pero ningún corte lo hacía sangrar.

Una trampa no lo retendría.

Ryoshi preparó su katana la cual silbó al desenvainarse y golpear a su objetivo con fuerza, haciéndolo dar un paso hacia atrás para evitar la caída.

El siguiente en atacar fue Rengo; quién después intentó hacer algo sin éxito, olvidando que su energía había sido bloqueada.

Por último fue Xiao, quién atacó con sus propias manos. Sus movimientos fueron muy veloces y al parecer con el último impacto no logró romper la enorme arma. Pero parecía que no pudo realizar lo que quería, se notaba la decepción en su rostro.

Pero el esfuerzo en conjunto fue un éxito, aquella criatura se tambaleaba, parecía que iba a caer pronto.

—Eso es un ichijama — aclaró Rengo mirando — Son cadáveres reanimados; sólo pueden creados con un cuerpo fresco y un maestro en el shugendo. Este es uno creado con energía oscura, pues si fuera de energía luminosa estaría hablando con nosotros en lugar de atacándonos. Xiao no es su creador, él sabe bloquear el Qi pero no poseía uno... o hay alguien más en esta isla, o simplemente lo dejaron para protegerla.

—Entre mayor peligro... mayor es el tesoro —mencionó Ryoshi —Destruyámosle y busquemos lo que esconde. Ahora sin arma su impacto será mucho menor, no teman. Nadie morirá aquí.

Contenido oculto

Y al igual que él, su katana era enorme; podía cortarlos con gran facilidad si los alcanzaba. Aquella trampa era para esa criatura, y al parecer Xiao quería atraparla.

• ENEMIGO GIGANTE

• 
  Nivel= 5
  PV= 17/300 (-26 Aoi -55 Sei -83 Ryoshi -46 Rengo -22 Akihito -51 Xiao)
  Fuerza= 30
  Protección= 0
  Espada Dako= +20 (no puede sostenerla una persona común)
  

• Xiao

• 
  Nivel= 5
  Ataque= 2
  Defensa= 28
  PV= 100
  

• Seikanji
• Ryoshi
• Rengo
• Aoi
• Akihito

• 
  Nivel= 5
  PV= 100/100
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Intuitivo= +3 suerte
  Salud de hierro= +1 defensa
  Kodachi= +2 ataque
  Kodachi rara= +9 ataque
  
• 
  Nivel 5
  PV= 100
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  katana Hoissuru (silbido)= +20
  
• 
  Nivel= 5
  PV= 100/100
  Fuerza= 9
  Protección= 21
  Katana shi= +20 (irrompible)
  
• 
  Nivel= 2
  PV= 60/60
  Fuerza: 5
  Protección: 10
  Intuitivo= +2 suerte
  Arco +15 ataque
  15 flechas
  
• 
  Nivel= 2
  PV= 60/60
  Fuerza= 4
  Protección= 11
  Intuitivo= +3 suerte
  Débil= -2 defensa
  Katana de Shura= +16
  

Contenido oculto

Nekita rapuma Ayeah

 

Akihito Shishio

Tan solo el tamaño de ese enemigo era intimidante pero verlo blandir aquella espada sin importar todo el daño que estaba recibiendo le agregaba todo un nivel más de terror y surrealismo a esa pelea. Se acercó por un costado para tratar de contribuir al daño que estaban haciendo sus compañeros cuando vio con sorpresa como el filo de la espada estaba bajando con una velocidad alarmante hacia él, frenó y dio un salto hacia a un lado para poder esquivar el ataque, observando con horror como ni siquiera la misma tierra había sido capaz de mantener su estructura.

Eso hubiera sido letal si lo llegaba a tocar.

—Mientras no haya más de estos en la isla me conformo...

Tomó aire para calmar sus nervios y una vez más se acercó para atacarlo.

 

Aoi Nobunaga

Le sorprendió ver que no sangraba pero eso ni hizo que se amilanara.
Aquel gigante parecía fuerte pero no demasiado ágil y, al menos, su gran tamaño lo hacía un objetivo fácil de alcanzar hasta para alguien com nula puntería.

Sonrió dando dos pasos hacia atrás para lanzar una segunda flecha, ésta vez en dirección a su rostro. Específicamente para atravesar aquel ojo sin vida que queda visible entre los vendajes.

Si ya estaba muerto como decía Rengo... Tendría que matarlo una segunda vez.

 

Seikanji Yamagawa

—¿Por qué dejarían un guardián aquí en esta isla? —dijo hacia Rengo, arrugando un poco su entrecejo; no tenía sentido dejar un ichijama allí. Observó entonces a Xiao, el hombre atacaba junto a ellos a la criatura, no mentiría, ¿verdad?

Cuando la enorme espada impactó en el suelo percibió cómo éste cedía con la facilidad de la mantequilla. Akihito había estado a un golpe de ser parte del lodo.

 

​

 

Islas Oki/Camino a la cima
[Seikanji; Akihito; Aoi; Ryoshi; Rengo]

Aquella criatura no soltó su arma; ahora rota parecía una katana simple; y por ello el impacto parecía descender aun más rápido...

Aoi apuntó y disparó a su único ojo visible mientras este descendía la katana sobre de ella. Ryoshi corrió a recibir el impacto pero fue inútil; el daño estaba hecho.

Aoi sangraba a velocidad, un herida del hombro hasta la cadera; una profundidad media pero propensa a infecciones y desangramiento. Ryoshi se quitó todo lo que pudo para cubrirla —Respira con tranquilidad, guarda tu energía. Estás a salvo con nosotros —Dijo intentando sonar calmado pero era evidente el miedo en su voz.

La criatura cayó de rodillas y allí permaneció. Inmóvil. Para asegurarse de su destrucción, tanto Seikanji como Akihito lo remataron, Seikanji destruyendo lo que quedaba de la letal arma y Akihito lastimándolo lo suficiente para que este cayera directamente al hoyo.

Rengo miró a Xiao alarmado; con sus manos en su cuerpo imitó la herida de Aoi e imitó una mano suturando. Después negó y miró a Seikanji, él supo ayudar a su hermana, él sabía de medicina y podría salvar a Aoi.

Xiao se inclinó antes los pedazos de katana y lo comenzó a inspeccionar. Después miró al cadáver.

Contenido oculto

• ENEMIGO GIGANTE

• 
  Nivel= 5
  PV= 0/300 (-26 Aoi ) MUERTO por Ryoshi; Seikanji; Rengo; Aoi; Akihito; Xiao
  Fuerza= 30
  Protección= 0
  Espada Dako= +10 (rota pero con filo)
  

• Xiao

• 
  Nivel= 5
  Ataque= 2
  Defensa= 28
  PV= 100
  

• Seikanji
• Ryoshi
• Rengo
• Aoi
• Akihito

• 
  Nivel= 5
  PV= 80/100
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Intuitivo= +3 suerte
  Salud de hierro= +1 defensa
  Kodachi= +2 ataque
  Kodachi rara= +9 ataque
  
• 
  Nivel 5
  PV= 80
  Fuerza= 25
  Protección= 5
  katana Hoissuru (silbido)= +20
  
• 
  Nivel= 5
  PV= 80/100
  Fuerza= 9
  Protección= 21
  Katana shi= +20 (irrompible)
  
• 
  Nivel= 2
  PV= 13/60
  Fuerza: 5
  Protección: 10
  Intuitivo= +2 suerte
  Arco +15 ataque
  14 flechas
  
• 
  Nivel= 2
  PV= 40/60
  Fuerza= 4
  Protección= 11
  Intuitivo= +3 suerte
  Débil= -2 defensa
  Katana de Shura= +16
  

Contenido oculto

Nekita rapuma Ayeah

Contenido oculto

Nekita rapuma Ayeah

Contenido oculto: Ganancia EXP

+300 exp INDIVIDUALES por ganar la pelea
Ayudar a matar a un rival nivel 5= se dividen EXP entre los involucrados (500/5) =100

TOTAL= 400 c/u

Fichas actualizadas

 

Seikanji Yamagawa

Cuando aquella criatura sucumbió ante ellos, levantando una fina cortina de polvo, socorrió a Aoi. Se arrodilló junto a ella, ignorando a Ryoshi a su lado.

—Haz un vendaje largo con esto —le ordenó sin una voz autoritaria, simplemente dictando una orden incuestionable para esos momentos; le señaló el obi del propio pirata. —Tiene que estar limpio para acercarlo a la herida.

Observó la herida en su longitud y se mordió el labio inferior mientras se ponía a trabajar; había tenido suerte, quizá no tanta como la de Akihito, pero suerte al fin y al cabo. Seguía viva por su agilidad, porque había podido evitar el impacto directo. De lo contrario...

Limpió la herida con los materiales que disponía y comenzó a suturar con delicadeza, tal como Aki le había enseñado. No le gustaban las cicatrices, por lo que intentaría lo mejor de sí para evitarle una muy grande a su compañera. Trabajó con la calma que disponían y cuando hubo terminado apretó con fuerza en dos distintos nudos el vendaje sobre el hombro y la cadera.

—Deberemos limpiarlo al regresar, ¿estás bien? —le preguntó a la discípula de Wu y ahora sí, miró a Ryoshi. —Kyuzo, el polizón que encontramos en el barco, es un herrero de gran calidad. Estos enfrentamientos serían mejor si pudiera darnos protección adecuada, duradera. Creo que ése y no otro debería ser el pago por sacarlo de la isla. Pero tendrá que ponerse a trabajar... somos demasiados.

Le tendió una mano a Aoi para que se ponga en pie y rápidamente observó los movimientos de Xiao. ¿Sería buena idea llevarlo al campamento como Akihito había propuesto?

Se limpió la transpiración de su frente con el antebrazo y comenzó a atender las heridas superficiales del resto de sus compañeros tras la caída; comenzó por Akihito, seguido por Rengo y terminó en Ryoshi para finalmente darse atención personal a sí mismo.

 

Akihito Shishio

Cuando la criatura finalmente cayó esperó unos cuantos segundos antes de guardar su katana, esperando que quizás esa cosa se levantaría de nuevo pero al ver que ese no sería su situación la guardó con rapidez para acercarse al grupo, arrodillándose al lado de Seikanji cerca de Umi, observando su herida con bastante preocupación.

Una isla no era un lugar adecuado para tener esa clase de heridas.

—...¿Quizás podamos cargarte de regreso? Para que no hagas demasiado esfuerzo...—Dijo todavía con bastante preocupación, temía que con todo el recorrido pudiera hacer que se le abrieran las heridas de nuevo. Pero claro, sabía también que todo dependía de como ella se sintiera al respecto, en ese momento no le importaba mucho aquel cadáver del gigante como para investigarlo a fondo como Xiao.

—Oye Xiao...—Le habló desde su lugar para llamar su atención y una vez que volteó le hizo una seña con el pulgar arriba y luego hacia abajo mientras se alzaba de hombros, si el conocía más mejor tratar de preguntar cómo veía esa situacion

 

Aoi Nobunaga

Observó con indiferencia cómo su flecha perforaba a su oponente en el lugar exacto al que había apuntado al tiempo que trataba de esquivar el arma que caía a plomo sobre su cabeza.

Su gesto no mutó cuando el ramalazo de dolor estalló desde su hombro a su cadera. Simplemente observó caer el enorme cuerpo del gigante mientras luchaba por mantener el equilibrio.

No necesitaba mirar para ser consciente de los daños, sentía una riada húmeda y caliente empapar sus ropas desde el hombro deslizándose pierna abajo hasta crear un charquito en torno a sus pies.

Al instante Ryoshi estaba junto a ella cubriéndola con sus propias ropas y, finalmente, la expresión de Aoi mudó de la total indiferencia a una sonrisa algo forzada.

— Estoy bien. — Consiguió articular. — He tenido heridas peores.

Estaba acostumbrada al dolor y su cuerpo plagado de cicatrices era una muestra de ello. Cuerpo que odiaba mostrar, por lo que se tensó cuando Seikanji exploró su herida y apartó la vista del joven mientras se dejaba hacer sintiendo el calor acusador cubrir sus mejillas. Buscó la mirada de Ryoshi y respiró con lentitud para apartar la incomodidad y, cuando hubo terminado se incorporó tan rápido como le permitieron sus escasas fuerzas.

Las palabras de Akihito la horrorizaron y sintió cómo el rubor volvía a teñir su rostro mientras negaba con vehemencia.

No quería entorpecer la misión pero la escasa distancia que restaba hasta la cima se le antojó imposible.

— P-puedo volver sola.— Murmuró, tras un largo suspiro. — Terminad con la exploración.

Forzó una sonrisa y extrajo uno de sus kunai de los pliegues de sus ropas para demostrar que estaría a salvo. Tenía una punteria excelente, podría defenderse sola... O eso creía.

 

Islas Oki/Camino a la cima
[Seikanji; Akihito; Aoi; Ryoshi; Rengo]
[Xiao]

Rengo desvió la mirada al instante en el que Seikanji comenzó a ayudar a Aoi. Todo sucedió rápido, notó algunas cicatrices y cerró los ojos.

Ryoshi obedeció el comando de Seikanji, entregó su obi dejando caer la katana cómo si aquello no importase. Después de atender a cada movimiento de Seikanji hacia Aoi, se tranquilizó un poco más cuando vio que terminaba la última sutura. Escuchó las palabras de Seikanji, a él poco le interesaba lo que ese herrero pudiera fabricar, y en otras circunstancias le hubiese negado la petición o le hubiera hecho prometer dinero, una buena suma. Esta vez miró a Seikanji y afirmó —Haré lo que sea necesario para saldar esta deuda contigo. Gracias.

Ryoshi miró a Aoi y sonrió al ver el ligero rubor en sus mejillas; sus ojos se nublaron por un instante antes de que los limpiara con frenesí. El rubor era vida.

Ryoshi se acercó a Aoi y tomó su la mano que sostenía el kunai —Jamás vas a volver a estar sola, iré contigo a dónde sea —Acarició su mejilla resistiendo la necesidad de abrazarla y besarla; no quería lastimarla. Pero sobre todo, no quería avergonzarla enfrente de los demás, al menos no en ese momento tan vulnerable. Si ella estuviera mejor, le importaría poco que los demás vieran el amor que sentía hacia ella.

Rengo se acercó a ambos y le entregó a Ryoshi su katana que había dejado en el suelo —Esto también debe acompañarlos ¿No crees?

Ryoshi le arrebató su katana con vergüenza de haberla dejado en el suelo.

—Creo que si será mejor que regresen con el resto. Para que la señorita Umi descanse y también para avisarle a los demás que hay muertos vivientes en esta isla. Cómo bien dijo Aki, sería cauteloso pensar que no es el único aquí —La voz de Rengo era cautelosa. Tal vez mucha de la seguridad del muchacho se debía a que podía sentir la energía espiritual, ahora que no podía se sentía desprotegido.

Xiao miró a Akihito que le hacía señas mientras este revisaba el cadáver; Xiao lo miró sin entender mucho, sólo señaló el cadáver e imitó el pulgar abajo. Esa cosa estaba muerta. Xiao trepó con gran agilidad la trampa y comenzó a lanzarle tierra. Rengo le ayudó, se hincó viendo hacia afuera del rectángulo escarbado y comenzó a lanzar tierra desde el suelo entre sus dos piernas abiertas, cómo un animal.

Ryoshi lo miró confundido. Ni él en su estado de abandono y orfandad había recurrido a volverse tan... feral.

—Vuelvan al amanecer; si no lo hacen vendré a buscarlos con refuerzos — indicó Ryoshi mientras sujetaba la mano de Aoi para redireccionarse a la playa.

Rengo se levantó, lleno de tierra y los miró marcharse. Quería decirle algo a Aoi... pero se contuvo. No quería incomodarla aun más — Escuchen el bosque. Si este se queda en silencio... corran. —dijo despidiéndose mientras llevaba su mano al hombro, sobándolo.

Contenido oculto

Nekita rapuma Tenemos un post más aquí antes de subir a la cima.
Ayeah Tenemos un post de Ryoshi y Aoi solos en el bosque; después se reunirán con el resto en la playa

 

Seikanji Yamagawa

Abrió la boca pero volvió a cerrarla cuando Ryoshi le dijo acerca de la deuda. No lo sentía como una, al menos no para él; Aoi era su compañera y no dejaría que nadie sufriera si él tuviera la posibilidad de remediarlo. Pero notó que sería una buena estrategia que realmente Ryoshi ponga como modo de pago los servicios del herrero para el clan. Por eso sólo afirmó con la cabeza y los observó alejarse lentamente, con las manos entrelazadas.

Quiso volver a repetir la importancia de cambiar el vendaje para evitar infecciones pero no quiso romper el hechizo del momento entre esos dos.

—Supongo que ya no será una excursión para disfrutar el paisaje. —murmuró mientras se acercaba al cadáver y se quedaba observando sus rasgos. Un ligero escalofrío le recorrió la espina dorsal y sacudió la cabeza, volviendo a unirse con sus compañeros y Xiao. —No perdamos la luz del día, sigamos.

Mientras caminaba no evitó preguntarse en dónde se encontraría Reiko; la loba era inteligente y después de todo, era un animal salvaje. Se confortó pensando que su compañera estaría mucho mas a salvo que ellos mismos en aquella isla.

—Antes dijiste que Xiao te había bloqueado tu energía espiritual. —dijo hacia Rengo, alternando miradas con él y con Akihito. —¿Qué quiere decir exactamente? Es decir... antes dijiste que podías ver espíritus. —se frotó los dedos de la mano mientras avanzaba; de pronto se sintió avergonzado por lo que quería preguntar. —¿Puedes ver... a cualquier espíritu?

"¿Incluso el de mi madre y el de mi hermano?"

Pero aquella pregunta voló por su mente para perderse en su interior.

 

Akihito Shishio

Cuando Umi se fue colocando de pie él también la siguió con cuidado, con sus brazos extendidos a sus costados en caso de que se tropezara o perdiera el equilibrio si es que llegaba a marearse o algo similar por la pérdida de sangre. A fin de cuentas solo podía pensar en la vez que Haku lo había herido un poco demás y tuvo que ayudarlo a ir caminando hasta la clínica de lo pálido que estaba, así que tener un extra de cuidado nunca estaba mal.

Pero una vez que estuvo completamente de pie por unos cuantos segundos y vio que estaba bien relajó su postura, aun continuando con su gesto de preocupación.

—Rengo tiene razón, deja que Ryoshi te acompañe, por muy letal que puedas ser es mejor no ir sola en este lugar que no conocemos...—Sonrió un poco en su dirección —, y también eres la primera en decirme que no se debe ir solo a lugares, también pueden aprovechar y preguntarle a Hoshi si sabe chino, ¿si? Vayan con cuidado. —Agregó antes de escuchar las palabras de Ryoshi y asentir ante su condición. Era lo más sensato.

Se reunió con los demás y cuando estuvo próximo a Xiao se puso de cuclillas para dibujar con un pedazo de rama la montaña con cuatro figuritas de palo que la subían, indicada por una flecha hacia arriba, luego volvió a ponerse de pie y le hizo una seña para que los siguiera para que no se quedara atrás.

 

Aoi Nobunaga

Las palabras de Ryoshi lograron alejar el frío que se había instalado en sus entrañas con la pérdida de sangre, haciendo que una sonrisa se abriera camino con dificultad para alojarse en sus labios como respuesta.

Cuando sus manos se entrelazaron besó el dorso de la de él de forma fugaz antes de volverse hacia sus compañeros de viaje chin la primera sonrisa genuina que le había dedicado jamás a nadie que no fuera su compañero de vida.

Por primera vez en su vida había dejado caer sus barreras... Y el resultado no era tan malo como cabría esperar.
Acarició la sutura de Seikanji y observó la cara de preocupación de Akihito sintiendo cómo el frío de la muerte se alejaba aún más con la calidez de sus compañeros.

No tenía fuerzas para hablar, debía reservarlas para el largo descenso que tenían por delante, por lo que les dedicó una pequeña inclinación de cabeza.

— Intentad no morir.— Susurró con hilo de voz, antes de volverse con Ryoshi para enfrentar los primeros pasos tambaleándose.

Y, sorprendida, notó que lo decía en serio: le dolería que cualquiera de ellos muriera.
Era una sensación extraña.

No quería cargarlos con mayores preocupaciones por lo que se forzó a caminar erguida hasta la espesura del bosque donde finalmente, al abrigo de los árboles, dejó que el dolor abrumador la derrumbara.

Se apoyó contra un tronco respirando con dificultad y sonrió de nuevo al dirigirse a Ryoshi.
— Me t-temo que será un descenso l-lento.— Bromeó. Con él se sentía segura de mostrar su estado real.

No había secretos entre ambos.

 

Islas Oki/Camino a la cima
[Seikanji; Akihito; Rengo]
[Xiao]

La despedida de Ryoshi y Aoi los dejó con una bella y sincera sonrisa; no quedaba más que esperar que el dúo regresara con bien. Y ahora sin ellos, su poder se reducía si es que encontraban nuevas adversidades.

Xiao miró el dibujo de Akihito y asintió entendiendo que subirían, y sólo con eso; Xiao entendió que los acompañaría. Al parecer también coincidía con sus planes.

Rengo escuchó las palabras de Seikanji y afirmó, entendía perfectamente a dónde iba a llegar su pregunta; sintió como su piel se erizó pero mantuvo la calma —El Meido... ese es el sitio dónde todos nosotros nos enfrentaremos a la muerte, el camino a nuestro juicio que compete de cuarenta y nueve días. Muchos dicen que los yurei en este plano han huido del juicio en el Meido... pero la realidad es que permanecen atados por algo o simplemente sus almas nunca fueron guiadas a cruzar el río Sanzu, usualmente porque la venganza terrenal les invade. Por lo general veo los espíritus que permanecen atados; a aquellos que no pasaron por los ritos funerarios adecuados; y los yurei vengativos que evitaron ir al Jigoku o Tengoku. Algunos son simples yurei que con el paso del tiempo van desvaneciéndose, otros se convierten en yokai o incluso pueden volverse espíritus aun más sanguinarios —miró a Seikanji — Ningún espíritu te sigue, si eso es lo que te preocupa. La culpa no debe invadirte. Si te interesa saber, sólo a dos personas las siguen espíritus vengativos. Y esos son a Ryoshi y Hoshi.

Rengo buscó entre sus pertenencias y sacó algunos inciensos que mostró a Seikanji — Puedo enseñarte a honrar a tus difuntos; apoyarlos desde aquí los fortalece en su lucha por el Meido — sonrió — Son veintidós lunas los que llevo orando por Natsu. Seguramente está dando todo lo que tiene en el Meido, y yo sé que demostrará que es digno del Tengoku... muchos lo creían alguien malo, y si ha hecho cosas mal —dijo aun en presente— Pero también fue el primero en demostrarme que podía hacer amigos sin importar mi pasado —miró hacia el frente — Cuando sea el día cuarenta y nueve y esté bajo el juicio del Rey Taizan... yo estaré allí, orando por él. Diciendo cómo salvó mi vida, la de mi hermano, la de muchos más... protejo su espíritu desde mi insignificante presencia —miró a Seikanji, sus ojos estaban empañados en lágrimas.

"Dile que lo estoy esperando ... que no sea tan lento"​

—Porque por más que desee volver a verlo; jamás le voy a permitir volver aquí. Hice una promesa con él y aun debo cumplirla —limpió sus lágrimas pero comenzó a llorar como un niño pequeño, pensó en las últimas palabras de Natsu; sabía que debía estar con Yuzuki y el dolor se acogió en su pecho, la extrañaba; pero aun la tenía con vida. Seikanji había perdido a su "Yuzuki" y aquello lo rompió. Sin aviso previo abrazó a Seikanji — El abrazo de una madre es invaluable —dijo apretando fuertemente a Seikanji —Lo lamento mucho — dijo sin dejar de llorar — El cielo no pide permiso para llover...

Unas palabras que había escuchado antes emergieron sin siquiera ser pensadas.

Contenido oculto

Nekita rapuma
Ya en el siguiente post llegan a la cima

Islas Oki/Descenso a la playa
[Aoi; Ryoshi]

Ryoshi le sonrió mientras se acercaba al árbol junto a ella —No los hay — dijo escuchando su respiración, y así cerciorándose de que no estuviera sobre exigiéndose. Se recargó a un lado y miró hacia la copa de los árboles — Es la primera vez que piso esta isla; sólo la había contemplado desde el barco... mientras observaba como los demás navíos se hundían al choque de las corrientes —miró a Aoi — Este mar es mi sitio de ofrecimiento; aquí he visto ahogarse a cientos. Y nunca son suficientes...

Por primera vez, el ambiente junto a Ryoshi se sentía tétrico; era un lado oscuro que Aoi conocía pero jamás había visto —Pensé que podría sugerirle a Murai traer a sus enemigos acá y verlos ahogarse. Pero sería arrogante creer que soy el único que puede dominar estas aguas.

Contenido oculto

Ayeah
Ya en el siguiente post llegan a la playa