Así pues, la ball impactó en Victini, y comenzó a girar. Finalmente, terminó por detenerse, y, junto a ella, la Isla también dejó de temblar. El brillo del monolito cesó, y las llamas que rodeaban el lugar se apagaron. Victini... había cedido ante Liza. Había aceptado a Liza como su entrenadora. ¡Genial! ¡Victini se había unido al equipo!