Introducciones: Esta ronda será sobre una introducción de sus personajes; cómo se enteraron del casting, cómo lo realizaron, y cualquier otra cosa que deseen agregar que sea útil para saber más sobre ellos y el cómo debemos usarlos. El orden para subir las introducciones es según subieron las fichas; así: Antonella Pefredo Alice Rose Marianne KooTooH Itami-chan Hibari Selenezca Ése será para introducción/capítulos. De preferencia, al final de la introducción, hagan que lleguen a la isla, o al menos insinúen que se montan en el avión, (es mejor que todos lleguen en yates, barcos, etc) vía mar. Recuerden que están siendo engañados, todos creen que el reality se efectuará en una gran mansión. La isla queda en Australia, lleva como nombre el mismo que Isla del Drama, Wawanakwa, LOL. Eliminación/Puntajes: En todos los realities siempre se elimina a un personaje por cada capítulo, pero acá la cosa será distinta. NO habrá eliminaciones. Se jugará por malvavisco, que será la estancia en el programa. Es decir, si el equipo X gana el desafío, todos sus integrantes recibirán cierta cantidad de malvavisco dependiendo del reto/desafío/prueba y, el equipo perdedor, iría a una votación interna donde emitirán su voto al campista que no recibirá malvavisco. El participante con mayor votación por parte de los demás no recibirá malvavisco –valga la redundancia- mientras que el resto recibirán malvaviscos en orden creciente. Empezando por aquél que no obtuvo votos, y así sucesivamente. Es decir, si Chuck no obtuvo votos él recibiría tres malvaviscos, si Verushka recibió uno, recibiría dos malvaviscos, el siguiente uno, y por último el perdedor que no recibiría nada. Las votaciones internas se harán en un cuarto/baño parecido al confesionario donde el participante apuntará en un papel el nombre del campista que desea eliminar, Y la entrega de malvaviscos se hará en la fogata (igual a IDD) por parte del conductor. ¿Cómo saber qué equipo ganó? YO lanzaré un dado al principio de ronda/capítulo en donde me dirá qué equipo ganó y, dependiendo de ello, escribiríamos sin llegar a la obviedad. Es decir, si sale que ganó el “Equipo Llorón” no iremos directo al grano, podemos colocar situaciones en donde leyendo predecimos que puede ganar el otro equipo, pero no gana al final. ¿Se entiende? Entonces quedaría el otro grupo que iría a la fogata donde se efectuaría la ceremonia; allí también lanzaría un dado con los nombres de los cuatro integrantes del equipo perdedor y el que salga sería el que no reciba malvavisco y así sucesivamente. Lanzaría un dado de cuatro y cuatro, y cada participante sería un número; ejemplo. 1 Rosa 2 Bella 3 Linda 4 Roselia 4,2,3,1 La perdedora sería Roselia que tiene el número 4, la segunda en recibir más votos sería la dos (Bella) que tendría un malvavisco, la próxima Linda (dos malvaviscos) y por último la de menos votos, Rosa (tres malvaviscos). Más adelante, cuando se separen los grupos y las pruebas sean individuales, el mecanismo será el mismo. Lanzando dados con los nombres. Equipos: Serán dos equipos con nombres desconocidos aún, ustedes se ponen de acuerdo y deciden cómo quieren que se llamen. Como son ocho fichas, cuatro para cada grupo; dos chicas y dos chicos. Y quedaría así: (NO fue al azar, todo dependiendo de sus personalidades) Chuck Bartholomew van der Woodsen Electra Schwarkopzky Shamuel Greenstain Allegra Stranggio Verushka Ivanov Angelo Gabbiani Fujiwara no Mokou Heath Anderson Para elegir el capitán del equipo sí será al azar (lanzando dado, daaa) Confesionario: Es un baño, como en Isla del Drama, donde los participantes hablaran libremente frente a la cámara; dirán lo que piensan sobre los demás campistas, confesiones, etc. Sepan aprovecharlo. Ejemplo: —tres de cuatro chicas se acostaran conmigo en este reality —pronunció Chuck sentado al retrete y sonriéndole a la cámara—. No podrán resistir a éste cuerpo —ríe mientras hace demostración de su fuerza física. acá hay un ejemplo. No pude encontrar uno mejor de la primera temporada, pero espero que se entienda el ambiente (para aquellos que no vieron la serie) Pero por aquí hay otro. Es de la segunda temporada. Creo que es todo, espero que no se me vaya olvidado nada; cualquier duda por la conversación. Chuck Bartholomew van der Woodsen(Introducción) El olor de las velas aromáticas con aceites esenciales, relajaban el cuerpo, el alma y la mente de las dos personas que se encontraban desnudas y acostadas sobre la enorme cama de aquella recamara. El hombre fue cubriendo lentamente el cuerpo de la mujer con unas sabanas de sedas, después la acomodó sobre su pecho varonil. Ella suspiró, jugando con los mechones del pelo de Chuck. —Fue increíble —musitó—. Realmente eres el hombre de mi vida. Se pegó más al cuerpo de él y lo abrazó fuertemente. —Lo sé, querida. Tú también eres la dueña de mi vida. Chuck le sonrió dulcemente, provocando otro suspiro de amor en la joven. —¿Casémonos? —propuso, mientras ponía las palmas de sus manos sobre el colchón y le miraba directo a los ojos. Éstos desviaron la mirada al techo, pensativos. —No te puedo someter a vivir conmigo, y menos con éste problema. —Se levantó, cubriéndose la cintura con las sabanas. —¿Problema? ¿A qué te refieres? —Nunca he hablado de esto con ninguna mujer y, prefiero, que se mantenga así. Chuck apoyó las manos contra el estante de libros que había en el cuarto frente a la cama. La mujer se le acercó y lo abrazó por detrás, deslizando sus manos sobre su cuerpo. —Cuéntame, confía en mí. —Yo… —llevó una mano al rostro para cubrírselo, tratando de ser dramático—. Moriré en dos años, ya los doctores me lo dijeron. La mujer se separó de él y abrió la boca, sorprendida. —Oh, Chuck, cuanto lo siento, pero déjame estar estos dos años a tu lado —lo abrazó nuevamente, colocando su rostro sobre la espalda ancha y fuerte de él. El joven chasqueó los labios. ¿Cómo demonios la rebotaría? Nunca le había costado trabajo hacer eso, pues se aseguraba de que todas estuviesen con él sólo para una noche de diversión, pero aquella chica era realmente hermosa y no iba a perder la oportunidad de acostarse con ella; oh no, claro que no. Volteó, la tomó con ambas manos sobre los brazos y la miró fijamente. —Katherine, yo te amo, y no permitiría que te arruines tu vida estando a mi lado. Estarías desperdiciando dos años, ¡eso no lo aceptaría jamás! Se feliz con otro hombre que te ame, que yo estaré feliz por ti. —Chuck… Besó sus labios dulcemente y se fue. *** —¿Cómo amaneció el latín lover de la ciudad? —preguntó su padre cínicamente, en la mesa del comedor, al momento en que Chuck entraba y tomaba asiento. —Buenos días, se dice —bromeó, detallando con la vista los platos de comida que los sirvientes ponían en la mesa—. Amanecí estupendo, ¿notas mi sonrisa? Su padre carraspeó, acomodándose la corbata. —Deberías hacer algo útil ya que no estás estudiando. —Lo haré, no te preocupes —le guiñó el ojo y se metió una bola de pan a la boca. Masticó, tragó y bebió jugo de naranja para después hablar—. Me enteré de un casting que realizarán internacionalmente. Si llegase a quedar iría a vivir a una mansión con otros jóvenes. El tan sólo pensar eso le excitó. —¿Reality Group? Escuché hablar de ello, pero ya eres mayor de edad y puedes hacer lo que quieras. En cuanto a mi opinión, te prohibiría realizar la audición. No harías nada bueno estando allí; perjudicarías mi carrera por cada estupidez que hagas. Se levantó despidiéndose de su hijo y se retiró de la mesa. Como siempre, Chuck terminaba comiendo solo y cruzaba algunas palabras durante todo el día con su padre. Terminó el desayuno y se dirigió al casting de su ciudad. —¿Cuál sería tu sueño si llegases a ganar el reality? —preguntó la mujer de lentes sin dejar de observar cada movimiento del joven. Chuck se acarició la barbilla con los dedos. —Soy un van der Woodsen —contestó, cruzando las piernas—, y puedo cumplir mis sueños cuando yo quiera. —¿Entonces qué hace aquí? —preguntó una segunda persona. —Busco divertirme y salir de la rutina —dirigió una sonrisa de medio lado al jurado femenino que se encontraba en aquél cuarto. —¿Posee alguna habilidad en los deportes? —Estoy en un club de fútbol y sé mover muy bien el bate… —.Levantó sensualmente las cejas mientras respondía lentamente con su voz varonil— de béisbol; soy muy bueno en los deportes. La mujer se acomodó los lentes y pasó su mano por el cuello. —Ahora pasaremos a la siguiente fase: Usted deberá hablarle a la cámara y decir el por qué debe ser seleccionado para el reality. Miró la cámara y cuando la luz se encendió, sonrió ampliamente. —Soy Chuck Bartholomew van der Woodsen y estoy seguro de que me escogerán a mí para entrar al reality. ¡Mírenme! —subió su camisa, dejando ver el duro abdomen—. Los rating subirán estando yo allí. Les prometo mucha diversión. Guiñó el ojo y lanzó un beso seductor antes que la cámara apagase. ***—Señor, hemos llegado —anunció el criado a un Chuck que se encontraba en sunga, con el cuerpo bronceado y lentes de sol. El joven se levantó, se colocó la franelilla que le ajustaba al cuerpo y unos shorts deportivos cortos. —Huelo a diversión y mujeres bellas —pronunció quitándose los lentes y observando el muelle en que se encontraba.
Espero que esté bien. :D Reality GroupElectra Schwarkopzky Los Angeles, California. No se sintió bien; todo lo contrario: su estómago se hallaba revuelto, su rostro adquirió un tono rojizo, su boca se llenó de saliva ácida y un líquido subía y bajaba continuamente por su esófago. Tenía ganas de vomitar. Trató de mantener la compostura, pero las lágrimas se asomaron en sus ojos esmeraldas y delataron las náuseas que sentía. Sin ganas de aguantar más, se levantó y acercó hasta la planta más cercana, vomitándole todo lo que guardaba en su estómago. Escuchó risas, seguidas de un grotesco hipo; mas no le importó, siguió expulsando todo lo que había ingerido. Su garganta provocaba un gutural sonido mientras el líquido espeso y blanquecino se aglutinaba por salir. Sintió asco. Estuvo aproximadamente veinte minutos sentada, escupiendo y vomitando todo lo que tenía en su “saco”, limpiándolo. —Gané la apuesta —escuchó la voz grave y temblorosa de ese muchacho, que hablaba entre hipidos y jadeos. —Vete a… —fue interrumpida por otra contracción de su estómago, pero nada salió— la mierda. El joven volvió a reír socarrón, pasándole una botella de agua a la muchacha para que refrescase su garganta y tratara de borrar el nauseabundo sabor. Se dejó caer, apoyando su cabeza en el suelo; con una mano limpió la fina capa de sudor de su frente, apartando a su vez los cabellos rojizos que se adherían a su rostro. —Te besaría, ¿sabes? —admitió el muchacho, de cabellos intensamente oscuros— Pero hueles terrible. —No es para menos, idiota —atajó ella, terriblemente hostil—. Además, besas terrible. El joven volvió a reír. Electra bufó, odiaba cuando era burla de los demás. —Vi un anuncio de un casting para un Reality, deberás ir —anunció el moreno—, ese será tu castigo. La pelirroja cerró los ojos, Matthew Coldman —mejor conocido como su “mejor amigo”, “amigo con derecho”, “casi-novio”— podría llegar a ser bastante molesto. No se conformaba con los simples castigos “tienes que besar el piso” o “comerte un moco”. No. Tenía que ser algo que significaba todo su esfuerzo por quedar en ese estúpido Reality. ····· —¿Electra Schwarkopzky? —escuchó la voz de una fémina mencionar su nombre, anunciando que había llegado su turno de audicionar. —Soy yo —dijo levantándose del suelo de mala gana, no sin antes dedicarle una mirada feroz al joven de cabellos negros que le dio una palmada en el trasero y le gritó un “buena suerte”. Entró a un cuarto vacío, tan sólo con una silla en frente de una cámara profesional de grabación. La muchacha le indicó que se sentara en la silla, poniéndose al lado de la cámara. —Tienes que decirnos por qué crees que deberíamos escogerte para este Reality y lo que harías sin ganases —dijo, dándole al botón de play. —¿Las razones? Son simples. Conmigo ese Reality Group tendría interés y mucha fama. Todos quieren ver a chicas golpear otras, emborracharse y competir. Yo sería la “Snooki” de este programa. Vamos, ¿quién diría que no? La pelirroja se recostó en el respaldar, abriendo sus piernas de forma masculina. —¿Qué haría si ganase? Uno, financiar una película porno —sonrió—. Dos, haría fiestas… Muchas fiestas. La cámara se apagó y Electra sonrió victoriosa. Le estaba empezando a gustar la idea de ir a una mansión, con todo pago, en una isla paradisíaca. · · · · · No sabía cuánto había estado navegando, tal vez varios días, lo que sí supo fue que había llegado cuando uno de los marineros se acercó hasta su camarote y tocó la puerta suavemente. La joven pelirroja se levantó de la cama, pensando en aquella tarde cuando había recibido una llamada anunciando que había sido seleccionada para participar en el Reality Group, un programa que prometía ser una bomba. Abrió la puerta. —Señorita, hemos llegado a la isla. Una lancha la acercará hasta allá, ya que el muelle es muy pequeño. Agarró sus maletas lo más pronto posible, arrastrándolas hasta la proa donde otro joven la ayudó a llevarlos hasta el pequeño bote. Llegó al muelle, sacó sus maletas y no se había percatado de que el hombre que manejaba el bote la dejó sola, devolviéndose hasta el barco. Se giró, sin darle mucha importancia, encontrándose con una isla muy bella, pero que aparentaba estar desierta. O al menos eso pensaba Electra Schwarkopzky.
No había tenido tiempo de comentar tu introducción, Antonella. Me encantó. Chuck es uno de mis personajes favoritos, es taaaaaaaaaaan sexy y tan pornoso /baba. Me encanta como lo pones, que sea tan superficial y soberbio, creo que Electra lo fastidiará muchísimo con eso. Me gusta tu forma de narrar porque es atractiva y uno no se aburre. Por lo menos yo no me aburrí, todo lo contrario: me entristecí cuando vi que se había acabado. OK, Chuck es muy malo... Mira que mentirle a la pobre chica de esa manera luego de haberse acostado con ella es muy cruel xd! Me da risa que el padre lo apoye con eso. Veo que Chuck es un tipo que le hace falta su padre (por el hecho de que, digamos, le presta más atención a sus problemas que a su hijo) es el punto flanco de él. Bueno, creo que ya te dije que me encantó pero te lo repito. ¡Me encantó! Besitos, besitos. Suerte a todas con su intro y no se tarden ;D
Se echó hacia atrás el rubio y sedoso cabello, sus ojos azules brillaban con fuerza y en sus labios se podía ver una sensual sonrisa. Bajó el sol, su piel morena tomaba un tono dorado que le hacía parecer más exótico de lo que ya parecía con aquel tribal tatuado en el cuello y aquellas perforaciones en las orejas. A pesar de no haber sido nunca caníbal, le entraban ganas de comérselo entero y no dejar ni siquiera los pircings que llevaba. Comprobó los arneses procurando que sus manos solo tocaran el frío acero y no era maravillosa piel. Aunque quería. Cuando él le sonrió agradecido antes de ponerse el casco, ella se sintió desfallecer. Se apartó unos pasos cuando él se echó hacia atrás y luego saltó al vacío. Cuando después del “gran salto” volvió a verlo y le quitó el arnés, pensó que sería casi imposible que alguien se viera mejor, con el cabello húmedo pegado al cuello y una sonrisa que decía que lo había disfrutado mucho. Por supuesto, se equivocaba si pensaba que él no se había dado cuenta de cómo le miraba, de lo que pensaba de él y de cual sería la excusa que utilizaría para hablar con él y luego, más tarde, llevarlo a la cama. —¿Lo disfrutas? —Ella sonreía lentamente mientras desataba el equipo de seguridad. Él divertido, aguantó un suspiró. ¿Cómo podían ser las mujeres tan previsibles? Bueno, las mujeres y los hombres, y los animales. Y todo. —Es increíble. —"Mejor que el sexo." Sonrió dulcemente y le propuso al oído lo que ella quería. —Con monitoras como usted… podría hacerme adicto a esto, ¿Sabe? -- La verdadera razón por la que Angelo pensaba que todo el mundo era previsible era, seguramente, la misma por la que amaba los deportes extremos y prefería el puenting antes que una noche de sexo con la mujer más codiciada de Italia. ¿Y cuál era? Probablemente, era su inteligencia, muy superior a la media y que lograba que más o menos con un 80% de acierto supiera lo que iban a hacer los demás. Y eso era tan… aburrido. En los deportes que conllevaban riesgo -los mejores eran los más arriesgados y peligrosos- todo podía salir mal, y eso lograba que la adrenalina se disparara en sus venas e hiciera que un simple salto al vacío fuera mejor que un orgasmo. Por supuesto, eso no significaba que el día no pudiera salir más redondo aún si después de una rápida sesión deportiva pudiera llevarse a alguna inocente chica a la cama. Y eso pasaba siempre. --- —¿Alguna vez oíste que el dinero que te dan al ganar un concurso podría cumplir tu sueño? —La voz inocente de una niña de once años lo sacó de su ensueño y lo hizo levantar la mirada de aquel libro de física cuántica que estaba leyendo. Sonrió a su hermana y negó con la cabeza. —¿En serio? —Su voz sonaba dulce, agradable y ligeramente burlona. La niña sonrió y se atusó uno de los lazos rosas que ataban sus trenzas. Él se echó a reír y se lo colocó bien, despeinándola después para hacerla rabiar. —¡Claro que si! ¿No dijiste muchas veces que tu sueño era pasar una semana entera practicando esos temerarios deportes? ¡Con tu inteligencia podrías ganarles a todos y conseguirlo! —¿Y tú no dijiste muchas veces que no quieres que los practique, princesita? —Bueno, no es seguro que ganes —Comentó, divertida, dejando caer la bomba —Es un reality, no un concurso de inteligencia. Aquí solo cogen a los que les darán audiencia, y no tienen que ser listos, si no guapos. Así que… sudo que tú puedas entrar hermanito. Mejor… olvida que lo mencioné. ¿Sabes? Eso molestó un poco al rubio. Sabía que su hermana intentaba picarle. Molestarle para que se apuntara a la audición. Pero, saber eso no ayudaba a disminuir su enfado. Y ver como la niña se volvía a tumbar en el sofá moviendo las piernas en el aire para seguir viendo la tele tampoco. —Diana ¿Acabas de insinuar que tu hermano no podría ganar? —Pues no, solo dije que ni siquiera podrías entrar. —Ella le miró sonriendo, le encantaba corregirle y estaba viendo como su plan funcionaba.— Es en una isla paradisíaca en la que hay una mansión con todos los lujos y habría que convivir con otros concursantes. No creo que te gustara eso. Si ganas, te cumplen dos de tus sueños. La mente de Angelo trabajó a toda velocidad. Si en la tele anunciaban eso… seguramente no era eso. ¿qué sería entonces? —Es una trampa. —Su hermana asintió, divertida. Ella también se imaginaba eso, pero verlo confirmado por los labios de su hermano era néctar de dioses para sus oídos. —¿Quieres que lo intente? Y ella asintió de nuevo. Sabía perfectamente que su hermano no podría resistirse a escuchar de lo que iba el concurso si no lo había picado antes, y que una vez escuchado, le entraría la curiosidad por lo que escondía ese llamativo anuncio. —Por cierto Di, ¿Por qué no buscas un lugar mejor para esconder tu diario y algo menos común que la tinta invisible? —Sonrió mientras de detrás de su espalda sacaba una pequeña libreta rosa y se la mostraba a su hermana, cuya cara copió el color de su diario de inmediato. —Ya sabia que te gustaba Marco pero… ha sido agradable comprobarlo. Tras esas “tiernas” palabras de despedida, Angelo salió de casa sonriendo y con rapidez, no se le ocurriera a su hermana pequeña perseguirle. --- —¿La razón para entrar al concurso? Sencilla. ¿Acaso tiene que haber una siendo quien soy? Tras una sensual sonrisa, Gabbiani fue admitido por tener la respuesta oportuna en el momento oportuno, y, probablemente, por ese cuerpo que tendría que mostrar más de una vez. Quizás, una segunda razón fuera que la que decidía quien iba y quien no en Italia fuera una mujer, quien sabe. El caso es que, dos días más tarde, el italiano bajaba de un barco y ponía los pies en una realmente paradisíaca isla de doradas arenas y mar esmeralda. —Bueno Diana… ¿Cuánto tiempo crees que tardaré en descubrir el secreto de ese llamativo anuncio?—Susurró lentamente mientras comenzaba a andar. Luego sonrió. Sería increíble si allí pudiera poner a prueba su amor por los deportes de riesgo, por que daba la casualidad que hacía un día perfecto para practicarlos. Segundos después encontró la respuesta. Ya sabía lo que iba a pasar, como siempre. Y la verdad, es que le gustaba más la mentira. Era más… excitante. --- Palabras: 1090 Esto me salió extraño. Pero creo que se ve su caracter lo suficientemente bien... Uu
¡Angelo es tan babas! Eso siempre lo he pensado Hahaha, me gusta demasiado el hecho de que sea tan inteligente Es que lo hace aún más sexy Y waaa, las palabras que le dijo a la instructora *--* Enserio que él me encanta <3 / se lo roba a Allegra (? Los deportes extremos son mega LOL, y es genial que le encanten Y la verdad su razón es bastante comprensible Le doy un +1 por lo que piensa sobre eso Es que de verdad, es muy épico, y queda bien con su personalidad Diana es genial, sí que sabe cómo tratar con su hermano Me hizo gracia lo que dijo para picarlo!!! Y es que waaa, se ve que es su hermanita x'D También me dio risa la razón para unirse al reality Aunque bueno, casi nadie tiene una buena razón! Los 'inteligentes' sólo lo hacen por pasar rato¿? Me dio muchísima risa cuando dijo lo de que le gustaba Marco y que le agradaba confirmarlo Fue supÁh mega épico realmente!!! Y pfff, aquí mi kilométrico comentario Te amo mi Enn <3 Epic <3
Intro: Verushka Ivanov Tenía todo lo que cualquier chica de su edad quisiera, inclusive, tenía más de lo que esas pudieran alguna vez imaginar. ¿Pero de qué servía? Era hermosa, el dinero rebosaba en su cartera, gozaba de un estupendo cuerpo, los hombres estaban totalmente a sus pies, era modelo y, además, actriz. Entonces, ¿de qué servía todo eso? No le divertía, puede que en un principio sí, pero con el tiempo se volvía rutinario y, a veces, tedioso. Sus pensamientos se vieron cruelmente interrumpidos por un pinchazo en su pierna. —¡Auch! —chilló dirigiendo su mirada hacia la mujer que se encontraba a sus pies, ahora, cosiendo un diminuto vestido sobre ella. —Lo lamento —susurró siguiendo en lo suyo. Ah, claro, eso era otra cosa que odiaba. Recibir pinchazos de vez en cuando no es algo que cualquier adolescente tuviera que aguantar, cosa que ella sí. Suspiró resignada mientras notaba que la mujer retiraba el vestido que estaba cosiendo, dejándola en ropa interior. —Listo, puede volver a su camerino —anunció levantándose y arreglándose los grandes lentes que cargaba. Dio una sonrisa de medio lado y se dispuso a caminar directo a su camerino, claro, siendo detenida un momento por una mujer blanca con cabello recogido que le dejó un vaso de agua con un pitillo. Acercó su boca hasta el pequeño popote y empezó a succionar el líquido parando frente una mesa que tenía una gran cantidad de revistas; tomó una y se dispuso a leer. —¿Oíste? Al parecer harán un reality en una isla paradisíaca —susurró una muchacha que se acercaba a un grupo de chicas que estaban atrás de ella. —¡Lo sé! Ya he hecho el casting, espero quedar —dijo otra muy animada. —¿Enserio? He sabido que esos realitys siempre tienen su lado oculto que no pasan por televisión —alegó otra. —Eso no importa, ¡será divertido! Irán personas de otros países seguro —aseguró muy animada la chica que ya había hecho el casting. —¿Crees que vayan chicos guapos? —preguntó una. —¡Eso seguro! —respondió la otra. Así que un reality, no era para nada mala idea. Si era verdad lo que había escuchado, ese tipo de cosas no eran lo que decían ser, es decir, todo se tornaría muy interesante sólo basándose en eso. ¡¿A quién le importaban los chicos guapos?! Por primera vez aparecía algo en su vida por lo que debería esforzarse, y eso era lo divertido. Sonrió de medio lado con cierta complicidad acercándose a el grupo de chicas a un paso normal pero moviendo sus caderas como hacía siempre, después de todo, ese tipo de cosas han de esperarse de alguien como ella, quien ha triunfado en la pasarela desde que es una niña. —Chicas, ¿podrían hablarme más sobre ese reality? —preguntó aún con su sonrisa. . . . Entró a paso apresurado hacia la gran mansión frente a ella siendo seguida por una gran cantidad de hombres vestidos de traje negro con lentes que hacían juego, después de todo, unos ocho guardaespaldas no iban nada mal con la nueva moda, ¿o sí? Bueno, eso era lo de menos, ella los necesitaba, si no, ¿quién aseguraba qué algún chico no quisiera raptarla? Sus tacones penetraron en una gran oficina en la cual reposaba un hombre totalmente serio sobre un escritorio. Éste la miró levantando una ceja extrañado por la visita de su tan querida hija, cosa que no era muy normal en ella, así que dedujo venía a pedirle algo. —¿Qué deseas, Verushka? —preguntó yendo directamente al grano. La fémina detuvo su paso colocando sus manos sobre su cintura en pose de fotografía, pero claro, ya eso era costumbre de ella. Sonrió con mucha alegría, como si fuera una niña pequeña, tomó la larga cola de gato que tenía atrás y empezó a jugar con la punta haciendo un pequeño puchero. —Papi… Sabes que tú siempre me das lo que quieres… —alegó con voz de niña mimada y pequeña. El hombre frunció el ceño a manera de desaprobación mientras colocaba las manos frente a él, entrelazándolas y posando el mentón sobre estas. Carraspeó un poco la garganta sin quitar la mirada de su hija, la cual seguía jugando con esa extraña cola de gato; no entendía la manía de la chica por los felinos, pero ya le daba igual que hiciera si se mantenía responsable con todo. —Dime de una vez qué quieres y deja de comportarte de esa manera, sabes que no caería en eso jamás, te conozco muy bien —concluyó seriamente y de forma seca. Verushka soltó su cola de gato y devolvió sus manos a su cintura, sus labios se curvaron en una sonrisa de prepotencia mientras sus ojos se concentraban en el rostro de su padre, mostrando seguridad. —Quiero unirme a un reality de televisión —informó sin inmutarse ni un poco. —No —sentenció el hombre cerrando los ojos. La fémina se mordió el labio inferior sin dejar de mirar a su padre, el cual había abierto sus ojos y los tenía clavados en los de ella. Una guerra de miradas se desencadenó en el lugar, pero claro, todo en un absoluto silencio. —No es otro de tus caprichos, ¿verdad? —preguntó el hombre seriamente. —No padre, no lo es —respondió sin vacilar. Un silencio envolvió nuevamente el lugar. Verushka se sentía por primera vez desesperada; quería oír la respuesta, deseaba que su padre le dejara ir, después de todo, ¿cuándo encontrarás a la heredera Ivanov interesada en algo? ¡Una vez cada diez años o algo así! Se tensó un poco cuando vio a su padre moverse ligeramente en el asiento. —Puedes ir, con una condición —inquirió—. Te quedarás en el reality hasta el final, si te quieres ir antes no podrás hacerlo —concluyó. La muchacha sonrió aceptando la condición y se retiró del lugar, después de todo, debía acudir a cierto lugar. . . . Se encontraba sentada en un pequeño taburete siendo rodeada por una gran cantidad de cámaras, cosa no muy extraña en ella, pero esta vez era totalmente diferente a las anteriores; no estaba haciendo una sesión de fotos, no, tampoco grababa una película, ella hacía el casting al reality. —Podrías decirnos tu nombre —pidió la camarógrafa. La fémina se acomodó sus orejas de gatos y sonrió animadamente cruzando sus piernas y colocando sus manos sobre las rodillas; ante los demás ella era una chica perfecta, así que debía mantener esa apariencia, aunque realmente no le importaba. —Soy Verushka Ivanov, un gusto —respondió con una sonrisa mucho más inocente y tierna. —¿Verushka Ivanov? —susurró la camarógrafa recordando la gran cantidad de películas y revistas en las cuales salía la muchacha—. Siendo una modelo y actriz famosa, ¿por qué quieres entrar al reality? ¿y qué harías si ganaras? Además, ¿por qué deberíamos de aceptarte? —preguntó de golpe. La rusa meditó por un instante sus respuestas; la verdad todo era sencillo. Carraspeó su garganta cerrando los ojos para luego abrirlos y empezar a responder. —Quiero entrar al reality porque me gustaría cambiar de ambiente por un tiempo —pausó—. Si yo ganara, usaría el dinero para, tal vez, crear mi propia película, quién sabe, la verdad hago esto por divertirme, me da igual el dinero —prosiguió con una espléndida sonrisa—. ¿Por qué deberían aceptarme? Eso es muy fácil; soy una modelo y actriz famosa, además de hermosa, muchas personas verían el reality si yo estoy en él —concluyó. . . . Sentía la brisa fresca mover su cabello mientras veía cómo llegaban a aquella isla; sonrió para sus adentros, lo había logrado. Bajó del yate siendo seguida por una gran cantidad de hombres vestidos de negros, claro, sus ocho guardaespaldas, quienes dejaron las maletas de la fémina y subieron nuevamente al transporte, quedando uno solo con la chica. —Señorita, cuídese mucho —pidió el hombre quitándose los lentes. Verushka sonrió de medio lado a manera tierna y de forma tranquila. —No te preocupes, Horacio, estaré bien —aseguró la muchacha despidiéndose del hombre y tomando sus maletas. —Otra cosa —dijo, deteniendo la caminata de la fémina—, no vaya a jugar tan cruelmente con sus compañeros —alegó yéndose directamente al yate. La rusa sonrió de forma prepotente siguiendo su camino. Ella no podía asegurar que no lo hiciese, después de todo, las cosas debían ser así; divertidas. - - - Palabras: 1.377
La intro de la supah Mokou <3333 ------------------- —Señorita… es hora de levantarse —anunció suavemente un joven alto de cabellos grisáceos junto a una cama blanca enorme. La chica que ahí dormida dejó ver su despeinada cabellera y el chico no pudo contener una sonrisa. —No te burles, You. O haré que te arrepientas —exclamó refregando sus ojos cansados. —Lo siento, es solo que te ves graciosa, Mokou —contestó con más confianza. —Siempre soy graciosa para ti, ¿no es cierto? —Menos cuando traes poca ropa, ahí eres más… sensual. La cara de la chica de enrojeció totalmente en un momento e intentó disimularlo cubriéndose con las sábanas. —¡Eso fue muy desubicado para un sirviente, Youmu! Tú… —se quedó callada, el tono rojo de su cara fue disminuyendo, hasta llegar a un normal carmín en las mejillas. El chico la miraba expectante—, ¿cuándo me viste con poca ropa? Como eres joven no tienes como llegar a mi cuando me baño o algo parecido. —Tengo mis contactos… —sonrió triunfante. Luego tomó una prenda que estaba por ahí y la aventó a la cara de la Fujiwara—. Ahora cámbiese, señorita, tiene un día largo por delante. Antes de salir guiñó un ojo travieso, acto seguido, cerró la puerta. La adolescente quedó sola en su cuarto preguntándose por qué se había hecho amiga de un pervertido desquiciado. Luego recordó que le gustaba mucho, y era el único chico que tenía cerca de su edad. Todo cobró sentido. Se levantó y cambió su pijama rojo por su ropa normal: una camisa y unos pantalones, blanco y rojo, respectivamente. Ató en su cabello los famosos moños que tanto la caracterizaban. Cuando estuvo lista, bajó las escaleras de su lujosa casa y llegó al comedor, donde el sirviente la esperaba con el desayuno listo. —Su preferido, señorita Mokou. —Muchas gracias —respondió cordialmente. Exacto, así era un día normal en su vida. Servida por tantas personas que ni siquiera podía ir al baño sin escolta. Comidas carísimas, ropa lujosa y todo de primera clase. Odiaba todo eso. La educación que sus padres le habían pagado había sido, tal vez, su peor error. Pues hizo que ella se diera cuenta de las facilidades que tenía y no quería poseer, sólo quería ser una chica normal que trabaja para ganarse un mísero sueldo al mes. Una persona que sale a bailar y tiene muchos amigos con quienes pasar la noche. Un novio… ah, eso era lo que más quería. Pero en vez de eso nació “mal”, cualquier chico que la haga reír tendrá un lugar especial en su memoria, y con especial me refiero a eso. Terminó de desayunar y se levantó con gracia, se dirigió a la puerta de salida rápidamente, deseaba salir de ahí. Dos de sus mucamas le abrieron la puerta, tras agradecerles se dirigió al lujoso Alfa Romeo que descansaba bajo el Sol con su color rojo opaco. Ese auto sería lo único que extrañaría si, en algún momento, renaciera como una persona normal. Quiso sentarse en el asiento del conductor pero vio que alguien ay estaba ahí, así que prosiguió a sentarse en la parte de atrás. El auto arrancó y salieron por las enormes puertas de la mansión. —Llévame a donde quieras, pero lejos de aquí —pidió con desgana, entonces, el auto se detuvo—. ¿Qué cara…? ¡Youmu! Una enorme sonrisa se mostró en el joven que usaba el típico atuendo de chofer. Miró a su amiga seriamente. —¿Estás segura de que te gustaría salir de aquí? —Sí. —Entonces… —respondió de nuevo con su semblante divertido—, te llevaré a un campamento, ¿qué te parece? —¿Harías… eso…? —preguntó aturdida. Jamás había asistido a nada en lo que tuviera que convivir con otras personas “normales”. —Claro, todo por mi noviecita —contestó haciendo énfasis en la última palabra. Mokou besó tiernamente su mejilla y le sonrió, por primera vez, a alguien cuando realmente se sentía feliz. —No debes hacer eso mientras manejo —dijo nervioso escondiendo su sonrojo con la gorra. —El auto está detenido… —¡De todas formas! El auto se puso en marcha rápidamente y Mokou sonrió nuevamente. Pasaron un par de minutos antes de que Youmu pudiera aclarar su cabeza y conducir como Dios manda. Luego de un par de minutos llegaron a un establecimiento que parecía que sólo se usaba para horas laborales. Entraron ambos, algo nerviosos. —Fujiwara no Mokou —al mencionar su nombre varias personas voltearon a verla. Ella simplemente se encogió de hombros y pasó al otro cuarto. Cuando Youmu quiso entrar, la mujer se lo impidió. —Supongo que esperaré afuera —pensó y le sonrió en forma de aliento a su compañera. Dentro de este cuarto había simplemente tres cosas: una cámara de vídeo profesional, equipada con lo básico para una grabación decente e importante. —Ahora, explícale a la cámara por qué quieres participar del este reality y qué harías con el dinero. ¿Reality? ¿Dinero? Se supondría que sería un campamento de verano, pensó algo enojada. Apretó los puños con fuerza y frunció el entrecejo, la habían engañado. —Quisiera… participar de este reality porque no convivo muy a menudo con gente… —dijo, prefirió ahorrarse la parte de “normales” —. Y con el dinero, pues preferiría salir en segundo lugar o su gano compartirlo con los demás… de eso tengo suficiente —concluyó. Sin embargo, la mujer le pidió que agregara algo más —. Elíjanme o… —pensó por unos segundos que podría decir— …o les echaré una maldición, saben que lo puedo hacer, ¿verdad? La mujer cortó la grabación y le dio las gracias. Luego la hizo salir del cuarto y ella se encontró con su amigo. Al contrario de lo que él pensaba, no le gritó ni lo regañó, solo reía sin parar. Lo que estaba pasando dentro de la mente de Mokou era lo gracioso que sería cuando estén seleccionando gente y vieran su grabación. Sabía que los talismanes en sus pantalones la hacían ver como una clase de hechicera o algo así, a pesar de que eran solo para que la buena suerte la acompañase y para protección y restauración del karma. Ambos subieron el auto y volvieron a la mansión. ---------------------------------------- Palabras: 1014 Espero que se haya entendido lo suficientemente bien la eprsonalidad modesta de Mokoucita <3
Cerraré el colectivo, lo siento chicas, pero poco a poco se están yendo y, la verdad, no me gustaría trabajar con pocas, tampoco buscar fichas, y bueh, se me hace todo un lío. La idea era buena y me hubiese gustado que fuese llevado acabo, con una mejor organización. Ni modo.
D:! Bueno, que se le va a hacer... Hay gente que de verdad no peude y otra que no es TAN responsable como uno desearía... Quienes quedaron? ):
;_____; Yo que quería que siguiera (LL' Se veía todo tan pero tan interesante /se pone depresiva (??'