Seguí a Mitsuki, ya que me causaba curiosidad que pasaría a continuación, Heracross se incorporó a mi lado junto a Mismagius, Aerodactyl nos seguía desde el aire
Aparté le vista de mi libro y alcancé a ver a Mitsuki, Mizuki y Rojo internándose en la Isla. Serperior y Cresselia ya lo habían advertido desde antes, incluso Lucario, que se había acercado curioso a ver qué iba a ser el trío. Fruncí el ceño. —Vuelvan —dije a mis pokémon. Todos obedecieron. A excepción de Serperior y Maractus, entraron a sus pokébolas. Mis dos tipo planta y yo fuimos tras la pista de aquellos entrenadores.
Asentí—si...la estoy buscando—le dije antes de regresar a Doddy—necesito ver si esta viva—dije ante de ver una cabaña en la cima de una gran montaña y la señale—ella esta ahi—les dije.
Miré aquella cabaña, regresé a Aerodactyl a su PokéBall quedando Heracross y Mismagius conmigo, así que me entró la curiosidad —¿Ahora qué?
Enpesamos a caminar hacia ella—espero que sea de ella—dije antes de llegar a la entrada—bien, antes de entrar...—saque un sombrero de paja y me lo puse, el cual oculto mi cola de caballo y que solo se viera mi pollina, parecía con el sombrero y la ropa un chico—oigan, ¿parezco chico?—les pregunte.
No sabía a qué venía eso pero decidí responder —Pues, si —dije, Heracross y Mismagius asintieron corroborando mis palabras—
—Pues...mi madre no sabe...que soy una chica, y cuando se lo iba a mostrar paso lo del arcanine...pero esa historia la diré después....solo diré, que ella cree que soy un chico—les dije antes de tocar la puerta.
Bueno, vale, tranquila no te delataremos--le dije sonriendo mientras esperaba que alguien saliese de esa casa
Me llevé una mano a la cara, resultaba estúpido que un padre no conociera el género de su propio hijo, pero decidí ahorrarme las palabras y esperar que sucedería a continuación
Me senté junto a Mizuki, tal vez muy junto a ella, por lo que me sonrojé un poco, y decidí darle algo a ella —Para que veas que cumplo mi palabra —de mi mochila saqué una muda de ropa exactamente igual a la que le había regalado, recién comprado—
Cuando ayer dijistes que por parar de garabatearte la cara te casarias conmigo, y yo paré despues dijistes "mierda"....¿Tu no te quieres casar conmigo?--pregunté con curiosidad