Yo sonreí ampliamente. ¡Yo nunca era fría! Más bien alegre y tímida en algunas ocasiones. Yo... realmente no me dejo llevar por la inteligencia, yo es por mis sentimientos, siempre me pasa. —Me dejo llevar, como el aire.
—¡Moooola! Pues toma, ¡la Fuerza y este huevo son para ti! —¡Ajá! ¡Molas! —¡Oooouuuh yeeeeah! (Recibes un huevo y la MO fuerza)
Reí y agarré el huevo. ¡Wii, un huevo pokémon en mis manos! —¿Destiny? —me giré, cargando el huevo en mis brazos— ¡Destiny! ¿Dónde estás? [ @Twilightwolf Kyle apareceeeeeee (?]
(Aparezcooo! (8)) Me giré. Al parecer Jenna ya había acabado.silbé fuertemente para llamar a su atención. --¡Aquí! -- le dije al lado de mis dos pokémon y la recién sacada Noivern
Oí un silbido y la vi a lo lejos con su Noivern. —¡Voy! —empecé a correr en dirección hacia ella, pero teniendo cura de que el huevo no se cayese— ¡Ya estoy!
Cuando llegó, decidí ponerle mi chaleco a Espeon, y la verdad se veía muy gracioso. A parte de que le quedaba un poco grande, le hacía raro. Subí a mi pokémon Psíquico sobre el murciélago, y luego me tocó a mi subirme con mis gafas de vuelo ya puestas. --¿Vamos?
Asentí, y con mucho cuidado, me subí al murciélago. Esta vez apenas podría sujetarme por el huevo, pero lo intentaría. —¿Ahora a dónde nos dirigimos?
(Así no llegamos a ningún lado >:c) --Si te apetece puedo llevarte de nuevo a Barniz. Si no, podemos ir a otra ciudad o lugar de interés
Lo medité un rato. —Sí, vamos a Barniz. Dejé allí a Liza, por lo menos que lo sepa o que nos acompañe, si quieres.
(la pizza me supo a gloria B3) Sonreí al ver como Charizard ya se elevó en el aire. --Entonces agarrate con las piernas fuerte. Seguidamente, Noivern despegó, pero esta vez iba a ir con cuidado
Doddy aterrizo en la isla y me puse a esperar a los chicos—Espero...que mi teoría sea cierta—dije mientras miraba algo en mi bolso.
Nuestro nuevo destino, tras la batalla con Brendan, había sido la agradable Isla Caballete. Caminaba por la blanca arena, apenas fuera del alcance de las olas. Como siempre, me acompañaba Serperior, pero también Maractus. Éste, al igual que mi inicial, le tenía aversión a la pokébola. Estaba tan acostumbrado a la inmensidad del Desierto, que el espacio del esférico parecía contrariarlo un poco; por lo que negaba alegremente con la cabeza cada vez que le proponía que regresara a su pokébola. Yo no insistí. Además, Serperior parecía llevarse muy bien con el pequeño nopal, que sería mi segundo acompañante fuera de la pokébola, de ahora en adelante. —Salgan todos. Scraggy, Meditite y Lairon jugaban a darle golpes a una palmera, mientras que Magmortar, lejos de controlar sus poderes, incendió otra. Lapras y Tentacruel, que nadaban en las aguas junto con Maractus, evitaron el potencial incendio con ataque de agua. Más allá, Shuppet y Shinx jugaban a las escondidas mientras que Chandelure entrenaba con Lucario y Pinsir. Yo dejé mi morral a un lado y me recosté en la arena, junto a Serperior, y también Cresselia, que ahora tenía oportunidad de conocer a sus nuevos compañeros.
Salté de Aerodactyl para incorporarme junto a Mitsuki, Heracross seguía volando sobre el lomo de Aerodactyl, ya que al tipo Bicho/Lucha le parecía genial
—Siganme—les dije sonriendo antes de ponerme a caminar al interior de la isla, me quite la gorra de yair y la guarde en mi bolso, mis orejas de pikachu fueron libres y empece a escuchar una melodía hermosa—si...esa es la melodía—la empece a seguir.
Vale...--Dije mientras empezaba a caminar y vi que se quito su gorra dejando libres sus orejas--¿Acaso buscas a ella....?--le pregunté