Isla Caballete

Seguí caminando mientras Quilava intentaba animarme--no te preocupes Quilava, si el me odia ya vera el--le dije sonriendo

 

Al ponerme de pie, me cai de nuevo,decidi quedarme sentado y pensar en esa foto

 

Seguí caminando hasta que me canse y me sente en el suelo y empecé a acariciar de nuevo a Quilava

 

Contenido oculto

Chicos @LucarioErmitaño @Dark-chan dejen el spam… ya lo avisó GL: mínimo dos frases de roleo, están escribiendo sólo una cada uno, y apenas. Les advierto antes de que los reten, por si no vieron el último anuncio ;)
[Importante] Avisos

—Vamos Tepig, es hora de que comiences tu entrenamiento —le dije, tomando a Togepi en manos.

Tepig asintió, determinado a volverse fuerte para impresionarme, y se pasó ofensivamente frente a Marowak. Comenzó inmediatamente con un Lanzallamas, que Marowak redujo a nada agitando su hueso alrededor como si fuese un boomerang. Luego comenzó a atacar con Hueso Palo, mientras el tipo fuego debía intentar esquivarlo.

 

(Vale gracias :) )

Deje una nota en mi mano que decia

"Lo siento mizuki, perdon por decirte que te odio y tu ya sabes que no te odio

Lo siento"

--Solo espero que la lea--Dije mientras me recostaba y me dormia--

 

(Valep :3)

Me levanté y me dirigí donde estaba Rojo y Yair y noté que Yair tenia algo escrito en la mano

Suspire--Esta bien, solo porque me dijistes que decias cosas que no querias decir--Dije sonriendo

 

(Adios :3)

Sonrei al escuchar lo que dijo y me quede dormido, lo cual mis.orejas bajaron.

 

(Adios :3)

Vi que Yair se quedó dormido por lo que me recoste en el suelo

--Creo que yo tambien dormire--Murmure para despues quedarme dormida

 

Mientras Tepig entrenaba su agilidad contra los movimientos de tierra de Marowak, Blastoise y Golduck se dispusieron a practicar sus movimientos de pulsos.

Golduck atacó con su Hidropulso, mientras que Blastoise contestaba con Esfera Aural. Ambos ataques chocaron y generaron un increíblemente poderoso impacto que causó que una ráfaga de viento se expandiera por toda la isla y nos volaran a todos unos metros para atrás.

—De acuerdo, no haremos eso de nuevo… nunca —sentencié, poniéndome de pie, a la vez que Marowak asentía a mis palabras.

 

Tras haber dormido una siesta, me levanté a caminar, en busca de algo que hacer, Sylveon se levantó perezosamente y se unió a mi caminata
—Bueno, a ver que podemos hacer —dije, mientras me estiraba y Sylveon hacía lo mismo—

 

Me desperté y decidí caminar un rato con Quilava

--¿Sabes? En realidad tu y yo tampoco nos diferenciamos mucho--Dije sonriendo mientras seguia caminando y Quilava me miraba--Cuando se produjo el accidente de los Beedrils yo me volvi seria y fria y siempre apartaba la cabeza por todo de lo que me decian--Dije sonriendo mientras miraba a Quilava y este me miraba a mi--Y bueno, tu intentas animar a todo el mundo, mas o menos como yo, y tambien gastas bromas, por lo que tampoco nos diferenciamos mucho ¿no?--Dije mientras me ponia su altura y sonreia y este sonrio

 

Decidí seguir caminando por la isla acompañado de Sylveon, para luego dar con Mizuki, no saludé, esperando a que se percatara de mi prescencia
—... —callé, para que no se diera cuenta—

 

Seguí caminado con Quilava y vi de lejos a Rojo

--Hola Rojo--Dije sonriendo mientras Quilava saludaba a Sylveon

 

Sylveon correspondió el saludo con su característica alegría
—Hola Mizu —saludé sonriendo,para luego sentarme en el suelo—

 

Quilava se recosto en el suelo

¿sabes una cosa?--Pregunté sonriendo mientras me sentaba a su lado

 

Me entró la curiosidad
—Pues, nop —sonreí un poco, con un poco de curiosidad, mientras Sylveon se recostaba a mi lado—

 

Sonrei--Pues creo que yo te amo más--Dije sonriendo recordando la pregunta que me hizo antes de quedarme dormida

 

Llegue volando sobre Flygon y una nube de arena se levanto con su llegada.

 

—Suficiente por el momento —determiné, deteniendo a mis pokémon. Golduck, Marowak, Blastoise y Tepig se detuvieron en el acto—. Es suficiente… vamos ya…

Con Togepi sujeta firmemente entre mis brazos y Kingdra de regreso en su pokebola, comenzamos a andar a lo largo de la costa (ya habiéndome cambiado de regreso a mis ropas usuales en vez de la bikini, aunque dejé la campera en el bolso).

 

La sonrisa de mi rostro se amplió notablemente
—Pues, estamos parejos —comenté sonriendo y un poco sonrojado—