—¡Guauuuuuu! ¡Las moras son lo másss! Pero, ¡peeeeeero! ¿Cómo definirías el sabor de las moras? —¡A! Intenso y con fuerza. —¡B! Delicado, sutil. —¡C! Simplemente, están muy buenas.
—La A de nuevo! es intenso y rico, una mezcla impresionante para los paladares!—dije mientras me saboreaba unas moras.
—¡Wahoo! Vale, una más: ¿qué elemento crees que te define mejor? —¡A! La Fuerza física es mi elemento. —¡B! ¡Quemo, como el fuego! —¡C! Soy duro como una roca.
—B! quemo como el fuego sin duda cariño!— exclame guiñando el ojo mientras swampert me lanzaba una pistola agua a la cabeza.
—Waju! gracias chicos! son los mejores eh! y haber que dia me enseñan un poco de sus pasitos tun tun— vocifere fuerte mientras subia a Flygon y volaba. (clasica cancion mexicana xD)
—¡Déjame caer aquí, por dios! —grité al mismo tiempo que Sigiliph me lanzaba al agua cristalina del mar que rodeaba isla caballete, y en el que me deshice de todo el lodo de golpe. Tras un baño para "purificarme", salí del agua y fui directa la hierba a tumbarme para secarme y aprovechar el buen tiempo que hacía allí. Ese tiempo aparte lo aproveché para descansar, cuando estuviera recuperada iria a por entrenadores con los que combatir, mientras simplemente me relajaba alejada de todo el mundo.
Aerodactyl sobrevoló la isla, y Mizuki estaba aferrada a mí —¿Tienes miedo? —pregunté sonriente y sonrojado— (@Dark-chan)
(Vale n.n) Mizuki se estaba durmiendo, así que Aerodactyl bajó a tierra (o arena) firme para dejarla dormir, el Pokémon fósil se quedó a cuidarla y recorrí la isla en busca de gente
—Esto es vida...—sonreí medio adormilada tumbada bajo un árbol mientras una brisa refrescante me hacía suspirar. Todos mis pokémon descansaban a mi lado, merecían un descanso aunque fuera un rato.
Mismagius salió curiosa a explorar la isla, y en su exploración encontró a una chica que descansaba junto a sus pokémon bajo la sombra de un árbol, no dudó en acercarse y saludar
Levanté la cabeza al ver a algo acercarse, un Mismagius. Me senté bien apoyada en el tronco y sonreí. —¿Hola? ¿y tú de donde sales pequeño? —pregunté buscando a su entrenador con la mirada.
A lo lejos escuché un silbido, y me acerqué a la fuente del sonido, era Liza, y frente ella estaba Mismagius —Aquí estabas —sonreí a la tipo Fantasma— Hola, Liza
—Anda, ¡hola Rojo! —sonreí agitando levemente la mano al ver que se acercaba. —¿Es tuyo el pokemon? Se ve fuerte.