Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

meno meno no qizo
ia zera mñn!!! meno
ia me voi a mimir!!!!
suerte kn tu fic ta mui meno!!!
xau!!!!
(K) besos tronados!!!
xD:D:);):DxD

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Aca toy cumpliendo mi promesa... Un capi super largo, espero que les guste!


Así pasan los días, cada vez se iban conociendo más y en ellos nacía un nuevo sentimiento. Todo sigue normal hasta que, mientras estaban paseando por ese hermoso lugar, Kagome se desmaya. Antes de que ella llegue al piso, Inuyasha la toma entre sus brazos. A los pocos minutos la joven se levanta y empieza a llorar, se abraza al pecho del hanyou y sólo llora.
-¿Qué pasa Kagome?- ¿Por qué estás así?- le pregunta preocupado.
-Acabo de tener una visión- dice entre sollozos aferrándose un poco más fuerte al pecho de él.
-¿Qué es lo que viste?-
-Mi aldea…- lo mira a los ojos, realmente estaba preocupado por ella, más lágrimas salen de sus ojos –destruida- llora más fuerte.
Él sólo la abraza y le dice palabras al oído para que se tranquilice, lentamente la chica se queda dormida. No la suelta por miedo a que se ponga peor. Se quedan así por horas, hasta que ella despierta.
-Tengo que ir…- dice más para si misma que para él.
-De ninguna manera, iremos los dos- le exige Inuyasha.
-Gracias- lo mira a los ojos y lo abraza.
-De nada, ya sabes que no estás sola, yo estoy contigo- le dice sonrojado.
-Si- sonriendo a pesar de las lágrimas que salen de sus ojos.
-Vamos- le seca las lágrimas con sus dedos y los dos se preparan para partir -¿Pero cómo saldremos de aquí?-
-Por el Árbol Sagrado, por ahí entré- le contesta.

En una tierra lejana un elfo bastante viejo se levanta de su cama. Había tenido una visión, la misma que Kagome, pero también había visto a los dos jóvenes y sabía lo que eso significaba. La profecía estaba cerca de cumplirse, los dos elegidos por el destino ya estaban juntos, había que apresurar las cosas.
Se levanta de la cama y se dirige una gran sala que se encontraba en el castillo donde vivía. Era un reino escondido, protegido por magia muy antigua.
Ya era hora de llamar a una reunión. Se dirigió a la mesa ovalada que estaba en el centro de la habitación. También era antigua y tenía inscripciones en una lengua muerta, nadie sabía lo que decía, ni siquiera el elfo que era uno de los más sabios y viejos. En el centro de la mesa había un pequeño hueco, era un lugar especial. Allí posó su mano, serían llamados todos los que tenían el destino marcado por la perla y los jefes de los pueblos rebeldes. El hueco brilló por un momento, luego volvió a la normalidad.
Luego se alejó del lugar y mandó a preparar las habitaciones para los huéspedes que irían llegando a su debido tiempo, lo que sabía era que la portadora de la perla sería la última en llegar.

Los dos caminan hacia el Árbol Sagrado, al llegar allí Kagome toma la mano de Inuyasha y juntos posan sus manos en el pequeño hueco que había hecho la flecha. Cierran los ojos y cuando los abren se encuentran del otro lado del árbol. Ella empieza a correr hacia el templo todavía tomada de la mano del hanyou, pero para en la cima de una colina cercana al ver el panorama que los esperaba abajo. Inuyasha choca con ella, cuando ésta se para de repente, mira para abajo y ve lo mismo que está viendo la joven.
El dolor que sentía Kagome era inmenso, las lágrimas comienzan a salir de su rostro. Entra en estado de shock, no puede moverse, se queda mirando esa horribles escena mientras llora desconsoladamente. Sin saber lo que pasa siente que dos brazos la toman de la cintura y delicadamente la voltean para que no vea más eso. Lentamente la va atrayendo hacia su cuerpo, abrazándola en forma protectora. Ella sólo coloca sus dos manos en el pecho de él y aprieta con fuerza la parte de arriba del haori de él y esconde su cara.
Los segundos, minutos, horas pasaban, Inuyasha no sabía qué hacer para que ella dejara de llorar. Sólo podía brindarle su apoyo y consuelo mediante ese abrazo. Los sollozos fueron cada vez menores, hasta que cesaron. Lentamente Kagome levanta la cabeza y lo mira a los ojos, los dos se entienden al instante. Ella recuerda que no se ha quedado sola, lo tiene a él, como él a ella.
-Debo ir por Naraku- dice convencida.
-Debemos ir, no te dejaré ir sola, es peligroso-
-Está bien- le dedica una sonrisa –pero no iremos por venganza, sino para que esto no se repita- agrega.
Inuyasha asiente, los dos dan una última mirada. El panorama era horrible el templo estaba quemado y alrededor de él sólo se veían los cuerpos de las sacerdotisas destrozados o quemados. Se dan media vuelta y siguen su camino todavía abrazados.
Ya había viajado tres días sin muchas complicaciones, en ese tiempo Kagome había recuperado su alegría, volvía a ser la de antes.
Mientras él estaba buscando algo de comida unos seres oscuros atacan el campamento en donde estaban. Agarran a Kagome, sin que ésta se pudiera defender, el estar cerca de ellos la debilitaba, y terminó por desmayarse. Rápidamente se alejan del lugar.
Cuando Inuyasha vuelve ve todo el campamento revuelto, lo único que ve intacto es la mochila y arco de Kagome. Pero de ella no había rastros. Olfatea el aire y siente la presencia de varios seres oscuros, toma las cosas de ella y sigue el olor, que lo lleva a un lugar bastante apartado. Allí ve a seis sujetos y a tres personas atadas, entre ellas Kagome, los otros eran un pequeño kitsume y un chico con ropas de exterminador.
Cuando se disponía a atacar, ya estaba en el aire preparando sus garras, los seres parecen sentir algo y desaparecen junto con los rehenes. Él choca contra algo y cae al suelo.
Varios minutos después descubre que contra lo que había chocado no era algo sino alguien. Era una joven exterminadora con un gran boomerang. Los dos se quedan mirando.
-¡Oye tú, me chocaste justo cuando los iba a atacar!- dice visiblemente enojada.
-¡Yo iba a hacer lo mismo! Pero creo que nuestra presencia los alertó- se sienta en el piso de brazos cruzados.
-Si, es verdad- lo imita.
-¿Por qué los buscabas?-
-Atacaron nuestra aldea y se llevaron a mi hermano Kohaku, ¿Y tú?-
-Se llevaron a Kagome…- poniendo una mirada melancólica.
-¿Es tu mujer?- pregunta al ver la tristeza de su rostro.
-¡NO!- se sonroja –Esa chiquilla no es nada mío, sólo quiero que cumple su promesa de que no me dejaría solo-
-Pero te importa…- dice divertida.
-¡SÓLO QUIERO QUE CUMPLA SU PROMESA!- grita todavía sonrojado mientras se para.
-Está bien- dice levantando los hombros y parándose –esos demonios se dirigían a Russe para venderlos como esclavos-
-Entonces ¿Qué estamos esperando?- dice mientras empieza a caminar -¿Vienes?- le pregunta al ver que ella no se había movido.
-Si- y lo alcanza –me llamo Sango ¿Y tú?- dice la exterminadora.
-Inuyasha-
En ese momento una luz los envuelve y en un abrir y cerrar de ojos se encuentran en los jardines de un gran castillo. Un elfo joven se les acerca.
-Bienvenidos, síganme por favor- comienza a caminar hacia el castillo.
Los dos jóvenes se miran, no entienden nada, pero deciden seguirlo. En ese lugar se sentían a gusto en paz, no podía ser malo lo que les esperaba. Pero estaban inquietos, Kagome y Kohaku corrían peligro.
Fueron llevados a una gran sala, que tenía una extraña mesa en el centro, allí los esperaba alguien.
-Sesshomaru- dice el hanyou sorprendido.
-Inuyasha…- dice con un tono frío.
-¿Qué hacemos aquí?- le pregunta la exterminadora.
-Hemos sido convocados a una reunión especial- dice como sino le importara. Mira a Inuyasha -¿Dónde está Kagome?- una leve chispa de preocupación se ve en sus ojos.
-Fue secuestrada por unos seres oscuros- baja la mirada y aprieta los puños.
-¡¿Cómo pudiste dejar que eso pasara?!- levanta la voz y lo mira enojado.
-Ya- dice Sango –cálmense los dos, no van a lograr nada peleando-
Los dos hermanos la miran y dicen –¡Feh!- al mismo tiempo y se dan la vuelta para no mirarse. En ese momento entra un anciano elfo a la habitación.
-Bienvenidos, sus habitaciones están preparadas, se quedarán aquí hasta después de la reunión- dice mirando a Inuyasha y Sango –y no se preocupen por sus amigos, estarán bien, los verán en poco tiempo- agregó antes de que Sesshomaru o Inuyasha pudieran hablar –veo que traes una mochila y un arco que no son tuyos- señala a Inuyasha.
-Si- responde confundido.
-¿Serías tan amable de entregármelos? Los llevaremos a la habitación que le corresponderá a su dueña- extiende las manos.
Inuyasha se acerca y le entrega las cosas.
-No te preocupes…- le aconseja -la espada no puedo dártela, ella será la encargada de entregártela- les dirige una sonrisa y se va.
En ese momento reaparece el mismo joven elfo que los había guiado allí y les pide que lo sigan. Más tarde ese mismo día llegaron tres personas más al castillo, los vieron en lo que quedaba de la tarde varias veces, pero sólo fueron presentado formalmente en la cena. Todos fueron llamados a una sala para cenar, allí se sentaron en una mesa que tenía once lugares.
-Bienvenidos- dijo el elfo, que ya se encontraba en la sala, los invita a sentarse –ya es momento de que nos presentemos… Yo soy Myoga el elfo de mayor rango aquí, y en la reunión representaré a los elfos-
Se fueron sentando, en el orden en que estaban, en la mesa, en la punta estaba Myoga, de un lado de la mesa estaban Sesshoamru, Sango e Inuyasha, enfrente de ellos estaban las tres personas.
-Sesshomaru- se para y se inclina levemente –estoy aquí representando a los demonios del Este- se sienta de nuevo.
-Yo me llamo Sango- hace lo mismo que Sesshomaru –vengo de la aldea de los exterminadores- se sienta.
-Inuyasha- hace lo mismo que los anteriores –y realmente no sé qué hago aquí- mira al elfo.
-Pronto lo sabrás- le responde éste.
Al recibir esta respuesta el hanyou se sienta.
-Mi nombre es Rin- era una mujer con finas curvas, de unos 30 años, ojos marrones, pelo castaño atado en una coleta baja. Estaba vestida con un kimono fino, pero gastado por el uso. Sus manos demostraban que había trabajado o trabajaba duro –soy la jefa de las tribus humanas rebeldes del Norte- se para, inclina levemente y se vuelve a sentar.
-Yo soy Hoyo- un joven de unos 19 años, delgado, de apariencia torpe. Era de pelo castaño, ojos negros y estaba vestido con unas ropas de terrateniente –soy el hijo mayor del terrateniente de las tribus humanas rebeldes del Sur- se para, hace una pequeña reverencia y cuando se iba a sentar se golpea la cabeza con la mesa, lo que provoca la risa de todos los presentes.
-Kouga- dice el último. Era un yukai de ojos celestes, pelo negro atado en una cola alta y gran físico, de apariencia joven –soy el jefe de los hombres lobo- éstos eran demonios lobos con apariencia humana que vivían en las montañas que separaban los reinos del Norte y Sur.
Luego de todas las presentaciones, los huéspedes cenaron en silencio y cada uno se dirigió a su habitación correspondiente, Todos estaban cansados por el viaje que habían hecho.

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Se que se parece un poco al Señor de los Anillos, pero fue la primera idea que me entró en la mente, espero que les guste, sis postean varias personas, a la tarde subo algo mas si?

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

me enkanto !!
esta ves si la isiste larga!!
xfa pon konti pronto !!

kainuslove:rosa:

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

ke weno ta!!!!
hehe oie io abri la 3 pag i ni enkuenta!!!!
hehe i ni sikiera un grax por postearme ¬¬ ke mala:S !!!
meno nus vemus
xau!!!:D

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Perdón Diana Gpe !! Gome ne!! Gracias a vos se abrio la pag 3! Que chica mas buena, ademas te pasaste por mi otro fic... Eso es bastante!! No se que mas decir, la proxima conti va para vos si? Pa que no te me enojes y postees seguido, pero dejenme descansar un rato... Unos días, para escribir, porque hace rato que no escribo nada nuevo pa el fic, solo paso los que ya tenia pasado a la pc... Mañana si tengo animos pongo algo, es que toy en lo de una amiga mirando pelis y de seguro me levanto tarde mañana...



Sigan posteando... Gracias a todos por pasarse!

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

konti konti konti konti konti konti konti konti
konti konti konti konti konti konti konti konti
konti konti konti konti konti konti konti konti
konti konti konti konti konti konti konti konti
konti konti konti konti konti konti konti konti

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Hola, paso pa dejar un aviso, me quede sin pc!!! Raro de mi no? Esta vez con un bajón de tensión se me quemó el coso que se conectaba de la electricidad a la pc, y no la puedo prender porque si hay un bajón de nuevo se me re quema la pc ToT parece que todo me pasa a mi...

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Ya tengo pc wii!!! Ahora les subo la conty, ahora ya empezé las clases y voy a tardar un poquito mas subiendo contys aca, espero que me entiendan, ademas como que se me fueron las ideas jeje pero voy a tratar de seguir escribiendo!

En otro lugar…​

Los seres oscuros se habían teletransportado a un lugar cercano a la ciudad de Russe para vender a los tres prisioneros como esclavos. Se acercan a la ciudad dejándolos encerrados en una cueva.
La primera en despertar es Kagome, que al verse encerrada en un lugar oscuro siente temor.
-Inuyasha…- susurra con los ojos llorosos.
Estuvo sentada en silencio hasta que los dos niños despertaron.
-¿Se encuentran bien?- les pregunta mientras los ayuda a sentarse con una cálida sonrisa.
-Si- le responden los dos.
-¿Cómo te llamas?- le pregunta el kitsume.
-Kagome ¿Y tú?-
-Shippo- le responde -¿Y cuál es tu nombre?- mirando al exterminador.
-Me llamo Kohaku-
-¿Cómo fue que te atraparon?- pregunta la chica.
-Ellos atacaron a mi padre y lo mataron- dice Shippo con lágrimas en sus ojos.
Kagome se levanta, con dificultad, se acerca a él y lo abraza.
-En mi caso, atacaron la aldea de exterminadores y me tomaron prisionero- dice Kohaku lloroso.
-Ven…- le dice Kagome, él se acerca y ella también lo abraza –saldemos de aquí, todo estará bien- dice para tranquilizarlos –eso espero… ¿Dónde estás Inuyasha? Debo ser fuerte por ellos…- piensa.
-¿Ya ti qué te pasó?-
-Yo estaba en mi campamento, esperando a mi compañero de viaje que había ido a buscar algo para comer, cuando me atacaron y no llegué a defenderme. Lamentablemente mis dagas que siempre llevo conmigo estaban en mi mochila- suspira –sólo espero que Inuyasha esté bien…-
-Y yo espero que mi hermana Sango también- agrega Kohaku.
Shippo no dice nada, sólo esconde su cabeza en el pecho de Kagome mientras lágrimas empiezan a salir de sus ojos. Ella entiende qué es lo que le pasa.
-No te pongas triste Shippo- le dice mirándolo tiernamente –yo estaré contigo siempre- le sonríe.
-Gracias Kagome- le sonríe también.
Pasan las horas y los tres seguían abrazados, los dos chicos se habían calmado porque Kagome les decía que todo iba a estar bien y les dedicaba miradas llena de ternura y esperanza. Ella misma no podía mostrarse desanimada enfrente de ellos, por más miedo que sintiera.

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

sta mu bonita
Kagome k tierna es
SIGUELE !!

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Hola, aca toy despues de una sem jeje este finde largo voy a tratar de escribir algo si? es que tengo en vista un nuevo fic y ando sin ideas pa este, pero cuando lo pase a la pc las ideas volveran! (eso espero)


A la mañana siguiente, luego del desayuno, las seis personas se separaron.

Con Sesshomaru y Rin​

Sesshomaru se sentó tranquilamente en un banco que estaba en la parte más lejana y escondida del jardín trasero. Le gustaba estar solo, no estaba acostumbrado a estar con tanta gente y su carácter frío no lo ayudaba mucho.
Había estado sentado allí mucho tiempo, sin pensar ni mirar nada, sólo disfrutando de la naturaleza que lo rodeaba hasta que siente que alguien está sentado junto a él haciendo lo mismo. Se da vuelta y ve a esa mujer, Rin, sentada al lado suyo mirando al vacío.
-¿Qué haces aquí?- le pregunta fríamente.
-No lo se- voltea a mirarlo –estaba recorriendo el jardín, admirando cada planta, árbol, flor y cuando me di cuenta estaba aquí- le dedica una sonrisa.
En ese momento los dos deciden callar, ambos sabes que muchas veces las palabras sobran, sólo siguen sentado en compañía el uno del otro.
Esta rutina se repite todos los días, a diferentes horas del día, era extraño, pero ellos siempre se encontraban en ese lugar. Casi nunca hablaban, pero los dos sabían que el otro se sentía a gusto cada vez que se veían allí.

Con Hoyo y Sango​

Hoyo había visto a la exterminadora y sabía que la había visto antes o que la conocía. Así que luego del desayuno la buscó en el jardín trasero para hablar con ella. La encontró cerca de una fuente.
-Señorita Sango- la llama.
-¿Si?- se voltea a verlo.
-Desde la primera vez que la vi, siento que de algún lado la conozco- dice pensativo.
-Es verdad, yo sentí lo mismo- le señala un lugar ceca de ella para que se siente.
Al acercarse el joven resbala y cae en la fuente. Los dos ríen, pero paran de repente, como recordando algo.
-Ya lo recuerdo- dicen los dos al mismo tiempo.
Sango ayuda a salir del agua a Hoyo y los dos se quedan un rato mirándose sonriendo.
-¿Qué ha sido de tu vida?- le pregunta la joven animada.
-Lo mismo de siempre, muchos accidentes y todavía no encuentro el amor- su cara refleja tristeza -¿Qué hay de ti Sango?- agrega un poco más animado.
-Ya soy una exterminadora y tampoco he encontrado el amor- ahora la tristeza la invade –antes de venir aquí, mi hermano Kohaku fue raptado por unos seres oscuros que atacaron nuestra aldea- le dice mientras lágrimas se ven en su rostro.
-Va a estar bien, te lo aseguró- la abraza brindándole su apoyo.
Lo que ellos recordaron era que de pequeños había jugado juntos, eran primos lejanos y habían sido grandes amigos, pero al crecer se había separado. Cuando Sango se calmó se pusieron a charlar animadamente sobre sus familias, amigos y los momentos que habían pasado juntos.
Así pasaron todos los días, juntos riendo, hablando o jugándose bromas. A veces venían Rin, Inuyasha o Kaouga a hablar con ellos, pero no eran frecuentes.

Con Inuyasha y Kouga​

Los dos jóvenes estaban paseando por los jardines sin mirar nada, iban por separado pensando en distintas cosas.
-¿Dónde estará Kagome? Estoy muy preocupado por ella- pensaba Inuyasha –si esos seres le llegan a tocar un pelo se las verán conmigo- suspira- esa chiquilla tonta, aunque es fuerte. Sólo espero que esté bien. El que me molesta es ese viejo elfo que no me dice nada. Quiero ir a buscarla, pero él no me deja, dice que pronto estará aquí. ¡Que fastidio! Sólo quiero saber si está sana y salva-
-¿Para qué nos habrá llamado ese elfo? No entiendo qué tiene que ver mi clan en todo esto- pensaba Kouga –sólo deseo volver a casa, no me agradan estas personas que están aquí. En especial ese perro, me da mala espina. Y todavía falta que llegue gente. Según lo que me dijo el viejo tardarán en llegar, ya no aguanto estar así. Pero es mejor que ser perseguido por Ayame, esa chica está loca- ella decía que él le había prometido casarse con ella, pero él no lo recordaba.

¡¡¡¡PUM!!!!​

Los dos caen al piso. Estaban tan perdidos en sus pensamientos que no habían visto por donde iban y habían chocado. Se paran los dos rápidamente y e miran con odio.
-Oye lobo sarnoso, tendrías que fijarte por donde caminas- le dice Inuyasha furioso.
-Tú me chocaste bestia- le responde Kouga de la misma manera.
-¿Cómo me llamaste?- subiendo la voz.
-Bestia, eso es lo que eres- le responde en el mismo tono.
-Te arrepentirás- dice preparando sus puños.
-No, tú lo harás- dice haciendo lo mismo que él.
Sus gritos habían atraído la atención de los otros cuatro huéspedes que se habían acercado para ver qué era lo que estaba causando ese barullo. Al ver la situación Rin y Sesshomaru agarraron a Kouga y Sango y Hoyo a Inuyasha para que no se pelearan. Estuvieron bastante tiempo tratando de calmarlos hasta que sus gritos atrajeron la atención de Myoga que estaba pasando cerca de allí y se acercó a ver. Al ver que él se acercaba, Inuyasha y Kouga se calmaron y se soltaron del agarre.
-¡Feh!- dijeron, los dos se dieron vuelta y se fueron caminando por caminos opuestos.
Luego del episodio los demás volvieron a lo que estaban haciendo. Así pasaron los días, tranquilos a excepción de las peleas diarias de estos dos que rompían la paz del lugar.

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

ToT ToT ToT Hoy que me paso pa ver si alguien postió, y nadies escribe nada y yo que quería subir la conty...


Perdon, pero es que toy medio de mal humor, nadie postió en este y en el de los siete mares y me siento mal ToT ToT ToT

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

conty porfis!

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

está muy buenp tu fic porfa pon conty ToT no me hagas sufrir jeje ^^

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Hola

Ps aqui vengo a molestar un rato...
Anda pon la conti xfaaaaa...
tu fic esta bn padre y si no pones
conti voy a sufrir y llorar como
magdalena jeje

Cuentas con tooodo my a-:pollito2: (apoyo pa' los
que no entendieron xD)

QUEREMOS CONTI!!!!

See U

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

hola porque no haz puesto conty? ToT no me hagas sufrir ToT que me va a dar un paro si no se que pasa!! jeje espero pongas pronto la conty! ^^

 

Re: Inuyasha y Kagome en: "La profecía"

Encontré un rato pa postiar, hace dos días que lo vengo intentando, pero para mi mala suerte el foro me salía que tenía muchias personas en linea o que estaba en mantenimiento o algo por el estilo que bronca!!!



Ya habían pasado seis días, esa tarde Myoga les avisó que al día siguiente llegarían los que faltaban que se fueran preparando. Esa noche casi ninguno pudo dormir a causa del nerviosismo y la ansiedad.
A la mañana siguiente todos se levantaron temprano, desayunaron rápidamente y se fueron al patio a hablar entre ellos. Sólo Kouga y Sesshomaru no parecían estar ansioso. El día pasó rápido y ya era de tarde cuando fueron llamados y se dirigieron a una sala especial. Era una sala grande con muchos ventanales por donde entraba la luz del Sol, las paredes estaban adornadas con hermosos dibujos en los que se veían paisajes.
-Es hora- les dijo Myoga, se separa del grupo, se acerca a la pared y toca un paisaje de valles rodeado de montañas –tendremos que esperar a que ella responda- termina misteriosamente de hablar y lentamente vuelve con el grupo.

Ya habían pasado dos días encerrados, estaban perdiendo las esperanzas. De seguro morirían si sus captores no volvían, pero sus súplicas fueron escuchadas y los seres oscuros volvieron esa noche. Todos cenaron y se durmieron, salieron temprano a la mañana. Por lo que había podido entender Kagome esos seres habían pasado esos dos días negociando en el pueblo, pero no habían podido conseguir nada. Ahora los llevaban ahí para ver si tenían mejor suerte.
Caminaron largo rato, los dos chicos estaban asustados e iban abrazados de Kagome, Shippo temblaba. Comenzaron a distinguir las murallas de una ciudad, al fin habían llegado a Russe donde serían vendidos. Esta idea se formó en la mente de ella y un escalofrío recorrió su espalda. Pero no debía dejarse vencer por el miedo, no mientras estuvieran Shippo y Kohaku con ella. Debía mostrarse fuerte por ellos.
Ya estaban llegando a las puertas cuando vieron a mucha gente que al igual que ellos se acercaba a la ciudad. Muchos llevaban cosas para vender, otros estaban de paso y algunos pocos volvían a sus hogares. Al adentrase en la misma se toparon con muchos puestos y vendedores, muchas de las cosas que vendían eran desconocidas para ellos y los fascinaban. Sus captores no miraban nada sólo seguían caminando y de vez en cuando espantaban a los vendedores que se les acercaban demasiado. Tenían prisa, querían llegar a la plaza para poder a fin vender a esos tres chiquillos.
Cuando llegaron allí, no eran los únicos que estaban vendiendo esclavos, se ubicaron en un rincón y esperaron que se les acercara gente. Muchas personas los miraron y pasaron de largo, pero otras se les acercaron a ver y preguntaron el precio, pero no llegaron a ningún acuerdo.
Cerca de allí, un hombre que por sus vestimentas parecía un nómada (esas personas que no viven en un lugar fijo y siempre andan viajando) se acerca a la ciudad. Buscaba un lugar para quedarse esa noche y algo que comer, nada en particular. Al entrar en la ciudad ve a los típicos vendedores de ahí, no les presta atención; igual se acerca a la plaza, como siempre lo hacía en todas las ciudades que visitaba, según él la plaza mostraba el corazón de la ciudad. Aunque no le interesara el comprar esclavos, no podía evitar mirar a las jovencitas que vendían, si alguna era de su agrado se llevaría para pedirle un hijo o liberarla en el pueblos siguiente.
Su mirada recorrió el lugar hasta que se topó con la mirada de una joven. Era muy hermosa, ojos azabache, cabello marrón y finas curvas. Lo que lo sorprendió fue su aura, de inmediato la reconoció, ese poder sólo podía pertenecer a una sacerdotisa, era extraño que sus captores no se hayan dado cuenta.
Kagome miraba a la gente pasar, estaba aterrorizada y no lo quería mostrar a los dos chicos que estaban con ella para no asustarlos, tenía que ser fuerte por ellos se repetía. Su mirada se cruzó con la de un joven de la multitud, era morocho, su pelo estaba recogido en una pequeña coleta, sus ojos eran azules y vestía como nómada. Su aura fue lo que la sorprendió, era bastante poderosa. Él también la miraba y se fue acercando lentamente a ellos, se pasó a hablar con sus captores y después de discutir con ellos pareció que llegaron a un acuerdo. Se acercó más a ellas y la tomó del brazo.
-Tú vienes conmigo- le dijo.
-No me iré sin ellos dos- le responde parándose en seco, soltándose del agarre y abrazando a Shippo y Kohaku.
-Está bien- dijo él resignado, volvió con los seres, les dio unas monedas más y se dirigió adonde estaba ella.
-¿Ahora si vendrás conmigo? Los compré a lo tres- le dice en un tono juguetón.
-Si- dice ella un poco temerosa siguiéndolo mientras toma de las manos a los dos chicos.
Caminaron bastante rato, sólo parando cuando el extraño hombre se cruzaba con alguna jovencita y le pedía que tuviera un hijo con él. Muchas de las mujeres seguían de largo, otras lo abofeteaban, pero ninguna le decía que sí. Esto provocaba la risa de sus tres acompañantes. Que caminaban detrás de él.