Microrrelato Insomnio

Insomnio​

Lunasa se despertó en el medio de la noche; la una menos diez de la madrugada, se fijó en su reloj. Los causantes habían sido unos ruidos extraños que provenían desde debajo de su cama. La joven, que ya tenía catorce años, ya no creía en esos cuentos ni en leyendas trilladas de monstruos que salen de debajo de tu cama, te atrapan y te comen. No, ella era una adulta y pensaba como adulta.

Confiada, levantó su sábana del lado derecho y miró dentro del espacio abismal que ella veía; encontró lo que pensaba encontrar. Nada. Para satisfacer su orgullo, también se fijó del lado izquierdo. Repitió el procedimiento; levantó la manta y se asomó debajo, sin bajar de la cama, dejando su cabello castaño caer sobre el suelo de madera. Sin embargo, esta vez se encontró con unos ojos rojos, penetrantes y vidriosos. Precipitadamente se levantó y encendió la luz de su velador, recordando que siempre, en ese tipo de historias, los monstruos desaparecían con la luz.

Esta vez no fue así.

Unos enormes brazos peludos color morado salieron de ahí abajo arrastrándose como si fueran dos enormes gusanos, gusanos peludos y horrorosos. Lunasa quiso gritar, pero su cuerpo no reaccionaba, el miedo la paralizaba. Vio como la cosa terminó de salir y la miró unos segundos. Se fundió con esos enormes ojos color escarlata brillante.

Se veía. El monstruo ya no ocupaba su visión, de hecho, podía distinguir su propia figura sobre la cama mirando aterrorizada a la bestia violeta, que ahora, sin saberlo, era ella misma. Vomitó.

Se despertó pasada la medianoche. Eran ya las tres y media, por lo que se fijó en su reloj. Unos molestos ruidos en el desván la habían despertado de su temible pesadilla, no sabía si estar agradecida o molesta. Se levantó y caminó dos pasos cuando vio que sus pies eran peludos, morados. Pegó un grito que solo ella escuchó. Luego advirtió que esos enormes pies que veía eran solo pantuflas…

Fue al desván para encontrarse cara a cara con la razón de que despertase.
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Palabras: 271
Este es un pequeño escrito de 3. En todos la protagonista es esta chica, Lunasa, que se cree lo suficientemente grande como para evitar verse dentro de un cuento de niños. No sabe que en realidad lo está...