One-shot Infectados Especiales.

Era otra oscura noche, en alguna zona no específica de Los Angeles, California; las calles de la ciudad están inundadas de no muertos, deambulando por los avenidas y callejones, balbuceando y gruñendo, todos sin rumbo fijo, todos sin representar ningún tipo de emoción…Bueno, excepto por ellos, los que todo el mundo llama “especiales”, aquellos cuatro que siempre están causando problemas allá a donde vayan, como siempre, agrupados en círculo.


— De acuerdo chicos, es el momento, ¡Hoy nos deshacemos de esos indeseables supervivientes!— Exclamó el Tank, el más fuerte de los especiales, alzando su puño izquierdo con determinación, pero volviendo rápido a su posición normal, pues de otra manera sería incapaz de mantener el equilibrio.

—¿De verdad crees que podremos lograrlo esta vez? Esos tipos han estado arrasando con toda la población de los barrios colindantes, no sé si realmente tenemos una oportunidad contra ellos…— Titubeo el pequeño Hunter, mientras cubría su cara con su capucha, para ocultar el pavor que le deba el pensar en tener que enfrentarse a los supervivientes.

—¿De qué hablas? ¿Acaso no has visto cómo estamos? Tú puedes literalmente saltar cientos de metros y aterrizar como si fueras un grácil gato.

—Sí, pero…

—Smoker tiene una lengua que puede extender docenas de metros para atrapar a esos escurridizos supervivientes.

El Smoker no pudo hacer nada más que toser violentamente ante la correcta afirmación

—Lo sé, lo sé, pero…

—Y la witch…eh. — El Tank se detuvo unos segundos, mientras todos se giraban al unísono, para mirar a la pobre witch, que yacía sentada en el piso, sollozando como siempre, gruñendo ocasionalmente. —B-bueno, ella va a su rollo.


—Sí,sí, entiendo eso Tank, pero escucha…

—¿Y en cuanto a mí? Por Dios, mírame, ¡Hijo de su puta madre estoy mamadísimo!— Proclamó el fornido zombie especial, mientras se jactaba de su pronunciada musculatura, flexionando sus bíceps con regocijo.

—¡Con un demonio, Tank, deja de actuar como un retrasado! ¿Qué? ¿Los esteroides te frieron las neuronas también? Entiende, ellos…Ellos tienen armas, bastan un par de tiros para acabar con nosotros, pero claro, tú no entiendes eso porque aguantas balas como si fueras una pared.—

El agigantando zombie especial, paró de presumir su imponente musculatura, volviendo a su posición cuadrúpeda mientras agacho avergonzado la cabeza; de fondo, solo se podía escuchar que el Smoker seguía tosiendo sin control.

— T-Tank,yo…

— No,no digas, escúchame tú un momento,por favor.— Interrumpió el corpulento infectado.

—Sé que te es difícil de creer, pero la verdad es que todos ustedes son más fuertes que yo, es decir mírame, solo soy una masa de carne abulta y nada de cerebro, no puede hacer mucho más que romper y arrojar cosas, no entro por espacios pequeños y si me da comezón la cabeza no puedo rascarla porque mis malditos brazos no llegan; no soy nada más que un gorila superdesarrollado, o ni siquiera llego a eso, ya ni siquiera tengo pulgares…La verdad es que jamás he estado conforme o feliz con cómo soy o lo que puedo hacer, por eso es que mucho antes de volverme zombie ya consumía esteroides y anabolizante, incluso llegue a ingerir clembuterol.

>>Jamás he confiado en mis capacidades, tal vez jamás lo haga, pero…es por eso que estoy aquí con usted, me enseñaron lo diferentes que somos: Smoker a pesar de todos sus tumores a causa del cáncer, decidió seguir luchando contra eso y ahora tiene una habilidad que estoy seguro que atrae chicas por montones; tú, Hunter, eres tan veloz y tan agil, capaz de recorrer distancias enormes de tan sólo un par de saltos, parecieras estar lleno de vida, aún para ser un zombie, y tú Witch…— El colosal zombie se interrumpió una vez más al mirar a la raquítica infectada, sentada llorando. —Bueno, ella sigue haciendo lo suyo, lo que trato de decir es, bueno, sólo míranos, y mira al resto de esos pusilánimes zombies sin actitud ni espíritu, somos diferentes a ellos, somos algo más, tal vez no tuvimos una gran vida antes de esto, tal vez tuvimos mala suerte de perderlo todo, pero ahora la vida nos da otra oportunidad, la oportunidad de por fin ser algo distinto, algo mejor, de no estar encadenados a la cotidianidad, de poder sobresalir y demostrar que valemos, que somos algo más que meros infectados ¡Somos infectados especiales! Y yo les pregunto: ¿Quieren sumirse en los mares de lo común y corriente? Porqué yo no quiero eso para mí, e individuos tan únicos como ustedes, merecen un destino mejor que ese. Nuestras diferencias nos hacen fuertes, más fuertes de lo que yo nunca seré por mi cuenta, son nuestras diferencias lo que nos hace algo destacable, algo por encima de lo común como esos zombies inservibles, pero sobre todo, algo por encima de esos detestables “supervivientes”.

Si acaso yo no merezco una estadía agradable en este nuevo mundo, bueno pues yo creo que ustedes sí, así que luchare hasta mi respiro para asegurarme de que aquello que es especial prevalezca.—

Todos los infectados especiales trataban de secar las lágrimas de sus ojos de manera discreta, excepto la Witch, porqué…Bueno, ustedes entienden.

—¿Y que hay de mí,amigos? — Cuestionó un Boomer que recién se trataba de acercar al grupo de cuatro

—Eeeeh…Tú estarás bien.— Opinó el Tank mientras desviaba la mirada del pobre zombie seboso.

El Boomer cabizbajo comenzó a apartarse ni bien había llegado a la parte exterior del circulo que estaba formado por los otros infectados especiales, avanzó un par de metros hasta estar lo suficientemente lejos de los otros. –Pues bueno ¿Saben qué? ¡No me importa,no los necesito! Ni siquiera entiendo cuál es ese afán que se cargan por querer matar a esos sup-. — El Boomer fue violentamente interrumpido por un repentino disparo de una escopeta que lo hizo reventar.

—Son ellos, están aquí— Mencionó el Tank mientras miraba una vez más a sus 3 compañeros. —Vamos chicos ¡Mostrémosles de lo que son capaces!— Sus ojos se llenaron de determinación, mientras el Tank asentía con decisión hacía el pequeño Hunter, todos se pusieron en posición para abalanzarse sobre los supervivientes ni bien los vieran.

Se escuchaban pasos, parecía un grupo de 4 personas, corriendo hacía la dirección de donde estaban los infectados especiales; tras doblar un esquina del callejón, los infectados y los supervivientes se toparon frente a frente,separados sólo por un par de metros.

—¡V-va un molotov! – Grito la chica con lentes y cabello castaño que viajaba en ese grupo de cuatro.

En cuanto aquella botella de cristal cayó al suelo dejo expandir las llamas sobre los pobres infectados especiales, el Smoker y el Hunter trataron de sobreponerse al fuego e intentaron abalanzarse sobre sus atacantes…Ellos dos fueron los primeros en sucumbir por las llamas.

El Tank y la witch, furiosos, arremetieron contra el grupo de supervivientes, pero ya debilitados por el fuego solo bastaron un par de tiros para acabar con ellos. El corpulento infectado yacía tendió en el piso, justo antes de desfallecer por completo, miró al calcinado cadáver de sus amigos y compañeros, sobre todo al del pequeño hunter…Había fallado, les había fallado a todos.

— ¡Hey,buen lanzamiento, Helena! — Dijo un chico de pelo oscuro y rizado.

— ¡G-gracias Ethan!— Contestó la chica.

— Muy buen trabajo señores, pero no es momento de coquetear, vamos, el refugio debe estar aquí cerca.— Clamó el tercer acompañante, que vestía una chaqueta de baseball negra y blanca.

El cuarto miembro del grupo, el más serio de los cuatro, se acercó a los restos del abatido Tank.

—¿Qué haces Terry?— Preguntó el chico de la chaqueta a su compañero.

—Es…curioso, parece que hay marcas de lágrimas en este Tank ¿Acaso estaba llorando?— Preguntó inquisitivo aquel sujeto de cabello castaño.

—Estas sobreanalizando todo otra vez Terry, dudo que esos bicho puedan hacer tal cosa como llorar, no es como si pudieran sentir algo.— Contestó el tipo de la chaqueta.

—Señores, no tenemos tiempo para esto, debemos llegar al refugio antes de que aparezcan más de esas porquerías.— Afirmó Ethan

Tras esto, los cuatro supervivientes retomaron su camino hacía el refugio, pues como ya lo mencionaban, podían toparse con muchos más infectados como esos en el camino; en el fondo, estos cuatro que habíamos visto no eran tan especiales.