In Umbris Protestas Est

In Umbris Protestas Est

In Umbris Potestas Est, es latín, y significa "en la oscuridad está el poder".

Era una noche muy oscura en Bulgaria. Nubes oscuras surcaban el cielo, sin luna ni estrellas. El viento frío susurraba contra los árboles, y hacía crujir sus hojas secas. En la calle no había ni un alma… o eso parecía.

Una sombra oscura paseaba por los callejones, Lord Jax, un humano revivido. Era alto de piel clara, cabello largo que se escondía en un sombrero, y vestía de negro. Aunque paseaba sin prisa, y parecía algo taciturno, lo cierto era que estaba en un estado de completa concentración. Estaba en plena cacería, buscando una presa. A pesar de que era un humano revivido, tenía la habilidad de no ser transformado y transformarse por sí solo en vampiro o en hombre lobo.

"Aunque no hay luna ni estrellas," –dijo para sí Lord Jax- "es una noche muy agradable, incluso hace que se me antoje un poco de… sangre."

Vagó por las calles desiertas un rato más. Estaba a punto de dar media vuelta y probar en otras calles, cuando un fuerte aroma a perfume barato y tabaco llenó sus fosas nasales. Bingo. Su presa se encontraba a la vuelta de la esquina. Era una prostituta. Llevaba puesto una falda corta hasta las rodillas, botas hasta el tobillo, camisa sin mangas y un abrigo de cuero (era de imitación). Iba toda de negro y su cabello rubio de aspecto sucio y maltratado, estaba recogido en una cola de caballo. Ella se dio la vuelta poco a poco, y miró fijamente a Jax.

"Lo siento guapo," –dijo la prostituta- "pero estoy fuera de servicio, tal vez en otro momento."

Jax sonrió irónicamente- "No lo creo. Verás, no estoy en busca de sexo, sino de una sustancia que tú me puedes proporcionar voluntariamente."

La prostituta tiró al suelo el cigarrillo que había estado fumando- "Mire, yo no estoy envuelta en esos asuntos de la droga, así que lárguese porque vino al lugar equivocado."

Para ese entonces Jax estaba peligrosamente cerca- "No has comprendido mujer. Yo sólo necesito sangre para sobrevivir y quiero la tuya."

Antes de que la mujer tuviera tiempo de gritar, Jax se abalanzó sobre su cuello virgen y la mordió. Pero apenas pudo beber su sangre, alguien le interrumpió.

Un profundo olor a muerte, sangre antigua, y poder oscuro le mareó. Dejó la mujer tumbada en el suelo en un charco de sangre y se dirigió al intruso… o mejor dicho, a la intrusa.

"¿Acaso no sabes que es de mala educación interrumpir a un vampiro cuando come?"-preguntó Jax fastidiado- "Además, pensé que te había dejado atrás. ¡Tienes más vidas que un gato, Mary Shadow, por mil demonios!"

"Lo mismo digo."-Dijo Mary con voz fría, saliendo de las sombras. Era alta, completamente pálida de ojos azules, de cabello corto hasta los hombros cortado en capas, lacio y pelirrojo. Llevaba puesto un sencillo traje negro sin mangas, y unas botas con tacón, también negras. Se cruzó de brazos, y puso una fugaz mirada en la prostituta, ya muerta en el suelo, por la pérdida de sangre.

"Nunca pensé que el gran Lord Jax cayera tan bajo."- Escogió las palabras con cuidado, y las pronunció lentamente… pero aún así provocó la ira ciega del vampiro.

Los ojos de Jax brillaron diabólicamente y se abalanzó sobre Mary. Con una mano, la tomó del cuello y la sostuvo el en aire unos segundos, y luego la puso contra la pared, aún ahogándola con su puño.

"¿Porqué no te defiendes?" –Dijo él entre dientes- "Sabes muy bien que te puedo matar con la fuerza de mi mano. Puedo hundir mis garras en tu cuello virgen y cortarte la cabeza. Pero no, no pienso matarte. Tu sangre es antigua y poderosa… no me vendría mal un poco de ése poder, ¿eh?"

"Bastardo…"-Logró decir Mary, ahogándose.
"Piensa, es lo justo," –dijo el vampiro- "la sangre de esa perra no tiene valor, en cuanto la tuya… apostaría mi cabeza a que todos los vampiros masculinos morirían por tener una parte de tu poder. Es tan antigua como la existencia humana, y rara. Un poder único. Imagínate lo que haría un vampiro con ese poder, por no mencionar a los humanos."

Jax observó cómo Mary se removía contra su cuerpo, y añadió: "Además, tengo hambre y no pienso desaprovechar una oportunidad como ésta."

El vampiro se inclinó poco a poco, preparado para morderla, pero…

"Ni en tus sueños, vampiro, tendrás mi poder." Mary logró darle una patada al vampiro y liberarse de sus garras. Se incorporaron, mirándose fijamente sin perder detalle.

Los ojos de los dos vampiros brillaban de un rojo demoníaco, y sus colmillos sobresalieron los labios. Jax sacó de su bolsillo una cruz de plata, y Mary, un puñal con una cabeza de dragón como mango. Era una pelea a muerte.

"VenBloody Mary,"-desafió el vampiro- "Veremos cuán sangrienta y poderosa eres."
"In Umbris Potestas Est."-dijo Mary, abalanzándose contra el vampiro con el puñal en alto…