Imposible Love

Tema en 'Archivo Abandonado' iniciado por Saya Kuran, 30 Julio 2011.

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    Saya Kuran

    Saya Kuran Iniciado

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    Título:
    Imposible Love
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    791
    Un cambio radical en la historia original. La eh adaptado al Hitsuruki, ya que es mi pareja favorita.
    Bleach no me pertenece, yo hago esta historia sin fines de lucro.

    Espero les guste.
    Prologo

    El sol entraba por la ventana dando en la espalda de un joven que estaba sentado frente a su escritorio en su oficina en la 10ª división. Sus ojos esmeralda leían con lastima una carta que sostenía en sus manos. Un suspiro salió de sus finos labios al dejar la carta sobre la mesa.

    Con su haori ondeando al viento que entraba por la ventaba abierta, el capitán Hitsugaya Toushiro de la 10ª división del Gotei 13, se levanto y se encamino a la puerta. Con un suspiro abrió la puerta y se fue pensando en la carta que ahora estaba en su escritorio.

    Sus pensamientos estaban solo en una parte de la carta: “…Yo me eh enamorado de usted, Hitsugaya-taichou. Le ruego me de una oportunidad…

    Kuchiki Rukia.

    13ª división”

    Kuchiki Rukia… Con otro suspiro se encaminó a la mansión donde residía la morena en cuestión. Con un shunpo llego rápidamente y tocó la puerta. Una criada de edad avanzada le abrió la puerta y hizo una reverencia.

    -¿Qué necesita, Hitsugaya-taichou?- le dijo con voz suave.

    -Necesito ver a Kuchiki Rukia- dijo el albino con voz firme.

    La sorpresa y la confusión brillaron en los ojos negros de la criada. Llamo a otra muchacha de servicio que pasaba por ahí y le dijo algo que el capitán no alcanzo a escuchar.

    -¿a Rukia-sama?- le pregunto la criada, aun confundida.- ya la mande llamar, si gusta esperarla dentro…

    -no- la interrumpió el joven con voz fría- esperare aquí.

    La criada asintió, con el miedo refulgiendo en sus ojos, y se retiro con una reverencia. A los minutos llegó una avergonzada Rukia. Vestía un kimono azul con diseños de flores de Sakura. Se inclino respetosamente ante el capitán.
    -Hitsugaya-taichou- lo saludo con voz neutra

    -Kuchiki- le respondió el, fríamente- me… me llegó tu carta.

    Ella se sonrojo violentamente, y sus ojos brillaron con esperanza.

    -yo… yo lo siento… no puedo corresponder tus sentimientos… yo estoy saliendo con Hinamori Momo…- el dijo, con rostro estoico y voz fría. Se fue sin siquiera despedirse, usando el shunpo.

    -¿Hinamori…fukutaicho?- susurró con dolor.

    Luego se fue corriendo por el bosque que lindaba con la mansión, llorando desconsolada. Uso el shunpo y llego a un claro. El sol de la tarde iluminaba el lugar y una brisa movía las flores que había.

    Su reiatsu fluctuaba y la hierba empezó a congelarse lentamente. Además empezó a nevar.

    Se concentro en entrar a su mundo interior, había una tormenta de nieve y hielo cubría el suelo. Ahí la recibió una angustiada Sode no Shirayuki.

    -Shhhh, tranquila, Rukia-sama- le dijo la hermosa mujer abrazándola. La pelinegra lloraba desconsolada en su hombro.

    -Deje mi espada en mi habitación, ¿puedes...? – No alcanzo a terminar su pregunta cuando la katana en su vaina se materializo en su cintura- Gracias.

    -Rukia-Chan… Rukia-Chan- una voz la saco de su mundo interior. Al mirar hacia arriba vio el rostro de la última persona que habría querido ver.

    -¡Tu! ¡Traidor!- desenvaino su zampakutoh y apunto con ella a un sonriente Aizen- ¡¿Qué haces aquí?!

    -Ayudarte, Rukia-Chan, vi lo que te hizo Hitsugaya- la morena se encogió ante la mención del nombre- ven conmigo, se libre, tendrás compañeros nuevos, serás una espada, nunca nos iremos sin decirte adiós. Podrás vengarte de lo que te han hecho los de la Sociedad de Almas. Cuando te adoptaron y todos le temían a la “princesa Kuchiki”…

    -de acuerdo- lo interrumpió la morena, con voz fría y dejando de llorar. Se levanto y envaino su zampakutoh- Vamos

    Aizen sonrió y abrió una Garganta. Entro y miró a Rukia. La morena dio una fría mirada al cielo y siguió a Aizen, traicionando a sus amigos y familia. Traicionando a la Sociedad de Almas, por culpa de un hombre que no supo como tratar a una mujer.
     
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  2.  
    Erzabeth

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    Perdón, creo que no entendí, ¿Esto es plagio de una historia original?

    Lástima, llegó, llamó, preguntó, saludó, usó, alcanzó, tú, levantó, envainó.
    (Palabras en las que tienes errores.)

    Bien, cuando empieza el diálogo lleva mayúscula, se te pasó en algunos diálogos.
     
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  3.  
    Saya Kuran

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    no, es solo que la historia original de Bleach no pasa nada de eso, por eso eh cambiado los acontecimientos
     
  4.  
    Saya Kuran

    Saya Kuran Iniciado

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    Capitulo 1: “La noticia y la nueva espada”

    Una mariposa negra entro revoloteando por la ventana abierta. Sin saber porque, el capitán guardo en su bolsillo la carta que sostenía en sus manos. Quizás era la culpa, por haber rechazado de manera tan brutal a la joven Kuchiki. Borrando sus pensamientos se apuro a recibir el mensaje que la mariposa infernal le traía:

    ¡Reunión de emergencia! Todos los capitanes y tenientes dirigirse rápidamente a la oficina del 1º escuadrón.

    Con el uso del shunpo llegó a en cuestión de segundos. Entro y estaban casi todos, solo faltaban él, el capitán Kuchiki y… la teniente del 13ª escuadrón, Kuchiki Rukia… con lo cual un miedo frío empezó a subir por su columna y se estremeció.

    Se sitúo en su lugar junto a su teniente. Un silencio sepulcral invadió la sala. El comandante abrió sus ojos y miro seriamente a todos los presentes.

    -Kuchiki Rukia, teniente de la 13ª división, nos ha traicionado.- todos se sorprendieron con la noticia- se ha sentido que su reiatsu acaba de desaparecer junto al de Aizen Sosuke. Se fue voluntariamente. El capitán Kuchiki esta buscando alguna pista para saber porque su hermana nos ha traicionado.

    De repente se sintió como si la carta en su bolsillo pesara mil kilos. Era por eso. Fue su culpa que los haya traicionado.

    -Yo se por que se fue- murmuró, y todos lo voltearon a ver. De su puño cerrado cayo la carta que Rukia le había dado.

    Komamura, a su lado, la recogió y la leyó. Levanto la vista y miro al comandante.

    -Ella se ha ido con el corazón roto- hablo el capitán para observar reprobatoriamente a Hitsugaya.

    Los murmullos se alzaron sobre la voz del capitán, Hinamori se puso a sollozar mientras Unohana la consolaba.

    -Ella ha tomado una decisión equivocada, desde hoy será considerada una traidora, encuentren a Kuchiki Rukia y ejecútenla. –dijo el anciano y la reunión se dio por terminada.

    * * *
    Aizen entro en la sala donde los espadas estaban reunidos seguido de una altiva y fría Kuchiki Rukia.

    -¿¡Otro shinigami!?- exclamo Grimmjow, coreado por Barragán.

    -si, muchachos ella es Kuchiki Rukia y tomara el lugar de la 3ª espada-

    -¡¿Qué?!- exclamo Halibel- Pero, Aizen-sama…-

    -Lucharán y si te gana, toma tu lugar- dijo Aizen interrumpiendo a la rubia. Ella asintió, entrecerrando los ojos.

    Ambas salieron de Las Noches. Halibel desenvaino su espada y atacó a la morena. Esta la esquivo con un shunpo. Y así siguieron durante algunos minutos. Hasta que la morena se aburrió y desenvaino su zampakutoh, la cual se libero sin que ella la llamara.

    Mientras tanto Aizen y Gin las observaban.

    -Mm... Se libero sin el comando… eso significa que ya tiene bankai. ¿No es así, Aizen-taichou?

    -así es, Gin- respondió Aizen.

    El blanco puro de la katana de Rukia empezó a brillar. Mientras la morena sonrío imperceptiblemente: les mostraría a todos que no era una damisela en apuros, les demostraría que ya había alcanzado las 100 danzas de su shikai y 10 de los 50 cantos de su bankai.

    -Danza 33: Lobo de hielo blanco- un esbelto lobo del blanco más puro se formo a los pies de la morena. Se levanto en sus cuatro patas, se desperezo y gruñendo se lanzo contra Halibel. Ella sonrío con suficiencia, y se apartó, pero no espero que el lobo se multiplicara y la rodearan.

    -Danza 94: Muerte fría- Una gran ventisca azotó a Halibel. El aire a su alrededor empezó a solidificarse y a congelarse. De la nada empezó a caer nieve encima de la mujer rubia y cuando la tocaban se convertían en hermosas mariposas de hielo. Los lobos se lanzaron contra la rubia y la congelaron mientras continuaba todo el proceso.

    Rukia envaino su zampakutoh y se volvió a mirar al Ex capitán que estaba aplaudiendo. Pero en ese momento tres mujeres se lanzaron contra ella. Con un suspiro, la pelinegra saco nuevamente su katana aun liberada y…

    -Tsugi no mai: Hakuren- la ola congelo a las arrancars rápidamente.- patético

    Envaino su katana y camino hacia el sitio donde Aizen y Gin observaban.

    -¿Y bien?- les pregunto fríamente.

    * * *
    -Eres la 3ª espada- dijo Aizen- Kasumi, Akane- Dos arrancars se acercaron. Una era alta, rubia y el trozo de su mascara se encontraba sobre su hombro y cuello. La otra más baja y el cabello de un extraño tono lila. Su mascara se encontraba en la parte alta de su cabeza. Los ojos de ambas eran de un color azul cielo. Sus ropas eran largos vestidos con un escote en “V” revelando por completo sus espaldas. Además los vestidos tenían un corte por el lado derecho que les revelaba la pierna hasta el muslo. Eran del típico color blanco con negro.

    -¿Hai, Aizen-sama?- dijeron ambas a coro

    -Ustedes serán las fracciones de Rukia-Chan- Ambas asintieron. Se dieron vuelta y se arrodillaron ante Rukia. – Rukia-Chan anda a tu nueva habitación. Tu ropa esta en el armario.

    -ya- le dijo fríamente. Miro a las muchachas a sus pies. – levántense y guíenme, por favor

    Ellas se levantaron

    -¡Hai, Rukia-sama!-

    * * *
    -¿¡Que tu que?!- exclamo Byakuya perdiendo su habitual carácter frío, y sacando a relucir su furia contra el albino frente a el.

    Luego de la reunión, los capitanes obligaron a Hitsugaya a ir el a contarle a la cabeza del clan Kuchiki sobre las razones de su hermana.

    -Lo siento, Kuchiki-taichou- Dijo Toshiro bajando la cabeza ante la furia del pelinegro.

    -Dispersión, Senbonzakura- Los ojos esmeralda del albino se abrieron rápidamente y el joven capitán echo a correr usando el shunpo.

    -¡Tampoco es para tanto, Kuchiki-taichou!- dijo mientras arrancaba de los pétalos de Sakura.

    * * *
    Su nueva habitación era blanca. En una tarima se encontraba una cama con dosel, con un hermoso cobertor celeste. Al lado de la cama había un tocador. Un ropero empotrado estaba en la pared oeste. Al lado de una ventana que daba a un hermoso jardín, había un escritorio, encima del cual había un aparador donde se ponía la katana y había unos cuantos libros. Un sofá se encontraba en el centro de la habitación. Había otra puerta que seguramente daba al baño.

    Rukia se acerco al ropero, y grande fue su sorpresa al ver que era enorme y había mucha ropa. Toda blanca con negro pero diferentes modelos. Había vestidos largos y cortos, faldas, blusas, pantalones, chaquetas. Kimonos, furisodes. Ademas todo tipo de zapatos. La morena tragó grueso. Eligió un vestido y entro al baño.

    Juntó agua en la tina, se saco el kimono que llevaba, lo doblo y guardo en un cajón del tocador que dentro había y se metió en el agua tibia. Ahí se relajo durante unos minutos y se paso jabón por el cuerpo. Luego se salió, se seco y vistió.

    Se miró en el espejo. Su menudo cuerpo era cubierto por un vestido corto hasta un poco más arriba de la rodilla. Un escote en “v” enmarcaba su pecho. Su espalda estaba al descubierto. El vestido dejaba ver sus curvas que no eran tan escasas como se veía con el kimono de shinigami. Se arregló el pelo y salió.

    Afuera, de pie, la esperaban las dos arrancar. Rukia las miro, sorprendida y apenada.

    -¿Por qué están de pie, chicas? Podían esperarme sentadas. No hay problema. Haber, vamos a dejar claro una cosa. No tienen que actuar con miedo a mi lado. No les are nada porque se sienten y porque pregunten algo, seré su amiga. – las arrancar, sorprendidas, asintieron.

    -De acuerdo, Rukia-sama- habló la rubia- yo me llamo Akane. Y ella se llama Kasumi.

    * * *
    Al día siguiente, Toshiro sentía el dolor de las heridas inflingidas por Senbonzakura. El albino de ojos esmeralda se encontraba en su oficina haciendo el papeleo de su escuadrón. Pero, para molestia de el, no lograba concentrarse.

    Sus pensamientos se desviaban a la imagen de una desolada muchacha de pequeña estatura, ojos violetas y de cabello oscuro como la noche, cortado hasta los hombros y una mecha cayendo por el medio de su rostro.La nostalgia lo carcomía al ver esos ojos con tristeza reprimida. Aun escuchaba las palabras de Byakuya que lo culpaba de la traición de su hermana. Y como no acordarse de sus palabras, si sentía el dolor de sus heridas a cada movimiento.

    Los violetas ojos de la ex teniente del 13º escuadrón aparecían en su mente. Lo miraban acusadoramente. Además la imagen de que alguno de los capitanes u otro teniente la mate le revolvía las entrañas y le oprimía el corazón.

    Quizá… tan solo quizá… si sentía algo por la joven Kuchiki. Pensó el capitán.
     
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