Ilusa [ItaTenSasu] One-shot.

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Ritsu Yuiki, 9 Febrero 2011.

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    Ritsu Yuiki

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    Ilusa [ItaTenSasu] One-shot.
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    Aqui les traigo el One-shot con el que concurso en el, valga la rebundancia, concurso de Sasuke´s Crack it :D espero les guste, esta tal y como lo envie, gracias a Pollux, Kuroi e Itami por sus consejos y calificaicones :DDD
    Bueno sin mas leean :)

    Titulo.-Ilusa.
    Autor.-Ritsu Yuiki.
    Pareja.- ItaTen.
    Grado de sufrimiento.- 75%
    Gracias por leer.

    Ilusa

    Hoy termina este dolor… un dolor que llevo cargando desde hace tres años.

    Hoy pagare por todos los pecados que alguna vez cometí, por ser tan ingenua e ilusa… ¿Cómo pude pensar que realmente le importaba?, siempre lo supe, una parte de mi siempre supo que aquel hombre solo me utilizaba, que aquel sujeto solo me veía como un objeto para llegar a su objetivo.

    Dañe a muchas personas, rompí corazones y leyes, mi reputación se fue al carajo y he dejado en vergüenza a la realeza de Konoha, todo eso por él… Uchiha Itachi.

    Si tuviera que elegir una fecha en la cual todo este desastre comenzó probablemente sería el cuatro de Enero, mi aniversario de bodas… cumplía cinco años con mi amado esposo, quien no es el ser más expresivo ni cariñoso del mundo, pero yo logre perforar esa barrera que había formado contra el mundo.

    Fue aquel día en que lo vi por primera vez, estaba toda mi familia reunida en el jardín real… todas las personas que alguna vez esperaron mucho de mi… fue ese día en que caí rendida a sus pies, lo mire desde lejos, portaba un elegante traje de color azul turquesa, daba la apariencia de ser un general, los botones de color dorado que parecían brillar, sus zapatos negros relucían de limpios, su larga mas no exagerada cabellera negra atada en lo que yo definiría como una simpática colita y esos ojos… oscuros como la noche, misteriosos como el dilema del triangulo de las bermudas y tan seductores como el mismísimo oro.

    ¿Quién era? ¿Cuál era su nombre? ¿Qué hacia ahí? ¿Lo había visto alguna vez? Esas y miles de preguntas se presentaron en mi cabeza, decidí acercarme sin tomar en cuenta que mi marido y su familia estaban presenten, di unos pasos hacia él, pero antes de que yo llegara a mi destino mi marido arremetió contra el hombre que había atraído mi ser.

    Lo último que recuerdo de aquel día son gritos, discusiones y un marido lleno de furia, pero eso no me interesaba, necesitaba saber el nombre del chico, oír su voz… saber algo de él… aunque sea lo más mínimo.

    Por ello dedique meses a buscarlo, fuera del castillo, en los más bajos suburbios del reino e incluso llegue a pedir permiso de salir al reino de la arena excusándome de que necesitaba comprar un vestido, mas no lo encontré. Deje de soñar en el, poco a poco mis pensamientos se negaban a recordar al hombre, me comenzaba a resignar cuando por fin… un año después lo vi…

    Parado contra la pared de una cantina, con un cigarrillo en mano, su mirada despreocupada de lo que pasara a su alrededor, los deseos de acercarme y hablar con el resurgieron en mí, me acerque… lenta y cautelosamente, pensaba que no se había dado cuenta de mi presencia pero de un segundo a otro sus fríos ojos se posaron en mi. Me quede muda, todo lo que alguna vez practique para decirle cuando me lo encontrara desapareció de mi memoria, el sonrió de medio lado y me ofreció su mano. No sabía que pasaría si la aceptaba, no sabía a donde me llevaría, ¿Me importo en ese momento? ¡Para nada!

    Eh ahí donde todo comenzó… no nos conocíamos, no teníamos idea de quien era quien, pero eso no importaba, por ma bizarro que sonara lo necesitaba junto a mí, tal como necesito el aire, tal como los peces necesitan el agua, era inevitable, sentía una terrible atracción hacia aquel misterioso hombre. Pasamos noches de lujuria, devorándonos como si necesitáramos del otro para sobrevivir, amaba sus labios finos y delicados, sus grandes manos recorriendo cada parte de cuerpo, me fascinaba oírlo decir mi nombre…me fascinaba todo de él.

    No tarde mucho en enterarme del porque de la pelea de Itachi y mi esposo, hace ya cuatro años, me sorprendió y todo pareció concordar, entendí inmediatamente el porque el Uchiha se mantenía a mi lado sin pedirme nada a cambio, lo único que le interesaba era acercarse a mi marido, eso era todo.

    Mi alma se partió en dos junto con mi corazón, sabía que me utilizaba, pero no me importo, si de esa manera podía tenerlo junto a mí, no me importaría sufrir. Y así fue durante tres largo años, por un lado tenía que soportar el hecho de que para mi gran amor solo fuera un objeto que necesitaba para llegar a lo que realmente buscaba, mientras yo le entregaba mi cuerpo y alma en cada ocasión que nos veíamos, y por el otro lado me dolía ver a mi esposo, lo estaba engañando él no tenía ni idea de lo que ocurría, deje de verlo a los ojos… no podía era demasiado, sentía que si lo miraba comenzaría a llorar pidiéndole disculpas y contándole todo.

    ¿Amaba a mi esposo? Si, ¿Amaba Itachi? Con todas mis fuerzas, ¿Qué ocurriría entonces? Solo el tiempo nos los diría.

    Y fue el tiempo quien revelo los acontecimientos que hoy ocurren, estoy sola y sucia, esperando que el dolor acabe conmigo antes que otro ser, no puedo parar de llorar, y no es que tuviera miedo… simplemente las lagrimas no paran.

    Pronto llega un hombre que reconozco enseguida, el consejero de mi antiguo marido, Uzumaki Naruto. Me toma del brazo con una delicadeza que hacía tiempo no sentía y comenzamos a caminar hacia la superficie.

    —Lo siento Tenten… de verdad que lo siento—me susurra el rubio, le dedique una débil sonrisa y me ocupe de contestarle.

    —Ya no hay nada que hacer…no me arrepiento de nada—comente mientras salíamos a la luz.

    Todo el pueblo estaba reunido, algunos me insultaban y otros rezaban por mí, subimos a una plataforma de vieja madera, entonces mi mirada choco con la de mi marido.

    —Lo siento… Sasuke—dije lo suficientemente alto como para que me ollera, el solo bajo la mirada, triste se podría decir.

    Yo ya sabía lo que me esperaba, pero aun así era doloroso, no por mí, sino por el ser que se creaba en mi vientre, jamás conocería el mundo, jamás vería lo hermoso que podía ser una puesta de sol, pero era mejor así, si llegara a ver la luz del día no tendría más que insultos y discriminación por parte de todos los habitantes

    Sentí la rasposa cuerda en mi cuello colocada por el verdugo. Itachi ni siquiera se presento, sonreí de lado melancólicamente, al parecer no era lo suficientemente importante siquiera para venir a ver mi muerte. Ya no importaba, lo amaba y siempre lo haría aun en la otra vida.

    Adulterio, ese fue mi pecado mas grande, un crimen que es de lo más despreciable y vil que una mujer pudiera ocasionar, y más cuando se trataba del Rey.

    Sasuke me miro por última vez. Cerré los ojos no solo evitando su mirada si no la de todos los presentes, alce mi cara hacia el cielo y no pude evitar dejar caer una lagrima.

    —Itachi—fue lo último que mis labios pronunciaron.

    Fue entonces cuando mis pies no sintieron más soporte y di mi último aliento…

    …Por lo menos el dolor había terminado
     
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